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Ritos, símbolos, creencias y costumbres de los pueblos originarios de chile.

El territorio que ocupa Chile en la actualidad ha tenido una larga historia de poblamiento.
Alrededor de hace unos 10.000 años -y según algunos autores incluso más- arribaron desde
el norte, grupos de cazadores-recolectores que constituyeron comunidades a lo largo de todo
el espacio que queda entre la Cordillera de Los Andes y el mar. Vestigios de su habitar
subsisten desde el norte árido hasta la zona austral, lo que muestra su enorme capacidad de
expansión y movilidad. Ellos son la base de nuestra diversidad cultural y étnica. En el
transcurso de aproximadamente catorce siglos, los descendientes de estos primeros pueblos
fueron transformándose poco a poco en diversas culturas y pueblos, los pueblos indígenas de
Chile, los que sobreviven y los que han desaparecido. Estos pueblos y comunidades
culturizaron un territorio salvaje, le otorgaron nombres a los cerros, ríos y paisajes, ocuparon
por años y años las tierras donde hoy vivimos. Las primeras poblaciones probablemente eran
pequeñas y poco a poco aumentaron en densidad, en capacidad tecnológica, en producción
agrícola. Los descendientes de esos primeros pueblos, tuvieron que enfrentarse a los europeos
al momento de su llegada. Un período nuevo se iniciaba en la historia americana, el de la
resistencia e integración a la ocupación extranjera.
Cosmovisión y naturaleza:
En los pueblos originarios se manifiesta un sentido de integración con la naturaleza que ha
llegado hasta el presente. Siendo notoria la percepción de las comunidades del poder de las
fuerzas naturales a las cuales se les tiene presente, en cada acto de vida, porque no han
perdido el sentido de vínculo debido en gran parte a que mantienen una forma de vida de
subsistencia y relación directa con el territorio que habitan: agricultura, ganadería, pesca,
pastoreo.
Aymara
Es un pueblo milenario dedicado al pastoreo y a la agricultura usando técnicas ancestrales de
cultivo.
Habitan, traspasando las fronteras impuestas por las naciones, desde las orillas del lago
Titicaca y la cordillera de los Andes, hasta el noreste argentino.
Tienen una economía complementaria, ya que los que viven en el altiplano poseen
abundantes rebaños y escasos cultivos, mientras que los que lo hacen en la precordillera
producen bastantes verduras frutas y semillas gracias al eficaz uso del suelo, mediante las
tradicionales terrazas. Debido a estas condiciones se generan relaciones de intercambio de
productos entre pastores y agricultores.
Creencias:
El Sistema de Creencias Aymara es un ciclo ritual sincrético, intento de conciliar doctrinas
distintas, en el cual coexisten y se integran dos componentes: el prehispánico, o sistema de
creencias indígenas anterior a los conquistadores, y la religiosidad posthispánica que
introduce la religión católica. El culto aymara, sin embargo, es uno solo. Es un culto anual
que se desarrolla al ritmo de los ciclos naturales.
Concibe su mundo como un espacio en el que el Este u oriente es lo que está «adelante». Los
templos y casas deben mirar hacia él. Es el orígen del agua, de la vida, del sol y de las lluvias.
También es sinónimo de dios cultivador. El Centro son los valles y quebradas, lo que está
cerca o «acá». Y «abajo» o atrás es el occidente u Oeste. Allí es donde se pierden las aguas
y termina la vegetación: es el desierto. Es también la dirección donde van los muertos. Allá
fue Viracocha, el Dios creador y cultivador de Los Andes, quien partió hacia la «Gran Cocha»
(Océano Pacífico) después de terminar su obra de creación.
Así como el Arajpacha simboliza la luz y la vida, y el Manquepacha simboliza la muerte y la
oscuridad; el Akapacha es el espacio entre el cielo y el infierno o entre la vida y la muerte.
El apego a los ciclos naturales rige sus vidas y el desplazamiento entre los pisos ecológicos
que requiere para sustentarse.
Ceremonias y costumbres
Enfloramiento del Ganado La espiritualidad Aymara se expresa ritualmente en el
enfloramiento del ganado, el carnaval y las fiestas de limpia de canales de regadío.
El Enfloramiento del Ganado es un rito destinado a incrementar los rebaños mediante el culto
al Mallku o espíritu de la montaña, dueño de todos los animales silvestres.
Este ritual consiste en la marcación de los animales nuevos y la ornamentación de todo el
rebaño con adornos multicolores de lana.
El Carnaval es un rito sincrético asociado a la cuaresma y la cosecha, como así mismo a la
fertilidad de la tierra y los rebaños, en cuya expresión se fusionan ritos indígenas e hispánicos.
Las fiestas del culto del agua, antiguamente conocida como el mito de Amaru (serpiente en
quechua o Katari en aymara), se desarrollan junto con la limpieza y apertura de los canales
de riego, poco antes de la inauguración del nuevo ciclo agrícola.
Rito
Esquila de un llamo Sobre una mesa de piedra (altar) se lleva a cabo la Wilancha o sacrificio
de sangre, sahumerio, coca, alcohol y oraciones.
Se realiza una comida ritual con la carne de la oveja sacrificada. Se acompaña con bailes y
en ciertas ocasiones, un yatiri (sacerdote) consulta al cerro en voz alta: habla como si fuera
el cóndor que, en esta ceremonia representa al cerro.
En este ritual la comunidad espera que el espíritu del cerro le beneficie con sus riquezas de
aguas productivas y que la proteja.
La Pachamama es recordada en cada actividad o celebración y se le ofrecen a ella hojas de
coca, gotas de alcohol o lo que corresponda.
Mapuche
Es el pueblo originario más numeroso de Chile. Con una población cercana al medio millón
de individuos conserva su lengua, Mapudungun, y gran parte de su cultura. Se destacan los
vínculos familiares y religiosos que los unen e identifican como una verdadera nación.
Es el pueblo indígena que por sobre todos los de América resistió la dominación hispánica.
El motor que impulsó dicha resistencia fue el concepto de territorio ancestral, la Mapu, y la
unidad cultural y social en torno a la defensa de ella.
Costumbres
Los mapuches son muy celosos con sus tradiciones, no permiten que les tomen fotos en sus
celebraciones o rituales.
Las personas antiguas no dejan que les tomen fotos pues dicen que les pueden robar el alma.
Los nombres mapuches expresaban una cualidad o un defecto, por ejemplo millantun
significa sol de oro, rayen es flor en mapudungun, millaray, flor de oro, nahuel, tigre;
mariluan, 10 guanacos.
Las mujeres cumplían un rol muy importante en la cultura mapuche, pues, ellas eran las
encargadas de realizar las labores domésticas, cuidar a los niños y el ganado, tejer en sus
escasos ratos libres, hacer cántaros, hacer huerta, en fin un montón de actividades.
Los mapuches son respetuosos con la naturaleza, si necesitan alguna hierba medicinal o un
tronco para elaborar algo piden permiso primero antes de cortarlo.
El menoco es el lugar sagrado donde están las hierbas medicinales.
Respetan mucho a las personas mayores, a sus abuelos, no como los huincas que desprecian
a los viejos.
A las guaguas las transportaban en cupulhue siempre de pie para que fueran contemplando
la vida.
Ceremonias y Rituales
La base de los ritos mapuches era la rogativa o petición.
1) El nguillatún (ceremonia de rogación): Para esto se necesitaba de un lugar especialmente
dispuesto para este fin. En su centro se instala el rewe y a su alrededor los participantes. Dura
un mínimo de dos días y un máximo de cuatro.tenía por objeto pedir al Pillán y al tótem que
beneficiaran al pueblo con lluvias, cosechas abundantes, el aumento del ganado y otros
favores. Durante la ceremonia se realizan bailes acompañados de oraciones. Además se
sacrificaba un animal.
2) El machitún (ritual de sanación): se efectuaba para sanar a algún mapuche enfermo. Para
ello intervenía un curandero llamado machi, la que se creía podía comunicarse con los
espíritus. En el rito, el machi colocaba hojas de canelo considerado como el árbol sagrado
mapuche y las encendía mientras realizaba cantos y danzas alrededor del paciente al son del
kultrún. Así, cuando la ruca se llenaba de humo, el machi, usando sus conocimientos de
hipnotismo, creaba un fenómeno de alucinación colectiva, y fingía clavar un cuchillo en el
enfermo. Después "urgaba" en el interior del mismo y les mostraba a los parientes la causa
del mal, representada en lagartijas o insectos. Finalmente, recetaba hierbas medicinales,
como boldo, bailahuén, maitén, quillay y arrayán, entre otras.
3) We tripantu (Celebracion año nuevo): es la celebración del año nuevo mapuche que se
realiza en el dia de solsticio de invierno entre el 21 y el 24 de junio. De esta manera en el
amanecer del día 24 de junio se inicia otro ciclo de vida en el mundo mapuche y en la madre
tierra. Por lo general es un día de reencuentro, de armonización y equilibrio de las relaciones
humanas. Los ancianos cuentan historias a los niños, y a través del nütram, conversación
mapuche, los aconsejan. Tomando mate, comiendo sopaipillas y bailando se pasa la noche.
4) Machiluwün: el machiluwün es una ceremonia del pueblo mapuche, llevada a cabo como
un ritual solemne de ordenación de un nuevo machi, persona que ejerce el rol de chamán en
ese pueblo. La ceremonia consiste en cantos, oraciones y ofrendas, así como en la plantación
de un nuevo rehue, altar en forma de poste escalonado, evento denominado ngeykurewen.
5) Weñedomon: el rapto de la novia es una forma de ceremonia de bodas usada entre los
mapuches hasta principios del siglo XX, el cual era comúnmente simulado. El novio en
conjunto con sus amigos debía irrumpir en la casa de los suegros y sacar la novia a la fuerza.
Al día siguiente se realizaba una fiesta de bodas con toda la familia.
Símbolo:
En marzo de 1991, la organización mapuche Aukin Wallmapu Ngulam o el Consejo de Todas
las Tierras, realiza un llamado para confeccionar la bandera de la nación mapuche. Cerca de
500 diseños fueron presentados, de los cuales se seleccionó una bandera para la nación
mapuche. La bandera recibe el nombre de Wenufoye, que significa "Canelo del cielo".
Existen además otras cinco banderas que representan los distintos territorios: Huichille,
Lafquenche, Nagche, Pehuenche y Huenteche.
Los colores y formas de la bandera mapuche representan lo siguiente:
• Azul (Kallfü): Es el color que representa la vida, el orden, la abundancia y el universo. En
lengua mapuche, kallfü también es un adjetivo que podría traducirse por "sagrado" o
"espiritual".
• Blanco (Ayon-lig): Es el color que representa la limpieza, la curación y la longevidad.
Símbolo de la sabiduría y la prosperidad
• Amarillo (Chod): Renovación. Símbolo del sol.
• Rojo (Kelü): Es el color que representa la fuerza y el poder. Símbolo de la historia.
• Verde (Karü): Color que representa la tierra o la naturaleza, la sabiduría, la fertilidad y el
poder de curación. Símbolo de la machi.
• Cultrún o tambor mapuche (Kultrung): Este es un instrumento de percusión semiesférico
para usos ceremoniales y sociales. Sobre su superficie plana, que representa la superficie de
la Tierra están dibujados los cuatro puntos cardinales y entre ellos, el sol, la luna y las
estrellas. Símbolo de la sabiduría universal
• Gemil o cruz escalonada, similar a la cruz inca o chacana: Representa el arte de la
manufactura, la ciencia y el conocimiento. Es un símbolo del sistema de escritura.
Selk'nam
Los Selk'nam eran un pueblo nómade, que mantenía una economía de subsistencia basada en
la caza terrestre, principalmente aves, que se complementaba con la recolección de frutos,
hongos y raíces silvestres; junto con algunos productos marinos.
Se caracterizan por la elaboración de puntas de proyectil más perfeccionadas y eficaces que
las de sus antecesores.
Los Selk'nam estarían emparentados con los Aonikenk o Tewelches del sur a través de un
tronco común, del cual los primeros se habrían separado ocupando la Tierra del Fuego.
Selk'nam es el nombre con que los habitantes nómades de Tierra del Fuego identificaban a
su pueblo y cultura. Por ello hoy en día se privilegia esta denominación, ya que el nombre
Ona otorgado por los yagan y luego popularizado desde la colonización del territorio austral,
no emanó de la propia cultura Selk'nam.
Chamanes denominados xo’on. Tenían poderes sobrenaturales, y los usaban para beneficiar
el grupo a través de la mediación de un espíritu llamado waiuwin
Los selk´nam se alimentaban de guanacos, aves y tuco tuco de Magallanes. Los habitantes
de Haruwen costero, obtenían más alimento con la recolección de frutos silvestres como los
calafates y la chaura (arbusto nativo del sur de Argentina y Chile) y de productos marinos,
como mariscos que encontraban en la playa o alguna ballena varada.
Costumbres
El ejercicio preferido eran las carreras pedestres. Existían dos tipos: las de velocidad pura y
las de resistencia, la cual era trepar hasta la cima vecina y el regreso era correr alrededor de
un lago.
Las de velocidad pura, marcaban una meta y todos partían de un mismo lugar o bien los
adversarios se ubicaban a ambos extremos de la pista y debían alcanzar un punto central.
Se podía practicar de cualquier forma y no había premios. Además, había carreras para
expresar la alegría del encuentro entre dos grupos de amigos en las que participaban todos
los presentes. Este deporte, sólo lo hacían los hombres.
Lucha cuerpo a cuerpo: Para los hombres era una diversión muy importante. Se hacía con el
cuerpo desnudo, el cual, en el caso de situaciones formales, se pintaba de rojo. La forma de
luchar era tomarse mutuamente del cuerpo y tratar de derribarse, siendo prohibidas las
zancadillas y esta pelea duraba hasta que uno se declaraba vencido.
También practicaban el tiro al blanco con arco y flecha, el boxeo, y un juego de pelota.
El arte Selk’nam se refleja en la manifestación de sus creencias. Estos solían pintarse con
pintura negra, blanco y roja con motivos y diseños sencillos pero variado, que podían tener
significados relacionados con las situaciones que se estaban viviendo o los estados de ánimo.
Creencias
Los selk’nam creían que los animales y plantas, eran la reencarnación de los antepasados que
habían habitado el mundo en sus inicios, y por eso cada uno de ellos estaba asociado al “cielo”
de donde se creía que provenía ese antepasado.
De acuerdo a la mitología selk’nam y haush, en el tiempo de los inicios sólo estaban la tierra
yerma y plana; y el cielo transparente, ausente del sol y las estrellas.
Desde el cielo del este –Pemáukel– llegó Kenós. Él creó a los primeros hombres a partir de
terrones de tierra que plantó en el suelo, y luego les enseñó las normas sociales.
Los hombres creados por Kenós, antepasados míticos (hoowin) de los selk’nam, vivían una
vida en que la comida estaba al alcance de todos y en la que no existía la muerte. De acuerdo
a la tradición selk’nam, los antepasados hoowin se convirtieron más tarde en animales,
estrellas y accidentes geográficos.
De los antepasados hoowin los más recordados por los selk’nam eran: Chénuke, poderoso
chamán que resucitaba a los hombres luego del sueño de la muerte; Kwanyip, otro chamán
muy poderoso que distribuyó el día y la noche, mató al gigante Cháskels y trajo la muerte al
mundo; Taiyin, quien con su honda separó Tierra del Fuego del continente; K’aux,
antepasado mítico que distribuyó la tierra entre los hombres; y Kokpónek, quien creó el canto
chamánico.
Ritos funerarios
Cuando moría un hombre, todas las personas del campamento selk’nam cubrían su cara,
brazos y pecho con ceniza mezclada con arcilla roja y grasa de ballena, y se cortaban la parte
superior del cabello. Gimiendo y llorando se acercaban al cadáver, el que era envuelto en
pieles de guanaco y atado con nervios del mismo animal, para enterrarlo después en el bosque
o entre las rocas.
Cuando el que moría era un adulto, sus parientes más cercanos se hacían heridas en los
brazos, los dedos, el pecho y los muslos como muestra del dolor que sentían. Los ritos
funerarios selk’nam incluían también la entonación de tristes lamentos fúnebres que por lo
general eran cantados por las mujeres.
Ceremonia del Hain
También denominada Kloketen estaba dedicada a la iniciación de los jóvenes varones en la
vida social adulta. Este ritual en el que sólo podían participar los hombres obligaba a los
iniciados e iniciadores a mantener un absoluto secreto sobre lo que allí ocurría. Consistía en
el enclaustramiento de los jóvenes en la choza grande, alejada de las otras, donde eran
sometidos a una serie de impresiones fuertes causadas por supuestos espíritus que los
asustaban. Estos no eran otros que los propios hombres ya iniciados y experimentados. Como
parte del examen para ser reconocidos como adultos y cazadores, los candidatos debían
soportar exigencias que demostraran dominio sobre sí mismos. Cacerías solitarias, limitación
de los movimientos permitidos, de la expresión, del sueño, alimentaciones escasas. Se les
exhortaba a corregir su carácter. Pero lo más importante era la iniciación e ingreso de los
varones a una cofradía masculina encargada de mantener la sumisión de las mujeres, sobre
lo que se basaba la estructura social Selk’nam.
El aspecto más importante e interesante de la ceremonia Hain es el acoso que se hacía sobre
el muchacho por parte de terroríficas representaciones de espíritus y ante las cuales el joven
debía permanecer lleno de gallardía y valor. Los más conocidos de estos son Kótaich, o el
espíritu Short. Xalpen era otro, pero de naturaleza femenina. También se encontraba Ulen, el
espítiu Tanu y Matán.
Mito de Kran y Kra
El secreto que se les transmitía a los iniciados en la ceremonia del kloketen era el siguiente:
«en los inicios los hombres estaban subordinados al poder que ejercían las mujeres. Ellas
tomaban las decisiones importantes para el mejor desenvolvimiento de su grupo. Los
hombres sometidos a esta voluntad se dedicaban a las labores domésticas: mantenían el
fuego, asaban la carne, cuidaban a los niños y trabajaban el cuero. No podían rebelarse porque
el ritual del Hain, que realizaban las mujeres les producía gran miedo. Este consistía en una
ceremonia en que ellas pintaban su cuerpo y simulaban ser espíritus. Así permanecieron largo
tiempo, sin descubrir que los espíritus que los atemorizaban durante este ritual, sólo eran las
mujeres disfrazadas para mantener su dominio sobre ellos. Ellas mismas se pintaban el
cuerpo y se colocaban las máscaras de corteza sobre sus cabezas. Entre todas estas astutas
mujeres, la mujer luna, Kra, era la más poderosa. Estaba casada con Kran, el hombre sol
cazador de guanacos, Kran y Kra vivían con los howenh, pero Kran era un chamán astuto y
descubrió que en la choza grande había solamente mujeres y que no estaban los presuntos
espíritus. Entonces los hombres acometieron contra ellas. Hubo una terrible lucha. Sólo
algunas mujeres pudieron escapar. Los hombres, después de matarlas a casi todas, instauraron
un nuevo orden social: ahora son ellos quienes se disfrazan para espantar a las mujeres, las
que fingen aterrorizarse y aceptar el dominio de los hombres que dicen ser los espíritus del
universo.»
Rapa Nui
Habita la Isla de Pascua. Rapa Nui es el nombre originario de esta isla de origen volcánico y
forma triangular, situada en medio del Océano Pacífico Sur. La isla, de sólo 180 km2, posee
tres volcanes situados en sus tres puntas, el Rano Kau, el Maunga Terevaka y el Poike.
Creencias
Entre los mitos más importantes y conocidos están el culto al dios Make-Make, que está
representado en Rapa Nui como el creador del mundo, y el posterior culto al Tangata
Manu(hombre pájaro); Uoke, el dios de la devastación que mediante una palanca podía
mover la superficie de la Tierra; la leyenda de los siete exploradores, que relata el
establecimiento del primer ariki (rey) de esta isla: Hotu-Matu’a; Aku Aku, el diablo con
forma de esqueleto; Rapahango, duende benéfico para los hombres, ya que les da alimentos,
y Vai Heva, la máscara del Monte Puakatiki, que recogía el agua lluvia y la transformaba
en agua mágica, usada para embellecer y conservar la juventud.
También podemos mencionar las misteriosas tablas de madera Rongo-Rongo, que contienen
lo que se conoce como escritura rongo-rongo. Estas son un conjunto de compactos renglones
de extraños símbolos, animales, plantas y estrellas que ningún arqueólogo, historiador o
lingüista ha podido descifrar. Según la mitología pascuense, dichas tablas fueron llevadas a
la isla por el propio Hotu-Matu’a y solo él y quienes le acompañaron en su viaje podían
escribir y recitar las palabras que contenían.
Cada linaje tenía su centro de poder político y religioso en los sectores costeros, desde donde
controlaban un territorio (kainga) que se proyectaba hacia el centro de la isla. En la franja
costera era donde se construían plataformas ceremoniales (ahu) en las que se desarrollaban
ceremonias, investiduras, además de ritos de iniciación y redistribución de alimentos. En este
sector se asentaba la nobleza y los sacerdotes (en casas-bote o hare paenga) y hacia el interior
se distribuían las familias extensas en torno al anciano de mayor prestigio que lideraba el
linaje.
Grandes esculturas de piedra, coronados con rojos sombreros que dan la espalda al mar
enmarcan esta compleja y misteriosa cultura. Son los característicos Moai que, a más de
3.000 km. de la costa de Chile continental, frente al Puerto de Caldera, nos hablan de este
pueblo ancestral.
Alrededor de 250 Ahu, altares ceremoniales de piedra, 600 Moai en pie y otros esparcidos
por la isla, abundantes petroglifos grabados en piedras volcánicas, y música y bailes que
recuerdan a la Polinesia, son su escenario cultural.
Altares Ceremoniales
Los Rapa Nui esculpieron las imágenes de sus antepasados en piedra volcánica, a diferencia
de los polinésicos que lo hicieron en madera. Usaron la cantera del volcán Rano Raraku, en
donde hasta hoy existen unos 70 moai que no fueron terminados y parecen haberse quedado
dormidos en la piedra. El estancamiento en la producción de estas monumentales esculturas,
se debe a la crisis interna, desatada por disputas de poder y escasez de alimentos en la isla.
Los moai miden en promedio 4mts. de altura. La excepción es el moai Paro, que alcanza los
10 mts. y llega a las 85 toneladas de peso. Parte del Ahu Te Pito Kura, es la expresión final
del megalitismo usado como símbolo del poder político y religioso, en las pugnas internas de
la sociedad Rapa Nui.
Se esculpían directamente en la roca volcánica, con cinceles de basalto. Una vez terminados,
eran levantados y deslizados a los pies del volcán, con firmes cuerdas vegetales. Y eran
trasladados a los diferentes puntos de la Isla para ser erguido en el ahu. Una vez en pie, se les
tallaban los ojos, nariz, las orejas alargadas y se le tatuaba la espalda. Con la ayuda de cuerdas
eran trasladados a un altar ceremonial determinado, ya sea arrastrándolos en armazones de
madera o con movimientos basculares, como si caminaran por sí solos. El largo y duro
proceso de trasladar al monumento, concluía cuando el moai era colocado de espalda al mar
sobre el ahu, o altar. Allí el Ariki, rey, presidía un ritual en el que se investía al moai de un
poder capaz de proteger al linaje y a la isla.
Sólo después de esta ceremonia, el moai recibía sus ojos compuestos de coral blanco y
obsidiana, además de un sombrero elaborado con escoria roja, similar al moño teñido de rojo
o turbante que usaban los Arikis, como símbolo de su divinidad.
Los Ahu son plataformas de piedra, que provendrían de los marae, antiguo prototipo
polinésico. Los Rapa Nui agregaron a esta forma básica otras construcciones hasta elaborar
un monumento ceremonial distinto, como es el Ahu. A esto se integraron las imágenes de
piedra, los Moai y un plano inclinado frontal, llamado Tahua, con pavimento de piedras
redondas, el Poro, amplias extensiones laterales, y un crematorio.
En mil años los maestros constructores Rapa Nui, los Tangata Maori Anga Ahu, levantaron
cerca de 300 Ahu, ubicados en su mayoría en la línea costera. El sitio escogido para levantar
un Ahu, era sacralizado mediante un ceremonial que incluía una cobertura de tierra roja como
base. Este color, en toda la Polinesia, simbolizaba lo sagrado, la guerra, las cosechas, la
fecundidad y los sacrificios humanos.
Costumbres y Ceremonias
Tapati Rapa Nui
Se desarrolla en el mes de febrero y durante sus dos semanas, cada grupo de familia debe
realizar una serie de pruebas para sumar puntos a las candidatas a reina. Entre las
competencias y deportes ancestrales que se recrean en esta fiesta se destacan, entre otras:
Pora, Riu, Haka Pei, Takona y Vaka.
Vaka Tuai: Cada equipo debe recrear una embarcación tradicional polinésica, donde la
candidata y un grupo representativo de su alianza navegan, vestidos a la usanza antigua del
pueblo Rapa Nui.
Takona: Competencia de pintura corporal. Al igual que en el resto de la polinesia, en
ceremonias tradicionales los Rapa Nui pintaban sus rostros y cuerpos para mostrar el rango
que ocupaban dentro de la sociedad. Los actuales competidores mantienen la técnica de
mezclar pigmentos naturales y de describir ante la comunidad el significado de su pintura.
Riu: Competencia en que los más experimentados de cada alianza interpretan cantos rituales
que relatan historias épicas y leyendas del pueblo Rapa Nui.
Hoko Haka Opo: Competencia entre grupos musicales representativos de cada alianza, donde
se destaca la habilidad coral de los participantes al interpretar temas en forma alternada con
los grupos rivales, sin repetir ni equivocarse en las letras.
Haka Pei: Competencia donde arriesgados jóvenes se deslizan en troncos de plátanos en la
pendiente de 45º y 120 metros de longitud del cerro Pu'i. Los deportistas alcanzan
velocidades de hasta 80 kms por hora.
Titigui Mahute: Competencia de trabajo con mahute (planta introducida por los primeros
habitantes polinésicos) en la cual luego del proceso de la materia prima se confeccionan trajes
típicos.
Pora: Competencia de nado sobre un flotador de totora. Mide la resistencia y destreza de los
competidores que cubren una distancia de 1.500 metros, con trajes típicos y pintura corporal.
Tau’a Rapa Nui: Competencia deportiva que se desarrolla en Rano Raraku, en la que, a modo
de triatlón, se alternan tres modalidades de carreras tradicionales: Vaka Ama (canotaje en
pequeñas embarcaciones de totora), natación con Pora (flotador de totora) y Aka Venga
(correr con dos cabezas de plátanos transportadas en una varilla sobre los hombros).

Pinturas y tatuajes corporales: La pintura se aplicaba a hombres, mujeres y niños, de la


cabeza a los pies, generalmente con ocasión de ceremonias, ritos y celebraciones o fiestas
con canciones y comida (koro). Se utilizaba pintura roja, naranja, amarilla, blanca y negra
obtenida de tierra, cenizas, tizne y vegetales.
La ceremonia del hombre pájaro
Esta ceremonia del hombre-pájaro o Tangata Manu surgió como respuesta a los conflictos
sociales que existían en la Cultura Rapa Nui. El dios creador Make Make entregaba el poder
a quien volviera con el huevo del manutara, ave migratoria que llegaba en esas fechas a anidar
en los islotes que se ubican frente al cráter de Rano Kau. La gente se reunía en la aldea
ceremonial de Orongo, el nuevo y único centro político. Los guerreros de cada grupo -
matatoa- disputaban el cargo para su linaje.
El ganador elegido asumía un carácter sagrado, debiendo vivir solo y aislado; mientras su
grupo adquiría un poder despótico sobre el resto de la población, que incluía sacrificios
humanos a los dioses para así augurar el bienestar para el año. A la larga, dichas prácticas
renovaron constantemente las hostilidades entre los grupos, produciendo un clima de
permanente violencia y crisis social.

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