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D. BOHM y F.D.

PEAT

CIENCIA, ORDEI{
Y CREATIVIDAD
Las raíces creativas de la ciencia y la vida
David Bohm y David Peat

CIENCIA, ORDEN
YCREATIVIDAD

Las raíces creativas de la ciencia


y la vida

axffino llE niwsno¡cloEE


"Tesruolos suPEñloRBt
eil-¡rñlPotoolA sod^t
DE OCCID€NTE

ilauorece
c-lesü EAEIiET CgfAÑsnA CARCIA

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Numancia ,ll7-LZl
08029 Barcelona
l.lo. FAC'ÍURA
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ED.oLTBRERTA
4'uoLY _ G SUMARIO
FFlEcro /
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Introducción

L. Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia 25

2. Lacr,encta como percepción y comunicación


creativas 76

3. ¿Quéeselorden? l2r
4. Orden generativo y orden implicado t70
Título original: SCIENCE, ORDER AND CREATWITY
Traducción: Joseph M. Apfelbáume 5. El orden generativo en la ciencia, la sociedad
y el conocimiento 2r4
@ 1987 by David Bohm y F. David Peat
Publicado con la autorización de Bantam Books, 6. La creatividad en la vida 254
adivision of Bantam Doubleday Dell Publishing Group, Inc.
@ de la traducción y edición castellana:
1988 by Editorial Kairós, S.A.

Primera edición: Diciembre 1988


Quinta edición: Febrero 2010

ISBN- 1 0: 84-7245-184-4
ISBN- 1 3 : 97 8-84-7 245 - 184-1
Dep. Legal: B-l 1666-2010

Fotocomposición: Fepsa. Laforja, 23. 08006 Barcelona


Impresión y encuademación: Publidisa, www.publidisa.com

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necesita fotocopiar o escmear algún fragmento de esta obra.
INTRODUCCION

Este libro es el resultado de una serie de diálogos que tuvie-


ron lugar entre nosotros a lo largo de los últimos quince años.
Por tanto parece adecuado, en esta introducción, proporcionar
al lector una idea de la génesis de nuestro libro y del tipo de
pensamientos e interrogantes que nos movieron a escribirlo.
Puesto que esto está en relación con nuestros antecedentes per-
sonales, nuestros sentimientos y actitudes,. resulta más idóneo
presentarlo como un diálogo entre mi colega y yo. Es más, lo
que sigue podría haber acontecido en el transcurso de alguno
de nuestros paseos vespertinos durante el período en que se es-
cribía el libro.

DAVID BOHM: Pienso que sería una buena idea empezar por
el libro mismo. ¿Qué te llevó a sugerir que escribiéramos un li-
bro juntos?

DAVID PEAT: Bueno, una pregunta como ésa me hace retro-


ceder a mi niñez. Verás, el universo me ha interesado desde
que tengo uso de taz6n. Todavía recuerdo una noche en que
me detuve bajo una farola. Debía de tener ocho o nueve años
y, alzando la mirada al cielo, comencé a preguntarme si la luz
seguía siempre subiendo, y qué significaría para algo el conti-
nuar siempre, y si el universo se terminaba alguna vez. Ya co-
noces ese tipo de preguntas. Bien, pronto empezó a excitarme
la idea de que la mente humana era capaz de plantearse este
tipo de cuestiones y aprehender de alguna manera la inmensi-
dad de todo.
Estas ideas continuaron en la escuela, junto con un senti-
Ciencia, orden y creatividad
Introducción

miento de interconexión de todas las cosas. Era como si la tota- I)AVID Pa¡r: ¿Recuerdas cómo empecé planteándote cues-
lidad del universo fuera una entidad con vida. Pero, claro, cuan- liones científicas pero pronto nos extendimos a todo el campo
do abordé el asunto de estudiar ciencias en la universidad, todo rlcl conocimiento, la sociedad, la religión y la cultura? Cuando
esto cambió. Me di cuenta de que las cuestiones más profun- volví a Canadá, estaba claro que teníamos que seguir viéndo-
das, y en particular las relacionadas con la teoría cuántica no nos de manera más o menos regular para continuar con nues-
tenían nunca una respuesta satisfactoria. Parecía claro que a tras conversaciones.
la mayoría de los científicos no les interesaba ese tipo de pre-
guntas. Sentían que en realidad no se relacionaban con su in- I)AvlD BOHM: Sí, pero pronto comenzó a salir a la luz que el
vestigación cotidiana. En su lugar, se nos animaba a concen- diálogo mismo era el punto clave, y que esto estaba íntimamen-
trarnos en obtener resultados concretos que pudieran ser uti- te relacionado con todo lo demás. La cuestión fundamental
lizados en publicaciones y en trabajar sobre problemas que cra: ¿cómo podemos aprovechar nuestras charlas de manera
fueran <<científicamente aceptables>. Así, pronto me encon- creativa?
tré metido en aguas turbulentas porque estaba siempre más
interesado por cuestiones a las que no sabla contestar que Por DAVID PEAT: En efecto, y creo que fue eso lo que en cierto
la investigación rutinaria. Y ésa no es, desde luego, la manera momento me empujó a sugerirte que deblamos escribir un libro
juntos. De alguna manera, trabajar en este libro se ha converti-
de construir una impresionante lista de publicaciones cientí-
ficas. do en una continuación de nuestro diálogo. Es cierto que mu-
chas de las ideas de las que nos ocupamos las sugeriste tú pri-
DAVID Bonu: ¿Así que tú no estabas interesado solamente mero.
en cuestiones científicas?
DAvID BOHM: Sí, pero al inspeccionarlas mediante el. diálogo
DAVID PEAT: No, me atralan la música, el teatro y las artes adquirieron un nuevo desarrollo y también se hizo posible co-
plásticas. Podla ver que er¿n otra manera importante de respon- municarlas más claramente.
der a la naturaleza y entender nuestra posición en el universo.
Siempre he intuido qu€, en el fondo, las figuras más importantes DAVID PEAT: La comunicación juega un papel importante en
de las ciencias y las artes hacían fundamentalmente lo mismo, cómo poder desarrollar nuevas ideas. De hecho, el proyecto ha
tratando de responder a la misma pregunta básica. Esta relación sido apasionante.
esencial entre ciencia y arte es todavía muy importante para mí.
Pero, a excepción de unos cuantos buenos amigos, era difí- DAVID B}HM: Pienso que ha sido el resultado del enorme in-
cil encontrar gente que compaftiera mi entusiasmo. Había co- terés que los dos tenemos por esta clase de cuestiones. Verás,
menzado una especie de diálogo indirecto contigo al leer tus es- también yo he sentido ese tipo de admiración y temor cuando
critos y sentía tener intereses similares. El resultado fue que en era joven, junto con un deseo intenso de entenderlo todo, no
l9T. me tomé un año sabático para venir al Birbeck College en sólo en detalle sino también en su totalidad.
Londres y poder así inspeccionar todo estojuntos' Más tarde aprendí que muchos de mis intereses fundamen-
tales eran los que otra gente llamaba filosóficos y que los cientí-
DAVID Bonu: Sí, recuerdo que nos veíamos una o dos veces a ficos tendían a despreciar la filosofía por no ser demasiado se-
la semana y charlábamos hasta la madrugada. ria. Eso me creó ciertos problemas, pues no fui nunca capaz de

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Ciencia, orden y creatividad Introducción

ver una separación intrínseca entre ciencia y filosofía' Es más, srlkr de mi interés, sino también de muchas ideas clave que más
en otros tiempos se llamaba a la ciencia /ilosofía natural y eso I rrrtle adoptaron forma matemática.

concordaba perfectamente con la manera en que yo veía la to-


talidad de la materia. En la universidad tenía amigos que se l)AVID PEAT: Quizá pudieras poner un ejemplo de esta rela-
acercaban al asunto de la misma manera' y tuvimos muchas dis- trión de las ideas científicas con la filosofía subyacente.
cusiones con un espíritu de camaradería e investigación común'
Sin embargo, en la escuela de licenciados del Instituto de Tec- I)AVID B)HM: Cuando trabajaba en el laboratorio Lawrence,
nología de California, en el que entré en 1939, advertí que se lras haber obtenido mi doctorado en filosoffa, comencé a inte-
ponía gran énfasis en la competitividad y que eso era un obs- rcsanne mucho por el plasma del electrón. Éste es un denso gas
táculo para este tipo de discusiones libres. Había mucha pre- dc electrones que muestra un comportamiento radicalmente
sión para concentrarse en aprender técnicas formales y obtener tliferente de los restantes estados normales de la materia, y era
así buenas calificaciones. Parecía que quedaba poco espacio r¡na clave para gran parte del trabajo que se estaba realizando
para el deseo de entender en el sentido amplio que yo tenía en ontonces en el laboratorio. Mis observaciones se originaron a
mente. Tampoco existía un libre intercambio de ideas, ni cama- partir del momento en que percibí que el plasma es un sistema
radería, algo fundamental para una comprensión de este tipo. ¡rltamente organizado que se comporta como un todo. Es más,
A pesar de ser muy capaz de dominar esas técnicas matemá- cn algunos aspectos es casi como un ser vivo. Me fascinaba
ticas, no me parecía que mereciese la pena seguir con ello, no cómo un comportamiento colectivo tan organizado podía ser
sin una base filosófica más profunda y sin el esplritu de investi- compatible con la libertad de movimiento casi total de los elec-
gación común. Mira, son precisamente estas cosas las que pro- trones. Vi en ello una analogía con lo que podía ser la sociedad,
porcionan el interés y la motivación para usar técnicas matemá- y quizá con la forma en que se organizan los seres vivos. Más
ticas en el estudio de la naturaleza de la realidad. tarde, cuando fui a Princeton, extendí esta visión para tratar los
clectrones de los metales de la misma manera.
DAVID PEAT: Pero las cosas mejoraron cuando fuiste a Berke-
ley, ¿no es así? DAVID PEAT: Pero me parece que estabas también un poco in-
tranquilo por la manera en que se estaban usando tus resul-
DAVID BOnu: Sí, cuando fui a trabajar con J. Robert Oppen- tados.
heimer encontré un espíritu más agradable en su grupo. Por
ejemplo, se me introdujo en el trabajo de Niels Bohr y eso esti- DAVID B}HM: Bueno, yo había elaborado cierto número de
muló mi interés, sobre todo en todo el asunto de la unicidad del ecuaciones y fórmulas y algunas de ellas jugaron un papel fun-
observador y lo observado. Bohr veía esto en el contexto de la damental en la investigación de la fusión y la teoría de los meta-
totalidad indivisa del universo entero. Todavía recuerdo la gran les. Pero unos años más tarde, cuando acudí a algunas confe-
cantidad de discusiones que sostuve sobre asuntos de esta clase rencias científicas, me di cuenta de que esas fórmulas habían
y cuyo efecto fue colocarme en el camino que todavía estoy si- sido tomadas y convertidas en fórmulas más abstractas, mien-
guiendo hoy. La filosofía jugaba un papel inseparable, pero no tras que se ignoraban las ideas subyacentes. El espíritu reinante
se trataba sólo de filosofar sobre el material presente ya en la era que el propósito fundamental de la física es producir fórmu-
ciencia de manera más o menos definida. Estaba muy interesa- las que puedan predecir correctamente los resultados de los ex-
do en temas más amplios que habían sido fuente y origen no perimentos. Al ver todo eso comencé a sentir que no había mo-

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Ciencia, orden y creatividad
Introducción
tivo para seguir con la investigación del plasma y perdí todo in- zl¡r un concepto físico o intuitivo, y que el formalismo
matemá_
terés por ella. tico tenía que ser entendido en reláción con eso.
Sin embargo, continué trabajando en el campo de la física y
desarrollé la interpretación causal de la teoría cuántica y el or- t)AVID Pnef: Pero ¿de dónde surgió ese interés
desmesurado
den implicado. Pero ambos están originados, en gran medida, ¡ror las matemáticas?
en planteamientos filosóficos.
I)AVID B}HM: La teoría cuántica, y en menor medida
la de la
DAVID PEAT: De hecho, esas publicaciones tempranas tuyas rclatividad, no fueron nunca bien ántendidas en términos
de
fueron las que primero despertaron mi interés. Comencé mi urnceptos y por ello la física fue poco a poco resbalando
primera investigación observando sistemas de electrones, y en $icos,
hacia la práctica de tratar los temas poi medió
de ecuaciones.
seguida me interesó la relación entre el comportamiento indivi- listo ocurrió, desde luego, porque las ecuaciones eran la
rinica
dual y el colectivo. Desde luego, fueron tus publicaciones las ¡rarte de la teoría que todo el mundo creía poder entender real_
que me ayudaron a hacerme una idea de las relaciones entre el mente. Eso hizo que, de manera ineütabie, se desarrollara
la
individuo y el todo. Pienso que me dieron también la confianza idca de que las ecuaciones son en sí mismas el contenido
esen-
para ir más lejos e intentar ver de manera un poco más profun- r:ial de la física. De alguna manera eso comenzó ya
en los años
da cuestiones relacionadas con el establecimiento de la teoría vcinte, cuando el astrónomo sir James Jeans afiimO
qu" Oiá,
cuántica. Pero, como ya dije antes, había un ambiente hostil tcnía que ser un matemático.r Más tarde, Heisenbeig
que mostraba poca simpatla por ese tipo de acercamientos. Me
l" ¿i.
¡4ran empuje con su idea de que la ciencia no podía ya viíuaüzar
di cuenta de que la mayorla de los ffsicos no podían compren- la realidad arómica mediante conceptos flsicos,
der el punto hacia el que te dirigías. rnatemáticas son la expresión básica de nuestro
í O" q* i",
conocimiento
tlc la realidad.z Junto a-ello llegó un cambio radical
fo q*,"
DAVID B?HM: Parecían más interesados en las fórmulas que cntendía por capacidad intuitiva o imaginativa. Anteriormente
"n
en las ideas existentes tras ellas. csto había sido identificado con ta tráuiu¿a¿ para visuatizar
y conceptos, pero ahora Heisenberg ptet"ndí" que
l,I:T. la ln-
DAVID Pg¿.r: Pero eso me lleva a lo que, en mi opinión, es tuición y la imaginación proporcionao,ro-una imagen
á" f"i"u-
una cuestión fundamental. ¿Qué dirías de la creencia predomi- lidad,.sino una representacién mental del significaáo
¿e tas ma_
nante de que el formalismo matemático expresa por sí mismo la tcmáticas.
esencia de nuestro conocimiento de la naturaleza? Yo no estoy de acuerdo con esta evolución. De hecho,
creo
que el actual énfasis por ras matemáticas ha ido aemasiado
ie¡os.
DAVID BOHM: Desde luego, algunos científicos, entfe ellos
los pitagóricos, sostuvieron puntos de vista como ése en tiem- IIAVIP Prer¡ Pero, por otra parte, muchos de los pensadores
pos antiguos. Y otros, como Kepler, creían que las matemáti- científicos más profundos han utilizado criterios de
üeileza ma-
cas eran una fuente básica de verdad. Pero la noción de que el
formalismo matemático expresa la esencia de nuestro conoci-
.. l. Sir James Jeans, The Mysterious Ilniverse, Cambridge University
miento sobre la naturaleza no fue comúnmente aceptada hasta l)rcss, Nueva York, 1930).
época relativamente reciente. Por ejemplo, cuando yo era estu-
diante, la mayoría de los frsicos crefa que lo esencial era alcan- .. 2. A.^Miller, Imagery in Scientific Thought, Birkhauser,
llerna y Stuttga rt, lg8/.
Boston,

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Ciencia, orden y creatividad Introducción

temática en el desarrollo de sus teorías. Creían que las explica- crr podría haber tomado un camino equivocado al poner tanto
ciones científicas más profundas también debían ser matemáti- ¡rrf asis en su formalismo. Pero estoy seguro de que muchos
camente bellas. Sin la necesidad de la estética matemática no t'icntíficos señalarían que las matemáticas son la manera más
habrían tenido lugar un gran número de descubrimientos' Se- ¡rl)stracta, lógica y coherente de pensar que conocemos. Pa-
guro que, en tu trábajo, los criterios de la elegancia matemática r ercen estar totalmente abiertas a la creación libre y no hallar-

áeben haber actuado como señales de que estabas en el buen ser limitadas por los requisitos de las experiencias sensitivas
camino, ¿no? rlc la realidad ordinaria. ¿No les proporciona eso un star¿¿.t
ri¡rico?
DAVID B1HM: Es verdad que las matemáticas permiten hacer
observaciones creativas, y que la búsqueda de belleza matemá- I)AVID BOHM: Bien, para contestar me gustaría mencionar el
tica puede ser una guía de gran ayuda. Los científicos que han trabajo de Alfred Korzybski, un filó-sofo norteamericano bas-
trabijado de esta manera han conseguido a menudo derivar un t¿rrrte conocido de principios de siglo.j El decía que las matemá-

conocimiento nuevo a través del énfasis por el formalismo ma- licas son un esquema lingüístico limitado, que permite una ex-
temático. Ya he mencionado a Kepler y a Heisenberg' y en trcmada precisión y coherencia, pero al precio de una abstrac-
nuestros días podría añadir nombres como Dirac, Von Neu- ci(rn tan extrema que su aplicabilidad ha de limitarse, sobre
mann, Jordan y Wigner. Pero las matemáticas nunca fueron el Iodo, en algunas vías clave.
único cnteno en sus descubrimientos. Además, eso no significa Korzybski decía, por ejemplo, que cualquier cosa que diga-
que todos piensen lo mismo a este respecto. De hecho, yo creo rnos de que algo es, no lo es. En primer lugar, cualquier cosa
que los conceptos verbales, los aspectos pictóricos y el pensa- que digamos son palabras, y no son normalmente las palabras
miento filosófico pueden contribuir de manera significativa a sobre lo que queremos hablar. En segundo lugar, sea lo que sea
l<r que queramosfecir con lo que decimos, no es lo que la cosa
las nuevas ideas. Einstein apreciaba ciertamente la belleza ma-
temática pero, en realidad, no empezaba por las matemáticas, cs en realidad, aunque podría ser parecido, Porque la cosa es
sobre todo en su período más creativo. En lugar de eso' comen- siempre más de lo que nosotros queremos decir y no se agota
zaba con sentimiéntos difíciles de especificar y una sucesión de nunca con nuestros conceptos. Y la cosa es también diferente
imágenes de las cuales surgían en algún momento conceptos tlc lo que queremos decir, aunque sólo sea porque ningún pen-
máJdetallados. Yo aprobaría eso y añadiría que las ideas que samiento puede ser absolutamente correcto cuando es amplia-
surgen de esa o de otras maneras pueden, en algún momento, tlo de manera indefinida. El hecho de que una cosa tenga cuali-
dades que van más allá de lo que pensamos y decimos sobre ella
conducir a posteriores desarrollos matemáticos e incluso llegar
sc encuentra tras nuestra noción de la ¡ealidad objetiva. Está
a sugerir nuevas formas de matemáticas'
Parece arbitrario decir que las matemáticas deben jugar un claro que si la realidad dejara en algún momento de mostrarnos
papel único en la expresión de la realidad. Las matemáticas ¿rspectos nuevos que no están en nuestra mente, entonces difí-
sOto son una función de la mente humana, y otras funciones cilmente podría afirmarse que tiene una existencia objetiva in-
pueden, con toda seguridad, ser igualmente importantes, inclu- tlependiente de nosotros.
so en la física.
Todo eso implica que cualquier tipo de pensamiento, inclui-

DAVID PEAT: Este diálogo se está encaminando hacia una di- 3. A. Korzybski, Science and Sanity,International Neo-Aristotelian
l'ublishing Company, Lakeville, Conn., 1950.
rección interesante. Parece que estamos afirmando que la fisi-
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Ciencia, orden y creatividad Introducción

das las matemáticas, es una abstracción que ni cubre ni puede e¡r'rrr¡rlo, en cualquier intento de unir la mecánica cuántica y Ia
cubrir la totalidad de la realidad. Diferentes tipos de pensa- relnf rvitlad, sobre todo la relatividad general, hay cuestiones
miento y diferentes tipos de abstracción podrían proporcionar, frir¡tlirmentales a las que es preciso hacer frente. ¿Cómo pue-
juntos, una imagen más perfecta de la realidad. Todos tienen rllrr l<ls físicos pretender trabajar con éxito en este campo,
sus limitaciones, pero juntos llevan nuestro conocimiento de la r r¡¡rntlo ignoran los problemas, sutiles y no resueltos, que se en-

realidad más lejos de lo que sería posible con un solo método' r ilcnlran todavía encerrados en el temprano período de la me-
r ¡¡nrr:a cuántica?
DAVID PEAT: Lo que has dicho de Korzybski me hace pensar
en el dibujo de René Magritte, una pipa que contiene también l, Á V I D P n¿r : Recuerdo que este tipo de preguntas salían con-
las palabras <<Esto no es una pipa>>. Por muy realista que sea un Iu¡rramente en las discusiones que teníamos juntos en el Bir-
dibujo, queda claramente muy lejos de ser una pipa de ve¡dad' lrcck College. Nos preocupaba de manera especial la estrechez
E irénicámente, la palabra pipa del título tampoco es realmen- rlc r¡riras con que se está desarrollando, no sólo la física, sino en
te una pipa. Puede ser que, en el espíritu de Magritte, cual- ¡'.c nc:ral, la investigación científica.

quier teoría del universo debería contener la afirmación funda-


mental de que <<Esto no es un universo>>. l)AVID B)HM: Utilizábamos una analogía tomada del sentido
rlc la vista del hombre. Los detalles de lo que vemos son recogi-
DAVID B)HM: En realidad, una teoría es una especie de mapa tkrs en una pequeña parte central de la retina, llamada fóvea. Si
del universo y, como cualquier otro mapa, es una abstracción t;sla es destruida se pierde la visión detallada, pero la general,
limitada y no del todo exacta. Las matemáticas proporcionan t¡rre procede de la periferia de la retina, se conserva. Sin em-
un aspecto de la totalidad del mapa' pelo se necesitan otras lurrgo, si la periferia resulta dañada, y la fóvea queda intacta,
estado discu- ¡ncluso los detalles pierden todo su significado. Analógicamen-
-urreius de pensamiento en la línea que hemos t(: nos preguntábamos si la ciencia corría el peligro de sufrir un
tiendo.
-claño> similar en su visión. Al concedérsele tanta importancia
DAYID PEAT: Bien, es verdad que en los primeros tiempos de ;r las matemáticas, la ciencia parece perder de vista el contexto
la teoría cuántica, los fisicos más importantes, como Bohr, Hei- rnás amplio de su visión.
senberg, Pauli, Schródinger y De Broglie estaban vitalmente
vinculidos a cuestiones filosoficas, especialmente en la rela- I)AVID PEAT: Pero en un principio sí que había esta visión
ción entre ideas y realidad. ¡¡cneral del universo, la humanidad y nuestro lugar en el todo.
l.a ciencia, el arte y la religión nunca estaban realmente sepa-
DAVID Bonu: Esas cuestiones se salen del limitado campo de radas.
acción de la física tal como se conoce en la actualidad' Cada
uno de esos pensadores enfoca el problema de manera propia y I)AVID BoHM: Pero con el paso del tiempo, esa visión cambió
entre ellos hay diferencias importantes, aunque sutiles, que debido a la especialización. Se hizo cadavez más estrecha y de-
tendemos a pasar pol alto. Pero la práctica más generalizada de scmbocó en nuestro acercamiento actual, que es bastante frag-
la fisica es ajena aeste tipo de consideraciones más profundas' mentario. Pienso que este desarrollo tuvo lugar, en cierta me-
Tiende a concentrarse en cuestiones técnicas, Y Por este motivo dida, al convertirse la física en el modelo al que tendían todas
parece haber perdido contacto con sus propias raíces. Por las ciencias. Aunque la mayoría de las ciencias no están tan do-

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Ciencia, orden y creatividad Introducción

minadas por las matemáticas, el rasgo esencial es el espíritu con urr¡urcnto de detenerse y observar cuidadosamente hacia dón-
el que se tiende a hacer matemáticas. El propósito general es ,lr' sc rlirige.
intentar analizarlo todo en elementos independientes que pue-
dan ser manejados por separado. Eso fortalece la esperanza de lr.'tvt t) BoHM: Más que eso, creo que necesitamos cambiar lo
que cualquier problema pueda ser dividido en fragmentos. Es t¡rrc cntendemos por <<ciencia>. Ha llegado el momento de una
todavía cierto que la ciencia contiene también un movimiento olc¡rda creativa en una nueva llnea. En esencia, eso es lo que
hacia la síntesis y hacia el descubrimiento de contextos más am- I
u ( rponemos en Ciencia, orden y creatividad.
plios y leyes más generales. Pero la actitud predominante ha
sido la de poner mayor énfasis en el análisis y en separar los fac- lr,4vlD Pper: Pero a la mayoría de los científicos le chocaría
to¡es clave de cada situación. Los cientlficos tienen la esperan- ('sla sugerencia. Después de todo, la ciencia nunca se ha mos-
za de que eso les permitirá extender de manera indefinida su trirdo tan activa ni exitosa como en la actualidad. En todos los
capacidad de predecir y controlar las cosas. r'¡rrnpos se están abriendo nuevas fronteras y explotando nue-
virs tecnologías. Piensa en todas esas técnicas experimentales
DAVID PEAT: Es importante señalar que este tipo de acelca- rnúditas, las apasionantes nuevas teorías, y los interesantes e
miento no es sólo el fundamental para la física sino que se ex- rrrnumerables problemas abordados por un número indefinido
tiende a la química, la biologfa, la neurología e incluso a la eco- rlt: investigadores. Fíjate en la medicina, por ejemplo: numero-
nomía y la psicología. srrs enfermedades han sido suprimidas, y existe la promesa de
(luc se erradicarán todavía más. Y ahí están los nuevos c¿rmpos,
DAVID B}HM: Al concentrarnos en este tipo de análisis y diü- t'omo la biotecnología o la ingeniería genética, sin olvidar los
dir constantemente los problemas en distintas áreas especiali- t:lmbios producidos por las computadoras y la comunicación
zadas, vamos ignorando el contexto más amplio que da a las tlc masas. La ciencia está teniendo un impacto realmente pode-
cosas su unicidad. De hecho, ese espíritu se está extendiendo roso en todas las áreas de la vida.
ahora más allá de la ciencia, no sólo a la tecnología sino a nues-
tra visión general de la vida como un todo. Conocer se valora I)AVID BOHM: Todo eso es cierto, pero para conseguir tal
en la actualidad como la posesión de los medios para predecir, l)rogreso se han arrinconado factores muy importantes. En
controlar y manipular las cosas. Desde Francis Bacon eso ha Jrrimer lugar, ha habido una fragmentación total en nuestra
sido siempre muy importante, pero nunca tan predominante ¡rctitud general hacia la realidad. Esto nos lleva a centrarnos
como hoy día. siempre en problemas concretos, incluso cuando están signifi-
cativamente relacionados con un contexto más amplio. Por
DAVID PEAT: Sí, la ciencia se ha estado desarrollando a ritmo consiguiente, no conseguimos darnos cuenta de las conse-
acelerado desde el siglo xtx, y trae con ella un sinfín de cam- cuencias negativas, de las que no siempre hay posibilidad de
bios tecnológicos. Pero es relativamente reciente el que tanta ()cuparse con un tipo de pensamiento fragmentario. El resul-
gente haya comenzado a plantearse si todo este progreso es en tado es que estas dificultades se extienden a la totalidad del
realidad beneficioso. Comenzamos a darnos cuenta de que el contexto y pueden llegar a crear problemas quizá peores que
precio del progreso es cada vez una mayor especialización y aquellos con los que empezamos. Por ejemplo, al explorar los
fragrnentación, hasta el punto de que toda la actividad está per- rccursos naturales de manera fragmentaria, la sociedad ha
diendo su significado. Pienso que a la ciencia le ha llegado el causado la destrucción de bosques y tierras de cultivo, ha crea-

20 2t
Ciencia, orden y creatividad Introducción

do desiertos e incluso amenazacon el deshielo de las capas po- r r ¡s¡rs'? ¿,Y qué hay de Ia tensión psicológica creciente en una so-
lares. r(.(lir(l tan insensible a las necesidades humanas básicas que pa-
'
r ('r'(' (lue, para muchos, la vida ha perdido su sentido? Frente a

DAVID PEAT: Recuerdo lo que sucedió cuando investigaba so- rrrrkr csto, algunas personas se hunden mentalmente, o se con-
bre el asunto del desar¡ollo de cultivos intensivos de mayor vr('rtcn en drogadictos, mientras que otros se entregan a una
productividad. No está del todo claro que haya resultado total- vrole ncia ciega.
mente beneficioso. Para empezar, nos conduce al problema de
la gran vulnerabilidad de una presión genética limitada, y va 1,,'tvtD PEAr: Parece imposible soñar con que gracias a algún
creciendo nuestra dependencia de fertilizantes, pesticidas y nrrcvo descubrimiento en química, biología o las ciencias del
herbicidas. Si tomas todo esto, junto con las técnicas de granja t olrrportamiento todos estos problemas lograrán controlarse
más eficientes requeridas por esos nuevos cultivos, se producen rrl¡1rin día. Son muy penetrantes y de largo alcance. ¿Cómo va a
cambios radicales en las sociedades agrarias que cada vez lie' ¡r,rrrcr fin la ciencia al peligro de aniquilación mutua que existe
nen que confiar más en una base industrial. Al final, toda la so- lrr cl mundo? Después de todo, el origen de esa situación está
ciedad cambia de manera incontrolada, su economía pasa a ser t'n cl temor, la desconfianza y el odio entre las naciones. Tengo
dependiente de las importaciones y sensible a las inestabilida- lir impresión de que cuanto más se desarrollan las ciencias y la
des globales. Ict'nología, más peligrosa se vuelve toda la situación.

DAVID B?HM: Es cierto que mucha gente cree que resolver l)AVID Bouu: Claro, hace aproximadamente un siglo los be-
este tipo de problemas es sólo una cuestión de estudiar ecología ne licios de la ciencia compensaban normalmente los efectos
o alguna otra especialidad. También es verdad que la ecología rrr:¡¡ativos, incluso cuando todo el esfuerzo se realizaba sin
comienza a reconocer la compleja dependencia de cada activi- ¡rtcnder a las consecuencias a largo plazo. Pero el mundo mo-
dad en la totalidad del contexto. Pero, en realidad, el problema rlt:rno es finito y tenemos poderes de destrucción casi ilimita-
pertenece tanto a la economía como a la ecología, y eso nos lle- tkrs. Es.evidente que el mundo ha alcanzado un punto sin re-
va a la política, la estructura de la sociedad y la naturaleza de torno. Esta es una razón por la que tenemos que detenernos y
los seres humanos en general. considerar la posibilidad de un cambio fundamental y amplio
El problema clave es: ¿cómo es posible predecir y controlar crr lo que la ciencia significa para nosotros.
todos esos factores, de modo que se pueda manejar el sistema
y conseguir un buen orden? Está claro que es una demanda l)AVID PEAT: Lo que necesitamos no es tanto ideas científicas
imposible. Para empezar, nos encontramos ante la infinita nucvas, aunque éstas continuarán siendo de gran interés. La
complejidad implicada en estos sistemas, y su extrema inestabi- t'ucstión es: ¿cómo puede la ciencia, cuando está basada en una
lidad, que requiere niveles de control casi perfectos y probable' irctitud fragmentaria hacia la vida, llegar a entender la esencia
mente inalcanzables. Pero todavía más importante es el hecho tlc los auténticos problemas, que dependen de un contexto in-
de que el sistema depende de seres humanos. ¿Y cómo puede rlcfinidamente extenso? La respuesta no se encuentra en la
la ciencia hacer que los seres humanos se controlen a sí mis- rrcumulación de más y más conocimiento. Lo que se necesita es
mos? ¿Cuál es la propuesta de los científicos para controlar el .subiduría. Es la ausencia del saber lo que causa la mayoría de
odio entre las naciones, religiones e ideologías, cuando la cien- nuestros problemas más graves, más que una ausencia del co-
cia misma se halla limitada y controlada precisamente por estas rlocimiento.

22 23
Ciencia, orden y creatividad

D.svtp Bonu: Pero esto implica también buena voluntad y ca-


maradería. En la actualidad parece que hay falta de ambas,
tanto entre los científicos como entre la gente en general.

DAVID PEAT: Desde luego que la buena voluntad y la camara- I. ITEVOLUCIONES, TEORIAS Y
dería son importantes si la gente va a trabajar conjuntamente CREATIVIDAD EN LA CIENCIA
por el bien común. Pero a la larga, creo que podríamos tener
que sacrificar algunos de los valores que nos son hoy tan queri-
dos. Por ejemplo, tenemos que cuestionar el crecimiento sin lí- l.r¡ ciencia ejerce en la actualidad una influencia creciente
mite del confort y la prosperidad individual, y la preeminencia .,,,luc l¡rs sociedades del mundo, pero aun así, en sus funda-
del espíritu competitivo, que es básicamente productor de divi- nrlnt()s se halla acosada por serias dificultades. Entre éstas,
siones y fragmentaciones. rril¡t (lc las más importantes se relaciona con su acercamiento
lr ;r¡.r,rncntario a la naturalezay la realidad. En la introducción se
DAVID BoHM: Sí, y es arbitrario limitar para siempre a la cien- rrrp,rriír que, en esta época en que la ciencia es considerada
cia a aquello en lo que se ha convertido en la actualidad. Des- , n¡¡¡o la clave para un progreso acelerado y la mejora de la
pués de todo, esto es el resultado de un proceso histórico en el vrrl¡r, cste acercamiento fragmentario no puede nunca solucio-
que están implicados muchos elementos fortuitos. Tenemos ¡r¡rr kls problemas más profundos a los que hace frente nuestro
que estudiar de manera creativa cuál sería la nueva noción de r¡rrn¡tkl. Muchos de estos problemas dependen de contextos tan
ciencia, una noción que sirva para nuestro tiempo. Esto signifi- tunplios que en último término se extienden a la totalidad de la
ca que todos los temas que hemos estado tratando tendrán que rrrrlrrnrleza, la sociedad y la vida de cada individuo. Está claro
entrar en la discusión. ,lrr(' cse tipo de dificultades no podrán resolverse nunca en el
m¡r(:() de los limitados contextos en los que normalmente se
DAVID Pn,qr: Creo que si queremos entende¡ esta llamada a lr lr ntulan.
una nueva oleada creativa en la ciencia, tenemos también que Srllo avanzando más allá de su fragmentación actual puede
comprender la perspectiva histórica de la que has estado ha- l,r cic:ncia pretender realizar una contribución realista a los pro-
blando. Necesitamos entender cómo se produjo este enfoque I'k'rrras que tenemos delante. Pero dicha fragmentación no
fragmentario de la actualidad. Por ejemplo, sería interesante
'l¡'lrt:ría confundirse con el hecho de dividir un área del cono-
plantearse qué habría ocurrido si distintos caminos accesibles en
' rr¡¡rcnto en campos específicos de especialización o con la
otro tiempo hubieran sido entonces completamente explorados. ¡rlrstracción de problemas concretos para su estudio. Estas divi-
',r.,rrcs pueden ser perfectamente legftimas, y de hecho son un
DAVID BOHM: Pero ese tipo de discusión no puede limitarse r rrs¡1rr fundamental de la ciencia. Como el término indica,
frag-
sólo a la ciencia. Tenemos que incluir toda la variedad de las nt(ttlor significa más bien <<romper>) o <dividip. Por consi-
actividades humanas. Nuestro propósito es arrojar luz sobre la ¡rrrt'nte, la fragmentación tiene lugar cuando se intenta impo-
naturaleza de la creatividad y cómo puede fomentarse, no sólo rrcr tlivisiones de manera arbitraria, sin ninguna consideración
en la ciencia sino también en la sociedad y en la vida de cada in- ¡,rr un contexto más amplio, incluso hasta el punto de ignorar
dividuo. Ésa es la naturaleza última de Ía oleada creativa que '
( )ncxiones esenciales con el resto del mundo. En seguida viene

pedimos. .r l:r r¡rente la imagen de un reloj que ha sido machacado con un

24 25
Revoluciones, teorías y creativid.ad en la ciencia
Ciencia, orden y creatividad
hrs rasgos fundamentales se aíslan y se unen. De la misma ma-
martillil. pues lo que resulta no es una serie de restos regulares
ncrir, una especialización de la mente flexible en un determina-
sirr,.) trozos caprichosos que tienen poca o ninguna significación
rlo campo de interés permitirá la correspondiente integración
para el funcionamiento del reloj. Muchos de los intentos actua-
rlc todas las características relevantes en dicho campo.
ies de hacer frente a los serios problemas comentados en la in-
l)ara poner un ejemplo sencillo, piense en un médico que
troducción, terminan por encontrar soluciones y emprender ac-
r-rrrnlina a un paciente en la sala de urgencias de un hospital.
ciones que son tan fragmentarias e i¡relevantes como las partes
lrstc médico tiene que hacer un diagnóstico preliminar basado
de un reloj roto.
,'r¡ l¡rs señales caracteústicas y en los síntomas que tienen que
.;('r scleccionados entre la infinita variedad de aspectos y com-

Fragmentación y cambio en la ciencia ¡xrllamiento del paciente. Por tanto, este diagnóstico se apoya
{'n una división y clasificación básica de grupos de síntomas.
Itcro está división no se debe fijar nunca de antemano de una
La ciencia es un intento de entender el universo y la rela-
ur¿u)cra rígida. El médico debe asegurar y confirmar constante-
ción del hombre con la naturaleza. ¿cómo es posible entonces
rrrcntr: sus hipótesis, cambiándolas cuando no se confirman.
que este tipo de enfoque dé como resultado la fragmentación?
ia noción misma de lá comprensión científica parece ser total- lil diagnóstico preliminar puede señalar algún trauma en un
lrrgirr concreto del cuerpo, la disfunción de un órgano, una infec-
mente incompatible con una actitud fragmentaria frente a la
t rirrr generalizada o algún desorden del metabolismo. La identi-
realidad. pari llegar a comprender cómo la visión especializa-
lrt'rrción de una enfermedad determinada depende, por tanto,
da de los problemas y dificultades discutidos en la introducción
,lc lrr habilidad del doctor en reconocer un cuadro completo de
llegó a invadir la totálidad de la ciencia, hay que entender pri- .itnt()mas que han sido abstraídos a partir de un fondo comple-
melramente no sólo lo que significa la fragmentación, sino tam-
bién cómo opera en la práctica. Esto implica problemas parti- ¡o [ )na vez hecho este diagnóstico, el médico general solicitará
l¡r ¡rsistencia de un especialista en alguna de las subdivisiones de
cularmente difíciles y complejos. Para empezar, es importante
l;r rncdicina, por ejemplo lesiones cerebrales, desórdenes del
distinguir entre fragmentatión y simple especialización o divi-
:r\tcma gastrointestinal, fracturas óseas o enfermedades infec-
sión fráctica del cónocimiento en varias subdivisiones. Está
r r(lsirS. Cuando el saber médico es coherente, combina este co-
claro que este tipo de especialización fue el paso fundamental
rrocimiento generalizado con el más detallado de un especialis-
én el desarrollo de la civilización.
t;r. ( lon todo, siempre se presenta el peligro de que, al dedicar-
Es más, el estudio de cualquie¡ materia comienza con un
i(' a un síntoma o zona del cuerpo concretos, se deje de lado su
acto natural de abstracción, para poder así centrarse en ciertos
, t¡¡rcxión con la totalidad de la forma de vida del paciente o el
rasgos de interés. Para ser capaz de prestar atención a algo es
.rtilo de vida de la sociedad. Cuando esto ocurre se oscurece la
nec--esario abstraer o aislar primero sus características principa-
rr:rturaleza del desorden y la especialización da paso a la frag-
les de toda la infinita y fluctuante complejidad de su contorno.
rrrcntación, lo que a su vez conducirá a un tratamiento inade-
Cuando este tipo áe acto de abstracción perceptiva se ve li-
{ ilit(lo.
bre de una rigidez excesivamente mecánica, entonces no con-
duce a la fragmentación, sino que más bien refleja la relación
l)c manera semejante, la ciencia se ha desarrollado en un
uunlcro de áreas generales, como la física, la química y la bio-
siempre canibiante del objeto con su contexto' Por ejemplo,
l,r¡iiir. Cada uno de estos campos se ha descompuesto a su vez
para reconocer una cara en medio de una multitud en movi-
,'rr cspecializaciones más concretas. La física, por ejemplo, in-
miento, se necesita un acto de percepción abstractiva en el cual
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26
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorlas y creatividad en la ciencia

cluye las partículas elementales, la materia nuclear, atómica, 1trrrl (lue tengan una evolución dinámica, a modo de flujo, al
molecular y condensada, los fluidos, la astrofísica, etc. Cada sr¡lrrlividirse en cierto momento en campos acotados de espe-
una de las disciplinas incluye áreas altamente especializadas de , ¡'¡lr¿¡rción y hacerse después más generales. Siempre que estos
conocimiento, junto con enfoques teóricos y experimentales lirr¡rtt:s sean móviles y los científicos sean conscientes del con-
que se han ido construyendo con la evolución histórica. Así, en t¡¡to más amplio de cada experimento y concepto, no hay ne-
el siglo xvu el estudio de los gases abarcaba tanto la física '
.'\r(l¡rd de que surjan problemas de fragmentación.
como la química, y en un único laboratorio se utilizaban toda l'cro, en general, la ciencia se va haciendo en la actualidad
una serie de enfoques y técnicas experimentales diferentes. El rrrris y más especializada, de modo que un científico puede em-
irlandés Robert Boyle estaba interesado en el comportamien- l,k'rrr toda su vida trabajando en un campo concreto sin llegar a
to, tanto físico como químico, de los gases. Le fascinó muy lrnrr(:rse nunca en contacto con el contexto más amplio de su
particularmente lo que denominó la <.expansión> de un gas, la ur¡rtcria. Es más, algunos científicos piensan que esto es inevi-
manera en que su volumen cambia con la presión. Para hacer tulrlc. Porque, a medida que van creciendo los conocimientos,
medidas precisas de esta relación era necesario aislar cada uno .l s¡rbcrlo todo en profundidad y detalle se hace imposible, de
de los fluidos de las circunstancias contingentes, como los cam- rrrotlo que aparentemente los investigadores han de contentar-
bios de temperatura. Pero una vez que estuvo establecida la ley :r' t'on trabajar en áreas cada vez más reducidas.
de Boyle, se hizo posible ampliar la investigación y observar a Sin embargo, todavía se cree posible encontrar ejemplos en
la vez el efecto de la presión y la temperatura en el mismo volu- los t¡uc la especialización no conduce a la fragmentación sino a
men de gas. Por otro lado, incluso los experimentos más sofisti- rru¡ cxtensión del contexto general. A principios de siglo, por
cados podían detectar desviaciones del comportamiento ideal r¡cnrplo, la mayoría de los investigadores en biología tenían
en algunos de los gases. Pero en ese momento, el estudio de los llo('o que ver con las nuevas ideas que aparecían en física. Los
gases se había dividido en dos áreas principales: su comporta- rr(l)crtos podían tener algún conocimiento superficial de los
miento físico, por un lado, y sus propiedades químicas, por el lu('vos avances en física atómica y la teoría cuántica, pero te-
otro, estudiada cada una de ellas por especialistas con antece- nt¡¡n pocas razones para relacionarlas con su investigación dia-
dentes y formación muy diversos. nrr. Sin embargo, unas décadas más tarde el interés por el
El ejemplo de la investigación de Boyle ilustra dos tenden- ¡\ I )N introdujo en biología una serie de nuevas técnicas experi-
cias concretas en la especialización: en primer lugar, que un rn¡'rrtales que habían sido desarrolladas anteriormente en ffsi-
tema de interés general, en este caso el comportamiento de los t ¡r. Actualmente, los métodos de la física experimental y la teo-
gases, puede llegar a dividirse en varios campos diferenciados r l¡r cuántica forman una parte esencial de lo que se conoce

de estudio; en segundo lugar, la manera en que procede la ex- , orno biología molecular. Así pues, el campo de la biología mo-
ploración científica, poniendo atención, a través de experi- k'crrlirr ha trascendido las fronteras de cierto número de cien-
mentos cuidadosamente preparados, sobre alguna propiedad ! r¡rs. Es cierto que, como nueva área de estudio, la biología
determinada de un sistema, e intentando después su estudio en rr¡r¡lccular se ha fragmentado y separado a su vez de otras ra-
condiciones de aislamiento del contexto más amplio de su en- rr¡¡rs tle la biología. Hoy un biólogo molecular tiene probable-
torno. Una vez que se ha comprendido plenamente esta pro- ¡¡¡t'nte poco en común con un zoólogo, por ejemplo. De ahí
piedad en concreto, puede ya ampliarse el contexto para incluir ,¡rrt', incluso cuando se hacen conexiones significativas entre
efectos y propiedades adicionales. Lo ideal es que las áreas de rlrstintas áreas de especialización, el resultado final puede ser
especialización no pennanezcan nunca fijas de manera rígida, rrrr'luso una forma más sutil y rígida de especialización.

28 29
Revoluciones, teorías y creatividad en Ia ciencia
Ciencia, orden y creatividad
lr¡rcicndo. La mayoría de los científicos llevan adelante su in-
No obstante, y como se sugirió antes, parece que no hay
vlstigación utilizando técnicas experimentales o aplicando
una razón intrínséca por la que el movimiento entre especiali-
trr¡rfas que aprendieron en la universidad. Por ello, un físico
zación y generalización, entre análisis y síntesis, deba necesa-
riamenieionducir a la fragmentación. Además, está claro que ¡rrrctlc emplear diez años en la investigación de, por ejemplo, la
los mismos científicos no tomarían conscientemente la decisión ''\tructura interna de los metales sin necesidad de plantearse
rrunc¿r este conocimiento tácito en ninguna forma básica.
de seguir su investigación de manera fragmentaria' ¿Cómo se
I'ero la ciencia, como todas las cosas, está constantemente
ha lle-gado entonces a la fragmentación actual de la ciencia? Pa-
Joid"ttte que deben haber algunos factores particularmen-
., u
l)roceso de evolución y cambio. En este proceso, los avances
'.""" ¡luL: se hacen en un área determinada pueden tener a veces im-
te sutiles que han sido construidos de la misma manera en que
se lleva a Cabo la ciencia. Nuestra propuesta es que la fragmen-
lx)rlantes consecuencias para el establecimiento de teorías y
, onceptos en otros campos. De esta manera, el contexto gene-
tación no se origina tanto en algún defecto en el enfoque cientí-
bien tiene su origen en la manera general en
r¡l tlc la ciencia está constantemente sufriendo cambios que
fico, sino qt.te
-ás :r l¡r a veces tan profundos como sutiles. El resultado de esta in-
que los seies humanos perciben y actúan, no sólo como indivi-
rrovi¡ción compleja es que la infraestructura subyacente de con-
duos sino, y más importante, en un nivel social organizado' ,clrtos e ideas puede poco a poco hacerse inapropiada o inclu-
Como e¡emplo (que ierá más detalladamente estudiado en el .'o irrelevante. Pero al estar los científicos acostumbrados a
capítulosigúiente), la fragmentación se origina en Ia comunica-
rrtrlizar sus habilidades y conocimientos de manera subliminal
cién científica y esto llega a introducirse en la manera en que se
usa el lenguaje científico' Y puesto que las causas de esta divi- '' [rconsciente, hay una tendencia mental a aferrarse a ellos e
urtcntar seguir trabajando con viejas técnicas en el marco de un
sión son, por lo general, principalmente subliminales, es extre-
vo contexto. La consecuencia es una mezcla de confusión y
rrrre
madamente difícil detectarlas y corregirlas.
lr ;rgnrentación.
Un motivo subliminal de fragmentación en la ciencia inclu-
ye lo que podría denominarse <la infraestructura tácita de las
I'ara poner un ejemplo, consideremos el desarrollo de la
tcorfa de la relatividad. Antes de Einstein, los conceptos new-
í¿"ur Algunas de nuestras más valiosas habilidades
"i".tt?ticas>. Un niño, por ejemplo, pasa largas ho- trrrrianos de espacio y tiempo absolutos habían inundado tanto
existen en dicha forma'
hasta que de repente aprende a andar en l¡¡ lc:oría como la práctica de la física durante varios siglos. In-
ras con una bicicleta
, luso un físico tan original como H. Lorentz, que trabajó alre-
ella. Y aun así, una vez adquirida esta nueva habilidad' parece
,k'tlor del cambio de siglo, continuaba utilizando estos concep-
que no se olvida nunca. Adopta una forma subliminal e incons-
l,)\ cn un intento de explicar la velocidad constante de la luz,
áente, ya que nadie <piensan realmente cómo montar en bici-
,lc¡irndo de lado la velocidad de los aparatos de medición. Las
cleta. De lá misma m"tt"ra escribir a máquina, dirigir un vele-
¡rot:ir)nes newtonianas de velocidad relativa sugerían que la me-
ro, caminar, nadar, jugar al tenis, y para un manitas dejar a
,lrrl:r de la velocidad de la luz debería arrojar un resultado expe-
punto un coche, cambiar un enchufe roto o la arandela de un
rur¡cntal que dependería de la velocidad del aparato de obser-
grifo, contienen este tipo de infraestructura tácita del conoci-
v¡rcrrin en relación con la fuente de luz. Así, si el aparato se
iriento y de las habilidades. De manera similar, un científico
r¡rrr(:ve rápidamente hacia la fuente de luz, se espera que regis-
por"" tipo de sensibilidad y pericia en la <yema de.l dedo>¡
"tt"
bsto hace posible la investigación cotidiana, permitiendo la trl una mayor velocidad que si se mueve alejándose. Sin em-
concentraci-ón en el núcleo central del problema sin tener que
lo largo de cuidadosas mediciones no pudo observarse
lr¡rr l¿,r), a
t¡rl cl'ecto. Lorentz, en un esfuerzo por mantener las nociones
estar constantemente pensando en los detalles de lo que se está

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30
Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia
Ciencia, orden y creatividad
l,u tendencia de la mente a aferrarse a lo conocido se inten-
newtonianas, propuso una teoría del éter, en la que los¡esulta-
eiliur por el hecho de que la estructura tácita está inseparable-
dos anómalosie eipticaban por cambios en el aparato de medi-
rrr¡'nlc entretejida con toda la red de la ciencia y con sus institu-
ción al moverse a través del éter.
r iones, de las que depende la seguridad profesional de todo
DeestemodopudoLorentzexplicarlavelocidadconstante , ir.ntffico. El resultado es que hay siempre una fuerte presión
de la luz, independientemente de la velocidad relativa del ob-
r nr¡lra cualquier investigador que amenace con <<estrellar el
servador, como un artificio producido por los instrumentos de
lrruco>>. Esta resistencia no se limita, claro está, a la ciencia,
medición, sin tener que cueitionar la natu¡aleza fundamental
cnro que tiene lugar en todas las esferas de la vida, cuando se
de las ideas newtonianas. Se necesité la genialidad de Einstein
vcn umenazados pensamientos y sentimientos que nos resultan
para hacerlo. Pero era tal la fuerza de la infraestructura tácita
f¡rr¡iliares y cómodos. La tendencia general será, por consi-
be los conceptos básicos que hubo de pasar algún tiempo antes
grrrcnte, la falta de la energía y el coraje necesarios para cues-
de que la mayor parte de lbs científicos pudieran apreciar el sig-
tr(ln¿rr la totalidad de la infraestructura tácita de un campo.
nifióado de lás propuestas de Einstein. Igual que con Lorentz,
Y rcsultará cadavez más difícil hacerlo, ya que toda la infraes-
la tendencia gen"tit era aferrarse a las maneras tradicionales
truclura se extiende en último término, mediante sus implica-
de pensamietio contextos nuevos que requerían cambios de
"tt r l()ncs, a todo el conjunto de la ciencia e incluso de la sociedad.
Uaü. Asi se introdujo en la infraestructura subliminal una con-
Lln mecanismo especialmente significativo, que la mente
fusión muy difícil de detectar.
É-rrrl)lca para defenderse de la inadecuación de sus ideas bási-
Para liberarse de este galimatías, los científicos han de po-
| ¡rli, cs negar que resulte relevante explorar tales ideas. Es más,
der percibir la infraestructura subyacente de habilidades, con-
l¡r tr¡talidad del proceso va todavía más lejos, porque de manera
e ideas bajo una luz totalmente nueva' Desde el primer
""püt
mómento, esta observación revela varias contradicciones inter-
rrrr¡rlícita se niega que se esté negando algo importante. Los
, rcrrlfficos, por ejemplo, pueden evitar la confrontación de
nas y otras inadecuaciones' que deberían ser suficientes para
irlt'¡rs más profundas con asumir que cada contradicción o difi-
q,r" iot científicos se dieran cuenta de que algo iba mal' Una
, rrlt¡rcl en concreto puede resolverse mediante alguna modifica-
acumulación de paradojas e incongruencias tendría que llevar a
r r(in adecuada de una teoría comúnmente aceptada. De esta
los científicos a cuestionarse la totalidad de la estructura gene-
ur¿urcra, cada problema desencadena un estallido de actividad
ral de las teorías y presuposiciones que subyacen a un campo
.=r¡ cl cual el investigador se lanza a la búsqueda de una <<nueva
concreto. En algunós casós, un examen de este tipo incluiría el
rrlc¡r>. Pefo en vez de buscar algo verdaderamente fundamen-
planteamiento de la independencia de esta área de especializa-
tll. los científicos intentan introducir a menudo añadidos o mo-
ción con respecto a otras'
rlrlrc:¿rciones que salen simplemente al encuentro del problema
Sin embárgo, en muchos casos no se produce esta clase de
,'n t:rrcstión, sin perturbar de manera profunda la estructura sub-
reacción, y lo-s científicos intentan avanzaÍ guardando <vino
nuevo ódr". viejos>. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta in- l,;rt cItte.
( )tra forma de defender la estructura subliminal de las ideas
"r,
cluye un factor psicológico, la fuerte tendencia de la mente a
uf"rrut*" a lo que le resulta familiar y a defenderse contra ' 5 cxagerar la separación entre un problema concreto y olras
¡¡r ('irsi. Es así como el problema puede ser estudiado en un con-
aquello que aménaza con poner en serio peligro su equilibrio'
t¡'xto limitado y sin necesidad de plaritear conceptos relaciona-
A-no ser que se prevean estupendas compensaciones, la mente
rlos cor é1. Pero esto únicamente logra impedir un conocimien-
no gustará de eiplorar su infiaestructura inconsciente de ideas
ln claro de las conexiones últimas del problema con la totalidad
sinJque preferirá seguir adelante por caminos familiares'

32 JJ
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creaüvidad en la ciencia

de su contexto y sus implicaciones. El resultado es que se pro- lr¡'r r¡rrl dc abrigar sus propias hipótesis, se convirtió a su vez en
ducen divisiones artificiales y excesivamente cerradas entre los lrt |liltcipal depositaria de la idea de que formas concretas de
distintos casos, oscureciéndose sus conexiones con campos más ,,lno('lnliento podían se¡ verdades absolutas, o al menos acer-
extensos. A medida que estas diüsiones se vuelven más rígidas r iu qc ¡l cllas. Esta creencia en el poder último del sabe¡ científi-
con el paso del tiempo, dejan de constituir cortes o abstraccio- 'rr rl¡tlr¡r a mucha gente una gran sensación de seguridad, casi
nes válidos en campos diferentes de estudio y pasan a ser una , orrr¡urrable a los sentimientos experimentados por quienes tie-
forma omnipresente de fragmentación. Más adelante, el traba- rr'!! rurÍr fe absoluta en las verdades de la religión. No obstante,
jo, guiado por esta infraestructura fragmentaria, conducirá a ¡ ¡ rgl t¡r un rechazo a cuestionar los fundamentos primeros sobre
una confirmación manifiesta de que puede haber una separa- h rt t¡lrc descansaba la base de esta verdad.

ción definida entre los campos en cuestión. Ahora las distintas Mirando hacia atrás, la idea de que la ciencia podría condu-
áreas de estudio parecen tener existencia propia, de manera r rr ¡r unÍl verdad absoluta no era en principio inaceptable. Des-
objetiva e independientemente de las acciones, la voluntad y el I'r¡t's tlc todo, en el siglo xvu Galileo y Newton habían dejado
deseo de los científicos, a pesar de que fueron sus actos los que 'rl rlcscubierto una impresionante estructura interna que se re-
en un principio dieron lugar a esta fragmentación. Así pues, la tr.rr¡¡ ¡r la totalidad del universo. Esto tuvo que sugerir a mu-
fragmentación tiende a la autosuficiencia, de modo que es muy , lrus científicos la idea de que se acercaban a algunos aspectos
importante darse cuenta de sus peligros antes de verse atrapa- ,l¡' l¡¡ verdad absoluta. Sin embargo, la ciencia, en su devenir
dos en sus consecuencias.l ilt( ¡ilts&ble, condujo pronto a nuevos desarrollos de esta <<ver-
La resistencia mental a traspasar las fronteras de las divisio- rl¡rrl" con el darwinismo, el análisis freudiano, la relatividad y la
nes de materias, y, más en general, Ia hostilidad a cambiar no- tror i¡¡ cuántica. En la actualidad, este proceso de cambio tiene
ciones fundamentales de todo tipo, resulta particularmente pe- r' r(t;r la apariencia de seguir adelante. Así pues, surgen pregun-
ligrosa cuando se trata de una idea sobre la verdad fundamen- tir\ ('()mo las siguientes: ¿cómo es posible reconciliar la espe-
tal. Hasta bien entrado el siglo xlx, a la mayoría de la gente le r ¡¡n¿¡r de que la ciencia encuentre una verdad absoluta con es-
gustaba creer que, gracias a los esfuerzos comunes, la humani- r¡r\ ¡ntrovaciones radicales en sus fundamentos mismos? ¿Cuál
dad se estaba acercando a cierta verdad absoluta sobre la natu- ¡'r¡ ln relación entre las ideas científicas y la realidad, cuando
raleza. La idea de que la ciencia podía tener un papel impor- r onstantemente se producen tales cambios fundamentales en
tante en el descubrimiento de esta verdad se encontraba, por l¡r,¡ tcorías cientfficas? En la actualidad se ha debilitado consi-
ejemplo, tras la reacción de la Iglesia Católica ante las enseñan- ,L'rirblemente la noción de verdad absoluta, y los cientfficos se
zas de Galileo, ya que parecía que los científicos se sentían ca- lrirn ircostumbrado, al menos de manera tácita, a aceptar la ne-
paces de desafiar.la autoridad de la Iglesia como depositaria , t'sirlad de cambios interminables en sus conceptos básicos. A
tradicional de la verdad. En el siglo xrx, el evolucionismo dar- lx'rilr de ello, y al menos en el nivel subliminal, la mayorfa de
winiano produjo otra revolución más que, a los ojos de mu- los cicntíficos todavía parecen albergar la esperanza de que, de
chos, era un golpe contra la autoridad de la religión. :rl¡¡trna manera, la misma actividad cientffica les ofrecerá algún
Cuando la ciencia ganó su batalla contra la Iglesia por la li- ,lr:¡ una noción de verdad absoluta. Parece ser ésta una de las
r¡rlones por las que muestran tal disposición a defender con
1. Sobre este punto se discute de manera más extensa en el libro del ¡ir;rrr energía la infraestructura tácita de la ciencia.
autor(es) La totalidad y el orden implicado, Editorial Kairós, Barcelo- l.lstá claro que dentro del cüma actual de la investigación
na, 1988, capítulo 1.
' ¡('ntífica, no se puede poner fin a esta defensa que hace la
34 35
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creaüvidad en la ciencia

mente de sus propias ideas y suposiciones tácitas, incluso a pe- -l ¡,1 rk.srrrrollo de la ciencia y en las sugerencias de cómo supe_
sa¡ de su inadecuación. Porque, dentro de este contexto, cada I rll l¡lh.
paso adelante estará desde un principio profundamente condi- ll¡rs¡lndose en un estudio histórico de cómo se desarrollan
cionado por el apoyo automático de la totalidad de la infraes- I'rq rrlc¡rs científicas, Thomas Kuhn defiende que ra actividad
tructura. Lo que se necesita es un enfoque completamente nue- ¡l rrrrrr¡¡rrtc de la ciencia tiene lugar a lo largo de extensos perío-
vo, una oleada creativa como la sugerida en la introducción que 'lrq rlc kl que él llama <<ciencia normal>>, períodos durante los
vaya más allá de las ideas tácitas e inconscientes que han llega- , rrrlrr
¡rr) se cuestionan seriamente los conceptos fundamenta-
do a dominar la ciencia. Con todo, esta nueva visión incluiría l¡e l)espués, esta <ciencia normal> da paso a una <revolución
cuestiones sobre la naturaleza de la creatividad y sobre lo que , iFnllr(:it>), en la que teorías e ideas cambian
de manera radi_
podría ayudar a fomentarla. l¡1, ¡rl crcarse nuevos sistemas completos de conceptos y pers-
Esta indagación comienza, en este capítulo, echando una l,-{ rrv¡¡s. Kuhn llama a estos sistemas totales paraáignas. Los
ojeada a la manera en que ha actuado la creatividad para origi- l!!u¡r(lrgrnas incluyen no sólo sistemas de teorías, principios y
nar nuevas ideas en el campo de la física. Esta investigación re- ,L rr tr rn¿rs, sino también lo que hemos llamado la oestructura
tá_
vela también algunos de los factores que impiden la creatividad , itn rlc lits ideas>, que se transmite de generación en generación
y abre una sugerencia sobre cómo se podrían modificar las acti- ,lF r r(.¡rtfficos y que constituye la base del aprendizaje.
vidades de la ciencia actual para fomentar un enfoque más Kr¡hn defiende que, tras una revolución científica, el nuevo
creativo. En capítulos posteriores se da una visión más general, l'¡rr¡rrllgrna es <<inconmensurablo> con respecto al anterior.
ya que la creatividad se estudia en relación con todo el proble- I elo srrgiere claramente una ruptura o fragmentación dentro
ma del orden. Para terminar, el último capítulo estudia las im- ,l'- l¡r cvolución de la ciencia. El término .<inconmensurable>> no
plicaciones de una oleada creativa de tipo general, en relación ,¡rrltlrr rlemasiado claro. Parece implicar que el nuevo paradig_
no sólo con la ciencia, sino también con la sociedad y la vida rrr¡r rrr tiene lo suficiente que ver con el precedente, ni siquieia
humana como un todo. l'¡rr¡¡ pcrmitir una medida común. En este sentido, la incon-
rr"r¡surabilidad es bastante distinta a nociones como las de
,,r¡rtr¡rdicción o incompatibilidad, que implican alguna infraes_
Novedad y conservación de las teorías científicas üll(lrrra común en la que sólo en ciertos puntos aparece una
,,¡'.riici(in, de modo que puede medirse la divergencia o la falta
Las ideas discutidas en el apartado anterior tienen algo en ,l¡ ¡rcrrerdo. Sin embargo, el término de Kuhn implica que una
común con las de Thomas Kuhn, el historiador y filósofo de la rr.rlrt:irln de este tipo no es posible. euizás hubiera sido mejor
ciencia, cuyo libro The Structure of Scienffic Revolutions le- rlr'r tt {l-te dos paradigmas son mutuamente irrelevantes.
En
vantó gran expectación en los años sesenta.2 Sin embargo, un , .,tt' scntido, los que entiendan un paradigma podrían,
median-
examen más detallado revela diferencias, sutiles pero significa- r,' un csfuerzo, entender el otro. Pero sentirían que esto tiene
tivas, entre nuestras ideas y las de Kuhn, sobre todo en cone- ¡rrrt t) (lus ver con lo que ellos consideran el marco básico en el
xión con la naturaleza del cambio y la conservación en la cien- ,¡,rc hu de encerrarse la verdad. Tendrían poco motivo para
cia. De manera más específica, nos alejamos de Kunh princi- I'r lr,tirr atención al paradigma alternativo. Si Kuhn tiene ralón,
palmente en la interpretación de las rupturas que tienen lugar , '.r;r claro que el nuevo paradigma conduce así a una forma
de
lr ;rp,rrrcntación muy básica y seria.
2. University of Chicago Press, Chicago, 1962. z\sí pues, es importante cuestionar todo el análisis de Kuhn

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37
Ciencin, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

sobre la inconmensurabilidad y preguntarse si tal dislocación -=r, irrrlcl'inidamente, a no ser que sobre él actúe alguna fuerza.
básica de ideas ha de acompañar necesariamente a una revolu- 1l ¡rrllur en acción una fuerza, el movimiento cambia en una
ción científica. Es también necesario ocuparse de la noción de l,rllorción expresada por la segunda ley del movimiento de
<<ciencia normal>>. De hecho, Kuhn no quiso decir que esto fue- iJFwt()n. A primera vista, las leyes del movimiento de Newton
ra una norna o ideal al que debía aproximarse la ciencia tras l!!urtcll contradecir el sentido común, porque sugieren que si
una revolución. Más bien argumentaba que era la manera tra- ,1,= llgrrna manera se eliminan las fuerzas opuestas, entonces la

dicional en la que los científicos habían trabajado en el pasado. l¡tcrlr ¡r y la carreta continuarán moviéndose indefinidamente en
En este libro se defenderá que la ciencia no necesita funcionar l¡rtr:at t'elCta.
de esta manera, y que la ..ciencia normal>> de Kuhn no tiene lLs crvidente que hay un abismo entre la concepción aristoté-
más fuerza que la de la costumbre y el hábito. Un análisis más li, o y lir newtoniana. En el paradigma newtoniano, por ejem-
detallado mostrará que se producen cambios significativos du- I'1,r, l¡¡ noción aristotélica de lugar natural está totalmente ex-
rante los períodos de <<ciencia normal>, y que la auténtica crea- ,lr¡r¡l¡r, mientras que en el sistema aristotélico no hay cabida
tividad no puede quedar limitada solamente a los períodos de i,:rr¡r lir idea de Newton sobre el movimiento natural. Portanto,
revolución. Volviendo a esta noción de revolución científica: lo l,¡r!('('c c¡ue las dos ideas no tienen nada que ver entre sí, hasta
que se trate en este capítulo mostrará que todo el asunto es mu- .l prurlo de que una no es ni siquiera relevante para la otra. Sin
cho más sutil que el oponer dos paradigmas inconmensurables. r-rlrlrrll{o, un examen más detallado de la <revolución científi-
Es más, existe un potencial para un enfoque siempre creativo , ¡r,, rlLr Newton muestra que, en algunos aspectos, no hubo de
en la ciencia, de modo que no resulta inevitable una disconti- l¡t'r l¡o una dislocación repentina de conceptos e ideas. Para em-
nuidad abrupta de las ideas. lr(-/¡u , una parte de la vieja infraestructura tácita de ideas se
Observemos, como ejemplo preliminar, una de las mayores , r¡rrscrvó en el esquema de Newton. Además, hubo otros cam-
revoluciones científicas que han tenido lugar antes de este si- I'ror significativos que tuvieron lugar en el período de <<ciencia
glo. Nos referimos a la comprensión de la naturaleza básica del rrrr nrirl>> que vino a continuación. De hecho, durante un largo
movimiento. Según Aristóteles, todos los cuerpos tienen su lu- ¡rrr krclo posterior a Newton hubo bastante confusión entre las
gar natural en el universo. Cuando un cuerpo ha encontrado su ,lnr concepciones, pero precisamente eso permitió la posibili-
lugar natural, permanece en reposo si no es movido por el efec- ,l¡rrl tlc diálogo entre los dos paradigmas. En este sentido, los
to de una fuerza exterior. La teoría aristotélica corresponde a ,l,rr ¡raradigmas no fueron nunca totalmente inconmensura-
Io que podría denominarse una visión de la natu¡aleza de <<sen- lrk's, y lo que es más, pudo sostenerse una forma de diálogo
tido común>. Cualquiera que sea la fuerza con que se arroje , rt'¡rlivo entre ellos.
una piedra, la experiencia nos enseña que en algún momento lrn la Edad Media, la gente aceptaba las ideas de Aristó-
quedará quieta sobre la tierra. También una carreta se detiene rl l('s como parte de una infraestructura tácita de su visión del
cuando el caballo se cansa. El <sentido común>> sugiere que to- rrrrrrrclo. Tras Newton fue surgiendo poco a poco otra visión
das las cosas se detienen en algún momento, y permanecen así ,h'l rrniverso, en la que las ideas de Aristóteles empezaron a
a no ser que las mueva una fuerza externa. l,¡rccer extrañas y fuera de lugar. Así pues, a finales del si-
El sistema de Newton, que reemplazó alde Aristóteles, sos- ¡'hr XVIII las nociones aristotélicas sobre el movimiento no pá'
tenía que el estado natural es el del movimiento, mientras que il'('run poder compararse con las de Newton. Pero un examen
el reposo, o velocidad cero, resulta ser un caso especial. Así , r¡¡tladoso muestra que no todo había sido barrido con la revolu-
pues, un objeto se mueve en línea recta, o permanece en repo- , rr'¡rr de Newton. Por ejemplo, la noción de lo que constituía un

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Ciencin, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

cuerpo material, y qué era la estructura real del espacio y el urr¡rrln apareciendo durante el período de normal>
tiempo, no cambiaron de manera radical, al menos en un prin- r¡irr lc sigue.
cipio. Por consiguiente, la revolución newtoniana sería mejor ( irn la teoría de la relatividad de Einstein y la teoría cuánti-
describida como un cambio radical en ciertas ideas, colocado ' ¡¡, krs conceptos tradicionales de movimiento, materia y cau-
sobre un fondo general de conceptos que pefmanecieron sin i'rlirl¡rtl volvieron a cambiar una vez más. Por ejemplo, el con-
cambio. '
c¡lr) ncwtoniano de espacio y tiempo absolutos, continuación
Es más, el sentido de irrelevancia mutua entre los dos para- ¡le l¡rs anteriores nociones aristotélicas, resultaron finalmente
digmas surgió en realidad más tarde, al extenderse las implica- iirr orrrpatibles con las ideas relativistas de Einstein. Además, el
ciones de las ideas de Newton al resto de la ffsica. Porque al irse r lrrt'e:llto tradicional de la trayectoria de una partícula no era

extendiendo estas ideas, comenzaron a transformarse concep- r nllercnte con la noción de una transición cuántica continua.

tos generales sobre la naturaleza de la materia que no habían I )c ésta y de muchas otras maneras, las teorías cuánticas y
sido examinados con detalle en la <<revolución> inicial. Por ,ls. l¡r relatividad continuaron la revolución comenzada por
ejemplo, las leyes del movimiento de Newton no se refieren r.{ewton, y siguieron transformando la inf¡aestructura tácita ge-
sólo a manzanas o balas de cañón, sino también al movimiento nr:r rrl que subyace a la física. Un aspecto especialmente signifi-
de la luna y de los planetas. Pero está claro que, si las mismas r atrvo de este cambio fue el establecimiento de una gran de-
leyes gobiernan tanto los cielos como los cuerpos terrestres, no ¡rnrrlcncia de las matemáticas. Como ya señalamos en la intro-
debe haber diferencias esenciales entre estas dos formas de ma- rlrrrt:irln, la idea de que las matemáticas expresan la realidad
teria. De esta manera se negaba uno de los presupuestos aristo- Fqr'ncial de la naturaleza fue enunciada, en época moderna, por
télicos básicos sobre la naturaleza del unive¡so. Un cambio si- r rt.r¡iíl'icos como sir James Jeans y Werner Heisenberg, pero al
milar tuvo lugar con relación a la noción de causa, pues los en- , rrlro de unas décadas estas ideas se transmitían de manera casi
foques de Galileo, Kepler y Newton mostraron que ya no se cr¡lrlinrinal. El resultado fue que, tras la universidad,lamayoría
necesitaban en fisica los conceptos de causa formal y final, de- 'le' hrs físicos habían llegado a considerar esta actitud frente
a
fendidos por Aristóteles. Así pues, a medida que se dejaban l;r¡' rlr¿rtemáticas como perfectamente normal. Sin embargo,
sentir los efectos de las nuevas ideas, comenzó a transformarse r!urrs generaciones antes, puntos de vista semejantes habrían
todo el marco de las formas tradicionales de pensamiento. Al ctrhr considerados extraños e incluso alocados; en cualquier
destruirse poco a poco el viejo marco, y desarrollarse nuevas , n:.o, irrelevantes para una visión científica adecuada de la rea-
ideas de causa, movimiento y materia, la ciencia experimentó Irrl¡¡rl. Así que nuevamente, a pesar de que suele considerarse
una gran transformación en la manera en que miraba el mun- r¡rrt' las revoluciones científicas de este siglo surgieron de ma-
do, cambio que pasó ala siguiente estructura tácita. rrlrir explícita en las tres primeras décadas, con las teorías
Evidentemente, mientras se estaban produciendo los gran- ' u¡inticas de la relatividad, de hecho continuó habiendo cam-
y
des cambios durante la revolución newtoniana, la vieja infraes- I'ros csenciales en las décadas posrevolucionarias. Durante este
tructura y la nueva no eran, en principio, inconmensurables ¡rt'r fodo de la llamada <ciencia normal> comenzó a cambiar la
en todos los aspectos. Sin embargo, en el período de <<ciencia ¡rr l¡trrd hacia la importancia de las matemáticas. Antes se las
normal>> que vino después, la vieja infraestructura se vio des- ,,¡rrsideraba como una importante herramienta en la exposi-
gastada y transformada por la gran cantidad de implicaciones r rr'rrr de las implicaciones de ideas, conceptos y modelos; aho-
de las nuevas ideas. De esta manera, las implicaciones de una r¡r sc creía que contenían la auténtica esencia de las ideas cien-
<<revolución científico> pueden ser de largo alcance y conti- ttlit:as.

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Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en Ia ciencia

C r e atív idad y metdfo ras '


¡rrft r (lc la aguda visión de Newton hace falta retroceder a la Edad
lrlt'rlrl, cuando la ciencia estaba firmemente basada en la noción
Las revoluciones científicas comienzan, por consiguiente, ¡rr¡slotélica de que las materias terrestre y celeste poseían dos na-
con un cambio radical que, a través de un largo período de tir¡rlezas básicamente diferentes. A partir de la Edad Media co-
<ciencia normal>>, desarrolla una infraestructura de ideas y pre- rr{'nz¿rron a acumularse pruebas experimentales que sugerían que
supuestos básicos totalmente nueva. Está claro que estas trans- n, cxist€ una diferencia fundamental entre la materia celeste y la
formaciones a largo plazo dentro de la infraestructura de las r.'ne strc. Pero los científicos guardaban este conocimiento en una
ideas, prácticamente inconsciente, implican una operación de cr¡rcc:ic de compartimento mental, separado de otro comparti-
üeatividad de manera continua. Por tanto, y frente al enfoque rrrcrrl<l que seguía aferrándose a la noción de que cielo y tierra son
de Kuhn, defendemos aquí que se mantiene siempre cierta con- ils¡ts distintas. Nunca se plantearon preguntas como por qué la
'
tinuidad durante una revolución científica, y gue las innovacio- liirrrr no cae, ya que parecía evidente que, por su naturaleza ce-
nes significativas a esta infraestructura continúan produciéndo- It,stc', permanecía naturalmente en el cielo, al que pertenece.
se en los períodos subsiguientes de ciencia <normal>. Sin em- liuc Newton el primero en advefir de las implicaciones uni-
bargo, no siempre obtenemos una percepción clara de la autén- tt'rsi¡les de la caída de la manzana: de la misma manera que la
tica naturaleza de este cambio en el mismo momento. Es más, nrrrnz¿rna cae hacia la tierra, así lo hace la luna, y así también
los científicos creen generalmente que <<todo se transforma> en tnrkr cae hacia todo lo demás. Para poder ver la universalidad
una revolución, mientras que durante el largo período que si- ¡lc lu atracción gravitacional, Newton tuvo que liberarse de la
gue se entiende que todo permanece básicamente igual. ll¡rlritual separación entre materia terrestre y celeste, fragmen-
En la ciencia, esta percepción errónea de la sutil pero fun- rrre iirn que se hallaba implícita en la infraestructura tácita de la
damental naturaleza del cambio, se convierte en una importan- , ¡t'ncia ..normal> de su época. Para romper con las maneras de
te fuente de rigidez, que contribuye a su vez alafragmentación ¡rerrsamiento habituales, aceptadas de antemano durante gene-
en la manera anteriormente descrita. De ahí que, para com- rnt:iones, hacía falta mucho coraje, energía y pasión. Newton
prender la naturaleza esencial del cambio en la ciencia, sea ne- ¡xrscría estas cualidades en abundancia y, agudizadas sus facul-
cesario ver cómo surgen de hecho nuevas ideas a pesar de esta t¿rrlcs, estaba siempre planteando cuestiones fundamentales. El
rigidez. Al hacerlo así podremos introducirnos en la naturaleza l¡rctr¡r crucial en la visión de Newton, y en general en la crea-
de la creatividad, sin la cual la ciencia se vería apresada de ma- rrrirr denuevas ideas, es esa habilidad para romper los viejos es-
nera indefinida en las <<vías inflexibles> que ella misma ha tra- r¡¡r:mas de pensamiento. Es más, una vez hecho esto surgen de
zado con su propio progreso en el pasado. nr¡u¡cra natural nuevas visiones ingeniosas e ideas inéditas.
Para comenzar esta indagación sobre la creatividad, conside- l'ara el que no es científico resulta difícil tener una sensa-
remos el ejemplo de la teoría de la gravitación universal de New- r rrin directa de lo que es crear una teoría o un concepto científi-
ton. El revolucionario paso dado por Newton fue bastante más ({) nuevos. Pero uno puede hacerse una idea pensando en la
allá de la simple reordenación de conceptos ya existentes, pues- urirncra en que se usan las metáforas en poesía.3 Las obras de
to que incluía una percepción mental radicalmente distinta de la
naturaleza. En realidad, la idea de que los objetos pueden L
Una discusión sobre la metáfora aparece también en John Briggs,
atraerse mutuamente no nació con Newton. Pero su genialidad ,. flectaphors>, y en Basil Hiley & F. David Peat, eds., Quantum Im-
l(e
fue darse cuenta de la totalidad de las implicaciones de lo que ya llitutions: Essays in Honour of David Bohm, Routledge & Kegan Paul,
se sabía en la comunidad científica. Para comprender el signifi- l.or¡dres, 1987.

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Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

Shakespeare, por ejemplo, son especialmente ricas en metá- rltilkrgos y sonetos de Shakespeare comienzan con la represen-
foras: tircrrirr agudizada de una metáfora y, tras haber cargado al
nv('ntc de una alta energÍa perceptiva, pasa a desarrollar el sig-
El mundo es todo él un escenario ,rlrr'¡¡rlo interno de la metáfora explorando los sutiles parecidos
Y en é1, hombres y mujeres son todos meros actores. 1 r lr lt: rcncias-enire los términos comparados A y B .
Like It l,¡t noción de metáfora puede servir para ilustrar la natura-
l¡'¡¡r rlc la creatividad cientffica, al equiparar, de manera meta_
La vida no es sino una sombra errante, un mísero actor
lrrr('¡r, un descubrimiento científico con una metáfora poética.
Que se contonea y consume sus horas sobre el escenario. f 'nr r¡ue en la ciencia, al descubrirse una nueva idea, la
Macbeth mente se
t',' r.rrvuelta en una forma de percepción creativa similar a cuan_
,lo ¡rc:rcibe una metáfora poética. Sin embargo, para la ciencia
El mundo eJun escenario; el nacimiento y la muerte son ea- ,.s t'scncial desarrollar el significado de la metáfora de manera
tradas y salidas; la üda e.s <<un cuento narrado por un idiota, lle- ¡r¡¡is dctallada, mientras que en poesía la metáfora puede que_
no de estruendo y furia, que no significa nada>). ,lnr cxpresada de manera más o menos implícita.
Este uso característico de la palabra es, poniendo en rela- Itrdremos entender mejor estas ideas mediante un ejemplo,
ción cosas totalmente diferentes e incluso incompatibles, pare- l,r ¡rr imera percepción de Newton sobre la naturaleza de la gra_
ce crear, a primera vista, una paradoja. Para expresarlo más r'rt¡rci<'rn universal. Podría expresarse en forma metafórica
claramente, digamos que A : <<el mundon y B : <<urr escena- r nuro <<La luna es una manzana>>, que después es
extendida a
rio>. La metáfora correspondiente toma entonces la forma -l ¡r luna es una tierra>. En un principio, este uso del lenguaje
A : B. Sin embargo, el sentido común nos dice que el mundo ,rrr¡4irra un estado de energía altamente creativa y perceptiva,
no es un escenario y por tanto A + B. Así pues, la metáfora ,¡rrt' básicamente rio difiere del originado por una meiáfora
parece incluir al mismo tiempo una igualación y una negación ¡,oi'tica. Así pues, en este punto se siente ya que la luna, una
de dos ideas, conceptos y objetos. r!¡utz¿rna y la tierra se parecen en algún aspecto muy importan-
La primera sensación producida por el significado interno rF, l)cro, como sucede con la metáfora poética, esto todavía
de la equiparación poética de cosas totalmente diferentes es r¡, ¡ ll¿r sido expresado de manera explícita. Sin embargo, y
casi
una especie de tensión o vibración en la mente, un estado de r lc rn¡rnera inmediata, el pensamiento científico se da cuenta de
energía en el que, de manera no verbal, tiene lugar una percep- ,ll(' lodos estos objetos son básicamente semejantes en el senti_
ción creativa del significado de la metáfora. En algunos casos, ,l. rlc que se atraen mutuamente y obedecen a las mismas leyes
esta percepción agudizada es la única razón por la que se utiliza ,l¡'l lrrovimiento. Esta fase, aun siendo un acercamiento más ex-
la metáfora. Sin embargo, algunos poetas prefieren ir más lejos ¡rllcrto, es todavía bastante poética y de naturaleza cualitativa.
y mostrar que esas dos cosas tan diferentes que han sido iden- I I siguiente paso es trasponer la metáfora, ya desarrollada, a
tificadas formalmente son en realidadparecidas de alguna ma- lrrr¡irraje matemático, mediante el que se representan las seme_
nera significativa pero fuertemente impUcita. En el caso de las lillr/its y diferencias de manera más explícita. A partir de aquí
palabras de Jacques en As You Like It, el significado de la me- ',r' r¡tiliza el cálculo para comparar la teoría con el experimenlo
táfora entre la vida y un escenario se desarrolla comparando a 1 ,'rJrlicar de manera detallada por qué todos los objétos caen y
la gente con los actores sobre un escenario, y la vida de una lur ('nrbargo algunos, como la luna, no alcanzannunca la supei-
persona con una serie de escenas de una obra. Muchos de los lrr rc terrestre. Habría que hacer hincapié aquí en que las mate-

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Ciencia, orden y creatividad
T
Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

máticas han ocupado en esta ocasión el lugar que les correspon- - i! I !r,l¡¡ cnt:rgía y vibrante tensión que acompaña a ese instante
de en la teorización, ya que sin ellas hubiera sido difícil de reali- ¡= , rr'¡r( l(¡n cstá captado en la historia de que, en el momento
zar la comparación con el experimento. Además, las matemáti- ¡i ur Ar(lufmedes vio el punto clave, gritó <Eurekar. La me-
'f
cas permiten realizar nuevas predicciones detalladas, ) nos
'áI',r l lx'recptiva de Arquímedes fue desarrollada más tarde de
conducen incluso a nuevos conceptos cuando se aplican estas .*i!rri'r¡r rlt'tallada, desembocando en un método general para
ideas en contextos recién aparecidos. != rle t¡'nr¡inación práctica de los volúmenes irregulares que lle-
Otro ejemplo de creación metafórica nos lo da la bien cono- ,,, ,rl nu('v() concepto de gravedad específica. Finalmente, con
cida historia de Arquímedes, cuando se le pidió que determina- i= ' r, rr( rill del cálculo de Newton, fue posible colocar la noción
ra la cantidad de oro que había en una corona. El filósofo sabía ,i' I tolunrcn de un objeto irregular sobre una firme base mate-
perfectamente que, conociendo el peso y el volumen de la co- ¡¡¡:-tl lr ¡l
rona, podría calcular su densidad y comprobar si alcanzaba la I
rr ¡rclccpción metafórica es fundamental para la ciencia e
del oro puro. Si la corona resultaba ser demasiado ligera para i,rr lu1,r' t'l juntar ideas antes incompatibles de manera radical-
su volumen, entonces Arquímedes podría concluir que el oro l
:,¡¡ ¡rf n()Vcdosa. En El acto creativo, Arthur Koestler estudia
había sido adulterado con algún otro metal. Pesar la corona no ,:i,¡r nrx'i(/)r'r similar, que él denomina bisociación.a El mismo
era ningún problema, pero ¿cómo iba Arquímedes a determi- lrr¡¡ rtk'r utlliza una metáfora entre <da lógica de la risa> y el
nar su volumen? La geometría griega tenía una serie de reglas ¡, r, r r r'¡rlivo, que define como <<el percibir una situación o idea
para determinar el volumen de varios objetos, siempre que és- ,.¡r r lns nrarcos de referencia autoconsistentes pero normalmen-
tos fueran de forma simple y regular. Por ejemplo, midiendo r' uo ('onlparables>. Esto se acerca claramente a lo que se está
los lados de un cubo y aplicando la regla, Arquímedes podría =,rprr rt'rrd{) aquí sobre el papel de la metáfora.
haber calculado su volumen. Pero ¿cómo tenía que actuar con I o t¡ue Koestler dice lleva implícito que las penetraciones
un objeto tan irregular como una corona, algo que quedaba to- , ¡¡';rtrvils de este tipo no están restringidas a la ciencia, el arte o
talmente fuera del sistema geométrico griego? i,r lrtcr;rlura, sino que pueden surgir en cualquier aspecto de la
Dice la leyenda que Arquímedes estaba descansando en la ' ¡¡l;r t'otidiáDa. Un buen ejemplo es el caso de Helen Keller,
bañera cuando se le ocurrió la solución. El filósofo se dio cuen- 'li.¡{ rl}ula de Anne Sullivan. Cuando Sullivan se puso a enseñar
ta de que el nivel del agua subla cuando hundía su cuerpo, y de ,r ,";tn niña, que era ciega y sorda desde pequeña y por tanto no
repente relacionó este ptoceso de desplazamiento con el grado ¡',,,ltrr lrablar, se dio cuenta de que tendría que ofrecer a Helen
en que estaba sumergido su cuerpo, y de ahí con el volumen de
'¡'! r¡r¡ncnso cariño y prestarle una atención total. La primera
cualquier otro objeto irregular como la cotona. Así pues, se es- ,. / (luc vio a su <<alumna>> se encontró con un <animal salvaje>,
tableció una metáfora entre la forma irregular de la corona, el ,rl r¡rrr parecía ser imposible acercarse. Si Sullivan se hubiera li-
volumen de su cuerpo y la subida del nivel del agua en la bañe- nrrr;rrlo a ver a Helen según <lo normal>), es decir, con una per-
ra. Sumergiendo la corona en agua y observando la elevación , , ¡rt r(ir.r habitual, se habría dado por vencida en seguida. Pero
del nivel del agua pudo inferir su volumen. La percepción de ir ;rlr:r jr'r con la niña lo mejor que pudo, con todas las energías de
Arquímedes fue, hasta cierto punto, visual; es decir, relaciona- ,¡iit' rlisponía, observando siempre de manera sensible, <<tan-
da con la subida del agua en la bañera. Pero la esencia de su !, ;r¡r(l())) el mundo desconocido de la niña, y llegando a apren-
descubrimiento descansa en una percepción interna de nuevas 'l( i ('(imo comunicarse con ella.
ideas, que mostró a ArquÍmedes cómo el volumen de cualquier
objeto es igual al volumen del agua que desplaza. El estado de .l l-lutchinson, Londres, 1964.

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Ciencia, orden y creaüvidad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

El paso clave era enseñar a Helen a formar vn concepto co-


'rr r¡Io Helen debía encontrarse en un estado de tensión vibran-
municable. No podía haberlo aprendido antes, puesto que no r, r' incluso de intensa energía creativa y perceptiva, en esen-
había sido capaz de comunicarse con otra gente de ninguna ma- ' i¡r, \nllilar al que experimenta un poeta que encuentra de re-
nera significativa. Así pues, Sullivan hizo que Helen, como ju- l,' rrtl r¡na nueva metáfora. En el caso de Helen Keller, la me-
gando, entrara en contacto con el agua en una amplia variedad r'iflr;r no se detuvo aquí, sino que continuó para pasar por un
de formas y contextos, marcándole cadavez la palabra agua en r,i¡rrrlo desarrollo. Así, como diría ella más tarde, se dio cuenta
la palma de la mano. El darse cuenta del significado de esto fue ,1, rluc tc¡do tiene un nombre. Esto también tuvo que haber sido
el comienzo de una fantástica revolución en la vida de Helen. ,rrr rcllimpago de percepción de naturaleza no verbal, ya que
Es más, los descubrimientos de Anne Sullivan y Helen Keller irrrl¡¡vl¡¡ no tenía un nombre para el concepto de nombre. pro-
juntas fueron extraordinariamente creativos, y ayudaron a l"¡lrl¡'¡¡¡s¡fs esta percepción tuvo su origen en un tipo de metá-
cambiar no sólo la vida de Helen, sino la de gran número de I'r ¡¡ 11¡¡l¿yi¿ más elevada, sugerida porque Anne Sullivan había
personas en situación similar. , ,r¡r{l(} ¡ugando el mismo
Merece la pena explicar con más detalle qué se produjo en "juego" con ella durante muchas se-
'¡r.rll;rs, luego en el que se habían trazado sobre su mano <pala-
este extraordinario acto de percepción creativa. Hasta ese mo- i,r ¡r,,,' nluy diferentes, cada una de ellas asociada a un número
mento, Helen Keller quizás había sido capaz de formar concep- .1,' ,'1¡rg¡is¡gias diferentes pero similares. De esta manera, to-
tos de algún tipo, pero no podla simbolizarlos de manera que ,l:r., r'st¿ls experiencias parecían estar relacionadas con el hecho
fueran comunicables y estuvieran sujetos a organización lin- rlt rluc eran ejemplos de un único concepto, aunque más am-
güística. En determinado momento se dio cuenta de que, el he- t,l¡,r. t'slo es, el nombrar cosas. Para Helen, eso fue un descu-
cho de que en su mano se trazara constantemente la palabra l,urrlcnto asombroso, pofque de esa manera se dio cuenta de
agua, en coneúón con experiencias en apariencia radicalmente l.r rll:rción general existente entre símbolo y concepto, comen-
diferentes, significaba que, en cierto sentido fundamental, es- ,irrr h r
¡ror el agua y siguiendo hasta una variedad indefinida de
tas experiencias eran esencialmente lo mismo. Para volver un , ¡r¡r\ (lue podía ser extendida sin límite.
'
momento a la idea de una metáfora, ,4 podría representar su A ¡rartir de aquí, el desarrollo era más de metáfora científi-
experiencia con agua quieta en un cubo, mientras que B sería ' ir rlu(' poética, pues lo que siguió fue un inmenso proceso de
su experiencia con agua saliendo de una bomba. Como la mis- 'lÉ.,l,lrcgue de las implicaciones de sus percepciones de forma
ma Helen dijo, al principio no veía relación entre estas expe- ,lr¡i,. ('xtcnsa. Así, comenzó a aprender inmediatamente todo
riencias. En ese momento, su percepción puede formularse I it,, r lc nombres y a combinarlos en frases. pronto
' tuvo capaci-
como I * B. Sin embargo, en ambos casos se marcó en su .l,r,l rlrscursiva, junto con el pensar que la acompaña. Esta ca-
mano la palabra agua.Eso le impresionó mucho, porque signi- ¡,,', r,l;rrl de comunicar le abrió también a la sociedad, de modo
ficaba que de alguna manera Anne Sullivan pretendía decirle ,¡rr, rlt' jr'r de ser un <animal salvaje> y se convirtió en un ser hu-
que existía una equivalencia entre dos experiencias muy dife- !r¡,t¡tt ) CUlt().
rentes, es decir, que á = B. En algún momento, Helen perci- I'rrr cmbargo, hay otra parte de la historia. Anne Sullivan
bió (de manera totalmente no verbal, ya que todavía no tenía l,¡.'{, su trabajo con una extraordinaria percepción creativa.
términos lingüísticos para expresar su percepción) que A y B ,,'rn;rlmente, la relación entre símbolo y concepto se da por
eran similares en algo básico, al ser formas diferentes de la mis- , r¡r,rrllr. pues forma parte de la totalidad de nuestra infraes_
ma sustancia, que estaba simbólicamente representada por la r¡rr, Irrrír, de la que difícilmente somos conscientes. Sin embar-
palabra agua trazada sobre la palma de su mano. En ese mo- ¡,,
' liullivan se dio cuenta de la importancia de trazar el símbo-
48 49
T

idad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia


Ciencia, orden Y creativ

Helen' ,,'' ¡rrrrirtligmas se ven como <<inconmensurables>>, así como a


lo del rasgo recurrente sobre la palma.de la mano de
:,tlr.':tmr¿rr el grado de cambio que acontece durante los largos
mientras íometía a la niña a variádos ejemplos de experiencia
l¡ rs de ciencia <<normal>> . En general, se piensa, por ejem-
;;; ;i;g"". En todos ellos permanecía constante cie¡ta cuali-
y clara que
!,.
i'!rr
¡ ir ¡t

1¡¡¡¡ tras una importante revolución científica los científi-


ááá u¿ti"" de <<acuosidad>. La idea era tan firme
mucho tiempo' haciendo .,.. rk'bcn consolidar sus hallazgos y desarrollar las nuevas
S"ili""" .iguió trabajando durante lugar :,ti !r'; l)()r' vías no necesariamente tan creativas como las de Ia
1""t" a rÑltados dÁsalentadores, antes de que tuviera
decisivo. Y cuando eso ocurrió, Sullivan estaba
lista '. , , rlr¡cir'rn misma. Sin embargo, un examen más detallado de
"t-*un." t.' lr.-toliil de la física muestra que un gran número de intensas
puiu á*pfotarlo al máximo, y en p9j9 tiempo consiguió una
total en la mente de Helen Keller'
.-r. r¡rlor;rs fueron desarrolladas durante períodos de ciencia
iransfotmución
--E.i¿ claro que la percepción creativa en forma de metáfora
¡,, ¡ ¡ u r n l ¡>. Al no ser seguidas con la energía y el coraje suficien-
en la ciencia o la poesía' sino también '. . I ;r iniciar descubrimientos creativos nuevos, se ahogaron
prrJ" tener lugar ,roiólo ',' '
.,r, ,'l ¡rcs{) de toda la infraestructura tácita de ideas familiares
Ln áreas muchó más extensas de la vida. Aquí lo imp^ortante
es
es bá- rlor t r¡bles que prevalecían en la época.
que el acto de percepción creativa en forma de metáfora
,
' '¡
q¡re I tur r¡nte el siglo xIX, por ejemplo, surgió una manera alter-
si"a*ent" semijanté en todos estos campos, en el hecho de
.i.ir¡1;r (lc tratar el mecanismo de los cuerpos móviles, al que en
extremadamente perceptivo' de pasión in-
i*pfi"" ur, excesi- . =¡ rrronrorto se prestó muy poca atención. Newton había enfo-
"*tu-do
terira y elevada energía, que disuelvé.los presupuestos
'*,1,, t'l nrovimiento hablando de caminos o trayectorias defini-
uurn".rt"rígidosque-se'hallanenlainfraestructuratácitadel i'¡,. t'rnil(loS por las partículas. Estas trayectorias se calculaban
conocimierito aceptado' Las diferencias están en
"o*úrr-"nte
iot rno¿ot y grados de desarrolio desde lo metafórico hasta
lo ,,¡,,11;r¡rtt' ccuaciones diferenciales, que venían determinadas

iit"t¡. La óxieriencia de Helen Keller y Anne Sullivan mues- ¡",i lir ¡roSición inicial y las velocidades de las partículas, y por
!,'. r =';ri ('xternas que actuaban en los puntos del trayecto, pro-
Iru uá"_¿, qu" la creatividad puede haber involucrado mu-
"n pero' !ii, rr'¡¡111¡ cambios en la velocidad o la dirección de la partícula.
.fto Áe. q"" la metáfora. En su caso era la comunicación' ! =: r.r,¡ rrr de Hamilton-Jacobi, desarrollada a finales de la déca-
la creatividad va todavía
como veremos en próximos capítulos,
!- ,1¡ ll3(f), presentaba una nueva manera de tratar el movi-
*a, t"¡o., adentrándose en cuestiones de orden muy profun- ,;!¡i rl(|, lrasada en ondas más que en partículas. En lugar de
das, tanto en la naturaleza como en la sociedad' En
última ins- f

tan deta- ,¡r,.rrh'ritr que el movimiento de una partícula sigue un camino


tanóia incluye áreas demasiado sutiles para un análisis !.i,l¡ r '.ohre: el que actúan fuerzas externas, la teoría de Hamil-
llado como el que se ha dado aquí'
, ,¡¡ l¡¡, olri se basa en la descripción de una onda en la cual todo
.:i,,r rurcnto es perpendicular a una onda frontal. Una imagen
=. ¡,r rll;r lrr proporciona el movimiento de un corcho o un trozo
La teoría de Hamilton-J acobi i ¡¡r;rrlt'r'ir desplazado por las ondas en un lago. De esta mane-
La fragmentación surge en la ciencia de diversas maneras' '
, , I rrrovimiento lo determinan las ondas como un todo, y no
lo que es = . i,,rrs krcales de una fuerza en cada punto de la trayectoria
roUi" to¿ó por la tendenJia de la mente a aferrarse a ¡.
subliminal
cómodo y seguro' establecido en la infraestructura ',r¡.t l):trtíCUla.
una percepción | '.t;r t'l¿rro que la teoría de Hamilton-Jacobi es radicalmente
áe tas i¿éas tácitas' Por otra parte, esto lleva a ¡;i, r! nt('dc la de Newton. Sin embargo, los matemáticos pu-
falsa de la naturaleza radical del cambio que tiene lugar en las
en la que los viejos y nue- i;' i ' r¡¡ ¡ 11'1¡¡6strar que las dos teorías proporcionaban, de hecho,
,evoluciones científicas, percepción
i
51
50 :

I
I
¡-I
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creaüvidad en la ciencia

los mismos resultados numéricos. Estas teorías alternativas '.n ¡rro¡xrrcional a su frecuencia, como a la de Broglie, en la que
contenían ideas esencialmente <<inconmensurablestt : la materia
- I nrolucnto de la <partícula>> es inversamente proporcional a
es en esencia de naturaleza particular o de naturaleza ondular. .rr hrrrgitud de onda. Ambas ecuaciones, que están presentes de
A pesar de esto, los científicos tendían a concentrarse en los ,n,rno'¿r implícita en la teoría de Hamilton-Jacobi, son de hecho
aspectos matemóticos de la nueva teoría y prestaban menos I'rr rcl¡rciones clave en los fundamentos de la teoría del quan-
atención a la curiosa situación de que dos nociones de la cons- rlrrr l',s más, mediante un pequeño cambio natural en la ecua-
titución de la materia, sin relación aparente, podían cubrir la ' rlrr rlc Hamilton-Jacobi, es posible derivar la ecuación de
misma variedad de experiencias, y con los mismos resultados, ',, lrr (trlinger, la ecuación básica de la teoría cuántica.
A la luz del apartado anterior, esta situación sugiere la posibili- l'or tanto, los científicos del siglo xrx podrían haber descu-
dad de realizar un salto metafórico y decir, <la partícula A es I'ir I t( ) Ios rasgos esenciales de la moderna teoría cuántica con la
una onda>. ' r¡rkrración de la metáfora <<una partícula es una onda>. Todo
De algún modo, dicha metáfora, que une la esencia de las l,r ¡¡¡¡1' se habría necesitado para completar la teoría cuántica
lr¡rlrr t¡r sido determinar ciertas constantes numéricas mediante
dos teorías, habría anticipado la noción actual de dualidad
l,r ,'xpcrimentación. (Más concretamente, la constante numéri-
onda-partícula en mecánica cuántica. Eso quiere decir que el
r rr r¡rLr aparece en la relación de De Broglie. Se encuentra im-
mismo ente (por ejemplo, un electrón) se comporta como una
onda en determinadas circunstancias y como una partícula en l,lt, rt¡r cn la teoría de Hamilton-Jacobi y determina los valores
otras. Un desarrollo y discusión más detallados de esta metáfo- r,'¡rk's de la frecuencia y la longitud de onda de una partícula,
,m¡r vcz que se conoce una constante numérica proporcional.
ra podrían haber llevado, a mediados del siglo xtx, al esbozo
de la moderna teoría cuántica, sin apenas otros datos experi- I I v¡rlor de esta constante se calcula a partir de una medición de
mentales. I'r ( r)nstante de
Planck.)
De hecho, William Hamilton ya había desarrollado la idea l)t: este ejemplo se desprende que las metáforas pueden te-
de similitud entre partícula y onda, que se encuentra implícita ', r ¿¡ veces un poder extraordinario, no sólo para ampliar los
en esta metáfora, con la observación de un rayo de luz. Este es l,r, x'csos de pensamiento de la ciencia, sino para adentrarse en
básicamente una forma de ondas, y sin embargo su trayectoria ,l,rr¡¡ir¡ios de la realidad todavía desconocidos, que se encuen-
parece la de una partícula. Con todo, el rayo no explica por trrur implícitos de alguna manera en la metáfora. Aunque no
¡ rr l¡rs loS metáforas sean tan poderosas como ésta entre las teo-
completo el moümiento de la partícula. Para conseguirlo hay r

r r¡¡.. rlo Newton y Hamilton-Jacobi, el hecho sugiere que las me-


que considerar un paquete de ondas, que consiste en un grupo
de ondas que tienen todas aproximadamente la misma longitud
r,rlor'¿rs científicas que unen conceptos no relacionados, pero
de onda. Estas ondas se juntarán en un espacio de reducidas di- i r r r mentales, pueden ser especialmente significativas.
rr lrr

mensiones para producir una intensa perturbación, mientras Sin embargo, en el caso de la teoría de Hamilton-Jacobi, los
, r' nlíl'icos se encontraban hipnotizados por toda la infraestruc-
que fuera de esta región su intensidad es insignificante. Así
rrrr ¡r tiicita de la mecánica newtoniana, que siempre contempla-
pues, el paquete de ondas sugiere el modelo de una partícula l

basado en el concepto de onda. Este paquete se mueve con la I'ir cl moviÍriento en términos de trayectorias y partículas. Al
llamada velocidad de grupo, y su movimiento puede calcularse rt!,ulurse a esta matriz de ideas subyacente, resultó imposible
r r ;r I rrr l3 teoría de las ondas como una pista posible hacia nue-
mediante la ecuación de Hamilton-Jacobi. Hecho esto, la teo-
i r r., r'rrrlpos de la realidad. En lugar de ello, se creyó que la teo-
ría se somete tanto a la relación de Einstein, que muestra que la
r r,¡ r lc Newton, junto con toda su infraestructura de ideas subli-
energía de una <<partícula> (por ejemplo, un quantum de luz),

52 53
Revoluciones, teorías y creatividad en la cienci.a
Ciencia, orden y creatividad
,¡rr' \c vea afectado el ¡esultado físico del movimiento. Lo es-
minales sobre partículas y trayectorias, era la que de male-ra
Ir.', r¡rhnente significativo de estas <<transformaciones canóni-
esencial correspondía a la realidad, y se trató la teoría de Ha-
' !r1.., como se las llama, es que para dejar el movimiento inva-
milton-Jacobi Como un artilugio o una transformación matemá-
r¡,rlrlc, el tiempo y el espacio han de ser tratados en pie de
tica de las teoías de Newton, que podía utilizarse para facilitar
isrrrrltlad. Es decir, el tiempo y el espacio se hacen intercambia-
ciertos tipos de cálculo. Así, para los científicos del siglo xlx,
l,l¡.¡, cr)n una nueva variable de tiempo que se define no sólo en
las ecuaáones de Hamilton-Jacobi no tuvieran ningún signifi-
rir rnuros de la vieja variable temporal, sino también en térmi-
cado más profundo.
¡¡, r'¡ (lc las viejas variables espaciales. Así pues, las transforma-
Así que hace ya un siglo los cientlficos estaban capacitados , ¡,rrrt's cáDórücas, básicas para las ecuaciones de Hamilton-Ja-
para considerar esta nueva visión de la realidad, visión que de
' 'rlrr, sugieren una metáfora en la que, de alguna maneta, se
Lecho estaba contenida de manera implícita en lo que ya se sa-
,prr;rlrul el tiempo y el espacio. Por consiguiente, la teoría de
bía. Este movimiento les exigió superar el presupuesto común'
lltrurlton-Jacobi anticipa un rasgo clave de las dos teorías de la
aceptado durante siglos, de que la naturaleza está constituida
i, l;rlrvidsd, la particular y la general: que las leyes de la física
solámente de cuerpos básicamente semejantes a los de la expe-
riencia ordinaria, áunque más pequeños. Uno de los pasos fun- t!¡'rnirnecen inalterables frente a transformaciones en las que
esta visión lo dio Niels Bohr, quien
r¡.rrlx) y espacio son tratados en pie de igualdad.
damentales p"ta
"ambiar lirtlavla puede extraerse otra metáfora de la teoría de Ha-
propuso, a -ut".a de metáfora, que los electrones tenían pe-
,rr¡lton-Jacobi, al considerar que estas ecuaciones pueden deri-
qu"hut órbitas que cambiaban de manera discontinua' Sin em-
burgo, la mayoria de los científicos tomó esta idea de manera li- 'r¡',r' rlcl llamado pincipio de variación. El enfoque newtoniano
,1, I rr¡ovimiento se basa en la idea de una ecuación diferencial
t"r"i, y durante algún tiempo el pensamiento científico arrastró ,¡ir,' tlcscribe el movimiento como una sucesión de pasos, cada
una dificil conjunóión de óonceptos tradicionales y cuánticos. ,¡n,r (lc los cuales sigue al precedente a la manera típica de los
Hasta las conóepciones radicalmente nuevas de De Broglie
.iirlnr¡ts mecánicos. Frente a esto, el principio de variación no
(1924),Heisenbárg Q925) y SchrÓdinger (1926)' la física no tue
capaz'de producir una teoría del átomo completay consistente. l,,r¡tc rlc una ecuación diferencial (en la que el movimiento se
.irr¡rlr/ir cn medidas infinitesimales), sino de una integral que
Sin embargo, el progreso habría sido mucho más rápido si se
'1, ¡rlrrtlc de la totalidad del trayecto en un período temporal li-
hubiera coásiderádo como algo más que un artilugio matemáti-
I ;rt lr ). A esta integral se la llama Lagrangian, y el principio de
co la naturaleza ondular de la materia, implícita en la teoría de
¡ rr r

. :rr r;r('r(/)n enfoca el movimiento como si una partícula intentara


Hamilton-Jacobi. La actitud general de la ciencia ..normaltt en-
su Lagrangianrr. En este enfoque, el movimiento
tre los ffsicos del siglo xlx impidió un despliegue auténticamen- '¡rrrrrnrizar
te creativo de la mecánica tiadicional y la anticipación de las
'l¡ rrn:r partícula depende de un período completo de tiempo,
!'!r'; rluc de una sucesión de reacciones mecánicas instantáneas
características básicas de la teoría cuántica'
¡ rn;t f uerza externa, que era lo sugerido por Newton. Así
Dehecho,lateoríadeHamilton-Jacobicontieneunaseric
de metáforas adicionales, interesantes y provechosas' que po- ¡,rri'', l¡¡ teoría de Hamilton-Jacobi está determinada por algo
,¡irt \c :rcerca a la teleología; parece que todo el movimiento
dían haber sido exploradas en el siglo xIX' Por ejemplo, en
, .,rir Fi()l)crnado por la necesidad de alcanzar un <<fin>>.
cierta manera, las écuaciones mismas se pueden transformar
'-r kr cxpresamos en forma de metáfora: el mecanismo es te-
matemáticamente, de modo que el orden de movimiento quc
r' ,,llt',Íir (de un tipo concreto). Esto es una maneta creativa de
describen no varía, pero sí cambia la forma de la onda' En otras
l,ir l¡r vuelta a un hábito de pensamiento bastante habitual, en
palabras, una forma de onda puede transformarse en otra sin

54 55

Á
Revolucir¡nes, teorías y creatividad en la ciencia
Ciencia, orden y creatividad
,lil, r¡'rrtt's tlc la física se desarrollaran a partir de una base <<si-
el que lo que parece ser teleología se entiende diciendo qtrt'
$ri rr r, ¡r " r'n la que no hay diferencias esenciales entre ellas. En
puede ser explicado, o reducido, a mecanismo (de un tipo corr
la ,r, lr¡¡rlrrl¿ld se están estudiando extensiones de mayor alcan-
ireto). Es más, si se desplegaran todas las implicaciones de esltr
metáfora, conducirían quizás a provechosas penetraciones crr 'F \, 'i,' ('sl)cra que la base incluya nuevos tipos de fuerza que
i¡,¡l¡rr l¡r sc rleben demostra¡ de manera experimental. De este
la vieja cuestión de si hay o no teleolo gía en la naturaleza y '
.r¡'¡1,r. \('r'Í¿r posible hallar una solución a los viejos problemas
en caso afirmativo, qué significa. De manera semejante, la mt'
,lr ,lrvt'r¡',encias e infinitos existentes en el campo de la teoría
táúoru en la que las transformaciones canónicas de la teoría clc
. riltrtr( ,r, ¡lroblema que ha acosado a los teóricos desde el co-
Hamilton-Jacobi igualan el tiempo y el espacio, podría condu
¡'rr¡ u.,r, nrismo de los enfoques teoréticos en el campo de la fisi-
cir a penetraciones más profundas en la relación entre las tetr , ¡¡rf tltcil.
rías d-e la relatividad y cuántica, área que presenta en la actuali 't '
dad numerosos rasgos inconmensurables.
Pueden extraerse de la historia de la ciencia muchos otr<ls
\tttttlitudes y diferencias: los acercamientos de
ejemplos de coexistencia de conceptos muy diferentes y quizás
oinconme.tsurables>. Sin embargo, la ciencia no permite nor'
llt'ttt'tilrcrg y Schródinger a la teoría cudntica
malmente que ideas de este tipo convivan unas al lado de otras,
ya que, poilo general, una desplaza a la otra, junto con el para-
I I tlcsarrollo de una metáfora que hace equivalentes con-
., l,tn., tlif'erentes, e incluso <<inconmensurables>r, puede ser una
áig-a qle .epresenta. O a veces, una idea es reducida y adop-
taáa o ábsorUida por la otra en calidad de caso particular o dcr
ir ur llt'ur fuente de investigación. Pero el proceso no se efectúa
artilugio matemático, abandonándose su significado máspro-
, rr rrrork) alguno en línea recta. La primera dificultad que apa-
r, r , ('s ¡lo sólo igualar cosas diferentes, sino hacerlo de manera
fundo-. Éste fue el caso con la teoría de Hamilton-Jacobi' Pero
,¡rr, r t'srrlte sensible a las diferencias, implicaciones y extensio-
los distintos ejemplos expuestos sugieren que la verdadera rela-
,r' ,. lrirsic¿rs. Al principio, los científicos pueden fallar en el re-
ción entre conceptos puede ser más sutil y que puede resultar
fructífero el igualar, a manera de metáfora, lo que a primera ' ',r{}r'uuicnto del parecido esencial entre cosas diferentes, ya
.lr, ('st() requiere un acto creativo de percepción. Pero una vez
vista parece ser <<inconmensurable>.
, , rrr,.t'¡lrridt esta percepción, la ciencia puede pasar por alto las
Ei más, en el campo de la física de la partícula ha tenido lu-
, i¡ I ¡ r t' rcias esenciales que se hallan también inherentes a la me-
gar, durante la última década, un cambio gradual y continuo ¡

r'il!)r ir. ljstá claro que el problema con el pensamiento es que a


áentro de esta línea. El primer paso fue la exploración de un
,,,, rr¡(lo no es capaz de ser sensible a las similitudes y diferen-
tipo de metáfora, en la cual la conocida teoría electromagnética
, i,r.,, \uro que aplica hábitos mecánicos de ver similitudes y di-
sé igualó con una interacción débil entre partículas elementa-
l, r¡ ¡rciilS.
les,-muy diferente y a simple vista inconmensurable' Gracias al
| 'rr krs ejemplos dados en este capítulo ha quedado patente
desarroio del significado de esta metáfora se llevó a cabo un
' ti,' , ('r.r la ciencia, la percepción de similitudes y diferencias se
progreso considerable para poner orden en la teoría de las par-
,, ,¡l¡¿ir sobre todo a través de la mente (por ejemplo la de New-
ii"otu* elementales. Déspués, se amplió la idea para introducir
r r k' ciert& similitud básica entre la manzana, la luna y la tie-
de la misma manera la interacción fuerte, y por último se.hicie-
r, , ¡

, r,r ), ! cn menor medida a través de los sentidos. A medida que


ron intentos para introducir en el sistema otra fuerza ttincon-
I r , ¡1'1¡gi¿ se fue desarrollando, esta percepción mental se hizo
mensurable> más, la gravitación. El fin último de este enfoque
rrl:r VCZ más importante. Es más, la física actual tiene muy
es una gran teoría uniiicada que permitiría que todas las formas

56 57
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

poco de percepción directa por los sentidos. Hubo un tiempo Ir'iil, rrrrto a sistemas de átomos más complejos, se
vio que la
en el que los instrumentos de investigación, como el telescopi<r lrrrrr tr'rrt onda no'era en absoluto tan intuitiva como en un prin-
, rlrto rc habfa creído. En vez de ser una onda en nuestro espa-
o el microscopio, podían considerarse como extensiones de los
, r¡r trirlir¡rensional, la función existía en un espacio abstracto,
sentidos, pero hoy la conexión entre los aparatos experimenta-
les y la experiencia humana es cada vez más remota. En la ac' ,lrltrrlrr.¡lcnsional, y las imágenes de ondas de electrones en
tualidad, la esfera de la física es la de la percepción por la men- rr r¡ ¡¡¡ ¡ ¡¡ un núcleo resultaron ser una abstracción. Pero lo que es

te, y la teoría domina sobre la práctica en el desarrollo de Ii¡ rrlia nrrpr)rtante, los fisicos descubrieron que, en condiciones
percepción científica de la naturaleza. É''rrrr ¡rles, los enfoques de Schródinger y Heisenbergeran ma-
Las formulaciones de la teoría cuántica de Heisenberg y t,. tt t.t l t.' iltnente eqUivalenteS.
Schródinger proporcionan un ejemplo de la importancia de la lrrlrr cquivalencia matemática entre las dos teorías fue un
teoría en la percepción científica, y muestran también cóm<r t,,r'r, r¡nportante, pero pronto condujo a los físicos a ignorar las
puede fracasar la percepción en la tarea de obtener un discerni- 'l¡lrrrrrcias fundamentales entre las dos formulaciones y a con-
miento adecuado. En un principio, ambas eran dos fo¡malis- "i'1,'r¡u'l¿ls sólo como métodos alternativos para solucionar de-
mos distintos, y casi inconmensurables, que describían los r' lnnr¡rdos problemas cuánticos de tipo mecánico. El enfoque
mismos fenómenos y podrían dar pie a una posible metáfora. ,1, llt'iscnberg era ventajoso en algunas ocasiones, en otras lo
La teoría de Heisenberg describe los átomos como objetos , r rr rl rlo Schródinger. Sin embargo, un análisis detallado mues-
matemáticos llamados matrices. Estas matrices son conjuntos Ir rr (luc las dos teorías no son totalrnente equivalentes, observa-
de números que obedecen a reglas matemáticas bien defini- , i'rr normalmente pasada por alto. Resulta que su equivalencia
das. En la teoría de Heisenberg, los números de estos conjun- ,u¡rtcrn/rtica es iierta sólo bajo ciertos presupuestos tácitos, no
toS corresponden a varias cantidades que pueden observarse '.t¡¡lrlccidos explícitamente. De hecho, un examen cuidadoso
en el sistema del átomo. Esta teoría tuvo un éxito notable, al rr,,r lr;rcc ver que tienen ciertas diferencias significativas. Por
responder por distintos resultados experimentales a las cues- , I' nrl'!lo, en ehenfoque de Schródinger el sistema cuántico vie-
tiones sobre los esjrectros de los átomos (los diseños de luz ¡rr rlcscrito por a\afunción onda, que es la solución a la ecua-
emitidos por los átomos cuando se les estimula), pero no fue ,rrr¡¡ 1ls Schródinger. Matemáticamente, esta función onda es
capaz de proporcionar una imagen conceptual del átomo, ni ,rrr¡r lu¡rción continua en el espacio; en otras palabras, la conti-
una descripción satisfactoria de lo que significaba la teoría. ',rrrrlir(l de espacio y tiempo se halla incorporada a toda la teoría
Sin embargo, pocos meses después del descubrimiento de Hei- ,1, \r'hródinger. Frente a esto, la teoría de Heisenberg no se so-
senberg, Schródinger publicaba su üsión de la <función onda',, rrrr tc it tal continuidad, ya que las propiedades físicas del siste-
que no sólo daba resultados numéricos correctos, sino que ('rrántico no proceden de una función onda continua sino de
'n¡r
ofrecia también una imagen intuitiva del átomo de hidrógeno ',rr¡r ntatriz de números.
como ondas de electrones en torno a un núcleo de atracción. Si los físicos hubieran tratado las teorías de Heisenberg y
Al principio pareció que la teorla de Schródinger suplanta- ',, lrrirdinger de manera realmente metafórica, habrían sido ca-
ría rápidamente a la de Heisenberg, que no había sido más que t',r, t's tle desarrollar las implicaciones de sus diversas similitu-
un recurso provisional en el camino hacia una descripción más ,t, ,, y diferencias. Más específicamente, habría sido posible ex-
completa del átomo. Sin embargo, resultó que las cosas no eran I'1,'¡¡rr la idea de espacio-tiempo en los dos contextos, el de
tan sencillas. Para empezar, cuando la ecuación de Schródinger ,,'rrt'rccióD y el de continuidad. Así habría podido surgir una
pasó a aplicarse ya no al átomo de hidrógeno, con un solo elec- r{ {)rra de espacio-tiempo que es no local y no continuo en dis-

58 59
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en Ia ciencia

tancias pequeñas pero que, en escalas mayores, pasa a ser con ',rrir,lt'r:rción la importancia del juego, y sugiere que el trabajo
tinuo y local. Tomándose en serio esta relación metafórica, v .= r'n ,.t nrismo noble, mientras que el juego es, a lo mejor, re-
permaneciendo sensible tanto a similitudes como a diferencias, ,r lrrtv(), y, a lo peor, frívolo y poco serio. Sin embargo, al ob-
habría sido posible realizar nuevas investigaciones desde estos =. r r ru ;t rrnos niños jugando nos damos cuenta de la intensidad
dos enfoques de la teoría cuántica. i, lrrt'rgía y concentración.
,,rr

Desde luego que predecir si los resultados finales serán o n(r I


n cl ;rcto del juego creativo tienen lugar nuevas percepcio-
importantes hasta que las distintas implicaciones de estas te<r .!i ,1 {f u(' ¡rcrmiten a una pefsona proponer una nueva idea, que
rías se desarrollen de manera formal, no es posible. Es más, al. ¡',r, ,1,' tlcspués someterse a exploración. Una vez desplegadas
gunos físicos afirmarán que todo esto no es más que un ojuego,, r.., rnlrlicaciones de esta nueva idea, se componen o colocan
con los formalismos. Pero la creatividad ha llevado siemprc ilirr,, ( ()n otras ideas familiares. En principio, la persona supo-
consigo un elemento lúdico, que puede o no conducir a percep- :. '¡r(' t'stas ideas son correctas, o sea, hace una presuposición
ciones nuevas. ., lrrlrotcsis y después actúa convencido de que las cosas son
, ,rlrr¡t'rrtc así. El proceso mediante el que se pasa de proponer
'
.. ,,,ntl)t)ner, y de ahí a suponer nos permite a diario llevar a
El pensamiento como juego :rl'1 ) ¡r(:ciones sin apenas darnos cuenta de ello. Por ejemplo, si
.. \ult.,nc que un camino es liso, se dispondrá uno a caminar se-
La creatividad se verá bloqueada mientras la ciencia conti- e¡¡r¡ tlre ha proposición. Tras una serie de ttayectos exitosos, se
núe insistiendo en que un nuevo orden debe ser fructífero de , ,r,rr;i l)rcparado para dar por sentado que la suposición de que
manera inmediata, o tener alguna nueva capacidad predictiva. , I r ;ilnino es liso es correcta, y ya no se tendrá que pensar más
Los nuevos pensamientos surgen como un juego de la mente, y .rr ,'ll1¡. Sin embargo, si resulta que una parte del camino es
no darse cuenta de ello es uno de los mayores obstáculos para 'r '
r de modo que se tropieza, tendrá que cambiar la pro-
la creatividad. Suele considerarse que el pensamiento es un t¡,,',r( rí)r.r que, en consecuencia, ya no nos sirve. Dar por senta-
'.'il1¿lr,
asunto juicioso e imponente. Pero aquí se sugiere que el juego ' l;r., ;rl¡Iunas suposiciones puede ser útil para dejar a la mente li-
creativo es un elemento fundamental en la formación de hipó- l,r¡ lf;rra otras cuestiones, siempre que permanezca sensible a
tesis e ideas nuevas. Es más, un pensamiento que no quiere ju- I'r rr lcir cle que, a veces, la suposición podría ser falsa.
gar está de hecho engañándose a sí mismo. Según parece, el Lo que ocurre con este caso relativamente simple puede pa-
juego forma parte de la esencia misma del pensamiento. ,u t:rr¡rbién cuando la mente trabaja con las teorías científicas.
La noción de la falsedad que puede deslizarse en el juego '¡, ¡'or ejemplo, un grupo de ideas funciona durante mucho
del pensamiento la ejemplifica la etimología de las palabras Irr ilrlx) en un contexto determinado, los científicos tienden a
illusion, delusion y collusion, cuya raíz común eslalatina lude- 'l:rrl;rs por sentado y dejan así libres sus mentes para concen-
re, <jugar>>. Así pues, illusion implica engañar la percepción; r t cn otras ideas que puedan ser relevantes. Esto es adecua-
¡r r \L:
delusion, engañar el pensamiento; collusion, engañar ambos , L que la m'ente permanezca sensible frente a la posi-
r src:rnpr€
para dar soporte a las ilusiones mutuas. Cuando el pensamien- t,¡lrrllrrl de que, en contextos nuevos, surja la evidencia de que
to engaña, el que piensa quizá puede reconocerlo y expresarlo , ',r;rs ideas están equivocadas. Si esto ocurre. los científicos tie-
con estas palabras. Desafortunadamente, el inglés no dispone ,,' r| (lue estar preparados para dejar de lado estas ideas y volver
de una palabra para un pensamiento qte juega de manera fran- rl lrlrrc juego del pensamiento, del que podrían salir a su vez
ca. Puede ser el reflejo de una ética de trabajo que no tiene en ¡r lr'ltS flU€VOS,

60 61
l lt'rtt ttt, ttl¡l¡¡¡ 1t ('lflltilti¿ad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

se producirá una <<confabula-


Lu tlrt'lro lr¡¡sta ahora muestra la relación adecuada existen =rirr'¡ lfcrsooas involucradas
tr c¡rtrc ¡rcrrsamiento y experiencia. En el marco de esta rela' ,,,,' - . l,1 l¡poyarse mutuamente en sus falsas respuestas'
t'ir'rlr liencrr lugar, cuando es necesario, nuevas percepcioncs t ',r,, ,1"í" ocurrir de manera tan sutil que es extremaga'
,',, r¡t,' tlilícil percatarse de ello' Los casos de visión
creativa
crcrrtivas, como por ejemplo las metáforas expuestas en este ca' pre-
,,,,,,,,1.,, antes impticaban la toma de conciencia de ciertos
¡rftulcl. Este tipo de percepciones surgen a través del juego
creativo de la mente. La esencia de este juego es que nada se da =¡it,rrr'!il()s que haita entonces todo el mundo había dado por
por sentado de manera absolutamente invariable, y que sus re- =, i,,,,,t.. Lá percepción de
Newton de la gravitación universal'
la diferencia entre materia
sultados y conclusiones no pueden saberse de antemano. En ,,,,; ,'1.',,,t1o, implicata cuestionar
otras palabras, una persona creativa no sabe de manera exacta ], l, y i".r"ttt'". Desde la Edad Media se hablan ido acumu-
"rc
lo que está buscando. Así pues, toda Ia actividad se ve no como t,,r¡,|,¡ k'rs indicios de que las materias celeste y tefrestfe-eran
t,:l.irr ;uncnte iguales. Ásí que continuar tratando
el movimiento
un problema que se debe resolver, sino simplemente como un de las manza-
t,' l¡r lrrna y loi planeta. si fuera distinto al
juego. Y en dicho juego no tenemos la seguridad de que los ,
"ótoo juego
,iir.¡ () llts balas de cañón era, en realidad, un falso del
nuevos hallazgos sean siempre diferentes, o que no puedan ha- sutil' y la
era bastante
llarse relacionados con el núcleo significativo de la estructura ,,',,r,,,,,i".4. Sin embargo, el engaño
de la operación'
1,,,,r.,ri,, de los cientfficoi no se dába cuenta
anterior. Es más, puede decirse que, cuanto más diferentes son gente permanecer
las cosas, más importante será descubrir en qué se parecen, y al r rrr'¡r lorma de juego falso, que permite a la
, ,, 1,,*.rqu"*Á nárit,tules áe p-ensamiento' es considerar que
revés, cuanto más parecidas sean, más valioso será percibir sus
,,,',f ,', ,,'',o|"ttona de bastante genio es capaz de
un acto verda-
diferencias. Según esto, la ciencia es una actividad continua-
,1,.,,¡,'enfu creativo. Los casoJtratados en este capítulo
mente en marcha. Gracias al juego creativo y la nueva percep- -sugie-
ción hay un movimiento constante de similitudes y diferencias, ,, ,, .¡r" genio dispone de la energía y la pasión suficientes
"" En duda presupuestos qui.han sido aceptadot- 99-
en el que cada nueva teoría difiere de manera sutil pero signifi- ,,,;;,;';;; también
cativa de la precedente. Para mantener a la mente en esta acti- 1,,,',"'lu.go tiempo. óesde^luego qui 9l genio necesita
adelante y
vidad creativa es necesario permanecer sensible a las maneras r,lrrcr el ialento y tu ttuUitid"d necésarios para seguir
percepciones y
en que se desarrollan similitudes y diferencias, y no simplificar la ,r.jr,,r-ttu, las implicaciones derivadas de sus
la mayoría de la gente supone que no
¡rreguntas. coñ todo'
,,rrs
situación ignorándolas o minimizando su posible importancia.
de manera au-
Por desgracia, este proceso en el que la experiencia y el co- r,,',,L la"pasión y el coraje necesarios para actuar
a <ju-
nocimiento se entrecruzan con una visión creativa, no suele t,'rrricamente cieativa y están condenados para siempre
los rurgó, más sutiles de su conocimiento' Creen
llevarse a cabo de la manera antes descrita. Podrfa decirse que ¡.:.;rr sucio>> con
es una especie de ideal que muy raramente se consigue. Gene- ,i,'".;i no ser geniosiestá n limitados a las infraest*"t:tTli:l-
ralmente no se lleva a cabo debido a la tendencia a defender in- r,,s de las ideaJsubliminales. Pero supongamos que esta suposr-
( r(in es falsa, y que todo el mundo ei potencialmente
capaz de
consciente las ideas de significación fundamental, que se creen
.rctos realmente creativos en varios campos' según
sus.habilida-
necesarias para alcanzar un estado mental de cómodo equili- para
brio. En consecuenci a, aparece una fuerte disposición a impo- ;i; y; conocimiento. Está claro que el primer requisito
dejar de pensar de antemano que so-
ner ideas familiares, incluso cuando existe la evidencia de que ,,l.aLar la creatividad es
podrían ser falsas. Esto crea la ilusión de que no se necesita rrros incapaces de crear.
de la mente a
ningún cambio fundamental, cuando de hecho puede haber Debería quedar claro ahora que la disposición
.'ngunu, se tralta estrechamente relacionada con
la fragmenta-
una necesidad apremiante de introducir dicho cambio. Si hay
63
62
Revoluciones, teorías y creatividad en Ia ciencia
Ciencia, orden y creatividad

ción y el bloqueo del juego libre y creativo. Por ejemplo, afe- tI precio de los paradígmas. Unavisión
ttltt¡
rrarse a ideas familiares es esencialmente lo mismo que impedir ,tlt,'rttritiva de la cieicia coño fundamentalmente
a la mente el comprometerse en un libre juego creativo. Y, a su , t rttliva
vez, es esta ausencia de libre juego creativo la que impide quc
la mente tenga la tensión vibrante y la energía necesarias para
Iiberarla de la rigidez de la estructura tácita de las ideas habi- I'ruir seguir con todo este tema de la creatividad' es nece-
,'rrr, volvei a la cuestión de la naturaleza de los paradigmas.
tuales. Es más, una mente a la que se obliga a aferrarse a lo que
le es conocido y que no puede realizar un juego libre está de he- I ,,t¡i claro que los paradigmas implican un proceso mediante
, I rlr¡c se acéptan idéas y conceptos previos, sin percatarse de lo
cho jugando sucio, Se le ha obligado a aceptar que no puede ser
,¡,,,: .',, realidad ocurre. Como este proceso se produce cuando
de otra manera. La cuestión de qué viene antes, el juego sucio
llr ilr('ltte intenta defenderse contra lo que le parece podrían ser
o el bloqueo del juego libre es como saber qué vino antes, si el
¡r illls perturbaciones, un paradigma tiende a interferir con el
huevo o la gallina y, por lo tanto, no tiene importancia. Son
sólo dos lados de un único proceso. lrlrrt' just. de la mente, que resulta esencial para la creativi-
Si lo consideramos más de cerca, vemos que la auténtica na-
,l¡rrl, lin su lugar, fomenta el juego falso, especialmente en
,rr,'rrs ¡lrofundas y sutiles
turaleza del pensamiento es emplearse en alguna forma de jue-
go, sea éste libre y creativo o no. Incluso un pensamiento ex- t ln paradigma, como señala Kuhn, no es sólo una teoría
cesivamente rígido, y por tanto nada creativo, está de hecho ' r('nlífica determinada, sino toda una manera de trabajar, pen-
jugando al pretender que ciertas cosas están determinadas, lo .,rr, comunicar y percibir. Fundamentalmente, se basa en las
que de hecho no es verdad. Además, este pensamiento rígido rr't rricaS e ideas que se transmiten de manera tácita durante el
juega también cuando pretende que no está pretendiendo, sino 'r¡,rcndizaje de
un científico, en la universidad, por ejemplo'
que está siendo totalmente <serio> y se está basando en la ver- ';i,r cmbargo, desde la publicación del libro de Kuhn (The
dad y los hechos. De ahí que no pueda evitarse la actividad lú- \ttucture lf Sctenffic Revolutiotts), mucha gente identifica pa-
dica en el origen del pensamiento. La única pregunta es si va a r rrtligma con una teoría general fundamental, y cambio de para-
,lr¡1ma con un cambio producido conscientemente en esta teo-
haber juego libre o juego sucio.
r r;r. Así, hay gente que llega a proponer un cambio de paradig-
En este libro se sugiere que los problemas básicos, tanto de
la ciencia como de la sociedad, se originan en una disposición rrr¡r. Sin embargo, eso significa perder lo principal de la idea de
de la mente a ocuparse en un juego falso, para conservar así Krrhn, según la cual la infraestructura tácita, prácticamente in-
una sensación general de confort y seguridad. Pero eso implica ,,rnscienté, invade el trabajo y el pensamiento de una comuni-
también que, en la aproximación de la sociedad actual a la rl;rtl científica. Así pues, en este libro utilizamos dicho sentido
creatividad, estos problemas se abordan en el fondo a través de ,rriginal de paradigma, tal como lo propone Kuhn.
inadecuaciones. Así se hace evidente la importancia de investi- Hasta aquí se ha hablado de los paradigmas en sentido ne-
gar la naturaleza de la creatividad, y lo que la impide. ¡,irtivo, pero hay que darse cuenta también de que un paradig-
r¡ra tiené el poder de tener a toda una comunidad de científicos
trirbajando én un área más o menos común. En cierto sentido,
¡'odrá considerarse como una forma de acuerdo tácito' A pri-
irrcra vista, un paradigma tiene para la comunidad científica
runa utilidad evidente. Sin embargo, exige un precio a cambio,

65
64
Ciencia, orden y creatividad
Revoluciones, teorías y creativid-ad en lu ciencia
ya que la mente debe seguir en una serie determinada
de cana- t,'r1,r ¡r ()ctrpar
un lugar subordinado, al ser utilizada sólo para
les, que se van haciendo más profundos con el tiempo, ,l' rlr rrrinados cálculos. Sin embargoo los enfoques de Schródin-
hasta
que el científico ya no se da cuenta de lo limitad"
Oé.i f.rl_ E, y (l(: I{eisenberg sobre la teoría cuántica han sido conecta-
ción. El resultado final es que los científicos terminan poi ,1,,', lrrcrliante una transformación matemática, y por tanto se
fru_
llarse prisioneros de un pioceso de juego falso, al intentar
',r|¡r(l('r'r que dicen lo mismo. Pero en otros casos hay que uti-
,
mantener su posición en situaciones que eiigen un cambio
fun_ li;'rr ;rlgún tipo de criterio. Puede ser la estética matemática, o
damental. sin embargo, los científicol qu" tiabajan dentro
der l,r hrgrr:u de los argumentos, o puede invocarse la <<navaja de
paradigma no lo verán así, pues ellos tienen la sensación
común { r, r ¡u¡t)): este filósofo del siglo XIv expuso la idea de que son
de que, dentro de ese maróo, todo podrá resolverse en
un mo_ ¡,r, lc r ibles aquellas teorías que contignen el menor número po-
mento u otro.
¡l'lt' tlc presupuestos arbitrarios.
,

No obstante, y a medida que pasa el tiempo, los problemas


Srrr embargo, no existe razón lógica por la que, en el desa-
no solucionados en un paradigmá determinado." uun acumu_
lando y conducen a una confusión y uo conflicto crecientes. ',rlkr de las ideas científicas, teorías distintas no puedan dar
En , rrrrrtir, de manera alternativa pero igualmente válida, de as-
cierto momento algunos científicoi, a los que se suele denomi_
nar genlos, proponen ideas fundamentalmente nuevas y en_ t,r( t()s concretos de la naturaleza. ¿Por qué han de rechazarse
,rl¡'¡¡",,t de estas teorías casi de antemano? Podría objetarse
tonces se produce una <<revolución científica>>. A ,u u"r,
Lrtu, ,lu('. L:n caso de crecer demasiado el número de teorías alterna-
nuevas ideas pueden formar la base de un nuevo paradigma,
y trv¡rs, la empresa científica se haría excesivamente difusa. Es
antes o.después, pasar a ser ciencia <<normal>. Aií, el
ciclo dá , r'rto que, cuando faltan unos límites establecidos, las ideas
revolución y ciencia <<normalr> continúa de manera indefinida.
trlnrlcn a apartarse unas de otras. Sin embargo, las ideas cientí-
Durante los pocos siglos que tiene de existencia, la ciencia
-ha actuado de esta manera, hásta el día de hoy en qú" ,"
lr, ¡rs también muestran una tendencia natural aconverger.Una

dera perfectamente normal que una revolucién siga ¡l'rt'cpción inteligente y creativa de las distintas teorías puede,
"onri_
a otra,
paradas por períodos de relaiiva estabilidad.
se_ ¡r,r cjemplo, originar metáforas nuevas en las que se juntan va-
¿erln"uit"Ufl,
incluso deseable, el empleo de toda esta estrategia en la
o rrirs ideas, para pasar a explorar y desarrollar las similitudes y
taiea , I crencias entre ellas.
I r
de hacer ciencia? El resultado es un grado de coñfusión
mentación que no da señales de disminuir. t fr"g_ listá claro que esta tendencia de converger dentro de la di-
¿Es posible iu" íu totalmente diferente del tipo de convergencia que
ciencia avance en una nueva dirección, en la que ie dé mayor '','rgencia es
li_ ',r' origina a través de un paradigma, cuando la comunidad cien-
bertad aljuego del pensamiento y la creatividad pueda
á"i"u, trlica impone, de manera inconsciente, presiones y limitaciones
erl to(9 momento, y no sólo durante los períodos
áe revolución ,rrbitrarias. En lugar de esto, la convergencia tendría lugar
científica? Si.este juego libre y fueran f" ,"gü, , ,rnro resultado de una percepción inteligente de la totalidad de
esto implicaría que, en cualquier"rt" "r"uiividad
momento, habría una serie"de r¡n;r situación. Si se pudiera practicar la ciencia de esta manera
puntos de vista y teorías alternativas en cada una de las
áreas de posible efectuar un enfoque más dinámico, en el que sur-
la ciencia. "t'ría
Tradicionalmente, los científicos han aceptado que, cuando ¡irrían constantemente las ideas nuevas, reunidas después de
nrilnera creativa para formar casos límite de ideas todavía más
varias teorías pretenden dar cuenta de un m¡smo'fen¿meno,
sólo una de ellas puede ser correcta. Las otras se rechazan licnerales. En el marco de una unidad dinámica de este tipo ha-
o, Irría una motivación intensa para limitar la divergencia, y evitar
como en el caso de la teoría de Hamilton-Jacobi, una teoríá
;rl mismo tiempo la conformidad.

66
67
en la ciencia
(' it ttt' tt¡, t ¡ rtlr t t v c rcutividad Revoluciones, teoríes y creatividad

interacción con el
Esta actitud es de alguna manera similar a la del filósofo del ¡r de Ia mente, a modo de teorías: la
rot
siglo xtx William James, que defendía una pluralidad de enfo- ¡rrrrrrrkr exterior se realiza mediante
complicados instrumentos
ques dinámicamente relacionados. En lugar de la unidad mo- ,;;;;: i;;;;lJoconstruidos en base a estas teorías' Además' las
no de los
nolítica del paradigma, que sólo cambia cuando una revolución , mismas qo"-tu ciencia plantea proceden
rrr'.,riones
cuerpo ya existente
lo agrieta y lo hace tambalearse, habría una especie de unidad , ,rui"nidos por ios sentidos, sino de un
i ,i , ,,
de nuestro
en la pluralidad. ,i,i .,,,r.r"i*ientó' Así pues, el elemento subjetivo
Con todo, esta propuesta de una pluralidad creativa en las . de la t"lfi¿"¿ no viene dado oor los sentidos'
"n()eimiento y mental en el que se desarrolla
teorías e ideas científicas hace surgir una pregunta relevante: ',rrr., POf todo el
"rqu"riu 'o"lal
¿cuál es la relación entre ciencia y realidad? ¿Acaso es esta plu- l,r, rt'tlcia.
el pensamiento'
ralidad una mera cuestión de desarrollar puntos de vista diferen- l.ir actividad fundamental de la ciencia es
y t:,:xptesa mediante el
tes que dependen de las exigencias de la sociedad o las preferen- surge O" ta per"epción creativa
'tr¡(' e.l que el pensamiento se des-
cias personales del individuo? Si esto es así, parece que dejaría ¡rr,'¡,,o. Esto origina,,n'pi"""to."n a acción
pása después
,,i,,:g,, *
de ser válida la idea de objetividad en Ia ciencia como medio ptovisional' .qtt"
conocimiento' Este
t,,uir convertirse en ;;;;t
para obtener algún tipo de verdad relativa sobre la naturaleza. "onoá*i"rriá percepción.y
uaupiación continua del conocimiento'
Nosotros pensamos que sí hay un significado para la reali- Irr(x'cso conduce u unu
y Lxtienoe de manera constante ' Por
dad que nos rodea, pero que es necesario que también nosotros :
,,;.' ;;;"; , ;" trurrrrot-u
estemos incluidos de alguna manera fundamental, participando t,rnto, el no atgo firme que se vaya acumula¡-
"ooocimienio "t pto""*o de cambio' Su
en ella. Nuestro conocimiento del universo se deriva de este ,1,r tlc manera rigiOa, siná t'n
"óntint'o que al de un ban-
acto de participación en el que estamos implicados nosotros, { ('cimiento se parece más al de un organismo
r

nuestros sentidos, los instrumentos que utilizamos en los expe- , ,, tlc datos. Cuando nos encontramos
con serias contradiccio-
es necesario volver a la per-
rimentos, la manera en que comunicamos y las vías que escoge- ,r. , **t it,"rior del conocimiento'
mos para describir la naturaleza. Así pues, este conocimiento ;; v al juego libre' cuyo. efecto
t:f ttli-tlo:Ti
exrstántá' El conocimiento no tiene otro stgnt-
es al mismo tiempo subjetivo y objetivo. ,l ';;;'"t*tiva
t'onocimiento
Hay que hacer hincapié en el hecho de que este enfoque de lre rrclo que este ciclo de actividad'
de que este conocimiento pueda
proporcionar or-
la realidad es muy distinto del que sustentaron los positivistas El hecho
predecir de manera correcta
lógicos, un grupo de matemáticos, físicos, historiadores, soció- ,r.,r*u-iu-"*periencia, e incluso
que de alguna manera tie-
logos y filósofos que empezaron a reunirse en torno al filósofo nuLrvos tipos de experiencia' muestra
Moritz Schlick en Viena, en la década de los años veinte. Los n(' que estar directa."n'" rólacionadocon una realidad situada
p.arte' no nay torl¡
positivistas defendían que el conocimiento científico es en rnrrs allá del conocimiento mismo' Por otra
fijada o puesta en vr-
esencia una codificación de los datos de los sentidos, y recha- ,lc conocimiento que haya sido totalmente
Esto significa que toda búsqueda de
zaban todo lo que iba más allá de la deducción directa de los ,i.,,' á" -^""tu ind"iittiÍu' ya
datos obtenidos por los sentidos, considerándolos como meta- rrrr conocimi"rrao uüofuto V detáminadó es pura ilusión.'
física inútil. Este positivismo ha ejercido una considerable in- ;;,;"";ñ;;.á"i*iátit ¿" la actividad cambiante de Ia
"uó" a la acción y
fluencia en el pensamiento de muchos científicos. Sin embargo, 1,e rcepción
creativa, eijuego libre' la exposición
lo expuesto en este capítulo ha dejado claro que la mayor parte ',rl retorno como exPertencla'
de la actividad científica no tiene nada que ver con la sens4ción ¿Significa ".to
q"" fu verdad es algo relativo' :"? d"p:Lg:
la sociedad construrr
directa. Lo que llamaríamos <percepción>> tiene lugar en el in- srilo de un número áe accidentes? ¿Puede
69
68
Ciencia, orden y creatividad Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia

un mundo a la manera que le apetezca? La respuesta es que, de rstrés, la dieta o la neuroinmunologla, que quizá lleguen a
hecho, tenemos la libertad para construi¡ el conocimiento y el Ir¡rnsformar la visión actual de cómo enferma la gente.
mundo de la manera que queramos. Sin embargo, los resulta- lndudablemente, el bienestar de una sociedad está en cone-
dos no siempre serán adecuados, y en algunos casos pueden re- rrr'rn con la visión concreta del mundo que eventualmente sos-
sultar confusos e incluso destructivos. No podemos imponer tl('nc. No es sólo cuestión de <<construir una realidad que nos
cualquier visión del mundo que nos apetezca y esperar simple- ( ()mplazca>, sino que se trata de todo un ciclo de pensamiento,

mente que funcione. El ciclo de percepción y acción no puede ncción y experiencia que a la larga conduce al o¡den o al desor-
mantenerse de manera totalmente arbitraria, a no ser que nos rlcn d€ la sociedad. Como podrá comprobarse con más detalle
pongamos de acuerdo en suprimir las cosas que no deseamos t'rr los capítulos que siguen, este ciclo tiende a bloquearse no
ver, mientras que al mismo tiempo intentamos mantener a rrLlo durante los períodos de <<ciencia normal>>, en los que la
toda costa las cosas que nos son más queridas en nuestra ima- H(:nte se muestra insensible a los cambios sutiles, pero impor-
gen del mundo. Está claro que, en un momento u otro, tendre- t¡rntes, sino también durante las revoluciones, momento en que
mos que pagar el coste de mantener esta falsa visión de la rea- rc cnfatizan los cambios y no se es capaz de ver la continuidad.
lidad. A no ser que se mantengan la sensibilidad y claridad apropia-
Como ejemplo, pensemos en la visión del mundo que te- tl¡rs sobre las similitudes y las diferencias, el cambío y la conti-
nían los europeos de la Edad Media. En ella no se incluía nin- rrrridad, se establecerá la rigidez de pensamiento que conducirá
gún interés especial por la higiene; es más, la higiene no era ¡r Ia confusión y a la acción inadecuada, signos todos ellos de
relevante en su visión del mundo. Sin embargo, mucha gente r¡rrc el pensamiento está atrapado en un <juego sucio>>.
moría a causa de las plagas, a pesar de lo que la sociedad creía
sobre el origen y la naturaleza de la enfermedad. La gente no se
daba cuenta de la conexión ent¡e su sufrimiento y su visión, o l'.1juego libre y la noción de falseabilidad
falta de ella, sobre la higiene. Probablemente, daban por senta- tlc Popper
do que no podía existir tal relación. Sin embargo, la situación
mejoró en cuanto se notó la relación, de modo que la nueva vi- La propuesta de una <unidad en la diversidad>>, en la que el
sión del mundo condujo a mejoras revolucionarias en la pre- Ibre juego del pensamiento científico permite que una serie de
vención de las enfermedades y las epidemias. El desarrollo de tt:orías diferentes coexistan de manera creativa y dinámica, va
esta visión del mundo evolucionó hasta la noción actual de las sin duda contra todo un filón de ideas existentes en la actuali-
enfermedades, relacionadas siempre con causas externas, tlad sobre cómo debe operar la ciencia. La infraestructura de la
como las bacterias y los virus. Así pues, en el siglo lo< la enfer- t iencia se ha visto muy influida por las ideas de sir Karl Popper
medad se considera en términos de causas y curas, visión que cn torno a cómo se deben juzgar las ideas científicas. En La ló-
concuerda con la infraestructura científica general de análisis y ¡iica del descubrimiento cie-nffico, Popper señala que una teorla
fragmentación. Sólo en época relativamente reciente algunos cicntífica no puede ser en realidad probada, sino más bien he-
médicos han cuestionado la exclusividad de este enfoque, para cha creíble.5 Repetir experimentos realizados según las predic-
preguntar: ¿por qué, en un grupo de gente expuestos a circuns- t'iones de una teoría aumentará, sin duda, su credibiüdad en el
tancias semejantes, unos contraen la enfermedad, y otros no? scno de la comunidad científica, pero nuncaprobará su cotrec-
De esta manera comienzan a sentirse nuevas visiones de la na-
turaleza de la enfermedad y la importancia del tipo de vida, el 5. Science Editions, Nueva York, 1961.

70 7l
Ciencia, orden y creatividad
Revoluciones, teorías y creatividad en la ciencia
ción en sentido absoluto. Todas las teorÍas son de arguna manera
limitad,as, y aunque series de experimentos puedin confirmar I'larrlas en cultivo, que necesitan ser nutridas durante un tiem-
l? r:".t* en_T c_amp.o determinaáo, no pueden sin embargo l){} ¡urtcs de exponerlas a los riesgos de los elementos.
ex- lrn lugar de enfatizar exclusivamente la falseabilidad, sería
cluir la posibilidad de que aparezcanexcepciones o argú;co;-
rrrr'¡or sugerir que la ciencia consiste en un movimiento con dos
poftamiento nuevo. Así pues, Io mejor que puede hacer la
,lrr ccciones, la de confirmacién y la de falsificación. Es obvio que
ciencia es falsear una teoría, estableciendo utgrin punto de dei-
rrn licne sentido esforzarse en falsear una hipótesis cuando nunca
viac_ión significativo entre el experimento y la-predicción.
lr¡r siclo realmentg confirmada, o si tiene poca credibilidad.
Las ideas de Popper tuviéron el efecto de introducir un
l,as ideas fundamentales deben ampararse durante un tiem-
cambio importante en la manera de pensar sobre la ciencia, ya
que mostraron cómo el entendimiento comienza con la ¡(' cn un espíritu de libre <juego> creativo. La comunidad cien-
adop_ t¡lrc¿r debería admitirlo como un período necesario durante el
ción provisional de una teoría, que es confirmada mediante
oL- , rrrrl la nueva idea puede discutirse de manera abierta y resultar
servaciones, y más tarde desmentida y reemplazada por
alguna rt'linada, Es más, en el capítulo siguiente se defenderá la idea
nueva teoría. Queda claro que, para poder asumir ias
,k' t¡ue precisamente esta comunicación es una fase esencial en
"oñtr"-
dicciones entre una teoría científica aóeptable y la experiencia
l¡r creatividad científica. Si un científico no puede hablar seria-
real, la teoría ha de ser en último término falsáable.'g, ¿".ir,
rrrt'nte de una idea nueva hasta haber propuesto un experimen-
ha de ser formulada de manera que sus implicacioner no qu"_
to tlcterminado que pueda falsearla, entonces la ciencia estará
den sujetas a demasiadas suposiciónes arbitiarias, de modo
la teoría pueda siempre ..silvarse> mediante el ajuste .onu"_ lue lrr('sa en una actitud de <trabajo diario> en la que se desaprue-
lr;r cl juego libre excepto en el caso de que pueda ponerse a
viente de estas suposiciones para adecuarse a los hechos, sin
rr ucba inmediatamente.
importar cuáles sean estos hechos. ¡

Sin embargo, todo el clima de los argumentos de Popper


^ A medida dequela las
fraestructura
ideas de popper se introdujeron en la in_
ciencia, se fueron cambiando ie alguna ma-
,';rrnbia en cuanto a una teoría nueva se le permite un período
rlt' tlesarrollo, de modo que varias teorías puedan coexistir. Ya
nera...Así, hoy se pone excesivo énfasis en la falseabilicl"ad, en el ¡r() es necesario considerar las teorías como rivales, y deja de
sentido de que, a no.ser que una teoría pueda
rt'r apremiante el problema de determinar criterios que permi-
seguida con un experimento en el que sea posible"o*purui." "n
falsearla, esa liul escoger entre ellas. Es incluso posible que el mismo científi-
teoría no se considera como propiamente científica. si no éxis-
r'(, mantenga al mismo tiempo en la mente diversas alternati-
te la posibilidad de algún
"eiperimento crucial> inmediato, la
teoría es despreciada, tildada
virs, y se ocupe en un libre juego creativo para ver si pueden es-
de <pura metafísica> y sin ninlu_ trrr relacionadas, haciéndolo quizás a través de una metáfora
na-importancia para la ciencia. Er Lfecto de este est-ado ae oii
lrcativa.
nión es disuadir a la mente de jugar de manera libre con ias
Además, frente a Popper puede argumentarse que una bue-
ideas.
rrir idea general, falseada en algún experimento, podría <<salvar-
Pero-puede.ser que una idea nueva, que tiene un amplio ¡i(:> con un cambio en sus hipótesis secundarias. Después de
de implicaciones, requiera un largó período de gesta_ Iodo, sería arbitrario proponer que esto nunca puede ocurrir, y
"l1po
ción antes de que puedan deducirse inferJncias falseableJ. por r¡ue todas las teorías aparecen ya perfectamente formadas. Cla-
:l"Tqlo, la hipótesis atómica, sugerida por Demócrito hace
25 siglos, no ha tenido inferenciai definiiivamente falseables
r o que, si un científico tiene el hábito de hacer este tipo de ajus-

tcs una y otra vez, eso sugeriría que se ha visto atrapado en el


durante por lo menos 2.000 años. Las nuevas teorías son como juego sucio>>. Cuando a la mente le molesta la posibilidad de
"

72
73
I
Ciencia, ord,en y creatividad Revoluciones, teorías y creativid,ad en la ciencia

tener que renunciar a ideas que le son queridas, podría quedar rrrrry ¡rerceptivo, de gran energía y pasión, en el que se dejan
atrapada en el subterfugio. Por otra parte, cuando una persona ¡¡trfts o se disuelven algunos aspectos excesivamente rÍgidos de
resulta vlctima de tal comportamiento, no hay método o crite- l¡r ¡rrf raestructura tácita. En la ciencia, como en otros muchos
rio filosófico que lo pueda evitar. Una mente que quiera jugar r runl)os, se debe desarrollar detalladamente esta percepción de
sucio siempre será capaz de encontrar algún camino, cualquie- l,r sinlilitud básica entre dos cosas muy diferentes, para pasar
ra que sean los criterios según los que decide la ciencia. ,k'r¡rués a un tipo de analogía más literal.
.
Así pues, el punto clave aquí no es buscar un método que Naturalmente, no toda metáfora científica ¡esultará fructí-
evite que los cientlficos se vean atrapados en el <juego sucióu. llr ¡¡, de la misma manera que no todos los intentos de metáfora
Se t¡ata más bien de hacer frente al hecho de que todo este pro- ¡xri;lica merecen nuestra atención seria. Además, está claro
blema surge porque la mente no quiere ser indebidamente mo- ,¡rr<' sólo una persona que ha penetrado en un campo con gran
lestada. En estas circunstancias no puede actuar de manera ¡llcrés y diligencia, y que tiene además la capacidad y habili-
creativa, sino que está abocada a jugar sucio para defender las ,Lrrl requeridas, logrará crear una rnetáfora útil. lncluso a gente
ideas a las que se siente tan unida. Por tanto, lo que se necesita rh' cst€ tipo no suele ocurrirle con frecuencia.
es seguir con este examen de la naturalezade la creatividad y lo ( lna vez visto que el enfoque de cualquier trabajo mediante
que impide su funcionamiento. l,r ircción de un paradigma produce una excesiva rigidez de la
rr('nte, se sugirió que era mejor permitir una pluralidad de con-
r {'ptos básicos, con un movimiento constante tendente a esta-
Resumen y p ers p e ctiv cts I'k't:cr una unidad entre ellos. Jugar de manera libre y creativa
, rrrr las ideas ayudaría en el proceso, y permitiría que el pensa-
Resumiendo, la manera de hacer ciencia en la actualidad ha rrrre nto científico se moviera de manera nueva y original. En tal
evolucionado de modo que algunos de sus rasgos son un serio I rr\o, la ciencia no sería tan rígida como para necesitar una te-
obstáculo a la creatividad. Entre ellos, uno de los más impor- ,,'lr¡ción capaz de introducir cambios básicos. Es más, todo
tantes es el desarrollo de paradigmas. Es conveniente que en ! ..t(:
proceso seía un movimiento significativo en la liberación
todas las épocas, y no sólo durante los períodos de revolución , h' lrr onda creativa que hace falta si esperamos de la ciencia que
científica, exista la posibilidad de juego libre de la mente en ,r,rs ayude a hacer frente a los problemas más profundos de la
torno a cuestiones fundamentales, de modo que podamos en- lrrrrnanidad. Por tanto, se proponía que un enfoque tal conduci-
contrarles una tespuesta creativa adecuada. Los paradigmas, y r r,r ir una manera de hacer ciencia mejor que la que es posible

en especial aquellos que han permanecido durante cierto tiem- ¡ rrt'tl iante el enfoque tradicional.
po, mantienen la mente encarrilada, siendo necesaria una re- [..n este capítulo se mostró también, a través del ejemplo de
volución para salir de ahf. Esta rigidez excesiva se va almace- l;r nrctáfora, que la creatividad cientffica surge en primer lugar
nando, hasta llegar a una confabulación inconsciente, en la que
' n rrn acto de percepción mental. En los próximos capítulos se
los científicos <juegan sucio juntos>), para <<defendel>> las bases , ,,tr¡cliará la creatividad en un contexto más amplio y no habrá
entonces aceptadas de la investigación científica frente a la per- rr,'t'r:sidad de concentrarse en la idea de metáfora y formas rela-
cepción de su inadecuación. , r,rr¿rdas. Así se estudia, en el capítulo siguiente, la conexión
En este capítulo se consideró fundamentalmente la metáfo- , rrtrc la creatividad y el acto de comunicación, y esto se exten-
ra como forma creativa. Lo esencial de esta forma es que, al , h'r :i , máS adelante, a nuevas nociones de orden.

igualar dos cosas muy diferentes, la mente entra en un éstado


s!?BRrOr¡l
74 '--
CENTRo D! rNvEsT¡G^CtoNEs Y ESTUDIOS
-ñr-xtnoPot
ctlsocrALENoccrDoñfl .1 75
BIBLIOTEüA
clesan CARMEN CASTAAIEDA GARCIA

_i
La ciencia como percepción y comunicación creativas

'f
ilr, tras una operación, es capaz de ver. En estas circunstan-
r i¡rs, la visión clara no es un proceso instantáneo, sino que doc-
trrr y paciente tienen que enfrentarse a un duro trabajo antes de
2. LACIENCIA COMO PERCEPCION r¡rrr el revohijo de impresiones visuales sin sentido puedan ser
irrtt'gradas y formar un auténtico <<ver>>. Este trabajo incluye,
Y COMUNICACIÓN CREATIVAS ¡','r cjcmplo, explorar los efectos de los movimientos del cuer-
¡rn srlbre las nuevas experiencias visuales, y aprender a relacio-
n¡u las impresiones visuales de un objeto con las impresiones
¿Le es posible a la ciencia operar de manera radicalmente t¡rt tilcs previamente asociadas a é1. Más concretamente, lo que
nueva, de modo que ideas básicamente diferentes se conside- ,'l ¡rirciente ha aprendido por otras vías afectará de manera im-
ren juntas y se hagan nuevas percepciones entre ellas? En el l,(ulirnte a lo que ve. La disposición global de la mente para
capítulo anterior se mostró que la esencia de la creatividad des-
'rlric:lrender objetos
por vías distintas juega un importante pa-
cansa en la habilidad para tener percepciones nuevas, y se indi- 1,r'l ¡rara ayudar a seleccionar y dar forma a lo que se ve.
có también que la comunicación juega un papel clave en este Iistas conclusiones se confirman cuando se analiza el siste-
tipo de percepción. En el caso de I lelen Keller, por ejemplo, el rrr¡r ncrvioso a nivel neurobiológico. Para poder ver algo, es ne-
momento de lucidez y la manera cn que lo desarrolló estaban i csurio que el ojo realice movimientos rápidos, que ayudan a
muy directamente relacionados con la comunicación. En este i'r(rircr de la escena elementos de información. Se ha demos-
capítulo se estudia todo el asunto de la comunicación con ma- Ir:rrlo que la manera en que estos elementos pasan a constituir
yor detalle, y se sugiere que es tan esencial para el acto creativo rrrrrr imagen completa y de percepción consciente depende
como la percepción mental. Es más, en este contexto, la per- rrrucho del conocimiento general de la persona y de sus presu-
cepción y la comunicación están relacionadas de manera inse- l,ucstos sobre la naturaleza de la realidad. Algunos curiosos ex-
parable, de modo que la creación surge tanto en el fluir de ¡rt'rimentos demuestran que el flujo de información procedente
ideas entre la gente como en la comprensión personal del indi- rlt' niveles más elevados del cerebro a las áreas de construcción
viduo. ,lc imágenes supera la cantidad de información que llega de los
,rjos. En otras palabras, Io que <<vemos>> es tanto producto de
¡rr oonocimiento previo como de datos visuales nuevos.
Percepción sensitiva y percepción mental Así pues, la percepción sensitiva se halla fuertemente deter-
nr¡nada por la disposición global de la mente y el cuerpo. Pero,
La percepción sensitiva no depende solamente de los deta- ;r sr.r vez, esta disposición se relaciona de manera significativa
lles fisiológicos de los ojos o los oídos, sino de un contexto más , orr la totalidad de la cultura y la estructura social. De manera
amplio en el que se incluye la disposición del individuo. El caso .,r'rncjante, la percepción mental viene también determinada
de la vista ha sido investigado desde distintas perspectivas. Los ¡rol este tipo de flujo más amplio. Un grupo de gente que cami-
cientificos han demostrado que el acto de ver requiere el movi- uir por un bosque ve y responde al entorno de manera diferen-
miento activo tanto del cuerpo como de la mente. Así pues, la tr'. El maderero ve el bosque como fuente de madera, el pintor
percepción visual es un acto intencional y no pasivo. ,,'nro algo que pintar, el cazador como una forma de experi-
Un ejemplo claro de cómo opera la visión en un contexto nrcntar un tipo de juego, y el excursionista como un lugar que
más amplio lo tenemos en el caso de un ciego de nacimiento t'x¡rlorar, En cada caso, la madera y cada uno de los árboles son

76 77
Ciencia, orden y creatividad.
La cienci.a como percepción y comunicación creativas
percibidos de maneras.muy
distintas, dependiendo de Ia
ria y las expectativas.¿"f .á*ir"oi".'irr¿ histo_ rr-n ¡rhora en la intención de investigar las consecuencias de una
en que una disoosición social que Ia manera r-' la disposición para utilizar determinados aparatos.
Íir o
global influye"l"ro
en el modo de ver 'r
las cosas resulta *uy-irnport"rr?" I In rasgo adicional de esta percepción científica es su natu-
p"rriu porque, como
se señaró en er caoíturo
anterior, J* p".."p"ión
"i"ncia, mental r¡rk'¿rr esencialmente social. Porque sin una intención firme,
da al acto creativo. EI;-";;;"i"'rÍ"ir.urividad va uni- ,,'nrpartida por los científicos, no se construiría ni se utiüzaría
también a un camno mu"fro se extiende , I r omplejo equipo que se necesita para llevar adelante un ex-
rer u*-plü,".1O" tipo social.
En este punto resulta impor,"ri" áL¡", clara t,r'r rrnento moderno. La naturaleza misma de la ciencia moder-
la naturaleza ,r'r v cle sus teorías ha permitido la aparición de un modelo de
:ffi:i:Jrltrcepción cie;tíri;. Eni'os "", il; sigros ,,¡rrr¡ramiento de piezas grandes y caras, que requiere la inter-
tuen ter,r",._
a
fi' 3ffi :ffi:il,:rutl ', nción de grandes instituciones. A su yez, esto predispone a
"
glo xx comenzar( "'Jr?Íi?J#;"T:
tener un papel
a'
1,,', t'icntíficos a ver la naturaleza de una manera determinada,
gar, Ios inrtru,n"r,t'n secundário' P" su ü- ,lr(' l)asa a sus teorías y de ahí a la programación de nuevos ex-
¡'i'r rrtrcntos.
l":l*d"*;A;:d:'.";:,'lii:,H."r,:'B:Hl¿T:[t*;f
mstrumenros relativameil" I'rlr ejemplo, a escala internacional se está realizando en la
el telescopio, todavía podían
,i_fi"r,;;.
el microscopio y ¡rr rrurlidad una importante inversión para la construcción y ma-
der ojo' pero en la actrrarida¿, como extensiones
"oiri¿árulre
ro. inri*mentos científicos 'r''¡o {g aceleradores elementales de partículas. Pero, de mane-
han alcanzado tal srado a9 ¡;r t':rsi subliminal, esto predispone a los científicos a desarrollar
están cada vez má-s ul"¡udu,""*prl¡iail;r" las observaciones .rr,, tcorías en términos de partículas y a proyectar experimen-
á"i"-,p"r*¡UOn
¡s Hvrvwl sensitiva inme_
diata. i"., ir(licionales, que darán respuestas nuevamente en términos
Pero es incluso más significativo ,l{ l)irrtículas. Toda la estructura social de la física tiene como
el papel de las teorías, que , lt't'to la reafirmación de la hipótesis de la materia de la partí-
representan en la actualidad
la .uyoi cánexiOn de la ciencia
con la realidad. Las teorías , r¡l{r. Como consecuencia, resulta más difícil investigar otras
A"t".rrrñ* ,iJ rOlo el diseño de los
instrumentos científicos, ,ino ¡,, r.,r lrilidadeS.
tamUien;i;;p" de cuestiones oue
u" plantear Al acentuarse el hecho de que, en la ciencia moderna, la
"*peri;;;;;;il5* #;;';ü;:
[11e ro,
"n
rnstrumentos científir t"'rt:cpción tiene lugar sobre todo a través de la mente, no hay
,lrrc olvidar que éste ha sido siempre un componente vital en la
Í",,";;i;;*;ü".?n:i;frJ¿:1"""i,:"::HHil*,:,fr
daros que producen,on , r,'rrcia. [,os datos de observación recogidos por Arquímedes
11_.:"?. oor_'ü"nte inrroducidos en , rr srr bañera, por ejemplo, tenían poco valor en sí mismos. Lo
t:
:¿T%:,il'#:; ii:#:-
n'i*
putadora,r..,".iiá-o1'o:1,+:Í'xü#ii:,:"n::f"'*kl;
;;'*;
"'o' /
áigi r,

"'.
eo,..iu ..r¡,rrif
icativo era lo que decían al ser percibidos a través de la
en un acto de imaginación creativa. El cambio funda-
Io comparamos con et alt p"ensami;;,"".' *-
'nr'¡rtc
,!{'ntal que se observa en la ciencia moderna es que esta per-
En la ciencia moderna, y;t , . lx'ión mental está más presente que antes, y su naturaleza so-
percepción
;;"retamente en ffsica, la , ¡;rl c:s mucho más dominante.
se reariza medianiera
*á"i", á.roe ra intención in- l)ebería quedar claro ahora que todas las formas de percep-
ll* t la disposición general
ut""tu"rnj, ñ
eor'"¡"'nfr,o, l" ri-pü i"i"""io"' ' ¡on. tanto la sensitiva como la mental, implican una forma de
::= :1*l'
sron cte usar un objeto ilTff;r: ij".::;
de una manera ¿lierminada,
,r, trvidad cíclica. La nueva información es captada por la mente
se convier- 1 ;r su vez, produce una viva actividad en la que actúan la habi-
78
79
Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

lidad y la recogida de información para confirmar, explorar y -ll¡r A medida que se va desarrollando, el científico discute las
reforzar lo que se ha visto. Esta nueva actividad recoge infor- nu('v¡rs ideas con sus colegas y puede que las publique. Así,
mación adicional, que vuelve a ser captada por la mente y con- ltlr¡il(:cen las críticas y se intercambian sugerencias en el marco
duce a una actividad creciente. Pero esto es muy parecido a lo
'1,' l¡r comunidad científica. Esto conduce a una transformación
que ocurre también en la ciencia. Así pues, el conocimiento de ,1. lrr percepción original. Este proceso de discusión genéral
la realidad no descansa en el sujeto, ni en el objeto, sino en el -'¡rn titn extendido en la actualidad que resulta diffcil determi-
flujo dinámico entre ellos. Sin embargo, puesto que la realidad rrirr t¡uién fue en un principio el creador de una nueva idea.
misma es inagotable y no queda nunca totalmente cubierta por l'rrcsl<) que todos los científicos acuden a congresos, escriben
el conocimiento, también podría decirse que descansa fuera del ,rr ttcr¡los y sostienen discusiones con el resto de sus colegas, van
sujeto, e incluye al mismo tiempo toda esta actividad cíclica =rngicndo nuevas percepciones que salen de la totalidad del il
global. rrrctlio social y cultural. De hecho, puede deci¡se que todos los
, ¡r'r¡tíficos aportan algo significativo a esta matriz común, en la i
I
,¡rrc tiene su base primordial cada uno de los más importantes ,t

La comunicación es esencial para la percepción , k'scubrimientos científicos. #


A la vista de este continuo flujo social de ideas, ¿cómo es fi
La ciencia es en esencia una actividad pública y social. De ¡rosible que la fragmentación llegue al punto de bloquear seria-
hecho, es difícil imaginar una investigación científica, en senti- r¡rcnte la comunicación? En el capítulo anterior se mostró iltr
llt
do real, que no implique una comunicación con la totalidad de , ,rrrro puede una persona verse limitada por una <<infraestructu- ilt
l,l
la comunidad científica. En otras palabras, la percepción juega r ir global de ideas>>, a la que se afer¡a de manera demasiado rí- ;t_

un papel fundamental en el acto mismo de la percepción cientí- ||


grrla e inconscientemente. Pero ahora el peligro es que esta es-
ül
fica. El pensamiento de los científicos está dispuesto en un fon- rnrctura de ideas no sólo aparece en el nivel individual, sino
do general, o infraestructura tácita, de ideas, conceptos y cono- (luc es mantenida por la totalidad de la comunidad científica,
cimiento. Además, los científicos se hallan constantemente ,lc modo que en algún momento comienza a poner límite a los
ocupados con una especie de diálogo interno mantenido con ;¡ctos de percepción c¡eativa. Así pues, es necesario hacer un lil
la totalidad de la estructura de su disciplina. En este diálogo, r uirladoso examen de la manera en que se produce la comuni-
un científico hace preguntas y se enfrenta con puntos de vista r;rciór entre los científicos. Esto incluye no sólo a los indivi-
que se atribuyen a otros científicos y a su propio trabajo ante- tlr¡os sino a las instituciones en las que se lleva a cabo la investi-
rior. Además del diálogo interno, los científicos se ocupan de p;rción, así como las actitudes generales que se fomentan y
manera activa y cotidiana de establecer un intercambio social ,rlicntan en el marco de la comunidad científica. Es más, este
de ideas y opiniones, mediante discusiones, conferencias y pu- ,¡nálisis de la comunicación debe extenderse en último término
blicaciones. De estos diálogos surgen motivaciones, preguntas ;r la totalidad de la estructura de las relaciones humanas. Por
y actitudes, de modo que toda la investigación científica sur- t'jcmplo, el temor y la desconfianza pueden ser originadas por
ge, en el fondo, de la totalidad de la matriz subcultural de la ,'l autoritarismo, o la falta de seguridad en el trabajo, y estar en
ciencia. ¡clación con el prestigio social y la competitividad. Todos estos
Cuando tiene lugar la penetración de un científico en un I rrctores actúan juntos para privarnos de ese sentido de confian-

tema, sale de esta estructura global de comunicación, debiendo z;r mutua, buena voluntad y camaradería que es tan necesario
desarrollarla hasta adquirir su sentido más completo dentto de ¡rara el juego libre y el intercambio abierto de ideas.

80 81

I
w
Ciencia, orden y creaüvidad La ciencia como percepcióny comunicación creativas

Si la ciencia quiere verse envuelta por una nueva oleada ril ttsta tiene una fuerte relación con una <percepción interna>>,
creativa, todo esto tiene que cambiar. En este libro se sugierc rrrr¡r visión mental que no es muy diferente a la experimentada
que los científicos podrían comprometerse en algún tipo de jue- ¡rrr cl científico. Estas percepciones internas se ven afectadas
go libre del pensamiento, no restringido por las presiones so- 1r,r todo aquello que el pintor considera importante en la histo-
ciales inconscientes ni por las limitaciones inherentes a deter- rr¡¡ rlcl arte. De hecho, una vez terminado el cuadro éste ocupa-
minados paradigmas. Este libre juego podría extenderse, a r ri su lugar en una matriz artfstica que se extiende en el espacio

manera de diálogo abierto e intercambio de ideas, por toda la y or el tiempo. Cada cuadro significa un aspecto de la historia
comunidad científica, de modo que cada científico fuera más ,lr.l irrte y actúa para transformarla y completarla. La olimpia
capaz de darse cuenta de su potencial creativo. Cuando la co- ,lt' Manet, por ejemplo, debe mucho a La maja desnuda de
munidad científica deje de mantener esta estructura tácita de t ioya, entr€ otros cuadros, y a su vez inspiró a Cézanne para t,

+,
pensamiento, será entonces posible fomentar la creatividad en yntar Una Olimpia moderna. A lo largo de toda la historia del r1i

la totalidad del campo de la ciencia. iu tc:, la relación del artista con otros pintores, escultores y poe- li
j:

Los potenciales creativos de la comunicación libre no son tirs, y hasta con la totalidad de la cultura, va fntimamente unida
exclusivos de la ciencia. Fueron, por ejemplo, de vital impor- ,r lrr percepción y ejecución de una obra.
tancia en la educación de Helen Keller, y pueden verse muy lgual que en el arte, también en la ciencia la creatividad sur-
it
claramente en la manera de operar de las artes visuales. Piénse- ¡ic de una comunicación libre y abierta. De hecho, no es posi- l'l
lrlc pensar en ninguna separación fundamental entre las per- fr
se, por ejemplo, en un artista que se encuentra haciendo un re- lxt

trato. Una visión ingenua de lo que es la pintura deduciría de , cl'rciones de la mente y la comunicación; ambas forman un Fr
II
ello que el artista intenta retratar al modelo <<como en realidad torlo indivisible. Aunque sea posible separarlas para el análisis, il
4
es>. Sin embargo, un momento de reflexión nos permitirá per- 'i( )n en realidad dos aspectos del mismo proceso, que podría de-
il
catarnos de que otros artistas retratarán lo mismo de maneras rrorninarse mediante el compuesto percepción-comunicación.
totalmente diferentes. Entonces, ¿dónde descansa esta <<ver- l',s claramente erróneo pensar en el científico como relaciona-
dad artística>? Otra indicación igualmente ingenua sería decir rlo con la realidad solamente a trayés de la actividad individual.
que al artista le importa en primer lugar la verdad de las per- Srr comunicación social se extiende a lo largo de toda la comu-
cepciones visuales inmediatas, <desnudas>>. Pero todos los da- ¡ritlad científica e incluso más allá, ya que la tecnología actúa
j'f
tos sensoriales se encuentran profundamente influidos por el ',olrre toda la sociedad y el entorno, !, o Su vez,la sociedad de-
fondo y la disposición personales. En el caso del artista, esto in- tt'rmina las direcciones de la ciencia a través de la política, el il
cluye todo lo que ha tenido lugar con anterioridad en la historía .,o¡rorte financiero y de muchas otras maneras. Debido a la im-
del arte, además de su relación con la materia. lrrrtancia de la percepción-comunicación libre en la actuación
Una serie de experimentos psicológicos ha demostrado que , reativa de la ciencia, es fundamental el descubrir cómo puede
la percepción visual está claramente condicionada por las cir- lrkrquearse o destruirse la comunicación y cómo desemboca
cunstancias en las que se obüene dicha percepción, como por csto en la fragmentación del esfuerzo científico.
ejemplo el <significado" de la escena y las cuestiones que se le
plantean al que ve en ese momento. Es evidente que el artista
no escapa a este proceso, y que la <visión artística>> surge de
una comunicación, proyectada hacia el exterior, con una am-
plia matriz de ideas, predisposiciones sociales, etc. Además, el

82 83
f,

Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

(lue, en los niveles más profundos, estas materias no guardan


Los paradigmas y la especialización como causzs r'rl realidad relación alguna y que el mundo consiste en partes
de ruptura de la comunicación scparadas gue siempre pueden seguir siendo estudiadas separa- il'
rl¿rmente. Este es el verdadero presupuesto que subyace en la
IJna comunicación libre y fluida es fundamental para la lr agmentación, y merece la pena señalar de nuevo que se trata

operación creativa de la ciencia. Sin embargo, se han produci- tlc una falacia. Todos los conceptos científicos se basan en un rrl

do serias rupturas en la comunicación, sobre todo durante este londo de ideas que se extiende por encima de todas las ciencias
sin límite. Existen conexiones de largo alcance entre las ideas, li
siglo, cuyo resultado es el estado fragmentario de la ciencia.
cnfoques y métodos de las distintas especialidades, conexiones
¿Cómo surgen estas rupturas y estos obstáculos a la comunica-
ción? Evidentemente, una de las causas son los rápidos e im- rlc vital importancia que no pueden ser tratadas como especiali-
portantes cambios que han tenido lugar en el desarrollo de la rlades separadas y ramas inconexas dentro de un mismo campo.
l.as más importantes de estas conexiones de largo alcance sue- I
ciencia. En el movimiento de Aristóteles a Newton, y de éste a
Einstein, han aparecido ideas y conceptos nuevos que parecían k:n ser las más sutiles y subliminales, de modo que su influencia
ser irrelevantes o inconmensurables con las ideas anteriores. cs indirecta. Sólo cuando la comunicación científica se desarro-
De hecho, algunos historiadores de la ciencia han defendido ll¡¡ con un espíritu de juego libre y creativo pueden mostrarse
que estas rupturas en la comunicación, y por tanto en la per- scnsibles los científicos a los contextos generales y a las cone-
cepción, son inevitables en una revolución científica. Sin em- r¡ones de largo alcance entre las distintas disciplinas. ffir

bargo, nosotros sugerimos que esta ruptura no es siempre ine- Un sencillo ejemplo puede ilustrar este punto. Los neuro- rl
vitable. lrr(rlogos tienen poco que ver con las teorías de la mecánica
{l
Las barreras a la comunicación no aparecen solamente du- t rrifntica. Sin embargo, se ha descubierto que, de determinadas
llil
rante las revoluciones, sino también en los períodos interme- nraneras, el sistema nervioso puede responder a quantas indivi-
dios de <<ciencia normal>'. Más adelante se mostrará cómo el rluales de energía. Esto abre la posibilidad de que la confianza
uso de un lenguaje científico especial, envez de fomentar la co- 'rclual de las neurociencias en las nociones normales de espa-
municación, actúa de hecho para interrumpir el libre flujo de t ro, tiempo y causalidad, pueda resultar inadecuada, y quizás

ideas. Otra barrera, y causa también de fragmentación, es el tcngan que introducirse en este campo nociones procedentes '1
r lt: la teoría cuántica.
desarrollo de campos de investigación especializados, ya que
esto va acompañado a menudo de la suposición de que las ideas Debería insistirse también en el hecho de que cada discipli-
y conceptos de un campo no tienen realmente importancia en n;r proporciona un contexto a las demás, contribuye a la manera
otro. ,'n que utilizan su lenguaje científico y las dispone a percibir la
Claro que no sólo es necesario, si no deseable, cierto grado n;rturaleza por determinadas vías. Cuando a esto se añade la ma- I

de especializaciín. En el trabajo de todos los días, Ias activida- rrt:ra constante y a menudo sutil en que cambia la ciencia, queda
des del neurobiólogo y del físico teórico tienen poco que ver. , lirro que se necesita una comunicación continuada y activa. Allí
, k rnde se fijan barreras entre disciplinas y especialidades la co-
No es sorprendente que la investigación sobre las partículas
elementales o la naturaleza de los agujeros negros no traiga a rrrr¡nicación se rompe, las ideas y los contextos se hacen inflexi-
colación conceptos relacionados con sinapsis nerviosas y neu- lrlcs y limitados, y sufre la creatividad. De hecho, cuanto más
rotransmisores. No podría decirse que esto sea un obstáculo se- ',rrtil e inconsciente es la conexión entre las ciencias, más peli-
rio para la comunicación. El peligro surge cuando se asumc !loso es el efecto de bloquear el libre fluir de la comunicación.

u 85
I
-

Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

( upftulo anterior se demostró que habla otras metáforas fun-


Las metdforas como medio de remedíar (rronando entre las teorías mecánicas de Newton y Hamilton-
las rupturas en la comunicación l¡rcobi. Otro ejemplo lo da el fenómeno electromagnético, que
crr otro tiempo se comprendía mediante dos teorías separadas,
Los problemas de comunicación entre las ciencias han re- ,lc las cuales una se ocupaba de las manifestaciones magnéticas
sultado ser más sutiles y complejos de lo que se sospechaba a y otra de las eléctricas. Este ejemplo muestra también la mane-
primera vista. rn profunda en que el marco teórico afecta a lo percibido en la
Más concretamente, en el contexto histórico de la ciencia se cicncia.
produce una importante brecha en la comunicación entre ideas Los físicos del siglo xuII trataban las distintas manifesta-
y conceptos que se consideran, utilizando los términos de Tho- t'iones de electromagnetismo mediante dos teorías diferentes:
mas Kuhn, inconmensurables. Sin embargo, nosotros sugeri- ln del magnetismo y la de la electricidad. Al tratar efectos con-
mos que ninguna de estas rupturas es inevitable y gue, de he- t'rctos con enfoques distintos, los físicos no disfruta¡on nunca
cho, pueden relacionarse mediante el uso creativo de alguna rlc la posición adecuada para ver manifestaciones diversas
forma de pensamiento metafórico. como aspectos de un único fenómeno subyacente. En lugar de
A un nivel fundamental, tomemos como ejemplo el conflic- r:llo, percibían dos tipos de fenómenos muy diferentes, los que
to entre las nociones de materia como fundamentalmente dis- ¡rrocedían de fuerzas magnéticas y los que procedían de cargas
continua o continua. Ya entre los antiguos griegos aparecieron y corrientes eléctricas, que resultaban así separados unos de
argumentos que seguían una u otra línea y, a primera vista, las olros. De alguna manera, la unificación de estos fragmentos en
dos posturas parecen inconmensurables. Sin embargo, un aná- un todo fue realizada en primer lugar por J. C. Maxwell con su
lisis más detallado mostraría que cualquier teoría que defienda tcoría del campo electromagnético, formulada en la década de
la naturaleza continua de la materia puede estar basada de he- l1160. Sin embargo, fue Einstein, son su teoría especial de la re-
cho en una teoría opuesta, que indica que la materia disconti- l¡rtividad (1905), quien mostró cómo puede conseguirse una to-
nua es tan diminuta que nunca ha puesto de manifiesto su na- tal simetría mediante la metáfora: la electricidad es magnetis-
turaleza hasta la actualidad. Y al revés, cualquier teoría de la rrro y el magnetismo es electricidad.
estructura discontinua de la materia puede haber tomado for- Es interesante señalar que el artículo primero de Einstein
ma con la localización y la concentración de un fondo continuo. srrbre la teoría especial de la relatividad, Sobre la electrodinó-
De hecho, estos dos enfoques han sido ya explorados en tnica de los cuerpos en movimiento, comienza considerando dos
este siglo. Por ejemplo, se pensaba que la luz era de naturaleza t'xplicaciones muy diferentes de un mismo fenómeno: el movi-
discontinua, pero se demostró que consiste en quantas discon- ¡niento relativo de un imán y un conductor eléctrico. En el pri-
tinuos, de tamaño tan pequeño que su naturaleza ha quedado rrrer caso, se considera que el imán se mueve a lo largo del con-
oculta hasta época relativamente reciente. De la misma mane- tluctor, un circuito cerrado de cable conectado a un contador
ra, Einstein propuso que la naturaleza, particular de la mate- eléctrico. Por medio del campo eléctrico que va asociado al
ria, podría explicarse como concentraciones y nudos en un unán en movimiento se produce una corriente en el cable, sien-
campo fundamental y continuo. tlo el resultado final la aparición de una desviación en el conta-
Así pues, lo que a primera vista parecían visiones incon- tkrr. En la otra explicación, el conductor eléctrico se mueve a lo
mensurables, con poca conexión entre ellas, resultó tener, en lrrrgo del imán, que permanece ahora quieto. En este caso no
un análisis detallado, una interconexión más profunda. En el sc produce un campo eléctrico, sino que la fuerza magnética de

86 87
w
Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

las partículas cargadas (electrones) del cable producen una co- l',1lenguaje en la ciencia
rriente y una desviación en el contador. Así pues, se dan dos
explicaciones diferentes y en apariencia incompatibles para un El tema de la comunicación conduce, de manera natural, a
único fenómeno: el flujo de una corriente eléctrica cuando un l¡r tliscusión de toda la naturaleza del lenguaje científico. Nor-
il
imán y un cable se mueven uno en relación al otro. rrr¡rlmente se considera que el lenguaje es un medio de comu-
Al darse cuenta de que el movimiento relativo era el punto rrrcación, pero un análisis más detallado muestra que puede
esencial, Einstein desembocó en la consideración de los efectos t¡u¡rbién conducir a rupturas particularmente sutiles, pero muy
eléctricos y magnéticos no como absolutos e independientes, :rp,rrificativas, en la capacidad para comunicar diversos concep-
sino más bien como relativos al estado de movimiento. Ade- t(,s entre individuos.
más, dependen uno del otro, porque un campo eléctrico en de- Las lenguas del mundo son casi infinitamente ricas en su ca-
terminado marco de moción resulta ser un campo magnético en ¡rlcidad para ocuparse de distinciones sutiles de sentido y signi-
otro marco. Nos encontramos aquí con un tipo de metáfora en la rrcudo, hasta el punto de que muchos lingüistas defenderían la
que se igualan magnetismo y electricidad. La penetración de ¡rosibilidad de expresar cualquier cosa que se piense o se expe-
Einstein amplió el posible marco de comunicación dentro de la r lnente mediante el lenguaje. Sin embargo, en la vida profesio-

física, de modo que en la actualidad los fenómenos electromag- rr;rl la gente tiende a utilizar el lenguaje de manera más especia-
néticos se perciben desde una perspectiva muy distinta a la de lrrirda y restringida. Las conversaciones entre juristas, médicos
épocas anteriores. ,r lísicos están llenas de jerga técnica, giros idiomáticos concre-
Desde luego que la percepción de Einstein fue más allá dc tos y usos especiales del lenguaje. De hecho, en cada grupo
este caso concreto, pues le llevó a postular que el tiempo no es ¡rrofesional un término determinado será entendido de inme-
un absoluto. Para conseguir la nueva unidad entre electricidad r lr;rto junto con todas las alusiones que lo acompañan.

y magnetismo, Einstein tuvo que suponer que el tiempo, medi- En el marco de la ciencia, por ejemplo, existen usos espe-
do en la figura que se mueve en relación al laboratorio (es de- , r:rlizados, limitados a determinados campos, como la biología,
cir, el imán), es diferente del tiempo medido en el marco esta- l;r psicología, la química o la física, en los que términos que son
cionario del laboratorio (es decir, el cable fijo). Esto sentó las Ir¡isicos en una disciplina resultarán irrelevantes, diferentes o
bases para una comprensión conceptual de lo que se conoce rncluso desconocidos para las otras. Estos usos especializados
como la transformación de Lorentz, en la que el espacio y el ,lcl lenguaje pueden, desde luego, crear dificultades a la hora
tiempo son, en cierto sentido, intercambiables. rlc establecer una comunicación entre distintas disciplinas.
Lo que surgió de esta visión fue una nueva metáfora: el t irmo resultado de larapidez de sus cambios, el lenguaje de la
tiempo es espacio. De nuevo se descubrió que dos conceptos en ticncia cambia también constantemente de manera sutil pero a
apariencia inconmensurables compartían una unidad más pro- r¡rcnudo radical. Además, como se mostrará en este capítulo,
funda, y la percepción-comunicación se extendió en el campcl Ios cambios más importantes no están limitados a las <<revolu-
de la física. De hecho, el paso de Einstein fue uno de los más ( rones científicas>, sino que pueden acumularse como resulta-
revolucionarios realizados en toda la historia de la ciencia, que ,kr de los cambios graduales que se van produciendo durante
alteró de manera profunda tanto el modo de comunicación Ios períodos de <<ciencia normalrr.
como el modo de percepción de la física. Tal y como sucede con el uso del lenguaje, la mayoría de los
l)rocesos arriba descritos tienen lugar inconsciente e inobserva-
rl;rmente, y reflejan la infraestructura global de ideas adoptada

88 89
F

Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

de manera subliminal por la comunidad científica. Así, cuando


ocunen cambios fundamentales en los conceptos y en las ma-
neras en que se utilizan las ideas, el lenguaje pasa a tener nue- --____+
vos usos, mientras que todo el mundo sigue creyendo que <<en
esencia, nada ha cambiado". Esto trae como resultado una for-
*__+
ma de fragmentación grave, en la que los científicos continúan
hablando pero por vías que los acercan cadavez más a los ma-
_->
lentendidos o la incoherencia. t 7 ? 7
Esto resulta particularmente problemático en las ciencias
más matemáticas, en las que puede surgir una falta de coheren-
cia entre los formalismos matemáticos y la manera informal en ----------)
que se discuten en el trabajo diario. De hecho, la manera en gue
seutiliza el lenguaje en el campo de la física sufrió un cambio
radical como resultado de los descubrimientos de la teoría
cuántica. Estas implicaciones son tan significativas que merece
la pena estudiarlas en mayor extensión en el próximo apartado.
Sin embargo, en el caso de las partículas subatómicas, el méto-
rlo utilizado para medir la posición y el momento, como por
El experimento del microscopio de Heisenberg r'¡cmplo un fotón de luz o un haz de electrones, siempre pefur- ffi

lrn el sistema de manera significativa. Así pues, la medición tie- lfi

Antes del siglo )o(, en físicao el significado de una ecuación r¡c un efecto importante en lo que se mide, y todo lo que ello
o un concepto se encontraba por lo general en relación directa, rrrrplica desembocó de hecho en un uso radicalmente nuevo del
y era fácilmente comprensible, con algo que podía observarse o It:rrguaje científico y en una separación entre el poder de las
medirse. Por ejemplo, el movimiento de una partícula podía rultemáticas y el del lenguaje científico informal para describir
identificarse fácilmente con la trayectoria matemática dada por l¡r realidad.
las leyes del movimiento de Newton. Según Newton, la trayec- Quizás el lector ya sepa que la medición simultánea de la
toria de una partfcula queda definida en el momento en que se ¡xrsición y el momento de una partícula implica siempre cierto
dan los valores iniciales de su posición y su momento (la masa grado irreducible de incertidumbre mecánica cuántica. Para
de la partícula multiplicada por su velocidad). La medida de es- ;¡t:larar lo que esto implica, Heisenberg ideó un experimento 1L

tos valores posibilita al físico la predicción de la trayectoria de lripotético de microscopio. Los detalles que siguen son, en cier-
una partícula. tr¡ manera, inevitablemete técnicos, pero ilustran un punto im-
En el caso de una bala de cañón, un cohete o una manzana, ¡xrrtante sobre la visión de la naturaleza de la mecánica cuánti-
todo es bastante sencillo, y no hay falta de coherencia entre la ' ;r, que tiene efectos de largo alcance fuera de la ciencia.
descripción matemática y la verbal. De hecho, los valores ini- La partícula subatómica A, que quiere medirse, está locali-
ciales de posición y momento pueden medirse con un alto gra- ¡¿rda en un objetivo. Supongamos que su momento ya ha sido
do de exactitud, usando, por ejemplo, un radar, sin que pueda n¡cdido y: para simplificar esta explicación, diremos que es
apreciarse ningún efecto en la trayectoria de la partícula. ro: la partícula está en reposo. El segundo paso es medir su
( (f

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Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

posición, lo que, como ya sabe el lector, implicará cierto grado to, puede pensarse en el electrón como una onda que es difrac-
de incertidumbre mecánica cuántica. Esta medición se realiza trrda por,4, tras lo que es enfocada por las lentes magnéticas M
con la ayuda de un fino haz de electrones, E, que hiere la partí- hasta un punto Q sobre la emulsión fotográfica.
cula á. Cuando uno de los electrones del haz choca con á, es En este caso de mecánica cuántica, la aparición de un punto
r..) sobre la placa fotográfica puede usarse solamente para dedu-
despedido y enfocado por las lentes magnéticas M, de modo
que cae sobre la placa fotográfica en Q y se mueve algo más, cir una distribución de probabilidades de posibles puntos A des-
dejando una traza T. Haciendo mediciones sobre esta traza rlc los cuales el electrón podría haber sido difractado. De aquf
pueden inferirse algunas cosas sobre la partícula á. r¡ue el conocimiento del punto Q pueda utilizarse para calcular
Para comprender las implicaciones de la incertidumbre me- lrr posición del punto A dentro de un campo mínimo de difu-
cánica cuántica, es necesario considerar en primer lugar la me- ritln, o incertidumbre, A X.
dición del momento como si todas las partículas obedecieran a Un argumento parecido puede utilizarse para deducir el
las leyes de Newton y no hubiera efectos cuánticos operando. r¡romento de la partícula en A. El conocer la dirección de la tra-
También en este caso .<clásico>>, el electrón choca y estimula a t¡'l da una probabilidad de distribución para el momento de la
la partícula A. Claro que, usando electrones de energía muy ¡rirrtícula. Mientras que en el caso <clásico" era posible calcular
baja, o un microscopio de electrones de muy poca apertura, cl valor exacto de una desviación realizada durante una medi-
puede reducirse dicha estimulación tanto como se quiera. Pero crírn, en el caso cuántico la desviación del momento sólo puede
de todos modos, siempre es posible obtener una información srrberse dentro de un campo mínimo de difusión, A P. Heisen-
precisa sobre el momento de A, incluso cuando aparece estimu- lrcrg pudo demostrar que la incertidumbre global implicada en
lado por el haz de electrones. Porque en el caso clásico no va in- t'sta medición (la incertidumbre en la posición A Xmultiplicada
cluida ninguna incertidumbre fundamental. Siempre que se co- lxrr la incertidumbre en el momento A P) es igual a una de las
nozcala estructura del microscopio, con su objetivo, su campo t'onstantes fundamentales de la naturaleza:
magnético y su haz de electrones, se podrá determinar la posi-
ción y eI momento exactos de A con el cálculo de la magnitud de A,X. A.P:h
una posible desviación rcalizada en la medición.
De ahí que, aunque una medición pueda arrastrar alguna rlr¡nde h eslaconstante de Planck.
desviación finita, mediante una cadena de inferencias y usando Así pues, Heisenberg tuvo que concluir que la desviación
las ecuaciones de Newton, siempre será posible realizar com- lrccha durante una medición de mecánica cuántica es tan im-
pensaciones exactas. De esta manera pennanecen claras las ¡rredecible como incontrolable, dentro de los límites dados por
nociones de trayectoria, y los valores precisos de posición y l:r relación de incertidumbre anterior. Es más, esta relación es
momento, y no hay incompatibilidad entre la descripción mate- r'lirramente un principio fundamental, inherente a la naturaleza
mática de la trayectoria de una partícula y el tipo de lenguaje ,lc la realidad misma.
informal utilizado en los párrafos anteriores. La incertidumbre de Heisenberg tuvo una significación re-
Pero volvamos a la argumentación de Heisenberg, que in- volucionaria en el campo de la física. Pero algo más sutil, y
cluye la naturaleza mecánica cuóntica de la conexión entre la trrmbién de enormes consecuencias, fue la manera en que tuvo
partícula A y la traza Tsobre la placa fotográfica. En este caso, ,¡ue cambiar el lenguaje informal de la física (es decir, el len-
los electrones del haz no pueden ser considerados como meras ¡qrraje descriptivo ordinario). En la argumentación anterior se
partículas, porque también tienen naturaleza de onda. Por tan- lrrrn utilizado palabras como onda, partícula, momento, posi-

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Ciencin, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

ción, trayectorin e incertidumbre, todas ellas con significados casi subliminal, una grave inconsistencia se ha introducido en
conocidos y bien definidos en la fisica newtoniana. De hecho, lrrs discusiones actuales sobre el significado de la teoría cuánti-
no se produce ninguna ruptura o falta de consistencia entre la ca, e invade además buena parte de la ffsica moderna. Niels
palabra informal trayectoria de una partícula y la descripción Itohr fue capaz de sostener una discusión más consistente sobre
matemática dada por las ecuaciones de Newton. Sin embargo, e:l hipotético experimento de Heisenberg, insistiendo en que la
un análisis más detallado muestra que estos términos informa- trayectoria precisa de una partícula cuántica no ha de ser lla-
les no pueden ser coherentes, de manera que no resulten am- r¡rada <<incierta>>, sino ambigua. Esto es, algo de significación
biguas, dentro del formalismo matemático de la teoría cuán- ¡ro definida claramente. Analógicamente, piénsese en lo que
tica. significa el término temperatura. La temperatura, medida por
El uso de la palabra incertidumbre en el análisis de Heisen- rrn termómetro suspendido en el aire, es de hecho una medi-
berg del experimento del microscopio implica alguna cualidad r:ión de la energía media de las moléculas del aire. Es, en
determinada cuyo valor real no se conoce con precisión. Si una csencia, un concepto estadístico que se define de manera clara
persona no está segura de la hora exacta que es por tener un crrando se trata de un gran número de moléculas. Pero ¿cuál
mal reloj, esto es una forma de ignorancia, pero no implica ne- cs el significado de la temperatura cuando se trata de una sola
cesariamente que el tiempo sea en sí mismo incierto. Asimis- rrrolécula, o de un simple átomo? Es obvio que el concepto no
mo, la manera en que Heisenberg usó la palabra incertidumbre cs de ninguna manera incierto, sino más bien inherentemente
implicaba que la partícula á sí que poseía una posición y un umbiguo.
momento bien definidos, y por tanto una trayectoria bien de- Al dejar de lado las nociones de posición y momento defi-
finida, que no podía ser conocida con exactitud por el que rea- nidas, pero desconocidas, en favor de una ambigüedad inhe-
lizaba el experimento. Sin embargo, las implicaciones de la rcnte, Bohr llevaba a cabo un cambio muy significativo en la
dualidad ondular y particular de la materia, junto con las rela- r¡ranera informal en que los físicos hablan del mundo. Este en-
ciones de probabilidad de la teoría cuántica, son muy diferen- lrque tenía definitivamente más consistencia que el de Heisen-
tes. Sugieren abiertamente que los conceptos de posición, tra- bcrg, pero por desgracia estos dos usos informales diferentes
yectoria y momento y a no tienen un significado claro . lran penetrado en la infraestructura de la física, con el resultado
Es evidente que el lenguaje utilizado por Heisenberg al co- tlc que el lenguaje utilizado para hablar de la realidad se ha
mienzo de su argumentación y el significado del formalismo vuelto todavía más confuso.
rnismo son totalmente inconsistentes. En otras palabras, existe [,os argumentos de Bohr eran de largo alcance, y dieron lu-
una seria brecha entre la manera en que se está usando el for- gar a una ruptura con las nociones clásicas mucho más radical
malismo matemático y la manera en que se está interpretando. t¡ue los de Heisenberg. Bohr defendía que todo el fenómeno en
Como ya se indicó con anterioridad en este capítulo, este tipo cl que se realizaba la medición (o cualquier otra medición
de ruptura en la comunicación solamente puede conducir a la cuántica) no puede seguir analizándose en, por ejemplo, la par-
confusión, la fragmentación y el fallo de la mente para percibir tícula observada A, el electrón que choca, el microscopio y la
de manera clara la naturaleza de la realidad. Aunque Bohr su- ¡rlaca en la que se localiza el punto O. Más bienla form¿ de las
geriría un tratamiento más consistente pocos meses más tarde, condiciones experimentales y el contenido de los resultados del
los argumentos iniciales de Heisenberg han sido, sin embargo, cxperimento son un todo en el que el análisis no puede de nin-
ampliamente aceptados por los físicos y han entrado en el uso g,una manera seguir adelante. En el caso del microscopio, el lí-
normal del lenguaje informal. El resultado es que, de manera rnite al análisis puede verse con claridad, ya que el stgnificado

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Ciencia, orden y creatividad La ciencia corno percepción y comunicación creativas

de los resultados depende de la manera en que están ünculados


el punto Q y la partícula á. Pero, según las leyes de la teoría
cuántica, esto implica un único proceso cuántico que es no sólo Objeto + | Resfo del mundo,
indivisible, sino también impredecible e incontrolable. Aparatodeobservación l+ incluidoelobservado¡
Bohr desarrolló de manera muy cuidadosa todo este asun- I humano.
to. Sin embargo, su trabajo resulta relativamente inaccesible
debido a la extremada sutileza de sus argumentos. Esto ha traí- l'tm ltl¿s¡nqnn estableció un corte puramehte conceptual entre la mecd-
do como resultado un grado de confusión todaví3 mayor en la tuca cuóntica y el resto del mundo. Como la posición del corte es más o
comunicación entre los físicos, ya que, a pesar de que la mayo- ttu,nos arbitraria, Von Neumann sostenía que la teoría del quantum se
ría de ellos suscriben la posición de Bohr, no siempre se dan r tl iare sólo a la izquierda de ese corte.

cuenta de todas sus implicaciones. Por ejemplo, si se les pre-


guntara a los físicos si existe el átomo en algún sentido funda-
rlc hecho, de manera nueva, y sin embargo Von Neumann de-
mental, muchos contestarían que sí. Sin embargo, el mismo
It'ndería que él no estaba proponiendo ningún tipo de.cambio,
Bohr ha hecho hincapié en que no hay razón para hablar de la
ruro solamente expresando la esencia de la teoría mediante sus
existencia del electrón, excepto como un aspecto del esquema
;rxiomas.
no analizable de fenómenos en los que tiene lugar la observa-
Pero al tratar un experimento de mecánica cuántica, Von
ción. Este estado de cosas hace que los físicos alaben a Bohr y
Ncumann proponía una cla¡a separación conceptual entre el
desacrediten a Einstein (por no querer éste aceptar la totalidad
rrbieto cuántico y el aparato de observación (el primero se des-
de las implicaciones de este rasgo de la teoría cuántica), a pesar
t ribía por leyes mecánicas cuánticas, mientras que se supoñía
de que, en realidad, piensan como Einstein e ignoran de mane-
r¡uc el aparato obedecía a leyes newtonianas). Para Von Neu-
ratácita las enseñanzas de Bohr.
nrann, el aparato y el sistema cuántico pertenecen a mundos di-
Esta situación ha traído consigo una confusión considerable
It:rcntes, que se hallan en interacción dinámica. Este tipo de
en el lenguaje informal de la física, dificultando así la enseñan-
llltamiento informal es totalmente incompatible con el de Bohr,
za y la discusión de la teoría cuántica. Además, la situación se
t¡rre defendía que la situación experimental es un todo no anali-
ha visto agravada por muchas otras interpretaciones que han
¿¡rble. Para Bohr no habría tenido sentido el sugerir que se apli-
salido a la luz en los años intermedios. Por ejemplo, el físico y
t lrran leyes cuánticas a una parte de un sistema y newtonianas a
matemático Von Neumann desarrolló un enfoque en el que se
lir otra.
ponía gran énfasis en las matemáticas, la lógica y la coherencia
Siguiendo a Von Neumann, otros físicos han dado sus inter-
del formalismo.l Este tratamiento, que probablemente tiene
más simpatizantes entre los físicos que el de Bohr, comienza l)rctaciones. Wigner sugiere que la mente del observador juega
rrrr papel esencial en la medición cuántica.2 Everett defiende
con una serie de axiomas a partir de los cuales Von Neumann
,¡rrc el universo, junto con sus observadores, se bifurca cadavez
intenta derivar toda la materia de manera sistemática. La lectu-
ra cuidadosa de este trabajo muestra que el lenguaje informal
2. Por ejemplo, véase E. P. Wigner , Foundations of Pftyslcs, vol. 1,
para discutir el problema de medición cuántica está usándose,
rr " 33 (1970); y E. P. Wigner, <Epistemological Perspective of Quan-
trrrn Theory>, en C. A. Hooker, ed. Contemporary Research in the
l. J. von Neumann, Mathematical Foundations of Quantum Mecha- I't¡undatíons and Philosophy of Quantum Theory, Reidel, Dordrecht,
nics, Princeton University Press, Princeton, 1955. I krlland y Boston, 1973.

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Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

que se realiza una medición.3 El resultado es una proliferación


de ideas, cada una de las cuales usa el lenguaje científico infor- ltt,r did,logos entre Bohry Einsteiny laruptura
mal con diferencias sutiles, pero significativas. Esto ha llevad<r tlt' lacomunicacién en la física
a un grado considerable de confusión.
En este libro se ha sugerido que la ciencia se desarrollaría F,l tema más importante de este capítulo es la ruptura de la
de manera más c¡eativa si permitiera una diversidad de teorías r orrrunicación dentro de la ciencia, sobre todo cuando surge en
distintas. Cuando la comunicación entre los distintos puntos de r orrcXiór con las discontinuidades entre los lenguajes formal e
vista es libre y abierta, de modo que puedan sostenerse al mis- irrlormal usados por los científicos. Un ejemplo particularmen-
mo tiempo una serie de alternativas, resulta posible llevar a rl significativo de este fallo surgió entre Bohr y Einstein, sím-
cabo nuevas percepciones creativas en la ciencia. No se propo- lrokr de lo que todavía prevalece en la física de hoy.
ne una proliferación de puntos de vista, cada uno con su defen- llohr conoció a Einstein en una visita que hizo a Berlín en l

sor particular, sino más bien una unidad en la diversidad. Esto l',.10, durante la cual discutieron varias cuestiones filosóficas l

es, desde luego, muy diferente a lo que ha ocurrido en el caso ,Irc !Írc€n en el corazón de la física. Tras el descubrimiento de
de la teoría cuántica. Muchos ffsicos sostendrían que Bohr, I le isenberg del principio de incertidumbre, en 1927 , se encon- il

Heisenberg y Von Neumann están diciendo lo mismo, y que no tr ¡rron en la quinta conferencia Solvay para discutir el significa-
il
hay diferencias fundamentales en el contenido de sus enfoques rhr tle estos nuevos descubrimientos en la teoría cuántica. A lo
e interpretaciones. Sin embargo, el lector debería ver claro lrrrgo de los años treinta tuvieron una serie de intercambios so-
!
ahora que cada una de estas interpretaciones usa, de hecho, el lr¡t: cómo debería interpretarse la teoría cuántica. Bohr había
lenguaje informal de manera radicalmente diferente, aunque r¡rtroducido nociones nuevas en el lenguaje informal, de modo ü

I
esta diferencia sea sutil. Y aun así, los físicos creen que no se da ,¡rrc el significado de conceptos científicos, como el momento y
tal dislocación en el lenguaje. lrr posición, habían de considerarse ambiguos. En otras pala-
Este ejemplo ilustra también la ilusión de que nada cambia lu irs, el significado de estos conceptos ya no se correspondía de I
en realidad durante los períodos de .<ciencia normal>>. Porque nrirnera bien definida con la realidad. Einstein, sin embargo,
en las décadas que siguieron a la revolución de la teoría cuánti- pcnsaba que los conceptos fundamentales debían tener, en [,
ca ha habido cambios profundos en la manera en que se entien- ¡rr incipio, una relación no ambigua con la reaüdad. Esta visión
{r

de e interpreta esta teória. El resultado es una toál confusión, \c correspondía con el papel esencial que Einstein había asig-
en la que el lenguaje se está usando inconscientemente de ma- rr;¡do a la noción de señal en la relatividad especial. Un princi-
neras diferentes, y esto ha dado origen a una crisis en la comu- l)ro era que ninguna señal debería transmitirse más rápida que
nicación que hace muy diffcil una percepción clara de la teoría l¡r luz. Pero esto no podría mantenerse si el significado de la no-
cuántica. t rr'rn de señal resultaba ser ambiguo.
Para decirlo de otra manera, tanto Einstein como Bohr po-
rrían énfasis en nociones particulares de significado en el len-
¡irraje informal de la física. Pero mientras que, para Bohr, el
rignificado de los conceptos fundamentales podía ser ambiguo,
t'¡r la visión de Einstein no podía serlo. Durante los años si-.
3. H. Everett, Jr., Reviews of Modem Physics, vol. 29, n.o 454 ¡iuientes, los dos se embarcaron en una serie de largas conver-
(1es7). s:rciones sobre estos problemas. Pero, mirando hacia atrás, re-

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Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

sulta cla¡o que no era posible resolver las diferencias que se al- rrtranquila y no hay manera de unificarlas. Incluso en el marco
zaban entre ellos, ya que sus distintos usos del lenguaje infor- rlt' la teoría cuántica se dan graves problemas de comunicación
mal implicaban nociones conflictivas sobre la naturaleza de la r'¡rtre las distintas interpretaciones. Los intentos de diálogo en-
verdad y la realidad, y sobre lo que es un tipo aceptable de teo- tr c los diversos puntos de vista se caracterizan por la misma ri-
ría científica. Bohr tenía la impresión de que Einstein habfa ¡1tlcz, en relación a presupuestos fundamentales, que la exis-
dado un giro reaccionario contra las originales y revoluciona- trnte en los intercambios entre Bohr y Einstein. Además, rei-
rias contribuciones hechas por él mismo a las teorías de la rela- r¡¡r la confusión, y los físicos no son capaces de distinguir entre
tividad y cuántica. A su vez, Einstein creía que Bohr había que- l¡rs diferencias esenciales, aunque sutiles, de los distintos en-
dado atrapado en lo que él llamaba una <<filosofía tranquiliza- lot¡ues.
dora>>, que evitaba cuestiones fundamentales. Aunque habían Hoy los físicos son tan poco conscientes de las diferencias
empezado siendo buenos amigos, y Einstein había llegado a de- rr¡salvables que los separan debido a que no han continuado los
cir que quería realmente a Bohr, finalmente se separaron, tras csl'uerzos para lograr un diálogo con la persistencia que mostra-
muchos años de discusión estéril, retos y respuestas. r¡rn Bohr y Einstein. En la actualidad, el ambiente que se respi-
Esta ruptura queda patente en la historia contada por Her- r ¡r cs que un físico no puede hacer mucho más que exponer, y
mann Weyl, que estaba en el Princeton Institute for Advanced r('cxponer un punto de vista determinado. Los enfoques distin-
Studies en la misma época que Bohr y Einstein. Weyl creía que los son considerados como enfrentados, y cada participante in-
era una pena que los dos hombres no se reconciliaran, así que or- t('rrta convencer a los otros de la verdad de su postura, o al me-
ganízó una fiesta para este fin. Pero en ella Bohr y sus discípu- nos de que ha de ser tenida en cuenta. Y al mismo tiempo, hay
los se reunieron en un lado de la habitación y Einstein y los su- rna tendencia generalizada a considerar todo el asunto de la in-
yos en el otro. Claramente, los dos hombres no tenían ya nada te r¡rretación y el papel del lenguaje informal como algo que no
más que decirse. trc:ne demasiada importancia, centrándose en su lugar en las
La historia de Weyl muestra el tremendo poder del lenguaje rrr¡rtemáticas, sobre las que todo el mundo está de acuerdo.
informal. que es una parte significativa de la infraestructura tá- Una manera de ayudar a liberar este bloqueo comunicativo
cita de la ciencia. Señala también la manera en que se desarro- :cría mantener discusiones con un espíritu de diálogo libre. Se
lla la ciencia en la práctica. Lo más importante de este ejemplo l¡rrtará sobre la naturaleza de este tipo de diálogo en el capítu-
son los esfuerzos, fervorosos y mantenidos, para permanecer hr ó, pero parece adecuado indicar aquí sus características fun-
en contacto en torno a lo que Bohr y Eisntein consideraban los rl;rmentales. Se necesita que cada persona sea capaz de mante-
asuntos claves de la física. Pero sus diferencias no surgieron ¡rcr varios puntos de vista, a manera de suspensión activa, y al
dentro del marco del formalismo matemático, ya que Einstein rnismo tiempo tratar las ideas de los otros con el cuidado y la
estaba de acuerdo en que el formalismo de la teoía cuántica ,rlcnción que presta a las propias. No se exige de cada partici-
era básicamente correcto. Y aun así, al usar el lenguaje infor- ¡r;rnte que acepte o rechace puntos de vista determinados, sino
mal de manera diferente, los dos hombres se vieron separados ,¡rrc más bien debe intentar comprender lo que significan. De
por un abismo. {'sla manera, la mente podría sostener distintos enfoques, casi
Esta separación ha tenido consecuencias particularmente , on la misma energía e interés. Se comienza así un libre diálogo

serias en el desarrollo de las teorías de la relatividad y cuánti- rrf crno que puede dar paso a un diálogo externo más abierto.
ca, pues en la actualidad no hay un lenguaje informal común I rn este punto, la mente es capaz de ocuparse en un juego libre,

que abarque a las dos. Como resultado, coexisten en una unión ..nr verse impedida por rígidas ataduras a puntos de vista con-

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Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

cretos. Sugerimos que de este diálogo en libre movimiento pue- t ufinticos, y, por consiguiente, los lenguajes formal e informal
de surgir alguna novedad creativa, como algin eslabón o metá- ¡tl)arecen usados de manera mucho más unitaria en esta exposi-
fora entre puntos de vista muy diferentes. ,'trin.
Es posible que Bohr y Einstein trataran de llevar adelante Además, nunca se ha presentado esta teoría de manela no
sus intercambios con este espíritu. Los dos podlan haber inten- ti'cnica, y puede ser que al lector le resulte interesante conocer
tado descubrir similitudes y diferencias fundamentales en lo rrn enfoque bastante nuevo de la teoría cuántica. AI desarrollar
que estaban diciendo, y quizás así pudieran haber percibido cl tema será necesario introducir algunas ideas nuevas, como la
una nueva metáfora creativa entre sus puntos de vista respecti- rrrrción de información activa, que pasará a ser muy importante
vos. Aunque Bohr y Einstein están ya muertos, no es todavía .rr el capftulo 5, cuando se aborde la explicación del orden ge-
demasiado tarde para afrontar este diálogo entre las distintas ne rativo. Además, la interpretación causal tiene una significa-
interpretaciones de la teoría cuántica y enffe esta última y la de ,'rírn sociológica interesante, que surge de la considerable re-
la relatiüdad. Pero esto requiere que los científicos no estén \rstencia opuesta por los científicos a sus ideas básicas. La in-
absolutamente sometidos a visiones del mundo determinadas. tcrpretación causal debería ocupar su lugar entre las otras in-
Además, tendrían que prestar atención a la manera en que el te rpretaciones, en un intercambio libre de ideas, siguiendo el
lenguaje informal puede interferir en el libre juego de pensa- cspíritu de libre diálogo sugerido en los capítulos anteriores.
miento, necesario en un diálogo creativo entte puntos de vista l:n última instancia, esto podría llevar a alguna nueva percep-
diferentes. .rr'rn creativa sobre la naturaleza de la realidad ffsica. Sin em-
De manera más general, el comienzo de una comunicación lr¡u'go, parece que el sometimiento inconsciente al lenguaje
libre y creativa en todas las áreas de la ciencia significaría una rrrlormal del paradigma actual de la teoría cuántica ha evitado
enoÍne extensión del enfoque científico. Sus consecuencias t¡uc los físicos respondieran de manera seria a esta nueva pro-
serían, alalatga, tremendamente beneficiosas para la huma- ¡rrrcsta.
nidad.

Lu interpretación causal
La interpretación causal de la teoría cuántica
Aunque la interpretación se denomina causal, no ha de
Entre la gran cantidad de interpretaciones del formalismo lx'nsarse que implique alguna forma de determinismo total. Es
matemático de la teoría cuántica se encuentra la interpretación nrlts, se mostrará que esta interpretación abre las puertas para
causal, desarrollada por David Bohm a lo largo de varias déca- lrr operación creativa de niveles de realidad subyacentes y más
das desde principios de los cincuenta. Existen varias razones :rrtiles. En su forma inicial, la teoría comienza suponiendo que
para incluir el planteamiento de esta teoría en el presente capí- ,'l clectrón, o cualquier otra partícula elemental, es cierto tipo
tulo. En primer lugar, da cuenta, de manera relativamente in- ,lc partícula que sigue una trayectoria determinada causalmen-
teligible y comprensible por la intuición, de cómo tiene lugar tt'. (En una forma posterior de la teoría, cuantizada, se aban-
un proceso cuántico real. Además, no exige una separación ,krna esta imagen directa de la partícula.) A diferencia de las
conceptual o formal entre el sistema cuántico y el aparato <clá- , onocidas partículas de la física newtoniana, el electrón no se

sico> que lo rodea. En otras palabras, no existe una <<incon- '.('para nunca de un campo cuántico que le afecta en esencia, y
mensurabilidad> esencial entre los conceptos clásicos y los r¡¡rrcstrs ciertos rasgos nuevos. Este campo cuántico cumple la

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1i

Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

ecuación de Schródinger, de la misma manera que el campo rna entidad altamente compleja a la que el potencial cuántico
I

electromagnético cumple la de Maxwell. Por tanto, está tam- rrlccta de manera extremadamente sutil. Es más, el potencial
bién causalmente determinado. t r¡ántico es responsable de algunos rasgos nuevos y altamente
En la física newtoniana, una partícula clásica se mueve se- sorprendentes que implican nuevas propiedades cualitativas de
gún las leyes del movimiento de Newton, y las fuerzas que ac- lrr materia, propiedades no contenidas en la teoría cuántica
túan sobre la partícula se derivan de un potencial clásico I/. La . onvencional.
propuesta básica de la interpretación causal es que, además de El hecho de que y aparezca tanto en el numerador como en
este potencial clásico, aquí actúa también un potencial nuevo, t'l denominador significa qtJe Q no cambia cuando V aparece
llamado potencial cuántico Q. De hecho, todos los nuevos ras- rrrultiplicado por una constante arbitraria. En otras palabras, el
gos del mundo cuántico están contenidos dentro de los rasgos ¡xrtencial cuántico Q es independiente de la fuerza, o intensi-
especiales de este potencial cuántico. Así pues, la diferencia tlird, del campo cuántico, y depende sólo de su forma. Es éste
fundamental entre el comportamiento clásico y el cuántico es la rrrr resultado particularmente sorprendente. En el mundo new-
operación de este potencial cuántico. Es más, el límite de com- torriano de avances y retrocesos de, por ejemplo, un objeto flo- l

portamiento clásico es precisamente aquel para el cual los efec- tlrnte, cualquier efecto es siempre más o menos proporcional a
tos de Q se hacen insignificantes. lrr fuerza o tamaño de la onda. Pero con el potencial cuántico,
Digamos, para quienes tienen mente matemática, que el cl cfecto de una onda muy extensa o de una muy pequeña es el
potencial cuántico viene dado por: rnismo, y depende sólo de su forma global.
A manera de ejemplo, piénsese en un barco que navega con
2 2,,2 cl piloto automático, guiado por ondas de radio. El efecto glo-
: -h vlvl
lrrrl de las ondas de radio es independiente de su fuerza y de-
' l^ hr¡t ¡'t'nde sólo de su forma. El punto clave es que el barco se mue-
\/(' con su propia energía, la información delas ondas de radio
donde y es el campo cuántico o.<función de onda> derivado de ls tomada y utilizada para dirigir la energía del barco, mucho
la ecuación de Schródinger, ft es la constante de Planck, y m es uuryor. En la interpretación causal, el electrón se mueve con su
la masa del electrón o de otra partfcula. Es evidente que el po- ¡rrrrpia energía, pero la información dada por la forma de la
tencial cuántico está determinado por el campo de onda cuánti- ,rrrtla cuántica dirige la energía del electrón. Está claro que el
co, o función onda. Pero lo matemáticamente significativo en tr'¡mino causal está siendo usado de manera muy diferente al
la ecuación anterior es que la función onda se encuentra tanto ,k'su sentido más común. i

en el numerador como en el denominador. Los curiosos efectos Esto trae como resultado la introducción de varios rasgos
que surgen de esta relación serán señalados en los párrafos quc nuLrvos en el movimiento de las partículas. En primer lugar,
siguen. ',r¡inifica que una partícula que se mueve en un espacio vacío,
A primera vista, podría parecer que el considerar el elec- ',rrr ningún tipo de fuerzas clásicas actuando sobre ella, experi-
trón como un tipo de partícula, afectado causalmente por un nrt'nta todavía el potencial cuántico y no necesita por tanto
campo cuántico, es volver a viejas ideas que han demostrado su ilr()verse de manera uniforme en línea recta. Esto es un aleja-
inadecuación para comprender el mundo cuántico. Sin embar- ruc:nto radical de la teoría newtoniana. El potencial cuántico
go, y a medida que se va desarrollando la teoría, resulta que el ,,r' (letermina a partir de la
onda cuántica V, que contiene con-
electrón no es una partícula simple y falta de estructura, sino tr rbuciones de todos los otros objetos en el entorno de la par-

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rl

Ciencia, orden y creatividad La ciencia corno percepción y comunicación creativas

tícula. Puesto que 0 no cae necesariamente con la intensidad


de la onda, esto significa que el movimiento puede verse afec-
tado de manera profunda incluso por rasgos lejanos a su en-
torno. Para tener un ejemplo, considérese el famoso experi-
mento de la doble hendidu¡a. Normalmente se le considera
como la pieza clave que evidencia la dualidad de onda y partí-
cula de las partículas cuánticas. Cuando los electrones son en-
viados a través de la doble hendidura, muestran en el otro
lado un esquema de interferencia a manera de onda que resul-
ta bastante <<inconmensurable> con el comportamiento clásico
de las partículas. ¿Cómo se explica esto en la interpretación
causal?
El electrón se dirige a una pantalla en la que hay dos hendi- o
duras. Está claro que puede atravesat una u otra. Pe¡o la onda fucnte
))))
cuántica puede atravesar ambas. En el lado de salida del siste-
ma de hendiduras, las ondas cuánticas interfieren y producen
un potencial cuántico altamente complejo, que normalmente
no desciende al alejarse de las hendiduras. El potencial se en-
cuentra ilustrado en la página 108. Fíjese en los valles profun-
dos y las anchas mesetas. En aquellas regiones en las que cam-
bia rápidamente, el potencial cuántico actúa sobre la partícula,
hendedura
que es desviada por una potente fuelza, incluso aunque no hay
ninguna fuerza clásica operando. Así se modifica el movimien-
to del electrón y se produce el esquema en difusión que se
muestra debajo. En este caso,las propiedades de onda no sur-
gen de una dualidad esencial de la partícula cuántica, sino de pantalla
los complejos efectos del potencial cuántico.
La explicación de las propiedades cuánticas del electrón lil cxperimento de la doble hendedura: un electrón procedente de la
lrir
que acaba de ofrecerse pone énfasis en cómo laforma del po- ltrcnle encuentra Ia doble hendedura y es finalmente regktrado en la
tencial cuántico puede dominar el comportamiento. En otras !,rtntalla situada detrás. Tras repetir muchas veces el experimento, en la
palabras, la información contenida en el potencial cuántico t,,tntalle comienza a verse una figura. La interpretación convencional es
determinará el resultado del proceso cuántico. Es más, resul- '¡rtr este esqueftra de interferencia evidencia la naturaleza de onda del
tlrctrón. Sin embargo, en la interpretación causal la figura es resultado
ta útil extender esta idea a lo que podría denominarse como tcto del potencial cuóntico complejo.
'ltr
información activa. La idea básica de esta información activa
es que una forma, aun teniendo muy poca energía, entra en ¡'il uD? cantidad de energía mucho mayor, tiene aplicaciones
tl
una energía mayor y la dirige. Esta noción de una forma pri- rnr¡rortantes en muchas áreas que escapan a la teoría cuántica.
mera de energía, que actúa para <<informar>, o poner forma Piénsese en una onda de radio, cuya forma lleva una señal,
ilii
106 107
Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

l¡r voz de un locutor, por ejemplo. La energía del sonido que se


oye saliendo de la radio no viene de hecho de esta onda, sino de
lus pilas o del enchufe. Esta energía es de naturaleza <infor-
ntc)), pero toma forma gracias a la información contenida en Ia
de radio. Esta información es potencialmente activaento-
')nda
rlirs partes, pero sólo es activa de hecho cuando su forma se in-
troduce en la energía eléctrica de la radio.
La analogía con la interpretación causal es clara. La onda
cuántica lleva <información>> y es por tanto potencialmente acti-
vir en todas partes, pero de hecho sólo es activa cuando y donde
csta energía se introduce en la energía de la partícula. Pero esto
El potencial cuántico para rrnplica que un electrón, o cualquier otra partícula elemental,
el sistema de doble hendedura. licne una estructura interna compleja y sutil, comparable al
nlcnos a la de una radio. Esta noción va claramente en contra
tlc toda la tradición de la física moderna, que entiende que, a
rnedida que la materia va siendo analizada en partes más y más
¡rcqueñas, su comportamiento se va haciendo cada vez más ele-
rncntal. Frente a esto, la interpretación causal sugiere que la
n¿rturaleza puede ser mucho más sutil y extraña de lo que se ha
¡rcnsado con anterioridad.
Esta complejidad interna de Ia materia elemental no es tan
inverosímil como en principio se podría creer. Por ejemplo,
rrna multitud de gente puede ser considerada mediante una se-
ric de sencillas leyes estadísticas, mientras que su comporta-
r¡riento individual es mucho más sutil y complejo. De igual ma- lll

ncra, masas enonnes de materia se reducen al sencillo compor-


t¿rmiento newtoniano, mientras que los átomos y las moléculas
ticnen una estructura interna más compleja. ¿Y qué ocune con
ltrs partículas subatómicas? Resulta interesante darse cuenta de
t¡ue, entre la distancia más pequeña que puede medirse en la
;rctualidad (10-1ó cm) y la distancia más pequeña en la que pro-
bablemente tienen significado las nociones actuales de espacio-
liempo (10-33 cm), hay una amplia escala en la que podrían es-
t¡rr contenidas grandes estructuras todavía no descubiertas. De
lrccho, esta extensión es aproximadamente igual a la que existe
Una serie de trayectorias para el electrón cuando atraviesa el sistetna de (lntre nuestro propio tamaño y el de las partículas elementales.
doble hendedura. Otro rasgo más de la interpretación causal es que da cuenta

108 109
F
Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

de lo que Bohr llamaba la totalidad de la situación experimen- r¡rite clásico el mundo puede ser analizado, por lo general, en
tal. Por ejemplo, en el experimento de la doble hendidura, olrjetos separados y distintos.
cada partícula responde a la información que viene de la totali- A la luz de estas observaciones, sería razonable pensar que
dad del entorno. Porque, aunque cada partícula atraviesa una lt interpretación causal debería haber levantado un gran inte-
sola hendidura, su movimiento está fundamentalmente afecta- rós y atención en la comunidad científica. Tras una discusión
do por la información que proviene de ambas hendiduras. En crftica y, en caso necesario, alguna modificación, la teoría ha-
términos más generales, hechos y estructuras distantes pueden lrría ocupado entonces su lugar entre las otras interpretaciones,
afectar profundamente a la trayectoria de una partícula, de tcniendo defensores y oponentes. Sin embargo, no ha sido éste
modo que cualquier experimento puede ser considerado como cl caso, pues la interpretación causal sólo se ha topado, por lo
un todo. Esto da cuenta, de manera sencilla y tangible, de la to- gcneral, con indiferencia u hostilidad. EI porqué de esto se
talidad de Bohr, ya que, al no disminuir necesariamente los t:onsiderará en el siguiente apartado.
efectos de las estructuras con la distancia, han de considerarse La teoría ha sido desarrollada en detalle y aplicada a una
todos los aspectos de la situación experimental. ;rmplia gama de ejemplos, en los que da cuenta, de manera sen-
Pero si esto es así, ¿cómo puede manifestarse el mundo clá- t:illa e inteligible, de lo que podría estar pasando en el dominio
sico, con sus objetos distintos y separados? La respuesta es t:uántico. De hecho, estas explicaciones no requieren una rup-
que, dentro de aquellos límites en los que el potencial cuánticcr Iura con los viejos conceptos clásicos, aun cuando se introdu-
es despreciable, su información ya no es activa, y los objetos sc ccn conceptos muy nuevos. El resultado es que los lenguajes
comportan como si fueran independientes. Este límite, o po" lilrmal e informal resultan coherentes de manera satisf¿ctoria.
tencial cuántico despreciable, es de hecho el <límite clásico". l:.1 lenguaje formal, por ejemplo, incluye ecuaciones que se
En general, este límite clásico corresponde a sistemas de gran ('cupan de trayectorias de partícula y ecuaciones de campo,
tamaño que no se acercan demasiado al cero absoluto de tem- mientras que el lenguaje informal habla de cursos de partícula y
peratura, es decir, los objetos normales de todos los días. Pero campos de información.
hay algunos fenómenos en los que se encuentran temperaturas Otra característica de este enfoque es que evita rupturas y t

bajas, como la superconductividad y la superfluidez, en los que tliscontinuidades en la interpretación. Entre éstas, una de las
el potencial cuántico sigue siendo apreciable incluso a gran es- más graves producidas en los enfoques tradicionales es lo que
cala. En estos casos, los efectos cuánticos son significativos, se llama <<colapso de una función onda>>. El comportamiento de 11i

como de hecho ocurre. Pero la presente argumentación abre krs electrones, o de otras partículas elementales, se describe de
también la posibilidad de otros fenómenos de gran escala en los rnanera convencional en términos de una función onda (for-
que podrían manifestarse los efectos cuánticos, aunque todavía rnalmente idéntica a la onda cuántica de la interpretación cau-
no se haya demostrado. sal y). Según la ecuación de Schródinger, esta función onda
Un rasgo significativo de la interpretación causal es que la ¡ruede cambia¡ sólo de manera progresiva y continua. Sin em-
mecánica clásica, o newtoniana, pasa a ser un caso especial de bargo, los resultados de cualquier medición mecánica cuántica
la mecánica cuántica: aquel en el que el potencial cuántico es s(llo tienen sentido si se asume que la función onda <<colapsa>
despreciable. Está claro que los dos límites no son ya <<incon- de manera repentina y discontinua. Puesto que este colapso no
mensurables>>, sino que uno surge de manera natural del otro. ;rparece cubierto por la ecuación de Schródinger, y parece in-
Esto muestra por qué las nociones de Bohr sobre la totalidad cluso violarla, se requiere algún presupuesto adicional o alguna
deben aplicarse en el dominio cuántico, mientras que en el li otra interpretación para explicar este <<colapso de la función

110 111
Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

onda>. Sin embargo, en la interpretación causal el proceso rL' r¡r¡is ¡rllá de la teoría cuántica actual, y que siguen siendo
cohe-
medición ticne lugar de manera totalmente acorde con el li¡r r..rL:s con el lenguaje informal de la interpreiación causal. To-
malismo, y no hay necesidad de presupuestos adicionales. ,l¡rs cstas modificaciones incluyen nuevos niveles
de realidad
Estas consideraciones resultan particularmente significirtr ,l'rrÍis de aquellos en los que son válidos las leyes de la actual
vas cuando la teoría se extiende para incluir la cosmología. l'l r.'¡ í' cuántica. Por ejempfg, las trayectorias dé partícura des- i"l
origen del universo como una "gran explosión> es al misnro r rr.s antes podrían ser sólo promedios de
un óonjunto más
tiempo un problema cosmológico y de mecánica cuántica. Por ,,rrr¡rlejo de trayectorias (que recuerdan a las del movimiento
que si la energía y la materia han sido creadas a partir de ur¡¡r ,1,' llrown), las cuales reflejarlan nuevos niveles de realidad.l
singularidad, una pequeña región de espacio-tiempo quc sc l \r¡rs trayectorias (sobre las que se hablará en el próximo capí-
desvanece, entonces está claro que debe haber implicados pro rrrkr) fluctúan sin orden, para arrojar, a la larga, él mismo tipo
cesos de mecáncia cuántica. Pero ¿cómo va a hablarse de estor ,k' rlistribución estadística que se prevé en la mecánica cuántica
procesos y de sus resultados, cuando el único marco conccl' 'rr
rrrirl. Esto demuestra que la interpretación, aunque sea c¿u-
tual, en el enfoque tradicional, incluye también aparatos tlt' r,r/, no es estrictamente determinista. Es más, en ef capítulo
si-
medición clásicos? f'rrrc'te se mostrará que existe la posibilidad de que la creativi-
Por ejemplo, las teoúas actuales del origen del universr¡ ,lirtl opere en un marco causal.
descansan en lo que se llama l,as ampliaciones de la teoría implican la introducción de
"función onda del universo>. lrl
comportamiento de esta función onda es particularmente inr rr('vos tipos de potenciales, además del clásico y el cuántico.
portante en el momento de origen. Pero ¿cómo va a definirsc l'sth también la cuestiónde hacer una prueba experimental en-
esta función onda de manera adecuada, en el marco teórico, ¡r rrt' cl enfoque causal y el convencional. una de las ampliacio-
no ser que se presente un aparato de medición clásico? En ur¡¡r rr.s de la interpretación causal muestfa que existe ur, .,ti"*po
época cosmológica, en la que ni siquiera existen los átomos o ,k' descanso>> característico, de modo que si las mediciones
Ias moléculas, este aparato está con toda claridad fuera clc r r¡:i'ticas se realizan en intervalos lo suficientemente
Deoue-
cuestión. ¿Cómo va entonces a discutirse el origen mecánicrr rr()s. los resultados estadísticos serán significativamente
dife- l
cuántico del universo de manera coherente? r('rtes de los de la teoría cuántica actual. Así pues, es posible .i
ri
ilt
Este tipo de problema no surge con la interpretación causal, ,lrstinguir, de manera experimental, las predicóiones de ambas ,t
porque puede ser imaginado un universo objetivo que no ck' rt'rrías. sin embargo, los tiempos de descanso son demasiado
pende de aparatos de medición o de observadores. Frente l ¡r.r1ueños para las técnicas experimentales con que se cuenta en
esto, las otras interpretaciones o bien llevan consigo un número l¡r rrctualidad.
de extraños presupuestos, o suponen, junto con Bohr, quc
nada puede decirse del .<mundo cuántico>. Así tenemos quc,
una vez más, el lenguaje informal resulta coherente con las m¡r r )ltjeciones a la ínterpretacíón causal
temáticas, y permite dar cuenta, de manera intuitiva, de krs
procesos cuánticos subyacentes. A pesar de lo novedoso.de los rasgos de la teoría. y de las
lJna característica particularmente interesante de la intcr ¡r, rsibilidades de modificación que ofrece, la mayoría de los físi-
pretación causal es que no está limitada a la estructura formal ¡ .s no tiene en cuenta la interpretación causal
óomo una alter-
de la teoría cuántica actual. Su base matemática está abierta ¡r
una gama casi ilimitada de modificaciones que van mucho I . D. Bohm y J_ P. Vigier, physical Review, vol. 96 n.o 20g (1954).

rtz 113
La ciencia como percepción y comunicación creativas
Ciencia, orden y creatividad
de la infraestructura tácita de ideas de los últimos siglos ha sur-
nativa seria frente a las otras interpretaciones de la teoría cuán-
gido una actitud generalizada que predispone a los científicos
tica. ¿Por qué ocurre esto? Una de las razones más importantes
contra cualquier consideración seria de la no localidad.
podría ser la de que no concuerda con la manera en que se usa
normalmente el [enguaje informal de la física, al que los cientÉ ¿Pueden las objeciones a la no localidad, basadas en un pre-
juicio subliminal, ser respaldadas por argumentos físicos? Se
ficos se han acostumbrido a lo largo de extensos períódos en
sugiere que la no loc_alidad no concuerda con los principios bá-
los que han estado aplicando las interpretaciones normalmente
sicos de la relatividad. La no localidad implica una conexión
acepladas. Parece que' en su forma de pensar, hay poco espa-
instantánea entre acontecimientos distantes, y eso parece vio-
cio para la interpretación causal, que queda por consiguiente
lar el principio básico de la relatividad, segÍn el cual ninguna
e*cüida, considérada como irrelevante y no merecedora de un
señal puede üajar más rápida que la luz. Sin embargo, un aná-
estudio serio.
lisis más detallado muestra que el potencial cuántico es muy
Existe también la impresión, basada por lo general en una
nfrágil> e inestable ante los cambios. En otras palabras, si se in-
ojeada superficial, de qué la teoría no es nada más que una vuel-
tcnta imponer una forma al potencial para usarlo como señal,
tá a los viejos conceptos clásicos que los físicos han dejado ya
csta forma se tornará confusa, perdiendo todo su orden y signi-
atrás. De hécho, sin ün estudio serio de este enfoque, los físicos
l'icado. Por tanto, el potencial cuántico no puede usarse para
no se darán cuenta de sus características conceptuales total-
llevar ninguna señal entre efectos distantes, y por tanto su co-
mente nuevas y de las posibilidades de alcanzar niveles de in-
nexión instantánea entre partículas distantes no viola la teoría
terpretación todavía inexplorados -
tle la relatividad.
Parece que otra objeción se halla en lo que los científicos
llaman la naturaleza no local del enfoque. Esto puede explicar-
De hecho, hay cierta evidencia de que, envez de violar las
leyes físicas, la no-localidad opera de hecho en la naturaleza.
se como sigue. Cuando se tratan varias partículas en la inter-
pretación cáusal, actúa sobre ellas, además del potencial clási-
l{ay un experimento, sugerido inicialmente por Einstein, Ro-
sen y Podolsky, que se basa en la medida de efectos no locales
co convencional, un potencial cuántico que depende ahora de
rle una partícula cuántica a otra. El experimento ha sido lleva-
todas las partículas.Lo más importante es que este potencial no
tlo a cabo recientemente por Alan Aspect en París, e interpre-
disminuyi con la distancia entre las partlculas, de modo que in-
I

I
lado con ayuda de un teorema de J. S. Bell. Evidencia de ma-
cluso las partículas distantes pueden hallarse fuertemente rela- I

nera clara una forma no local de interacción. En la interpreta-


cionadas. Este rasgo, que permite que acontecimientos muy
ción causal, este resultado es algo natural, como resultado del
distantes entre sí puedan ejercer una fuerte influencia, es lo
que se entiende pór interacción no local, y está en desacuerdo ¡rotencial cuántico no local que conecta de manera directa par-
tículas distantes.
Con todo el espíritu de la mecánica clásica.
Los físicos muestran un fuerte rechazo a considerar de ma- Otra objeción más a la interpretación causal es que propor-
nera seria esta no localidad, incluso cuando ésta se encuentra t:iona sólo las mismas predicciones que la interpretación con-
en el corazón mismo de las implicaciones formales de la teoría
vencional. En ot¡as palabras, no existe una prueba decisiva en-
tre la interpretación causal y las interpretaciones normalmente
cuántica. Durante los últimos siglos han resultado muy exito-
rrceptadas. Pero de hecho, la interpretación causal sí que sugie-
sas varias teorías en términos de interacciones locales, Y Por
re resultados experimentales alternativos, aun cuando requie-
ello este concepto se considera ahora como necesario e inevi-
table. Pero, de hecho, no parece que haya ninguna razón in- ran mayor precisión en la tecnología experimental actual. Es
trínseca para dejar de lado las fuerzas no locales. Sin embargo, rnás, la insistencia en hallar una prueba decisiva, o en tener en

r14 115
Ciencia, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

cuenta el criterio de falseabilidad de Popper, resulta demasia- rían acomodarse, sin tener que ser aceptados o rechazados. De
do restrictiva. Un enfoque de esta naturaleza, fundamental- csta manera, surge la posibilidad de percepciones nuevas y
mente nuevo, necesita un largo período de nutrición bajo cier- creativas, que emergen constantemente de un diálogo abierto.
tos cuidados, antes de poder abordar de manera adecuada ¿Es posible establecer tal diálogo entre los defensores de la
pruebas como ésas. rnterpretación normalmente aceptada y los de la interpretación
Para terminar, se pone también la objeción de que ciertas cnusal? Para comenzar, podría utilizarse la interpretación cau-
características de la interpretación no son estéticamente satis- sll siempre que un físico desee entender lo que sucede física-
factorias. Por ejemplo, el potencial cuántico afecta a las partí' nrente en un problema dado, mientras que alguna de las otras
culas, pero éstas no le afectan a é1. En este grupo podría in- rnterpretaciones sería más conveniente para reallzal. cálculos
cluirse a Einstein y a muchos otros que, como é1, consideran rnatemáticos. Una vez que se ha establecido este diálogo, resul- I

que la noción de no localidad es fundamentalmente inacepta- ta posible ir más allá y examinar los puntos clave de similitud y
ble. Por otra parte, si estos científicos llegan a sugerir que la tlil'erencia entre los distintos enfoques. Así, sería posible crear
única posibilidad de hacer ciencia exige que se mantenga la lo- ¡rrctáforas creativas. Para eso se necesita que los distintos pun-
calidad en todos sus conceptos fundamentales, entonces se es- tr¡s de vista estén presentes en la mente de manera activa, y en
tará estableciendo una grave demarcación entre ciencia y no cl marco de un diálogo común entre la comunidad de físicos.
ciencia. l\rr ejemplo, la interpretación causal resulta semejante al enfo-
Exceptuando quizá las objeciones de tipo estético, las de- ,¡ue de Bohr en el énfasis puesto en la totalidad individida,
más pueden resumirse en que la totalidad del lenguaje informal ¡,e ro difiere en que esta totalidad puede analizarse ahora en el
de la física, dentro de su paradigma actual, se muestra decidi- ¡rcrnsamiento. De la misma manera, la interpretación causal se
damente contraria a propuestas como la de la interpretación pirrece a la de Wigner en que otorga un papel fundamental a la
, rralidad <<de mente>> de la información activa, pero difiere en
causal. Dentro de este paradigma, o uso aceptado del lenguajt
(f rre no implica que la mente humana pueda afectar de manera
informal, han de ser incluidas las ideas de la falseabilidad de
Popper, la exigencia de Heisenberg de que la esencia de la físi' :rgnificativa al electrón en una medición física real.
ca descanse en las matemáticas y la de Einstein de localidad es-
tricta. Todos estos factores han llegado a determinar, de manc"
ra inconsciente, los problemas y las teorías que deben ser consi' I,)l papel de las interpretaciones en física
derados relevantes o irrelevantes.
De particular importancia en esta estructura subliminal cs Una interpretación, como las distintas interpretaciones de
la creencia de que, en caso de existir varias interpretaciones al- l¡¡ lcoría cuántica, no es de ninguna manera wa deducción de
ternativas de un mismo contenido objetivo y matemático, en lrt'chos experimentales o de las matemáticas de una teoría. Es
tonces sólo una de ellas puede ser <<buena>, mientras que las rrr¡is bien una propuesta de lo que la teoría podría significar, en
otras han de ser descartadas como <<malas>>. En este libro, si¡r '¡t'ntido ffsico y global. Así, cada interpretación añade a la teo-
embargo, sugerimos que la ciencia ha de llevarse adelante ert ri;r irlgo que no está en las observaciones y las ecuaciones mis-
forma de diálogo creativo, en el que pueden coexistir diferen r¡rrrs. Este material adicional procede de un área muy amplia,
tes puntos de vista con igual intensidad, al menos durante algúlr ,lu(' se extiende más allá de lo que se toma normalmente por
, rrncia, y en la que están incluidas la filosofía y la sensibilidad
tiempo. En el caso de los intercambios Bohr-Einstein, p<lt
ejemplo, se sugería que los puntos de vista alternativos debe ,-,¡lética.

116 TL1
Ciencin, orden y creatividad La ciencia como percepción y comunicación creativas

Las nociones de Bohr de ambigüedad y complementarie- tle especular de manera audaz cuando se encontraba constru-
dad le fueron sugeridas, en gran parte, por su conocimiento yendo nuevos experimentos o hipótesis.
de la filosofía danesa y los escritos de William James, con su La imagen del científico <<cabeza cuadrado> es un ejemplo
noción de la <<corriente de conciencia>>. De la misma manera, más de la influencia subliminal que ejerce sobre él la infrals-
las ideas de Heisenberg sobre la primacía de las matemáticas tructuta tácita de ideas de toda la comunidad. probablemente,
no procedían tanto de su experiencia en el campo de la ffsica scría mejor ver a los científicos, en lo que a interpretaciones se
como de su conocimiento de Platón, y probablemente de los rcfiere, como una especie de artistas que pintan cuadros dife-
pitagóricos. Algunos prefieren adoptar, sin embargo, una vi- rentes del mismo lugar. Cada teoría podrá ofrecer una visión
sión que ellos consideran totalmente pragmática,y defienden rinica, estéticamente satisfactoria de una manera u otra. puede
que la teoría cuántica no es más que un algoritmo para prede- t¡ue algunas interpretaciones den muestra de originalidad crea-
cir experimentos y que intentar interpretar un algoritmo no tiva, mientras que otras resultarán mediocres. Aun así, ningu-
es más que una pérdida de tiempo. Con todo, también estos rra da la <<verdad>> definitiva sobre la materia.
pensadores se han visto afectados por consideraciones que
descansan fuera de los límites de la ciencia, como las opinio-
nes de los filósofos positivistas, operacionalistas y empiristas, llesumen y conclusión
que estaban de moda en la primera época de la teorla cuán-
tica. La primera parte de este capítulo trata del importante papel
Todas las interpretaciones posibles de la teoría del quan- r¡ue tiene la comunicación en la percepción creativa, no sóloen
tum, y de cualquier otra teoría física, dependen fundamental- l¡r ciencia sino también en el arte. Sin embargo, por una serie
mente de presupuestos filosóficos, implícitos o explícitos, asf rlc razones, esta comunicación tiende a romperse y queda así
como de presupuestos que surgen de mil maneras distintas fue- ,urulada la creatiüdad. Uno de los claros motivos de esta ruptu-
ra de los dominios de la física. rir surge con el desarrollo de nuevos paradigmas durante una
Es posible que muchos científicos encuentren este análisis rcvolución científica. Pero es también evidente que se produ-
ligeramente repugnante. De hecho, en la actualidad se ve al '
cn rupturas durante los períodos de ciencia <<normal>, ruptu-
científico ideal como un <cabeza cuadrada>>, ocupado sólo e¡r r rrs particularmente graves debido a que no son reconocidas
en
los hechos y la lógica y sin tiempo para los contenidos <<blan- lrr rnayoría de los casos.
dengues> de la filosofía o de otras áreas <<no científicas>. A mc' El tema se ilustró con ejemplos de cómo se usan en la actua-
nudo se considera a Ernest Rutherford como el epítome de estc Irrlud, en el campo de la física, los aspectos formal e informal
tipo de homb¡e directo y práctico, que tiene poco tiempo panr ,lt'l lenguaje. Más concretamente, se analizaron las distintas in-
la especulación. A estos fisicos les encanta citar la respuesta dt' tcr¡rretaciones de la teoría cuántica, y el fracaso de la comuni-
Rutheford cuando se le preguntó acerca de los nuevos avanccs , ;rción entre Bohr y Einstein.
de la teoría cuántica. <Sólo se puede decir una cosa sobre la ff- l-a segunda parte del capítulo se dedicó a un tratamiento
sica: los teóricos andan apoyados sobre las patas traseras y dc , h'tullado de la interpretación
causal de la teoría cuántica, que
pende de nosotros tira¡los al suelo otra vez.>> Pero semejantc l'('rmite que los lenguajes formal e informal resulten coheren-
individuo jamás podría haber realizado ninguna nueva hipótc rr'\ de manera natural. Esta interpretación proporciona una
sis, ningún atrevido salto intuitivo en la estructura del núcle¡r ur¡urcra más intuitiva de hablar sobre los acontecimientos que
El verdadero Rutheford era culto, sensible, y siempre deseoso '¡,' l)roducen en el micromundo. Sin embargo, la interpretación

118 119
Ciencia, orden y creatividad

causal ha sido considerada irrelevante y totalmente ignorada,


en parte porque este tratamiento está en desacuerdo con el
adoptado actualmente por la física.
En los dos capítulos que siguen se mostrará que estudiar el 3. ¿QUE ES EL ORDEN?
problema del fracaso de la comunicación y el entendimiento,
én el marco de la fisica moderna, exige un análisis minucioso de
lo que significa el orden. De hecho, ya se ha sugerido que la
teoiía cuántica demuestra la necesidad de nociones de orden
El fracaso definitivo de Bohr y Einstein en continuar sus
radicalmente nuevas, y es posible que las confusiones y fallos
conversaciones simboliza el grado de fragmentación que existe
asociados a la teoría se deban al intento de comprender algo ra-
cn la actualidad en la ffsica. A pesar de la amistad que los unía
dicalmente nuevo en términos de un orden anterior, en otras
y de la energía con que acudían a sus encuentros, llegó un mo-
palabras, .<poner vino nuevo en odres viejos".
mento en que no tuvieron nada más que decirse. En el capítulo
¿nterior se afirmaba que esta ruptura en la comunicación es el
resultado de usar el lenguaje informal de la física de maneras
rliferentes e incompatibles. Los dos usaban términos determi-
nados de una manera concreta y ponÍan énfasis en aspectos dis-
tintos de la interpretación. Un análisis más profundo de todo el
tsunto muestra que lo que en realidad estaba en litigio eran dos
¡rociones diferentes de orden. Bohr y Einstein sostenían nocio-
nes ligeramente diferentes de lo que debería ser el orden en la
lfsica y en la naturaleza, y eso los llevó a una ruptura esencial
cn su diálogo, ruptura que se refleja en la distancia que separa
las teorías de la relatividad y cuántica, incluso en la actualidad.
Más concretamente, Bohr creía que el orden de movimiento de
runa partícula admitiría la ambigüedad, mientras que Einstein
scntía que esta posibilidad era demasiado absurda para tenerla
crn cuenta. Así pues, el origen de este fracaso en la comunica-
ción entre los dos gigantes de la física moderna yace en la in-
tnmpatibilidad de sus nociones de orden.
La noción de orden va más allá de los límites de una teoría
t'oncreta; empapa toda la infraestructura de conceptos, ideas y
virlores, y entra en el marco mismo en el que se producen el
¡rcnsamiento y la acción del hombre. Para entender todo el sig-
nificado de la creatividad, y qué es lo que la bloquea, es necesa-
r io penetrar en toda la naturaleza y la significación del orden.

El asunto del orden trasciende los confines de la física y de

t20 tzr
Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

la ciencia, para adentrarse en el tema de la sociedad y el conoci- sc enfrenta a una grave crisis que abarca todo lo que era en otro
miento humano. ¿Es posible indagar en un campo tan vasto? rnomento querido y que se tilda ahora de irrelevante, impropio
Está claro que el tema no puede resumirse en unas pocas pági- o incluso inmoral. Al tratar el tema del cambio de orden es im-
nas. El enfoque que se hace en este capítulo da por sentado que portante preguntarse si todos los cambios en la sociedad han de
el lector está familiarizado con lo que significa el orden, aun- ser necesariamente tan destructivos, o si el cambio puede tener
que sea más a nivel imptícito que explícito. Por tanto, la mate- lugar por vías más creativas.
ria será planteada de manera discursiva, a medida que se van Un ejemplo de cambio ¡adical en el orden social global pue-
desarrollando aspectos concretos, ideas e intuiciones. Más que tle encontrarse en la transición de la Edad Media a nuestros
intentar definir, o hacer un análisis exhaustivo de la naturaleza rlías. La üsión medieval del mundo es en esencia la de un orden
del orden, se pretende profundizar y extender la comprensión ;rtemporal en el que cada cosa tiene su lugar, de modo que in-
del lector. Así pues, este capítulo se centra en el significado del cluso el orden temporal de la historia puede acomodarse den-
orden en contextos familiares, mientras que el capítulo siguien- tro del orden atemporal. Claro está que esta noción puede re-
te desarrolla nuevas nociones de orden relevantes, no sólo para lrotraerse a los antiguos griegos, ya que Aristóteles hablaba de
la teoría cuántica, sino también para la sociedad, el conoci- rrn orden eterno de perfección creciente, que iba de la materia
miento y la creatividad. lcrrestre a la celeste. Un aspecto importante de este orden es
r¡ue cada objeto tiene un lugar adecuado en el orden de las co-
sas, de modo que el movimiento de los cuerpos puede enten-
Nuevos órdenes en la sociedad tlerse como un esfuerzo por alcanzar ese lugar adecuado. En el
rnarco de este tipo de orden, era natural contemplar el universo
Las nociones generales de ordenjuegan un papel tremenda- (:omo un solo organismo.
mente significativo en la totalidad del pensamiento y las accio- En la Edad Media este esquema se había extendido tanto
nes humanas. Cuando las ideas de orden cambian de manera r¡ue encontró una base eterna en el o¡den de la religión y la filo-
fundamental, producen un cambio radical en el orden global de sofía, de las cuales surgían las leyes, la moral y la ética, que re-
la sociedad. Esto afecta a todas las áreas de la vida. De hecho, gulaban los asuntos temporales de la sociedad. La sociedad en
la noción de cambio en el orden social ofrece un buen punto de gcneral, y cada ciudadano, eran vistos como una imagen del or-
partida para las indagaciones de este capítulo, ya que da una rlen total y eterno. Dentro de este orden, un hombre podía en-
idea de lo amplio e importante que puede ser el papel del or- contrar un lugar y un significado para su vida. Un aspecto fuer-
den. Al examinar el orden de la sociedad es posible sentir lo su- tc y positivo de este orden eterno era el tener una única signifi-
til y omnipresente que es la operación del orden dentro de la in- cación que abarcaba el universo, la sociedad y al individuo. Sin
fraestructura tácita del conocimiento humano. t,mbargo, esta sociedad tenía también su cuota de desventajas,
Los cambios del orden subyacente en toda sociedad no di- ya que la libertad y los derechos del individuo estaban severa-
fieren mucho, en algunos aspectos, de los cambios en los para- rnente restringidos y la autoridad pretendía un poder absoluto.
digmas durante una revolueión científica. Pues de la misma, Tras la Edad Media este orden comenzó a dar paso a un
manera que se suele pensar que las nuevas teorías son incon- r¡uevo orden secular, en el que todo se consideraba sujeto al
mensurables con las anteriores, igualmente pueden surgir nue- lluir del tiernpo. (El <nuevo orden seculan> es el motivo del se-
vos órdenes en la sociedad que se consideran incompatibles con llo real de los Estados Unidos.) Ahora nada tenía ningún lugar
aquellos a los que sustituyen. En tales casos, la sociedad entera cspecial, y el movimiento se reducía a un proceso mecánico,

122 123
Ciencia, orden y creatividad
¿Qué es el orden?
que no tenía una meta última y por tanto no iba a ningún sitio
r¡ociones diferentes de orden, a la que puede considerarse
en particular. La comparación der universo con un organism,
r {)rno una extensión de la irrelevancia mutua entre ideas bási-
!i9 qa-so a compararlo con un mecanismo, y la imageniavoritrr
" , ¿rs de paradigmas sucesivos. Pero el lector debería tener en
del siglo xvtll era la de un mecanismo de relojería. r rrcnta de modo permanente la posibilidad de una continuidad
El orden secular era de naturaleza atomi;ta, y el resultad' nrlis profunda entre las nociones de orden, de modo que no re-
fue que el individuo pasó a ocupar un papel más importante en qrrlte una ruptura en la comunicación entre dos sociedades.
la sociedad. Esta nueva actitud ayud ó'a álcanzar h iibertad hu
En la mecánica de Newton, el orden de espacio y tiempo se
mana. Sin embargo, este aspecto positivo debe valorarse junto , onsideraba como un absoluto, y en ese sentido sí quedaba algo
con los rasgosnegativos. Entre éstos, uno de los más importanr rlcl visjs orden aristotélico. El nuevo orden mecánico absorbió
tes era que el individuo, y toda la sociedad, junto con lós prin_
rrlgo del orden eterno, porque, según Newton, el espacio era el
cipios morales y éticos que eran necesarios para regularla, nt, ,,sentido externo de Dios>>, y el tiempo fluía a través del univer-
tenían ya ningún significado último. porque dentrJdel nuevo .,o. Con Einstein se cuestionó incluso este resto del viejo orden.
orden secular todo estaba colocado en un universo mecánico, lrn la teoría de la relatividad se cuestionó la idea de un tiempo
inmenso y falto de propósito, indiferente a los valores y al des- r¡rrc fluye de manera uniforme por el universo, al demostrarse
tino humanos, y en los que la tierra misma estaba perdiáa como ,¡uc la noción de flujo del tiempo depende de la velocidad del
una simple mota de polvo.
observador. Ya no era posible que un orden de un solo tiempo
Todo esto significaba que había tenido lugar una transfor- rluzara todo el universo; ni siquiera las nociones de pasado,
mación radical en el orden global de la vida hrinana en particu-
¡rrcsente y futuro pudieron conservarse en el mismo sentido ab-
lar, y de la sociedad en general. Uno de los aspectos más im_ soluto que tenían para Newton.
portantes de esta transformación ha sido el amplio desarrolro
Con la teoría cuántica llegaron cambios aún mayores sobre
de la ciencia y la tecnología a lo largo de los últimos siglos. Estrr
r:l concepto de orden, y se cuestionó toda la base del orden
ha ayudado a disipar la consideraúle ignorancia cieñtífica der
rnccánico, que era una parte significativa del orden secular.
viejo orden eterno, y ha permitido la iniroducción de reformas Ya no era posible, por ejemplo, definir al mismo tiempo la po-
radicales en medicina y agricultura. Sin embargo, todos estos rición y el momento, ni se podía mantener la noción no ambi-
beneficios han tenido un precio.
¡iua de la trayectoria de una partícula. De hecho, en los años
- P: hecho, puede verse ahora que el diálogo de la intro-
ducción estaba relacionado con toda la naturaieza del orden
lleinta el orden newtoniano había perdido su definición clara
y se introdujeron nuevos órdenes, que dependían de ideas
secular. rrrás abstractas, como simetrías, estados cuánticos y niveles de
Este cambio de orden lo señaló en física Descartes, quien t:nergía.
introdujo el concepto de coordenadas. Se las puede i*uiinu, Toda esta transformación del orden eterno ha traído un mo-
como redes gracias a las cuales se pueden localizar puntosin el vimiento que se aleja de lo absoluto y se acerca a la idea de que
espacio. Como Ia palabra ocoordénadas>> indica, sbn el medio lrrs cosas son intrínsicamente relativas y dependientes de condi-
básico por el que se va a describir el orden en la nueva visión t:iones y contextos. Pero, de hecho, esto era el significado más
secular y mecánica del mundo. Aristóteles, por ejemplo, ha_
¡rrofundo de dar al tiempo el rango de lugar, en vez del de eter-
bría entendido este significado de las coordenadas tartlsianas, ¡ridad, que era lo que en un principio se hizo en la Edad Media.
pero seguramente las habría considerado irrelevantes para su l'.1 significado esencial del tiempo es que todo es mutable y pa-
manera de ver el mundo. Esto mostraría la irrelevancü enfte sajero. De hecho, el dios del tiempo griego, Cronos, se tragaba
124
125
I

Ciencin, or den y creatividad ¿Qué es el orden?

a sus hijos. Así pues, el orden temporal es esencialmente orden ('tcrnas y los criterios absolutos se iban desgastando, los viejos
de cambio y transitoriedad. Los científicos como Newton in- \rstemas de ética y moral se fueron haciendo más insignifican-
tentaban formular leyes universales que fueran eternamente t('s, para terminar disolviéndose en una forma general de relati-
válidas, y por tanto apelaban a algo que se encuentra más allá vrsmo. Este cambio de orden alcanzó incluso a la familia, ya
del tiempo. Eri cierto momento, sin embargo, se descubrió quc 'luc los impersonales lazos del comercio, la industria y la buro-
estas leyes se mantenían sólo bajo una serie limitada de condi' ( r'Ílcia comenzaron a dominar las relaciones humanas.
cionés, y, en este sentido, no podían ser eternas. Incluso las Está claro que los cambios tienen una influencia de largo al-
teorlas de la relatiüdad y cuánticao que reemplazaron a la vi- rirnce en el orden social; de hecho, las tensiones sociales aso-
t r¡rdas a él todavía no han sido resueltas. Por una parte, la cien-
sión del mundo newtoniana, están siendo cuestionadas. No hay
duda de que el lector habrá oído hablar de los <<agujeros ne- , rl y la tecnología han abierto gran número de posibilidades
grosrr. Son fenómenos singulares en la estructura de espacio- nucvas para la humanidad, para conseguir una vida mucho me-
tiempo, en los cuales se vienen abajo todas las leyes de la físic¡r ¡ol de lo que nunca hasta ahora había sido posible. Por otra
hasta ahora conocidas, incluidas la de la relatividad y la cuánti- ¡r;rrte, el desarrollo de la industria y el crecimiento de la tecno-
ca, y en los que las estructuras básicas, como las partículas ele- Irgía han ocasionado crisis en la política, la economía y la eco-
mentales, dejan de existir. Se ha llegado a sugerir que el uni- krgía, y los conflictos entre las naciones nos han llevado al bor-
verso comenzó con una singularidad de este tipo, en forma dc ,lc de la guerra nuclear. Es más, este torrente de cambios que
.,r' ha desatado amenaza con arrastrar a la humanidad a un
una <<gran explosión>. La ciencia ha llegado a un punto en el
..;rgujero negro>. Lo que hay dentro de él no lo sabemos.
que, en principio, todo queda sujeto a una disolución final en el ¿Será
flujo del tiempo. Todos los restos del orden eterno, con sus ci- r¡nu miseria creciente y la extinción final, o una vida que no po-
clos naturales y armonías, han sido totalmente barridos. rlt'rroS imaginar, diferente y mejor para todos?
Pero estos importantes cambios no han estado limitados a lrr En épocas pasadas, los cambios en el orden fundamental de
ciencia, sino que se han deslizado a todas las áreas de la vida. l¡r sociedad eran seguidos por un período de violencia y des-
En épocas anteriores, por ejemplo, la gente veía el orden de lir trr¡cción. Este estadio de conflicto interno y confusión surge
{ ililndo se cree que nociones sucesivas de orden son incompati-
sociedad como eternamente determinado, qaizá por decret<r
divino. En la Edad Media tuvieron lugar cambios importantes, lrlt:s o irrelevantes entre ellas. Peio ¿es necesario para el cam-
pero la mayoría no afectaron de manera profunda a quienes lrro Qt¡€ esto ocurra así? ¿No hay un terreno intermedio, en el
,lrrL^ esta transición pueda tener lugar sin violencia? ¿Es posible
seguían metidos en el eterno y recurrente ciclo de las vidas.
rluc <<la mente de la sociedad> mantenga una serie de nociones
Sin embargo, tras el cambio del orden eterno al secular se pro-
rl(' orden diferentes, en suspensión activa, de modo que surja
dujeron una serie de rápidas transformaciones en la ciencia y ltr
rrrr diálogo entre los órdenes nuevos y los viejos? En este caso
tecnología, la escala y el ámbito de acción del comercio y la in-
.','ría posible dar paso a un tipo de movimiento totalmente nue-
dustria, el crecimiento del nacionalismo y la expansión de las
metas generales de la civilización europea. Por ejemplo, al au' lr¡, en el que toda la sociedad se hallaría en un estado constante
,h' transformación activa, sin ruptura alguna.
mento de la importancia de la ciencia, le correspondió un des-
censo de la importancia de la religión. Dentro del orden cientf- Pero hasta el momento, quienes han exigido grandes cam-
fico muchas creencias religiosas parecieron perder su credibili' l¡ros en la sociedad han dado poca importancia al tema de la
, re atividad. De hecho, la historia nos muestra la poca concien-
dad, y el progreso traído por la tecnología dio paso a nuevas
, rir presente en la realización de lo que tiene lugar durante un
ambiciones, pretensiones y valores. A medida que las verdader

L26 t27
'-Y

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

cambio, o de adónde conduce esta acumulación de cambios. r¡ue lo incluya todo. Por consiguiente, en esta sección nos ocu-
En general, la sociedad cambia cuando un grupo de gente reac- l)aremos de cómo se piensa, percibe y produce el orden en la
ciona frente a problemas y presiones particulares que se han rrctividad humana.
ido acumulando. A veces, algunos individuos han intentad<l Reflexionando un poco nos daremos cuenta de que nues-
enfrentarse al asunto del cambio de manera creativa, pero $c tras primeras nociones de orden dependen de nuestra habilidad
han visto atrapados por las distintas cuestiones y problemas ¡rara percibir similitudes y diferencias. De hecho, hay pruebas
que ya hemos sacado a la luz en este libro. Por ejemplo, la gen' t'videntes de que nuestra visión, así como los otros sentidos,
te tiende a aferrarse a la estructura tácita de su medio cultural, trabaja mediante una selección de similitudes y diferencias.
de modo que se resisten a todo cambio social de manera ciega listo puede demostrarse mediante una serie de experimentos
y a menudo destructiva. Por el contrario, otros se aferran a sus r lc laboratorio y de ilusiones visuales, pero el lector lo verá más

exigencias de cambio revolucionario, y siguen adelante con sus l¡icilmente mediante su propia experiencia directa. Eche una
objetivos de manera igualmente ciega. Lo que se necesita es ¡nirada a la habitación y fíjese en cómo su campo global de vi-
claramente un juego libre, dentro del individuo y de la socie' rrón es particularmente sensitivo al cambio y a las diferencias
dad, de modo que la mente no se vea sometida de manera rígi' ,lc sensación. Un pequeño movimiento repentino aparece rápi-
da a un conjunto limitado de presupuestos, o atrapada en la tl¡rmente captado en la esquina del ojo. Por el contrario, el cen-
confusión y en el juego sucio. De este juego libre podría surgir tro del campo de visión proporciona una distinción mucho más
el auténtico potencial creativo de una sociedad' rlctallada de formas concretas que son relativamente constan-
tt's. Mientras que el fondo hace patentes pequeños cambios y
rrrovimientos, es el centro del campo el que proporciona infor-
Orden y categorías rnirción detallada de, por ejemplo, una cara.
En la introducción se señaló que, si el campo central resulta
Para comprender cómo puede surgir un nuevo orden dc rlrrñado, todavía es posible extraer un significado del campo vi-
manera creativa, es necesario adentrarse en la noción de or' .;uul, aun cuando se pierda la capacidad para integrar formas y
den. Lo haremos explorando primero una idea de orden de ma- ,hstinguir los pequeños detalles. Sin embargo, cuando resulta
nera relativamente detallada, para después generalizarla a con- tl;rñado el fondo, la información del campo central pierde su
textos más amplios. rr¡¡nificado. Esto sugiere que la percepción comienza recogien-
El orden se experimenta generalmente en un número de si- rkr diferencias, que son los datos primarios de la visión, para
tuaciones y contextos diferentes. Hay, por ejemplo, el orden de lrrr-:go utilizarlas en la construcción de similitudes. El orden de
los números, de los puntos de una línea, de espacio y tiempo, l;r visión pasa primero por la percepción de diferencias, y des-
del movimiento de una partícula a través del espacio, y del fun- ¡rrrós por la creación de similitudes a partir de estas diferencias.
cionamiento de una máquina. Pero el orden no tiene que ser En el pensamiento tiene lugar un proceso similar, que co-
sólo mecánico, o estar restringido a sistemas inanimados. Exis' nuenza con la formación de categorías. Esta categonzación in-
te también orden en el crecimiento de un organismo, en el len- t lrryc dos acciones: selección y colección. Según la raízlatina
guaje, el pensamiento, la música y el arte y la sociedad en gene- ,r)nrún a ambas palabras, seleccionar significa ..reunir a un
ral. De hecho, podría decirse que cualquier cosa que hagamos l;rrl<r>, y coleccionar significa <<reunir juntos>. Así pues, las ca-
presupone algún tipo de orden. Está claro que el asunto del or- tcgrrrías se forman cuando ciertas cosas resultan seleccionadas,
den es demasiado complejo para resumirse en una definición ;r tr'¿rvés de la percepción mental de sus diferencias con un fon-

128 t29
TY

Cicnci.a, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

do más general. Volviendo al ejemplo de la üsión, puede ml- Las leyendas de los primeros tiempos de la civilización, jun-
tarse la presencia de un animal contra un fondo de bosque o to con mitos contemporáneos procedentes de tribus de Africa y
una moneda puede destacarse sobre una alfombra estampaclrr ¡\mérica del Norte, sugieren que la categorización es una mane-
por el destello de su reflejo. r;r de ordenar el universo tan primitiva como importante. Por
La segunda fase de la categorización consiste en colocar r'¡t'rnplo, se encomienda a los dioses la tarea de dar nombre a los
juntas algunas de las cosas seleccionadas (por su diferencia colr ,lrstintos animales y plantas, para establecer así un orden en el
el fondo) al no considerarse sus diferencias como importantes, r¡niverso. Estas leyendas indican también que las similitudes y
mientras que se sigue conside¡ando como importante su difen. ,lrlcrencias que se seleccionan dependen de un contexto en el
cia común con el fondo. De esta manera, varios pájaros de tn- ,¡ro van incluidos toda la actividad y el orden de la tribu. Un
maño y postura diferentes resultarían abstraídos todos juntor ¡rrre:blo categonza a los diferentes animales según su influencia e
del fondo general, un árbol, sin que se prestara una atencién rrrr¡rortancia para la vida de latribu. Los animales pueden selec-
especial a las diferencias particulares entre ellos. Sin embargo, r ronarse e identificarse según su alimentación, forma y color,
estos pájaros son clasificados claramente en una categorla dife lr;ibitos o utilidad. Así, un grupo de pastores africanos utiliza
rente a la de las ardillas que puedan hallarse en el mismo árbol, rrrr¡r serie de palabras que muestran su sensibilidad a las varia-
Así pues, la categorización incluye las acciones combinadas de , r,rncs de color de su ganado. Además, los nombres de los dis-
selección y colección. rrrrtos colores de este ganado se usan en la descripción de otros
Al observar un bandada de pájaros en un árbol, la categorfn ,hictos. Los esquimales, por su parte, tienen otras prioridades
de pájaros se forma al reunir cosas que se distinguen simult¡l 1';rlu la supervivencia, y disponen de toda una serie de palabras
neamente de aquellas que no pertenecen a esta categorfa, ¡';rra describir las diferentes condiciones del hielo y la nieve.
como, por ejemplo, las ardillas. Así se forman grupos de cate r Jrrc<la claro que toda la acción de la categorización está insepa-

gorías, y esto, a su vez, influye en la manera en que las cosas se r¡rblcmente unida a la percepción-comunicación, que opera
seleccionan y coleccionan. Selección y colección se convierterr rk'r¡tro del contexto global de una estructura social dinámica.
así en las dos partes inseparables de un único proceso de cate: l-a mayoría de las categorías nos son bien conocidas, y las
gorización. r¡trlizamos de manera casi inconsciente. Sin embargo, a veces
Esta determinación de similitudes y diferencias puede con. -,ulg,en nuevas categorías, como resultado de algún cambio im-
tinuar de manera indefinida. En el marco de las similitudes en Irollante en la manera de ver el mundo o al ampliarse nuestra
tre los pájaros podrán detectarse diferencias entre pequeñori i'{l)criencia. Se forman categorías que antes no existían y nue-
pájaros pardos y grandes pájaros negros. Así pasa a distinguirse grupos de similitudes y diferencias pasan a considerarse re-
'os
entre gorriones y cuervos, o se forman nuevas categorías que L'virntes. Esto implica claramente que la percepción se utiliza
seleccionan hembras o machos, pájaros que están volando o ,lt' ruanera creativa en un contexto en constante cambio.
que se han posado, que cantan o guardan silencio. Los grupos l,a creación de categorías nuevas descansa en la percep-
de categorías cambian según se dé importancia a determinada¡ { r(}n, que tiene lugar tanto en la mente como a través de los
diferencias y se ignoren otras, según se destaquen unas similitu .,'' ntidos. Para comprender la naturaleza creativa del proceso, y

des y se pasen otras por alto. De hecho, el proceso de categori r¡¡rrrbiérr para desarrollar un tema que será utilizado a lo largo
zación es una actividad dinámica que puede cambiar en multi ,ll e:ste libro, introducimos ahora el concepto de inteligencia.
tud de formas, al seleccionarse nuevos órdenes de similitud y I lrry efl día, la palabra inteligencia se usa de manera bastante
diferencia. rrrr¡rrecisa, pero puede encontrarse parte de su fuerza original

130 131
Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

en la raíz latina, intelligere, que tiene el sentido de <reunir ett ,,rr infraestructura tácita y a contribui¡ a la formación de su inte-
medio>. Hace pensar en la expresión <<leer entre líneas>. Er¡ I r't't<l.
este sentido, la inteligencia es la capacidad de la mente parl La categorización puede quedar apresada en los mismos ti-
percibir lo que existe <<en medio> y crear categorías nuevas, ¡',rs de problemas que hemos tratado en los dos primeros capí-
Esta noción de inteligencia, que actúa como el factor creativo tr¡los. Es posible que las categorías queden tan rígidamente es-
clave en la formación de categorías nuevas, puede ponerse en t,rlrlecidas en el intelecto que, para mantenerlas, la mente se
contraste con el intelecto. De hecho, intelecto es el participiu ,,r'upe en un juego sucio. Está claro que las categorías cambian
pasado de intelligere, por lo que podría interpretarse como ultt ¡¡ rncdid& que lo hace el contexto. Sin embargo, cuando estas
que ha sido recogido>. Así pues, el intelecto es más o meno$ ,;rlcgorías están empotradas en toda la estructura del lenguaje
fijo, pues se basa en un esquema de categorías ya existentcr. r l;r sociedad, se hacen rígidas y persisten de manera inapropia-
Mientras que la inteligencia es un acto de percepción creativo y ,l,r cn el nuevo contexto. Esto trae como resultado una forma
dinámico, que tiene lugar a través de la mente, el intelecto cs 'L' lragmentación en la que, debido a una división mal hecha,
algo más limitado y estático. Puede subrayarse esta distinciór¡ ',,' ignoran conexiones nuevas entre las categorías; y dentro de
mediante la afirmación de que el test del CI mide más bien urr lir\ categorías se pasan por alto diferencias significativas, pro-
coeficiente de intelecto que de inteligencia. tl'rlcionando así una uniformidad falsa. Sólo cuando la inteli-
Así pues, las categorías surgen por un juego libre de la men ¡:r'rrci? opera de manera libre y creativa puede la mente aban-
te, en el cual las nuevas formas se perciben mediante una ac 'Lrrilr las estructuras de categoría rígidas, y ser, por tanto, ca-
ción creativa de la inteligencia, y se van fijando de mancr;r t',r¿ de comprometerse en la formación de órdenes nuevos.
gradual en sistemas de categorías. Estc sistema de categorfls
pernanecerá fluido y abierto al cambio siempre que la menlc
misma esté abierta a la acción creativa de la inteligencia. I ltta representación formal del orden
La experiencia de Helen Keller y de su profesora, Anne Sr¡
llivan, resulta un buen ejemplo de todo este proceso. Cuantl,' l,a generación de categorías es uno de los aspectos de la for-
Helen Keller experimentó su relámpago perceptivo, vio la si ur;rt'ión del orden, pero no va lo suficientemente lejos. Aunque
militud esencial entre las distintas experiencias de agua. Anrtc tr,'nc en cuenta una gran cantidad de grupos de categorías que
Sullivan había jugado en ello un papel fundamental, al ayudar l ,h'¡rcnden de contextos generales, no está todavía lo suficien-
Helen a separar estas experiencias del fondo global dado por r' nrcnte desarrollada y determinada en sí misma. Sin emba¡-
la experiencia. El momento de comprensión de Helen fue l¡r ¡ir r, ¡rued€ lograrse un esquema más definido aplicando las no-
percepción de su primera categoría. Pero esto fue mucho mlts , rr)ncs de similitud y diferencia a sí mismas, en una serie de ni-
allá de una simple asociación de momentos básicamente st: i, lt'S.
mejantcs, porque resultó que tenía un nombre que lo hacltr Así pues, se propone aquí que una noción concreta de or-
comunicable y que podía ser utilizado para simbolizar la catc , L n ¡.ruede entenderse en
términos de diferencias similares y si-
goría en el pensamiento y convertirla en concepto. Claramctr 'rrlrlr¡deS diferentes. Consideremos el ejemplo de una línea.
te, el acto de percepción de Helen no podía basarse en una cx r,rrs h podemos plantear como caracterizada, o incluso cons-
periencia preyia, o en hechos almacenados en su intelecto, r, ur(l¿r, a partir de una serie de segmentos iguales en contacto:
sino que fue un acto puro de inteligencia. Más tarde, todo eslo ,t l', (, d, e, f, etc. La característica de la línea es que la diferen-
se almacenó en al memoria de Helen; pasó a formar parte rlc , r,r t'ntre a y b es semejante, o incluso igual, a la diferencia en-

r32 133
I

Ciencia, orden y creatividad


¿Qué es el orden?

tre b y c, y entre c y d, y asl sucesivamente. El orden de la lfn¡n lnrkrs. La diferencia entre los segmentos incluye ahora no sólo las
viene definido por una única diferencia sernejante. Irrr¡¡itudes, que son todas iguales, sino también los ángulos, tam-
l,rén todos iguales. De nuevo la diferencia entre a y b es semejan-
tt' ¡r la diferencia entre b y c, c y d, y así sucesiv¡mente. Así pues,
,'l cfrculo queda definido por una única diferencia semejante.
( luando las longitudes de los segmentos van disminuyendo
rlc manera progresiva, de modo que la diferencia entre segmen-
tn¡ sucesivos es todavía semejante, lo que resulta es una espiral.

De la misma manera, es posible analizar una curva, pr)r


ejemplo un clrculo, aproximándolo a un polígono de muchoE
,^,
,/J/'
,+
/ longitud a I

: constante
0 : constante longitud b

IJn un espacio tridimensional, la línea puede salirse del pla-


rro 1l¿ l¿ espiral, y una serie de diferencias semejantes dará lu-
p¡u a una hélice.

longitud a _
longitud b
longitud a _ 1
0 = constante
longitud b
$ : constante
0 -- constante
r34 135
I

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

De esta manera puede construirse toda una clase de curvHq


'rtrstrucción de una colmena en términos de hexágonos, o
' de
en la que las diferencias entre segmentos consecutivos son ttr iur;r l)ared en términos de ladrillos, lo estamos relacionando
das iguales, Los ejemplos ofrecidos hasta el momento son bn¡ ,larrmente con la constitución del objeto de que se trata. Los
tante simples, pero haciendo la diferencia constante tan coln r rr rlco€s de este tipo serán denominados constitutivos.

pleja como se quiera, puede enriquecerse la geometría de laq l'cro también es cierto que, al tratar el orden de una curya
cufvas. g,=orrrétrica o de una trayectoria, se hayan implicados un'orden
Incluso las trayectorias de la mecánica newtoniana vicllc¡r 'lr=rcriptivo y un orden constitutivo, en el sentido de que este
determinadas de esta manera. La primera ley de Newton rlit,e r¡ltrrno constituye la esencia misma de la figura en cuestión.
que el movimiento natu¡al es aquel en el que todos los segmol .\\1, podemos describir la espiral como una serie de segmentos
tos son iguales entre sí
-movimiento en línea recta o descansr¡ 'lirc tienen una diferencia semejante, pero también es verdad
La segunda ley muestra que la proporción de cambio de cst¡ '¡rrt: la espiral está, de hecho, construida de estos segmentos.
Es
movimiento es igual a la fuerza externa. En el caso de una fue r ¡¡r;is, la distinción entre orden descriptivo y orden constitutivo
za constante, como la gravedad, esto quiere decir que las tlilt, nrl cs nunca absoluta, ya que todo orden constitutivo tiene al-
rencias entre pequeños segmentos de velocidad sucesivos solr e:rrna significación descriptiva, y todo orden descriptivo tiene
todas similares, e incluso iguales. ,¡¡r;r base constitutiva. Por ejemplo, repetir hexágonos es una
Así, este concepto de orden hace posible apreciar €D SU tu rrirnera adecuada de describir una colmena, pero también de
talidad la metáfora newtoniana de la manzana y la luna: el or ',rrrstruirla. De la misma manera, los planos del arquitecto tie-
den de diferencias semejantes en el movimiento de caída de Lr !r('n una base constitutiva de papel y tinta. Esta base tiene poca
manzana es similar al orden de diferencias semejantes en la rir irrr¡xrrtancia para el orden de la casa, pero una vez que se ha
bita de la luna. La mecánica de Newton, que opera con fuerzn! ','rrvcrtido en marcas de la longitud de la madera, líneas de
externas constantes, está por tanto incluida en la definición tl. ¡rhrno y andamios, se sitúa entre un orden constitutivo y uno
orden mediante diferencias semejantes. Una extensión del c¡ 'h'scriptivo. Otro ejemplo más lo proporciona el pintor que uti-
quema permite que se traten también casos de movimiento nl¡q lr¿;r un sistema de coordenadas para ampliar una pintura o tras-
complejos. l,;rsur un boceto a una pared. Mediante una serie de filas y co-
Irrrnnas, el sistema de coordenadas queda íntimamente conec-
r ;rr kr con el orden constitutivo de la obra una vez acabada.

Orden constitutivo y orden descriptivo Bstos planteamientos desembocan de manera natural en


rrn¡r cuestión particularmente importante: ¿se halla el orden
Antes de lanzarnos a tratar casos más complicados de or ..olo en el interior de nuestra mente? tiene una realidad ob-
¿O
den, como el azat o el caos, es importante distinguir entre lo t¡rrr, ¡t'tiva propia? Si examinamos la simetría de un copo de nieve,
podría denominarse orden constitutivo y orden descriptivrr ,rrr¡r estrella de mar, un girasol o la concha de un caracol, nos
Consideremos, por ejemplo, el vuelo de un avión €n términoE ¡rrrccerá evidente que en la esencia misma del objeto existe
de sus coordenadas sobre un mapa. Esto implica claramente r¡¡¡ ,rrrr forma de orden conüeta y sencilla. Pero ¿qué decir de for'
orden descriptivo, ya que las coordenadas no tienen en sí nris ru;r¡i más sutiles de orden, como los vórtices o las estructuras
mas existencia material con respecto al avión. De la misma m¡¡ , rrrcrgentes? (Éstas serán descritas en el siguiente capítulo.)
nera, los planos de una casa preparados por un arquitecto tanr ,.t)ué significado puede darse a afirmaciones como <las partí-
bién forman un orden descriptivo. Sin embargo, al hablar dc la , ulas elementales se ordenan mediante una simetría de tipo

136 r37

I
Ciencia, or de ny cre ativ i da d ¿Qué es el orden?

SU(5)>, o <el orden del universo surgió con la "ruptuta" de una lnrcvos. Está claro que no existe un otden único que cubra la
determinada simetría>? ¿Qué significado subyace en la decls lrrtrrlidad de la experiencia humana) y, a medida que los con-
ración de Lévi-Strauss de que las sociedades primitivas estórr textos cambian, los órdenes deben ser constantemente creados
ordenadas según estructuras internas que <<a las que no les falta y r¡rodificados.
semejanza con el álgebra de Boole>, o la idea de la biologfn El ejemplo del orden de cuadrícula no ha sido elegido por
moderna de que la vida del organismo se basa en el orden de la , nsualidad, ya que, con esta forma, el sistema de coordenadas
información contenida en el ADN, o la afirmación del psicóhr r nrtesianas ha dominado el orden básico de la realidad ffsica

go Carl Jung de que el orden de la psique, e incluso el de totfur rlr¡rante los rlltimos trescientos años. En muchos casos, el siste-
el universo, tiene su fundamento en unos arquetipos determi rrra cartesiano funcionó, en el sentido de que arrastró consigo
nados? ¿Hasta qué punto estos órdenes y simetrías son sólo ru¡a actividad coherente, adaptándose así bastante bien a la
funciones de la mente humana, y tienen una existencia objetivn re¡lidad. Sin embargo, en este libro cuestionamos la conve-
e independiente? ¡rrcncia general del sistema cartesiano. De la misma manera
Podría servir de ayuda el recordar a Korzybski y hacer hin rluc un neoyorquino que viaja a Londres necesitará una noción
capié en que cualquier cosa que digamos que es el orden, no kr rle orden más sutil que la de una cuadrícula de calles y aveni-
es. Es más de lo que decimos, y es capaz de desplegarse de inl'i rl¡rs, así se requieren también órdenes nuevos para describir
nitas maneras diferentes. Intentar atribuir el orden solamentr la realidad que han salido a la luz a lo lar-
't¡uellos aspectos de
al objeto o al sujeto resulta demasiado limitado. Es ambos y ¡qo de este siglo.
ninguno, e incluso algo que va más allá de todo esto: un procr
so dinámico en el que se ven implicados el sujeto, el objeto y cl
ciclo de percepción-comunicación que los une y relaciona. Estc ('aos, azar y orden fortuito
enfoque sugiere que ningún orden constitutivo es una verdarl
absoluta, ya que, en realidad, su capacidad para conducir a una Volvamos ahora a la noción de orden como diferencias se-
actividad coherente y consistente es siempre limitada. rurejantes entre segmentos sucesivos de una curva u otra figura
Esto puede parecer demasiado general y no poco abstracto, ¡ic,ométrica. Para poder desplegarla es necesario, en primer lu-
pero un ejemplo sencillo puede aclararnos esta línea de pensr ¡:,rrr, introducir la idea de un orden de órdenes, que de manera
miento. Algunas ciudades, como Nueva York, tienen cuadrfcu rr¿rtural desemboca en la noción de grado de orden. En los
las regulares de calles y avenidas. En estas ciudades, el ordclr t' jcmplos anteriores las curvas eran descritas en términos de di-

de cuadrícula va muy bien con la actiüdad de pasear por la cirr lr-:rencias únicas, que podían hacerse todo lo complejas que se
dad. Sin embargo, en una ciudad de o¡den más complejo, com(r t¡uisiera. Estas curvas vienen determinadas por dos fragmentos
I-ondres, esta cuadrícula imaginaria ya no funciona, y conti rlc información: la ubicación del punto de comienzo y la dife-
nuar utiüzándola, como podría quizás intentar un visitante dc rerncia común en elementos sucesivos de la línea (ésta permane-
Estados Unidos, conduciría solamente a la confusión y la frus ,'c igual en toda la curva). Así pues, estas curvas tienen un or-
tración. Cuando la figura de cuadrfcula ofrece un orden satis ,lcn de segundo grado.
factorio para caminar por la ciudad, entonces decimos quc Pueden definirse otras curvas más sutiles, que correspon-
corresponde a la realidad. Pero cuando esta correspondenci¡r ,lcn a órdenes de grado más alto, cuando las diferencias mismas
falla, el caminante tendrá que darse cuenta de la necesidad dc l)írsan a ser diferentes, pero iguales en un nivel de orden supe-
realizar un acto de percepción-comunicación y crear órdencs ¡ior. Consideremos, por ejemplo, la línea más abajo. l,os seg-

138 t39
Ciencia, orden y creatividad
¿Qué es el orden?
mentos a, b, c, d forman un orden en el que las diferencias tlc La curva anterior se define mediante tres fragmentos de in-
los segmentos sucesivos son todas semejantes. De la misma m¡l formación: el punto de comienzo del primer segmento, la dife-
nera, los segmentos €, f, g,lu forman un orden de diferencias se rr'¡lcia entre los segmentos consecutivos, y la diferencia de las
mejantes. Pero las semejanzas que definen estos dos órdellc¡ ,f rlbrencias, o sea, que tiene un orden de tercer grado. En prin-
sucesivos son diferentes, ya que los segmentos se hallan en rll { rl)io, estos órdenes pueden continuar de manera indefinida a
recciones distintas. Los segmentos i, j, k, / también forman r¡r¡ riltlenes de nivel más y más alto, y alcanzar incluso niveles de
orden. Sin embargo, Ia diferencia enire a, b, c, dy e, g, h eu grldo infinito.
f,
semejante a la diferencia entre e , g, h e i, j, k, l.-Enotiá, p,,
f, Como ya se señaló anteriormente, el orden del movimiento
labras, la curva de abajo contiene Jos óráenes de diferencrlr¡ rlc una partícula en la física newtoniana es de segundo grado.
semejantes. De esta manera resulta posibre generar niveles rrr l;l movimiento de las partículas se describe normalmente me-
orden más altos que ponen en relación nivelás más bajos de or ,lr¡rnte una ecuación diferencial de segundo orden, derivada de
den, quedando así descri to un orden de órd,enes. l;r scgunda ley del movimiento de Newton. Esto significa que el
grrrtlo de cambio de velocidad de una partícula (es decir, su
queda determinado una vez que se conoce la natu-
'rr'cleración)
r¡¡lcza de la fuerza externa. Es posible analizar el movimiento
.'ll pequeños pasos que se suceden unos a otros en cortos inter-
v¡¡krs de tiempo. Así pues, el cambio de velocidad entre un pe-
r¡rrcño paso y el siguiente es proporcional a la fuerza que opera
i'n cse paso. De hecho, esta afirmación equivale a la segunda
It'y tlel movimiento de Newton. En otras palabras, si la fuerza
,lu(rda definida a lo largo de toda la trayectoria de la partícula,
¡'nlonces, una vez dada la posición inicial de la partícula y la ve-
l,rciclad, quedan determinados todo el movimiento y la trayec-
turia.
En el caso de fuerzas constantes, como la gravedad u otras
Irrcrzas que solemos encontrarnos en la naturaleza, las diferen-
¡ tirs entre velocidades sucesivas son iguales. Así pues, la trayec-

roria tiene un orden de segundo grado. Pero ¿qué pasa si la


Irrcrza varía con la posición, o incluso con el tiempo? ¿Cuál
.r'rh el orden de la curva? La respuesta a esta pregunta abre
rork¡ un debate sobre cuál es la auténtica naturaleza del azar y
,'l caos en el universo, y necesita ser tratada con cierto detalle.
En cierta manera, aun en el caso de que la fuerza varíe con
,l ticmpo y la posición, este orden es todavía de segundo gra-
,kr. ¿Cómo puede ser esto? La respuesta es que, mientras se
, r )nozca la ley de la fuerza, la trayectoria continúa determinada

¡,'r dos fragmentos de información: la posición inicial y la velo-


140
t41
ry
Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

cidad inicial. Porque, conociendo la ley de la fuerza, puede cal rrrformación para poder definir la trayectoria. Una vez defini-
cularse en cada intervalo la diferencia real entre los segmentos. ,krs la posición inicial de la pelota y su velocidad puede estable-
Así, con tal de conocer los valores iniciales de la posición y cl lcrse una trayectoria única bajando la colina. Un valor ligera-
momento, puede definirse una única trayectoria. En otro senti rnente diferente a la posición y la velocidad iniciales pueden
do, sin embargo, el movimiento presenta un grado mucho más ¡rroducir una trayectoria muy diferentes; sin embargo, sólo se
elevado, ya que la curva parece ser bastante más compleja quc rrccesitan dos datos de información. En este sentido, la trayec-
otras curvas de segundo grado. De hecho, si no conocemos erl toria es también de segundo grado.
valor de la fuerza para cada segmento, se necesitarán un gran Esta paradoja aparente puede resolverse fácilmente me-
número de parámetros para definir la curva. rl¡irnt€ la propuesta de que la noción de orden depende, en rea-
Parece ser que el movimiento de un cuerpo admite dos des lrrlad, del contexto. Así pues, en un contexto en el que no se
cripciones diferentes, siendo al mismo tiempo de segundo gra l('ngan en cuenta los detalles de la forma de la colina, el movi-
do y de grado más elevado. Para ver esto hace falta un ejempkr nricnto resulta ser de muy alto grado. Pero en un contexto en
más concreto. Piénsese en una pelota que rueda suavementc (lrrc se conozcan todos los pequeños detalles de la ladera, el or-
por una colina. Si la colina es lisa, como si de un plano inclini¡- ttr:n será de segundo grado, porque sólo se necesitan dos datos
do se tratara, la pelota, abandonando la posición de descanso, ,lc información para definir cualquiera de las trayectorias. Cla-
rodará colina abajo en línea recta. Si se le da un pequeño em urmente, ambas clases de orden son relevantes y ambas corres-
pujón hacia un lado, rodará siguiendo una curva. Pero en cual- ¡ronden, cada una a su manera, a la realidad de la curva. Esto
quiera de los dos casos, el movimiento tiene un orden de segun rrrrlica que el orden no es ni subjetivo ni objetivo, ya que, cuan-
do grado. Supongamos ahora que la colina es tremendamenlc ,kl se revela un nuevo contexto, aparece una noción de orden
irregular, con salientes, rocas, collados y hondonadas. La trir til'orente. Este ejemplo recuerda al de las tres personas cami-
yectoria de la pelota dependerá de manera sensible de dónde sc rr:rndo por el bosque. En cada caso, el orden del bosque que
la suelta exactamente y cómo se la pone en movimiento. Si se lc ¡rcrcibían dependía del contexto de su actividad global.
da un ligero impulso hacia un lado cuando se la suelta, podrfrr Al traspasar el límite en el que la colina se hace demasiado
encontrar un obstáculo que la desvíe. Una trayectoria típica dc: rr rcgular, el movimiento de la pelota parecerá ser de grado infi-

la pelota ondulará y girará, pasando por una serie de complejas rrito, es decir, lo que familiarmente denominaíamos fortuito.
desviaciones, mayores o menores. Natur-almente, las diferen l)c aeuí que todo el tratamiento anterior sugiera que existe
cias semejantes dó velocidad en los pasos Sucesivos ya no serárr rrrra conexión entre el azar,la casualidad y el caos por una par-
constantes. La pelota se topa con una fuerza siempre cambian tr: y el orden por la otra. Esto puede verse en el surgimiento
te, debido a las irregularidades de la colina, de modo que las cli rlc los números aleatorios. Para poder llevar a cabo ciertas
ferencias de velocidad cambian constantemente. Puesto quc ,r¡rcraciones, las computadoras necesitan recurrir a veces a
los cambios en estas diferencias de velocidad también se hallar¡ rrna seri€ de números aleatorios, y por tanto contienen pro-
sujetos a cambios complejos, parecería que el orden del movi p,r írmas internos para generarlos. Un programa especialmente

miento ha de ser muy alto, sin duda más alto que un seguntkr ,.t'rrcillo coge un número de ocho dígitos y lo multiplica por sí
grado. r¡rismo. El número que resulta es muy largo, pero el programa
Por otra parte, si se conocieran todos los detalles de la ladcr '.t'lccciona sólo los ocho dígitos del medio, que multiplica des-
ra de la colina, y quedaran determinados cada uno de los s:r ¡rrrós por sí mismos, volviendo a realizarse la misma opera-
lientes y los baches, entonces se necesitarían sólo dos datos de { r(in, y así sucesivamente. De esta manera se crea una serie de

142 143
Ciencia, orden y creatividad
¿Qué es el orden?
números que, en apariencia, no guardan
ningún tipo de orclcrr I lcntro del contexto de orden, accesible a un buen observador,
entre sí.
,'slc movimiento contiene un número de subórdenes, y cierta-
Fl programa que genera estos números aleatorios
tiene urr nrcnte está alejado de lo fortuito. Sin embargo, para un espec-
grado de orden bastante bajo. Los
números mismos se generiut t¡llor más distante, Ios subórdenes pasan a ser tan sutiles que
s.egú1 una regla determinad-a, y
en el coniexto de esta rlgla p,, y¡r no es posible que el ojo los capte, y en este caso se diría que
dría decirse que son de grado bajo. Sin
embargo, un ¡¡tc orden es fortuito.
to que no incluya elprograma dé la computadóra,"n "-on,'..^
los númer.o., En términos generales, puede definirse un orden fortuito
parecen sucederse de manera compleja
e impredeciUl". ¡n 1,, , onro lln caso especial de orden caótico. Sus características son

ffOl* "::le sea posible


Dre oe correlaciones
probarlo.
"rtu
y sin ningún suborden
,".u.n"ia parecerá tr l¡r$ siguientes:
significativo. l,rr
este sentido. er orden de ros números
es esencialñrente fo.tuii,,
En otras palabras, no es posible distinguir
l. Es de grado infinito.
esta serie de núnr. 2. No tiene correlaciones significativas o extensiones de sub-
ros de cualquier otra coniiderada comé
fortuita. y aun así, l¡r orden de grado bajo.
sucesión de números viene determinada
por un sencilro o*rr.. 3. Tiene un comportamiento de media bastante constante, y
de grado bajo, dentro-del contexto J.ip.ogruma
del ordcn¡r tiende a variar dentro de dominios limitados. Este domi-
dor. Así pues, según el contexto, el orde'n
de estos números c., nio permanece más o menos constante, o cambia muy
de grado infinito o de grado Ua¡o. farece-qu",
nu"uurnente, l¡rr lentamente.
nociones de orden fortuito o ie grado
bijo.depend., O" ,,,,
contexto más amplio, en el que están
situados. Esta definición de orden aleatorio sirve también para la dis-
Muy recientemente,.todb este tópico de la
casualidad y r,l trrbución de los disparos procedentes de un arma fija. Para em-
azar han sido el centro de un nuevo
desarrollo matemático, l¡r ¡r'¿¿rr, no existe un orden de grado finito que pueda predecir
llamada teoría del caos. En esta teoría
upu."""n un número rl¡. ,ufrndo un tiro determinado dará justamente en la diana. En se-
ecuaciones diferenciales.de segundo gr"áo
qu" dan lugar a lrrr ¡lrrntlo lugar, los tiros sucesivos no están correlacionados de ma-
yectorias que poseen órdenes áe grad"o
infinito. e"". irry".,,, rrlrl significativa. En tercer lugar, la posición media, y la varia-
rias incluyen, además de curvasTo.tuitur,
curvas muy sutilcr, r r()n media de esta posición, es relativamente constante, ya que
r,"1 pero sírienen un g.udo muy elevádo.
::: l"_frrtuiras
upo oe curvas son extremadamente sensibles a ias
Iirr,l hrs tlisparos se esparcirán por un área que depende de pequeños
condici<¡lrr.,, ,h't¡rlles del arma,la munición, la velocidad del viento y algunos
iniciales, como lo era la pelota qu" ,oO"Uu
por una ladera accr , rtIos factores.
dentada, pueden atravesar-¡igiones enteras de
-y
manera altamente irregular. Corresponden
espacio th. l)e los disparos de un arma se dice que son aleatorios. Sin
a la noción inturtr ! n¡l)argo, si se extiende el contexto, cada uno de los tiros pasa a
va de lo que sería el movimiento caóiico.
.,'r casi predecible. Por ejemplo, si se mide la velocidad del
un ejemplo de movimiento de este tipo lo da el océarr.
lur olas rompen contra las rocas en Ia costa. 'rrnto, o si se observan las variaciones en el emplazamiento del
:lly:
usta parece ser totalmente irregular, p€ro
Á;;*;;,; ,rrrna, tendremos al alcance más información para determinar el
si lo obsérvartro¡ rrrrt:vo contexto y puede hacerse un cálculo de cada una de las
i

más de cerca nos percataremos dJun


móntón de subórdenes rrr,
remolinos, corrientesy vórtices. La palabra "¡ui¿rntes. Esto pone nuevamente de relieve que la noción de
caóticoofrece rrrrrr ,rk'¡r(oriedad es en sí misma dependiente de un contexto. Este
buena descripción dei orden ¿" un'.*imiento
¿" ,,rrlcxto puede ser tanto objetivo como subjetivo. Por ejem-
"_i"1¡i,,,
1.44
145
Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

plo, puede medirse la variación del viento, lo que proporcionrr v¡¡ serie de números <<aleatorios>>. A medida que cambia la hora
un contexto objetivo, o un observador puede, de manera subjc ,lcl reloj, una secuencia aleatoria sustituye a la precedente' .
tiva, determinar un nuevo conjunto de condiciones. Sin embar Cadá una de estas secuencias de números aleatorios tiene
go, el contexto de orden es, por lo general, una combinación dc rr¡r orden de sucesión definido, que puede distinguirse
de cual-
ambos. r¡uier otro. En el contexto que incluye la computadora'.su pro-
secuencias tiene un
La aleatoriedad está siendo tratada no como algo incon- ¡aro*u y la hora del reloj, cada una d-e-las
mensurable con el orden, sino como un caso especial dentro ,,r¿"n de grado bajo. Sin embargo, si falta-este contexto' las se-
de una noción de orden más general, en este caso de órdenes dc .u"n"i"* Jon de grado infinito, y no pueden ser determinadas
grado infinito. Esto puede parecer un paso extraño, ya quc un número fioito ¿" diferencias. Está claro que el azar no
lx)r
de orden, que no tiene
normalmente se considera el azar y la aleatoriedad como equi. i,uede igualarse con la ausencia total
valentes al d¿sorden total (la ausencia de cualquier tipo de or ,cntido én sl misma. Es más, el azar es un tipo de orden concre-
den). Este asunto del significado del azar,la aleatoriedad y cl t(), que satisface los tres requisitos que apuntamos antes'
deso¡den ha resultado ser un rompecabezas muy especial, no
sólo para la ciencia, sino también para las matemáticas y la fikr-
sofía. Sin embargo, lo que aquí se propone es que cualquicr I'oda la riqueza del espectro de orden
cosa que acontezca ha de tener lugar en cierto orden, de modo
que la idea de una <<falta total de orden> no tiene realmentc No todos los órdenes de grado infinito son aleatorios' Por lo
sentido. Es más, incluso los acontecimientos denominados fieneral, lo que hay es on espectro de orden, que va.del
aleatorios sí que tienen ciertamente lugar en una secuencia qut'
"*i"nto
r"gunOó graOo al ittfinito' y que abarca un dominio muy rico'
este dominio se encuen-
puede definirse y describirse, y pueden distinguirse de otros he- ¡,"io po"ó"*plorado. En los llmites de
chos aleatorios. En este sentido elemental, es evidente que tic- ir,,n !u.ut c'ompletas de órdenes sutiles y complejos-' algunos
nen un orden. ,tc elios de gradó infinito' que contienen.a su vez muchos órde-
La noción de azar como forma de orden puede ejemplificar. ,,"tJ" gtuaé más bajo. Esti agrupación jerárquica de subórde-
se con la consideración del generador de números aieatórios dc ncs forma un orden mayor.
una computadora. La secuencia real de números aleatorios Consideraciones de este tipo permiten contemplar de ma-
está generada por una secuencia de instrucciones fija. Sin em- .cra totalmente nueva algunós problemas tradicionales rela-
bargo, la desventaja de este proceso es que, cadavezque se ac- t'ionados con la noción de orden. Puede considerarse' por
tive el programa, éste generará una secuencia idéntica de nú- t'jcmplo, que el lenguaje tiene unorden infinito, ya que su po-
meros <<aleatorios>. Si se utilizara una secuencia de este tipo en r.nciat áe^significaáo*-"r ilimitado y no puede determinarse
un juego de video, por ejemplo, los posibles movimientos dc ¡¡rcdiante un grupo finito de diferencias' Pero, por otra
parte'
los disparos serían los mismos en cada juego. Una manera de su (.()ntiene *,r"-troi subórdenes diferentes de grado más bajo,
perar esta desventaja evidente es comenzar el programa en un ( omo las distintas reglas sintácticas y semánticaso
por ejemplo'
punto distinto cadavez, o escoger alguna cifra de partida más o l.os niveles más elevádos también contienen y condicionan es-
menos al azar. Por ejemplo, la situación del reloj electrónico tossubórdenes.Porejemplo,dentrodelo¡deninfinitodeuna
que guía el tiempo interno del ordenador podría utilizarsc rr.vela están conteniáos ét orden de la frase, los órdenes de
como parámetro en el programa. Cada tiempo concreto deter- r,cmpo, acción y sujeto del párrafo, y los órdenes de personaje
minaría un parámetro de entrada nuevo y, por tanto, una nue- y trama, q,r" uoen ios capítulos entre sí' Ninguno de estos su-

LM t47

r1
=T

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

bórdenes es independiente a pesar de su complejidad, ya que sc rnúsica pasa a estar llena de significado. Es sólo ahora cuando
halla condicionado por el flujo total de la novela. Puede ser quc cl oyente despliega todo el orden de la música.
los tiempos cambien de manera repentina e inconexa para su- Los sutiles órdenes de grado infinito tratados hasta ahora
gerir un aumento de la tensión y de la acción. La narración pue- no son ni aleatorios ni simples órdenes regulares. Esto significa
de cambiar de tercera a primera persona para acompañar un t¡ue el azar puede considerarse de hecho como un aspecto de
pasaje más subjetivo. Puede que se rompan de manera delibe- un espectro general de orden. En uno de los extremos de este
rada algunas reglas sintácticas. Puede jugarse con los significa- cspectro se encuentran los sencillos órdenes de grado bajo. En
dos, e incluso distorsionar una estructura sintáctica básica. To- cl otro están los órdenes aleatorios, y en medio se extiende
das estas transformaciones, dentro de los subórdenes, pueden todo un mundo de órdenes sutiles y complejos, entre los que se
combinarse para completar el orden de la novela misma. t:ncuentran el lenguaje, la música y otros ejemplos que podrían
Así pues, el orden del lenguaje de una novela contiene una t()ma¡se del arte, la arquitectura, los juegos, los rituales y las
riqueza que no puede predecirse ni aprehenderse dentro dc cstructuras sociales. Además, este tema no necesita limitarse a
una serie finita de dife¡encias y semejanzas. Aunque en algu- L¡s actividades humanas. La vida misma tiene este tipo de or-
nos sitios puedan reconocerse formas de orden determinadas, tlcn infinito y sutil, que puede encontrarse también en los siste-
es posible que la estructura cambie en algún otro punto. Aun- rnas inanimados. Consideremos, por ejemplo, el movimiento
que el lenguaje es de orden infinito, queda claro que no es alea- tle un fluido, como el agua, que puede describirse mediante
torio; es más bien inteligible y lleno de significado en un nivcl r¡na ecuación diferencial. En principio, el movimiento viene
muy alto. tlcterminado por esta ecuación, junto con los movimientos ini-
Un punto fundamental en este tema del orden del lenguajc ciales de cada elemento del fluido y sus límites. En las condicio-
es la dependencia del contexto y su significado. Un orden dc rrcs más sencillas, en las que tanto los límites del fluido como
significado en lo que se lee o escucha sólo puede surgir en cl sr¡s movimientos iniciales son suaves y regulares, el fluido tam-
contexto de un ser humano, con sus capacidades, conocimient() trién fluirá de manera suave y regular, lo que tiene un orden de
y experiencia. Si una persona carece de este contexto, o si no ¡1rado bajo. Esto puede verse en un río tranquilo, sin rocas ni
sabe nada de la semántica de una lengua, el orden no patecerÍi obstáculos. Sin embargo, si aparecen bancos irregulares u obs-
ser más que un ritmo de sonidos, por lo menos al principio. Así lrucciones, o si se agita el agua al principio, esa misma ecuación
pues, el orden global pertenece tanto al lenguaje como a la per- rliferencial dará como resultado un movimiento que podría ser
sona que lo usa. caótico. En un caso extremo, podría incluso llegar a ser alea-
Una dependencia de contexto del mismo tipo se encuentr¿l Iorio.
en la música, a la que se califica de <<contemporánea> o <.dc La corriente de un río puede ser un buen ejemplo de cómo
vanguardio>. Este tipo de música será considerada como <<faltir r¡n orden sencillo, de grado bajo, puede ir cambiando hacia un
de significado>, u <<ofensiva> por aquel que la escuche sin tener rrrden caótico, de grado alto, e incluso alcatuar un orden alea-
el contexto adecuado para percibir la totalidad del orden de lir tr¡rio. En este proceso podrían producirse complicados torbelli-
música, y que intente captar su significado basándose en un nos, y el agua romper en burbujas y espuma. El origen de este
contexto anterior y anticuado. Sólo con la escucha de más mú- t:omportamiento se encuentra en las relaciones entre los ele-
sica de este tipo llegará el oyente a captar las distintas estructu- ¡nentos de la corriente de agua. Si actuara libremente, cada ele-
ras formales, sonoridades particulares e intenciones del com- urento seguiría un orden de grado bajo. Pero de hecho, cada
positor. De esta manera se desarrolla un contexto en el que la uno de ellos resulta afectado por todos los demás, que son para

148 t49
Ciencia, orden y creaüvidad ¿Qué es el orden?

él fuerzas externas que cambian su movimiento. Esto produce Tal y como sucedía en el caso de la pelota que rodaba colina
sobre el elemento en cuestión una fuerza rápidamente cam- irbajo, los movimientos caóticos surgen de la acción de determi-
biante, lo que conlleva un orden de grado alto. En este sentido, nadas fuerzas. Esta conclusión se ve reforzada cuando se trata
la descripción del movimiento se parece al ejemplo de la pelota tle sistemas con gran número de partículas. Cada partícula está
que rueda colina abajo. Aquí, el elemento del fluido ocupa el sujeta a fuerzas que surgen de las otras partículas, que para ella
lugar de la pelota, y todos los demás elementos actúan como la son contingencias que varían de manera casi infinitamente
irregular superficie de la colina. compleja. En un contexto en el que se tengan en cuenta todas
De esta manera podemos seguir el cambio de orden en el estas fuerzas de manera detallada, será posible obtener una
fluir del río, partiendo del flujo suave, pasando por una turbu- tlcscripción determinista del movimiento interno del sistema.
lencia creciente hasta el caos e incluso un movimiento sin co- l:n este caso se especifican las fuerzas que actúan sobre cada
rrelaciones ni subórdenes que sean significativos en el contexto ¡rartícula, y así su trayectoria puede considerarse, en este con-
en cuestión. Así, entendemos el azar como el resultado de la lcxto, como un orden de segundo grado. En un contexto en
interacción mutua de elementos muy pequeños, según órdenes rlue no se tengan en cuenta todos estos detalles, el orden resul-
o leyes determinados, en un contexto global dado por los lími- llrá de grado infinito. En condiciones adecuadas puede satisfa-
tes del agua y su agitación inicial. Al tratar el azar como un caso t'cr incluso las tres condiciones de azar dadas antes. De hecho,
límite de orden, es posible juntar las nociones de determinismo csto puede demostrarse matemáticamente para algunos tipos
estricto y casualidad (o sea, azar) como procesos que constitu- rlc interacciones entre partículas ciertamente sencillas, pero tí-
yen los límites opuestos del espectro general de orden. ¡ricas.
Es importante señalar que, aunque el orden de una secuen- De esta manera, se puede explicar un sistema aleatorio den-
cia aleatoria es de grado infinito, no tiene la sutileza de los ór- tnr de un sistema de este tipo, sin la necesidad de tener en
denes infinitos de la música, el arte y el lenguaje. Un orden t rrcnta posibles contingencias externas al sistema. Si nos basa-
aleatorio típico es, por lo general, el de una naturaleza relativa- nros en esto, la aleatoriedad o azaf es necesaria, y esta necesi-
mente mecánica. Como regla, puede ponerse en relación con ,llrd no está sujeta a contingencias externas, sino que es una ne-
causas de tipo mecánico que se encuentran en un contexto más , csidad interna. Esto nos lleva a proponer una nueva metáfora:

amplio. De esto se trataba en los casos de la distribución de los rl tzaÍ es necesidad (de una forma determinada).
disparos de un arma o los números aleatorios generados por un El tratamiento anterior, aunque válido hasta cierto punto,
programa de computadora. Un caso parecido, aunque algo t's todavía una abstacción y una aproximación. Porque no hay
más complejo, es el del movimiento de Brown. Se trata del mo- lrstema al que pueda considerársele correctamente como total-
ümiento de una partícula muy pequeña en una trayectoriir nrcnte aislado y autodeterminado. Así, la mayor parte de los
aleatoria, como es el caso de un grano de polen inmerso en lrstemas de alguna complejidad pueden desarrollar inestabili-
agua. El movimiento natural de un grano de polen es, por sl ,l;rtles, de modo que pueden resultar profundamente afectados
mismo, de un orden de segundo grado. Sin embargo, al sufrir rrrcluso por débiles interacciones externas. Y, lo que es más im-
esta partícula diversas colisiones moleculares, queda perturba- lx)rtante, entre las leyes de la naturaleza no existe ninguna afir-
da esta línea recta de segundo grado, y se transforma en un or. rrr¡rción específica que sea total y universalmente válida. Por-
den de grado infinito. Esto es el resultado de la acción de fuer. (lut: , como ya hemos señalado muchas veces, cualquier cosa
zas externas a la partícula, que son de naturaleza compleja y ,¡rrc digamos que es algo, no lo es, ya que también es algo más y
múltiple, es decir, el impacto de un gran número de moléculas. ;rl¡io distinto. Una ley más amplia también dejaría sitio para

150 151
Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

esto, permitiendo que incluso los órdenes más básicos conoci- La teoría cuóntica y los órdenes <<escondidos,
dos pudieran ser, al menos en potencia, de grado muy alto o in-
finito. En casos extremos se acercarían incluso al orden caóticr¡ En la teoría cuántica (al menos en la interpretación más
o aleatorio. rrsual), no parece posible mantener la noción del entretejido de
Estos órdenes aleatorios pueden acercar órdenes sencillo¡¡ los órdenes de azar y necesidad como abstracciones del orden
de grado bajo, que están causalmente determinados. Un ejem- rr¡l'inito con potencial creativo ilimitado. La mayor dificultad
plo de esto lo proporcionan las estadísücas de los seguros, o lrr '.urge debido a que un sistema de partículas no puede conside-
deducción de las leyes de la termodinámica a partir de un trat¡t rlrse simplemente mediante un análisis en partículas constitu-
miento estadístico de la mecánica de las moléculas. De esta mn yt:ntes que existen independientemente, pero que están inte-
nera, es posible darle la vuelta a la metáfora de partida y decir r¡clacionadas. En vez de ello, la teoría quántica implica más
que (al menos en ciertos contextos) la necesidad es una form¡r lr¡cn cierta cualidad de totalidad, en el sentido de que un siste-
particular deazar. nur no puede entenderse como un conjunto de partes separa-
Esto implica el entretejer sencillos órdenes de necesidad y ,l¡rs. De ahí que, en la interpretación normalmente aceptada, l
l

órdenes infinitos de azar en una estructura de ley que es, en po rro haya manera de plantearse cómo podría surgir el azar. Por 1

tencia, infinitamente compleja.l Lo que en determinado con t¡rnto, se asume que el azat es una característica, básica al mis- l

texto es azar puede revela¡se como sencillos órdenes de necesl rrro tiempo que inexplicable y no analizable, de la naturaleza, y
dad en un contexto más amplio. Y, al revés, lo que en un con
I

,'rr último término de toda existencia. Este enfoque comple-


texto es un simple orden de necesidad puede resultar ser az¡u rrrcnta la noción de Bohr de ambigüedad inherente de concep-
en un contexto más amplio. Pero en un contexto todavía mós Ios en el nivel mecánico cuántico, que se trató en el capítulo 2.
amplio, se considerará a ambos como los extremos del rico cs I'orQU€, dentro del campo de esta ambigüedad, la teoría cuán-
pectro de órdenes de distintos grados que se extiende entrc trr':r implica que los resultados experimentales fluctuarán en
ellos. Por consiguiente, no hay necesidad de asumir un detcr rrrr tipo de azar irreductible. Y de esta manera, la naturaleza
minismo total (aunque en contextos bastante amplios esto rc rusma de la ambigüedad mecánica cuántica llevará consigo un
sulte una buena abstracción y aproximación). Tampoco es nc' Itrrrite que corresponde a la posibilidad de un orden significa-
cesario pensar que todo lo rigen el azar y el indeterminisnto ltv().
(aunque también esto puede proporcionar aproximaciones y En este libro proponemos, sin embargo, que todo lo que
abstracciones correctas en los contextos correspondientes). Nrt rx urr€ sucede en un orden determinado (cuyo significado de-
irnporta cuál pueda ser el sistema de leyes apropiado en el con ¡,t'nde de contextos más amplios). Así pues, aunque hay una
texto en el que se investiga en determinado momento; siempre ,rrnbigüedad dentro de contextos determinados, no se admite la
hay sitio para algo más y algo diferente, algo que será más sutrl rroción de un límite último al significado de orden que se man-
y que dispone del potencial último para ser una manifestació¡r tr('nc en todos los contextos posibles. Por ejemplo, en el capítu-
de creatividad. l, r rrnterior se discutía la interpretación causal de la teoría cuán-
tr( ir, proponiéndose un nuevo tipo de orden. Este orden, que
rrrlryace al azar implicado en las leyes de probabilidad de la
tloría cuántica, puede entenderse como el movimiento cau-
Para una discusión del tema, véase David Bohm, Causality unl
1.. ',¡¡lrncnte determinado de una partícula bajo el potencial
Chance in Modem Physics, Routledge & Keagan Paul, Londres, 19.17 , u;intico. Como este potencial origina una fuerza compleja y al-

152 153
Fa!

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

tamente irregular, el movimiento será en general bastante caó- ¡rueden captarlos ni siquiera quienes están habituados a otros
tico. En estos sistemas complejos hay que suponer un orden rrrás antiguos y conocidos. Es posible que en la naturaleza exis-
esencialmente aleatorio, que explique los presupuestos de pro- t¡rn todavía más órdenes nuevos, que van más allá de los
babilidad de la teoría. irJrrehensibles con la teoría cuántica, incluso en su interpreta-
Sin embargo, como ya se dijo en el capítulo anterior, esttr , rírn causal, extendidos por la idea de órdenes de grado infinito
sencilla teoría determinista es una abstracción, válida sólo has- ,'n el movimiento de las partículas.
ta cierto punto. Al traspasar este punto habrla que considerar Algunos de estos ejemplos se estudiarán en los dos capítu-
la posibilidad de que incluso las leyes básicas de las partículas lrs siguientes, en concreto el orden generativo y los órdenes
incluyan órdenes de grado infinito, lo que reflejaría niveles dc rrrrplicado y superimplicado, que pueden ser relevantes para
realidad que están más allá de los tratados de manera adecuada ,,rmprender la vida, el conocimiento y la percepción. Sin em-
por la actual teoría cuántica. En cierta manera, esto podrfl lr¡¡rgo, no hay cabida para este tipo de órdenes en el ma¡co de
considerarse un orden aleatorio. Pero, como ya hemos sugeri- l¡rs nociones normalmente aceptadas por la física, la química,
do antes, el movimiento podría ser de un orden de grado muy l;r biología y otras ciencias. Así, cualquiera que pudiera ser la I

amplio o infinito, lo que se encuentra entre los sencillos órde' l';rsc de un orden de este tipo en los procesos naturales, sería
nes de grado bajo y los órdenes infinitos o caóticos. Si la enten- ,r¡rrehendido por nuestras concepciones actuales como <<falta
demos según la interpretación causal, la teoría cuántica sí puc- total de orden>, o sea, lo que normalmente se denomina desor- I

de adaptarse a la noción general de entretejet azar y necesidatl, rk'n o aleatoriedad. Por consiguiente, hemos de ser conscientes
considerados como los extremos de un orden infinitamentc rk' la importancia de esta¡ abiertos a nuevas nociones de orden
rico, que es dependiente del contexto. En la teoría cuántica, gt'neral, si no queremos que la ciencia permanezca ciega a los
este orden yace hasta el momento escondido en contextos no rnr¡rortantes órdenes, complejos y sutiles, que escapan al burdo
alcanzados por la física, porque la ciencia no ha sido capaz de ,'ngranaje de nuestras maneras de pensamiento actual.
responder con la necesaria sutileza de significado. Pero un df¡¡
pueden descubrirse nuevos contextos, en los que se revelc¡t
nuevas posibilidades para la creatividad dentro de esos órdc t )rden a partir del caos, caos a partir del orden.
nes, y así estos contextos dejarán de estar ..escondidosn. I'l ,rignifícado de entropía
La idea de que tanto la regularidad como el azar de un con
texto determinado pueden contener órdenes que están <<escon .lunto a la transformación de orden en azat, que se ha trata-
didos> en ese contexto, pero que pueden ¡evelarse en otrori ,Lr antes, existe la transformación correspondiente de azar en
contextos, tiene una significación bastante amplia. Por ejenr ,,r(lcn, tratado anteriormente, estudiada ampliamente por Ilya
plo, el orden de una lengua, o de la música, no puede encolr l'r rgogine. Prigogine se ocupa de estudiar sistemas que experi-
trarse con el estudio de los órdenes regulares de vibración tic rrrlntan movimientos moleculares aleatorios sin equilibrio' En
las ondas sonoras, o de los órdenes de movimiento, casi aleatrr ¡ ..los sist€filas se establece una pendiente, o flujo. Por ejemplo,

rios, de las moléculas de aire que las conduce. De hecho, l¡r r¡rr:r diferencia de temperatura puede ocasionar un flujo de ca-
mente, a no ser que deje de estar sometida a las ya conocid¡u l,r , o un? diferencia en el potencial químico puede ocasionar
nociones de orden, no podrá proporcionar un contexto en cl rrrr llujo de iones atómicos o moleculares. Un flujo de este tipo
que puedan descubrirse nociones de orden básicamente nue , ,,r rcsponde por lo general a un orden de grado muy bajo, nor-

vas. Cuando la música y el arte exploran órdenes nuevos, nl rrr;rlrnente el segundo grado. Una vez dadas las condiciones de

154 155
ry

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

un orden de grado infinito, los movimientos moleculares alea- l¡r velocidad del río, puede crecer esta variación en el espacio.
torios, sobre los que se superpone un orden de grado muy bajo, I'cro además, habrá también un crecimiento interno de subvór-
aparecen toda una serie de figuras, muy complejas, pero regu- Irt:es, de naturaleza todavía más sutil. Ciertamente, la medida
lares, que experimentan movimientos sistemáticos. En el caso rkr todo el campo de variación del torbellino tendría que incluir
de una pendiente de temperatura en un líquido, puede tomar la ¡rnlbos factores: el crecimiento interno y el externo.
forma de lo que se conoce como la inestabilidad de Bénard, un De hecho, en la mecánica clásica se ha realizado ya una me-
fenómeno espectacular en el que, según palabras de Ilya Prigo- ,lrción de este tipo. Técnicamente se le denomina espacio de
gine e Isabelle Stenger, de moléculas se mueven de /a,rc y su medida se determina multiplicando el campo de varia-
"millones
manera coherente, formando celdillas hexagonales de convec- , rr'rn de posición y el campo de variación del momento. El pri-
ción de tamaño característico>>. En el caso de pendientes quími- nrcro corresponde aproximadamente a los cambios en la ubica-
cas se producen un número de complejas reacciones oscilantes, , rrin del vó¡tice a medida que se extiende por el río, y las aguas
como la de Belousov-Shabotinsky. Existen muchos otros ejem- ,¡rrc lo rodean se vuelven cada vez más agitadas. El segundo, el
plos de cómo órdenes globales surgen de un caos subyacente, | ¡rnrpo de variación del momento, corresponde al grado en que
que están tratados en el libro de Prigogine y Stenger.2 t'l vórtice resulta agitado en su interior, de modo que se va rom-
Este tipo de transformaciones entre el azar y los simples ór- ¡rrcndo en vórtices más y más pequeños.
denes regulares están íntimamente relacionados con la entro- Claramente, la medida en el espacio de fase conesponde ll
pía de un sistema. La noción de entropía es un concepto de par- h¡rstante bien a la idea intuitiva del grado global de orden que rl

ticular importancia, no sólo en flsica sino también en química y rrtír implicado en el flujo. Porque, cuanto más se extiende la
en otras ciencias. La entropía suele definirse como la medid¡¡ rrhicación general del vórtice, mayor es el grado de orden. Lo
del desorden existente en un sistema, una noción que arrastrü ¡':rrticularmente interesante de esta medición en el espacio de
claramente tonos subjetivos. Por otra parte, la termodinámic¡¡ l¡rsc es que cofresponde a lo que se utiliza en física para definir
permite medir de manera objetiva la cantidad que se conocc lir cntropía.
como entropía, es decir, la cantidad de calor y trabajo que esttl La entropía es un concepto de vital importancia en muchas
asociada a un sistema. Por sí mismo, un sistema físico tiende u ,uc¿rs de la ciencia, pero que no dispone de una interpretación
ir aumentando su entropía, proceso que está por tanto asociado It:rca clara. Por ejemplo, se ha debatido mucho el tema de en
a la caída, la desintegración, la <bajada> y el desorden crecien ,¡rrt: medida es subjetivo u objetivo el concepto de entropía' Sin
te en el sistema. Pero, según la metáfora de que el caos ¿s or ¡ nrl)argo, con el enfoque actual de las nociones de orden, caos
den, hay que entender una entropía creciente de otra maneru, \ irzar, es posible clarificar ahora lo que significa la entropía.
es decir, como un tipo de cambio de orden. (lonsideremos un sístema aislado de partículas en interac-
De importancia clave es la idea de un campo de vari.ación cn , ron. Cada una de ellas actúa como una contingencia para las

el movimiento aleatorio y caótico. Imagínese un torbellinr¡ ,lt'rrrárs, de modo que el movimiento global tiende a ser caótico.
irregular y cambiante, que fluctúa de manera compleja pcro I rtc sistema, por sí mismo, se mueve hacia lo que se llama
permanece siempre en cierta zona del río. Es posible que el tor ,,¡rrilibrio térmico, una condición en la que no hay fluido neto
bellino esté fuertemente determinado por unas rocas vecinas, ¡r ,[' t:alor o energía dentro del sistema, y en el que los subórde-
por otros accidentes en el cauce del río. A medida que aumenln rr,'s regulares se desvanecen casi por completo. En este estado
,L' t:quilibrio la entropía del sistema se encuentra al máximo'
2. Order out of Chaos, Bantam, Nueva York, 1984. ,\..r pues, esta entropía máxima está asociada a la incapacidad

156 r57
.Y

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

del sistema para realizar un trabajo, transferir energía utiliza' to de órdenes de grado bajo a partir de órdenes caóticos o de
ble de una zona a otra, o generar órdenes globales de actividad. ¡arado infinito. De hecho, lo que Prigogine denomina caos no es
En la mecánica estadística, el valor numérico de esta entro' ,'r¡ realidad un completo caos, sino más bien un orden aleatorio
pía se calcula a partir del campo de movimiento aleatorio en el rrricial sobre el que se superpone otro orden inicial de grado
espacio de fase. (Para ser más exactos, es el logaritmo de esta l,njo. De este complejo entretejido de un orden inicial caótico
medida.) Esto significa que, cuando se añade energía al siste= r ()rr otro de grado bajo, surge aún otro orden de grado bajo.
ma, el campo de movimiento aleatorio crecerá, y cofrespon' Así, todo el proceso es básicamente una transformación entre
dientemente, aumentará la entropía. un rlrden global y otro (en el que crece la entropía neta, a pesar
Asimismo, un cambio de entropía es una medida del cam= ,k' la aparición del nuevo orden de grado bajo).
bio que tiene lugar en el campo de fluctuaciones que ocufren En términos más generales, en los sistemas físicos hay todo
dentro del movimiento aleatorio. La entropía adquiere así un rrn espectro, con órdenes de grado bajo en un extremo y caos y
significado claro, independiente del conocimiento subjetivo so- ,r/¡rr en el otro. En medio hay más tipos de orden enormemente
bre los detalles de la fluctuación. Este enfoque de la entropfl .;rrtileS, que no son ni de grado bajo ni caóticos. i

no necesita plantearse cuestiones de desorden, que de todori Sin embargo, la ciencia todavía no ha estudiado estos órde-
modos no puede definirse de manera clara. Tratar la entropfrr rrt's intermedios de manera significativa. Podrían ser muy im-
con este enfoque evita muchas de las dificultades que se aso lr(rrtantes para distintas áreas, e incluso la vida misma podría I

cian normalmente a este tema, como la noción subjetiva de kr ,lc¡rcnder de ellos.


que podría entenderse por desorden. Después de todo, y al scr Hasta ahora, la ciencia ha considerado los órdenes de grado i
la entropía una propiedad objetiva de un sistema que puede srr l';rlo y los aleatorios como <<inconmensurables>> o mutuamente
meterse a observación con la ayuda de procesos termodinámr ilclcvantes. Esto conduce a una ruptura en la comunicación y
cos, ¿por qué tendrían que afectar los sentimientos subjetivos c l¡r t:ontinuidad entre aquellas facetas de la investigación que
indefinibles al comportamiento objetivo de un sistema de esle utrlizan estos órdenes de maneras diferentes. Sin embargo, hay
tipo? rrrr tipo de conexión en el que los órdenes causales se tratan
Resumiendo, la cuestión deLazat es un aspecto de la depcrr ,,'rrro procedentes de órdenes aleatorios, dentro de un límite
dencia contextual general del orden. En el contexto de un n¡i ,h' números elevados. Las estadísticas de seguros son un senci-
croscopio, que capta en detalle las fuerzas entre las partículns llr cjsrnpl. de esto, como lo es también la deducción de leyes
que se consideren, un sistema termodinámico concreto puerlr r,'r r¡¡odinámicas a partir de un tratamiento estadístico de las le-
tener un orden bien definido en sus movimientos internos, dr' 1',"; cle la mecánica molecular. Más recientemente, con la apari-
grado bastante bajo. Sin embargo, en un sistema macroscó¡ri ' r( !n de la teoría del caos, se ha visto claramente que es posible
co, en el que no se tienen en cuenta los detalles, el mismo siste :rv¡ulzar en la otra dirección, y tratar las leyes estadísticas como
ma tendrá un orden de grado infinito en sus fluctuaciones alcn ¡'rot:cdentes de leyes causales. Así, en este libro se ha propues-
torias. Esto determina su entropía, y por tanto, sus propiedu !' t1¡¡¡e¡rut a partir de todo el espectro de orden, y considerar
des termodinámicas generales. Ambos órdenes son igualmenlr, li* k:yes causales y estadísticas como casos límite. De esta ma-
subjetivos y objetivos. ir.'rir no hay ruptura en la comunicación, y los campos que se
Está claro que en esta discusión se incluyen muchas de l¡¡ t l:rt:ionan con diferentes partes de este espectro tendrán así
ideas de Prigogine. Prigogine considera en su idea básica quc el base conceptual común, de modo que en principio será po-
'rrr¡r
orden surge del caos. Aquí describimos eso como el surgimierr :rlrk' la comunicación creativa entre ellos.

158 159
i

Ciencia, or d,en y creatividnd, ¿Qué es el orden?

Volvamos ahora a la cuestión del orden social, que ya discrr rogos solía hace¡se una abstracción de la maferia, considerán-
¡1r

tíamos al comienzo de este capltulo: ahora es posible consirJe ,Lrse que tenía una estructura continua, pero más tarde surgió
rar la cuestión de si el orden eterno y el secular pueden verle l¡r rrbstracción de una estructura de partículas discontinuas. Al
también como dos extremos de un espectro, entre los cuales lh'gar al siglo xrx también esto pareció limitado, y fueron pro-
descansa una rica extensión en la que podrían encontrarse, cttil ¡ucstas estructuras de campo continuo más profundas. Con la
una visión creativa, nuevos órdenes de sociedad. De manera llt'gada de la mecánica cuántica surgió una nueva abstracción,
más general, un enfoque llevado adelante con este espíritu po ,lurr iba más allá de la dicotomía de lo continuo y lo disconti-
dría quizáSabarcar diferentes órdenes sociales, que parecen ell rr¡ro. De la misma manera, en el futuro podrían surgir todavía
la actualidad irreconciliables, y ayudaría a evitar los conflictrx ruevas nociones de estructura, al irse extendiendo el contexto
irresolubles que surgen ahora entre esos órdenes. Iorlavía más.
La estructura está basada en el orden, pero implica mucho
rrr;is. Según el diccionario, estructura es el orden, disposición,
La estructura r r rncxiór y organización de elementos más sencillos. Pero hay
rlr¡c aclarar que estos <<elementos> no han de ser necesariamen-
El concepto de orden es, en sí mismo, de interés muy gene tl t:ntidades físicas separadas. De manera más general, son tér-
ral. Pero enüe sus significaciones, una de las más fundamentn ¡rrinos introducidos en la mente para realizar un análisis con-
les y profundas es que descansa en el fondo de una estructur¡¡, ('l)tual, como sucedía con los elementos de un fluido que tratá-
'
lo que es un asunto clave, no sólo para la ciencia, sino para ll I'rrnos hace poco en un ejemplo.
totalidad de la üda. Suele considerarse que las estructuras so¡t Para ilustrarlo mejor, consideraremos primero la estructura
estáticas y más o menos completas en símismas. Pero una cucs ',rrno elementos simples que existen por separado. Pero habrá
tión más profunda es cómo se originan y crecen estas estructu ,¡rrc recordar siempre que, en un nivel más profundo, debe
ras, cómo se mantienen y finalmente disuelven. Una estructur¡r ¡rrt:starse atención al todo, lo que a su vez guía al pensamiento,
es algo básicamente dinámico, y quizá sería mejor llamarla rr yir que abstrae elementos que de hecho no tienen una existen- i

tructurando, mientras que los resultados más o menos establcs i rr por separado. El uso del lenguaje ejemplifica un orden infi- i

de este proceso serían estructuras. Pero incluso estas últimas es rrrto complejo y sutil, pero puede describirse de manera más
, onrpleta como una estructura de complejidad infinita. Los dis-
tructuras no deberían ser consideradas como básicamente esttl'
ticas, ya que son resultado de procesos que, durante algúrt t¡ntos subórdenes de tiempo, modo, personajes, situación, et-
, ritcra, que encontramos en una novela, se hallan todos dis-
tiempo, las mantienen y conservan dentro de unos ciertos ll
mites. ¡rrrcstos, conectados y organizados juntos. Y aun así, cada su-
Como ocuüe con el orden, tampoco puede darse una defi l,orden o elemento es claramente inseparable del todo. Lo mis-
nición completa de la estructura. Es más, volviendo de nuevo ¡t rrro podría decirse de la estructura de la música o de un cuadro.
1o mismo: cualquier cosa que digamos que es una estructur¿l, Este método de análisis conceptual de la estructura hace
no lo es. Siempre hay algo más y algo diferente a lo que deci- ¡rosible desarrollar toda la noción, articularla y conectarla a la
mos. En un momento dado es posible abstraer una estructur¡¡ ¡roción de un orden más elevado. Para empezaÍ) es posible pa-
determinada como relevante y apropiada. Pero al ampliarse cl ',;rr de un sencillo orden lineal a una disposición de estos órde-
contexto se ven los límites de validez de esta abstracción, y han rrt's. Esto lleva consigo poner juntos órdenes similares. El siste-
de desarrollarse nociones nuevas. En tiempo de los antiguos rnir de líneas paralelas de la ilustración resulta un ejemplo claro

160 t6r

t-
Ciencin, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

de este tipo de disposición. Cada llnea está caracterizada por claro que una estructura de este tipo está sujeta a un pro-
r'.,tá
un conjunto de diferencias semejantes, y su relación con l¡l¡ r d€ organización y desorganización. Para empezar, esto
cs<r
otras líneas arroja un nuevo grupo de diferencias semejantea rrcluye los principios generales (dados, por ejemplo, por un
La disposición de líneas es, por consiguiente, un orden de órde art¡uitecto) que determinan cómo han de organizarse los subór-
nes. Esta idea podría desarrollarse más para dar una jerarqufa para quedar acoplados, mediante la disposición y las co-
'k'rres
de órdenes, lo que formaría un importante componente de cr rrcxiones adecuadas. A esto hay que añadir los procesos impli-
tructura. ¡ ¡r(los en la creación, el mantenimiento y la destrucción de esta
ganización de la estructura.
',r
La casa no es un ejemplo excesivamente gráfico de este im-
¡rortant€ aspecto dinámico de la estructura. Podemos encon-
rr¡rr uno mejor considerando la vida y la inteligencia. En un
;irl)ol, por ejemplo, se puede ver claramente una estructura.
I'ort{u€ aquí encontramos no sólo muchos órdenes y disposicio-
rrcs interrelacionados entre tronco, ramas y hojas, sino que és-
tos se hallan también conectados a un todo único. Esta totali-
,l¡rtl está organizada por los procesos del metabolismo, en los
,¡rre el árbol se forma, se mantiene y en cierto momento muere.
'icgún las teorías actuales, son las moléculas de ADN las que
Pero de ninguna manera podría denominarse estructur¿r ¡l tr¡ulsportan el equivalente a los planos del arquitecto y a las
esta disposición de líneas paralelas. Lo que se necesita es algrirr rnstrucciones que se necesitan para el crecimiento, el manteni-
tipo de conexión entre los elementos. Por ejemplo, los ladrilLrr rnrtrnto y las reparaciones. Cuando se trata de animales vivos,
de una pared están dispuestos en orden, y en un orden de órrle .',.tc proceso de organización es mucho más complejo y depen-
nes, pero se hallan también en contacto, de manera que formnrr ,k' tle varios sistemas, entre los que se incluyen el cerebro y el
una pared. A su vez, paredes en contacto forman una habil¡r '.r,.lcma nervioso. Finalmente, con los seres inteligentes apare-
ción, y habitaciones en contacto forman una casa. En muchoq ¡ t'n ou€voS niveles de organización; éstos incluyen numerosos

ejemplos como éstos, el contacto es de naturaleza local, en e I tr¡ros d€ estructuras sutiles, como el lenguaje, la música, el pen-
que elementos vecinos se tocan. Sin embargo, también se puc .r¡rnliento, etc., cada uno de ellos con órdenes, disposiciones y
den crear estructuras de contacto no local, en las que los ele ,,r¡rcxiones de elementos organizados de manera extremada-
mentos se hallan físicamente separados pero se mantienerr r¡rcnte dinámica.
juntos mediante campos eléctricos o magnéticos. Así pues, eb l-Iay que hacer hincapié en el hecho de que la estabilidad de
posible llegar a la idea de una estructura estática que incluyr rrrr:¡ estructura no es algo estático, sino que surge gracias a una
una jerarquía de órdenes y alguna forma de contacto, sea lot:¡rl rrrovilidad en la que aquellas fuerzas que tienden a romper la
o no local. , ,,tructura resultan compensadas por procesos que tienen lugar
Pero volvamos ahora a la visión dinámica de estructura: irr ,L'ntro de la estructura misma. Esta idea de la estabilidad de
cluso cuando se trata de algo estático, como una casa, es necc ,¡nir estructura a través de la movilidad es de gran importancia,
sario preguntarse cómo llega a construirse, cómo se mantiene y ¡rr sólo para entender la materia inanimada sino también los
cómo en algún momento cae y resulta destruida. En este caso, 'i,'rcs vivos, el conocimiento y la sociedad.

162 163
Ciencia, orden y creatividad
¿Qué es eI orden?
<Ratio> o Razón nral.es sólo_un aspecto limitado de un movimiento global
de la
trzón, mucho más amplio. Siguiendo el enfoque general que se
Comprender una estructura y expresarla en el pensamiento lrizo en los anteriores capíturos sobre la cienóia. puede décirse
y el lenguaje es posible sobre todo gracias ala razón. La palir {lue, en su origen, este movimiento más amplio áe la razón
es
bra razón se basa en la latina ratio. Si nos paramos un momert lrlrsicamente un acto perceptivo, y que la lógica formal
es una
to, veremos que, de hecho, una de las características claves clc ,rbstracción relativambnte ii¡a extiaiia de este movimiento. La
la razón es algún tipo de <<ratio>> (relación). La forma generttl k'ngua alemana ilustra este hecho mejor que la inglesa, ya que
de esta <ratio> puede expresarse como A.'B como D.'C, sientkr lrr palabra para razón es vernuntt, que está basada
la <ratio> numérica AlB = DIC una forma especial de la antc t'(rnehnen, <<percibir>, con la connotación de percepción "n "iu"rbo
a tra_
rior. Este tipo de <ratio>> significa que á está relacionado a ll vt's de la mente. En castellano se traduciría como <<razón
intui_
como C está relacionado a D. Con todo, dos cosas sólo puedor trvir> o <razón perceptivo>. La palabra que de alguna
manera
estar relacionadas si son diferentes. En latín, el significado ¡tt t , r¡bre lá lógica formal sería verstand,
qui en este contexto no
mero de diferir es <<llevar aparte>. <.Relacionar>> viene del parlt ,r¡lnificaría <<comprender>>, sino más bien <mantenerse fijo>.
I

cipio pasado de <<referin>, cuyo significado es <.llevar de nt¡t' Es evidente que el pensamiento ha de tener la posibitidad
ll
vo>'. En este proceso, hay dos cosas que, al menos en la me¡rlr. , k' rnantenerse
firme, si es que quiere funcionar de manera ade-
son separadas primero mediante la diferencia y vueltas a llcvnt I uirda. Pero este <<mantenerse firme>
ha de encontrar un lugar I
de nuevo a la semejanzay larelación. irl)ropiado en un contexto más amplio, el del movimiento
fluido rl
El orden de la línea que hemos considerado anteriormcrtlc h' l, razón intuitiva. Sólo en este contexto más amplio puede
' el
puede por tanto describirse mediante la <<ratio>> A:B como ll t ¡rcrrsamiento convertirse en vehículo de la percepción óreativa.
como C.'D, y así sucesivamente. Es más, si representamos ctt¡rl I rc hecho,.cuando se produce el juego
libre de la-mente, el pen_
quier <<ratio> mediante el símbolo R, es posible poner en rclrt '¡¡ulicnto tiene su orige-n primero precisamente
en esta p"rcep-
ción <ratios> de la misma manera, o sea Rr:R, como Rr:/l'. v , r,'ru. Después se despliega
de manera natural, a través de ia
así sucesivamente. Así, a partir de una <<ratio>> sencilla puerle tr I'rolxrsición, composición, suposición y disposición. Se trans- ll
definirse una o varias relaciones. l'trr¡¡¡¡¡ s¡ algo bastante bien definido, como
cristalizado. Esta
El desarrollo completo de esta jerarquía de <<ratios> tl rcl¿r , r rrt;rlización dela razón,
dirigida por la lógica formal, es total_ il
ciones, que tiene lugar en todas las áreas a las que se aplictr l,r rnt.trtc indispensable si se quiere comprobai la racionalidad
y la
mente, es en esencia el poder del pensamiento racional o rn ' ,lrcrcncia con el hecho real de los presupuestos en que se bása
zón. Puede describirse la irracionalidad como el caso en cl r¡tr.- , I pt'nsamiento. Sin embargo, la
lógica fórmal ha de estar pre_
se da un fallo de coherencia entre estas <ratios>. Así puer, la t,,¡rir(l¿r para volver a disolverse en razón fluida en cuanto ápa-
i

racionalidad es un orden; es, de hecho, el orden esencittl rl.-l ".,r,¡/('rr una contradicción u oposición mantenidas al aplicaise i

pensamiento. lormas relativamente fijas. En este caso, la mente tendrá


Normalmente, una prueba de racionalidad se lleva a t.rtlu' ,¡.¡r' scr capaz de responder con
inteligencia creativa, para per-
con la ayuda de la lógica (a la que se considera como un c(,ttlurr ' tl,r¡ rirdenes y categorías nuevos que normalmente I

dlscansan
to de reglas formales que han de ser satisfechas por el ¡rctr.l , rtrc>r los extremos, estáticos y
no relacionados, presentados
miento para que se le juzgue racional). La actitud más gettcr'rll t','r l;r pura lógica (por ejemplo, órdenes sencillos dé grado bajo
zadave esta lógica formal como un conjunto estático de nol ltt¡= ' r l;sta
r l(.nes caóticos de grado
infinito) .
que se sostiene totalmente en sí mismo. Además, la lógicrt fl* es la descripción del orden adecuado en que debe fun-

t& 16s

_,-..!-- I
Ciencin, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

De lo anterior se deduce claramente que la <<ratio>>, o razón,


cionar el pensamiento racional. Pero si la mente se aferra I I ¡r
, ., la esencia de la estructura matemática. Pero esta <<ratio> ha
tegorías y órdenes rígidos, entonces resulta imposible alcatrrAr
,lt: ser descubierta en todas las áreas de la vida. Así, una pe¡so-
el juego libre que se necesita para este orden racional, com() v¡t
puede encontrat una compleja estructura de <ratio>> en su
trernoi observádo en buen número de ejemplos. En su lugar, hr ";r
,'xperiencia de la naturaleza: por ejemplo, en el movimiento de
mente queda atrapada en un juego sucio, a partir del cual rerrrl
ta imposible que surja una respuesta creativa. ¡,crcepción de los órdenes siempre cambiantes que se contem-
Sin embargo, y como ya se sugirió en el capítulo L, el juego r'tt ¡rl:rn en el bosque. De la misma manera, estas estructuras de
-r ¡rtio>> están presentes en una casa, un cristal, el panorama que
cio puede adoptar formas muy sutiles, que resultan muy diffcrke
i(' observa desde lo alto de una montaña, un cuerpo humano,
de áetectar. Una de ellas es creer que la verdad está absolttl'r
cuadro, el uso de la lengua o la sociedad misma. Esta <<ratio>>
mente identificada con la lógica formal. Pero también lo cs rl ',rr
identificar verdad con intuición, y no estar abierto a la neccsitlu,t I'rrcde asirse tanto intuitivamente como por medio del intelec-
de someter esta intuición a pruebas rigurosas, con la ayuda tlc ln
tu Su cafilpo no se ve agotado por la percepción sensitiva, ya
rlue s€ aplica a la percepción interna de sentimientos. Cual-
lógica formal. Además, las opiniones fijas, que de hecho se bit¡it¡'
,lrilcf cos? que aprehendamos, lo hacemos mediante alguna
en un mal uso de la lógica formal, se presentan a menudo dt: tttn
t¡rrrna de <<ratio>>. Por ejemplo, reconocer una cosa cualquiera
nera vaga e indefinida, bajo el disfraz de una auténtica pcrc('lr
r-:: VCr eüo¡ igual que varias <<ratios>> se relacionan en el objeto,
ción genuina. Esto es especialmente común cuando se trattt rl'
pre-juicios. Es evidente que éstos son de naturaleza básicanre rrt.
rl rclacionan también con el concepto mental que tenemos de
,=l l:lsto es justamente lo que se hace también en matemáticas y
intelectual, a pesar de lo cual se les suele considerar erróneatt¡r'¡r
te como percepciones intuitivas y sentimientos. Lo que se dctlt¡t .
,'rr sus aplicaciones.
l-as matemáticas tienen la ventaja de poder tratar pura (<ra-
es que un adecuado funcionamiento de larazón exige una intt'li
¡¡1¡" (por ejemplo, <<relaciones de relación>), sin necesidad de
geniia creativa, que se halle libre de cualquier tipo de ri¡1trlt.'
rur sustrato específico que descanse en algún objeto o experien-
de pensamiento, cualquiera que sea la forma en que aparcrt ¡l
, r,r scnsorial. En algunas áreas, esta <<ratio>> puede estar tan cla-
Las matemáticas son un buen ejemplo de cómo entretejer l'r
,¡uncnte definida que permite el despliegue de largas cadenas
razón intuitiva y la lógica formal en un proceso del tipo tttrtr'
,L' inferencia, mientras que en otras áreas estas cadenas son re-
riormente descrito. Es interesante notar que el matemiltrr'
l¡¡trvamente cortas. Pero, como se decía en la introducción,
Von Neumann definió las matemáticas como una relaciórt rl'
.tt() se hace a costa de elevados niveles de abstracción.
relaciones. Esto implica una estructura de pensamiento qtrc a'
extiende de manera indefinida, lo que de alguna manera e (¡¡r tJna forma clave de la <<ratio>> es la analogía, que el diccio-
¡r¡r¡io define como una forma de proporción. Cuando el pen-
vale a una jerarquía. Esta estructura se forma en un proce$() r-rr
,¡rnricnto se desarrolla, a partir del relámpago inicial de la per-
el que las relaciones de un tipo se entretejen con relaciont:s rl'
, i'¡r1:ifn creativa, la <<ratio>> existente en él se despliega y ar-
otrós tipos, mientras que esta totalidad se organiza gracitrr n
rrr rrlir, desarrollando así una estructura, según se describió ya
otras nuevas relaciones, y así de manera indefinida' IJn nrrtl¡
,,nrcs. Este tipo de estructura es esencialmente una analogía
mático llevará a cabo un acto realmente creativo si es capitr rl':
darse cuenta del origen de esta vasta estructura de relacioncq. r ,, rrquello de que trate el pensamiento.
'n
la despliega en una estructura de pensamiento todavía rrr¡¡u Si la analogía es buena, las <<proporciones> en las <<ratios>>
compléja, cuya coherencia frente a las reglas de la lógica fortrt¡rl
,1,.1
¡rcnsamiento son semejantes a las que se dan en lo que es
se pone constantemente a Prueba. "lrl(:to de pensamiento; de otra manera, la analogía es pobre.
167
t66
T

Ciencia, orden y creatividad ¿Qué es el orden?

Esto nos lleva a sugerir que el pensamiento se mueve de mane- Resumen


ra natural hacia la mejora de la analogía.
La idea que se acaba de proponer nos devuelve a la afirma- La idea básica de este capítulo era proponer que el orden
ción de Korzybski de que cualquier cosa que digamos que es invade todos los aspectos de la vida, y que puede ser entendido
algo, no lo es. Porque, después de todo, no hay analogía quc como diferencias semejantes y semejanzas diferentes. Se intro-
sea equivalente al objeto mismo. Todas las analogías son algtt dujo una distinción fundamental, la que existe entre orden
limitado, y si lo que decimos es una analogía, el objeto no pue- constitutivo y orden descriptivo, y se señaló también que cual-
de ser lo que decimos. Las proporciones o <<ratios> pueden ser
quier orden real descansa en una especie de espectro entre es-
tos límites. Así pues, el orden no se encuentra meramente en el
semejantes en ambos, pero siempre queda espacio para analo-
gías nuevas y mejores. objeto o en el sujeto, sino en el ciclo de actividad que los inclu-
ye a ambos.
Para probar el éxito de estas analogías es necesario acudir al
ciclo de actividad del que se trataba en los capítulos anteriores. Se trataron después varios tipos de órdenes, incluidos los de
Cada pensamiento, junto con las analogías que contiene, lc grado infinito y todo tipo de órdenes sutiles, como los del len-
vanta una disposición para actuar, disposición que contiene tt guaje o la música. Se vio que el orden, en general, se extiende
su vez un conjunto de proporciones semejantes a las del pensir cn un espectro que va de órdenes sencillos, de grado muy bajo,
miento. Así pues, la acción está imbuida de una razón o <<ratitl,' ir órdenes caóticos, de grado infinito, entre los cuales el azar es
semejante. El hecho de que los objetos suelan responder clc un caso límite. De hecho, no queda sitio en todo esto para el
manera armónica a esta acción sugiere que todo debe contencl trrncepto de desorden, sino sólo para órdenes aleatorios, de
algo similar, al menos básicamente similar, a la <<ratio>', y que grado infinito, que se hallan libres de correlaciones significati-
gracias a esto es posible que el mundo sea inteligible para los vas y subórdenes de grado bajo. De esta manera, es posible
()cuparse de la aparición de órdenes de grado bajo a partir del
humanos. De esta manera, la inteligencia, que incluye la pcr
cepción creativa, y la inteligibilidad no son dos cualidades septt r,tos, como hace Prigogine, y también del proceso inverso, en
radas e inconexas, sino más bien aspectos inseparables de un¡r cl que se da la transformación de órdenes de grado bajo en
sola realidad global. c¿ros. Esto hace posible considerar la entropía como un rasgo
La íntima relación existente entre la inteügencia humanit v concreto del orden general del movimiento.
la inteligibilidad del universo puede traspasarse a la idea, genc Se consideró la estructura como una noción dinámica en sí
ralizada en la Edad Media, de que cada persona es un micrtr rrrisma, que incluye no sólo el orden de cualquier elemento abs-
cosmos que se levanta como una analogía de la totalidad dcl trirído por el pensamiento sino también la disposición, cone-
cosmos. Esto explicaría cómo una persona, mediante la pcrt ri<in y organización de estos elementos. Cada estructura se es-
cepción inteligente de la <ratio'>, podría producir analogías tlt' t¡rbiliza como resultado de la movilidad de cualesquiera que
cualquier cosa existente en el universo, e incluso del universo lrrcran sus elementos. El capítulo terminaba con una discusión
mismo. Porque, si esta persona es ya una analogía de todo eslo' robre cómo se halla integrada una estructura en una jerarquía
mirar al exterior o al interior no será más que dos lados de r¡¡¡ rle <ratio>> que ha de ser aprehendida en un acto perceptivo de
mismo ciclo de actividad en el que, en principio, puede revel¿tt r irz-ón intuitiva.
se cualquier aspecto de la totalidad.

168 t69
_T

Orden generativo y orden implicad.o

Ordenfractal
En el capítulo anterior se tratóel orden en términos de dife-
rencias semejantes y semejanzas diferentes, siendo considera-
4. ORDEN GENERATIVO do sobre todo como un medio de entender curvas, estructuras y
Y ORDEN IMPLICADO procesos que se encuentran ya ptesentes en la naturaleza o en
la mente. Sin embargo, resulta también posible utilizar esta no-
ción de orden, basada en similitudes y diferencias,para generar
Hasta ahora se ha considerado que el orden surge, sobrc tbrmas, figuras y pfocesos. Por ejemplo, a partir de un segmen-
todo, de una secuencia de sucesiones. De hecho, éste es un tipo to se puede genera¡ una línea mediante un proceso de repeti-
de orden muy común, y quizás el que nos resulte más familiar. ción, línea en la que cada elemento es semejante (igual) al si-
Sin embargo, en este capítulo introduciremos otro tipo de or guiente. Puede también producirse un polígono, mediante una
den, el llamado orden generativo. Este orden no está básica- semejanza de ángulos y longitudes. De manera parecida, pue- l

mente relacionado con el lado externo del desarrollo y la evolu= den generarse curvas de segundo grado a partir de una diferen-
ción de una secuencia de sucesiones, sino más bien con un or- cia inicial, que se repite de manera semejante a sí misma. Las i

den interno más profundo, del cual pueden surgir de manerir curvas de mayor grado necesitan la repetición de más diferen-
ll
creativa las formas manifiestas de las cosas. De hecho, este or- cias, pero todas pueden construirse de la misma manera.
den tiene una relevancia fundamental tanto en la naturalezir Podría llevarse adelante esta idea cadavez con mayores su-
como en el conocimiento. En los próximos capítulos se tratará tilezas. Sin embargo, debido a los propósitos de este apartado,
también de su importancia para la sociedad. se utilizará una forma de orden más desarrollada: la teoría ma-
Trataremos el orden generativo con la ayuda de una serie temática de los fractales, que ha sido inventada recientemente
de ejemplos extraídos de las matemáticas, la fisica, el arte y la por B. B. Mandelbrotl y que se halla íntimamente relacionada
literatura. Esto nos llevará a su vez al orden implicado, que es con la teoría del caos, tal como se planteó en el capítulo ante-
un tipo especial de orden generativo con el que se ha trabajado rior. Los fractales implican un orden de diferencias semejantes
sobre todo en flsica. Descubriremos, sin embargo, que el or. que incluyen cambios de escala, además de otros posibles cam-
den implicado tiene una significación más amplia, que afecta bios. Un ejemplo sencillo es empezar con una figura base, el
no sólo a la física, sino también a la biología, el conocimien" triángulo:
to y el orden global de la sociedad y el ser humano como indi-
viduo.
Se discutirán propuestas concretas de cómo debe utilizarsc
el orden generativo, pero al introducir esta nueva noción de or-
den no abrigamos el propósito de abordar su aplicación con
todo detalle. Más bien, lo que queremos es utilizar estas ideas y considerar después un generador, que es en realidad un pe-
para profundizar en el significado de la creatiüdad" En los ca- queño triángulo que puede aplicarse a cada uno de los lados de
pítulos siguientes, estas nociones nos proporcionarán una basc la figura base.
desde la que avanzar en el camino de la creatividad.
l. The Fractal Geornetry of Nature, Freeman, Nueva York, L983.

170 t7t

I
'li

Ciencia, orden y creatividad Ord.en generativo y orden implicado i

Mandelbrot escoge figuras base y generadores diferentes, y i

:rplicando cada vez el generador a menor escala, es capaz de


¡rroducir gran variedad de formas y figuras de propiedades ma-
tcmáticas muy interesantes. Algunas de ellas parecen islas,
rnontañas, nubes, polvo, árboles, deltas de río o el ruido gene-
r'¿rdo en un circuito electrónico. Todas están completadas con
De esta manera se produce una estrella de seis puntas: tlctalle infinitesimal y evocan los tipos de complejidad que se
¡rueden encontrar en la naturaleza. Además, reflejan la manera
cn que los detalles de una forma parecen ser semejantes en una
;rmplia escala de tamaños. Cuando centramos un foco sobre al-
gún objeto de la naturaleza, éste va mostrando cada vez más si-
rnilitudes de forma, a medida que ampliamos el enfoque. Otros
lractales muestran siempre nuevos detalles al ser la escala más
El siguiente paso es reducir en escala el generador y aplicar L r
y más pequeña.
de nuevo a cada segmento, de lo que resulta la siguiente figulrr flrl

y después I

Este proceso puede continuar de manera indefinida y dt, Mandelbrot señala que la geometría de los fractales se halla
sembocar en una figura de propiedades extremadamente intc rrrucho más cerca de las formas de la naturaleza que los círcu-
resantes. Para más detalles, el lector puede consultar el libro rl,. Ios, triángulos y rectángulos de la geometría griega. Podría de-
Mandelbrot, pero por el momento láUra Oe aceptar que la cir lirse que la geometría tradicional, a partir de la cual se ha desa-
cunferencia de esta figura ha crecido hasta llegar a ser infinitir rrollado gran parte de las matemáticas y los instrumentos de la
'¡,
sin entrantes.2 Se trata de propiedades especialmente curiosl¡s lísica, es en realidad una manera artificial de describir el mun-
para la manera directa en que han sido creadas. ,kr. Algo más cercano al orden fractal sería un punto de partida il

,r¡rropiado para tratar la naturaleza de manera más general, y


2. Para los familiarizados con las matemáticas, esta figura no poscl trrmbién para proporcionar mejores descripciones formales de
primera derivada. Irs procesos de la física y la biología.

172 173
:T

Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado I

La figura compleja generada a partir del triángulo es como


una isla muy irregular que posee, desde luego, una línea de cos'
ta de extensión en último término infinita, cuando se la analiz¡r
en una escala indefinidamente sutil. Otros fractales comienzan
como simples líneas que se van expandiendo de formas extre-
madamente sutiles, hasta que parecen cubrir toda la página.
Así surge una interesante pregunta sob¡e estos fractales: ¿cuál
es su dimensión? ¿Son líneas, de una dimensión, o planos, de
dos dimensiones? La respuesta es que un fractal tiene una dl
mensión fraccional, algo a medio camino entre una línea y un
plano. (Otros fractales pueden tener una dimensión que se en
cuentra entre un punto [cero] y una Hnea [uno].) De hecho,
Mandelbrot defiende que la dimensión fractal de un objeto cn
una de sus características significativas y que el delta de un rí<¡ o Imagínese ahora una llnea fractal de complejidad ilimitada.
una línea de costa, por ejemplo, pueden estar caracterizado¡ A medida que se va aplicando el generador fractal, van siendo
por su dimensión fractal particular. rncluidos en la llnea cada vez más puntos que antes se hallaban
Pero ¿cómo es posible que una figura geométrica dibujadl luera de ella. Está claro que, en algún sentido, tiene más de
en un trozo de papel tenga una dimensión fraccional? Piénsese una dimensión. Al traspasar el lÍmite en el que la línea fractal
en un plano, como por ejemplo esta página. Si sobre este plano llena el plano, de modo que no queda ningún punto en el plano
se hace un punto á, entonces cualquier punto vecino B, C, I), (lue no se halle también sobre la línea fractal, ésta habrá pasa-'
o E estará también sobre el plano, sin importar cuál sea el lugnr tlo a tener dos dimensiones. Así pues, las dimensiones de una
en que haya sido imprimido. lfnea fractal se encuentran a medio camino entre uno y dos.3 Y
cn tres dimensiones pueden construirse fractales generales
cuya dimensión fraccional se encuentre entre cero y tres.
r$ Las figuras fractales que hemos tratado hasta ahora parecen
rlt o[ .C complejas, pero no podría llamárselas desordenadas, ya que
rI cstán compuestas por un orden bastante sencillo, con una única
tliferencia que se repite en una escala que disminuye de manera
Sin embargo, no puede decirse lo mismo de una sencilla lfnc¡¡ constante. También pueden crearse figuras de mayor compleji-
XIz. Aun cuando un punto A, por ejemplo, esté sobre la lfnc¡r, rlad, utilizándose más de un generador y aplicando los genera-
y lo estén también los puntos vecinos B y C, siempre es positrlr ,lores alternativos según una regla fija. Por ejemplo, una de es-
encontrar puntos vecinos D, E y F que no se hallen sobre esta tas reglas de aplicación, que fue utilizada por Mandelbrot, es
línea. Así, una de las propiedades de una línea, que tiene urra usar los núme¡os aleatorios producidos por un ordenador. Así,
sola dimensión, es que puntos que se hallan en proximidad irr
mediata pueden no estar sobre ella. 3. En realidad, los fractales dibujados en un papel se encuentran ge-
rrcralmente entre cero y dos dimensiones, ya que es posible generar
lrnctales que tengan una dimensión más baja que la de una línea.

174 t75
T

Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

introduciendo sucesivas diferencias aleatorias, se pueden gene cllo emplearía quizás el truco de mirar de soslayo al modelo,
ra¡ las curvas del movimiento browniano, así como líneas cos para reducir así los detalles y hacer hincapié en las tonalidades
teras totalmente irregulares. y las sombras. Poco a poco iría trabajando sobre este bosquejo
Sería posible llevar todavía más adelante las ideas de Marr inicial y haciéndolo más detallado, hasta darle solidez al traba-
delbrot, introduciendo categorías adicionales de diferenci¡rs jar sobre la primera capa de pintura. A medida que el cuadro
distintas al simple cambio de escala, como por ejemplo cambios rvanzara se iría haciendo más detallado, trabajándose progre-
de dirección, forma, etc,, con lo que se llegaría a figuras fractir sivamente sobre la totalidad de la obra. De la misma manera
les todavía más sutiles. De hecho, estos principios utilizarkrs c¡ue las formas más complejas de la naturaleza parecen generar-
para producir fractales podrían estar mucho más cercanos a krs se a través de adiciones sucesivas de detalles más y más peque-
empleados por la naturaleza que aquellos asociados a las figrr ños, también podría pensarse que un cuadro crece de manera
ras y estructuras de la geometría tradicional. Sin embargo, y semejante.
debido a la excesiva atención prestada en el pasado al orden sc Desde luego que el orden generativo de una obra de arte es
cuencial, podría pasar todavía algún tiempo antes de que se e x rnucho más complejo de lo que sugiere la descripción anterior.
plotaran las posibles aplicaciones concretas de las ideas rk' lln efecto, en ella están implicados muchos órdenes de creci-
Mandelbrot. Es más, debería considerarse toda la noción gkr rniento que, en un buen cuadro, se unen en un único orden ge-
bal de orden generativo como un área de investigación tremcn nerativo que lo abarca todo. Es posible que el pintor comience
damente fructífera, lo que puede reflejarse no sólo en la ciclr con una idea general, un sentimiento que, de manera tácita,
cia, sino también en muchos aspectos de la vida. cr>ntiene toda la esencia del trabajo ya terminado. El siguiente
¡raso puede ser observar la escena general y realizar bocetos
(lue se basan en el sentido de la percepción visual. Pero, ade-
Orden generativo ¡rrás de la percepción externa, opera también una percepción
interna, que es inseparable de toda la vida del pintor, su forma-
Los fractales de Mandelbrot sólo son un ejemplo de orclcn t:ión, conociniiento y respuesta frente a la historia de la pintu-
generativo (en este caso, una generación que se lleva a c¡rlx' ra. Las percepciones externa e interna son, a su vez, insepara-
mediante Ia aplicación reiterada de una forma similar, pero ('n hles de la relación emocional e intelectual del pintor con el
escala decreciente). En matemáticas podrían construirse nrr¡ tcma, e incluso de sus valores literarios y sociales. Aun así, esta
chos otros órdenes generativos. Sin embargo, la idea del ordcrr visión no es de ninguna manera rígida o fija, ya que tan pronto
generativo no está restringida a las matemáticas, sino que es crr como el pintor comienza a trabajar sobre la tela se produce una
potencia relevante para todas las áreas de la experiencia. nueva interacción. El o ella se enfrenta constantemente tanto
Por ejemplo, puede verse la presencia del orden generalivl .:on las limitaciones físicas, como con las nuevas posibilidades
en el trabajo de un pintor. De hecho, la generación de fornrrrr' t¡ue afloran en la actividad muscular misma de la pintura, y en
según los fractales de Mandelbrot puede compararse, en cie r to lirs percepciones nuevas del cuadro que va surgiendo tras el
sentido, con las distintas fases por las que pasa un cuadro. l'or ¡rincel.
lo menos hasta este siglo, un artista no solía empezar su trabir¡r, En toda esta actividad, lo importante es que el artista traba-
por los detalles, sino que, por ejemplo en el caso de un retralo, ¡;rsiempre, de una manera u otra, a partir de la fuente generati-
intentaba primero captar la totalidad de forma y gesto del nro vl de la idea, y permita que el trabajo se despliegue en formas
delo mediante un simple bosquejo inicial sobre la tela. P¡rrrr \rcmpre más $efinidas. Desde este punto de vista, su pensa-

176 177
llil'

Ciencin, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

miento es semejante al de la ciencia. Actúa en un principio me- notas contienen temas y anotaciones trabajadas durante largo
diante un juego libre, que se va transformando luego en formas tiempo. Sin embargo, la actividad básica del trabajo creativo de
cristalizadas. Tanto en ciencia como en arte es necesario que Beethoven es todavía un despliegue constante a paftir de una
las formas que se van haciendo más definidas sigan abiertas, en noción gene¡al de orden.
cada estadib, al tipo de juego libre que resulta fundamental Por su parte, Bach parece haber apresado de manera bas-
para la creatividad. Esto se aplica también a los casos en que, tante directa, y como un todo, el potencial contenido en un
como sucede con Matisse, la forma última bien podría ser unÍt fema de unos pocos compases, como demuestra la siguiente
simplificación y generalización de aquello con lo que el artista historia, narrada por su hijo Wilhelm Friedermann Bach:
empezó, en vez de una articulación más detallada' Para Matis-
se, la percepción creativa inicial era la guía constante para str Después de haber tocado durante algún tiempo, pidió al
actividad. Esto puede verse en la gran cantidad de bocetos y es rey que le diera un tema para una fuga, para ejecutarla allí al
tudios que hizo para todas sus pinturas, grabados y dibujos' Str momento, sin ningún tipo de preparación. El rey se asom-
idea generativa era claramente lo que daba pie a una simplifica bró del dominio con que se improvisó una fuga a partir de su
ción más sutil y significativa de líneas y formas.a tema; y, probablemente para ver hasta dónde podía llegar
La esencia del orden generativo de un cuadro escapa a tocl¡ un arte tan elevado, expresó su deseo de oír una fuga a seis
definición, pero está claro que este orden es muy diferentc ttl voces obligadas. Pero como no todos los temas sirven para
de una máquina, en la que el todo está construido por las partrF¡ una armonía tan compleja, el mismo Bach escogió uno, e in-
(esto es, en la que el todo emerge gracias a la acumulación tlt' mediatamente 1o ejecutó, ante el asombro de todos los pre-
detalles). Frente a esto, una de las actividades más importantes sentes, con la misma magnificencia y el mismo dominio con
de la creación de una obra de arte es su desarrollo, mediattlr que había ejecutado el tema del rey.5
una forma particular y a partir de la percepción original. Algn
parecido ocurre en música. Cada composición se interpreta elt Pero al volver aLeipzig, Bach hizo frente al reto del rey, y
un orden secuencial, temporal, pero, sin embargo, su genern r rrrnpuso una fuga a seis voces, nueve cánones y un trío sonata
ción nunca puede realizarse completamente de esta manera ¡t' ton €l tema real, que presentó, junto con su fuga original,
r)rno una Ofrenda Musical. Está claro que, de alguna manera
cuencial. Pór eso, el despliegue del significado de la músictl t'tt
r

la mente de un oyente perceptivo nunca es secuencial. Estr¡ te rrrr¡rlícita, Bach percibió el potencial de su magnífica composi-
r rrin como un desarrollo dentro del tema del rey.
sulta especialmente claro con las obras de Mozart, de quien re
dice quá primero veía toda la obra de un solo golpe y despuérr hi l{ay pruebas de que, al hablar, la totalidad del significado
desplégaüa, tocándola o escribiéndola rápidamente. Beetltn rr' f{cn€ro también muy rápidamente, junto con el lenguaje ne-
ven, por su parte, no parece haber concebido sus obras coltl' ' {'sirrio para expresarlo, lo que finalmente tiene como resulta-
un todo preclsamente de esta manera' ya que sus cuadernt¡¡ rle rl, rf n uil& secuencia de palabras. Lo que se dice en un determi-
rr¡rkr momento nunca se ha dicho antes de la misma manera.
4. La simplificación es, de por sí, una noción particularmentc rrrlll I rr c:ste sentido, el orden generativo del lenguaje es creativo, y
Al reducir el'detalle, un pintoi puede, de hecho, establecer en l¡t olrre , !t¡i cn relación con la creación artística y la musical.
un orden todavla más complejo- Las denominadas <líneas simplesn ¡ru-
den crear una relación de alta carga dinámica con el cuadro y su nlátr''l
I_os ritmos de esta actividad en la superficie resultarán en un ordctt slla
r (litado en H. T. David, J. S. Bach's Musical Offering, Dover,
r¡rrt'vir York, 1972.
mente perceptivo por parte del observador.

178 179
T

Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

Un rasgo importante del orden generativo es que puede dar


pie a un proceso de creación, a partir de una percepción global,
amplia y abarcadora. La lengua nos proporciona una pista, ya
que la palabra generar tiene la misma raíz que general y géneru ,
Esto apoya la afirmación hecha antes de que, en las artes, la gc-
neración creativa parte básicamente de una percepción genc
ral, que se despliega después en formas particulates. Estas puc=
den ir encaminadas hacia un detalle cadavezmayor o, como cn
Juntándolas, lo que resulta es:
el caso de Matisse, hacia una expresión de lo general.

El anólisis de Fouríer
I

Al movernos entre dos extremos, como son el arte y las mu l1


¡l

temáticas, hemos pretendido sugerir el carácter universal y


omnipresente del orden generativo. Sin embargo, ahora nor
centraremos en las matemáticas, trayendo a consideración cl
análisis de Fourier. Gracias a este análisis puede construirsr
una forma arbitraria concreta a partir de grupos de ondas pe I.os diagramas muestran cómo se pueden ir añadiendo más
riódicas, cada una de las cuales es de orden global. ondas, para crear figuras de una forma cualquiera. Mientras
Consideremos una onda sencilla de este tipo: (lue cada una de las ondas repfesenta w orden global, cuando
re las junta se suman para producir también un orden local
,'omplejo.
De esta manera, es posible crear una figura bien definida,
lr¿rsada en un orden generativo que pone en relación las ondas
rlc frecuencias sucesivas. De hecho, es justamente así como se
¡rroduce una serie de Fourier, ya que puede generarse cual-
r¡rrier figura compleja, una vez dada una serie de coeficientes
r¡rrc determinan la manera en que han de ponerse en relación
l;rs ondas globales. Como ejemplo de la adición de Fourier,
Esta onda viene definida por un orden que es semejante rr st rrrragínese un sintetizador musical, en el que cada una de las se-
mismo de período a período. Representa, por ejemplo, la olrrla r ¡t's de osciladores produce una onda de f¡ecuencia determina-

de una cuerda que se estira en el aire, o una onda que se dcsn ,l¡¡, un tono puro. Así, puede generarse el sonido característico
rrolla en el tiempo. Su orden es claramente global, en el selttt ilc cada instrumento, con todo su complejo orden local, girando
do de que se repite indefinidamente de la misma manera. Lrs discos de la máquina de la manera adecuada y mezclando
Ahora, añadamos a la primera onda otra con una frecuerr ¿sí tonos puros diferentes. (De hecho, un sintetizador también
cia doble: ;rrirrde las características del ataqueylacaída de cada nota.)
l

180 181
Cicncia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

La <Urpflanze> de Goethe
El sencillo ejemplo que nos proporciona una de las series dc
Fourier demuestra cómo puede derivarse un orden local de un
orden global, lo inverso del punto de vista normal, en el quc:
suele verse el orden global como resultado del local. Pero,
como ya se señaló antes, los órdenes generativos, y en especial
los de naturaleza global, no han sido usados hasta el momento
de manera extensiva en la ciencia. Es interesante observar, con
trx.lo, que Wolfgang Goethe investigó seriamente esta nociólt
hacc dos sigkrs. Goethe se ocupó de las relaciones entre las dis
tintas varicdadcs de plantas del mundo, y de las variantes quc
cxistcn cn una familia o género determinado, y esto le condujo
a la noción de Urpflanze. Literalmente, esto hace referencia ¡r )l
una planta originaria, y, a primera üsta, parece anticipar rt I

Darwin, quien comprendió que la proliferación de formas pro


cedía de la evolución de plantas y animales originarios. Sin enr l',.ttos diagramas, tomados de los estudios de Goethe sobre morfologla,
bargo, Goethe no se refería a la manifestación física concrcln tltstran de manera clara la naturaleza del movimiento dinómico inhe-
de una planta en particular, sino más bien a un principio gene tüte al Urpflanze. Dos hojas en concreto quedan unidas por una serie
rativo, un movimiento a partir del cual surgirían todas las plurr
'lt transformaciones que se originan a parrtr de un movimiento generati- l

tas de un tipo concreto. Así pues, no podría haber un ejemplo ttt mds profundo.
real determinado de una Urpflanze-6
La idea de Goethe era que este principio generativo está su
jeta a una serie de cambios de forma, como si se tratara de rur t¡¡¡¡rbién obtenerse, por ejemplo, a partir de un proceso fractal
movimiento dinámico, y que sus manifestaciones físicas retle¡ ¡lcncrativo, con tal de hacer una serie de pequeños cambios en
son plantas de formas y características diferentes pero relaciu hrs parámetros que determinan el orden fractal básico.
nadas. Por ejemplo, Goethe consideraba plantas de una familt¡¡ Como en aquella época la mayoría de las ideas reinantes re-
particular y las colocaba como se muestra en el dibujo. Las tli¡ l¡rt'ionadas con el desarrollo de la forma se expresaban en tér-
tintas formas de esta planta están todas relacionadas por clife nrrrr<ls de geometría euclidiana y orden secuencial, la idea de
rencias similares. Así pues, el principio generativo que, segrllr ( ioc:th€ tuvo poca resonancia en la ciencia de su tiempo. Sin

Goethe, da lugar a un grupo completo de plantas, contiene ¡ut .'url)argo, quizá los estudios de la época hubieran resultado más
orden de formas implícito en é1. Este grupo ordenado de lin lructíferos con el desarrollo de un enfoque nuevo sobre estas
mas que se relacionan mediante diferencias semejantes puetle ' ilcstiones.
l'¡rrecería razonable suponer, y probablemente Goethe ha-
I'rt;¡ cstado de acuerdo, que el orden generativo particular que
6. Ronald H. Brady, The Casual Dimension of Goethe's Morphilt
gy, en Amrine, Zucker & Wheeler, eds., Goethe and the Science: A Hc :rr ¡rl)¡rmos de describir forma parte de un orden generativo to-
consid.eration, Reidel, Dordrecht, Holland, 1986. ,l¡rvur más alto, de una familia de plantas más amplia, siguiendo

t82 183

I
5
I

Ciencia, orden y creaüvidad Orden generativo y orden implicado


r

así hasta el orden generativo de todas las plantas como un todo, se trata de una auténtica ob¡a de arte, es dinámico y se utiliza
e incluso hasta la vida como un todo. Así, se considera la genc- siempre de manera creativa.
ración y evolución de la vida más como la obra de un artista que
como la de un ingeniero. Además, este tipo de consideraciones
trae consigo un cambio fundamental en toda la idea de lo quc Órdenes en el arte
se entiende porjerarquía de órdenes. En la actualidad, la pala'
bra jerarquía, que significa literalmente ,<gobierno de sacer- La naturaleza de esta jerarquía dinámica de órdenes, y el
dotes>>, contiene la idea tácita de que las partes más bajas de ll orden generativo que la produce, puede verse también en las
jerarquía están dominadas por las más elevadas' Pero en el es- pinturas y composiciones musicales, así como en nuestra rela-
píritu de los órdenes generativos es posible considerar las jc= ción con ellas. Para facilitar las cosas, consideremos un dibujo
iarquías de manera bien diferente. Además, la inclusión clc compuesto de líneas de longitudes, formas y densidad diferen-
órdenes, uno dentro de otro, ya no es una mera sumisión abs- tes. En un primer nivel puede verse el dibujo como una serie de
tracta, en el sentido de que una categoría más general contengtt trazos, sin hacer ningún intento para entender o interpretar su
sus categorías particulares. Ahora se ve más bien que la genertl significado. El espectador se da cuenta de los distintos órde-
está presente de manera concreta, como la actividad del princi- nes que hay creados dentro de este esquema de líneas, la si-
pio generativo dentro del orden generativo' Esto sugiere unn rnetría y el equilibrio que tienen al considerar todo el papel,
idea de jerarquía nueva, en la que el principio más general cn su ritmo y movimiento. Los trazos contienen el potencial para
inmanente, es decir, que invade y ocupa no sólo al menos gene e I dibujo, la repetición y la imitación; es decir, para un orden

ral, sino que, en último término, está omnipresente en la totali tle diferencias y semejanzas que va apareciendo a medida que
dad de la realidad. Las jerarquías que surgen de esta manera ytt cl ojo se mueve a lo largo de la extensión del papel. Además,
no son estructuras fijas y rígidas, en las que los niveles más b¡t t¿rmbién son importantes las variaciones y diferencias internas
jos están dominados por los más altos, sino que se desarrollan ¡r c:n su estructura individual. Su velocidad, cambio de grosor y
partir de un principio generativo inmanente que va de lo mti¡ nranera de atacar el papel pueden dar lugar a complejas reac-
general a lo menos general. ciones emocionales y estéticas: sentimientos de tensión, triste-
La novela, de la que tratábamos en el capítulo anterior, es m, energía, belleza, etc. Claramente, en el nivel superficial de
un ejemplo de este tipo de jerarquía, ya que surge a partir de urt los trazos mismos, con sus simetrías y diseños, hay gran canti-
orden generativo básico dentro de la mente del autor, atrave tlad de órdenes incluidos; cada una de las líneas participa en va-
sando los subórdenes generativos de trama, personajes, ant rios érdenes diferentes y mantiene, en el contexto de cada or-
biente, recursos expresivos, etc. Además, este orden gencrn rlcn, relaciones diferentes con sus vecinos.
tivo debe expresarse según las formas convencionales dc la Pero el orden de superficie de las líneas sólo es un aspecto
sintaxis aplicadas a la oración, el párrafo y el capítulo. A¡l rlc:l dibujo, ya que, si es figurativo, cada línea tiene un significa-
pues, aunque en cada una de las frases palezcan dominar krc tkr particular, al formar parte de, por ejemplo, un cuerpo, un
órdenes de la sintaxis y la semántica, en realidad están sirvicrr r;rmaje o un edificio, o al ayudar a indicar la solidez de una for-
do al orden, mucho mayor, de la novela como un todo. A ¡tl n¡a o los efectos de la luz. Además, las relaciones entre las lí-
vez, este orden generativo más amplio debe servir a la estétit'¡t rrt'as permiten al artista comunicar una sensación de espacio tri-
del estilo y la fluidez. Así, el complejo orden jerárquico que prr rlimensional sobre una superficie plana. Así pues, además de
demos descubrir dentro de una novela nunca está fijo' Cuanthr Lrs órdenes complejos de la superficie misma, existe también

184 185
T

Cíencia, orden y creatividad

un grupo de órdenes adicionales que incluyen la representación


del espacio, el movimiento y los objetos sólidos. Nuevamente, l:ii:i.tjriii;ti "í
cada una de las líneas participa en muchos órdenes diferentes,
y cada una modifica y complementa a las otras de distintas
maneras, sutiles y complejas. Cuando todos estos órdenes son
ffi
ii .irr,l

integrados, mediante un orden generativo abarcador, el resul-


tado es una obra de arte, pero cuando la integración es sólo
parcial o fragmentaria, lo que resulta es un trabajo mediocre. l

Lo particularmente interesante de la reacción frente a un


dibujo o un cuadro es la manera en que el observador interpre-
ta, descodifica y responde a esta complejidad de órdenes. Por=
que, en períodos históricos diferentes y en culturas distintas,
las marcas y las interpretaciones se llevan a cabo de maneras di=
ferentes. El crítico de arte Ernest Gombrich hace referencia ¡r
lo que él llama schema, una idea que no difiere mucho de los rll

paradigmas de Kuhn, en la forma de convenciones aceptadan


de manera tácita que se emplean para la construcción y la ob"
servación de una obra de arte.7 Lamayorla de los a¡tistas de ulr
período determinado utilizan un esquema concreto, que pasa t
ser absorbido por el público que interpreta el significado de su¡r
obras. Cuando se realizan cambios en una escuela de pinturn, **{FlS1r.
4*e
ffiü,
rJqht,,
se transforman también los esquemas concretos, y es posible ,::r, ü¡tHtd[
que, al principio, el público considere estas nuevas obras feas,
faltas de sentido o <<equivocadas>. El púbico será incapaz de in lil bautismo del eunuco etíope. Rembrandt van Ríjn. Lópiz rojo y bis-
terpretar e integrar la obra que contempla, con sus percepcio: rre, enjalbegado. National Gallery de Canadá, Ottawa. Pueden apre-
t iarse en este dibujo muchos niveles complejos, con el ritmo de sus lí-
nes internas, hasta que no se haya absorbido el nuevo esquc
ntes, su composición, la humanidad de su historia y la habilidad con
ma. Asimismo, en cierto sentido ha de emplearse una sintaxis
tlue retrata un mundo rico, natural y tridimensional. Cada trazo incluye
adecuada para leer el cuadro, de la misma manera que se rc rn.formación importante sobre la escene, al ofrecer datos de textura, dis-
quiere una sintaxis para leer y entender una novela o cualquicr ancia, luz y sombra. Las figuras que ctuzan el puente, por ejemplo, es-
escrito. En el capítulo 3 decíamos algo semejante en relación n tttblecen inmediatamente la escala necesaria para situar el puente a me-
la música moderna. ,liu distancia.
De la misma manera que se forma un paradigma cuando kr¡
científicos desarrollan una serie de hábitos mentales fijos, que
los insensibilizan a los cambios sutiles, destacando una seric tle

7. Ernest H. Gombrich , Art and Illttsion, Bollingen Series, Princc


ton University Press, Princeton, 1972.

186 r87
T

Ciencia, orden y creatividad

diferencias evidentes, así también el artista y el observador sc


rodean de respuestas rígidas. Suele creerse que ha de venir al
gún.<genio> que desarrolle formas de pintar nuevas, capacitarr
do así al público para <ver>> de manera nueva y excitante.
Un dibujo o un cuadro contienen muchas órdenes que opc
ran juntas de manera dinámica cuando el trabajo se va haciclr
do y, por tanto, también cuando se va contemplando. Un as
pecto particularmente importante de este orden se basa en l¡r¡
nociones de geometría utilizadas en su composición. Normal
mente, las pinturas clásicas pueden analizarse en términos dc
figuras geométricas simples, como líneas en intersección, trián
gulos, rectángulos y círculos, que se equilibran y disponen tlc
manera armónica. Si, cruzanddo el cuadro, se siguen los gestos Itcgulus (1828, retocado en 1837). Joseph Mallord Wíllíam Turner.
de los brazos o las miradas, se verá que forman uno de los lados I'ut e G allery, Londre s.
de una figura geométrica, que se completa con las líneas dr
otro gesto o de una lanza, un muslo, un árbol, una capa o un¡l li)rmenta de nieve BARCO A VAPOR A LA ENTRADA DE LA
columna. Además, desde la invención de la perspectiva, realr I]AHtA, HACIENDO SEÑALES, EN AGUAS POCO PROFUN-
zadapor el arquitecto Brunelleschi, los pintores tuvieron la po I)AS. EL PINTOR SE HALLABA EN MEDIO DE ESTA TOR.
sibilidad de un orden lineal generado mediante líneas y planos h4ENTA LA NOCHE QUE EL ARIEL DEJÓ HARWICH. Joseph
que se alejan, tanto en los edificios como incluso en el cuerp(r h4 ullord William Turner, Tate Gallery, Londres.
humano. En cierto sentido, este orden subyacente, que pro Hacia finales de su vida, la pintura de Turner surgía de un orden ge-
¡ttrativo que llevaba consigo un violento movimiento en espü'al, o torbe-
porciona una estructura a muchos cuadros renacentistas, s€ p;l
llino, de agua, lu| y aire. Esta reproducción en blanco y negro no trans-
rece a lo que hemos denominado orden cartesiano: el uso sr¡lr tttite el uso del color del artista, que pasó a ser también parte de ese mo-
yacente de una cuadrícula para retratar el espacio y, en el cas,' t'imiento general.
de la pintura, el telón de fondo sobrentendido en el que se sr
túan edificios, gente, barcos, ríos y caminos. Incluso cabc ln
posibilidad de ver algún tipo de orden newtoniano anticipathr
en estas pinturas renacentistas.
Por otro lado, la más fuerte pasión de J. W. Turner, tanlo
en sus cuadros como en su poesía, era el poder de la luz y el nro
vimiento del agua, de modo que el orden subyacente de su artr'
pasó a ser una forma de movimiento giratorio o torbellino
Además. utilizando, pero también superando, la teoría th'
Goethe del avance y la recesión de los colores, Turner purh'
dar en sus cuadros la impresión de un vórtice siempre rotanrftr,
un vórtice de luz, o del movimiento violento de aire y agua qur
disuelve las formas lineales.

188
I

Ciencia, orden y creaüvidad Orden generativo y orden implicado

Los cuadros de Turner, son, desde luego, importantes pot tliferente de todo lo existente hasta entonces en el arte que, al
varias razones, pero un aspecto particularmente notable es ltr menos en principio, fue considerado por la mayoría como ina-
manera en que el pintor fue capaz de superar los viejos órdenes ceptable.
de estructura geométrica, gracias al poder de su nuevo ordcrtt Este tipo de cosas ha ocurrido también con las revoluciones
de luz, aire y agua, siempre en movimiento a manera de vórti científicas (por ejemplo, la relatividad). Sin embargo, y de la
ce. Resulta curioso ver que estas pinturas se realizaron un()F rnisma manera que pasaba con las revoluciones científicas, re-
300 años antes de que J. C. Maxwell pubücara su teoría electro sultó que se había exagerado el grado de cambio, y que en rea-
magnética de la luz, que colocó, en lugar del orden newtoniano lidad los impresionistas habían conservado intacto mucho de lo
de trayectorias lineales y formas rígidas, campos en movimien rle épocas anteriores, realizando cambios sutiles en lo que pa-
to constante y rotación interna. En el Regulru de Turner, quc rccía semejante. Ya antes Corot y Rousseau habían pintado al
reproducimos aquí, casi puede verse un nuevo orden de movi lire libre, Constable había empapado su pincel en blanco
miento, en el que la luz y el aire reemplazan a la vieja estruclt¡ ¡ruro, Delacroix había colocado juntos puntos de colores pri-
ra lineal. Según la leyenda, los cartagineses cegaron al generitl marios y Turner había anticipado el descubrimiento de Monet
romano Regulus cortándole los párpados y obligándole a mir¡¡r rlc que la luz disuelve la forma. Así, durante este período an-
hacia el sol. La pintura de Turner está realizada desde la pers tr:rior, que podría ser denominado de <<arte normal>>, por ana-
pectiva del mismo Regulus. Hay un orden geométrico de ba¡ krgía con <<ciencia normabr, estaban ya ocurriendo una serie
cos y edificios que están en proceso de disolverse por la acciirtt tle cambios fundamentales. Con Monet, sin embargo, el cam-
cegadora del sol, cuya luz irradia desde el centro de la tela parn hio fue al final tan grande que hubo de reconocerse que había
cubrir el mar, los barcos, el cielo, los edificios y la gente. Prtt surgido algo realmente diferente, y de repente la gente co-
tanto, el cuadro parece simbolizar un movimiento hacia un or rnenzó a sentir que se hallaba en medio de una <<revolución ar-
den nuevo en el arte, que, al menos de manera implícita, pre tística>.
tende reemplazar al anterior. Después, otros artistas siguieron adelante con el proceso.
Los órdenes generativos nuevos, con su jerarquía de ll I'irra Cézanne, Monet era <<sólo un ojo, pero vaya ojon.8 Cézan-
neas, formas, movimiento y color requieren que el observ¡t nc llevó adelante las transformaciones del impresionismo, ha-
dor responda también de manera nueva y creativa y, por hr cicndo exploraciones radicales en la composición y la estructu-
tanto, perturbadora. Los primeros intentos de los impresionis rrr de objetos y paisajes, aunque manteniendo todavía algo del
tas para exhibir sus obras fueron recibidos con burlas y duroa rrrden impresionista.e La contribución de Cézanne resulta fácil-
ataques. Porque, en lugar de los órdenes y esquemas tradicir¡ rncnte visible en sus dibujos del Mount St. Victoire, que pre-
nales de la pintura francesa del siglo xlx, Monet había comcn ¡rrntan una organización global según varios planos. De hecho,
zado a utilizar puntos de colores primarios, en un intento pot t'l orden generativo de Cézanne nos recuerda al orden de Fou-
expresar su percepción de la naturaleza con una nueva mancr,r rrcr descrito antes. En su forma más extrema, este nuevo orden
de recrear, en la tela, la sensación del orden del espacio. Asf , ul
observar el cuadro desde cerca uno se percata del dibujo y la U. Ambroise Vollard, Cézanne,Dover, Nueva York, 1984.
9. Un instructivo relato sobre esta transformación, junto con su fon-
fuerza del color, y también de que, en apariencia, no tiene fo¡ ,lrr, la encontrará en C. Biederman, The New Cézanne, Art History Pu-
ma figurativa. Pero cuando uno se aleja aparece todo un murr lrlications, Red Wing, Minn., 1958. Un análisis estructural de los cua-
do, con su orden tridimensional. Con todo, para los espectatlo ,lrtrs se hace en Erle Loran, Cézanne's Compositions, University of Ca-
res de París del siglo xtx, este uso del orden generativo era tnn lrlornia Press, Berkeley, 1985.

190 191
ll

Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

fue utilizado por Picasso y Bracque en sus pinturas cubist¡¡s, los fractales, en el sentido de que hay en ambos un todo genera-
pero puede encontrarse también, en representaciones más suti tlo a partir de ciertos principios básicos. Sin embargo, el orden
les, en varias escuelas artísticas del siglo xx. implicado extiende la noción de orden generativo más lejos de
Entonces, ¿qué es lo que súbyace a la creación de una nttc lo que puede hacerse con los fractales. Por ello se hace en este
va forma de arte, y a la habilidad del observador para percibirlrr'l rrpartado un tratamiento exhaustivo de esta forma de orden.
Todos los artistas crean utilizando un orden generotivo qttt' Nos proporcionará una herramienta poderosa para tratar más
contiene una jerarquÍa altamente compleja y dinámica de órdt' ;rdelante las ideas de creatividad y orden generativo.
nes de línea, forma, color, significado, etc' Los mediocres st' El orden implicado puede ilustrarse con la ayuda del si-
contentan con seguir con sus hábitos mentales, y les falta la ¡ttr guiente experimento: conside¡emos dos cilindros de cristal
sión y energÍa suficientes para crear más allá de los esquenl¡ll concéntricos, el interior fijo y el exterior capaz de girar lenta-
generativos anteriores, mientras que el gran artista es capaz rh' r¡rente. Llenamos el espacio entre los cilindros con un líquido
percibir el mundo de manera nueva y de crear nuevos órdcnr¡ viscoso, como la glicerina. Cuando se le da vueltas al cilind¡o
en sus cuadros. De la misma manera, el observador apasionittl,, r:xterior, éste arrastra consigo casi a la misma velocidad al flui-
y sensible será capaz de explorar órdenes generativos nuevott v rlo que tiene al lado, mientras que el fluido más próximo al ci-
de responder a las distintas indicaciones que encuentra sobtc lindro interior pennanece prácticamente en reposo. Así, el
un papel o una tela. Contemplar una obra de arte es un ilclrl Ituido de diferentes partes se mueve en proporciones diferen-
creativo que nos lleva a un orden semejante al que tenía el ltt tcs, y de esta manera, cualquier pequeño elemento de glicerina
tista en la mente cuando creaba su obra. De esta manera' Pllr lcrmina finalmente alargándose en un hilo largo y fino. Si po-
de decirse realmente que un artista nos enseña a ver el mutltl' I ncmos en el líquido una gota de tinta insoluble, podremos se-
desde nuevas perspectivas. La actividad de leer y entender trrur grrir el movimiento de algún pequeño elemento, observando
obra de arte lleva consigo un acto de percepción creativit rlr t rimo la gota va siendo alargada en un hilillo que llega a hacerse

unos órdenes generativos nuevos, que subyacen a ese tr:thrr¡r' Irrn fino que resulta invisible.
en concreto, y se extienden a la totalidad de la naturaleza y ll A primera vista, uno tiende a pensar que la gota de tinta ha
experiencia. ,¡rredado totalmente mezclada en la glicerina, de modo que su
orden inicial se ha perdido y es ahora aleatorio o caótico. Pero li

rrrraginemos que giramos ahora el cilindro exterior en la direc-


El orden implicado o envuelto , r(in contraria. Si el fluido es muy üscoso, como sucede con la
¡'licerina, y no giramos el cilindro demasiado rápido, entonces
Es necesario, tanto en la ciencia como en el arte, perrlllllr ,'l clemento del fluido volverá exactamente sobre sus pasos. En
que surjan nuevos órdenes generativos de creación perceptiva ,lcterminado momento, el elemento adquirirá Ruevamente su
órdenes que vayan más allá del contenido individual e inclt¡Y¿¡i Iorma original, y la gota de tinta parecerá haber surgido de la
la totalidad de la experiencia cultural común' Nosotros strgt't t rr;rtla. (De hecho, se han llevado a cabo experimentos como
mos que el orden implicado o envuelto contiene este poten('¡il| ,'slc, y el efecto resulta bastante espectacular.) Está claro que
Esta forma de otden, tratado por David Bohm en La totalulu'i Ir rlue s€ consideraba una pérdida de orden caótico o aleatorio
y el orden intplicado,lo se halla en estrecha relación con e I rl¡ ,'r:r de hecho un orden escondido de grado alto, que se generó a
¡r;rrtir de un orden inicial simple, el de la gota que sufría los
10. Publicado en Editorial Kairós, Barcelona, 1988. , lcctos de la rotación del cilindro. De la misma manera, este

t92 L93
Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

orden escondido se transformó de nuevo en el orden original ¡rroduzcan un rastro continuo hasta cierto punto, que salta en-
simple cuando se giró nuevamente el cilindro en sentido corr tonces para comenzar otro rastro a una distancia determinada,
trario. Hay una clara correspondencia entre este orden esc(,lt proporcionándonos así una manera de entender los .rsaltos>t
dido y lo tratado en el capítulo anterior sobre cómo puede lrn tliscontinuos del electrón pasando de un estado cuántico a
ber muchas veces un orden escondido en lo que parece ser ui.¡l otro.
o aleatoriedad. El ejemplo anterior nos será ritil para la explicación de qué
Cuando la gota está escondida, puede decirse que está crr se entiende por orden implicado o envuelto. Lo fundamental
vuelta en glicerina, casi como puede decirse de un huevo en rrrr cn este tipo de orden es la presencia simultánea de una secuen-
bizcocho. Cuando el cilindro gira en dirección contraria, la cia de muchos grados de envolvimiento con las mismas diferen-
gota se desenvuelve. Esto, desde luego, no es posible con rl cias entre ellos, como por ejemplo, las gotas de tinta en la glice-
huevo del bizcocho, por la sencilla razón de que los fluidos tL.l rina. Un orden de este tipo no puede hacerse explícito como un
bizcocho no son lo suficientemente viscosos. todo, sino que sólo puede manifestarse con la aparición de gra-
Para obtener un orden implicado o enwelto a partir de cslc tlos de envolvimiento sucesivos. Frente a esto encontramos el
tipo de órdenes escondidos, es necesario considerar toda una orden desenvuelto o explicado, en el que todas las diferencias
serie de gotas de tinta, envueltas una tras otra. Ponemos ulr¡r scmejantes se encuentran presentes, de manera extensa y ma-
primera gota y hacemos girar el cilindro n veces. Añadinroq nifiesta. El orden explicado suele encontrarse en la experiencia
después una segunda gota y la envolvemos también n veces, lo rliaria y en la física clásica.
que tiene también el efecto de envolver la primera gota2n vr Es eüdente que el orden explicado corresponde a una vi-
ces. Añadimos una tercera gota y la envolvemos n veces; la !1. sión del mundo en la que la noción básica es la de objetos sepa-
gunda resulta entonces envuelta 2nveces y la primera 3n vccc.r rados que se mueven a lo largo de trayectorias. A su vez, estas
Se repite el proceso hasta envolver muchas gotas. Cuando gir n trayectorias pueden describirse en términos de coordenadas
mos el cilindro en sentido contrario van surgiendo las gotrrr, r:artesianas, como se indicaba en el capítulo 3. A pesar de que
una tras otra, desenvolüéndose. Si hacemos esto rápidamentr,. l¡r física ha experimentado una revolución en la que las nocio-
el efecto global será el de una gota que parece mantenersc (hr rrcs de partícula y trayectoria han dejado de ser básicas, las
rante un tiempo en el líquido en movimiento. ()ordenadas cartesianas invaden todavía el formalismo mate-
Podemos llevar más adelante el experimento, al ir añadic¡r ¡nático. Y así, las matemáticas han escondido en su interior un
do las gotas en posiciones diferentes. Al girar el cilindro en se rr vcstigio clave del viejo orden. Esto podría explicar algunas de
tido contrario, las gotas se desenvolverán en una llnea quc sr l¡rs dificultades que tiene la ciencia en conexión con las teorías
mueve atravesando el espacio. Si el movimiento es lo suficie l rclativistas, tanto la particular como la general. Por su parte, el
temente rápido, dará la impresión de una partícula que cruz.rr rl ,rrden implicado tiene la posibilidad de abrir enfoques muy di-
espacio a lo largo de una trayectoria, Sin ernbargo, esta pÍun lcrentes, en los que quizá no surjan estas dificultades.
cula es una sencilla manifestación de un orden desenvuell¡r o Analogías como la de la gota de tinta son de alguna manera
implicado mucho mayor, que queda en gran parte esconditftr lirnitadas, ya que las partlculas que conforman la gota se mue-
Como ya se explicaba en La totalidad y eI orden implicado, est', vcn de hecho de manera explicada, incluso cuando el movi
proporciona una buena analogía de muchas de las propiedatlrc r¡riento de la gota misma pueda ser muy complejo. Podemos
cuánticas básicas de las partículas, como los electrones. l,or obtener una analogía más próxima a, por ejemplo, el compor-
ejemplo, pueden disponerse las gotas de tinta de manera t¡rr. t¡rmiento de un electrón, con la observación de una holografía,

194 195
Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

{L
que es una grabación fotográfica de las ondas de luz que hnrr
sido reflejadas por un objeto.
En la fotografía normal se utiliza una lente para enfocar la
luz procedente de un objeto, de modo que cada pequeña parte
del objeto queda reproducida en una pequeña parte de la plrrcn
fotográfica. Por el contrario, en una holografía la grabación ftr
tográfica, que se rcaliza con rayos láser, no recuerda al objc:lo,
sino que consiste en un fino dibujo de franjas de interferencia a
P
Cada parte de la placa contiene información procedente dc la
totalidad del objeto. Cuando se ilumina la placa con luz láscl,
Las líneas que erradian desde P muestran cómo la onda se
las ondas de luz procedentes de ella se pareien a las que pror:r
cxtiende a partir de este punto. Consideremos ahora un punto
dían originariamente del objeto. Por tanto, es posible ver, cli
eualquiera Q, al que llega la onda procedente de P. Este es a su
tres dimensiones, una imagen del objeto en cuestión. Pero ftr
vez fuente para otra onda, que se extiende como se ve a conti-
más significativo es que incluso iluminando sólo parte de la pla
nuación:
ca podemos obtener una imagen de todo el objeto. Esto es ¡r¡l
porque la luz de cada parte del objeto ha sido envuelta en cutla
una de las partes de la placa. En la fotografía normal,la inlirr n
a
mación se almacena localmente, pero en una holografía scr lrl
macena de manera global. Al ilumina¡se partes cada vez ntÁ!
pequeñas de la holografía no se pierde la imagen como un
todo, sino que los detalles son cada vez más difíciles de resol
ver. Esta propiedad global que permite un envolvimiento dc l¡r
información y el detalle tiene algo en común tanto con el ortlorr
fractal como con el de Fourier.
La holografía proporciona una buena analogía de la nalt¡ra
leza general del movimiento según la mecánica cuántica. [iste
movimiento viene dado matemáticamente por lo que se lllrrra
función de Green, que puede describirse como la represent¡t a

ción de una suma de muchas ondas, en cierto sentido semci¡rrr P

tes a las que se dispersan desde un objeto. Es posible obterlrr.r


un cuadro intuitivo del significado de la función de Grecn ai
considerar lo que se conoce por diagrama de Feynmann. l,c De esta manera se alcánza el punto R, que se convierte a su
éste una representación del movimiento de ondas en térmirroe vcz en fuente de otra onda más, y así sucesivamente. La idea
de una estructura diagramática de líneas. lrrndamental es que a cada punto llegan ondas procedentes de
Para empezar, consideremos una pequeña onda que sale rle otros puntos. Ese punto pasa a ser también fuente de una onda,
un punto fijo P: rle fuerza proporcional a la de la onda que ha llegado a é1. En
csto descansa evidentemente cierta noción de orden, ya que las

196
Ciencia, orden y creaüvidad Orden generativo y orden implicado

diferencias de un paso determinado son semejantes a las clel sr n¡ torno a 1950, R. P. Feynmann desarrolló la répresentación
guiente, y así sucesivamente. rliagramática del enfoque de Huygens. Lo que ¡esultó fue una
Ahora contémplese el proceso como un todo, empezutrrlr, hcrramienta muy útil para trabajar en el campo teórico de la
por considerar todas las ondas que, habiendo salido ¿L ¡, tl. rr¡ccánica cuántica.
gan a B, tras un gran número n de pasos intermedios. Feynmann no pretendía en principio que esto fuera una
Aquí se ilustra un trayecto típico que une.4 y B. :rrnple herramienta, sino que esperaba conseguir una penetfa-
r rrln d€ naturaleza física en los procesos cuánticos. De hecho,
ll lenguaje informal utilizado con los diagramas de Feynmann,
rlrre son <<trayectos> de partículas definidos, podría sugerh la
¡xrsibilidad de una observación física de este tipo. Sin embargo,
t'stos diagramas sólo representan en realidad las contribuciones
,lc las distintas ondas, que pueden añadirse o sustraerse para
¡rroducir efectos de interferencia, de modo que no son coheren-
lcs con la idea de que una partlcula siga realmente este trayec-
to. Como el electrón no sólo es una onda, sino que tiene tam-
lrién naturaleza de partfcula, los diagramas de Feynmann no
¡rueden proporcionar una imagen adecuada del movimiento
rcal, cualquiera que sea el punto desde el que se los considere.
Así, lo único que les quedaba a los ffsicos era ver estos dia-
Hramas como un medio tremendamente útil para realizar cier-
los cálculos diffciles. Sin embargo, podría resultar que la intui-
,'rtln primera de Feynmann tuviera algún signiücado más pro-
lundo que todavía no se ha descubierto. Puede ser que el orden
rrnplicado resulte relevante para verlo.
Volviendo a la consideración del orden implicado: es evi-
rlcnte eue los diagramas de Feynamnn proporcionan un esque-
rna imaginativo de un movimiento de onda. En el dibujo (p. 198)
¡rueden verse las ondas que se despliegan desde cada punto ha-
t'ia el todo. Además, puede pensarse en este mismo movimien-
to como ondas que se desenwelven hacia un punto desde el
todo, como se muestra en el diagrama de la página siguente.
Así, este envolverse y desenvolverse básicos es un movi-
rrriento dual, en el que, en última instancia, no hay separación
La onda final en B es la suma de las contribuciones de tothre cntre envolvimiento y desenvolvimiento. Este movimiento tie-
los posibles trayectos de este tipo que unen,4 y B. nc el orden de diferencias semejantes en los grados de envolvi-
Esta manera de considerar el movimientode onda fue pro rniento y desenvolvimiento que ya se ha indicado. Proporciona,
puesto por primera vez por C. Huygens en el siglo xvIII, puo
¡xrr tanto, un ejemplo de orden implicado o envuelto, que viene

198
r99
Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y ordenimplicado

rrrllrrs prodüciría un esquema de ondas totalmente desordena-


,1. r'rr cad& pequeña región del espacio. Sin embargo, cada re-

1F
P grrirr cnvuelve la totalidad del universo. Es justamente este pro-
a
,, .r(l de envolvimiento y desenvolvimiento el que permite a los
' i''ntílicos aprender sobre el universo, sin importar lo que pue-
,1,¡ lr¡rber en é1.
Nuestra manera usual de pensar reconoce de manera tácita
,rlgo semejante a un orden implicado, pero no lo considera de
.t¡rrificación fundamental. Por ejemplo, se asume que procesos
,lc t:nvolvimiento como los descritos por la función de Green
rr.rl1¡ 5s¡ maneras convenientes de análisis de lo que es básica-
dado matemáticamente por ra función de Green y gráficanrcrrr. r¡rlnte un movimiento en el orden explicado, en el que las on-
por los diagramas de Feynmann. ¡lns se trasmiten de manera continuada a través de un contacto
Esta interpretación de la función de Green es clarar¡rr., rlt' carnpos puramente local, campos que se hallan a distancia
te resultado de una intuición ffsica por parte de Feynnrrrrrrr rrrlinitesimal unos de otros. Sin embargo, el punto fundamental
de modo que eJ origen de estas ideás nb está, en princi¡,r,, ,lt'l orden implicado es darle totalmente la vuelta a este enfo-
en las matemáticas. En la teoría cuántica, todo el movinri,.,,
to se describe en términos de las funciones de Green trc r¡i '¡rc para considerar el orden implicado como el fundamental,
urcntras que el orden explicado se entiende como habiéndose
manera indicada más arriba. Así pues, lo que se deducc r.,, ,lt:scnvuelto a partir del orden implicado.
que las transformaciones y los movimientoJbásicos de cr¡¡rl Se ha ejemplificado esto mediante las analogías de la gota
quier materia y cualquier campo han de entenderse en ltl rk' tinta y el holograma. Es posible combinar algunos de los ras-
minos de un proceso de este lipo. puede obtenerse cit:lt¡r pos de estas analogías imaginando una onda que llega a un foco
percepción directa de cómo sucede esto pensando en una ('n una pequeña región espacial y después se dispersa. La sigue
¡rcr
sona sentada en una habitación: la luz qué procede de todoi r,¡ otra onda semejante, que se centra en una posición ligeramente
puntos de la habitación ha de juntarsé toda, envolviéndr¡sc rliferente; después por otra y así sucesivamente hasta que se
antes de entrar en la pupila. Después, la lente del ojo y el sir, f r¡rma una <<traza>>, semejante a la de la trayectoria de una par-

tema nervioso desenvuelven esta información compieja cn tícula. De hecho, las partículas de la flsica son como estas es-
un conocimiento de la habitación, constituida por rnu ,"r,,, tructuras dinámicas, que están siempre en contacto con el todo
de objetos que se extienden en un orden explicado. De hc ;r partir del cual se desenvuelven y en el cual se envuelven, y no
cho, hay incluso indicios de que la memoria d-e este hecho rr,, (:omo pequeñas bolas de billar, en contacto sólo con sus propias
será almacenada de manera local en el cerebro, sino disln lirrmas localizadas.
buida de alguna manera global que se asemeja al orden implr Sin embargo, es necesario avanzar todavía más. Hasta aho-
cado. la hemos considerado tipos particulares de entidades, como los
.De manera más general, al utilizar un telescopio, todo cl clectrones y los neutrones, cada uno de los cuales tiene su pro-
universo en espacio y tiempo queda envuelto y püede ser clc
¡rio orden implicado. Pero debe haber un grupo de entidades
senvuelto después con la ayuda de lentes y camárás. A primern todavía desconocido, cada una con su orden implicado, y ade-
vista podría suponerse que la luz que prócede de todas las cs rnás un orden implicado común, que se hace cada vez más pro-

2W
207
Cicncia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

fundo, sin límite, y es en último término desconocido. Estn ¡¡sí como para logtar una mayor comprensión del orden super-
totalidad desconocida e indescriptible es lo que llamaremo¡ implicado.ll
holomovimiento. ActÍta como fundamento primero de torlrr Para ser más específicos, la nueva propiedad clave que trata
materia. Igual que sucedía en la analogía, en la que una pnt la teoría del campocuántico es la aparición de quantas disconti-
tícula se consideraba como una sucesión de pulsares de ontln, nuos a manera dá partfculas, en lo que en principio se creía que
también cada objeto o entidad surge como una forma relati cra un campo continuo. En algunos aspectos, este ploceso se
vamente estable y constante, a partir del holomovimiento y parece al déscrito en la analogía de una onda que se centra e¡
hacia el orden explicado. Esta forma está sostenida por cl Lna sucesión de pequeñaS regiones y se asemeja así a la traza. de
holomovimiento, en el que en cierto momento se disuelve una partícula. En oiros aspectos, sin embargo, es bastante dife-
Debe ser entendida por tanto sobre todo a través de este ho rentó, de modo que también esta analogía está limitada' Pero
lomovimiento. Evidentemente, el orden implicado prevale con la interpretación causal puede darse un concepto ffsico cla- I

ce, aunque guarde siempre una relación básica con el orden cx ro y bien ¿enni¿o de la aparición de quantas discontinuos en un I

plicado. campo continuo. Esta interpretación exPlesa de manera com-


pletá y fiel el significado de las ecuaciones matemáticas' ll
' Sú embargó, hay que dejarclaro que' aunque seobtiene un
El o r den s up erimp lic ado cjemplo deorden superimplicado a partirde la interpre-
"on"reto
táción causal de la teoría del campo cuántico, la idea fundamen-
La discusión basada en el holograma nos proporciona unl tal de orden superimplicado no está restringida ni a la interpreta-
visión limitada del orden implicado, ya que está basada en urr ción causal ni i la misma teoría cuántica. Más bien, éstas sólo
tratamiento clásico de las transformaciones que se producen err son formas especiales del orden superimplicado, más general'
una onda de luz. Para conseguir comprender el orden implica La discusiSn básica sobre la teoría del campo cuántico se-
do de manera más amplia y profunda, es necesario @menz:lr gún el orden implicado y la interpretación causal es bastante
desde la teoría del campo mecánico cuántico. Ésta eso en eseri iimpte. En vez de tomar una partícula como realidad funda-
cia, la forma más básica y general de la teoría cuántica disponi rn"otul, comenzamos con el campo. Y en vez de hacer que sobre
ble por el momento. Este paso nos llevará a una extensión dcl la partícula actúe un potencial cuántico, suponemos que sobre el
orden implicado, llamado orden superimplicado. Es mucho .u-po actúa un poténcial supercuántico. Este potencial super-
más sutil y más profundo que el orden implicado, y además. cuántico es *rrcho más sutil y complejo que el potencial cuánti-
posibilita nuevas extensiones en formas que sobrepasan la teo- co, y aun así, los principios básicos que dirigen su comporta-
ría cuántica. mieáto son semejantes. Su efecto neto es modificar las ecuacio-
Como sucedía con la teoría de la partícula mecánica cuánti- nes de campo de manera fundamental, de modo que pasan a
ca, es necesario partir de que el formalismo matemático de la ser no lineales y no locales. Esto proporciona las nuevas pro-
teoría del campo cuántico es esencialmente correcto, al menos piedades cuánticas del camPo.
dentro de unos límites. Sin embargo, el lenguaje informal quc Este campo es continuo, y tendería de por sí a extenderse
describe los conceptos fisicos resulta todavfa menos claro en la
teoría del campo que en la de la partícula. 11. Para un tratamiento más detallado, véaseD' Bohm y B' Hiley'
Así pues, extenderemos la interpretación causal para con- The Causal Interpretation of Quannm Mechanical Field Theory, de pró-
seguir una noción fisica clara de la teoría del campo cuántico, xima aparición.

2W 203
('ü:ncia, orden y creatividad
Orden generativo y orden implicado l

desde cualquier fuente. Sin embargo, como el potencial (lue nos ocupa, el potencial supercuántico representa la infor-
su¡rer
cuántico es no lineal y no local, es óapaz, en condiciones rnación que <<guía> u organiza el movimiento autoactivo del
detn
minadas, de proporcionar un tipo müy sutil de conexión campo.
innrr
diata entre regiones distantes-del cámpo. Supongamos, El primer orden implicado se refiere al campo original. que
¡r,,,
ejemplo, que el campo se encuentra con un átómJque pui,t,, irhora tiene, sin embargo, rasgos nuevos ocasionados por la ac-
absorber una cantidad determinada de energía. El'poüncr'r t:ión del potencial supercuántico. Y el segundo orden, o super-
supercuánlico <tragará> energía de todo el caápo, implicado, se relaciona al <<supercampo>> o información que
un, .,,,,,
tidad igual a la que puede ser absorbida por el átomo.
"n Esto e x
¡¡uía y organiza este campo originario.
plica cómo un campo continuo puede actuar en la male,,t,l Un ordenador o un juego de vídeo nos proporcionan una
como si estuviera hecho de unidadls elementales discontinu¡r¡ buena analogía de los órdenes implicado primero y segundo. El
En el tratamiento con partículas, la dualidad de onda_prrrtr
¡rrimer orden implicado corresponde a la pantalla de televisión,
cula se explicaba como efecto del campo cuántico sobre (lue es capazde mostrar una variedad indefinida de formas con-
lá pnr
tícula. Pero ahora, esta dualidad puedá ffatarse como un cretas, las cuales son esencialmente manifestaciones de un or-
efet:t'
del ..c¿¡¡psr supercuántico en el iampo mismo. por lo tanto, clen implicado. Era fácil verlo en los aparatos de televisión
l¡r i

partícula ya no es utilizada como urrconcepto básico, tle hace unos años, por la acción del ajuste de sincronización.
inclusl
cuando el campo se manifiesta en unidadesiontinuas, Cuando la sincronización fallaba, las imágenes parecían verse
com() ri
estuviera compuesto de partículas, cnvueltas en un fondo aparentemente sin forma. Pero cuando
Hasta ahora no hemos incluido el orden implicado. De hc se lograba el ajuste correcto, las imágenes escondidas se desen-
cho, la interpretación causal de la teoría de partícula, con 1,, volvían de nuevo en formas explicadas.
preeminencia dada al potencial cuántico, parece ser un p¡lso
El segundo orden implicado corresponde al ordenador, que
atrás para ver el orden implicado como básiio. pero proporciona la información que dispone las distintas formas
en la intcr
pretación causal de la teoría de campo, esto no es así. Es
en_ este caso hay dos órdenes implicados
mós, -barcos espaciales, coches, etc. - en el primer orden implica-
que guardan una rcl¡r do. Por último, el jugador de este juego actúa como tercer or-
ción específica. El primer orden impticado esll
misnlo, tlen implicado, afectando al segundo orden implicado. De todo
y su movimiento, como viene determinado por las "umpo
funciones tr,l csto resulta un circuito cerrado, de la pantalla al jugador, de
Green, sólo es una forma de orden impficádo. El segundo ut éste al ordenador y de nuevo a la pantalla.
den implicado se obtiene entonces teniendo en cuenta la
fur¡ En cierto sentido, este circuito se automantiene, porque
ción de onda supercuántica. Ésta se halla relacionada con
torr' operando sólo el ordenador y la pantalla, todo lo que ocurriría
el campo, de la misma manera que la función de onda cuántic¡r
sería el desenvolvimiento de un programa predeterminado.
original está relacionada con la partícura. un tratamiento mfs
Pero cuando se introduce el jugador, como tercer orden impli-
detallado muestra que la función de onda supercuántica sc
cado, lo que resulta es un circuito cerrado, y se abre la posibili-
mueve también en un tipo de orden implicado que, sin
embar dad de un desarrollo dinámico genuino en el que puede entrar
go, es más sutil y más complejo que el primer or-den implicado
la novedad creativa.
Comprende el segundo ordenimplicadb.
Nosotros creemos en la posibilidad de que haya en la natu-
En la versión de la interpretaiión causal que ofrecíamos cn
raleza algo como un tercer orden implicado, que afecta al se-
el capítulo 3, el potencial óuántico representa la informació¡r
gundo y es afectado por el primero, originándose así un circuito
que guía el movimiento autoactivo de las partículas.
En el caso cerrado. O, de manera más general, existe una serie indefinida,
2M
205
Ciencia, orden y creatividad.
Orden generativo y orden implicado
Y eyiza¡ una jerarquía, de órdenes implicados, algunos
cuales forman circuitos cerrados y otios
rlr l,e l',1 orden implicado y eI conocimiento
no lo hacen. l)c¡rl,
luego, una idea como ésta imprica quelá-u.ruul
teoría ciurrrrrr g Hasta aquí sólo se han discutido procesos materiales en tér-
tiene una validez timitada. Esia teoría
primer v el segundo.orden impricado. ";rá;;;;il;,;:,,".1 rninos de orden implicado. Pero el conocimiento tiene mucho
q¡e.escape al segundo orden implicado,
Ált;;ñ; ñ;;i',:i;,: rrrás de orden implicado que la materia. Esto se trataba con
la teoría cuántict rl,.¡lr t'rcrto detalle en el libro de Bohm La totalidad y el orden impli-
ría de ser válida.
rado. Ahora presentaremos aquí algunos de los puntos más im-
¡rortantes que aparecían en ese libro, así como algunas ideas
La-relación entre el orden implicado nuevas sobre la relación entre mente y materia.
y el orden generativo Para empezar, está claro que el pensamiento se encuentra l

,lcfinitivamente en el orden implicado. La palabra misma, irn-


EI orden implicado y el orden generativo ¡tlicado, que significa envuelto, sugiere que un pensamiento
están muy lircr rr. cnvuelve a otro y que un tren de pensamiento es de hecho un
mente relacionados. En realidad, á orden
implicaao p,u_;i;. ;; , l)roceso en el que se va envolviendo una sucesión de implica-
entendido como un caso particular del
orden g"n"ruiiu,r. nr, r'ir¡nes. Esto no es del todo diferente al proceso descrito por la
al hablar de la función de Green p""á" u"rr"
cómo las frr rrrrr¡ lrrnción de Green, o a lo que ocurre en un juego de vídeo. Ade-
explicadas van siendo generadas en
un orden de desenvolvr rnás, pensamientos y sensaciones se envuelven mutuamente, y
miento, paso,a paso. En est" pro.".o,
tádo es ,"f"u"ni"'¡,,,,,, ir su vez éstos dan lugar a disposiciones que se desenvuelven en
cada parte, al contrario qrr" én er
caso"i¿e los rru"t"r"r, rrcciones físicas y en más pensamientos y sentimientos.
los detalles se generan a partir de formas
locales q;;ñ;;;;;
",,'.i,,,.
También el lenguaje es un orden envuelto. El significado
cen sólo aI siguiente estabio de generación,
menos detall¡rrhr cstá envuelto en Ia estructura del lenguaje, y se desenvuelve en
Aunque el orden implicado áurr".u semejantr.
", "-n .l ¡rcnsamiento, sensación y todas las actividades que ya hemos
más"i".tu
orden de los fractales, es mucho exten;iv" y r"rii, ;;;;,. ;:;
proceso de desenvolvimiento está relacionado tratado antes. En la comunicación, el significado se desenvuel-
óon vc en la totalidad de la comunidad, y de la comunidad pasa a
con un orden local. "16il; ,,,: rlesenvolverse en cada persona. Así, existe una relación interna
Hay, sin embargo, un sentido todavía más
importante crr r.l cntre los seres humanos, y entre el individuo y la sociedad
que el implicado es un orden g"o"r"tiuo.'forqu"
91den i,, (:omo un todo. La forma explicada de todo esto es la estructura
teoría del campo cuántico, ru""áia la analosía der"u
irrr, rlc la sociedad, y la implicada es el contenido de la cultura, que
go de ordenador, el segundo"o*o "n es;;:;;;;J;'i,,
orden irnpticaáá sc extiende al conocimiento de cada persona. Lo que por un
a partir de la cual se generan fJ, iár-",
$ente del segundo or lrrdo son la sociedad y las formas explicadas de la cultura se en-
den implicado. Si existen óráenes impticaOos
más elevados, cr¡ vuelve de manera inseparable en lo que es por el otro lado el
tonces prevalecerá un o¡den generativo
similar to¿o, io- ,,, conocimiento de cada individuo social. Por ejemplo, las leyes,
veles. En último término, todá se g.""i" ""
miento, y de lo que pueda haber trás é1. "- rfu.tirdel
holomovr t:ostumbres y limitaciones de la sociedad no operan de hecho
como fuerzas externas, ajenas a la gente sobre la que actúan,
sino que son la expresión de la naturaleza misma de esa gente
y, a su vez, llevan consigo una contribución a esta naturaleza. l

Es evidente que el orden implicado del conocimiento opera


206
207
I

Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

en muchos niveles, que están relacionados entre ellos de la mis car el hecho de que en la experiencia ordinaria parezcan se¡ los
ma manera que lo están el orden implicado y el superimplicatlo rlrdenes explicados de sucesión los que dominan? En el marco
del campo cuántico o del juego de computadora. Por ejempkr, rle la interpretación causal de la teoría cuántica puede darse
al hablar de la razón en los capítulos anteriores se mostró cónro una sencilla respuesta a esta pregunta, al menos en lo que se re-
un nivel de pensamiento organiza el nivel siguiente. Esto pue tlc liere a la materia. En el capítulo 2 se explicó que el potencial
seguir así hasta producir una estructura que puede desarrollar cuántico pasa a ser insignificante dentro de los límites de las
se infinitamente, con varios tipos de circuitos relativamente ce cxperiencias de gran escala. En otras palabras, lo que noso-
rrados. Esto implica que el conocimiento se organiza gracias a tros consideramos nuestra esfera de experiencia es justamente
un orden generativo cuya totalidad es, de muchas maneras, ltr rrquella en la que pueden pasarse por alto los efectos del poten-
mejante a la totalidad de los órdenes generativo e implicathr cial cuántico. Algo semejante puede decirse en relación con el
que organiza la materia. orden superimplicado, de modo que todos los efectos sutiles de
Es posible considerar ahora la cuestión de cómo se relacio k¡s órdenes implicado y generativo no se manifiestan normal-
nan conocimiento y materia. Una posibilidad es verlos conlo r¡rente en el nivel de la experiencia ordinaria (la mecánica clási-
dos órdenes generativos e implicados, como corrientes separ¿r ca). Dentro de este límite, el comportamiento de la materia se
das, pero paralelas, que se interrelacionan de alguna manu'¿r rcduce al de partículas newtonianas o al de campos continuos
Otra posibilidad es que haya básicamente un único orden, cuyo clásicos, que no se manifiestan de manera <<cuantizada>>.
fundamento incluye el holomovimiento, y que puede ir nrr¡q Algo parecido ocurre también por lo que se refiere a los
allá. Este orden se desenvolverá en los dos órdenes, el de mcn ¡rcnsamientos y sensaciones del campo del conocimiento. Para
te y el de materia, los cuales, según el contexto, tendrán algurr vcr cómo es esto, debemos comprender que, de hecho, los ór-
tipo de independencia relativa de función. Aun así, a un nivc'l tlcnes explicados no son más que modelos o invariables en el
más profundo son de hecho inseparables y se hallan entrete li ticmpo, es decir, aspectos que persisten o se repiten y no tienen
dos, igual que ocune en el juego de computadora, en el que la krcalizaciones espaciales bien definidas. En otras palabras, es-
pantalla y el jugador están unidos por la participación en circur tos órdenes van asociados a órdenes de similitudes y diferencias
tos comunes. Desde este punto de vista, mente y materia ¡i.rrr rclativamente sencillos. El sentido de la percepción opera en
dos aspectos de un todo, y no más separables de lo que lo sorr krs niveles más profundos con un orden generativo e implicado,
forma y contenido.t2 ¡rcro, sin embargo, tiende a abstraer lo que es relativamente es-
t¡itico o de movimiento lento frente a un fondo más sutil y más
tlinámico. Por tanto, se ocupa de su entorno también en térmi-
Los límites explicado y secuencial del orden rxrs de similitudes y diferencias relativamente simples.
implicado y el orden generatívo Recuérdese el ejemplo de la visión, en la que el centro del
oio selecciona estructuras de diferencias semejantes contra un
Si los órdenes explicado y generativo son los dos fundame rr Iondo de similitudes y diferencias más sutiles y dinámicas, per-
tales, tanto para la mente como para la materia, ¿cómo ex¡rlt cibidas por la periferia de la visión. Además, la apariencia de
rrna forma cambia de manera radical al caminar a su alrededor,
t2. Las posibles conexiones entre la mente y la materia se discul¡¡¡ resultado tanto del cambio de ángulo como de las variaciones
también en F. David Peat, Synchronicity: The Bridge Between Mutt¡t t'n la iluminación. Sin embargo, la percepción y el conocimien-
and Mind, Bantam, Nueva York, 1987. to abstraen de este movimiento continuo lo invariable, o lo que

208 209
Ciencia, orden y creatividad
Orden generativo y orden implicado
varía lentamente, y lo identifican con
un único objeto sólirftr
(Sobre tipo de abstraccioo r" i*ü en er libro tr¡s sobre ellas es posible mantenerlas fijas. Dar nombre a un
Bohm La -este de Davrrr objeto y formar conceptos sobre él juega un papel esencial en
rcoría especiat d,e Ia retativ.¿;0,1i-
más esteproceso cónel q." d";ñ;;;;; iii';;;í;J"' tlar una forma definida a la percepción sensitiva. Esto resultaba
ra fisica.)
Queda demostrado de maneralo¿av¡a más aóusada claro en el caso de Helen Kelle¡.
có¡n,, Para terminar, el orden impücado puede experimentarse de
se produce esta abstracción de invariables
desde un o.á"n i,i,
plicado más profundo si considerurno, nranera directa, no sólo en conexión con el fondo cambiante
car un rostro humano en medio de
pr"d;;;;;;; tlcl conocimiento, sino también en ¡elación con la percepción
un "On,o,"
gentío eir _oui_i"ni,,
tlc formas bien definidas. Piense, por ejemplo, cómo
Un rostro puede cambiar ¿" .un"r" se
del tiempo_ y segúnJa luz, el maquiffa¡e "o?si¿erable
coilil;, rr¡rrehende la música. En cierto momento, podemos ser cons-
et peinaAo, p";;;;; r:ientes de que una nota determinada está sonando, pero al mis-
así es posible reconocer la cara de "
uí amigo at que ffiá ;;;;
veíamos desde hacía años. ruro tiempo puede sentirse también una especie de <<reverbera-
,l

Sin embargo, cuando la iluminación ción>> de otras notas anteriores. Esta reverberación no es lo
es débil, la percepci(xr r¡rismo que la recolección o la memoria. Es más bien parte de
de la forma no es clara., En su lugar,
a percibir urrn rrn envolvimiento y desenvolvimiento de las notas, en relación
sensación cambiante, de luz y sómbra,'y"ap"r"*o,
tomamos concienci¡r
de cómo se mueve la mente en sus trrn formas más sutiles, como las emociones, los impulsos al I

órdenes generativos, en urr


intento de incorporar estas i*pr"rioo". rnovimiento físico y también un tipo de eco <<etéreo> de las no-
siempre cambiantes, las originales, producido en el interior de la mente. De hecho,
hasta que queden acopladas O"'au"".*,"lativamente
invari¡¡ si se tocan varias notas sucesivas, dejando algunos segundos de
ble' En estas condicior-re¡, ru p"t""fJáo
uiruar está más cercar¡r
al orden-implicado original, l)ausa entre ellas, dejan de combinarse para lograr ese sentido
fu _ente intenta construil rlinámico de fluir permanente, esencial para el significado de la
algo explicado a partir de una "uunáo
informa"iá movimiento. Al rnúsica. Pero cuando se las toca a una velocidad adecuada, pa-
principio, el orden explicado qu" ," "n en construir n'
será firme. Con la llegáda de nulva san a formar una melodía o un tema musical.
".f.r"rru p""d;;;il;;
información
de manera radical la- experienciu ¿e Esto sugiere que, en un momento determinado, hay en la
u"a-rorma. sólo cuandrr crlnciencia cierto número de notas, envueltas en distinto grado.
este proceso ha tenido lugar durante
estable la forma explicada. Q-- tiempo p;;il;
algún lrl percibirlas todas simultáneamente es lo que constituye el
Por Io que se refiere al pensamiento, scntido de fluido continuo descrito más arriba. Pero esto signi-
las sensaciones y otr()¡ lica que es posible percatarse de un orden implicado de manera
procesos mentales internos, está
claro que surgen también tle I rlirecta, como un conjunto de diferencias semejantes que están
fondo de ra corriente del conoci*i""to,=J"mpre
en movimie'
to y siempre fluctuante. L_a mayoría ¡rresentes simultáneamente, en grados de envolvimiento dife-
¿"áUo, son pasajeros y tie lentes. En nuestro ejemplo se trataba de notas, lo que más o
n:n ylu definición poco firme. Así pues, las
ideas ,á;;;il;,, rnenos correspondería a la presencia simultánea de un conjunto
adquirir una forma definida y
pensamiento organizado,.que por "-uot"oérr" nr_"_ gril;;i tle gotas en la glicerina, en grados igualmente diferentes de en-
lo general tiene fufri en ,,, volvimiento.
contexto social y cultural. Ad-emás,Ias
emociones t-ienden ii A mayor escala, percepciones como las de Mozart o Bach
cambiar rápidamente, y sólo nombráídolu,
y for.unO;;;;;;; rle estructuras musicales completas mediante un único relám-
13. Benjamin, Nueva york, pago de penetración, incluían probablemente un orden que era
1.9g5.
no sólo implicado, en el sentido de que contenía una estructura
210
2r1
Ciencia, orden y creatividad Orden generativo y orden implicado

jerarquizada perceptible de una sola vez, sino también gencrn Ilesumen y conclusiones
tivo, al contener un orden global a partir del cual se envolvfa
Esta percepción del orden implicado es común a todas lna En este capítulo hemos expuesto la idea de orden secuen-
obras de arte. Por ejemplo, el montaje o disposición de las sr¡ cial, para introducir la noción de orden generativo. El primer
cesivas imágenes de una buena película, tiene algo en conrrln t:jemplo se dio en términos de fractales. Después, se mostró
con la música, ya que la estructura interna, calidad y sen$¡l cómo el orden generativo es importante para la creatividad ar-
ción de cada imagen ha de motivar todas las demás. De csl¡r tfstica, así como para la percepción creativa y la comprensión
manera se transforma completamente el valor y el significuthr tle la naturaleza. El siguiente paso fue introducirnos en el or-
que una imagen determinada podría tener si la consideranlr¡c tlen implicado, mostrando cómo conduce al orden superimpli-
aislada, y la escena que resulta es un todo orgánico más r¡ue c:ado, que a su vez organiza el orden implicado. Esto dio paso a
una sucesión de imágenes concretas. En poesía, las distinlaa r¡na extensión indefinida de órdenes implicados todavía más
resonancias de las palabras y las imágenes actúan todas junlaa clevados, que organizan a los más elementales y pueden verse
en un orden altamente complejo, de modo que quedan crr rrfectados por ellos. De esta manera, pudo verse que el orden
vueltos las asociaciones de la memoria y el significado de uup rmplicado es un orden generativo muy rico y sutil. Para termi-
palabra o imagen, además de los sonidos concretos que evor',l nar, se trató sobre el conocimiento como un orden generativo e
su vocalización (sea en voz alta o en la mente). Leer un poen¡É rmplicado, y en relación con esto se hicieron propuestas de
es darse cuenta del orden de estas formas envueltas, e inten!al cómo pueden estar relacionadas mente y materia.
llegar al orden generativo que descansa en el corazón de la En los capítulos finales extenderemos este enfoque, para
obra. irrrojar así luz sobre los temas de la naturaleza, la mente y la so-
De todo ello se deduce que los órdenes implicado y gencra ciedad en general. Esto ayudará a inicia¡ un diálogo que podría
tivo se encuentran en la base de toda experiencia. Sin embargu, t:nfrentarse, de manera creativa, con la ruptura de orden que
esto suele pasarse por alto, probablemente porque las socie tla e xperimenta la humanidad en las relaciones entre todos estos

des han creído necesario para la superviveúcia el poner énfn¡lc campos.


en los órdenes explicados, que se adecuan especialmente bierr ¡r
la organización a gran escala y la tecnología.
Queda por tanto claro que el orden de sucesión explicurlo,
que parece existir por sí mismo, surge en realidad de una orga
nización que descansa en los órdenes implicado y generativo, y,
con la aparición de nuevos datos, no está a salvo de un posihle
colapso. EI mundo implicado y generativo es el fundamento rle
toda experiencia, y el mundo explicado de sucesión está crlrrc
truido sobre esta base. Debido a los hábitos del pensamienlu v
el lenguaje, ha llegado a considerarse el orden explicado corrlr'
el fundamento auténtico, y los órdenes implicado y generi¡l¡vl
como algo secundario. Por tanto, es especialmente importurrle
.darle la vuelta a esta visión, para poder entender la realidatl rlc
manera más profunda.

212
El orden generativo en Ia ciencia

Esto se mostró de
rativo, en forma de orden supe{mp$rado'
el primer orden impli-
**;;"-;;;l;1," "t "r ""*lJl" i*' En ante un movimiento de
cado nos encontlamos básicamente
la información del segundo or-
campo, y sin embargo, ¿áuioo a
5. EL ORDEN GENERATIVO EN ¿""i*bi""ao, el móuimiento quedaorganizado
según un com-
nfet general' to-
LA CIENCIA, LA SOCIEDAD portamiento u rnu,,"'u'Jf p"tti""f"'
e un
pueden
más
tratarse ahora
particufa's elementales
YELCONOCIMIENTO das las llamadas
;;;;;á"'"a"i""t t"ánticos que éstán organizados
gra-
superimolicados' lo que
cias a la información en sus órdenei
En el capítulo anterior se introdujo una noción nueva, la de hace posible la *"nt""itni"ntó y aniquilación d3 l1
orden generativo. Se mostró la estrecha relación que guardn
"rea"iii,
rnanifestaciones tipo p"rii".rta.
Asl pues, son fasgos 1po.do de
autónomos' del holomo-
con el orden implicado y, por extensión, con el superimplicado. partícula, relatiuam"rlü "átttt"ttt"t^y
gerterativo'
En este capítulo nos ocuparemos todavía más del orden gene- vimiento, que sulgen a través del orden
<<partículas" pueden abstraerse' en una am-
rativo, y trataremos sobre la importancia que tiene en la fisica, Por tanto, estas
circunstántiut' unidades relativamente esta-
la cosmología, la biología y el conocimiento. Sin embargo, cl ¡rtia gama de
propósito fundamental de este libro no es usar este nuevo or= bles. Cuando este ti*plificación resulta adecuada' la
"o*b
"p"-4" original' en la que la
den generativo para desarrollar nuevas teorías cientlficas, aun teoría se reduce u ru itit"tp*a[ión "uttsul
o"p"nae de las coordenadas
que tal posibilidad debería, desde luego, estudiarse en otr(r l'unción de onda, q";';H; 'oto información que
contexto. Lo que pretendemos con el estudio del o¡den generil. de <partículu", p,opottiona una d:ry^i" de cada ttpartícu-
¡rfecta fundamentalmente al
comportamiento
tivo es más bien ayudar a comprender qué significa la creativi Estas <partículas> p'e-
dad y descubrir lo que en la actualidad la bloquea. i;;;;;;;"es aet iotencial cuántico'
de nivel superior' como áto-
A medida que vayamos desenvolviendo la manera en quc tlen organizarse así á""á"iiá"¿"s
que la actividad de estructura-
opera el orden generativo, iremos viendo que, en esencia, l¡r mos o moléculas' fu"¿" verse
át¿"n gÉnerativo más profun9" Ptl"
creatividad no puede dividirse en distintos campos de especiali ción se sostiene "-" que dependen de la
"n
orden organiza las partículas en maneras
zación, ya que es un todo único. Así pues, cualquier oleada dc
tuente común d" ;f";;;lá"
qt'" se halli en la tunción de
largo alcance que tuüera lugar en la ciencia habrla de ser com esto no puede expresar-
binada con oleadas parecidas en otros campos, y en general crr onda de todo el sistema' Sin embargo'
se solamente en té;;ot á"
putti"'-"las y de relaciones prede-
todas las áreas de la vida. Por tanto, tratar del orden generativo por consiguiente' pueden surgir nuevos
nos ayudará a preparar el terreno para el último capítulo, en cl terminadas entre etüs'
én las teorías clásicas'
que se estudia toda la cuestión de cómo podría fomentarse estc tipos de propiedadel, nu*u untilipadas
raseo distintivo de la
tipo de creatividad general. cn las que juegue t;;"PJ tu;á;-lti1"1
totalidad mecánica ct'ántica' tratado
ya en ló capítulos 2'y' 3'
'l'ales t'uiian'también presentes en la totalidad
propie¿aa"s
'"
tle la fisica Y la química'
El orden generativo en la física y la cosmología o molécula' sacándolo
Incluso tu u¡'t'u""iOn de un átomo
como una e11*i::-
Se han dado ya una serie de razones por las que proponc tle su entorno g"""iJV "*iderándolo en pnncrpro'
mos que en el fundamento de la fisica descansa un orden genc il;."-", sigue liendo una aproximación' Porque,
2L5
214
f I

Ciencia, orden y creatividad EI orden generativo en la ciencia

la fuente de información común puede abarcar sistemas mó$ piedades de la materia pueden explicarse con solamente estruc-
amplios, e incluso la totalidad del universo. Para poner un turas explicadas. Esta limitación surge porque los órdenes ge-
ejemplo, consideremos la propiedad de superconductividad tle nerativo e implicado se hallan involucrados de manera esen-
los metales, en los que los rasgos mecánicos cuánticos aparecc:n cial, incluso en este nivel elemental de la física y la química.
a bajas temperaturas y órdenes de distancia macroscópicos. A En los capítulos 2 y 4 se mostró que hay un límite a partir
temperaturas más elevadas, la función de onda de todo el siste del cual pueden pasarse por alto las contribuciones del poten-
ma estalla en numerosas fuentes de información, y así los elcc cial cuántico. Dentro de este límite, los movimientos normales,
trones se mueven rnás independientemente. De esta maner¡r, clásicos (newtonianos) proporcionan descripciones adecuadas ;
cada electrón puede ser desviado fácilmente debido a irreguln cn el todo, dan una buena aproximación del dominio de la ex-
ridades en la disposición de los átomos del entramado, inclu ¡leriencia común, a gran escala. Sin embargo, en condiciones
yendo sobre todo aquellas que se producen por vibraciones tér rnuy especiales, como por ejemplo temperaturas extremada-
micas en el entramado mismo. Así, los electrones conductore ¡ rnente bajas, el potencial cuántico puede resultar relevante in-
son esparcidos en distintas direcciones, de modo que se impirlc r:luso a gran escala. Así, la superconductividad y la superfluidez
el flujo libre y aparece la resistencia eléctrica. Por otra parte , son manifestaciones a gran escala de los efectos del potencial
con temperaturas bajas la función de onda se corresponde coll t:uántico. De manera más general, este potencial tiene un papel
una única fuente de información común, que <<guío a los elcc rrnportante en muchos otros aspectos. Sin él no sería posible
trones y los mantiene moviéndose juntos, a pesar de las irregrr r:xplicar la estabilidad de los átomos y las propiedades químicas
laridades que de otra manera los habrfan desviado, rompientlo rlc las moléculas que constituyen la masa. Ni podría darse cuen-
la coordinación de sus movimientos. El resultado final es quc-. la tt de muchas de las propiedades básicas de los sólidos, como
corriente fluye sin resistencia. Puede compararse esta situaci¡irr krs cristales o los metales. Además, hay que dejar abierta la po-
con un ballet en el que los bailarines se mueven juntos alrctlc sibilidad de que en las macromoléculas, así como en otros con-
dor de un obstáculo, según una coreografía común que conilr lcxtos, algunas propiedades que todavía no han sido explicadas
tuye una única fuente de información. Sin embargo, a tempc scan sensibles al potencial cuántico. Pero también hay que ha-
raturas más elevadas los electrones no se comportan de c¡l¡r ccr hincapié en el hecho de que, a pesar de todo esto, existe un
manera, sino más bien como una multitud de gente sin orgaru lí¡nite clásico en el que parecen dominar las formas explicadas.
zar, en la que cada persona se mueve guiada por su propia ín listo aclara por qué los órdenes generativo e implicado no son
formación. Esto tiene como consecuencia la aparición de rrrr rignificativos en las extensas áreas de la experiencia en las que
movimiento que tiende a dispersarse en direcciones diversu¡ t's válida la física clásica.
También en química, las propiedades de una molécula rle Hemos tratado el tema de la interpretación causal como
penden mucho de la fuente de información común que va rn una manera particular de describir el orden generativo en la fí-
vuelta en su función de onda, y que puede extenderse a conlet rrca. Pero aun cuando esta teoría sea sustituida por otra, segui-
tos más y más amplios. Por consiguiente, el orden explicado rrrr rír siendo relevante la idea fundamental de orden generativo,
puede dar cuenta de manera completa de la aparición de nrre (¡rc opera a través de distintos niveles de información. De he-
vas propiedades químicas, de la misma manera que no puerle , lro, a lo largo del libro hemos sugerido que este orden genera-
explicar la aparición de la superconductividad. Esto implir l trvo va más allá de la teoría cuántica, y que es un rasgo clave de
que no es factible alcanzar la ambición generalizada de un re l¡r noción general de orden, noción fundamental para entender
duccionismo absoluto, si es que éste significaque todas las ¡rtu l;r creatividad en todas las áreas de la vida.

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i
1

Ciencia, orden y creatividad EI orden generativo en Ia ciencia

Si pasamos a considerar el cosmos, vemos claramente qua los observadores, y en las que están involucradas las restantes
la actual teoría de la gran explosión ha producido, junto con sun interpretaciones.
desarrollos, gran cantidad de resultados interesantes. Sin em- En una discusión sobre la <función de. onda del universo>¡
bargo, contiene también numerosas dificultades. Entre éstas, han de incluirse los órdenes generativo e implicado del todo.
una de las más problemáticas, y a la que ya aludimos en el capÍ De este todo salen subtodos (observadores incluidos), que pue-
tulo 2, es el colapso de la función de onda. Este problema resul den organizarse a su vez en contextos más amplios, y éstos or-
ta especialmente serio junto al momento del origen del univer ganizarse en un nuevo nivel, hasta alcanzar asíla totalidad del
so, en el que no puede haber ni observadores ni instrumentor universo. Según la interpretación de la física actual, este otden
que realicen mediciones, y causar así el <<colapso de la funciórr generativo sólo necesita ser desplazado del primer orden impli-
de ondo>. Sin embargo, todas las interpretaciones normalmcn cado al segundo (es decir, al orden superimplicado). Pero, se-
te aceptadas, entre las que se encuentra el enfoque de numer¡r gún las propuestas hechas en este capítulo, este orden es en sí
sos mundos de Everett, requieren la utilización de instrumcrr mismo abstracción de un orden generativo mucho más vasto,
tos de medición o, como ocurre en la interpretación de Wigncr, con una estructura compleja de circuitos relativamente cerra-
la aceptación de un observador que se halla fuera del univer¡¡r dos, y puede, en principio, continuar de manera indefinida ha-
material en forma de espíritu incorpóreo, para poder dar asl r¡r¡ cia niveles de sutileza todavía más profundos. Hasta ahora, la
significado físico a las ecuaciones matemáticas. f'fsica actual no ha hecho más que (<arañar la superficie>> de este
Sin embargo, en el enfoque que ahora tratamos no hay nc orden. Por ejemplo, a la teoría cuántica actual seguiría un estu-
cesidad de tales presupuestos, que de todos modos resultan aje rlio más profundo en el que quizá se descubrieran conexiones
nos a las leyes matemáticas de la teoría cuántica. Debemos h¡r cstrechas, en los órdenes implicado y generativo, entre las dife-
blar del universo más bien como algo basado en lo que e:t, a rcntes escalas de tiempo, masa, energía y distancia, y es posible
partir de lo cual surge una realidad global que incluye tambiorr (lue se encontrara así una compleja red de relaciones entre to-
sujetos que pueden actuar como observadores. rlas estas distintas escalas. Ya se han descubierto correlaciones
Tal y como se sugería en el capítulo 3, cada sujeto puede rcr tlc este tipo, en concreto entre diferentes regiones del espa-
considerado como un microcosmos, que se alza en relación el cio, gracias al experimento de Einstein, Podolsky y Rosen.
todo como fuente inagotable de analogías. Así, el observadol y Ahora es posible especular con la idea de que tales escalas po-
lo observado están internamente relacionados por una totlli ¡lrían hallarse en relación unas con otras, al tener formas y pro-
dad de <<ratios>>, o proporciones, que se hallan irnpücadas en ¡nrciones semejantes en contextos diferentes. Por lo general,
ambos. Esta relación puede desenvolverse entonces en el ciclu rstas relaciones serán de naturaleza no local. De esta manera,
de percepción-acción existente entre los dos. Por tanto, no ee cl universo podrla mostrar nuevos tipos de regularidades a gran
necesario depender de un pretendido observador para p<xler cscala, que no podrían explicarse como movimientos de mate-
dar significado a la teoría, como ocurre en las interpretaciolrea ria o transmisión de influencias a velocidades no superiores a la
de la teoría cuántica normalmente aceptadas. Digamos nran rler la luz.
bien que todo el proceso del universo puede estudiarse median ¿Qué pueden decir estas argumentaciones sobre la natura-
te un enfoque que no requiere distinguir de manera fundanre rr It'za del tiempo? Como ya se señalaba en el capítulo 4, hasta el
tal entre el observador y lo observado. Por esta razón, no e$ lre nromento la ciencia ha puesto todo el énfasis en el orden se-
cesario verse envuelto en las presuposiciones, complicacllr 1 , rrencial de los cambios sucesivos. En una escala mayor, esto
arbitrarias, que se han propuesto sobre la naturalezn ¡le rrrcluye, por ejemplo, la teoría de la evolución. Sin embargo,

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Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

en el orden generativo el tiempo no ocupa el primer lugar. Fll A primera vista, podrla parecer que este tratamiento redu-
tiempo tiene que ser relacionado más bien de manera funda- ce el orden temporal, de modo que, en principio, podría deri-
mental con el orden generativo. A este respecto podrá ayudar. varse por completo del orden atemporal. De hecho, esto sería
nos la imagen de un arroyo. Puede observarse el arroyo si- así si el <<flujo> implicado y generativo del arroyo se moüese
guiendo un objeto que flota por é1, en un proceso temporal. Sirr sólo en <dirección> hacia órdenes de sucesión siempre más ex-
embargo, también es posible considerar todo el arroyo de u¡rl plicados, a partir de la fuente u origen. Sin embargo, la natura-
vez, para desvelar el orden generativo global que corre arroyo leza bidireccional de este movimiento hace que haya un dina-
abajo desde la fuente de origen. mismo inherente en la teoría, y tal reducción no es realmente
Pero el arroyo no es más que una imagen. El flujo fundn posible. Así pues, tanto el orden atemporal como el temporal
mental no tiene lugar de un lugar a oüo, sino que es un movr contribuyen de manera esencial al orden global.
miento dentro de los órdenes (generativos) implicado y supcr I-o que se pretende es considerarlos como dos extremos, y
implicado. La totalidad de estos órdenes se halla presente e n estudiar la posibilidad de que exista un nuevo dominio de or-
cada momento, y se envuelve a lo largo de todo el espacio, tlc den entre ambos. Hasta ahora,la física no ha ido lo suficiente-
l

modo que, al igual que sucedía con los envolvimientos succsr


I

mente lejos para proporcionar un contexto de sutileza sufi- I

vos de las gotas de tinta, todos penetran unos en otros. Por tan ciente como para cuestionar problemas de esta naturaleza y
to, el flujo tiene lugar entre distintos estadios y desarrollos tle cstudiarlos de manera útil. Nosotros lo haremos en este capítu-
I
l

estos órdenes. Sin embargo, los posibles circuitos hacen qur. lo, aunque en otros campos. Por lo que se refiere a la física, los l

este flujo pueda ir al mismo tiempo en un par de <<direccionc¡' cstudios del <<arroyo> solamente han alcanzado hasta ahora el
opuestas. nivel del segundo orden implicado. Éste contiene la <<informa-
El proceso temporal de evolución del universo se genetir ción> representada por la función de onda del universo. Esta
constantemente dentro de este flujo, partiendo de una <<fuelr información afecta a los campos y las partículas de la manera
te>> u <<origen>> que se halla infinitamente lejos dentro de los ¡il (lue se ha descrito antes, de modo que las ecuaciones clásicas
denes generativo e implicado. Ver el universo de esta maÍrct¡t tlc movimiento ya no son satisfactorias y han de aplicarse las le-
es ver <todo el arroyo de una vez>>, y puede decirse que clil¡¡ yes de la teoría cuántica. Pero si la información procedente de
percepción es atemporal, en el sentido de que el tiempo no ertÁ ,.una parte más alta del arroyoo pasa a ser activa también en
implicado de manera esencial. Sin embargo, los modos dc ge cste contexto, entonces las leyes de la teoría cuántica quizá no
neración y desenvolvimiento que se producen en el arroyo irrr \c sostengan más, ya que surgen por abstracción de todo el
plican que todo cambia en momentos sucesivos de tiempo, Alt, irrroyo. Si esto ocurriera así, la física podría comenzar a pro-
en el flujo descrito más arriba, el orden atemporal y el ortlen ¡xlrcionar más indicaciones de las que da ahora sobre la natura-
temporal pasan a estar básicamente relacionados. Sin emhar lcza del <<arroyo>>.
go, al considerarse ahora esta relación a través del orden gclre Según esto, la gran explosión ya no posee la significación
rativo, el orden temporal parece ser muy distinto de lo que er rrnica que tiene en el enfoque histórico-evolucionista. En cual-
con el enfoque tradicional. No es ¿nfe todo una transformuc'irfur t¡rrier caso, la realidad contiene infinitamente más de lo que la
dentro de un nivel de organización y explicación dado. Se trntr t icncia pueda saber en este momento sobre el universo. Por
más bien, en primer lugar, de una transformación de torhr el cicmplo, el universo puede incluir leyes que van más lejos que
(<arroyo> de los órdenes implicado y generativo, que tiene lugnl ,rt¡uellas en las que se basa la actual teoría de la gran explosión.
de un momento al siguiente. l',s por tanto posible que la gran explosión no sea más que algo

220 221
Ciencia, orden y creatividad El ord.en generativo en la ciencia

incidental en una totalidad que es infinitamente más de lo que tudio, pero ahora, a la luz del ordengenerativo, se lo considera
nadie podría entender como un todo. una abstracción y una aproximación. Entenderemos su signifi-
La teoría actual del campo cuántico implica que lo que pa- cado más profundo al considerar cómo revela el orden genera-
rece ser espacio vacío contiene una enorme <energía punto tivo interno de "todo el arroyon, que está siempre presente.
cero>>, que procede de todod los campos cuánticos contenidos Algunos cientlficos, y de manera destacada Erwin SchrÓ-
en este espacio. Resulta entonces que la materia es una onda, dinger, han sugerido que la teoría cuántica, con su nuevo rasgo
una perturbación relativamente pequeña sobre este <<océano' de íotalidad, ioOtfu explicar las cualidades básicas de fa vida.
de energía. Para poner un ejemplo accesible: ¡La energía de un Sin embargo, el trabajo que se está llevando a cabo en la actua-
centímetro cúbico de espacio es mucho mayor que la que sc lidad en el campo de la biología apenas tiene en cuenta la teoría
conseguiría con la desintegración nuclear de toda la materia dcl cuántica, incluso cuando es necesaria para comprender la exis-
tencia misma de las moléculas. Esto puede justificarse señalan-
I

universo conocido! Asípues, la materia es una <<pequeña onda" l,i

sobre este océano de energía. Pero como también nosotros es- do que las temperaturas relativamente altas en las que resulta
tamos constituidos de materia, no vemos el <océano>> más de lo posible la vida hacen que las conexiones cuánticas de gran ex- l

que un pez nadando en el océano ve el agua. lensión no resulten especialmente importantes (aunque podría
Lo que a nosotros nos parece una gran explosión no es, des resultar, que en ciertos pfocesos macromoleculares, las cofre-
de la perspectiva del océano, nada más que un onda bastantc laciones cuánticas de gran extensión fueran, de hecho, relevan-
pequeña. En un océano real, hay a veces olas que se combinan tes). Por tanto, no parece probable que vaya a comprenderse la
en cierto punto y producen una oleada de tal magnitud quc esencia de la vida segrún los detalles de la teoría cuántica con-
pueden hacer volcar un pequeño barco. Para que sirva de ilus- vencional.
tración, podemos suponer que lo que denominamos univer$r Para entender la vida es necesario ir más allá de la teoría
se originó de manera semejante. cuántica y el orden superimplicado, y pasar a una infinidad de
órdenes generativo e implicado, a partir de los cuales ha sido
abstraída la teoría actual. Al hacerlo, no se Pretende buscar el
El orden generativo de la vida y su evolución oorigen último de la vido de manera reduccionista, acudien-
do, por ejemplo, a una teoría fundamental todavía más micros-
En el enfoque actual seguido por la biología y la teorla de ln cópica que la teoría cuántica. Más bien lo que se propone es
evolución, los órdenes explicado y secuencial se consideran bn q,r-e hay un orden generativo más profundo, común a toda la
sicos. Se asume que, en último término, todo lo que hallamos vida y también a la materia inanimada. No se trata, por tanton
en la naturaleza puede explicarse utilizando este tipo de órda de un intento de explicar la vida en términos de materia, sino
nes, por ejemplo, en términos de átomos, moléculas, ADN, có de ver cómo ambas emergen de un orden generativo global.
lulas, y otras estructuras. Pero si el orden generativo ss !{sis:o l)entro de este orden hay sitio para nuevas <<fuentes de infor-
para la materia inanimada, lo es todavía más para entender ln mación>> a partir de las cuales podría generarse la vida. Puede
vida. En los órdenes explicado y secuencial, parece que la nrn ontonces eñtenderse de manera natural la totalidad del ser vi-
teria surge como una combinación fortuita de moléculas que , viente, e incluso del ser consciente, de la misma manela que se
de manera mecánica más o menos determinada, conduce a rlr cntiende ta totalidad de la molécula y el sistema superconduc-
sarrollos posteriores que van produciendo formas más comple tor (aunque no hay que olvidar que la vida es mucho más sutil y
jas. Puede admitirse este enfoque como significativo para eler compleji que las moléculas y los sistemas superconductores).

)11 223

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lt'

Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

La vida no se considera ya resultado de ciertos factores fortui- darse el centro de gravedad, y se necesita además un desarrollo
tos, que quizá tuvieron lugar solamente en un planeta aislado, de la musculatu¡a y cambios en el metabolismo que permitan
por ejemplo, la Tierra. Envez de eso, se la ve como universal y crear la energía suficiente para volar. Si todos estos cambios no
profundamente envuelta dent¡o del orden generativo. tienen lugar de manera coordinada, cabe la posibilidad de que
Consideremos las implicaciones de este enfoque para lrr no sobrevivan. Es diffcil comprender cómo muchas de las pro-
teoría de la evolución. La actual teoría neodarwiniana es válirl¡r babilidades altamente coordinadas exigidas para la evolución
en su.dominio, pero representa una abstracción de un ordcrt podrían haber surgido mediante combinaciones fortuitas de pe-
implicado y generativo mucho mayor, y su significación fun<J¡r queñas mutaciones al azar.
mental ha de encontrarse en su relación con este orden. De hc Aquí proponemos que el orden generativo incluye órdenes
ltl
cho, la visión neodarwiniana exhibe una serie de rasgos que no que están fuera de los contenidos, incluso en el dominio cuánti-
parecen satisfactorios, y que originan problemas de interpretl co, órdenes que hasta el momento han permanecido <<ocultos>> 1l

ción. Más concretamente, se considera que un organismo intlr para la ciencia. Estos órdenes pueden incluir las estructuras im-
vidual es la expresión de su material genético en un ambienlc plícitas totales de un organismo, que pueden surgir todas al Li
ril
particular. Este ambiente afecta a la expresión individual cle I mismo tiempo. Esto se parece de alguna manera a la idea de
l

material genético y a las variaciones de la forma global dc la Goethe de la originaria>. Goethe no hablaba de un co-
"planta i

planta o el animal. Por ejemplo, plantas con un mismo matcri¡rl mienzo en el tiempo, sino de una fuente de orden en el princi-
I

genético, pero que crecen faltas de ciertos minerales, quedarfrrr pio generativo que contiene, de manera implícita, la totalidad
atrofiadas, en comparación con aquellas que han crecido eu de estructuras y formas de una serie de especies relacionadas.
condiciones normales. Sin embargo, se cree que el ambientc tto Podría denominarse a este tipo de órdenes <<protointeligen-
tiene sobre el material genético mismo otros efectos que cont r r ci¿n.l Esto no hace referencia a una forma de conocimiento
buir a las mutaciones al azar y determinar, mediante la sclet consciente, sino a la generación activa de un nuevo orden a
ción natural, qué formas sobrevivi¡án. Así, el ambiente afct'ta partir de niveles que pennanecen hoy <<ocultos>> a la ciencia,
a la est¡uctura de la planta o el animal, pero lo único que hlt'e más que a una adaptación mecánica de un orden ya existente.
sobre el material genético es provocar cambios aleatorios. lrrr Podría pensarse que esta protointeligenca se manifiesta gra-
este sentido, se acepta que el azar juega un papel fundamc¡rl¡rl cias a una especie de <juego libre>>, semejante a aquel del que
en la evolución, así como en el origen de la vida; exactame nlE surge la auténtica inteligencia humana tanto en el pensamiento
igual que se cree que es determinante en la interpretación rrrtr como en la acción. En condiciones normales, el alcance de este
vencional de la teoría cuántica. juego libre está limitado, como sucede en el enfoque neodar-
Mientras que este enfoque general podría ser adect¡urft, winiano, a pequeñas variaciones de naturalezam6s o menos
para explicar cambios y variaciones relativamente pequclloe ¡rleatoria. Sin embargo, parece aceptado que cuando las espe-
puede no ser suficiente para dar cuenta de cambios más cs¡rer cies sufren largos procesos de cambio, como por ejemplo de
taculares, como, por ejemplo, la aparición de nuevas especrcs rcptiles a pájaros, el proceso es tan rápido que deja pocos o nin-
Y es que los grandes cambios evolutivos exigen el desarlrrll,'
coordinado de muchas piezas diferentes del código genóltln 1. El astrofísico Fred Hoyle también ha defendido que la üda en la
Para que un pájaro vuele no basta con darle alas. Sus ht¡cqua l ierra lleva consigo la acción de alguna forma de inteligencia que se ha-
han de ser más ligeros, pero manteniendo su fuerza,las plurtrnr llir omnipresente en todo el universo. Sus ideas aparecen en The Intelli-
deben estar adaptadas de manera aerodinámica, ha de lr¡r¡ln ¡y'nt Universe, Michael Joseph, Londres, L983.

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Ciencia, orden y creatividad El orden generaüvo en la ciencia

gún resto intermedio. La explicación podría ser que, por razo- phen Jay Gould, Brian Goodwind y Rupert Sheldrake, que han
nes todavía desconocidas, el material genético de un organismo expresado su reserva por lo que se refiere al enfoque actual de
puede entrar, de vez en cuando, en un estado en el que el al- todo el asunto de la morfología, sobre todo en conexión con la
cance del <juego libre> es mayor. En medio de este *juego" aparición de nuevas especies.2 Concretamente, Sheldrake ha
pueden aparecer estructuras completamente nuevas, como si sugerido que las experiencias acumuladas por una especie
se tratara de ..probarn su viabilidad. constituyen como una especie de memoria formativa, que mue-
El rasgo característico de la protointeligencia sería que es- ve a los miembros individuales a actuar según ella. Desde el
tas estructuas globales no se forman al azat, sino que surgen punto de vista actual podría verse esto como que una acción
como todos relativamente integrados, a partir de niveles más c¡eativa primaria realizada en la materia por la protointeligen-
sutiles que los del primer y segundo orden implicado. (Como cia resulta más o menos fijada. Esta forma relativamente fija
ya se ha dicho antes, estos órdenes son los únicos que son capa" estaría cercana a un protointelecto.
ces de manejar por el momento la ffsica y la química.) Si estas Este enfoque que acabamos de proponer tiene algo de la-
nuevas estructuras logran sobrevivir durante algún tiempo, en. marckismo y de darwinismo, pero los supera. La naturaleza de
tonces llegan a hacerse estables, como sucede con los pensa- la protointeligencia muestra semejanzas eüdentes con el la-
mientos que sobreviven a pruebas de validez continuadas. Tras marckismo, en el sentido de que responde de manera creativa a
esto irán pasando por simples variaciones aleatorias, hasta que una situación concreta. Por otra parte, la noción de protointe-
nuevamente surjan las condiciones en las que el material genri lecto se acerca a Darwin, en el sentido de que una especie de-
tico pueda llegar a ser capaz de una gama más abierta de jue¡¡o pende de la <<memoria>> contenida en el ADN, y posiblemente
libre. en los campos formativos de Sheldrake. Sin embargo, esto es
Pero ¿qué es lo que determina las condiciones bajo las cul sólo parte de un orden generativo global, que se extiende hasta
les opera este <juego libre"? Podemos obtener una posible rcs incluir toda la vida y la materia, la totalidad del universo cono-
puesta considerando, dentro de la línea que seguíamos en el c¡r cido y lo que pueda haber más allá.
pítulo 3, que cada parte del universo es una especie de analogln
con el todo, y está por tanto relacionada estructuralmente con
el todo. De esta manera, podría existir una especie de sutil re¡ El orden generativo en la sociedad
puesta perceptiva frente al entorno que, en circunstancias a<lc
cuadas, daría lugar a nuevos tipos de información activa. Estr¡ Este tratamiento del orden generativo en la física, la cosmo-
prepararía a los organismos para entrar en un estado de logía, la vida y la evolución puede aplicarse también a las socie-
"jue¡qu
libre> en el que serían propuestas nuevas estructuras globaler, tlades humanas, campo en el que ya se ha hecho alusión a ideas
estructuras que tendrían alguna <proporción> o <<ratio> arnro ¡rarecidas. Por ejemplo, Arnold Toynbee propuso que las nue-
niosa con el entorno. Podría incluso haber un circuito cerrarlo, vas civilizaciones se originan a partir de una nueva oleada crea-
semejante al del juego de ordenador, en el que esta infornra
ción activa sería capaz de alimentarse de nuevo en la <<percc¡r
ción>. Todo este proceso tendría lugar en el contexto de unn 2. Las ideas de Waddington y de otros pueden encontrarse en el in-
lirrme en tres volúmenes del interesantísimo simposio de Bellagio, Ita-
selección natural, que actuaría como <<prueba> de estos <pru lia: C. H. Waddington, ed., Towards a Theoretical Biology, Edinburgh
yectos>>. t Iniversity Press, Chicago, 19ó9. Para las ideas de Sheldrake, véase Ru-
Hay una serie de biólogos, como C. H. Waddington, Ste ¡rcrt Sheldrak e, A New Science of Life,Tarcher, Los Ángeles, 1982.

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_ .'.i.
Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencin

tiva, que quizá se exprese más fuertemente en ciertos indivi- tante fluida y móvil, dentro de ciertos límites, de modo que no
duos.3 Tras esta oleada, estas civilizaciones llegan a florecer, sc existía una organización elaborada que pudiera venirse abajo
mantienen durante un tiempo y en algún momento decaen. Sc fácilmente. Además, la creatividad estaba siempre presente en
ha generalizado la idea de que la civilización occidental siguc la vida diaria, al menos en la relación con la naturaleza. De esta
este mismo ciclo. Puede considerarse el renacimiento, en el que manera, esta sociedad fue capaz de afrontar, uno tras otro, los
se asientan las raíces de nuestra civilización actual, como la olea. sencillos retos que hubo de plantearse a lo largo de miles de
da creativa, inspirada en parte por el ejemplo de la oleada crea. años. Con la llegada de los europeos fue precisamente la sim-
tiva de los antiguos griegos. Pero ya en el siglo xvIII, Diderot, plicidad de esta sociedad lo que constituyó un serio límite, en el
concretamente en El sobrino de Rameau, veía un decaimiento sentido de que le faltaba el grado de sutileza y complejidad ne-
de este impulso; más tarde, escritores como Nietzsche y Spelr. cesarios para enfrentarse a ese reto. Frente a esto, la sociedad
gler hablaron directamente de la muerte de Dios y la decadelr china fue lo suficientemente hábil para absorber a los invasores
cia de Occidente. En la actualidad, el tema de la decadencia h¡r y hacerlos chinos.
pasado a primera línea, no sólo en la literatura y en el teatr¡r, La mera noción de la supervivencia es demasiado simple
sino también en buena parte de las artes visuales, al menos dc para discutir la evolución de las sociedades; mucho más signifi-
manera implícita. Se concluye que el orden generativo de ll¡ cativo es la capacidad de dar respuestas dinámicas y creativas a
sociedades tiene básicamente dos caras, la del crecimiento y la cualquier tipo de cambio que pueda surgir. Una sociedad que
de la caída. ya ha traspasado su primera oleada creativa se aferra a los ór-
La sociedad más estable de las que se conocen es la de kr¡ denes habituales contenidos en las costumbres, los tabúes, las
aborígenes australianos: los antropólogos calculan que, en su leyes y reglas, mantenidos todos en una infraestructura incons-
forma actual, ha durado aproximadamente unos 30.000 añor ciente. Estos órdenes son fijos y limitados, y, por tanto, están
La antigua civilización egipcia se mantuvo durante varios milrq destinados a resultar, en cierto momento, inadecuados frente a
de años, pero con algunos altibajos. A grandes rasgos, a las sr¡ la naturaleza de la realidad, siempre cambiante. Los cambios
ciedades china e india les pasó lo mismo. Las sociedades dc h¡s pueden venir impulsados por acontecimientos ambientales,
antiguos griegos y romanos duraron mucho menos. La sout como la pérdida de la cosecha o el fracaso en la caza, o por la
dad moderna ha tenido hasta ahora una existencia relativanre lr presión de grupos externos. Pero generalmente, y en mayor
te corta, y las predicciones más generalizadas no dicen que medida según va creciendo la complejidad de la estructura so-
vaya a durar mucho más. cial, lo más significativo son las actividades de la sociedad mis-
Es cierto que la inestabilidad de las sociedades se debe cn ma. Estas pueden llevar a la decadencia, de manera más o me-
parte a invasiones externas, pero la historia ha mostrado qur srl rros independiente de las instituciones, la voluntad y los anhe-
causante principal puede encontrarse normalmente en los cr¡tr los de la gente que constituye esa sociedad.
flictos y las rupturas internas. La sociedad aborigen australi¿ur¡r Si pensamos en la totalidad de la naturaleza, los órdenes de
no parece haber tenido conflictos lo suficientemente suirrq crecimiento y decadencia están inseparablemente entrelaza-
como para causar la decadencia interna. Esa sociedad no et¡r rlos, como dos caras de un único proceso generativo global. Por
sólo relativamente simple, sino que tenía una estructura ha¡ ciemplo, en el caso de las plantas el crecimiento y la caída dan
lugar al suelo, del que pueden surgir otras plantas. De hecho,
3. Arnold Toynbee, A Study of History, Oxford University l¡rere la vida no podúa continuar si no se produjera la muerte de los
Nueva York, 1947. organismos individuales. También suele pensarse que quizá sea

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Ciencia, orden y creatividad El orden generativo enlaciencia

natural que las sociedades participen en este ciclo, de modo gía creativa que debió de haber caracterizado a la totalidad de
que la decadencia final de una sociedad parece inevitable. En la sociedad. Esta energía desembocó en un florecimiento no
los primeros tiempos, en la Edad de Piedra, por ejemplo, este sólo del arte, sino también de la filosofía, las matemáticas, el
ciclo era, en cierto sentido, una posibilidad viable para toda la teatro, la poesía y al desarrollo de la democtacia. Pero, tras un
humanidad. Podía producirse la decadencia en una parte del tiempo relativamente corto, todo esto empezó a decaer, debi-
mundo, mientras que en otros lugares se producía crecimiento do en parte a disensiones internas. Puede verse este proceso de
o florecimiento. Además, la decadencia de una sociedad po- pérdida de contacto con la oleada creativa en el arte, cuando
día proporcionar una especie de suelo fértil para el nacimien- las obras de arte se hacen cadavez más elaboradas y en cierto
to de una nueva. Así, puede decirse que todo este ciclo favo- momento dejan de expresar la energía vital originaria.
rece de alguna manera la creatividad. En el renacimiento tuvo lugar la aparición de un espfritu
Esta argumentación puede aceptarse por lo que se refiere al completamente nuevo, al que podría denominarse <<nuevo or-
pasado, pero debería estar claro que precisamente las fuerzas den secular>. En el orden anterior, el orden eterno, el valor
liberadas por el desarrollo de las sociedades modernas haccn más alto era aquello que nunca cambiaba. Sin embargo, en el
que los procesos de este tipo ya no resulten válidos. Hoy la hu- renacimiento el valor más importante se concedió precisamen-
manidad no se enfrenta ya al ciclo continuo de la civilización, te a la manera en que las cosas cambiaban y al poder para c¿rm-
sino a una aniquilación a escala mundial, que podrla inclusu biarlas. Por ejemplo, lo más interesante para Galileo fueron las
destruir el orden de la naturaleza del que depende toda la vidl. transformaciones de la naturaleza. Francis Bacon fue todavía
Si el ciclo del nacimiento y la caída continúa, sólo una personrr más lejos con esta idea, abriendo la posibilidad de que la huma-
muy optimista diría que la raza humana sobrevivirá todavía nidad pudiera dominar la naturaleza, pafa el bien común, me-
1..000 años, lo que después de todo no es más que un pequeño diante la comprensión de esas transformaciones. En el campo
período de la historia humana, y mucho menos de la evolucidur de la esculturi, Miguel Ángel exploraba las transformaciones
del hombre. dinámicas de la forma humana que podían contenerse en un
El reto al que hoy se enfrenta la humanidad es único, puer, bloque de mármol, y Leonardo se preocupaba por la energía,
to que jamás se ha producido con anterioridad. Evidentemerr el cambio y la expresión general de la potencia en la naturale-
te, se necesita una nueva oleada creativa para hacerle frenle, ¿a. Por toda la cultura se extendía una oleada de vigor conta-
que ha de incluir no sólo una manera nueva de hacer ciencie, gioso. Esto descargó la energía necesaria para la aparición de
sino también un nuevo acercamiento a la sociedad, e inclu¡u una vasta oleada de nueva actividad creativa. Evidentemente,
más, un nuevo tipo de conocimiento. una nueva visión había penetrado en el orden generativo de la
El considerar el fondo histórico de este estado de cosas ¡rr sociedad europea.
dría resulta¡ útil para comprender qué se necesita para con¡e Si todas las sociedades han comenzado a partir de una per-
guir una transformación de este tipo. Arnold Toynbee afinrrn cepción creativa en el orden generativo, ¿cómo se inicia enton-
que el origen de la sociedad de la antigua Grecia descansl rul ccs la decadencia de aquellas que han alcanzado un nivel de
un impulso creativo que surgió de la respuesta dada a nlgrtrr urmplejidad considerable? Una posible razón sería que, a me-
tipo de reto al que hubo de hacer frente en los primeros licrrr rlida que se van acumulando conocimiento y estructuras institu-
pos. Debido a la distancia temporal, es difícil hacer un an¡lllrl¡ cionales, tienden a ser cada vez más rígidas. Llega a parecer
detallado de esa respuesta. Con todo, en el vigor de las fnsc¡ r¡ue el orden global de la sociedad, así como la seguridad de
más tempranas del arte griego vemos ya el reflejo de una e rrer cada individuo, se verían en peligro en el caso de que tales es-

230 23L
Ciencia, orden y creatividad EI orden generativo en la ciencia

tructuras se cuestionaran seriamente o se cambiaran. Para man- un mero decaimiento, al que podría considerársele como la
tener las cosas tal como están, la cultura se ve forzada a reac- cara opuesta del proceso de crecimiento natural dentro del or-
cionar de maneras básicamente erróneas, como por ejemplo, la den generativo de la sociedad. La rigidez del o¡den generativo
fragmentación. En el capítulo 1 mostrábamos cómo, al pasar constituye más bien un bloqueo, generalizado y de largo al-
por alto las conexiones de cada cosa con la totalidad de su con- cance, del juego libre de la mente, lo que ayuda a su vez a la
texto, se crea la ilusión de que las ideas, estructuras e institu- expansión del juego sucio e impide que la creatividad pueda en-
ciones más apreciadas pueden continuar sin cambios de manc- frentarse de manera adecuada a esta situación. De hecho, la so-
ra indefinida. Esta fragmentación es parte de un proceso más ciedad, lo mismo que el individuo, deja de ser creativa en su or-
amplio, en el que la sociedad y la cultura.<se defienden>> del co. den generativo básico, destruyéndose a sí misma y todo lo que
nocimiento de los hechos que exigen realmente un cambio. toca. Así, tanto en lo que se refiere al ser humano como a la so-
Así, y como ya señalábamos en el capítulo 1, la mente queclrr ciedad, la distinción básica que ha de establecerse en el orden
atrapada en un <juego sucio>> que da lugar a la ilusión y el engir generativo no es entre crecimiento y caída, sino entre creativi-
ño. Esto lleva a la sociedad a comprometerse en confabulacio dad y destructividad.
nes con el fin de defender las ilusiones y los engaños. A esta ac Verse envueltas en los falsos procesos de un orden generati-
titud podía llamársela también <<mala fe>. vo destructivo ha sido el destino último de todas las civilizacio-
Queda claro que este proceso es una ruptura en el orden gc nes conocidas. Pero ¿es esto inevitable? Si esto es así, las pers-
nerativo básico de la sociedad. Los que logren verlo pedirán utr pectivas delataza humana resultan espantosas. Porque en la
cambio fundamental y revolucionario. Sin embargo, esto no actualidad los medios de destrucción son globales y casi totales,
provoca más que miedo y odio, ya que mucha gente cree que lrr y no hay parte del mundo que pueda aislarse del resto.
sociedad no puede funcionar de ninguna otra manera y, por ¿Es necesario que ocurra este cataclismo de la humanidad?
una serie de razones, no desea el cambio. Incluso en los casos ¿Puede ser evitado, mediante un enfoque creativo sobre todas
en los que es posible que el cambio tenga lugar, está limitatftr las áreas de la vida? Lo que se necesita no es sólo una nueva
por los factores que descansan tras el decaimiento originario crr oleada creativa, sino un nuevo orden de oleada creativa, un or-
den que sea extensivo a la ciencia, la cultura, la organización
el orden generativo. La gente se está desilusionando ahora ¡ror
el fracaso, último y profundo, en su esfuerzo por cambiar. l,cri
invade la desesperanza o mantienen esperanzas falsas, basatl¡rs
social y el conocimiento. Para tratar este asunto debidamente
tenemos primero que entrar en la naturaleza del conocimiento,
rl
esencialmente en fantasías, Esto significa un paso adelanlc ya que contiene la clave tanto de la creatividad como de los fac-
para el fracaso del orden generativo, en el que quienes tienor tores que la dificultan.
la autoridad en sus manos intentan establecer un control c¡uln
vez más rígido, para prevenir futuros deterioros. Pero, en úllr
mo término, es la rigidez la fuente misma de este deterioro, tlr' El conocimiento y Ia materia
modo que, alalarga, las cosas resultan todavía peor. De hr
cho, todo este proceso de derrumbamiento se mantiene y ct Existen gran cantidad de pruebas de que el conocimiento es
tiende de manera constante, ya que todos los remedios quc $f inseparable de los procesos materiales del cerebro y el sistema
proponen no son en realidad más que formas diferentes dc lu nervioso, e incluso de todo el cuerpo. El pensamiento, el senti-
misma enfermedad que intentan curar. rniento y la intención pueden cambiar de manera radical la dis-
El fracaso del orden generativo de la sociedad es más t¡tr' tribución del flujo de sangre y distintas sustancias químicas en

232 233
tl

l
Ciencia, orden y creatividad El orden generaüvo en la ciencia

el cerebro. De la misma manera, los cambios producidos en la miento, en todos sus estadios, como el entretejido de estas dos
quÍmica del cerebro pueden modificar estados mentales glo- caras. Es posible asl ir más allá de los enfoques usuales, en los
bales. En términos generales, la información abstracta sobre que mente y materia son dos corrientes separadas pero interre-
el significado de una circunstancia externa, como por ejemplo lacionadas, o en los que se conside¡a que el conocimiento es un
la presencia de algún peligro, puede afectar a hormonas como mero proceso material.
la adrenalina. De esta manera, el cerebro y el cuerpo cambian Esta manera de ver la naturaleza de la realidad puede ex-
a su vez el pensamiento, las sensaciones y la intención. tenderse a la vida en general, e incluso a lo que suele llamarse
En torno a todo esto, suele aceptarse la idea de que, en últi- materia inanimada. Laruíz de lo que se manifiesta en estas for-
mo término, todas las funciones mentales pueden reducirse a mas descansa en el fondo de los órdenes generativo e implicado
procesos físicos y químicos. Así, los neurocientíficos sostienen de la totalidad de la materia, la vida y la mente. En este senti-
que <<el conocimiento es un epifenómeno del cerebro>. El pun- do, incluso la materia inanimada debe de tener algún tipo de
to de vista opuesto es que el conocimiento es un puro espíritu aspecto mental. De hecho, se ha mostrado ya cómo el primer
incorpóreo que mantiene algún tipo de interacción con la ma- orden impücado de la mecánica cuántica está organizado por la
teria. información del segundo o superimplicado. Así, para el primer
En vez de lanzarnos a discutir las ventajas e inconvenientcs orden implicado, esta información podría ser considerada como
de estas posiciones, ofreceremos un punto de vista alternativo. un lado mental, más sutil. De la misma manera, para el segun- ,[
I
Se basa en la idea de que Ia realidad es algo inagotable, y que do orden implicado el tercero es un lado mental, más sutil, y así
cualquier cosa que digamos, es algo más y también algo difc sucesivamente. Desde luego, esto no significa que pueda atri-
rente. Por ejemplo, si afirmamos que el conocimiento es un buirse un <<conocimiento>> a los electrones o a otras <<partícu- I
proceso material, esto podría ser hasta cierto punto bastante las>. Esto surge sólo en niveles mucho más complejos de orden
acertado. Pero es también algo más. Tiene su fundamento en lrr generativo.
profundidad infinita de los órdenes implicado y generativo, cx Con todo, lo fundamental es que no existe un corte brusco
tendiéndose desde lo relativamente manifiesto hacia sutilezu¡ entre el conocimiento, la vida y la materia, sea animada o ina-
siempre mayores. nimada. Claro que el pensamiento puede analizarlas por sepa-
La palabra sutil quiere decir esquivo, raro, delicado, intan rado, como categorías con cierto grado de independencia mu-
gible, y en último término indefinible. A primera vista, esto prr tua. Esto posibilita el estudiar cada una de ellas, hasta cierto
rece indicar que el conocimiento es una forma de espíritu incot punto, en su propio campo. Pero, de manera más general, pue-
póreo. Sin embargo, a la vista de las pruebas neurofisiológictrr de considerarse que cada uno de los estadios de conocimiento
que hemos citado más arriba, que desde luego se han consegrri que hemos descrito más arriba descansa en algún lugar de la
do en época relativamente reciente, parece razonable llegar n <corriente> del orden generativo. A medida que nos vamos
la conclusión de que el conocimiento siempre tiene un aspeclo acercando a su origen se hace más importante el sutil lado men-
material que, en principio, puede ser estudiado científicame rr tal, mientras que al ir <<corriente abajo>>, se hace más evidente
te. Pero, por muy lejos que vaya la ciencia, en estas tentativ¡r¡ cl lado físico.
se verá que hay siempre más, y que la totalidad escapa al cotr
trol de la ciencia. Este lado escurridizo, que sin embargo siclrr
pre se halla presente de alguna manera, es a lo que suele lla
marse aspecto mental. Por tanto, puede entenderse el conrrt

234 235
Cienci.a, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

Concíenciay atención relacionar las caras mental y material de los distintos estadios
del conocimiento.
Si el conocimiento tiene siempre, en todos sus estadios, un Evidentemente, es posible tener conocimiento, es decir,
lado mental, más sutil, y otro material, manifiesto, es natural <<saben>, sin ser consciente de ello. Por ejemplo, la mayoría de
que surja la siguiente pregunta: ¿cómo se relacionan estos dos nuestras reacciones habituales y automáticas implican una can-
lados? Defendemos aquí que esta relación viene dada, en pri- tidad de conocimiento considerable, en el que no sólo se inclu- I

mer lugar, por la conciencia y la atención. ye un conocimiento abstracto sino también concreto, en forma
Para comprender lo que entendemos por conciencia, empe- de habilidades necesarias para arreglárselas con las situaciones
zaremos por echar una ojeada ala raíz de la palabra conoci' cotidianas. Aun así, el individuo que reacciona es pocas veces
miento, que nos dice que, en latín, conocimiento era..lo sabido consciente de lo que está haciendo. Es decir, hay poca sensibili- I

en total>. Originariamente significaba <lo que todo el mundo dad frente a la mayoría de las diferencias, semejanzas y relacio-
sabe en total>>, y hacía, por tanto, referencia a algo esencial- nes que podrían originar respuestas nuevas. En lugar de esto,
mente social y cultural. Sin embargo, hoy se refiere normalmen' el individuo opera partiendo de predisposiciones físicas y men-
te a <<lo que el individuo sabe en total>>, es decir, el estado glo' tales prácticamente <<inconscientes>>.
bal de <saben> del individuo. Este cambio de significado acom- Cuando se habla de conocimiento consciente se indica con
paña al cambio en el orden de la sociedad, en el que el indivi- ello que este conocimiento está inundado, en mayor o menor :

duo ha pasado a tener una importancia siempre creciente' grado, por una sensibilidad frente a los procesos inmediatos del
Pasemos ahora a distinguir entre conocimiento y concien entorno, el cuerpo y la mente. i
I

cia. A veces se usan estos términos intercambiándolos, penr Buena parte del conocimiento no es nonnalmente accesible i

en realidad tienen connotaciones muy diferentes. Conscien a la conciencia, y tampoco hay razón para que lo sea, incluyen-
cia significa <cuidado> o <<atención>. El término conciencitt do las distintas formas de conocimiento existentes en la estruc-
sensible nos hace evocar la imagen de una Persona extremtl tura del cerebro y el cuerpo: por ejemplo, la actividad del siste-
damente atenta o perceptiva, y dispuesta por tanto a respotl ma nervioso autónomo, los procesos de control del movimien-
der a sutiles impresiones de todo tipo. Esta atención puetlc to, y muchas otras funciones, como la liberación de hormonas o
estar motivada, por ejemplo, por la presencia de peligro. Silt de sustancias neuroquímicas. Hay también áreas que se hallan
embargo, esta sensibilidad no está relacionada en principio más cercanas a la conciencia, como el conocimiento tácito, por
con un conocimiento ya organizado. Responde más bien a tli ejemplo el implicado en andar en bicicleta, al que se refiere el
ferencias, semejanzas y relaciones sutiles en las impresioncr filósofo Polani. Tenemos además en el orden generativo la ac-
provenientes de los órganos sensoriales, los movimientos mtl¡ ción de la que surge la creatividad.
culares, las reacciones, los sentimientos y los pensamientor, Estas áreas no suelen ser accesibles al conocimiento, y pue-
así como en todo tipo de (ratios>>, tanto materiales conlr¡ de considerarse que se hallan en varios tipos de órdenes impli-
mentales. Esta sensibilidad es la fuente de toda la inforntr¡ cados. Sin embargo, es posible, por ejemplo al escuchar músi-
ción que más tarde puede dar lugar a la percepción y lrr ca, llegar a ser conscientes de manera directa de algunos de
aprehensión de formas, órdenes, estructuras y en genctal cstos órdenes implicados. De hecho, parecería que no hay una
todo lo que tiene significado en el conocimiento. Está ct¡l¡q Irontera clara entre los tipos de contenido que puede alcanzar
tantemente traspasando cualquier contexto dado a un nivel cl conocimiento y los que no. Uno puede ser sensible a la ma-
todavía más sutil, y juega por tanto un papel fundament¡tl etl nera en que los músculos se hallan afectados por impulsos para

236 237
Ciencia, orden y creatividnd
El orden generaüvo en Ia ciencia,
actuar, y ser así de arguna manera consciente
der conocimiento global, que incluye no sólo el conocimiento, sino también lo
tácito implicado, por ejemplo, en andar
en bicicleta. Sin em_ que se revela en la respuesta sensible de la conciencia. Así, la
Dargo' aunque er límite de Ia conciencia
puede .ou"rr", mente es capaz de .<abarcar>> este contenido y aprehenderlo
nocimiento consciente es sólo r'rrr" p"q,r"áa "l "o-
parte d"l como un todo, en un nivel más elevado y más sutil. Es éste el
tal del conocimiento. ";;;;;_ comienzo de la atención en la mente, que puede avanzar, si es
Otra parte del conocimiento del que somos
poco conscien_ necesario, hacia niveles siempre más sutiles. Este movimiento,
tes es la infraestructura tácita de las ideas,
ae ta que yil;-_* así como la sensibilidad de la conciencia, está aportando conti-
hablado a lo largo del libro. cuando esta
estructura funciona nuamente contenidos, en el lado más físico, al sutil lado .<men-
de manera adecuada, nos-resulta útil, ya
que nos pone el cono_ tal> (que se halla más cercano al origen del orden generativo).
purrta.de los dedos>. ísi, nu"stra
i,t#:::._^"T^la mente queda Sin embargor / cofilo ocurre con la conciencia, la rigidez de
ocuparse de otras cosas que requieren
1?1".pur. uo la infraestructura tácita del conocimiento interfiere con el tipo
mlento consciente. Sin embargo, "ono"i_
ocurre en la ciencia,
esta infraestructu¡a puede volierse"o_o de movimiento libre de la mente, necesario para una atención
tan rígida oil i_pá;;; adecuada. En relación con esto, es importante recordar que
percepción adecuada. En ese caso, los
predisponen en favor de cualquier
*iu-i.".. _" cada objeto y cada aspecto del contenido del conocimiento han
"iéntífito,
qu" ru*;;;;;;;"ril:
nes agradables de armonía yieguridad. "o." De la misma de ser <<examinados>' de una manera que les resulte apropiada.
reaccionan a las sensaciorreide
m;;;;;, Los presupuestos rígidos sobre la naturaleza de estos objetos o
tos prejuicios pennanentes en
ierturbación, idg;;;il.;;: aspectos llevan a un examen erróneo o limitado, y a la incapa- rl
ü sensibilidua oo ,ñrr"oi"puti cidad para observar correctamente en contextos que no nos Il
una percepción, o
!!.t_*l
p9:ry d€crrse que es un tipo de
"on"i"""iu,ldecuadas. Más bien resultan familiares. Si combinamos esto con inclinaciones per- l{

inconsciencia, en el que lu,"u.-


ción de la mente está inhibida ., or"u.."iáu manentes en la sensibilidad y con toda una serie de tácticas de lir
'l
en ciertas direccio- distracción, resultará que este hábito mental produce sacudidas
nes, mientras que se exagera en otras.
De esta manera, la men- repentinas, saltos de entusiasmo o pensamientos interesantes
atrapada en un juego sucio con la sensibitid"¿
::^T::"
clencla.
y f"
"""_
pero irrelevantes. Estos pensamientos captan la atención y la
Al hablar de la conciencia ha de introducirse la mantienen en un área que no se considera demasiado molesta. lr

cuestión de De esta manera, la mente sólo es capaz de aprehender un con- ;l


la atención, fuertemente relacionada con il
aquélla. De hecho, tenido restringido, determinado en gran parte por la infraes-
las dos palabras pueden intercamUiarr"
t ñ;;;: tructura tácita del conocimiento, ya que cualquiera que sea el
pero sus connotaciones muestran una ".tu "i"il
importante düerencia. contenido que se encuentre fuera de este campo de atención,
Asi, la palabra atunción significa titeratmáirte <<extender
rada hacia algo>. Esto implica u"" u"tiuiáu'
la mi será pasado por alto. Toda esta respuesta implica, por consi-
interior, o""".uri,, guiente, el verse atrapado en unjuego sucio con la atención, lo
para aferrar mentarmente er objeto
de interés. se rru ¿e*ásir.- t¡ue puede conside¡arse como una especie de desatención.
do incluso fisicamente que debl existir-atg,in
tipo de;;;;;;;, Desde luego que, tanto con la atención como con la cons-
que opere, por ejemplo, en el esquema
de-un o¡ó escuOrinant", ciencia, a menudo resulta necesario centrarse durante cierto
que varía según el concepto que ienga
cada persona del objctn tiempo en un contexto determinado. Por ejemplo, si una perso-
al que está mirando. Si ei OZ perüpciOn no fuera arte na se propone llevar adelante cierta tarea, es importante que se
cuado, la visión del objeto"rqü"-u
nó sería Sopongamo, t,uu r:oncentre en el orden adecuado necesario pararealizarla. Pero
"orr""i". en su contenirlr
bién que la mente es cap¿rz de .,escudri¡ar>
si la mente se aferra a este orden de manera extremadamente
238
239 l

lr

l
Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

rígida no habrá posibilidad de que surjan nuevas percepciones tación creativa de temas y movimientos se desenvuelve y en-
creativas. Para que florezca la creatividad, la conciencia sensi- vuelve en una orquestación semejante de sutiles sentimientos e
ble ha de disponer de cierta movilidad, de modo que la atención impulsos activos.
pueda desenvolverse de manera libre y pueda ser así relevante Todo esto no hace más que resaltar la universalidad de la
en el momento preciso. Evidentemente, el libre movimiento de inteligencia creativa, que tiene esencialmente el mismo origen
la conciencia y la atención no tiene restricciones inherentes, y en todas las áreas de la vida. Sin embargo, no es correcto pen-
se halla limitado solamente por las necesidades del momento y sar que la experiencia es algo que existe por sí misma, modifi-
por los rasgos permanentemente rígidos de la infraestructura cada de vez en cuando por las percepciones, los pensamientos y
del conocimiento. Este movimiento libre de la conciencia y la las acciones que surgen de una inteligencia creativa. Digamos
atención se halla estrechamente relacionado con el libre juego más bien que cualquier aspecto de esta experiencia, sea físico o
del pensamiento, del que ya hablamos en capítulos anteriores. mental, emocional o intelectual, puede resultar profundamen-
De hecho, la creatividad necesita de ambas formas de libertad, te afectado por la inteligencia creativa, allí donde ésta tenga la
que en esencia no son más que una. capacidad de actuar. En efecto, mediante ella todo puede
adoptar un significado nuevo.
La inteligencia no es sólo indefinible en su origen, en el fon-
La inteligencía creativ a do del orden generativo, sino que es también un todo intrínseco. I'

Para ciertos propósitos limitados podría realizarse una abstrac- tJ


La conciencia y la atención producen un movimiento dc ción a partir de la respuesta total de la inteligencia, y tratarla
I
contenidos desde los niveles físicos más manifiestos hacia los como si fuera una parte de la vida que tiene una fuente defini- ili

niveles, más sutiles, del orden generativo. Como respuesta sur- ble. Pero, en principio, y debido a la extrema sutileza y a la om- li

ge un movimiento en la dirección contraria, un envolvimient<l nipresencia de la acción de la inteligencia, abstracciones de este


áe la acción creativa de la inteligencia. Éste se origina, en últi tipo tienen una validez limitada, ya que la inteligencia no pue-
mo término, en el fondo del orden generativo. de separarse del todo ni adscribirse a una estructura u orden t'

En capítulos anteriores mostrábamos cómo, en el libre jue determinados. Así, por muy lejos que se vaya en la investigp- I

go del pensamiento, la inteligencia creativa responde a opost ción del orden generativo en el pensamiento, siempre habrá un
ciones y contradicciones con nuevas propuestas. Estas sott horizonte ilimitado detrás, demasiado sutil para poderlo ver en
puestas a prueba en pensamiento y acción posteriores. Tanr el nivel en el que esta investigación se detuvo. Es incluso pro-'
bién se produce una respuesta similar en el área de la perccp bable que la noción de orden generativo no sirva para llegar al
ción sensitiva. Cuando aparece algo nuevo, que no encaja en lo origen último de la inteligencia, que será siempre más de lo que
ya conocido, la inteligencia creativa es capaz de adelantar nue podamos decir, y diferente de ello. Esto significa también que
vos órdenes y estructuras sensoriales, que toman forma en pe t la inteligencia no puede ser entendida como algo que ha evolu-
cepciones nuevas. Estas se ponen a prueba en ciclos de percc¡r cionado en el orden del tiempo. Para tratar de manera adecua-
ción-acción como los descritos en los capítulos L y 2. Este ti¡rr da el tema del origen de la inteligencia es más bien necesario
de respuesta perceptiva a la inteligencia creativa puede sci, hacer pasar a primer plano el orden atemporal, mientras que el
además, estética, cinestésica y emocional. En principio, puctle tiempo jugará un papel relativamente secundario para describir
tener lugar en cualquier área de la vida, pero resulta especial la manifestación de la inteligencia.
mente evidente en la música y la danza, en las que una orqueq En relación con esto, buena parte de lo que suele denomi-

240 241
Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

narse inteligencia debería ser llamado intelecto (se señalaba asl xión semejante, aunque mucho más extensa y omnipresente,
en el capítulo 3), lo que comprende un conocimiento relativa- entre las distintas estructuras y procesos envueltos en la opera-
mente fijo y varios tipos de habilidades. El intelecto se basa ción del pensamiento, el sentimiento y la voluntad. La activi-
principalmente en la infraestructura básica del conocimiento, y dad de cada célula nerviosa está conectada de manera directa a
funciona de manera poco consciente. Es como un sencillo pro- miles de otros nervios, mediante eslabones sinápticos en los
grama de ordenador, aunque va más lejos de lo que en la actua- que se hallan implicadas varias sustancias neuroquímicas. Así
lidad pueda llevar a cabo cualquier ordenador. pues, el número de interconexiones en una red neural es astro-
Se debe resaltar, además, que el intelecto, la emoción y la nómico. A su vez, la fuerza de cada interconexión se ve influida
voluntad no pueden separarse, a no ser en el pensamiento, por las sustancias neuroquímicas, como los neurotransmisores,
para el análisis. Por ejemplo, las categoías del intelecto pue- así como por la actividad eléctrica de la red. El sistema tiene tal
den tener un profundo impacto emocional. Palabras que expre- complejidad y sutileza operativa de los distintos procesos, que
san totalidad, como todo, siempre, para siempre, nunca y sólo resulta prácticamente imposible de analizar, ya que cada uno
son ingredientes clave de muchas conocidas canciones, que las de los impulsos nerviosos se cruza con una amplia gama de
entretejen en un contexto, con la intención de provocar todo reacciones químicas y eléctricas, unas locales y otras globales, l

tipo de sentimientos. También los demagogos utilizan este tipo unas generales y otras de naturaleza muy específica. Una visión l

de palabras, y el resultado es eficaz. Aun así, todas estas pala- extremadamente reduccionista diría que los impulsos nerviosos tt
bras se encuentran en realidad en la parte más intelectual del son <<datos de procesamiento>> referidos al movimiento, los sen-
lenguaje. Y, al revés, las emociones fuertes afectan de manera tidos y el intelecto, mientras que el baño neuroquímico se acer- l
radical el curso del pensamiento; de hecho, pensamos muy caría más a la experiencia de una respuesta emocional" Pero
I

poco cuando se levanta en nosotros cierta excitación emocio- viendo la tremenda complejidaódel cerebro, este tipo de ima- til

nal. Por lo que se refiere a la voluntad, no hay que señalar que gen es una simplificación demasiado tosca. La investigación en
depende radicalmente del contenido del pensamiento, sin el la neuroquímica y la naturaleza de las redes nerviosas indica
cual no tendría la determinación necesana. Este contenido de- más bien que en este nivel no puede haber una separación fun-
pende a su vez de conceptos intelectuales, como la necesidad, damental entre pensamiento, sentimiento y voluntad.
ü

cuyaruíz es ne-cedo, que significa <<no ceder>. Por tanto, la ne- El sutil lado mental de estos procesos nos da todavía mayo- I

cesidad resulta ser la disposición a no ser desviado, lo que es, res pruebas de que no hay razónpararealizar este tipo de sepa-
ciertamente, una característica esencial de la voluntad. En se- ración. En efecto, es posible sentir de manera directa una cone-
guida se hace imposible determinar dónde comienza la volun- xión íntima entre el pensamiento, el sentimiento y la voluntad,
tad y dónde termina el intelecto. mostrando que no existe un límite en el que uno de ellos acabe
La naturaleza inseparable de la emoción, el intelecto y ln y el otro comience. Además, la inteligencia creativa puede
voluntad va acorde con lo que se sabe de la estructura generul afectar de manera profunda todo el significado de estas funcio-
del cerebro. Por ejemplo, hay un haz de nervios que conectn nes, así como la manera en la que actúan en los niveles físicos y
los lóbulos frontales, que tienen una función intelectual, con ln químicos. De hecho, ya se ha sugerido larazón de que buena
base del cerebro, parte asociada a las emociones y desde la cunl parte de este contenido no pueda entenderse según las leyes ac-
salen sustancias qulmicas que bañan el organismo y afectarr tuales de la física y la química, y requiera por tanto un nivel de
profundamente todas sus partes. Investigaciones recientes no¡ explicación que vaya más allá del orden superimplicado.
proporcionan todavía más pruebas que revelan una intercone En última instancia, el origen de todo esto descansa en la

242 243
Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

inteligencia creativa, que se halla siempre por encima de todo denomina inteligencia artificial, un campo asociado a varios
lo que pueda ser discutido en el lado ffsico manifiesto. Esta in- enfoques diferentes, algunos de los cuales son bastante sutiles.
teligencia es universal y actúa en todas las áreas de Ia operación Por ejemplo, el campo de la psicología cognitiva incluye el es-
mental. tudio de la percepción, el lenguaje, la resolución de problemas
En los niveles más profundos de esta inteligencia no puede y la formación de conceptos. Otros campos de investigación se
existir separación entre el conocimiento, el sentimiento y la vo- combinan con las neurociencias, sobre todo en las áreas de la
luntad. Así, una de las maneras en que se manifiesta la inteli- visión y el control motor. También hay científicos que se es-
gencia es la organizaciÓn de categorías, órdenes y estructuras fuerzan por desarrollar ordenadores mucho más sofisticados
del intelecto en maneras nuevas. Podría ser orquestar los senti- que los que utilizamos en la actualidad. Por ejemplo, existen
mientos en un movimiento siempre cambiante, como el que se ordenadores, sistemas análogos y lenguajes de ordenador que
siente en la música. Este movimiento tendría mayor alcancc se las arreglan directamente con conceptos, y son capaces de ri

que el tipo de sucesión de esquemas fijos de sentimientos que considerar sus propios métodos y objetivos.a Este tipo de inves-
puede verse en formas bien definidas, como dolor, placer, te- tigación es muy valiosa, pero en su mayor parte parece estar
mor, ira, deseo y odio. El movimiento orquestado de sentimien- basada en postulados de naturaleza reduccionista. Uno de ellos
tos podría estar incluido en las significaciones más profundas dc es que todos los procesos cognitivos pueden salir al final a la
I

palabras como amor, belleza, vitalidad y otras semejantes. Pero luz, mediante experimentos lo suficientemente sutiles y a partir ,l
li
como estos sentimientos surgen de la totalidad del orden genc- de lo inferido por estas investigaciones. Otra presuposición, ,t

rativo, es evidente que han de tener significados que no vienel¡ quizá más importante, es que llegará el momento en que los I
expresados de manera adecuada por lo que suele entendersc científicos alcanzarán el final de su análisis cognitivo, o, en caso l

con esas palabras. contrario, lo que pueda haber más allá no será especialmente
Sin embargo, en el conocimiento diario la mente está absor significativo.
ta por la inf¡aestructura tácita de ideas y disposiciones pant Ya se habrá visto que estos presupuestos, en los que sólo se
sentir y actuar, que operan de manera casi totalmente mecáni basan los procesos cognitivos del intelecto, no están acordes
ca. Podría decirse, al menos en sentido metafórico, que esta 8c con el enfoque tomado en este libro. Y es que esto no capta la
tividad mental está <programada>. Pero ha de quedarclaro qur esencia de la totalidad del orden generativo de la mente. Es
estos programas, que son tanto útiles como necesarios, son li probable que se pueda simular un número ilimitado de aspec-
mitados, ya que en principio hay siempre disponible algo más y tos del intelecto, lo que después de todo no es más que una cris-
algo diferente, la inteligencia creativa. talización relativamente mecánica de la inteligencia. En este
sentido, esos estudios serían adecuadamente descritos como in-
telecto artificial.
El cerebro y la inteligencia arfficíal Sin embargo, si los científicos mantienen que lo que tratan
de conseguir con sus investigaciones es la inteligenci¿ artificial,
Dentro de la visión actual del mundo sostenida por la cictt y no el intelecto artificial, entonces habrá de darse respuesta a
cia, normalmente mecanicista y reduccionista, era natural t¡tte
se llevaran a cabo tentativas serias para imitar de alguna mutte 4. Se discute de manera más amplia el tema de tales desarrollos en
ra la función del cerebro, en lo que hoy entendemos por c(,rtr cl libro de F. David Peat Artificial Intelligence: How Machines Think,
putadora. Esto ha producido un intento de desarrollar lo quc re Ilaen Books, Nueva York, 1985.

244 245
Ciencia, orden y creatividad

una serie de preguntas importantes, algunas de las cuales ya es-


EI orden generativo en la ciencin

de arreglar esto podría ser sugerir que sólo deberían sobrevivir


I
1l
tán siendo consideradas por los investigadores de este campo. los programas y métodos que se adaptaran mejor al entorno.
El problema básico es semejante al del conocimiento humano: Pero entonces, lo que se hace es simplemente externalizar el
¿cómo se van a cuestionar los presupuestos fundamentales fija- eriterio o la selección, para incluir a los científicos o a la socie-
dos como necesarios para el sistema operacional de los ordena- dad humana y sus exigencias. Si el ordenador ha de ser llamado
dores? En un ordenador, los progtamas y los métodos corres- inteligente por sf mismo, deberla contener criterios internos
ponden a presupuestos tácitos fijos en la mente. Pero son preci- propios de lo que es beneficioso o <<adecuado>. Y por lo que te-
samente estos presupuestos lo que hay que cambiar para hacer nemos hasta ahora, esto también tendría que ser programado,
frente al reto de situaciones nuevas y hasta ahora desconocidas. mientras que al enfrentarse a una situación nueva serían preci-
Una solución sería tener ordenadores adicionales, internos o samente estos criterios los que quizá tuvieran que cambiar.
externos, de <<orden más alto>. Pero estas máquinas conten- Esto nos hace pensar en la revolución científica de Kuhn, en la
drían también elementos fijos en sus programas, que necesita- que los criterios para juzgar una teoría se hallan también suje-
rían ser cambiados a su vez. tos a cambios.
Además, la elaboración de estos elementos fijos, y en gene- Además, también puede discutirse si las mutaciones aleato-
i

ral de todo el sistema, depende de un puñado de presupuestos rias del tipo que hemos tratado aquí podrían dar lugar alguna
establecidos por quienes los elaboran, presupuestos que, en su vez a percepciones totalmente <<creativas>>, del tipo de las de
rtl
mayoría, forman parte de la infraestructura tácita del conoci- Bach o Mozart. Esta pregunta se relaciona con una anterior so-
miento general de la humanidad. Por ejemplo, al planear cómo bre si los grandes cambios en las especies animales pueden ex-
enfrentarse a un problema determinado, se da normalmente plicarse por mutaciones aleatorias en el ADN. En ese punto se iliillr

por sentado que lasleyes actuales de la ffsica y la química serán sugirió que los cambios fundamentales deben de haber tenido ül
válidas en cualquier situación que pueda surgir, y se hace esto su origen en órdenes <<escondidos>>, fuera de los ámbitos estu-
sin ningún tipo de discusión explícita. Para lograr una imitación diados en la actualidad por la ffsica y la química. Mas en gene-
correcta de la inteligencia humana, el ordenador deberla scr ral, se propuso que la inteligencia creativa se origina en el fon- I

capaz de <<darse cuenta>> de estos presupuestos implícitos, y do sutil del orden generativo, más allá de todo lo que pueda es-
cuestionarlos cuando fuera necesario. Sin embargo, esto serfn pecificarse en conceptos bien definidos. También tienen allí su
exigir que el computador fuera capaz de descubrir y cuestionnr fundamento último el juego libre del pensamiento y el movi-
toda la base tácita e <<inconsciente> sobre la que se asienta la so miento libre de la conciencia y la atención. No parece posible
ciedad en que fue construido. que un nuevo modelo de o¡denador o un nuevo lenguaje pue-
Si la inteligencia humana es capaz de hacerfrente a este tipo dan imitar de manera adecuada esta libertad, aunque sí podría
de preguntas de manera adecuada, hay entonces juego libre de proporcionar desarrollos significativos dentro del limitado
pensamiento, al que corresponde un libre movimiento de la campo de la inteligencia artificial. Concluyendo, parece claro l

conciencia y la atención, lo que hace posible la acción de la irr que la inteligencia creativa no puede ser de ninguna manera
teligencia creativa. ¿Cómo podría imitar esto una computatkr aferrada por el intelecto, y será necesario evitar estos intentos
ra? Una posibilidad sería introducir cambios aleatorios en algu de capturarla con este método.
nos de sus programas y métodos básicos. Sin embargo, igual
que ocurría en la evolución darwiniana, la mayor parte de eslal
<<mutaciones>> serían inapropiadas y destructivas. Una mane!¡r
I

246 247
Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia,

La inteligenci.a creativa, el tiempo metas. Es todo un orgullo orgarúzar el tiempo, y seguirlo se


y el orden atemporal considera una virtud. La gente no debería <perder el tiempon,
porque <el tiempo es oro>, y la puntualidad es un signo certero
Si la inteligencia creativa se origina en el fondo infinitamen- de disciplina y orden. Resulta sobrecogedor darse cuenta hasta
te sutil del orden generativo, que está básicamente fuera del or- qué punto se ha fortalecido esta actitud durante los últimos si-
den del tiempo, de ahí se deduce que la discusión de la inteli- glos.
gencia creativa debe traer a primer plano el orden atemporal. Por tanto, no resulta sorprendente descubri¡ que nuestra
Este orden ha de considerarse todo de una sola vez, más que en conciencia parece operar casi meramente en términos tempo-
orden de sucesión. Hacer esto bien requiere no sólo una com- rales, y que la atención se halla casi totalmente dominada por
prensión intelectual, sino también un contacto perceptivo más la necesidad de <<enfocar> una experiencia en un orden que se
inmediato y directo, en el que se mantiene realmente una con- adecue al tiempo. El resultado es que todos tenemos la sensa-
ciencia sensible y una atención despierta frente a la <totalidad ción de que <<es tiempo lo que existe>>, y de que la noción de un
de esta corriente>>. En general, no es fácil. Nos hemos habitua- orden atemporal debe ser una ilusión o una construcción vacía
do a una sensibilidad limitada y a una atención que resultan del intelecto. De esta manera, la atención ha quedado atrapada
adecuadas sólo para aprehender aspectos parciales de la reali' dentro de un esquema bastante rígido y limitado.
dad, y para centrarse en los órdenes de sucesión que se adaptan Sin embargo, no hay limitaciones estructurales inherentes
a nuestra noción de tipmpo. Esto se ha producido así a lo largo al movimiento libre de la atención. La atención puede volverse
de un extenso proceso histórico, en el que nunca ha dejado de hacia los órdenes generativo e implicado, como en el ejemplo
crecer la importancia del orden de tiempo para la sociedad er¡ del capítulo 4 de escuchar música. Puede operar de manera se-
general. mejante al contemplar la naturaleza,por ejemplo al observar el
En las sociedades preindustriales no se daba demasiada im fluir de un arroyo. Antes o después sentimos el flujo global de
portancia al tiempo como orden de sucesión. El tiempo se en <toda la corriente>>, en la que se producen distintos moümien-
tendía mediante los ciclos naturales de las estaciones de luz y tos secundarios, como remolinos o torbellinos, a manera de va-
oscuridad, el crecimiento y la caída, que son, en esencia, aspcc riaciones menores. En una situación como ésta parece que el
tos de un orden eterno. El pasado suele verse como atemporll conocimiento mismo fluye, de manera análoga al fluir de la co-
gracias a la mitología, mientras que los aspectos no cíclicos rlcl rriente de agua. Pero no se trata ahora de un flujo en el espacio
tiempo están expresados en nociones como la de <<mañan¡r., visual o táctil ordinario, que va de un lado a otro. Es más bien
que puede significar <<en cualquier momento en el futuro, quir;l un tipo de espacio mental, que está <<en todas partes y en nin-
nunca)>. Por el contrario, en la sociedad industdal modern¡r lp guna>>. Se le puede percibir como el orden implicado, que es
significación del tiempo lo inunda todo. Desde que nos despcr también generativo en el sentido de que el contenido que par-
tamos hasta que volvemos a dormirnos, cada uno de los nr¡¡ te del <origen>> del flujo tiende a desplegarse río abajo. En
mentos vienen organüados en términos de tiempo. El pasutftr cste orden implicado, el tiempo es de importancia secundaria,
se ordena mediante registros, que en la actualidad pueden ser y no resulta demasiado relevante para la <totalidad de la co-
muy extensos gracias a la ayuda de los ordenadores, y se crlrtrri rriente>>.
dera que el futuro está ya proyectado por muchos años. l'l¡rl¡r Hablando en términos generales, tan pronto como uno
idea no es cíclica, sino progresiva. Se piensa que el tiempo siri vuelve a los asuntos cotidianos, este modo de percepción desa-
ge en un cambio irreversible, encaminado a diversos finc¡ y l)arece, ya que se pone atención en los esquemas que acentúan

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Ciencia, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

tiempo y análisis como partes separadas pero interrelaciona- doscopio, de muy poco signiñcado global. Además,los niveles
das. Sin embargo, si nos damos cuenta del significado de lo que más manifiestos no tendrían ninguna independencia en rela-
está ocurriendo, el mismo movimiento libre de la atención se ción con otros más sutiles. Puede obtenerse un tipo de creativi-
volvería entonces contra lo que aleja constantemente la aten- dad más significativa relacionando el orden eterno con el orden
ción hacia el tiempo y el análisis. De esta manera, siempre que temporal, y permitiendo que los ordenes más manifiestos dis-
hubiera un período tranquilo estaría disponible un tipo de aten- fruten de algún tipo de autonomía relativa.
ción libre. Ya se ha explicado que, en el orden superimplicado, apare-
Podría ser útil el visualizarlo mediante la siguiente analogía: ce una autonomía similar de las formas manifiestas, o explica-
hay una obstrucción que hace que el agua vuelva hacia el ori- das, en circuitos cerrados, semejantes a los que se encuentran
gen de la corriente, a veces durante un buen trecho, y modifica en un juego de ordenador. Esto introduce también un orden de
de esta manera el flujo río abajo. Las ideas fijadas de manera rí- desarrollo temporal que de alguna manera se autodetermina.
gida obstruyen también el flui¡ de la <<corriente>> en el espacio Cuanto más <apretado>> sea este circuito, el orden se hallará
mental. Para dejar que este fluir sea libre, hay que retirar la más cercano a la autodeterminación y se hará más <<seculan. Si
obstrucción. ¿Cómo puede hacerse? Nosotros sugerimos que, se <<aflojan> las conexiones del circuito, permitiéndose cierto
si tiene lugar un flujo libre en un área determinada, como por grado de juego, resulta posible que la acción creativa de niveles
ejemplo la observación de la naturaleza, entonces puede cau- más sutiles entre en la actividad desarrollada dentro del circui-
sarse un movimiento similar en otras áreas, como por analogía, to. Así pues, existe todo un espectro de órdenes posibles entre
y así serán retiradas las obstrucciones que allí hubiera. los extremos eterno y secular. Dentro de este espectro hay un
A medida que la atención se mueve hacia este orden abar- átea, rica y extensa, para la creatividad humana. Por tanto, el
cador, que se siente como una especie de <movimiento presen- <<apretamiento> o <aflojamiento> del circuito cerrado ha de
te>) en constante fluir, el aspecto de cambio va jugando cada cambiar, para adaptarse según convenga a cada nueva situa-
vez un papel menor en el <espacio>> de esta percepción. Dc ción. Cada uno de los cambios de estas cualidades producirá un
esta manera, el fluir <<atemporal>>, eü€ se renueva constante- orden düerente, en el que los lados atemporal y temporal ten-
mente desde el origen del orden generativo, es percibido como drán grados de importancia distintos.
eterno. Es éste el significado más profundo del orden eterno, Evidentemente, intentar pennanecer de manera rígida en
que se discutía en el capítulo 3. Es decir, que el orden eterno uno de estos extremos sería un serio impedimento para la crea-
ya no se considera estático, sino como eternamente fresco y tividad. Por ejemplo, en caso de que la mente se empeñe en al-
nuevo. Sin embargo, cuando la atención pasa a ocuparse de: canzaÍ una meta determinada con un orden de tiempo concre-
la sucesión, comienza a dirigirse hacia el orden temporal o to, la creatividad quedará efectivam,ente bloqueada. Y por otra
secular. parte, quien tiene el interés y la pas|ln necesarios para la crea-
Refiriéndonos al orden superimplicado, está claro que si el tividad, apenas se dará cuenta del fiaso del tiempo. Pero si se
flujo tuviera lugar sólo de lo más sutil a lo más manifiesto, se aniquilara por completo la conciencia del orden temporal, en-
reduciría a un orden puramente atemporal, como se describfn tonces una persona sería incapaz de la actividad consecutiva y
anteriormente. Un orden de este tipo podría ser, en cierto se¡r- sostenida que es también necesaria para la üeatividad. Como
tido, tremendamente creativo. Pero si lo que ocurre en un m(| ya hemos dicho antes, el grado de énfasis que se ponga en los
mento no guardara relación alguna con el momento siguientc, órdenes temporal o atemporal habrá de variar con cada contex-
esta creatividad haría pensar en una serie de cambios de calci to concreto. El prestar una atención adecuada a este asunto

250 251
lr

Cienci.a, orden y creatividad El orden generativo en la ciencia

puede abrir un nuevo orden de posibilidades para la creati- imitar alguna vez esta acción de mane¡a adecuada. Sugeríamos
vidad. que en lugar de eso, debía considerarse que proporcionaban un
Suele aceptarse la idea de que no es realmente posible decir tipo de intelecto arüficial, más que una inteligencia artificial.Fi-
nada relevante sobre la creatividad, ya que hacerlo significaría nalmente, se estudió la cuestión de cómo pueden estar relacio-
limitarla, de manera mecánica y por tanto no creativa. Sin em- nados los órdenes generativos de sucesión atemporal y tempo-
bargo, este punto de vista es exagerado, e impide cualquier ral, resultando que entre estos dos extremos descansa una nue-
tipo de planteamiento sobre qué es lo que impide la creatividad va área creativa de grandes dimensiones.
y qué puede hace¡se para fomentarla. De hecho, los rígidos ex-
tremos de temporalidad y atemporalidad, o verbalidad y no
verbalidad, son de hecho uno de los mayores impedimentos
para su desarrollo. Quizá podría decirse algo relevante sobre la
creatividad, siempre que nos demos cuenta de que, cualquier
cosa que digamos que es, es también algo más y algo diferente.
De esta manera, cualquier discusión sobre el tema actúa más
como punto de partida que como una afirmación definida de
<<lo que es>.
Este apartado se ha desviado del enfoque normal que ha-
bíamos seguido en el libro hasta ahora, en el que nos habíamos
ocupado sobre todo de hechos e ideas. Se han estudiado y suge-
rido acercamientos que podrían favorecer la creatividad, o al
menos el <aflojamiento> de las rígidas infraestructuras tácitas
que la impiden. En el siguiente capítulo se llevará todavía más
adelante este tratamiento, para indicar una serie de enfoques
clave que podrían favorecer su florecimiento.

Resumeny conclusiones
Este capítulo juntó ciencia, naturaleza, sociedad y cono-
cimiento según un orden generativo global que les es común.
Se vio que la creatividad no sólo actúa a través clel juego librc
del pensamiento, sino también mediante un moümiento lihrc
de conciencia y atención. Éstos hacen posible que actúe la in-
teligencia creativa, que se desenvuelve desde su origen, in-
definible y sutil, bajando por la <<corriente> del orden genc-
rativo.
Después surgió la pregunta de si los ordenadores podrárt

252 253
i

La creatividad en lavida

dad de un organismo que no tiene en sÍ mismo un potencial


creativo natural? Nosotros afirmamos que los seres humanos sl
tenemos ese potencial. Sin embargo, a medida que el niño cre-
6. LA CREATIVIDAD EN LA VIDA ce, su creatividad parece bloqueada.
Puede penetrarse en la naturaleza de este bloqueo con la
ayuda del trabajo de Desmond Morris, La biología del arte.r
En un experimento se proporcionaba a unos chimpancés telas y
pinceles, y en seguida se pusieron a reakzar equilibradas figu-
En el capítulo anterior se afirmaba que el potencial creativo ras de color, que recordaban de alguna manera a algunas for-
es algo natural, pero que un apego excesivo a los <<programas>> mas del arte moderno, como el expresionismo abstracto. El
rígidos de la infraestructura tácita del conocimiento es lo que punto más significativo de este experimento es que los animales It
en impide primer lugar que la actividad actúe. En este capítulo se interesaron tanto por la pintura y les absorbió hasta tal pun-
nos ocuparemos con mayor detalle de la naturaleza de estos to que no mostraban ya demasiado interés por la comida, el
bloqueos, así como de los condicionantes sociales y culturales sexo u otras actividades en que suelen ocuparse. Experimentos
que descansan tras ellos. Esto nos llevará a tratar el diálogo li- adicionales mostraron resultados semejantes para otros prima-
bre, del que afirmamos que es una actividad clave en la que tes. Cuando se les da pinturas a niños muy pequeños, su com-
pueden disolverse este tipo de condicionantes. El diálogo libre portamiento es muy parecido al de los chimpancés.
es esencialmente relevante para todo el tema de cómo se puede Esto parece indicar que la creatividad es un potencial natu-
poner fin a los condicionantes del individuo y de la humanidad. ral. Pero de alguna manera ocurre que, en la mayoría de los ca-
Comparamos también los acelcamientos a estas cuestiones sos, el ansia de crear se va diluyendo a medida que el ser huma-
realizados por Oriente y Occidente, y sugerimos que de hecho no crece. O, en el mejor de los casos, continúa sólo en ciertas
se necesita un nuevo orden, que supere a ambos. Para terminar áreas limitadas, como la ciencia, la música o la pintura. ¿Por
se habla de la cultura del planeta, centrándonos en tres actitu- qué ocurre esto?
des básicas que la mente adopta frente a la vida: la científica, la Un paso más en el experimento de Morris fue recompensar
artística y la religiosa. Se resume entonces el propósito funda- a los chimpancés por hacer sus pinturas. Muy pronto su trabajo
mental del libro en un discusión que lanza una sugerencia de lo empezó a degenerar, hasta que llegaron a reahzar justo el míni-
que podría traer consigo una liberación de las energías creati- mo que satisfaúa al experimentador. Puede verse un compor-
vas del hombre. tamiento similar en los niños, cuando toman <<conciencio del
tipo de dibujo que ellos creen que se <<espera>> que hagan. Reci-
ben indicios de esto por esas recompensas sutiles e implícitas,
La creatividad y lo que la bloquea como la alabanza o la aprobación, y también por la necesidad
de confirmar lo que están haciendo otros niños a su alrededor.
En la introducción pedíamos una nueva oleada creativa en Parece por tanto que la creatiüdad es incompatible con los pre-
la ciencia. Pero ahora parece claro que esta oleada ha de exten- mios y los castigos, tanto internos como externos. La razón es
derse a todas las áreas de la c¡eatividad humana, si es que que- evidente. Hacer algo para ser recompensado significa que todo
remos hacer frente a ese reto más profundo, que finalmente sc
nos ha revelado. ¿Significa esto que ha de borrarse la creativi- L. Methuen, Londres, 1962.

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Ciencia, orden y creatividad La creaüvidad en lavida

el orden de la actividad, y la energía que necesita, están deter- capítulo 5. En el caso del experimento de la pintura, esto ad-
minados por exigencias arbitrarias, ajenas a la actividad creati- quiere la forma de una actitud falsa. Tanto el chimpancé como
va misma. Esta actividad se hace entonces mecánica y repetiti- el niño se hallan ocupados en una actividad que ya no tiene sig-
va, o busca cambios mecánicos para su provecho. El estado de nificado en sí misma, sino sólo para lograr un estado de conoci-
apasionamiento y tensión vibrante que acompaña a la actividad miento agradable y satisfactorio, consiguiendo un premio o evi-
creativa muere. Todo el asunto se hace aburrido y sin interés, tando un castigo. Esto introduce algo esencialmente falso en el
de modo que falta el tipo de energía que se necesita para la per- orden generativo del conocimiento mismo. Por ejemplo, el con-
cepción y la acción creativas. Finalmente resulta que la activi- tinuar por este camino llevaúa a que el niño buscara agradables
dad no se mantiene si no es mediante recompensas, o castigos, palabras de elogio procedentes de otros, incluso si no son cier-
cada vez mayores. tas, y le empujarla también a ponerse de acuerdo con otros
El establecimiento de metas y esquemas de comportamien- para intercambiar halagos que satisfarían a todos. Esto podría
to, que se imponen de manera mecánica o externa, y sin com- hacerse a costa de un autoengaño que, a la larga, podría resul-
prensión alguna, produce una estructura de conocimiento rígi- tar peligroso.
da que bloquea el juego libre del pensamiento y el movimiento Aún resulta más perjudicial para el niño el hecho de que
libre de la conciencia, que son necesarios para que actúe la este comportamiento puede dar lugar a varios tipos de violen-
creatividad. Sin embargo, esto no significa que las reglas y ór- cia. Porque la creatividad es una necesidad primaria del ser hu-
denes externas sean incompatibles con ella, o que una persona mano, y su negación produce un estado general de insatisfac-
auténticamente creativa tenga que vivir de manera arbitraria. ción y aburrimiento. El paso siguiente es una frustración inten-
Escribir un soneto o una fuga, realizar un cuadro abstracto o sa, que lleva a la búsqueda de una <<salida>> excitante, en la que
descubrir nuevos teoremas matemáticos exige que la creativi- muchas veces va incluido cierto grado de fuerza destructiva.
dad opere en un contexto artístico concreto o de una forma ma- Este tipo de frustración es una de las causas más importantes
temática determinada. Por ejemplo, la actividad creativa de de la violencia. Sin embargo, lo más destructivo de este tipo de
Cézanne se encaminó hacia el descubrimiento de nuevas for- violencia es que poco a poco se van apagando los sentidos, el
mas y nuevos órdenes de composición, dentro del contexto dc intelecto y las emociones del niño, y éste pierde la capacidad de
una forma de libertad concreta, la que había sido previamentc conciencia, la atención y el pensamiento. La energía destructi-
establecida por los impresionistas. Algunas de las mejores va que ha surgido en la mente se ha vuelto contra todo el poten-
composiciones de Bach están realizadas dentro de los límites cial creativo mismo.
del contrapunto estricto. Vivir de manera creativa requiere untr En la educación se hace un amplio uso de recompensas y
percepción extremadamente sensible de los órdenes y estructu- castigos como factores clave de motivación, ya sea explícita-
ras de relación de los individuos, la sociedad y la naturaleza. mente, o bien en formas más sutiles. Por ejemplo, toda la
En estos casos podría surgir la creatividad. Sólo cuando la crett teoría de la modificación del comportamiento y del refuerzo
tividad se somete a objetivos externos, relacionados con la bús positivo, que predomina sobre todo en la educación norteame-
queda de recompensas, comienza a marchitarse y degenertr ricana, sostiene que las recompensas son esenciales para un
toda su actividad. aprendizaje efectivo. Sólo esto es una tremenda barrera para la
Cuando se pone este tipo de impedimentos a la creatividatl, creatividad.
lo que resulta no es simplemente la ausencia de creatividad, sino Además, tradicionalmente la educación ha valorado siem-
una presencia activa de destructividad, como se sugería en cl pre el conocimiento fijo y la técnica. De esta manera, concede

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Ciencia, orden y creatividad La creativi.dnd en lavida

una importancia extrem ada a la autoridad, como determinante más totales. A pesar de todo, la creatividad es una necesidad
del orden generativo mismo de la psique. Lo que esto implica primordial del ser humano, y su bloqueo puede significar una
no es sólo la autoridad del profesor como fuente de conoci- amenaza de destrucción irreversible para la civilización.
miento que no ha de ser nunca cuestionada, sino también la au- Así pues, la humanidad se enfrenta a un reto de urgencia,
toridad del conocimiento mismo como fuente de verdad de de una magnitud sin paralelo. Más concretamente, lo que suce-
la que nunca debería dudarse. Esto trae consigo la pérdida de es que la rigidez en el orden generativo, a la que contribuye
de la confianza en uno mismo, el bloqueo del libre movimiento el control mediante premios y castigos, impide el juego übre
y la correspondiente disipación de la energía del fondo del or- del pensamiento y el moümiento libre de la conciencia y la
den generativo del conocimiento. Más tarde, esto puede de- atención. Esto conduce a un juego sucio, que en última instan-
generar en un miedo a considerar cuestiones fundamentales, cia causa una destrucción que lo inunda todo y bloquea al mis-
dejando a los expertos y los <<genios> cualquier dificultad o pro- mo tiempo la creatividad natural de los seres humanos.
blema básico que pudiera surgir. Responder de manera adecuada a este reto exige el tipo de
Se necesita, desde luego, una cierta autoridad para mante- creatividad de toda la sociedad que está implícito en esa oleada
ner el orden en clase. Y el estudiante tiene que darse cuenta de creativa en todas las áreas de la vida que nosotros pedimos. De
que, en ciertas áreas, el profesor posee un conocimiento de ma- aquí se deduce que habrlan de cambiar las distintas formas de
yor valor que el suyo, que puede ser comunicado. pero lo im- rigidez discutidas ya aquí, pero este tipo de cambio no podría
portante esla actitud global frente a este conocimiento. ¿pare- quedar restringido simplemente a un simple relámpago de pe-
ce imponerse de manera arbitraria y mecánica en el orden ge- netración global. Hay que ilnntener la creatividad. Por ejem-
nerativo de la mente, o permite ser discutido y cuestionado, plo, en el capítulo 4 mostrábamos cómo el artista tiene que tra-
con una visión que haga posible el entendimiento? pueden sur- bajar constantemente a partir de la fuente creativa en el orden
gir preguntas similares en relación a la conformidad con las generativo. Un artista no tiene una visión creativa y la aplica
nonnas arbitrarias, que no proceden sólo del profesor, sino entonces de manera mecánica en un proceso secuencial, me-
más bien de los que observan y de toda la sociedad. diante reglas, técnicas y fórmulas, sino que más bien éstas sur-
Si dejamos el ámbito de la escuela nos encontramos con que gen de la üsión creativa mantenida de manera también creativa.
la sociedad opera exactamente de la misma manera, ya que eitá El tomarse muy en serio esta necesidad de mantener la
fundamentalmente basada en un trabajo rutinario que üene creatividad es extremadamente relevante si se quiere producir
motivado por distintos temores, presiones arbitrarias y espe- un cambio creativo en la cultura y la sociedad. Sin embargo, lo
ranza de recompensas. Además, la sociedad suele considerar que sucede en la mayoría de los casos es que los nuevos descu-
esto como algo necesario y valioso, mientras que a la creativi- brimientos creativos siempre van seguidos por un intento de re-
dad la tiene como irrelevante en la mayoría de los casos, excep- ducirlos a algo que pueda ser aplicado de manera mecánica.
to en la ciencia y las artes, en donde se la premia. De hecho, no Una aplicación mecánica puede ser necesaria en determinados
ha existido nunca una sociedad compleja que haya conseguido contextos, pero los alientos básicos de cada indiüduo han de
organizarse sin utilizar todo este sistema de premios y castigos tener un origen creativo, que está más allá de cualquier orden
para inducir a la cooperación. EI sentimiento generalizado es de sucesión mecánico, explicado o secuencial.
que, si la sociedad intentara pasarse sin ellos, fuera en la fami- Pueden señalarse áreas concretas donde un cambio creativo
lia, la clase, en el trabajo o en contextos todavía más amplios, resultaría enonnemente beneficioso para la sociedad y el indi-
correría el riesgo de terminar en la desorganización y el caos viduo. Por ejemplo, mediante una acción común enormemente

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Ciencia, orden y creatividad La creatividad en la vida

creativa, la educación dejaría de depender de los premios y los Impedimentos o la creativídad en el orden
castigos, no importa lo sutiles que puedan ser. Dejaría de darse generativo de la sociedad
un valor excesivo a la autoridad arbitraria, el conocimiento
fijo, las técnicas y la conformidad. De vez encuando se hace al- Casi en todas las áreas de la vida, la creatividad está blo-
gún trabajo parcial en este sentido. por ejemplo, esfuerzos en- queada por una serie de presupuestos, rígidamente manteni-
caminados a presentar al niño gran cantidad dle material rico en dos, que toda la sociedad da por sentados. De algunos de ellos
significaciones, para despertar su interés sin tener que ofrecer- nos hemos ocupado ya en este libro, pero además, cada socie-
le premios para que aprenda. Ha habido también gente traba- dad mantiene presupuestos adicionales, tan débiles que ni si-
jando en este campo que ha hecho hincapié en efjuego libre quiera pueden ser sometidos a discusión. Parece por tanto que
como una manera de fomentar la creatividad. Otros se han cen_ existe la exigencia de que todo el mundo acepte estos presu-
trado en las relaciones, intentando evitar la autoridad y la con- puestos, pero nadie debe mencionar nunca ni siquiera su exis-
formidad. Si se continuara el desarrollo de estas aproiimacio- tencia. Se niega de mane¡a tácita que operen en la sociedad, e
nes al tema, los niños aprenderían sin necesidad di ve¡se esti_ incluso se niega dicha negación. El resultado global es que la
mulados por la idea de una recompensa. gente se confabula en un <juego sucio>, en el que constante-
Se presentan, sin embargo, dificultades profundas, que no mente se están distorsionando todo tipo de pensamientos adi-
permiten que estos enfoques funcionen a largo plazo. Él pro_ cionales para proteger estos presupuestos. Esta mala fe va ca-
bfema no procede sólo del campo de la educaóión, sino qul en llr
lando poco a poco en el orden generativo global de la sociedad.
último término surge de la infraestructura tácita de todo el co- Pueden compararse estas rigideces y presupuestos, muchos
nocimiento humano. Está fuertemente condicionado, por de los cuales no han de ser mencionados pero sí defendidos,
ejemplo, por la tradición generalizada que da por sentado que con algún tipo de contaminación que se arroja constantemente
tanto las recompensas como los castigos son nécesarios. Estu- a la corriente del orden generativo de la sociedad. No tiene
diantes y profesores se ven atrapados precisamente en formas sentido intentar dimpian de polución la parte baja del río si se
más sutiles de la engañosa estructura que están intentando evi- continúa arrojando porquería en el nacimiento mismo. Se ne-
tar. A la larga, esto puede resultar tan destructivo como el es_ cesita o bien dejar de contaminar el río en su nacimiento, o bien
quema original para evitar el cual se había preparado todo el introducir algún factor que <limpie> la corriente de manera na-
experimento educativo. tural.
Parece que han de cambiar de hecho los condicionantes de En el cuerpo tiene lugar un problema parecido. A medida
todas las paftes: la sociedad, la familia, el individuo. Así, resul- que una persona se hace mayor, se van acumulando en el siste-
ta claro que no hay un tinico pwto fijo en el que hayan de com- ma, debido a las infecciones, alergias, contaminantes y a los l

batirse los problemas, sino que tanto el sistema educativo como procesos de envejecimiento, informaciones <enóneas>) o irrele-
la sociedad y el individuci están íntimamente irrrplicados. pero vantes. De hecho, si una enfermedad como el cáncer puede
en último término, a donde hemos de dirigirnos es al orden glo- considerarse como producto de una mala información en la es-
bal del conocimiento humano. tructura del ADN. También los virus introducen informaciones l

erróneas, en el sentido de que su ADN reemplaza a algunos


ADN de la célula anfitriona, y así la célula responde al ADN
extraño en lugar de servir las necesidades corporales.
Básicamente, existen tres maneras de afrontar este proble-

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Ciencia, orden y creatividad La creatividad en lavida

ma de la existencia de errores informativos en el cuerpo. La Volviendo ahora a la sociedad, está claro que circula una
primera es impedir que se introduzca en el organismo, por tremenda cantidad de información errónea, que favorece su
ejemplo, evitando las infecciones mediante una buena higiene degeneración. Los medios de comunicación modernos hacen
y una dieta adecuada. En segundo lugar, si el error se ha produ- que esta mala información se extienda rápidamente, de la mis-
cido ya, podría ser posible hacerlo desaparecer mediante varios ma manera que pueden hacerlo con la información válida.
tipos de intervención médica. Pero la más significativa para no- Cuando hablamos de <información errónea>> nos referimos a
sotros es la tercera, en la que el cuerpo mismo, utilizando su una forma de información generaüv¿ que es inadecuada, más
sistema inmunológico, es capaz de <<borrar>> estos fallos infor- que a simples afirmaciones incorrectas. De la misma manera,
mativos de mane¡a natural. De hecho, es éste el modo princi- un pequeño <(error>> en el ADN puede tener consecuencias de-
pal para tratar estos fallos. Esto lo demuestra el que las drogas sastrosas, ya que forma parte del orden generativo del organis-
no sirvan de mucho en el tratamiento de una enfermedad como mo y puede dirigir todo el proceso en la mala dirección.
el SIDA, que destruye el sistema inmunológico mismo. Lo que El orden generativo de la sociedad está profundamente
es más, toda la práctica de la inmunización no es otra cosa que afectado por lo que tiene una significaciánmuy general.Dehe-
la activación del sistema inmunológico para evitar así el esta- cho, puede considerarse el orden generativo como la actividad
blecimiento de unas enfermedades determinadas. concreta de lo general. Esto se manifiesta en forma de princi-
El sistema de defensa de nuestro cuerpo es particularmente pios y metas generales, y valores, actitudes y creencias de todo
complejo, y contiene un tipo de información muy sutil que tipo, aceptadas por todos y asociadas a la familia, el trabajo, la
puede responder a todo el <significado> de lo que le está ocu- religión y el país. Al pasar de estos principios generales a lo
rriendo al orden del cuerpo. Así, es capaz de distinguir la universal, el efecto del orden generativo se hace todavía más
mala información de la necesaria para que el cuerpo funcione poderoso. Cuando un principio determinado se tiene como
de manera saludable. Es como una <inteligencia>> que actúa universalmente válido, significa que se considera absolutamen-
en nuestro interior. Además, hay indicios de que este tipo de te necesario. En otras palabras, cualquiera que sean las cir-
<inteligencia> podría estar asociada a niveles superiores, ocu- cunstancias las cosas no pueden ser de otfa manera. La necesi-
pados normalmente en el pensamiento y el sentimiento. Es dad absoluta significa <no ceder nunca>>. Si en el orden genera-
bien sabido que los estados depresivos pueden inhibir la activi- tivo tenemos algo que nunca puede dejar paso, sin importar lo
dad del sistema inmunológico, con el resultado de que una per- que ocurra, esto implica una restricción absoluta al juego libre
sona se hace más sensible a las infecciones. De hecho, tenemos de la mente, lo que a su vez trae consigo un bloqueo de la crea-
pruebas de que un estado mental vigoroso y creativo, así como tividad que es difícil de solventar.
una fuerte <<voluntad de vivio son causa de una buena salud e Es cierto que tanto el individuo como la sociedad necesitan
incluso de la recuperación de enfermedades graves.2 En térmi- cierta estabilidad, y para ello, el pensamiento ha de ser capaz
nos generales, podría decirse que la buena salud es básicamen- de mantenerse fijo dentro de unos límites adecuados y con cier-
te una manifestación de la inteligencia creativa global, traba- to tipo de necesidad relativa.
jando junto al cuerpo con ayuda de ejercicio, dieta, relajación, Durante un período de tiempo limitado puede ser útil consi-
etc. derar necesarios ciertos valores, presupuestos y principios.
Pero, aunque sean relativamente constantes, deberían estar
2. Yéase, por ejemplo, Norman Cousins, Anatomy of an lllness, siempre abiertos al cambio en el momento que fuera necesario.
Bantam, Nueva York, 198L. El problema surge cuando se asume, normalmente de manera
262 263
Ciencia, orden y creatividad La creatividad en Ia vida
tácita y con falta total de conciencia o atención, que estos valo- pecializados. Esta asunción está omnipresente en nuestra cul-
res, presupuestos y principios han de estar absolutamente fijos, tura, aunque Ia mayoría de la gente no se percata de ello. La in-
ya que se los considera necesarios para que sobreviva en buen formación errónea tiende siempre a defenderse, empujando a
estado tanto la sociedad como todo lo considerado por sus la gente a entrar en una confabulación para jugar sucio, en el
miembros como agradable. caso de que se cuestione este presupuesto. El aceptar la natura-
Al comienzo del libro defendíamos que la ciencia, dedicada leza restringida de la creatividad tiene serias consecuencias, ya
en principio a la verdad, tiende a quedar atrapada en la necesi- que predetermina cualquier programa que se proyecte para bo-
dad, lo que la arrastra al juego sucio y a un serio bloqueo de la rrar los fallos de información en la sociedad, y sugiere que tal
creatividad. Ahora ya vemos claro que los presupuestos de ne- programa no puede ser creativo.
cesidad absoluta, junto con su inclinación a la rigidez inflexible, Parece que sólo queda preguntarnos si la sociedad dispone
sólo son parte de un espectro de respuestas semejantes que in- de algún tipo de <<sistema inmunológico>> que pudiera limpiar
vaden toda la sociedad. Los principios, valores y presupuestos esta mala información de manera espontánea y natural. Si este
generales, a los que se considera absolutamente necesarios, sistema existe, no es desde luego manifiesto, ni parece que esté
son en realidad una fuente de mala información, que resulta actuando en nuestra sociedad actual.
destructiva y ensucia el orden generativo de la sociedad.
Como ocurre con el cuerpo, la sociedad intenta enfrentarse
con esta mala información, tratando de evitar que penetre en Diólogo y cultura
su tejido, o <<curarla>> con algún tipo de terapia. Por ejemplo, a
un nivel superficial, existen leyes para prevenir que la informa- En este apartado propondremos que el diálogo libre podría
ción errónea o que pueda causar odio, ira y prejucios se extien- ser una de las maneras más efectivas para abordar la crisis a la
da entre las religiones, las razas o los grupos. A veces, los escri- que se enfrenta en la actualidad la sociedad, e incluso toda la
tores, dramaturgos y directores de cine intentan hacer que la naturaleza humana y el conocimiento. Además, podrla suce-
gente se dé cuenta de estos prejuicios y actitudes rígidas. Pero a der que esta forma de intercambio libre de ideas fuera de gran
la larga, todas estas tentativas se ven limitadas por las presio- relevancia para transformar la cultura y liberarla de la mala in-
nes, arrolladoras pero tremendamente sutiles, que se producen formación destructiva, de modo que la creatividad pudiera ac-
en Ia sociedad para que cada uno defienda a su grupo y sus tuar sin trabas. Hay que destacar, sin embargo, que lo que si-
ideas. Existe además el problema de la intolerancia y descon- gue no se da como una receta que la sociedad tenga que seguir,
fianza que ha crecido entre las naciones, religiones, ideologías sino que es una invitación para que el lector comience a inves-
y todo tipo de grupos hasta llegar a la agrupación familiar mis- tigar y explorar mediante el libre juego de ideas, sin verse res-
ma. Hasta ciefto punto, la psicoterapia y las terapias de grupo tringido por la necesidad absoluta de una meta final. En efec-
pueden ayudar a aclarar los errores de información de este to, una vez que la necesidad, las exigencias y las direcciones se
tipo, errores que pueden remontarse a la infancia o comenzar han introducido en el espíritu de la investigación, la creativi-
en una fase más avanzada de la vida. Sin embargo, estos acer- dad se ve limitada, y todos los problemas que han acosado a la
camientos son de escasa repercusión para la totalidad de la so- civilización humana saldrán de nuevo a la superficie para abru-
ciedad. marla.
Una pieza de información errónea especialmente importan- Para empezar, hemos de apuntar que muchas de las ideas
te es el asumir que la creatividad sólo se necesita en campos es- que vamos a tratar fueron estudiadas en primer lugar por Pa-

2& 265
f
Ciencia, orden y creatividad
La creatividad en la vida
Jlck de Maré, un psiquiatra que trabaja en Inglaterra.3 De el libre juego del pensamiento en la comunicación y por tanto
Maré ha utilizado su gran experiencia
¿" ¿iA"goi-p;i.; la creatiüdad.
da porJas terapias de g*po
Sin embargo, sus ideaJsobr"
iur" ü;t;;,", argumentaciones. Por el contrario, en un diálogo una persona puede preferir
Oiaf'oio,o tienen que ver tanto
con la psicoterapia como con"fla tran"sformación una posición determinada, pero no se aferra a ella negando que
de i" ;;hr;; sea negociable. Está preparada para escuchar a los otros con el
de la tínea que hemos,"g"iá;hurta
ahora en este capí_
[:::" acercamiento y el interés necesarios para entender también sus
posturas, así como para cambiar su punto de vista si hubiera
, En los dos primeros capítulos mostrábamos cómo ros rísi_ una buena tazÓnparahacerlo. Para que esto suceda se necesita
dos condicionantes de la iniraest-"iri"
científico han llevado a la fragmeniu"ion
iaJñ;ü;J#?; un espíritu de buena voluntad y camaradería, mientras que no
ruptura esencial en la comunicáción
h ;¿;.ci-J;ñ'i; es compatible con un espíritu competitivo, contencioso o agre-
"o que se conside_
entre areas
ran mutuamente irrelevantes. Sin sivo. En el caso de Einstein y Bohr, del que hablamos en el ca-
embargo, el análisis.tr-;;_ pítulo 2, se cumplían, al menos al principio, estos requisitos.
tallado de algunos casos concretos
sugería que no existe en la Sin embargo, como cada uno de ellos sentía que se estaban tra-
ciencia nada inherente a sí misma q,i"
f,ug" inevitables estas tando nociones de verdad y realidad diferentes, lo que no era
rupturas y esta fragmentación. De
gen se hace evidente la necesida¿
heóho, siJmpre q;;;;r;;: de ninguna manera negociable, nunca pudo tener lugar un au-
¿e estaUb¿"; téntico diálogo.
diálogo. ":ú,i;;id;; Esto nos lleva a una característica básica de la ciencia, que
La palabra diótogo se deriva de una palabra
que dia significa <a t¡avés> y togos,i!"iri"u
griega, en la se da en el diálogo: hay que estar preparados para reconocer
palabra no se refiere meramente
.9"d;-rai,l'd;; cualquier hecho y cualquier punto de vista como en realidad es,
a los ionidor, ,ino u ,u-rü#:
cado. De esta manera, podría .onri¿"iuirl nos guste o no. En muchas áreas de la vida, la gente está dis-
el diálogo como un puesta a confabular para evitar el tener que reconocer hechos o
flujo libre de significad'os entre g;;;;-ü
se comunica, como puntos de vista que les resultan desagradables o molestos. Sin
una_corriente que fluye entre dos
orillas. embargo, la ciencia, al menos en principio, se dedica a ver los
Una diferencia clave ent¡e un diálogo y
una discusión nor_ hechos como son, y está abierta a una comunicación libre no
mal es que, en la última, la gente ,r"1"
u?"rrurse a unas posicio- sólo en relación al hecho en sí, sino también al punto de vista
nes relativamente fijas y deliende
sus i¿eas intentando conven_ desde el que se interpreta. Pero esto no siempre se consigue en
cer a los otros. En el mejor de los
casos, ei resulta¿o pu.¿" ,o la práctica. Lo que ocurre muchas veces es que se produce un
el¿cuerdo.o.er compromiro, p"-nun"u
n"¿" creativo. Ade_ bloqueo en la comunicación.
más, cuando Io que se trae entie
manos es algo d" Sig"ifi;;;; Por ejemplo, una persona no reconoce que pueda ser razo-
fundamental, las posiciones tienden
_"nr"n"rse rígidas, y la nable el que otro sostenga dete¡minado punto de vista, aunque
charla degenera o Ui"r, en una confrontación
" en la que no hay quizá no sea correcto. Este fallo suele suceder cuando el punto
soluciones, o bien en una conversación
educada que evita los de vista del otro amenaza seriamente todo lo que una persona
temas en cuestión. Ambos resultados
u.uJun, ya que impiden considera como querido y precioso en la vida.
Es necesario que, en el diálogo, la gente sea capaz de hacer
3. Puede encontrarse una presentación, frente a las discrepancias sin que haya confrontación, y quiera
breve pero completa, de las
Maré en Group'Anatyi,
;.r:::$;i" n.o 78,-Sage, Lon-
"oi.-ñ¿i'rr,
explorar puntos de vista que personalmente no suscriben. Si las
personas son capaces de comprometerse en este tipo de diálogo
26
267
I

Ciencia, orden y creatividad


La creatividad en la vida

lil iru o evasión, se darán cuenta de que no existe una posición


fija. tan importante que merezca ser mantenida a de funcionar de la mente. Lo importante es que cada partici-
costa de des- pante mantenga su punto de vista como en suspensión, mien-
truir el diálogo mismo. Esto hará surgir una unidad dentro de
la pluralidad, del tipo de ra que habrábamos en el capítulo tras que hace lo mismo con otros puntos de vista y presta aten-
3. ción a su significado. Al hacer esto, cada uno tiene también que
claro que esto es bastante diferente de introducir toda una se-
rie de posturas compartimentadas que no sostienen entre ellas mantener en suspensión la correspondiente actividad de su in-
ningún tipo de diálogo. Una pluralidad de puntos de vista fraestructura tácita de ideas, así como las de las demás perso-
co- nas que participan en el diálogo. Esta suspensión total de las in-
rresponde más bien a lo que ya hemos sugerido anteriormente:
que Ia ciencia y la sociedad no deberían cónsistir en
fraestructuras tácitas indiüduales y culturales, en un contexto
estructuras de plena atención a los contenidos, libera a la mente y le per-
monolíticas, sino en una unidad dinámica dentro de la plura-
lidad. mite moverse en formas nuevas. La tendencia hacia el juego
sucio, característica de las estructuras rígidas, comienza a desa-
. .Ynu de las principales barreras
rigidez existente
a este tipo de diálogo es la parecer. La mente es ahora capaz de responder a nuevas per-
en ra infraestrucrura tácita del indiviíuo y ia
cepciones creativas superando los puntos de vista concretos
sociedad, de lo que ya se ha hablado a lo largo del libro.
I.a in_ que se han mantenido en suspensión.
fraestructura tácita de la sociedad está contáida to qu" tia- De esta manera, en el diálogo puede suceder algo análogo a
mamos cultura. Sin embargo, dentro de cada sociedad "o hay mu-
la disolución de las barreras de la .<corriente>> del orden genera-
chas subculturas que-son de alguna manera diferentes, ylue
suelen estar en conflicto entre éllas o ignorarse mutuamente,
tivo a que nos hemos referido anteriormente. Todos los que
participan en él pueden sacar a la luz y examinar estas obs-
como teniendo metas y valores mutuaménte ir¡elevantes. pstas
trucciones que apafecen en forma de presupuestos culturales
subculturas, así como la cultura global, suelen hallarse rimita-
rígidos pero tácitos. Como cada persona tendrá un historial
por sus presupuestos básicosl de los cuales tu
!.as. -uyoJ" ,*
tácitos y no están abiertos a la conciencia y la atenóión.
personal distinto, y procederá quizá de una subcultura diferen-
Así te, habrá presupuestos que forman parte de la infraestructura
pues, Ia creatividad aparece sólo de manera ócasional, p"ro.u,
<inconsciente>> de un participante que resulten bastante obvios
resultados son abso¡bidos de manera mecánica por la'inriaes-
para otro, que no se resiste a verlos. De esta manera, los par-
tructura tácita general.
ticipantes pondrán toda su atención en darse cuenta, en la me-
En la actualidad no son frecuentes los diálogos auténtica_
dida de lo posible, de la infraestructura tácita global de los rí-
mente creativos, en el sentido indicado aquí, niiiquiera en
la gidos presupuestos culturales y subculturales, para hace¡la
ciencia. Ocurre más bien que en todas las actividades de
la so_ después patente. El diálogo puede comenzar a desempeñar en-
cjedad se pone un énfasis- éspecial en la lucha ae las iOeas por
tonces un papel análogo al del sistema inmunológico en el cuer-
dominar' En esta lucha, el éxito alcanzado por er punto de vista
po, <<reconociendot la mala información destructiva y hacién-
de una persona puede tener importunt"r.on*""ulncias para
su dola desaparecer. Claramente, esto es un importante cambio
status., prestigio, posición social o recompensa monetaria.
En en la manera en que trabaja la mente.
este intercambio condicionado, ra infraes?ructura tácita
actúa, Hay, sin embargo, otra vía extremadamente importante me-
tanto indiüdual como socialmente, para bloquear el juego
libró diante la cual la operación mental puede transformarse en un
necesario para la creatividad.
diálogo de este tipo. Porque, cuando se afloja la rígida infraes-
. .Debería-haber quedado claro ahora Ia importancia del prin-
cipio de diálogo, que implica un cambio profundo en la manera
tructura tácita,la mente comienza a moverse en un orden nue-
vo. Para poder ver la naturaleza de este orden, ocupémonos
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269
Cie nc in, or den y cr e ativ id^ad La creaüvidad en Ia vida
primero del orden de culturas de carácter tradicional. En esen- tanto solitaria, del individuo. Porque si no hay un significado
cia, éste trae consigo una fuerte separación entre el conoci- común que compartir, una persona puede estar sola incluso en
miento individual, es decir, <<lo que el individuo sabe en total>>, medio de una multitud.
y el conocimiento social, es decir, <<lo que la sociedad sabe en Lo especialmente relevante en todo este conflicto es el com-
total>. prender de manera adecuada la naturaleza de la cultura. Pare-
El conocimiento individual tiende a poner énfasis en la sub, ce claro que la cultura es esencialmente significado, comparti-
jetividad, en el sentido de las metas, sueños y aspiraciones per- do en la sociedad. Y aquí .<significado> es también intención,
sonales que se comparten con familia y amigos íntimos, así propósito y valor. Por ejemplo, el arte, la literatura, la ciencia y
como la búsqueda general de placer y seguridad. Sin embargo, otras actividades semejantes de la cultura son todas parte de
en la sociedad, el conocimiento tiende a dar importancia a una una herencia común de significado compartido, en el sentido al
especie de objetividad con aspiraciones y metas comunes, y se que nos referíamos antes. Este significado cultural no aspira en
intenta colocar en primer lugar la conformidad y la persecución primer lugar a la utilidad. De hecho, no puede decirse que una
del bien común. Uno de los conflictos fundamentales en la vida sociedad tenga una cultura si sólo limita su conocimiento a la
surge en el intento de unir estos dos fragmentos de manera ar- información que le parece útil, con lo que la vida carecería
mónica. Por ejemplo, cuando una persona crece se encuentra prácticamente de significado. Incluso en nuestra sociedad ac-
con que sus necesidades individuales tienen en la sociedad poco tual, parece que la cultura, considerada de esta manera, tiene
o ningún lugar. Y, a su vez, cuando la sociedad comienza a ac- poca importancia en comparación con otros asuntos que gran-
tuar sobre el conocimiento individual de manera falsa y des- des sectores de la población consideran de importancia vital.
tructiva, la gente se va haciendo cínica. Comienzan a pasar por El abismo que se abre entre el conocimiento individual y el
alto las exigencias de la realidad y el bien común en favor de los social es semejante a otros abismos de los que ya hemos habla-
intereses propios y los de su grupo. do en este libro, como por ejemplo, entre los órdenes descripti-
Dentro de este orden de conocimiento normalmente frag- vo y constitutivo, los órdenes simples de grado bajo y los caóti-
mentario, el orden social del lenguaje se destina sobre todo a cos de grado infinito o los órdenes temporal y atemporal. Pero
comunicar información. El fin último de ello es producir resul- en todos los casos podemos encontrar áreas nuevas para la
tados que se ven como necesarios, para la sociedad o para el creatividad, ricas y extensas, acudiendo a los órdenes nuevos
individuo, o quizá para ambos. El significado tiene un papel que se encuentran entre esos extremos. Así, en el caso que nos
secundario, en el sentido de que, por ejemplo, primero se plan- ocupa es necesario encontrar un dominio de órdenes creativos
tean los problemas a resolver, y después el significado se dispo- entre los extremos social e individual. Parece que el diálogo po-
ne de modo que pueda facilitar la solución de estos problemas. dría ser una clave para explorar estos órdenes nuevos.
Una sociedad puede, desde luego, encontrar un significado pri- Para ver lo que esto significa, obsérvese que, a medida que
mario común en los mitos, como el de la invencibilidad dé la se va desarrollando el diálogo, no sólo se van <<aflojando> cier-
nación o su destino glorioso. Pero esto sólo conduce a ilusio- tos presupuestos específicos, sociales y culturales, sino que
nes, que a la larga resultan insatisfactorias, peligrosas y des- también resultan afectados otros más generales y profundos'
tructivas. Así, el individuo se queda aparte, buscando de mane- Entre éstos, uno de los más importantes es la asunción de que
ra desesperada algo que pueda dar a la vida un significado au- entre el conocimiento individual y el social hay un abismo insal-
téntico. Pero esto raras veces se encuentra ni en la sociedad, vable. Esto implica que el individuo ha de adaptarse a la socie-
cruda, mecánica y despreocupada, ni en la vida aislada, y por dad, que hay que rehacer la sociedad para que se ajuste al indi-

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Ciencia, orden y creatividad
La creatividad en la vidn
viduo' o que ha de tevarse a cabo
arguna combinación de estos
acercamientos. Sin embargo,
si el Olatogo se mantiene lo sufi_ cho, un individuo puede ocuparse en una especie de diálogo in-
ciente, rarde o temyano ü, p"ni"ip*il,s terno consigo mismo. Lo importante aquí es la presencia del ¿s-
serán capaces de ver
cómo puede tener iugar uo ,irouirnl*io píritu de diálogo, lo que no es más que la habilidad de mante-
creativo en un nuevo
orden entre ros dos- extremos. ner en suspensión muchos puntos de vista, así como un interés
Este *oui,,,i"nio úñ:il:
tanto externay públicamente como por crear un significado común. Sin embargo, es de especial
internamente, donde todos
pueden sentirlo. C, importancia explorar las posibilidades de diálogo en el contex-
enmovimien,",'";T;J;t:H::::llr"1:.j:ff
logo. En este orden #n:,*if to de un grupo lo suficientemente amplio como para incluir
una amplia gama de puntos de vista, manteniéndolos en un
¡" {y¡á" V",. *¿ restringida a las dos
formas extremas ¿e-to fuerte flujo de significado. Esto puede ocurrir debido a que
indiviáuai y ñJ"iur, sino que
de modo que, junto con todo se trans_ este diálogo es capaz de tener el poderoso efecto no verbal del
!Tu, el orden generativo de la
mente, se encuentra en el rico dominio consenso. En una situación normal, el consenso puede condu-
creativJnenrr", f". áá,
extremos. cir a la confabulación y el juego falso, pero en un diálogo au-
La mente es ahr téntico existe la posibilidad de que la nueva forma de mente
viéndose¿".¿""i'¿"r^rff :i;,l.rT:ff*i"i""li:1Tl¿,Tl; consensual sea un instrumento más poderoso de lo que puede
énfasis en los individuos, ,.g,ini*i!u serlo la mente individual, ya que la primera lleva consigo un
ü-ocariOn. Esto es espe-
importante p"r" p"oa"i;;d;", rico orden creativo entre lo individual y lo social. Este consen-
:19:"t"
clones emocionales.que inévitableminte a las tueñes reac_ so no implica la presión de la autoridad o la conformidad, ya I
surgirán, incluso en que surge de un espíritu de amistad entregado a la claridad y
[: ffi::Hil:J:¿:n;rmj*: :i1", m#.T#:: la percepción última de lo que es verdad. De esta manera, la
rígida a los extremos individúal infraestructura tácita de la sociedad y la de sus subculturas ya
T:11"
slcos en torno a los
o social, los asuntos bá-
no se oponen, ni se hacen intentos de cambiarlas o destruirlas.
cuales no haya acuerdo
pantes quedan en cierta manera im pl"U- Sucede más bien que los marcos fijos y rígidos se disuelven en
áituror". "á,."
En efecto, Ios pre_
supuestos que se sacan ahora el flujo creativo del diálogo, al surgir un nuevo tipo de micro-
a la luz públi; y;;;;;; ;"T;;
absolutamente necesarios. y cultura. l

como rÁlliáoo puede reducirse


proporciones maneiables Ia <carga a La gente que ha participado en este tipo de diálogo será ca-
blemente asociada á to, pr.rffirr.,"Áá"ionul" que va inevita_ paz de extender su espíritu a todas sus actividades, relaciones y
I

dos por uno o varior,-lrirnu-'. ir" p".dan ser aprecia_ en último término a la sociedad en general. De esta manera,
¿-"l-ólio-, de modo que no es pueden comenzar a explorar la posibilidad de ampliar la trans-
rl
probable que se produzcan
"estaili¿3s"'v]ár"nror. Sóro un diá-
I

logo capaz de afronrar al mismo formación de la mente a un contexto sociocultural más extenso.
ner at descubierto el-contenido
ti";;; un'reto doble, el de oo_ Esta exploración sería muy relevante para ayudar a conseguir
i"t"l"",r"iáJ;ü;#ü,#;
básico manrenido de forma,Gi;;:-ñ;;liirunot.,, en el mundo un orden armonioso y creativo. Ahora ya pode-
carga emocional que Io acompaña, después la mos ver que los principales obstáculos a este nuevo orden no
sólo dicho diál"g;;;;lilt
tarála exploración del nuevo irr¿e" son técnicos, sino que descansan en la naturalezarígida y frag-
á" mental que se
está discutiendo aquí. "p"ru"iOn mentaria de nuestros presupuestos básicos. Esto es lo nos impi-
Es posible mantener estos diálogos de cambiar, respondiendo a las situaciones efectivas, y también
en todo tipo de circuns_ lo que nos imposibilita movernos juntos a partir de significados
tancias, con la participación ¿e
mucia;;; de poca. De he_ compartidos por todos.
"
2t2
273
Ciencin, orden y creatividad La creatividad en la vida

este aspecto'
La dimensión individual, socíal meros años de vida debe ser muy importante en
el árbol>' Sin em-
y cósmica del ser humano Y;;d" .t"gún se plante la rama, así crece que Freud se con-
U"ig", a algu"nos psiquiatras les ha parecido
en primeros
El diálogo, en el sentido aquí descrito, podría contribuir de ceniraba di manera demasiado exclusiva esos
sino a
manera significativa a limpiar la <<contaminación> o ..mala in- uñor, y prestaba poca atención no sólo a los siguientes
la sociedad, la cultura y la herencil gene-
formación> en las esferas social y cultural. Pero la humanidad áiro. í"ótot".,
no vive sólo en estas esferas. En términos generales, tiene tres "o-o
ral de la raza humana, como por ejemplo, los arquetipos de
Sin embargo' de tales
tipos de dimensiones fundamentales: la indiüdual, la social y la ¡"rg V inconsciente colectivó' 1.p."tT
cósmica, y acada una de ellas ha de prestársele la atención ade- "f
áit"?Jpun"ius está claro que el enfoque psicoanalítico ha conse-
cuada. guido iesultados y penetraciones valiosos'
Consideremos primero cómo operan los condicionantes en No obstante, en el contexto de este libro será necesario
todo
la dimensión individual. A lo largo de toda su vida, un indivi- cuestionar la idea freudiana de que la creatividad' sobre
o subli-
duo va acumulando una gran cantidad de mala información en en las esferas intelectuales, surge de un desplezamiento
tibilo. diccionario, este tér-
el orden generativo, procedente de la sociedad. Esta mala in- ;;ó, áe lo que él lama Segúnel
formación individual es quizá lo que describe la palabra idiosin- *ino tignifica placer, deseo, ansia ardiente y pasión sensual'üna es-
crasia, cuya raíz es griega y significa <<mezcla propiu. Así pues, fi"t¿ tJ ¿io ott significado más extenso que implicaba h*i"
cada persona tiene su <<mezcla>> particular, que se ha ido prepa- pecie de energíamental dirigida en un princiql" "1,t:i1{
el e-go''
rando desde el día mismo de su nacimiento. vertida despuZs en cualquier objeto significativo para
esta energía mental sufre una frus-
Una de las maneras fundamentales de hacer frente a los Freud defiánde qu"
"oundo busca alguna otra salida'
problemas individuales, que se ha desarrollado en época relati- tración grave en una etapa temprana,
vamente reciente, incluye la psiquiatría y otros acercamientos o la ciencia' No hay ninguna duda de que esto,su-
relacionados. En este campo destaca el trabajo de Sigmund "o*o "iu.t"
cediera realmente a cierto núméro de científicos
y artistas des-
Freud, que tiene un papel seminal. Se basa en la observación tacados. Newton, por ejemplo, tuvo una infancia difícil' y es
que volcara en la ciencia como compensa-
de que las neurosis de los adultos tienen su raíz en experiencias admisible pensar se
de la infancia, que no fueron nunca comprendidas de manera ción.
adecuada y que resultaron tan dolorosas que se las alejó del co- No es ésta, sin embargo, una explicación de lo que es en
podría
nocimiento consciente. Este material reprimido corresponde realidad la creatividaa y Jomo se origina. Difícilmente
De hecho' si
de alguna manera a la idea de una infraestructuratácita, que es ráti.n"tt" que la libido sea en sl misma creativa'
pr"¿" conducir a una descarga de energía mental excesivamen-
principalmente inconsciente y tiende a jugar sucio y bloquear la
creatividad. El tratamiento de Freud consistía esencialmente ie fuerte sobre unos objetos determinados, tenderá a provocar
en intentar llevar este material reprimido al conocimiento el tipo de rigidez que impide la creatividad'
consciente, de modo que la mala información en el orden gene- big"*.; másbien que cuando no se. permite a la energía
en
rativo pudiera ser corregida o abandonada. *"rrtuT de los primeros iñot tesponder de manera creativa
de las relaciones familiares, entonces esta energía qui-
El enfoque de Freud, y el de muchos otros psiquiatras que -ur"o
"J
le siguieron, se centraba fundamentalmente en ümpiar la mala
información adquirida en la temprana infancia. El sentido co- 4. Véase Charles Rycroft, A Critical Dictionary of Psychoanalisis'
mún parece decirnos claramente que lo que ocrure en esos pri- Nelson, Londres, 1968.

275
274
Ciencia, ord,en y creatividad
La creatividad en la vida
zá se vuelve hacia otras áreas en las
que sípuede hacerlo. Esto dicionantes personales, pero en el diálogo se revelan principal-
es, en cierto sentido,_una especie
de osolúciónrr, ;;;ñ;;;; mente los condicionantes culturales.
adelante se necesitará unu ,érpu"rta
creativa #, ü;l
fu,nda. Sin_embargo, lo que q"üa,"oá" ñ_
que esos individuos
Ambos tipos de condicionantes son casi totalmente <<in-

a los que llamamos conscientes>>, pü€s la mente se defiende mediante algunos jue-
e!11ós ,é lu, urr"gi* "spara mantener de al_ gos sucios de autoengaño y no es por tanto capaz de prestar
guna manera ra creatividad, ar
menoiduránte parte de su vida, atención a la naturaleza de sus propios condicionantes. Ade-
y en un campo concreto, mient¡as que
la mayoría Oe fa genG más, de la misma manera que una persona no se percata de su
termina <<ahogado> por distintos
recompensas y los castigos. Lo que -".unir_o, sociales, como las acento, los condicionantes culturales se escapan también a la
nosotros mantenemos en conciencia de esta manera sutil. A la larga, el condicionamien-
este libro es que el poteniial purui"
percepción creativa es also to cultural resulta probablemente más poderoso que el que se
natural. La creatiüdad nacein lo mes
nerativo,. y el papel de la energíu
oóñ;;;i;rd:;;"] origina en los primeros años de la vida. El acercamiento psi- I

rn"niul es responde;;;:;" quiátrico usual no suele actuar sobre los presupuestos cultura-
percepción, y en último términJhacerla
salir
lidad manifiesto. Una de las finalida¿es
ur oiu"r ¿" i.u] les básicos, que probablemente el propio psiquiatra mantiene
J" la "psiquiatría debe_ de manera tan <<inconsciente>> como el paciente.
ría ser liberar a la creatividao oe tos rilláos
bloqueos existentes Frente a esto, en un diálogo libre puede desarrollarse un
en el individuo, hayan comenzado és'íos
en una infancia tem_ nuevo orden de operación mental entre el individuo y la socie-
prana o en otros contextos.
Sin embargo, parece-que esta propuesta dad, al intervenir muchos individuos diferentes, representantes I

- suere considerarse
que
es contraria a lo
eI ób¡etivo iun'du-"otur de Ia priq"i"-
de varias subculturas, y que además tienen todos un interés es-
tría, o sea, ayudar al individúo u uOupturr" pecial en llegar a ser conscientes de las presuposiciones cultura-
a Ia sociedad. eui_ les rígidas. De esta manera, los condicionantes culturales pue-
zás esto tuviera sentido en-época
iu g;;
I

¿J f,.eu¿, den desaparecer, en un diálogo en el que los participantes ope-


creía que la sociedad era algó b¿sicamente "ourrOo
sano y saludable. ran entre las dimensiones individual y social del ser humano.
Pero Ia decadencia de la sociáda¿ tr".l"r
¿"r g""á"r--uiii"- Después de habernos ocupado de las dimensiones indivi-
es tal evidente que muchos psiquiatras
11 no se contentan va dual y social nos corresponde mirar hacia la cósmica. Ésta tiene
con ese tipo de meta. Uno de lojmás
,otun¿tr;, ñ. b. i;ir; que ver con la relación del hombre con el todo, con la totalidad
para quien lo que namamos locura puede
entenderse como una de lo que es. Desde época antigua se ha considerado crucial
respuesta <<sana> a una sociedad <lócarr.
De Maré no run para el orden global del individuo y la sociedad el establecer
tremo, sing que pide una transformación "*l
creativa de "r
la cultu; una relación armoniosa con este todo. Incluso se pensaba que
mediante el diálogo, lo que puede uf""ta,
¿" *"rr"r" t;ñ; esta relación ayudaría a prevenir o hacer desaparecer las distin-
tanto al individuo como a la iociedad. I
De Maré ha señalado también la semejanza tas dificultades que hemos tratado en este libro, conectadas con
entre el diálogo la <<mala información> destructiva y con la infraestructu¡a táci-
libre, sin propósitos ni tareas fijos, y l
freudiano de la ta del conocimiento.
libre.asociación, que ayuda u qü" ruígun "i,nÉi"Oo
ulu.on"i"ocia los con- En un pasado lejano, los seres humanos lograron este senti-
tenidos reprimidos. Según no"*tro
ambas cosas serían do de armonía dentro de la dimensión cósmica mediante el
de cómo pueae empezar "íf"qu",
urnol"rr"
:i:Tpt::
neras
la mente de ma-
diferentes, no limitadai por condicionamientos contacto directo con la naturaleza. La gente estaba entonces
Lo que sale a la luz con el psicoánáliri.,or,
rigiOos. constantemente sumergida en su ambiente natural, y no era
,o¡re todo, los con- por tanto extraño que se volcara en esta dirección y se moviera
276
n7
II
I

Ciencia, orden y creatividad La creatividad en la vida

hacia una dimensión más allá del tiempo y los limitados asuntos hace que la vida merezca la pena para los humanos que se en-
de los grupos sociales concretos. Incluso ahora, cuando la gen- cuentran en ese cosmos, creado por el Ser Supremo, o Dios.
te pasa algun tiempo cerca de la naturaleza, puede experimen- En las religiones orientales, los dioses han jugado un papel im-
tar en cuerpo y mente algo de esta cualidad <<curativa>>. En portante, pero el desarrollo general se ha encaminado al descu-
otros tiempos los hombres mantenían un contacto casi directo brimiento de la causa última del ser. En las religiones indias,
con la naturaleza, de modo que la <mala información> que pu- por ejemplo, se denomina al origen fundamental Brahman, y la
diera surgir, por ejemplo, de los contactos sociales, no tenía visión clave es que el uno mismo último, o Atman, es idéntico
consecuencias últimas, ya que era f¡ecuentemente <<lavada>. al ser último, o Brahman.
Sin embargo, a medida que la civilización se desarrollaba, Como afirmación verbal, esto tiene muy poco significado
este contacto directo con la naturaleza se diluía cada vez más. en sí mismo. El punto fundamental de una actitud religiosa y
Fue reemplazado hasta cierto punto por la filosofía y la ciencia, filosófica como ésta es entrar directamente en la realidad abso-
lo que proporcionaba también al ser humano cierto sentido de luta (o Brahman). Esto libe¡a al individuo de toda la <mala in-
relación con la totalidad. Pe¡o cuando la ciencia fue desarro- formación> de la infraestructura tácita del conocimiento y pro-
llándose hacia estructuras cada vez más abstractas e institucio- voca un estado de felicidad extrema y perfección. Son pocos los
nalizadas, el sentido de contacto se hizo más indirecto, y quedó que dicen haberlo conseguido alguna vez, pero mucha gente se
restringido a grupos limitados de especialistas que entendían ha visto profundamente afectada por estas ideas. En Occiden-
unas teorías altamente matemáticas. Los especialistas poseían te, los místicos sostienen una idea semejante de la unión con
la técnica necesaria para utilizar los complejos instrumentos Dios, pero poniendo más énfasis en la gtacia que en la percep-
teóricos y experimentales para mediar entre la naturaleza y los ción y comprensión individual.
seres humanos, pero para la gran mayoría este contacto resul- Para la mayor parte de la gente, sin embargo, la religión no
taba superficial e indirecto. En general, ha quedado restringido es una cuestión de misticismo, sino que se hace hincapié en
a los escritos de quienes intentan traducir las abstracciones ma- cierta forma de creencia en un Ser Supremo y en un conjunto
temáticas de la física a un lenguaje no técnico. de principios y prácticas que se deducen de esa creencia y son
La religión era otro posible acercamiento a la totalidad, y seguidos en la vida diaria. (Con todo, hay que añadir que el bu-
esto ya desde época muy temprana. A medida que la civiliza- dismo no cree en un Ser Supremo, sino que lo fundamental re-
ción se iba desarrollando y separando más de la naturaleza, iba sulta ser la comprensión del fundamento último del
creciendo la importancia de la religión. En la Edad Media, por
"yo".)
La dificultad principal que surge con el acercamiento reli-
ejemplo, la religión fue el principal medio por el que los euro- gioso y, de hecho, con cualquier intento de definir de manera
peos mantuvieron un sentido de contacto con el todo. Con la formal la totalidad y la relación que guarda el individuo con
llegada de la era moderna, la ciencia hizo que mucha gente ella, es que tiene lrna marcada tendencia a producir ideas es-
considerara inaceptable la visión del mundo dada por la reli trictamente fijas. Estas tienen, además, una fuerte carga emo-
gión. En la actualidad, la religión ha dejado de ser la fuente cional, de modo que impiden el juego libre de la mente y cau-
fundamental en la que encontrar el sentido último de la vida, y san un falso juego destructivo y el bloqueo de la creatividad.
esto tanto en Oriente como en Occidente. Sin embargo, la cien- En el campo de la ciencia surgen posturas semejantes en torno
cia no ha sido capaz de ocupar su lugar. a la idea de una verdad absoluta. En ambos casos, la pretensión
Las religiones occidentales enfatizan la creencia en el Ser de una verdad absoluta implica una necesidad absoluta, y hace
Supremo corno fuente no sólo del cosmos, sino de todo lo que que la mente se prepare a no ceder nunca, sin importar qué evi-

278 279

ill
Ciencia, orden y creatividad
La creatividnd en lavida
dencia pudiera encontrarse en sentido
contrario. Frente a esta mundo civilizado se está acercando a un estado en el que el sen-
actirud-es imposible intentar un auré;;i;;
nera, el ser humano queda atrapado
diálogo. D;;;;;: tido de contacto con la totalidad es ya muy pequeño. Por tan-
en una i"fiu"rtru"turu to, existe el peligro de perder el contacto con esta dimensión
rígida, en Ia que ua incl.rida,o¿u "*_
::L:r?yt ""nte áL cósmica clave, justamente en un momento en que más la nece-
asuncrones, suposiciones y prácticas. ""u.".i" sitamos, ya que tanto el individuo como la sociedad han sido
La historia nos muestra que jamás ha tenido
lugar un diálo_ arrollados por una <<mala información> destructiva. Por consi-
go sincero entre religion", qu",o.tienen
ideas sotre ñ;il;; guiente, en los siguientes apartados nos plantearemos si el im-
absoluta de diferenciar upr""iabl"..
tn.i,r.o dentro de ra misma pulso religioso puede ser liberado de su peligrosa tendencia a
religión, muy pocas suceAiOoque dos subgrufil;r;-
conciliaran tras una"",:"r lr-" aferrarse a puntos de vista rlgidos sobre la naturaleza de la to-
división doctrinal. Resulta ói¿l,ri" talidad, dado que ésta parece ser la razón por la cual las religio-
ná tr;;;;;rJ;;"r"
cua¡do.dos grupos difieren sobre la totafi¿aá
poder llegar a un acuerdo sobre sus nes se han visto implicadas a menudo en formas de fragmenta-
Jii"t"n"i". básicas. En er ción especialmente destructivas.
mejor de los casos, se respetan mutuamente,
pero esta toleran_
cia suele ser precaria, yá que u",",
o O"rpués da paso a una
destructiva que quiére arrollai ei punto
Sleada
neo>,
de vista <<erró_ Las respuestas de Oriente y Occidente
aniquilando a ros que lo sostienen si fuera
Existe también esta tendencia en 1", n"""rurio. a los condícionamientos del conocirniento
iá"orogl; J;l";-q;
pretenden ser viilidas para ra totalidad
de ra vida, in"rurá ¿É ru Las secciones anteriores se han centrado sobre todo en la
existencia. "
Pero a pesar de estos importantes inconvenientes, respuesta de Occidente al reto de <<mala información>> en el co-
y aunque nocimiento humano. Pero también Oriente ha desarrollado, a
mgcha gente considere hoyinverori-i1",
iu, suposiciones de la lo largo de miles de años, su respuesta propia, que sólo ahora
reügión sobre la totalidad,-no t uy q""
po las ideas religiosas movían p".iur.r
oiuid", qu" olro ti"r* comienza a penetrar en la cultura occidental de manera signifi-
de"nmanera mu- cativa. En términos generales, pone mucho más énfasis en la
cho más profunda que lo que"jamás frá""ieros
la ciencia. autoconciencia, mediante la observación interior y la medita-
Estas ideas penetraron en grandiosas "oor"guido
obras de arte, fuera músi_ ción, para enfrentarse a los condicionamientos del conocimien-
ca, arquitectura, literaturi o poesía. por
tanto, es importante to individual.
entender de dónde venía este poderoso
empuje, y.i pir"A" ."_ La tendencia occidental a conceder importancia a la acción
guir siendo válido en la actualilfuO.
Sin ¿uJá exterior y al dinamismo, s€ ve disminuida e incluso rechazada,
to fundamental en er ¡eto grobar de la ^íguñ",
hüanidad que".r;;;;;_
estamos favoreciéndose la suspensión de esta acción y la observación y
t¡atando aquí. planteeryoJ e] problema
mediante il ,ü;;;;; contemplación interiores. A esta última se la considera una
pregurita: ¿se ha quedado el impulso
de la religió" h;il;;;: ayuda para alcanzar la unión del conocimiento individual con
ticuado para siempre o es algo que
s". t.r-uno necesita de algún tipo de orden o causa cósmica, como manera de solucio-
manera profunda? "t
Si ha de darse una nueva oleda creativa, nar el problema de la existencia humana.
ésta debe traer Puede encontrarse esta visión, por ejemplo, en la antigua
consigo las tres dimensiones básicas:
tu irráirr¡¿uuf fu
, ,o"io"J_ idea china del Tao. El Tao concede la miáxima importancia a la
tural y la cósmica. Debido a la pérdida
¿" con ra natu_ armonía interna con la naturaleza y la totalidad, y eso implica
raleza y a la disminución O" fá i-f".tun"iu"ont""to
¿e la religión, el un mínimo de acción intencionada dirigida. (Esto se considera
280
281
Ciencia, orden y creatividad La creaüvidad en la vida
una interferencia con el orden natural, que se ve como básica- y aparece también en otros sistemas filosóficos, de meditación y
T9"t9 bueno.) Así, Lao-tzu, el autor dll Tao, elogia la inac_ de práctica. En el budismo, por ejemplo, se intenta que cada
ción diciendo que .<el que es sabio se atiene al hechoiue consis- persona sea consciente, mediante la reflexión y la meditación,
te en no actuar... Haz lo que consiste en no actuar y prevalece- de todo el tren de sus pensamientos, momento a momento. Se
rá el orden>.s Esta idea de que cierto tipo de inacóiOn es en sí afirma que en este proceso puede verse la <falta de fundamen-
misma una acción, e incluso ia forma mái elevada ¿e acciOn, to> básica de uno mismo. De esta manera logra aclararse una
es
recurrente en toda la cultura oriental. pieza clave de ..mala información>>, esto es, el supuesto, casi
Existe la misma tendencia en la cultura hindú, que comien- universal, de que <<el yo>> es el fundamento de nuestro ser. Esto
za ya en tiempos antiguos, como sucede con el deiarrollo conduce finalmente al Nirvana, en donde se produce la unión
del
Ioga.o La forma de yoga más conocida en Occidente es el Hat- feliz con la totalidad.
ha yoga, cuyo objetivo primordial es conseguir la armonía
en el Una forma particular del budismo es el zen, en el que se in-
cuerpo_. Aunque se centra en los movimienios corporales
y, por cluye la práctica de <<sentarse>> en el suelo en una posición de-
tanto, lleva consigo cierta acción extema, su intención uiili- terminada durante largos períodos de tiempo, algo que nos re-
zar esta acción como ayuda a la percepción interna. Con "r este cuerda las posiciones fijas del yoga. Si se mantiene esta posi-
fin, hace uso de una serie de posióiones fi¡as Asanas), ción, lo que puede resultar doloroso, se observa que empiezan
1o
"or, "i
propósito de que ra persona se haga consóiente de las tensiones a manifestarse todos los pensamientos y sentimientos reprimi-
y bloqueos en las reacciones musculares, que normalmente
son dos anteriormente. Parece que incluso los simples moümientos
<<inconscientes>. Esto se hace evitando los
movimientos habi- corporales que <mitigan>> un sentimiento de tensión se hallen
tuales de los músculos que rodean el bloqueo, que lo que
hacen implicados en eütar la consciencia de los aspectos desagrada-
es ocultar el bloqueo al <<mitigan> la tensibn quóde
otr'a manera bles del contenido general del conocimiento. Como ocurre con
indicaría su presencia. Graciás a una cuidadosa atención a
todo el yoga, la suspensión de tales movimientos externos posibilita
lo que está sucediendo, sobre todo interiormente, van desapa_ un movimiento interno más profundo, que actúa para <disol-
reciendo los impulsos nerviosos responsables del esquema jgi_
veD> los rasgos de la infraestructura rígida que son básicamente
do de excitación muscular. En efecto, se está deteniendo ún responsables de las tensiones mentales y físicas.
tipo de moümiento relativamente superficiar aer oraen expri- Los acercamientos de este tipo están relacionados princi-
cado, y así puede operar un movimiento interno mucho Áás palmente con la suspensión de las actividades y los impulsos ex-
profundo, en los órdenes implicado y generativo, Es este
movi_ teriores en distintas áreas, para evitar así que la mente pueda
miento lo que desplaza la <mala infbimación>) y cura cuerpo y <<escapar>) a ser consciente de que está condicionada para pro-
mente.
ducir bloqueos de varios tipos. El objetivo es hacer que estos
E¡te enfoque se utiliza, además, en otras formas de yoga, bloqueos aparezcan en la consciencia a través de una atención
-
relacionadas con las emociones, la voluntad, el intelecto,
eic., cuidadosa sobre todo a las respuestas interio¡es de mente y
cuerpo a estas suspensiones de la actividad externa. Esta ac-
5. Lao-tzu, Tao Te Ching, penguin, Harmondsworth, Inglaterra, ción, que desde el punto de vista externo podría ser denomi-
1963.
nada <<inacción'>, hace entonces posible el despejar la mala in-
,,. 6.. VÍ^rg : por ejemplo, áp horisms of yoga, Bhagwan Shree pantan_ formación de condicionamientos falsos acumulada tras los
Jah,^tractucido por Shree purahit Swami, Faber & Faber, Londres, bloqueos. Los acercamientos de este tipo se dirigen hacia lo
1 938.
trascendental, en el sentido de que, en última instancia, se
282
283
Ciencia, orden y creatividad La creatividad en lavida

combinan con las ambiciones filósofo-religiosas de unión del vimiento del conocimiento está suspendido para permitir a la
individuo con la totalidad. Así pues, la tendencia fundamental mente penetrar en la causa última.
se encamina hacia lo atemporal y lo que está más allá de la me- Puede verse que Oriente se inclina a la suspensión de la ac-
dida de la mente humana.T La dimensión sociocultural pasa a tividad abierta o explicada, en favor de un tipo de movimiento
un plano secundario y el interés recae principalmente enlas di- a niveles más sutiles. Esto queda ejemplificado en muchas esta-
mensiones individual y cósmica. tuas de Buda, que sugieren un reposo, equilibrio y armonía
Un ejemplo particularmente interesante y detallado nos lo perfectos, no impuestos desde fuera, sino surgiendo de una li-
proporciona el pensador moderno Jiddu Krishnamutri. Sus es- bertad interior que no se sujeta a nada. Sin embargo, lo que se
critos tratan de manera extensa y profunda Ia cuestión de cómo enlataa en Occidente es el movimiento, el dinamismo y la
la ment€ alcanza un estado de silencio y vacío, sin ningún senti- transformación perpetua. Esto puede verse en su arte, como la
do de división entre el observador y lo observado, mediante estatua del David de Miguel Angel o la pintura de la Creación
una actitud consciente y atenta al movimiento global del pensa- en el techo de la Capilla Sixtina.
miento. En este estado, la percepción de la mente es ólara y Es posible que ambas culturas fueran bastante parecidas en
limpia. Para Krishnamurti, este tipo de mente es necesario sus primeros tiempos pero, debido a lo que era en un principio
para solucionar problemas como los que hemos estado tratan- una pequeña diferencia de tendencias, el desarrollo fue dife-
do alo largo de este libro.8 Sin embargo, todo esto tiene para él rente, y en la actualidad están muy lejos una de otra. Ambas
una importancia secundaria. Su punto clave es que esta mente culturas han tenido sus logros particulares, algunos realmente
está preparada para entrar en lo que podríamos llamar el fun- impresionantes. Sin embargo, a pesar de sus anteriores logros
damento de todo ser y el significado último de la existencia.e creativos, la cultura occidental se encuentra en la actualidad en
Lo más significativo al respecto es que Krishnamurti insiste estado de declive, y no parece conocer ninguna manera de ha-
en que es precisamente el no movimiento, o inacción, de pen- cer frente a los problemas que lo originan. Entre éstos no sólo
samiento lo que se necesita para este otro estado que trasóien- se encuentran el peligro de una aniquilación nuclear, sino tam-
de el tiempo, el espacio y todo lo que pueda ser retenido por el bién la destrucción del medio ambiente por la deforestación, la
pensamiento. Queda claro que el principio de la suspensión de contaminación, y muchos otros. También la cultura oriental,
la actividad explicada es, en esencia, el mismo en el tio, el yoga que experimentó su oledada creativa más importante hace mu-
y el budismo. Parecería que se ha producido también una enoi- cho tiempo, se enfrenta a una serie de problemas fundamen-
me extensión de este principio, en el sentido de que todo el mo- tales que parece no ser capazde resolver. Aunque se ha man-
tenido el interés por esta línea de examen filósofo-religioso, al
menos en la India, muchos otros aspectos de la sociedad han
. ?:.AtÍ, por ejemplo, I a palabra yoga tiene la misma raíz qúe yugo, y
significa la unión de la vida ordinaria con el fundamento trasiende-ntai. permanecido estancados durante siglos, o han entrado en decli
Véase Swami Venkalesanda , The Concise yoga Vasistha. State Univer- ve. Es cierto que recientemente ha habido un recargo de ener-
sity of New York Press, Albany, 1984, para un buen informe de Ia vi- gía en países como China, India o Japón. Sin embargo, la fuer-
sión filósofo-religiosa que subyace a este-enfoque.
za que lo ha motivado no procedía de la cultura oriental misma,
8. Para esta fase, véase The Ending of Time, Thirteen Dialogues sino de la adopción de la ciencia y la tecnologla occidentales,
BetweenJ. Krishnamurti and D. Bohm, Gollancz, Londres, 1994. junto con las actitudes y la cultura general que las acompañan.
9. Para esta fase, véase, por ejemplo, J. Krishnamurti, Freedom Tanto en Oriente como en Occidente, se hace necesaria una
-
fromthe Known, Gollancz, Londres, 1969. oleada creativa de un nuevo orden. Dicha oleada no será posi-

2U 285
Ciencia, orden y creatividad
La creaüvidad en Ia vida
ble mientras la humanidad continúe con su fragmentación
tual,.reprgs:ntada por los extremos de las culóras
ac_ La creatividad en Ia ciencia, el arte y la religión
orierrtail
occidental. Tampoco es suficiente que cada u""
O" uáup,- Hemos dicho que el despliegue total de la creatividad exige
te, ciertos rasgos de la otra que puedia encontrar "ff*
convenientes o el poner fin a la ngidez y, por tanto, a la fragmentación, en la
atractivos según sus necesiáadés. En efecto, hacer
esto es se_ cultura global del planeta. Para comprender lo que esto signifi-
guir todavía con la rigidez de premisas básicas
que caracteriza a caría, es conveniente evaluar la vida cultural de la humanidad
ambas culturas. Esto sólo con-duciría al juego.u"io
y af Ufoqueo en tres disposiciones, enfoques o actitudes de la mente diferen-
de la creatividad. Se necesita claramente
ün diálogo auteJiico tes: la cientÍfica, la artística y la religiosa.
entre las dos culturas, en el que las partes no se
puntos de vista determinados, demódo que
aferren a unos Aunque ciencin significa literalmente .<conocimiento>>, la
podría quiza surgir actitud cientÍfica incluye mucho más que la percepción racional
una nueva mente común,libre y fluida. Esta
mentetispondáa con la mente y someter a prueba estas percepciones frente a he-
de ricas posibilidades para la óreatividad, moviéndose
en un chos reales, en forma de experimentos y observaciones. Al rea-
área diferente <<entre>> los extremos de las culturas
occidental actuales. euizá, en último término podría
of"rrtuif lizar estas pruebas, lo fundamental es reconocer un hecho real,
extender- mediante deducciones correctas, sin verse atrapado en la ten-
se.el.diálogo para incluir el Norte, relativamente
rico, y el Sur, dencia de la mente humana al juego sucio. En general, no pare-
relativamente empobrecido, además de oriente
d.e
, o"Lia"nt",
que nacería una auténtica cultura del planeta,
ce que se tenga en cuenta este principio. Por ejemplo, en las
ry-9do
significado socialmente compartido.
ul relaciones internacionales el hecho real suele distorsionarse se-
"on gún lo que resulte más útil o deseable para el Estado, una posi-
Sólo el libre movimiento de la mente que surja
en el diálogo ción que, por primera vez, fue defendida de manera abierta por
podrá dejar un impacto considerable en las
rigideces curturaÉs Maquiavelo.
que dan lugar a los problemas a los que las
Jociedades se en_ A la luz de lo que podría implicar esta actitud científica, pa-
rrenran en todas partes. Así, por ejemplo,
Oriente y Occidente rece particularmente extraño que, al menos en la cultura occi-
podrían avanzar hacia un exténso i.campo intermedio>
entre el dental, se haya pensado que sólo es necesaria en determinados
dinamismo occidental y ra suspensión ie ia actividad
externa campos. Es como si alguien dijera: <<en mi laboratorio intento
oriental, así como entre los óidenes temporal y
V reconocer seriamente el hecho real, pero en otras áreas de la
los órdenes individual y social, con el ordln "*rnp"iui,
cósmico a un lado vida, como las relaciones humanas y la política, es mejor jugar
y los órdenes individual y social al otro.10
Esto abriría un nue- sucio siempre que sea conveniente, y adaptar el hecho a lo que
vo campo para la creatividad, en el que todos
podrían to_", se necesite>>. Si se reconociera seriamente la actitud científica
parte.
como válida y necesaria para la totalidad de la vida, entonces
la revolución que se produciría sería enorme. En este caso, la
contribución fundamental de la ciencia a la oleada creativa se-
ría una extensión de la actitud científica a todas las relaciones
humanas.
E: interesante. que el budismo busque también una <vía La palabra arte tiene una raíz latina, que significa <<adecuar>>
_^10^ aunque
med¡a>, inter_
con base muy diferent" a ia que sugerimos y aparece en palabras como artículo, artesano y artefacto. La
bro, que es el diáloeo v la consideraciá, o. ü, i.oJ"",
descansan <<entre>> lós éxtremos.
;;;"ri;;ñ;;
"n "*t"l-i_ historia de la palabra muestra claramente que, en un principio,
nada separaba al arte del resto de la vida. Así, un artefacto es
286
287
Ciencia, orden y creativid.ad
La creatividad en Iavida
algo hecho para adecuar, tanto en sentido estético como prácti-
co. Sin embargo, hoy en día se consideru percepción creativa en el dominio de lo manifiesto. Además,
q.r" las obras de arte dado que la forma viene definida por proporción y relación,
sólo <se adecuan,> en el sentido
lo que también debe poseerlas la imaginación de alguna manera im-
"rtéñ;,
prueba del actual estado de fragmentacibn """rriiry,,r" plícita o envuelta. Por consiguiente, la razón intuitiva o percep-
áreas de la vida. "r,tre "t;;;;l;;;
El arte, en q1e se- incluyen la música, tiva es el acto de hacer explfcita la proporción y relación ya im-
9l el teatro, la literatu_ plícitas en la imaginación creativa. De este modo, la razón se
ra, la poesía, el baile-y lasarós üsuales,-está
estrechamente re- desenwelve a partir de la imaginación, como de hecho han su-
lacionado con la bellóza, f" u-onfu-y
fu vitalidad. pero, en el puesto algunos de los más destacados científicos y matemáti-
fondo, uno de sus significa¿", clru"J p"r"""
ser que el <<ade_ cos. Asf, Einstein ha contado sus experiencias de conceptos
cuarse>> o <no adecuarse>> se ve
en cadá momento en medio de que se originaban en <<sentimientos>> y sensaciones vagos e in-
un acto de fresca percepción creativa,
más que _"ái"ri" f" descriptibles.
aplicación de reglaJmecánicas qu"
O"t".noinan ..lo que es apro_ Cuando la imaginación <cristaliza>, su forma pasa a ser fija
piado y adecuadorr. En este .éntiá",-toAo
como si fuera una especie de arte.
poOrfa'pt"*;;" y da lugar a la fantásía.rr Ésta es la capacidad de fbrmar imáge-
erío"urr" en el campo de Ia nes mentales de tipos conocidos, combinarlas y relacionarlas.
ciencia,
9ua1{o la pregunta sobre et,igniii"aoo á; Es evidente que esta capacidad resulta tanto necesaria como
terminado de hechos y ecuaciones tien"e "üñ;:
finalm""t" q;;;Jr;;;_ útil cuando se trata de realizar, por ejemplo, planes y proyec-
derse mediante una percepción de
ese tifo, de naturaleza bási_ tos. A grandes rasgos, corresponde a la capacidad de la razón
camente artística. y, de manera más
general, aunque il;; de formar conceptos de tipos conocidos, combinarlos y relacio-
parte de ra vida está determinada por
r"ilu, y fórmulas mecáni- narlos. Sin embargo, el problema con la imaginación y la razón
cas, es posible hablar de un <arte'de
vivírrr, en el que la actitud es que las <<formas cristalizadas> se hacen excesivamente rígi-
artística conduce a una percepción creativa
mantenida. das cuando se las considera absolutamente necesarias para el
La actitud artística es pariic,rlurmente
importa;t" Io que bienestar de la psique y de la sociedad. Como resultado, la
se refiere a Ia imnortanóia dada ""
at papei a." ru muli;;;iil. mente queda atrapada en un juego sucio por intentar defender-
I mag inaciónsignifica rirerarmente
genes mentales>, que imita ras "rtJuiiiáu¿ para realizar imá- las. En este proceso, las fantasías se confunden con la realidad
formas de las cosas,"uG.-ilo y las relaciones lógico-formales de los conceptos con la verdad.
obstante, los poderes de la imagina"ion
u"n en realidad más Ie_ Evidentemente, no sólo quienes se especializan en arte han
jos, e incluyen la apariciOn
á" nuJuu, formas, hasta ese de poder llevar a cabo apreciaciones artísticas correctas. Todos
momento desconocidas.,Éstas "r"uT¡*
se_ perciben no sólo
necesitamos una actitud artfstica en cualquier momento de la
nes visuales, sino a trayé¡ de todá ".;ri;;;:
tipoáe sentimientos, sensa- vida. De hecho, la armonla sólo puede conseguirse a t¡avés de
ciones tácticas y cinestésicas y Oe
ot-ias i-un"ru, que es imposi_
ble describir. La hab'idad dl M;";;; una constante percepción artística de lo que es <<adecuado y
de sentir obras
musicales completas de una sola vez v'ñu"r, apropiado>.
pá[iu considerarse una Ya para terminar, nos ocuparemos de la religión, especial-
form3 de imaginación musical. por tanü, Ia actividad de la
imaginación no se Darece a un dibujo
estático, sino que se ase_
meja más a un tipo a" 1.1. La distinción entre imaginación creativa, denominada imagina-
"¡u"go"!ffi;t,;;;
ción de sentimientos, junto con un
una sutil orquesra_
ción primaria, y fantasía la hizo en primer lugar el poeta Coleridge.
sentid; ¿" int.n.ioiu'iil;
v'luntad. Así, la imaginación Para un tratamiento de este punto, véase O. Barfield, What Coleridge
de la entrada de la
"r "l "o.i"n^ Thought, Wesleyan University Press, Middletown, Conn., 1971.
288
289
Ciencia, orden y creatividad
La creatividad en la vida
mente relacionada con la totalidad. La rerigión
hace hincapié semejantes en el campo de la ciencia. Pero, sobre todo, lo que
en lo eterno y lo atemporal, asícomo en el
óntacto con etrün_ ha dado lugar a los problemas más serios ha sido el papel de la
damento último del sér. La palabra inglesa worship (<cultorr)
tiene la misma raíz que-worthy (ovaliosórr), y, creencia absoluta, en ideas como la naturaleza de Dios o la na-
ca el acto de <<dar un.valor muy alto>. Oe
;;;;;, ;;i1 turaleza última del ser. Cualquier creencia en formas definidas
heótró, fa refigibnéla de lo absoluto arrastra consigo la idea de la necesidad absoluta,
estrechamente relacionada con los valores, y t"rnayoiu
a" iu, que a su vez conduce a una actitud inflexible en la que las supo-
religiones han defendido,.explícita o implíciiament¿,
posible otorgar er valor adecüado a las c'osas
q;";; ;; siciones básicas no son negociables. Al aferrarse a esta actitud,
excepto cuando se la gente se ha visto obligada a luchar hasta la muerte para de-
mantiene una relación con lo que tiene un valoi
a,rpr"rno, fender su punto de vista, e incluso religiones que proclaman el
decir, con Dios. La tendencia Oát ser humano a
dar un valor su_ ". amor hacia todos se han visto implicadas en la extensión del
qreTo a algo es tan fuerte que incluso quienes dejan la religion
tienden aotorgárselo a alguna otra cosá, como odio.
el bienestar del En este contexto, resultará útil ocuparnos más cuidadosa-
Estado o la felicidad detñdividuo. Así pu"r, pu."""
claro que mente de qué se entiende por creencia. La palabra inglesa co-
o bien la humanidad está ligada a la retigiOn, i, Ui"n
ta Oe¡a-Je rrespondiente, believe, se basa en la teutónicalief , que significa
lado., en cuyo caso ha de afionta. lu cuesiión
de qué,.i,"i.utu <<amoD), de modo que aquello en lo que se cree es también
de algo, es lo que ostenta el valor supremo.
<<amador>. Entonces, resulta evidente cuál es el peligro de la
. Al igual que ocune con la ciencia y el arte, una actitud reli_
giosa auténtica debe estar libre de cualquier creencia, ya que cuando el <amoD> por un conjunto de supues-
sometimiento J_ tos y por sus implicaciones es fuerte, puede conducir a un juego
gido en la estructura tácita del conocimiento,
de modo que sucio que sirva para defenderlos. Inevitablemente, el resultado
todo lo que se lleve a cabo surja de la percepción
creativa. SOio final es destructivo. Por otra parte, no ha de olvidarse que
e¡tonces la religión podría ocuparse en proiundidad
de la creencia implica también confianza y fe en la honestidad e inte-
tión de si un ser humano puedjentrar en contacto "u"r_
con el funda_ gridad de alguna persona, institución, actividad cultural, o in-
mento de-todo y de qué modo. pero eso también
estaría fu;;- cluso en la vida y la creatividad. Sin esta creencia no podrá dar-
mente reracionado con las dimensiones sociocultural
e indivi- se el compromiso serio y sostenido necesario para la creati-
dual del ser humano y, sobre todo, con la cuestión
d"
por qué los seres humanos tienen una tendencia "¿;; iá
tan fuerte
vidad.
L,o que se necesita es, desde luego, un campo intermedio
verse atrapados en un juego sucio, lo que en
terminología reli_ entre los extremos de la creencia ciega, que pretende hacer que
giosa se denominaría ,,peóado> o ,.-uirr. Ante
todo, una acti_ la gente se sienta más feliz y segura, sin importarle que las
tud religiosa ha de ser compasiva, para reconocer
así el valor creencias sean o no correctas, y el escepticismo total, que de-
último del ser humano y peicatarse de que cada individ;"
ticipa en la rendencia humana a confunáir y jugar ;;;_ semboca en una actitud cínica frente a todo. Por ejemplo, po-
.u"io to[L dríamos mantener una serie de supuestos con confianza y fe, en
venido repitiéndose durante siglos.
la que ninguno es tan sacrosanto como para no poder cuestio-
. ,Si" embargo, hay que reconocer que la religión siempre ha
tenido tendencia_a quedarse atrapadá en todo-iipo narse. Si un enfoque como éste fuera parte integrante de la ac-
de aütoen_ titud religiosa, el conflicto básico entre las actitudes religiosa y
gaños y en la explotación de los dámás.
Er origen de esto se re_ científica desaparecería. De hecho, una investigación religiosa
monta a menudo a un desequilibrio entre los poderes
secular y resultaría exactamente tan abierta como una adecuada investi-
religioso, tensión que actuaimente está ocasionando
p..bú;;'. gación científica.
2n
29r
Ciencia, orden y creaüvidad
La creatividad en Ia vida
Adaptando esta actitud, las principales objeciones que
hici- nueva oleada, semejante al estallido de energía renacentista,
mos anteriormente a la religión desapareceríán,
pu".tó qu" pero todavía más profundo y extenso.
enfoque rgligioso ya implicaría un sometimiento ci"d;l; "f
nociones fijas sobre -no No es éste el lugar para ofrecer un programá detallado de
la naturaleza de la totalidad. ral"actituá
podría venir expresada por la siguiente afirmacióni cómo podría originarse este tipo de creatividad. De hecho, la
cosa qu€ digamos qug
üqrt", naturaleza misma de la creatividad imposibilita este programa,
! totalidaá es, no lo es; es también algo
más y algo diferente de lo que decimos. ya que tendría que incluir una definición tácita de qué es la
creatividad, o al menos algunas suposiciones sob¡e cómo puede
. Eg un principio, cienciá, arte y religión no eran cosas distin-
tas, sino que estaban inseparablemené unidas. pr"J; conseguirse. Definiciones y supuestos de este tipo pasarían a
tres han tenido una tremenda significación
q;;l;; ser rígidos compromisos dentro de la infraestructura tácita del
en Ia historia de la conocimiento, y antes o después bloquearían la creatividad
qy" deducir qul el abismo que las separa en
lt^t:11Í:glh:I
l& a$ualrdad debe de.tener.un efecto perjudiciál en para cuya obtención se proyectaron.
el orden ge- Ya que el potencial creativo es algo natural, lo fundamental
nerativo del conocimiento humano. ño éxiste rn"
t-onlot_fn- es dejar a la luz los supuestos rígidos que lo bloquean y enton-
p9r la que estas tres actitudes deban darse por.6;;;
leca ces ser capaz de disolverlos. Esto producirá una transforma-
Ocurrirá, más bien, que en una actiüdad determinad;,'Jü;
hincapié en una de ellas, mientras que las otras ción en el orden de la conciencia y la atención, lo que permitirá
continúan es_ que la mente responda libremente a las nuevas percepciones
tando presentes, aunque por el momento sea
en un segundo creativas. Ya se han sugerido unas cuantas vías para tratar este
plano. A pesar de todo, ü humanidad se ha,isto
oUiglJa u tema mediante el diálogo, y hemos mencionado también los
aceptar esta rígida separación. Evidentemente,
-diárogo entre estis acti_ enfoques orientales, que pretenden proporcionar cierto grado
tudes se necesita un en er que antes o despues us ties
avanzarán a ese <<carnpo intermedio>> en el que de autoconsciencia. Sin embargo, lo más importante es que la
seri factible un mente logre moverse a lo largo del <<campo intermedio> com-
nuevo orden de operación de Ia mente, con grandes
posibiliaa- prendido entre los extremos. De manera bastante general, po-
des para la creatividad. La apertura de un
diilogo dría definirse una inteligencia c¡eativa como la habilidad de
garía un papel fundamental para liberar "ú;¿;;il;_
ar conoiimiento huma- percibir categorías y órdenes nuevos <<entre> los viejos, que en
no de uno de los broqueos L ra creatividad más
dentro de su infraestructura tácita.
signincaiivos este caso son los extremos. Al hacerlo, no sólo se trata de
<<mezclar> los extremos, o de <<escoger pedazos útiles>. Tampo-
co es cuestión de comprometerse en una acción <<mediadora>> o
<<mediocre>>. Como ocurría en el caso de los órdenes regulares
Un nuevo orden de creatividad,
de grado bajo y los caóticos de grado infinito, lo que descansa
entre ellos es un nuevo dominio para la creatividad, cualitativa-
Resulta obvio ahora que la oleada creativa que se pedía
al mente diferente de cualquiera de los dos extremos.
comienzo del libro no puéde tener lugar sólo
en if o" iu Es importante llevar la creatividad más allá de los campos
""*lrot a' J"
ciencia, sino que todoi los aspectos ü'e la üda t.r-unu
en los que normalmente se supone que descansa. Esto no sólo
verse implicados en ella. AIgo semejante debe
de haber ocurri- debería incluir la exploración de dominios globales, como la
do en el renacimiento, una transformación radical
fu q* * ciencia, el arte o la religión, sino también de las actividades co-
incluían la ciencia, el arte y una nueva visión Oe la "n
humaniOaO, tidianas, más limitadas. Por ejemplo, si existen serios proble-
la cultura y la sociedad. Actualmente, se hace necesaria
una mas en las relaciones humanas, es necesario tomar conciencia
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293
Ciencia, orden y creatividad
La creatividad" en Ia vida
de las suposiciones de la infraestructura
tácita del conocimien_
to que los motivan, para así dejar de otras áreas, como si fuera por analogía. I-o más significativo es
estar atrapado en estos
presupuestos y en la (carga emocional>> que, sea cual sea su contenido, este movimiento creativo dispo-
que los d.*p;;. il_
cuerde cómo Anne Sullivan turo que-"oñria"rur1". ne de esa intensidad apasionada y de esa tensión vibrante capa-
nes táciras relativas a los papeles í"p"ri"t- ces de sobrepasar, e incluso disolver, los bloqueos a la creativi-
O'et tengua¡e y de br;;;;;;-
ros que normalmenre se dán por,"ntu¿o."su"Á;";; dad. De este modo puede comenzar un movimiento penetrante
para encontrar resnuestas nuevas ñ";;.1#
y creativas, graciai a las cua_
y de largo alcance, que quizá llegue a tener consecuencias im-
les se <disolvíeron> problemas portantes en todas las áreas de la vida. Además, la persona que
antes <insolubles>.
Indudablemente,en todos los revele una creatividad constante a lo largo de su üda tenderá,
de vida debería
".p""io, lapara
haber una especie de crearividil;;iñrente. como por analogía, a producir un movimiento similar en otra
es preciso cuestionar seriamente lograrlo, gente.
la asinción
creatividad sólo se necesita de vez La idea clave es que no basta con interesarse en los resulta-
y""r""ra"q;"'i;
,nni"u,o"ii" dos concretos de la creatividad, ya que se manifiestan en cam-
algunas áreas determinadas, ,o*o "r, "uunOo,
o la ciencia. "i pos limitados. El declive generalizado de la creatividad en una
_ Un tema importante es cómo se"iu*"
nuevo orden creativo. porque, tanio
puede dar comienzo a este
sociedad es una especie de <enfermedad> que en último térmi-
indiviOual
mente, el conocimiento estáluertemente corno ;.i; no podría causar su destrucción. Por tanto, resulta de crucial
condicionado pil;; importancia volver toda la actividad que todavía nos queda
serie. de suposiciones que conducen
a su propio encubrimiento
mediante un juego sucio. Lo qu" ,"*ttu contra la <mala información destructiva> que poco a poco va
y, envuelta en ellas, la mente ni
[s confusión e ilusión bloqueando y ahogando el potencial creativo natural.
siquiera es capaz de percatarse
de estas asunciones, o de prestarb;;;;;;n.V;;f;;ü;;

ll nun* maneraspor las que h;;;;;;


estos supuestos. Sin.embaigo, el punto
.rp", ¿"-""I1üu_ Resumen y perspectivas
clave es que cualquier
tipo de moümiento tib¡e de"la m";;;;;;i"
oportunidad de re- Al comenzar este libro pedíamos una nueva oleada creativa
velar y aflojar Ias ríeidas suposiciones
qu"iroqu"an la creativi- para hacer frente al reto extraordinario ante el que se encuen-
dad. Hay que darsJcuenta de qu"
ya que todo el mundo tiene siempre"rtJuioqueo nunca es btar, tra la taza humana y que tiene implicaciones en casi todos los
áreas abiertas tod;;;l; campos de actividad. El libro comenzaba con un estudio de la
penetración libre v honesta, a p"ru.
de los efectos O" tó¿u uiu naturaleza de la creatividad y de lo que la impide, centrándo-
üda en medio de una*soci"¿u¿ qu", po,
,"gtu general, desa- nos en la creatividad en el mundo de la ciencia. Gracias a estos
prueba la c¡eatividad.
.por
de están tales áreas. Aquel
tanto, es i-ilttante descubrir dón- ejemplos pudimos ver que la esencia del acto creativo es un es-
tugu, {u" una persona se vea
creativa constituirá un búen pun-to "opJ.riOr. tado de elevada energía que hace posible una percepción nue-
de
Normalmente, cuando únu p"rro'ou va, normalmente por medio de la mente. Ésta se encuentra
la posibili- bloqueada por la rígida estructura tácita del conocimiento, que
dad de ser creativa en un área ¿.it"Áii"o","i"u"nrr"
re gusta seguir ade-
lante con la actividad resultante. f"ro no puede responder a estas percepciones de manera adecuada,
f"i"rportante no es que_ con un <juego libre>. Como consecuencia, la mente <juega su-
darse sólo con Ia actividad
,iiá
movimiento creativo mismo. "oorr"á,;;;; pr"r,"r
"n porque, atención al
y" indicamos en el
cio> para crear la idea ilusoria de que no se necesitan nuevas
capítulo 5 al hablar de la corrienÉ percepciones perturbadoras.
¿" ug"u, es posible pasar a Después mostramos que el juego libre enla comunicación
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295
Ciencia, orden y creatividad
La creatividad en la vida
resulta también necesario para la creatividad,
al menos en la mas, constituye uno de los acercamientos fundamentales para
pero que también ¿l Ufoqu"uOo por el contenido
"j"l:iu: "rt¿del conocimiento.
rígido de Ia infraestructura tácita realizar un tratamiento de esta <<mala información> en la di-
Cuando nos ocupamos del tema del orden, mensión individual. Tanto en Oriente como en Occidente se
que resulta ser han desarrollado varios enfoques filosóficos, religiosos y místi-
una pieza clave para la creatividad,
destacamos que entre dos
extremos, en este caso el orden simple y regular y cos para limpiar la dimensión cósmica de un modo semejante.
te siempre un rico dominio puru Sin embargo, en todos estos enfoques se ha dado poca impor-
"".r, "*¡"
.í""ñui¿uá. "f&;f;ñ;;_
pecialmente significativo eran los "ri" tancia a un factor fundamental: la dimensión sociocultural.
órd"n", g"n"r"tivo e implica_ Gran parte de la mala información de la mente surge en esta
do. Gracias a ellos es posible entender
ei¿eseovoluimiento de áreay, por tanto, no se la puede tratar adecuadamente median-
la creatividad a partir de niveles u* _¿s sutiles, avanzan_
do hacia una tuente que no puede "uáu te los enfoques individual o cósmico. Además, dado que buena
se¡ limitada;6;ñü;
mediante ningún tipo definido ¿" parte de nuestro ser descansa en esta dimensión, una confusión
Esta fuente no está restringida u "oná"imiento
, rr"uiriJ"á. en esta área puede arrastrar consecuencias especialmente de-
uour-¿r"u, ¿"tr..irr"O*, sastrosas. Y, por el contrario, lograr despejar este campo pue-
como la ciensia o el-arte,,ino q,re incluye
Ia totalidad de la de liberar importantes energías que van asociadas a la opera-
vida. Por tanto, Ia oleada creativa q*
general y totalizadora,.antes que linütada
.*igi.os habrá de ser ción correcta de una mente consensual. Una mente de este tipo
a campos concretos. se halla gobernada por un espíritu de amistad no personal, y se
En esto, resulta de importancia crucial comprender
<<errores> o la <<mala información>
que los encuentra abierta a la inteligencia creativa por vías que no re-
que quedeo io
más profundo del orden generativo pu"á"n sultan accesibles al individuo. Esta es larazónpor la que hernos
"ouueltoi "n
tener serias conse_ puesto tanto énfasis en el diálogo a lo largo del übro, ya que
y,. además, de laigo atcance. Según
:::"T:":Iqa1i:as
exrsren rdeas y suposiciones rígidas ,i puede <<aflojar'> la rigidez colectiva y sociocultural que nos tie-
en la infraest*ituru".to,
t¿"iü ne presos a todos.
del conocimiento, el resultadJ,ro ,Olo una restricción a la
",
que opera cerca de la <<fuente> Mientras prevalezca esta rigidez sociocultural, la comunica-
i.^"1tl¡ldi$ a"f orO"" t"rr"*ii_ ción de temas fundamentales se verá bloqueada, en el sentido
vo, slng_ una presencia activa de energía
encaminadaá lu ¿"r- de que las personas no serán capaces de escucha¡se mutuamen-
tructividad general. Se necesita limpia"r
esa <<mala in- te y con seriedad cuando estos temas se planteen. Como resul-
formación> para liberar esta energía de"ntorr"",
su esquema rígido y tado, prolifera la fragmentación que inunda la sociedad actual
destructivo, de modo que pueda,"iponá",
de manera adecua_ y que parece haber caracterizado a la mayoría de las sociedades
da al desenvolvimiento de i" p"r""p"iOo"r"atiua
en formas ma_ conocidas. Sin un acercamiento enfocado directamente a la
nifiestas' uno de los propósiior tuit¿u.n"olates
de este ribro ha <<mala información> en la dimensión sociocultural, parece poco
sido llamar la atencién s-obre lo i-pottunil
que es riberar a la probable que cualquiera de los acercamientos que operan en
creaüvidad, si es que queremos que la
supervivencia del serhu- otras dimensiones humanas básicas pueda llegar muy lejos.
f:nT11e¡T l?l"nu, De hecho, en lai discusiones
a to targo de las distintas crisis a
q;;; Piénsese, por ejemplo, en un individuo cuyo conocimiento
fT:1yir las que,".'ot ha sido <<aclarado> en las dimensiones individual y cósmica.
la numarudad, nunca se ha destacado "rrtu
Io suficiente este factor
fundamental. Esta persona quizá fuera un modelo de sabiduría y compasión,
Se describieron una sgie de vías posibles pero su valor en el contexto general sería limitado porque, de-
para aclarar esta bido a la rigidez <<inconsciente>> en la infraestructura general,
<mala información>. En Occidente,
lá pri"áflia, uu¡u, iá._ el resto de la humanidad no podría escuchar a esta persona de
"o
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297
Ciencia, orden y creatividad
La creatividad en la vida
manera adecuada, sino que la rechazaría o le rendiría
culto inteligencia creativa. Ambos van necesariamente juntos. Así,
como a un dios. En cualquiera de los dos casos, no
tendría lu- ser <<bondadoso>) y <<generoso>> y mantener una rigidez de ideas,
gar un diálogo auténtico-a nivel social, y el efecto
soUre ta grÁ a la larga desembocará en frustración, y lo mismo sucederá con
mayoría de la humanidad sería mínimo. En este caso, se
necesi_ la claridad intelectual que vaya ligada a un corazón frío y duro.
taría que todos los implicados dejaran de lado tos supuestos
bre la perfección de los dioses, qúe imposibilitan totalmente
so- El propósito último de este libro era depertar cierto interés
un por la importancia de la creatividad. Quien comprenda esta im-
diálogo auténtico. De todos.o^dor, realmente sa- portancia tendrá energía para hacer algo que la fomente, según
"iindiuid,ro
bio es aquel que entiende que puede haber algo i*port"oi" q* sean su talento, su habilidad y sus dones. Al principio, todos
aprender de cualquier otro seihumano. EstaáctituO trarfa
pósl- los grandes cambios comenzaron manifestándose en unas po-
ble un diálogo sincero, en el que todos los participanter
rá cas personas, que sin embargo se convirtieron en <<semillas> de
cuentran en el creativo <<campo intermedio> entrelos "n_
extremos algo mucho mayor que estaba por venir. Esperamos que este li-
de <perfección> e uimperfeciión>. En este terreno podría
lle_ bro no se limite a llamar la atención sobre los temas que hemos
varse a cabo una transformación fundamental, qué
superara tratado en é1, sino que realmente dé paso a la liberación de la
ambos límites extremos e incruyera ra dimensión
sbciocultural. energía creativa en el interior de cuantos lectores sea posible.
Conviene hacer hincapié aquí en el diálogo y la Oimensián
sociocultural, ya que en este contexto se lesia prestad;;;;_
malmente muy poca atención. Sin embargo, este énfasis
no de-
bería traer consigo el abandono de otraJdimensiones.
cho, en cualquier actividad creativa han de estar presentes
l" fre-
las
tres dimensiones, aunque en un momento deterrninado
acentuarse una en relación con las otras. il"d"
También serla importante que, a la larga, se incluyeran
en
el diálogo no solo discusiones ielevantes a nivel soc¡olutturai,
sino que se trataran también la vida y los problemas
del indivi-
duo y del contexto cósmico, este últim; desde persp".riu",
cientlficas, psicológicas y religiosas. y viceversa, la actividad
creativa de estas dos dimensiones tendrá que incluir et
espiriiu
de diálogo, en el que muchos puntos de vista se mantienen
en
suspensión, y en el que la créación de un significado
comrin
constituye uno de los propósitos fundamentalei.
La necesidad esenciai, en las tres dimensiones básicas de
ra
cultura, es <<aflojan> los contenidos intelectuales mantenidos
rí_
gidamente en la infraestructura tácita del conocimiento,
así
como <<ablandan> la .<dureza del corazón>>, en lo que al
sánti_
miento se refiere. Este <ablandar> el lado emocional podría
considerarse como el comienzo de un amor auténtico,
rnientras
que el <<aflojar>> el pensamiento constituiría el despertar
de ia

298
299
En cierto modo, la ciencia nació con el temor que sentían los hu-
manos por el universo, y con la pregunta por el puesto del hombre en
el mundo. Ciencia, orden y creatividad es un libro enorrnemente pro-
vocativo donde dos de los más eminentes científicos de nuestro tiem-
po explican cómo la ciencia está perdiendo su primitiva orientación,
dispersándose en un compendio de formulaciones abstractas y frag-
mentaciones. Ahora bien, esa pérdida de contacto con la realidad
debe, y puede, remediarse. Recorriendo la historia de la ciencia, desde
Aristóteles hasta la mecánica cuántica, los autores explican la génesis
de las teorías científicas y muestran de qué modo se pueden superar los
bloqueos a la creatividad. La ciencia no tiene que perderse en un espa-
cio de nadie sino que puede conducir a una especial aproximación a lo
real, contribuyendo a un mejor conocimiento de la sociedad, de la
mente y de la condición humana.
Ciencia, orden y creatividad propone una mayor intercomunica-
ción entre las diversas ramas del saber, y pone el énfasis en las ideas
más que en las fórmulas, en la totalidad más que en los fragmentos, en
el sentido más que en la mecánica. Ciencia, orden y creatividad es, en
suma, un documento enornemente estimulante que explora los miste-
rios del nuevo paradigma en un contexto a la vez filosófico, científico,
existencial y espiritual. Muestra de qué manera cada uno de nosotros
puede convertir su propia vida en una obra de creación, aportando
nuevo <sentido> al universo.

El profesor David Bohm, antiguo colaborador de Einstein y


Oppenheimer, es mundialmente conocido por sus trabajos en f
cuántica. La síntesis de su pensamiento la ha expuesto en el libr
totalidad y el orden implicado (publicado por Kairós).
El doctor David Peat, investigador del National Research Co
de Canadá, es probablemente el pionero en conectar la teoría cuá
con la psicología junguiana, como muestra su obra Sincronicnaa
(también publicada por Kairós).

ISBN: 978-84-7245-1 84-1

Colección Nueva Ciencia ,ililxJl|ililruil[[ilil


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