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1.

DISPOSICIÓNES GENERALES SOBRE LOS CONTRATOS DEL SECTOR


PÚBLICO.

La Unión Europea ha culminado un nuevo proceso de adaptación de la normativa de


contratación pública, adoptando un paquete de Directivas que pretende un escenario
más competitivo y vinculado a políticas públicas concretas en el marco de los objetivos
de la “Estrategia Europa 2020, una estrategia para un crecimiento inteligente,
sostenible e integrador”, fomentando la transparencia y apertura e intensificando
la competencia. Estas nuevas Directivas comunitarias constituyen la cuarta generación
de normas comunitarias en materia de contratación, y engloban las fases de
preparación, adjudicación, ejecución y resolución.

Las nuevas Directivas de contratos se refieren a la contratación pública estratégica y


al fomento de la innovación empresarial como uno de sus ejes. Y es que uno de los
objetivos de la Estrategia europea es, precisamente, desarrollar una economía basada
en el conocimiento y la innovación empresarial, especialmente de las pymes, pues la
contratación pública -que mueve alrededor del 20 por ciento del PIB de la Unión
Europea- es considerada un factor clave para la implementación de las políticas de la
Unión en materia social, medioambiental, de innovación y de promoción a las
pymes.

En este orden, la transparencia y la rendición de cuentas se han reconocido como


condiciones clave para la promoción de la integridad y la prevención de la
corrupción en la contratación pública. No obstante, deben equilibrarse con otros
imperativos de buena gobernanza, como asegurar una gestión eficaz de los recursos
públicos −“eficacia administrativa”− o proporcionar garantías para la competencia
justa. Y en este sentido, a fin de asegurar la relación calidad-precio total, el reto para
los que toman las decisiones es definir un nivel apropiado de transparencia y rendición
de cuentas para reducir los riesgos de integridad en la contratación pública al tiempo
que se persiguen otros objetivos de este tipo de procesos.
La normativa comunitaria:

 Persigue incrementar la eficiencia del gasto público –entre otras cuestiones,


potenciando la competencia efectiva-.
 Pretende facilitar la participación de las PYMES en la contratación pública.
 Permite que los poderes públicos empleen la contratación en apoyo de
objetivos sociales comunes.
 Aclara determinadas nociones y conceptos básicos para garantizar la seguridad
jurídica e incorporar diversos aspectos resaltados por la jurisprudencia del
TJUE

1.1. La Ley de Contratos del Sector Público.

La Ley 9/2017, de Contratos del Sector Público -en adelante, LCSP- incorpora al
ordenamiento jurídico español las directivas comunitarias 2014/23/UE, relativa a la
adjudicación de contratos de concesión, y 2014/24/UE, sobre contratación pública.

a) Objetivos que inspiran la nueva LCSP


 Transponer adecuadamente las nuevas directivas de contratación pública,
incorporando las antedichas Directivas 2014/23/UE, y 2014/24/UE.[1]
 Conseguir una mejor relación calidad-precio, de manera que los órganos de
contratación puedan dar prioridad a la calidad, consideraciones
medioambientales, aspectos sociales o a la innovación, sin olvidar el precio ni
los costes del ciclo de vida del objeto de la licitación.
 Garantizar la eficiencia en el gasto público, respetando los principios en
materia de contratación.
 Mejorar la eficiencia en la contratación pública, por ejemplo, convirtiendo la
contratación electrónica en la regla general en los procedimientos de
adquisición de bienes y servicios, manteniendo la contratación no electrónica
como residual y excepcional.
 Mejorar la integridad y la transparencia en la contratación pública.

b) Entrada en vigor de la ley

La LCSP entró en vigor, con carácter general, el 9 de marzo -a los 4 meses de su


publicación en el BOE-, pero se establecen otros supuestos particulares de entrada en
vigor a los 10 meses de su publicación, al día siguiente de la misma e, incluso, de
entrada en vigor diferida a un ulterior desarrollo reglamentario (Disp. fin. 16ª LCSP).

La aplicación temporal a partir de la entrada en vigor de la Ley -9 de marzo de 2018-


debe completarse con el régimen transitorio establecido en la Disp. trans. 1ª a 5ª
LCSP.
[1] Por su parte, la Directiva 2014/25/UE se incorpora a nuestro ordenamiento en otra
ley específica sobre procedimientos de contratación en los sectores del agua, la
energía, los transportes y los servicios postales que también transpone la Directiva
2014/23/UE, en lo que resulte de aplicación a tales sectores.

1.2. Objeto de la LCSP.

Esta ley tiene un doble objeto:

a) Regular la contratación del sector público.

El primer objeto de la ley es el establecimiento del régimen contractual de los sujetos


que integran el sector público, a fin de garantizar que el régimen contractual de los
sujetos pertenecientes al sector público se ajusta a los principios básicos de la
contratación administrativa tomados de la jurisprudencia comunitaria y nacional, así
como de la doctrina del Consejo de Estado, tales como (arts.1 y 132 LCSP):

 Principio de libertad de acceso a las licitaciones.


 Principio de publicidad y transparencia de los procedimientos.
 Principio de no discriminación e igualdad de trato entre los candidatos.

Estos principios se aplican para resolver las dudas y lagunas que presenten todos los
contratos, negocios y relaciones jurídicas del sector público excluidos de su ámbito
objetivo de aplicación que se regirán por su regulación específica.

Buenas prácticas
 El principio de publicidad y transparencia se instrumenta fundamentalmente,
en lo que se refiere a las obligaciones de publicidad activa, a través del perfil de
contratante, siendo un principio de marcado carácter instrumental, pues su
objetivo no es meramente formal, sino que busca generar competencia, de
forma que una mayor concurrencia empresarial redunde en mayor eficiencia
(JCCA Aragón Recomendación 1/2014).
 El principio de transparencia fue definido por el TJUE como consecuencia
necesaria del principio de igualdad de trato, cuyo objetivo es favorecer el
desarrollo de una competencia real y efectiva. Impone que todos los licitadores
dispongan de las mismas oportunidades al formular sus ofertas y que estas se
sometan a las mismas condiciones para todos los licitadores[1].
 El principio de publicidad y transparencia es compatible con el principio de
confidencialidad, que impide a los órganos de contratación divulgar la
información facilitada por los empresarios que estos hayan designado como
confidencial en el momento de presentar su oferta y que afecta a los secretos
técnicos o comerciales y cualquier información que pueda ser usada para
falsear la competencia.
 Entre las normas tendentes al fomento de la transparencia en los contratos que
la nueva LCSP incorpora normas se encuentra la supresión de la aplicación del
procedimiento negociado sin publicidad por razón de la cuantía, en cuya
sustitución se crea el procedimiento de adjudicación abierto simplificado, con
especial cuidado a los principios de publicidad y transparencia.
 Los requisitos de necesidad e idoneidad del contrato impiden a las entidades
del sector público celebrar más contratos que los que sean necesarios para el
cumplimiento y realización de sus fines institucionales. Se exige que el objeto y
contenido del contrato sea el idóneo para satisfacer las necesidades que se
pretenden cubrir.
 Especial referencia al objetivo de estabilidad presupuestaria y control del
gasto en conexión con el principio de integridad. Los sujetos que integran el
sector público deben lograr una eficiente utilización de los fondos destinados
a la realización de obras, la adquisición de bienes y la contratación de
servicios, mediante:
a. La exigencia de la definición previa de las necesidades a satisfacer y la
justificación de la necesidad de celebrar el contrato (art.28 LCSP; art.73
RGCAP).
b. La salvaguarda de la libre competencia se obliga a comunicar a la CNC
las actuaciones contrarias a la libre competencia.
c. La selección de la oferta económicamente más ventajosa.

b) Regular el régimen jurídico de los contratos administrativos.

El segundo objeto de la LCSP es regular el régimen jurídico aplicable a los efectos,


cumplimiento y extinción de los contratos administrativos, en atención a los fines
institucionales de carácter público que a través de los mismos tratan de realizar.

La LCSP art.1, párrafo 2º habla de contratos administrativos, cuando resulta más


correcto referirse, como hace la propia LCSP, a los contratos del sector público,
incluyendo así a los contratos sometidos a un régimen jurídico de Derecho privado,
que se regirán en cuanto a su preparación y adjudicación, en defecto de normas
específicas, por la LCSP (LCSP art.24 y 26).

[1] TJUE 12-12-02, asunto C-470/99 Universale-Bau, EDJ 61297; 16-9-13, EDJ 174496,
dictadas en procedimientos de la Comisión contra España.

1.3. Ámbito de aplicación subjetivo.


Se someten a la LCSP los contratos del sector público, entendiendo por tales
los contratos onerosos, cualquiera que sea su naturaleza jurídica que celebren las
entidades enumeradas en el art.3 LCSP, así como los contratos subvencionados por
estas entidades. [1]

Dentro del ámbito subjetivo de la LCSP -sujetos o entidades cuya actividad contractual
se somete a su regulación-, uno de los ejes fundamentales de aplicación es el concepto
de poder adjudicador, lo que permite distinguir los regímenes jurídicos de los
contratos públicos según la entidad contratante sea o no un poder adjudicador. No
obstante, la delimitación del ámbito subjetivo que hace la LCSP mezcla el elemento
propiamente subjetivo con la relación de ciertos tipos de contratos.

Los sujetos o entidades a los que obligan los preceptos de la LCSP, aunque con
extensión diferente, pueden agruparse en tres categorías:

1. Contratos onerosos que celebren las entidades que forman parte del sector
público(art.3 LCSP).
2. Contratos subvencionados sujetos a una regulación armonizada celebrados por
entidades que tengan la consideración de poderes adjudicadores (art.23 LCSP).
3. Contratos que celebren las comunidades autónomas y las entidades que
integran la Administración local, o los organismos dependientes de las mismas,
así como los contratos subvencionados por ellas.

La LCSP enumera los entes, organismos y entidades que forman parte del sector
público, pudiendo distinguir dentro de los sujetos integrantes del sector público, los
entes, organismos y entidades que tienen la consideración de Administraciones
públicas y los que tienen la consideración de poderes adjudicadores, englobando en
este caso a las Administraciones públicas. La distinción tiene trascendencia en cuanto
al régimen aplicable a los contratos:

1) Sujetos que tienen la consideración de Administraciones públicas:


 Preparación del contrato: se rige por los art.115 a 130 LCSP.
 Adjudicación: art.131 a 187 LCSP.
 Efectos y extinción: se rigen por las normas sobre obligaciones en materia
medioambiental, social o laboral (art.201 LCSP), sobre condiciones especiales
de ejecución (art.202 LCSP), sobre supuestos de modificación del contrato
(art.203 a 205 LCSP), sobre cesión y subcontratación (art.214 a 217 LCSP), sobre
racionalización técnica de la contratación (art.218 a 228 LCSP), así como las
condiciones de pago establecidas en los art.198.4, 210.4 y 243.1 LCSP.

2) Poderes adjudicadores que no son Administraciones públicas:


 Preparación y adjudicación del contrato: se rigen por art.317 y 318 LCSP.
 Efectos y extinción: se rigen por el Derecho privado[2].
3) Restantes sujetos del sector público que no tienen la consideración de poderes
adjudicadores:
 Adjudicación: 321 LCSP.
 Efectos, modificación y extinción: Derecho privado (art.322 LCSP).

Por tanto:

A los efectos de esta Ley, forman parte del sector público las siguientes entidades
(art.3 LCSP):

 La Administración General del Estado.


 Las Administraciones de las comunidades autónomas.
 Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
 Las entidades que integran la Administración local.
 Las entidades gestoras y los servicios comunes de la Seguridad Social.
 Los organismos autónomos.
 Las universidades públicas.
 Las autoridades administrativas independientes.
 Los consorcios dotados de personalidad jurídica propia.
 Las fundaciones públicas.
 Las entidades públicas empresariales.
 Cualesquiera entidades de Derecho público con personalidad jurídica propia
vinculadas a un sujeto que pertenezca al sector público o dependientes del
mismo.
 Otras sociedades mercantiles con capital social público superior al 50%.
 Los fondos sin personalidad jurídica.
 Las entidades con personalidad jurídica propia creadas específicamente para
satisfacer necesidades de interés general que no tengan carácter industrial o
mercantil.
 Las asociaciones constituidas por entidades del sector público.
 Las Diputaciones Forales y las Juntas Generales de los Territorios Históricos del
País Vasco.

Se sigue así el esquema creado por la anterior regulación que había evolucionado
pasando de ser una normativa sobre contratos del Estado a ser una regulación que
integra a todos los sujetos del sector público, evolución cuya justificación se
encuentra en la normativa comunitaria y su ampliación a todos los sujetos que tengan
la facultad de contratar con cargo a los fondos públicos, sometiendo dicha
contratación a los principios comunitarios básicos en la materia- publicidad y
concurrencia.
[1] La LCSP establece que un contrato tiene carácter oneroso en los casos en que el
contratista obtenga algún tipo de beneficio económico, ya sea de forma directa o
indirecta (art. 2 LCSP). Los contratos en los que el sujeto del sector público es el que se
obliga a entregar los bienes o prestar el servicio, aun pudiendo ser contratos onerosos,
están excluidos de la LCSP, sujetándose a las prescripciones de la Ley para la
celebración del contrato si el adquirente de los bienes o el receptor de los servicios es
una entidad del sector público sujeta a la LCSP (art.11.4 LCSP).

[2] Si bien les aplica excepcionalmente alguna regla aplicable a los sujetos que tienen la
consideración de Administraciones públicas en la que ha de mediar concurrencia de
circunstancias de interés público, por excepción al principio de inalterabilidad de los
contratos sin el consentimiento de ambas partes.

1.3.1. Sujetos que tienen la consideración de Administraciones públicas y sujetos que


tienen la condición de poderes adjudicadores:

a) Administraciones Públicas (art.3.2 LCSP).


Dentro del sector público y a los efectos de la LCSP, tienen la consideración
de Administraciones públicas:

 La Administración General del Estado.


 Las Administraciones de las comunidades autónomas.
 Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla.
 Las entidades que integran la Administración local. Las Entidades
locales comprenden (art.3.1.a y 3.2.a LCSP):
o Las entidades locales territoriales básicas (municipio, provincia e isla en los
archipiélagos balear y canario) (art.137 CE; Lart.1.3 LBRL).
o Otras entidades locales con personalidad jurídica: mancomunidades y otras
entidades locales menores que reconoce la LBRL y, en ciertos casos, la
legislación de la comunidad autónoma respectiva.
 Las entidades gestoras y los servicios comunes de la Seguridad Social.
 Los organismos autónomos.
 Las universidades públicas.
 Las autoridades administrativas independientes.
 Las Diputaciones Forales y las Juntas Generales de los Territorios Históricos del País
Vasco, en cuanto a su actividad de contratación.
 Los consorcios y otras entidades de Derecho público (art.3.2.b LCSP) en las que
dándose las circunstancias establecidas en la Ley para poder ser considerados poder
adjudicador y estando vinculados a una o varias Administraciones públicas o
dependientes de las mismas, no se financien mayoritariamente con ingresos de
mercado.[1]

b) Poderes adjudicadores (art.3.3 LCSP).


La categoría de poderes adjudicadores se establece por el Derecho comunitario y
determina la sujeción más intensa de su actividad contractual a la LCSP, ya que se
sujeta además a la regulación específica de los contratos sujetos a regulación
armonizada.

Se consideran poderes adjudicadores los siguientes entes, organismos y entidades del


sector público:

a. Las Administraciones públicas.


b. Las fundaciones públicas.
c. Las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social.
d. Las entidades con personalidad jurídica propia, distintas de las expresadas en las
letras anteriores que hayan sido creadas específicamente para satisfacer necesidades
de interés general que no tengan carácter industrial o mercantil, siempre que uno o
varios sujetos que deban considerarse poder adjudicador, financien mayoritariamente
su actividad, controlen su gestión, o nombren a más de la mitad de los miembros de su
órgano de administración, dirección o vigilancia.
e. Las asociaciones constituidas por las entidades mencionadas en las letras anteriores.

Buenas prácticas.
 La distinción entre la entidad que ostenta la condición de poder adjudicador y aquella
que no ostenta tal condición se reconduce a la distinción entre finalidad mercantil (o
industrial) y finalidad no mercantil (o no industrial).
 Para esta distinción debe traerse necesariamente a colación la jurisprudencia
comunitaria (TJCE 27-2-03, C-373/00; 10-5-01, C-223/99; 12-12-02, C-470/99),
resultando como criterios relevantes los siguientes:
o Consideración del objeto de la entidad: la vinculación del objeto de la entidad
que se considere a funciones o potestades públicas orienta su calificación
hacia actividad de interés general no mercantil o industrial.
o Existencia de competencia desarrollada en el sector en el que opere la
entidad: la existencia de una situación de competencia en el mercado que
pueda considerarse normal constituye un indicio de que se trata de una
entidad que persigue una finalidad mercantil o industrial.
o Existencia de mecanismos para compensar pérdidas: la existencia de tales
mecanismos de forma que la entidad no soporte el riesgo de sus actividades
permite apreciar que no se está en presencia de una actividad de carácter
mercantil o industrial.
o Sistema de fijación de precios. La fijación de los precios de los bienes que
produzca o de los servicios que preste la entidad con arreglo exclusivamente a
las Leyes de la oferta y la demanda orienta la calificación hacia el carácter
mercantil o industrial de la entidad.
 La LCSP amplía el ámbito subjetivo, incluyendo a los partidos políticos , las
organizaciones sindicales y las organizaciones empresariales, además de las
fundaciones y asociaciones vinculadas a ellas, y también las corporaciones de
Derecho público , cuando cumplan los requisitos para ser poder adjudicador. No se
trata de una aplicación completa, sino limitada a los contratos sujetos a regulación
armonizada, a los que, además se aplica el régimen establecido en la LCSP para los
contratos de los poderes adjudicadores que no posean la naturaleza de Administración
pública. Esta inclusión no viene impuesta por la Directiva 2014/24/UE, que excluye los
servicios relacionados con campañas políticas, cuando son adjudicados por un partido
político en el contexto de una campaña electoral (art.11.5 LCSP).

[1] Se entiende que se financian mayoritariamente con ingresos de mercado, cuando


tengan la consideración de productor de mercado de conformidad con el Sistema
Europeo de Cuentas.

1.4. Ámbito objetivo de aplicación.

El ámbito objetivo de la LCSP está integrado por:

 El procedimiento de contratación administrativa, desarrollando las distintas


fases que lo integran -preparación, adjudicación y ejecución-.
 Los distintos contratos del sector público.

Clasificación de los contratos del sector público.

a) En función de la entidad pública contratante(art.2 y 19 LCSP):


 Contratos celebrados por las Administraciones públicas;
 Contratos celebrados por las entidades que tengan la consideración de poder
adjudicador;
 Contratos celebrados por otras entidades distintas de las anteriores.

b) Por razón de su objeto(art.12 a 18 LCSP):


 Contrato de obras;
 Contrato de concesión de obras;
 Contrato de concesión de servicios;
 Contrato de suministro;
 Contrato de servicios;
 Contratos mixtos.

c) En función de su sujeción o no a regulación armonizada.


 Contratos sujetos a regulación armonizada (SARA).
 Contratos no sujetos a regulación armonizada (no SARA).

d) En función de su carácter(art.24 LCSP).


 Contrato administrativo.
 Contrato privado.

Buenas prácticas
 En el ámbito de las concesiones desaparece la figura del contrato de gestión
del servicio público y, con ello, de la regulación de los diferentes modos de
gestión indirecta de los servicios públicos. Se mantiene solo la concesión, que
se divide en dos categorías: concesión de obras y concesión de servicios. Esta
última puede tener por objeto servicios que no sean públicos, siempre y
cuando estos sean de titularidad o competencia de la Administración.
 Se establece un nuevo criterio para la regulación del contrato mixto que se rige
por las normas correspondientes al contrato que contenga la prestación
principal.
 Se suprime la figura del contrato de colaboración público privada.
 Se introduce la noción funcional de obra impuesta por TJUE 29-10-09, asunto
C-536/07 (LCSP art.13.1.b).

1.5. El Contrato de obras (art. 13 LCSP).

Son contratos de obras aquellos que tienen por objeto uno de los siguientes:

a. La ejecución de una obra, aislada o conjuntamente con la redacción del


proyecto, o la realización de alguno de los trabajos enumerados en el Anexo I
LCSP.
b. La realización, por cualquier medio, de una obra que cumpla los requisitos
fijados por la entidad del sector público contratante que ejerza una influencia
decisiva en el tipo o el proyecto de la obra.

Entendemos por obra el resultado de un conjunto de trabajos de construcción o de


ingeniería civil, destinado a cumplir por sí mismo una función económica o técnica, que
tenga por objeto un bien inmueble, considerándose también ‘obra’ los trabajos que
modifiquen la forma o sustancia del terreno o de su vuelo, o de mejora del medio
físico o natural.

Los contratos de obras han de referirse a una obra completa, entendiendo por esta la
susceptible de ser entregada al uso general o al servicio correspondiente, sin perjuicio
de las ampliaciones de que posteriormente pueda ser objeto y comprenderá todos y
cada uno de los elementos que sean precisos para la utilización de la obra.

Ello no obstante, pueden contratarse obras definidas mediante proyectos


independientes relativos a cada una de las partes de una obra completa, siempre que
estas sean susceptibles de utilización independiente, en el sentido del uso general o
del servicio, o puedan ser sustancialmente definidas y preceda autorización
administrativa del órgano de contratación que funde la conveniencia de la referida
contratación.[1]

[1] Se podrán celebrar contratos de obras sin referirse a una obra completa en los
supuestos previstos en el apartado 4 del artículo 30 de la presente Ley cuando la
responsabilidad de la obra completa corresponda a la Administración por tratarse de
un supuesto de ejecución de obras por la propia Administración Pública.

1.6. El Contrato de concesión de obras (art. 14 LCSP).


La concesión de obras es un contrato que tiene por objeto la realización por el
concesionario de una obra, incluidas las de restauración y reparación de
construcciones existentes, así como la conservación y mantenimiento de los elementos
construidos, y en el que la contraprestación a favor de aquel consiste, o bien
únicamente en el derecho a explotar la obra en el sentido del apartado cuarto
siguiente, o bien en dicho derecho acompañado del de percibir un precio.

El derecho de explotación de las obras deberá implicar la transferencia al


concesionario de un riesgo operacional en la explotación de dichas obras abarcando
el riesgo de demanda o el de suministro, o ambos. Se entiende por riesgo de
demanda el que se debe a la demanda real de las obras o servicios objeto del contrato
y riesgo de suministro el relativo al suministro de las obras o servicios objeto del
contrato, en particular el riesgo de que la prestación de los servicios no se ajuste a la
demanda.

Se considerará que el concesionario asume un riesgo operacional cuando no esté


garantizado que, en condiciones normales de funcionamiento, el mismo vaya a
recuperar las inversiones realizadas ni a cubrir los costes en que hubiera incurrido
como consecuencia de la explotación de las obras que sean objeto de la concesión.
La parte de los riesgos transferidos al concesionario debe suponer una exposición
real a las incertidumbres del mercado que implique que cualquier pérdida potencial
estimada en que incurra el concesionario no es meramente nominal o desdeñable.

1.7. Contrato de concesión de servicios (art. 15 LCSP).

El contrato de concesión de servicios es aquel en cuya virtud uno o varios poderes


adjudicadores encomiendan a título oneroso a una o varias personas, naturales o
jurídicas, la gestión de un servicio cuya prestación sea de su titularidad o
competencia, y cuya contrapartida venga constituida bien por el derecho a explotar
los servicios objeto del contrato o bien por dicho derecho acompañado del de
percibir un precio.

El derecho de explotación de los servicios también implica la transferencia al


concesionario del riesgo operacional.

1.8. Contrato de suministro (art. 16 LCSP).

Son contratos de suministro los que tienen por objeto la adquisición, el arrendamiento
financiero, o el arrendamiento, con o sin opción de compra, de productos o bienes
muebles.

En todo caso, se consideran contratos de suministro los siguientes:

a. Aquellos en los que el empresario se obligue a entregar una pluralidad de bienes de


forma sucesiva y por precio unitario sin que la cuantía total se defina con exactitud al
tiempo de celebrar el contrato, por estar subordinadas las entregas a las necesidades
del adquirente.
b. Los que tengan por objeto la adquisición y el arrendamiento de equipos y sistemas de
telecomunicaciones o para el tratamiento de la información, sus dispositivos y
programas, y la cesión del derecho de uso de estos últimos, en cualquiera de sus
modalidades de puesta a disposición, a excepción de los contratos de adquisición de
programas de ordenador desarrollados a medida, que se considerarán contratos de
servicios.
c. Los de fabricación, por los que la cosa o cosas que hayan de ser entregadas por el
empresario deban ser elaboradas con arreglo a características peculiares fijadas
previamente por la entidad contratante, aun cuando esta se obligue a aportar, total o
parcialmente, los materiales precisos.
d. Los que tengan por objeto la adquisición de energía primaria o energía transformada.

1.9. Contrato de servicios (art. 17 LCSP).

Son contratos de servicios aquellos cuyo objeto son prestaciones de hacer


consistentes en el desarrollo de una actividad o dirigidas a la obtención de un
resultado distinto de una obra o suministro, incluyendo aquellos en que el
adjudicatario se obligue a ejecutar el servicio de forma sucesiva y por precio unitario.

No podrán ser objeto de estos contratos los servicios que impliquen ejercicio de la
autoridad inherente a los poderes públicos.

1.10. Contratos mixtos (art. 18 LCSP).

Se entenderá por contrato mixto aquel que contenga prestaciones correspondientes a


otro u otros de distinta clase.

Es un contrato mixto, por ejemplo, el de instalación en un edificio de sistema de aire


acondicionado (que incluye el montaje contrato de obras, el propio aparato contrato
de suministro y la asistencia técnica posterior contrato de servicios).

1.11. Contratos administrativos y contratos privados (art. 24 LCSP).

Como indicábamos antes, los contratos sujetos a la LCSP pueden distinguirse, entre
otros criterios, por su carácter, que puede ser administrativo o privado.

a) Contratos administrativos (art.25 LCSP)

Los contratos de carácter administrativo deben haber sido celebrados, en todo caso, por
una Administración pública.

Dentro de los contratos celebrados por una Administración pública, tienen carácter
administrativo los siguientes:

 Contratos de obra.
 Contratos de concesión de obras.
 Contratos de concesión de servicios.
 Contratos de suministro.
 Contratos de servicios, con tres excepciones que tienen carácter privado:
o los que, dentro del género de los servicios financieros, versen sobre
servicios de seguros, bancarios y de inversiones;
o los que tengan por objeto la creación e interpretación artística y
literaria;
o aquellos cuyo objeto sea la suscripción a revistas, publicaciones
periódicas y bases de datos.
 Los contratos declarados así expresamente por una ley y aquellos otros de
objeto distinto a los anteriormente expresados, pero que tengan naturaleza
administrativa especial por estar vinculados al giro o tráfico específico de la
Administración contratante o por satisfacer de forma directa o inmediata una
finalidad pública de la específica competencia de aquella.

Por consiguiente, tienen carácter administrativo todos los contratos celebrados por una
Administración pública cuyo objeto sea alguno de los que la LCSP asigna a los
contratos del sector público, con las excepciones anteriormente indicadas.

Los contratos administrativos se rigen por la LCSP en todas sus fases (preparación,
adjudicación, efectos y extinción). Con carácter supletorio se aplican las restantes
normas de Derecho administrativo y, en su defecto, las normas de Derecho privado. A
los contratos administrativos especiales les son de aplicación, en primer término, sus
normas específicas.

Buenas prácticas.
 Se suprime en la LCSP el contrato de colaboración entre el sector público y el
sector privado, como consecuencia de la escasa utilidad de esta figura en la
práctica y dado que su objeto se puede realizar a través de otras modalidades
contractuales, como el contrato de concesión.
 En el ámbito de las concesiones, desaparece la figura del contrato de gestión
de servicio público, y con ello, la regulación de los diferentes modos de gestión
indirecta de los servicios públicos, dejando subsistente solo la concesión que
pasa a desglosarse en dos categorías: concesión de obras y concesión de
servicio S

b) Contratos privados (26 LCSP).

Tienen la consideración de contratos privados:

 Los que celebren las Administraciones públicas cuyo objeto sea distinto de los
contratos de carácter administrativo que se celebran por una Administración
pública.
 Los celebrados por entidades del sector público que, siendo poder adjudicador,
no reúnan la condición de Administraciones públicas.
 Los celebrados por entidades del sector público que no reúnan la condición de
poder adjudicador.
También tienen la consideración de carácter privado los siguientes contratos que
celebre una Administración pública:

 Los de servicios que no tienen carácter de contratos administrativos.


 Los que tengan por objeto la suscripción a revistas, publicaciones periódicas y
bases de datos.
 Con carácter residual, cualesquiera otros distintos de los contratos de carácter
administrativo enumerados en el art.25 LCSP.

Son contratos privados el de compraventa, la donación o el de servicios de seguro, por


ejemplo.

Buenas prácticas.
 Tiene carácter administrativo el contrato cuando quede constancia de su
conexión con el fin de ‘interés público’, reputándose como privado si tal
conexión no queda acreditada (TS 19-10-81; 28-11-81; 14-7-82; en el mismo
sentido TS 31-10-95; 14-6-05).
 Existe contrato administrativo siempre y cuando el órgano con el que se
celebra el contrato, y a través del cual expresa su voluntad la Administración,
actúe en la esfera de su propio giro o tráfico, o lo que es igual, dentro del
ámbito específico de las competencias y atribuciones cuyo ejercicio constituye
su genuina misión y característica responsabilidad -TS 2-7-82- (Dictamen
4/2005 Abogacía General del Estado).

1.12. Contratos sujetos o no a regulación armonizada.

1. Contratos sujetos a regulación armonizada (art.19 a 23 LCSP).

Son contratos sujetos a regulación armonizada los siguientes contratos:

 Los contratos subvencionados por los poderes adjudicadores.


 Los que se insertan en el cuadro siguiente, cuyo valor estimado sea igual o
superior a las cuantías que se indican -umbrales, a partir de los cuales el
contrato queda sujeto a regulación armonizada-, siempre que la entidad
contratante tenga el carácter de poder adjudicador:

Tipo Valor estimado igual o superior a:

Obras
5.548.000 euros

Concesión
Tipo Valor estimado igual o superior a:

de obras

Concesión
de servicios

144.000 euros (contratos adjudicados por la Administración


General del Estado, sus organismos autónomos o las entidades
gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social). Si se
adjudican por órganos del sector de la defensa, el umbral solo se
aplica a contratos sobre productos de Anexo II LCSP
Suministro

221.000 euros (contratos distintos de los anteriores, objetiva o


subjetivamente)

144.000 euros (contratos adjudicados por la Administración


General del Estado, sus organismos autónomos o las entidades
gestoras y servicios comunes de la Seguridad Social)

Servicios 221.000 euros (contratos adjudicados por entes del sector público
distintos de los anteriores)

750.000 euros (contratos sobre servicios sociales y otros servicios


específicos enumerados en la LCSP Anexo IV)

Para el cálculo del valor estimado deben aplicarse las reglas recogidas en el art.101
LCSP.

2. Contratos no sujetos a regulación armonizada.

La LCSP define los contratos no sujetos a regulación armonizada


por exclusión respecto de la categoría de contratos sujetos a regulación armonizada:
son aquellos contratos respecto de los cuales el legislador nacional tiene plena libertad
en cuanto a la configuración de su régimen jurídico.

Para estos contratos, la adjudicación ha de someterse a los siguientes principios:


- publicidad;

- concurrencia;

- transparencia;

- confidencialidad;

- igualdad y no discriminación.

En el caso de poderes adjudicadores que no tengan la condición de Administración


pública, la adjudicación ha de sujetarse a las siguientes disposiciones:

a. Los contratos de valor estimado inferior a 40.000 euros, cuando se trate de


contratos de obras, de concesiones de obras y concesiones de servicios, o a 000
euros, cuando se trate de contratos de servicios y suministros, pueden
adjudicarse directamente a cualquier empresario con capacidad de obrar y que
cuente con la habilitación profesional necesaria para realizar la prestación
objeto del contrato.
b. Los contratos de obras, concesiones de obras y concesiones de servicios
de valor estimado igual o superior a 40.000 euros e inferior a 5.548.000
euros y los contratos de servicios y suministros de valor estimado superior a
15.000 euros e inferior a 221.000 euros, se pueden adjudicar por cualquiera de
los procedimientos previstos en los art.131 a 187 LCSP, con excepción del
procedimiento negociado sin publicidad, que únicamente se puede utilizar en
los casos previstos en el art.168 LCSP.

Buenas prácticas.
 La LCSP introduce en la categoría de contratos sujetos a la regulación
armonizada los de concesión de servicios cuando superen determinada
cuantía.
 Se elimina la categoría de contrato de colaboración entre el sector público y
privado.
 El valor estimado de los contratos está determinado por el importe total, sin
incluir el IVA (Dictamen 1/2008 Abogacía del Estado; Informe 43/2008, 28-7-08
JCCA).
 En el cálculo del importe total estimado deben tenerse en cuenta cualquier
forma de opción eventual y las eventuales prórrogas del contrato.
RESUMEN

Ley: 9/2017, de Contratos del Sector Público – LCSP

Entrada en vigor:

- 9 de marzo -a los 4 meses de su publicación en el BOE con carácter


general
-

Directiva comunitaria:

- 2014/23/UE, relativa a la adjudicación de contratos de concesión


- 2014/24/UE, sobre contratación pública

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