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PRINCIPALES RIESGOS DE LAS VOLADURAS

Es preciso, antes de considerar un estudio de las medidas de seguridad en el uso de explosivos,


contemplar los riesgos asociados a su manejo, pues son éstos, los que finalmente demandarán el
conocimiento e implementación de las medidas de seguridad.

La voladura de rocas con explosivos requiere de la aplicación de técnicas correctas de perforación y de


uso de los explosivos y sus accesorios enmarcadas en dos aspectos a saber:

1. La naturaleza propia del explosivo: actúa desarrollando una cantidad de energía en un tiempo
muy corto, con una afectación considerable del entorno.

2. El medio sobre el que se trabaja: heterogéneo y variable de un punto a otro del mismo frente, del
cual por lo general no se tiene mayor conocimiento.

Por lo tanto, las voladuras constituyen una operación delicada que conlleva unos riesgos que son
precisos conocer para poder controlar o minimizar.

Los principales problemas que presentan las voladuras, independientes de los derivados del propio
manejo de los explosivos, se pueden agrupar en (M.O.P.U., 1996, p.344):

Fallas en el Disparo

Estas fallas pueden ocurrir en:

La iniciación de la voladura completa.

La iniciación de un barreno o de una serie de éstos.

En una porción de uno o de varios barrenos.

Estas fallas inducen los siguientes problemas:

Recuperación del explosivo no activado después de la voladura.

No logro de los resultados esperados al no obtener la debida fragmentación de la roca.

Un explosivo acompañando a la roca arrancada.

Necesidad de nuevas perforaciones y voladuras con nuevos riesgos derivados de perforar junto a
barrenos con explosivo y de proyecciones de roca.

Proyecciones

En toda voladura se producen proyecciones de material del cual puede llegar a preverse la forma y
situación del montón volado. Muchas veces, incluso, esas proyecciones son el objeto mismo de la
voladura.
Existe, sin embargo, el riesgo de proyecciones de rocas a distancias considerables, no planeadas, que
pueden ser ocasionados por:

Una sobrecarga local, causada por un mal diseño de la voladura, o por desviaciones en la
perforación entre otras.

Presencia de grietas, cuevas o diaclasas.

Terreno suelto, por su misma naturaleza o por voladuras anteriores.

Intercalaciones de capas de distintas resistencia.

Vibraciones

Al producirse la detonación del explosivo se produce en el entorno de la carga una onda de compresión,
debida a la liberación de gases y al aumento de la temperatura; esta variación de presión produce un
fenómeno ondulatorio que, como un reflejo de la naturaleza de la fuente que las produce, induce la
generación de ondas que se transmiten en el medio, con mayor o menor atenuación, provocando una
reacción en las estructuras y medio próximo.

Dependen fundamentalmente de:

La carga instantánea.

De los tiempos de retardo empleados.

De la distancia al punto de la voladura.

De la naturaleza de los terrenos atravesados por la vibración.

Las vibraciones ocasionan problemas en el medio ambiente, con repercusiones en el aspecto


económico.

Ruidos

La onda aérea rara vez da lugar a daños, a pesar de lo cual su influencia en el medio natural es muy
importante, constituyendo en muchos casos el mayor motivo de reclamaciones.

Se deben distinguir dos tipos de ruidos en las voladuras; los unos los normales provenientes de la
voladura y otros originados por:

Los iniciadores de la voladura, los detonadores y el cordón detonante, situados en la superficie del
terreno.

La explosión dentro del barreno.


La caída del material volado.

Ruidos accidentales, con el mismo origen que las proyecciones a las que acompañan.

Una buena práctica es cubrir los detonadores y el cordón detonante con una capa de tierra de 20 a 30
cm de altura.

Repiés

Son porciones de roca sin volar en la parte inferior del banco. Su origen es variado, pero entre otros se
puede deber a:

Insuficiente cantidad de explosivo.

Inclinación desfavorable de los estratos, en relación con la orientación del frente

Grietas o cuevas que impiden una carga total del barreno.

Capas más blandas próximas a la capa inferior del banco.

Presencia de agua en el barreno, cuando el explosivo es soluble.

Repies anteriores no volados completamente.

La solución de los repiés una vez formados es costosa. El empleo de explosivo mediante tiros
sensiblemente horizontales, en un medio perturbado, presenta riesgos durante la propia perforación: si
el frente es alto y existen zonas de roca inestable y en la voladura, con riesgo de proyecciones
especialmente peligrosas.

Buena parte de los repiés puede ser evitada con un diseño adecuado de los frentes, en función de las
características del terreno a volar.

Encendidos Intempestivos

El más alto riesgo lo presenta el encendido por mecha. Sin embargo actualmente con el uso de los
detonadores eléctricos éste riesgo queda reducido al que pueda producirse por corrientes erráticas
provenientes de:

Tormentas eléctricas.

En las proximidades de líneas eléctricas o emisoras de radio.

Corrientes estáticas

En algunos casos de explotación en minas metálicas.


El cumplimiento de las reglas de encendido, la conexión de los detonadores eléctricos inmediatamente
antes de la voladura, y el empleo de detonadores insensibles o altamente insensibles, permite la
erradicación de este riesgo en la mayor parte de los casos. El sistema Nonel es intrínsecamente seguro
frente a las cargas eléctricas.

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