El fundamento ontológico de este paradigma (término éste con el que se nombra
también el Explicativo o Cuantitativo), es la consideración de que hay una realidad, y ésta es de carácter objetivo, anterior a los sujetos. En ese mundo, el de la naturaleza, hay un orden, que según Egon Guba e Ivonne Lincon “funciona según unas leyes naturales e inmutables, muchas de las cuales toman la forma de causa-efecto…” Esa realidad y sus leyes puede ser conocida, por ello la ciencia las estudia y puede en consecuencia actuar sobre esa realidad. Ese conocimiento ha de basarse en la experiencia empírica. Las ciencias naturales tienen el propósito de descubrir las leyes que operan en los fenómenos correspondientes (entendiendo por leyes las regularidades en los procesos internos de los hechos de la naturaleza). De ahí que el proceso de buscarlas y llegar a reflejar cuáles son esas “relaciones de causalidad lineal (según los términos de Pedro Suárez), se denomina Método nomotético”. El paradigma de las ciencias naturales (de la física, la química, la fisiología, la geometría, consecuentemente representa también el patrón para el estudio en las ciencias sociales (la sociología, la pedagogía, la antropología, el derecho, la historia, la ciencia política, la psicología, la economía). De allí que fundamentalmente cuando se conforman estas en el siglo XIX, sus fundadores y muchos de sus representantes concibieran la lógica y alcances de su respectivo campo del saber, desde el encuadre científico emanado de las ciencias naturales. Emile Durkheim, por ejemplo, desde la sociología, ya en su obra Las Reglas del Método Sociológico, destaca como principios: a) La regularidad es una constante en el campo de la vida social en general, constituyéndose en” Leyes o Relaciones Empíricas”. Por lo que, b) En ciencias sociales se busca escribir los hechos (de naturaleza objetiva), descubrir las relaciones que existen entre ellos y explicarlos; llegando a dar cuenta de sus generalidades; c) Más que dar cuenta de los caracteres de cada hecho específico, la investigación ha de considerarlo como representativo de otros ejemplares y de una categoría de hechos, dentro de la cual se procede a ubicar a aquél. Por lo que en definitiva se efectúa el agrupamiento, la clasificación y la extracción de conclusiones generales referidas al tipo o modalidad correspondiente a un campo concreto de hechos. El componente epistemológico propio de este paradigma se caracteriza por postular que en el proceso investigativo, interviene por una parte, un(os) investigador(es) y por otro el objeto(o el sujeto-s) investigados. El primero o primeros no han de interferir sobre el objeto de estudio, es decir no alterarán sus caracteres; de ahí que no se interpongan los valores del investigador en el proceso de estudio (objetividad), lo que en términos de distintos autores se describe como posición neutral en la relación sujeto objeto. De acuerdo con el racionalismo contemporáneo, que ha enriquecido este Paradigma, se han de superar las limitaciones de los órganos de los sentidos por medio de la vigilancia epistemológica (Gaston Bachelard). Los autores Egon Guba e Ivonne Lincoln, describiendo el paradigma aquí bajo análisis, expresan que según él “…el investigado ha de ver la naturaleza como ella es realmente o como ella funciona…”. Representando el conocimiento científico, el máximo valor, también es este el que ha de dirigir la acción. El método, que caracteriza a la ciencia, es precisamente el camino que asegura el alcance de la verdad como vía de razonamiento opera desde la lógica deductiva, pero también la inductiva. La estrategia de investigación correspondiente al paradigma explicativo cuantitativo, es de carácter formalizado y comprende el planteamiento de un problema de investigación. Consecuentemente desde el punto de vista metodológico, el diseño en que se concreta el proceso de investigación se concreta en el planteamiento de los objetivos correspondientes al problema planteado, desde una perspectiva teórica y empleando también de cabecera y de fondo, la observación sistemática. Se procede a la definición del tipo de estudio a realizar, de acuerdo con criterios: su finalidad, grado de conocimiento que se busca sobre el hecho de interés, el ambiente en el que se ha de realizar el estudio, la consideración temporal desde la que se enfocará el objeto de estudio y el tipo de información básica buscada.
El enfrentamiento entre la epistemología positivista y la epistemología crítica, ha
conducido a lo que se denomina el enfrentamiento entre los enfoques cualitativos y cuantitativos de la investigación y de los métodos. Cuando se parte de una posición epistemológica, obviamente ésta incide en el quehacer investigativo, pues tal posición refiere a un sentido y a una concepción en los procedimientos. En el ámbito de las discusiones acerca de las diferentes perspectivas de la investigación social, se encuentra una primera distinción aceptada actualmente por la comunidad científica: es la diferencia entre los enfoques cuantitativos y cualitativos, con los que son posibles llevar a cabo los estudios sobre lo social. De acuerdo con lo expuesto a propósito de los paradigmas, los modelos de investigación apoyados en el paradigma explicativo son: las investigaciones cuantitativas, y las investigaciones cualitativas que buscan únicamente explicar los resultados obtenidos. Es decir: hay investigaciones cuantitativas explicativas e investigaciones cualitativas explicativas. Los tipos de investigación que se sustentan en el paradigma interpretativo son: las investigaciones cualitativas interpretativas, es decir las que no buscan explicaciones sino interpretaciones. Debido a estos tipos de investigación basados en los dos paradigmas principales, la investigación cualitativa sólo queda bien identificada si se dice “investigación cualitativa interpretativa” o "investigación cualitativa explicativa". Características del paradigma explicativo: Los fundamentos filosóficos del paradigma explicativo se encuentran en el empirismo y en el realismo, especialmente, en este último caso, en el realismo científico y crítico. Ambas escuelas afirman la existencia de cosas reales, independientes de la conciencia. Sin embargo, se reconoce que el objeto percibido no es una mera reproducción de la realidad, pues en el proceso de conocimiento se combinan la percepción y el pensamiento. Todo conocimiento empírico se relaciona de una forma u otra con alguna observación directa, pero las teorías y las hipótesis permiten observaciones indirectas que proporcionan conocimientos más amplios y profundos. Sólo es posible conocer entes materiales y objetos conceptuales, es decir, conceptos, proposiciones y sistemas relacionados de proposiciones. El conocimiento puede referirse a entes individuales o a relaciones que se dan entre los fenómenos. La realidad se divide en varios niveles, cada uno de los cuales está caracterizado por un conjunto de propiedades y leyes que son propias de cada uno de ellos. Por ejemplo, el nivel sociocultural se compone de los subniveles económico, social y cultural. En cuanto los niveles superiores han surgido de los inferiores; la explicación de un fenómeno debe recurrir, cuando no es posible hacerlo con las leyes de su propio nivel, a las leyes de los niveles contiguos. Las ciencias sociales buscan, en primer lugar, descripciones y relaciones entre características de los fenómenos que estudian. A partir de las relaciones encontradas es posible formular generalizaciones empíricamente fundadas. La función última de las ciencias sociales consiste en explicar los fenómenos que estudian. La explicación puede utilizar factores causales o bien pueden basarse en una teoría. La explicación supone la tarea previa de describir el fenómeno a explicar. La relación investigador - objeto de estudio no reproduce el fenómeno estudiado tal cual éste se da en la realidad externa, pues es mediado por las ideologías y valores del investigador: factores que aparecen en la elección de determinado tema de investigación, en la elección del diseño de investigación, en la evaluación de los resultados obtenidos, etc. Tal situación, sin embargo, no es un problema teórico sino metodológico que exige el desarrollo de procedimientos técnicos y analíticos que hagan posible la máxima reducción de la distorsión que se produce en el proceso de conocer el objeto. Si bien el paradigma explicativo supone la posibilidad de reducir la subjetividad individual; reconoce una objetividad científica basada en la intersubjetividad de los diversos miembros de la comunidad científica que dan como válidos (o no válidos) los resultados obtenidos por el análisis realizado por un investigador individual o por un equipo de investigadores. Las principales teorías que se inscriben en el paradigma explicativo son: el modelo teórico de Durkheim, el marxismo, el estructural funcionalista, con sus diversas derivaciones. Los principales tipos de investigaciones que se apoyan en este paradigma son las investigaciones cuantitativas y las investigaciones cualitativas que buscan explicar los resultados obtenidos (por ejemplo, las investigaciones de la historia social).