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Dr Q. F.

Baudoux

El padre de la nueva medicina aromática

Hijo de una familia de varias generaciones de


farmacéuticos, quienes le inculcaron su amor y
afición por el conocimiento científico de los
remedios fitoaromáticos, el químico farmacéutico y
aromatólogo Dominique Baudoux (Bélgica, 1957)
concibe a inicios de los años 90 la Aromaterapia
Científica, fundando la Escuela Francesa de esta
disciplina, junto a otros investigadores como
P.Franchomme, cuya opción es la investigación y
aplicación medicinal de los aceites esenciales más allá de la hasta ese
momento conocida aromaterapia que se centraba en el bienestar
personal y el uso en spa.

Es así como al mismo tiempo Baudoux se compromete con la


enseñanza y difusión del uso terapéutico de los Aceites Esenciales
(esencias volátiles extraídas de las plantas), a los que considera
comparables a los remedios clásicos o de síntesis, por ofrecer infinitas
posibilidades para el tratamiento de patologías infecciosas y otros
problemas de salud de las personas, incluidas las enfermedades más
agresivas y resistentes, como la malaria o el cáncer, entre otras.

Titulado de Químico Farmacéutico en la Escuela de Química y


Farmacia de la Universidad Católica de Lovaina en 1981, Baudoux es
doctor en Toxicidad Genética del Departamento de Biología Celular y
Molecular de Córdoba, España.

En 1991 se hace cargo del Laboratorio Pranarôm, con sede en


Bruxelas, Bélgica, centro de punta en la investigación de los aceites
esenciales y sus incidencias en las distintas enfermedades que
afectan a las personas y también a los animales, que cuenta con un
destacado equipo de científicos a su cargo. Un año más tarde el
laboratorio abre su primera sucursal en Francia. Y en 2007 extiende
sus redes a España (www.pranarom.es) y otras naciones. Sus
productos cumplen con las más altas exigencias de calidad y en la
actualidad ofrece una gama de más de 200 tipos distintos de aceites
esenciales quimiotipados.

Esencias volátiles extraídas de las plantas aromáticas mediante la


destilación por arrastre de vapor de agua, los aceites esenciales son
utilizados con fines medicinales debido a la acción terapéutica de sus
poderosas moléculas bioquímicas. Tal es la concentración y poder de
estas esencias que pueden ser utilizadas en forma complementaria
con otras terapias alternativas o alopáticas o incluso en algunos casos
como única opción terapéutica.

Debido a su experticia en la investigación clínica y la aplicación de la


aromaterapia científica como medicina con resultados clínicamente
comprobados, Dominique Baudoux es hoy uno de los más importantes
conferencistas en el tema en Japón, Taiwán, Canadá, Africa del Sur,
Marruecos, Francia, España, Estados Unidos, México y Suecia, entre
otros países. Asimismo, cuenta entre sus clientes a grandes marcas
como Estée Lauder, Aveda y Fabre, quienes actualmente depositan en
su él su confianza.

Como autoridad en la materia, Baudoux ocupa actualmente los cargos


de experto en aceites esenciales del Ministerio de Salud Pública y
Medio Ambiente de Bélgica; Director del Centro Europeo de
Investigación y Energía; Codirector de la UPBM (organización que
reúne a más de 400 farmacéuticos europeos) y presidente de la
Natural Aromatherapy Research & Development. Además es profesor
invitado en carreras de post grado en Universidades de Marruecos,
Francia y México, entre otras. Y es autor de diversos papers,
compendios y libros sobre Aromaterapia, tanto para especialistas en el
ámbito de la salud como para el público masivo.
Aromaterapia científica

¿Qué es la aromaterapia
científica?
La aromaterapia científica es el uso de aceites esenciales
auténticos con fines terapéuticos, definidos según criterios de calidad
rigurosos.

Se apoya en datos científicos sólidos, confirmados tanto por el


laboratorio como por la clínica. Su uso se apoya en la relación
estructura/actividad, es decir en la relación que existe entre los
compuestos químicos de los aceites esenciales y sus actividades
terapéuticas.

De hecho, todo lo que los medicamentos usuales (antibióticos,


corticoídes, analgésicos, etc.) hacen, los aceites esenciales también lo
hacen, y muchas veces mejor y sin efectos secundarios indeseables.
Es una bioterapia molecular de calidad superior que conlleva varias
ventajas distintivas:

- 100% natural y biocompatible


- Eficaz, rápida y fiable
- Segura (si es usada correctamente)
- Ningún o pocos efectos secundarios o contra-indicaciones
- Puede completar todas las demás terapias o estar asociadas a ellas
- Tratamiento altamente personalizado, adaptado a las necesidades
individuales
- Campo de intervención muy extenso, múltiples propiedades

La aromaterapia científica no tiene nada que ver con la concepción


popular y comercial vehiculada por los medias de comunicación
habituales, los periódicos y la multitud de libros insignificantes que le
son dedicados. En este caso sería mejor hablar de aromaterapia
“light”. Las informaciones y las indicaciones que provienen de tales
fuentes son confusas, imprecisas o peor aún sin fundamentos. Son la
causa de numerosos fracasos, incidentes o accidentes deplorables.

Además, la mayoría de aceites esenciales que encontramos hoy en el


mercado vendidos como “100% puros y naturales”, son
frecuentemente extractos aromáticos de calidad mediocre,
incompletos, adulterados, reconstituidos, etc; por consecuencia
impropios para el uso medicinal.

Finalmente, contrariamente a lo que se piensa, el olor de los aceites


esenciales no tiene la importancia que se le atribuye. El efecto psico-
olfativo no se debe menospreciar sin embargo lo más importante es la
cantidad y la calidad de las moléculas aromáticas introducidas en el
organismo por las diferentes vías de administración posibles: vía oral,
rectal, cutánea, respiratoria y vaginal.

A título de ejemplo, el Dr. Gerhard Buchbauer ha demostrado el efecto


cortico-cerebral del 1,8 cineol (eucaliptol), un óxido que encontramos
en numerosos aceites esenciales, inhalado por una persona que no
tiene sentido del olfato.

Un poco de historia
Los aceites esenciales y las plantas aromáticas de los cuales derivan,
son reconocidos por sus potentes virtudes y son utilizados, bajo una
forma u otra, desde hace miles de años.

La aromaterapia se ha desarrollado alrededor de tres grandes ejes


geográficos: la India, la China y la cuenca mediterránea. Nos han
legado procedimientos y conocimientos cuya validez sigue actual y
cuyas huellas se remontan a más de 5000 años antes de nuestra era.

Así, en la India, hace más de 7000 años, las aguas aromáticas se


usaban para tratar el cuerpo y la mente. Hace 3000 años el Rig-Veda
y el Sucrutasamhita proponían numerosas fórmulas para el baño y
para los masajes en las cuales figuraban la canela, la mirra, el
cardamomo, el cilantro, el jengibre y varias plantas aromáticas más.
En China, hacia el 3500 antes de J-C, a lo largo del río amarillo, las
maderas aromáticas se usaban como incienso.

En Mesopotamia, una inscripción cuyo origen se remonta a más de


4000 años menciona el uso de los aceites aromáticos en el marco de
rituales religiosos y para combatir epidemias.

Es en Egipto, entre 3000 y 2000 ante de J-C cuando la aromaterapia


conoció el más amplio desarrollo. En aquella época, se sabe que un
método rudimentario de destilación era usado y que los médicos
recurrían a los aceites esenciales para curar distintas enfermedades.
Vinos aromáticos eran también usados por sus virtudes anestésicas.
Los egipcios usaron ampliamente los aceites esenciales para realizar
los embalsamamientos de los difuntos (momias) y en particular usaban
el cedro y la albahaca.

Más adelante, los hebreos, los griegos, los romanos y los árabes,
enriquecieron la aromaterapia con sus aportaciones respectivas, tal
como lo atestiguan numerosos tratados de fitoterapia, libros de historia
y escritos sagrados legados por estos pueblos y civilizaciones. Entre
otros, recordemos que Hipócrates luchó con éxito contra una epidemia
de peste en Atenas haciendo quemar lavanda, romero, hisopo y
ajedrea.

Se les atribuye a los persas el invento de la destilación. Hacia el año


1000 después de J-C, Avicena afinó la técnica y produjo el primer
aceite esencial puro de rosa, rosa centifolia.

En la Edad-Media, durante las cruzadas, los cruzados trajeron a


Europa el arte de la destilación y la tradición alquímica. Fueron
médicos alquimistas europeos los que, por entonces, realizaron los
mejores estudios sobre las plantas aromáticas profundizando en los
conocimientos legados por los médicos de la antigüedad. El nombre
aromaterii dado a los apoticarios hacia el siglo XY da una idea del
lugar ocupado por las plantas aromáticas y sus extractos en la
medicina de la época.

Hacia el final del siglo XVI, se usan más de 100 aceites esenciales
para tratar desordenes bien definidos. Sin embargo, hasta finales del
siglo XIX y del principio del siglo XX no se estudiaron seriamente sus
compuestos y sus actividades farmacológicas.

Francia ocupa el primer lugar en la historia moderna de la


aromaterapia.
Fue un químico de Lyon, René Maurice Gattefossé quien en 1928 creó
el término “aromaterapia”. Es legítimamente reconocido como el padre
de la aromaterapia moderna. Publicó numerosos libros y estudios
científicos.
Igualmente en la región de Lyon, Sévelinge consagro su vida al
desarrollo de la aromaterapia no sólo en medicina humana sino
también en la veterinaria. La escuela francesa fue retomada por el
médico Jean Vanet quien contribuyó ampliamente a popularizar el uso
de los aceites esenciales en el campo de la medicina. Su obra
“Aromaterapia”, publicada en los años 60, despertó un gran interés por
los aceites esenciales en el público.
Posteriormente médicos tales como J-C Lapraz, C. Duraffours, P.
Belaich y otros más llevaron a cabo profundos estudios principalmente
sobre la actividad anti infecciosa de los aceites esenciales.

En los años 80, un equipo vanguardista de médicos, farmacéuticos y


biólogos, bajo la influencia de Pierre Franchomme, investigador y del
Dr. Daniel Pénoël, médico, realizó estudios y sucitó avanzadas
investigaciones en aromaterapia. La síntesis de este trabajo científico
dio nacimiento a la medicina aromática y está plasmada en el libro ”la
aromaterapia exactamente” publicado en 1990, obra maestra de
Franchomme y Pénoël, fuente y referencia por excelencia para el uso
medicinal de los aceites esenciales.

Las propiedades terapéuticas de los aceites esenciales


El gran interés de los aceites esenciales reside en su gran eficacia y
en sus múltiples propiedades. Existen aproximadamente 300 aceites
esenciales destilados con fines terapéuticos, y se pueden agrupar
dentro de quince familias terapéuticas definidas en función de sus
propiedades.
Ver cuadro de propiedades terapéuticas al final del artículo.
Para concluir
Las investigaciones y las observaciones clínicas llevada a cabo hasta
hoy a través del mundo, han consagrado la extraordinaria eficacia de
la aromaterapia. En muchos casos, y concretamente en los de las
enfermedades infecciosas, la aromaterapia ha resultado superior en
eficacia frente al abordaje alopático sobretodo en cuanto a la
resistencia de las bacterias, la rapidez de acción, la ausencia de
efectos secundarios, la acción directa contra los virus, la protección de
la flora intestinal y la regulación del sistema inmunitario.

En muchos otros casos (dermatosis, artritis, desordenes hormonales,


alergias, problemas cardiovasculares, etc.) la aromaterapia puede
completar o sustituir ventajosamente los medicamentos usuales y
ayudar a corregir las causas profundas de los desequilibrio
subyacente.

En más casos aún (sida, cáncer, esclerosis múltiple, etc.), la


aromaterapia, sin hacer milagros, trae nuevas soluciones
esperanzadoras y capaces, al menos, de mejorar significadamente la
calidad de vida de las personas que padecen estas enfermedades.

No hay dudas de que las actuales investigaciones nos desvelarán


nuevas aplicaciones para los aceites esenciales. Por ahora la
aromaterapia pone a disposición de terapeutas y enfermos del mundo
entero un tesoro insospechado. Desgraciadamente, dos obstáculos
limitan el acceso a este tesoro: los escasos aceites esenciales
auténticos disponibles en el mercado y la falta de información o bien
información fiable en cuanto al uso que se puede hace
4 respuestas de Dominique Baudoux

¿Para qué tipo de problemas los aceites esenciales son más


beneficiosos?

Dominique Baudoux:
El gran caballo de batalla de estos productos seguramente es la
infectología. Así pues todos los problemas de patologías virales,
bacterianas, parasitarias y fúngicas, responden maravillosamente bien
al uso de los aceites esenciales. No sólo se pueden tratar patologías
sino también actuar en prevención. Para mi la prevención es la más
bonita medicina. Y ciertamente si nos dirigimos a niños pequeños
cuyos padres atentos podrán detectar muy pronto la pequeña
patología viral que se anuncia; si intervienen con aceites esenciales en
ese momento se cortara la hierba bajo el pie del desarrollo viral. Así
pues el niño permanece saludable y no sufre agresión viral más
importante que podría complicarse con una infección bacteriana

¿Es preferible usar varios aceites esenciales al mismo tiempo?

Dominique Baudoux:
Cuando tenemos un pequeño problema de salud, una pequeña pupa
nos podríamos satisfacer con un solo aceite esencial. Pero si desea
tratar una bronquitis vamos a crear una sinergia de varios aceites
esenciales para obtener actividades complementarias reunidas a
través de esta sinergia. Tomo el ejemplo de la bronquitis. Una
bronquitis puede ser de etiología viral por lo tanto debe poner un
aceite esencial antiviral; regularmente suele haber una infección
bacteriana, voy a tener que añadir un aceite esencial con fuertes
propiedades antibacterianas. Tengo que liberar la esfera respiratoria
del moco que obstruye los pulmones por lo tanto necesito una acción
mucolítica. Voy a poner un aceite esencial mucolítico. También
tendremos que facilitar la expectoración, es pues un buen motivo para
ir a buscar un cuarto aceite esencial expectorante y es el conjunto de
la sinergia que permitirá actuar sobre todas las facetas de la patología.
¿Es mejor curarse con aceites esenciales extraídos de plantas
locales?

Dominique Baudoux:
Hipócrates decía que aunque se coma bien y se estimulen las
propias fuerzas autosanadoras uno puede caer enfermo pero que
entonces tan solo basta agacharse para recoger alrededor nuestro la
planta local que corresponde lógicamente a la patología local. Esto era
en tiempos de Hipócrates. No habían aviones. Hoy por los flujos
migratorios de los hombres y también de los animales, los virus, las
bacterias y los parásitos han aprendido a subirse al avión y a
desplazarse y estar presentes en todos los países del mundo. Ya
nadie está protegido de cualquier riesgo de epidemia infecciosa. Pero
sigue siendo válido decir que para tratar una infección viral iremos a
buscar la planta en el país mismo en el cual el primer foco infeccioso
vírico se ha declarado. El virus es ante todo de origen tropical o
ecuatorial, la planta para tratarlo será necesariamente una planta
tropical o ecuatorial.

¿Que le contesta a las personas que dudan de las propiedades


terapéuticas de los aceites esenciales?

Dominique Baudoux:
Cuando instruyo en Francia, Bélgica, en Japón, a menudo la mitad de
los asistentes son médicos y farmacéuticos. Algunos de ellos no han
oído nunca hablar de aceites esenciales. Cuando les entrego mi
mensaje alguno, incluso muchos son escépticos. Son escépticos y
legítimamente en el razonamiento porque en su formación universitaria
no han oído nunca hablar de la acción de los aceites esenciales.
Entonces dicen que “hay un problema”, porque si realmente son tan
eficaces y tan potentes como les digo esto debería ser enseñado en
nuestras universidades. Está claro entonces que me piden que me
justifique. Entonces les digo “escuchen, entren en cualquier buscador
de internet, escriban algunas palabras claves: “aceites esenciales,
actividad terapéutica” y les será devuelto una selección de no menos
de 50 000 publicaciones y artículos científicos que hablan del interés
de los aceites esenciales por sus beneficios terapéuticos.
Los consejos de Dominique Baudoux respecto a las interacciones
de los medicamentos con los aceites esenciales.
No existen riesgos mayores de interacción entre aceites esenciales y
medicamentos. Sin embargo hay una prudente precaución que nos
hará decir que no hay que tomar nunca juntos un aceite esencial y un
medicamento. Respetaremos por lo menos un margen de una hora
entre las tomas de un medicamento y de un aceite esencial.

Los consejos de Dominique Baudoux respecto a la


automedicación por vía oral.
La vía oral es una vía que se asemeja fuertemente a la vía
medicamentosa y con la potencia y la acción de los aceites
esenciales, la vía oral se debe reservar al farmacéutico que va a
aconsejar la toma por vía oral. La automedicación por parte de quien
no conoce los aceites esenciales y que se aventuraría en una vía oral
no se aconseja nunca.

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