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El pH en el Cultivo de Arándano

El arándano junto a la fresa, frambuesa y zarzamora


conforman el grupo de las berries o frutillas. El
cultivo de este tipo de berries ha incrementado con
los años por los beneficios nutricionales, pero
además, por ser cultivos muy rentables desde el
punto de vista económico. Debido a este gran
crecimiento, el cultivo del arándano se ha
diversificado en cuanto a las condiciones edáficas
que se produce. Para el cultivo de las berries es
indispensable contar con los requerimientos
nutrimentales de cada especie y/o variedad y con un
análisis previo de suelo y agua, con lo cual Figura 1. La superficie de arándano en México ha
garanticemos que se tienen las condiciones para su crecido considerablemente en años recientes.
desarrollo adecuado. Por otro lado, es importante
conocer la morfología de la planta que ayude a Foto: Intagri.
proporcionar un manejo que le permita expresar su mayor potencial.

Frederick Coville fue quien domesticó y realizó los primeros trabajos de mejoramiento del cultivo de
arándano. Coville fue el primero en establecer los requerimientos fundamentales de este cultivo,
determinando que el arándano necesita suelos ácidos y bien drenados, así mismo que las raíces de la
planta no tienen pelos absorbentes y que requiere bajas temperaturas durante su período de descanso
(Coville, 1916).

¿Mito o realidad el pH para el cultivo de arándano?


El pH de los suelos influye sobre la disponibilidad de nutrientes, los cuales serán absorbidos por las
plantas. Mucha de la literatura considera que para el adecuado desarrollo del cultivo de arándano el suelo
debe contar con un pH de entre 4.5 a 5.5. De acuerdo con Hart et al. (2006), tener elevado pH en los
suelos donde se cultiva arándano puede provocar que las hojas se tornen amarillentas, ya sea con venas
verdes o no. Además añade que dichas hojas pueden ser más pequeñas de lo normal y pueden tornarse
color café y caer antes de que termine su ciclo, llegando incluso a provocar reducidos crecimientos de la
planta o su muerte. Por su parte Retamales y Hancock (2012) mencionan que el hierro (Fe), el manganeso
(Mn) y el cobre (Cu) son los elementos más deficientes en suelos con pH elevado y sugieren que el reducir
el pH es una alternativa más viable que la aplicación de estos elementos al suelo.

Sin embargo, según Castellanos (2016), no necesariamente el pH del suelo debe bajarse a niveles de 4.5,
y que valores por encima no significan un problema para la nutrición del arándano. El mismo autor
menciona que valores entre 5.5 a 6.5, los cuales tiene como referencia el Laboratorio de Fertilab, permite
el adecuado desarrollo de este cultivo, sobre todo cuando el suelo cuenta con los niveles suficientes de
nutrientes. Incluso Barney (1999) menciona que el
arándano puede ser productivo cuando se
establece en suelos con pH 6.0. La confusión de
que el arándano requiere un pH de entre 4.5 y 5.5
viene precedido de su origen, pues al ser una
planta silvestre de bosque y de regiones con
precipitaciones elevadas, su raíz está adaptada a
condiciones ácidas. Con todo ello, el arándano ha
sabido adaptarse ya que valores de 6.5 permiten
una producción aceptable.

Un problema en arándano establecido en suelos Figura 2. El cultivo de arándano requiere de suelos


con pH elevados o alcalinos es la deficiencia de ácidos, y puede prosperar bastante bien incluso con
un pH de 6.5.
hierro (Fe). Dicha deficiencia se puede corregir con
quelatos de EDDHA. Si se tiene pH de 7 a 7.5 y no Foto: Intagri.
hay carbonatos en el suelo (1 a 2 %), es
recomendable que durante la preparación se agregue azufre para preparar a este suelo a un nivel
ligeramente ácido en el pH. En suelos calcáreos o con pH por encima de 7.5 la aplicación de azufre no es
viable.

Existen otras vías que ayudan a reducir el pH en el suelo, pero que son más costosas que la aplicación de
azufre. Una de ellas es la aplicación de ácidos, como el ácido sulfúrico, ácido fosfórico, entre otros. La
aplicación de ácidos se puede hacer mediante el sistema de fertirriego, pero resulta más difícil su manejo
en comparación al azufre. Se debe destacar que la cantidad empleada, tanto de ácido o de azufre para
reducir una unidad en el pH de un suelo dependerá de la textura del suelo y la capacidad de intercambio
catiónico. Otra alternativa es la aplicación de fuentes de nitrógeno amoniacales, como son la urea y el
sulfato de amonio, donde entre mayor contenido de amonio (NH4+), mayor poder acidificante debido a
que durante su proceso de absorción libera hidrógenos (H+) que acidifican la solución del suelo.

Amonio vs Nitrato en arándano


El arándano tiene cierta preferencia por el ion NH4+. Los fertilizantes más comunes que proporcionan
dicho ion son la urea y el sulfato de amonio. La razón de este fenómeno es sencilla, y se remonta a su
origen. El arándano es una especie adaptada a suelos ácidos, donde la forma de nitrógeno más común es
el NH4+. Sin embargo, algunos estudios no han encontrado diferencias entre las dos formas de nitrógeno
en el crecimiento vegetativo. Por otra parte Merhaut y Darnell (1995), aseguran que la asimilación de
NH4+ requiere menos energía que el nitrato (NO3-), por lo cual absorbe más rápidamente el NH4+ cuando
el NO3- está en similar concentración. Por todo lo anterior, se recomienda la aplicación de fuentes
amoniacales como la urea o sulfato de amonio cuando el pH este por encima de 6.5.
El papel de las micorrizas
Los hongos micorrízicos forman una asociación simbiótica con las raíces de las plantas de arándano. Esta
asociación ayuda a la planta de arándano para que pueda prosperar en suelo con un bajo pH, baja
concentración de nitrato, calcio o materia orgánica. La inoculación de estos hongos en el cultivo favorece
un incremento en el peso seco de la planta. Además su asociación con las raíces de arándano no afectan
su tasa de fotosíntesis, transpiración o eficiencia en el uso del agua. Las micorrizas incrementan la
asimilación de nutrientes del suelo y hacen más eficientes las aplicaciones fertilizantes. Por otro lado,
estos hongos mejoran el aprovechamiento del agua y protegen a la planta de elementos tóxicos como el
aluminio (Al), cuya concentración incrementa al reducir el pH. Las asociaciones de las plantas de arándano
con micorrizas también incrementan la capacidad de tolerar altas concentraciones de cobre (Cu) y zinc
(Zn).

La capacidad de las micorrizas para mejorar la asimilación de nitrógeno (N) y fósforo (P) inorgánico y
utilizar sustancias orgánicas o insolubles de N y P puede ser importante en la nutrición del arándano. Así
mismo estos hongos micorrízicos pueden asimilar tanto los iones NH4+ como los iones NO3- y transferirlos
a la planta hospedera. Algo adicional a todo lo anterior es que este tipo de asociaciones permite que se
transfiera N a la planta desde la micorriza debido a que esta última puede emplear compuestos orgánicos
como aminoácidos, péptidos, proteínas y polímeros (quitina y lignina) de los cuales obtiene este
elemento. Su porcentaje de inoculación dependerá de las condiciones que se le proporcionen y del
momento en la que se hace, pues se ha encontrado una mejor respuesta cuando las plantas de arándano
se inoculan desde el vivero. Cuando se incrementa la cantidad de fertilizantes la colonización de micorrizas
disminuye, además que se han encontrado que suelen tener mayor especificad dependiendo del cultivar.

Cita correcta de este artículo


INTAGRI. 2017. El pH en el Cultivo de Arándano. Serie Frutillas Núm. 19. Artículos Técnicos de INTAGRI.
México. 3 p.

Fuentes consultadas
- Castellanos, J. Z. 2016. El Manejo de la Fertirrigación en el Cultivo de Berries. Curso Producción de Berries
en Sistemas Intensivos” Fresa, Zarzamora, Frambuesa y Arándano. Intagri. México.
- Retamales, J. B. y Hancock, J. F. 2012. Blueberries. Crop Production Science in Horticulture Nº 21. CAB
International. Reino Unido. 323 p.
- Barney, D. L. 1999. Growing Blueberries in the Inland Northwest and Intermountain West. Universidad
de Idaho. Idaho, EE. UU. 17 p.

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