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En ocasiones creemos que la salud solo tiene que ver con el cuerpo y nada puede estar más
alejado de la verdad, porque tu mente es algo así como un centro de poder, si tú te sientes bien
emocionalmente, eso se traduce en que tu cuerpo también lo haga.
Por eso, en esta entrega te daremos 10 consejos para mejor la salud mental, que deberás poner
en práctica para mantener tu estabilidad. Eso que dicen por ahí de que mente sana es cuerpo
sano, cobra todo el sentido. Así que vamos a averiguar de qué se tratan esos consejos para
mejorar la salud mental.
La felicidad a veces parece un lugar, otras veces se convierte en cosas materiales y en ocasiones
significa gente. Sin embargo, la felicidad ha sido ese estado difícil de clasificar por años. No
siempre lo que te hace feliz a ti, hace feliz a los otros. De todas formas, lo que sí está claro es que
es un concepto complejo y que debe trabajarse de manera individual.
Una sola cosa u objetivo te hace feliz de manera efímera, pero varias te llevan hacía una óptima
salud mental. Estar consonante con la mayoría de cosas que eres y haces en tu vida es lo principal,
porque estar contento solo depende de cada uno. Lo mejor es no sentir necesidades o ansiedades,
de a poco busca esas cosas que te hacen feliz y te aseguramos que juntas crearán gran potencial
en ti.
2. No seas la víctima : Puede sonar duro pero en realidad tú estás en el lugar que estás por tu
decisión. En pleno siglo XXI cada uno es totalmente libre, porque la libertad no se mide por
porcentajes, uno no es libre en un 50 por ciento o en un 80, se es libre o no se es. Pero depende
siempre de tus decisiones.Si estás enfrascado en una relación tormentosa, eres tú quién decide
quedarte ahí, si estás frustrado por tu empleo eres tú quién debe buscar oportunidades mejores.
No seas la víctima. Evalúa la situación y toma decisiones, asúmelas sin culpa.
4. Desacelérate: Algunas personas se trazan objetivos demasiado altos en corto tiempo. Bien es
cierto que hay que pensar en grande; pero tampoco puedes aprender los siete idiomas que
quieres en tres meses. Necesitas paciencia, desacelerarte; bien dicen las mamás que del afán no
queda sino el cansancio. Al final te frustrarás por no cumplir todos tus objetivos. Así que sé sincero
contigo y con lo que puedes hacer.
Cuando estás a punto de empezar una dieta o algo más simple como un juego con tus
compañeros, te dices a ti mismo: “no podré hacerlo”. Craso error, cambia de mentalidad. Tú
puedes hacerlo, siempre puedes. Mantén la motivación ante todos los desafíos.
Por lo general puedes estresarte por cosas que ni siquiera puedes controlar. Un ejemplo de ello
sucede mientras escuchas las noticias y te irritas por algunas situaciones. Sin embargo, ten en
cuenta que no puedes arreglar el mundo, la capacidad de indignación no es consecuente con tu
acción, no te pedimos que te quedes quieto, pero relájate, hay cosas que no están en tus manos.
Si quieres salvar tu relación de pareja, por ejemplo, no intentes convertirle en otra persona.
Es vital estar en el lugar indicado, con las personas indicadas. No querrás sentirte incómodo con
alguien que va para un lugar distinto al tuyo o que no comprende tus maneras. Necesitas sentirte
cómodo y no pasar malos ratos innecesariamente.
Si aún no te has aburrido de hacer lo mismo todos los días, ten presente que sucederá. La vida es
toda una experiencia que malgastas no tomando riesgos o convirtiéndola en un proceso diario en
el que no hay espacio sino para los horarios. Procura hacer cosas divertidas, romper la rutina de la
semana con algo simple que te haga feliz.
9. Busca ayuda : Siempre necesitas desahogarte. No puedes andar por la vida guardándote tus
sentimientos, emociones o preocupaciones. Debes buscar ayuda antes de que sientas que ya no
puedes más. Mientras conversas con alguien, tú mismo te escuchas y eres tú quien va
encontrando la luz de lo que antes parecía un túnel.
10. Tómate un momento para ti : Date un momento para ti. A veces nos rodeamos de muchas
personas, el tráfico, la oficina, incluso en casa. Lo mejor es tomarse un respiro para salir a caminar,
leer, escribir... hay miles de cosas que puedes hacer contigo mismo.