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BIBLIOGRAFIA
http://www.medigraphic.com/pdfs/plasticidad/prn-2003/prn032i.pdf
https://es.scribd.com/doc/245831725/Evaluacion-neurodesarrollo-bobath-pdf
ANEXOS
La terapia Bobath facilita la adquisición de patrones normales motores según el
grado de desarrollo de cada niño.
El determinar que un paciente presenta una lesión del SNC no es más que el inicio de un proceso,
en ocaciones prolongado para definir el posible diagnóstico. El pronóstico y la determinacion de la
probable etiología son el próximo paso. Las lesiones del SNC se clasifican en estáticas y progresivas.
Las lesiones estáticas comienzan en los primeros meses y los antecedentes patológicos personales
generalmente son positivos, mientras que los antecedentes familiares son generalmente negativos
y el paciente puede ir ganando poco a poco habilidades.
Las lesiones estáticas constituyen más de 60 % de las afecciones del SNC en la infancia. Son
producidas como resultado de lesión destructiva del SNC antes del nacimiento, durante este evento
o después de él, así como por defecto en el desarrollo embriológico, por lo que en este caso, resulta
una anomalía congénita.
Las lesiones estáticas, en general, pueden agruparse en las que se encuentran relacionadas con el
periodo prenatal, perinatal o posnatal y están asociadas con antecedente de amenaza de aborto o
parto prematuro en la madre, hipertensión arterial, ingestión de drogas, bajo peso y/o baja talla de
la madre, enfermedades crónicas o medicamentos ingeridos durante el embarazo y exposición a
enfermedades infecciosas durante ese periodo.
Por esto, a menudo pueden preguntarse ¿cómo saber si el niño presenta lesiones cerebrales que
pueden alterar su desarrollo? ¿Cuáles son las consecuencias de estas alteraciones en un futuro?
Lo primero que deben tener en cuenta los padres es que establecer un buen vínculo con el bebé,
así como la asistencia a los controles de salud y una buena comunicación con el pediatra, facilita la
detección y atención oportuna de los problemas que el bebé manifieste.
Los primeros meses de vida son determinantes para el crecimiento y desarrollo normal del bebé,
pues es el tiempo de maduración de Sistema Nervioso Central. En esta etapa, el cerebro del pequeño
es como un trozo de plastilina que se va moldeando de acuerdo con sus condiciones biológicas y las
de su entorno inmediato. Así va estructurando funciones y patrones de conducta que pueden ser
adecuadas o inadecuadas. Si el niño presenta alguna lesión cerebral, por ejemplo, tal disfunción
afectará la construcción de dichos patrones de conducta que se reflejarán en su desarrollo.
El buen estado neurológico del pequeño depende de que las neuronas tengan un suministro
suficiente de oxígeno y glucosa para que puedan vivir y desarrollarse. Alterar este proceso puede
ocasionar daños irreversibles pues las neuronas son las únicas células que no se reproducen. Las
condiciones para que este suministro sea suficiente dependen tanto de la estructura biológica,
como del entorno en el que se encuentra el bebé.
Los daños cerebrales pueden darse en tres momentos por diversas causas como se presenta a
continuación:Prenatales: ocurren entre la concepción del bebé y su nacimiento. Pueden ser
causados por alteraciones genéticas, enfermedades en la madre o el feto durante este tiempo,
infecciones intrauterinas y traumas, entre otras.
Perinatales: ocurren en el momento de parto. Como por ejemplo la aspiración de meconio (heces
fetales) por parte del bebé, asfixia, prematurez extrema, convulsiones neonatales, anemia aguda,
etc.
Postnatales: son anormalidades que ocurren después del nacimiento del bebé como traumas,
enfermedades infecciosas, falta de estimulación, abandono, enfermedades metabólicas,
convulsiones de difícil manejo, meningitis, etc.
La siguiente clasificación muestra los factores que alteran el desarrollo normal del bebé:
1. Lesiones directas en el Sistema Nervioso Central: las más comunes son Parálisis cerebral, es
la consecuencia de lesiones o malformaciones producidas en el desarrollo del cerebro que
se manifiesta en las alteraciones de postura y movimiento en los primeros meses. El tipo de
parálisis y gravedad es bastante amplio. Aunque es una lesión irreversible, no es
degenerativa.Mielomeningocele: también se conoce como Espina Bífida. Es una anomalía
que afecta el desarrollo de la columna vertebral y su contenido. La gravedad depende del
sitio de la lesión y de su magnitud. Puede ser tratada con cirugía y programas de
rehabilitación.
2. Otras enfermedades: en ocasiones, enfermedades no cerebrales tienen como consecuencia
una alteración en el funcionamiento del Sistema Nervioso, como por ejemplo infecciones
que pueden originar afectar el cerebro y las meninges.
3.
3. Factores ambientales: una buena estimulación, así como condiciones adecuadas en la
nutrición y la vida afectiva del bebé, se ven reflejadas en su desarrollo. Existen factores
como el económico y cultural que pueden impedir el buen desarrollo de las capacidades del
pequeño. Según la doctora Doris Valencia Valencia, médica fisiatra infantil de la Universidad
Nacional, este es el factor de mayor incidencia dentro de la población, por el aumento de
madres adolescentes que en muchas ocasiones desconocen su estado y la importancia de
los controles y cuidados que requieren, ya que por su edad se consideran embarazos de alto
riesgo.
4. Alteraciones genéticas: defectos en los genes o alteraciones en la unión de cromosomas
pueden dar origen a enfermedades que alteran el desarrollo normal del bebé. La
enfermedad más conocida es el síndrome de Down.
¿Qué hacer?
El examen que se les realiza a los niños en el momento de nacer es el primer indicador del estado
del bebé. Sin embargo, trastornos o lesiones pueden detectarse tiempo después, lo que requiere
un seguimiento cuidadoso para realizar un diagnóstico definitivo. Por esto es importante que los
padres conozcan las diferentes etapas que su hijo debe seguir, con el fin de detectar cualquier
anomalía. Las madres pueden proporcionar la mejor información sobre las acciones y actitudes del
bebé que después serán evaluadas por el médico de confianza de la familia.
Para la doctora Doris Valencia, se debe tener en cuenta si por las condiciones del bebé este se
encuentra en el nivel de alto riesgo neurológico o no. Cuando las condiciones físicas son las
adecuadas, el pequeño se considera fuera de riesgo y no requiere de más atención que los cuidados
y controles normales. Pero no todos los chicos cuentan con esta suerte. Si las condiciones no son las
mejores, entonces los bebés pueden ser de alto riesgo neurológico, como sucede con los bebés
prematuros, bebés de madres muy jóvenes o mujeres mayores (de más de 35 años) o en casos en
que hubo complicaciones en el parto, entre otros. Dentro de esta clasificación, también es
importante señalar que los bebés de alto riesgo neurológico no presentan patologías sino
alteraciones en el desarrollo a causa de alguna deficiencia que les impide tener un desarrollo
normal. Es diferente cuando el niño presenta una lesión o patología como parálisis cerebral, espina
bífida o síndrome de Down, que requieren otro tipo de atención y rehabilitación.
Para los dos últimos casos, los padres deben acudir a programas de atención temprana, con el fin
de rehabilitarlos, en el caso del los bebés de alto riesgo neurológico, o de proporcionarles una mejor
calidad de vida en el presente y en el futuro, si hay patología.
Siguiendo las recomendaciones de la doctora Doris Valencia Valencia, la mejor manera de prevenir
trastornos en el desarrollo por daños cerebrales es con la planeación del embarazo, con el fin de
establecer las mejores condiciones posibles para la llegada de un nuevo ser humano.
BIBLIOGRAFIA
https://educacion.uncomo.com/articulo/sistemas-del-cuerpo-humano-y-sus-funciones-
42885.html ( sistemas del cuerpo)
https://www.acnweb.org/acta/2008_24_1s_15.pdf
La hipotonía neonatal se define como aquel recién nacido a término, que, pasados sus primeros días
del proceso de adaptación postnatal, se encuentra con una disminución del tono postural. Algunos
autores han definido al tono muscular como “la resistencia que los tendones y músculos ofrecen al
movimiento por una fuerza sostenida y de baja intensidad, como la fuerza de gravedad o
manipulación pasiva de los miembros y cuello”. Cuando se habla de hipotonía no se están
incluyendo otros síntomas como debilidad muscular, hiperlaxitud ligamentaria o aumento de la
movilidad de las articulaciones, aunque pueden coexistir. La lista de enfermedades que causan
hipotonía es larga e incluye enfermedades neurológicas y sistémicas. Estas últimas pueden tener su
origen en enfermedades cardíacas, respiratorias, infecciosas o endocrinológicas, exigiéndole al
clínico un análisis minucioso de la historia clínica, seguido de examen físico detallado. El tono
muscular es el resultado final en la interacción de diferentes estructuras neurológicas, entre las que
podemos destacar: cerebro, cerebelo, tallo cerebral, médula espinal, moto neuronas del asta
anterior, nervio, placa neuromuscular y músculo. La interrupción de algunas de estas vías puede
alterar la modulación final del tono y producir hipotonía. Se considera normal que el tono muscular
esté disminuido en el RN de 33 semanas de gestación, pero es patológico en el RN a término, en el
cual se esperaría un ligero hipertono de predominio flexor.