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ECONOMIA NARANJA

Es el conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios
culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual. El universo naranja está compuesto por:
i) la Economía Cultural y las Industrias Creativas, en cuya intersección se encuentran las Industrias Culturales Convencionales;
y ii) las áreas de soporte para la creatividad

Se conoce como naranja, porque normalmente este color se asocia con la cultura, la creatividad y la identidad y es lo más
cercano a identificar estas manifestaciones

Economía Naranja: Cifras

La economía naranja produce en el mundo cerca de 4.293.000 millones de dólares anuales, y en el caso de América Latina y
el Caribe genera alrededor de 175.000 millones de dólares de ese total.

Para entender la magnitud e importancia de esta economía, podemos observar que entre 2002 y 2011, las exportaciones de
bienes y servicios creativos crecieron el 134%, de acuerdo con informes de la Conferencia de Naciones Unidas para el
Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).

Y se alcanzaron a realizar intercambios en 2011 por un total de 646.000 millones de dólares, convirtiéndose en el quinto bien
más comercializado del planeta.

Economía naranja: Composición

La economía naranja se compone de dos elementos, estos son:

1) La economía cultural y las industrias creativas, que al entrelazarse conforman las industrias culturales convencionales

2) Las áreas de soporte para la creatividad. Son actividades cuya base es la creatividad y la diferenciación.

Economía Naranja: Ejemplos

Actualmente existen varios casos de emprendimiento y empresas formadas con base a la economía naranja, algunos ejemplos
de empresas de economía naranja son:

Proyecto Pietà (Perú): Es un proyecto de ropa urbana ecológica de alta calidad, que es confeccionada por hombres y mujeres
de cárceles de Lima. Los presos que hacen parte de este proyecto pueden recibir una reducción de su condena y un porcentaje
por las ventas de la marca.

Elemental (Chile): Es un modelo que se puede replicar y escalar de viviendas económicas y funcionales, el cual puede
expandirse de acuerdo a los recursos de cada familia.

BabyBe (Chile/Alemania): Es un dispositivo para incubadoras neonatales el cual se encarga de conectar la voz, la respiración
y los latidos de las madres con sus bebes prematuros, por medio del contacto simulado de sus cuerpos.

Popular de Lujo (Colombia): Es una plataforma digital que se encarga de promover la investigación y divulgación de la gráfica
popular latinoamericana (avisos, carteles, letreros de autobuses, murales, etc.).

Ánima Estudios (México): Es un estudio de animación que cuenta con gran experiencia y reconocimiento en Latinoamérica, y
fue el primer estudio en producir una serie original para Netflix.

Arquitectura, artes visuales y escénicas, artesanías, cine, diseño, editorial, investigación y desarrollo, juegos y juguetes, moda,
música, publicidad, software, TV y radio, y videojuegos son algunos de los sectores que forman parte de la Economía Naranja,
según la definió John Howkins, uno de los investigadores más influyentes en la materia.

El comercio de bienes y servicios creativos –en adelante ‘mentefacturas’- tuvo una muy buena década: entre 2002 y 2011 las
exportaciones crecieron 134%, según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD). Si las
insertáramos en la clasificación que hace el Centro Internacional de Comercio (ITC por su sigla en inglés), serían la quinta
mercancía más transada del planeta.

De acuerdo al libro “La Economía Naranja, una oportunidad infinita”, escrito por Felipe Buitrago Restrepo e Iván Duque
Márquez, y editado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se puede hacer una distinción entre bienes creativos
(artes visuales y performativas, artesanías; audiovisual, diseño, nuevos medios, etc.) y servicios creativos (arquitectura,
cultura y recreación, investigación y desarrollo, publicidad, etc). Las exportaciones de ambos alcanzaron en 2011 los 646 mil
millones de dólares; pero los servicios crecieron un 70% más rápido que los bienes ya que, cada vez más, estas transacciones
se hacen por Internet.

El comercio creativo es menos volátil que el de los commodities o materias primas. Prueba de ello es que soportó mejor la
crisis financiera global que sectores como el petrolero. Mientras que las ventas de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) registraron una caída del 40% en 2009, las exportaciones de bienes y servicios creativos apenas se
contrajeron un 12%.

Medida en billones de dólares, si la Economía Naranja fuera un país, sería la cuarta economía mundial detrás de Estados
Unidos, China y Japón; el noveno mayor exportador; y la cuarta fuerza laboral con 144 millones de trabajadores.

La Economía Naranja de las Américas lleva un claro liderazgo a nivel mundial, debido al impresionante desempeño de los
Estados Unidos. El déficit comercial de Latinoamérica y el Caribe es enorme en relación con sus exportaciones de bienes y
servicios creativos. Y más preocupante se hace al considerar los pagos netos por regalías y licencias de propiedad intelectual,
ya que el déficit casi se duplica.

Apenas el 1,77% de las exportaciones de bienes creativos mundiales se originan en Latinoamérica y el Caribe. Poco menos de
la tercera parte de éstas se dirige a otros países de la región, más del 64% a economías desarrolladas y menos del 3% a otras
en desarrollo.

La Economía Naranja como eje de desarrollo

Ahora que la tendencia en el comercio creativo se inclina en favor de los servicios, la delantera la tomarán las naciones con
una estrategia digital intensiva en “mentefacturas” y que hagan de la Economía Naranja uno de sus principales ejes de
desarrollo para la creación de empleos y riqueza. “Mentefacturas” como el arte, el diseño, los videojuegos, las películas y las
artesanías llevan consigo un valor simbólico intangible que supera a su valor de uso.

Otra opción es convencer al talento de los 107 millones de jóvenes (entre 14 y 24 años, que viven en Latinoamérica y el Caribe)
por la adopción temprana de modelos de negocio basados en las “mentefacturas” (base de una Revolución Naranja) y
construir un imperio basado en esta creatividad.

El acceso (virtual o físico) es clave, al igual que el contacto entre audiencias, contenidos, creativos, emprendedores y
tecnología. Acceso y contacto son los catalizadores fundamentales para generar la innovación que se deriva de la fertilización
cruzada de ideas, usos, interpretaciones, costumbres.

Actualmente la cultura en su conjunto es tratada por la sociedad como un bien público, esta situación le hace mucho daño a
los artistas y a los creativos, pues les niega al menos dos derechos fundamentales: el reconocimiento de su actividad como
un trabajo legítimo y una remuneración adecuada. Al mismo tiempo, le niega a la sociedad el progreso que artistas, creativos
y toda su cadena de valor pueden aportarle.

El intercambio cultural y los procesos económicos que transforman los contenidos simbólicos en bienes y servicios para la
sociedad están en constante evolución. Hoy por hoy, la naturaleza del consumo de contenidos es de nicho. Se necesita
adoptar un Mercado Interamericano de Contenidos Originales (MICO).

En el desarrollo de la Economía Naranja es posible cerrar las brechas sociales y a acercar a las personas más humildes con las
más privilegiadas alrededor de un propósito común. Y existen muchas personas que tienen la motivación para emplear las
herramientas de la Economía Naranja en la integración social.
Desde la campaña del presidente Iván Duque, el país comenzó a escuchar la expresión “economía naranja”, la cual el Gobierno
está decidido a impulsar en diferentes sectores de la economía.

En diálogo con EL TIEMPO Felipe Buitrago, director de Gobierno y Áreas Estratégicas de la Presidencia, explicó de qué se trata
este concepto y cuáles son los caminos para que los emprendedores se beneficien de él.

¿Cómo le explicaría qué es la economía naranja a un ciudadano de a pie?

Como seres humanos contamos con dos herramientas de intercambio: el comercio y la cultura. La economía naranja es la
cara de la cultura, y ella comprende todas las actividades que nos permiten transformar ideas y sueños en bienes y servicios
de valor simbólico o mentefacturas. Es decir, la economía naranja es todo lo que hacemos para que la historia que imagina
un escritor se convierta en un libro.

Esto incluye su edición, su impresión, su distribución y su venta en librería o su préstamo en biblioteca. Lo mismo pasa con
las melodías que se convierten en conciertos, los dibujos que se convierten en diseños y los libretos que se convierten en
series o películas, entre otros.

¿Por qué es importante incentivarla en el país?

Aunque muchos piensen que vivimos en una época de cambios, lo que en realidad nos encontramos experimentando es un
cambio de era. Algo mucho más profundo de lo que la mayoría nos imaginamos, y que ya algunos llaman la ‘era digital’, la
‘economía del conocimiento’ o la ‘cuarta revolución industrial’.

La economía naranja se basa en el talento de todos, pero especialmente de nuestros niños, y por eso es tan importante
acompañar su crecimiento con nutrientes para sus cuerpos y para sus mentes

Esto significa que necesitamos activar desde ya los mecanismos para desarrollar nuevas habilidades en nuestros jóvenes, para
que en una década no se encuentren sin las capacidades para estudiar, trabajar y realizar sus sueños.

La economía naranja se basa en el talento de todos, pero especialmente de nuestros niños, y por eso es tan importante
acompañar su crecimiento con nutrientes para sus cuerpos y para sus mentes.

¿Qué planes tiene el Gobierno en materia de economía naranja?

La economía naranja tiene efectos transversales en el programa de gobierno, pues no se trata solo de hacer más y mejores
políticas en cuanto a la cultura, sino en turismo, comercio, industria, agricultura, desarrollo urbano, cambio climático,
tecnología e innovación.

¿En concreto qué se ha hecho?

Desde el 19 de octubre pasado se activó el Consejo Nacional de Economía Naranja. Se reunió por primera vez en Barranquilla
para validar los lineamientos generales de una política nacional para la protección, promoción y desarrollo de las industrias
culturales y creativas, con el objetivo de que puedan ser consultadas de manera amplia.

¿Cuántos recursos se han destinado en este campo?

Se validó la creación de los Bonos Naranja por 400.000 millones de pesos, para que a través de Bancoldex se irrigue con
recursos frescos a la banca, de manera que nuestras empresas creativas puedan consolidarse y expandirse creando empleos.
También se aprobó la ruta de emprendimiento naranja de la mano del Sena e iNNpulsa, para que quienes quieran iniciar un
emprendimiento encuentren un espacio en el Fondo Emprender, en el Sena, y que quienes ya estén enrutados y quieran
proyectarse puedan acceder con mayor facilidad a Aldea, en iNNpusa.

¿Cómo hacer para que la economía naranja no se quede solo en las grandes ciudades?

Para evitar esto se creó una red nacional para el descubrimiento, desarrollo y proyección de talentos que se llama Sacúdete.
El presidente Duque cree firmemente que todos nuestros jóvenes tienen talentos valiosos y que necesitan una oportunidad
para crecer y contribuir al país.
Es así que se está creando esta red que tiene centros para la salud, el ambiente, la cultura, el deporte, la tecnología y el
emprendimiento, para que, empezando con los más humildes, la economía naranja se convierta en un camino cierto de
oportunidades para todos.

¿Qué tipo de incentivos tendrá el Gobierno para apoyar a quienes se monten en el bus de la economía naranja?

Los lineamientos de la política, validados por el Consejo Nacional de Economía Naranja, buscan articular la oferta institucional
de más de una docena de ministerios y agencias de primer nivel del Estado, de manera que desde el acceso para disfrutar del
arte y la cultura de nuestros carnavales, hasta el crecimiento acelerado de las empresas de contenidos creativos más exitosas,
pasando por etapas de formación de talentos, creación de empresas, consolidación de actividades de impacto social,
encuentren de manera simple y efectiva herramientas y recursos que necesitan

LEY DE FINANCIAMIENTO

Con la necesidad de recaudar 14 billones de pesos que requiere el presupuesto general del 2019 con el fin de financiar
programas ya establecidos para el próximo año en salud, educación, vivienda, agro y ciencia y tecnología, entre otros, el
pasado 31 de octubre entró al Congreso de la República el proyecto de ley de financiamiento del Gobierno, que de inmediato
generó una fuerte controversia en el país.

Si bien parece haber consenso entre los gremios económicos y entre los técnicos en cuanto a que obtener los recursos “es
imprescindible”, el ambiente en el Legislativo aún no está despejado. Inclusive, el propio partido del presidente Iván Duque
expresó que respaldaría unas propuestas, pero otras no.

De estas, la más polémica es la de gravar casi toda la canasta familiar (80 por ciento), pero con una reducción de la tarifa
general, del 19 % actual, a 18 por ciento por dos años (2019 y 2020), para luego estacionarse en el 17 por ciento a partir del
2021. Esta medida estaría acompañada de una compensación monetaria a la franja de colombianos más vulnerable –el 30
por ciento de la población que gana menos de un salario mínimo–, lo cual se haría de manera bimestral, con un monto que a
hoy sería cercano a los 100.000 pesos.

Cabe destacar que en las modificaciones del IVA es donde está la mayor fuente de los recursos esperados por el Gobierno:
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Preocupación por clase media

Entre tanto, en el impuesto sobre la renta se tocan los dos capítulos que tiene este tributo: el de las personas naturales y el
de las jurídicas. En este sentido, según sostiene el Gobierno en la exposición de motivos del proyecto, la intención es hacer
más equitativa la carga de impuestos a los ciudadanos, procurando que paguen más los de mayores ingresos, para lo cual se
crearon dos nuevos escalones que, según lo expresado en la propuesta, recaen sobre ingresos superiores a 35 millones.

Es así como, además de las tarifas de renta establecidas para las personas naturales, que eran de 0, 19, 28 y 33 por ciento
sobre la base gravable, ahora se agregan 35 y 37 por ciento para los ingresos más altos. Por este ajuste se espera obtener un
recaudo de 1,7 billones de pesos en el primer año.

A la par con esta progresividad, se reduce la posibilidad de hacer deducciones, pues si estas, hasta ahora, pueden llegar a ser
del 40 por ciento de los ingresos netos del contribuyente, a partir de la nueva ley serían del 35 por ciento.

Además, en la retención en la fuente, que es la que le descuentan a las personas con sueldos mensuales por encima de 4,8
millones de pesos, también se introdujo un cambio: bajar la base de ingresos desde la cual se hace la retención, lo que
agregaría nuevos contribuyentes de la clase media.

La intención es hacer más equitativa la carga de impuestos, procurando que paguen más los de mayores ingresos, para lo cual
se crearon dos nuevos escalones
Por todo eso, para el exdirector de la Dian Juan Ricardo Ortega, si bien la reforma, vista de manera integral, está en línea con
lo que necesita el país para generar equidad, simplicidad y combatir la evasión, “lo feo es que la clase media tenga que
soportar esa primera carga con el IVA”. Desde esa perspectiva, el freno en el consumo, al igual que sucedió en 2017, cuando
se incrementó la tarifa general del IVA, del 16 al 19 por ciento, es el mayor riesgo.

Para analistas de Bancolombia, en el corto plazo la ley de financiamiento generaría un efecto de desaceleración en el
crecimiento del PIB (producto interno bruto), porque el impacto negativo en el consumo privado no alcanzaría a ser
contrarrestado por completo con las medidas de estímulo a la productividad de las empresas, como son la reducción
progresiva de su tasa en el impuesto a la renta, desde el 33 por ciento en el 2019 hasta llegar al 30 por ciento en el 2022,
entre otras.

Dicha reducción equivale a dejar de recibir ingresos por 1,2 billones cada año, con la expectativa de que las compañías puedan
ser más competitivas y produzcan más y generen empleos. “La baja en la tasa corporativa, del 33 al 30 por ciento, es
inconveniente. Pesarán más los elementos que drenan el recaudo que los que lo impulsan”, advierte Anif.

En medio de las medidas diseñadas para reactivar la productividad de las empresas están los temores de los analistas por la
inflación, pues, desde su perspectiva, se saldría del rango meta que tiene el Banco de la República (2 a 4 por ciento). Esto,
teniendo en cuenta que, así como hay rebaja general a todo, desde el 19 al 18 por ciento, también habría incremento en el
precio de aquellos productos que hoy están excluidos de IVA, con tarifa 0, o pagando el 5 por ciento. Y es que, según el
proyecto de ley, poco sería lo que quedaría por fuera de la tarifa general del IVA. Las toallas higiénicas, los servicios públicos,
la educación, servicios de salud, arriendos e insumos para el agro, son algunos casos.

Por el contrario, para el Gobierno, “los efectos del aumento de la base gravable del IVA sobre la demanda interna se ven
contrarrestados por el repunte de la inversión privada”, sostiene en el proyecto. En general, agrega, “el impacto sobre el
crecimiento económico es consecuencia del aumento de la productividad, que se traduce en más inversión y empleo”.

Muchos de los gremios económicos, entre tanto, no lo ven tan así. Mientras que el mayoritario, la Andi, invitó a que la ley de
financiamiento se vea integralmente, “pensando en el país, antes de rechazarla por temas particulares”, la Sociedad de
Agricultores de Colombia (SAC) se mostró en desacuerdo con el IVA del 18 por ciento a la canasta familiar, y el gremio de
exportadores (Analdex) propuso mejorar el esquema de devolución de IVA a empresas.

De esta manera, la reforma está en la palestra pública, a la espera de que el Congreso programe el primer debate y el Gobierno
le haga ajustes si así lo considera.

IVA a canasta familiar, tema crítico en el Congreso

El documento que emitieron la dirección y los congresistas del Centro Democrático el pasado viernes se convirtió en un golpe
que dejó a la propuesta de gravar con IVA la mayoría de la canasta familiar con muy pocas posibilidades de sobrevivir en el
Congreso.

Aunque prácticamente todos los partidos políticos habían rechazado la idea, la posición de los uribistas, copartidarios del
presidente Iván Duque, parece ser la estocada final para esta propuesta.

Desde que el proyecto de ley de financiamiento –o reforma tributaria– se radicó y se conoció esta propuesta, congresistas de
los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical y ‘la U’, los más amplios del Legislativo, la rechazaron.

El pasado viernes, el partido del presidente Duque también le retiró su respaldo a la idea, con lo que la dejó con casi ninguna
posibilidad de vida. El retiro del apoyo del Centro Democrático a esta parte del proyecto fue la demostración, además, de que
la coalición de partidos políticos que se había intentado construir no parece estar funcionando.

A pesar de que el Centro Democrático, los conservadores y ‘la U’ anunciaron su decisión de ser partidos de gobierno, al
parecer estarían pesando más las críticas de la opinión pública a varios aspectos de la ley de financiamiento que en respaldar
incondicionalmente al Ejecutivo.

En otras épocas, una de las primeras consideraciones de los gobiernos a la hora de presentar al Congreso una reforma en los
impuestos –de por sí impopular– era el apoyo político que tenían entre los partidos para aprobarla.
En esta administración, hasta el momento, las cosas parecen estar cambiando. El Gobierno ha nombrado a su equipo sin
contar con los partidos políticos, lo que ha hecho que las bancadas actúen con más libertad en el Capitolio, pero también que
el Ejecutivo no cuente con el respaldo que requiere en el momento de aprobar este tipo de reformas.

‘No es lo más adecuado’

El senador por el Centro Democrático Ciro Ramírez, integrante de la Comisión Tercera del Senado, donde se discutirá el
proyecto de ley, afirmó que un IVA a la canasta familiar “no es lo más adecuado” para el bolsillo de los colombianos “en este
momento”.

“Lo que tenemos es que sugerirles al presidente Duque y al Gobierno alternativas para buscar estos recursos, no gravando
los productos de la canasta familiar que restan”, dijo Ramírez.

El senador liberal Mauricio Gómez Amín, de la misma célula legislativa de Ramírez, fue enfático en que su partido rechaza
“rotundamente que se quiera golpear a la clase media de Colombia con este gravamen, que lo que hace es complicar el
bolsillo de la gente que menos tiene en este país”.

Otras fórmulas

Varios congresistas coincidieron en afirmar que el Gobierno debe proponer otras fórmulas para buscar los 14 billones de
pesos faltantes. Incluso, con otras ideas que no sean esta ley de financiamiento.

El senador por el Partido Conservador y expresidente del Congreso Efraín Cepeda aseguró que ve “remotas” las posibilidades
para que este proyecto de ley pase en el Legislativo y sugirió explorar otras posibilidades.

“Ecopetrol tiene una caja inmensa de 15 billones de pesos y puede repartir cinco o seis de utilidades; los precios del petróleo
se incrementan; que se aprieten más el cinturón en los gastos del Estado; perseguir la elusión; empezar a mirar otras empresas
no productivas del Estado que se puedan vender, en fin, y yo creo que hay alternativas para buscar los recursos”, afirmó
Cepeda.

El pasado viernes, el presidente Duque reiteró su defensa del proyecto y pidió “soluciones, no agresiones” en la discusión.
Varios sectores políticos coinciden en que al final una ley de financiamiento será aprobada en el Capitolio, pero lo que no está
claro es cuánto podrá recaudar el Gobierno gracias a ella

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