TRABAJO DE PENSAMIENTO

CRÍTICO

REALIZADO POR:

JUAN CARLOS CASTRO JERVES

NIVEL:

TERCERO DE BACHILLERATO

PROFESOR:

JUAN MANUEL REINOSO

AÑO LECTIVO:

2018 – 2019
 PENSAMIENTO CRÍTICO
El tener una epifanía de un pensamiento intrusivo pero aparentemente
racional o un fuerte sueño que percibes que nadie más tendrá, los cuales
son causa del análisis minucioso de los procesos aceptados de forma
convencional que te rodean, puede provocar una imprevisible reacción
que pasará junto al tiempo: ora temor, ora recelo, ora fascinación, ora un
impulso de despotricar y criticar sobre los muchos escollos que percibes
en derredor. También están los variados escenarios subconscientes
ligados a la reacción del individuo que se tienden a presentar, unos más
significativos que otros.

De los más particulares (que son obra respectiva de las reacciones

mencionadas en el párrafo anterior) son los que te hacen sentir, por
breves momentos, cosas tales como: con el alma en vilo; en el filo de la
navaja; en tu propio elemento; o donde abandonas todo lo que ya no
servirá porque pensamientos inflexibles residen en tu cabeza. De resultar
ser este último el que se presente, quizá en tu mente aun sigas entre la
realidad y el idealismo, además de sentir a tus pies atrapados en las
cadenas del sacrificio de tu tiempo al andar entre tus recuerdos, sin
embargo, tus pensamientos desbordados no se pueden reprimir por
nadie que no seas tú, pero deben ser encaminados bien, para así tener
un juicio sano y fuerte que anhele el prosperar y persistir.

Pretensiones, miedo, vanidad, pena. Son cosas negativas que

obstaculizan la claridad para pensar y que ya no serán capaces de
hacerte caer en ellas tan fácilmente, de estar bien preparado
individualmente y bien instruido por el docente en turno. Aun así, sentirse
abrumado por una sensación comparable a estar rodeado por edificios
que perforan el cielo nocturno y que sus vidrios se rompen y caen sobre
ti, es algo comprensible que puede ocurrir, generalmente por la
posibilidad de estar equivocado sobre lo que piensas, y te cuestionas:
“¿Estaré perdido?” Esto puede ocurrir si miras a tu alrededor y, en una
muestra de desdén, te llega el pensamiento de que el mundo se está
ahogando en sangre por homicidios a sangre fría y que aquellos que lo
causan deben perecer, aun si hay inocentes imperceptibles entre ellos.

Cosas que desbordan las tinieblas de tu mente como los conceptos falsos
que parecen verdad, o ser nublado tu razonamiento a través de
sentimentalismo no te sucederán porque a mitad o al final del camino en
un futuro incierto podrás ver una vez más lo que en tu memoria grabaste.
Puedes emerger del embravecido mar de tu conciencia con un
pensamiento racional y crítico desarrollado junto a tu conocimiento,
cavilando en si volver realidad o no lo que imaginaste e ir hacia aquello
que nadie más puede tener: tu individual pensamiento crítico bien
organizado y argumentado, ese inmenso cristal que es tu verdadero “yo”,
dentro de la corriente del tiempo y siendo fiel a ti mismo mientras sigues
caminando sin obcecación por tus memorias y por tu vida.