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LOS SÍMBOLOS DEL ESPÍRITU SANTO Y SU

SIGNIFICADO

El Maestro en los evangelios nos enseña misterios del Reino a través de las
parábolas, mediante narraciones sencillas y tomadas del diario vivir, Jesús
procura pues enseñarnos grandes secretos mediante elementos pedagógicos
sencillos, lo mismo hace para que conozcamos la persona y obra del Espíritu
Santo...

El libro: “EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU SANTO”. Está compuesto


por: los dones del Espíritu Santo, sus nombres y la revelación detrás
de ellos, sus símbolos y su significado, el bautismo en el Espíritu Santo
y las lenguas, la historia de la doctrina del Espíritu, la profecía, el
Consolador, La unción y su correcto uso, entre otros temas de gran
interés. Puedes adquirirlo en: EL LENGUAJE DEL ESPÍRITU
SANTO.

Los símbolos del Espíritu Santo y su significado:

Pardington dice: "La palabra SÍMBOLO, viene de dos palabras griegas: SUN,
que quiere decir justo; y la palabra BALIO que quiere decir tirado; significando
literalmente algo que ha sido tirado junto con otra cosa, uno al lado del otro, el
uno para representar y explicar el otro. En otras palabras un símbolo es un
emblema material que muestra y descubre una verdad espiritual"

Estos símbolos del Espíritu Santo, son dados por Dios para que podamos
más fácilmente comprender lo que el idioma mismo no puede explicar o
expresar (al igual que sus nombres y significados). Los símbolos son
empleados para describir lasoperaciones del Espíritu Santo.

1. El fuego: Mt. 3:11.

“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene


tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os
bautizará en Espíritu Santo y fuego”
El fuego calienta, ilumina, purifica, prueba, produce energía, y genera poder. El
fuego consume el combustible, y refina o purifica aquello que no puede ser
consumido. El Espíritu como fuego ministra calor al corazón y luz a la mente
del creyente (Te invitamos a leer "El bautismo en el Espíritu Santo").

2. El viento: Jn. 3:8.

“El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde
viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu”.

El viento simboliza la obra redentora del Espíritu como misteriosa, poderosa,


penetrante, refrescante y que da vida. Es invisible en su operación e
inesperado en sus consecuencias. De los originales hebreo y Griego, la palabra
Espíritu puede ser traducida: espíritu, o viento, o aliento. El Espíritu Santo es el
aliento (hálito), exhalado de Dios.
Sin la constante renovación y vivificación del Espíritu que imparte vida, el
creyente no podría sobrevivir. Véase Ezequiel 37.7-10. Job dijo: "El Espíritu de
Dios me hizo, Y el soplo del Omnipotente me dio vida". Job 33.4.

3. El agua: Jn. 7:37-39.

“El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues
aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado”.

El poder del Espíritu Santo hace en el terreno de lo espiritual lo que el


agua hace en el orden material. El agua purifica, refresca, apaga la sed y
convierte el campo estéril en tierra fructífera. Purifica lo que está manchado y
restaura la limpieza; es un símbolo muy apropiado de la gracia divina que no
solamente limpia el alma sino que le añade belleza. El agua es un elemento
indispensable de la vida física: el Espíritu Santo es como un elemento
indispensable de la vida espiritual. El Espíritu limpia de los hábitos
pecaminosos, y sirve como fuente que produce ríos de santidad, y renovación
que sacia la necesidad del hijo de Dios en la tierra.
"Agua viva" es el agua en contraste con las aguas estancadas de cisternas o
pantanos; es un agua que salta a borbotones.

4. El sello: Ef. 1:13.

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de


vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa”
Véase además Efesios 4.30 y 2ª Corintios 1.22. El sello es puesto sobre una
cosa de valor y denota una transacción terminada, como así también algo que
es genuino, incambiable y de gran valor. En los tiempos de la Biblia el sello
demostraba la propiedad, daba autoridad y prometía seguridad. Véase Daniel
6.17. El Espíritu mismo es el sello que Dios el Padre pone en el corazón del
creyente a fin de asegurarle la certeza de una transacción completa.

5. El aceite: Lc. 4:18; Heb. 1:9.

“Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido…”

En los tiempos de la Biblia, la unción con aceite era usada primordialmente


para limpiar, suavizar y relajar; y para hermosura como sub-producto. Muchos
de los rituales del Antiguo Testamento requerían el uso del aceite, y en
solemne ceremonia de unción, los reyes, profetas y sacerdotes fueron puestos
aparte para su llamamiento divino.

El creyente ungido del Nuevo Testamento representa el real sacerdocio, 1ª


Pedro 2.9, pues por la virtud de la unción del Espíritu, cada creyente es tanto
sacerdote como rey. Como aceite, el Espíritu es visto no solo en la unción sino
también en la sustentación (aceite es alimento), proveyendo luz, sanando, y
suavizando ( Artículo sugerido: La unción del Espíritu Santo).

6. La paloma: Mt. 3:16.

“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí cielos le
fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía
sobre él”

El interés del Señor en este suceso es evidente por el hecho que se registra en
los cuatro evangelios. Una tradición judía traduce Génesis 1.2. de la siguiente
manera: "El Espíritu de Dios como una paloma cobijaba el haz de las aguas".
Las características de la paloma son: gentil, tierna, graciosa, inocente, suave,
pacífica, pura, paciente, fácilmente contristada o asustada y fiel.

El hecho de que el Espíritu Santo es representado como una paloma indica que
Él nunca demanda ni obliga a los suyos; Él obra por medio de suaves directivas
o persuasiones. Cristo instruyó a los creyentes de ser "sencillos como
palomas", Mateo 10.16. El tener al Espíritu Santo morando dentro como
paloma es saber que uno está en paz con Dios, pues hemos sido justificados
en Cristo.

7. El vino: Hch. 2:4, 12-13; Ef. 5:18.


“Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere
decir esto? Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto”.

Es un símbolo de alegría, Salmo 104.15; un ingrediente de la adoración, Joel


1.10; y un complemento del pan, Jueces 19.19.
El vino del Espíritu es el estímulo espiritual Divino que Satanás procura
falsificar por medio del estímulo del alcohol.

El vino es aquello que suelta las restricciones e inhibiciones, da denuedo y


produce abundancia de palabras. El trabajo del Reino requiere obreros
vigorosos, entusiastas y estimulados, para una realización de obra más
efectiva. La expresión de los observadores en el día de Pentecostés fue cínica:
Hechos 2.13. Fue en el vigor y el estímulo de esta clase de relación con el
Espíritu Santo como los apóstoles proclamaron el mensaje del Evangelio en
ese día y vieron tres mil almas añadidas a la Iglesia (Te invitamos a leer "El
gozo de Dios").

Oración: Señor cada día lléname más de tu Santo Espíritu, ayúdame a


entender todo lo que tú me has dado, y cuanto deseas que yo camine en esa
verdad. Amado Espíritu Santo quiero conocerte cada día más y ser guiado por
ti. Gracias Señor por hacerme templo de tu Espíritu. Amen.

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