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La denominación música clásica ha sido definida por los musicólogos con la muerte del
compositor alemán Johann Sebastian Bach (1685-1750) que representaba el período
barroco que comprende los años 1600 a 1750.
La música clásica nace como una forma de ruptura contra las reglas estrictas de la música
barroca que se caracterizaban por su estructura horizontal donde varias melodías se
sobreponían a la vez.
La música clásica contrasta con el período anterior por composiciones menos pesadas por
el hecho de tener solo una melodía principal que era guiaba a todos los instrumentos. Esto
hace que se conserve un mismo ritmo en una sucesión de acordes de estructura vertical
llamada homofonía.
Uno de los primeros compositores de música clásica fue el austriaco Joseph Haydn (1732-
1809) que se destacó especialmente con la Sinfonía No.1 en Re Mayor. Los otros dos
grandes compositores que caracterizan este período son:
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791): Las bodas de Fígaro, Serenata No. 13, Flauta
mágica
Ludwig van Beethoven (1770-1827): Sinfonía No. 5 en Do menor, Para Elisa, Sinfonía
No. 9 en Re menor.
En el clasicismo musical se crea además tres tipos de composiciones musicales:
A pesar del uso de música clásica para abarcar estos tres períodos no es exacto, no se
considera incorrecto, ya que, la música clásica se refiere de manera popular a la música
erudita, académica o culta que abarca todo el período clásico finalizando con época
contemporánea.
MÚSICA BARROCA
Es uno de los períodos más importantes de la Historia de la Música por el enorme espíritu
de creación que hay en él. Surgen músicos de primerísima línea entre los que destacan:
Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi, Domenico Scarlatti,
Georg Philipp Telemann, Jean Baptiste Lully, Arcangelo Corelli, Claudio Monteverdi,
Jean Philippe Rameau y Henry Purcell.
La inmensa mayoría de los compositores de la época barroca trabajaban al servicio de
mecenas pertenecientes a la alta Aristocracia o al alto clero: reyes, príncipes alemanes,
cardenales, arzobispos o instituciones religiosas (como catedrales o conventos notables).
Solían completar sus ingresos con la edición y venta de sus propias obras impresas. En
todos los casos eran intérpretes que tocaban y dirigían sus propias obras, compuestas en
general para las funciones indicadas por su patrón: liturgia, música de cámara, música
ceremonial, etc.
Estas cartas son verdaderamente cartas, no tratados teológicos, en las que se plantean
los problemas de dichas comunidades y las relaciones entre sus miembros, así como
con el apóstol.
Tradicionalmente se atribuían a San Pablo las siguientes cartas: a los Romanos, 1-2
Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1-2 Tesalonicenses, 1-2 Timoteo,
Tito, Filemón, Hebreos. Hace ya bastante tiempo dejó de atribuírsele la carta a los
Hebreos. De las restantes, hoy se consideran auténticas: Romanos, 1-2 Corintios,
Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses (probablemente también la 2ª) y Filemón. Todas
las cartas auténticas de Pablo fueron escritas entre el año 50 y el 63, por tanto, antes
del primer evangelio.
Las demás son consideradas de la escuela paulina, es decir, de discípulos suyos; se
las suele llamar deutero-paulinas.