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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

(Universidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA)

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

E.P. PSICOLOGÍA ORGANIZACIONAL Y DE LA GESTIÓN HUMANA

“Año del Diálogo y la Reconciliación Nacional”

“DISPOSICIÓN HACIA EL PENSAMIENTO CRÍTICO”

Integrantes:

CASTRO TORRES, Dayana Stephanie

CORONEL MUCHA, Miguel Angelo

INGA SÁNCHEZ, María Cecilia

ÑAÑEZ LLANOS, Luis Ángel

UGARTE PAXI, Luis Ángel

YUYES YARLEQUE, Giovanna Alexandra

Docente:

ÁLVAREZ TACO, Leni

LIMA – PERÚ

2018
DISPOSICIÓN HACIA EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN PERSONAL

TÉCNICO DE LIMA METROPOLITANA

Durante los últimos años se ha puesto énfasis en aspectos cognitivos que son de mucha

importancia en el proceso de aprendizaje, ergo, se han ido cuestionando los métodos,

objetivos y resultados de la práctica educativa; debido a que se comprueba que no responde a

las necesidades de las sociedades actuales ni el contexto en el que nos encontramos,

reflejándose en las carencias de habilidades y disposiciones de pensamiento de orden superior

entre los estudiantes, además de las debilidades que presentan por el papel pasivo, de poco

interés y análisis.

Perea (2017) menciona que según la Declaración Mundial sobre la educación superior

de la UNESCO (2018) se determina como misión de las instituciones que imparten estudios

de educación superior, formar a los estudiantes para que lleguen a ser profesionales bien

informados, altamente motivados y dotados de capacidad crítica; que les permita no solo

pensar en contenidos académicos sino también en problemas de la vida diaria o que aquejen a

la sociedad, así como buscar soluciones y asumir responsabilidades sociales.

Se asume entonces que una educación de buena calidad debe estar basada en fomentar

el pensar críticamente y de forma autónoma, despertando el interés por involucrase en el

proceso de aprendizaje; debido a que no sólo basta con poseer ciertas habilidades para el

pensamiento crítico sino que también es necesario estar dispuesto y motivado para hacer uso

de ellas cuando la situación lo amerite, condición que sólo será aplicable si los métodos de

enseñanza se adaptan a las exigencias en este contexto (Hernández, Maldonado y Ospina,

2015).

Esta condición fue estudiada por Nieto y Saiz (2008) quienes en su investigación

demostraron la existencia de una relación, de caracter positivo, entre la motivación general


para hacer uso del pensamiento crítico y las variables de la habilidad y destrezas que se

posean.

Sin embargo, el pensamiento crítico no solo es aplicable en el ámbito de la educación,

se afirma que esta habilidad está presente en cada aspecto de nuestra vida y que nos permite

tomar decisiones óptimas basándonos en la experiencia, análisis y elección de las mejores

alternativas.

Campos (2007, citado en Perea 2017) menciona que las personas que poseen un buen

nivel de pensamiento crítico pueden manejar situaciones más complejas, asumir posiciones y

defenderla, y sobretodo les otorga un empoderamiento e independencia de sus actos, así como

una autorrealización integral.

Pero, ¿qué es el pensamiento crítico?, según Ennis (1986, citado en Escurra y Delgado

2008), es el “pensamiento racional, reflexivo, interesado en qué hacer o creer. De manera que

es el tipo de pensamiento que se caracteriza por manejar y dominar las ideas.”(p. 144) Este

pensamiento es un juicio autorregulado y deliberado que tiene como resultado la

interpretación, análisis, evaluación, inferencia y explicación ya sea de carácter conceptual,

metodológico, basándose en criterios, o en el contexto de las evidencias que se tengan

(Molina, Morales y Valenzuela, 2016).

La ventaja que nos brinda poseer el pensamiento crítico como menciona Lipman

(1991, citado en Marie, 2003) es la distinción de la información relevante de los menos

importantes en relación con sus metas. De este modo, el pensamiento crítico se podría

entender como una herramienta que nos servirá para poder lidiar con opiniones que no tienen

algún fundamento. En efecto, Lipman afirma además, que “el pensamiento crítico nos

protege contra el hecho de creer de manera forzosa lo que nos dicen los demás, sin que

tengamos la oportunidad de investigar por nosotros mismos” (p. 23). Así, el pensamiento
crítico se orienta a elaborar juicios que respalden la toma de posiciones por parte del sujeto

pensante (Zapata, 2010).

Debido al carácter autodirigido y disciplinado del pensamiento crítico, Paul (1992,

citado en Boisvert, 2004) identifica 3 dimensiones del pensamiento crítico:1) la perfección,

referido a la claridad, precisión, conveniencia, lógica, profundidad y pertinencia respecto a un

objetivo; 2) sus elementos, referido a la capacidad de ser consciente y manipular los diversos

procesos como lo son la capacidad de formular, comprensión, analizar y evaluar las diversas

partes (el problema en sí, la función del pensamiento, los puntos de vista pertinentes,

supuestos formulados, etc.); y 3) la última dimensión es la de las áreas del pensamiento,

referidas a saber aplicar todo lo anterior o designarlo a un área específica de la manera de

pensar.

Asimismo, esta habilidad cognitiva posee un componente tanto actitudinal como

cognitivo, es decir, se puede entender como una disposición que abarca una serie de actitudes

y motivaciones (Hernández, Maldonado y Ospina, 2015).Se entiende que la disposición

constituye una motivación interna consistente, y propia de cada sujeto, para poder enfrentar

los problemas que se pudiesen presentar y tomar decisiones haciendo uso del pensamiento

(Escurra y Delgado, 2008).

Como se mencionaba a priori, no sólo es necesario contar con la capacidad de pensar

críticamente; sino también con la disposición para poder hacer uso de esta habilidad. Esta

disposición cuenta propiedades que nos permiten comprender sus características. Escurra y

Delgado (2008) proponen siete dimensiones de la disposición al pensamiento crítico: 1) la

búsqueda de la verdad, implica obtener el mejor conocimiento en base a la integridad

intelectual; 2) la amplitud mental, se entiende como la disposición para tener una mente

abierta, comprensible y tolerante a otros puntos de vista; 3) la capacidad de análisis, como una
disposición a estar alerta ante situaciones que podrían suponer un problema; 4) confianza en

el razonamiento, disposición a tener seguridad en las habilidades y el conocimiento; 5) la

curiosidad, disposición a interés por adquirir conocimientos y aprender cosas nuevas; 5) la

madurez para formular juicios; 6) disposición a realizar juicios reflexivos; y ,por último, 7) el

ser sistemático, que implica la organización, la concentración y enfocarse de modo ordenado.

Para que pueda existir esta disposición será necesario la presencia de sensibilidad, inclinación

y la habilidad. Según Perkins y Ritchhart (2004, citados en Perea, 2017), sensibilidad hace

referencia al hecho de poder advertir qué eventos puede exigir pensar, la inclinación, a la

actitud de querer invertir esfuerzo en pensar sobre la materia, ya sea por curiosidad, hábitos

mentales, tema importante, entre otros; y la habilidad es la capacidad de pensar con eficacia

sobre la materia.

Con el objetivo de medir la disposición al pensamiento crítico, Facione y Facione

(1992, citado en Escurra y Delgado, 2008) elaboraron un inventario para medir la disposición

hacia el pensamiento crítico, el California Critical Thinking Disposition Inventory (CCTDI),

se demostró a través del método Delphi que el inventario posee validez y confiabilidad para

evaluar las dimensiones propuestas. En base a este inventario, Facione, Giancarlo, Facione y

Gainen (1995) realizaron un estudio que evaluaría a los estudiantes de dos universidades con

el CCTDI. Los resultados obtenidos indicaron que los estudiantes mostraron un mayor

puntaje en apertura mental y curiosidad, mientras que en sistemático y búsqueda de la

verdad, un puntaje menor.

Esta investigación, en busca de las dimensiones del pensamiento crítico, también fue

aplicable en el Perú; Escurra y Delgado (2008), estudiaron la relación entre disposición hacia

el pensamiento crítico y estilos de pensamiento en estudiantes universitarios de Lima

Metropolitana. Para ello, se utilizó la Escala Estilos de Pensamiento de Sternberg y la Escala

de Disposición hacia el Pensamiento crítico, la muestra estuvo constituida por 830 estudiantes
de universidades privadas y nacionales con origen en diferentes carreras. Los resultados

indicaron que existen correlaciones significativas entre los estilos de pensamiento y la

disposición general hacia el pensamiento crítico y sus dimensiones. En el análisis

comparativo se encontró diferencias estadísticamente significativas entre la disposición hacia

el pensamiento crítico y los estilos de pensamiento según la gestión universitaria, sexo y

carrera.

Por otra parte, con la intención de identificar el aporte que ofrece la educación

superior en la disposición general al pensamiento crítico y su relación con el rendimiento

académico en estudiantes de la facultad de educación de la Universidad Nacional del Centro

del Perú, Pineda y Cerrón (2015) intentaron establecer la relación entre las dos variables

mencionadas, se concluyó que el nivel de pensamiento crítico y el rendimiento académico de

los estudiantes se ubica en un nivel medio; y en el caso de la correlación entre las dos

variables fue directa y moderada.

A lo largo de los años las investigaciones han sido orientadas en el ámbito de la

enseñanza superior universitaria, por ello, es necesario también poder estudiar esta variable en

los estudiantes de carreras técnicas. Estos estudiantes se caracterizan por cursar sus estudios

en instituciones de educación superior durante un lapso de tiempo de uno a tres años, y que,

generalmente, son supervisados por otros trabajadores. Por tanto, esta ocupación exige en el

personal técnico un buen desempeño en la ejecución de tareas prácticas relacionadas con la

investigación y aplicación de conocimientos. Sin embargo, se observa que la metodología de

enseñanza en los estudiantes de carreras técnicas está orientada a lo pragmático, resultando en

un problemática la falta de disposición hacia el pensamiento crítico de estos estudiantes,

Ricapa (2018) con el objetivo determinar si existe algun tipo de relación entre las

disposiciones y las habilidades del pensamiento crítico hace un trabajo de investigación

utilizando la escala de disposiciones al pensamiento crítico, constituida por dos sub escalas: la
escala de conciencia o responsabilidad de Costa y McCrae de 1992 y la de necesidad de

cognición de Caccioppo, Peety y Kao de 1996 en lo estudiantes que cursan el primer ciclo de

todas las carreras técnicas que brinda el Instituto Carlos Cueto Fernandini, haciendo un total

de 351 estudiantes. Los resultados de la investigación muestran que los estudiantes de primer

ciclo del IST “Carlos Cueto Fernandini” no muestran ningún tipo de relación entre la

disposición hacia el pensamiento crítico y las habilidades de estas, además de mencionar que

la mayoría de los estudiantes obtuvieron puntajes entre regulares y bajos en la prueba de

habilidades cognitivas del pensamiento crítico.

En base al análisis de todos estos resultados, se plantea la necesidad de seguir la línea

de investigación acerca de la disposición al pensamiento crítico en esta población, con el

objetivo de contribuir en las investigaciones, el presente trabajo busca determinar y analizar la

disposición al pensamiento crítico y las diferentes dimensiones de esta en técnicos egresados

de Lima Metropolitana.

REFERENCIAS

Boisvert, J. (2004), La formación del pensamiento crítico. México: Fondo de Cultura

Económica.

Escurra, M., y Delgado, A. (2008). Relación entre disposición hacia el pensamiento crítico y

estilos de pensamiento en alumnos universitarios de Lima metropolitana. Persona,

(11), 143-175. Recuperado de:

http://revistas.ulima.edu.pe/index.php/Persona/article/view/929/878

Hernández, F., Maldonado J., y Ospina C., (2015), El pensamiento crítico como disposición:

una aproximación a su promoción en el aula de clases. Revista Interamericana de

Investigación, Educación y Pedagogía, 8(1), 89-102. Recuperado de:

http://revistas.usantotomas.edu.co/index.php/riiep/article/view/2862/3867
Marie, F.; Teresa, M.; Slade, C.; Lafortune, L.; Pallascio, R. y Mongeau, P. (2003). ¿Qué es el

pensamiento dialógico crítico? Perfiles Educativos, 25 (102), 22 – 39.

Molina, C.; Morales, G. & Valenzuela, J. (2016). Competencia transversal pensamiento

crítico: Su caracterización en estudiantes de una secundaria de México. Revista

electrónica Educare, 20(1), 1-26. Disponible en: https://doi.rg/10.15359/ree.20-1.11

Nieto, A. y Saiz, C. (2008). Relación entre las habilidades y las disposiciones del
Pensamiento Crítico. Recuperado de
http://www.pensamientocritico.com/archivos/disposicionesyct.pd

Perea, L. (2017). Disposición hacia el pensamiento crítico y su relación con el rendimiento


académico en estudiantes del curso de Metodología de la investigación de una
universidad privada de Lima Metropolitana. (Tesis de maestría). Universidad
Cayetano Heredia, Perú.

Ricapa , L. (2015). Relación entre las disposiciones y habilidades del pensamiento crítico en

los estudiantes del primer ciclo del Instituto Superior Tecnológico Público "Carlos

Cueto Fernandini" - Comas - 2015 (Tesis de maestría). Universidad Nacional Mayor

de San Marcos, Perú.

Zapata, Y. (2010). La formación del pensamiento crítico: entre Lipman y Vygotski (Tesis de

pregrado). Pontificia Universidad Javeriana, Colombia.

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