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Al observar su contenido, podemos apreciar que está muy bien conservada. Las
dobladas o manchadas no son muy visibles; por lo que, pasarían desapercibido. Pese a
que, en sus bordes aparecen algunos cortes o un poco de arrugas. Por otro lado, parece
como si hubiese sido escrita este mismo años, con una gran caligrafía. Tampoco hay
derramamiento de tinta, que a veces ocurre cuando pasa mucho tiempo conservado.
Aunque debemos aclarar que solo en la última página, en el que hay una misiva, ya se
contempla un poco de desgaste de tinta en la parte izquierda de la hoja.
Menciona que en el altar del Señor de San Gerónimo hay una silla grande, un libro y
una pluma todo de plata. En el altar de Nuestra Señora del Rosario, la imagen que está
abajo tiene cuatro milagros pequeños, también se encuentran siete estrellitas todo de
plata y un rosario de Jerusalén. Asimismo, hay gargantilla y pendientes de perlas, y un
milagrito de dos ojos de plata.
El altar del Señor San José con todos sus adornos. En el altar de Nuestra Señora del
Carmen, se encuentra la imagen de Teresa Castillo con todos sus adornos.
En los otros altares, se encuentran otros adornos. Del mismo modo, tienen ornamentos.
Vemos objetos de cobre, dos ornamentos blancos (uno de oro y el otro de plata),
ornamentos colorados (uno verde, otro de terciopelo con flores verdes y dos morados),
un paño de lana, sal, etc
Ahora también hay libros parroquiales, como: cinco partidas de nacimiento, cinco id. de
casamientos, cuatro id. de entierros. Más abajo nos dice que este inventario se hizo con
la presencia del alcalde municipal de ese distrito y testigos.
Sr D. D. Manuel Garate
9. y R. S. M. T
13. cias de esta. Esta iglesia que ahora adjunto para dar
5. Gonzales [ítem] José Alexo de los Rios [ítem] cura [ítem] Mariano
9. Romero.
Calixto Reyes
Comentario:
El documento corresponde al año de 1837. Para inicios del siglo XIX la caligrafia se
hace más legible, aunque aún se pueden apreciar el uso de algunos adornos para
abreviar palabras, aquellos que recibían estos documentos tenían que imaginar y deducir
lo que pudiese decir.
El presente documento es una carta escrita por el cura José Antonio Gonzales para el
arzobispado Pativilca, en la cual expresa su gratitud hacia aquella institución y fidelidad
por la formación recibida en ella. Agradeciendo a cada autoridad desde el secretario
hasta el arzobispo, y ofreciendo sus servicios ante cualquier eventualidad.
El tercer y último documento trata acerca del papel que desempeño el cura José
Antonio, como mediador ante un litigio por motivos de una deuda. El beneficiado, un
tal Calixto de los Reyes, agradece al cura por su desempeño y relata detalladamente su
caso, que por ausencia del deudor, Calixto debía tomar posecion de los bienes de aquel
con apoyo del municipio de Pativilca y del arzobispado de aquella ciudad, aquí es donde
sobresale la figura del cura Jose Antonio.