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La educación como el medio principal para hacerle frente a tales retos como
la promoción y consolidación de un desarrollo económico y social, la profundización y
ampliación de los procesos de integración y su inserción en un mundo en
constante cambio nutrido por adelantos en el área de la ciencia, la tecnología y
la producción. En otras palabras, la educación es entonces un elemento crucial, un
proceso eminentemente social, dirigido a maximizar el rango de oportunidades en
beneficio de la población, dentro de un marco democrático. Es entonces
esta empresa una de gran preponderancia para las organizaciones enfocadas en la
región iberoamericana, la cual alude a la ampliación de la perspectiva educativa en un
intento de acrecentar la competitividad y preparación de nuestras sociedades.
CAPITULO I
ROL DE LA EDUCACIÓN EN EL DESARROLLO LINGUÍSTICO Y CULTURAL DE
LOS PUEBLOS
1.1 El rol que ha jugado la educación. Lo que ha sido “la cultura escolar”
Hay que señalar, sin embargo, que la educación intercultural no es sólo para las
escuelas rurales o para los pueblos originarios, sino que es un principio de la
educación peruana (artículo 8, Ley General de Educación) y debe caracterizar a todo
el sistema educativo. Como señala la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, “La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades
fundamentales: favorecerá la comprensión, la tolerancia, la amistad entre todas las
naciones y todos los grupos étnicos o religiosos y promoverá el desarrollo de las
actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz” (artículo 26).
Una escuela EIB parte, reconoce y estimula los valores de la propia cultura y recoge
y respeta elementos fundamentales de la cultura nacional y/o de las otras culturas
nacionales que contribuyen a su buen vivir. Esto exige que la institución educativa
redefi na su quehacer y su rol de educadora y transformadora de las realidades que
no contribuyen a la plena realización de las personas y de las comunidades. Se
requiere de una escuela que contribuya al fortalecimiento de las identidades
individuales y colectivas, que apoye la construcción de proyectos comunes, que
promueva espacios de entendimiento mutuo para que las personas adquieotros,
reconociendo y aceptando las diferencias.
Una educación así entendida toma en cuenta la realidad de los estudiantes, sus
intereses, necesidades, características, saberes previos. Reconoce que el
estudiante es el centro de las actividades escolares, promueve aprendizajes signifi
cativos, emplea metodologías activas, incentiva el desarrollo de la creatividad y la
participación responsable, promueve la expresión de afectos y sentimientos,
desarrolla el juicio crítico y moral, etc. Toma en cuenta la visión que tienen los
pueblos originarios sobre el tipo de niño, niña y joven que quieren formar y el tipo de
sociedad que quieren ser, y los apoya en la construcción de un modelo comunal
basado en los valores de su propia cultura. Busca que los niños y niñas desarrollen
todas sus potencialidades para vivir en su medio y para acceder y saber
desenvolverse en otros medios socio culturales, sin que ello les haga perder su
identidad y su sentido de pertenencia.
Se articula a una Red que agrupa a varias IIEE, sobre todo en la zona rural, con las
que comparte problemáticas y características socioculturales, lingüísticas y
educativas similares y le permite construir un Proyecto Educativo de Red común y
articulador, en coherencia con los planes de vida o proyectos de El clima institucional
es un elemento importante en el desarrollo de los aprendizajes de los niños, niñas y
adolescentes de cualquier escuela, más aún en una escuela intercultural bilingüe,
donde la discriminación, el racismo y toda forma de exclusión debe ser combatida y
debe promoverse el diálogo intercultural.
• Las altas expectativas que tienen los directivos, docentes, padres y madres de
familia sobre las posibilidades de aprender de los niños, niñas y adolescentes, por
encima de cualquier adversidad, lo que genera confi anza en ellos mismos.
Durante décadas la escuela ha supuesto “sacar” a los niños y niñas de sus espacios
de socialización natural para incorporarlos a un nuevo espacio que pocas veces
toma en cuenta los saberes de su cultura y la forma en que aprenden, y donde más
bien se desarrollan contenidos ajenos a su realidad, descontextualizando de esta
manera sus aprendizajes. Esta situación no solo está generando niños y niñas sin
las capacidades sufi cientes para desenvolverse en su medio y fuera de él, sino
también la pérdida de conocimientos locales, el debilitamiento de su identidad
sociocultural y, por consiguiente, una baja autoestima.
2.3 DF
2.4 CV
2.5
2.6
3.2 ¿
• Tiene una identidad cultural y lingüística sólida y armónica que le permite ser un
mediador cultural con sus estudiantes.
• Valora y respeta a los niños y a las niñas que tiene a su cargo con todas sus
características físicas, sociales, de género, culturales, lingüísticas, etc.
Además de los aprendizajes fundamentales que todo estudiante del Perú debe lograr,
los estudiantes de una Escuela EIB deben lograr desarrollar las siguientes cualidades:
• Ser personas que practican la interculturalidad, que respetan a los que son
diferentes y que no discriminan a nadie por ningún motivo: sexo, raza, religión, género,
capacidades, etc., que no se dejan discriminar y que tampoco permiten que otros
discriminen a los que están a su alrededor.
• Ser personas que valoran las diversas culturas y lenguas que existen en el Perú
y en el mundo, pero desde una visión crítica; y demuestran capacidad de entendimiento
de las diferencias pero reconocen el derecho a las mismas oportunidades para todos y
todas.
2. PRINCIPIOS RECTORES
Cabe resaltarse entonces que el esfuerzo de elevar el proceso educativo como medio
para el desarrollo no es exclusivo de los sistemas educativos, y no debe considerarse
como tal. El Estado y todos los sectores sociales son supuestos a tener una
participación activa en la configuración de políticaseducativas basadas en la realidad
social, las necesidades de la comunidad y el acrecentamiento de la competitividad.
Adicionalmente, la participación del Estado y demás sectores de la sociedad puede
permitir un acceso más factible a la educación a un porcentaje mucho mayor de la
población. Indudablemente, los sistemas educativos deben apoyarse en otros entes,
como el Estado, para garantizar el alcance de la educación a toda la población.
En definitiva, podemos sumarizar los lineamientos rectores relativos ala educación como
medio para el desarrollo como sigue:
Podemos entonces decir que la labor de las políticas educativas esta orientada por tales
aspectos como:
Según Marcos A. Molina, ‘las sociedades tratan de ampliar, ante las exigencias, las
oportunidades de brindar más educación y satisfacer así las aspiraciones sociales’.
Ciertamente, la ampliación de las oportunidades educativas es más factible en
sociedades desarrolladas; sin embargo, la misma no ha sido posible en aquellas que no
han logrado un nivel educacional y productivo adecuados. Se habla entonces de una
tendencia que acorta las posibilidades de mejoramiento, en gran parte debido a factores
como la desproporcionada distribución de los ingresos y riquezas y en la participación
de la educación. A pesar de esto, obsérvase que en los pueblos subdesarrollados se
acentúa, desde hace casi 60 años, un interés marcado en realzar las oportunidades
educacionales y por satisfacer demandas sociales. Este empeño se vincula con el
‘incremento de la demanda social de la educación’, cuya base fundamental se
encuentra en la defensa de los derechos humanos y el desarrollo de los recursos
humanos.
En otras palabras, la creciente demanda por una formación integra en los pueblos
subdesarrollados, como aquellos en la región iberoamericana, se ve dada en el
crecimiento de la población, la necesidad de movilidad social la necesidad de promover
el desarrollo. En particular, es apropiado afirmar que los pueblos ven en la educación
un camino hacia una preparación acorde con las exigencias del medio y la
materialización del progreso. Sostiénese entonces que la ‘ampliación de las
oportunidades educacionales mediante la demanda social de la educación genera en sí
misma su cabal dinamismo mediante mecanismos que se advierten cuando una política
que ha iniciado un proceso de mayor instrucción, vertiginosamente requiere y exige más
educación.
Sucede entonces que las aspiraciones sociales están dadas en términos de obtención
de empleos que garanticen una estabilidad económica. Por tal razón, el aglutinamiento
en los centros educativos se vincula a las necesidades de una población de una
preparación que le permita ser elegible para determinados puestos de trabajo. De
hecho, el aumento de la fuerza laboral favorece en cierta forma al progreso, aunque
persisten modelos conformistas que relegan al individuo a una "pequeña elite educada".
En otras palabras, un considerable sector de la población puede solo hacer uso de las
oportunidades educacionales parar satisfacer aspiraciones de reducido alcance, o sea,
particulares.
En definitiva, lo que ocurre es que no hay una correspondencia precisa entre las
oportunidades educacionales, las aspiraciones sociales de un gran porcentaje de la
población y el deseo de desarrollo social y económico, lo cual se acentúa más en países
en vías de desarrollo. Sugiérese entonces la utilización de estrategias que involucren un
cambio de actitud de los poderes institucionalizados y de la sociedad en conjunto y la
adopción de un sistema administrativo dinámico. De este modo puede conseguirse la
configuración de una perspectiva social más favorable apoyada en el logro de una
preparación que responda a las aspiraciones sociales y favorezca al desarrollo.
5. CONCLUSIÓN
Sin duda alguna, la educación puede considerarse como una responsabilidad de las
sociedades. Prescindir de la educación es proporcional a negar al hombre la
oportunidad de convertirse en un ciudadano que perciba y comprenda los cambios que
acompañan los avances en diversas áreas del conocimiento. Por tal razón, en el ámbito
internacional, el papel de la educación es realmente crucial en tanto que favorece al
desarrollo. No podemos siquiera obviar el hecho de que gran parte de los países
iberoamericanos se apoyan en la educación como un medio que fomenta la
productividad y la competitividad. Por tal razón, nuevas políticas y sistemas
administrativos han sido sugeridos para garantizar el acceso a la educación a un
porcentaje mayor de la población, para reafirmar el principio de equidad. Podemos
incluso decir que la educación, desde la perspectiva de los países en vías de desarrollo,
es el elemento central entre las necesidades y las aspiraciones de la sociedad. Por tal
motivo, cabe señalarse que además de dignificar al hombre, la educación puede ser la
vía que muchas de nuestras sociedades deben seguir para alcanzar niveles de
excelencia perceptibles globalmente