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Esta vez, como todas, mi Agustina pronosticó que algo saldría mal y yo, como siempre, pasé por alto su
pronóstico; me fui de la ciudad un miércoles, la dejé pintando de verde las paredes del apartamento y el
domingo siguiente, a mi regreso, la encontré en un hotel, al norte de la ciudad, transformada en un ser aterrado
y aterrador al que apenas reconozco.
No he podido saber qué le sucedió durante mi ausencia porque si se lo pregunto me insulta, hay que ver cuán
feroz puede llegar a ser cuando se exalta, me trata como si yo ya no fuera yo ni ella fuera ella, intenta explicar
Aguilar y si no puede es porque él mismo no lo comprende; la mujer que amo se ha perdido dentro de su propia
cabeza, hace ya catorce días que la ando buscando y me va la vida en encontrarla pero la cosa es difícil, os
angustiosa a morir y jodidamente difícil; es corno si Agustina habitara en un plano paralelo al real, cercano pero
inabordable, es como si hablara en una lengua extranjera que Aguilar vagamente reconoce pero que no logra
comprender. La trastornada razón de mi mujer es un perro que me tira tarascadas pero que al mismo tiempo me
envía en sus ladridos un llamado de auxilio que no atino a responder; Agustina es un perro famélico y malherido
que quisiera volver a casa y no lo logra, y al minuto siguiente es un perro vagabundo que ni siquiera recuerda
que alguna vez tuvo casa.
1. En la expresión "No he podido saber qué le sucedió durante mi ausencia porque si se lo pregunto me
insulta", la palabra subrayada establece una relación de
A. Es una narración que presenta una mirada aguda sobre la élite social del país y la mentira que se
camufla en la cotidianidad de sus miembros.
B. Es un relato con una trama policiaca que invita al lector e solucionar un enigma reflexionando por su
cuenta.
C. Es una narración que despliega interrogantes sobre algo acontecido y muestra cómo la locura pone en
crisis una relación familiar.
D. Es un relato que refleja la imagen de un país que esconde sus heridas, e ilustra por qué fingir lleva al
delirio esquizofrénico.
EL FIN DE LA SOLEDAD
¿Qué quiere el yo contemporáneo? Quiere ser reconocido, quiere estar conectado: quiere visibilidad. Si no ante
millones de personas, como en un reality o en El show de Oprah, entonces ante cientos de ellas en Twitter o
Facebook. Ésta es la característica que nos define, así es como nos volvemos reales ante nosotros mismos: al
ser vistos por otros. El gran pavor contemporáneo es el anonimato.
Nuestro más grande miedo no es la asfixia de la masa sino el aislamiento de la manada. La urbanización dio
lugar a la suburbanización y con ésta vino la amenaza universal de la soledad. La familia se hizo cada vez más
pequeña o se disgregó, las mamás dejaron el hogar para irse a trabajar. De la chimenea electrónica pasamos al
televisor en cada cuarto. Incluso en la niñez, y por supuesto en la adolescencia, todos estábamos atrapados en
nuestro propio nido. Los altos índices de criminalidad y, peor aún, las crecientes tasas de pánico moral,
desterraron a los niños de las calles. La costumbre de salir por el barrio con tus amigos, habitual en el pasado,
se había vuelto algo impensable. Estábamos perdidos en el espacio.
En medio de esas circunstancias, internet llegó como una bendición sin paralelo. No podemos negarlo. Internet
ha permitido que gente aislada se comunique entre sí y que personas marginadas se encuentren entre ellas. El
padre ocupado puede estar en contacto con sus amigos lejanos. Pero como el tamaño de Internet ha crecido,
se ha vuelto inabarcable en muy poco tiempo. Hace diez años escribíamos correos en computadores de
escritorio y los transmitíamos a través de una conexión telefónica. Ahora enviamos mensajes de texto desde
nuestros celulares, montamos fotos en Facebook y somos seguidores de completos extraños en Twitter. Un
constante flujo de contacto mediado, virtual, imaginario o simulado nos mantiene conectados al enjambre
electrónico: aunque el contacto, o por lo menos el contacto persona a persona, resulta cada vez menos
importante. Parece que la meta ahora es simplemente ser conocido, convertirse en una especie de celebridad
en miniatura. ¿Cuántos amigos tengo en Facebook? ¿Cuántas personas leen mi blog? ¿Cuántas entradas
aparecen en Google con mi nombre? La visibilidad asegura nuestra autoestima y se vuelve un sustituto del
contacto real; no hace mucho era fácil sentirse solo, ahora es imposible estarlo.
Tomado de: Deresiewicz, William (2009). "El fin de la soledad", The Chronicle of Higher Education. Versión electrónica
extraída de Elmalpensante.com. Traducción Wilson Orozco.
1. "Un constante flujo de contacto virtual nos mantiene conectados al enjambre electrónico".
2. "No hace mucho era fácil sentirse solo, ahora es imposible estarlo".
¿Cuál de las siguientes opciones describe mejor la relación entre los enunciados 1 y 2?
1 2
3 4
8. En la segunda viñeta, Calvin afirma que "la 9. ¿Cuál de los siguientes enunciados se puede
gente no será feliz si corre el riesgo de ser concluir de lo expuesto en las cuatro viñetas?
devorada por un tigre". De las siguientes
opciones, ¿cuál NO presenta un supuesto de A. Si el niño va al cielo, el cielo no puede ser
esta afirmación de Calvin? un lugar feliz para la gente.
B. Los tigres pueden comer en el cielo. C. Si los tigres que van al cielo no se comen a
la gente, el niño no sería feliz en el cielo.
C. El niño no será feliz en el cielo.
D. Si los tigres no van al cielo, ninguna
D. Los animales pueden ir a un cielo. persona que vaya al cielo los echaría de
menos.
RESPONDA LAS PREGUNTAS 10 A 12 DE ACUERDO CON LA SIGUIENTE INFORMACIÓN
Concibo en la especie humana dos ciases de desigualdad: una, que llamo natural o física, porque se halla
establecida por la naturaleza, y que consiste en la diferencia de edades, de salud, de fuerzas del cuerpo y de
las cualidades del espíritu o del alma; la otra, que se puede llamar desigualdad moral o política, porque
depende de una especie de convención, y que se halla establecida (al menos autorizada) por el consenso de
los hombres. Ésta consiste en los diferentes privilegios de que gozan los unos en perjuicio de los otros, como el
ser más ricos, más distinguidos, más poderosos e incluso el hacerse obedecer.
No puede preguntarse cuál es la causa de la desigualdad natural, porque la respuesta se encontraría enunciada
en la simple definición de la palabra. Menos aún se puede investigar si no habría enlace esencial entre las dos
desigualdades, porque esto sería preguntar en otros términos si los que mandan valen necesariamente más
que aquellos que obedecen, y si la fuerza del cuerpo o del espíritu, la sabiduría o la virtud, se encuentran
siempre en los mismos individuos en proporción del poderío o de la riqueza; cuestión buena tal vez para
suscitarse entre esclavos con relación a sus amos, pero que no conviene con la condición de hombres
razonables y libres que buscan la verdad.
Tomado de: J.J. Rousseau. Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.
10. En la frase "pero que no conviene con la condición de hombres razonables y libres que buscan la verdad",
¿cuál de las siguientes expresiones podría sustituir a "pero que", sin alterar el sentido?
A. y...
B. aunque...
C. que por tanto...
D. que eventualmente...
"Rousseau establece la diferencia entre dos tipos de desigualdad existentes entre los hombres y explica
que no puede ofrecerse ninguna razón para justificar la desigualdad natural".
12. La pregunta central que responde este fragmento del texto de Rousseau es:
El estado paternalista tiene cada vez más promotores. Unos lo defienden en nombre de las buenas costumbres
y los valores éticos; otros en nombre de la salud pública y del bienestar general. Los primeros quieren controlar
Las mentes de los jóvenes; los segundos aspiran a proteger sus cuerpos. Pero más allá de estas diferencias,
unos y otros pretenden regular el comportamiento privado, sustituir a los padres de familia y en ultimas usar el
poder estatal para promover una forma de vida particular: la suya.
Como ha informado la prensa nacional, el gobernador de Antioquia decidió hace unos días prohibir los
concursos de belleza y los desfiles de moda en los colegios públicos del departamento, pues, en su opinión,
“nada aportan a la información ética…y constituyen una actividad discriminatoria, humillante y atentatoria de la
dignidad femenina”. El procurador respaldo la decisión del gobernador con argumentos similares. “me gusta la
idea”, dijo. “La cultura hedonista, la vida fácil, es una de las causas del progresivo deterioro de las ideas y de los
valores”, enfatizó. “Ipsedixitas” llamaba el filósofo Jeremías Bentham a los reformadores sociales que pretenden
convertir sus prejuicios personales en imperativos categóricos, en decretos, leyes o mandatos. La palabreja ya
se olvidó (con razón). Pero el concepto es ahora más relevante que nunca.
El estado paternalista no solo es promovido en nombre de la moral o la ética. Muchas veces se justifica con
base en fines más concreto, la salud pública por ejemplo. En nueva york se prohibió recientemente la venta de
gaseosas de más de medio litro con el fin de proteger la salud de los jóvenes y niños en Francia, los cigarrillos
de chocolate fueron prohibidos hace unos años con el mismo objetivo. Esta semana, en un debate sobre el
consumo de drogas que tuvo lugar en la universidad de los Andes, un funcionario del gobierno colombiano
mencionó una estadística, producida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual la mitad de
las muertes en el mundo tienen como causa probada algún tipo de adicción. Si buena parte de la población es
adicta o enferma, dirán algunos apoyados en la ciencia médica, el estado debería, entonces, regular la dieta y
las formas de vida de todo el mundo. Hacia allá vamos aparentemente.
No es fácil definir los límites del estado paternalista. Su lógica es expansiva, un paso lleva al siguiente, al otro,
al próximo, etc. “¿será entonces que se prohibirá ahora la gimnasia con sus informes ceñidos al cuerpo o el uso
de falditas? ¿Se prohibirán también ciertos bailes y danzas donde las niñas dejan ver sus piernas y brazos?
¿Se promoverá el vestido largo o la camiseta cuello tortuga?”, preguntaba esta semana el abogado David
Suárez. Otras preguntas vienen al caso: ¿Por qué no prohibir las papas fritas? ¿O las hamburguesas? ¿O los
dulces? Al fin y al cabo la obesidad es un problema creciente y muchos estudios señalan, sin dejar lugar a
dudas, que los jóvenes deberían comer más frutas y vegetales.
Un mundo de jóvenes bien vestidos y bien nutridos, que se dedican a cultivar las virtudes duraderas de la
sabiduría y la solidaridad parece un ideal atractivo. Pero puede ser también una gran pesadilla. Sea lo que sea,
no justifica la expansión del estado paternalista y el consecuente menoscabo de las libertades individuales.
13. En el cuarto párrafo, la cita “¿Será entonces que se prohibirá ahora la gimnasia con sus uniformes ceñidos
al cuerpo o el uso de falditas? ¿Se prohibirán también ciertos bailes y danzas donde las niñas dejan ver sus
piernas y brazos? ¿Se promoverá el vestido largo o la camiseta cuello tortuga?”, del abogado David Suárez,
pretende
14. En el fragmento “unos lo defienden en nombre 15. Con los ejemplos de Nueva York y Francia el
de buenas costumbres y los valores éticos autor pretende que el lector
otros en nombre de la salud pública y el
bienestar general. Los primeros quieren A. valore positivamente la intervención estatal
controlar las mentes de los jóvenes, los en asuntos privados.
segundos aspiran a proteger sus cuerpos con
la expresión “los segundos”, el autor se refiere B. aprecie la importancia de que el Estado
a quienes están regule la dieta de los ciudadanos.
A. en contra del paternalismo por las buenas C. comprenda que la regulación del Estado en
costumbres. asuntos privados ya ocurre en el mundo.
B. a favor del paternalismo por las buenas
costumbres. D. apruebe el control que el Estado tiene
C. a favor del paternalismo por el bienestar sobre la dieta de los ciudadanos en esos
general. dos lugares.
D. en contra del paternalismo por el bienestar
general.
16. Según el autor, el Estado NO debe regular el comportamiento privado porque
A. el rescate de las buenas costumbres y los valores éticos no son responsabilidad estatal.
D. los intentos por legislar sobre la esfera privada llevan a imponer prejuicios personales.
Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las Islas de
Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que
los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un
escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el
andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad
de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la
tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo
al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún
día.
Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa
fortuna que derribó sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un
camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "¡Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del
siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora
el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni
fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso". Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la
mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no muere.
Tomado y adaptado de: Jorge Luis Borges, Los dos reyes y los dos laberintos. Obras completas: Emecé,
Buenos Aires, 1996
17. Al final de la historia, el rey de Arabia dice que en su laberinto "no hay escaleras que subir, ni puertas que
forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso". Con estas palabras, el rey árabe
A. enumera los atributos del laberinto de Babilonia, para demostrar que es más sofisticado y difícil de
superar que el suyo.
B. hace referencia a los diferentes atributos del laberinto de Babilonia para describir el suyo por medio del
contraste.
C. presenta las características del laberinto de Babilonia para dar a entender que el desierto no puede
considerarse un laberinto.
D. describe su laberinto corno una metáfora de la creación divina, en contraste con las construcciones
humanas.
Será bueno considerar cuál es el valor de la filosofía y por qué debe ser estudiada. Es tanto más necesario
considerar esta cuestión ante el hecho de que mucho, bajo la influencia de la ciencia o de los negocios
prácticos, se inclinan dudar de la de la filosofía sea algo más que una ocupación inocente, pero frívola e inútil,
con distinciones que se quiebran de puro sutiles y controversias sobre materias cuyo conocimiento es
imposible.
Pero ante todo, si no queremos fracasar en nuestro empeño, debemos liberar nuestro espíritu de los prejuicios
de lo que se denomina equivocadamente “el hombre práctico”. El hombre “práctico”, en el uso corriente de la
palabra, es el que solo reconoce necesidades materiales, que comprende que el hombre necesita el alimento
del cuerpo, pero olvida la necesidad de procurar un alimento al espíritu. Si todos los hombres vivieran bien, si la
pobreza y la enfermedad hubiesen sido reducidas al mínimo posible, quedaría todavía mucho que hacer para
producir una sociedad estimable; y a un en el mundo actual los bienes del espíritu son por lo menos tan
importantes como los del cuerpo.
El valor de la filosofía debe hallarse exclusivamente entre los bienes del espíritu, y solo los que no son
indiferentes a estos bienes pueden llegar a la persuasión de que estudiar filosofía no es perder el tiempo.
El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía, va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del
sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su
espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón. Para este hombre, el mundo tiende a
hacerse preciso, definido, obvio; los objetos habituales no le suscitan problema alguno, y las posibilidades no
familiares son desdeñosamente rechazadas. Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos por el
contrario (…), que aun los objetos más ordinarios conducen a problemas a los cuales sólo podemos dar
respuestas muy incompletas.
La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la verdadera respuesta a las dudas que suscita, es
capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la
costumbre. Así, al disminuir nuestro sentimiento de certeza sobre lo que las cosas son, aumenta en alto grado
nuestro conocimiento de lo que puede ser; rechazada el dogmatismo, algo arrogante de los que no se han
introducido jamás en la región de la duda liberadora y guarda vivaz nuestro sentido de la admiración,
presentando los objetos familiares en un aspecto no familiar…
29. De acuerdo con el segundo párrafo del texto, se puede concluir que para que una sociedad sea digna de
aprecio
A. es suficiente con que los hombres vivan bien, y la pobreza y la enfermedad sean reducidas a un
mínimo.
B. no es necesario que los hombres vivan bien, y la pobreza y la enfermedad sean reducidas a un mínimo.
C. no es suficiente con que los hombres vivan bien, reduzca la pobreza y la enfermedad a un mínimo.
D. es necesario que la pobreza, la enfermedad y las creencias habituales sean reducidas a un mínimo.
30. De los siguientes fragmentos, el que mejor describe la tesis principal del texto es:
A. “Muchos, bajo la influencia de la ciencia o de los negocios prácticos, se inclinan a dudar que la filosofía
sea algo más que una ocupación inocente, pero frívola e inútil.
B. “Si todos los hombres vivieran bien, si la pobreza y la enfermedad hubiesen sido reducidas al mínimo
posible, quedaría todavía mucho que hacer para producir una sociedad estimable”.
C. “Desde el momento en que empezamos a filosofar, hallamos por el contrario (…), que aun los objetos
más ordinarios conducen a Problemas a los cuales solo podemos dar respuestas muy incompletas”
D. “El valor de la filosofía debe hallarse exclusivamente entre los bines del espíritu, y solo los que no son
indiferentes a estos bienes pueden llegar a la persuasión de que estudiar filosofía no es perder el
tiempo”.
RESPONDA LAS PREGUNTAS 31 Y 32 DE ACUERDO CON LAS SIGUIENTE INFORMACIÓN
1 2 3 4
5 6 7 8
9 10 11 12
Tomado de: http://www.pinterest.com/pm/256001560040423950/
32. Cuando Calvin le dice a Susi “la gente antisistema como tú es quien arruina la economía”,
Tomado de: Raúl Gómez Jattin, "Lola Jattin, en Amanecer en el Valle del Sinú. Antología poética, Bogotá, Fondo de Cultura
Económica, 2004, p. 141. Selección y prólogo de Carlos Monsiváis.
33. Con la expresión "Más allá de este verso que 35. De acuerdo con el verso final, puede inferirse
me mata en secreto", el autor da a entender que el poeta ve en la poesía una forma de
que
A. afianzar el lazo entre seres queridos.
A. al escribir el poema revive memorias
dolorosas. B. expresar el dolor y el sufrimiento de la vida.
C. mediante esta poesía puede pervivir D. manifestar la importancia del vínculo entre
después de la muerte. madre e hijo.
34. Cuando el poeta dice que su madre se arregla 36. Lola Jattin se caracteriza como una mujer
el pelo con "pereza y placer concertados", la
palabra concertados indica que el gesto es A. hermosa, vibrante y fuerte.