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Elementos del derecho alimentario

Ascendientes y descendientes.- se deben alimentos recíprocamente padres e hijos,


pero si el ascendiente, padre, lo es por declaración judicial este estará obligado a
alimentar a su hijo, pero él no lo estará respecto a su padre, así lo señala el artículo
412° del Código Civil: “La sentencia que declara la paternidad o la maternidad
extramatrimonial produce los mismos efectos que el reconocimiento. En ningún
caso confiere al padre o a la madre derecho alimentario ni sucesorio”. Norma
sancionadora pero justa, en tanto que es un castigo para aquel padre o madre que
ha necesitado ser demandado judicialmente para asumir su calidad de padre,
cuando un imperativo natural lo obligaba a reconocer voluntariamente a su hijo.
Asimismo cuando el reconocimiento del hijo se ha producido tardíamente, esto es
cuando el hijo era mayor de edad, y así lo menciona el artículo 398°: “el
reconocimiento de un hijo mayor de edad no confiere al que lo hace derechos
sucesorios, ni derecho a alimentos, sino en caso de que el hijo tenga respecto de él
la posesión constante de estado o consienta en el reconocimiento”. Es de observar
que se

trata de una norma previsora, se trata de evitar reconocimiento interesado.

Alimentos del divorciado o divorciada.- Nuestro Código Civil en su artículo 350° en


su segunda parte, señala que si se declara el divorcio por culpa de uno de los
cónyuges, y el otro careciera de bienes propios, o de gananciales suficientes o
estuviera imposibilitado de trabajar o de cubrir sus necesidades

por otros medios, el Juez le asignara una pensión alimenticia no mayor de la tercera
parte de la renta de aquel; en este caso el cónyuge necesitado recibirá los
alimentos de su ex – consorte, y estos alimentos perdurara hasta el cese del estado
de necesidad o contraiga nuevas nupcias, pero como es de observar se trata de un
derecho que nace a raíz del divorcio para cubrir un estado de necesidad emergente
y en beneficio exclusivo del necesitado, por lo que no cabe reciprocidad, en todo
caso lo que puede solicitar el obligado seria la exoneración o extinción de esta
obligación si las circunstancias lo justifican.

Alimentos de la concubina o concubino.- El articulo 326° C. C. concede derecho


alimentario a la concubina cuando la unión de hecho ha terminado por decisión
unilateral, entendiéndose abandono, en ese sentido la abandonada o abandonado
puede solicitar a quien fue su concubino una pensión de alimentos; se explica la
norma en tanto que hay un estado de necesidad que cubrir, estado de necesidad
que aparece o se acentúa a raíz de la separación. Este derecho es de la
abandonada y persistirá mientras dure el estado de necesidad o se produzca la
muerte, o contraiga matrimonio o ingrese a un nuevo concubinato. En este caso la
reciprocidad no es posible.

Alimentos de la madre extramatrimonial.- Esta acción es personal y en beneficio de


la madre. En este caso tampoco hay reciprocidad.

Condiciones para ejercer el Derecho Alimentario

Son tres:

1. El estado de necesidad de quien lo solicita

2. Posibilidades económicas del obligado o deudor.

3. Norma legal que establezca esta obligación.

Estado de Necesidad del Alimentista

Es decir que el alimentista no tenga posibilidades o las que tenga son escasas por
lo que el obligado tiene el deber de ayudar a la subsistencia del necesitado. Es el
Juez quien tiene que evaluar esta situación.

Este estado significa que el necesitado carece de ingresos derivados de cualquier


fuente. Estos nos llevan a analizar la situación de los diversos acreedores, pues no
todos están en la misma situación.

Si se trata de un menor de edad, por razones de orden natural se presume su


estado de necesidad en este caso. El alimentista solo le bastara acreditar la relación
de parentesco exigida por ley para gozar del derecho, sin necesidad que demuestre
pobreza; pero si se trata de un alimentista o acreedor mayor de edad, aquí no se
presume nada, sino que el actor tiene que demostrar que no tiene recursos para
atender a sus necesidades, y ello puede ser por carecer de un trabajo que le
posibilite ingresos, por la imposibilidad de acceder a un puesto de trabajo, por
razones de salud. Hay que tener en cuenta que en los tiempos actuales de crisis
generalizada para nuestra sociedad Peruana, con un altísimo índice de desempleo,
muchos se encontraran en esta situación de carencias de trabajo.
Sobre el estado de necesidad del alimentista o acreedor no hay que perder de vista
la Ley N° 27646 del año 2002, que alude a los mayores de edad, quienes para
solicitar alimentos deben encontrarse en situación de incapacidad física o mental
debidamente comprobada, lo que implica que no basta la existencia de un estado
de necesidad, sino que esta exista en atención a que la persona se encuentre
incapacitada física o mentalmente; por lo tanto, si la persona no se encuentra
incapacitada física o mentalmente pero si en situación de pobreza total, se daría el
absurdo de no poder solicitar alimentos, pese a su estado de necesidad, lo que nos
parece injusto e inconveniente.

Al respecto, Josserand señala: “Cuando la necesidad de los alimentos depende de


la conducta viciosa o de la falta de aplicación al trabajo del alimentista, cesa la
obligación de darle alimentos”; este criterio no se ha seguido en nuestra legislación,
la misma que no le niega alimentos, pero en el caso del vicioso, reduce los
alimentos a lo estrictamente indispensable para subsistir; esto son los casos de los
alimentos necesarios establecidos en el artículo 472° segunda parte y en el artículo
485° del Código Civil.

Se ha establecido que cuando se trata de alimentistas menores de edad, el estado


de necesidad se presume; sin embargo en nuestros tribunales se ha hecho
costumbre extender esta presunción a la mujer casada que solicita alimentos de su
cónyuge, pues a ella le basta acreditar su relación matrimonial para que se fije una
pensión; es cierto que lo que se discutirá será la cantidad, mas no el derecho.
Creemos que esto no es correcto, pues esta violentando lo establecido en el artículo
473° del Código Civil que dice: “El mayor de dieciocho años solo tiene derecho a
alimentos cuando no se encuentre en aptitud de atender a su subsistencia por
incapacidad física o mental debidamente comprobadas”

Posibilidad económica del que debe prestarlo

El obligado o deudor de los alimentos, es la persona que debe prestarlos, teniendo


en cuenta esto, no debemos entender posibilidad económica como la situación
económica inmejorable, abundante, e incluso que le permite gastos superfluos,
pues si ello fuera así, creemos que la mayoría de la población Peruana, no se
encontraría en posibilidad de atender los alimentos de otras personas.
Hay que tener en cuenta que a quien se demanda, debe contar con sus propios
recursos, pues si no tuviera no resulta obligado, y en todo caso si por Ley es un
obligado principal, esta obligación se desplaza hacia otro deudor u obligado. Debe
tenerse en consideración sus ingresos y también la posibilidad de obtener mayores
ingresos, aun cuando ello había de tomarlo con cautela. Deben considerarse todos
los ingresos independientemente de la fuente que los origina. También debe
considerarse el capital que pueda tener, pues ello igualmente es una posibilidad
real de obtener recursos.

Para calificar al obligado no solo deben tenerse en cuenta sus ingresos, sino
igualmente las propias necesidades de éste, pues ello disminuirá sus posibilidades
y también debe considerarse sus cargas familiares, su estado de salud, etc. El
artículo 481° del Código Civil, establece que los alimentos se regulan por el Juez en
proporción de las necesidades de quien los pide y las posibilidades del que debe
darlos, atendiendo además a las circunstancias personales de ambos,
especialmente las obligaciones del obligado.

A veces resulta difícil acreditar verosímilmente los ingresos de los demandados


cuando son trabajadores independientemente; en este caso consideramos acertado
de que el Código Civil establezca que no es necesario investigar rigurosamente el
monto de los ingresos del que debe prestar alimentos, pues el Juez puede fijar la
pensión valiéndose

de otras pruebas que le permitan apreciar razonablemente la necesidad del alimentista.

Norma legal que señala la obligación alimentaria

Algunos autores prefieren llamar acreedores alimentarios a los alimentistas y


también deudores a los obligados. En este sentido es clara la norma contenida en el
artículo 474° C. C.

El artículo mencionado refiere que se deben recíprocamente los alimentos los


cónyuges, los ascendientes y descendientes y los hermanos, es decir que los
alimentos se basan en el parentesco, y en caso de los cónyuges en el matrimonio
(deber de asistencia).

En cuanto a los hermanos hay que tomar en cuenta que no solo es para los
hermanos de padre y madre, sino también a los medios hermanos, aquellos que
son solo de padre o solo de madre. También el Código de los niños y adolescentes
en su artículo 93°, considera como otros obligados en favor de menores a los tíos
(tercer grado y otros responsables del niño, tal es el caso del tutor o guardador).

El artículo 414° del Código Civil considera también alimentos de la madre


extramatrimonial. El artículo 870° del Código Civil considera también alimentos para
quienes hayan vivido a costas del causante. El artículo 58° del Código Civil
considera alimentos para el cónyuge u otros herederos forzosos económicamente
dependientes de él. El articulo 856 C. C. considera alimentos para la madre del
concebido.

También tienen derechos a alimentos aquellas personas en estado de necesidad o


con incapacidad física o mental del mayor de edad. En el caso de los estudiantes
de educación superior se podría considerar en estado de necesidad.

Características

De acuerdo a la naturaleza de la obligación alimentaria, cuyo objeto es la


sobrevivencia del alimentista, la misma se encuentra dotada de una serie de
características que la distinguen de las obligaciones comunes, tendientes a
proteger al pariente o cónyuge necesitado. De esta manera, la obligación
alimentaria es:

1. Reciproca, puesto que el obligado a darla tiene a su vez el derecho de


exigirla.

2. Proporcionalidad, esto, es, los alimentos han de ser proporcionales a


la

posibilidad del que los da y a la necesidad de quien los recibe.

3. A prorrata, la obligación alimentaria debe prorratearse cuando son varios


los obligados a dar alimentos a otro; vale decir, debe dividirse atendiendo a
la fortuna de los deudores.

4. Subsidiaria, pues se establece a cargo de los parientes más lejanos, solo


cuando los más cercanos no pueden cumplirla.

5. Imprescriptible, en tanto no se extingue aunque el tiempo transcurre sin


ejercerla.
6. Irrenunciable, la obligación alimentaria no puede ser objeto de renuncia. Es
un derecho que no se puede renunciar al futuro, pero si a las pensiones
vencidas.

7. Intransigible, es decir, no es objeto de transacción entre las partes.

8. Incomprensible, no es extinguible a partir de concesiones reciprocas.

9. Inembargable, ya que está considerada como uno de los bienes no


susceptibles de embargo. Solo las pensiones vencidas pueden renunciarse,
ser materia de transacción y prescribir como todas las obligaciones
periódicas22

(22) BAUTISTA TOMA PEDRO, HERRERO PONS JORGE, Manual de Derecho de Familia,
p. 301

Alimentos para el hijo mayor de dieciocho años

El artículo 424° del Código Civil, que ha sido modificado por la Ley N° 27646 señala
que subsiste la obligación de proveer al sostenimiento de los hijos mayores de
dieciocho años que están siguiendo con éxito una profesión u oficio, esta pensión
de alimentos puede continuar hasta la edad de veintiocho años. Este derecho es
que sigan siempre con éxito sus estudios. El termino éxito constituye una condición
para que continúe el derecho de alimentos, pues caso contrario sería fácil caer en
esta hipótesis. Claro está que la carrera que está siguiendo debe obligar al
alimentista a tener su tiempo y dedicación que no le permita tiempo libre para
trabajar. En cuanto a la edad de veintiocho años es solo si el alimentista no ha
terminado su carrera pero si ya termino ahí concluye. No se toman en cuenta los
estudios de post – grado.

También los hijos que por incapacidad física o mental no pueden trabajar tienen
derecho a recibir pensión alimenticia de por vida.

EL ADOPTANTE Y EL ADOPTADO

El Código de 1984 ha innovado nuestra legislación con respecto a la adopción, al


señalar que el hijo adoptivo establece una relación paterno – filial con su padre
adoptante y deja de pertenecer a su familia consanguínea; ello implica que en
cuanto a los alimentos, estos sean debidos por el padre adoptante, y no por el
padre natural, biológico, quien legalmente deja de serlo; ni aun en el caso de que el
padre adoptante muera, renacerá esta obligación alimentaria. La explicación estaría
dada por el hecho de que la paternidad o maternidad impone una serie de atributos
y deberes, entre los cuales se cuenta principalmente la patria potestad, y si uno
deja de ser padre o madre, lo que ocurre por la muerte, o por la adopción (en este
caso hay una ficción legal), entonces todos esos atributos y deberes desaparecen
porque ya no existiría el titular de tales atributos; por ello la relación alimentaria es
entre el padre adoptante y su hijo adoptivo; derecho alimentario del hijo adoptivo y
obligación alimentaria por parte del adoptante23

(23) BAUTISTA TOMA PEDRO, HERRERO PONS JORGE, Manual de Derecho de Familia,
p. 421

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