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ANÁLISIS DE COYUNTURA
II CONGRESO DE LA FAR
JUNIO 2018
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Índice
Comentario inicial acerca de los 10 años de la FAR………………. 5
Contexto Económico‐Social …….………………………………………. 10
Contexto Político ……………………………………………… 14
Principales enfrentamientos y disputas actuales ……………….. 20
Política represiva………………………………………………………………… 25
Contexto Internacional……………………………………………………..….33
Conclusiones e hipótesis……………………………………………………….37
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Comentario inicial acerca de los 10 años de la FAR
Nuestro II congreso como organización política se desarrolla en un
contexto regional y mundial con algunos cambios coyunturales de
importancia. Una nueva ofensiva neoliberal se cierne sobre tierras
latinoamericanas, profundizando aquellos aspectos más crueles de la
dominación capitalista. Ubicar la profundidad, el sentido y el posible
devenir de estos cambios ha sido uno de los temas centrales de este
congreso. Ya que como venimos manifestando, no hay desarrollo de una
acción política eficaz si no hay un análisis lo más riguroso posible del
marco social‐político en el cual se está actuando.
Ha sido entonces, temática de este congreso el análisis del contexto
político local y regional, los cambios en la esfera económica, los avances y
dificultades en materia de lucha social, identificando principales disputas y
actores. Dándole, a su vez, particular interés al aspecto de la represión y
militarización de la vida social, algo que por otra parte se recrudece en
este período histórico. Junto con estos análisis, hemos ajustado nuestras
líneas de acción para el medio social de manera tal que sean armónicas
con lo que venimos percibiendo como realidad de nuestra formación
social.
En este marco nos encontramos como organización política, con nada
menos que 10 años de desarrollo y experiencia militante. Son 10 años en
los cuales intentamos darle a nuestro anarquismo una proyección de
militancia social, lo que significa volver a construir un proyecto de
sociedad libertaria desde el seno del pueblo mismo. Durante ese proceso
nuestras definiciones políticas se han ido precisando a medida que
nuestro andar en las luchas sociales lo iba requiriendo. Es importante
destacar, no obstante, que hubo desde el comienzo de nuestra
organización una definición en torno a la estrategia del especifismo. En
este sentido partimos de una diferenciación de los niveles de actuación
social y político, con su correspondiente articulación, sin jerarquías,
contraría a subordinar o mezclar o desconocer las dinámicas específicas
del campo social y sustituirlas por la acción de la organización política.
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Entendemos que ha sido esta concepción del anarquismo la que nos ha
permitido acumular experiencias para las luchas sociales, procesando
errores y aciertos, realizar análisis de coyuntura y dotarnos de una
estructuración orgánica federalista que posibilite y promueva la
participación a la vez que haga operativa a la organización para dar las
respuestas que los contextos social‐políticos van demandando.
Cabe, en este marco, hacer un breve comentario acerca del proceso
histórico específico del anarquismo en el que se desarrolló nuestra
organización. En este sentido el anarquismo como ideología viene de un
proceso que denominamos como pérdida del vector social del
anarquismo, que implica la falta de aquella influencia en el medio social
que había sido el signo que caracterizó al anarquismo durante las últimas
décadas del siglo XIX y las primeras del XX.
De las grandes huelgas y episodios insurreccionales, de las figuras de la
acción directa y del compromiso heroico con la causa, se pasó a la
reclusión a lo filosófico e intelectual, a la crítica hiper‐elaborada pero sin
posibilidad de concreción en una propuesta de acción que permita una
mínima hipótesis de acumulación para un avance, todo influenciado por
una tónica liberal y elitista. Hay que decir, no obstante, que distintas
derrotas de la clase sumado a una represión estatal desaforada
empujaron también este proceso.
Es lamentable comprobar que la magnitud de ese alejamiento, ha sido tal
que se llegó incluso a posiciones enfrentadas a las propias inclinaciones y
orientaciones de resistencia de nuestro pueblo, debemos decir que el
anarquismo rosarino no estuvo exento de estos errores políticos. Son
entonces pocas las referencias previas inmediatas que tuvimos a la hora
de dar nuestros primeros pasos como organización política.
Es así que nuestro humilde intento de volver a involucrar el anarquismo
con las luchas y resistencias populares en forma organizada, con
constancia y abnegación adquiere su relevancia histórica y se inserta en un
nuevo proceso histórico del anarquismo caracterizado por el retorno
organizado a las luchas sociales.
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No obstante ésta preocupación no es patrimonio exclusivo de nuestra
organización. El especifismo como corriente del anarquismo viene
realizando una militancia persistente en este sentido. Podemos mencionar
las trayectorias de organizaciones hermanas: como son los mas de 60 años
de la fAu, que viene a ser una verdadera anomalía histórica en relación al
desarrollo del anarquismo en Latinoamérica, a los que hay que sumarle los
20 años de proceso de construcción del anarquismo políticamente
organizado en Brasil, que dieron como resultado la Coordinación
Anarquista Brasilera.
Entonces es claro que hay en la región una orientación y un proceso que
va tomando cuerpo y dando forma a la posibilidad de que el anarquismo
esté nuevamente presente en la escena de las luchas sociales de nuestro
tiempo. Hay todo un campo político disponible para ello: el conjunto de
expresiones de resistencia que no encuentran su cauce en las
instituciones, todos aquellos anhelos que no se conforman con cambiarle
la cara a las putrefactas instituciones de dominación capitalista, que
pueden ser el motor de la resistencia en esta ofensiva neoliberal y
cristalizarse en un proyecto de socialismo y libertad.
Ya hemos dado un paso muy importante como organización en estos 10
años, dimos el puntapié inicial para que esta construcción surja con
firmeza y proyección.
Ahora nos deparan nuevos desafíos, ampliar nuestro campo de influencia
en un ámbito como el sindical, darle un nuevo impulso a nuestra tarea
barrial a luz de los cambios coyunturales que se vienen operando en ese
nivel, y comenzar a dar los primeros pasos en el ámbito de la lucha
estudiantil.
No es tarea menor plantearse la influencia en el medio social como
objetivo estratégico en este período histórico neoliberal. Hay estructurado
un conjunto de nociones, agenciadas mayormente por la clase dominante,
que implican valores muy distantes a una ética libertaria. Al
individualismo, el machismo y el racismo propios del capitalismo hay que
sumarle prácticas que son características de la cultura política de nuestra
formación social como el caudillismo y el personalismo exacerbado, el
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clientelismo, el corporativismo, y un largo repertorio de mecanismos que
refuerzan la dominación de clase y que han atravesado incluso a gran
parte de las organizaciones sindicales y sociales. Entonces es claro que
además de estar dotada de una paciencia militante, nuestra acción no
tendrá que ni por un instante dejar de promover una práctica y unos
valores lo más antagónicos posible a lo que venimos describiendo: el
clasismo y la solidaridad de clase sin sectarismos, el feminismo y la
perspectiva de género, el compromiso, la responsabilidad y la disciplina
son parte de nuestro arsenal más importante a la hora de desarrollar esta
gran tarea. Un planteo ambicioso claro está, pero que se proyecta en el
largo plazo definido por nuestra organización.
Así se retoma un campo de acción para el anarquismo rosarino articulado
en un proyecto con estabilidad y proyección, que de alguna manera,
continúa experiencias como la de la OAR ( Organización Anarquista de
Rosario) que dieron sus primeras puntadas durante la década del 90´. Es
una responsabilidad con nuestra clase y nuestra ideología estar a la altura
de la circunstancias.
Sabemos que el período histórico que se está desarrollando trae consigo
grandes dificultades desde varios niveles, pero también sigue confirmando
las primeras hipótesis de nuestra ideología: no son los propios
mecanismos del sistema a través de los cuales construiremos otra
sociedad. Existe si en el abajo la posibilidad de construir un pueblo fuerte
forjado en la acción directa. Lo demás, sabemos, no es más que un
artificio sofisticado para levantar candidaturas y personalismos.
Es basto el camino trazado por el anarquismo en la lucha de clases, no
solo en este país, sino en todo el mundo. Toda esa rica historia, desde la
Comuna de París, la participación libertaria en la Revolución Rusa, la
Comuna de Manchuria, la Revolución Española, y los incontables episodios
de rebeliones populares con influencia de nuestras ideas; aquello que
sistematizaron y practicaron militantes de la talla de Mijail Bakunin y
Errico Malatesta, las mujeres anarquistas como Virginia Bolten, Teresa
Claramount y tantas otras, que pelearon no solo contra el capitalismo
como trabajadoras sino también contra el machismo en nuestras propias
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filas, todo ese conjunto de experiencias e ideas, que hace a nuestra
ideología, a no dudarlo, está más vigente que nunca.
Aquel hilo histórico que la dictadura militar quiso truncar desapareciendo
a 30000 compañeros/as entre los cuales se encontraban compañeros/as
Anarquistas de Resistencia Libertaria y fAu como: Leon “el loco” Duarte,
Gerardo Gatti, Alberto “pocho” Mechoso, Marcelo “negro” Tello , Pablo
“bigote” Tello, Rafael “el rata” Tello, Fernando “pata” Díaz de Cárdenas,
Elena Quinteros, Elsa Martinez, Hernan Ramirez Achinelli , Elvio “yogur”
Mellino , Edison “melena” Cantero Freire, Juan Pablo Errandonea, María
Emilia Islas Gatti, Mario Roger Julien , Victoria “la gringa” Grisonas, y Raúl
“el flaco” Olivera, entre otros, será nuestra enorme responsabilidad darle
continuidad y es este segundo congreso de nuestra organización una
muestra de que no han podido con tanta infamia impedir que nuestra
lucha siga dando la pelea en la historia.
Las razones por las que lucharon todos esos compañeros y compañeras
hoy son más urgentes, el capitalismo en este momento histórico despliega
su perversión y son tiempos incluso más difíciles los que vendrán.
No obstante, claro está depende de nosotros/as, de nuestra voluntad y
convicción militante transformar toda esa experiencia histórica en
instrumentos de construcción para la resistencia aquí y ahora, con el
horizonte puesto en una salida revolucionaria que ponga fin de una vez
por todas a este inmundo sistema de dominación capitalista, teniendo
claro que es este el único camino para una transformación real.
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Contexto económico‐social
Sin embargo, las primeras medidas tuvieron un fuerte impacto en las arcas
gubernamentales. Esto implicó un gran endeudamiento, a niveles y plazos
escandalosos (como la deuda a 100 años) y con una orientación fuerte de
reducción del déficit fiscal. En este sentido, el acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional, no hace más que profundizar esta línea de
dependencia con organismos internacionales de financiamiento, que
buscarán condicionar las políticas del gobierno con orientación a un mayor
ajuste y desregulación.
Se podría decir que es un gobierno que mira la inversión como meta (que
nunca llega), priorizándola por sobre el fomento del consumo como
herramienta para salir del estancamiento; aunque implique un ajuste
sobre los sectores populares (como por ejemplo, a partir de la mega‐
devaluación de este 2018); o mejor dicho, buscando que lo paguen los
sectores más desfavorecidos.
Luego de más de dos años de gobierno el saldo de estas políticas serían:
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“Tras la ‘anomalía populista’, el objetivo era entonces reconciliar a Argentina con el mundo y eso
implicaba ‘hacer las cosas como se hacen en el mundo’. Ante todo, entonces, se trataba de emprender
un gobierno de normalización, como suelen afirmar los cuadros de cambiemos del gobierno en la
economía”. Vommaro Gabriel, “Los CEO buscan conquistar al pueblo”. Noviembre 2017.
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Idem
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➢ Dependencia con organismos internacionales y nacionales de
financiamiento. Para poder seguir endeudándose y como condiciones
para las deudas ya contraídas, el gobierno impulsa medidas como las
reformas jubilatorias y laborales. Como contrapartida, el sector
financiero ha sido de los más favorecidos (como ya venía sucediendo
en el gobierno anterior). Así las entidades bancarias han registrado
rentabilidades multimillonarias a través de la “timba financiera”.
➢ Continuidad del estancamiento, si bien hay sectores que marcan un
fugaz crecimiento, lejos está de los niveles anunciados en la campaña
presidencial o de recuperar los centenares de miles de empleos (y
cierre de fábricas, comercios e industrias, especialmente pymes) que
se perdieron durante 2015 y 2016. Ni de generación de empleo
“genuino”. Solo han mejorado algunos índices de empleo a partir del
fomento del “emprendedurismo” y el empleo informal y precarizado.
➢ Niveles altos de inflación. Las metas inflacionarias lejos están de
aquellas anunciadas. El aumento de tarifas y la devaluación de este
año abona a la expectativa de que supere el 40%.
De manera estructural podemos decir que el gobierno nacional ha:
➢ Reforzado la matriz extractivista de la economía de nuestro país. No
sólo a través de las medidas antes anunciadas, como la quita de
retenciones o la apertura de importaciones, sino también la
continuidad del plan IRSAA que pasaría a una nueva fase, en la cual las
inversiones se focalizarán específicamente en garantizar una salida
eficiente de la materia prima vía fluvial, junto con el Plan Belgrano de
mejora de la línea ferroviaria en el noroeste del país, donde se
concentran gran parte de las empresas dedicadas a la megaminería.
➢ Fortalecimiento del capital financiero especulativo y grandes
monopolios (como empresas energéticas y de telefonía)3
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Cabe destacar la fusión Clarín‐Fibertel‐ Telecom, que por decreto fue aprobada por el gobierno
durante el 2017. Según el periodista Becerra la decisión de Macri “respalda la mayor concentración
comunicacional de la historia argentina, que, por la cantidad de mercados que comprende, es inédita
también en el resto de América Latina. No hay en la región un grupo que detente posición de dominio
en todos los eslabones de la cadena productiva en información, comunicación y datos que tiene el
conglomerado resultante de la fusión. Las únicas observaciones a la fusión por parte del Enacom radican
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➢ Como producto de los dos ítems anteriores ha habido un
desfinanciamiento del sector público en beneficio del sector privado.
➢ Del punto anterior se desprende la gran dependencia de nuestro país
a los organismos de financiamiento. Y también comercialmente, ya
que continúa en mayor grado con su economía subordinada a las
potencias occidentales, aunque de a poco a capitales chinos que han
accedido a plantas agroindustriales. Por el momento la estrategia de
Beijin es profundizar la relación bilateral para dar abasto con su gran
demanda alimenticia.
➢ Desregulación de los mercados, no sólo a partir de la quita de
subsidios de servicios públicos clave para los sectores populares; sino y
especialmente del mercado laboral. La Reforma Laboral que se
impulsa (y la jubilatoria ya impuesta), a partir de diversas estrategias
políticas; buscan erosionar los convenios colectivos de trabajo y
flexibilizar la contratación y despido de trabajadores; atacando así no
solo la acción colectiva sino la protección legal del trabajador.
Asimismo, es de esperar un impulso privatizador de algunas empresas
estatales, al estilo de los ´90; y una quita de subsidios y pensiones que
actualmente son cruciales para gran parte de la población.
➢ Crecimiento de la desigualdad. Las políticas antes descriptas, que ya
han sido implementadas en la región, sabemos que terminarán en
mayores niveles de desigualdad y pobreza (claramente estas medidas
han favorecidos a sectores de la clase alta y perjudicado a los de
abajo). Ya estamos viendo como los niveles de indigencia y pobreza se
han incrementado en estos años.
Esta caracterización a su vez está atravesada por cambios que operan una
escala mayor como:
en el impacto en el mercado y no en los derechos ciudadanos afectados por la concentración excesiva
de las comunicaciones.”https://martinbecerra.wordpress.com/2017/12/22/fusion‐en‐caliente‐bono‐
navideno‐para‐el‐grupo‐clarin/
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evidencian en las similitudes de fenómenos con otros países de la región
como es el caso de Brasil.
‐ el avance tecnológico que afecta al mundo del trabajo, no sólo en oficios
y puestos de trabajo que tienden a desaparecer, sino a las propias
relaciones laborales fortaleciendo a la flexibilización laboral que se sigue
profundizando.
‐ la consolidación a nivel mundial de políticas de control social sobre las
poblaciones estructuralmente excluidas, buscando menguar la
conflictividad social.
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Contexto político
Caracterizar la matriz política del gobierno de Cambiemos no resulta
sencillo. En principio nos hace pensar un retorno al poder de los sectores
más reaccionarios de la historia argentina, que tienen sus orígenes en la
alianza centralista de la oligarquía porteña con la de cualquier otra
provincia de turno. La misma derecha vernácula que instauró el Estado
nacional allá por 1880 a punta de Remington, que aplastó y masacró a las
montoneras federales y a los pueblos originarios, al tiempo que ‐como
diría Rapoport‐ “diseñó las instituciones a su gusto y paladar”. Los mismos
sectores dominantes de la Ley de Residencia, la represión a las huelgas y la
masacre de 1909 que desató la bronca de Radowitzky y tantos otros
compañeros. Esos mismos sectores conservadores cuyos apellidos se
repiten en todos los golpes de Estado desde 1930 hasta 1976, y que en
todo momento garantizaron en la región la injerencia del imperialismo ‐
primero el británico y luego el yanqui‐.
Sin embargo, para esta vuelta al poder, dicho sector ‐modernizado‐ tomó
nota de que el Estado no solo domina a través de la fuerza sino también a
través de otras herramientas. Para este nuevo siglo, se necesitaba mayor
creatividad para acceder al gobierno, incluso algo que conjugue la vía
electoral, una alianza sólida con el monopolio de los medios, la
corporación judicial, sectores empresariales y económicos estratégicos y la
construcción de un nuevo sujeto político junto con un despliegue
mediático a la americana (aquí se destaca la figura de Durán Barba).
Apuntando a un “cambio cultural”, el macrismo apeló desde un primer
momento a captar la adhesión de un sujeto de “clase media” moralista,
enemistado con la política en todas sus formas, asqueado de la
corrupción; y con escasa formación política cuya base es el discurso
mediático. Apeló a valores liberales de vieja data como el individualismo,
la competencia y la iniciativa privada, así como explotó la fragmentación
social y el deterioro de los lazos de solidaridad que en algún momento
llegaron a aflorar en el 2001.
Asimismo, esta exaltación del individuo como ciudadano que canaliza sus
demandas por los canales institucionales, sin conexión colectiva alguna, ha
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sido reforzada constantemente por este gobierno. La promoción de la
desmovilización ha llegado incluso a que los propios funcionarios llamen a
desarticular expresiones de apoyo al mismo gobierno.
Estas nuevas formas también se pueden ver a nivel de una administración
estatal claramente neoliberal es su aspecto ideológico. No casualmente se
lo llama el gobierno de los CEO. La lógica empresarial atraviesa
notoriamente su administración, no sólo en los perfiles de los cargos
políticos sino del contenido y modalidad de las políticas públicas
encaradas. Así, estos se diferencian, en primer lugar por su “saber
generalista. Especialistas en mover procesos, los CEO se propusieron
trasladar algunas tecnologías de la gestión privada al mundo público: ‘los
semáforos’, ‘los tableros’ de control que se hoy se vuelven lenguaje
corriente en las oficinas públicas. Uno de los sentidos del ingreso de
cuadros del mundo privado en el mundo público era el de importar
saberes, destrezas y una cierta ética del mundo de los negocios que
debían impregnar lo público para volverlo más eficiente y mejorar así su
performance; también su menor apetito de carrera política, subordinados
a la conducción del gobierno. Y con una mayor capacidad de adaptación a
las marchas y contramarchas”. En este sentido, hay quienes sostienen que
el PRO se ha nutrido de cuadros que entienden la militancia política como
carrera profesional (o parte de ella) y aquellas que la entienden como
voluntariado –que hace pensar en el concepto de responsabilidad social
empresaria‐; una forma neoliberal astuta de defender los intereses
capitalistas.
Un paréntesis merece el creciente protagonismo de la corporación judicial
en la escena política nacional. En consonancia con las renovadas
estrategias de dominio de los sectores reaccionarios de América Latina (y
a la sombra del juez Moro en Brasil) el poder judicial en Argentina vino
cobrando notoriedad luego de la detención a importantes funcionarios del
kirchnerismo, del procesamiento de jerarcas sindicales opositores y de la
persecución y encarcelamiento a militantes sociales en el marco de
diferentes medidas de protestas contra las políticas de ajuste. Además –
luego de la causa Nisman‐ quedó evidenciada la magnitud del poder de los
jueces y la estrecha vinculación que guardan con los servicios de
inteligencia heredados del aparato represivo de la última dictadura. Como
afirma el especialista en el tema Miguel Croceri, estos jueces “…están
cumpliendo un rol trascendental para fortalecer la recuperación del
poderío que históricamente tuvieron las corporaciones y las clases sociales
dominantes a las que representan.”
Otro capítulo de esta puesta en escena del gobierno para abordar –
superficialmente‐ problemáticas sociales que vienen generando
preocupación en el electorado tiene que ver con el narcotráfico. Aquí el
gobierno viene montando un espectáculo televisado dando protagonismo
a las fuerzas federales y al ejército en aspectos de la seguridad interior. De
este modo no solo intenta relegitimarlos sino ir introduciéndolos paulatina
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y sigilosamente en los conflictos sociales que puedan devenir de la
resistencia a este nuevo desguace neoliberal.
Tras la sintonía que tenían los gobiernos progresistas con China y Rusia,
este realineamiento con Estados Unidos responde además a la estrategia
continental del imperialismo de recuperar la hegemonía en la región. Esto
se ha expresado en la injerencia y el intervencionismo en Venezuela, los
golpes institucionales en Brasil y Paraguay, la represión en Honduras y
Colombia (luego de los acuerdos de paz) y la instalación de nuevas bases
militares de norte a sur.
El Peronismo, por el contrario, cayó en un resquebrajamiento sin
precedentes, eso sin contar los sectores más rancios del PJ que fueron
adhiriendo al oficialismo. Inclusive esto mismo se acentuó a partir del
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El denominado pacto fiscal o también “Consenso fiscal” es un acuerdo que se realizó en noviembre de
2017 entre Nación y las provincias, con la excepción de San Luis, por el cual se pauta la distribución de
los recursos. El mismo implica una obligación de las provincias a reducir gastos e impuestos, así como
también desistir de demandas por coparticipación, y también implica un pacto por el Fondo del
Conurbano. Algunos de los puntos del Pacto fiscal son:
‐Impuestos distorsivos: las provincias deben bajar ingresos brutos y sellos por 1,5 % del PBI en los
próximos 5 años.
‐Juicios contra el Estado: todas las provincias firmantes desistirán de los juicios contra el gobierno. Se
abstendrán de iniciar procesos judiciales relativos al régimen de coparticipación federal de impuestos.
‐Fondo del conurbano: la provincia de Bs. As. dará de baja el reclamo del fondo del conurbano.
‐Régimen previsional: modificación de la fórmula de movilidad jubilatoria para que las prestaciones se
ajusten trimestralmente y se eliminarán jubilaciones de privilegio.
‐Cajas previsionales no transferidas: el gobierno nacional va a financiar los deficit.
‐Compensaciones a provincias: transferencias diarias de acuerdo a lo que disminuyan de recursos.
‐Responsabilidad fiscal en municipios: aplicar una ley de responsabilidad fiscal en los municipios.
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intervención del PJ a través de la corporación judicial (con aval implícito
del gobierno). A partir de la adhesión de la mayoría de las provincias al
Pacto Fiscal (con extorsión de por medio para aprobar la reforma
previsional) no se avizora todavía la conformación de bloques de
gobernadores justicialistas. Los intendentes del conurbano bonaerense
tuvieron la misma suerte a la hora de negociar individualmente con la
gobernadora. Un síntoma de la debilidad peronista y el rol de falsa
oposición tuvo su expresión a fines de diciembre (durante la votación por
reforma previsional), cuando el principal candidato del peronismo en 2015
(Scioli), se ausentó a la votación.
Sin embargo, no se puede descartar un posible rearmado (en términos
electorales) a partir del creciente rechazo hacia el gobierno producto de
las negociaciones con el FMI, la devaluación y el veto del proyecto que la
oposición presentó en conjunto para frenar el tarifazo.
El Partido Socialista se encuentra en terapia intensiva dentro de su propia
provincia. Luego de la sangría que le generó la huida del radicalismo del
Frente Progresista, a la interna se debate entre una sujeción pragmática al
gobierno nacional y una alianza táctica con sectores del kirchnerismo en
Santa Fe para no regalar la provincia y la ciudad de Rosario al PRO en
2019.
La errónea estrategia de numerosos sectores de la izquierda, de apuntar a
la disputa legislativa para frenar la embestida macrista, quedó en
evidencia durante la aprobación de la reforma previsional. Por un lado, en
la calle se expresaba como única vía posible para pararle la mano al
gobierno, a través de la lucha y la acción directa de las organizaciones
populares. Por el otro, los diputados de izquierda junto al kirchnerismo se
vieron entrampados en los mecanismos de funcionamiento de la misma
estructura a la cual pertenecen, legitimando en última instancia la
herramienta legal mediante la que se aplica el ajuste salvaje contra el
pueblo.
En este marco, podríamos decir que los límites a la avanzada macrista, no
provienen actualmente de la oposición electoral y lamentablemente
tampoco existe una respuesta conjunta de la clase oprimida proporcional
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a la envestida en marcha, No obstante, la resistencia construida desde los
sectores populares obligaron al gobierno al menos a moderar en algunos
aspectos su política de ajuste. En este marco, podríamos decir que los
límites a la avanzada macrista, no proviene actualmente de la oposición
parlamentaria, si en cambio, de respuestas regionales y sectoriales de la
clase oprimida. A su vez, cabe mencionar que el proyecto de Cambiemos
busca compatibilizar a cualquier costo una continuidad en el gobierno y
seguir profundizando y acelerando las medidas de ajuste acorde a su
modelo económico.
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Principales enfrentamientos y disputas actuales
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Política represiva
Si bien en los contextos de ajustes como el presente es de esperar que los
gobiernos repriman y sofoquen con mayor intensidad las protestas y
cualquier tipo de síntoma que exprese las precarias condiciones de vida;
en el caso del gobierno parece obedecer además a otras razones. Es
posible que obedezca por un lado a aspectos de pragmatismo (resultados
electorales, legitimación de reclamos de la “clase media”) e ideológicos.
El cambio que podemos ver en este gobierno tiene que ver con la
profundización de esta mirada, una mirada que ya no se esconde en
discursos inclusivos, ya que la relación costo‐beneficio es favorable a la
“mano dura”. Sin embargo, no es una cuestión meramente discursiva o de
visión, en lo concreto las políticas de saturación en los barrios se han
incrementado, los casos de gatillo fácil han ido aumentando desde los
inicios del gobierno. El caso paradigmático al que asistimos es al
recibimiento por parte del presidente al policía Chocobar, como héroe por
haber matado por la espalda a un delincuente, lo cual le había valido un
procesamiento por su accionar. Ya no fue sólo considerarlo inocente hasta
que se demuestre lo contrario, como lo plantea Bullrich, sino que aquí fue
celebrado y premiado. En este sentido, la señal del gobierno dio lugar al
brutal asesinato Facundo Ferreryra, un niño de 12 años tucumano al que
le disparó por la espalda un policía. Incluso también se ha llegado a
disparar a jóvenes que han evadido controles vehiculares.
En este marco, son los jóvenes de las barriadas y los inmigrantes de países
limítrofes quienes son el foco de la criminalización y estigmatización. La
persecución a estas dos figuras estereotipadas, la del joven y el inmigrante
pobre, a pesar de que la incidencia en los delitos es muy baja (5% de la
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población carcelaria es migrante), es el recurso que el gobierno utiliza
como forma de dar respuesta al reclamo de mayor seguridad de las
“clases medias”, reclamo que está claramente atravesado por prejuicios
de clase y racistas. Así, somos testigos de los intentos de la baja de la edad
de imputabilidad, de la modificación de las leyes de migraciones 25.871 y
de nacionalidad 346 por medio de un decreto de necesidad y urgencia que
restringe la entrada a nuestro país o intentos de ejercicio de derecho en el
uso de servicios públicos (como salud o educación).
Ahora bien, estas medidas no son aisladas ni nuevas, son parte de una
tendencia general a la estigmatización, discriminación y criminalización de
aquellas “clases peligrosas”, por su condición social generada por el
mismo sistema de dominación.
Militarización: ya decíamos que cuando la dominación, la pobreza y la
marginación se hacen intolerables la "guerra contra el terrorismo",
promovida por los Estados Unidos y otras potencias (en complicidad con
los gobiernos locales), es la versión internacional de una guerra no
declarada contra los pobres y luchadores que tiene lugar en todos los
países del mundo.
Con esta modalidad, se dio un proceso de militarización de las relaciones
sociales, provocando que lo que antes sólo era guerra entre estados
ahora son guerras dentro del territorio. En las que además prima la
colaboración interestatal en caso de reprimir organizaciones sociales.
Donde la acción militar, que se nutre del amplio entrenamiento y de la
experiencia desarrollada en las dictaduras latinoamericanas, incluye
actualmente medidas de contra‐ insurgencia muy diversas, que
comprenden el manejo de imaginarios, trabajos de inteligencia, control de
las fronteras, la creación de bancos de información de datos personales, la
introducción de nuevas funciones en las policías ocupadas de la seguridad
interna, entre otras.
Esto es algo que venimos visualizando desde el gobierno anterior que no
sólo intentó mejorar en apariencia el rol de las fuerzas armadas sino que
además, dicho gobierno promovió, en el marco del polémico acuerdo con
China, la instalación de una base espacial en Neuquén; que depende del
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Ejército Popular Chino y con la existencia de cláusulas secretas. El
presidente Macri, tal vez a pedido de EEUU, solicitó al gobierno chino la
firma de un protocolo adicional que enfatiza el uso civil de la misma.
Sin embargo, esta última medida no tiene que ver necesariamente con
una perspectiva de soberanía, ya que el presidente acordó con EEUU
(Obama) la instalación de dos bases militares norteamericanas en nuestro
país; una en Ushuaia y otra en la triple frontera (con Brasil y Paraguay).
Con la excusa de fines científicos, esas bases son instaladas en zonas
donde hay recursos naturales altamente estratégicos: agua, tierra fértil
para producción de alimentos, minerales, hidrocarburos, biodiversidad.
Además, una reciente aprobación de una reforma de la Defensa de la cual
no se sabe demasiado pero que prende una alarma ya que según el diario
Clarín “esta reforma se irá implementando a partir de una serie de pasos,
que incluirán igual decretos parciales o resoluciones específicas del
presidente y su ministro, Oscar Aguad. Partirá del cambio en la concepción
del enemigo. Ya no se espera el ataque de un Estado extranjero y se
trabajará bajo el concepto de la posibilidad de enfrentar una "guerra
híbrida" contra amenazas "híbridas". Esto hace alusión a un adversario
adaptativo y que emplea armas y tácticas convencionales con las nuevas e
irregulares: terrorismo y actitudes específicamente criminales o delictivas
para lograr sus objetivos.” Esto desdibuja las diferencias entre la seguridad
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y la defensa(siendo que hay dos leyes que delimitan el uso de Fuerzas
Armadas para Defensa y las de Seguridad para los asuntos internos).
Este fue el primer paso, que siguió con la explicitación de su intención de
que las Fuerzas Armadas vuelvan a tener el rol que supieron conseguir
durante épocas realmente oscuras para nuestro país, en donde el
“enemigo” era “interno”.
Por otro lado, existieron políticas que debilitaron el control civil sobre las
Fuerzas Armadas, tras la derogación del decreto de Alfonsín. Asimismo, es
importante mencionar que el gobierno realizó grandes compras de
armamento y maquinaria represiva a EEUU, Francia, Rusia e Israel, en el
marco del cierre, el vaciamiento y despidos en Fábrica de Aviones y
Fábricas Militares.
Y por último, el gobierno busca que los militares vuelvan a integrar tareas
en la seguridad interior, con la excusa de generar “apoyo logístico” a las
fuerzas de seguridad; entre otros argumentos de poca consistencia.
Según el CELs “esta voluntad de expandir las misiones de las Fuerzas
Armadas es acompañada de una retórica que vincula al narcotráfico y al
terrorismo con actores internos de muy diversa índole y que en el pasado
ha sido funcional a la deslegitimación, criminalización y represión de la
protesta social y al uso de la inteligencia militar para el espionaje interno.
Esta decisión es especialmente preocupante en un contexto de creciente
deterioro económico y conflictividad social y en vista a las respuestas
estatales represivas precedentes”
Todas estas medidas se dan en un marco de continuidad de la
militarización de las barriadas pobres de las grandes ciudades. Ya hace
años que la gendarmería –la fuerza preferida por Bullrich, junto con las
fuerzas represivas de proximidad, patrullan y controlan los barrios pobres;
con la excusa del combate al narcotráfico y la persecución de los delitos.
Generando, así, más coacción y control a las y los pobres en las villas,
aumentando los casos de gatillo fácil en las calles y tortura en las
comisarías. Con estas excusas no sólo se ha recurrido a la DEA
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(recientemente renovado por la ministra Bullrich) y el FBI, sino también a
las fuerzas armadas israelíes para la capacitación de la policía local.
Última dictadura militar y DDHH: el gobierno de Cambiemos también abre
un nuevo momento respecto de la relación con la problemática de los
DDHH y la última dictadura. En este sentido debemos destacar algunos
ejes de cambio:
➢ constante ambigüedad en referencia a las condenas a los genocidas:
defensa del otorgamiento de la prisión domiciliaria por parte de
algunos miembros (como E. Carrió) y salida del estado como querella
de los juicios, que claramente se han ralentizado. En este marco,
también se subraya el intento del poder judicial de otorgarle el dos por
uno a los genocidas de la última dictadura. Este intento ha tenido un
amplio rechazo, incluso desde sectores del propio ejecutivo; sin
embargo, en este tipo de casos se ha escudado en la división de los
poderes.
➢ el reflotamiento de la teoría de los dos demonios por parte de gente
cercana al gobierno, junto con el reciente ascenso del nuevo jefe del
ejército Claudio Ernesto Pasqualini, reconocido por ser yerno de un
represor y esposo de una activa defensora de los genocidas.
➢ deslegitimación de los organismos de DDHH, no sólo de Madres de
Plaza de Mayo y Abuelas (cabe destacar la judicialización de las
primeras, que incluyó el intento de allanamiento de la Universidad de
las Madres); sino de todo aquel que defienda los derechos humanos.
33
Contexto Internacional
En el análisis de etapa realizado en 2015, se plantea al último período
“signado en los primeros años por una continuidad con respecto a la
tendencia de la década anterior: un sistema unipolar expresado por la
hegemonía del proyecto imperialista de Estados Unidos, única
superpotencia que hasta hoy reúne todas las condiciones de dominio
político, económico, militar, cultural y jurídico entre otros. Sin embargo,
con el transcurrir de la última década podemos empezar a ver
resquebrajamientos en este esquema de dominación global, expresados
por la aparición en primer plano de otros bloques o potencias. En el plano
geopolítico, podemos advertir en primer lugar un viraje deliberado hacia
el intervencionismo –de reminiscencias colonialistas‐ en la política exterior
de varios países europeos como Francia e Inglaterra y en menor medida
España e Italia. Vale mencionar también la irrupción en los últimos años
de un Estado ruso con una mayor injerencia en las regiones donde se
propone reestablecer zonas de influencia en función de recomponer su
viejo proyecto expansivo capitalista.”
En el plano económico se planteaba que “empezamos a ver una
multipolaridad determinada por la disputa de mercados y zonas de
influencia entre sectores concentrados de la economía estadounidense y
un capitalismo chino que se expande a pasos acelerados”
Podemos afirmar entonces que esta tendencia que marcabamos hace tres
años, sigue su orientación. Según el análisis de la FAU del año 2017 “China
ya se ha instalado como la segunda potencia mundial. El avance de su
influencia y la acelerada multiplicación de sus relaciones comerciales y
políticas han significado un reacomodo del mapa mundial y de luchas de
poder. Informes estimativos nos dicen que en 15 años superará a Estados
Unidos como en el mayor socio comercial de Latinoamérica. Hasta hace
poco las inversiones directas chinas en la región se orientaban
básicamente hacia el comercio y la búsqueda de recursos naturales
primarios, a esto se suma ahora la inversión en obras de infraestructura.”
Asimismo “hay pasos dados de China en estrategia geopolítica. En
Nicaragua, por ejemplo, está financiando la construcción de un canal
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interoceánico que vendría a competir directamente con el de Panamá.
Expertos consideran a este canal como clave para la expansión del
comercio mundial de China.”
“También es útil agregar los acuerdos de China con Rusia otro de los
países con un crecimiento exponencial. En estos años firmaron 15
documentos bilaterales entre los cuales los más importantes son:
Cooperación para una planta de energía nuclear en China, suministro de
gas ruso durante los próximos 30 años, suministro de crudo a China y para
Rusia un crédito millonario del banco estatal de la nación asiática.”
“China y Rusia integran el BRICS con Sudáfrica, India y Brasil (cabe
mencionar que con el desplazamiento del PT del gobierno en Brasil tras
golpe jurídico y el ascenso de una derecha crudamente neoliberal la
participación de este país en dicho organismo puede verse afectada). El
BRICS les permite a estas dos potencias mundiales contar con mercados
donde pueden colocar sus productos e influir en las decisiones
comerciales en las diferentes zonas.”
“Todos estos hechos irán teniendo, de diferente forma, repercusión en
nuestra América Latina y queda claro que EE.UU. quiere extender hacia
esta región lo que puso en práctica con consecuencias nefastas en otras
zonas, vienen por: “La liberalización y mercantilización de bienes,
servicios, suelo y recursos naturales; la desregulación de las normas que
regulan los derechos laborales, sociales, ambientales e indígenas; el
blindaje de los intereses de las empresas transnacionales. Es el escenario
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perfecto para la expansión de los negocios de numerosas multinacionales
en sectores como la agricultura, la alimentación, la industria
manufacturera, las telecomunicaciones, la electricidad, las
infraestructuras, las finanzas, el turismo y los hidrocarburos”.
Especialmente, dentro de ese conjunto, el extractivismo depredador.”
Aquí debemos puntualizar el cambio de período en el contexto regional
expresado en: la continuidad del partido colorado en Paraguay, la
permanencia del gobierno de Temer en Brasil, la vuelta de Piñera en Chile,
el pacto de Kuczynski con Fujimori en Perú (con la posterior destitución
del presidente), el viro de derecha de Lenin Moreno en Ecuador, la vuelta
de Santos al Uribismo (en Colombia), la reformas antipopulares y la
represión en Nicaragua (que lleva 100 muertos) alejado ya hace tiempo de
los postulados sandinistas y la derechización del Frente amplio en
Uruguay. La situación venezolana continúa profundizándose, el avance del
imperialismo logró erosionar la gobernabilidad de Maduro, dejando
enfrentados distintos sectores. El caso paradigmático es el de Evo
Morales, cuyo gobierno sigue en pie, más allá que en el plebiscito se haya
rechazado la reelección indefinida y donde el imperialismo no pudo aún
generar un debilitamiento en dicho país. Sin embargo, a esta situación se
le va sumando el sofocamiento económico de los países vecinos.
Desde abajo, la pérdida de gimnasia en la calle por parte de las
organizaciones sociales y sindicales ha generado una hipertrofia que fue
socavando la capacidad de respuesta de la clase oprimida en gran parte de
la región. La cooptación, el clientelismo, la re‐legitimación de la
herramienta electoral, o el descanso en el potencial del espontaneismo,
han colaborado fuertemente en que las movilizaciones de los de abajo
sean dispersas y débiles.
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A esto debemos sumarle la capitulación de las FARC en Colombia (con
Cuba promoviendo el desarme) que terminó institucionalizando a grandes
sectores que resistían con la acción directa a la clase dominante
colombiana y a proyectos imperialistas. La única resistencia, en ese
sentido, viene de la mano del ELN, que aún se plantea una resistencia
activa revolucionaria y el EPP en Paraguay.
La sorpresiva apertura del EZLN hacia una estrategia electoralista despertó
numerosos interrogantes en sectores populares en el resto de América
Latina, que venían tomando al proceso como una referencia de resistencia
popular organizada en la región. Si bien el proceso de territorio autónomo
sigue su curso, este nuevo giro representa una contradicción fundamental
con los postulados antiestatistas y anticapitalistas del zapatismo. Como
anarquistas no podemos dejar de tener esa observación y preocupación
respecto de dicho cambio, su impacto simbólico‐ideológico en toda
América Latina, sin que eso implique quitar apoyo de las consignas y lucha
de los pueblos indígenas en Chiapas.
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Conclusiones e hipótesis
Todo parece indicar que nos encontramos en un nuevo período histórico.
Si bien durante los primeros dos años del gobierno macrista pudimos ver
rasgos de continuidad por un lado, y profundización de la línea de ajuste y
represión por otros, lo que podía entenderse como cierta “transición”;
hoy en día podemos decir que hay elementos que indican que estamos
ante un nuevo período histórico.
Asimismo, según lo expuesto en el contexto internacional vemos que no
hay rasgos de continuidad con algunas características de la matriz política
de los llamados gobiernos llamados del Socialismo del Siglo XXI que
marcaron la región durante una década y media. Los cuales han sido
reemplazados por gobiernos más reaccionarios y alineados con los
proyectos imperialistas yanquis y europeos.
Hay grandes posibilidades de una continuidad de cinco años más del
gobierno de Cambiemos, pero incluso ante una pérdida electoral en 2019
o incluso en una salida anticipada del gobierno, podemos afirmar que
seguirá un modelo de gobierno con orientación de mayor ajuste y
represión; con la mayoría de las organizaciones sindicales–muchas
alineadas al gobierno ‐ y sociales con altos niveles de institucionalización y
desmovilización. En este sentido, una acción unitaria, multisectorial y con
continuidad y agilidad, está costando mucho construir.
Por tanto, el enfrentar esta avanzada de los de arriba, por un lado, y las
burocracias –buscando fortalecer la participación popular‐, por otro, sigue
encontrando sentido en este período.