Professional Documents
Culture Documents
SAVONA
POBREZA,
PRODUCTIVIDAD Y PRECIOS
C U A D E R N O S
EMPRESA Y HUMANISMO
I N S T I T U T O
56
índice volver anterior siguiente buscar imprimir
PAOLO SAVONA POBREZA, PRODUCTIVIDAD Y PRECIOS
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
INDICE
población, pero algunas experiencias prácticas, puede deducir profundamente -como hizo por 4
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
como aquellas de los cuatro dragones (Hong primera vez Henry George en su Progreso y
Kong, Singapur, Corea y Taiwan) y la de China, pobreza, (editado en 1889) en la línea del más
31
pueden disiparlas. conocido Principles (del 1817) de David
Respecto al tema de las posibilidades Ricardo- que la reducción de las áreas de
abiertas en política económica para estimular pobreza reclama siempre alcanzar un mínimo
el crecimiento, no creo que deban repetirse de de justicia distributiva. Además se puede
nuevo los razonamientos que tras la Gran Crisis afirmar válidamente que para lograr el
(1929-1931) acreditaron teóricamente y difun- objetivo de reducir el área de injusticia es
dieron concretamente las políticas keynesianas necesario, a todos los efectos, imprimir a la
de apoyo a la demanda agregada 3 (no sus economía mundial un grado mínimo de desa-
excesos, que son algo muy diferente), rebatió rrollo, sobre todo en las zonas de mayor bie-
las pesimistas previsiones del Club 2.000 que nestar.
tuvieron gran resonancia y habrían podido En ausencia de tal empuje, dadas las carac-
inducir a elecciones malthusianas en el terísticas actuales de la producción y de las
aumento del bienestar y de la población, si no exportaciones de los países industrializados, la
hubiesen tenido, por fortuna, escasa inci- mera redistribución de la renta en favor de los
dencia en la política y en los comportamientos más pobres se manifestaría en una reducción
empresariales. La lucha contra la pobreza ha del nivel de la actividad productiva mundial
sido siempre la inspiración de la moderna agravando, en último caso, el problema de la
política económica, y no existe razón para pobreza.
renunciar a profundizar en las posibilidades de George propone dejar los cálculos de creci-
combatirla. Incluso antes de Keynes, Arthur C. miento al mercado y los de la justicia distri-
Pigou, en su libro sobre La economía del bie- butiva al Estado, abriendo el camino al
nestar (publicado en 1920), considerado como “welfare state”, pero también a una excesiva
la carta constitucional del Welfare State, ampliación del mismo, como el que William
dedica siete capítulos al análisis de la pobreza. Henry Beveridge propuso en su célebre
Desde la óptica del crecimiento agregado a “Rapport” de 1942, que se convirtió en el
la distribución de la renta y de la riqueza, se manifiesto de los laboristas ingleses: atender
este modo, la intervención pública, como bien necesaria, ante todo y sobre todo, una puntua-
lización metodológica -que será de utilidad
31
preveía Darío en la “Historia” de Herodoto,
degenera en asistencia generalizada, con la también para otros temas que después exami-
consiguiente falta de responsabilidad del indi- naremos, o sea, la productividad y los precios-
viduo, la disminución de su capacidad pro- sin la cual un debate interdisciplinar estaría
ductiva, la reducción del crecimiento y la destinado a desembocar en un conflicto inútil
ampliación del área de pobreza. e inevitable. Inútil en cuanto que sería en
parte infundado al nacer de la debilidad de la
Partiendo de una consideración dinámica metodología seguida, y en parte inevitable, al
del problema -por otra parte la única hipótesis no resolverse sobre un plano puramente eco-
posible dado que el debate se plantea desde la nómico.
consideración del crecimiento de la población
en períodos que van desde un cuarto a medio En la moderna filosofía de la investigación
científica emerge la conciencia de que, sobre
siglo- no existe motivo justificado para afirmar
todo en las disciplinas sociales, no existe un
que el aumento de los habitantes del globo
baremo válido para juzgar las hipótesis teó-
sea el factor dominante en la perpetuación de ricas ni para valorar los hechos; la lógica
las condiciones de pobreza individuales o de moderna, sin embargo, ha elaborado algunas
un colectivo entero. Otros muchos factores “reglas de valoración” de las inferencias que
son, en la práctica, de naturaleza económica y pueden extraerse de los hechos observados a
metaeconómica. través del prisma de las diversas hipótesis de
No tener en cuenta la existencia de otras escuela. Debe ser , por tanto, la verificación de
dimensiones del problema, o pretender que la “validez” de la tesis entendida como res-
una prevalezca sobre otra, ha sido siempre puesta a las reglas de la razón, y no la bús-
origen de grandes dificultades de diálogo queda de la “verdad” la que inspire los análisis
entre economistas y teólogos o, más en científicos.
general, entre los primeros y los estudiosos de Esta orientación metodológica vuelve a
las disciplinas que analizan la acción humana plantear el viejo problema acerca de cuánto
en sus componentes individuales y sociales camino pueden recorrer juntos aquellos que
creen conocer la verdad y, sobre esta base larmente considerada o encuadrada en el con- 6
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
tomada como principio, construyen modelos texto de la convivencia social. A pesar de que
explicativos de la realidad o justifican sus posi-
31
los filósofos todavía no han llegado a un
ciones prácticas, y los que no creen en la posi- acuerdo entre ellos acerca del contenido que
bilidad de conocer la verdad y construyen debe dársele al concepto de racionalidad, los
modelos partiendo de la observación de la rea- economistas disponen de una definición satis-
lidad. factoria y aceptada, la del tipo “mini-max”.
Dejando a un lado lo genérico, ¿qué espacio Una acción puede considerarse económica
existe para una coincidencia de opiniones cuando minimiza los costes tenidos para con-
entre los teóricos de la economía y de la seguir su objetivo, o cuando maximiza la
política económica y los de la doctrina social amplitud de este último en paridad de coste.
de la Iglesia Católica? Un cálculo hecho de esta forma se define en la
Yo creo y espero que sea todavía amplio. En literatura económica como racional.
esta exposición no intento limitarme a avanzar Los economistas han alimentado durante
una predicción, sino que afirmo poder ade- mucho tiempo la idea y perseguido el objetivo
lantar algunas argumentaciones concretas
de dar vida, mediante la fuerza, la legislación
para apoyar esta tesis.
o la simple formación cultural (la de tipo
liberal), al “homo oeconomicus”, es decir, al
1.2. Cómo superar las cuestiones de hombre formado de pura racionalidad que
método que obstaculizan la obra inspirado por la regla “minimax”. En
consecución de políticas adecuadas a la contra de esta orientación filosófica y social, se
han levantado, y añado que justamente, los
gravedad del problema adversarios del liberalismo, y sobre todo,
En dos de mis trabajos de reciente publi- aquellos que eran conscientes de que esta
cación he recalcado la naturaleza de disciplina figura era una ficción lógica que no se corres-
social que tiene la economía4 en cuanto que pondía con la complejidad de la naturaleza
estudia una dimensión de la acción humana, la humana, incluso aunque presentara caracterís-
que normalmente llamamos “racional”, singu- ticas que, una vez excluída toda pretensión de
aproximación global, pudieran ser recondu- Algunas disciplinas que estudian el compor- 7
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
lezca una sobre las demás (por ejemplo la reli- tantas otras formas de “excesos keynesianos”.
31
giosa sobre la económica, por parte de los reli- La pérdida de bienestar individual y social
giosos, o la económica sobre la religiosa, por que se deriva frecuentemente de estos com-
parte de los hombres “prácticos”, y a veces, de portamientos, no es valorada y percibida sólo
los propios economistas). en amplio sentido, cuando indicadores, como
La presencia simultánea de más dimensiones la inflación o el paro actúan como testigos del
o instancias, en ocasiones conflictivas, dentro deterioro, advirtiendo que hay algo que no
del comportamiento del hombre, se refleja en funciona en el mecanismo económico y social.
Winston Churchill afirmaba que la inflación es
las organizaciones sociales por medio de la
el síntoma de una enfermedad social, tesis que
normativa o de la simple práctica cotidiana. Ya
Milton Friedman, el maestro de la Escuela de
que están presentes en el tejido social, tanto la Chicago, podría incluso compartir; pero que,
pretensión de tratar al individuo como si por el contrario, prefiere individuar en una
tuviese una sola dimensión, como la de hacer tipología patológica de la autoridad que, para
prevalecer una dimensión sobre la otra, apa- simplificar, llamaremos “accesibilidad mone-
recen igualmente racionales y de una raciona- taria” (lo que no es otra cosa que la actitud o
lidad supuestamente llena de justicia, opciones tendencia política a crear demasiada moneda).
políticas, (normativas u operativas), que no Karl Marx fundaba sus análisis en la hipótesis
tienen en cuenta la dimensión económica o de que ya en el 1800 “un espectro se cernía
que la fuerzan a asumir posiciones no natu- sobre Europa”: el desempleo, que él veía
rales, (es decir, no de “mini-max”) como, por conectado con la inevitable caída estructural
ejemplo, la creación de puestos de trabajo de la tasa de beneficios y la consiguiente caída
improductivos, la prestación gratuita de ser- del capitalismo.
vicios sanitarios para todos, la ampliación de Preguntarse cuánto hay de racional, o sea,
las pensiones sin fundamento en una base con- de estrictamente pertinente al análisis eco-
tributiva o sin estar motivada por estados de nómico, en las valoraciones de Churchill y de
excesiva necesidad; el endeudamiento público Marx, y cuánto de lógica adecuada a otras dis-
sin límites en comparación con gastos ciplinas que estudian las distintas dimensiones
de la acción humana, contribuye a echar leña que debe impulsar la búsqueda de una com- 9
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
Uno de los frutos de la libre competencia es observa un aumento del desempleo y, por 13
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
conseguir mejorar la productividad en el uso tanto del área potencial de pobreza, con el
de los recursos. En Italia, la productividad del crecimiento de la productividad inducida por
31
sector expuesto a la competencia, que supone las innovaciones tecnológicas. Esto ha
escasamente un tercio del producto nacional sucedido en la agricultura durante el último
bruto, corresponde a seis veces la del sector siglo, en la industria en el último decenio y en
que no se encuentra expuesto. No es poco la época más reciente está pasando en el sector
fundado afirmar que este aumento rige el servicios. El problema fue detectado en los
caminar de la economía italiana, al igual que albores de la revolución industrial y dio vida a
el de otras economías6. un movimiento en contra de la maquinización
La idea de que entre la pobreza y la produc- denominado “luddismo”, por el nombre,
tividad exista una estrecha relación es bastante parece ser, del trabajador que en protesta, des-
difusa, en el sentido de que el área de la truyó su máquina con un golpe de martillo.
primera está acompañada de un bajo nivel de Ya que la tasa de crecimiento real, común-
la segunda. Las áreas pobres están general- mente medido según las variaciones del pro-
mente afectadas de una dualidad, o sea de la ducto bruto de un país, está en correlación
presencia de divergencias negativas en las positiva con la tasa de crecimiento de la pro-
tasas de crecimiento de la productividad res- ductividad7, y este último lo está con el grado
pecto a las áreas ricas. Comúnmente esta dua- de aceptación de las innovaciones tecnoló-
lidad está individuada en las divergencias de gicas, el problema de las relaciones entre
bienestar y de empleo, y no se tiene en cuenta pobreza y productividad debe ser objeto de un
que éstas tienen origen en las divergencias de análisis más atento y completo.
productividad; es, por lo tanto, sobre esta Los modelos explicativos de los modos de
variable sobre la que se debe incidir en los funcionamiento de las economías modernas,
casos de subdesarrollo. caracterizadas por una presencia relevante del
Como en todo problema económico, la gasto público y de las exportaciones, no
relación presenta características no unívocas difieren sustancialmente en la valoración del
cuando se amplía el número de las variables papel desarrollado por la productividad en el
tomadas en consideración; por ejemplo, se proceso de fijar la cantidad de bienes y ser-
Los resultados negativos de este modo de práctica en que los efectos de sus políticas se 15
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
ducción generaría un flujo de impuestos en del capitalismo y las nefastas consecuencias del 17
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
lencia del panadero, dice Smith, de la que dentes de las dificultades que se encontraron 22
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
debemos esperar cada día la cantidad de pan los planificadores de los países de régimen
que nos quite el hambre, sino de su interés por
31
comunista13. Sobre la base de la mera lógica
elaborarlo y venderlo a precios de mercado.
económica es posible suponer que se pueda
Puesto que el objetivo de esta referencia al calcular un sistema de precios que, mejor que
pasado es el de verificar qué atribución puede
el de los precios de mercado, garantice una efi-
provenir de la libre competencia en la puesta
en marcha de una estrategia de desarrollo que ciente distribución de los recursos y su plena
reduzca la pobreza, una grave manifestación utilización. Aún así, la complejidad de los cál-
de la injusticia social, el tema de la aversión de culos y las consecuencias naturales de una
principio al método competitivo en la gestión gestión política y burocrática de los precios en
de recursos no se trata aquí en toda su comple- función de objetivos fuera de una lógica de
jidad; el análisis se limita a evaluar si existe un
modo diverso del de mercado para determinar pleno empleo o de lucha contra la pobreza,
el precio justo, que hemos vuelto a definir dejan fuera de la actuación práctica los dictá-
como el precio que, garantizando la eficiente menes de la planificación.
gestión de los recursos, asegura el máximo de
productividad y, mediante esta vía, el máximo Soy consciente de que la tesis de la caída del
de desarrollo y empleo, así como el mínimo de socialismo real inducida por factores preferen-
pobreza. temente económicos tiene escasa aceptación
Los países de “planificación centralizada de en el mundo de la cultura, y más aún los
los recursos”, o comunistas, vieron una ambientes religiosos de signo católico, pero la
solución en la predeterminación de los precios considero un modo más de resolver la filosofía
a la carta. Precisamente sobre este aspecto del materialista contra sus propios propugnadores
método de gestión propuesto por el socialismo y también un sistema para poner de manifiesto
científico tras la revolución de octubre de
1917. La Escuela de Viena, aún más influyente qué habría pasado si la URSS hubiera tenido
en la formación del pensamiento económico, éxito en administrar la economía y el grado de
nos ha dejado significativos escritos prece- bienestar social.
solución del problema viene marcada correcta- real y no sobre el crecimiento de la población. 24
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
vidad estimulado por la introducción de decir, sobre su valor añadido, significa reducir
nuevas tecnologías sea mayor que el efecto el índice de crecimiento de productividad, con
31
reductor sobre el empleo determinado por las todas las consecuencias que la cadena lógica
mismas. desarrollada en el curso de esta exposición ha
puesto en evidencia.
Desde el punto de vista filosófico y político,
uno de los aspectos más difíciles de aceptar En el caso de la redistribución de la renta
con el fin de que la productividad genere su entre el capital y el trabajo, se ha subrayado la
entero potencial de variables, que contrasta exigencia de encontrar un equilibrio entre la
con la formación y perpetuación de los estados necesidad de dejar un beneficio de capital que
de pobreza, es el de la igualdad entre produc- incentive la inversión y la recepción de innova-
tividad y coste real del factor o, más en ciones tecnológicas que incentiven la producti-
general, de los “input” de producción utili- vidad, el desarrollo y el bienestar social; se
zados. Si el empresario, el trabajador o el necesita remunerar el trabajo en medida tal
Estado intervienen bloqueando o alternando que esto implique una demanda para el
de cualquier forma la tendencia racional de consumo que satisfaga la potencialidad de su
producir hasta el punto en el cual esta oferta ínsita en la configuración actual del
igualdad se determina o, por cualquier razón, capital productivo.
va más allá, el sistema distribuye ineficaz- En el caso de la distribución de la renta entre
mente los recursos y el área de pobreza el individuo y la colectividad, se ha insistido
potencial aumenta. Un corolario a esta regla sobre la necesidad de que el gasto público no
es que cada manipulación de la tasa de creci- desplace (“crow out”) al privado, y que el
miento de la productividad deducida de endeudamiento no desplace a las genera-
acuerdos negociados de las prestaciones de ciones futuras el peso del bienestar presente,
trabajo hace perder competitividad a la sumándolo a las injusticias propias de nuestra
empresa que los acepta y acrecienta potencial- época, que recaerán sobre nuestros hijos y
mente el área de pobreza. nietos.
Gravar con instancias de justicia distributiva En el caso de la distribución de la renta entre
sobre los modos de funcionamiento de este países se ha señalado que la cesión de recursos
en favor de las naciones pobres se encuentra insistido en que la exigencia de recurrir al con- 27
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
12 Esto está claro en la Historia disceptiva de 14 Esto está descrito con mayor detalle en la 31
CUADERNOS EMPRESA Y HUMANISMO Nº 56
avaricia (1428 0 1429) de Poggio Bracciolini, Quinta conversación del ya citado Il terzo capi-
está visto con una ironía inglesa en la Favola talismo e la societá aperta.
31
delle api, ossia vizi privati e pubbliche virtú de 15 En sus memorias, Guido Carli, durante
Bernardo de Mandeville (1714), y está encua- muchos lustros gobernador de la banca central
drado en una lógica económica rigurosa en la italiana, recomienda a los gobernantes que
Indagine sopra le cause della ricchezza delle produzcan sobre todo y en grandes cantidades
Nazioni (1776) de Adam Smith. un bien público específico: la confianza en el
13 Cfr. Ludwig von Mises, Socialism, futuro de un país. Cfr. Cinquant’ anni di vita
publicado en Jena en 1922 y traducido al ita- italiana, editado por Paolo Peluffo, Laterza,
liano por Garzanti en 1991. Milán-Bari, 1993, p. 245.