Si tienes la leve impresión de que algo va mal o si simplemente respondes a estos comportamientos, es momento de pararse a pensar y levantar una bandera roja de alerta. Das tu relación por sentada Una vez asumes que tu relación está más que establecida y que mereces el amor de tu pareja “porque sí”, es un buen momento para replantearse las cosas. Tenemos suerte de amar y ser amados y eso genera una zona de confort de la que cuesta trabajo salir. Sin embargo, el verdadero amor se sigue construyendo día a día y sin negligencias. Nunca des por sentado a nadie, si dejamos de “esforzarnos” no podemos sorprendernos si un día los vemos partir. Guardas secretos Por pequeños que sean, los secretos y mentiras crean distancia y sospecha en una pareja. Confiar en el otro y asumir nuestra vulnerabilidad frente a la pareja no es más que una forma de acercarnos y de generar lazos más fuertes. Esperas demasiado de tu pareja Si tu idea de relación perfecta es que tu pareja llene y satisfaga todos los espacios de tu vida, vas por muy mal camino. Si haces a tu pareja responsable de tu felicidad y de la plenitud con la que vives la vida es hora de pensar dos veces. Aunque es importante tener altos estándares y expectativas, no podemos depender de nuestra pareja para hacernos felices ni crear una relación de dependencia en la que pretendemos que toda nuestra felicidad gire alrededor del ser amado. No eres capaz de hablar abiertamente de su vida sexual Cuando una pareja no logra superar las barreras de la comunicación y de expresar sus deseos o frustraciones sexuales abiertamente, se están poniendo piedras en el camino de la plenitud. Nada mejor que la honestidad para abrirse a una mejor y más satisfactoria vida sexual, de lo contrario la frustración hará su mella en nuestra relación. Sientes envidia de su éxito profesional Cuando más que admiración empezamos a sentir celos, envidia o molestia por el los logros o brillo profesional de nuestra pareja, estamos inmersos en un círculo malsano que indudablemente lleva a sabotear la relación. Una relación sana es aquella en que ambos pueden celebrar genuinamente los éxitos del otro sin ponernos a nosotros mismos como referentes. ¡Cuidado! Te concentras más en sus defectos que en sus cualidades Si ya pasas más tiempo pensando en lo que te molesta de tu pareja que en lo que admiras y amas de ella, estás auto-saboteando tu relación desde lo más profundo. Si no vemos y manifestamos lo positivo en el otro, estamos condenados a ver crecer nuestra intolerancia y a sembrar la semilla del desprecio, el antónimo absoluto del amor sano. Por el contrario, existen una serie de hábitos positivos que hacen que las relaciones crezcan y que las parejas sean más felices. Aquí te dejamos un par de opciones para que pienses qué tanto los compartes: Los 6 hábitos de las parejas infelices ¡Cuidado! A veces no nos damos cuenta de lo mucho que estamos entrando en dinámicas malsanas para la relacion. ¿Qué hace que una relación funcione? Los expertos -y sus estudios en la materia que, valga mencionar, brotan como setas en Internet- hablan de actitudes y formas de entender la reciprocidad que ayudan a que dos personas perduren unidas en el tiempo a través de su amor mutuo. En contrapartida, no hay día en el que las estadísticas mundiales o regionales no reflejen la actual tendencia que caracteriza a los matrimonios (parejas formalizadas legalmente, pero parejas al fin y al cabo) contemporáneos: su escasa durabilidad y falta de visión del largo plazo. ¿Sabías que puedes estar auto-saboteando tu relación y no te has dado cuenta? Aquí te contamos cuáles son los síntomas a ver si te sientes identificada. Así pues, démosle la vuelta a la pregunta: ¿qué hace que una relación no funcione o que sus miembros se vuelvan infelices en ella? Según el siquiatra Kevin D. Arnold, existen seis hábitos de los miembros de las parejas que ponen en peligro las relaciones y su felicidad conjunta. 1. Falta de generosidad El amor se fundamenta en la capacidad de dar de forma altruista, sin esperar nada a cambio intencionalmente. Este argumento se sustenta en que los miembros de la relación presuponen al dar que el otro le corresponderá debido a la confianza que se ha gestado entre ambos y a la reciprocidad y reconocimiento que se profesan en sus acciones individuales positivas. Es un efecto casi inconsciente, es decir, está ahí, pero no se da pensando en ello. Las parejas infelices y egoístas dan para recibir algo a cambio de forma inmediata, no basado en una cuestión de demostración de amor hacia el otro. Si sientes que tu relación esta en problemas, ten en cuenta estas 10 cosas que podrán mejorarla instantáneamente a punta de cambios mínimos. Vale la pena intentarlo. 2. Querer cambiar al otro Las parejas no tienen por qué coincidir en todo. De hecho, lo normal es que no lo hagan. El éxito de una relación afectiva radica en la capacidad de los miembros de la misma de aprender a conocerse y respetar las divergencias que se dan entre ellos. Las parejas infelices se reconocen por la necesidad de sus miembros de hacer que el otro cambie y se amolde a las exigencias y formas de pensar de la otra parte. Te puedes estar preguntando si eres sexualmente incompatible con tu pareja. Si de verdad quieres saber averígualo aquí. 3. No dedicar tiempo a la pareja Amar a otra persona hace que uno quiera pasar el mayor tiempo posible a su lado. Las parejas felices protegen ese espacio común y se sacrifican para, a pesar de las contrariedades de la vida o el ritmo frenético del día a día, puedan seguir gozando de esos momentos de intimidad. En cambio, aquellas que no apuestan por compartir y hacer sacrificios por estar a solas con el otro miembro, provocan que cada vez estar juntos se haga más complicado por la falta de sintonía. ¿Sabías que existen ciertas cosas de tu relación que es mejor no contarle a nadie? Aquí te contamos cuáles son y porque es mejor no hablar de eso con otros. 4. El rencor Las discusiones deben ser el escenario idóneo para que las parejas se encuentren ante la adversidad y aprendan de los errores. Hay que tener la predisposición de resolver los conflictos y reparar el daño cometido. Las parejas infelices convierten las divergencias en excusas para ser vengativos y rencoroso con el otro miembro. Cada pelea se convierte en una oportunidad para tomar la revancha y atacar con más fuerza al adversario. 5. Egoísmo En una relación amorosa es importante la consulta, compartir las decisiones que, al fin y al cabo, repercutirán en el día a día de la pareja y en su devenir futuro. Las personas que se quieren y buscan la felicidad conjunta, comparten y se potencian mutuamente. En cambio, las parejas infelices, apuestan por fomentar su mundo independiente y personal por encima del común e imponen sus decisiones y sus sueños a los del otro miembro. Te has preguntado alguna vez si podrías tener una relación abierta? Solo por curiosidad, aquí te dejamos la verdad sobre estas: qué son, cómo tenerlas y hasta que punto pueden funcionar o no. 6. Hacer sentir culpable al otro Preocuparse por la pareja, mirar por sus necesidades son actitudes que caracterizan a las parejas felices. Las que acaban por volverse infelices pasan por encima de los deseos del otro y fomentan su culpabilidad para salirse con la suya a como dé lugar. Vale la pena conocer las cosas de las que más trabajo nos cuesta hablar a las mujeres y de cuáles a los hombres. Aquí te las dejamos todas para que entiendas nuestras diferencias. ¡Pero no todo es negativo! También existen hábitos que comparten día día las parejas felices que aquí te dejamos para que reflexiones en positivo. Ah y por cierto, también existen ciertos hábitos sexuales que comparten las parejas felices y que aquí te dejamos para que examines en qué punto te encuentras.