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Universitas Humanística

ISSN: 0120-4807
revistascientificasjaveriana@gmail.com
Pontificia Universidad Javeriana
Colombia

Libertad Suárez, Mariana


Identidades y contraidentidades en la Legión Extrangera, de Clarice Lispector
Universitas Humanística, vol. XXXI, núm. 58, 2004, pp. 61-71
Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=79105805

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U N I V E R S I TA S AÑO XXXI N° 58
HUMANISTICA

60 Identidades y contraidentidades en la legión extranjera, de Clarice Lispector (pp.60-71)


AÑO XXXI N° 58 U N I V E R S I TA S

HUMANISTICA

Preferiría no ser(lo)
IDENTIDADES Y CONTRAIDENTIDADES
EN LA LEGIÓN EXTRANJERA, DE
CLARICE LISPECTOR
Mariana Libertad Suárez
Universidad Simón Bolívar

PALABRAS CLAVE

Autoescritura, identidad, centro/periferia, Clarice Lispector, nomadismo

RESUMEN

Dado el carácter emergente de la subjetividad que el extremo de la negación, dentro de los mapas que
encarnaba Lispector –una mujer escritora, apátrida, de perfilaban las naciones latinoamericanas nacientes.
origen desconocido y sin ningún elemento identitario
claro- y la topicalización recurrente de la rareza y de la Asimismo, proponemos una lectura en torno a La legión
extranjería dentro de sus ficciones, cabe preguntarse extranjera, y su diálogo con el posicionamiento político
cuáles son las tretas que le permitieron a esta escritora de la autora que supone el reconocimiento de la
su inscripción dentro de su máquina cultural, su arbitrariedad de los elementos identificadores, la
coexistencia con los discursos canónicos y la posibilidad permanencia elegida en los espacios periféricos y la
de enunciar y referir subjetividades marginadas, hasta resistencia a perfilarse como sujeto concluido.

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HUMANISTICA
KEY WORDS

Center/periphery, identity, selfwriting, Clarice Lispector, nomadism.

ABSTRACT

Considering the emergent character of the subjectivity the end of the denial, inside the maps that were outlining
that Lispector there was personifying - a woman writer, the Latin-American nascent nations.
stateless, of unknown origin and without clear identity’s
elements- and the recurrent appellant of the rarity and of Likewise, we propose a reading about La legión
the alien quality of her fiction, it is possible to reflect extranjera, and its dialogue with the political positioning
around the strategies that allowed her inscription to this of the authoress who supposes the recognition of the
woman writer inside her cultural machine, her coexistence arbitrariness of the identifying elements, the permanency
with the canonical speeches and the possibility of chosen in the peripheral spaces and the resistance to
enunciating and recounting isolated subjectivities, up to be outlined as concluded subject.

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E l misterioso caso
de la flor de lis.
brasilera, pues llegó a Recife a los dos
meses de edad y vivió ahí hasta los
inscribir(se) una gama inagotable de
sujetos periféricos, en su literatura, entes
nueve años, que cuando se marchó a al límite de la desaparición en los mapas
É um nome latino, né, eu Río comenzó a trabajar como profesora nacionales de la recientemente
preguntei para o meu pai desde particular de portugués y que pertenecía re-fundada República del Brasil.
quando havia Lispector na a una familia muy pobre, de origen
Ucrania. Ele disse que há judío. Tal vez por eso mismo, Clarice se ve en
generaçaes anteriores. Eu suponho la necesidad de reiterar constantemente
que o nome for rolando, rolado, Esta insistencia casi mecánica sobre su irresponsabilidad existencial, al
perdendo algumas sílabas e se ciertos y determinados datos de la vida tiempo que emite juicios sobre muchos
transformando nessa coisa que de Lispector -además de resultar de los temas que preocupaban al canon
parece “LIS NO PEITO”, em latim: altamente sospechosa- puede ser cultural latinoamericano de mediados
flor de lis. entendida como un gesto desesperado de del siglo XX, tales como: los límites de la
(Clarice Lispector. Um enigma) encontrar “un lugar identitario real” nación, la identidad o la organización
para la autora. A pesar de ello, la crítica social de los ciudadanos. En su
El nombre de Clarice Lispector –un lirio académica –a la que el amparo participación en el espacio público, esta
en el pecho, según sus propias institucional no hace menos escritora también se vale de algunos
elucubraciones filológicas- lleva consigo detectivesca– ha tendido a multiplicar y recursos para justificar sus licencias,
una puesta en escena, una innegable ramificar la aparente certeza sobre el día entre los más frecuentes están el uso de
propuesta de seducción y, cuando y el lugar de nacimiento de Clarice. la escritura ficcional como espacio para
menos, un desplazamiento. La pregunta César Aira, por ejemplo, en busca de la reflexión teórica, los silencios
“¿qué o qué cosa es Clarice Lispector?”, otras verdades sobre lo orígenes de prolongados en las entrevistas o ese
que ha ocupado a la crítica y a la Lispector, sugiere que nació en el año “extraño acento” por demás
historia de la literatura brasilera 1915, dato que no tendría ninguna desconcertante con el que pronuncia sus
recurrentemente, es tal vez la mejor importancia si no llevara consigo la escasas palabras.
demostración de ello. También caída de dos grandes mitos en torno a la
constituyen evidencias muy locuaces figura de la autora: su precocidad y su Esta particular manera de
algunas semblanzas publicadas en la llegada a América Latina antes de la pronunciar(se), y las contradicciones
prensa, tales como “Clarice Lispector. adquisición de la lengua. que acarrea al compararla con su
Um enigma” (1976) donde no sólo biografía, ha provocado también una
aparece un subtítulo que anuncia el Asimismo, la ambigüedad que serie de teorías entre los críticos que
proceso de búsqueda del sentido oculto acompaña la mayoría de las abordan la figura de Lispector. Pues si
de la escritora, sino que además, al declaraciones de la autora en torno a llegara a ser cierto que, tal y como
primer apartado se le da el nombre de estas dos creencias –aunada a lo no afirman algunos estudiosos de esta
“Um Objeto Não Identificado Das Letras dicho, desmentido o refutado al autora, Clarice nació en el año 20 y
Brasileiras”, antecedido de una respecto– develan una de las tantas difícilmente podía haber adquirido como
referencia a ciertas palabras de la estrategias empleadas por Lispector para primera lengua cualquier idioma que
autora: “Tenho várias caras. Uma é escribir(se) desde una perspectiva otra. no fuera el portugués, dado que su
quase bonita, outra é quase feia. Som Con la fachada de irresponsabilidad que llegada a Brasil se debía haber
um o quê? Um quase tudo?”. le permiten –además de otra serie de producido antes de contar con tres meses
gestos que atraviesan su obra– la de edad; no obstante, aún quienes
Tras esta cita, cuya intención manifiesta juventud, la extranjería
1
y, sobre todo, la refrendan la idea de la niña-genio
es presentar las interrogantes que decretada ignorancia Lispector logra afirman casi consensualmente que la
originaron la escritura de la semblanza primera lengua de la escritora debió ser
y la labor de rastreo que llevó consigo, se 1 o bien el yiddish o bien el ruso, hecho
En su ensayo sobre Sor Juana Inés de la
parafrasean unas palabras Cruz, Josefina Ludmer extiende esta tendencia
que llevó a Lispector a “forzar” su
introductorias que –al menos en las a la negación a “los débiles” que emprenden escritura al brasilero.
notas biográficas y los comentarios un proceso de inscripción dentro de la
críticos aparecidos en publicaciones máquina cultural. Específicamente propone: Ahora bien, el desconcierto sobre el
periódicas– sirve con frecuencia de Saber y decir, demuestra Juana, lugar identitario que correspondería a la
acceso oficial a la vida de Lispector. Se constituyen campos enfrentados para una autora se intensifica, porque Lispector se
afirma, entonces y una vez más, que: mujer, toda simultaneidad de esas dos niega a dar una explicación racional al
Clarice nació en Tchelchenik-Ucrania, acciones acarrea resistencia y castigo origen de esa manera otra de hablar el
en 1920, aunque en realidad era (Ludmer, 1984: 48) portugués. Con su silencio al respecto,

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Lispector logra cubrir con un velo de hacer de la identidad nacional de


misterio su pertenencia a alguna Clarice un constructo inestable ajeno al
nación. En la entrevista realizada por espacio de la ley y, por tanto, de la
María Esther Gillio, un año antes de la legitimidad pero, dada su inocencia
muerte de la autora, se dice: frente al hecho y su no elección de la
manera de hablar, se le permite a esta
G: -Usted es rusa. escritora, no sólo la presencia dentro de
L: - Nací en Ucrania, llegué a Brasil las letras brasileras, sino además, la re-
cuando tenía dos meses. creación de uno de los temas centrales
G: - Estaba pensando en su acento, en de las fábulas de identidad: la disputa
las erres. Son muy extrañas. ¿Le entre habla culta/ habla vulgar.
viene del ruso? Aunque parecen
francesas. Esta dicotomía referida de manera
L:- Simplemente tengo frenillo. Podría directa e indirecta por los modernistas
solucionarlo con una operación brasileros contemporáneos de Lispector,
bastante simple, pero tengo miedo. es desplazada por esta autora a los
Por otra parte, mis erres no me límites del discurso, espacio donde
molestan; vivo con ellas desde que logrará trastocarla. A su manera otra de
nací (Gillio, 2002) hablar el portugués –cedida por
extensión a los personajes que aparecen
Las afirmaciones de la escritora pueden en sus cuentos– Lispector opondrá el
resultar muy interesantes, sobre todo, si habla “popular” o “vulgar” y, con ello,
se tienen en cuenta dos cosas. En primer situará lo que antes se había entendido
lugar, ella dice poder “solucionar” su como un problema que debía ser
manera de pronunciar las erres, con lo solucionado, en el lugar de la norma,
cual asume frente a la entrevistadora para erigir progresivamente la
que la misma constituye un vulgaridad como un modelo
“problema”; no obstante, casi de a seguir.
inmediato asevera que no lo solucionará
porque –por una parte– le da miedo y, A partir de esta autorrepresentación y del
por la otra, lo lleva consigo desde que diálogo que establece entre la misma y
nació. A partir de aquí podrían las ficciones de esta autora, Lispector
desprenderse varias deducciones: al construirá una imagen particular del
llevarlas consigo de manera involuntaria inmigrante, opuesta por completo a la
y desde su nacimiento, las erres – que poblaba los imaginarios
además de un problema, para el otro, socioculturales modernistas de los años
nunca para sí misma- constituyen una cincuenta. En la escritura de esta
marca identitaria, por ello, es lógico el autora, el forastero no será el letrado que
temor a perderlas, a someterse a una educa y modifica el habla de los nativos,
operación que las elimine y, al tiempo, sino un apátrida que debe aprender a
la obligue a abandonar su lugar de hablar como los que –por su manera
anomalía. Por otra parte, la despreocupada de hablar un idioma- sin
pronunciación portuguesa de las erres duda pertenecen a algún lugar. La
rompería la dimensión performativa que indeterminación del espacio originario
lleva consigo el habla de Lispector y, en de los inmigrantes que aparecen
lugar de parecer una escritora brasilera, representados en las ficciones de
esta autora correría el peligro de Lispector, junto a la negación de alguna
comenzar a serlo, aun cuando la topología posible de arraigo para sí
extraña pronunciación no sea el único misma, trae como consecuencia la
elemento que pone en duda su imposibilidad de pensar en una “lengua
“verdadera” nacionalidad. materna” tanto de la creadora como de
sus personajes, circunstancia que
En otras palabras, tanto la presencia de convierte en obvia la arbitrariedad de la
las “erres” como su corrección, debían idea de nación.

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Por eso, se hace posible que con esa medio de su escritura, e interpela por
extraña manera de hablar se pronuncie medio de su imagen para que el Otro la
insistentemente la afirmación: “soy nombre.
brasilera” acompañada de comentarios
marginales como “nací en fuga” o “soy De alguna manera, las fotografías, la
un casi todo”. Este tipo de sentencias pose y la mirada al vacío recuerdan la
dichas con las erres inexplicables y a ausencia de un cuerpo, niegan la
través de un rostro claramente ajeno al presencia de la escritora y su
sujeto ideal brasilero, dejan clara la sustancialidad, gesto que al entrar en
postura nomádica de Lispector, quien diálogo con ciertas propuestas teóricas
por medio de su nacimiento en un no insertas en las ficciones de Lispector,
lugar hace que cada clasificación donde adquieren también un aire enigmático
se la quiera encasillar –como su cuyo desenlace se resume en un nuevo
verdadera nacionalidad, su verdadera esfuerzo explicativo del lector/espectador.
religión o su verdadera condición De aquí que resultara casi imposible a
socioeconómica- se convierta en un los críticos hablar de la escritura sin
procedimiento sin fundamento lógico o enmarcar a la escritora, igualmente
natural alguno y, por demás, elegible. inquietante y con un sentido
fragmentario que pide a gritos ser
Clarice Lispector no tiene lugar de completado.
nacimiento, ni edad precisa, ni un
acento que la ubique geográficamente, Pero en tanto que las palabras resultan
aún más, al momento de ser insuficientes para enfrentar el rostro
fotografiada pone en duda la existencia vacío de Lispector, la autora reflexiona
de su cuerpo. Al menos en las fotografías en sus ficciones. Por ejemplo, a través
que acompañan sus textos y en sus del narrador de su novela La hora de la
retratos más conocidos, la autora estrella, Lispector asegura: “Suponho
aparece en planos medios o cerrados y que me entender na o é uma questa o de
cuando, eventualmente, alguna inteligencia e sim de sentir, de entrar em
fotografía alcanza la dimensión de busto contato. Ou toca, ou na o toca” (En:
o de plano americano, Lispector desvía Porto, 1976:4) Es decir, el acceso a lo
la mirada hacia su máquina, hacia un que es o no Clarice Lispector sólo puede
objeto fuera del encuadre o hacia el venir dado por la experiencia de
infinito. En otras palabras, las piernas de compartir sensaciones.
la autora –o sea, su soporte en la tierra-
al igual que su fecha y su lugar de En otras palabras, Clarice Lispector, esa
nacimiento, quedan para las pose que llega al extremo de la falsedad,
especulaciones del espectador. ese acento atópico, esa mirada a un no
lugar, ese elemento objetivizado, no es
La pose –al igual que otros signos susceptible de ser entendido a través de
visuales, conscientemente elaborados por la lógica y la razón, entre otras cosas,
la autora– es un recurso fundamental porque la duda de haber nacido en
para su autoescritura. Tal vez por eso, fuga, de decidir ser brasilera y conservar
declara “Felizmente nasci mulher. E el rostro y el acento propio de una
vaidosa. Prefiro que saia un bom rerato europea, la sustitución del cuerpo por la
me no jornal do que os elogios”. Pues -a imagen, irregularizan y sabotean
pesar del aparente narcisismo contenido cualquier intento de sistematización de
en esta afirmación, y en la publicación su vida.
reiterativa de sus fotografías– poner “a
la vista de todos” su imagen, es una de Directa o indirectamente, la propuesta
las estrategias para la objetivación, que recuerda la creación de cuerpos
desemboca en la creación de una serie máquina (Foucault, 1999)
de discursos por parte de los fundamentada en la fragmentación. Ese
lectores/espectadores. Lispector dice, por proceso donde la partición del cuerpo

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ayuda a un desarrollo parcial y críticos, se evidencia que al estar frente a negación. Lispector no niega su gusto
progresivo de cada segmento, para Lispector, ellos dicen sobre ella. por el pronunciamiento, sino que afirma
desembocar en la doma, domesticación su preferencia por el no cuerpo, la no
y dominación del conjunto, que trae G: -Vuelvo, entonces, a su necesidad o nación y la no habla.
como resultado final una máquina al vocación de dar amor...Su lejanía,
servicio de determinada ideología. Sin su natural misterio dificultan La legión mutante
duda alguna, este procedimiento podría seguramente esa posibilidad. La
ser evitado si el cuerpo se resistiera a ser mayor parte de lo que escribe es La profunda ironía que lleva a Lispector
entendido como la unión de unas para élites, ¿no cree? a entregar una fachada de sí, a utilizar
partes, pero también –como es el caso de L: - Ya no. Durante mucho tiempo una máscara conveniente a través de la
Lispector- si se hace otro uso de la escribí para pocas personas. cual per-sonar para los distintos oyentes
segmentación. Últimamente soy cada vez más queda en evidencia no sólo en sus
popular. Creo que estoy de moda. afirmaciones de/sobre sí misma, sino
En su proceso de escritura, Clarice Hay gente que me imita. además, en sus textos de ficción. En el
también se autodisecciona, pero al G: -¿Mujeres? caso particular de La legión extranjera
hacerlo convierte su cuerpo en un L: -¿Por qué mujeres? (1964), la puesta en escena de la
elemento indómito e indomable, pues G: -Su literatura es esencialmente condición foránea funciona como
muchos de los fragmentos –de la femenina. Pensaba que sobre todo cimiento de la subjetividad de los
cintura hasta los pies, en la mayoría de las mujeres se sentirían inclinadas personajes, lo que –al igual que ocurre
las ocasiones- escapan de la fotografía, a imitarlas con el resto de las ficciones de Lispector–
lo que le da una condición aún más L:- Usted cree que mis libros no podía permite el diálogo con todos los
aérea e insustancial al rostro. Es decir, la haberlos escrito un hombre. procedimientos que usa la autora para
autora, no sólo hace de sí una G:- Como los de Emily Brönte o construirse.
construcción imaginaria, sino que Carson Mc Cullers o Katherine
además se vale del montaje, de la Mansfield. Podría pensarse en una escritura
disección que igualmente padecería y de L:- Yo también creo eso (Gillio, 2002: dramática que le ofrece a la autora –y,
la selección de sólo una parte a la vez 4) en consecuencia, a quienes se sitúen
del cuerpo roto, para cuestionar los junto a ella en la periferia– la
fundamentos de la representación bajo posibilidad de devenir a través del texto,
los cuales se le quiere Lispector construirá una imagen lo que convierte la palabra ajena en
enmarcar. propia y abre posibilidades de
particular del inmigrante, opuesta desplazamiento tanto en el espacio
Lo más llamativo de este proceso radica por completo a la que poblaba los físico, como en el identitario (Deleuze y
en la exageración de las uniones del imaginarios socioculturales Guattari, 2000). Todas las historias
montaje, en la sobreteatralidad de las modernistas de los años contenidas en este libro de cuentos giran
caras sin cuerpo de la autora, que en torno a personajes excéntricos, dichos
permiten ver desde sus fisuras la nada
cincuenta. por una voz externa. Ninguno
que hay detrás del rostro, que se de ellos se traslada hacia lugar alguno
complementa con un correlato de su de manera voluntaria, tampoco parece
propia construcción imaginaria: la En este trabajo en particular, una de las buscar nada, a no ser la serie de
timidez y los –también referidos hasta cosas más significativas radica en que - movimientos y giros que
la saciedad- silencios de Lispector. al momento de despedirse– cuando desencadena a su alrededor.
Lispector nota que la periodista se
Basta pensar en algunas semblanzas y marcha sin nada que escribir, le hace Aún más, al hablar de ellos, las voces
entrevistas como Nacida en fuga, de entrega de un documento donde el Yo de que construyen estos textos –y en
Adriana Astutti; La mujer a la que no Renato Carneiro Gómez la ha ocasiones, la no voz de la misma
le gustaba hablar, de María Esther construido: “No olvide llevar el libro que Lispector– renuncian a cualquier
Gillio; o el artículo de Vicente Clua, le di, allí encontrará el material para su posibilidad narrativa, pues ante la
titulado Clarice Lispector, la palabra nota”, finalmente añade: “Discúlpeme. elección de sujetos literarios que no
rigurosa, donde la única afirmación No me gusta hablar” (En: Gillio, viajan, no permanecen en el lugar que
terminante de la autora consiste en que 2002:5). Aseveración que unida a “sólo les ha sido asignado, no dicen, no
su manera de comunicación ideal no es la mudez me hace compañía” (En: permiten que se diga sobre ellos, no
la palabra. Al contrario, en cada una de Clua, 2002:1) remite casi de manera recuerdan y no quieren ser recordados,
las interacciones recreadas por los inmediata su preferencia por la escritura confiesa –de manera más que

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explícita–
2
que en su marco no quienes los rodean y, a pesar de ello, la abuela de Almira, doña
narrará . deciden y logran pertenecer a un Altamiranda, había sido una
espacio-tiempo completamente alejado mujer muy rara. Nadie se acordó
Tanto Ophelia, la protagonista del al que naturalmente se le quiso asignar. de que los elefantes, de acuerdo con
cuento que da título al libro; como los estudiosos del asunto, son
Lissette, la monita protagonista de criaturas extremadamente
“Macacos”; o Almira, la mujer-elefanta sensibles, incluso en las gruesas
de “La solución” pueden ser definidas Clarice Lispector no tiene lugar de patas (En: Lispector, 2001: 211-213)
como personajes foráneos, cuya llegada nacimiento, ni edad precisa, ni
a un espacio ajeno fue inevitable y, un acento que la ubique Otro ejemplo lo constituye Muchachita,
probablemente, irreversible. La presencia geográficamente, aún más, al la anciana protagonista de “Viaje a
de cada uno de estos constructos causa Petrópolis”:
un gran desconcierto y –contrariamente
momento de ser fotografiada pone
a lo que ocurre en la narrativa en duda la existencia de su Era una vieja flaquita que, dulce y
tradicional– aunque no ejecuten cuerpo. obstinada, no parecía comprender
acciones, ante su inadecuación en que estaba sola en el mundo. Los
ciertos y determinados espacios, logran ojos lagrimeaban siempre, las
desatar un discurso. Pero lo más irónico está en que este manos reposaban sobre el vestido
grupo de extranjeros que decide no tener negro y opaco, viejo documento de
En una apuesta por el desconcierto, en cuenta su rareza, en lugar de parecer su vida (...) el cuerpo era pequeño,
Lispector agrupa estas subjetividades una legión –pues llegan sin oscuro, aunque ella hubiera sido
bajo el apelativo de “legión extranjera”, armamentos, voluntad de lucha, ni alta y clara (En: Lispector, 2001:
expresión comúnmente empleada para frente de batalla– lucen como 203)
designar a aquellos soldados que se participantes de un espectáculo circense
enrolan voluntariamente en un ejército de la antigua Roma. Obviamente, por su Dos rasgos comunes a esta gama de
que no pertenece a su país, es decir, esta extrapolación geográfica y temporal, personajes resultan particularmente
expresión es usada –en su sentido lejos de ocasionar risa o divertimento, llamativos, aún más si se asume esta
originario– para referir a un grupo de causan un enorme desconcierto, una escritura como un proceso de
hombres que decide de manera confesa estupefacción que desvía el autoedificación de la autora: por una
espontánea defender un frente que no es discurso prescriptivo. Basta pensar en la parte, la inconciencia de los personajes
naturalmente propio, vestir el uniforme presentación de algunos de los acerca de sí mismos y de su rareza; por
y ondear una bandera extranjera por personajes principales de estas historias. la otra, la nulidad de cualquier intento
una decisión política o ética, y nunca Por ejemplo, en “Los desastres de Sofía”, de reducción de los mismos a través de
porque corresponda a su lugar, fecha o al hablar del maestro la voz narrativa la exclusión, la reclusión o la omisión.
momento de nacimiento. afirma: En otras palabras, dentro de estas
historias, la rareza se asume como el
Por ello, se puede asumir que desde el El maestro era gordo, grande y comienzo de una forma de subjetividad
título, Lispector intenta por medio de silencioso, de hombros contraídos. alternativa que –casi de manera
estos cuentos subvertir el sentido de las En lugar de nudo en la garganta, obligada– afecta el lenguaje y desplaza
semejanzas. Ni ella, como sujeto social, tenía hombros contraídos. Usaba no sólo los cuerpos sino también las
ni ninguno de los sujetos literarios que saco demasiado corto, anteojos sin lenguas.
circulan por La legión extranjera aro, con un hilo de oro montado
gozan de una identidad nacional sobre la nariz gruesa y romana. Y En estos cuentos, el extranjero
basada en la similitud. No se parecen a yo me sentía atraída por él. No integrante de esta legión hace público su
amor, sino atraída por su silencio desarraigo existencial y anuncia su
2 (En: Lispector, 2001: 153) permanencia eterna en un “afuera”, tan
No sería demasiado aventurado relacionar a distante al mundo de los sujetos cerrados
los extranjeros que habitan esta legión con el y los “yoes” establecidos que acaba por
grupo de los escribas de la negación referidos También se evidencia cuando se refiere a
la mujer protagonista del cuento “La animalizar a quienes en él habiten. De
por José Luis Pardo, en “Bartleby o de la
solución”: hecho, el empleo como sinónimos de los
Humanidad” (2000). Con la diferencia de que
en estas historias, los “apóstoles” no
términos: extranjero, desarraigado y
reproducen la escritura, sino el silencio de Se llamaba Almira y había animal, es otra de las pocas recurrencias
Lispector que surte un efecto igualmente engordado demasiado (...) Otras, de todos los textos. La relación que se
desconcertante. amigas de la familia, contaron que establece entre estos tres términos más

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allá de la sinonimia, se sustenta en un una rebelión involuntaria” (Lispector, pelirroja carne


profundo sentimiento de tristeza capaz 2001: 201), y luego pasa a contar que (Lispector, 2001: 202)
de desestabilizar a cualquier sujeto la única posibilidad de comunicación
abierto al contagio. para esta mujer, estuvo en el Este momento de la historia resulta
intercambio con un perro cuyo pelaje indispensable para evaluar las palabras
Por ejemplo, cuando al hablar de era del mismo color. La distancia posteriores del narrador con respecto a la
Lissette, la monita que protagoniza el conceptual que supone el encuentro relación perro-mujer que –sólo en
cuento “Macacos”, la voz narrativa animal/persona queda anulada por apariencia- acaba con una triste
afirma: “Tenía falda, aretes, collar y completo por la condición de extrañeza despedida, pues –si bien es cierto que la
pulsera de bahiaza. Y un aire de de ambos personajes, asimismo, el voz narrativa asegura que el perro se
inmigrante que aún desembarca con el diálogo entre ellos resulta absolutamente marchó sin volver la mirada ni una
traje típico de su tierra”, luego añade: intraducible –al igual que los silencios vez– ya ha sido confesada la
de la autora– para las personas, incapacidad de los no pelirrojos para
Al tercer día estábamos en el patio animales y cosas que tienen el cabello comprender su interacción, por
de servicio admirando a Lissette y no rojo: consiguiente, queda abierta la
de qué modo era nuestra. “Un poco explicación de lo que ocurrió entre ellos,
demasiado suave”, pensé con ¿Qué fue lo que se dijeron? No se y ninguna afirmación puede ser definida
nostalgia de mi gorila. Y de repente sabe. Tan solo se sabe que se como terminante.
mi corazón fue respondiendo con comunicaron rápidamente, porque
mucha dureza: “Pero eso no es no había tiempo. Se sabe también La relación que establecen los sujetos
dulzura. Esto es muerte” (...) que sin hablar se pedían. Se pedían periféricos, al margen de un discurso
“Lissette se está muriendo” con urgencia, intrigados, que ni manejan, ni les pertenece hace
(Lispector, 2001: 188) sorprendidos. que –de alguna manera– la voz
En medio de tanta vaga narrativa pierda su capacidad de
También es sorprendente el cuento imposibilidad y de tanto sol, allí organización, clasificación y análisis. Es
“Tentación”, donde se presenta al estaba la solución para la chica decir, los extranjeros, pelirrojos,
personaje principal afirmando con pelirroja. Y en medio de tantas animales y nostálgicos de la legión, se
respecto a la protagonista: “Tenía hipo. calles para ser trotadas, de tantos sitúan al margen de los imaginarios
Y como si no bastara la claridad de las perros más grandes, de tantos sociales o culturales y, por ello,
dos de la tarde, era pelirroja” (...) “En desagües secos, allá estaba una escapan de los límites de lo
una tierra de morenos, ser pelirrojo era chica, como si fuera carne de su comunicable.
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A esto se suma que los excéntricos innatos, irreductibles e inevitables. La entre su discurso, su apariencia y su
insertos dentro de estas ficciones, al reflexión más directa de Lispector, dentro conducta. Esto, además de provocar un
igual que la autora del libro, no hablan. de esta ficción, está tal vez en el cuento desconcierto generalizado, devela el
Por esa tristeza inexplicable y ancestral “El mensaje”, donde la voz narrativa posicionamiento de la autora frente a los
que los define, hacen del silencio su afirma: discursos homogenizadores.
morada, se niegan a integrarse en
ninguna categoría y dejan al descubierto Ambos tenían, en verdad, Por otra parte, este gesto hace de la
su sensación de pérdida. Sin duda, esta repugnancia por la mayoría de las propia Clarice Lispector un ser extraño
rebeldía de los personajes sin nombre palabras, lo que distaba de dentro del canon cultural de su época
–pero con cola, aretes extraños, facilitarles una comunicación, ya pues –en lugar de desarrollar uno de los
sobrepeso o un color otro de piel o que ellos no habían inventado tantos Relatos de la Patria o cualquier
cabello– contiene una serie de atributos palabras mejores: se desentendían otra obra fundacional de la América
en sí, que Lispector asigna en más de constantemente, obstinados rivales Latina de los años cincuenta se dedica a
una ocasión a la condición de (...) También les parecía que los romper cualquier posibilidad de mapeo
extranjería/tristeza/animalidad. otros querían cazarlos no para el nacional que niegue la existencia de los
sexo, sino para la normalidad. (En: márgenes o los condene a desaparecer.
Por ejemplo, en el caso de la Lispector, 2001:177) Al ejecutar ese movimiento
protagonista de “Tentación” –ni contraimaginario, Lispector pone en
siquiera por su falta de nombre– le El confeso rechazo de los personajes evidencia las tensiones contenidas en el
permite permanecer en el anonimato, al por la armonía basada en las canon estético dominante para el
igual que el no decir de la autora, la relaciones de similitud y su gusto por la momento de su escritura y, así, abre
anomalía le aporta una visibilidad al construcción identitaria a partir de los lugar para el nomadismo y la fuga.
personaje que ni la falta de un malentendidos, refuerzan su condición
significante primero es capaz de detener. de extranjería. Siempre son necesarias Al resistirse a hablar, tanto la autora
Además, sus elemento de rareza –el aclaratorias acerca de ellos mismos, como estos personajes se edifican como
color del cabello, en el caso del puesto que buena parte de las ahistóricos, y –con este movimiento-
personaje, y las extrañas erres, en el de confusiones en torno a su identidad son hacen obvio el carácter puramente
la autora- no son rasgos elegidos, sino causadas por inestabilidades constantes simbólico de los recuerdos, por

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extensión, del pasado y de cualquier protagonista confesará, sino que La verdad es que sólo en abstracto me
posibilidad de narración de una historia. además, se constituye como la había quejado de las cucarachas, que
Dejan claro entonces, que no puede insinuación de que narrar(se) por ni mías eran: pertenecían a la planta
haber nación sin discurso y, por eso medio de esta historia –que tiene tantos baja y escalaban las cañerías de los
mismo, el texto se atraviesa con cierto nombres como posiciones subjetivas la edificios hasta nuestro hogar. Sólo a la
aire de angustia inevitablemente enuncien–4 explicita la discursivización hora de preparar la mezcla fue
convertido en una no narración. de lo real como única posibilidad de cuando se volvieron también mías
existencia subjetiva. (...)Un vago rencor me había
Probablemente, el cuento más expresivo invadido, un sentido de ultraje. De día
a este respecto sea “La quinta historia”, las cucarachas eran invisibles y nadie
donde se intenta presentar una anécdota3 creía en el mal secreto que roía una
tan cotidiana en el discurso modernista En La legión extranjera
extranjera,, la casa tan tranquila. (Lispector, 2001:
como lo es el encuentro con la otredad, puesta en escena de la condición 221)
pero que acaba con un gesto foránea funciona como cimiento
desconcertante: la incapacidad del sujeto La amenaza del otro generalizado se
para tejer un discurso de regulación, de la subjetividad de los diluye en esta historia con la sola
exclusión o –lo que es aún más grave- personajes, lo que permite el mención de su encuentro –frente a
la imposibilidad de guardar silencio diálogo con todos los frente– con el sujeto. La primera visión
frente a lo que se ve. La narradora de procedimientos que usa la autora recíproca permite que la protagonista se
este cuento comienza afirmando: desarticule y busque aquello que tiene
para construirse. reprimido “demasiado hacia dentro” de
Esta historia podría llamarse “las sí, la angustia resultante la lleva a
estatuas”. Otro nombre posible es construir asideros desesperadamente y,
“El asesinato”. Y también “Como Asimismo, la imposibilidad de narrar el por ello, acaba por sobrerracionalizar su
matar cucarachas”. Entonces, haré encuentro de la protagonista con las historia, hasta darle formato de discurso
por lo menos tres historias cucarachas, –o, lo que es lo mismo, del académico: “Leibniz y la trascendencia
verdaderas, porque ninguna de sujeto con el otro– enmarcada en ese del amor en la Polinesia”.
ellas desmiente la otra. Aunque gesto de violencia que su propia voz
una sola serían mil y una, si me califica de “asesinato”, alude de manera La inclusión de la palabra amor dentro
dieran mil y una noches. (Lispector, más que directa a las ficciones del título de la última historia –tal vez la
2001: 221) modernistas, regionalistas y criollistas, única que le permite a la protagonista
para dejar al descubierto la insuficiencia seguir existiendo en tanto sujeto de un
Esta breve declaración de intenciones no de los mapas imaginarios. Al mismo discurso– pareciera ser otro de los
sólo imprime en el cuento la dificultad tiempo, se plantea en la historia la idea categóricos éticos recurrentes en la
narrativa que posteriormente la de “retorno” de todo aquello que había relación sujeto/otredad construida
sido excluido durante el proceso de recurrentemente por Lispector. De hecho,
construcción de la nación. La metáfora la protagonista de “La quinta historia”,
3
Aunque es altamente probable que al hablar presente en este cuento que pareciera a pesar de su confesión de haber elegido
de “Modernismo brasilero” se estén apelar de manera más directa a estos “fumigar(se)” el alma, no es capaz de
empleando términos excesivamente discursos está implícita en la referencia desaparecer ni las huellas, ni los
abarcadores, es importante aclarar que al al ascenso –o migración– de las cadáveres o estatuas que la ayudaron a
emplear este término –al igual que cuando cucarachas: reconocerse. Por eso, no puede evitar
hablamos de criollismo o regionalismo- que se cuele –aún en su última
estamos agrupando bajo los nombres más historia–la irracionalidad que le hizo
convencionales, aquellas ficciones donde no volver hacia sí misma, esa relación
4
sólo se propone una organización nacional, La desarticulación de lo imaginario ante la afectiva no reductible a los sentimientos
sino que además, se presume de dar un lugar presencia inevitable de lo real, como una y que –a falta de un mejor nombre y en
al subalterno. Como diría Josefina Ludmer: constante en las obras de Clarice Lispector ha un gesto por demás cuestionador–5 se
Desde la literatura gauchesca en adelante, sido aludido en muchos estudios acerca de su
concentra en el significante amor .
pasando por el indigenismo y los diversos obra. Al respecto, Márgara Russotto propone
avatares del regionalismo, se trata del gesto que: Abrir una puerta, freír un huevo, pisar
ficticio de dar la palabra al definido por un ratón muerto en pleno paseo, 5
La poca inocencia que articula la escritura
alguna carencia (sin tierra, sin escritura), desencadena un violento proceso de de Lispector, una vez más se hace presente en
de sacar a la luz su lenguaje particular descomposición que amenaza la el empleo de este término. No sólo por la
(1984:51). estabilidad del universo (1989: 88) referencia indirecta a la proliferación de

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Este guiño deconstructor se multiplica identidad impuesta, el personaje decide escritora/escritura pareciera seducir la
en el resto de los textos. La mayoría de ver como miope o, mejor dicho, no ver: apuesta política de la negociación –a
los personajes de La legión extranjera partir del reconocimiento de la
se niega a ser ignorada. En un constante Y fue como si la miopía pasara y él otredad– por una división aún más
aparecer, los extranjeros de Lispector se viese claramente el mundo (…)Tal clara entre la anomalía y la posibilidad
resisten a cualquier proceso de mapeo vez fue a partir de entonces que subjetiva.
que los excluya y, por tanto, a las adquirió una costumbre para el
posibles organizaciones nacionales. Otro resto de la vida: cada vez que la Pero aún cuando sea interpretado como
ejemplo, por demás elocuente, es el confusión aumentaba y él veía una apuesta terrorista frente a la rigidez
cuento “Evolución de la miopía”, donde poco, se quitaba los anteojos con el de un campo cultural que no tuvo más
el personaje se defiende del YO pretexto de limpiarlos y, sin los remedio que advertir su presencia, no
interpelador quitándose los anteojos. Ya lentes, miraba al interlocutor con deja de haber un movimiento alentador
en el primer párrafo del cuento se una fijeza reverberada de ciego. hacia la rareza y los raros que logran
afirma: (Lispector, 2001: 220) circular y, eventualmente, hasta
sobrevivir dentro de un espacio que,
En suma, ellos se entendían, los Con el cierre de este cuento, la autora gracias a una decisión inconsulta, no
miembros de su familia; y se deja abierta una ambigüedad difícil de pareciera corresponderles; sin embargo,
entendían a costa suya. Fuera de solventar: al presentar la miopía –al por medio de su autoescritura y de la
entenderse a costa suya, se igual que otras rarezas– como una escritura de los cuentos de La legión
desentendían permanentemente, manera otra de ver, deja de lado extranjera, Clarice Lispector deja al
pero como una nueva forma de elementos que habían sido inscritos por descubierto que, a pesar de su carácter
bailar una cuadrilla: incluso escrituras canónicas dentro de la colectivo, los elementos organizadores de
cuando se desentendían, sentía que globalidad nacional y, al negarle la la nación –y por extensión, de las
estaban sometidos a las reglas de visión al sujeto periférico, le niega subjetividades- no pierdan nunca su
un juego, como si hubieran también visibilidad. A pesar de ello, hay carácter arbitrario y, por tanto, son
concordado no entenderse. un detalle que juega un papel susceptibles de ser reevaluados,
(Lispector, 2001: 215) fundamental: la desconcertante elección cuestionados y elegidos.
de preferir no ver.
La actitud contestataria de la autora se Finalmente, podría hablarse de La
evidencia aún más cuando el personaje Al presentar la miopía como un deseo y legión extranjera –más allá de su
central decide romper con estos vínculos no como una imposición y, sobre todo, evidente estética de la rareza- como una
de comunicación sólidamente al rechazar el correctivo que podría ética de la marginalidad que ubica a los
establecidos y elige cambiar algo tan regresar al personaje a la normalidad, sujetos no pertenecientes en el centro de
irrenunciable como su origen. El chico éste adquiere la capacidad de hacer las reflexiones sociales, precisamente en
quiere ser hijo de su prima y entonces, frente a cualquier intento de regulación. un espacio nacional, recién fundado,
adopta como anclaje identitario “el A partir de ese momento, el personaje donde la rebelión –tanto voluntaria,
deseo irrelizable”. A partir del encuentro renuncia a la ley del sentido y el miope como involuntaria- resultaría
con la pasión, la ruptura con lo –al igual que la rostrificada autora y el impensable. Se trata pues, de una
homogeneidad y la renuncia a la resto de la legión– consigue demostrar alternativa frente al poder que más allá
la insustancialidad de su imagen y se de mostrarse, remite a todo lo sepultado
desplaza para refugiarse en el silencio. por/dentro del sujeto y abre una
romances fundacionales que circulaban en pequeña posibilidad si no de inclusión,
América latina durante los años de escritura Lo no dicho al menos de reconocimiento del otro.
de La legión extranjera, sino porque
además, pareciera aludir a la construcción
Sin duda, al escribir(se) como un gran
simbólica de los amantes dentro del F echa de R ecepción: marzo 29 de 2004
enigma, poseedor de un secreto F echa de A ceptación: abril 22 de 2004
imaginario occidental, a la concepción de El
amante como ese ser que “se apropia de la
ilimitado, Clarice Lispector construyó un
pasión que él considera como el secreto movimiento legitimador para su
esencial de la súper-mujer y, por propuesta ético/estética, que le permitió
consiguiente, se convierte en más-que-un- la coexistencia con la lógica de las
hombre, en un súper-hombre” (Kristeva, ficciones fundacionales
1994: 67). De aquí que no deje de ser irónico latinoamericanas de mediados del siglo
que la mujer experimente el amor al hallar XX. A pesar de ello, la postura altamente
en sí algo de cucaracha. autodestructiva que acompañaba a la

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