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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

SESIÓN ESPECIAL
VIENTO

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

INDICE

ABORDAJE DE LA NORMATIVA DE ACCIONES DE VIENTO MEDIANTE


ENSAYOS EN TÚNEL DE VIENTO ………………………………………… 003

SOBRE EL PERFIL VERTICAL DE LA VELOCIDAD INDUCIDA POR


CORRIENTES DESCENDENTES ………………………………………….. 027

IDENTIFICAÇÃO E CLASSIFICAÇÃO DE EVENTOS EXTREMOS: VENTOS


SINÓTICOS E NÃO SINÓTICOS ………………………………….……...… 040

REGLAMENTO ARGENTINO CIRSOC 102 –ACTUALIZACIONES


PROPUESTAS …………………………………………………………….….. 065

ESTADO ACTUAL DE LA NORMA PARAGUAYA NP-196 Y LÍNEAS DE


INVESTIGACIÓN PROPUESTAS POR LA FIUNA PARA SU ACTUALIZACIÓN
……………………………………………………………………………………. 073

ACIDENTES CAUSADOS POR VENTOS NÃO SINÓTICOS NO BRASIL:


IMPORTÂNCIA, MAPEAMENTO E COMPARAÇÃO COM ENSAIOS EM TÚNEL
DE VENTO …………………………………………………………..………... 088

ACCIDENTES CAUSADOS POR TEMPORALES RECIENTES EN PARAGUAY


……………………………………………………………………………….……. 109

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ID: XXXVIIIJSIE-07-001

"ABORDAJE DE LA NORMATIVA DE ACCIONES DE VIENTO MEDIANTE


ENSAYOS EN TÚNEL DE VIENTO"

APPROACH TO WIND ACTION CODES THROUGH WIND TUNNEL TESTS


Mario E. De Bortoli (P) (1); Adrián R. Wittwer (2); Jorge O. Marghetti (3)

(1) Dr. Ing., Profesor Titular, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Argentina.
(2) Dr. Ing., Profesor Adj., Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Argentina.
(3) Ing., MSc., Profesor Adj., Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional del Nordeste, Resistencia, Argentina.
Dirección para correspondencia: m_debortoli@yahoo.com.ar; (P) Presentador

Área Temática: Área 9 - Códigos y Normativas.

Resumen
Las normas de viento indican procedimientos para determinar las cargas aerodinámicas sobre las
estructuras civiles. Además, definen las características que deben cumplir los ensayos en túnel de viento
para obtener los coeficientes de carga. El avance de los conocimientos relativos a aspectos
meteorológicos de los vientos severos, las técnicas experimentales y los modelos computacionales
requieren implementar revisiones periódicas de este tipo de reglamento. En este trabajo, se hace una
descripción actualizada de los eventos severos que afectan a las estructuras civiles y las posibilidades
actuales de reproducción a escala reducida. Luego se discuten los efectos del viento sobre las estructuras,
estableciendo diferencias entre el tipo de estructura y el tipo de daño que se puede producir. Finalmente,
se plantea que, dentro de las posibles modificaciones de este tipo de reglamento, se debería considerar la
inclusión de estudios sistemáticos en túnel de viento para determinación de efectos locales.
Palabras-clave: Cargas aerodinámicas, vientos severos, Ingeniería de vientos.

Abstract
Wind codes indicate procedures to determine the aerodynamic loads on the civil structures.
Characteristics of the wind tunnel tests to obtain the load coefficients are defined by these codes. The
develop of the knowledge related to meteorological aspects of the severe winds, experimental techniques
and computational models require to implement periodic revisions. In this work, an updated description
of the severe events that affect civil structures and the current possibilities of reproduction on a reduced
scale model is made. Then the effects of wind on the structures are discussed, establishing differences
between the type of structure and the type of damage that can occur. Finally, it is suggested that, the
possible modifications of wind codes should be including systematic wind tunnel studies for the
determination of local effects.
Keywords: Aerodynamic loads, severe winds, wind engineering.

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1. INTRODUCCIÓN

En general las normas de aplicación en Ingeniería Estructural se caracterizan por la


incorporación de resultados de las investigaciones y desarrollos tecnológicos que permiten
precisar con mayor confiabilidad procesos de cálculo o parámetros que influyen en los estados
de carga y, de esta forma, con en el diseño de la estructura. En este sentido, el “Reglamento
Argentino de Acción del Viento sobre las Construcciones - CIRSOC 102” fue publicado
inicialmente en 1982 por el Centro de Investigación de los Reglamentos Nacionales de
Seguridad para las Obras Civiles (CIRSOC), posteriormente es modificado y actualizado para su
edición 2005 (INTI, 2005), y actualmente, se encuentra en una nueva etapa de revisión. Una
situación similar puede observarse en el Reglamento de Brasileño, editado inicialmente como
“Forças devidas ao vento em edificações - NBR6123” por la ABNT-Associação Brasileira de
Normas Técnicas del año 1980, que tuvo una 2ª. edición de 1988 (ABNT 1988) y también se
encuentra en proceso de revisión en la actualidad. En general, podría considerarse que a nivel de
Sudamérica, Brasil y Argentina fueron los principales promotores de la elaboración de
normativas propias respecto a las acciones del viento en estructuras, a partir de la participación
de investigadores y profesionales del área de cada país.
Sin embargo, es posible apreciar diferencias significativas en los aportes y evolución de
las modificaciones realizadas en ambos países. En Brasil, el Prof. Joaquim Blessmann impulsó
las modificaciones del reglamento utilizando datos meteorológicos provenientes de registros de
vientos atmosféricos (Blesssmann 1995), pero fundamentalmente, incorporando coeficientes de
carga producto de la interacción viento estructura obtenidos experimentalmente. Estos
coeficientes se obtuvieron a partir de ensayos en túnel de viento de cierto tipo de estructuras
específicas que fueron analizadas de forma sistemática en el Laboratorio de Aerodinâmica das
Construções de la Universidade Federal do Rio Grande do Sul – UFRGS, Brasil (Blessmann
1982), actualmente bajo la dirección del Prof. Acir Mércio Loredo Souza. En Argentina,
inicialmente el aporte local estuvo orientado a los aspectos meteorológicos, mientras que la
revisión de 2005, se hizo en el marco de un proceso de adecuación a las normas internacionales
del conjunto de normas para Obras Civiles. Estas diferencias iniciales tuvieron su impacto en el
posterior desarrollo de la Ingeniería de Viento en cada país.
El análisis de los aspectos normativos de las acciones de viento puede ser considerado a
partir de tres abordajes diferentes; en primer lugar, el análisis comparativo de distintos
reglamentos, luego, el análisis de aspectos meteorológicos que definen los mapas de viento y
parámetros estadísticos relativos a los registros de viento, y finalmente, los coeficientes de carga
producto de la interacción viento- estructura. En este trabajo se presenta un análisis referido a
estos dos últimos aspectos, pero en ambos casos, se hace hincapié en el uso del túnel de viento
como herramienta principal, tanto en la reproducción a escala reducida de los vientos severos,
como en obtención de coeficientes de carga confiables para el diseño y cálculo de estructuras. La
sistematización de este tipo de estudio experimental podría significar un aporte en el marco de la
revisión y las modificaciones a los reglamentos actuales. En primer lugar, se aborda el análisis de
los vientos severos y su reproducción en laboratorio, y luego, el análisis de las acciones de viento
sobre estructuras y su determinación mediante ensayos en túnel de viento.

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2. VIENTOS DE GRAN INTENSIDAD DE APLICACIÓN EN INGENIERÍA


ESTRUCTURAL

Se considera viento a toda masa de aire en movimiento que surge como consecuencia del
desigual calentamiento de la superficie terrestre. Así, los movimientos de aire atmosféricos
podrían en principio ser caracterizados en función de tres dimensiones: área y tiempo de
ocurrencia e intensidad de velocidad del viento. En esta definición quedan englobados todos los
tipos de vientos, pero a los fines estructurales interesan los vientos de alta intensidad, que al
impactar a las estructuras usualmente imponen las solicitaciones máximas que resultan en las
condiciones de diseño. El Reglamento de Acción del Viento Sobre Estructuras CIRSOC 102 de
Argentina considera que los vientos sinópticos en su interacción con la estructura generan las
cargas más severas.
Argentina se ve afectada por diferentes factores meteorológicos que provocan varios tipos
de vientos. Algunos de estos vientos se originan fuera del territorio nacional mientras que otros
son vientos locales. En general, tres tipos de viento afectan el clima en Argentina: a) vientos
cálidos y húmedos que avanzan desde el anticiclón del Atlántico y afectan el norte de la
Patagonia, b) los vientos del oeste desde el anticiclón del Pacífico, y c) los vientos fríos desde el
anticiclón Antártico. Por otro lado, los vientos locales incluyen: a) la Sudestada, que es muy
húmedo y se produce en la región de la Pampa, b) el Zonda que afecta principalmente a las
provincias de San Juan, Mendoza y Neuquén, y c) el Pampero, que es frio y seco, y proviene del
sudoeste (Fig. 1).

Figura 1. Vientos locales en Argentina y región afectada por el viento Zonda mostrando
aeropuertos locales.

Para ciertas condiciones, la sudestada puede ser considerada un viento sinóptico. Este
tipo de viento se genera en condiciones meteorológicas vinculadas a escalas superficiales de

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grandes dimensiones. Esto implica que la masa de aire se desplaza sobre la superficie cientos de
kilómetros, alcanzando un estado de equilibrio dinámico con la rugosidad superficial,
prevaleciendo la turbulencia de tipo mecánica respecto a la convectiva que es de origen térmico.
Para velocidades del viento superiores a los 13 km/h esta condición es generalmente satisfecha.
Desde el punto de vista de la física meteorológica, para estos casos la atmósfera, mantiene una
condición de estabilidad neutra.
Los eventos de Zonda comúnmente causan daños estructurales considerables, efectos y
daños en agricultura, baja visibilidad, accidentes de automóviles problemas de calidad del aire,
producto de los vientos fuertes, cálidos y muy secos que se dan en estas latitudes (Norte 2015).
Son caracterizados como tormentas descendentes similares a las que existen en los Alpes
europeos (Foehn wind), Canada y Estados Unidos (Chinook wind), Sud-Africa (Berg wind), y
Nueva Zelandia (Canterbury-northwestern). Aun siendo fenómenos de gran intensidad, no se
caracterizan como vientos sinópticos ya que requieren condiciones topográficas particulares para
desarrollarse. Una aproximación a este fenómeno, desde la Ingeniería de vientos, fue realizada
recientemente por Loredo-Souza et al. (2017) y pudo determinarse que los factores de ráfaga
para este tipo de viento son mayores que los comúnmente observados en la capa límite
atmosférica para vientos sinópticos, mientras que la velocidad de viento básica asociada con
ráfagas de 3-segundos obtenida durante este tipo de viento en el aeropuerto de Mendoza, que
indica en Fig. 1, es muy próxima al valor indicado en el Reglamento CIRSOC 102.
Otros vientos normalmente reportados como causantes de daños sobre estructuras son los
denominados “downbursts”. Ocurren durante tormentas eléctricas tipo TS (thunderstorms) bien
desarrolladas, en las cuales el peso de la masa de aire y partículas de agua y hielo enfriada
debido a procesos físicos, genera un flujo de aire descendente. Así, estos eventos son
caracterizados por flujos descendentes intensos durante tormentas eléctricas, que posteriormente
resultan en un flujo expansivo horizontal de fuertes vientos cerca la superficie. Estos vientos son
de difícil detección por su corta duración, son fenómenos claramente no estacionarios y
espacialmente muy localizados. Presentan características diferentes del viento considerado en
normas de proyecto de estructuras, constituyendo la principal causa de accidentes en torres y
líneas de transmisión de energía.
A continuación, serán descriptos los vientos sinópticos y las tormentas TS, ya que
constituyen los eventos principales en relación al análisis estructural y presentan diferencias
significativas respecto a su origen, cinemática y escalas características.

2.1. Vientos Sinópticos

Las normas vigentes consideran que las cargas actuantes sobre las estructuras son
provocadas por vientos originados por sistemas de presión plenamente desarrollados (tormentas
extra tropicales). La masa de aire se desplazada sobre la superficie terrestre cientos de
kilómetros, y a partir de este desplazamiento se produce el equilibrio dinámico con la rugosidad
de la superficie, y la turbulencia de origen mecánico se impone a la de origen térmico. Este tipo
de escurrimiento ocurre en atmósfera neutralmente estable, provocado por gradientes de
presiones que abarcan grandes áreas (escalas sinópticas), con velocidades fluctuantes provocadas
por turbulencia mecánica (rugosidad superficial) y velocidades medias que aumentan
progresivamente con la altura hasta la altura gradiente.
La consideración de la teoría de semejanza para un flujo estacionario y horizontalmente
homogéneo, en el caso de la capa limite en estabilidad neutra, permite obtener un perfil de viento
logarítmico en las proximidades de la superficie, cuya validez se confirma por mediciones hasta

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unos cientos de metros de altura (Blessmann, 1995) y es conocida como ley de Prandtl. Además
de la existencia de estas leyes universales, una simple ley de potencia tiene buena concordancia
con los dados experimentales que determinan el perfil vertical de la velocidad. Se establece una
altura de referencia, que puede ser la altura gradiente (o altura de la capa limite), zg, y las
expresiones matemáticas para la ley potencial, respectivamente son:

U ( z ) / U ( z g ) = ( z / z g )α (1)

donde U(z) y U(zg), son las velocidades medias correspondientes a las alturas z y a la altura
gradiente, respectivamente. El exponente α varía entre 0.16 y 0.40, en función del tipo de terreno
y de la estabilidad de la atmosfera (Fig. 2).

600

100
500

400 89 100
α = 0,40

300
77 90 100
α = 0,28
200 α = 0,16

61 76 91

100 V
42 59 79
32 40 70
0

Figura 2. Perfil de velocidad media de viento sobre terrenos de diferentes rugosidades


(Parker 1977).

En algunas aplicaciones, la turbulencia atmosférica puede considerarse un proceso


aleatorio estacionario. Para el análisis, se considera una componente de la fluctuación de
velocidad en un punto del espacio. Se puede admitir que la función de densidad de probabilidad
de un registro temporal representativo de esta componente de velocidad es normal o Gaussiana.
A continuación, son mostrados los datos atmosféricos correspondientes a las intensidades
y escalas de turbulencia, así como expresiones representativas de los espectros de turbulencia
atmosférica. A partir de mediciones realizadas en la atmosfera, Davenport llega a la siguiente
expresión para la intensidad local de la componente longitudinal da turbulencia (Blessmann
1995):

I u ( z ) = 2,58(cas )1 / 2 (10 / z )α (2)

Los valores del coeficiente de arrastre superficial cas, la altura gradiente zg y el exponente
α también son sugeridos por Davenport, considerando tres categorías típicas de terreno. Las
curvas de intensidad local de la componente longitudinal de la turbulencia obtenidas a partir de
la expresión (2) para estos tres tipos de terreno, se indican en la Fig. 3. A continuación se indica

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la expresión que sugiere Harris para calcular la escala longitudinal de la turbulencia Lu de


acuerdo a Blessmann (1995):

Lu ( z ) = 151( z / 10) α (3)

Para evaluar los registros atmosféricos, frecuentemente se obtienen los espectros de


potencia correspondientes. El espectro de la componente longitudinal de velocidad obtenido por
Van der Hoven, en Brookhaven, Long Island, NY, USA (Cook 1985) muestra un pico que
corresponde al período de cuatro días aproximadamente (o a la frecuencia de 0,01 ciclos/hora),
conocido como pico macro-meteorológico. Otro pico asociado al período que está entre 10
minutos y 3 segundos, se vincula con la turbulencia de la capa limite y se conoce como pico
micro-meteorológico. Entre ambos existe una región de baja energía de las fluctuaciones
(spectral gap), centrada en un período aproximado de 30 minutos, que permite separar
movimientos de gran escala de las fluctuaciones o ráfagas. Se confirma que la interacción entre
el clima y la turbulencia de la capa limite es muy escasa y esto permite tratar de forma
independiente los dos aspectos.
Las fluctuaciones que tienen períodos inferiores a una hora y que definen la región de
micro-meteorología, determinan el espectro de la turbulencia atmosférica, donde está
concentrado el interés de los problemas de cargas aerodinámicas. En la Fig. 3 (derecha), se
indican los espectros de las fluctuaciones longitudinales u y verticales w, obtenidos en
mediciones realizadas en condición próxima a la estabilidad neutra. Estos resultados fueron
obtenidos de experimentos realizados en Kansas (Kaimal et al.1972).

600
560

10
500

430 1,0 u

400
fS [(m/s)²]

0,1
w
300
300
1 2
0,01
1 3

200
0,001

0,0001 0,001 0,01 0,1 1 10 100 1000

f z/U
100

0
0 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50 0,60
I

Figura 3. Intensidad local da componente longitudinal da turbulencia (Blessmann 1995) y


espectros de las componentes u y w obtenidos en condición de estabilidad cuasi-neutra
(Jensen and Busch 1982).

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2.2. Tormentas TS

Para que se produzca este tipo de tormenta es necesario que inicialmente se generen
movimientos ascendentes de masas de aire. Estos movimientos tiene su origen en dos fenómenos
de distinta naturaleza; el primero se produce cuando la masa de aire es más cálida que su entorno
(flotación); el segundo caso se presenta ante el avance horizontal de un frente frío, compuesto de
masas de aire densa y en contacto con el suelo.
Si esta masa de aire ascendente tiene alto contenido de vapor de agua, al elevarse, se
condensa y libera calor latente que a su vez suministra energía para mantener y acelerar el
desplazamiento vertical del aire. Al llegar la masa de aire caliente y húmedo en movimiento
vertical ascendente a regiones de menor presión y temperatura, comienza a enfriarse
adiabáticamente. La humedad del aire, al bajar la temperatura, se condensa formando partículas
de agua que comienzan a crecer hasta que el peso supera las fuerzas de arrastre generadas por las
corrientes ascendentes que la mantenían en estado de flotación, generándose entonces un
movimiento de aire descendente.
En las tormentas eléctricas (thunderstorms) pueden formarse los denominados
Microburst, sucesos donde el enfriamiento de las masas de aire genera un aumento de densidad
del aire, provocando aceleraciones descendentes de masas de aire. Los microbursts son
caracterizados por flujos descendentes intensos en presencia de tormentas eléctricas y que al
impactar sobre el suelo generan un flujo expansivo horizontal de fuertes vientos cerca la
superficie (Fujita, 1985).
En un trabajo experimental, Choi et al. (2000) obtuvieron registros de velocidad de
viento, que clasificaron en tormentas TS y NTS (thunderstorm y no-thunderstorm,
respectivamente), a partir del análisis de la existencia de truenos y rayos, del súbito aumento en
las velocidades de viento promediadas en 10 minutos, de las altas fluctuaciones en torno al valor
medio, del cambio de dirección del viento, de la disminución de temperatura y presión
atmosférica, y del aumento de la humedad. Los eventos NTS se caracterizan por ser eventos
estacionarios, escurrimientos de capa límite atmosférica resultante de tormentas con dirección
prevaleciente horizontal donde se supone un campo de presiones atmosféricas constantes y la
turbulencia atmosférica es de origen mecánico. Por lo tanto, los eventos NTS fueron
seleccionados en días donde las variables mencionadas registraron valores aproximadamente
constantes y prevalecieron vientos intensos. Con los perfiles de vientos obtenidos y la
información adicional proporcionada por imagen satelital, la cual permite posicionar el núcleo de
la tormenta, se obtuvieron escalas de influencia de los eventos NTS. En cuanto a las TS, si la
celda de una tormenta de este tipo está a una distancia menor a 10 km de la estación de
medición, la variación de las velocidades no es afectada por el terreno y prevalece el efecto de
expansión de las masas de aire.
Compañías de transporte de energía eléctrica de Estados Unidos, Sud África y Argentina,
entre otros, reportaron que las tormentas que causan daños de manera significativa están
asociadas a vientos extremos transitorios provocados por desplazamiento de masas de aire
descendentes (Goliger et al., 1998; Schwarzkopf, 1997). Estos vientos tienen componentes
verticales y horizontales diferentes a los vientos sinópticos. Esta situación ya fue advertida en el
Congreso de Ingeniería de vientos “Asia-Pacific Conference on Wind Engineering, APCWE,
Génova, Italia, 1998”, donde se identificó un área que comprende NE de Argentina, Sur de
Brasil y Paraguay como una región donde son frecuentes eventos de tormentas intensas,
localizadas y de corta duración (Fig. 4).

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Figura 4. Ocurrencia de Tormentas Severas (Goliger and Milford 1998).

Las magnitudes de las variables que definen la escala del fenómeno de las corrientes
descendentes originadas en tormentas eléctricas (Thunderstorms - TS), son el diámetro del
chorro de las masas de aire inicial descendente, la altura desde la superficie donde se genera el
descenso, entre otras. Las aceleraciones de aire son muy intensas y se desarrollan en tiempos
muy cortos. Para su análisis, se desarrollaron métodos de reproducción física mediante la
implementación de chorros de aire que impactan sobre una superficie plana y modelos numéricos
representativos del fenómeno (Letchford et al, 2002).
Aún se desconoce la influencia de la rugosidad superficial en la forma del perfil de
velocidades medias, pero debido a la corta trayectoria del desplazamiento de las masas de aire se
supone la independencia del mismo. El perfil de velocidades medias, ráfagas e intensidad de
turbulencia son diferentes de los provenientes de tormentas estacionarias y, en consecuencia, no
serán aplicables los métodos probabilísticos tradicionalmente empleados en la determinación de
las cargas máximas (De Bórtoli et al, 2008). La magnitud de las velocidades medias horizontales
aumenta rápidamente desde la superficie alcanzando un máximo para luego disminuir
progresivamente (Fig. 5).

Figura 5. Perfil de velocidades medias de viento en tormentas TS.

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En los vientos característicos de tormentas TS, al impactar la masa de aire sobre la


superficie plana, se generan regiones de escurrimiento divergente con gradientes de presión en
dirección radial al área de impacto. Al principio el escurrimiento se acelera, generándose las
máximas velocidades horizontales y disminuyendo al aumentar la distancia radial al chorro
descendente. Las presiones estáticas inicialmente aumentan, superando levemente a la presión
atmosférica, pero más allá de esta región próxima a la zona de impacto del chorro, la presión
estática retorna al valor de la presión atmosférica ambiente.

2.3. Simulación Física de Vientos Severos

La herramienta más eficiente para la resolución de problemas de viento es el túnel de


viento. Básicamente existen tres tipos de túneles: los aerodinámicos, principalmente usados en
aeronáutica, llamados de “primera generación”, los de capa limite, para estudios que envuelven
el flujo atmosférico de capa límite, llamados de “segunda generación”, y finalmente está
teniendo inicio la “tercera generación” de túneles de viento, los túneles tri-dimensionales, en
donde diferentes tipos de escurrimiento pueden ser simulados. La construcción de los túneles de
capa limite implica el desarrollo de simulaciones físicas del viento atmosférico, y el estudio de
problemas que se desarrollan en la atmosfera se comienza a realizar sobre esta base previa. Los
requerimientos generales de semejanza para reproducir flujos de capa limite atmosférica son la
semejanza geométrica, cinemática, dinámica, térmica y de las condiciones de contorno.
El Túnel de Viento de circuito cerrado Prof. Joaquim Blessmann, de la UFRGS, Porto
Alegre, Brasil (Blessmann 1982) es mostrado en la Fig. 6. Tiene una relación “longitud / altura”
de la cámara de ensayos superior a 10. La velocidad del escurrimiento de aire supera los 46 m/s.
y permite la simulación de las principales características de vientos naturales en la capa limite
atmosférica para la correcta determinación de las presiones sobre las edificaciones.
El túnel de viento de capa limite Prof. Jacek P. Gorecki de la UNNE, Resistencia,
Argentina (Wittwer and Möller, 2000) es de circuito abierto y tiene una cámara de ensayos de
2,40 m de ancho × 1,80 m de altura × 22,80 m de longitud (Fig. 6). La velocidad máxima con el
túnel en vacío es de 25 m/s y utiliza un ventilador axial de 2,25 m de diámetro accionado por un
motor trifásico de 92 kW y 720 rpm.

Figura 6. Túnel de Viento de retorno cerrado Prof. Joaquim Blessmann de la UFRGS


(izq.) y túnel abierto Prof. Jacek P. Gorecki de la UNNE (der.).

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Un ejemplo de la “tercera generación” de túneles de viento es el “WindEEE Dome”, un


dispositivo de simulación hexagonal, con 25 m de diámetro interno y 40 m de diámetro para el
retorno externo. Una serie de ventiladores dispuestos en las paredes y el techo permite, a través
de sofisticados mecanismos de control, la simulación de flujos con variación temporal y espacial
de la velocidad del viento, en el interior de la cámara de ensayos (Hangan 2013).

2.3.1. Reproducción de vientos sinópticos

En general, es usual simular la capa limite atmosférica (CLA) neutralmente estable. Esto
implica modelar la distribución de velocidades medias, las escalas de turbulencia y el espectro de
potencia atmosférico (Surry, 1982). Counihan (1969) y Standen (1972), empleando los métodos
de rugosidad, barrera y dispositivos de mezcla desarrollaron técnicas de simulación
particularmente apropiadas para reproducir capas limites en condiciones de estabilidad neutra.
Las técnicas permiten obtener representaciones de las capas limites que se producen sobre
terrenos rurales y urbanos.
Blessmann (1982), para el túnel de viento de la UFRGS, describe dos sistemas de
simulación de la CLA. El primero básicamente utiliza una grilla de barras rectangulares
combinada con rugosidad superficial. El otro sistema utiliza una combinación de agujas
truncadas, chorros transversales de aire y rugosidad (Fig. 7). Wittwer and Möller (2000)
describen el sistema de simulación de la capa limite implementado en el túnel de la UNNE
utilizando simuladores elípticos (Fig. 7).

Figura 7. Agujas y barrera perforadas (Túnel de Viento Prof. Joaquim Blessmann) y


simuladores elípticos de Counihan (Túnel Prof. Jacek P. Gorecki).

En las Figs. 8 y 9, se indican las características de una simulación de la CLA obtenida


mediante simuladores elípticos de Counihan y rugosidad superficial en el Túnel Prof. Jacek P.
Gorecki de la UNNE. Los resultados incluyen el perfil de velocidad medias e intensidades de
turbulencia, así como los espectros de potencia. Los perfiles de la Fig. 8 definen el tipo de
terreno y la comparación espectral de la Fig. 9 permite verificar la distribución de las escalas de
la turbulencia obtenida con respecto a los valores atmosféricos.

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med ic io nes y= 0
1,0 1,0
ajus te y= 30 c m
y= -30 c m

0,8 0,8

zg+ (altura adimensional)


0,6 0,6

+
zg

0,4
0,4

0,2
0,2

0,0
0,0 0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25
0,2 0,4 0,6 0,8 1,0
I u (intensid ad lo c al d e turb ulenc ia)
ug +

Figura 8. Perfiles de velocidad media e intensidad de turbulencia para una simulación de


la CLA en el Túnel Prof. Jacek P. Gorecki de la UNNE.

10 0

z= 23,3 cm
1
z= 38,4 cm
-1
10 medido
z= 58,2 cm
z= 96,6 cm von Kármán

10 - 2
-5/3
0,1
Φ [(m/s) / Hz]

2
Φ .f/ σ

-3
10
2

10 - 4
0,01

10 - 5
0,1 1 10 100

f . zg / U
10 - 6
10 0 10 1 10 2 10 3
frecuencia [Hz]

Figura 9. Espectros de potencia y comparación del espectro adimensional con el espectro de von
Kármán - simulación de la CLA en el Túnel Prof. Jacek P. Gorecki de la UNNE.

2.3.2. Reproducción de Tormentas TS

Para analizar estos fenómenos se desarrollaron diversas técnicas con el objeto de


reproducir este tipo de flujo a escala de laboratorio. Los procedimientos implementados
reproducen los desplazamientos de masas de aire verticales descendentes mediante experimentos
con fluidos comprimidos, adicionando el desplazamiento horizontal expansivo de masas de aire
(De Bortoli et al. 2008). El equipo consiste en una cámara donde se encuentra el fluido
comprimido, que se libera de manera instantánea en un estanque que contiene fluido a la presión
ambiente. Al producirse la apertura de la cámara que contiene fluido comprimido, éste se libera
impactando sobre una superficie plana (suelo) generándose el desplazamiento de la masa de aire

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vertical descendente, en un corto período de tiempo, desarrollándose el vórtice en la parte frontal


del escurrimiento (Fig. 10, izq.). Este procedimiento mantiene la característica de evento
transitorio, pero no dispone del desplazamiento horizontal provocado por el viento de fondo.
Un equipamiento que incorpora un escurrimiento de fondo similar al provocado por el
gradiente de presión horizontal desarrollado en grandes áreas (vientos sinópticos) se presenta en
Fig. 10 (der.) y está constituido por compresores, cámara de almacenamiento, regulador de
caudal, cámara de homogenización y pipeta.

Figura 10. Equipo con fluidos comprimidos y equipamiento para reproducir tormenta TS con
compresores (Lin et al. 2006).

La principal dificultad reside en que las escalas geométricas obtenidas son sensiblemente
inferiores a las usualmente utilizadas en el área de Ingeniería de vientos, variando entre 1/2600 a
1/25000, que son escalas muy pequeñas para ser utilizadas en ensayos estructurales. Para obtener
mayores escalas geométricas se desarrollaron equipamientos que se fusionan con esquemas
similares al túnel de viento de capa límite. Esta técnica experimental se denomina de suministro
de masa de aire, y reproduce únicamente la parte frontal del desplazamiento expansivo de la
masa de aire sobre la superficie horizontal, generando un fenómeno transitorio, excluyendo la
región de flujo posterior. El equipamiento utilizado para reproducir el desplazamiento frontal de
la masa de aire consiste de una caja rectangular apoyada sobre la superficie que introduce fluido
en la cámara de ensayos (Fig. 11).

Figura 11. Introducción de masas de aire (Lin et al. 2006).

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En el Laboratorio de Aerodinámica de la UNNE se realizaron simulaciones de este tipo


de eventos. El equipamiento experimental consiste en un chorro de aire que sale de un conducto
de diámetro D de 100 mm e incide sobre una plataforma de madera, perpendicular al chorro de
sección circular generado por un ventilador centrífugo. La relación z/D, siendo z la altura del
extremo del tubo a la superficie de impacto, es de 4,83 para satisfacer la condición del rango de
los valores z/D correspondiente a una micro-ráfaga atmosférica que varía entre 0,75 y 7,5 según
Segupta and Sarkar (2008). La velocidad del chorro de aire fue aproximadamente igual a 33 m/s
y la intensidad de turbulencia del 4 %. Para obtener el perfil vertical de velocidad del viento del
flujo divergente sobre la superficie de prueba, las mediciones se realizaron moviendo el tubo de
Pitot-Prandtl entre 2 mm y 450 mm de la superficie (Fig. 12). Adicionalmente, se obtuvieron los
espectros de la componente fluctuante longitudinal en dirección radial. Para la posición X/D = 5,
a 6 mm de altura desde la superficie, el contenido de energía a baja frecuencia presenta una
definición apropiada hasta 30 Hz, disminuyendo a frecuencias mayores, siguiendo una pendiente
de -5/3 (Fig. 13), mostrando una tendencia a adquirir la configuración del espectro
correspondiente al flujo de capa límite atmosférica neutral.

Figura 12. Perfil vertical de velocidades con distintos desplazamientos X/D.

1 1.4
1 10 100 1000 Stationary Jet Static Pressure
1.2
0.1 X/D=5 1
Field
0.8
Cp

0.01 0.6
0.4
0.2
0.001
0
-0.2 0 2 4 6
0.0001 X/D

Figura 13. Espectro de velocidades de viento y distribución de presión estática superficial.

Las presiones estáticas en la superficie se midieron en forma simultánea a una frecuencia


de adquisición de 500 Hz, debajo del chorro con 7 tomas conectadas a un transductor de presión
Honeywell, ubicadas en X/D =0, 0.75, 1, 1.5, 2, 3 y 5. Los coeficientes de presión sobre el suelo

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

se muestran en la Fig. 13 (der.), donde Cp = (P-Ps) /0.5 Vref2. Se observa una variación de
presión estática a las observaciones de Fujita (1985) de una micro-ráfaga real. Sin embargo, se
mantiene la limitación en cuanto al pequeño valor de la escala geométrica obtenida.
Para superar la limitación de la escala de simulación, en el Laboratorio de Aerodinámica
de la UNNE se ha diseñado un dispositivo para acoplar al túnel de viento de capa límite. Debido
a la robustez de las simulaciones desarrolladas en el túnel de viento para reproducir de manera
eficaz las tormentas extra-tropicales, se propone adicionar un nuevo equipamiento con el fin de
introducir masas de aire con dirección vertical para generar una masa de aire con características
cinemáticas similares a las tormentas TS, que serán desplazadas por un viento de fondo
equivalente a una tormenta extra-tropical. Finalmente, para incluir el desplazamiento horizontal
de las tormentas eléctricas causadas por tormentas extra-tropicales e incluir el fenómeno no
estacionario, la mesa de pruebas está diseñada para moverse en la dirección longitudinal de la
cámara de ensayos (Fig. 14).

Figura 14. Diseño de túnel de viento de reproducción de tormenta extra-tropical y TS.

En este equipamiento, se reproduce en el plano bidimensional, el fenómeno completo, es


decir, la parte frontal y posterior del evento manteniendo los conceptos desarrollados en el túnel
de viento de capa límite, o sea, se reproduce en condiciones controladas la corriente descendente
vertical desplazada por el flujo de la capa límite, manteniendo el concepto de espesor útil de
simulación (De Bortoli et al. 2002).

2.3.3. Reproducción de Eventos Complejos

Las técnicas y metodologías relacionadas con la Ingeniería de Vientos han tenido una
gran evolución y estos cambios están vinculados con la obtención de registros de datos a escala
real, las técnicas de modelado físico y numérico y las aproximaciones para evaluar la interacción

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viento-estructura. Estas metodologías permitieron considerar otros tipos de vientos incluyendo


los no-estacionarios, no-sinópticos y su interacción con la estructura. Los registros a escala
natural y el uso de modelos computacionales de micro y meso-escala permiten una mejor
caracterización de escalas climáticas relacionadas a estos vientos complejos que son tri-
dimensionales, no-estacionarios y con distribuciones de probabilidad que pueden ser no-
normalizadas.
El dispositivo de simulación hexagonal, de 40 m de diámetro externo WindEEE Dome en
Western Ontario, Canadá (Hangan et al. 2017), con una serie de ventiladores dispuestos en las
paredes y el techo permite reproducir vientos de camada limite, tornados, tormentas TS, partes
de huracanes, frentes de tormentas, entre otros (Fig. 15). Este tipo de desarrollo tecnológico
requiere grandes inversiones tecnológicas y de capital humano lo que impide su réplica en
nuestros países. Sin embargo, el buen desempeño de los túneles convencionales y su aplicación,
con base en ciertos criterios que reconozcan estas limitaciones, permite el análisis de problemas
estructurales con adecuada confiabilidad.

Figura 15. Nuevas técnicas de simulación de vientos complejos (Hangan et al. 2017).

3. ACCIONES DEL VIENTO SOBRE ESTRUCTURAS

Hasta aquí, la discusión estaba centrada en los aspectos meteorológicos que afectan el
diseño estructural, pero de aquí en adelante, se introduce la interacción del viento con la
estructura y los efectos de esta interacción en la definición de las cargas aerodinámicas que se
generan. En la Fig. 16, es posible apreciar la configuración del flujo en torno a una edificación
simple y aislada, y esta configuración define la distribución de las presiones localizadas y, por
ende, de las cargas de viento. En este caso, el viento incidente coincide con el viento de fondo,
sin embargo, esta situación es poco usual que se produzca en zonas urbanas o suburbanas.
Surry (1982) distingue dos tipos de campos de velocidades en una simulación de capa
límite atmosférica: viento de fondo, simplificado en el túnel como flujo turbulento desarrollado
sobre terreno relativamente homogéneo y el campo de velocidad próximo, provocado por la
interacción del viento de fondo con el entorno detallado del sitio en consideración. El flujo de
fondo produce una capa límite con propiedades medias similares al flujo atmosférico, el entorno
próximo provee una adecuada estructura del flujo turbulento modificando al flujo de fondo y
define las velocidades del viento que incide sobre la estructura. Además, al referirse a las
propiedades de la capa límite atmosférica, se destaca que la calidad de reproducción del flujo de
fondo no afectaría la confiabilidad de las cargas medidas sobre el modelo cuando las demás

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estructuras que constituyen el entorno son de tamaño similar a la estructura en estudio, donde la
acción del viento próximo es predominante.
El Reglamento Argentino de Acción del Viento Sobre las Construcciones (CIRSOC
2005), especifica coeficientes de carga aplicables a estructuras de formas regulares y de pequeño
porte. El reglamento aclara que cuando la estructura posee grandes dimensiones, formas
geométricas inusuales o efectos de vecindad por la presencia de edificios cercanos es necesario
estudiar más detalladamente la estructura en túnel de viento. Esto además permite lograr un
proyecto más seguro desde el punto de vista de las acciones del viento.

Vento Região
Fundo Região
Separação Recolamento
Zona
Separação

Região
Recolamento
Vórtice
Linha de Ferradura
Recolamento

Figura 16. Configuración de flujo en torno a una edificación simple y aislada. (Blessmann 1995).

En 1954 se dio a conocer una comparación de resultados de mediciones de presión sobre


una casa en escala natural y sobre un modelo de la misma, a escala reducida, en túnel de viento.
Los ensayos en túnel comprendían mediciones con el modelo sometido a flujo uniforme y suave
y con el modelo inmerso en la capa límite desarrollada sobre diferentes placas rugosas. A partir
de éste y posteriores trabajos publicados a principio de la década del 60 quedó definitivamente
establecido que una determinación de cargas de viento que tenga en cuenta los criterios de
semejanza entre modelo y prototipo, requiere un particular tipo de túnel de viento conocido
como túnel de capa límite, diferente de aquellos de uso aeronáutico. Para estos túneles se han
desarrollado técnicas de simulación de la capa límite atmosférica que permiten reproducir el
perfil de velocidades medias y las características turbulentas del flujo atmosférico.
El Laboratorio de Aerodinámica de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, que tiene
como principal campo de aplicación el estudio del comportamiento de las estructuras dentro de
la capa límite atmosférica, cuenta con un túnel de capa límite y el instrumental necesario para
realizar ensayos estructurales con simulación de la capa límite atmosférica.
El Reglamento CIRSOC 102 establece además cuales deben ser las condiciones mínimas
a cumplir en los ensayos:
1. La capa límite atmosférica natural debe ser modelada para tener en cuenta la variación
de la velocidad del viento con la altura.
2. Las escalas de la componente longitudinal de turbulencia atmosférica serán modeladas
aproximadamente a la misma escala que la usada para modelar el edificio u otra estructura.
3. El edificio u otra estructura modelada, las estructuras y topografía circundantes serán
geométricamente similares a sus contrapartes en escala natural, excepto para edificios de baja

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altura que reúnan los requisitos especificados en el Reglamento, en cuyo caso se permitirán
ensayos en un único sitio de exposición para el edificio modelado.
4. El área proyectada del edificio u otra estructura y alrededores modelados debe ser
menor al 8% del área de la sección transversal de ensayo, a menos que se haga una corrección
por bloqueo.
5. Se debe tener en cuenta el gradiente de presión longitudinal en la sección de ensayo del
túnel de viento.
6. Los efectos del número de Reynolds sobre las presiones y las fuerzas deben ser
minimizados.
7. Las características de respuesta del instrumental del túnel de viento son consistentes
con las mediciones requeridas.
A continuación, se describen ensayos para determinar las acciones de viento realizados en
el túnel de viento de la UNNE que satisfacen las condiciones establecidas por el Reglamento
CIRSOC 102.

3.1. Ensayos convencionales en túnel de viento

Los trabajos pioneros de Jensen y Frank, Davenport, entre otros, a principios de la década
del 60 mostraron que para obtener de una manera confiable los coeficientes de presiones se
requería contar no solamente con una técnica de simulación adecuada sino también con un
particular tipo de túnel conocido como túnel de capa límite, con una relación largo/alto superior
a 10, para diferenciarlo de aquellos túneles aeronáuticos Para los túneles de capa límite se han
desarrollado las técnicas de simulación de la capa límite atmosférica mencionadas anteriormente.
En el túnel de viento de la UNNE, destinado principalmente al estudio de la acción del
viento sobre estructuras, se han desarrollado varias simulaciones de la capa limite atmosférica.
Esto ha permitido realizar varios ensayos estructurales en los últimos años. En este trabajo, se
presentan los estudios correspondientes a una estructura baja como es el Aeropuerto de Ezeiza
(Wittwer et al. 2010) y de un edificio construido en Posadas que se estudió con un modelo
aislado.

Figura 17. Modelo del aeropuerto de Ezeiza y del edificio en altura en Posadas - escala 1:200.

La Fig. 17 (izq.) muestra el modelo del aeropuerto en la cámara de ensayos del túnel de la
UNNE, construido con una escala 1:200, donde al fondo se pueden apreciar los dispositivos de

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simulación de capa límite. A la derecha, se observa el modelo del edificio en altura construido
con una escala 1:200. En este caso, se realizaron ensayos con el modelo aislado, como se
muestra en la Fig. 17, cuyos resultados se compararon con los obtenidos considerando el entorno
urbano, para evaluar la incidencia del entorno urbano en los efectos localizados.

3.2. Efectos de entorno urbano e interacción

A continuación, se describen los trabajos desarrollados por De Bortoli (2006), en el


marco de la tesis doctoral desarrollada para analizar la variación del campo de velocidades
provocado por la disposición aleatoria de entornos superficiales en centros urbanos en escala
natural. Con este fin, se construyeron seis modelos físicos de 26 manzanas en escala 1/300,
manteniendo en cada modelo los parámetros estadísticos del entorno real. Así, en el Laboratorio
se implementó una metodología para reproducir el entorno de zonas centrales de grandes
ciudades, en la cual se contempla la naturaleza aleatoria de las dimensiones y la separación de las
construcciones.
Considerando que generalmente las construcciones altas en ambientes urbanos son de
sección transversal rectangular, las estructuras se modelaron como prismas, definidos por tres
variables aleatorias correlacionadas (alto, ancho y profundidad), además de la separación, que a
su vez depende del número de construcciones por unidad de área. Datos estadísticos iniciales,
necesarios para la implementación del método (medias estadísticas, desvíos estándar y
correlaciones), se obtuvieron del análisis de alturas y dimensiones en planta de edificios
construidos en ocho manzanas en el centro de la ciudad de Buenos Aires. Esta técnica constituye
un desarrollo necesario, justificado por la premisa de que la descripción de la rugosidad
superficial adoptada actualmente en normas y recomendaciones sobre la materia, se basa en una
única variable categórica, denominado tipo de exposición, insuficiente para caracterizar la
excitación de construcciones provocadas por vientos intensos en centros urbanos.
Para verificar la reproducción del viento de fondo, en primer término, se midieron en el
túnel de viento con el anemómetro de hilo caliente en las posiciones P1= 0,10 m, P2=0,20 m y
P3=0,40 m que equivalen a 30, 60 y 120 m en atmósfera con escala de simulación obtenida con
el procedimiento sugerido por Cook (1977) de 1/300. En cada posición, se midió la componente
fluctuante longitudinal del escurrimiento durante 30 segundos, con frecuencia de adquisición de
2000 Hz, que representa cinco tormentas de 10 minutos en atmósfera, con escala de tiempo de
simulación 1/110.sin la influencia del centro urbano (Fig.18).
1
10

0.1
0
10
Função de Densidade Espectral

0.09

0.08
Densidade de Probabilidade

-1
10
0.07

0.06 -2
10
- P1
0.05 .. P2
-3
-- P3
0.04 10
0.03
-4
0.02 10

0.01
-5
0 10
-2 -1 0 1 2 3
-10 -5 0 5 10 10 10 10 10 10 10
Velocidade flutuante longitudinal (P1) Freqüência (Hz)

Figura 18. Distribución de probabilidad y espectro de turbulencia del viento de fondo.

Para considerar las diferentes direcciones de viento, la mesa de ensayo se gira cada 30º,
modificando la rugosidad a barlovento y sotavento en la posición del futuro modelo (Fig. 19). En

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cada giro, previo a posicionar el anemómetro, se ubicó un sensor, constituido por una veleta
alineada con el eje longitudinal del túnel conectado a un visor, que señala la dirección del viento
incidente sobre el modelo. La medición de la dirección del escurrimiento se realizó a tres alturas
(posiciones P1, P2 y P3), correspondiente a la máxima altura de los modelos a ensayar y a baja
velocidad, para minimizar el efecto de estelas de modelos a barlovento. Posteriormente, en cada
posición se colocó el anemómetro de hilo caliente alineado en la dirección media previamente
determinada.

Figura 19. Modelo del entorno urbano en el túnel de viento de la UNNE.

Para una simulación, la dirección del viento medio incidente resultante al completar un
giro, varió para la posición P1 de 0,30 m desde –55º a 50º, mientras que para P2 0,20 m de altura
de -45º a 35º. En la posición P3 a 0,40 m los ángulos del viento incidente coinciden con la
dirección del escurrimiento de fondo, observándose que aproximadamente a esta altura se
manifiesta un perfil de velocidades medias con única dirección. Además, si se compara la
dirección del viento incidente en cada simulación para la misma dirección del escurrimiento de
fondo en las posiciones P1 y P2, se observa que los ángulos no difieren únicamente en su valor,
sino que en algunos casos son de distinto signo, demostrando que en centros urbanos la hipótesis
de perfil vertical de velocidades de componente horizontal con dirección única no es válida.
Para verificar las perturbaciones introducidas en el escurrimiento incidente, solamente se
muestran las nuevas distribuciones de las componentes fluctuantes sesgadas a la derecha
indicando intensas ráfagas de viento, ausentes en el escurrimiento de fondo. Respecto al espectro
de potencia de la componente fluctuante, las mediciones realizadas en la parte inferior
corroboran lo expuesto. En el espectro de la componente longitudinal de viento se observa una
transferencia de contenidos de energía cinética a baja altura de los remolinos de mayores
dimensiones a los de menores, que se encuentran representados en el rango correspondiente a las
frecuencias superiores (Fig.20).

21
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0
10
0.16

0.14 -1
Densidade de Probabilidade 10

0.12

Espectro de potencia
-2
0.1 10

-- P1
0.08 .. P2
-3
10 - P3
0.06

0.04 -4
10

0.02

-5
0 10
0 1 2 3
-5 0 5 10 15 10 10 10 10
Velocidades flutuantes S30901 Frecuencia (Hz)

Figura 20. Distribución de probabilidad y espectro de turbulencia simplificado en centro urbano.

Los resultados presentados demuestran que la dirección del escurrimiento medio en altura
no se mantiene, como suponen los reglamentos de viento vigentes, conformando un campo de
velocidades tridimensional.

3.3. Efectos topográficos

La existencia de accidentes sobre el terreno origina lo que se denomina como topografía


compleja. En este caso, las características del viento incidente se ven modificadas por la
topografía circundante provocando modificaciones de las cargas aerodinámicas con respecto al
caso de terrenos planos. Los Reglamentos de Viento incorporan factores topográficos que
permiten la consideración de estas modificaciones para situaciones comunes, pero en casos más
complejos es necesario simplificar demasiado el análisis, lo que disminuye la confiabilidad en el
cálculo. También en estos casos, el túnel de viento resulta una herramienta que permite el
adecuado análisis de este tipo de efecto. En este trabajo se presentan dos estudios experimentales
realizados en el túnel de viento “Jacek P. Gorecki” de la UNNE, utilizando modelos a escala,
para terrenos complejos de características diferentes destinados. Los casos analizados
corresponden a un edificio de gran altura y a un puente atirantado de dimensiones importantes
(Wittwer et al. 2016). Los resultados obtenidos a partir de mediciones de valores medios y
fluctuantes de velocidad de viento son analizados y comparados con datos de referencia y,
finalmente, discutidos para su aplicación en términos de la Normativa de Vientos.
En el caso del edificio en altura en Camboriu, SC (Fig. 21, izq.), fue posible determinar
un efecto de protección de la topografía con respecto al viento incidente medio. Es decir, al
aplicarse la norma de viento correspondiente, en este caso la NBR-6123, el cálculo de los
coeficientes aerodinámicos de carga deberá ser realizado usando coeficientes topográficos cuyos
valores son menores que uno. Por otro lado, por debajo de los 100 m de altura, los valores de
intensidad de turbulencia se mantienen bastante elevados, por lo que sería aconsejable realizar
una verificación mediante una aproximación que incluya valores fluctuantes medios o valores
pico para analizar posibles efectos localizados.
El estudio experimental del viento incidiendo sobre el puente en Laguna, SC (Fig. 21,
der.), permitió determinar que la dirección de mayor aumento de velocidad media no
corresponde a una ubicación desfavorable de la estructura. Asimismo, se determinaron las
direcciones de viento en que los valores de intensidad de turbulencia son bastante elevados y por
lo tanto debería contemplarse aplicar una aproximación que considere valores fluctuantes medios
o pico para el cálculo estructural.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 21. Modelos topográficos de cerro en Camboriu, SC, y zona de construcción del Puente
atirantado en Laguna, SC, Brasil.

4. CONSIDERACIONES FINALES

En este trabajo presentan los principales tipos de viento que generan las cargas
aerodinámicas más relevantes que inciden en el cálculo y diseño de estructuras, y las formas de
determinar los coeficientes de carga. No obstante, aún con la disponibilidad de esta información,
es importante señalar que existen publicaciones que reportan daños estructurales producidos ante
estos eventos meteorológicos. En estos reportes, es poco frecuente la recopilación de daños a
nivel integral de la estructura, y la mayor parte describe daños localizados señalados como rotura
de ventanas, caída de muros, cubiertas, puertas, portones, árboles, entre otros (Schwartkopf
2015).
La excepción con respecto a este tipo de comportamiento, lo constituyen los efectos del
viento sobre líneas de transmisión de energía eléctrica, impactos sobre aeronaves y eventuales
acciones sobre torres de antenas, donde si se producen daños integrales. Es notable que estos
efectos refieran a dos tipos de estructuras con diferencias significativas en sus escalas de
dimensiones, formas y parámetros estructurales, como ser, rigidez, amortiguamiento y
características aerodinámicas.
Las extensas longitudes que comprenden las estructuras de líneas de transmisión de
energía aumenta la probabilidad de que los eventos meteorológicos aislados impacten sobre las
mismas (De Bortoli et al. 2009). Ante el impacto de vientos incidentes intensos, las
características de las líneas de transmisión, livianos y de baja rigidez, promueven interacciones
viento-estructura complejas, con transferencia de energía que se traducen en acciones dinámicas
que podrían causar inestabilidad provocando el colapso estructural.
Por otro lado, el diseño aerodinámico de las aeronaves se realiza en términos de los
vientos relativos que prevalen durante su desplazamiento. Cuando se producen tormentas TS,
estos diseños estructurales quedan en una situación de vulnerabilidad. Es por eso que se reportan
accidentes con daño estructural integral sobre aeronaves, ante la ocurrencia de estos eventos
meteorológicos.
Respecto a la acción sobre antenas, la situación en relación a la existencia de daños
estructurales integrales no está tan bien definida como en los dos casos anteriores, al menos en lo
que refiere al análisis realizado por los autores de este trabajo.
La situación planteada resulta bastante evidente ya que estos tres tipos de estructuras
tienen sus propias normas de diseño respecto a la acción del viento, en las que se destacan se

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realizan consideraciones especiales tendientes a minimizar los daños ante la ocurrencia de


eventos de vientos extremos en tormentas TS.
Respecto a las estructuras civiles contempladas en el Reglamento CIRSOC 102, los
reportes de daños ante tormentas TS indican que prevalecen los efectos localizados, siendo los
casos de daños integrales que provocan el colapso estructural escasamente identificados. Entre
los daños localizados además deberían diferenciarse aquellos que denotan vicios constructivos,
ya que son los más frecuentemente relevados, mientras que los daños que tienen su origen en
áreas localizadas sensibles de interacción viento estructura son más escasos.
En este sentido, los ensayos realizados en túnel de viento han demostrado que la
estructura del viento de fondo e incidente coinciden en situaciones donde la estructura está
aislada. Por otro lado, cuando la estructura principal está ubicada en un entorno conformado por
edificaciones de dimensiones similares prevalece la interacción viento-estructura, verificándose
que el viento incidente ya no mantiene las características del viento de fondo. Una situación
semejante se observa en los casos de interacción por topografías complejas.
En consonancia con esto, la determinación de la distribución de cargas locales mediante
ensayos en túnel de viento, permite detectar zonas más sensibles a los efectos localizados que, en
muchos casos, se mantienen independientemente del tipo de viento incidente. Esto indica que, en
la distribución de cargas, prevalece la interacción siempre que se incluya la simulación del viento
de capa límite y los efectos del entorno inmediato.
De esta forma, la revisión normativa relacionada a establecer niveles de velocidades
extremas características de tormentas TS serían relevantes para estructuras específicas que, como
fuera señalado, no están contempladas en el Reglamento CIRSOC 102. La inclusión de este tipo
de consideración al reglamento, sin establecer claramente su alcance en relación a las estructuras
civiles, podría conducir a aplicaciones del mismo que excedan la consideración de los efectos
localizados.

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26
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

SOBRE EL PERFIL VERTICAL DE LA VELOCIDAD INDUCIDA POR


CORRIENTES DESCENDENTES

ON THE VERTICAL PROFILE OF THE WIND VELOCITY


INDUCED BY DOWNBURSTS

Jorge Daniel RIERA1


1
Prof. Ph.D., Departmento of Ingeniería Civil, Universidade Federal do Rio Grande do Sul,
Porto Alegre, Brazil. jorge.riera@ufrgs.br

Área Temática: Área 6 – Riesgo, confiabilidad y seguridad estructural. Ingeniería forense. Daño y
desempeño estructural. La estructura en el ciclo de vida.

Abstract
Several schemes to determine the structural response to wind excitation due to so-called
downbursts or thunderstorm events were suggested after the turn of the century. These include a
simplified approach recently proposed by the author to describe the wind velocity field in this
type of meteorological phenomenon, more specifically, in downbursts within instability lines, in
which a single vertical profile for downdraft winds was adopted. However, further assessments
of the model suggested that none of the profiles reported or proposed in the literature is
applicable to TS events produced by stationary causative clouds, but are usually contaminated by
the background wind or by the process of averaging essentially different wind fields. The
resulting uncertainty in the wind velocity vertical profile is discussed in the paper, in which a
vertical velocity profile caused by the downdraft is suggested.

Keywords: Wind Action, Structural Design, Non-Synoptic Wind, Downburst, Velocity


Field, Vertical profile.

Resumen
Varios procedimientos para determinar la respuesta de construcciones sometidas a la
acción del viento inducido por corrientes descendentes fueron sugeridos después del comienzo
del siglo. Estos incluyen un método simplificado propuesto recientemente por el autor para
describir el campo de velocidades del viento en este tipo de fenómeno meteorológico (TS), más
específicamente, en líneas de inestabilidad, en cuyo caso se adoptó un único perfil vertical de la
velocidad. Sin embargo, evaluaciones posteriores del modelo sugieren que ninguno de los
perfiles propuestos en la literatura es aplicable a campos de velocidad inducidos por nubes
cumulo-nimbus estacionarias. En efecto, los perfiles sugeridos en la literatura estarían
contaminados por el denominado viento de fondo o representarían un promedio de campos de
velocidad esencialmente diferentes. En el trabajo se discute la incertidumbre introducida por
dicho enfoque, proponiéndose finalmente un conjunto de perfiles de la distribución vertical de la
velocidad de viento en eventos TS.

Palabras llave: Acción del viento, Análisis de Estructuras, Corrientes Descendentes,


Campo de velocidad, Perfil Vertical.

27
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo
1. Introducción

Normas sudamericanas en vigor sobre acción del viento en estructuras admiten que, sobre terreno
plano y horizontal, el vector de la velocidad media del viento tiene magnitud constante y es paralelo a la
superficie del suelo. Dicha hipótesis es válida en el caso de eventos sinópticos, esto es, causados por
tormentas extra-tropicales (Sistemas Extensos de Presión - EPS) o durante tormentas tropicales. Efectos
causados por corrientes descendentes (downbursts), típicos de tormentas eléctricas (TS) o de
combinaciones de estas últimas con eventos EPS en las denominadas líneas de inestabilidad (squall
lines), no fueron aún consideradas en códigos en América del Sur, a pesar de que son responsables por
daños quizás mayores que los producidos por vientos sinópticos. En consecuencia, procedimientos de
proyecto prescritos para considerar la acción del viento sobre estructuras, no son aplicables a vientos de
tipo TS. Esto constituye una importante deficiencia, puesto que en regiones temperadas, aproximadamente
una en cada diez observaciones de la velocidad máxima anual es ocasionada por un viento TS, y además
la misma es típicamente el mayor valor (Riera & Nanni, 1989). Letchford & Lombardo (2015) examinan
la posibilidad de incorporar en normas de viento métodos de proyecto aplicables a corrientes
descendentes, llamando la atención al código australiano (Australia/New Zealand Standard AS / NZS
1170.2, 2011) y al mapa actualizado de velocidades del viento en el ASCE Code 7 (2016). En dicho
contexto, Riera (2016) sugirió recientemente un procedimiento simplificado para determinar los efectos
de vientos TS en proyecto de estructuras basado en la observación de que la componente horizontal de la
velocidad máxima a 10m de altura durante eventos TS causados por nubes cumulonimbus estacionarias,
esto es, con velocidad de desplazamiento despreciable, raramente excede 30m/s. Esta velocidad es inferior
a la velocidad de proyecto causada por vientos sinópticos en la mayor parte del territorio sudamericano y
por lo tanto sus efectos están cubiertos por las prescripciones normativas actuales. Por otro lado, en las
llamadas líneas de inestabilidad, squall lines en la literatura técnica en inglés, en las cuales la nube
causadora de la corriente descendente se desplaza con el viento sinóptico que transporta la nube, ambos
campos de velocidad se suman resultando, a 10m de altura, componentes horizontales superiores a 60m/s,
las cuales deben ser consideradas en proyecto estructural.

El enfoque es examinado por Miguel et al (2018), para incorporar efectos dinámicos y de escala
en la contribución de la corriente descendente a la respuesta estructural. Posteriormente, Riera (2018)
propone substituir el perfil vertical de la velocidad de la componente TS adoptado en trabajos anteriores
(Riera, 2016; Miguel et al. 2018), sugerido originalmente por Savory (2001), por los perfiles considerados
en el presente trabajo. Cabe señalar que el enfoque aquí examinado difiere del modelo desarrollado por
Solari et al. (2015); Solari (2016) and Solari et al. (2017), que adoptan un espectro de respuesta,
semejante al espectro utilizado en Ingeniería Sísmica. Las fluctuaciones responsables por los efectos
dinámicos no son, en las contribuciones citadas, separadas en las componentes sinópticas y de la corriente
descendiente, sino tenidas en cuenta conjuntamente.

2. Sobre el campo de velocidad del viento en una corriente descendente

Gheno et al (2015) extendieron el modelo de una corriente descendente empleado


anteriormente por Ponte & Riera (2007, 2010) y Fadel Miguel & Riera (2013), para estimar las cargas
inducidas por vientos TS sobre líneas de transmisión. El modelo original se basa en una representación
semi-empírica de un flujo axi-simétrico estacionario, que incide sobre una superficie plana, modulado por
una función del tiempo que lleva en cuenta el carácter transitorio del fenómeno. El modelo admite
condiciones atmosféricas usuales durante la ocurrencia del evento TS y una geometría simplificada de la
nube cumulonimbus causante del mismo. El campo de velocidades de la corriente descendente es
supuesto axi-simétrico, como se ilustra en la Figura 1. Los parámetros de interés son: (1) la altura h sobre
la superficie horizontal del suelo de la base de nube, dada por h = 0.1 Hc , (2) Hc es la altura de la nube,
medida desde la superficie del suelo hasta el tope de la nube, (3) la base es supuesta circular, de radio Ro,
(4) existe una caída de presión en relación a la atmosfera estable, que varía linealmente a lo largo de Hc y
causa la corriente descendiente.

28
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 1. Representación esquemática de la nube causante de un evento TS


(Gheno et al, 2015)

La velocidad tangencial del aire en movimiento permanente a lo largo de líneas de corriente,


despreciando la viscosidad, es dada por el Teorema de Bernoulli según la ec. (1):

(1)

En la cual Vt representa la velocidad tangencial, la densidad del aire y p la caída de presión.


Esta última depende de la caída de presión a nivel del suelo ∆po, de la altura sobre el suelo z y de la altura
Hc , según se indica en la ec. (2):

(2)

Admitiendo que la troposfera se extiende hasta una altura de 10 km, nivel en el cual comienza la
tropopausa, dentro de la cual la temperatura del aire se supone constante mientras a nivel del mar se
admite que la temperatura es 20 °C, Gheno et al (2015) obtienen la ec. (3) que indica la presión en la
troposfera y la ec. (4) para la presión en la tropopausa. Te es la temperatura del aire a la altura z, g la
aceleración de la gravedad, lr el denominado lapse rate, R la constante para el aire en la ecuación de los
gases, siendo p1 , Te1 y z1 la presión del aire de referencia, la temperatura y altura, respectivamente. La
densidad del aire para diferentes alturas z se estima por medio de la ec. (5):

(3)

(4-5)

La ec.(6) fue ajustada a valores calculados con las ecuaciones precedentes. Designando a la
presión atmosférica a nivel del mar, se obtiene el exponente constante  = 0.000095. La Figura 2 muestra
los valores calculados en naranja y la curva ajustada en azul.

(6)

Combinando las ecuaciones (1), (2) y (6), resulta la ec. (7) para la velocidad tangencial.

29
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 2. Densidad del aire según la ecuación (6) y datos de cálculo (Gheno et al, 2015)

(7)

Las líneas de corriente dentro de la corriente descendente son aproximadas satisfactoriamente por
la ecuación (8), en la cual k y a son constantes y r es la distancia hasta el eje del cilindro de la corriente
descendente. La velocidad tangencial de cada línea de corriente puede descomponerse en velocidades
vertical y radial, como se ilustra en la Fig. (3). La línea de corriente que pasa por el punto (rh , zh) queda
definida por la ec. (9). La ec. (10) presenta la derivada z´(r) de z con respecto a r, cuya introducción en las
ecs. (11) y (12), permite la determinación de las componentes radial y axial Vr y Va, respectivamente:

Figura 3. Línea de corriente genérica

z (r) = k / ra (8)

(9)

(10)

(11-12)

30
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 4. Ejes coordenados y definición de ángulos

Las componentes de la velocidad en relación a los ejes cartesianos son las siguientes:

(15)

(16-17)

La nube cumulonimbus en la cual se produce la corriente descendente es usualmente transportada


por un viento de fondo, asociado a la circulación de aire en la región. Con menor frecuencia, nubes
cumulonimbus maduras son transportadas por frentes de tormenta asociados a sistemas extensos de
presión (EPS), esto es, a ciclones extra-tropicales, constituyendo las denominadas líneas de inestabilidad.
En ambos casos puede admitirse que el campo de velocidad del viento de translación es uniforme en toda
la región afectada por la corriente descendente. Si es el módulo en un punto de interés del vector
velocidad horizontal del viento y el ángulo que forma dicho vector con el eje x, entonces las
componentes de la velocidad en un sistema de referencia cartesiano son dadas por (ec. 18) y (ec.
19). La velocidad del viento resultante es estimada como la suma vectorial de las velocidades producidas
por la corriente descendente (TS) y la velocidad del viento de translación de la tormenta.

(18-
19)

El campo de velocidades de una corriente descendente (evento TS) descrito arriba es aplicable a
un proceso estacionario. Las amplitudes de las velocidades son en consecuencia limites superiores de las
amplitudes efectivas, las cuales varían con el tiempo, constituyendo un proceso no estacionario. Para
describir la evolución de la velocidad del viento en una corriente descendente fueron adoptadas las ecs.
(20) y (21), propuestas por Holmes & Oliver (2000), en las cuales T representa el denominado tiempo
característico de la tormenta, definido como el tiempo en que comienza el proceso transitorio hasta el
instante en que la velocidad alcanza su valor máximo.

, para
(20)

, para
(21)

31
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo
Un modelo más simple del campo de velocidad en una corriente descendente de altura Hc y radio
Ro , admite que, después del impacto del cilindro con el suelo, el mismo de convierte en un disco de
espesor (altura) b = 100m y radio Rmax (ec. 22), sin cambio de volumen, como se ilustra en la Fig. 5.

Figura 5. Etapas de la expansión de la base del cilindro durante un evento TS (Gheno et al, 2015).

(22)

Para determinar la velocidad del viento en diferentes puntos de la región de interés, por
ejemplo a lo largo de los cables de una línea de transmisión eléctrica, es preciso tener en cuenta que el
efecto de la corriente descendente es percibido en diferentes puntos de la región en instantes diferentes.
Con ese objetivo, Gheno et al (2015) introducen otra variable, denominada velocidad efectiva, que mide
la velocidad de expansión del disco producido por la corriente descendente. Admitiendo la hipótesis de
que el cilindro de radio Ro transfiere su volúmen a un disco de radio Rt and espesura (altura) b (Figure
6), siendo V la velocidad de la corriente en la base de la nube, el tiempo requerido para que el disco
alcance un diámetro es determinado por la ec. (23). La velocidad efectiva está indicada en la ec. (24).

(23)

(24)

Figura 6. Expansión del campo de velocidad durante evento TS (Gheno et al, 2015)

Los desarrollos precedentes sugieren que, fuera del cilindro de radio Ro, debe existir un límite del campo
de velocidad producido por eventos TS, definido por una línea de corriente superior, que pasa por el
punto (Ro,h), donde h representa la altura desde el suelo a la base de la nube, estimada como 0.1 Hc .
Introduciendo las coordenadas (Ro,h) en ec. (9), se obtiene la altura zmax alcanzada por el campo generado

32
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo
por la corriente descendente. Dicha altura decrece con la distancia r y es definida, para , por la ec.
(25):

= 0.1 Hc ( Ro / r )½ (25)

Existe una forma alternativa de estimar la velocidad horizontal en dirección radial, a partir del
concepto de velocidad efectiva, discutido anteriormente. En ese caso se obtiene la ec. (26):

Vef = ½ ( Ro / b ) (Ro / r ) V (26)

La cual es válida para r > Ro. Se estima que la relación Ro / b no difiere mucho de 2. Observese
que para r > Ro , las líneas de corriente en el campo generado por la corriente descendente son
aproximadamente horizontales, y debe esperarse el desarrollo de una camada turbulenta de espesor õ.
Dicho espesor, de acuerdo con Fox and McDonald (2001), varía según se indica en la ec. (27), en la cual
Re es el número de Reynold (eq. 28) y ν la viscosidad cinemática del aire, igual a 1,46 × 10-5 m2s-1 . El
espesor de la capa limite crece a medida que aumenta la distancia recorrida por el flujo, admitida igual a
la distancia desde el borde del cilindro. La Figura 7 ilustra dicho crecimiento, resultando evidente que
para distancias inferiores a un par de kilómetros, longitud usual de líneas de instabilidad, el espesor de la
capa limite es inferior a 10m.

(27)

(28)

Figura 7. Evolución de la capa límite con la distancia (r – Ro) (Gheno et al, 2015)

En el caso de corrientes descendentes dentro de una nube estacionaria, es obvio que, fuera del
cilindro de diámetro 2 Ro, para alturas superiores a zmax or b, las tres componentes de la velocidad del
viento serán nulas. Sin embargo, los perfiles de la componente horizontal de vientos TS propuestos en la
literatura no reflejan este hecho, lo que implica que incluyen la contribución del viento de translación de
la tormenta, esto es, son aplicables a la velocidad total durante el paso de un evento TS. En el esquema
para determinar el efecto de vientos TS propuesto por Riera (2015), evaluado posteriormente por Miguel
et al (2018), la contribución del viento de translación a es sumada al campo de velocidades debido a la
corriente descendente, de modo que el perfil vertical de los últimos no debe incluir ninguna contribución
del viento de fondo o de viento sinóptico. El modelo simplificado que se muestra en la Fig. 6, admitiendo
que el espesor del disco en expansión es alrededor de b = Ro/2, conduce para un evento TS pequeño en el
cual Ro = 40m, a un valor de b de 20m. La espesura b aumenta hasta alrededor de 200m, para un evento
TS con Ro = 800m.

La ec. (25), por otro lado, predice que la espesura del disco en expansión disminuye con la
distancia al borde del cilindro. Para r = Ro la espesura del disco puede alcanzar varios cientos de metros,

33
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo
pero las líneas de corriente solamente pueden ser consideradas aproximadamente horizontales cuando r
supera 2Ro, lo que conduciría, en caso de una corriente descendente de grandes dimensiones, a una
espesura máxima b ≈ 200m. El tipo de flujo descrito es ilustrado en la Fig. 8, que muestra una simulación
realizada mediante CFD de la sección media del campo de velocidades en un evento TS (Chay et al,
2006). La Fig. 9 muestra un conjunto de perfiles sugeridos en la literatura para eventos TS, entre los
cuales solamente el perfil propuesto por Wood & Kwok (1998) se extiende hasta una altura definida, que
por otro lado supera los valores sugeridos anteriormente.

Fig. 8. Vista en el plano central del campo de velocidad en una simulacion CFD del campo de
velocidad del viento en el túnel móvil de viento TTU (Chay et al, 2006).

Además, los perfiles no dependen de la intensidad del evento, ni de cualquier parámetro


geométrico que haya sido considerado relevante, como por ejemplo Ro o Hc. Riera (2015) y Miguel et al
(2018) adoptaran el perfil propuesto por Savory et al (2001). Como señala posteriormente Riera (2018),
además de ser un perfil único para todos los eventos TS, el perfil sugerido por Savory et al (2001),
también prescribe componentes horizontales de la velocidad del viento inducido por corrientes
descendentes a alturas sobre el suelo en la cuales eventos TS no deberían tener ningún efecto.

800

700
w ood
600
Os eguera
500 & B o w le s
V ic r o y
400

300 Po n te &
R ie r a
200 Cha y

100

0
0 50 100

Fig. 9. Ejemplos de perfiles verticales para eventos TS a 100m del eje del cilindro (Ponte
& Riera, 2007)

3. Perfil vertical de la componente horizontal del viento en eventos TS

Tanto los modelos simplificados descritos anteriormente como soluciones numéricas o


evidencia experimental, indican que el perfil vertical de la velocidad del viento causado por corrientes
descendentes, dentro del disco en expansión de espesor b, es aproximadamente uniforme. Puede
esperarse, sin embargo, que la rugosidad de la superficie del suelo provoque el desarrollo de una capa
limite, pero la misma no debe alcanzar alturas importantes para fines de proyecto. Dhamanekar &
Srinivasan (2014) examinaron experimentalmente la influencia de la rugosidad en ensayos de chorros da
aire con velocidad constante que inciden normalmente sobre superficies ásperas, pero sin estudiar

34
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo
específicamente el perfil vertical. Dichos autores observan que la componente horizontal más alta de la
velocidad debe ocurrir a una distancia (r - Ro) inferior a 500, ya que la velocidad en eventos TS en
general decrece a medida que r aumenta. En dicha región la capa limite (ver Figure 7) no debe superar
unos 5m, o sea que no tendría importancia práctica, pudiendo admitirse que el perfil vertical en eventos
TS es constante hasta las inmediaciones de la altura b, en la cual se tiene una zona de transición entre la
velocidad dentro del disco en expansión y el aire circundante.

Tabla 1: Parámetros de las cinco categorías de corrientes descendentes (DB) (Riera, 2016; Miguel
et al, 2018).

Design
V0 d w T
ation b (m)
(m/s) (m) (m) (s)
(DB)
DB 1 V0 ≤ 30 10 40 20 60
DB 2 30 < V0 ≤ 40 20 60 40 120
DB 3 40 < V0 ≤ 50 40 100 80 180
DB 4 50 < V0 ≤ 60 60 160 120 300
DB 5 60 < V0 80 240 160 480

Figura 10. Dimensiones de la sección transversal del viento en una línea de inestabilidad
(Riera, 2016; Miguel et al, 2018).

La siguiente expresión para la componente horizontal de la velocidad causada por una


corriente descendente a distancias superiores a D de su centro satisface las condiciones descritas
anteriormente

V = Vo f (z) (29)

f (z) = exp[-(z – b) / 2] /{1+ exp[-(z – b / 2]} (30)

En las cuales f (z) representa la función logística. Valores de b para diferentes categorías
de eventos TS están indicadas en la Tabla 1, siendo D ≈ 2 b. La sección transversal de los perfiles
definidos por ecs. (29) y (30) es aproximadamente Vo b. Debido a su pequeño espesor, la capa límite
próxima al suelo (η = 0) no es tenida en cuenta. Finalmente, se llama atención a la existencia de un perfil
diferente para cada categoría de evento TS, con los parámetros indicados en la Tabla 1, como se ilustra en
la Fig. 11.

35
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

200
V0=25m/s, b=20m
180 V0=45m/s, b=80m
V0=65m/s, b=160m
160

140

120

Height (m)
100

80

60

40

20

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70
Velocity (m/s)

Figura 11. Ejemplos de perfil vertical inducidos por corrientes descendentes.

4. Frecuencia de ocurrencia de eventos TS en regiones temperadas

Un parámetro básico para la determinación de las cargas de viento sobre estructuras en cualquier
región especifica es usualmente el valor de la componente horizontal de la velocidad de referencia
(velocidad a 10m de altura sobre terreno abierto y plano). Independientemente del criterio adoptado
(promedio sobre 3 seg, promedio sobre 10 min, promedio sobre una hora, etc.), la velocidad de referencia
define la amplitud de las cargas de viento en el proyecto de edificios y estructuras. Esa obvia
simplificación es admisible cuando los vientos extremos resultan de tormentas sinópticas, condición que
con frecuencia no es satisfecha. En regiones temperadas, no afectadas por tormentas tropicales, vientos de
gran intensidad pueden resultar de tormentas sinópticas (Sistemas Extensos de Presión- EPS) o por
corrientes descendentes (Tormentas Eléctricas o eventos TS). Como se describe en las secciones
precedentes, existen diferencias perceptibles entre las acciones inducidas por eventos EPS y eventos TS.
Sin embargo, la mayoría de las normas sobre acción del viento vigentes actualmente, no incluye
especificaciones aplicables a eventos TS. Riera & Nanni (1989) y Riera et al (1989) confirmaron hace
casi tres décadas que series de velocidades máximas anuales de estaciones meteorológicas brasileñas
clasificadas, en función del fenómeno meteorológico que originó las mismas, como series EPS o TS, son
caracterizadas por distribuciones de probabilidad diferentes. En los estudios mencionados se verificó que
la distribución que presentó el mejor ajusta a las series disponibles, tanto para vientos sinópticos (EPS) o
para vientos TS, es la distribución de extremos tipo I (Gumbel), pero con parámetros diferentes para la
misma estación.

El esfuerzo requerido para clasificar cada observación de la velocidad del viento registrada en
cada estación meteorológica en operación en Brasil, de acuerdo al fenómeno meteorológico causador de la
misma, es considerable. Por dicho motivo, procedimientos robustos y de menor costo están siendo
evaluados en algunas estaciones piloto, para posterior utilización en todo el territorio de Brasil. La Fig. 12
muestra los valores de la velocidad máxima anual, sin consideración del tipo de evento, correspondientes
a series de 25 años de duración, registrados en dos estaciones en el Aeropuerto de Porto Alegre (Brasil) en
papel de probabilidad de tipo I. Obviamente una variable aleatoria de extremo tipo I seria representada
por una línea recta. Se aprecia claramente en el grafico que una relación lineal no ajustaría
satisfactoriamente a los datos indicados en todo el campo, pero sí parece admisible la hipótesis de que
relaciones lineales con diferentes parámetros ajustan las observaciones para valores altos y altos de X. El
valor de X que divide ambas zonas (ξC) es uno de los parámetros de la función logística f [ln(X)] que
describe la transición entre ambas zonas. Con ξ = ln(X), las relaciones adoptadas son las siguientes:

Log N(ξ ) = [(a1– b1ξ) f(ξ) + [(a2– b2ξ) [1-f(ξ)] (30)

En la cual:

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

f(ξ) = exp[-(ξ – ξC)/0.025] /{1+ exp[-(ξ – ξC)/0.025]} (31)

La Figura 12 presenta gráficos de las ecuaciones (30) y (31) ajustadas a datos registrados en dos
estaciones próximas en Porto Alegre, Brasil, por medio de regresión no-lineal. Los parámetros calculados
son: ξC = 0.3, y luego para la Estación 1 (Estación 2) a1 = 46.802 (42.569), b1= 2.907 (2.486), a2 = 43.934
(34.440) and b2 = 17.297 (25.395). Los parámetros para las dos estaciones, distantes menos de 1 km entre
si, difieren poco, confirmando que tanto extremos de eventos EPS como TS son satisfactoriamente
ajustados por la distribución de tipo I. Las líneas rectas a la izquierda corresponden a eventos EPS,
mientras las rectas a la derecha corresponden a eventos TS. Las últimas definen las amplitudes de la
velocidad en la región de baja probabilidad de ocurrencia. Observase que la probabilidad de que cualquier
registro de la velocidad máxima anual haya ocurrido en una línea de inestabilidad aumenta a medida que
aumenta el correspondiente periodo de recurrencia promedio.

S = 1.17792312 S = 1.47037000
r = 0.99069944 r = 0.98247185
0 0
73.5 73.2

0 0
66.5 66.8

0 0
59.5 60.4
Y Axis (units)

Y Axis (units)

0 0
52.5 54.0

0 0
45.5 47.6

0 0
38.5 41.2

0 0
31.5 34.8
-4.4 -3.4 -2.3 -1.3 -0.2 0.8 1.9 -4.4 -3.4 -2.3 -1.3 -0.2 0.8 1.9

X Axis (units) X Axis (units)

Figura 12. Gráficos en papel de probabilidad de tipo I (Gumbel or Fisher-Tippet I) de registros de


la velocidad máxima anual en dos estaciones en Porto Alegre, Brasil.

5. Conclusiones

Modelos propuestos en la literatura para determinar el campo de velocidades del viento


durante la ocurrencia de corrientes descendentes, o sea de eventos TS, así como evidencia en ensayos de
laboratorio, conducen a la conclusión de que la región sometida a velocidades predominantemente
horizontales se restringe a un estrato de espesura inferior a alrededor de 200m sobre el nivel del suelo.
Sin embargo, todos los perfiles encontrados en la literatura técnica para la distribución en dirección
vertical de vientos TS se extienden hasta niveles que superan ampliamente dicho límite, lo que permite
suponer que incluyen la contribución de la velocidad de translación de la nube causadora o de que
constituyen algún tipo de promedio de vientos de origen diferente. Por otro lado, se muestra evidencia de
que en regiones afectadas por fenómenos meteorológicos diferentes, como por ejemplo eventos tipo EPS
y TS, las normas sobre acción del viento deben especificar velocidades de referencia para proyecto
estructural, a la altura convencional de 10m sobre el nivel del suelo, separadas para viento sinóptico y
para viento TS. Se propone en el trabajo un perfil vertical para corrientes descendentes (eventos TS) que
depende de la categoría del evento, esto es, de la velocidad de referencia.

Agradecimientos

El autor agradece el apoyo de CNPQ y CAPES (Brasil).

37
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo
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39
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

IDENTIFICAÇÃO E CLASSIFICAÇÃO DE EVENTOS EXTREMOS: VENTOS


SINÓTICOS E NÃO SINÓTICOS

IDENTIFICATION AND CLASSIFICATION OF SYNOPTIC AND NON-SYNOPTIC


EXTREME EVENTS

Matthew B. Vallis (P), Acir M. Loredo-Souza.

Laboratório de Aerodinâmica das Construções, Universidade Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre, Brasil
Endereço para correspondência: matthewbvallis@gmail.com; (P) Presentador

Área Temática: Riscos causados por fenômenos naturais, ações humanas ou acidentais que afetam as
estruturas.

Resumo
Enquanto a comunidade global de engenharia de vento trabalha para a determinação de um modelo
robusto e preciso do vento downburst, a ser implementado nas normas nacionais de vento, há uma
necessidade de identificar, não apenas as regiões mais afetadas por ventos extremos não sinóticos, mas a
magnitude e frequência de ocorrência de tais eventos. A norma brasileira de vento está atualmente
passando por um processo de revisão, que permite a oportunidade de estudar dados meteorológicos
históricos com o objetivo de propor mapas da velocidade básica de ventos sinóticos e não-sinóticos. A
separação de eventos extremos de vento em classes não é uma tarefa simples, e é ainda mais complicada
pela presença de observações falsas, que muitas vezes tomam a forma de aumentos bruscos e abruptas na
velocidade do vento, não muito diferentes dos eventos reais de microexplosões. Este estudo detalha os
conjuntos de dados e metodologias usados na criação de algoritmos que são usados para separar eventos
de vento em uma das três categorias: não-sinótico, sinótico e suspeito. Desafios e limitações enfrentados
pela implementação de tais algoritmos são identificados e recomendações são feitas para potenciais
melhorias futuras.
Palavras-chave: vento extremo, tempestade convectiva, sinótico, microexplosão, ciclone

Abstract
As the global wind engineering community works towards the determination of a robust and accurate
downburst wind model to be implemented in national wind loading codes, there is a need to identify not
only the regions most impacted by non-synoptic extreme winds, but the magnitude and frequency of
occurrence of such events. The Brazilian wind code is currently undergoing a process of revision, which
allows for the opportunity to study historical meteorological data with the aim to propose basic velocity
maps of both synoptic and non-synoptic winds. The separation of extreme wind events into classes is by
not a simple task and is made even more complicated by the presence of false observations, which, often
take the form of sudden and sharp rises in wind speed, not dissimilar to real downburst events. This study
details the datasets and methodologies used in the creation of algorithms which are used to separate wind
events into one of three categories: non-synoptic, synoptic and suspect. Challenges and limitations faced
by the implementation of such algorithms are identified, and recommendations are made to potential
future improvements.
Keywords: extreme winds, convective storm, thunderstorm, synoptic, downburst, cyclone

40
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

1. INTRODUCTION

The need to identify and separate extreme wind events into classes has been recognised
since Gomes and Vickery (1977/1978), and divisions are made between synoptic, non-synoptic
and tropical cyclone (TC) events. Although different researchers often apply slight various to
nomenclature of the classes, i.e. the use of terminology such as thunderstorm (TS), convective
storm, downburst, transient winds or non-synoptic winds are all orientated towards wind events
which are caused, or dominated by, vertical downdrafts. Synoptic winds can often be termed as
extended pressure systems (EPS), frontal depressions or stationary winds, and usually involve
the presence of a frontal system or extra-tropical cyclone. Common characteristics of synoptic
winds are their adherence to Atmospheric Boundary Layer (ABL) models, which are used in
wind loading standards and codes. For most cases, models (mean wind profiles, turbulence
intensities and spectra) used in the analysis of TC winds are the same as synoptic winds;
however, when design wind speeds are required, TC winds are separated from synoptic winds
due to the higher wind speeds and different mean occurrence intervals.
There are a number of wind types which do not fit conveniently in any of the above
classifications, however, given the current scope, which requires the separation of winds into two
categories, synoptic and non-synoptic, limitations of this classification system must be
recognised allowances must be made. Such intermediary wind types could include cold fronts,
foehn winds, squall lines and sub-tropical cyclones.
Although a number of tools are available in the identification and classification of
historical extreme wind events, such as observed meteorological surface data, re-analysis data,
satellite imagery, thunderstorm mapping and journal reports, the focus of this study is the ability
to identify and classify extreme wind events through the use of only observed surface data. This
is due to the fact that, with the exception of re-analysis data, observed surface data for any
location in the world can be accessed more easily and often covers decades of observations.
Satellite images, which contain information on the brightness temperature of cloud tops, and
lighting maps, both potentially useful to identify convective storm, are typically only available
for the last 10-15 years, and vary depending on location and access to such products may be
limited to select research communities.
The observed data utilised in this study originate from two separate and independent
networks which operate in Brazil. Surface weather stations (SWS) which operate in Brazilian
aerodromes follow the same observational procedures as neighbouring countries outlined by
ICAO Annex 3 (2007) and WMO Publication No. 49 (2016). As Brazil borders all but two South
American countries, data from SWSs located east of the Andes were also considered in the
study. The second network is INMET’s Automatic Surface Weather Station (ASWS), which
operates almost exclusively in Brazil (there are currently four ASWS in neighbouring Uruguay
and one in Antarctica) and is Brazil’s representative to WMO.

1.1. Objective

This study aims to develop robust algorithms for the identification of synoptic and non-
synoptic extreme wind events from observed surface data in South America. Examples of events
classified by the algorithms are presented and the highest gust speeds per wind type is mapped
for all stations analysed.

41
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2. DATASETS

2.1 METAR/SPECI & SYNOP

METAR/SPECI and SYNOP aerodrome meteorological observations were obtained for


all major airports to the east of the Andes using the methods outlined in Vallis et al. (2017). This
dataset is referred to as MSS in this study. In addition to being freely obtained, the wind data at
these aerodromes are less likely to be affected by rough terrain conditions than those at other
civilian meteorological stations due to the inherent open nature of the airfield. According to
ICAO stipulations (2007), the anemometer should be installed at a height of 10m, wind speed,
Vobs, reported as an average over 10 minutes, in knots. The definition of a gust, Gobs, by ICAO is
an average over 3 seconds, and is reported when observed to be 10 knots or higher than Vobs.
Predominant wind direction, DIR, is reported to the nearest 10°. Other important parameters
include temperature, T, which is observed to the nearest 1°C, atmospheric pressure at sea level,
QNH, to the nearest 1 hPa; and present weather conditions, which include thunderstorms,
sand/dust storms, squalls and funnel clouds (tornados). A total of 198 stations were admitted to
the study, from Brazil, Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Peru, Colombia, Guyana,
Suriname, French Guiana and UK (Falkland Islands), with the maximum period of analysis from
01/07/1996 – 12/31/2017.
Observation intervals at aerodromes SWS are not regular. The hours of operation
meteorological stations depend on the regime of operation of each individual aerodrome. Larger
aerodromes typically operate 24h a day, while smaller aerodromes can operate between 4h-18h a
day. METAR observations are made hourly, but SPECI observations are made during the hour
when meteorological conditions change significantly. When METAR and SPECI observations
are not available for a particular SWS, SYNOP observations at 3-hourly intervals are used.
Apart from changes to the location, height and type of anemometers at aerodrome SWS,
changes to the observation process is common, and with the tendency to improve the accuracy of
observations as time progresses. In Brazil, all aerodromes operated with conventional SWS until
the early 2000s when the process of modernization, involving the digitalisation of measurements,
began at a few of aerodromes. Conventional SWS require the observer to watch an analogue dial
of wind-speed and perform mental calculations in order to obtain DIR, Vobs and Gobs. As such,
there is a marked difference in the observation of Gobs between conventional and automated
periods, with Gobs observations typically becoming more frequent and greater in magnitude
during when automated. Furthermore, Gobs is not always reported, and so a gust equivalent, G*,
as defined in Equation 1, is derived for observation which only report Vobs. The gust factor, gV =
1.45, is defined in ABNT NBR 6123 (1988) for open field exposure at z =10m. However, when
Gobs is observed, a gust factor can be derived for that observation as per Equation 2.

When Gobs is not observed: 𝐺 ∗ = min(1.45 × 𝑉./0 , 𝑉./0 + 10) (1)


7
When Gobs is observed: 𝑔6 = 689: (2)
89:

2.2 INMET

Although the same parameters that are measured at aerodrome SWS are measured by
INMET’s ASWS network, there are some slight variations which must be noted. ASWS emits

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meteorological reports regularly at hourly intervals, 24-hours a day. DIR, Vobs are made during
the last 10 minutes of the previous hour, and Gobs represents the highest 3-second gust speed over
the previous 60 minutes. As such, there is effectively no meaningful relationship between Gobs
and DIR or Vobs, and any attempt to determine design wind speeds using gust factors, gV, is futile.
Wind speeds are observed in m/s with a resolution of 0.1 m/s; direction is observed at a
resolution of 1° with North at 360°. The maximum period of analysis is from 07/05/2002 until
31/12/2017; the minimum period of analysis is a total operating period of 2 years prior to
31/12/2017.
Although there are many other parameters reported by ASWS, including accumulated
precipitation (mm), dew-point temperature, Td (°C), radiation (kJ/m2) and relative humidity (%),
only observations of temperature and atmospheric pressure, P (hPa), were considered of
relevance to this study. Similar to the reporting of wind parameters, instantaneous values
(averaged over 1 min) of temperature and pressure, Tins and Pins, respectively, are reported at the
end of the previous hour, and maximum and minimum, Tmax, Pmax, Tmin and Pmin, values
(averaged over 5 seconds) over the previous hour are also reported. Again, similar to the
reporting of Gobs, the exact moment of the maximum and minimum temperatures and pressures
are unknown. Temperature is observed at a resolution of 0.1°C; atmospheric pressure at a
resolution of 0.1 hPa. Unlike aerodrome SWS, INMET’s ASWS provide no information
regarding weather present weather phenomenon, i.e. no reporting of thunderstorm, squalls, dust-
storms, hail, etc.
494 stations with 2 or more years of operation were analysed from the INMET ASWS
network. Further technical information on INMET’s ASWS can be found in INMET (2011).

2.3 FERREIRA & NASCIMENTO

Ferreira & Nascimento published a series of investigations into the climatology of


convective storms in southern Brazil (Ferreira and Nascimento, 2016; Ferreira, 2014; 2017).
Two databases fundamental to these investigations are the observed data from INMET’s ASWS
network and satellite imagery of brightness temperature obtained from GOES (Geostationary
Operational Environmental Satellite), for the 11-year period between 01/01/2005 and
31/12/2015. Geographically, the stations were limited to Brazilian territory stations below 22°S,
a region which partially covers Mato Grosso do Sul and São Paulo, but the entirety of Paraná,
Santa Catarina and Rio Grande do Sul. Severe convective storms were identified by the
following criteria (Ferreira, 2017):

• Peak wind gust equal to, or greater than, 25 m/s (Gobs ³ 25 m/s, from INMET
data)
• Accumulation of precipitation at the same ASWS for the same hour as observed
peak wind gust (from INMET data),
• Brightness temperature equal to, or less than, -55°C (TB £ -55°C, from GOES
data) within ± 1 hour of the peak wind gust.
Events were considered independent when successive peaks of G ³ 25 m/s were
separated by 5 hours or more at the same ASWS. For cases in which the peaks were separated by
less than 5 hours, only first peak was analysed. To avoid a contamination of the sample
population by strong wind events caused by low-level jet winds and extra-tropical cyclones,

43
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special analyses involving the use of synoptic maps were conducted at stations which were
located at high elevation, such as São José dos Ausentes (1229m) and Morro da Igreja (1790m),
or with a coastal exposure, such as Mostardas (Ferreira and Nascimento, 2016). Less severe
convective storms were identified and grouped together at peak wind gust intervals of 10 -
15m/s, 15 – 20 m/s and 20 – 25 m/s.
Mean gust speeds, as well as mean anomalies of temperature, dew-point temperature and
atmospheric pressure the four levels of severity as determined by Ferreira (2017) are shown in
Figure 1. The anomalies are presented over a 21-hour period (±10 hours from the peak wind
gust), which highlight the development of each of the parameters over the event.

Figure 1. Mean values and mean anomalies of the four severity groups of convective storms as
reported by Ferreira (2017). Red represents peak Gobs of 10 - 15m/s; Green represents peak Gobs
of 15 – 20 m/s; Purple represents peak Gobs of 20 – 25 m/s; Blue represents peak Gobs of +25 m/s.
a) maximum hourly wind gusts, Gobs (m/s); b) Instantaneous temperature at the hour, T (°C); c)
Instantaneous atmospheric pressure at the hour, P (hPa); d) Instantaneous dew-point temperature
at the hour, Td (°C)

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The plots in Figure 1 highlight clear trends for each of the four meteorological parameters
over the 10 hours before and after the peak wind gust caused by convective storms: a sharp rise
and drop in gust wind speed and precipitation around the hour of the peak gust wind speed; slow
fall, followed by sharp rise in atmospheric pressure at the hour of the peak wind gust; slow rise,
followed by sharp fall in temperature and dew-point temperate at the hour of the peak wind gust.

3 METHODOLOGY

The aim is to produce algorithms which can identify cases of synoptic and non-synoptic
winds, in addition to identifying erroneous data, for observed surface data as reported by
aerodrome SWS and INMET ASWS. Given the differences between each of the systems, the
algorithms must be tailor made for each observing network. It is desired that only observed wind
speed and direction, temperature, atmospheric pressure and where possible, present weather
conditions, are utilised in the algorithm. Changes in temperature and atmospheric pressure
around the hour of the peak gust are common for convective storms. In addition to the
identification of thunderstorms, cumulonimbus clouds and rainfall, Riera et al. (1989) also used
sudden drops in T shortly after observed high gusts to classify an event as non-synoptic, however
no indication was given as to the magnitude. Firstly, the magnitude of the changes in T and P
must be established to be then used in a detection algorithm.

3.1 Changes in temperature and atmospheric pressure

The process of creating the algorithms began with the INMET dataset. Ferreira and
Nascimento provided the timestamps and locations of 768 events, herein referred to as F&N
events, which matched the criteria of Section 2.3 for convective storms with peak wind gusts of
Gobs ³ 20 m/s. The parameters of Vobs, DIR, Gobs, Tins, Tmax, Tmin, Pins, Pmax, Pmin, were extracted
and plotted over a period of ± 10 hours from the hour of the peak Gobs. Although Ferreira and
Nascimento also mapped the parameters of accumulated precipitation and Td, these parameters
were not considered in this study due to the fact that convective storms can be dry, i.e. no
accumulated precipitation, and Td follows similar trends to T, however at a smaller magnitude. In
addition, with the aim of producing the simplest wind classifying system possible, it is best to
reduce the number of parameters being considered.
With the aim of capturing changes in T and P, specifically decreases in temperature and
increases in pressure over the hours surrounding the peak wind gust, an extra three time-series
were derived: Tmed,3,i, mean temperature over the previous three hours (Equation 3); DTmin,i, time-
series which determines the largest negative temperature differential over the past two hours
(Equation 4); and DPmax,i, time-series which determines the largest positive pressure differential
over the past two hours (Equation 5). In Equations 3-5 below, i represents the ith observation in
the time-series of any particular INMET ASWS.

𝑻𝒎𝒆𝒅,𝟑,𝒊 = 𝐦𝐞𝐚𝐧(𝑻𝒊𝒏𝒔,𝒊G𝟑 , 𝑻𝒊𝒏𝒔,𝒊G𝟐 , 𝑻𝒊𝒏𝒔,𝒊G𝟏 ) (3)


∆𝑻𝒎𝒊𝒏,𝒊 = 𝑻𝒎𝒊𝒏,𝒊 − 𝑻𝒎𝒂𝒙,𝒊G𝟏 (4)
∆𝑷𝒎𝒂𝒙,𝒊 = 𝑷𝒎𝒂𝒙,𝒊 − 𝑷𝒎𝒊𝒏,𝒊G𝟏 (5)

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The parameters of Tmed,3, DTmin,3 and DPmax,3 (Equations 6-8) were then calculated for
each of the 768 events under investigation, where j=i for the hour which the peak wind gust was
observed. Described qualitatively, Tmed,3 represents the mean temperature of the three hours prior
to the peak gust hour; DTmin,3 represents the largest negative change in temperature from one
hour to the next over a potential three-hour window centred around the hour of the peak wind
gust; DPmax,3 represents the largest positive change in atmospheric pressure from one hour to the
next over a potential three-hour window centred around the hour of the peak wind gust.

𝑻𝒎𝒆𝒅,𝟑 = 𝐦𝐞𝐚𝐧(𝑻𝒊𝒏𝒔,𝒋G𝟑 , 𝑻𝒊𝒏𝒔,𝒋G𝟐 , 𝑻𝒊𝒏𝒔,𝒋G𝟏 ) (6)


∆𝑻𝒎𝒊𝒏,𝟑 = 𝐦𝐢𝐧(∆𝑻𝒎𝒊𝒏,𝒋G𝟏 , ∆𝑻𝒎𝒊𝒏,𝒋 , ∆𝑻𝒎𝒊𝒏,𝒋Q𝟏 ) (7)
∆𝑷𝒎𝒂𝒙,𝟑 = 𝐦𝐚𝐱(∆𝑷𝒎𝒂𝒙,𝒋G𝟏 , ∆𝑷𝒎𝒂𝒙,𝒋 , ∆𝑷𝒎𝒂𝒙,𝒋Q𝟏 ) (8)

A similar process was applied to 13 aerodrome SWS for which METAR/SPECI and
SYNOP data were available, and which were located within 10 km of the INMET ASWS which
were analysed by Ferreira (2017) with peak gusts greater than 10 m/s. The aerodrome SWSs
include Bagé Air Force Base, Bacacheri (Curitiba), Canoas Air Force Base, Curitiba, Foz do
Iguaçu, Florianópolis, Maringá, Navegantes, Porto Alegre, Passo Fundo, Santa Maria Air Force
Base, Torres and Uruguaiana. From the same list of 768 events observed by the INMET ASWS,
76 events were also observed to have peak gusts equal to, or more than, 40 kt (20.6 m/s) at these
aerodromes and TS obser. Similar parameters to those in Equations 3-8 were defined for the
MSS data, however with some fundamental differences. While INMET ASWS emit observations
at hourly intervals, METAR/SPECI and SYNOP reports can vary from 1-minute intervals up to
3-hourly intervals. It was, therefore, necessary to evaluate the period between successive
observations. This time interval is referred to as the assumed duration of validity of the
observation, tval, in minutes, and is limited to 60 minutes as defined in Equation 9 for the ith
observation, with HHMM representing the timestamp.

𝒕𝒗𝒂𝒍,𝒊 = 𝐦𝐢𝐧(𝟔𝟎, 𝑯𝑯𝑴𝑴𝒊Q𝟏 − 𝑯𝑯𝑴𝑴𝒊 ) (9)

With a tval associated with each observation, Tmed,3 is then evaluated for the period
between 3 and 1 hours prior (-180 to -60 mins) to the peak wind speed, with each T observation
weighted by its associated tval. To calculate the corresponding value of DTmin,3, first the minimum
temperature is found within the period ranging from 2 hours prior to 1 hour after the peak wind
speed (-120 to +60 mins). Once noted, the maximum temperature observed within this 3-hour
window, and prior to the minimum temperature, is then identified. DTmin,3 for the event then
becomes the difference between the two. A similar process is applied to determine DQmax,3,
however the minimum pressure is subtracted from the maximum pressure. Note that Q is used
for atmospheric pressure at aerodrome SWS, and not P, due to the application of a factor to the
observation to represent pressure at mean average sea level, known as QNH.

Figure 2 shows plots of the relationships between Tmed,3, DTmin,3 and DPmax,3 for the events
analysed. A strong correlation between Tmed,3 and DTmin,3 is observed in Figures 2a and 2b, which
indicate that high mean temperatures prior to the convective storm peak wind gust typically
result in greater falls in temperature. A weaker relationship is found between Tmed,3 and DPmax,3,
as shown in Figures 2c and 2d, however indicates that lower mean temperatures prior to the peak

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wind gust will have larger increases in pressure. Agreement is found between the INMET and
aerodrome datasets for the fitted regression lines, with the representative equations shown within
the plots of Figure 2. From these figures it is observed that there are cases of convective storms
with little to no change in temperature and pressure, meaning these parameters alone cannot be
used to classify extreme wind events. ICAO temperature and atmospheric data, as shown in
Figures 2 and 3, appear to be “binned” due to the low-resolution of observations which are
reported as integers (1 °C and 1 hPa).

Figure 2. Relationships between Tmed,3, DTmin,3 and DPmax,3 for 768 convective storms as recorded
by INMET ASWS, a) and c); 76 convective storms as recorded by aerodrome SWS b) and d).

With the identification of trends relating to the mean temperature prior to the peak wind
gust, DTmin,3 and DPmax,3 values were then plotted against each other in Figures 3a-d. Due to the
definitions of each of the two parameters, the data only ever appear in this quadrant of the
cartesian coordinate system (negative values of DTmin,3 and positive values of DPmax,3), and an
apparent trade-off between the two parameters for the analysed events is observed. Either there is
a large magnitude DTmin,3 with small magnitude DPmax,3, a large magnitude DPmax,3 with small

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magnitude DTmin,3, or both DTmin,3 and DPmax,3 values are near their respective means. These
observations relate to the majority of the data, as there are some cases where both DTmin,3 and
DPmax,3 are near 0, reinforcing the hypothesis that convective storms cannot be identified from
changes in temperature and pressure alone. As such, the DTmin,3 and DPmax,3 plane was divided
into three DGroups, described below:

• DGroup 1: Magnitudes of DTmin,3 and/or DPmax,3 larger than model values as


determined by Tmed,3 (by a factor greater than 1.25);
• DGroup 2: Magnitudes of DTmin,3 and/or DPmax,3 near model values as determined
by Tmed,3 (between factors of 1.25 and 0.75);
• DGroup 3: Magnitudes of DTmin,3 and/or DPmax,3 smaller than model values as
determined by Tmed,3 (by a factor less than 0.75).

Model values of DTmin,3 and DPmax,3 are determined by the regression models fitted to the
data presented in Figure 2, and values differ slightly between the INMET and MSS datasets. To
determine the limits of each of the three DGroups, first the zero intercepts of DTmin,3 and DPmax,3
are determined by Equations 10 and 11 and Table 1, DT0 and DP0, respectively, with Q taking the
place of P for data observed at aerodromes. Due to DTmin,3 nearing zero for Tmed,3 < 20 °C, the
model is truncated at Tmed,3 = 20 °C and any values less than 20 °C will adopt Tmed,3 = 20 °C
when calculating model values of DTmin,3 and DPmax,3. To establish a minimum limit of DTmin,3, a
similar decision was taken for values of Tmed,3 > 30 °C, and hence any event with Tmed,3 greater
than 30 °C adopts Tmed,3 = 30 °C when calculating model values of DTmin,3 and DPmax,3.

D𝑻𝟎 = 𝐦𝐚𝐱 Z𝟐𝟎, 𝐦𝐢𝐧[𝟑𝟎, 𝑻𝒎𝒆𝒅,𝟑 \] 𝒎D𝑻 + 𝒃D𝑻 (10)


D𝑷𝟎 = 𝐦𝐚𝐱 Z𝟐𝟎, 𝐦𝐢𝐧[𝟑𝟎, 𝑻𝒎𝒆𝒅,𝟑 \] 𝒎D𝑷 + 𝒃D𝑷 (11)

Table 1. Modelling values for the calculation of D Group for an extreme wind event
Meteorological
Network 𝑚D ` 𝑏D` 𝑚D b 𝑏Db
INMET ASWS -0.6611 9.0195 -0.088 6.1102
ICAO SWS -0.6023 8.8681 -0.0291 4.0227

Once DT0 and DP0 are determined for the event under analysis, the event’s DTmin,3 and
DPmax,3 values are then tested to determine the severity of the change in temperature and
pressure, as per Equations 12-14. The event adopts a DGroup 1, 2 or 3 classification relating to
the change in temperature and pressure around the peak gust hour. The limits of each of the
DGroups is dependent on Tmed,3, as demonstrated for Tmed,3 ³ 30 °C and Tmed,3 £ 20 °C in Figures
3a-d. Figures 3e-f show the classification of each of the events provided by the F&N events.
D𝑷 D𝑻𝟎
D Group 1: D𝑻𝒎𝒊𝒏,𝟑 ≤ 𝟏. 𝟐𝟓D𝑻𝟎 − 𝒎𝒂𝒙,𝟑 D𝑷
(12)
𝟎
D𝑷𝒎𝒂𝒙,𝟑 D𝑻𝟎 D𝑷𝒎𝒂𝒙,𝟑 D𝑻𝟎
D Group 2: 𝟏. 𝟐𝟓D𝑻𝟎 − D𝑷𝟎
< D𝑻𝒎𝒊𝒏,𝟑 ≤ 𝟎. 𝟕𝟓D𝑻𝟎 − D𝑷𝟎
(13)
D𝑷𝒎𝒂𝒙,𝟑 D𝑻𝟎
D Group 3: D𝑻𝒎𝒊𝒏,𝟑 > 𝟎. 𝟕𝟓D𝑻𝟎 − D𝑷𝟎
(14)

48
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 3. Plots of DTmin,3 and DPmax,3 for all events. Definition of DGroup boundaries for Tmed,3 ≥
30 °C for a) INMET and b) ICAO datasets, as per Equation 12; Definition of DGroup boundaries
for Tmed,3 ≤ 20 °C for c) INMET and d) ICAO datasets, as per Equation 14; DGroup assignments
for each of the e) INMET and f) ICAO analysed events as per Equations 12-14.

Of the 768 events analysed from INMET observations, 683 events (89%) were classified
as DGroup 1, 70 events (9%) were classified as DGroup 2 and 15 events (2%) were classified as
DGroup 3. Of the 76 events analysed from aerodrome observations, 62 events (82%) were
classified as DGroup 1, 7 events (9%) were classified as DGroup 2 and 7 events (9%) were
classified as DGroup 3. The good agreement between the classifications of the two datasets,

49
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

which employ different observational procedures and were analysed for a different number of
cases, gives confidence to the methods employed to define the DGroups. However, the
assignment of a DGroup alone does not determine whether an event is non-synoptic, synoptic or
suspect, which requires further analyses of time-series of wind parameters (V, G and DIR).

3.2 Development of classifying algorithm

Traditional classifying algorithms utilise the time-histories of wind observations


combined with information regarding the observation of thunderstorms to separate synoptic
winds from non-synoptic winds (DeGaetano, 1997; Burton and Allsop, 2009; Gatey, 2011).
Studies only concerned with the analysis of synoptic winds group suspect data with non-synoptic
events which are then discarded from further analyses. The algorithms developed in this study
represent an advancement in this area, allowing for the separation of extreme wind events into
the categories of synoptic, non-synoptic and suspect with a greater number of parameters and
minimal manual input. Up to four types of parameters are used in the algorithm
1. Peak observation: Gobs (when Gobs not made: G*), Vobs, DIR and gV;
2. Relationship between peak observation and observations in the hours before and
after: R-6, R-3, R+3, R+6, Â, DDIRmax,-3, DDIRmax,+3;
3. Change in temperature and atmospheric pressure around the peak observation:
DGroup;
4. Present and recent weather identifiers.

Kasperski (2002) encouraged wind-speeds in the lead-up to, and after, the peak
observation to be considered in order to correctly identify wind event types. As the time-intervals
between successive observations can be irregular, especially for aerodrome SWS, the use of
ratios between the peak observation and mean wind speeds over a certain period of time is a
simple and robust approach. This study has opted to use ratios, RG, for the peak gust observation
and mean gust speed over the previous six hours, RG,-6, the previous three hours, R G,-3, the
following three hours, RG,+3, and the following six hours, RG,+6. The assumed duration of validity
of each observation, tval, is used in the calculation of the RG values. The minimum interval of
three hours is used due to the interval of three hours between standard SYNOP observations. The
ratios relating to the six-hour periods are used to examine the length of time for which high
winds are sustained, as well as serving as supplementary parameters to the three-hour ratios for
cases in which observations are discontinued due to the closing of a station or missing data. A
similar definition was used by Holmes et al. (2018), but for a period of two hours prior to, and
after, the peak wind speed. For the ICAO dataset, RG is based solely on the time-series made up
of Gobs and G*; while RV parameters were also created for INMET data. This extra series of RV
parameters was necessary as an extra step in the verification of real events for INMET ASWS
data as Gobs and Vobs are not always observed at the same time.
The parameter  acts as a summary of the R series.  is a single value which varies
between 0 and 1 depending on how many R parameters are below a certain threshold. The closer
the  is to 1, the more likely the event is synoptic; conversely, the closer  is to 0, the more
likely the event is either suspect or non-synoptic. R parameters are only considered when there is
sufficient data available, e.g. if there is no wind data for the period between three and six hours
prior to the peak observation there is no valid RG,-6 parameter. Threshold values tested vary

50
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

between 2.0, 2.5 and 3.0 depending on dataset and test, and are identified as Â(2), Â(2.5) Â(3).
The calculation of  is as follows:
• For INMET data where peak Vobs ≥ 5 m/s, Â considers both RG and RV sets;
• For INMET data where peak Vobs < 5 m/s, Â considers only the RG set;
• For ICAO data, Â considers only the RG set;
• Â(L) is the sum of all valid R < L, divided by the number of valid R parameters
• When  = 1, all valid R parameters are less than L; when  =0, all valid R
parameters are greater, or equal to, L.
• Depending on the test, L can be equal to 2.0, 2.5 or 3.0.

Figure 4. Classifying algorithm for INMET ASWS.

A similar approach was used to determine changes in the wind direction before and after
the peak gust observation. The DIR of the peak observation is compared to all DIR observations
within a three-hour window before and after, with the largest absolute difference in DIR
represented by the parameters DDIRmax,-3 and DDIRmax,+3.
Weather descriptors of interest for the ICAO dataset include thunderstorm (TS),
widespread dust (DU), sand (SA), dust/sand whirls (PO), squall (SQ), tornado/funnel
cloud/water spout (FC), sandstorm (SS) and dust storm (DS). The weather descriptors are often
accompanied by qualifying terms, such as light (-), heavy (+), if the phenomenon is located in
the vicinity (8-16 km) of the aerodrome (VC) or if it recently occurred (RE). Should there be no
weather phenomenon observed the field remains absent from the report. In addition, cloud

51
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Figure 5. Classifying algorithm for ICAO SWS with Gobs peak gust speed (DGroups 1 & 2 only).

identifiers relating specifically to cloud formations common during convective storm events
were extracted and include the tower cumulus (TCU) and cumulonimbus (CB). Rain, hail and
other cloud formations were considered too common and were not examined. No weather
identifiers were used for the INMET dataset.
18 stations located within 10km of ICAO aerodrome SWS which operate at 24h were
selected from the INMET ASWS network. The stations were located all over Brazil, including
cities such as Belém, Manaus, Santa Maria, Foz do Iguaçu, Campo Grande, Brasília, Rio de
Janeiro, Porto Alegre, Florianópolis and Recife. A total of 623 independent events with peak
Gobs ³ Ganal were identified from the 18 INMET ASWS stations. Ganal varied from station to
station and was limited to 18 m/s or less. The lowest Ganal was for Recife (12 m/s) which
generated 27 events for analysis, while Ganal = 18 m/s was used for Foz do Iguaçu which
generated 92 events for analysis. A buffer of 48 hours was required between candidate peaks for
events to be considered independent. In addition to each to the calculation of each of the
parameters defined earlier, present weather and cloud identifiers were extracted from the paired
ICAO SWS for ± 1hr around the peak gust observation.

52
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 6. Classifying algorithm for ICAO SWS with Gobs peak gust speed (DGroup 3 only).

For each of the 623 events, time-series of Gobs, Vobs, DIR, Tins, Tmax, Tmin, Pins, Pmax, Pmin
and ICAO weather and cloud identifiers were plotted for a ± 10-hour period centred on the hour
of the peak Gobs observation. A process of manual examination of each of the 623 events was
undertaken, with each event classified as either synoptic, non-synoptic or suspect based on the
follow general concepts:
• Synoptic winds are characterised by sustained high Gobs and Vobs for long duration
periods; while DIR, T and P vary little. The arrival of cold fronts cause a sharp
drop in T, rise in P; however DIR remains constant and Gobs and Vobs elevated for
the following hours.
• Non-synoptic winds are characterised by short-duration high Gobs, fall in T, rise is
P, change in DIR, observation of TS and TCU or CB clouds; while magnitude of
Vobs does not necessarily need to be high;
• Suspect events are characterised by short-duration high Gobs with no
corresponding fall in T, rise in P, change in DIR, nor observation of TS, TCU or
CB clouds.

53
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Figure 7. Classifying algorithm for ICAO SWS with G* peak gust speed (DGroups 1 & 2 only).

Once each of the 623 INMET observed events were assigned a manual classification, the
events were sorted into their respective DGroups for the preparation of algorithms for each
group. In general, the larger the change in T and P, the more likely the event is to be real and
non-synoptic, but this also depends on the ratio of the peak gust observation with those prior and
after. The smaller the change in T and P, and the smaller the R ratios, the more likely the event is
synoptic. Rules, using a variety of the derived parameters, were created and tested for each of the
DGroups. The events were then classified automatically by these rules and compared against
their manual classification. Rules were adapted and refined to minimise the number of events
with different manual and automatic classifications. Weather and cloud identifiers are not part of
INMET ASWS observations and were not included within the rules created for this dataset.
The final classifying algorithm for each of the DGroups for INMET ASWS is shown in
Figure 5. In addition to each event being classified, a number representing the path taken is also
assigned to assist in any future optimisation of the algorithm.

54
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 8. Classifying algorithm for ICAO SWS with G* peak gust speed (DGroup 3 only).

A similar approach was used for data acquired at aerodrome SWS. Firstly, all
independent events with peak Gobs or G* greater than 40 kt (20.6 m/s) within the study network
of 198 ICAO SWS were identified. This totalled 6428 events (4344 with peak gusts from Gobs
and 2084 from G*) whose time-series were then plotted for wind, temperature, pressure and
weather and cloud identifiers data for a ±10-hour period centred on the hour of the peak gust
observation. The plots of each of the 6428 events were reviewed and assigned classifications
manually. The ICAO dataset presented two main differences from the INMET ASWS dataset:
1. Different origins of the peak gust speed being considered: Gobs or Vobs (G*);
2. Observation of TS around the time of the peak gust speed;

55
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

3. When Gobs is available, Vobs is measured for same period, making gV more
relevant.
During the manual classification process, it was noted that events whose peaks were
calculated from Vobs (G*) were more likely to be suspect, and, as expected, observations of TS
were more likely to be classified as non-synoptic. Given these observations, the ICAO
classifying algorithm was divided into a further four branches for each of the DGroups: 1. Gobs
with TS observed; 2. Gobs with no TS observed; 3. G* with TS observed; 4. G* with no TS
observed. The algorithm used for data observed at aerodrome SWS is shown across Figures 5-8.

4 RESULTS

The convective storms identified by Ferreira & Nascimento were then processed by the
respective INMET and aerodrome SWS classification algorithms developed in this study. Of the
768 events observed by INMET ASWS, 632 (82.3%) were classified as non-synoptic, 133
(17.3%) as synoptic and 3 (0.04%) as suspect. All 76 events observed by aerodrome SWS were
classified as non-synoptic by the algorithm. An investigation into the “misclassification” of the
approximately 18% of INMET ASWS events was undertaken.
The three events classified as suspect may actually be extreme non-synoptic events,
however problems with the operation of individual ASWS during the event resulted in the events
being classified as suspect. An example of the event at São Borja is shown in Figure 9, which
depicts a large drop in temperature at the hour of the peak gust wind speed, and a slight increase
in pressure. However, the time-series of wind speed show calm conditions (Gobs = Vobs = 0 m/s)
for several hours prior and after the peak speed – suggesting a faulty anemometer. The other two
events, at A879-Canela, RS and A833-Santiago, RS, in 2009 and 2010 respectively, occur during
suspected faulty periods of operations for each of the stations (reports of many suspected false
high wind-gusts).
Two examples of the 768 F&N events that were classified as synoptic by the automated
algorithm are shown in Figures 10 and 11. Both events highlight the challenges faced in the
development of a non-synoptic vs synoptic classifying system. Figure 10 depicts an event with
sustained high wind-speeds, direction and temperature, with pressure varying greatly but tending
to decrease over time. The stability of wind and temperature parameters over the 21-hour period
suggest an extra-tropical cyclone, even though a convective system was identified by brightness
temperature (Ferreira, 2017). Similarly, the event shown in Figure 11 depicts the passage of a
cold front. An upwards step-change is noted at the hour prior to the peak gust, with the direction
of the wind switching to the south for approximately 4-hours. Temperature decreases sharply,
and pressure increases sharply, at the hour of the arrival of the front, and both parameters
continue in the same direction at smaller increments over a period of approximately 3-hours in
total. Without a vertical array of anemometers at the site, it is difficult to know whether the peak
gusts were caused by convection or synoptic mechanisms. The wind profile is most likely a
combination of both types, which highlights a limitation of the synoptic vs non-synoptic
classifying system.
The algorithms were applied to all databases used in the study and some examples of
typical events are shown in Figures 12-20 for INMET ASWS, Brazilian and international
aerodrome SWS. Classic non-synoptic downburst events are shown in Figures 12-14. The event

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 9. F&N event classified as suspect. Peak Gobs = 20.1 m/s at A830-São Borja, RS,
03/02/2015, 22:00 UTC (=0hrs).

Figure 10. F&N event classified as synoptic. Peak Gobs = 20.1 m/s at A802-Rio Grande, RS,
27/08/2011, 15:00 UTC (=0hrs).

Figure 11. F&N event classified as synoptic. Peak Gobs = 21.0 m/s at A713-Sorocaba, SP,
19/10/2014, 21:00 UTC (=0hrs).

57
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

in Figure 12 is confirmed by news outlet which reports damage in Itapeva, SP1. The algorithm
designed for INMET ASWS was able to successfully identify this as a non-synoptic event due to
the changes in T and P around the hour of the peak gust, and without the use of present weather
identifiers. The even in Figure 13 was classified as non-synoptic even though the peak wind
speed originated from Vobs and not Gobs, and TS was observed 2-hours after the peak. The sharp
decrease in the temperature was decisive in the recognition of this event as non-synoptic and not
suspect. A very intense non-synoptic event in Iquitos, Peru is shown in Figure 14. A Gobs of this
magnitude (+35 m/s) caused by a non-synoptic event is rare in the Amazon, however, do indeed
occur. For this particular event, there is only one observation of TS, the temperature falls
sharply, but only by 5 °C, and then rises again to the same temperature before the peak gust
speed less than 2-hours after. Atmospheric pressure remains stable throughout the event.
Figures 15-17 show three events classified as synoptic, all three from Uruguay and
southern Brazil. Figure 15 shows a typical extra-tropical cyclone in the extreme south of Brazil.
Wind speed rises slowly over time then remains elevated with, wind direction consistently from
the south-west. Temperature remains stable; however, the pressure rises at a constant rate from
the hour of the peak wind speeds onwards. This same trend in temperature and pressure is also
seen in Figure 16 for the sub-tropical cyclone which affected the coast of Santa Catarina, Brazil2.
The cyclogenesis of the sub-tropical cyclone was located over Florianópolis before moving
eastwards, causing sustained high wind speeds in Florianópolis for a period of only 5 hours.
Figure 17 shows the event which produced the highest gust speeds of the analysis for synoptic
winds, occurring in Montevideo, Uruguay. Although the event is an extra-tropical cyclone, the
peak gust is caused by a squall, as noted by the observer, with a gust factor of gV = 2.4, 65%
greater than the value used in typical synoptic models (gV of 1.45). Durañona (2015) postulates
that a vertical, convective component may been responsible for the squall, superpositioning an
extra burst of wind onto what was already a very strong extra-tropical cyclone.
Examples of observed extremes which are suspected to be false are shown in Figure 18-
20. In all three cases there is no significant change in temperature or pressure around the hour of
the peak wind speed. Figure 19 is an important case, as CB storms clouds and TS were observed
around the peak observations. However, the lack of change in temperature and pressure,
combined with the fact the peak gust is G* (derived from Vobs), and not Gobs, suggests the event
was not real. A quick scan of news outlet archives showed no such extreme event in Manaus for
the corresponding date. Figure 20 demonstrates a case in which a sudden peak gust was
observed, Gobs, however no corresponding information was encountered to support a non-
synoptic event.
To help identify the regions which are affected by the two extreme wind types, the
maximum gust speed was plotted on the map for each station analysed in Figure 21. Separate
maps are shown for the combination of meteorological network (INMET ASWS vs aerodrome
SWS) and extreme wind type (non-synoptic vs synoptic). Although the region incorporating
northern Argentina, Paraguay, Uruguay and southern Brazil demonstrates the highest density of
extreme non-synoptic winds, cases of non-synoptic winds with gusts above 30 m/s can be seen

1
http://g1.globo.com/sao-paulo/itapetininga-regiao/noticia/2012/11/temporal-provoca-queda-de-arvores-e-estragos-
em-itapeva-sp.html
2
http://dc.clicrbs.com.br/sc/noticias/noticia/2016/12/ciclone-subtropical-foi-causa-de-estragos-pelo-estado-
8610795.html

58
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

spread sporadically throughout the northern half of the continent. The regions with the highest
synoptic winds include the coast of southern Brazil, Uruguay’s coastline, Patagonia, Santa Cruz
(Bolivia) and Falkland Islands. Extreme synoptic winds are also seen at a number of high
elevation stations throughout Brazil (A845-Morro da Igreja, SC, 1790m; A610-Pico do Couto,
RJ, 1758m) and exposed coastal locations (A606-Arraial do Cabo, RJ; A652-Forte de
Copacabana, RJ). The maximum wind speeds shown in these figures do not indicate
recommended design wind speeds, which require further analysis to analyse the frequency of
extreme wind events, in addition to any considerations given to the exposure and operating
characteristics of each meteorological station.

5 CONCLUSIONS AND RECOMMENDATIONS

Non-synoptic extreme wind events, as identified by Ferreira and Nascimento (Ferreira


and Nascimento, 2016; Ferreira, 2014; 2017), were analysed to determine three groups
representing different magnitudes of change in temperature and atmospheric pressure around the
hour of the observed peak gust. Events were analysed using data observed by Brazil’s INMET
ASWS network and aerodromes operating under ICAO guidelines located to the East of the
Andes. Automated algorithms which classify extreme wind events as either synoptic, non-
synoptic or suspect, were developed for each of the networks. The algorithms use information
obtained at SWS measurements of peak wind speed and its relationship with speeds before and
after the peak, gust factors, change in direction, change in temperature and pressure, and where
possible, weather identifiers, to classify extreme wind events. The F&N events were then
classified by the algorithms, which resulted in 83% of INMET ASWS events classified as non-
synoptic and 100% of aerodrome SWS events as non-synoptic. Difficulties in the classification
processes were highlighted, particularly when cold fronts or extended periods of sustained high
winds are observed. Examples of events of each classification were shown, and maximum wind
speeds of each type mapped across the continent.
Limitations of the synoptic vs non-synoptic classifying system have been highlighted,
and intermediary wind types should be investigated further in the future. However, given the
current scope, and with the added complication of identifying suspected false events, additional
tools such as satellite imagery and lighting mapping could be useful in the identification and
classification of past extreme wind events.

ACKNOWLEDGEMENTS

Special thanks to Prof. Ernani Nascimento and Vanessa Ferreira for assistance provided in their
areas of expertise. This research is supported financially by the Brazilian National Council for
Scientific and Technological Development (CNPq).

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 12. Non-synoptic event with peak Gobs = 41.7 m/s at A714-Itapeva, SP,
27/11/2012, 21:00 UTC (=0hrs).

Figure 13. Non-synoptic event with peak G* = 50 kt at SBSR-São José do Rio Preto, SP,
22/10/2015, 22:00 UTC (=0hrs).

Figure 14. Non-synoptic event with peak Gobs = 72 kt at SPQT-Iquitos, Peru,


15/05/2009, 19:00 UTC (=0hrs).

60
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 15. Synoptic event with peak Gobs = 30.9 m/s at A899-Chuy, RS,
27/10/2016, 16:00 UTC (=0hrs).

Figure 16. Synoptic event with peak Gobs = 64 kt at SBFL-Florianópolis, SC,


04/12/2016, 06:41 UTC (=0hrs).

Figure 17. Synoptic event with peak Gobs = 94 kt at SUMU-Montevideo, Uruguay,


24/08/2005, 01:35 UTC (=0hrs).

61
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 18. Suspected false event with peak Gobs = 27.0 m/s at A301-Recife, PE,
06/07/2009, 12:00 UTC (=0hrs).

Figure 19. Suspected false event with peak G* = 103 kt at SBEG-Manaus, AM,
26/11/2015, 09:00 UTC (=0hrs).

Figure 20. Suspected false event with peak Gobs = 60 kt at SAWG-Río Gallegos, Argentina,
19/02/2012, 18:00 UTC (=0hrs).

62
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 21. Maximum gust observations, G, per storm type and observing network a) non-
synoptic winds by INMET ASWS; b) synoptic wind by INMET ASWS; c) non-synoptic winds
by aerodrome SWS; d) synoptic winds by aerodrome SWS.

63
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

REFERENCES

Associação Brasileira de Normas Técnicas (1988). NBR 6123, Forças devidas ao vento em
edificações.
Burton, M.D., Allsop, A.C. (2009). Predicting Design Wind Speeds from Anemometer Records:
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Proceedings of 13th ACWE Conference, Gainesville, May.
World Meteorological Organization (2016). WMO-No.69, Technical Regulations Volume II –
Meteorological Service for International Air Navigation.

64
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

ID:

REGLAMENTO ARGENTINO CIRSOC 102 – ACTUALIZACIONES PROPUESTAS

CODE OF PRACTICE CIRSOC 102 – PROPOSED UPDATES

Gustavo C. Balbastro (1)(P); Bruno Natalini (2)

(1) Dr. Ing. Civil, Profesor Titula, Universidad Tecnológica Nacional, Argentina.
(2) Dr. Prof., Universidad Nacional del Nordeste, Facultad de Ingeniería/CONICET, Argentina.

Dirección para correspondencia: gbalbastro@yahoo.com

Area Temática: Acción del viento.

Resumen
Se presentan las principales actualizaciones propuestas para el Reglamento Argentino de Acción del
Viento sobre las Construcciones CIRSOC 102-2005, actualmente en vigencia. Las modificaciones
propuestas se basan principalmente en el estándar ASCE/SEI 7-10 Minimum Design Loads for Buildings
and Other Structures, además de algunas inclusiones del más reciente ASCE/SEI 7-16. También incluye
algunas adaptaciones y temas provenientes de desarrollos locales y de la experiencia en el uso de la
normativa actual.
Palabras-clave: acción del viento - normas.

Abstract
The main proposed updates to the Argentine Rules for Wind Action on Constructions CIRSOC 102-2005,
currently in force, are presented. These modifications are mainly based on ASCE/SEI 7-10 Minimum
Design Loads for Buildings and Other Structures, in addition to some inclusions of the more recent
ASCE/SEI 7-16. It also includes some adaptations and issues from local developments and experience in
the use of current standards.
Keywords: wind action - regulations.

65
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

1. ANTECEDENTES

La primera generación de reglamentos de seguridad en las construcciones de la República


Argentina fue publicada, a principios de la década de 1980, por el Centro de Investigaciones de
los Reglamentos Nacionales de Seguridad para las Obras Civiles (CIRSOC). Esta se componía
de documentos agrupados por series, siendo la serie 100 dedicada a las acciones sobre las
estructuras, la serie 200 al diseño de hormigón y la serie 300 a las estructuras metálicas.
La serie 100 incluía las prescripciones de diseño sismorresistente, elaboradas en conjunto
con el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).
Dentro de la serie 100 existían dos documentos dedicados a la acción del viento, a saber,
el reglamento CIRSOC 102, del año 1982, y la recomendación 102-1, del mismo año. Estos
estaban basados en general en la norma francesa NV-65, de 1967/1970 y la británica CP-3 de
1972. También tomaba el mapa de velocidades de referencia de la norma argentina IRAM 11700
de 1978.
A finales de la década de 1990 se llevó a cabo un proceso para elegir la línea normativa
que serviría de base a una segunda generación de reglamentos. Luego de un proceso de consultas
que incluyó a universidades, organismos de gobierno y asociaciones de profesionales, se optó
por tomar como base las diversas especificaciones de Estados Unidos. En particular, para las
acciones debidas al viento se tomó como base el estándar ASCE 7-98, en particular el capítulo 6
más las categorías de riesgo y las combinaciones de cargas, tomadas de los capítulos 1 y 2.
El proyecto de reglamento elaborado fue puesto a discusión pública y luego publicado
como CIRSOC 102-2005. Además de la base tomada de la mencionada ASCE 7-98, se
incluyeron anexos con tablas y figuras para tratar otros casos no contenidos en la especificación
de base, pero que se consideraron necesarios para la práctica local o bien estaban contemplados
en el reglamento de la primera generación.
El reglamento de 2005 comenzó un proceso de adopción paulatina, ya que contenía
numerosos cambios respecto de la primera generación, además de ciertas demoras en el dictado
de los actos de gobierno que debían establecer su vigencia.
Mientras tanto, la especificación tomada como base fue teniendo sucesivas
actualizaciones, en 2002, 2005 y 2010, por lo que se reinició el proceso de actualización del
CIRSOC 102, para lo cual se tomó como base ASCE 7-10. Este documento introduce numerosos
cambios con respecto a las ediciones anteriores, que impactan no sólo en el cálculo de las cargas
de viento sino también en la relación con el resto del cuerpo normativo.
Estando en proceso la elaboración de la actualización, se publicó la ASCE 7-16, que
introduce nuevas modificaciones aunque menos profundas que las que significó la edición
anterior, por lo que se decidió mantener el esquema de trabajo que se venía llevando a cabo,
agregando las innovaciones de la edición más reciente que fueran de utilidad y no entorpecieran
el proceso.
La idea que guía el proceso de preparación de la nueva revisión es que resulte natural
para los usuarios de ASCE 7 y CIRSOC 102 pasar de uno a otro reglamento, aun cuando estén
redactados en idiomas distintos y no sean idénticos. Al mismo tiempo que sea amable para los
usuarios argentinos, técnicamente correcto y consistente.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

2. PRINCIPALES CAMBIOS A INTRODUCIR

2.1. Reorganización del documento

El nuevo reglamento replicará, con algunas adaptaciones, la estructura adoptada en ASCE


7/10, en la cual se desdobla las acciones de viento en seis capítulos que siguen una secuencia
más afín con la lógica del proceso de diseño. Esta nueva estructura aporta mayor claridad y
facilita el uso, al agrupar toda la información necesaria para cada caso en un único capítulo, el
cual comienza con un cuadro que explica la secuencia de pasos para obtener las cargas.

2.2. Definición de la velocidad y mapas de vientos

La velocidad básica se define como valor de diseño, para cada categoría de riesgo según
destino del edificio, en vez de tener un único valor de velocidad para el cálculo de la presión
dinámica que luego debe ser afectado de un factor de importancia.
Se tienen así tres mapas de velocidades, para recurrencias medias de 300, 700 y 1700
años, según la construcción sea de categoría I (cuya falla presenta bajo riesgo para la vida
humana), II (riesgo normal) o categorías III o IV (alto riesgo para la vida humana o instalaciones
esenciales). De esta manera se pueden tratar mejor las probabilidades de falla, en función de las
características de las distribuciones de probabilidad que ajustan las series temporales.
Puede verse también que la velocidad del viento se define a valores de diseño, al llevar la
recurrencia media de los 50 años, del reglamento actual, a los valores indicados. Por este motivo
la acción de viento se equipara en su tratamiento a la acción sísmica, por lo que el factor de
combinación de cargas de viento pasa del valor 1,6 actual a 1,0.
Esta modificación impactará en los otros reglamentos, los cuales deberán adecuar sus
combinaciones de cargas para la definición de los estados límites últimos.
Con respecto a los mapas de viento, se están llevando a cabo estudios para introducir
nueva información meteorológica aunque todavía no son definitivos (Natalini et al. 2016), por lo
que sobre la base del mapa actual (Viollaz 1997) se elaboraron los tres mapas, que se muestran
en la Fig. 1, que se incluirán en la actualización dejando el esquema preparado para incorporar
mapas con nueva información meteorológica cuando estén disponibles.

2.3. Cargas sobre construcciones cerradas con techos curvos

Las cargas sobre construcciones cerradas con cubiertas curvas, tal como aparecen en la
edición actual del reglamento, se basan en estudios de 1914 (Smith 1914). Este tratamiento no
coincide con la evidencia empírica existente actualmente. En las sucesivas ediciones de ASCE 7
se mantienen sin cambios, con la excepción del factor para calcular las cargas locales, que se
cambió en ASCE 7-16.
Debido a que este tipo de cubiertas tiene un uso muy extendido en la República Argentina
se actualizará su tratamiento, introduciendo figuras elaboradas sobre la base de la revisión
realizada por Natalini y Natalini (Natalini y Natalini 2017), que recoge resultados numerosos
autores, principalmente de estudios realizados en la UFRGS, BRE y la UNNE.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 1. Mapas de velocidad de viento para recurrencias medias de 300, 700 y 1700 años.

2.4. Cargas sobre tanques de almacenamiento de combustible

En ASCE 7-10 no se encuentran recomendaciones específicas para tanques de


almacenamiento de combustible. En CIRSOC 102-2005 hay un anexo, basado en trabajos de
Sabransky (1984) y Macdonald et al. (1988). Se está analizando entonces una actualización de
este tratamiento porque desde por lo menos 1998 (Flores y Godoy 1998), existen trabajos en este
tema y han producido un cuerpo de conocimiento importante, validados en numerosos artículos
en revistas, comprendiendo abordajes mediante estudios de campo de casos de colapso, ensayos
en túneles de viento y modelado computacional (Godoy y Flores 2002; Portela y Godoy 2005a;
Portela y Godoy 2005b; Jaca, Godoy, Flores, Croll 2007; Godoy 2007; Portela y Godoy 2007;
Jaca y Godoy 2010; Falcinelli, Elaskar, Godoy 2011).

2.5. Método simplificado

Se incluirá un método simplificado, para construcciones que reúnan ciertos requisitos,


manteniendo la estructura del disponible en CIRSOC 102-2005 con las adecuaciones respectivas
a los nuevos mapas de velocidad, pero apartándose del que dispone ASCE 7-10.
El formato actual resulta muy sencillo para el usuario, quien para los casos que no
encuadren en los requerimientos directamente aplicará el procedimiento direccional para
edificios de todas las alturas. El procedimiento de la parte 2 del capítulo 27 de ASCE 7-10, si
bien tiene un rango de aplicación más amplio, resulta más laborioso en su aplicación.

2.6. Cubiertas aisladas

Este tipo de estructurar, en la edición actual de CIRSOC 105-2005, son tratadas en forma
contradictoria, mediante la Tabla 9 que está tomada de ASCE 7-98 y está limitada a cubiertas de

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

vertiente única y proviene de estudios obsoletos. Por ello se incluyó el Anexo I, basado en
Eurocódigo, lo que introdujo una contradicción, que fue señalada y discutida por De Bórtoli y
Castro (2004).
En ASCE 7-10, el tratamiento dado a estas estructuras fue actualizado en base AS/NZS
1170.2:2002, y a resultados producidos por Altman (2001) y Uematsu y Stathopoulos (2003).
Dado que este tratamiento es de similar calidad al del Anexo I, ya no existe necesidad de incluir
este anexo en esta revisión.

2.7. Procedimiento envolvente para construcciones bajas

En CIRSOC 105-2005 las cargas sobre el sistema principal resistente a la fuerza del
viento en construcciones bajas se pueden calcular en forma indistinta mediante dos
procedimientos, que en ASCE 7-10 son explícitamente nombrados como procedimiento
direccional y procedimiento envolvente, respectivamente. Estas denominaciones no se
encuentran en ASCE 7-98 por lo que no está incorporada a CIRSOC 102-2005, que los distingue
por el número de figura en la que se encuentran los valores para cada uno.
Esta existencia de dos métodos para un mismo caso es una fuente de confusiones y
conflictos entre los distintos usuarios argentinos del reglamento. Además se ha visto que el
procedimiento envolvente es muy poco empleado por los usuarios locales, quienes optan por el
procedimiento direccional, que sirve para todas las alturas y resulta más intuitivo en su
aplicación.
Por estos motivos, se optó por desplazar el procedimiento envolvente del texto
prescriptivo e incluirlo en el volumen de comentarios que acompaña al reglamento.

2.7. Previsión para simulaciones computacionales

El actual reglamento CIRSOC 102-2005 prevé, además del procedimiento simplificado y


el procedimiento analítico para evaluar las cargas de viento, la posibilidad de recurrir a ensayos
en túnel de viento de capa límite (TVCL), para lo cual destina un capítulo específico.
En dicho capítulo se dan en forma resumida los requisitos básicos que deben cumplir los
ensayos en TVCL a los fines del reglamento. No se desarrollan los detalles del procedimiento,
que quedan a la experiencia y conocimientos propios del especialista.
Este tipo de ensayos requiere laboratorios dedicados con equipamiento e instrumental
especifico. Es también el procedimiento tradicional que generó la mayor parte del conocimiento
actual en el campo de la Ingeniería de Viento.
En ASCE 7-10 se mantiene un capítulo específico destinado a los ensayos en TVCL, con
las mismas características que en ediciones anteriores aunque permitiendo mayores reducciones
en los valores obtenidos, con respecto a los que arroja el procedimiento analítico. En ASCE 7-
16, por su parte, se eliminan los requisitos enunciados en forma genérica y se hace referencia
directa a la especificación ASCE 49-12 (ASCE 2012), específicamente dedicada a los ensayos en
TVCL.
Los estudios a escala natural, que representan la evidencia más directa del fenómeno, han
servido para poner a punto y validar las simulaciones de la capa límite atmosférica y de las
mediciones realizadas en TVCL.
Desde el punto de vista físico, el fenómeno del viento en la ingeniería estructural está
gobernado por las ecuaciones de Navier-Stokes, en régimen turbulento e incompresible.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

En los últimos años se han venido desarrollando algoritmos eficientes para calcular
soluciones numéricas a este tipo problemas, que pertenecen al campo de la dinámica de fluidos
computacional (CFD, por sus siglas en inglés). No obstante, el problema es muy complejo desde
el punto de vista del modelado y exigente desde el punto de vista de la potencia de cómputo.
Diversos autores han puesto de manifiesto estos aspectos, así como el hecho de que los
resultados son dependientes de varios parámetros de la simulación (Franke et al 2004;
Bitsuamlak y Simiu 2010; Tamura et al. 2008).
En la literatura especializada se encuentran gran cantidad de publicaciones aplicando
CFD a problemas de ingeniería de viento, lo que ha dado lugar en los últimos años a la
denominación de ingeniería de viento computacional (CWE, por su sigla en inglés). Al igual que
el TVCL, una buena simulación CFD-CWE requiere la experiencia de un especialista pero la
dispersión de los resultados que se pueden alcanzar es comparable a la que se obtiene en los
ensayos (Tamura y Phuc 2015).
Asimismo, se comienzan a ver aplicaciones en el campo profesional a proyectos
concretos, ya sea en etapa de diseño como a estudios de carácter forense para análisis de
accidentes debidos al viento. Actualmente este tipo de estudios no cuenta con un marco
normativo, por lo que el desconocimiento puede llevar a subestimar la complejidad del
problema, obteniendo resultados de dudosa calidad, por un lado, o a impedir la aplicación de una
herramienta que bien empleada es útil.
Se propone entonces introducir la posibilidad de realizar simulaciones computacionales
(CFD-CWE).
Como antecedentes se encuentran algunas normas, recomendaciones o manuales que ya
comienzan a contemplar el uso de este tipo de herramientas. Por ejemplo, la norma japonesa en
su parte prescriptiva habla de “appropriate wind tunnel study or other suitable verification
methods” y en los comentarios hace referencia explícita a CFD, en particular para topografías
complicadas, efectos de protección, etc. (AIJ 2004).
Otro ejemplos que se pueden mencionar son AS/NZS 1170.2:2011, que cita para ciertos
casos “Wind tunnel testing or similar studies should be carried out if...”. Esto puede
complementarse con la cita de Holmes et al. (2012) que dice que además de la aplicación directa
de la norma, las cargas pueden obtenerse por estudios especiales entre los que cita “Calculations
by computational fluid dynamics, which have been calibrated against full-scale or wind-tunnel
measurements.”
Finalmente, la norma de India IS 875:2015, trata los efectos de interferencia “which can
only be ascertained by detailed wind tunnel/CFD studies.”
Se establecerá entonces una Guía de Buenas Prácticas para simulaciones. Estas deberán
cumplir los mismos requisitos que los ensayos en TVCL enunciados en el capítulo respectivo,
además de otros requisitos específicos. Estos requisitos se refieren a 1) Definición del modelo y
tratamiento de la turbulencia, 2) Dominio computacional, 3) Condiciones de contorno, 4)
Discretización espacial y temporal, 5) Validación, 6) Aseguramiento de la calidad de la
simulación y 7) Informe de los resultados.

2.8. Cargas sobre paneles solares

Este aspecto no está previsto en ASCE 7-10, por lo que se tomará de la edición más
reciente, ASCE 7-16, en virtud de la actualidad y demanda que representa el mismo, a la vez que
no requiere adaptaciones para funcionar con el resto del texto reglamentario.

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3. CONCLUSIONES

La actualización que se propone para el Reglamento CIRSOC 102-2005 representará un


paso adelante en la línea normativa adoptada para la segunda generación, a la vez que se espera
sea una adaptación que responderá de manera eficiente a las necesidades de los usuarios de la
norma.
Se espera que en breve se ponga el proyecto a discusión pública, para recibir la opinión
de los futuros usuarios, lo que seguramente redundará en un mejor resultado.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

ID: XXXVIIIJSIE

ESTADO ACTUAL DE LA NORMA PARAGUAYA NP-196 Y LÍNEAS DE


INVESTIGACIÓN PROPUESTAS POR LA FIUNA PARA SU ACTUALIZACIÓN

CURRENT STATE OF THE PARAGUAYAN DESIGN CODE NP-196 AND


INVESTIGATION LINES PROPOSED BY FIUNA FOR ITS UPDATE

María A. Arévalos Burró (P) (1)

(1) Docente Investigador, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional de Asunción, Paraguay.

Área Temática: Sesión Técnica Especial “Aspectos relevantes del trabajo de revisión y actualización de
las normas nacionales de Diseño y construcción de Estructuras bajo la Acción del Viento”

Resumen
La norma paraguaya de viento NP-196 “Acción del Viento en las Construcciones” fue concebida
utilizando de base a la norma brasilera NBR-6123 “Forças devidas ao vento em edificações” así como a
la norma argentina CIRSOC-102 “Acción del viento sobre las construcciones”. Sin embargo, puede
observarse que la configuración de la norma brasilera fue adoptada para la mayor parte de su contenido.
Esta similitud de configuraciones puede ser aprovechada para realizar un avance conjunto de la ciencia en
el área de diseño y construcción de estructuras bajo la acción del viento en términos de normas
nacionales. En este sentido se describe en el presente trabajo el estado actual de la norma paraguaya NP-
196, y las primeras líneas de investigación propuestas por la Facultad de Ingeniería de la Universidad
Nacional de Asunción, visando en un futuro actualizar la misma de manera a acompañar el desarrollo
internacional de la ingeniería de viento. Primeramente, se propone una vía de investigación que lleve a la
actualización del mapa de isopletas de la velocidad básica del viento de la norma en estudio.
Posteriormente, se tiene por objetivo que este documento llegue a contemplar otros efectos del viento en
estructuras que no están previstos en la norma: desprendimiento de vórtices alternados, respuesta
dinámica de estructuras esbeltas y la inclusión de vientos tipo TS.

Palabras-clave: norma, viento, líneas de investigación.

Abstract
Current Paraguayan design code NP-196 “Acción del Viento en las Construcciones” was conceived as a
combination of Brazilian standard NBR-6123 “Forças devidas ao vento em edificações” and Argentinian
design code CIRSOC-102 “Acción del viento sobre las construcciones”. Nonetheless, the Brazilian
standard configuration has been observed to be the one adopted for most of its content. The similarity of
both configurations could be beneficial for the progress of science, in the design and construction areas of
structures submitted to wind, in terms of design codes. In this context, the actual state of the Paraguayan
standard NP-196 is described, and the first investigation lines proposed by the Faculty of Engineering of
Universidad Nacional de Asunción are presented in order to perhaps perform its update in a near future
by the hand of international developments of wind engineering. First, an investigation line leading to an
update of the contoured map of basic wind speed is proposed. Other wind effects are then proposed to be
analyzed that are not contemplated by the national desing code: vortex shedding, dynamic response of
slender structures, inclusion of TS winds.

Keywords: standard, wind, investigation lines.

73
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

1. INTRODUCCION

La norma paraguaya de viento NP 196 “Acción del viento en las construcciones” fue
publicada en su primera y única edición en 1991. El objetivo principal de esta norma radica en la
determinación de efectos estáticos producidos por el viento en construcciones convencionales.
La norma paraguaya de viento en su mayor parte posee exacta correspondencia con la NBR
6123, Forças devidas ao vento em edificações (Brasil) y en menor proporción con el Reglamento
CIRSOC 102, Acción del viento sobre las construcciones (Argentina).
Para las velocidades básicas del mapa de isopletas, la NP-196 considera (al igual que la
NBR-6123) una velocidad de ráfaga de 3 segundos de duración, excedida en promedio una vez
en 50 años, a 10 m sobre el nivel de terreno, en campo abierto y plano. Por su parte, la CIRSOC
102 propone un mapa de velocidades de referencia sobre un intervalo también de 3 segundos, en
exposición abierta a una altura de referencia de 10m para un periodo de recurrencia de un año.
c
Para la obtención de las velocidades básicas la norma argentina propone un coeficiente p de
amplificación en función a la vida útil de la construcción. En la Figura 1 puede observarse como
las isolíneas de velocidades básicas de la norma paraguaya, en la región Este coinciden con
aquellas de la NBR-6123, y en la región suroeste parecen ser extensiones de las velocidades de
c
referencia de la CIRSOC 102 para un coeficiente p de 1,83 (intermedio entre 1, 65
correspondiente a una vida útil de 25 años y 2,13 para una vida útil de la construcción de 50
años).

Figura 1. Correspondencia entre mapa de isopletas; izquierda CIRSOC-


102 (velocidad de referencia, periodo de retorno 1 año), medio NP 196
(velocidad básica, periodo de retorno 50 años), derecha NBR 6123
(velocidad básica, periodo de retorno 50 años)

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Como la mayoría de las normas sudamericanas, la NP-196 contempla exclusivamente


vientos sinópticos, causados por tormentas extra tropicales que en su estado maduro se
denominan Sistemas Extensos de Presión o eventos EPS (Extended Mature Pressure Systems) o
bien causados por tormentas tropicales.
En líneas generales la norma en cuestión presenta a la velocidad característica del viento
como función de la altura, de la región, topografía y rugosidad del terreno, dimensiones de la
construcción, entre otros factores.
Esta norma propone coeficientes aerodinámicos de presión y de forma externos para
construcciones de planta rectangular: en paredes, techo de dos aguas, techos de un agua, techos
múltiples con una y dos aguas y techo de canaleta central. Además presenta una distribución de
presiones externas en construcciones cilíndricas y techos cilíndricos, de sección circular, así
como una distribución de presiones para cúpulas con diferentes condiciones de contorno. La NP-
196 sugiere además algunos coeficientes de presión interna en función a la permeabilidad de la
construcción.
Para cuerpos de sección constante o levemente variable, este reglamento presenta ábacos
donde pueden ser obtenidos los coeficientes de arrastre en función a la relación entre
dimensiones de la edificación, condiciones de contorno y según el nivel de turbulencia del
viento. Seguidamente, se tiene en cuenta una fuerza de rozamiento originada por rugosidades y
nervaduras dependiendo nuevamente de la relación entre dimensiones de la edificación.
Finalmente se sugieren algunos coeficientes de reducción de coeficientes aerodinámicos para
vientos de alta turbulencia.
Para construcciones que podrían tener influencias de efectos de vecindad, la norma
propone considerar una excentricidad que depende de las dimensiones de la misma, y de esta
manera, tener en cuenta esfuerzos de torsión que podrían aparecer en la estructura.
Finalmente se sugieren coeficientes de fuerza para: barras y reticulados, alambres y
cables, torres reticuladas, muros y placas rectangulares y techos aislados de aguas planas.
Hasta el momento, todo lo mencionado anteriormente fue extraído por la NP-196 de la
NBR-6123 a excepción del mapa de isopletas de la velocidad básica del viento. La consideración
de techos aislados cilíndricos (vertientes en forma de bóveda) fue extraída de la CIRSOC-102 y
constituyen la última indicación de la NP-196.
Si bien la Norma fue redactada casi enteramente utilizando aquellas de los países vecinos,
y en vista de que su configuración es la misma que para la NBR 6123, este hecho puede ser
aprovechado para realizar modificaciones en conjunto con los países vecinos y con un equipo de
trabajo internacional. En este sentido, las líneas de investigación que consideramos de
fundamental importancia para su actualización se presentan a continuación.

2. LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN PROPUESTAS POR LA FIUNA

La acción del viento en estructuras civiles constituye un asunto de fundamental


importancia a nivel nacional. Este hecho queda en evidencia con los temporales de los últimos
años ocurridos en Paraguay que dejaron destrucción de varias construcciones.
Considerando en primer lugar eventos EPS, ya que el mapa de isopletas constituye una
extrapolación de las normas de los países vecinos, se busca realizar una futura actualización del
mapa de isopletas de las velocidades básicas del viento de la NP-196, basadas en un estudio
exhaustivo de los datos recolectados en centros meteorológicos nacionales e internacionales.
Posteriormente el objetivo es contemplar otros efectos del viento en estructuras que no están

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

previstos en la norma: comenzando por el desprendimiento de vórtices alternados la respuesta


dinámica de estructuras esbeltas. Finalmente se insta a la incorporación, de manera urgente, de
los efectos de vientos asociados a las denominadas “corrientes descendentes” o downburst.
Para cada uno de los temas citados, los objetivos y planteamientos específicos para cada
área se presentan a seguir.

2.1. Mapa de Isopletas de la Velocidad Básica del Viento

El mapa de isopletas de la NP-196 constituye una extrapolación de las normas de los


países vecinos, sin contar con un estudio profundo del tema. Con el propósito de contribuir de
manera conjunta al avance de la ciencia en el área en cuestión, el equipo de la UNA está
trabajando con el Laboratorio de Aerodinámica de las Construcciones de la UFRGS.
Para iniciar una línea de investigación a nivel nacional en este ámbito ya estamos en
contacto con la DINAC (Dirección Nacional de Aeronáutica Civil), encargada de 34 estaciones
meteorológicas distribuidas por todo el país (Figura 2). El Lic. Eduardo Mingo, sub director de la
Dirección de Meteorología de la DINAC, afirma que se poseen hasta 30 años de recolección de
datos (en comunicación personal, 12 de setiembre, 2018). En la Tabla 1 se pueden observar las
estaciones meteorológicas existentes en el país, su ubicación geográfica, el número de
observaciones diarias y el año de instalación de las mismas. Todas las estaciones fueron
instaladas conforme a la Guía de Instrumentos y Métodos de Observación Meteorológicos
OMM-Nro. 8 (OMM, 2008).
Las estaciones principales son aquellas de los aeropuertos internacionales. Las
velocidades en el Aeropuerto Internacional Guaraní (AIG, Minga Guazú) así como en el
Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi (AISP, Luque) son medidas en intervalos de 1 hora
para un promedio de 10 minutos. La DINAC, presentó un informe de las velocidades medias
medidas en un intervalo de tiempo de 10 minutos entre 2011-2017 en el AISP y el AIG. Estas
velocidades fueron distribuidas en intervalos de 5 nudos en 5 nudos. De esta manera, fueron
anotados los números de observaciones de velocidades que varían entre 0 y 5 nudos, 6 y 10
nudos, y así sucesivamente. Estos datos se presentan en las Figuras 3 y 4 para el AISP y AIG,
respectivamente. En estas Figuras se puede observar que en este periodo de 6 años fueron 6 los
eventos en los que se sobrepasó la velocidad media de 40 nudos (20,6 m/s).
Los datos de ráfagas de viento medidas en un intervalo aproximado de 3 segundos son
también registrados en el AISP y el AIG, así como en otras estaciones meteorológicas.
Infelizmente, los datos de velocidad de ráfagas no fueron publicados de manera oficial en estos
informes y serán analizadas en un futuro junto con la DINAC. No obstante, las velocidades
máximas registradas en estaciones meteorológicas automáticas durante los últimos años pueden
consultarse por fecha vía web (DMH-DINACc, 2018), donde se observan que los valores de la
velocidad de viento llegaron hasta 40 m/s en localidades en que hubo destrozos debido a la
acción del viento (por ejemplo el primero de octubre de 2017 en Cnel. Oviedo).
Es importante mencionar que la DINAC cuenta también con un radar meteorológico
ubicado en el campus de la Universidad Nacional de Asunción (DMH-DINACd, 2018) y cuyos
registros serán de gran utilidad para este estudio. Algunos datos relacionados a este radar, así
como la presentación de la imagen de monitoreo vía web se presentan en la Figura 5.

76
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 2. Red nacional de estaciones meteorológicas de la Dirección de


Meteorología e Hidrología (DMH-DINAC, 2010)

77
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Tabla 1. Lista de estaciones meteorológicas del Paraguay (DMH-DINAC, 2010)

AL-
TIPO DE CÓDI- LATITUD LONGITUD AÑO O.
LOCALIDAD TU- TIPO
ESTACIÓN GO SUR OESTE INST.* D.**
RA
Sinóptica y Base Aérea “Gral. Div. Adrián
1 86011 19°32’28,32’’ 59°29’38,94’’ 139 1973 6 Itinerancia
Aeronáutica Jara”
2 Sinóptica 86033 Bahia Negra 20°13’38,52’’ 58°10’08,86’’ 82 1933 6 Residente
Comunidad San Agustín
3 Climatológica 86062 22°25’36,27’’ 62°17’17,62’’ 244 2009 4 Residente
(Pedro P. Peña)
Sinóptica y Base Aérea “Tte. 2° de Mna.
4 86065 22°33’30,33’’ 61°33’36,40’’ 206 1972 6 Itinerancia
Aeronáutica Pelayo Prats Gill”
Sinóptica y Aeropuerto de Mcal. José Félix
5 86068 22°01’49,94’’ 60°37’08,26’’ 167 1940 10 Residente
Aeronáutica Estigarribia
Termo Radio Joven FM, Carmelo 14/11/2
6 86070 21°41’29,00’’ 57°54’30,50’’ 80 4 Residente
pluviométrica Peralta 010
7 Sinóptica 86086 Puerto Casado 22°16’58,89’’ 57°56’28,71’’ 78 1927 6 Residente
Sinóptica y Aeródromo de Pedro Juan
8 86097 22°38’25,00’’ 55°49’57,81’’ 563 1959 10 Residente
Aeronáutica Caballero
Estancia Sombrero Hovy (Gral.
9 Climatológica 86107 23°34’37,30’’ 60°22’07,10’’ 141 2010 4 Residente
Díaz)
1
Sinóptica 86128 Pozo Colorado 23°29’51,84’’ 58°47’25,31’’ 98 1970 6 Itinerancia
0
1 07/12/2
Climatológica 86133 Loreto 23°16’28,94’’ 57°19’29,30’’ 120 4 Residente
1 009
1 Sinóptica y
86134 Aeródromo de Concepción 23°26’29,51’’ 57°25’48,67’’ 75 1937 12 Residente
2 Aeronáutica
1
Sinóptica 86170 Gral. José María Bruguez 24°44’30,04’’ 58°50’09,93’’ 89 1991 6 Residente
3
1 Sinóptica y Aeródromo de San Pedro del Itinerancia/
86185 24°05’06,85’’ 57°05’15,17’’ 81 1975 6
4 Aeronáutica Ycuá Mandyju Residente
1
Sinóptica 86192 San Estanislao 24°40’01,00’’ 56°26’53,29’’ 161 1975 10 Residente
5
1
Sinóptica 86210 Aeródromo de Salto del Guairá 24°01’57,27’’ 54°21’13,81’’ 297 1995 Itinerancia
6
1 Didáctico y de
86214 FCA – UNA, San Lorenzo 25°20’10,38’’ 57°31’03,38’’ 129 2008 3
7 investigación
1 Didáctico y de
86215 FP – UNA, San Lorenzo 25°20’11,44’’ 57°31’17,05’’ 131 3
8 investigación
1 Didáctico Centro Meteorológico
86217 25°17’10,80’’ 57°39’19,20’’ 122 1 Residente
9 Demostrativo Nacional, Asunción
2 Sinóptica y Aeropuerto “Silvio Pettirossi”,
86218 25°14’09,99’’ 57°30’53,08’’ 83 1971 24 Residente
0 Aeronáutica Luque
2 CECA-Jardín Botánico y
Pluviométrica 86219 25°14’55,92’’ 57°34’04,16’’ 108 2009 1 Residente
1 Zoológico, Asunción
2
Pluviométrica 86220 CEDM, Nueva Italia 25°35’57,82’’ 57°27’38,50’’ 96 2009 1 Residente
2
2
Sinóptica 86221 Paraguarí 25°37’36,51’’ 57°08’44,99’’ 116 2005 6 Residente
3
2 Gobernación del Departamento
Pluviométrica 86222 25°20’16,44’’ 57°24’33,88’’ 115 2010 1 Residente
4 Central, Areguá
2
Sinóptica 86233 Villarrica del Espíritu Santo 25°45’14,85’’ 56°26’16,46’’ 163 1929 8 Residente
5
2
Sinóptica 86234 Coronel Oviedo 25°29’01,48’’ 56°22’39,87’’ 159 1972 4 Residente
6
2 Sinóptica y Aeropuerto “Guaraní” Minga Itinerancia/
86246 25°27’21,02’’ 54°50’20,21’’ 247 1996 24
7 Aeronáutica Guazú Residente
2 1999/2
Sinóptica 86251 Quyquyhó 26°13’25,31’’ 56°59’24,08’’ 141 4 Residente
8 010
2 Sinóptica y
86255 Aeródromo de Pilar 26°52’52,46’’ 58°19’06,18’’ 58 1939 10 Residente
9 Aeronáutica
3
Sinóptica 86260 San Juan Bautista 26°40’13,00’’ 57°08’02,90’’ 131 1941 4 Residente
0
3 Itinerancia/
Sinóptica 86268 Aeródromo de Caazapá 26°10’31,70’’ 56°21’16,92’’ 142 1976 10
1 Residente
3 Sinóptica y
86285 Capitán Meza 26°50’02,82’’ 55°19’53,98’’ 263 1975 6 Residente
2 Aeronáutica
3 Climatológica 86294 CRIA, Capitán Miranda 27°12’00,79’’ 55°47’22,71’’ 228 4 Residente

78
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

3
3
Sinóptica 86297 Encarnación 27°18’14,70’’ 55°53’46,80’’ 90 1938 8 Residente
4
*
Año de instalación
**
Observaciones Diarias

Figura 3. Planilla de Velocidad y Dirección del Viento del Aeropuerto


Internacional Silvio Pettirossi en el periodo 2011-2017 (DMH-DINACa,
2018)

Para iniciar estudios en esta área, se propone primeramente analizar las estaciones más
representativas en términos de recolección de datos y ubicación geográfica. Analizar el estado
actual de dichas estaciones, si continúan cumpliendo con todos los reglamentos establecidos en
la OMM-Nro. 8, su ubicación, altura y tipo de anemómetro, así como el análisis del terreno
alrededor para identificar posibles obstáculos que pudieron aparecer en el trascurso de los años.
Posteriormente se pasaría al análisis de las velocidades, dirección de las mismas, los datos que se
manejan de las velocidades de ráfaga, si se conocen o no las condiciones climáticas del momento
de la medición, entre otros factores. Además, debería estudiarse también si es posible detectar en
qué casos se trataron de vientos tipo TS y cuáles serían vientos tipo EPS, si es posible encontrar
las mediciones continuas de velocidad en momentos de tormentas. El siguiente paso consistiría
en analizar la coherencia de los datos, especialmente de valores extremos, comparando
estaciones cercanas, identificando coincidencias con tempestades publicadas en noticias y en la
base de datos de entes meteorológicos nacionales e internacionales.

79
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Finalmente se procedería a realizar un estudio estadístico de varios conjuntos específicos


de datos de las estaciones escogidas y la posterior toma de decisiones con su correspondiente
aplicación de la teoría de valores extremos para llevar el estudio a un periodo de retorno de 50
años.

Figura 4. Planilla de Velocidad y Dirección del Viento del Aeropuerto


Internacional Guaraní en el periodo 2011-2017 (DMH-DINACb, 2018)

80
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 5. Radar Meteorológico de la DINAC (DMH-DINACc, 2018; WMO,


2018).

2.2. Respuesta dinámica

Así como la mayoría de las normas, la NP-196 considera la velocidad del viento como la
suma de una velocidad media y otra fluctuante. Esta velocidad fluctuante, conocida como
“ráfaga”, puede llevar a las estructuras a sucesivas deflexiones oscilatorias importantes,
especialmente en estructuras esbeltas y/o flexibles; como puentes, torres, chimeneas, edificios,
etc. Para edificaciones más rígidas, la NP-196 considera los efectos de esta fluctuación en el
factor S2. Sin embargo, a diferencia de la NBR-6123, la norma paraguaya no posee una
metodología que contemple este fenómeno en construcciones susceptibles a la acción dinámica
del viento.
H. W. Liepmann (1952) fue pionero en afirmar que es necesario tratar estadísticamente
las ráfagas y a sugerir un método para cargas de ráfaga de aviones, basado en conceptos
estadísticos de procesos aleatorios estacionarios. Davenport (1961) adaptó esta metodología a
estructuras civiles en el artículo titulado The application of statistical concepts to the wind
loading of structures.
A partir de ahí denominó Gust Response Factor (GRF) a la relación entre el máximo
valor medio del desplazamiento producido por la acción dinámica del viento para el primer
modo de vibración dividido por el desplazamiento medio estático. De esta manera, siguiendo la
hipótesis de un análisis linear, definió la fuerza estática equivalente (ESF, equivalent static
force), la cual es obtenida como producto de la fuerza estática media y el GRF (DAVENPORT,
1964, 1967).
De acuerdo a la descripción de la evolución histórica de las metodologías que consideran
la acción dinámica del viento en el sentido longitudinal al mismo, proporcionada por Solari
(2017), se elaboró el esquema de la Figura 6. Algunos autores perfeccionaron el método de GRF
mientras que otros utilizaron la técnica de líneas de influencia (IFT, influence function

81
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

technique) para evaluar valores máximos tales como desplazamientos, momentos flectores,
fuerzas cortantes, entre otros. La evolución de esta última metodología llevó a Holmes a separar
las contribuciones quasi-estaticas de las resonantes en la respuesta de la estructura.
Por otro lado, Solari (1982, 1983) presentó una solución cerrada CFS (closed form
solution) de la respuesta longitudinal al viento de tres modelos estándares de estructuras. Con el
surgimiento de otras metodologías y la evolución de la solución presentada anteriormente, Solari
(1993a, b, 1990) presentó una nueva metodología CFS para la respuesta longitudinal de
estructuras con diversas ventajas en relación a los métodos anteriores.

Figura 6. Esquema de evolución de metodologías que consideran la acción


dinámica del viento en el sentido longitudinal al mismo

Existen normas que contemplan la acción dinámica con un factor de amplificación


dinámico GRF. Otras, como la NBR-6123 presentan una metodología simplificada del análisis
probabilístico de Davenport. Cualquiera de estas metodologías utiliza una densidad espectral de
la componente fluctuante del viento así como una adopción de la función de correlación cruzada.
Además, tienen en cuenta implícita o explícitamente el modo de vibración, la frecuencia natural
de la estructura y un coeficiente amortecimiento estructural. En este sentido, varios tópicos de
toma de decisiones surgen de esta problemática para la adopción de una de las metodologías que
considere la acción dinámica del viento en las construcciones.
Primeramente, se propone dividir los tipos de estructuras según su modo de vibración,
frecuencia natural y coeficiente de amortecimiento, o bien, dejar las expresiones de cálculo en
función a estas variables. Posteriormente, se pretende responder: como varía el análisis
probabilístico en el dominio de la frecuencia de estructuras esbeltas utilizando los diferentes
espectros y funciones de correlación del estado de arte. Se pretende también observar la
variación del coeficiente estático equivalente GRF obtenido con las distintas hipótesis. La idea
es, en síntesis, realizar un estudio y análisis comparativo integral de estas herramientas
disponibles en la literatura y sugerir recomendaciones para la implementación en la NP-196.

2.3. Desprendimiento de Vórtices Alternados

En cuerpos sumergidos en un flujo que posee un número de Reynolds particular, aparece


un desprendimiento alternado de vórtices con una frecuencia bien definida. La descripción de
este fenómeno por primera vez fue realizada por Von Kárman a través de la mecánica de fluidos

82
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

(DALY, 1986). Para frecuencias de desprendimiento de vórtices cercanas a la frecuencia natural


de una estructura, aparecen movimientos oscilantes en la dirección perpendicular al viento.
La determinación confiable de la respuesta a este fenómeno es muy compleja, puesto que
depende de muchas variables: características intrínsecas de los materiales, detalles constructivos,
tensiones, amplitud de las oscilaciones, existencia de elementos no estructurales, estado de
fisuración de la estructura, rugosidad superficial del cuerpo, forma geométrica, número de
Reynolds del flujo de aire, de la intensidad de turbulencia del viento, de efectos tridimensionales,
del perfil de velocidad del viento con la altura, de la interacción fluido-estructura, entre otros.
La NP-196 no propone una metodología para dimensionar estructuras susceptibles al
efecto lock-in del desprendimiento de vórtices alternados. Por su parte, la NBR-6123 recomienda
una metodología para verificar que las velocidades características no sobrepasen la velocidad
crítica de resonancia de la estructura. Sin embargo, estructuras muy esbeltas son necesariamente
susceptibles a este fenómeno debido a la baja velocidad crítica de las mismas. Estas estructuras
deben necesariamente estar diseñadas para resistir este fenómeno (Solari, 2016). Actualmente se
está trabajando en la UFRGS en proponer una metodología para la NBR-6123 de
dimensionamiento de estructuras sometidas al desprendimiento de vórtices alternados (Grala,
2016; Grala et al., 2018).
De entre los principales modelos disponibles en la literatura se encuentra el modelo de
Vickery y Basu (1983a, b), que se basa en el uso de la técnica de análisis modal de estructuras
sometidas a cargas aleatorias estacionarias. La respuesta de la estructura puede ser calculada a
través de la suma de las respuestas obtenidas separadamente para cada modo de vibración de la
estructura. A partir de allí existe una alta variedad de estudios, recomendaciones y metodologías
en relación al tema (e.g. Verboom and Van Koten, 2010; Pagini y Piccardo, 2017).
Nuevamente, al igual que en el apartado anterior, existen normas que contemplan este
fenómeno con un factor de amplificación G. Tienen en cuenta implícita o explícitamente el modo
de vibración, la frecuencia natural de la estructura y un coeficiente amortecimiento estructural.
Este coeficiente a veces es substituido por un amortecimiento efectivo que considera el efecto
aerolástico de la estructura sometida al fenómeno de desprendimiento de vórtices. En este
sentido, es necesario un estudio y análisis comparativo integral, en el que se realicen de forma
crítica una serie de toma de decisiones para la adopción de una metodología que considere la
acción del desprendimiento de vórtices alternados en estructuras esbeltas.

2.4. Vientos tipo TS

El encuentro de masas de aire de características distintas, genera tiempo inestable


(Kobiyama, 2006). Paraguay está ubicado en el “corredor” donde se produce el encuentro de dos
masas de aire distintas (Figura 7); los frentes fríos provienen de la Argentina y las masas de aire
caliente descienden de la región amazónica, produciendo tempestades convectivas severas.
Romatschke y Houze (2010) realizaron un estudio de las características de núcleos convectivos
en América del Sur en el periodo de verano entre los años 1998 y 2006. En este estudio se
observó que la Cuenca del Plata (en la que Paraguay se encuentra en su totalidad), aunque sea
una zona subtropical de precipitación mínima, posee un elevado índice de convectividad
llegando inclusive a categorías de convección extrema (véase además Saulo et al., 2000).
Estos núcleos convectivos pueden generar fenómenos adversos, ocasionando formación
de nubes cumulonimbus que desencadenan en eventos tipo TS (thunder storm). A su vez, existe
un fenómeno conocido como downburst o “corriente descendente” que puede generar desastres
naturales similares (en nivel de destrucción) a aquellos producidos por eventos EPS. Estas

83
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

corrientes descendentes pueden producirse en eventos TS (thunder storm) o en las denominadas


“líneas de inestabilidad” (squall lines) en que un evento EPS transporta una tormenta TS.

Figura 7. Sistema frontal en América del Sur y la ubicación del Paraguay en


relación a este sistema (Adaptación de Kobiyama, 2006)

Riera (2015) destaca diferencias importantes entre las características de vientos


sinópticos (eventos EPS) y aquellos que corresponden a corrientes descendentes. Primeramente
el perfil vertical de la componente horizontal en eventos EPS es generalmente representado (en
normativas) con una ley logarítmica o exponencial que varía con la rugosidad del terreno, y la
velocidad aumenta en forma monótona con la altura. Por su parte, en eventos TS, el campo de
velocidades de viento es tridimensional y el eje de la corriente no es necesariamente vertical. La
segunda diferencia que menciona el autor, es que los vientos EPS pueden ser analizados como
procesos aleatorios estacionarios, cuando los del tipo TS, son claramente eventos transitorios. Por
lo tanto, el mismo autor sugiere considerar estos fenómenos de manera independiente y propone
una metodología para la consideración de eventos TS.
Existe una obligación grave de investigación de este fenómeno en la determinación de
cargas de viento, especialmente en esta región que en la última década, se registran anualmente
desastres naturales que son causados probablemente por corrientes descendentes.
El equipo de investigación de la FIUNA presentó, a través de un proyecto, un pedido de
financiamiento al CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), para diseñar y
construir un túnel de viento que incluya, además de la simulación de eventos EPS, corrientes
descendientes o downburst, utilizando estructuras metálicas livianas desmontables de manera a
cambiar las configuraciones necesarias para uno y otro tipo de evento. El proyecto se encuentra
en estado de análisis y la respuesta de la entidad será recibida a finales de este año.
En este contexto pueden realizarse dos líneas paralelas y complementarias de análisis de
este fenómeno, una experimental y otra teórica.

3. CONSIDERACIONES FINALES.

84
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

La propuesta de estudiar caminos posibles para la actualización de la NP-196 es realizada en


tópicos independientes de manera a estudiar los fenómenos acompañando el desarrollo de la
ciencia para cada tópico.
Además de la actualización del mapa de isopletas de la velocidad básica del viento, se propone
considerar con urgencia los fenómenos asociados a la acción dinámica del viento, el
desprendimiento alternado de vórtices y las denominadas corrientes descendientes (eventos TS).
En este contexto, se explicaron brevemente la problemática de dichos fenómenos y las maneras
posibles, a grandes rasgos, de analizarlos para posteriormente proponer metodologías simples y
confiables dentro del contexto de una normativa.

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87
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

ACIDENTES CAUSADOS POR VENTOS NÃO SINÓTICOS NO BRASIL:


IMPORTÂNCIA, MAPEAMENTO E COMPARAÇÃO COM ENSAIOS EM TÚNEL DE
VENTO

ACCIDENTS CAUSED BY NON-SYNOPTIC WINDS: IMPORTANCE, MAPPING AND


COMPARISON WITH WIND TUNNEL TESTS

Acir M. Loredo-Souza (P) (1), Elias G. Lima (1), Matthew B. Vallis (1), Marcelo M. Rocha (1),
Adrián. R. Wittwer (2), Mario G. K. Oliveira (3)

(1) Laboratório de Aerodinâmica das Construções, Univ. Federal do Rio Grande do Sul, Porto Alegre, Brasil.
(2) Laboratorio de Aerodinámica de las Construcciones, Univ. Nacional del Nordeste, Resistencia, Argentina.
(3) Vento-S Consultoria em Engenharia do Vento Ltda, Porto Alegre, RS, Brasil.
Dirección para correspondencia: lac@ufrgs.br; (P) Presentador

Área Temática: Riscos causados por fenômenos naturais, ações humanas ou acidentais que afetam as
estruturas.

Resumo
O Brasil apresenta um enorme potencial para a geração de eventos climáticos severos, sendo que casos de
micro-explosões intensas tem ganhado atenção devido a padrões destrutivos raramente vistos
anteriormente. Entretanto, diversos danos causados por micro-explosões em edificações brasileiras seguem
um padrão similar àqueles causados por ventos sinóticos. A significativa quantidade de acidentes causados
por ventos extremos nos últimos anos sugere a necessidade tanto da revisão da Norma Brasileira de Vento
quanto do fomento de sua efetiva utilização no projeto de edificações. A nova versão da norma deveria
incorporar uma atualização dos dados climáticos e implementar um modelo para ventos não-sinóticos. Este
trabalho apresenta um mapeamento inicial das áreas com maior probabilidade de ocorrência de micro-
explosões, bem como ma análise dos padrões de danos causados por estes fenômenos, particularmente em
edifícios. Conclui-se que, embora possa haver diferenças entre as características do escoamento destes tipos
de vento e aqueles oriundos de simulações convencionais da camada limite atmosférica em túneis de vento,
o uso dos túneis de vento convencionais bem como valores normativos atuais ainda são uma ferramenta
válida na prevenção de danos relacionados ao vento, ao menos em prédios de baixa e média alturas.
Palavras-chave: Micro-explosão, Tormenta elétrica, NBR-6123, Desastres naturais, Túnel de Vento

Abstract
Brazil's territory has shown an enormous potential to generate severe weather and intensive downbursts
cases gained attention as a result of the severe destructive patterns not frequently seen before. However,
several of the downburst damages on Brazilian buildings and structures follow a similar pattern than those
caused by synoptic winds. The significant amount of accidents due to extreme winds in the recent years
suggests the need for a review of the Brazilian Wind Code as well as the necessity to reinforce its use in
common day buildings design. The new version of the code should incorporate an update of climate data
and implement a thunderstorm wind model. This paper brings an overview of the downburst areas with
major risk of occurrences, as well as presents an analysis of the damage patterns caused by the downbursts,
with special focus on the effects on buildings and structures. It is concluded that, although the flow
characteristics of downburst winds and conventional boundary layer simulations of synoptic winds may
differ, the use of current conventional wind tunnel simulations and conventional code values are still a
valuable tool in the prevention of wind related damages, at least in low and medium-rise buildings.
Keywords: Downbursts, Thunderstorms, Brazil Wind Code, Wind-related disasters, Wind Tunnel

88
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

1. INTRODUCTION

Weather-related disasters have increased in the last decades (Guha-Sapir et al., 2011). In
2012, 93% of observed natural disaster were weather related and 45% of these events were caused
by short-lived and small to meso scale atmospheric processes, including tornados or downbursts
(Leaning and Guha-Sapir, 2013). These events caused innumerous transportation disruptions,
power outages, infectious disease outbreaks and in the most extreme instances, loss of life
(Leaning and Guha-Sapir, 2013; McMichael, 2015).
In Brazil, 80% of natural disasters are related to severe atmospheric instabilities and 94%
of these events have been reported to have occurred in the most populous areas of the country:
South, Southeast and Northeast (Loredo-Souza, 2012; Marcelino et al., 2005). For the South and
Southeast regions this is due to climatic characteristics, but for the Northeast this is because of the
presence of people reporting the events. Population growth, socio-spatial segregation, capital
accumulation and protected areas invasions remain as the main reasons that lead populations to
get more and more sensitive to extreme weather conditions (Marcelino, 2007).
Brazil has a great part of its territory located on mostly tropical areas, with high
convection and humidity combined with intense cold fronts coming from the south; these serve as
initiators of severe weather in the country. Consequently, the hot season on the Southern
Hemisphere is found to be the most propitious time to severe weather development (Romatschke
and Houze, 2010). The electricity on the atmosphere also indicates that the austral spring and the
summer seem to be much more active than the other seasons, reaching a maximum in January and
a minimum in July (Anselmo, 2015). The north part seems to have the biggest annual lighting
density. The center-west, southeast and south parts of Brazil have also high values of this index.
Rio de Plata Basin, which cover the western half part of Brazil and its South Area, is highlighted
by having the highest atmosphere electricity efficiency, producing from 195% to 323% more
thunderstorms than the rest of the area with the same annual lighting density (Anselmo, 2015).
The high frequency of thunderstorms on the South Area of Brazil is due to the formation of a low-
level circulation east of the Andes. This deep convection system is promoted on subtropical
latitudes of South America (Nascimento, 2005), where Low Level Jets (LLJ) contribute to the
atmospheric destabilization through moisture transportation from the Amazon Region, especially
during the austral spring and autumn. With the occasional coupling between LLJ and High Level
Jet (HLJ), an important dynamic mechanism is established and deep and low pressure systems are
commonly developed generating severe storms events. A similar system is observed in North
America and in the same way it can generate small spatial and time scale weather phenomena,
such as downbursts.
Downbursts are associated with thunderstorms and are highlighted among the most severe
phenomena to be observed in nature (Fujita, 1985). It was first identified by Foster (1958), but at
that point it was still mistaken as gust front events. It was only in 1985 that Fujita controversially
first coined the term Downbursts, describing it as a strong dense column of cold air, a downdraft,
which descends towards the ground, inducing strong burst and divergent winds, also known as an
“outburst” (Fujita, 1985). Today the concept of downburst is very well established, and it is ideally
defined as shown at Fig. 2 (Hjelmfelt, 1988). In this case, it is assumed the flow structure is
completely developed to its maximum, presenting zones in which might be found maximum wind
speed values.

89
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 1. Common dynamic structure interaction between Low Level Jets and Subtropical Jet
(SJ) and Polar Jet (JP) High Level Jets during periods of increased convective activity in (a)
South America and (b) North America (Nascimento, 2005).

In terms of vertical variation, the velocity profile of a downburst event (in the ground
spreading process) differs from the typically observed atmospheric boundary layer (ABL) profiles
as indicated in Fig. 3. This may be paramount for very tall buildings, but for those studied in this
work (not taller than 80m) perhaps it is not a big issue. However, little is known regarding the
turbulence structure of the downburst flow and differences may appear.

Figure 2. Transverse section of a typical downburst structure (Hjelmfelt, 1988).

90
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

As seen, thunderstorm winds (TS) present a vertical mean velocity profile with a different
shape than that traditionally encountered on Extended Pressured System (Ponte and Riera, 2010),
although in its bottom part it resembles a boundary layer velocity profile. There are many doubts,
however, regarding its structure of turbulence. Some authors tend to point out that thunderstorm
events present a smaller occurrence probability, but the damage magnitude caused by TS events
on the lasts decades have been a constant concern of designers and engineers, and has become a
focus of several investigations, especially after the 1980’s (Riera and Nanni, 1989).
Fields tests have been performed at the Wind Science and Engineering Research Center of
Texas Tech University to evaluate full-scale nonstationary correlated downburst wind speeds and
then, to develop a methodology to model downburst vertical profiles (Chen and Letchford, 2005,
2006, 2007). Wind speed time series of downbursts were obtained on June 4 and 15, 2002. Two
sets were recorded simultaneously at different heights and at seven observation towers. The
statistical procedures utilized in the work of Chen and Letchford (2005) allowed observing that
the time-varying standard deviations of fluctuating wind speeds may be approximately
proportional to the time-varying mean speeds (Chen and Letchford, 2006).

Figure 3. Schematic of an atmospheric boundary layer profile, on the left, and the velocity
profile in the outflow of a downburst, on the right (Bertsch and Ruck, 2015).

The importance of understanding the downburst incidence in Brazil (Garstang et al., 1998)
becomes evident when analyzing the losses and damages associated with them (Lima and Loredo-
Souza, 2015; Loredo-Souza et al., 2016). The significant amount of accidents due to extreme winds
in the recent years suggests the need for a review of the Brazilian Wind Code (which is presently
under way) as well as the necessity to reinforce its use in common day buildings design. It is aimed
that this new version of the code incorporates an update of climate data (Vallis et al., 2017) and
implements a thunderstorm wind model.
This paper brings an overview of the downburst areas with major risk of occurrences,
including the South and Southern Region, Western Amazon Basin, and the Northeast Coast. It also
presents an analysis of the damage patterns caused by the downbursts, with special focus on the
effects on buildings and structures.

91
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

2. IDENTIFYING DOWNBURSTS

Convective indexes can indicate if convective systems are favorable to be developed,


raising the possibility of downburst occurrence. Convective Available Potential Energy - CAPE is
the positive buoyancy of an air parcel and is an indicator of atmospheric instability. CAPE values
from 1000 to 2500 m2/s2 are considered high, values above 2500 m2/s2 indicate a pronounced
instability and values above 4000 m2/s2 indicate extreme instability. In addition, Convective
Inhibition – CIN indicates the amount of energy required to overcome the negatively buoyant
energy the environment exerts on an air parcel. CIN values between 50 and 100 m2/s2 are
considered to indicate enough convective inhibition, but when combined with high CAPE values
indicate extreme convective environment (Caracena et al., 1989). Atmospheric vertical soundings
also contribute to identify downburst development environments. A dry layer in mid-tropospheric
levels, between 700 hPa and 500 hPa can suggest potential energy to originate a strong downward
(Gilmore and Wicker, 1998).
Due to the entrainment of cold and dry air at high levels, the formation of low Equivalent
Potential Temperature θe and extreme dry air can ensure a negative buoyancy and downdraft
trajectory out of the cloud, causing a mesohigh area at ground level. In addition, a significant
vertical wind shear ensures a feedback to the storm to keep the system going on (Atkins and
Wakimoto, 1991). Observations of microbursts near to Chicago and in South Florida indicated that
in cases which θe differences between the surface and the minimum value in mid-tropospheric
levels was greater than or equal to 20 K, presented a greater potential to the downburst occurrence.
For lower values of 13 K, intense storms could be formed, but without downbursts (Atkins and
Wakimoto, 1991).
Gusts observations greater than 10 m/s are initial conditions to consider the occurrence
of downbursts, according to Garstang et al., 1998). The maximum observed in their study at
Amazon Forest was 17.2 m/s, however, these velocities values can still not explain the extended
damages of trees, suggesting that necessaries forces to pull-out those elements would require a
maximum speed around 25 m/s, which probably occurred, but were just not registered (Garstang
et al.,1998). Some authors indicate a 30% increase to the registered wind gusts (Fujita and
Wakimoto, 1981).
It was observed that gusts produced by downbursts are usually accompanied by
precipitation, an abrupt decrease of the equivalent potential temperature (θe) at the measurement
level, ranging between 4.00 K to 18.74 K besides an instantaneous decay of specific humidity
greater than 3.5 g/kg air (Garstang et al.,1998). Fujita, in his first experiment, observed a pressure
increase of 4hPa on a 2 km microburst nose [15]. Other studies identified 5 hPa increase in the
vortex nose region (Garstang et al.,1998) and 2.4 hPa on the Florida Area Cumulus Experiment –
FACE (Caracena and Maier, 1987).
The most frequent time found for downbursts observations is between 8 a.m. and 8 p.m.
(local), with a mean time around 1 p.m. (local), this is the part of the day in which occurs the most
local convective activity (Garstang et al.,1998). To better understand the meteorological
parameters performance on a downburst occurrence, Fig. 4 shows an event registered at Amazonas
Rainfall. Table 1 presents a range of meteorological parameters available in the literature that
indicate several values during downbursts occurrence on convective environments.

92
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 4. Registers made at 5 m height above the treetops, on April 23, 1987 on a Weather
Station at Amazon Rainforest. (a) Wind speed, (b) Equivalent Temperature, (c) Precipitation, (d)
Specific Humidity and (e) Air Temperature (Garstang et al.,1998).

3. CASE STUDIES

Next, the parameters for the downburst occurrence are analyzed for two specific cases
that occurred in 2012 and 2013, and then the damages caused by some downbursts that occurred
in Brazil since 1990 are described.
3.1. Analysis of parameters for the downburst occurrence
In order to test these parameters for the downburst occurrence, two specific analyses were
made, the first one occurred on the night of December 31st, 2012, and the second one, during the
day on May 29th, 2013. Both cases were chosen due to weather severity observed typical for
downbursts events. These cases were triggered by the presence of Mesoscale Systems and both
were intensively noticed because of the strong social impact on Rio Grande do Sul (RS) and Santa
Catarina (SC) States. For this study, it was used hourly data from automatic weather stations of
Nacional Institute of Meteorology - INMET and atmosphere vertical sounding taken in the cities
of Porto Alegre and Santa Maria.

93
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Table 1. Range of values of meteorological parameters that indicate the occurrence of


downbursts on convective environments taken in account on this study.
Characteristics Range of values Reference
Decrease of Equivalent Potential
Temperature (θe) between surface and > 20 [19]
the coldest layer near 700hPa (K)
10 (Minimum) [15]
Wind Gusts (m/s)
25 (Mean) [12]
Decrease of Equivalent Potential
[15]
Temperature (K) >4
Temperature Decrease (°C) >5 [15]
Increased Atmospheric Pressure (hPa) > 2,4 [23]

Drop in Mixing Ratio (g/kg) >3,5 [15]


Start of the precipitation along the
> 0,5 [15]
downdrafts (mm/day)
Meteorological phenomenon that Supercells, squall lines and
[15]
originated the downburst Derechos
Dry > 15
Reflectivity radar (dBZ) [12]
Wet < 65

On the first case, the atmosphere was intensely unstable all over RS State, clouds
presented an intensive vertical development, with a deep dry air layer at mid tropospheric levels
enhancing the evaporative cooling which is responsible for the development of cool and dense air
of downbursts occurrence. The observed data on that event is available on Table 2 and when related
with the available data found on Table 1, 81% of the parameters (underlined with a double line)
are equal or exceed the suggested by the literature found with downbursts occurrences. The values
of CAPE and CIN index recorded on Porto Alegre at 00Z of January 1st, 2013, were 1132 J/kg and
137 J/kg, respectively. In Santa Maria it was found 1648 J/kg and 38.1 J/kg, respectively. The
indexes point out intensive instability conditions, suggesting the possibility to Downbursts have
occurred.
The second case studied was on May 29th, 2013, it was associated with strong damages
with the progress of a squall line over the RS state, which advanced through the southern part of
the SC State, causing major damages to the local population. The data obtained in the second case
is presented in Table 3, 50% of the values (underlined with a double line) are higher than the
suggested by literature to characterize the downburst occurrence. This case was shown less
expressive than the first one. The θe variation for the two cases at the soundings moments on May
29th, 2013, at 12 Z and 30th, 2013, at 00 Z were shown below and they highly suggest downburst
occurrence, however the data recorded at meteorological station of Morro da Igreja, in São
Joaquim, SC, and at in Santa Marta Lighthouse, in Laguna, SC, had shown values around to what
is available on literature to define the downburst occurrence. The registered wind gusts were 28
m/s on those cases, and they might be result of a downburst generated wind gust, just as the cases
in São José dos Ausentes, RS, and Santa Maria, RS, which were also extremely high. CAPE and

94
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

CIN indexes recorded in Porto Alegre at 12Z on May 31st, 2013, and 1.61 J/kg and 408 J/kg,
respectively, and Santa Maria was 275.1 J/kg and 269 J/kg, respectively. These values where not
significant to define a downburst environment, highlighting the limitations of convective index for
thunderstorms prediction.

Table 2. Data occurred on the evening of December 31st, 2012, in in southern Brazil.

3.2. Description of observed cases of downburst


Reports regarding downbursts occurrence in Brazil were found since the 1990’s and some
of them are listed in Fig. 5 according to their geographical distribution in Brazil along with the
indicated cases analyzed in this study. Further case studies will be presented in following
publications.
A very impressive downburst event occurred in January 29, 2016, right at the urban
perimeter area of Porto Alegre, one of the major cities in Brazil. The winds caused damage in the
majority of the city, leaving more than 220,000 houses without electricity and thousands without
water. Brazilian meteorological services indicated that an approaching cold front encountering
moist warm air led to the formation of a supercell over the whole metropolitan area. The
temperature reached 40ºC, which is normal for summer in Porto Alegre and usually leads to the
formation of thunderstorms and extreme winds (Loredo-Souza, 2012), but this particular event had
a longer duration (more than 30 minutes) and sustained high wind speeds. Meteorologists and
Wind Engineers had a common understanding that this severe event was a downburst, and more
specifically, a macroburst.

95
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Table 3. Data from the second study of multiple cases for the case occurred on May 29th, 2013.

Figure 5. Downbursts observed cases in Brazil in an initial study. Red areas represent cases
reported in the literature and purple areas suggested cases indicated by this study.

96
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

The maximum gust measured was 33.2 m/s, at the INMET Station. At the airport, the
maximum gust recorded was 24.2 m/s and at the downtown harbor the maximum measured gust
was 27.2 m/s. From the damage characteristics, meteorologists estimate that over large areas the
wind speed reached around 28 m/s and in a few neighbourhoods 42 m/s. Trees and cars were
knocked-over throughout the city. A non-whirl pattern was observed and nothing was really
thrown up, dropping off the hypothesis of a tornado. Besides, videos and eyewitnesses report
strong downward winds followed by horizontal winds. Several damages occurred in buildings,
particularly to the façades. Fig. 6 shows some examples of failures occurred during the event. This
meteorological event offered an opportunity to check and compare, in full-scale and under a
downburst flow, the performance of buildings previously tested in a conventional Boundary Layer
Wind Tunnel.

Figure 6. Examples of damages occurred during the Porto Alegre January 29, 2016, downburst
event. From top left, clockwise: (a) gas-station roof structure and cladding failure, (b, c)
buildings glass cladding failure, (d) building internal damage, (e) boat partially sinked.

Figure 7 shows some pictures of the collapse of a 37 story building in the city of Belém,
state of Pará, in the Amazon Region in Brazil, due to a downburst event occurred on January 29,
2011. The building construction and finishing was almost ready, the accident happened on a
Saturday and the number of deceased people could have been much higher. Figure 8 brings a set
of pictures of full-scale damage caused by a downburst occurred in the city of Campinas, São
Paulo state, on June 5, 2016.

97
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 7. Collapse of a 37 stories building in the city of Belém, state of Pará, in the Amazon
Region in Brazil, due to a downburst event occurred on January 29, 2011. The left top figure
shows the building before the downburst and the left bottom figure was taken after the collapse.
The figures in the right show the instant of the downwash (top), the after crash (middle) and
people being rescued (bottom).

Figure 8. Full-scale damage caused by a downburst occurred in the city of Campinas, São Paulo
state, on June 5, 2016. The figures mainly show the external and internal damages occurred in
roofs.

98
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

4. THE PORTO ALEGRE EVENT

4.1. Characteristic parameters of the downburst event

A downburst event is a very unique meteorological phenomenon and several factors need
to be observed before confirming its occurrence. The severe weather event observed in Porto
Alegre can be defined as a macroburst mainly due to the pattern of destruction, but if radar images
were available with a better and reliable resolution the event could be better understood. The
satellite image of Fig. 9 shows a supercell well developed above the city at the same time the
strongest wind gusts were registered.

Figure 9. Satellite image of the supercell over Porto Alegre on 30/01/2016 00:45:51 UTC
(REDEMET, 2016).

As Garstang et al. (1989) suggested, supercells are typical weather systems that might be
able to generate downbursts. But there are several meteorological parameters, such as those shown
in the Table 1, that can be used to describe a typical range found during a downburst occurrence
(Lima and Loredo-Souza, 2015). Also presented are the corresponding characteristic values
obtained during the event in analysis, where is possible to verify the abrupt variability of the
predominant meteorological parameters (Table 4). Due to data limitations of the Automatic
Weather Stations of Brazilian Meteorological Service, for Equivalent Potential Temperature and
Mixing Ratio the instant values of the hour interval in which the downburst was registered and the
previously registered hour were used. For other parameters, maximum and minimum amplitudes
in the hour of the event were used, and they all describe a sudden change on ambient during event
occurrence.
As shown in Table 5, some weather stations around Porto Alegre also presented wind
gusts higher than 10 m/s, but only Campo Bom (A884), 42 km from Porto Alegre, presented
substantial pressure peak, followed by strong temperature decrease, bringing to light another
possible downburst occurrence on the “Great Porto Alegre” area. Differently, Canela (A879), 85
km distant, and Bento Gonçalves (A840), 100 km distant, had strong wind gusts, but no pressure
peak. Temperature reductions might be justified with the approaching of cold air with a front gust,
explaining also the wind direction change.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Table 4. Typical meteorological parameters values for the downburst observed for Porto Alegre
Weather Station (A801) during the event in analysis.
Characteristics Porto Alegre
Decrease between surface and colder layer
Sounding data not available
near the 700hPa (K)
Wind gust (m/s) 33.2
Effective decrease of instant equivalent
14.93
potential temperature (K)
Temperature decrease (°C) 5.5
Dew point decrease (°C) 1.8
Atmospheric pressure increase (hPa) 2.4
Saturated instant mixing ratio decreasing
1.70
(g/kg)
Relative humidity decrease (%) 22
Registered precipitation along downdrafts
37.4
(mm/h)

Table 5. Meteorological parameter obtained with the weather stations around Porto Alegre.
Characteristics Canela Campo Bom Bento Gonçalves
Decrease between surface and
Sounding Data Sounding Data Sounding Data
colder layer near the 700hPa
Not Available Not Available Not Available
(K)
Wind gust (m/s) 17.3 13.8 12.2
Effective decrease equivalent No decrease
17.41 18.84
potential temperature (K) registered
Temperature decrease (°C) 3.7 7.6 1.4
Dew point decrease (°C) 4.4 5.0 0.7
Atmospheric pressure increase
1.2 3.7 1.0
(hPa)
Saturated instant mixing ratio No decrease
4.35 3.67
decreasing (g/kg) registered
Relative humidity decrease 8 29 11
Registered precipitation along
0.6 6.4 0
downdrafts (mm/h)

The data available on Table 4 is really relevant for this study because all but one typical
meteorological parameters for a downburst occurrence were registered on the event of January
29th, 2016, confirming the hypotheses that such strong phenomena stroked the urban area of Porto
Alegre. Previous studies have already indicated that the southern part of Brazil is susceptible to
downburst occurrence (Lima and Loredo-Souza, 2015). The main concern about the recent events
remains in regard to building safety, since it is not yet fully understood in which extent the wind

100
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

characteristics generated by downbursts are different to those of the Extended Pressure Systems,
or synoptic winds (Letchford and Chay, 2002). This may leave structures susceptible to failures,
risking lives and causing major economic losses, as those which were observed in the last
downburst event in Porto Alegre.

4.2. Wind tunnel tests

This meteorological event offered an opportunity to check and compare, in full-scale and
under a downburst flow, the behaviour of buildings previously tested in a conventional Boundary
Layer Wind Tunnel. Six 80m high buildings and two soccer stadiums were analysed. Figure 10
shows the models inside the Prof. Joaquim Blessmann Boundary Layer Wind Tunnel of the
Universidade Federal do Rio Grande do Sul (Blessmann, 1982).

Figure 10. Models inside the wind tunnel: two soccer stadiums and six 80m high buildings.

All models were instrumented with pressure taps and instantaneous pressure
measurements were taken over the whole models surfaces. Fig. 11 shows the mean pressure
coefficient distribution for one of the buildings, and direct wind incidence. Due to space
limitations, the pressure coefficient distributions for other buildings are shown in the next section,
together with the damage configurations.

101
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

4.3. Full-scale performance

A map with more than 400 cases of damages through the city, registered by Metroclima
(2016), is shown in Fig. 12 together with the places where official velocity measurements were
available. The damages are separated, according to the icons: felled trees, structural/cladding
damage (gears) and fire. The density was higher than the map is presenting, but for clarity only
the stronger damages are shown. Also indicated in Fig. 12 are the locations of the structures for
which the wind tunnel tests results were available.

Wind

Figure 11. Mean pressure coefficient diagrams on buildings façades from boundary layer wind
tunnel tests (suction = red, yellow; pressure = blue) for the central building indicated.
4.3. Full-scale performance

Regarding the wind velocities, even if the worst estimative is confirmed, resulting in
larger velocities than those effectively measured, the reference wind gust velocity recommended
for Porto Alegre by the Brazilian Wind Code is 46 m/s (Fig. 13). This means that the resulting
damages were not caused by a non-predicted phenomenon, but maybe for a possible
misunderstanding in the design indications and/or operational conditions of the structures and
cladding.
Analysing the performance of the structures it is possible to verify that the stadiums
remained undamaged, while the trees and surrounding structures were seriously damaged as can
be seen in Fig. 14. During the design stage, there were modifications and improvements in the
stadium structures due to the wind tunnel tests results. Therefore, the lack of damages in the
stadiums is believed to be due to the correct employment of the wind tunnel results into structural
design and construction considerations.

102
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

For the group of buildings, the performance was different. All of them presented damage
in their façades (Figs. 15 to 17), but in very distinct patterns. For the first group of three buildings
shown in Fig. 11, for which some pressure coefficients diagrams are also presented, the evidences
show that for the windows that were kept closed and locked did not suffer any damage, while some
of those which were open, or even closed but not locked, were ripped out or broken by the wind
action (Fig. 15).
In three of the most affected buildings (Figs. 16 and 17) the façades had two types of
cladding elements: glass and granite plates. It is possible to observe that the most severe damages
occurred in the granite cladding, which has a specific support configuration (Loredo-Souza et al.,
2016) as indicated in Fig. 18. Very interesting to note is that the pressure distribution diagrams on
the building façades, obtained from the wind tunnel study, show a direct correspondence with the
damaged zones of the analyzed full-scale buildings.

Figure 12. Map indicating the damages suffered in the Porto Alegre January 29, 2016, downburst
event, the places and values of the official velocity records and the locations and buildings for
which boundary layer wind tunnel results were available (adapted from Metroclima, 2016).

For Fig. 17 the correspondence between pressure distribution and damage to the granite
cladding is very evident, even that there is no evidence that the design wind code velocity has been
reached. The granite plates supporting system shown in Fig. 18 does not seem accordingly
designed to withstand wind pressures from the magnitude reached in the event, remembering that
the design wind code velocity was not reached. Regarding the glass cladding, some damages
occurred, but in a much smaller amount, being some ripped out when left open or broken due to
the impact with windborne debris.

103
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 13. Map from the Brazilian Wind code with the 3s gust reference wind speeds, in m/s,
at10m height, open terrain, 50 years return period. The reference velocity for Porto Alegre is
highlighted (NBR-6123).

Figure 14. Full-scale damage to surroundings caused by downburst and no damage to stadium.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 15. Full-scale damage to cladding elements: some windows that were not locked were
destroyed.

Figure 16. Full-scale damage caused by downburst and mean pressure coefficient diagrams on
buildings façades from boundary layer wind tunnel tests (suction = red, yellow; pressure = blue)
for Tower A.

Figure 17. Full-scale damage caused by downburst and mean pressure coefficient diagrams on
buildings façades from boundary layer wind tunnel tests (suction = red, yellow; pressure = blue)
for Tower C.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figure 18. Full-scale damage caused by downburst and granite plates supporting system.

5. SUMMARY AND CONCLUSIONS


This paper brings a review of downburst occurrence cases in Brazil, it points out how to
identify environments in which occurrence might be observed in the country and the importance
of considering this phenomenon in building design.
It was found that in the eastern and western areas of Amazon Basin, in the Southern, and
in the Southeast Regions of Brazil downbursts are frequently observed. Additionally, due to the
influence of trade winds over the northeast, lines of instability are created, and might be the
responsible for originating downbursts. However, it is denoted that this is a preliminary study and
needs further investigation, bringing suggestions for future studies, a first step to better understand
the downburst occurrence in Brazil and the importance of including in the wind code some
indication of thunderstorm wind models.
Brazil's territory has shown an enormous potential to generate severe weather and
intensive downbursts cases gained attention as a result of the severe destructive patterns. However,
several of the downburst damages on Brazilian buildings and structures follow a similar pattern
than those caused by synoptic winds. Then, it may be concluded that, although the flow
characteristics of downburst winds and conventional boundary layer simulations of synoptic winds
may differ, the use of current conventional wind tunnel simulations and conventional code values
are still a valuable tool in the prevention of wind related damages, at least in low and medium-rise
buildings.

106
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

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108
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

ID: XXXVIIIJSIE-07-001

ACCIDENTES CAUSADOS POR TEMPORALES RECIENTES EN PARAGUAY

ACCIDENTS CAUSED BY RECENT STORMS IN PARAGUAY

Hermann R. Segovia-Lohse (P)(1);

(1) Prof. Ing. Civil, Msc., Universidad Nacional de Asunción, Facultad de Ingeniería, Asunción, Paraguay.
Dirección para correspondencia: hsegovia@ing.una.py; (P) Presentador

Area Temática: Sesión Técnica Especial “Aspectos relevantes del trabajo de revisión y actualización de
las normas nacionales de Diseño y construcción de Estructuras bajo la Acción del Viento”

Resumen
En los últimos años, y cada vez con mayor frecuencia, se han presentado fenómenos meteorológicos
severos en Paraguay. Los tornados y tormentas eléctricas son los principales agentes responsables por el
daño o colapso de estructuras como viviendas, depósitos, industrias, torres de transmisión eléctrica y de
telecomunicaciones. Ya se sabe que el Paraguay está en una zona de “corredores de tornados”, pero esto
no se refleja en la disminución de los accidentes causados por los temporales, incluso pareciera ser que
cada vez son más frecuentes los temporales que producen daños importantes. Se presenta una
recopilación de tormentas severas y tornados que produjeron daños o catástrofes en una ciudad, una
región e incluso a nivel país.
Palabras-clave: Accidentes, daños, temporales, tormentas, tornados, viento.

Abstract
In the last years, and increasingly frequent, Paraguay has been part of severe meteorological events.
Tornadoes and thunderstorms are the main responsible for the damage or collapse of structures such as
housing, warehouses, industry, electric transmission and telecommunications towers. It is known that
Paraguay is located in a region called tornado alley, however, it seems that the important damages
produced by storms are more frequent instead of decreasing them. This work presents different episodes
of severe storms and tornadoes that produced catastrophes in a city, a region and even at the Country
wide.
Keywords: Accidents, damages, storms, tornadoes, wind.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

1. INTRODUCCIÓN

Cada vez son más frecuentes los daños causados por fenómenos meteorológicos severos
en el planeta, estos daños no se traducen solamente en costes económicos, sino también
humanos. El aumento de la frecuencia de estos eventos puede deberse a diversos factores,
crecimiento exponencial de la población, de los límites de zonas urbanas, altos niveles de
deforestación de las zonas rurales, entre otros.

Figura 1: Corredor de tornados de América del Sur. (Fuente: Candido et al., 2009)

La región comprendida por Paraguay, centro-norte de Argentina, sur de Brasil y Uruguay


(ver Figura 1) están al paso del “corredor de tornados” de América del Sur (también llamado
“pasillo de tornados” o “polígono de tornados”) es una de las regiones del mundo con mayor
frecuencia de tormentas severas, tornados y descargas eléctricas (Acosta y Servián 2017,
Candido et al., 2009).

Figura 2: Ranking de IRC 1997-2016 y IRC 1991-2010. (Adaptación de GCRI 2011, GCRI 2017)

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

El Paraguay posee una extensión de poco más de 400 mil kilómetros cuadrados con una
población que ronda los 7 millones de habitantes. Se estima que entre 1980 y 2015 se han
producido más de 1600 eventos meteorológicos severos (tormentas, inundaciones, sequías,
heladas, incendios forestales, olas de calor) afectando directamente a más de 1,1 millones de
habitantes (SEN-2018b).
El índice de riesgo climático global (IRC), realizado por Germanwatch, mide el nivel de
riesgo que poseen los países ante los agentes climáticos. Para el período 1991-2010 Paraguay se
encontraba en la posición 97 en el ranking de países y para el período 1997-2016 subió a la
posición 46 de la lista (ver figura 2), reflejando el crecimiento del riesgo al que se ve expuesta la
población debido a los agentes climáticos.

Figura 3: Según distritos a) Grado de amenazas; b) Grado de vulnerabilidad, y; c) Grado de Riesgo por
amenaza. (Adaptación SEN-2018a)

El “Atlas de riesgo de desastres de la república del Paraguay 2018” (SEN 2018a) divide
las amenazas meteorológicas en cinco tipos de eventos: 1) heladas; 2) sequías; 3) incendios; 4)
inundaciones; y, 5) tormentas. En la figura 3 se observan el grado de: a) amenaza; b)
vulnerabilidad; y, c) riesgo, a los que se ven sometidos los distritos del Paraguay. Puede notarse
que las amenazas que pueden afectar a mayor cantidad de distritos son el incendio y las
tormentas. Para el caso de vulnerabilidad, se aprecia una distribución casi pareja para las 4
primeras amenazas mientras que más del 60% de los distritos son vulnerables a la amenaza de
tormentas. Finalmente, en el análisis de riesgo se muestra que el 75% de los distritos tienen
niveles de riesgos altos a muy altos para las tormentas.
En la figura 4 se presenta una serie de episodios significativos de fenómenos
meteorológicos severos que se produjeron en el Paraguay (SEN 2018b) trayendo consigo daños
para la población. El presente trabajo desarrolla algunos de los episodios de daños causados por
temporales más resaltantes de los últimos tiempos.

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Figura 4: Cronograma de eventos significativos en el Paraguay. (Fuente: SEN 2018b)

2. estudio de casos

La base de datos utilizada para el análisis y discusión de cada caso presentado provienen
de fuentes secundarias, principalmente de periódicos locales; instituciones, organismos y
empresas gubernamentales; relevamiento de datos de empresas privadas; artículos técnicos y/o
científicos publicados o en proceso de revisión.

Figura 5: Mapa de Paraguay con referencia de localización de los casos presentados. (Fuente: propia)

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

A continuación, se presentan ocho episodios de tormentas con una breve descripción de


los daños causados por cada uno y datos relevantes. En la figura 5 se presenta un mapa del
Paraguay con la localización de los diferentes casos presentados.

3. Caso 1: Tornado en Encarnación, 20 de setiembre de 1929


El 20 de setiembre de 1926, aproximadamente a las 18:30hs tuvo lugar la tormenta más
destructiva registrada de toda la historia del Paraguay. Según relatos de sobrevivientes, un
tornado se formó a unos 200 a 300 m de la costa de la ciudad de Encarnación que luego entró a
la ciudad por cerca del muelle destruyendo todo a su paso.
La ciudad de Encarnación es la capital del departamento de Itapúa, ubicada al sur este de
la región oriental, limita con Posadas, capital de la provincia de Misiones de Argentina. En la
época era la segunda ciudad más importante del Paraguay.
Por el nivel de destrucción que se tiene registrado se estima que fue un tornado de escala
Fujita-Pearson EF4 a EF5. Se estima que fallecieron entre 300 a 400 personas e incalculables
pérdidas económicas, convirtiéndose así en la tormenta más mortífera del continente.
La ciudad de Encarnación estaba dividida en: la villa baja y la villa alta, siendo la villa
baja el centro económico de la ciudad. El tornado entró por el muelle de la ciudad y destruyó
prácticamente toda la villa baja en un callejón de ancho aproximado de 200m. Quedaron en pie
algunos edificios como la Aduana (habilitada en 1904) y el edificio de Correos (habilitada en
1915). En la figura 6 se pueden ver algunas fotografías tomadas días siguientes la catástrofe.

Figura 6: Caso 1. Fotos de la ciudad de Encarnación días después del paso del tornado. (Fuente: La Unión
2017a-b; La Nación 2016)

4. Caso 2: Tormenta en Asunción, 21 de marzo de 1998


El 21 de marzo de 1998, en horas de la noche un tornado azotó la ciudad de Asunción
(capital de Paraguay) así como también las ciudades vecinas de Lambaré y partes del Aeropuerto
Silvio Pettirossi (ubicado en la ciudad de Luque). Toda el área metropolitana de la capital fue
afectada por fuertes vientos y lluvias.

113
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Según noticias de la época que se registraron de vientos de hasta 114 km/h. Los
principales daños fueron: tres personas muertas por accidentes causados por el temporal,
edificios dañados en el centro de la ciudad de asunción, caída de la torre para antenas de un canal
de televisión local de aproximadamente 200m de altura.

5. Caso 3: Temporal en el Sur de Paraguay, 06 de octubre 2010


El 06 de octubre de 2010, en horas de la noche se desató un temporal que duró hasta la
mañana siguiente. La zona afectada fue de unos 650 x 350 km entre el sur de Paraguay y el
Noreste de la Argentina. Según Natalini et al. 2012 el patrón de daños fue similar en toda el área
afectada con las siguientes características: Voladura de techos de las casas, derribo de árboles y
postes de líneas eléctricas de red de baja tensión, colapso de algunas torres de media tensión,
colapso de muchos galpones y cubiertas aisladas sin cerramientos laterales.
En Paraguay se experimentaron perdidas importantes. Se registraron la caída de 4 torres
de alta tensión en el departamento de Misiones y fueron destruidas unas 400 columnas de
hormigón armado en todo el país, dejando a más del 30% de la población sin energía eléctrica.
Más de 100 viviendas fueron destechadas y se registraron dos muertes por causas directas
debidas al temporal.

Figura 7: Vista aérea de daños producidos por el tornado en MRA. (Fuente: ABC 2012a-e )

6. Caso 4: Tornado en Mariano Roque Alonso, 18 de setiembre de 2012


El 18 de setiembre de 2012, aproximadamente a las 20:00hs un tornado de corta
duración (aproximadamente 10 min) destruyó gran parte de la ciudad Mariano Roque Alonso
(MRA). La ciudad está ubicada en el departamento central, vecina a la capital del País. La
Dirección de Meteorología confirmó que se trató de un tornado tipo F1 con velocidades de
viento en torno a los 140 km/h.
En la zona de MRA fueron afectados techos de supermercado, el comando logístico
militar, dos shoppings de la zona, pequeños comercios y complejos de viviendas. En la zona
portuaria se pudieron notar la caída de contenedores al suelo por los fuertes vientos. El 80% de la
zona de quedó sin energía eléctrica por aproximadamente 3 días, en la figura 7 se presentan
fotografías de la zona de MRA día después del temporal. En la ciudad de Asunción cayó una
torre autoportante para antenas de telefonía móvil cayó y destruyó un par de viviendas.

114
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

A nivel País, el temporal destruyó 5000 viviendas afectando a aproximadamente 25.000


personas abarcando los departamentos de Ñeembucú (sur del país), Paraguarí y Caazapá
(centro), Itapúa (sur-este), así como todo el departamento central. Por accidentes debidos al
temporal murieron 4 personas y una quinta fue víctima de muerte cerebral, se registraron un total
de 81 personas heridas.

7. Caso 5: Tormenta en Misiones, 26 de octubre de 2012


El 26 de octubre de 2012, en horas de la madrugada una tormenta tuvo lugar en gran
parte del departamento de Misiones, ubicado al sur de la región oriental. En medio de la
tormenta, en no más de 5 minutos, ráfagas de vientos derribaron viviendas, murallas, árboles y
silos en la zona. La ciudad de San Ignacio (capital del departamento) fue la ciudad más afectada,
con registros de daños en ciudades hasta 15km a la redonda.
Una persona murió a causa de accidentes debido al temporal mientras que unas 50
fueron atendidas en los hospitales de la zona. El temporal causó también afecto al servicio de
energía eléctrica echando columnas de tendido eléctrico de baja tensión, en la figura 8 se pueden
observar algunas fotografías.

Figura 8: Accidentes producidos por temporal en misiones. Superior: Interior del departamento, Inferior:
Ciudad de San Ignacio. (Fuente: ABC 2012e y Paraguay 2012)

8. Caso 6: Tornado en Horqueta y Loreto, 4 de abril de 2015


El 4 de abril de 2015, aproximadamente a las 15:30hs un tornado tipo EF1 de unos 15min
de duración afectó ciudades del departamento de Concepción ubicado al norte de la región
oriental. La dirección de meteorología estimó que los vientos superaron los 150 km/h pudiendo
haber llegado a los 200 km/h.
El tornado prácticamente hizo desaparecer las comunidades de Nueva Esperanza y
Naranjaty dejando aproximadamente 1000 familias en situación de vulnerabilidad, 2 personas
perdieron la vida a causa de accidentes debido al temporal.

115
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

Los daños en las cercanías de estas comunidades fueron viviendas destechadas, árboles
caídos, cartelerías viales destruidas y caída de postes de hormigón armado para tendido eléctrico
de baja tensión.

9. Caso 7: Tormenta en Neuland, 26 de agosto de 2017


El 26 de agosto de 2017, cerca de las 21:00hs comenzó una tormenta en la ciudad de
Neuland, ubicada en el centro de la región occidental (chaco). La dirección de meteorología
estima que los vientos superaron los 100 km/h.
Los daños ocasionados fueron la pérdida de techo de viviendas, murallas caídas, torres de
baja tensión destruidas, las chapas de las casas fueron a parar a 300m de su lugar de origen,
mientras que ropas llegaron a 500m de distancia. Más de 26 personas resultaron heridas, no se
registraron víctimas fatales y 97 viviendas fueron afectadas, unas 24 prácticamente destruidas.
En la figura 9 se presentan algunas fotografías de la zona.

Figura 9: Accidentes causados por temporal en Neuland. (Fuente: ABC 2017d )

10. Caso 8: Tormenta en Caaguazú, 01 de octubre de 2017


El 01 de octubre de 2017, aproximadamente a las 16:00hs una serie de tormentas
afectaron el centro y sur de la región oriental. Los mayores daños se desarrollaron en el
departamento de Caaguazú ubicado en el centro mismo de la región. Según registros de
meteorología, las velocidades máximas de viento registradas en las estaciones automáticas son:
Asunción (Capital) 70km/h, Coronel Oviedo (Caaguazú) 137km/h, Encarnación (Itapúa) 119
km/h, San Pedro (San Pedro) 111 km/h, Ayolas (Misiones) 89 km/h.
Según Dirección de Meteorología en varios puntos del país tuvieron lugar una serie de
pequeños tornados, así como corrientes microdescenentes explosivas. La tormenta derribó una
torre autoportante para antenas de la empresa estatal de telecomunicaciones, la torre de poco
menos de 100m de altura se desplomó sobre la ciudad acarreando innumerables pérdidas. En la
ciudad de Coronel Oviedo varios galpones fueron destechados así como estaciones de servicio.

116
La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

A nivel país, unos 260.000 clientes quedaron sin energía eléctrica en todo el país. Al paso
de la tormenta 111 alimentadores de 23.000 voltios quedaron fuera de servicio. Cerca de 120
columnas de hormigón armado de media tensión fueron rotos. Se registraron 2 fallecidos y
centenares de heridos por accidentes causados por el temporal. En la figura 10 se observan varias
fotografías de los destrozos debidos a la serie de tormentas.

Figura 10: Accidentes causados por temporal del 01 de octubre de 2017. (Fuente: ABC 2017a-c, MV 2017)

11. colapsos en el sistema eléctrico


Se presenta de forma breve una cronología de colapsos relevantes que se produjeron en
las líneas de transmisión eléctrica en el período 1991-2015. En dicho período se tiene registro del
colapso de un total de 97 unidades de estructuras en celosía de torres de líneas de transmisión de
220 y 66 kV; 666 columnas de hormigón armado de 23kV (este valor es el registrado, se
presume que los colapsos de las columnas podrían llegar al doble). (Acosta y Servián 2017).
Año 1991: 20 Torres en celosía de 22 kV, San José de los Arroyos (Caaguazú);
Año 2003: 8 Torres en celosía de 220 kV, San José de los Arroyos (Caaguazú);
Año 2004: 8 Columnas tubulares de acero de 66kV, Paraguarí (Cordillera);
Año 2007: 4 Torres en celosía de 220 kV, Santa Rosa (San Pedro);
Año 2009: 7 Torres en celosía de 66 kV, Villalbín (Ñeembucú);
Año 2013: 12 Torres en celosía de 66 kV, Villalbín (Ñeembucú); 2 Torres en celosía de
220kV y más de 50 columnas de hormigón armado de 23kV, Vaquería (Caaguazú);
Año 2015: 26 Torres en celosía de 66 kV, Villalbin (Ñeembucú); 140 columnas de
hormigón armado de 23kV, Pilar (Ñeembucú); 4 Torres en celosía de 220 kV, San Juan Bautista
(Misiones); 126 columnas de hormigón armado de 23kV, Ciudad del Este (Alto Paraná).

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La Ingeniería Estructural: puente para el desarrollo e integración de América y el mundo

12. coNCLUSIÓN
La ubicado de Paraguay, en una región con alta frecuencia de tornados y tormentas
severas, sumando a la alta vulnerabilidad al riesgo frente a tormentas, debido principalmente a
factores socioeconómicos, hacen que muchos eventos de tormentas traigan como consecuencias
grandes daños a la población, muchas veces costando vidas humanas.
En los distintos casos estudiados, estructuras de gran porte e importancia sufrieron
daños incluso colapso total, en la mayoría de los casos sin que velocidades del viento
establecidas por la NP 196 hayan sido superadas. Esto indica que existe alguna falla importante
en el proceso de diseño, ejecución y mantenimiento de obras, que puede ir desde fallas en las
hipótesis o consideraciones de las normas de diseño pudiendo llegar a la falta total de conciencia
de la realización de mantenimiento de estructuras.

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