Código de Vida Rosacruz

Introducción:

Las siguientes reglas han sido tomadas de manuscritos antiguos y modernos en los cuales
se establecen ciertas reglas para guiar a los estudiantes Rosacruces que interesan vivir de
acuerdo a los Principios de la Antigua y Mística Orden Rosacruz.

Tal vez sólo en los monasterios Rosacruces de la India, o en el Tíbet, se pudiera vivir
estrictamente de acuerdo con todas las antiguas reglas; pero los que aquí han sido
seleccionados para su publicación pueden ser adoptados por un gran número de nuestros
miembros en Occidente. Sabemos por experiencia práctica que la mayoría de esas reglas
pueden ser seguidas por cualquier hombre o mujer sin interferir con los deberes y
obligaciones necesarios de la vida actual; y sabemos también que la mayoría de nuestros
oficiales y miembros avanzados están viviendo la vida Rosacruz de acuerdo con las
reglas sugeridas aquí, ayudándolos en su gran adelanto, proporcionando gran alegría a
sus asociados en sus familias y en sus negocios, y ayudándolos en su contribución al
mejoramiento de la humanidad en general.

En la Edición número 11 del año 1948 del Manual Rosacruz, preparado bajo la
supervisión del Dr. H. Spencer Lewis, primero Imperator de la Orden Rosacruz para
Norte y Sur América, incluía 30 reglas. Pero en la versión que actualmente circula en la
Gran Logia Inglesa con sede en San José, California, bajo la dirección de la Gran Maestra
Julie Scott, solo se incluyen 22 reglas, que son las que aquí se presentan.

El tratar de adoptar tantas reglas como sea posible le beneficiará en gran medida.

1. Por la mañana, antes de levantarse, de gracias al Dios de su Corazón por el nuevo

día por el que tiene el privilegio de vivir en el plano terrenal, y pídale a la
Divinidad que le inspire a lo largo del día. Luego, de pie frente al este, tome siete
respiraciones profundas mientras se concentra en la vitalidad que está despertando
en usted. Después, beba un vaso de agua y entonces comience con sus actividades
diarias.
2. A pesar de las pruebas y tribulaciones de la vida, siempre considere la vida como
el regalo más precioso que el Cósmico jamás concedió a los seres humanos,
porque es el medio de nuestra evolución espiritual y la fuente de la felicidad que
buscamos. Además, considere su cuerpo como el templo de su alma, y tenga
mucho cuidado de él.
3. Si puede, reserve un lugar en su hogar dedicado a la oración, la meditación y al
estudio de las enseñanzas Rosacruces. Hágale su propio oratorio, su santuario, y
manténgalo libre de cualquier preocupación o actividad profana.
4. Antes de cada comida, dé gracias al Divino por haber tenido la suerte de tener
algo de comer, y piense en todos aquellos que no tienen el privilegio de comer. Si
está usted solo o junto con otros miembros de la Orden, coloque sus manos sobre
su comida, palmas hacia abajo y diga mentalmente o en voz alta esta invocación
simbólica: Que este alimento sea purificado y magnetizado por las vibraciones
que irradian de mis manos de forma tal que satisfaga las necesidades de mi
cuerpo y de mi alma. Que todos los que tienen hambre se asocien a esta comida y
que reciban su parte espiritual de sus beneficios. ¡Que así sea!
5. Usted sabe que el objetivo de todos los seres humanos es perfeccionarse para
convertirse en mejores personas. Por lo tanto, procure constantemente despertar y
expresar las virtudes del alma que le anima. Al hacerlo, contribuirá a su evolución
y servirá a la causa de la humanidad.

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6. Aíslese por un momento todos los días, preferentemente en su Sanctum, y envíe
pensamientos de amor, armonía y salud hacia la humanidad en su conjunto,
particularmente hacia todos aquellos que sufren física o mentalmente. También
pida al Divino que les ayude en todos los planos y que los ampare tanto como sea
posible durante las pruebas de la vida.
7. Compórtese de tal manera que todos aquellos que comparten su existencia o viven
en contacto con usted le consideren como un ejemplo y sientan el deseo de ser
como usted. Guiada por la voz de su conciencia, que su ética sea lo más pura
posible y que su primera preocupación siempre sea pensar bien, hablar bien y
actuar bien.
8. Sea tolerante y defienda el derecho a ser diferente. Nunca use la facultad del
juicio para culpar o condenar a nadie, porque no puede leer los corazones y las
almas de los demás. Mírelos con benevolencia e indulgencia, y vea lo que es
mejor en ellos.
9. Sea generoso con aquellos que están en necesidad o menos favorecidos que usted.
Ordene las cosas todos los días para que haga al menos una buena acción para
otra persona. Sea cual sea su buena acción, no se jacte. Más bien agradezca al
Divino por permitirle contribuir al bienestar de los demás.
10. Sea moderado en su comportamiento y evite extremos en todas las cosas. Sea
templado, y siga el camino del medio en todas las circunstancias.
11. Si ocupa una posición de poder, no sea demasiado orgulloso de ello y no se
embriague por el poder que puede ejercer. Nunca use su posición para forzar a
otros a hacer algo que ellos desaprueban o que sea injusto, ilegal o inmoral.
Ocupe su posición con humildad y haga que sirva al bien común.
12. Esté en armonía con los demás y hable con cuidado. Si alguna vez crítica,
asegúrese de que se haga de manera constructiva. Si alguien le pide consejo sobre
un tema que no conoce bien, humildemente admita su ignorancia. Nunca se
incline a decir mentiras, a murmurar o a calumniar. Si escucha chismes maliciosos
acerca de alguien, no los apoye prestando un oído dispuesto.
13. Respete las leyes de su país y trate de ser un buen ciudadano. Siempre recuerde
que la clave del progreso humano radica en la evolución de las conciencias.
14. Sea humanista. Considere a toda la humanidad como su familia. Más allá de la
raza, la cultura y las creencias, todos los seres humanos son hermanos y
hermanas. En consecuencia, todos merecen el mismo respeto y consideración.
15. Considere a la naturaleza como el santuario más hermoso y la expresión de la
Perfección Divina en la tierra. Respete la vida en todas sus formas, y vea a los
animales como seres conscientes y sensibles, y no como simples seres vivos.
16. Sea un pensador libre. Piense por sí mismo y no según lo que piensan los demás.
Del mismo modo, que todo el mundo pueda pensar libremente. No imponga sus
ideas a los demás y recuerde siempre que sus ideas también están evolucionando.
17. Respete todas las creencias religiosas o filosóficas, siempre que no golpeen la
dignidad humana. No apoye el fanatismo o el fundamentalismo, en cualquier tipo
o forma. Mientras viva su fe, asegúrese de no ser dogmático ni sectario.
18. Sea fiel a sus promesas y compromisos. Cuando dé su palabra de honor,
considérela como una promesa sagrada y firme. Si tiene que hacer un juramento,
piense en la Rosacruz, el símbolo de su ideal ético, mientras lo hace, y recuerde
que cualquier mentira que diga tendrá consecuencias kármicas para usted. Aunque
es posible engañar a los demás, nadie puede escapar de la Justicia Divina.
19. Si usted puede y desea hacerlo, apoye materialmente la Orden, para promover sus
actividades y contribuir a su continuidad.
20. El propósito de la Orden es contribuir a la elevación de las conciencias y a la
transmisión de sus enseñanzas centenarias. Por lo tanto, hágase disponible para
presentar sus ideales y filosofía a aquellos que buscan el Conocimiento, pero
nunca intente forzarlos.
21. Nunca haga que alguien crea que los miembros de la Orden son sabios que están
en plena posesión de la Verdad. A los que le pregunten, preséntesele como una
persona filosófica que está buscando la Sabiduría. Nunca pretenda ser un Rose-
Croix o Rosacruz; diga que usted es un estudiante Rosacruz en proceso de
perfeccionarse.
22. Por la noche, antes de irse a dormir, resuma el día que termina y vea de qué
manera ha sido constructivo o no. En su alma y mente, pondere lo que ha
pensado, dicho y hecho durante todo el día. A partir de esto dibuje lecciones útiles

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para su evolución espiritual y haga resoluciones firmes. Luego, envíe
pensamientos positivos a toda la humanidad y confíe su alma a lo Divino antes de
irse a dormir.