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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD PILOTO DE ODONTOLOGÍA

TRABAJO DE EXPOSICIÓN DE ODONTOPEDIATRÍA


ALTERACIONES EN LA CRONOLOGIA DE ERUPCION
DENTARIA

DOCENTE: Dra. Ingrid Ordoñez


INTEGRANTES:

 Judith Torres Góngora


 Juan Armijos Estrada
 Kerly Mejia Leon
 Andrés Obando Trelles
 Dennis Moreno Motato

CURSO: Octavo semestre


PARALELO: 1

PERIODO ACADÉMICO: 2018 – 2019 CII


INDICE

INDICE ......................................................................................................................................... 2
ALTERACIONES EN LA CRONOLOGÍA DE ERUPCIÓN ................................................. 3
DIENTES NATALES O NEONATALES ............................................................................. 3
ALGUNAS ANOMALÍAS EN LOS RECIÉN NACIDOS ...................................................... 8
Nódulos de Bohn, perlas de Epstein, y quistes de la lámina dentaría. ................. 8
EPULIS CONGENITO DEL RECIEN NACIDO ............................................................... 10
ALTERACIONES EN LA CRONOLOGÍA DE ERUPCIÓN

Las alteraciones en la cronología de


erupción también son observadas a
veces en los recién nacidos y relatos
sobre estas alteraciones son
periódicamente encontrados tanto en
la literatura médica como en la
odontología inicialmente esos dientes
que irrumpen en la cavidad bucal
antes del tiempo considerado fisiológico eran llamados los dientes congénitos
fetales o pre-deciduos. Sin embargo desde 1960 es utilizada la clasificación de
Massler y Savara basada únicamente en la época de erupción y no en el origen
real del diente. Siendo así es considerado diente natal aquel que está presente
en el nacimiento y que por lo tanto puede haber irrumpido cuando el bebé estaba
en el útero materno. El diente neonatal ya es aquel que irrumpe en la cavidad
bucal durante los primeros 30 días d espues del nacimiento. Los dientes que
irrumpen después de este período pueden ser considerados precoz como
dientes de erupción.

DIENTES NATALES O NEONATALES

Los casos en la literatura sobre la prevalencia de dientes natales y neonatales


han variado considerablemente de 1:11,25 hasta 1:30,00 nacimientos y
probablemente está marcada diferencia se deba a las diversas clasificaciones o
metodologías empleadas en los estudios. Algunos trabajos encontraron mayor
prevalencia en niñas y la mayoría concuerda que los dientes natales se
presentan con más frecuencia que los neonatales, aproximadamente en una
relación.
Los dientes más afectados son los incisivos inferiores decidimos. Esta
preferencia tal vez no sea difícil de entender, ya que normalmente son los que
aparecen primero en la cavidad bucal. Al evaluar la literatura, podemos constatar
que los dientes natales y neonatales relatados, 85% son incisivos inferiores, 11%
son incisivos superiores, 3% son caninos y molares inferiores y apenas 1% son
caninos y molares superiores. Con mayor frecuencia (38 a 76%) se observa que
estos irrumpen en par y usualmente pertenecen a la serie normal. Solamente de
1 a 10% de los casos relatados en la literatura fueron reconocidos como
supernumerarios.

Estudios hidrológicos han confirmado que el esmalte de los dientes natales y


neonatales s normal para la edad del bebé, pero como erupcionan de forma
prematura, la mineralizacion honesta completa. Estos pueden presentar también
disposición atípica de los túbulos dentinarios, principalmente en el tercio cervical.
La cámara pulpar y los canales radiculares son más amplios.
Muchas hipótesis sobre su etiología han sido sugeridas durante el transcurso del
tiempo, las cuales incluían hipovitaminosis, estímulo hormonal, fiebres, trauma,
sífilis, pero el factor causal aún no está definido. Una posición más superficial del
germen dentario, que podría predisponer o que éste irrumpe antes de tiempo, es
atribuido como unas de las cuales más probables de su aparición en la cavidad
bucal. Los factores hereditarios también han sido considerado, pero este factor
causal es encontrado con una variabilidad de 8 a 62%. Su presencia ha sido
asociada también a algunos síndromes raros, tales como displasia
condroectodermal, síndrome adrenogenital, síndrome de Hallerman - Streiff,
síndrome de Pierre- Robin, síndrome Rubinstein- Taybi, entre otros. Casos de
dientes natales t neonatales en niños fisurados ( fisura labiopalatina o palatina)
también han sido encontrados.
A pesar que los dientes natales y neonatales sean más prevalentes en niños sin
alteraciones genéticas, es importante recordar que su presencia podría ser una
señal clínica para el reconocimiento de algún tipo de anomalía o síndrome.
Al evaluar clínicamente los dientes natales y neonatales podemos comprobar
que estos presentan morfología normal, pero la corona es menor en todas sus
dimensiones. En algunos casos, son cónicos , amarillentos pudiendo presentar
esmalte y dentina hipoplásicos. Una formación radicular escasa o ausente
puede también puede ser constatada, lo que podría ser atribuido a la
prematuridad.
Algunos autores basados en evidencias clínicas de varios casos relatados en la
literatura han descrito 4 maneras diferentes en que los dientes natales se
presentan clínicamente.
Como una estructura coronaria suelta, adherida
al alvéolo únicamente por un margen de mucosa
gingival. Ausencia de formación radicular.
Como una corona sin firme implantación en el
alveolo. Formación radicular escasa o ausente.
Apenas el borde incisal puede ser observado
cubierto parcialmente por la mucosa gingival.
Abultamiento gingival. Los dientes aún no
irrumpieron, pero son palpables.
Estos dientes presentan movilidad en todas las direcciones por estar adheridos
únicamente por la encía a nivel cervical, ya que la formación radicular está
incompleta o prácticamente ausente.
Los estudios de To. Consideran que los dientes que presentan movilidad mayor
a 2mm y las características clínicas 1 y 2 serían indicados para exodoncia. Esta
gran movilidad causa preocupación debido a la posibilidad de que éstos dientes
sean deglutidos o aspirados, sin embargo, no existe ningún relato en la literatura
que haya descrito este tipo de accidente y por lo tanto esta preocupación
probablemente podría ser más imaginaria que real. Los dientes neonatales
generalmente presentan una movilidad menor que la de los dientes natales.
Para verificar si el (los) diente(s) pertenece(n) a la serie normal o no, es
necesario obtener una radiografía (previa protección del bebé). También debe
ser utilizada una película infantil y la mitad del tiempo de exposición normal. En
el caso que sea confirmado que el diente sea supernumerario, está indicada la
exodoncia. Durante algún tiempo, no eran recomendados procedimientos
quirúrgicos en los primeros 10 días de vida de un bebé debido a las
probabilidades de hemorragia, originadas por la hipoprotrombinemia. Pero hoy
en día una administración profiláctica de vitamina I< es hecha a los recién
nacidos, con la finalidad de prevenir este problema.
Cuando es confirmada la presencia de un diente natal o neonatal, perteneciente
a la serie decidua, existen dos alternativas de tratamiento:

1. Intentar mantenerlo(s) en la cavidad bucal


2. Realizar la exodoncia.

En el caso de optar por la primera opción, fas padres deberán ser informados
sobre la importancia de mantenerlos debido al hecho de pertenecer a la serie
normal. También deberán ser orientados sobre la importancia de mantener un
control de placa bacteriana mediante la higienización y sobre aplicaciones
tópicas de flúor profesionales Usualmente utilizamos barniz fluoretado, debido a
la facilidad de aplicación, pero esto no significa que no pueda ser usado otro
método alternativo de aplicación tópica profesional.

Estos dientes a veces necesitan de desgaste de los bordes incisales, ya que con
relativa frecuencia son observadas úlceras en la región ventral de la lengua del
bebé, lo que dificultará su alimentación y la volverá más irritable. Esta úlcera es
causada por la posición interiorizada de la lengua, durante la succión (biberón,
chupón o lactancia materna) y por la presión ejercida sobre el diente,
específicamente sobre el borde irregular de éste (flor de lis). Laceraciones en el
seno materno también han sido relatados como una complicación más causada
por este(os) diente(s), pero en muchos casos después del desgaste de los
bordes incisales, han sido solucionados.

El diente natal y neonata] que se mantenga aproximadamente por 4 meses, en


general presentará pronóstico favorable.

En el caso de optar por la remoción de uno o más dientes natales o neonatales


de la serie decidua. debido a la movilidad excesiva presentada por éstos o debido
a la dificultad de alimentación del niño, es importante informar a los padres o
responsables que podrá haber pérdida de espacio en sentido mesial,
irrumpiendo los incisivos laterales más mesializados. Esta pérdida de espacio
podrá ser compensada futuramente durante la dentición decidua.

Con relación al propio acto quirúrgico, se debe resaltar que, después de la


exodoncia. deberá ser realizado un curetaje cuidadoso. Células de la papila
dentaria, que incluyen las células de la vaina epitelial de Hertwig, encargadas de
la formación radicular, pueden permanecer como remanentes en el alveolo y
continuar su desarrollo, formando una estructura similar a la de un diente, que
ha demostrado ser prevalente en 9.1% de los niños, y la presencia de abcesos
alveolares podrá ser observada futuramente si este procedimiento no es
realizado.
ALGUNAS ANOMALÍAS EN LOS RECIÉN NACIDOS

Nódulos de Bohn, perlas de Epstein, y quistes de la lámina dentaría.

Quistes de tamaño pequeño y coloración blanca-grisácea o blanca-amarillenta,


presentes en el paladar o en la mucosa alveolar de los recién nacidos han sido
descritos desde 1866. Alfred Bohn fue el primero en describir quistes en la region
alveolar y consideró que estos eran originarios de las glándulas mucosas. En
1880, Alois Epstein fue el primero en describir nódulos pequeños localizados en
el paladar de los recién nacidos y los consideró como quistes de inclusión. Sicher
en 1949, estableció que las perlas de Epstein son proliferaciones del epitelio del
paladar y que se forman durante el último mes de vida fetal. En 1955, Bhaskar
consideró que esos quistes eran de aparición rara. Cito también que las lesiones
pueden ser múltiples, pero que no aumentan de tamaño. En el análisis
microscópico se observó que los quistes eran pequeños, superficiales,
revestidos por epitelio escamoso estratificado que contenía queratina y por su
localización superficial en general se
desprendían espontáneamente en
pocas semanas. Casi 10 años
después, Silver afirmó que las lesiones
eran frecuentemente encontradas y las
agrupo en perlas de Epstein, nódulos
de Bohn y quistes de retención. Pero la
clasificación más comúnmente
encontrada en los libros de
odontopediatria, fue citada por Formm,
en cual divide en tres los tipos de quistes de inclusión, los cuales dependen o
son identificados por exámenes hidrológicos.

 PERLAS DE EPSTEIN: remanentes de tejido epitelial incluidos a lo largo


del rafe medio durante la etapa de crecimiento fetal.
 NÓDULOS DE BOHN: remanentes de tejido de glándulas mucosas
encontradas sobre los rebordes gingivales, tanto por vestibular y/o lingual,
así como en el paladar, lejos del rafe medio.
 QUISTES DE LA LÁMINA DENTARÍA: encontrados en las crestas
dentarias del maxilar y de la mandíbula. Su origen aparentemente se
atribuye a la lámina dentaría.

Pero según Jogerson, esta clasificación citada por Fromm no es totalmente clara,
ya que las glándulas mucosas sobre las superficies vestibulares y linguales del
reborde son raras. Además, de eso no existen evidencias microscópicas
convincentes que establezcan el origen mucoso de los quites. Por lo tanto, una
terminología que no cree controversia y confusión sería interesante,
especialmente para los clínicos, ya que todas estas variaciones de términos sólo
traen dudas, siendo necesaria una evaluación hidrológica para aclararla. Así,
pueden ser encontrados estudios recientes de las décadas de 1980 y 1990 que
consideran los quistes como microqueratoquistes y los clasifican según su
localización: en quistes palatinos y alveolares. Estos autores consideraron
también que aquellos localizados en los rebordes alveolares son remanentes de
la lámina dentaría y los encontrados en el rafe medio son remanentes epiteliales.
Los autores también afirman que los quistes palatinos están restrictos al periodo
fetal, pero los quistes alveolares pueden continuar apareciendo después del
parto. Con relación a su prevalencia, Fromm relato que el 75,9% de los bebés
examinados presentan algún tipo de quistes de inclusión y que por lo tanto su
prevalencia estaba lejos de ser considerada rara. El autor relata también que su
frecuencia es menor en niños negros que en caucásicos siendo equivalente a 62
y 76, 8% respectivamente no fueron observados preferencias con relación a su
aparición en bebés de sexo masculino o femenino.
Fried et al relataron 58 % de quistes en la región paladar y 25 % en la región
alveolar. en el estudio desarrollado por por flick fue encontrada una prevalencia
de 74, 9 % de quistes en la mucosa bucal, siendo que el 68,4% se presentaron
en el paladar y 22% en el reborde alveolar.
al ser evaluada en el Brasil la presencia de quistes en la mucosa bucal se
observó que el 41,4 % de los niños lo presentaron siendo los quistes alveolares
los más frecuentes encontrados 25, 5% teniendo la superficie vestibular del
maxilar como lugar preferencial para localizar su presencia fue generalmente
múltiple variando de 2 a 5 quistes alveolares, en un único niño.
Con relación a los quistes
palatinos las autoras observaron
que no fueron encontrados en la
región de la premaxila lo que sería
explicado por el hecho de esta ser
la primera porción del paladar en
fusionarse y por lo tanto al
nacimiento los quistes formado en
esta área ya podrían haber
degenerado.
su localización más frecuente fue en la unión entre el paladar duro y blando y en
el rafe medio y sólo 12, 9% de los bebés evaluados los presentaron existiendo
divergencia con los hallazgos de la literatura que consideran su instalación más
frecuente que la de los quistes alveolares.
Probablemente esta diferencia está en parte relacionada al hecho que la muestra
sea pequeña 71 niños pero también los factores étnicos pueden estar
involucrados, por existir evidencias de una prevalencia menor de quistes
palatinos en niños negros y una prevalencia de 2,5 veces mayor en niños blancos
o caucásicos.
En este aspecto es importante resaltar que la mayoría de niños examinados en
lo referido al estudio eran negros o mestizos.
Con relación a la conducta que se debe ser adoptada por el odontopediatra
podríamos resaltar que en general los quistes palatinos o alveolares no necesitan
tratamiento específico por no existir un aumento de tamaño de estos y porque
por lo general se desprende espontáneamente pocas semanas después.
A pesar de ello es importante que los profesionales conozca estas
manifestaciones en los recién nacidos con el propósito de aclarar y tranquilizar
a los padres así como de mantener el acompañamiento del caso.

EPULIS CONGENITO DEL RECIEN NACIDO

Épulis congénito puede ser clasificado como un tumor benigno de etiología


desconocida presente en la época del nacimiento.
clínicamente tiene características de una masa pedunculada de color rosada con
inserción en la cresta del reborde o proceso avión al siendo que su prevalencia
es dos veces superior en el reborde alveolar del maxilar cuando es comparado
con el de la mandíbula con frecuencia se localiza en la región de incisivos y
caninos el tamaño puede variar considerablemente y alcanzar varios centímetros
múltiples tumores ha sido documentados presentándose tamaño en el maxilar
como en la mandíbula Pero son muy raros de presentarse, las preferencias
cuanto al sexo han sido observados en la literatura y el trabajo de furhr y krogh
en el cual 113 casos de épulis congénito fueron evaluados, encontrándose que
el 80,5% de los casos están presentes en bebés de sexo femenino y 10,6% en
bebes de sexo masculino y en los restantes 8,9% de los casos, el sexo del niño
no fue especificado en los trabajos. Zucker y Buenechea después de evaluar 167
casos encontraron una prevalencia de 85% en recién nacidos de sexo femenino.
El épulis congénito debe ser distinguido de otros tumores de células granulares
y del mioblastoma de células granulares, esta última entidad patológica se puede
presentar en la mucosa bucal pero más de un tercio de los casos relatados se
presentaron en la región dorsal o ventral de la lengua siendo también importante
destacar que raramente las lesiones son congénitas, con relación a los hallazgos
histológicos puede ser observado que el épulis es un tumor encapsulado cubierto
por un epitelio escamoso estratificado fino y sin proyecciones en el epitelio
subyacente.
La presencia de esta lesión puede asustar a los padres sin embargo su evolución
es totalmente benigna, el épulis congénito no presenta crecimiento después de
nacimiento, y existen relatos de algunos casos que sufrieron regresión
espontánea, referente al tratamiento la mayoría de los autores recomiendan la
incisión quirúrgica siendo mínima la propensión a recidiva, pero debido a la
posibilidad de regresión espontánea y después de la verificación de que su
presencia no causa dificultades en la respiración o alimentación el profesional
podría optar por el acompañamiento del caso, sin embargo es importante resaltar
que un diagnóstico preoperatorio correcto es necesario para realizar el
tratamiento adecuado ya que existen casos donde los profesionales los
confundieron con hemangiomas fibromas o granulomas.

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