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LA GUERRA ENTRE LOS CONQUISTADORES DEL PERÚ

Dicen que el poder envilece a las personas. Ese no fue un caso distinto para los
conquistadores del Imperio Incaico. La desigual repartición de las gobernaciones generó
entre los principales líderes un descontento que los llevó a enfrentarse hasta morir. A
continuación un video corto donde nos exponen las principales causas que promovieron
estos enfrentamientos y la caída de la primera forma de gobierno en el Perú Dependiente.
El trabajo de Ustedes consistirá en identificar las principales causas que promovieron la
guerra civil entre pizarristas y almagristas, describiéndolas en este blog; además, deberán
elaborar una línea de tiempo con datos relevantes que presentarán en su cuaderno entre la
semana del 14 al 16 de octubre.
Resistencia Incaica Y Guerras Civiles Entre Españoles
RESISTENCIA INCAICA
MARCO INTRODUCTORIO
La reacción inicial de la masa indígena frente a la llegada de los invasores
hispanos fue de sorpresa y desconcierto. Tanto la élite inca, como las masas
indígenas quedaron sorprendidas ante la irrupción repentina de Pizarro y
compañía. Embaucados luego por el discurso providencialista de Pizarro, una gran
cantidad de pueblos anexados por los Incas vieron en éstos a emisarios
celestiales y/o divinos llegados de las aguas con el propósito de devolverles su
libertad y restaurar su antigua autonomía preincaica.
Pizarro, astuto político, supo sacar provecho de esta coyuntura, pactando alianzas
con los Curacas de estas naciones, abiertamente enemigas de los Incas,
prometiendo liberarlas del yugo quechua y restituirles sus antiguos privilegios
perdidos por la invasión incaica. Entre las más conspicuas colaboradoras de
Pizarro, tendríamos que mencionar sin lugar a dudas, a los Huancas en primer
lugar, Chachapoyas, Cañaris, Yungas, entre otras.
Simultáneamente, la política maquiavélica de Pizarro lo impulsó a intervenir
abiertamente en las pugnas intestinas que socavaban a la élite incaica, tomando
partido por la facción huascarista, prometiendo restituir en el poder a la legítima
dinastía cusqueña, ganándose de este modo la plena adhesión de estos en su
lucha fraticida contra los partidarios de Atawalpa, que poco después de la muerte
de éste enarbolarán las banderas de la resistencia en contra del invasor.
Por desgracia, la denodada resistencia de los más notables generales
atawalpistas: Rumiñahui, Challcochimac y el Apo Quizquis, sucumbieron en una
brava y tenaz, aunque inútil y vana resistencia, debido, entre otros, a dos factores
gravitantes que, fueron aprovechadas magistralmente por Pizarro: 1. El
colaboracionismo de las naciones sometidas al Imperio y, 2. La decidida
adhesión de la nobleza cuzqueña personificada en la notable figura de Manco
Inca, quien, en un principio fue aliado incondicional de Pizarro, hasta el punto que
el caudillo español lo llega a designar inca, en un gesto de aparente justicia a la
causa cusqueña, pero que, en el fondo, no era sino la estrategia política de Pizarro
para tomar posesión de la capital Imperial y posesionarse definitivamente de los
territorios del destrozado Imperio de los Incas.
Una vez en el Cusco, liquidados los últimos remanentes de la resistencia
antiespañola, y eliminado todo rastro de oposición atawalpista, Pizarro y sus
huestes desenmascarán su verdadera naturaleza pérfida e inmoral, al saquear y
profanar el templo sagrado del Sol, al ultrajar a las nustas y acllas cusqueñas, al
entregarse sin rubor a lo más despiadado del pillaje y el vilipendio.
Frente a esta situación, Manco, el otrora dócil y leal Inca, se sublevará y se pondrá
al frente de una rebelión que pondrá en jaque a los hispanos y que constituye una
de las epopeyas más gloriosas de resistencia que nuestro pueblo le opuso al
invasor español. Resistencia que, a pesar de la repentina muerte del joven caudillo
en sus dominios de Vilcacamba, será proseguida por sus descendientes, los
célebres Incas de Vilcabamba, quienes mantendrán prendida la llama de la
resistencia hasta 1572, en que será apagada por causa de la traición y la salvaje
represión del Virrey Francisco de Toledo, “ajusticiando” vilmente al último Inca de
la gloriosa dinastía rebelde, Túpac Amaru I.

Guerra civil entre los conquistadores del


Perú
26 octubre 2010 in Contexto histórico | Permalink

ANTECEDENTES

Las guerras civiles entre los invasores, estallaron a los pocos años de la caída del
tahuantinsuyo. Estas guerras se pueden dividir en dos etapas: la primera, en la cual se
enfrentan pizarristas contra almagristas por la disputa del poder y la posesión de las tierras
recién invadidas. La segunda etapa está marcada por las rebeliones de los invasores
españoles contra los intentos de la corona española por imponer su autoridad en América.
PRIMERA ETAPA
El Rey de España Carlos I estableció las gobernaciones como sistema de gobierno para las
colonias, entregándolas a los propios conquistadores, así los principales líderes de la
conquista recibieron del Rey: La Gobernación de Nueva Castilla; la cual se ubicó en el Perú
y fue concedida a Francisco Pizarro por la Capitulación de Toledo 1529 y La Gobernación
de Nueva Toledo; se ubicó en chile y fue concedida a Diego de Almagro por Ordenanza
Real 1534, luego que éste reclamó por los escasos beneficios obtenidos en la Capitulación
de Toledo. Sin embargo el Rey no había definido a quien correspondería el Cuzco, pues
esta ciudad se ubicaba justo en el límite de ambas gobernaciones. Esta fue la causa
fundamental de la guerra, cuyo antecedente remoto lo encontramos en el resentimiento de
Almagro hacia Pizarro generado después de la inequidad en el reparto de honores y metales
que tuvo lugar con la Capitulación de Toledo (1529).
GUERRA DE LAS FRONTERAS (1537-1538):
Almagro luego de haber realizado una expedición hacia su gobernación en 1535 se percató
que el territorio era muy escaso en riquezas y que la población indígena, liderada por
caciques como Lautaro o Colo Colo, era extremadamente belicosa frente a la presencia de
los europeos. Ante una situación adversa, el viejo manchego sintió que nuevamente había
sido objeto de un engaño por Pizarro; es así, que tras el fracaso de Chile, Almagro intentó
resarcirse capturando el Cuzco. Las fuerzas pizarristas ubicadas en el sur andino, dirigidas
por Alonso de Alvarado, intentaron reaccionar a la agresión almagrista, pero terminaron
siendo derrotados en la Batalla de Abancay (12 de Julio de 1537) por el almagrista Rodrigo
de Ordoñez. Francisco Pizarro que se encontraba en Lima, al enterarse de lo que sucedía en
el sur de su gobernación decidió buscar una solución pacífica al conflicto. Así se van a
producir las conversaciones de Mala y Lunahuana entre Francisco Pizarro y Diego de
Almagro . Los dos más importantes líderes de la invasión española acordaron designar al
abogado Francisco de Bobadilla como árbitro para que decidiera sobre la suerte del Cuzco.
El fallo de Bobadilla resultó favorecer a los Pizarro, fue entonces que Francisco, en muestra
de buena voluntad, decidió que Almagro mantuviese el Cuzco hasta que el Rey decidiese lo
definitivo. Mientras esto sucedía, Hernando Pizarro lograba escapar de su prisión en el
Cuzco y agrupó a las fuerzas pizarristas en el sur andino para enfrentarse a las fuerzas de
Diego de Almagro. Los pizarristas derrotaron al almagrista Rodrigo de Ordoñez en la
Batalla de Huaytará y luego de algunos días nuevamente vencen a las fuerzas almagristas
en la Batalla de las Salinas (6 de abril de 1538); luego de la batalla Almagro fue apresado
por Hernando Pizarro y llevado al Cuzco en donde fue sometido a juicio sumario y
condenado a muerte, sentencia que se cumplió el día 8 de julio de 1538. Luego de la
ejecución, el cuerpo de Almagro fue sepultado en la iglesia La Merced del Cuzco.

REBELION DE DIEGO DE ALMAGRO “EL MOZO”


(1541-1542)
Al morir Diego de Almagro dejó como único heredero a su hijo mestizo llamado Diego de
Almagro, conocido como “el mozo”, a quien los pizarristas no quisieron reconocerle sus
derechos de herencia. Ante esto, los almagristas decidieron vengar la muerte de Diego de
Almagro “el viejo” y de luchar por los derechos del joven Almagro.
El 26 de junio de 1541 un grupo de almagristas al mando de Juan de Rada ingresaron a
Palacio de gobierno y asesinaron a Francisco Pizarro. Una mortal estocada del almagrista
Narváez, le atravesó la garganta para luego destrozarle el cráneo con un pesado jarrón. Sus
restos fueron recogidos por su fiel criado Juan de Barbarán y enterrados en el huerto de los
naranjos, a un costadote la catedral. Luego de la muerte de Francisco Pizarro los
almagristas proclamaron a Diego de Almagro “el mozo” como nuevo gobernador de Nueva
Castilla.
Un año más tarde llegó al Perú el licenciado Cristóbal Vaca de Castro, enviado por la
corona para investigar las causas de la muerte de Diego de Almagro “el Viejo”. Sin
embargo, al tomar conocimiento de la muerte de Francisco Pizarro a manos de los
alamagristas, terminó por combatir a éstos. Vaca de Castro, apoyado por los pizarristas
derrotó a las fuerzas de almagro “el mozo” en la Batalla de Chupas, cerca de Huamanga el
16 de setiembre de 1542. El Joven Almagro terminó siendo apresado y conducido al Cuzco
en donde fue sometido a juicio y sentenciado a morir decapitado. Los restos del mestizo
fueron sepultados en la Iglesia la Merced junto a los de su padre.

SEGUNDA ETAPA
LA REBELION DE GONZALO PIZARRO (1546-1548)
Se rebeló contra el intento del Virrey Blasco Núñez de Vela por querer aplicar en el Perú la
Leyes Nuevas de 1542. El Virrey llegó al Perú en 1544 buscando someter a los
encomenderos bajo las leyes del Rey de España, sin embargo la actitud de los
encomenderos, dirigidos por Gonzalo Pizarro, fue de total rechazo a Núñez de Vela.
Finalmente en 1545, la Audiencia de Lima, ante la presión de los pizarristas, decidió
expulsar al Virrey y deportarlo a Panamá para que de ahí regrese a España. Pero ya estando
en pleno viaje rumbo a Panamá, Núñez de Vela decidió desembarcar en Guayaquil y desde
ahí avanzar hacia Quito, en donde procedió a armar un ejército para regresar al Perú. Al
enterarse de las acciones del Virrey, los encomenderos avanzaron hacia el norte a cerrarle
el paso, derrotándolo en la Batalla de Iñaquito el 18 de noviembre de 1546; luego del
enfrentamiento el Virrey fue capturado y decapitado.
Así, Gonzalo Pizarro fue proclamado gobernador del Perú y se declaró en franca rebeldía
contra la corona. Algunos de los más allegados colaboradores de Gonzalo Pizarro, como
Francisco de Carvajal, le Propusieron desposarse con una princesa incaica y así
proclamarse rey del Perú, de esta manera conseguirá ganarse el apoyo de las élites
indígenas y así poder enfrentar la contraofensiva de la Corona Española.
El Príncipe Felipe de España se hizo cargo de la situación en el Perú y decidió enviar al
Pacificador Pedro de la Gasca, el cual llegó previamente a Panamá en 1547 con la misión
de ofrecer indultos reales y premios para aquellos encomenderos que decidiesen traicionar a
Gonzalo Pizarro. El primero en levantarse contra Gonzalo Pizarro fue Diego Centeno,
quien cayó derrotado por Francisco de Carbajal en la Batalla de Huarina(1548).
La Gasca, con poderosos refuerzos y muchas deserciones de pizarristas desembarcó en
Tumbes, siguió el camino de Jauja y en Jaquijahuana (cerca del Cusco) en 1548, sorprendió
a Gonzalo Pîzarro. La acción no fue propiamente una batalla sino un desbande ante el cual
Carvajal se puso a cantar “estos mis caballicos maire, uno a uno se los lleva el aire”. Luego
Gonzalo Pizarro y Francisco de Carbajal fueron decapitados en el Cusco.
Derrotado Gonzalo Pizarro el pacificador Gonzalo Pizarro procedió a realizar el llamado
“reparto de huaynarima”, mediante el cual reparte premios entre todos aquellos que lo
habían apoyado a derrotar a los rebeldes pizarristas. Sin embargo, hubo muchos que no
llegaron a recibir ninguna recompensa por haber defendido la causa real.

Historia General del Perú


domingo, 11 de marzo de 2012
LAS GUERRAS CIVILES ENTRE LOS ESPAÑOLES

La Lucha por el Poder


En la tradición historiográfica de la colonia se ha llamado "Guerras Civiles" a todas
las confrontaciones entre los invasores, sin embargo, desde un punto de vista
objetivo la única guerra civil se desarrolló entre los encomenderos dirigidos por
Gonzalo Pizarro y el estado español representado por el Virrey Núñez de Vela y
posteriormente por el pacificador Pedro de la Gasca. En esta confrontación se
opusieron dos propuestas de gobierno, dos políticas frente a las nuevas tierras
dominadas por los españoles.

A. GUERRA ENTRE PIZARRISTAS Y ALMAGRISTAS O GUERRA DE LAS


GOBERNACIONES (1537 - 1542)
"Los de Pachacámac frente a los de Chile"

CAUSA GENERAL: Discordancia entre los dos bandos por mayores riquezas y
poder.

"Los Almagro piden paz


los Pizarro guerra, guerra
entre ellos todos morirán
y otro mandará la Tierra"
(copla anónima)

1.GUERRA ENTRE FRANCISCO PIZARRO Y ALMAGRO “EL VIEJO”


(1537-1538)
CAUSAS ESPECÍFICAS:

1. Rivalidad entre Pizarro y Almagro, debido a que Pizarro había obtenido mayores
beneficios que Almagro en la capitulación de Toledo.
2. Entrega de las encomiendas más ricas por parte de Pizarro a sus hermanos:
Hernando, Juan, Gonzalo y Francisco Martín Alcántara (hermano uterino),
parientes, amigos y paisanos, marginando a Diego de Almagro y sus hombres.
3. Imprecisión entre los límites de ambas gobernaciones y disputa por la posesión del
Cuzco. Pizarro decía que ésta pertenecía a Nueva Castilla y Almagro a Nueva
Toledo. Esta disputa fue la causa inmediata del enfrentamiento entre los dos
conquistadores españoles.

LOS HECHOS:

Desilusionado por no haber encontrado riquezas en su expedición a Chile,


territorio que el rey le había concedido con el nombre de gobernación de Nueva
Toledo, Almagro decidió tomar posesión de la ciudad del Cusco, aduciendo que
ésta se encontraba dentro de su gobernación. Aprovechando la débil situación de
Hernando y Gonzalo Pizarro quienes habían sofocado con mucho esfuerzo la
sublevación de Manco Inca, los tomó prisioneros el 8 de abril de 1537. Enterado
Pizarro de la situación de sus hermanos inició una serie de negociaciones en
Mala, Lunahuana y Chincha con la finalidad de liberarlos.

Fugado Gonzalo y liberado Hernando a cambio de una fianza de oro, la retención


del Cusco y la promesa de un navío hasta el fallo del emperador, los pizarristas al
mando de Hernando formaron un ejército para enfrentarse con Almagro,
derrotándolo en la Batalla de las Salinas el 6 de abril de 1538. Posteriormente
Almagro es capturado en la fortaleza de Sacsahuaman y una vez en el Cuzco,
Hernando Pizarro le hizo un juicio "rapidísimo" sentenciándolo a muerte.
Estrangulado con el garrote en su celda el 8 de julio de 1538, fue posteriormente
decapitado y enterrado de limosna en la iglesia de la Merced en el Cuzco.
Guerra de las encomiendas 1544 – 1548

jueves, agosto 18, 2011 Guerra de las encomiendas 1544 – 1548 No comments
Guerra de las encomiendas: 1544 – 1548

CAUSAS

 Promulgación de las Nuevas Leyes de Indias de 1542 por el que se estipulaba entre
sus disposiciones más importantes:

 Creación del Virreinato del Perú y fin de las antiguas gobernaciones de Nueva
Castilla y Nueva Toledo

 Supresión del carácter perpetuo de las encomiendas

PRINCIPALES HECHOS:

Estas suprimían la perpetuidad de las encomiendas, como mecanismo de defensa del indio,
las cuales quedaron reducidas por una sola vida, es decir, iban a estar en propiedad del
encomendero solo hasta su muerte, luego de lo cual pasaría a manos del Estado. Esto causó
el malestar de los conquistadores encomenderos, provocando una reacción hostil a las
medidas decretadas, lo que conllevará más tarde a una de las guerras civiles más terribles
producidas en tierras coloniales. La guerra de las encomiendas fue de carácter
sudamericano. La corona quería centralizar y robustecer su poder, en tanto los
conquistadores que querían mantener la perpetuidad de sus encomiendas, lo cual se
constituía en una peligrosa amenaza para los proyectos centralistas de la monarquía.

Al frente del movimiento rebelde se puso Gonzalo Pizarro, el cual era un poderoso y rico
encomendero del Cusco y Charcas. EL Cabildo del Cusco lo proclamó Capitán General y
Justicia Mayor del Perú. Apoyado por Pedro de Hinojosa, almirante de su flota recién
creada y de Francisco de Carvajal, el “demonio de los andes”, organizó uno de los ejércitos
más poderosos que tenía como propósito evitar la aplicación de las nuevas leyes de indias.

En Mayo de 1544 llegó a Lima el primer Virrey del Perú Blasco Núñez de Vela. Hombre
violento e intransigente, vino a aplicar inflexiblemente las “Leyes nuevas”. La Real
Audiencia en tanto, buscaba negociar con los encomenderos la aplicación gradual de dichas
leyes; por ello, ante la intransigencia del Virrey opta por destituirlo el 16 de Octubre de
1544, en lo que se considera el primer golpe de estado virreinal, deportándolo
inmediatamente a Panamá.

El 28 de Octubre de 1544 el ejército de los encomenderos ocupó Lima, y Gonzalo Pizarro


fue proclamado Gobernador del Perú. EL Virrey logró escapar en Tumbes y en nombre del
Rey organizó un ejército con el cual hacer frente a las fuerzas rebeldes de Pizarro. El 18 de
enero de 1546 se llevó a cabo la Batalla de añaquito, donde el virrey fue derrotado y
decapitado en el mismo campo de batalla. La rebelión había ido demasiado lejos, el desafío
a Carlos V había llegado al extremo de asesinar a su mismísimo representante, el Virrey
Nuñez de Vela. Es en esos momentos que Francisco de Carvajal “el demonio de los andes”
le trata de persuadir a que se proclame Rey del Perú, afirmando que”el vasallo nunca había
de levantar las armas contra su rey, pero una vez tomadas no había de dejarlas nunca”.

Ante esta situación, la Corona envía al Pacificador Fray Pedro de la Gasca en calidad de
Presidente de la Real Audiencia de Lima. Hombre sereno y prudente, trató de debilitar la
unidad de los encomenderos proclamando desde Panamá un decreto de Amnistía para todos
aquellos que desearán volver al bando real. Además señaló su decisión de dejar sin efecto la
aplicación de las nuevas leyes, proponiendo en cambio la repartición de nuevas
encomiendas a aquellos que desistiesen de seguir apoyando al rebelde Gonzalo. La
habilidad política de La Gasca rompió la unidad de los encomenderos, y, su estrategia
política no tardó en dar resultados, cuando la escuadra Pizarrista dirigida por Pedro de
Hinojosa se acogió al perdón real. Ya en Lima, consiguió el apoyo del jefe de los
Dominicos Fray Tomás de San Martín (fundador de San Marcos). Gonzalo Pizarro cada vez
se iba quedando solo.

Luego, el encomendero y Capitán Diego Centeno haría lo mismo a la vez que se levantaba
en el sur contra el que había sido su líder. El encargado de reprimir el levantamiento de
Centeno fue el lugarteniente de Pizarro, Francisco de Carvajal, famoso por su crueldad,
conocido como “el demonio de los andes”. El enfrentamiento se produjo en Huarina, el 20
de octubre de 1547, resultando vencedor Carvajal, pero sin lograr capturar a Centeno, que
consiguió escapar.

A fines de 1547 La Gasca reune un poderoso ejército en Jauja y con el apoyo de Sebastián
de Benalcázar y Pedro de Valdivia marcharon en busca de Gonzalo Pizarro que se hallaba
en el sur. El 9 de abril de 1548 las fuerzas de ambos bandos se reunieron en Jaquijahuana
(Cusco). Lejos de ser una batalla, en Jaquijahuana se produjo una vergonzosa y cobarde
deserción de los soldados pizarristas a favor de La Gasca. Capturado Pizarro, fue sometido
a un juicio sumario por un Consejo de Guerra que lo sentenció a morir decapitado. El
demonio de los andes, uno de los pocos que permaneció leales a Pizarro también fue
ajusticiado en el campo de batalla, terminando sus días descuartizado.

Pacificado el Perú, Pedro de la Gasca procedió a reorganizar el Virreinato, gobernando


entre 1548 y 1549, para luego emprender viaje de retorno a España, dejando el poder en
manos de la real Audiencia de Lima, el cual gobernó hasta 1551, año en que llega el
segundo Virrey del Perú Antonio de Mendoza, el cual muere un año después, volviendo el
poder a la Real Audiencia.
La rebelion de los encomenderos (1544 -
1548)
El gobierno Vaca de Castro convivió con los encomenderos y el Cabildo de Lima.

En mayo de 1544. Llegó al Perú en su remplazo, el virrey Blasco Núñez de Vela, quien a
toda costa se propuso hacer cumplir las Nuevas Leyes; entonces se desencadenó la mayor
rebelión de los encomenderos, bajo la dirección de Gonzalo Pizarro y del captan Francisco
de Carbajal, llamados el Demonio de los Andes.

Hechos

Los hechos acaecidos fueron:

1. El 16 de octubre de 1544 los mismos oidores (jueces de la Audiencia de Lima)


apresaron al virrey Núñez de Vela y lo deportaron por mar, para luego reconocer al
procurador del Cusco, Gonzalo Pizarro, como gobernador del Perú. Este hecho
contó con el apoyo de los encomenderos e incluso de la nobleza indígena. Se
desconoce el poder real por parte de las pizarristas.
2. El virrey Núñez de Vela desembarco en el actual Ecuador y organizo ciertas fuerzas
leales a la corona, pero fue derrotado por los encomenderos rebeldes en la batalla de
Añaquito o Iñaquito (el 18 de enero de 1546); luego fue decapitado en Quito,
reafirmándose el desafío de los encomenderos contra la corona, quienes pretendían
imponer su fragmento autónoma a las autoridades centrales.
3. Entretanto en Charcas (Alto Perú), el encomendero Diego Centero proclamó su
lealtad a la Corona para obtener beneficios; pero Gonzalo Pizarro envía al viejo
Demonio de los Andes, Francisco de Carbajal, para perseguirlo y capturarlo.

Posteriormente, el mismo Gonzalo le da alcance, y logra derrotarlo en Puno en la


batalla de Huarina, el 26 de octubre de 1547; pero Ceneno consiguió escapar.

4. Ante esta rebelión feudal de los encomenderos, el rey Carlos I ó V envío al cura
Pedro de la Gasa, con el título de Pacificador y Gobernador.

La gasca inicio, en Panamá, los planes para arrebatar a Gonzalo Pizarro todo apoyo,
Empezó con la flota del Mar del Sur a la cual incorporó al bando real, bajo el mando
de Pedro de Hinojosa. Luego envío a Lima un comisionado, Aldana, para proclamar
la ordenanza de conciliación y arrepentimiento. El propósito era lograr la deserción
de los allegados de Gonzalo Pizarro, y unirse al Pacificador La Gasca.

La propuesta incluida varias ventajas, como extender la duración de las


encomiendas y mantener el trabajo gratuito de los indígenas. Esto hizo que muchos
encomenderos rebeldes abandonaran el bando de Gonzalo Pizarro.

5. El 9 de abril de 1548 se produjo la batalla de Jaquijahuana, cerca al Cusco, donde


los encomenderos que aún apoyaban a Gonzalo Pizarro se pasaron al bando de La
Gasca, por que éste los había infiltrado con apoyo de la Iglesia.

Derrotados Gonzalo Pizarro y Carbajal, fueron ejecutados en el Cusco. El cura


Pedro de La Gasca se mantuvo en el poder, gobernando hasta diciembre de 1549,
año en el que entregó el mando a la Audiencia de Lima.
6. REVOLUCIÓN DE LOS ENCOMENDEROS
7. Dentro de la necesidad de la Corona de imponer orden y establecer las bases de
un nuevo virreinato, junto a las constantes prédicas de Bartolomé de las Casas
en contra de los abusos de los encomenderos, se establecieron un conjunto de
leyes llamadas las Leyes Nuevas en noviembre de 1542. Con ellas se establecía
el virreinato del Perú, se creaba la figura del virrey para el Perú y se regulaba
que las encomiendas sólo podían ser designadas por el rey y debían regresar a
la Corona una vez muerto el encomendero. Para llevar a cabo la aplicación de
las leyes, se nombró como primer virrey del Perú a Blasco Núñez Vela, quien
salió de España en 1543.
8.
Mientras Gonzalo Pizarro disponía de medidas para asegurar su gobernación,
el destituido virrey lograba desembarcar en Paita y organizar un respetable
ejército para recuperar su gobierno. Ambas tropas se enfrentaron en Añaquito
el 18 de enero de 1546 resultando vencedor el menor de los Pizarro, mientras
que la suerte del primer virrey que tuvo el Perú fue por demás dramática: fue
degollado por el esclavo de Benito Suárez de Carbajal, hermano del factor
asesinado por Núñez Vela
9. Así, mandó acuñar nuevas monedas, juntó la mayor cantidad de metal extraído
de las minas de Potosí, estableció definitivamente una nueva Audiencia en
Lima el 29 de abril de 1549, estableció el sistema de corregimientos para
administrar justicia en las ciudades españolas, y se establecieron los límites del
virreinato del Perú, el cual comprendería las gobernaciones de Nueva Castilla,
Nueva Toledo, Quito, Río de San Juan, Popayán y del Río de la Plata. También
veló por el bienestar de los indios encomendados, prohibiendo maltratos y
explotaciones tanto en las minas como en el trabajo cotidiano, además de
realizar la primera visita y tasa general de las encomiendas, con la finalidad de
regular el pago del tributo de los indígenas a los encomenderos y de esta
manera reducir su poder.
10. En 1542, Carlos I firmó la real cédula que creaba el Virreinato del Perú. En
virtud de la creación del virreinato, el rey nombra primer virrey a Blasco
Núñez de Vela para suceder en la gobernación de Perú a Vaca de Castro. Este
llegó al Perú con la disposición de hacer cumplir las recientemente
promulgadas Leyes Nuevas, que suprimían las encomiendas hereditarias, pero
los encomenderos se rebelaron, enfrentándose al ejército del virrey. Para tal
efecto, nombran a Gonzalo Pizarro, a la sazón rico encomendero de Charcas
(actual Sucre, en Bolivia), su caudillo y jefe del ejército.
11. En Lima, el virrey es tomado preso y enviado de vuelta a España, nombrando
los rebeldes a Pizarro como gobernador del Perú. Sin embargo, el virrey logra
escapar en Túmbes, dirigiéndose desde ahí aQuito, donde forma un nuevo
ejército y parte hacia el sur. En el camino se encuentra con las fuerzas de
Pizarro, enfrentándose ambos ejércitos en la Batalla de Iñaquito el 18 de
enero de 1546. El virrey es capturado y ejecutado en el mismo campo de
batalla.
12. Mientras, en el sur del Virreinato del Perú, Diego Centeno, leal al virrey Blasco
Núñez de Vela y a la corona española, al enterarse de la muerte de éste,
levanta armas contra Gonzalo Pizarro, y trata de restablecer la autoridad real.
Ambos ejércitos se encuentran frente a frente en las Huarinas, cerca del lago
Titicaca y se enfrentan en la batalla de las Huarinas, el 20 de octubre de 1547,
en la cual es derrotado Diego Centeno. Gonzalo Pizarro se convierte así en líder
absoluto del Virreinato del Perú.
13. Al estallar la rebelión, Pizarro había nombrado a Pedro de Hinojosa, capitán de
su guardia. En 1545, le ascenció a almirante de su flota. Con
once navíos apareció ante Panamá y tras hábiles negociaciones, tomó posesión
de la ciudad, ocupando también, en 1546, Nombre de Dios, al otro lado
del istmo. De esta forma, Gonzalo Pizarro dominaba también la ruta al océano
Pacífico.
14. Enterados de la rebelión en España, el rey nombra al sacerdote Pedro de la
Gasca presidente de la Real Audiencia de Lima y Pacificador del Perú, con
poderes extraordinarios. La Gasca porta también el decreto real del 20 de
octubre de 1545, por el que se suprime el capítulo 30 de las Leyes Nuevas,
donde se prohibía la encomienda hereditaria, con el fin de convencer a los
encomenderos de que cesen la revuelta. Cuando La Gasca llega
a Panamá en agosto de 1546, se entera de la muerte del virrey y logra
convencer a Hinojosa con la promesa de recompensas, de forma que éste se
pasa al bando real. Juntos parten hacia el Perú, con un ejército de leales a la
corona que van formando por el camino.
15. El ejército de Pedro de la Gasca desembarca en el Perú y rápidamente se dirige
hacia el Cusco. Ambos ejércitos se enfrentan en la batalla de
Jaquijahuana o batalla de Anta, cerca del Cusco, el 9 de abril de 1548 (en el
mismo campo de batalla donde las fuerzas de Atahualpa habían derrotado
a Huáscar Inca Yupanqui en 1532; donde Francisco Pizarro había derrotado al
general inca Quízquiz en1533 y donde Hernando Pizarro había derrotado
a Almagro en 1538). La Gasca derrota a las fuerzas de Gonzalo Pizarro, a lo que
ayudó sin duda "...la traición de sus hombres, quienes se pasaron al lado de las
tropas de los leales al rey...", viendo probablemente innecesaria la lucha, toda
vez que las encomiendas habían sido restauradas. Pizarro fue capturado y
ejecutado sumariamente como rebelde y traidor a la corona española.
16. Tras su victoria, Pedro de la Gasca elimina las gobernaciones de Nueva
Castilla y Nueva Toledo. También redistribuye las encomiendas existentes en el
Perú. Aparentemente, La Gasca no pudo satisfacer del todo a sus leales, lo que
generó nuevos descontentos, esta vez entre los leales a la corona. Dejando este
gérmen de descontento, La
17. a causa principal que determinó la rebelión de los encomenderos en
contra de la corona fue:
18. A) La creación de Nueva Castilla
B) La aplicación de las nuevas leyes de 1542
C) La capitulación de Toledo
D) Las conferencias de Mala
E) La prédica de Bartolomé de las Casas
19. Solución
20. La rebelión de los encomenderos contra la Corona se debió fundamentalmente a la
promulgación de las nuevas leyes de Indias de 1542, debido a que éstas eliminaban
la perpetuidad de las encomiendas.
21. La guerra de los encomenderos
22. Dentro de la necesidad de la Corona de imponer orden y establecer las bases de un nuevo
virreinato, junto a las constantes prédicas de Bartolomé de las Casas en contra de los
abusos de los encomenderos, se establecieron un conjunto de leyes llamadas las Leyes
Nuevas en noviembre de 1542. Con ellas se establecía el virreinato del Perú, se creaba la
figura del virrey para el Perú y se regulaba que las encomiendas sólo podían ser designadas
por el rey y debían regresar a la Corona una vez muerto el encomendero. Para llevar a cabo
la aplicación de las leyes, se nombró como primer virrey del Perú a Blasco Núñez Vela,
quien salió de España en 1543.
23.
Llegada y muerte del virrey Blasco Núñez Vela
24. El flamante virrey llegó a Lima el 15 de mayo de 1544, y como era de esperarse ya contaba
con no pocos detractores entre los encomenderos quienes veían en la figura del
representante de la Corona una amenaza directa a lo que ellos consideraban sus legítimos
derechos. Además, la personalidad del Virrey y su intención por ejecutar a rajatabla las
Leyes Nuevas le granjeó más enemigos entre los pizarristas, sobre todo luego de encarcelar
a Vaca de Castro y dar muerte al factor Suárez de Carbajal, personaje muy cercano a los
Pizarro.
25.
Mientras esto sucedía, Gonzalo Pizarro -hermano menor de Francisco- y otros
encomenderos, organizaron en Cuzco un levantamiento en contra de la aplicación de las
Leyes Nuevas y de la investidura de Blasco Núñez Vela. Para entonces el ambiente
enrarecido y la falta de tino del Virrey -quien incluso intentó trasladar la capital del
virreinato a Trujillo- llevó a la Audiencia de Lima a destituir al mismo Blasco Núñez Vela y
desterrarlo rumbo a España el 18 de setiembre de 1544, en una acción por demás
inusitada. De esta manera, los oidores nombrados por el mismo Virrey se hicieron cargo del
virreinato y suspendieron la aplicación de las Leyes Nuevas, esperando así aplacar los
ánimos de los encomenderos reunidos en torno a Gonzalo Pizarro, quien llegó a Lima con
su hueste en octubre. La Audiencia ordenó al menor de los Pizarro a deshacer su ejército y
deponer las armas, pero Gonzalo, por el contrario, exigió que lo nombraran gobernador del
Perú y para ello mandó a Francisco de Carbajal a entrar a Lima y amenazar con saqueos y
desmanes. Ante la superioridad de fuerzas, los oidores nombraron el 23 de octubre a
Gonzalo Pizarro como gobernador y capitán general del Perú.
26.
Mientras Gonzalo Pizarro disponía de medidas para asegurar su gobernación, el destituido
virrey lograba desembarcar en Paita y organizar un respetable ejército para recuperar su
gobierno. Ambas tropas se enfrentaron en Añaquito el 18 de enero de 1546 resultando
vencedor el menor de los Pizarro, mientras que la suerte del primer virrey que tuvo el Perú
fue por demás dramática: fue degollado por el esclavo de Benito Suárez de Carbajal,
hermano del factor asesinado por Núñez Vela.
Los territorios que hoy comprenden los países de Ecuador, Perú y Bolivia, formaban parte de lo
que se denominó el Virreinato del Perú, creado en 1542, diez años después de la conquista del
Imperio Inca por parte de Francisco Pizarro. La capital del virreinato y de la futura República del
Perú se estableció en la Ciudad de los Reyes (Lima), fundada en 1535 por los conquistadores
españoles. El Virreinato del Perú era, junto con el virreinato de la Nueva España (hoy México), la
circunscripción territorial más importante de los territorios españoles en las Indias, siendo durante
los siglos XVI y XVII el centro de atención de la política española en América, principalmente por el
descubrimiento de las minas de plata de Potosí y de mercurio en Huancavelica.

El virreinato del Perú estaba dividido en varias circunscripciones y contaba, en una primera época,
con cinco audiencias (Lima, Charcas, Cuzco, Quito y Santafé) y dos capitanías (Venezuela y Chile).
De esta forma, la audiencia de Quito cubría aproximadamente los territorios que hoy
corresponden a Ecuador; las de Lima y Cuzco al Perú; y la Audiencia de Charcas a Bolivia.

Durante el siglo XVIII, las reformas ilustradas seccionaron el virreinato del Perú en tres: Virreinato
de la Nueva Granada (1717 y 1739), que comprendía a los actuales territorios de Venezuela,
Colombia y Panamá; Virreinato del Rio de la Plata (1776), que comprendía los actuales territorios
de Chile, Argentina y Bolivia, y Virreinato del Perú que fundamentalmente ocupaba los actuales
territorios del Perú y Ecuador.

Desde finales del siglo XVII y hasta el momento de la independencia, el centro político económico
y demográfico del gobierno español se trasladó a Nueva España pero, a pesar del fraccionamiento
del antiguo virreinato del Perú, estos territorios fueron siempre objeto de atención prioritaria por
parte de la Corona española, que encontró en ellos los más firmes apoyos durante el proceso de
independencia.

l Virreinato de Nueva España fue una entidad territorial, integrante del Imperio
español en América. Fue creado tras la conquista de los pueblos indígenas que ocupaban el
territorio; La Nueva España fue el primer virreinato erigido, y por lo tanto, donde se puso en
práctica el modelo español de gobernación.

El virrey, únicamente obedecía las órdenes del rey de España. Ejecutaba las leyes promulgadas en
la metrópoli y se encargaba de vigilar los negocios del Estado.
Era nombrado y removido libremente por el rey, cuando el soberano quisiera podría destituir al
virrey, como una medida preventiva, el gobierno de España estableció un complicado sistema de
burocratismo para hacer engorroso cualquier trámite que pusiera en peligro los intereses de la
Corona,

Desde principios del siglo XIX, el virreinato cayó en crisis, agravada por la Guerra de la
independencia española, y su consecuencia directa en el virreinato, la crisis política de 1808, que
acabó con el gobierno de José de Iturrigaray y más adelante dio pie a la Conjura de Valladolid, y
la conspiración de Querétaro. Esta última, fue el antecedente directo de la guerra de
independencia mexicana, la que, al concluir en 1821, desintegró el virreinato y generó el Imperio
Mexicano a la coronación deAgustín de Iturbide.

Las principales actividades económicas del virreinato fueron la minería, la agricultura,


la ganadería y el comercio. Otro elemento importante en el desarrollo de la Nueva España fue el
papel jugado por la Iglesia...

Indice
1. Introducción
2. Conquista y creación del virreinato
3. Organización del virreinato
4. Aculturación y resistencia indígena
5. Economía
6. Arte y arquitectura

1. Introducción

Virreinato del Perú, entidad político-administrativa establecida por España en 1542, durante
su periodo colonial de dominio americano, que, en su máxima extensión, incluyó los
actuales territorios de Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, así como los de Chile y
Argentina, pero que, a lo largo del siglo XVIII, y hasta la independencia de esas zonas
respecto del poder español, apenas comprendía poco más de lo que hoy en día es Perú.

2. Conquista y creación del virreinato

Con la entrada de los españoles en la ciudad de Cuzco en 1534, concluyó la conquista


militar del Perú, llevada a cabo por Francisco Pizarro, y dio comienzo el desarrollo del
asentamiento colonial en el área dominada hasta ese momento por el Imperio inca o
Tahuantinsuyo que, a partir de 1542, entró a formar parte del virreinato de la Nueva
Castilla, conocido más tarde como virreinato del Perú, y que estableció su capital en Lima,
fundada en 1535. Su demarcación incluyó con el tiempo el espacio comprendido entre
Panamá y Chile, de norte a sur, a excepción de la actual Venezuela, y, hacia el este, hasta
Argentina, con la excepción de Brasil, que pertenecía al dominio portugués. El periodo
transcurrido desde 1534 hasta 1544 estuvo presidido por los enfrentamientos entre los
partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro, los dos socios que se habían unido en
1524, junto a Hernando de Luque, para llevar a cabo una expedición en busca de las tierras
del Virú o Birú (Perú), de las que llegaban noticias que hablaban de la existencia de
grandes riquezas. El nombramiento de Pizarro como primer gobernador y el desigual
reparto de los beneficios en la concesión de tierras y títulos entre ambos socios fue una
fuente permanente de luchas, conocidas como ‘guerras civiles’, que continuaron tras la
ejecución de Almagro, derrotado en la batalla de las Salinas en 1538, y la de Pizarro,
asesinado por los almagristas en 1541.

El reparto de las tierras y de los indios llevado a cabo entre los conquistadores por el
sistema de las encomiendas, y la supresión legal de éstas con la promulgación de las Leyes
Nuevas en 1542, mantuvo abierto el enfrentamiento con el poder real, representado por el
segundo gobernador Cristóbal Vaca de Castro y por el primer virrey Blasco Núñez Vela, el
cual murió en 1546, en lucha con los partidarios de la encomienda, quienes se hallaban
dirigidos por Gonzalo Pizarro, que se consideraba heredero de su hermano Francisco. El
presidente de la audiencia de Lima y tercer gobernador Pedro de La Gasca consiguió la
pacificación del territorio peruano, atrayendo al bando oficial a la mayor parte de los
insurrectos y apresando, en 1548, al hermano de Pizarro, en la batalla de Xaquixahuana.

Virreinato del Perú, entidad político-administrativa establecida por España en 1542, durante su
periodo colonial de dominio americano, que, en su máxima extensión, incluyó los actuales
territorios de Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú, así como los de Chile y Argentina, pero que, a lo
largo del siglo XVIII, y hasta la independencia de esas zonas respecto del poder español, apenas
comprendía poco más de lo que hoy en día es Perú.
2. Conquista y creación del virreinato
Con la entrada de los españoles en la ciudad de Cuzco en 1534, concluyó la conquista militar del
Perú, llevada a cabo por Francisco Pizarro, y dio comienzo el desarrollo del asentamiento colonial
en el área dominada hasta ese momento por el Imperio inca o Tahuantinsuyo que, a partir de
1542, entró a formar parte del virreinato de la Nueva Castilla, conocido más tarde como virreinato
del Perú, y que estableció su capital en Lima, fundada en 1535. Su demarcación incluyó con
el tiempo el espacio comprendido entre Panamá y Chile, de norte a sur, a excepción de la
actual Venezuela, y, hacia el este, hasta Argentina, con la excepción de Brasil, que pertenecía al
dominio portugués. El periodo transcurrido desde 1534 hasta 1544 estuvo presidido por los
enfrentamientos entre los partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro, los dos socios que
se habían unido en 1524, junto a Hernando de Luque, para llevar a cabo una expedición en busca
de las tierras del Virú o Birú (Perú), de las que llegaban noticias que hablaban de la existencia de
grandes riquezas. El nombramiento de Pizarro como primer gobernador y el desigual reparto de
los beneficios en la concesión de tierras y títulos entre ambos socios fue una fuente permanente
de luchas, conocidas como ‘guerras civiles’, que continuaron tras la... [continua]

El Virreinato del Perú


El Virreinato del Perú fue una entidad político-administrativa
fundada en 1542 tras el sometimiento del Imperio Inca. Abarcó, en
su máxima extensión, territorios que actualmente se corresponden
con Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, parte de Argentina y
Chile.

Los primeros asentamientos comienzan a desarrollarse tras la captura


de Cuzco, principal
Machu Picchu, ciudad inca
ciudad inca, por parte de Francisco Pizarro, en 1534. Tras este hecho,
se provoca una fuerte disputa por el control de una serie de
expediciones destinadas a Birú, territorio
peruano del cual se presumía que poseía grandes riquezas, entre
Francisco Pizarro y Diego de Almagro. El enfrentamiento se saldó
con la victoria de Pizarro, y la posterior ejecución de Almagro.
El virreinato vivió cuarenta años de caos
administrativo, fruto del choque de intereses
entre los distintos conquistadores, y el desigual
reparto de la tierra. A mediados del siglo XVI, Diego de Almagro
Francisco de Toledo, virrey del Perú, logra
encauzar la situación y establecer un marco Francisco Pizarro
administrativo estable, que se prolongaría durante
todo el período colonial. Esta normalización de la
situación, fue gracias a la voluntad de Toledo, de llevar a cabo un proceso
Mapa del Virreinato del
Perú. En verde claro, en organizador, reflejado en medidas tales como el censo tributario, censo
sus orígenes. En verde de pobladores nativos y la realización de un registro de los recursos
oscuro, al final del
mismo. naturales y humanos del Perú. Estas medidas permitieron la implantación
de los sistemas de trabajo (mita, repartimiento) y a la larga, hicieron de este
virreinato el más rico e influyente.

La capital fue situada en la ciudad de Lima, fundada por Francisco


Pizarro como la «Ciudad de los Reyes», mientras que el puerto del
Callao, monopolizaba todo el comercio marítimo americano.

En el campo administrativo, el virreinato está constituido por dos


audiencias, las de Lima y Cusco, que fueron sustituidas por
intendencias tras las Reformas Borbónicas en el siglo XVIII. Al Balcones coloniales de Lima

igual que en el resto de virreinatos, existían también organismos


tales como los corregimientos, encargados de la administración de zonas habitadas por
nativos, cabildos, que cumplían diversas funciones administrativas similares a las que
actualmente realiza la municipalidad o ayuntamiento, y diversas autoridades indígenas
que se encargaban de mediar entre éstos y los españoles.

En el ámbito económico, la principal actividad desarrollada en el virreinato era la


minería.
El trabajo en la mina era desarrollado por aborígenes que pasaban entre una y dos semanas
sin salir de ella en condiciones realmente duras. En un principio, la actividad se desarrolló
en torno a pequeños depósitos de superficie, pero gracias a las mejoras en las técnicas
mineras, los colonos pudieron a acceder a grandes minas. Es a partir de este momento en
que la minería termina de consolidarse como principal actividad en el virreinato. Los
principales yacimientos mineros fueron: Castrovirreyna, Cerro de Pasco, Cajabamba,
Contumanza, Carabaya, Cayllama,

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