2. LA MODERNIZACION,
LOS PARADIGMAS
Y LA CRISIS DE LOS ACTORES
El proceso que inunda los espacios politicos de Latinoamérica y del mundo es
una reaccién contra la forma que adopts el desarrollo nacionalista y el Estado
de bienestar a partir de la segunda posguerra. Se inicid como un rechazo a toda
forma de intervencion estatal y cuyo objetivo era sefialar y llamar la atencién
sobre la magnitud de un cambio de época, que parece anunciar el fin de un
proyecto histérico en su version liberal y socialdemdcrata.
Los cambios que se observan a nivel mundial son de tal velocidad y
profundidad que por lo mismo tienen un caracter genérico y global. Al mismo
tiempo que crecen el desempleo y la pobreza se incrementa la internaciona-
lizacién y apertura de las economias nacionales. La refundacién capitalista, el
desmantelamiento del Estado nacional y la supeditacién de lo publico a lo
privado acompafian a la apertura econémica.
Otro de los rasgos determinantes de este cambio es la ruptura entre dos
épocas. Por lo mismo, se sostiene que es una crisis de civilizacion que no sélo
es parte de Occidente sino que es una crisis mas global. Frente a esta situacion
los Estados, los partidos y los distintos sectores sociales se han quedado sin
referencia, sin liderazgos, sin mediaciones que ofrezcan alternativas que
permitan vislumbrar propuestas diferentes a la que hoy ofrece el sistema
capitalista.
Debido a esto, la crisis de paradigmas puede ser leida desde Occidente
también desde la éptica de la caida del socialismo, que representé un modelo y
una alternativa frente a la democracia occidental.
Segun Barnet y Cavanagh, “en las cercanias del fin del siglo veinte esta
ocurriendo la desglobalizacién del mundo politico, aunque la mundializacion
de las actividades econdémicas proceda”. En este sentido la ruptura con el viejo
sistema genera una supeditacién de la cultura, de la politica y de la economia,
en general, al proyecto de mundializacion econémica.
13LA MODERNIZACION, LOS PARADIGMAS Y LA CRISIS DE LOS ACTORES
Por eso es que surge la contradiccién entre la viabilidad del modelo
econdmico con la ausencia de alternativas politicas.'
Pareciera que Ia crisis politica es vista mas bien en el espacio de los
paradigmas como crisis de credibilidad, de gobernabilidad y de agotamiento
de las formas tradicionales de representacién politico-partidarias. Se asume
que la politica no sdlo se adelgazé sino que se despersonalizo. Tenzer, en
la misma linea de razonamiento, sefiala que al ponerse de manifiesto la
individualidad se pierde el sentido de la masa, de la colectividad y de lo popular.”
Esta pérdida de centralidad de la clase social, del partido, de la masa y la
nacién provoca una pérdida del sentido de organizacién; estan cambiando las
bases fundacionales de lo publico tan rapidamente que no quedan espacios
para que la sociedad formule alternativas politicas. Sus propuestas ocurren en
universos mas cotidianos y, por lo mismo, limitados. Por eso cobran relevancia
la ciudadanizaci6n de la sociedad civil y las distintas formas de organizacién
social.
En esta misma perspectiva, Guy Bajoit sefiala que, hipotéticamente, se
puede sostener que estamos ante el fin de la era industrial y en la transicién a
otro modelo cultural, razén por la cual se deben estudiar las bases de un nuevo
paradigma. Segun este autor, los paradigmas de orientacién y significacién
que le dieron sentido a la era industrial —integracion, alienacién, competitividad
y conflicto— tienden a desaparecer.?
Por su parte, C.A. Viano afirma que la modemizacién se relaciona con
el significado de la decadencia que acompajia a toda transicién entre dos épocas,
lo cual “permite articular el concepto con el de recuperacién”; en este sentido,
la transicion modernizadora significa la completa renovacién del paradigma
vigente.* Cuando hablamos de transicion modernizadora nos referimos a la
capacidad estatal para sustituir modelos presentes por otros, tanto en lo politico,
social y econdémico, como en las representaciones culturales y simbdlicas. En
estas circunstancias el cambio se da cuando el Estado entiende que para subsistir
esta obligado a cambiar y su futuro depende de la formacion de paradigmas y
de nuevas estructuras de mediacion.
Habermas sostiene que el término “moderno” expres6 una y otra vez la
conciencia de una época que se mira a si misma en relaci6n con el pasado y que
se considera el resultado de una transicion desde lo viejo hacia lo nuevo.
Véase Bernet y Cavanagh, “Global Dreams”, en Inperial Corportions and The New World Order, Simon
and Schuster, Nueva York, 1994, p. 421.
Nicolas Tenzer, La sociedad despolitizada, Paidés, Barcelona, 1992. p. 14.
Guy Bajoit, Pour une sociologie relationalle, PUF, Paris, 1992, p. 89.
+ C.A. Viano, “Los paradigmas de la modemidad”, en Nicolés Casullo (comp.), El debate modernidad-
posmodernidad. Puntosur, Buenos Aires. 1989.
14ENFOQUES TEORICOS PARA EL ANALISIS POLITICO
En esta misma linea de razonamiento, dice Lyotard, estariamos
transitando de la historia universal a la universalidad de la historia.
Esta situacion se produjo, segiin el mismo autor, entre las décadas de los
afios setenta y ochenta, y toda una generacién creyé que el mundo de pronto se
derrumbaba.
En realidad lo que ocurrid es un asunto basico: el reconocimiento de
una nueva conciencia cultural, de una nueva percepcion del tiempo, del arte,
de la sociedad, asi como de la critica filosdfica, la logica productiva y la logica
politica. En general, de las grandes ideas y valores que utilizamos para
relacionarnos en la vida privada y colectiva, que carecen en la actualidad de
sentido y significacion.
Sobre este mismo punto comenta L. Tomassini que el mundo asiste al
descrédito de una racionalidad colectiva, investida de la responsabilidad de
orientar la historia. En este contexto se inscribe la crisis de las ideologias y
de las utopias. “El agotamiento de las ideas tiene como contrapartida la
reivindicaci6n de la historia como lugar del sujeto, la del sujeto como agente
privado y la valoracion de lo personal, considerados como los materiales con
los cuales se construye el nuevo tejido social”.®
El cuestionamiento que se hace este autor, sin duda vital para el mundo
actual, es en qué medida el proceso modernizador sirve al proyecto neoliberal
0, por el contrario, encierra posibilidades capaces de abrir caminos en otras
direcciones. Sefiala, ademas, “que esta forma de ser de la realidad, y el
descubrimiento de las formas de conocimiento adecuadas para capturarla,
implica la aceptacién de cuatro condiciones”:’
a. La ausencia de fundamentos absolutos.
b. El caracter cambiante de los parametros, condicionamientos o limites
del conocimiento.
. La desaparicién de los grandes proyectos o metas de la historia.
d. La aceptacién de la posibilidad de que haya discrepancia entre la
vida individual y los sistemas sociales.
2
‘ Véase Jirgen Habermas, “Modemidad: un proyecto incompleto”, en Nicolas Casullo (comp.), op. cit.,
pp. 131-144, Véanse también “Modernidad versus posmodernidad”, en J. Picd (ed.), Modernidad
posmodernidad, Alianza, Madrid, 1988, y Jean Francois Lyotard, La condicién posmoderna, Red
Theroamericana, México, 1990, p. 76.
* Luciano Tomassini, La politica internacional en un mundo postmaderno, Gel, Buenos Aires, 1991,
. 33 y 5s.
Los cuatro puntos citados han sido ampliamenteanalizados por F. Crespi. Modernidad. La ética de una
edad sin certeza, en Nicolas Casullo (comp.). op. cit. pp. 234-235.
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