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Y AMERICANA

P R E C I O S D E S U S C R IO K T N . P R E C IO S DE S U S C R I C IO N .
AÑO X V ili.— NÜM. X X V I.
ASO. MMIMTUB.
a So. HKMKSTCR. TMMKtmtK.
DinECTOn-PIlGl’IETAíaO, b. ABELARDO DE GÁRLOS.
Puerto Rico................... i 12 peso» fuertes. 7 posos fuertes.
10 pesetas, ADMINISTRACION, CABRKTA8, 12, I’KIXCII’AL. Filipinas....................... 15 id.
Madrid................ 35 ¡losetas. 18 («osetas. 8 id.
Provincias.. . . . . 40 id. 20 id. i 1 id. Méjico y Ili« de la Plata. | 15 id. 8 id.
Extranjero.......... 50 id. 20 i«L » Madrid, 15 «le .Julio do 1874. K m laa deiuaa Américus lijan el precio los ¡áren. Agentes.

minas «le Almadén han recibido plena confirmación. pector Sr. Monasterio, que acudió confiadamente ul
SUMARIO.
La primera victima «lo la mama tumultuaria ««curi sitio del suceso.
T i xtn.— Ilrv is la gene ral, per D. I’ crcgrin G arría Cadena,— N n c ilro s gra b ad a», por don rida en aquel punto, fué el ingeniero primero sefior Los periódicos lian insertado algunos «lutos bio­
Ensebio Martines de V elasen .— La Condesa de Vilclics , p o r I». Frauclseo l ’ere/. limeta, inhumuuumente asesinado por alguno» ope­ gráficos acerca «lo estas «los victimas «1c las iros de
K rh rvarrln .— Muías de Alm adén ( c o iid iis lo n ), por 1). José de M onasterio y C orrea,
d ir e d o r que lué de la Eseucla esp ecial de In gen ieros de Minas. — Cataluña : Peaje rarios destajistas, quo lo acribillaron á pimaladas. míos desalmados.
o cl puente do .SalíItau d ilio de L l »b re g a l (d ocu m en to Orí s ig lo x t v ) . por I). José No con!culos con esto los amolinailos malanni á ti­ a Don José «Je Monasterio y Corna, dico mia pu­
P u iggari. - l.o » baños de Carlos I I I : carta al Sr. D irector de L a Ilustración E * p *- ros y estrangularon bárbaramente al ingeniero ins­ blicación, so había distingui«!«) siempre en los distri*
ftoLA t A n Km c a n a , por D. llam ón de N avu rretc.— E l Monte de Piedad de Madrid,
por ll. J. M. A lo n so de lim aza. — E l Ilio n , p o esía. por I). José de Sel g a s , académ ico
d e la Española. — Ulanca F o m e r : recu erdos de una fam ilia proscrita (co n c lu s ió n ),
por ll. F ederico t i. C a b a llero .— S u eltos. — Anuncios.
C raoauos .— K e lra io de la E xrm a. S ra. C o n d esa d a Vllches. — La G ranja: Pradera de
la ¡loen ilrl Amo (d e fotografía del Sr L a u ren t). — E xposición region al de las pro­
vincias del Esto cu M adrid: Joyería do los Sres. M asricra é h ijo s .— P a rí» : In terior
del gran salón de los llanos lle lig n y , en el Sen a.— Crónica Ilustrada de la guerra en
e l N orte: Com pañías de bagajero» d el e jé rc ito , cerca de Abnrzuza; Acción del 25 de
J u n io ; lom a de las posiciones do lo s carlistas en el m om o Esquinzo (c ró q tiln d e
ll. E m ilio 1‘ic b u t ); El je fe carlista Mcudirl cu la acción de Monte-Muro- — M odelos
de efectos yconstrucciones m ilitaro s: parque de campaña , tren de pu en te, puente
nuliiar y sección vertical d e nu almaccu de pólvora. — L o n d res : Gusto d e Julio
t e s a r , en m arm ol, exisleute en el Museo británico.

----------- i1—oeo —

R E V IS T A GENERAL.

S U M A R IO .

' lNTRitióu.— Los fusilamientos ileDorregaray.—Manifiesto a las naciouea


extranjeras.—El motín de Almadén.—Los ingenieros Monasterio y Hu­
erta.—Traslación de los cadáveres á Madrid.—1.a cuestión «le ¡Hacien­
da.— La Bolsa. — Disidencias. — El piulido alfonsinu.— Hechos de
armas.— Un manifiesto del Sr. Ulloa.—Aprestos en el Norte.
E xterior .—L a situación política en Francia.—Voto de censura.—Der­
rota del ministerio.—Proposición pidiendo ¡la disolución de la Asam­
blea.—Actitud del mariscal Mac-Malion.—Temores de disturbios.— El
manifiesto del Conde de Ciuunbord. — El obispo de Paderbodn.— De
terne á terne.—Tentativa de asesinato contra el príncipe de Bismarok.
—Ultimas noticias.
Aun no se lia desvanecido la triste impresión «le ios lamentables
sucesos referidos un nuestra última revista. Por el contrario, á me­
rlina que pasan los «lias y reciben completa coulinnnciou los porme­
nores de lo ocurrido en el Norte, el ánimo so contrista más y más
anlc el espectáculo que acaba de ofrecer ú nuestros ojos la guerra
fratricida que cubro do luto nuestro sucio.
¡Cuánta sangro generosa vertida en esa lucha «lo exterminio! Al
anunciarse la sensible pérdida que nuestro ejército ha sufrido cerca
de Estclla en la persona de su ilustre caudillo, habíase diclm que
Dorregaray Rabia diezmado y hecho fusilar á los prisioneros cogidos
on aquel deagraciado encuentro. La noticia se ha confirmado por
desgracia. En un manifiesto dirigido á los gobiernos extranjeros el
jefe carlista pretende excusar este acto «le barbarie alegando haberle
cometido en castigo de los desmanes «leí ejército republicano.
Se lia dicho que el propósito de Dorregaray lia sido desvanecer las
sospechas «K- que iba ú hacer traición á la causa de D. Curios, y á fa­
cilitar un convenio «pie pusiera término ú la guerra civil en el Norte.
Cualquiera que sea la explicación «Icl hecho, no puede verse en él
moa que un ejemplo de insigne atruciil.nl. y nn doloroso efecto de la
guerra que tantos estragos ha causado ya en nuestro pais.
¡Triste misión la «leí cronista que bc v e obligado á prolongar un
día v otro el cuento de sucesos lamentables! Como si no fueran bas­
tantes la» victimas inmoladas al encono político, otras uu menos sen­
sible» ha ocasionado estos «lias la perversión moral.
k-*s detalle« de los crímenes cometidos por I«¿» o peí arios de las

t*A JtXCJUJUvTÍ8ULA StSoBA >_ MrfcSA VE \ 1UUW ; f «1 tì d e l actual.


•102 LA ILU S TR A C IO N ESPAÑOLA Y A M E R IC A N A . N.» XXVI

tos cu ipil- luí servólo como ingeniero jefe, especialmente I Defendió, en primer lugar, su proposición el diputado El gobierno prusiano continúa su política de encono con­
cu los de Murcia y Almería, donde luí dejado muy buenos lugitimista Mr. Bniuii, censurando ni Gobierno por las ex­ tra los prelados alemanes. La severidad c«»n que proemio
recuerdo» por su inteligencia v actividad. Fue profesor de presiones de que se había servido para calificar un docu­ en este asunto «le su especial predilección está dando oca­
mecánica, construcción y metalurgia en la escuela de mi­ mento (la carta manifiesto del Conde «le Chambón!) digno sión á episodios tan singulares como el que vamos á referir.
nas, y más tarde director ríe la misma, cuyo destino en la de respeto, y después de varias contestaciones entre el «1i - La mitoriilnd civil previno «lias pasados al obispo de
actualidad desempeñaba. Comisionado por el Ministerio de putado interpolante y el ministro del Interior, aquella fué l ’nderbodn , condenado á varias multas, y cventualmente
Hacienda para adquirir cu el cxtrunjcio y establecer en «lesecliuda por 117'.* voto» contra wi. á prisión, «pie se constituyera en la cárcel para cumplir lu
las minas de Almadén las nuevas máquinas de extracción, Esta votación es importantísima, puesto que revela ela- sentencia que contra el babia recaído. Una persona «1«; 1«
desagüe y subida y bajada de operarios, y otras varias que lamente que en la actual Asamblea «le Versalle» el grupo población, al tener noticia de la conducta que se (diseñ aba
baec poco están en ejercicio, desempeñó pericolato rute su «le lirgitimistas niñeros, parthlnrios ó oulrance «le la mo- «on el prelado, se presentó á satisfacer las multas que éste
encargo, produciendo grandes ventajasen la explotación. iinnpiia tic Enrique V. es uno de los menos numerosos. debía. I’ero el obispo protestó inmediatamente contra el
»E l Sr. Monasterio era inspector general de segunda clase l ’erosubió después á la tribuna el diputado Mr. l ’aris. pago, hecho sin su conocimiento y contra su voluntad.
ilei cuerpo de minas, y fué ecuador de! reino en la segunda proponiendo la aprobación «le una órdett «leí «lia, en la El caso era imprevisto, y el tribunal de Pnderhodu se
legislatura del año 1872, conquistándole su fácil palabra cual se decía «pie la Asamblea estaba resuelta ;j sostener veía en im conHieto para resolverlo. En la fecha á «pie al­
en muy corto tiempo un distinguido puesto entre nuestros enérgicamente los poderes «pie había conferido al mariscal canzan las últimas noticias de Berlín, no babia tomado
oradores. De carácter afable y bondadoso, de talento poco Mac Mnlu'ii, dando á éste el título «le l're#it/enle de la ¡ I r providencia alguna.
común, y poseyendo un caudal de ciencia y erudición que­ pública, y aunque el Vicepresidente del Consejo y ministro No es la guerra contra el clero la única que preocupa la
sos trabajos lian puesto de manifiesto brillantemente, Mo­ ■!«: la ( inerra. general Cissey, declaró que el <íobierno ncep- atención de aquel gobierno. Si liemos de «lar crédito á mi
nasterio «leja mi gran vacio en el cuerpo de minas, doude talia v patrocinaba esta órdett del «lia, es lo cierto «pie fué •(capacho que publica el D oIly-Mete*, «le Londres, la revis­
era de todos querido y respetado, al par que España píenle desechada por 3G8 votos contra 331. ta anual «le la guarnición de Berlín, «pie se verifica gene­
con él un vigoroso auxiliar y un infatigable y celoso pro­ lV»r último, el general Chungurnicr llegó á punto de ralmente en otoño, se efectuará esta vez muy en breve, y
pagador de lo» adelantos de nuestra industria. » prestar socorro al ya derrotado Ministerio, y proponienilu tendrá una importancia excepcional, viniendo áser una «■»-
Los cadáveres de los infortunados ingenieros Monasterio la órilcti del «lia pura y simplemente, «« porque urgía discu­ pecie ile cimti-staeiou á la revista pasada el domingo 28 de
y Buceta lian sido trasladados á Ma Irid, donde se limi ce­ tí ■' la ley »olue el sueldo que debiera lijarse para en nde- Junio por el mariscal Mac-Malton en el bosque de Bolofia.
lebrado sus funerales y donde lia sido muy sentido su des­ huite á Jo» sai gomo» del ejército», fue aceptada la pro­ De terne á terne.
graciado fin. puesta y aprobada aquélla por 339 votos contra 31.'* — al­ Antes «le concluir este párrafo^. «b-bemos dar cuenta He
Nosotros, que teníamos la satisfacción de contami señor canzando, según se ve, el Ministerio, una pobre mayoría vari«»» telégramn» recibidos Imv. y fechados ayer, 13, en
Monasterio y forrea en el mimerò de los colaboradores de de 21 votos. Kissingeii, según los cuales el principe «le Bismarck, «pie
esta He vista, publicamos boy con verdadero sentimiento el Las noticia» «le Ye malles nos anuncian en estos momentos se hallaba en dicha población tomando baños, ha sillo obje­
ultimo artículo del mismo, relativo á las minas de Alma­ que Be lia presentado una proposición á la Asamblea pidien­ to de una tentativa «le asesinato.
dén, y en el numero próximo daremos el retrato de aquel do su disolución, y «pie se espina un mensaje «leí mariscal Un aldeano natural de Magdeburgo, llamado Kellermaim,
desventurado mártir del deber y de la ciencia. .Mac-.Mab"ii pidiendo que su organice la constitución dotas tonelero, y miembro de la sociedad I iibni de obrero#, do
poderes. Salzwedell, lia disparado un tiro de revolver contra el pri­
o
o o La confusión era grande; temíanse serio» disturbio», y mer ministro del emperador Guillermo, hiriéndole ligera­
La marejada lia siilo grande estos dias en el mundo po­ presentábase a Mac Malum resuello á sostener el setenmlu mente en la mano derecha.
lítico y en las regiones burocráticas. Las cuestiones de Ha­ y la t'iiitilinación del Gabinete. El aldeano lia estad«» ¡i punto de ser muerto p«>r la mti-
cienda y la baja considerable de los fondos 011 la Bolsa, •Se ve, pues, que la Francia atraviesa elt estos momentos cliedtimbre, y el principe do Bismarck, paseando en cúrre­
han sido objeto de gran preocupación. El por Hit) lia lle­ una situación un uiénos difícil «pie la nuestra. La crisis en tela descubierta por las calles de Kissingen «lespues de la
gado á cotizarse ú 10,50. Es el cambio más bajo que se «pie se Italia empeñada preocupa hondamente la atención tentativa, ha »¡«lo objeto de tina ovación entusiasta.
había conocido en muchos años. Los valores se lian re­ pública, y se aguarda con cierta ansiedad el resultailo del Freso el criminal en el acto, lia declarado ante el juez
puesto después algún tanto; pero el estado que atraviesa cotillietu, «pie li última hora procu ral émos ; «muren cono­ correspondiente que su intención era «lar muerte al Prin­
la Hacienda no puedo líe nos de producir profumili mal­ cimiento de nuestros lectores. cipe, confeanmlo ademas que babia una conspiración puta
estar cu las clases que lautos sacri luios están baci ululo para realizar el crimen, pero li gándose á dar dctallun y á citar
ayudar al ( ¡obierim á hacer frente á la guerra civil. o bis nombres do sus cómplices.
o o
Mientras en esta» clases sube de punto la inquietud por Todavía no «licen los telógram is cual lia trido el móvil
el porvenir, los circuios políticos se preocupan grandemente El manifiesto «luí (.'mido «le Cluitnbnril, «pie ha dado oca­ «pie lia iiiipulsado al paisano «lo Magdeburgo, pero tu» será
de las disidencias que dividen ¡i los parli los, disidencias sión a Ion aiicuHo» «le «pie está »¡mulo teatro la nación veci­ extraño «pío entren por mucho en i*ste suc-so las deplora­
que en la semana transcurrida han sido pas o de todas las na, l«a llamado la atención «I«* la prensa europea. En la im­ ble» cui‘»t¡om*s religiosas «píese agitan actualmente en el
pasibilidad «le iimcrtnil«i íntegro, transcribiremos u«pii hiis imperio «le Alemania.
conversaciones.
lum alarmistas han arrojado ni campo de las conjeturas paira fus principales.
noticias de divisioints cu el campo ministerial y presagio» Dicen asi:
DI,TIMAN NOTICIAS.
de próximos crisis. Estos pronósticos no se lian confirmado, >« Franceses: Habéis pedido la alud de la patria á soln-
ni parece probable que en estas circunstancias, y mientras cimtes temporales, y según parece estáis á punto de correr A la horade entraren máquina el presente numero cir­
uose agrave la cuestión del Norte, se arrostra ti las dil'n ul- nuevas aventuras. culan alguna» noticias o'icinle» relativas á los ataques con­
tndes que presenta un cambio ministerial. ««ruda revolución «le las ocurrida» en ochenta años ha de­ tra l ’uigcenlá, por los carlistas de Cataluña ni mando de
Más evidente es la disidencia que lia estalla lo en el cam­ mostrado palpablemeute el tempemmmito monárquico del Saballs, y contra Cuenca, por las facciones «pie acaudilla
po alfosino, entre los que conc.'ptñan que la restauración país. D. Alfonso.
está completamente reñida con lo que existía antes de la »Francia necesita la monarquía. E l nachnicnh me ha hecha Según despachos del capitán general do Cataluña, lu he­
revolución de* Setiembre, aceptando ùnicamente cuanto sea a n u irá rey. roica villa «le Puigccrdá ha rechazado valientemente al
compatible con la monarquía constitucional, y los que en­ » Faltaría al iuúb sagrado «le mis tlebere» si en estos ins­ enemigo, que lia hecho sobre la plaza muchos disparos di*
tienden que el sentido de la restauración e-< volver al órdeti tantes solemnes no intentase un supremo esfuerzo para der­ cañón y obús desile el «lia 12. tío causando afortunadamen­
ile cosas anterior á aquel movimiento. Periódicos muy im­ ribar la barrera de preocupaciones que to bivt'a me separa te sino leves desperfectos. Los animosos defensores contes­
portantes, del partido ulfonsiuo, lian empezado á revelar ile vosotros. taron con calma y acierto, desmontando una pieza «le loa
las graves divisiones que existen en el seno de su comunión, carlistas y obligando á éstos á retirarse á respetable dis­
y es posible que en una próxima y solemne polémica se de­ tancia.
finan claramente las diversas tendencias que aspiran ni res­ Las columnas de los jefes Cañas y Cirlot babian salido
»Quien* un poder reparador y fuerte; Francia lo quiere
tablecimiento de la dinastia. en combinación para auxiliar á la plaza sitiada, que estará
tanto como yo. Su interés la impulsa, su instinto 1«* re­
o ya libre á la hora presente.
o o clama.
El ataque contra Cuenca por las facciones de D. Alfonso
La bizarra defensa de Teruel contra los carlistas, la der­ »S e buscan alianzas serias y duraderas; todo el mundo
debió empezar en la madrugada del 13, según parte del
rota do la facción de Faca y Lupetto Blanco, en Kiosueo, comprende «pie la uumarquiu tradicional es la única que
gobernador «le G nádala jara. Eos carlistas tenían colocados
son los dos hechos de armas más señalados de que nos Imu puede procurárnosla».
dos cañones en el cerro del Socorro y otro en la Merced, y
dado noticia en estos últimos dias los despachos oficiales. »Quiero encontrar en l««s representante» «le la nación auxi­
el fuego dirigido contra la ciudad, que se resistia valero­
Del Norte uose lian recibido noticias importantes, si bien liares vigilantes para el examen «le las cuestiones sometidas
samente, continuaba á las «Hez de la mañana «leí misino «lia.
de un momento ¡i otro pueden dar las operaciones resulta­ á su inspección : pero no yttieni em* lucha# cité rile* de I ’ar-
Componen la guarnición de la (daza un batallón del
dos de trascendencia. El general /avala se bailaba el IU en faiio'iilo ih ha rúale# tí menudo rebulla t i uohrrano flébiltitulo
ejército, otro «le voluntarios y «los piezas de artillería, y el
Logroño y el general Moñones en Tafalla. ¿ impútente: y ni recita-» la fórmula , imp triada del exlraiye-
jefe militar es el brigadier Iglesias.
El Sr. rihai se disponía á dirigir un manifiesto a las na­ ro •/ rcpaditula por toda* nue#htu IrailÍceme# netc¡omite#, de
El Gobierno ha dispuesto, con actividad laudable, que
ciones extranjeras, rechazando Inn afirmaciones consigna que i/ rey nina y mi gobierna, tí un en cela me xienlo perfecta­
marchen tropas de todas armas en auxilio de los que tan
das por el cabecilla 1>uTi-guray en el documento enque, mente acórele con fon de#erm de la i nmenta mayoría tute, no
bravamente combaten contra fuerzas muy superiores, y en
como .'inte» liemos dicho, intenta disculparse del fusila­ comprante natía de em# ñecione# y reta cumiada de em# men­
estos momentos deben hallarse á corta distancia «le Cuenca
miento de los prisionero». tira (según dice un periódico de noticias), entre otras fuerzas,
Por lo demás, el Gobierno ha activado en líran manera »Frailee»«».' ll*iv, «m ío ayer, estoy dispuesto.
cinco batallones, doce piezas «le artillería y dos escua­
la organización de los nuevos recursos con que se propone »L a rasa de Francia está sincera y h ilmente m-oncilin-
drones.
dar mayor impulso á la campaña del Norte. «Ia. Organizaos (ra/b>- ••«*«) tras ella, llenos de «un lianza.
l’ uigcerdá y Cuenca imitan, según se ve, el honro»)
e »J Basta de divisiones ya! ¡pensemos en los males de la ejemplo que hn ofrecido recientemente la esforzada Teruel,
oo
patria! ;.No lia sufrido bastante? ;.No es tiempo de devol­ rechazando con grandes pérdidas al grueso de las facciones
En el momasto en que trazamos estas lineas circulan gra­
verle, c«m su «ocular monarquía, la prosperidad, la seguri­ reunidas de Aragón y el Maestrazgo.
ves rumores sobre la situación de Francia. A consecuencia
dad. la dignidad, la grandeza y todo «-se cortejo de fecun­
de haber sido suspendido de urden del Gobierno y por quince 14 de Julio.
das libertad«» que nunca lograréis á no ser por ella?
dias el periódico Lo ra io n , por haber publicado la anun­ P k r k o r in G a r c ía C a d e n a .
>*l.a obra es laboriosa, pero con la ayuda de Dios pode­
ciada earta-nnunfieisUt del Conde de Giamboni, los legiti-
mos cumplirla.
mistas de la Asamblea presentaron un voto de censura con­
»¡Que cada uno en su conciencia pase las responsabilida­
tra el Ministerio. Como los republicanos de la extrema iz­ NUESTROS GRABADOS.
des del presente y piense en la severidad de la historia! —
quierda estaban en oposición con éste por creerle imperia­
Esbiqle .— 2 Julio, 1874.»
lista, al volarse dicha proposición el Ministerio lia sido L a Ex« ma. S ua. Condesa de V ilcheb. (Véase la pági­
d ‘frotado. na 406. )
N/ X X V I LA ILU S T R A C IO N ESPAÑOLA Y A M E R IC A N A . 103

PRADERA DE LA «BOCA DEL ASN O », EN BALSA 1N. La instalación que aparece en segundo término, en el Ilatuerta y Monte-Jurra, para oponerse al paso «leí ejénito.
grabado, es de los Sres. Maudrí y Compañía, de Barcelona, — Representa la marcha desde Oteiza, banqueando un rio
Los aficionados á excursiones campestres que hayan es­
de cedro, con fondo de seda azul oscuro, presentando en y la« elevadas cumbres inmediatas.
tado cu ln Granja, conocerán seguramente la célebre prn-^
bella combinación la historia del hilado y tejido del algo- E l jefe carlista Meudiri durante la arción de Monte-,Muro.
dera de la Boca del Ami'i, en los pinares de Balsa’m, llamada
don. Las pacas en Imito sirven «le base ¿ una columnata —Sabido es «pío la tenaz resistencia opuesta por el encini-
w { por dos grandes piedras sobrepuestas que semejan la
formada por el mismo algodón en rama, en cita y en hilo, go al paso del ejército, aunque fundada principalmente en
cabeza del paciento rudo, y por las que circula copioso
en los carreteles y husos que lo van transformando. En el las obras de «lefensa «pie le protegían, fué sostenida en
raudal de cristalinas aguas. A. la sombra fio seculares árbo­
«»•litro aparece la trama, descendiendo en forma de cascada, la linea de vanguardia por el jefe Mendiri, antiguo oficial
les, sobro una alfombra siempre fresca de menuda hierba, y
que arroja las piezas «le tola concluidas á un balconcillo del ejercito, mientras el titulado general Dorregaray ejercía
contemplando el dilatado y frondoso bosque «le Baloain, con
de husos y carreteles. el mando en jefe.
sus mil cambiante« de luz y de paisajes, coronados por las
A este hecho se refiere el tercer grabado de la citada pá­
elevad ¡simas montañas «le I’efialara, Siete Picoa y el Mon­ gina 412.
tón «le Trigo, se han celebrado muchos regios banquetes, P A R Í S . — I N T E R I O R DEL G R A N S A L O N DE LOS

v populares alegres meriendas, y es el sitio en que las au­ u IIAÑOS D KLIO N Y», EN EL SENA.
toridades «le la provincia «le Segovia ofrecían á los reyes, MODELOS DE CONSTRUCCIONES MILITARES.
Entre los muchos sitios de recreo que posee la capital «le
cuando éstos iban de jornada, sus respetos, á la vez que la veeina república, ninguno ofrece mayor atractivo, du­ PARQUES Y PUENTES DE CAMPAS A. — INTERIOR DE UN
ALMACEN DE PÓLVORA.
delicados obsequios, refrescos y descanso. rante la estación presente, para el parisiense de pura raza,
Su fácil acceso por la carretera de Madrid, su poético ca­ que los grandes salones de baños que se encuentran situa­ En la ocasión presente, cuando las operaciones y sucesos
mino de Las Pasadera», que es por si solo bastante á aere- rlos en las márgenes del caudaloso Sena, desde el Puente de la guerra en el Norte preocupan tan vivamente á todos
«litar el buen gusto de Carlos I I I , y su proximidad ¡i La Real hasta las pintorescas poblaciones de Bercy y Billan- los españoles, no es posible olvidarse de los escogidos mo­
Granja, lian contribuido á dar á este sitio grande celebri­ court. delos de construcciones y efectos militares que existen en
dad: aunque son tantos los que. ofrecen los alrededores de Los magníficos 13ains Delitjny son frecuentados por las el Museo de Ingenieros de esta capital, dirigido hasta hace
la antigua granja de San Ildefonso, de los monjes Jeróui- gentes du monde y de la elegancia, que por sus quehaceres pocos meses por el ilustrado coronel D. Angel Rodríguez
mos del Parral de Segovia, que tal vez en otro número tra­ están obligadas á pasar en Paris los meses del estío; á los Arroquia, «pie en la nctualulad desempeña mi cargo impor­
taremos de ellos con la extensión debido. Bain» Henrij I V acuden diariamente los comerciantes y los tante en el ejército del Norte.
Bástanos añadir que el grabado de la pág. 404, hecho so­ almacenistas de géneros; los Bain8 Pedí son el recurso de Entre los muchos que allí se admiran, y «pie detsenvuel-
bre fotografía «leí Sr. Laurent, retrata ol ameno lugar «pie los estudiantes de la Universidad, del Colegio politécnico, veu en variado panorama Lula la ciencia del ingeniero, de­
mencionamos en el epígrafe de estas breves lincas. de las Escuelas especiales, etc., y asi puede decirse que ben l itarse los que representan todos los sistemas «le forti­
cada clase de la abigarrada sociedad parisiense tiene predi­ ficación españoles y extranjeros, desde los más antiguos
lección especial por determinados B ain», ya. por las condi- linsta el propuesto en 1808 por el mencionado Sr. de Arro­
EXPOSICION lin a IONAL
i cienes do comfort, ya por la baratura del baño, puesto que quia, «pie fué premindo con medalla de oro ; los «pie figuran
DE LAS PROVINCIAS DEL ESTE EN MADKID.— JOYERÍA
los hay desde 15 céntimos á 2 francos. las plazas de Cádiz, Tarifa, Cartagena, Figueras, Santofin
DE LOS SUES. MASKIERA É HIJOS.
En todos ellos, el interior se halla decorado con elegan­ y otras, con todas sus obras de defensa; los «le los memo­
Uno de los más elocuentes testimonios del gran progreso cia, imitando algunos las famosas Iherma» du 1«« antiguos rables »¡lio« de Zaragoza y Gerona; el «le ln batalla y ron-
alcanzado por la industria nacional, cutre tantos como romanos; otros, sorprendentes grutas con lagos y cascarlos; «licion de Railén; los de la última gloriosa campaña de
presenta la exposición del paseo «leí Cisne, consiste en la muchos orientales salones, copia exacta dolos más suntuo­ Africa, y otros muchos que seria prolijo enumerar.
colección de joyas y obras do orfebrería presentadas por sos de la Alhumbra y de los palacios del Cairo; y cu el ex­ Ademas de estos preciosos modelos, ejecutados en relieve
los Sres. Masriera é hijos, de Barcelona. El líennos«; tem­ terior, aunque formando una dependencia «le los mismos con escrupulosa 'exactitud en los detalles, luiy riquísimas
plete greco-romano «pie las encierra, y «pie ocupa el centro establecimientos de baños, instálense, durante la tempora­ colecciones «le materiales de construcción, clasificados con­
del grabado de ln pág. 405, atrae desdo luego la atención, da, cafés, rentaitmal», cervecerías, y basta oficina» do far­ venientemente, y «jue proceden de las provincias «le la Pe­
previniéndola por el buen gusto deesa instalación rica y macia y salas de curación para ciertos hiiccsos imprevistos. nínsula y de Ultramar, y otros muchos modelos de efectos
tan bien calculada para el objeto, revelado por los nombres Ademas «leí druud Bain, cuya profundidad varia entre «le campamento, de obras de ataque y de trinchera y mina,
de Benvenntto Collini, Jácomo Trezzo y otros maestros «leí uno y cinco metros, y donde nadan y se zambullen cente­ «le herramientas y útiles que se emplean en tales trabajos,
arte, ««cuIpidos en los jarrones «pie adornan la base. nares de personas, luiy también «leparlamontos reservados, «le parques «lo campaña y trenes á lomo, etc.
Los Sr«-«. Masriera é hijos sigilen las huellas de estos mú­ lindos retretes «pie semujan delicados boudoir», para las Esto» últimos, ó sean el parque, ligero do campaña y él
llelos que se lian propuesto, sustrayéndose a la iullnencia que gustan apartarse de la confusión y ulgazura «pie reinan puente militar, están figurados en los priiiier«mgrabadon «le
«ervil de las eorricnte» trunspirenáicas é ¡nspirúluIoHO en el siempre en el patio general. la pág. 413; su uso es necesario Actualmente en la guerra
sentimiento «1«; la patria, «pie «la á sus obras un carácter de El aspecto «pie ofrece el interior de éste no piyjdo ser que «levanta nuestras provincias del Norte, y recontaremos
originalidad y un atractivo do que carecen las joyas de j más pintoresco. aquí «pie el tren de puente, llevado á lomo por mulos, como
pacotilla fabricada» como articulo comercial exclusiva- Innumerable» bañistas y curioso» llenan el espacioso re­ la nrtütorín «1«? montaña, y entre cuyos ecccwori«« figuran
meni.-. Brei iso ora «pie, mguieinio los precepto* «le ln moda, cinto, unos bañándose, nadando, recibiendo lecciones de algunos boles «le goma y caouchoul, de unnndura articula« 1«,
«ifrecieran al gusto dominante las preseas buscadas en estos natación; otros envueltos en micha sábana, «í /’ c»/iu;/noU‘, sirvió ya á nuestros tropas en la guerra «le Africa.
momentos corno elegante novedad, y llénenlas los señores éstos fumando tranquilamente; aquéllos sentados con ver­ El último grabado «le la misma página representa el mo­
Masriera do tan bonitas formas, de tan delicada elección dadera indolencia, wUh trae oriental nwiehalance, segmi la delo de un almacén «le pólvora (sección vertical), que está
en las piedras y exquisito montaje como las de más luci­ frase gráfica de los ingleses. construido con las condiciones do seguridad que exigen lo»
miento de 1«js escaparates del Palais Jíoi/al, dando fo de la i La gran lámina que damos en bis páginas 408 y 409 re­ adelantos modernos en el arma «le artillería, á lin de librar
procedencia las palabras castellanas en brillantes que fijan presenta el salón principal «lo los Bain» Deliynij. el depósito de tos efectos destructores que producen los pro­
el destino «le ciertas joyas, sustituyendo ni consabido souve- Ciertamente, que los magníficos establecimientos balnea­ yectiles : Sil cubierta es esférica al exterior, y sobre la grue­
nir (Fainour. El jado oriental y el ónix combinados con rios «le las márgenes del Sena pueden compararse con las sa bóveda de fábrica y manipostería tiene una fuerte capa
piedras poco vulgares, cual son el zafiro, agua marina, ópalo grotescas cabañas do esteras y palos viejos que se ofrece á de tierra arcillosa que la resguarda perfectamente.
y algunas otras, son materiales de «pie sacan gran partido los bañistas en el enjuto cauce del pobre Manzanares.
los Sres. Masriera, formando joyas que uuen á la severidad
del gusto ana novedad encantadora. BUSTO DE JULIO CÉSAR, EN MÁRMOL, EXISTENTE EN EL
CRÓNICA ILUSTRADA DE LA GUERRA EN EL NORTE. MUSEO BRITÁNICO.
Cuino especialidad de estos artistas deben eitarse los es­
maltes. El estudio y las experiencias de vitrificación les liqn Compañía» de bagajeros del ejército, cerca de Abarsma. Sabido es que uua de las colecciones más escogido» de ob­
«Iescubierto procedimientos novísimos, que vienen á fijar Tres grabados alusivos á los acontecimientos militares que
jetos artísticos é históricos, restos vivos, por decirlo asi, «le
cu los metales la mistcrmsa traza «le ln fotografía, ya con se desenvuelven en las provincias «leí Norte publicamos en las civilizaciones antiguas, se guarda como rico tesoro, de
•■! colorido natural «le ln persona retratada, ya con un solo la pág. 412, representando el primero una sección de las valor inapreciable, en el Museo Británico ( Brithis Alus-
touo, negro, sepia, azul, que copia los medallones «leí arte compañías de bagajeros que siguen al ejército. seum) de Londres.
gnego; elemento «le ornamentación que utilizan en la jo- Desde que el ilustre Marqués del Duero se puso al fronte llállanse eu él clasificados los objetos con profundo «x>-
y«T¡n; pero se observa «pie ninguno de los ensayados en la del cuerpo «le ejército «pie coronó victorioso las alturas do uoduiiento «lo la historia, y el observador y el artista, al
antigüedad, como cu modernas edades, lia escapado ú la Muñecas y Castrejaua en los últimos «lias de A b ril, y entró examinar las espaciosas galerías de aquel establecimiento,
inteligente investigación de los miríficos barceloneses, ba­ oouio libertador en la invicta Bilbao ol 2 de Mayo, acompa­ que representan una suma incomparable de desvelos y cui­
ilándose en sus obras felices reminiscencias de la urfebre- ña siempre á las tropas do la nación un número considera­ dados, encuentran caí orden perfecto desde primeras toscos
m l*oinpoyauu, do las clásicas curvas de Etruria y «le Ate­ ble de bagajes de todas clases, «le carros y á lomo, necesa- reliquias de las edades prehistóricas hasta objetos delicados
nas y de las singulares concepciones de Mémpbis, de Tobas ri«;s para trasportar el enorme material de guerra á travos
de arte, correspondientes al período greco-romano.
y del Japón. «le las montañas y tortuosas veredas del fragoso país que Un salón está destina«lo á guardar antiquísimos docu­
A lodos estos estilos añaden, con amor, otro nacional, el : está siendo principal teatro de la presente lucha. mentos escritos, como papyros de época muy remota, y
muzárabe, que presta á los objetos de arte una originalidad Merced á estos medios de trasporte, y á los bien combi­ apógrafos de los tiempos medios; otro encierra notables
y encanto indecibles. Entre varios aderedtos y joyas suel­ nados movimientos «pie dirigía personalmente el general restos de construcciones anteriores á ln era cristiana, entre
tos, pertenece á este género una copa de oro, representada i en jefe, el ejército se trasladó en tiempo oportuno «iesde los cuales ocupa lugar primero una abundante colección
en la parto izquierda de la base «le nuestro grabado, que es Bilbao á Vitoria y Logroño, para encaminarse enseguida á procedente de lo* pueblos orientales; en otro figuran esco­
digna de figurar en un museo. la línea de ataque delante «le la quebrada sierra de Estol ln, gidas muestras de objetos de arte, cual la magnifica colec-
A instas manifestaciones, llamadas por los ingleses tesfi- en Ir cual tuvieron lugai los últimos hechos «le anuas que ciou de retratos de tos emperadores romanos, desale César
"•onial» , en que hace el ingenio por la composición y el ya hemos referido en el número anterior, y Augusto á Caraca lia, única.en su clase.
dibujo tanto como por el cincel, muestran predilección, i Una fuerte sección «le bagajeros se situaba a retaguardia A esta últimu pertenece el busto en mármol que copia
«sano verdaderos artista«, los Sres. Masriera. Las tres piezas de las tropas de ataque, para desempeñar activamente los nuestro grabad«» de la pág. 41 tí, y «pie representa á Julio
de centro «le mesa que ocupan el sitio preferente del esca­ servicios que fuereu necesarios, y ln «pie representa el indi- César, « I afortunado vencedor de l ’ompeyo.
parate, la escribanía de Cervantes que con el busto del ¡ cacto grabado permaneció en las cercanías «le Ahnrznza du- Corresponde al periixto» greco-romano, y está esculpido
Principe de los ingenios combina los títulos de sus obras, 1 nuite la acción del 27 de Junio. con tanta exactityd cu los «letaltos, que hace recordar las
ti plato egipcio, el prendero pompeyano «le plata oxidada, Aceto« del 25.* toma de la» posiciones carlista» en el monte descripciones del héroe de Farsália que debemos á tos his­
I' kÍos esos otros objetos «pie el artista Sr. Podró lia copiado Ex>¡ninza.— En este croquis, que «tobemos á la afectuosa toriadores romanos «le la época.
del natural y puesto por orla del templete que los contiene solicitud del Sr. D. Emilio Picho!, se I «esqueja en pequeño
E usebio Ma r t ín e z dk V elasco.
vn !« Exposición, acreditan que no se han perdido en nues- panorama la importante acción del 25 de Jimio, en lu cual
pato ni la aptitud ni la« tradiciones «le Juan de Arfe 1 las tropas desalojaron á tos carlistas de las trincheras y re-
Villafafi*. 1 duelos que ocupaban en el monte E-juinza, no tojos de Yi-

%
404 LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA N.’ XXVI

L A GRANJA.— 1HADERA DE LA «BOCA DEL ASNO.»


N.* XXVI LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA 405

M A D T ÌT P . — E x p o s r n o jj urnioxAr. de la s p r o v in c ia s d el rtte .
4Oí) LA ILU S T R A C IO N ESPAÑOLA Y A M E R IC A N A . N.° XXVI

L A CONDESA DE VILCHES. y con los ojos clavados en el cielo, con la esperanza del ideal que ¡r fortifican«!" con modera ú medida que va aumentan­
prometido y Intranquilidad «le una vida »iu taclia, tocar con do el hueco que produce su arrompió. Este primer período
NA vamos ;i escribir un articulo necrológico; no vamos ¡i una mano la eternidad y con la otra toilos los esplendores es de exploración ó reconocimiento, de disfrute y «le pre­
hacer una biografía: ln biografía «lo la Coi alesa «le Vilches de nuestra religión , sentir estremecerse mi sér en un éxtasis paración miomas; ventaja notable que resalta en el sistema,
está escrita en el corazón de torios sus amigos. divino, y los sentimientos más puros de mi corazón subir hija de la regnlariilml eon «pie so presenta el mineral y su
Cuando el dolor embarga el alma, no es posible ajustarse entre las vaporosas nubes «le incienso á ofrecerse al pié del potencia ó espesor respetable, que cuenta en varias ocasiones
á mi órden de fechas y sucesos. En estos lineas no cabo el Altísimo.... Y más tarde, retirada en el salón de mi celda, 10 y 12 metros y alguna vez «<• duplica, cuando casi des­
método; son un puñado de humildes siemprevivas arrojado cubierta con mis blancas tocos y apoyada en mi báculo, aparece el intermedio «pie separa «los de bis tres fajas ó ve­
sobre la tumba de uu sér querido. contemplar al través «le bis vidrios «le las grnmlos ventanos tas que constituyen el criadero.
Seis dias han bastado para apagar el aliento de una «le gt'jticas las humildes lloreeillas del jardín, dulcemente me­ l ’ara entrar en <4 segundo período, figúrense nuestros
las señoras más distinguidas de la alta socieilnd española. cidas por el viento, y alzando la vista por el eterno pano­ lectores una calle larga, recta, espaciosa, cuyas paredes
No habrá «lias que basten á borrar su memoria. rama de la naturaleza que desde el monasterio se percibe, están tapizadas de mineral, de espesor ó entrada descono­
El vacío que deja os tan grande, que en vano tendemos considerar, rnoviila de compasión hacia lo -desconocido, esc cidos: en esta calle se miden ¡i derecha é iz«ptior«la cuatro
la vista para consolarnos de su eterna ausencia. pobre mundo, que tantas miserias y tantos dolores cobija!» varas tantas veces cnanto lo permita el largo «le la « alie, y
Reunidos en torno del panteón «leí infortunado Marqué» una voz sefialadas estas divisiones, se excava el mineral
«lo Almonncid, en el cementerio de San Isiilro, veíanse no
de frente en las cuatro primeras varas hasta encontrar la
hú muchos dios un sinnúmero «le hombres, orgullo «lo la Al transcribir estas frases, el dolor embarga nuestro es­ roca estéril en que está encerrado. Como esto se hace p«-r
tribuna, de la poesía, «le las artes, «le las ciencias, «le la píritu y la pluma se nos cae de la mano. ambos lados, rcsnltn unn nueva calle corla, que croza á la
grandeza española. Jamas el sentimiento lia tenido unn La tiemísima autora «le la» precedentes líneas ha volado principal y qno no tendrá más largo «pie lo que permita el
expresión más conmovedora. No era, no, ciertamente, el á eso mundo ideal soñarlo por su poética imaginación. Su espesor «!«•! mineral: seis metros, p««r ejemplo. El hueco que
dolor oficial manifestado en casos tale» por el obligado cor­ alma, que tendía á lo infinito, goza á estas horas de las esta calle trasvi-rsnl produce se rellena más tarde con una
tejo fúnebre; era la emoción profunda, el sollozo compri­ delicias eternas, negadas á este pobre minuto, tjue tantas bóveda de ladrillo, »obre la que va elevándose basta cierta
mido, la furtiva lágrimavertitla sobre aipudinsaciablesnelo, miserias // tantos dolores cobija. altura un nutro de manipostería.
que iba á devorar para siempre los resbis «le tan soberana Un esposo amantísimo, dos hijos cariñosos, una nume­ Siguiendo lingo la callo principal, que llamarím«.» cava
hermosura. ¡A y ! Fríos están ya sus despojos, y áun vaga rosa familia atribulada, fieles y tiernos amigos, formados de guia ó raTm de dirct>$on, y dejando las segundas cuatro
en nuestros oidos la dulce armonía de aquella voz siempre al calor «le los afectos unís puros, elevan ú estas horas sus varas sin tocar, se ataca el mineral «le frent«* en la tcreerá
cariñosa para la amistad, persuasiva para el talento, digna preces al Altísimo, á «'se lijos «pie Amalia Llano do I»otres, división bajo el mismo procedimiento anterior, por manera
para el poderoso, tierna y compasiva para el «lesvalidu. condesa de Vilches, adoraba con la fe profunda «le una al­ que cualquiera comprende «pie entre la primera calle tras­
Casi desiertos y sombríos están los salones «le su casa, no ma eminentemente cristiana. versal y la segunda, ó sea entre la 1.8 y 2.a división, lia
hú muchas horas resplandecmnles de paz y «le ventura, y
F rancisco P rukz E c h e v a r r ía . quedado en arabos lados «le la caña de guía, mineral aná­
á través «le las sombras vemos todavía la noble figura de logo al que se ha excavado en ambas trasversales.
la dama, orgullo «le propios y admiración de extraños. Este es el mineral que queda por de pronto sin excavar:
Pasarán «lias y «lias, y todos la veremos con su cariñosa
es el «pie constituye laH«lecantmlas reserras de Almadén, so­
sonrisa, «liapensadura propicia «lo dulzuras y bondades, M I N A S DE A L M A D E N .
bre Jas que tanto se habla y discute todos los «lias con calor,
aumentando Diicstras esperanzas y amortiguando nuestras III. y sin entenderlo los más, como si se tratara de nn tesoro
penas. intangible. Echar abajo algunas reservas de Almadén, si­
(Conclusión.)
Amalia había nacido para embellecer la existencia «le quiera se estén ellas cayendo ó sean casi («tériles, equivale
cuantos seres la rodeaban. ¿Quién como ella poseía el «loble SISTEMA DE EXPLOTACION.-LAS RESERVAS.
para algunos, que no nos atrevemos á llamar ignorantes, á
encanto del ingenio y de la gracia? Personificación de la Indicados ya, numpie muy someramente, los diferentes cometer un desafuero «lo lesa minería, á arruinar la mina, á
bondad, prototipo «le la distinción, espejo clarísimo de ta­ servicios que exige la explotación de las minas de Almadén, renunciar á tener azogue dentro de pocos nfioB, ú condenar
lento y cultura, manifestación constante de loa sentimien­ desde el ¡«rranque del mineral basta su entrega en las olici, ú nuestros hermanos de allende l««s mares ú husear otro vehí­
tos más tiernos y levantados....¡En vano, en vano tocamos nos en «pie ha de sufrir sii trasformaci'») cu azogue, vamos culo rnás barato ó huís fácil para extraer el oro y la plata
la realidad para convencernos «1«* pérdida tan grande!.... á procurar «lar ima idea tlol sistema de labor que He sigue con que les brindan sus ricos veneros. Y sin embargo, «•»
Mañana la musa llorará su muerte. desilo principio» «le. este siglo, planteado por « I distinguido una vulgaridad tan grnmie y tan supina ln «!«• creer qiu*
Un«* «le hiih poetas predilectos, («rilo, el esclarecido vate ingeniero ya citati«), D. Diego Larruñaga, cuyo nombre «lo- estas reservas lian de ser más bien cotuerras, á que nadie
cordobés, verterá la primera lágrima sobre las páginas de biera «-star esculpido en mármol, con húras «le oro, en puede acercarse para «pío no pierdan el nombre, qm* nos
una corona poética. Con él lloraremos muchos «le sus aquellos subterráneos, y apenas es conocido «le ln genera­ bastará decir cuatro palabras sobre esta debatida cuestión
amigos. ción presente. Verdad <•« que mis eminentes servicios, que en ......... preciso hacer luz, para que el vulgo vea duro en
Más tarde la critica severa é impnrcial ensalzará los mé­ no se limitaron « echar los ciiiiientos, con base firme, «le ella, y la imaginación menos perpicoz y el talento unís cer­
ritos de la ilustre escritora. una explotación ordenada, que había «1«« asegurar la sub­ rado adivinen «pío ni «•«•hnr ahajo estas|remrvna con tino y
Hoy, <|ii*- la Parca ha vonchlo, sénnos licito levantar el sistencia ú tantas familias, sino que evitó «>n la guerra «le mesura, y obedeciendo á reglas hijas de ln «rxperiem ia , no
velo del misterio. la Indopendenein vejámenes de gran consideración, se pa­ se linee más quo llegar ni tercer período de la explotación,
Lt'Ha y Hurta son dos creaciones de uu espíritu superior, garon con la másnegra ingratitud, acosándole «le delito «le qm* no pudo ver coronado su autor, porque le arrebató la
que el inundo intelectual acogió con cariños«) entusiasmo. infidencia por siilo la circunstancia de hablar francés y ha­ muerte lijos del teatro en que había puesto su talento y sus
Páginas escritas en el retiro «leí hogar para satisfacción berse podido entender con los picaros gabachos cuando pe­ virtudes ú merced de hii país, ¡que no ha tenido para él un
propia, más que para deleite ajeno, fueron lanzadas á la dia clemencia para los hijos «le Almadén, seguridad para recuerdo hasta el afio 1874!
pública censura á ruegos reiterados de la amistad. La opi­ las personas, respeto á las minos. ¡Triste ejemplo de re­ Nuestros lectores comprenderán fácilmente, por lo «pie
nión ha dado su fallo favorable, y la noble Condesa pudo compensa para quien se desvela por mejorar la suerte del hemos dicho, que si entre cada «los trozos excavados se ha
escucharle con doble placer, envuelta en el secreto; que siem­ i obrero, alargándole la vida y proporcionándole pan para dejado en ln galerín ««tro trozo como aquel, de 4 varas sin
pre la modestia recoge el premio «le su virtud. I sus hijos! excavar, y este trozo, virgen, por decirlo asi, se prolonga
Innumerables cuartillas «le una novela sin concluir y sin Larrafiaga no hizo más que plantear su sistema y verle con la misma dimensión arriba y abajo, porque hoya tam­
título forman el logado literario de nuestra pobre amiga. realizado «mi dos de sus periodos de los tres que comprende; bién desaparecido el mineral que formaba el piso y el cielo,
¡ A }-! ¡Con qué avidez hemos leido los áun palpitantes ren­ porque, privado de su destino en 27 de Marzo de 1813 resultará un macizo «le mineral, que corre de piso á piso,
glón««»! ¡Con qué tembloroso anhelo liemos seguido la nar­ por consecuencia de la causa que se le formó, en la que sin apoyos laterales, porque los intermedios á derecha é ¡z-
ración para penetrarnos del pensamiento de su autora! Qui­ el fiscal pedia la pena de muerte, no pudo resistir ta­ «Hiiorda han desaparecido, sin apoyo al frente, porque este
siéramos trasladar á esta páginas sus frases todas, sus pen­ maña injusticia y murió en Madrid en 5 de Octubre «le 1814, frente lo constituía la galería primero y los bancos de ex­
samientos toilos.... Ellos retratan más «pío nnda la mujer. á los 54 años «le edad; no sin haber visto un mes ántes su cavación más tarde, contenido ó más bien apoyado por con-
Vedlo, si no: sentencia absolutoria. «T a l filé el fin, «lice D. Casiano de 8iguii*nte, y no siempre, sola y exclusivamente por la roen
«S i allá en lo infinito—dice la protagonista de la novela Prado, del bueno y modesto director Larrafiaga, del hom­ que le sirve de caja. a«lvirtiendo que estos macizos colnm-
comenzada— cuando sólo formamos en espirito, el Supre­ bre más notable que ofrece la historia del establecimiento narios tienen cierta inclinación que favorece unn» veces y
mo Tlaeedor me hubiera consultado sobre el siglo en que del Almadén, por las mejoras y adelantos que se Iti deben, desfavorece las más á su seguridad y sostenimiento.
deseaba venir ú ocupar mi pasajero lugar en la tierra, no por su ardiente celo y su incansable aplicación» (1). Estas son las reservas, y el menos acostumbrado ú traba­
habría sido ciertamente esta época «le gran civilización la El sistema de labores de Larrafiaga consiste, según nca* jos mineros á poco que discurra comprenderá:
que yo habría escogido. Habría deseado más bien s«;r la hamos de indicar, en el ataque del mineral en tres épocas 1. " Quo el mantenerlas en pié ofrece desde luego peli­
«lama por quien suspiraba Rolando, el sobrino de Curio- ó períodos diferentes. En el primero, se avanza de frente gros que hay que combatir, sosteniéndolas con fuertes ma­
Magno; Imlierle seguido en sus sin iguales correrías por por la faja mineral, procurando ocupar su parte central: deros (esteinptcs) que se lian de renovar con frecuencia,
aquellos Pirineos que áun conservan sus recuerdos; haber este ataque que se hace á la pólvora, proilnce una galería siendo muy costoso su entretenimiento.
derramado por él, si preciso hubiera sido, hasta la última recta, cuyas paredes, piso y cielo son mineral; presentando 2. " Que este peligro y estos gastos aumentan en propor­
gota de mi sangre, y , joven aún, morir dichosa con sólo un frente «Je metro y medio poco más ó menos; si el mine­ ción de la profundidad que se va ganando, ós«*a á medida
sentir una lágrima suya humedecer mi frente, bendiciendo ral tiene 5,50 metros de espesor, por ejemplo, «punían aún que las Columnas van aumentando en altura.
la hora eu que se nace y el amor por quien se muere. 0 de dos metros de mineral á derecha é izquierda: á estas gale­ 3. " Que nunca pudo entrar, como no entró en efecto, en
lo contrario, encontrarme á fines del siglo x v ií, princesa rías, que se llaman coilas, se Ies da la altura suficiente pa­ el cálculo «leí autor del sistema «le explotación, dejar inde­
de estirpe real, abadesa mitrada y prelada en un monaste­ ra que un obrero pueda trabajar «le pié con desahogo, dos finidamente estas columnas, que consumen lentamente el
rio imponente, cual el de las Huelgos de Burgos, que los metros por lo general, no como sucedo en Sierra «le Gador, capital representado por el azogue que contienen.
discípulos de Miguel Angel hubieran embellecido con las entre otros puntos miueros, en que el obren» trabaja »enta­ 4. ° Que siendo muy variadas la riqueza y potencia del
obras más primorosas «le su arte, cubiertas las paredes «le llo y las galerías de paso suelen tener altura bastante para mineral, y siguiendo reglas y dimensiones fijas para dejar
lienzos de Rafael con sus vírgenes de tan armoniosos con­ ir a gatas sin tropezar con la caln>za en el teeh«». estas reservas, han de ser reflejo de la» vi« ¡sitiales de aquél:
tornos como ideal belleza, y sus niños «le tan divina y Hecho oste primor trabnjo, se avanza en profundidad, esto es, mías veces serán ricas y potentes si el mineral lo
suave sonrisa; adornando por todas partes los altares, obras primero por medio de un pozo auxiliar, y luego por bancos, era; «le escasa potencia ó de ninguna otra», y enfilases serán
salida« «le las mágicas manos del inmortal Benvenuto Cel- que constituyen una especie «le gradería ó escalera, que hay pobres y hasta estériles; ya presentarán u n tare °rte.
lini, el favorito del galante rey Francisco I. Sentada allí, compacto y difícil de excavar: ya también un fi
bajo un gran dosel, con dos largas tilas de religiosas ú mi desquebrajado y en extremo peligroso. Será bi
(1) El autor de este artículo ha tenido ocasión «le honrar la
espalda, á mis pies el pueblo, tan humilde como piadoso, memoria de estos «los eminentes ingenieros escribiendo jun­ notar aquí «pie no pocas veees se lleva la labor
la córte entera á mi frente, rodea«!« de obispos, arzobispos tos sus nombres en nn par de hornos del sistema Bustamante, parte más rica y queda para las reservas la más«
y egregias dignidades, mezclándose la dulce y pura voz de de nueva construcción, que ha empezailo á funcionar con feliz «los concepto». Este fenómeno se observa con £n
éxito en el mesde Abril último, y se conocen con la denomina­
mis vírgenes del Señora los torrentes de armonía del órgano, ción «le Jarrañaga y Prado. los planea de «San Nicolás» y «San Francisco.»
N.- X X V I LA IL U S T R A C IO N ESPAÑOLA Y A M E R IC A N A . 407

ó." Que bajo esto concepto es un absurdo suponer que extensión. Va en el sétimo presentaban estas reservas de l ’ni-s bien; el teoimclasta lia sido el que suscribe este nr-
las reservas lian de ser precisamente ricas, y representar un mineral, sitnndas#entrc muro y muró y ambos costados, mi líciilo. Siete años después que sus compañeros publicaban
aliono ¡i (pie acudir en caso de (pie ron el capital no se imponente aspecto. Que fuesen conservadas intactas liman­ las lincas (pie acaba de copiar, en 21 de Abril de 1Míi'J, ba­
pueda salir adelante, que es lo que vulgarmente se creo. te algún tiempo, eso no seria reparable, y úun era conve­ ilándose al frente de aquel establecimiento desempeñando
tí." Es prudente, en efecto, tener en las explotaciones mi­ niente; porque asi como no podía ni debía Itácente el se­ una <omisión oficial e inspirándose en acuerdos de la Jun­
neras nu fumín de rexerrn, como en las demás especulacio­ gundo disfrute á la vez que el primero, también era preci­ ta superior facultativa, en que como vocal portento halda
nes industriales, peni este futido tiene sus limites que mar­ so demorar el tercero algún tanto. Entonces justamente fué tomado una parte muy activa, decretó el derribo ordenado
ra el lnien juicio de los que llevan la gestión del negocio, y cuando comenzó á tomar cuerpo la idea de que á esa» re­ de lox ¡dolo*, estableciendo reglas que merecieron más tar­
á nadie se le ocurriría ir aumentando de año en afio este servas no había de tocarse, y que en ellas debían consistir de la aprobación de la Superioridad, (pie se signen desde
fondo con perjuicios, y hasta llegar á absorber el capital las que en luda tuina bien ordenada minea deben faltar. entóneos por todos los directores con ventajas inmensas
circulante: Mincho más, si para sostenerle cu pié halda que Entre tanto con el avance de las excavaciones ganaban (li­ para la explotación en general, tocándose economía r-u la
pagar excesivos gastos de administración sobre la pérdida dia en día mayor altura , presentándose á manera de co­ fortificación provisional, proporcionando linceos para re­
de intereses. lumnas, ó por mejor decir, de pilastras franqueadas por el lleno» de escombros inútiles, (pie de otro modo habría que
Con tales indicaciones se llegará fácilmente á esta con­ frente y los dos costados: y como no podían dejarse aban­ sacar á la superficie con fuertes desembolsos y entorpeci­
clusión: que lia sido altamente ruinoso para las minas de donadas á sil propio peso y resistencia, se hacia indispen­ mientos, y entrando, en fin. en el tercer periodo del sistema
Almadén el entretener, por una mala inteligencia ó por un sable mantenerla» sujetas con estemples, asentados con el iniciado por el inolvidable ingeniero tuntas veces citado,
respeto exagerado durante límenos años las reservas, cuya j mayor esmero, que de tiempo en tiempo había que reno­ D. Diego Larrañaga.
explotación forma el tercer periodo del sistema del ingenie- | var, gastándose en esto grandes sumas, y distrayendo á los hslo es todo cuanto hay sobre el derribo de las reservas
ro barrafiaga, basta (pie lia llegado la hora de normalizar operarios de entibación en otras atenciones. de Almadén que lia sido pábulo de tantos comentarios, de
su arranque, lo cual viene haciéndose desde 18(19, con be­ oSi alguna vez, en tiempo de apuros ó de falta de la de­ tantas recriminaciones, de tantas apasionadas diatribas. La
neplácito del i hibierno y después de haber sido oido el cuer­ bida asistencia con caudales, se hacia preciso, para comple­ medida era urgente: la reclamaba la explotación misma,
po consultivo del ramo. tar una saca, acudir á alguna parte de estas reservas, se la pedia á voces la seguridad de los pisos altos, la exigían
Siendo esto asi, fuera absurdo sostener por más tiempo excavaba de cualquier modo, pues no había para esto un la tranquilidad de los directores facultativos, la economía
el fantasma con que se quiere embaucar al vulgo, de que método ideado de antemano: y tal era el ofuscamiento de en la fortificación provisional, la necesidad de dedicará los
si se tocan las reservas de Abunden para sacar en cada los espíritus, que esto se hacia cu» cierto retraimiento, ó entibadores á trabajos más ¡mportnnfi'x que á renovar con
año 32.000 frascos de azogue, la mina se arruina, y se co­ como si fuese una disposición contraria á las reglas y no frecuencia los puntales de esos lujosos prismas que habiau
mete un abuso de lesa mineria y de leso Estado. Es oportu­ permitida. ya adquirido mui altura respetable y eran mui amenaza
no decir muy claro que las tales reservas, con preocupación »¡(¿iié cosas se ofrecen á veces en el mundo! Estas co­ constante para el obrero; ¡\, «obre todo, era ya tiempo de unir
respetadas, con profusión y despilfarro entretenidas, han lumnas de mineral, como nlli las llaman, brindaban, puede per con una preocupación ridicula, anli-cientilica, contra­
sidu basta estos últimos años un padrón de ignominia para decirse, al minero con un fácil y pronto disfruto; y sin ria á todas las coiidieiolies industriales de que no puede ni
la ciencia minera, un cáncer para los intereses del Estado, embargo, el número de 20.(XK) quintales, que era una pe­ debe desprenderse minea aquel establecimiento,— por más
una causa más de insalubridad de aquellos subterráneos. sadilla para todos, no llegaba á completarse sino con la que aparezca en alguno de s iih detalles como un estableci­
Tranquilícese el público que no puede penetraren aquellas trabajosa excavación de los sitios más profundos, á fuerza miento de beneficencia.
minas, y oye hablar de ellas como de una luz que se apaga de ahogos y fatigas, (pie al fin de cada saca dejaban que­ •José l>k M onasterio y Correa .
si se acude al fondo de reserva, que este fondo es excesivo brantadas las fuerzas de los hombres, y descuidando otros
y se gasta con parsimonia; hay, por fortuna, mucho terreno puntos en que se interesaba el debido orden y la conserva­
que recorrer sobre rico mineral á la vista, y es conveniente ción de las minas, que era primero que dar hecha una saca C A TA LU Ñ A .
dedicar á él todas las fuerzas vitales posibles, sin cuidarse completa. Estas no son invenciones ni fantasmas., A llí es­
t T .A J E H E Í. J T K N 'I 'K UK SAN IM P IU M O ]>K f iU U I R K O A T .
de entretener con crecidos desembolsos esas enormes pilas­ tán las visitas generales de las minas durante lina larga
tras, que umeugunii los productos léjos de aumentarlos, al­ serie de años, Mor cualquiera parte que se abran, se verán
noceMusió iiki. mkii/i xiv.
gunas de las cuales han gastado en madera y jornales más estampadas éstas ó semejantes palabras; « no luí podido
que lo que han de producir el día en que les toque su tumo darse cumplimiento á tal ó cual resolución, porque era En el año 1301 se circularon á las veguerías de Cataluña
de salir ú la calle para ir ú los hornos. preciso aplicar 1“ » brazos á la saca de azogues.» Por esa unos mandatos, concebidos poco más ó mélios como el si
A los que creen que el tocar las reservas equivale ú arrui­ misma causa no se acudió á su debido tiempo á disfrutar guíente : « De nos i-n (inoran de O rVcylló, á tola los batic»
nar la mina, podemos contestarles que el mantener por restos de mineral que linbmn quedado en los pisos superio­ o nitros oficiáis e liomeiis e Hotsim-ses nostres nls qnals les
más tiempo el absurdo de respetarlas con la exageración res, como él) el pozo do «Sanio Domingo» entre tercero y preseiits Irliv» vendrán, salii! e gracia. Dryeiu voh ciih nm-
con «pie se respetaban basta linee cinco afiem, equivaldría á cuarto piso, en el punto Humado « La» Labores», en la par­ lumi ú tutu geniTíillmciil r á eliseli de vos, que lote» cores que
querer probar que en los negocios industriales el capital te de Poniente del plan de «San Francisco», entre cuarto pi'ouii'HCN hoi i , ne ilnqiii avniit serán promanes á la obra del
circulante debe ser siempre menor que el fondo de reserva. y quinto, etc., haciéndose cada din más dillcil y costoso el pon! de Llohrcgnt novelamenl comensal dimmi la vil« de
Aun á riesgo de parecer pesados en esta cuestión, de que penetrar en dichos sitios. Seni Muy, paguéis é pagar faeals encontiiieiit al procura-
el público inconscientemente se lia npoderado, y para hacer­ »Estos hechos ponen de manifiesto (pie el mineral llama­ d oró procurador», los qiinls los Coiispyllciw de la cintili de
le ver que antes de proceder al derribo ordenado y difícil do de las reservas, ó de Ins columnas, dehió contribuir tam­ Mareelona á acó an nnh-unt, ó ilnqui avnnl ordenarán, ó ais
de las reservas, liabia ya en el campo facultativo una opi­ bién á la realización de las sacas do azogue. ¿Habrá quién, linents lodi dnquole. E aqueles coses promesas no embar­
nión formada, una convicción profunda ya arraigada de conociendo aquellas minas, no se convenza desdo luego de guéis, nr embargar jnquesents per nenguna manera. E do­
que lo (pie se estaba haciendo era contrario á todas las reglas que asi no habría ahogos, que ningún punto se vería des­ néis en luis Coses á els si ohs los será, degnila ajudn quniit
«Id arte minero y perjudicial á los intereses del Estado, nos atendido, quesería más fácil do conseguir el mejor urden y deis uè serri« reqitests. Datimi Marchinone, nono knleiidis
vamos á permitir copiar dos autorizados informes de inge­ que se ganaría también mucho en la economía? ¿Quién decenti iris, anno Domini M.cvr. primo. En otro, fechado ile
nieros distinguidos, que han tenido ocasión de estudiar sería capaz de sostener hoy día (pie no se debe tocar á esas Lérida á 2 de los idus de Julio, se añade: E quel senyor
asunto de tanta trascendencia con mesura, con aplomo, sin columnas en la grande altura que ya presentan? Se quisie­ Rey, qui ex animador e romenradar de la dita obra, ditene
pasión y con todo conocimiento de causa. ra se esperare á que fuese dos ó tres veces mayor... Eso se­ que nos e vos uvem bona volentat d’ubeyr als seus ¡ireos ».
Invocaremos en primer término la autoridad irrecusable ria un despropósito.» Estos mandatos prueban la fecha de erección del puente
de un director de aquellas minas, que la muerte nos arre­ Si el año 54 era ya imponente la altura de estas colum­ de San Boy, por iniciativa revi, pues mi bay noticia de su
bató cuando su nombre resonaba en todas las academias nas, ¿cómo estarán veinte años después? preexistencia, si bien aquel desapareció como desa parecie­
cieutilicas del país y del extranjero, por los trabajos geoló­ Oigamos á los. dos ingenieros Sn-s. P.crnnldez y lina F¡- ron otro» sucesivos basta tiempo» muy reciente», ya por
gicos que llevó á cabo en nuestra península: la autoridad gneroa, que fueron comisionados por el Gobierno para pro­ razón de las desiguales y recias avenidas que sufre el rio,
de 1). Caxiüno th' Prado. poner las mejoras de que Almadén fuese susceptible, y es. ya por la extensión y variaciones de su canee. Es probable
Decía en 1854, al describir (1 ) el sistema de labores del cribieron una luminosa Memoria que vió la luz pública en que antes se daría el paso por barca, como se lia dado des­
sabio Larrañaga, lo siguiente: 18(11. Decían en una Reseña que se publicó aparte en 18G2: pués cuantas veces lia faltado el puente, existiendo ademas
«S e juzgó, pues, indispensable el llevar de frente el dis­ « El autor de esta reforma desapareció de aquel Estable­ de la barca de San Boy, la del Prat, que en lo antiguo se
fruto de la parte central de los criaderos y al misino tiempo cimiento, y sus sucesores respetaron estas masas de mineral, llamó de Banyols ó Esbanyol». El consabido puente se labró
la mitad del de los costados, que había de dar lugar á la creyendo que el pensamiento de Lnrrañngn era el de con­ de madera, con mucho gasto, y tenia de largo mi tiro de
construcción de los muros de la fortificación permanente servarlas indefinidamente, siu reparar que el mismo nom­ ballesta. según consigna una escritura de 10 de las kalen-
para poder obtener 20.000 quintales de azogue, que era lo bre de reservas es opuesto á esta conservación indefinida; das de Octubre de 1327 (manuales de Pedro Vendrcll), don­
que cuando menos exigía el Gobierno en cada año. ¿Y ha­ que si Larrañaga no balda llevado á cabo su excavación de relacionando ciertos debate» surgidos cutre el concejo
bía motivos suficientes para dejar siempre en suspenso el había sido porque las exigencias del arranque y c-1 corto de Barcelona y el representante de la mitra sobre adeudo
disfrute de la tercera parte del mineral, correspondiente á avance de las labores en su época y bajo el plan por el de peaje por los eclesiásticos, resulta que la ciudad al objeto
la última época? Digo la tercera parte, por que aunque hay mismo establecido, la hacían innecesaria, y que. finalmente, de construir el puente, compré por 45.000sueldos la barca
puntos en que es mayor, también es menor en otros. ¿No la continuación de este respeto debía ocasionar en lo futu­ que allí tenían Ramón de Yilanova y sus antecesores, insu­
parece extraño que en los últimos 40 ó 50 años apenas se ro cuantiosos gastos, peligros inmensos y dificultades casi ficiente para el tránsito, de modo que se originaban á me­
baya tocado á este mineral, que va quedando suspendido insuperables si algún din se decidiese el aprovechamiento nudo grandes reyertas y desgracias, por juntarse algunas
en grande altura, y lo (pie más es, que se haya establecido de aquellas columnas. Así fué en efecto: las reservas cre­ veces más do cuarenta persona».
como regla el que no debe tocársele? ¿Podían realmente cieron de mi modo extraordinario, porque faltando el re­ Y a en el año 1430 se trataba de mudar dicho puente, á
obtenerse los 20.000 quintales de azogue desahogadamente curso de sus minerales á la producción, las labores profun­ cuyo fin los concelleres compraron en 50 libra« una pieza de
y llevando de frente todas las atenciones de las minas siu dizaban rápida é inconsideradamente: su aspecto llegó á arenal á Pedro Arnaldo, àlias Rnnrich. vecino de San Baudi­
echar mano de alguna parte de esas reservas? Es llegado ser aterrador y más aterradora aún la idea de su arranque; lio, y en 144« concertaron con dos maestros la rectificación
el tiempo de examinar los fundamentos que hubo para esto nadie quería afrontar las contingencias de su explotación del cauce del rio para que llegase más cerca de la pobla­
abiertamente y sin consideración alguna, y no ocultaré teniendo otros medios fáciles y expeditos para dar cumpli­ ción. .Sin embargo. el nuevo pítente si se hizo, duré muy
tampoco como yo mismo fui uno de los (pie con más rigor miento á las exigencias oficiales, hasta hace pocos años poco, ya que diez años después, á 11 de Setiembre, fué una
se sometieron á la misma marcha. Rabia llegado á hacerse que se emitió el pensamiento de completar la obra de Lar­ comisión de lemmismos concelleres á inspeccionarlo, porque
esto como un punto de disciplina, como una consigna que rañaga poniendo un límite al actual sistema. Nada sin em­ se bahía hundido á consecuencia de una grande inundación.
se pasaban unos á otros los directores, los ingenieros, los bargo se lia hecho todavía: la rutina, (pie tiene en aquel Que se reconstruía en 1475, lo prueba un privilegio real
capataces y hasta los simples mineros. establecimiento numerosos altares y obcecados prosélitos, de esta fecha, autorizando el aumento de derecho de ¡tasa­
»>Esto sucedió sobre todo luego que se pasó del sexto pi­ sigue imperando en aquellos subterráneos. Y ¡ay tal vez jo, como arbitrio para elèo. También lu nueva obra habría
so, luego, quiero decir, que los criaderos tomaron mayor del osado reformador, del implacable iconoclasta, qne ar­ desaparecido en 1491, cuando se resolvió encauzar otra vez
roje por tierra los extravagantes ídolos á cuya sombra se el Llobregat para que el puente resultase menos largo, y
(1) Berifta »»¡tura, tomo V, pág. 34. acogen tantos abusos, tantos errores, tantos desaciertos!» en consecuencia ménos dispendioso ; y lnégo se adquirieron
408 LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA N.* XXVI y: XXVI

PARIS.—IN TE R IO R D E L G RAN S A l ^ ’ ^ S BASAOS D E L IG N Y , EN EL SENA.


LA ILU S TR A C IO N ESPAÑOLA Y A M E R IC A N A 409
410 LA ILU S TR A C IO N E S P A Ñ O L A Y A M E R IC A N A . N.* X X V I

diferentes pieza« «le tierra ron idea de plantar xaleed o» que LOS BAÑOS DE CARLOS III. La generosa idea del augusto Monarca no se ha hnstar-
lo resguardasen. Al ingreso de él halda una casilla para el deado con el transcurso del tiempo: allí van, demie diferentes
recaudador, que à la vez setvift de almacén y depósito de AL SESon P IItK iT O R partos do las provincias, los tullidos, los berpéticos. los afli­
la hatea. DF. LA I L t ' S T K ACI ON KSPASOLA V AMERI CANA. gidos por toda clase de dolencias; allí van en busca de
Ló infructuoso de tantas obras baria renunciar ú la ¡dea su remedio, « I cual los facilita la caridad por mano de las
de una fábrica permanente, pues constado un contrato del T rilla , 4 'le Julia ilr 1K74. santas mujeres que la simbolizan y representan en la tierra.
año 1527, que oí puente se hizo de tablas, y mita adelante En el año actual, como en los precedentes, es considera­
Mi querido y buen amigo : Cumplo A V. la palabra que le
ya sólo se alude A la liaren. ble el número do los desgraciados que llenan las vastas
di ni separarnos, enriándole una ligera y sucinta descrip­
salas del hospital, que reciben los auxilios aunados déla
El pasaje, incluso el de Banyolfl, se arrendaba al princi­ ción de este importante establecimiento balneario, menos
pio á razón de 360 libras anuales, cuyo precio bajó ii 310 misericordia y de la ciencia, y (pie logran recobrar la salud
conocido de lo que merece serlo por la riqueza, variedad y
en 1381. Estaban exentos de pagarlo, «minie* eleriri sen merced A ellos.
eticada de sus diferentes manantiales.
eclrsiasUci, persona- (prebendados) episcopatm Jiarcimmn\ Anda por aqui mi anciano «lo avanzadísima edad, como
No es ahora la primera vez que puedo apreciar sus efec­
que pasa de los 73, quien es ejemplo vivo y elocuente A la
trun reliifioai quim «/¡i qui sin/ in «am a ordinibus. » Los tos, pues trajóronine aquí A la temprana edad de ocho años,
par «le los milagros que hacen ««tas aguas y de los que con­
jinetes con su trotero ó mozo de ínulas pechaban un dinero, y aunque sólo conservaba de estos sitios vagos é iiideter-
los peones una meaja, las acémilas otro dinero, etc. suman la industria y el trabajo.
miindos recuerdos, quedábame grata memoria del benefi­
Vino el pobre hombre en 1871 al hospital tan gravisima-
Por su curiosidad de detalles y de lenguaje, continua­ cio obtenido por las aguas de 1« fuente del Rey.
mente enfermo, «pie se temía por su existencia : pero desde
mos la tarifa que rigió durante los siglos xiv y xv, cuya No favorece con su concurrencia los baños de Carlos I II
el principio comenzó A experimentar mejoría, y cuando
reproducción es objeto de estas líneas. la llamada high Ufe madrileña; no es moda venir aquí,
terminó el tratamiento se encontraba del todo restablecido.
como lo es ir A Albania, ó como lo era en tiempos más fe ­
ttTot envainador qui pas per lo dit pont, den pagar per Algunas personas, compadecidas de sn estado, 1«? socor­
lices dirigirse ;i Arecbavaletn, Ivseoriaza, Santa Agueda ó
si e per la envainadora e per un troter ó boni de peu r¡1 rieron con donativos y limosnas, juntando el pordiosero la
cualquiera de los (lernas establecimientos del país vascon­
mena, qui pus ab ell enseinps, 1 diner. Si empero aquelI suma,—nunca por él Antes reunida,— de cinco duros.
gado; en fin, no hay en la humilde y atrasada Alcarria
trotero boni de peu no anava ne pasava ab ell, pach 1 Dueño «fe semejante fortuna, é indeciso acerca del em­
las comodidades que se hallaban cu aquéllos; pero si exis­
meaylla. tiesen cu el extranjero los manantiales del Rcy.de la Prin­ pleo que debiera darle, fuese A consultarlo con el director
del establecimiento, el Dr. D. Marcial Taimada.
It. tôt bout de peu bo fetnbra de peu, pncli 1 meaylla. cesa y de la Piscina, disfrutarían fama universal, tenien­
It. tôt boni qui pas per lo dit pont e qui mon cnvnylls, do la honra de ser visitados por los reyes y magnates — Compra, !<■«lijo éste, ngujns, hilos y cintas, y vé A ven­
ne rocina, ne mois, ne mules, ne asena, ne sotueres earre- europeos, cual lo son los de Etna, Vicby y Badén. derlas A los pueblos «le la comarca.
gades ó no, pacb coin pnssnrá, per si e per eadahnnu daque- La estancia aqui no tiene nada de desagradable; el clima A l año siguiente volvió el mendigo al hospicio, más (pie
IIes besties, si que sien carregailes ó no, 1 dîner entre nincbiy. es apacible y fresco; el país ameno y variado; de elevados por necesidad, por gratitud, y con su pequeño comercio
It. tôt bon e tota vacen quin pas, pacb 1 meaylla. picos y verdes montañas brotan las aguas que devuelven balón duplicado el capital.
1t. dos vedells ó bon sin passen, paguen 1 meaylla. la salud al enfermo; y el pudre Tajo alegra y vivifica estas En 1873 ascendía éste ya A 1.000 re.: ahora se eleva
It. tôt poreli guis quin pas, pacb 1 meaylla. comarcas, vestidas de hierbas olorosas, entre las que figura A 4.000.
It. una porchn ab poreell«, pacb 1 diner. la benéfica y prodigiosa árnica con sus flores amarillas y — ¿ En «pié lo invertiré?—preguntaba ayer A sn acostum­
It. dos porcells nudrigats, paguen I meaylla. perfumadas. brado consejero.
It. mí centonar de limitons ó doveylles, ó de cabre«, ó de Si un capitalista como el difunto Mutheti adquiriese la — Pon una tienda «lo comestibles en Trillo ó en Ci fuen­
boelis, paga X diners, c A aquesta ralló mateixa si son mes ó propiedad de los baños de (.'Arlos I I I , que boy pertenecen tes,— fueron las palabras del oráculo, que serán tan fiel­
rnenys. E ai;ô s'eiitén de bestiar» grosses e munuts qui vajen A personas de no muy grandes recursos; si un ferro-carril mente obedecidas como las anteriores.
ó venguen daltres lochs, mas no daquells que sien donnais pasase por el vecino pueblo de Trillo; si, en fin, se intro­ Y lié aquí un mortal (pie lia debido A las aguas de (.’.ir­
ó de f ci ubres de la parroquia de Sent Boy, ne de les ailles dujese en estas termas el lujo y el confort que hay en otras, los I I I , no sólo la salud, sino también d bienestar y la
parroqnies ó lochs veyns ó qui li sien eu fcorn. de seguro correría aquí la multitud, y todos luirían justicia ventura de sus postreros años.
Eutencn empero e declaren los conseyllers, qae lots A lo que hoy es desconocido ó desdeñado por gran parte de El tío Pendango, «pie asi se llama mi hombre /tiene dos
aquclls lui aquclles qui passen á gttftl (vad o) de la Rocha la población de España. hijos «pie ejercen también la triste profesión «le mendigos,
de la casa de lat 'ort entro A la hnrcha de Bunyols, sien ¿Quién «abe que en este sitio se retinen aguas alcalinas, y se propone llamarlos A su lado para (pie disfruten Je mu»
teuguts de pagar per si •• per les besties qui A gunl passa nrseideulcs y sulfurosas? ¿Quién que las del Rey son tan rouuúivliu/r* (sic), y le ayuden A plantear su nueva indus-
rAn, axi corn si passaven per lo dit pont. buenas como las de Albania; que las de la Piscina compi­ tria. No vale la pena de repetirle lo «pío acerca de los
It. entunen e declaren que ncgtlli ne iieguna qui pas per len con las de Blombiéres; que hay manantiales parecidos baños de ( ‘Arlos 111 publican diferentes uianuales y libros
lo dit pont, ó qui pas á guaal segonsque damunl ch dit, no A los de V’icliy; en fin, que se curan aquí el reuma, las her­ dados á luz, «m tiempos unís ó ménos próximos, por el señor
sia teiignt de pagar per passalge lo dit dîner <'> meaylla en pes, la parálisis, los tumores Illancos, las enfermedades Gonzalez Crespo,— que fuá director facultativo «le estos
un dia index, mes una vegada, per molles vegades que pas unís graves y dolorosos? aguas durante casi ocho lustros,— por D. Basilio Sebastian
aqucll dia. Comprendo el imperio de la moda en todo menos en lo Castellanos en 1851, y |">r el director actual muy reciente­
que se refiera A la salud ; disculpo las extravagancias y los mente*
It. cntenen e dolaren que si aquclls ó aquclles de la par­
caprichos, triónos en ciertos y determinados puntos que Para cumplir con facilidad el compromiso contraído con
roquia de Sent Boy nnaveii ¡i nitres parroqnies ó Io i Iih de
interesan directamente A la Immnnidad; pero no puedo con­ irnted me hnbiera bastado con sacar datos y apunten de
lur veynat, ó niptells daqticlles parroqnies ó Incita del vey-
cebir que el ejemplo de otros, el prurito de lucir, In emu­ todas esas diferentes obras; con decir el año en que (.'Ar­
nut anaven al loch île Sent Boy ó A altres lochs en torn da-
lación, ó causas todavía más mezquinas, nos lleven A des­ lo» 111 ordenó la fundación del hospital ; aquel en que lo
qitell, per comprar pá ó vi ó caro, per ltttirar ó veer litrs
preciar lo propio, y A dar preferencia A lo extranjero sobre visitó después, y experimentó los efectos del manantial, al
honore o lurs terrea, pus que aquesta nytals jqren en poder
lo nacional. que por semejante cansa se le puso el nombre riel lie//; con
del jioiiter que van per aquesta ralló, e que no van mes
Este uño están escasa la concurrencia de bañistas, que indicar que también Femando V II vino aquí en 1820 ó
avant; que aquests aytals no sien tenguts de res A pagar
apenas seremos cincuenta entre el establecimiento y Trillo, 1827; y por último, con añadir «pie durante el reinado de
passant per lo dit pont, anant bó vinent per aquesta ralló,
siendo seguro que habrá infinitos más compatriotas nues­ Doña Isabel I I , y bajo la larga y hábil dirección del men­
ó encara passant A guaal.
tros en los Pirineos, en Vicby y en Alemania. cionado Gonzalez Crespo, fué cuando se construyó el estn-
It. retenense los dits conseyllers en aquesta venda (ar­
Quizas lo que debería contribuir A aumentarla produce blecimiento termal que encierra los manantiales «leí Rey,
riendo), e declaren que tôt prélat, e tot canonge, e tot
un resultado completamente opuesto: quizas la proximidad Reina, Principe, Obispo y Santa T«;resa ; levantándose tam­
altre clergue, religiós ó seglar de la ciutat de Barcelona e
de Trillo A Madrid es causa del desvio con que lo mira la bién enfrente «le él en 1800 el espacioso edificio destinado
de tot lo liisbat, que sie en sacres orden.«, ç.o esassaber, pre­
gente elegante, acostumbrada A estimar las cosas por el Afonda, donde pueden alojarse cómodamente basta cien
veré e diaclie e subdiache qui passen per lo dit pont, ó enca­ trabajo ó el dinero que cuesta el conseguirlas. personas.
ra á guaal ; que élis e lurs companves, elergues ó lecha, qui
Ahora bien, como los baños de CArlosIIÍ sólo distan diez De la misma época datan otros adelantos y embelleei-
ab dis estien e mengüen, ne qui ab dis ensemps bo menys
y siete leguas de la ex-córte; como se traslada uno A ellos mientos: la formación y plantío del bonito paseo llamado
dells ldran e pasearán, passien f runchs, e dassó sia cregnt
en diez horas, de aquí (pie no se les dé importancia, y que J-» LÁflftüfr . «pie separa el establecimiento de la fonda, y
prélat o canonge per sa simple parnula, pus bo diga en sa
la multitud vaya A buscar léjos lo que tiene tan cerca. que f « ^ o r un suave declive hasta el rio; la construcción
fe, etut altre clergue per son sagrarnent (juramento). En
Forzoso es confesar, no obstante, que el interes particular de la capilla donde se celebra el santo sacrificio «le la Misa
aixi que aquests aytals no sien destruís ne forsats de res ú
hace poco para atraer A los bañistas, y que la» autoridades lo» «lias de precepto, y por último, otras mejoras y progre­
pagar; mas si de lur frondia volentat los bi plaures dar,
locales no hocen absolutamente nada con el mismo objeto. sos (pie han contribuido poderosamente A la comodidad de
quel levador lid puxa pendre, ab que nols en forç, neis em-
El uno no mejora, no perfecciona los elementos de que los bañistas.
bareb lo passatge del pont.
dispone; las otras no abren nuevos caminos, no cuidan de Éstos, que Antes no poilian alojarse en las cercanías de
11. que nengttn bom qui de dente forçat, sia tengnt de los actuales, para que el público no experimente molestias los manantiales. «pie se veian obligados A venir «liariamen-
fer tragi A prélat ne á clergue negun deis dmuuiit dits (ser- desde «pie abandona la via férrea. De Malillas A aquí invier­ te desde Trillo en ómnibus ó en burros, albergan ahora ni
vitium vebendi), que aqitelles vegades que faent lo tragi ten las diligencias seis horas mortales, cuando hay única­ el estableeimiento ó en la hospedería, y continúan desde
aportará á casa de sou senyor, blat ne altres coses de les mente nueve leguas; y haciendo un camino más directo, cuabpiiern de los «los puntos el tratamiento curativo sin
sues reendes, no sia forçat de jingar A pont ne A guaal per desde aquella estación se tardarían apenas dos; pero asi molestia ni peligro.
si ne per la bestia que farA lo tragi. somos y asi seremos, sistemáticos v rutinarios, A pesar de El Sr. Tal Miada sigue en tixlo las huellas de su predece­
Aquesta venda fan lus dits conseyllers del passatge del las revoluciones, couteutámlouos con lo inalo cuando po- sor Gonzalez Crespo, y ya le son deudores los enfermos del
dit pont, sots la forma damuni dita, del primer jorn de ! (Iríamos tener lo bueno. perfeccionamiento «le l«»a recursos antiguos y de la gracia
noembre prop vinent (1327) A im auy, A pagar lo preu Perdone V. estas digresiones, amigo mío, y no las extra­ de otros nuevos.
per 111 terçes del any. ñe. porque, patriota en el verdadero sentido «le la palabra, En el baño llamado de L o Condesa lia establecido dou­
Retenense empero els dits conseyllers, que si per ventura i me «luele grandemente ver «pie no adelantamos ni progre­ ches. que le administran con seguridad y jierfeccioii: lia re­
en nengun deis dits capitols liavïa res dnptéis, ne escur, ne samos, A pesar «le que basta para bandera política sirve el construido el que se titula de La Princesa, sustituyendo
que bagués mes ter negmia declaració ó interpretació, que i progreso. sus viejas pilas con otras magnificas «le mármol; por últi­
aquella declaració é interpretació sia fêta per los consey­ No espere V., ciertamente, que le balde de la fundación mo. su celo y su interes por cnanto se baila A su cuidado
llers ó per çells qui per élis bi serán assignats, e axi coin piadosa del gran CArlos I I I ; del hospital establecido por él iguala A su ciencia, que es grande y vasta.
élis coneixerân. a para alivio y socorro de píibres y de enfermos. Añadiré, para completar ««te modesto cuadro, que en la
J. PriGGABÎ. A pesar de las vicisitudes de la época, este asilo de la fonda, si no un trato espléndido, se da una asistencia cari­
miseria se sostiene aún con sus propias rentas, y en él en­ ñosa y esmerada ; que si el cocinero no es un ^ atel ó un
cuentran cómodo asilo, esmerada asistencia, perseverantes Brillât Savarin, sin e comidas sanas y apetitosas, y que si
cuidados los desvalidos y menesterosos. | el salon de reunión no compite con el Casino de Vicby ó
N.° XXVI LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA 411

(■mi ]n Omrerxarion de Bndon-Bnden, es Iinstante amplio v ncion de los fieles contriImyesse para refrigerar con «4 Sacro un pinito «le comparación, teniendo en cuenta ln diferencia
espacioso para que en él puedan Imitar rigodones y valses »rocío de los sufragios la encendida cárcel del I*urgatorio; de organización y basta «le clientela «pie existe entre am­
» multiplicó la Divina Providencia aquel real de plata; ere-
los jóvenes, niíéntras lns mamá» forman la tapieería sobre bos establecimientos. Respecto «1 de París, por iguales y
oció la devoción, aumentóse el c-audal, y en «4 breve <*spa
banquetas pertenecientes á la infancia del arte, y los padres »ció «le pocos afí««s so vil» esta fábrica tan elevada «pie Mo­ ánn mayores motivos «pie 1«« hicimos para la Caja de Aho­
graves baldan de política, ó echan un inocente tresillo ó ngó á ser Mo nte : Ii izóle su protectora María Santísima rna, tomaremos el año 18(59. como último año normal. En
una partida de billar. » S a n t o ; declarólo R e a l la Majestad «l«- nuestro augusto mo­ efecto, en 1870, «>n vísperas «leí sitio do París por el ejér­
Le había prometido ú V. una descripción, si bien ligera, lí liaren P iik u p k V , engrandeciéndole con repetidos mcrco- cito alemán, la demanda do empeños había aumentado
»dcs; y en fin. lo constituyó Punoso «1 único instituto de
de todo; y al repasar mi carta, veo que es ésta más bien rápidamente de tal modo, «pie á pesar de «pie el alcalde
»socorrer desintercsa«l«i á los vivos y aliviar compasivo á
una eauxerie familiar, una Rerinta de Trillo, que otra cosa- «i los difuntos. primero había suspendido en 12 «le Setiembre los efectos «1«-1
Asi so diferenciará de los artículos del mismo género, que «leereto imperial de 12 de Agosto de 1863, que limitaba ú
» Fijiisi- la caxita en este lugar el «lia l.° <!«• Marzo «le 172.5,
so lineen monótonos y pesados por la acumulación de da­ »para que cuantos ln vieran, admiren la providencia de 10.000 francos el máximum «le cada empeño, dejando re-
tos y noticias, que no interesan á la generalidad. y que » Dios y engrandezcan su infinita incomprehensible sabida- ducido este máximum á 5(40 francos, el público eludía
acaban por ser enojosos á los lectores. una; pues sobre cimientos tan débiles quiso establecer edi- aquella disposición fraccionando en pequeños lotes los ob­
» ficio tan grande.»
Halos formarán una idea aproximada, por lo narrado, do jetos que al empeño presentalla, y la reserva metálica del
lo que es T rillo ; de lo que no la tendrán, sino viéndolas, es Tal fué el origen del Monte de Piedad de Madrid. Monte disminuyó de tal modo, que en 31 «le Diciembre del
de las curas admirables que sus aguas hacen, particular­ Así como para la Caja de Ahorran hicimos algunas com­ mismo año (1870) sólo importaba 662.120 francos, «pie
mente en los reumas, las parálisis y el humor escrofuloso. paraciones con la «le París, también las haremos para el quedó reducida en 6 «le Febrero de 1871 á la insignificante
Si V ., Sr. I>¡rector, tiene la bondad, y así lo espero, de Monte de Piedad, y desde luego diremos que si en Italia se cantidad «le 62.121 «pie en épocas normales no bastaba ni
hacer insertar la presente epístola en el número próximo de adelantaron á nosotros doscientos cuarenta años en la fnn- ánn para las atenciones de un «lia. El Gobierno hizo enton­
L,\ In'sTRAi'ioií, se lo agradecerá muy vivamente su afec­ «lacion de mi Monte de Piedad, nos liemos adelantado bas­ ces entregar al Monte 3 millones «le francos tomados «Ir­
tísimo amigo, tante á los franceses. los fondos de las Cajas de Ahorros, á titulo «le préstamo
R amón pe N avarrete.
En efecto; hablóse algo en París de la creación «le un por sois meses, con interés «le 5 por 100. Pero bien pronto
Monte «le Piedad, al principio de la regencia de Anade las oficinas del Monte quedaron desiertas. Levantado «1
Austria, por iniciativa de Douet «le Rompt Croissant, pero sitio de París, volvió la actividad á aquel establecimiento;
toilo cayó en el olvido, y corría ya el último tercio del si pero al poco tiempo la Comrnnne 1«* hizo pasar una nueva
EL MONTE DE PIED AD DE M ADRID- glo xvi ii cuando Luis X VI expidióla pragmática de i) de crisis. Habiu entóneos en los almacenes del Monte 1.708.547
Al tratar en el núm. X III de L a I l u s t r a c ió n , de la Caja Diciembre «le 1777. ereitlulo un Monte de Piedad en París» objetos, garantizando empeños por 142 >/, millones «le
ilr A horros de Madrid, dijimos que teníamos que dejar para y «pie fué registrada en el Parlamento « I 12 del mismo mes reales, y cuyo valor se acercaba ¡í 380 millones. Un decre­
otro artículo el tratar del Monte de Piedad, porque á pesar y año. Diez y seis «lias después de este registro se abría el to d«‘ la C'onnnnne había prohibido las ventas «1«“ los obje­
de que habíamos procurado condensar y abreviar lo que ¡i la Monte de Piedad en la calle Parnilis. Setenta y cinco años tos no desempeñados, y la existencia misma «leí estableci­
Caja se referia y las consideraciones á que aquel exámcu untes depositaba D. Francisco Piqner en la cajita que ya miento, puesta repetidas veces ú discusión por «4 gobierno
se prestaba, todavía por lo abundante de la materia resul­ hemos hablado , el real de plata, base «leí futuro Monte de (s i asi puede llamarse) «le los insurrectos comunistas, cor­
taba nuestro trabajo algo extenso y no era posible ampliar Madrid, y cuatro años ilutes «pie abriese sus puertas por ría grave peligro, cuando después de varias vicisitudes que
aquéllos, que más que otra cosa debemos llamar apuntes, primera vez el de París, cerraba el «le Madrid su balance habían terminado con la liquidación «leí Monte ya empeza­
á lo relativo al Monte de Piedad. Por otra parte, por más «le 1773, que arrojabaya un capital propio de más do dos da á llevar ú cabo, entró en París el ejército nacional, sal­
que esos dos establecimientos estén intimamente ligados, millones de reales, como luego «lirémos. vándose el Monte con sólo una pérdida de 35.500 duros.
corno luego diremos, pueden, sin embargo, ser examinados Lentamente fué haciendo su camino el Monte de Madrid, Las graves perturbaciones que todos aquellos sucesos lian
separadamente, con lo cual no se fatiga, ó se fatiga menos, y la escasez de sus recursos sólo permitía abrir sus puertas llevado al comercio y á la industria parisienses, han hecho
la atención del lector con los guarismos que necesariamente á los empeños una ó dos veces á la semana, habiéndose de- todavía de! año siguiente un periodo anormal, con tanto
tienen que formar la base de un estudio comparativo, por «lieudo á «dio 71 «lias en el año 1773. Durante este año, es más motivo, cnanto «pie la pcipioña industria de París cons­
ligero «pío ésto sea. decir, hace un siglo, se admitieron empeños «le 8.530 per­ tituye una parte importante de lu clientela «le aquel Monte,
Corría el nfío 1402 ennndo I lerna!»«* «le T e m í. monje ro- sonas por importe de 1.662.990 rs. vn., y se cobraron «Ies- como luego «lirémos. Por todas estas razones tomarémos,
«ideto, predicaba en Pe rusa contra los judíos que explota­ empeños por 1.532.984 rs. vn. Al Monte acudía gran nú­ para sus operaciones, como punto «1<> comparación, «I
ban la miseria prestamlo sobre prenda á 120, IDO y 200 mero de personas «le Madrid y «le pueblos de sus cerca' año 1869.
por lOOal afio. Conmovido td auditorio, reunió una suma con­ nías, pero, como ya heñios dicho, la escasez de los recur­ Dos sucursales tiene «4 Monte do Madrid, y «los tic»«*
siderable, «pie debía servir para fundar un establecimiento sos impeilin que se pudiese atender sino ú una pequeña parte también «4 Monte de París. Pero emito éste no podio aten­
cu que se hiciesen préstamos sobre prenda, con interes su­ de lns necesidades. der con otilo tres oficinas á los empeños y desempeños, « n
mamente módico, y úun, si pudiera ser, gratuitamente. La El Monte «le París, en el primer año de nú fundación, La­ mui población «le 7.802 .....tareas de superficie y de 1.800.000
fundación de «mto establecimiento debía, según el inspi­ bia «h- tul modo desniTollailo sus operaciones, que desde habitantes (1.794.380 en 1872), tiene «4 Mmit«- 24 oficina»
rador de la idea, Remallé de Terui, responder especial­ el 28 de Diciembre «le 1777 ni 31 de Diciembre de 1778 ha­ auxiliares distribuidas por la «•iinlml, y 14 oficinas de comi-
mente á un sentimiento «le caridad; llamóse por esto Mon­ lda concedido empeños «I«- 128.508 objetos por importe sionistas. Estos reciben por su cuenta los empeños «I«* los
te de Piedad aquel establecimiento, y este es el nombre que «lo 32 l/r, millones «le reales, «lesempeñámloH«- (10.551 objetos» que por la distancia y por la premura del tiempo no pueden
lia quedado, á travcs'de los tiempos, á los estableeimiimtos por 12 millones «le reales, cifra redonda, «piednmlo una ir hasta una «!»• las 27 oficinas del Monte; cobran Ínteres
do igual clase. existencia de 67.957 objetos empeña«los por 19 •/, millones. algo más elevado y llevan luego á las oficinas del Monte
No nos proponemos seguirlos en su desarrollo, ni contar Los recursos del Monte «le París no habían sitio tampoco los objetos, cuyo empeño queda hecho allí á su nombre.
cómo en Florencia, el pueblo, después de oir un sermón de abundantes en su principio. El hospital general halda «lodo El número de esos eomisionistns era únten mucho mayor,
Bernardino «le Peltre, contra la usura, pilló y sa«|neii las los primeros fondos, porque entóneos, como hoy, los pro­ pero ha ido disminuyendo á medida que aumentaban las
casas de préstamos de los judíos; ni las disputas que so­ ductos ó beneficios se destinaban á los establecimientos oficinas auxiliares del Monte.
brevinieron entre dominicos y recoletos, apoyándose unos de beneficencia. Pero aquellos fondos fueron inmediata­ Existen, sin embargo, en París, como en Madrid, gran
V otros en textos «le ln Sagrada Escritura y de los Santos mente insuficientes, y por cartas reales «le 7 de Agosto número «le casas «le préstamos, y todo el empeño del esta­
Padres, basta que el Concilio de Letran cortó la querella de 1778 se autorizó al Monte á tomar á préstamo 15 */;; Hu­ blecimiento parisiense ha sido infructuoso para hacerlas
aprobando los Montee de Piedad, si bien díH-laramlo que no ilones de reales, con lo cual pudo ya completar la muy im­ desaparecer.
debían exigir más Ínteres que el necesario para cubrir los portante cifra «le operaciones que hemos apuntado. En mi punto coinciden ambos establecimientos, el de Ma­
gastos «le administración. De lo cual se deduce que los Pa­ El Monte «lo Madrid no tuvo durante mucho tiempo esa drid y el «le París ; en el tiempo int-dio «pie duran los «-m-
dres «le aquel Concilio miraban la cuestión sólo por el lado considerable cantidad de que disponer para acudir á las peños. Los hechos cu el de Madrid durante el año 1873 ar­
de ln caridad y ni tenían, ni era fút il que tuviesen, en cuen­ numerosos demandas de empeño «pie se le hacían. Los pro­ rojan un promedio «le 7,74 meses. El promedio do los del
ta razones y motivos «le economía política, cuyo estadio tectores del establecimiento hacían en él depósitos sin Ín­ Monte de París viene ú salir en 7,50 meses. La diferencia,
no ya entóneos, que era desconocida esa ciencia, sino ni teres por cierto tiempo; en la Península, y más aún en las como se ve, sólo es de 7 dias.
posesiones de España en Ultramar, se obtenían algunos do­ En el intere» cobrado por ambos establecimiento» hay
áitn hoy «lia se baila suficientemente extendido en España
nativos y los productos «le algunas cuestaciones; los empe­ alguna diferencia. El Monte de Madrid cobra 6 (•/„, del cual
especialmente, pero tampoco fuera «le ella.
ñantes dejaban para las ánimas del Purgatorio limosnas abona 4 °/q á la Caja «le ahorros, como veremos luégo. El
Cerca de «los siglos y medio, doscientos cuarenta nfíQ*
«[lie en 1773 subieron á 12.445 reales, y en los casas «le los «le-París cobra el mismo 6 0/0, pero añade > / *% para los
bal.huí «lo trascurrir desde que en Italia fundaba Bernabé
devotos ó «le ios amantes «le la benéfica institución había perito» tasadores, y 3 W/q por derechos «le custodia y con­
de T em í, en Penisa, el primer Monte de Piedad, hasta que
cepillos en los que en 1773 se recogieron 5,574 reales, ha­ servación de los objeto». El Monte de Madrid tiene á sueldo
en España se pusiera la primera base del actual estableci­
biendo habiilo años anteriores eu que hubo distribuidos los peritos tasadores, y con aneldos módicos. En el año úl­
miento.
500 cepillos que dieron 30.000 reales, pero este recurso timo se proveyó una plaza de tasador de ropos, vacante
En el edificio que ánn sirve para las operaciones del Monte
había ido disminuyendo notablemente, como se ve por por fallecimiento del que la ocupaba, con el sueldo «le
en la plaza de las Descalzas, en el salón principal, centro
producto en 1773. 6.000 rs., y se crearon otras dos plazas, una «le perito tasa­
de las diligencias de empeño y desempeño, junto á la puerta
Verdad es que los sueldos del personal se pagaban en­ dor supernumerario «le alhajas, con sueldo de 7.000 rs., y
«le la depositaría, hay una pequeña caja cuya tosca pintura
tonces con un impuesto sobre la renta del tabaco; pero el otra «le perito tasador «le ropas, cotí el sueldo de 0.000 rs.
quiere representar las ánimas del Purgatorio. Esa enjita es
establecimiento atendía al objeto piadoso «le los que deja­ ( Uro diferencia inás notable aún consiste en el carácter
como una reliquia ¡tara el Monte de Piedad. En ella, según
ban limosnas para las ánimas del Purgatorio, batiendo ce­ de lo» empeños. Antes liemos dicho que la pequeña indus­
la tradición, depositó L>. Francisco Piqner, el 3 do Diciem­
lebrar misas en la capilla de la casa, y un suntuoso nove­ tria parisiense constituye una parte importante de la clien­
bre de 1702, un real «le plata, liase sobre la que se levantó
nario, frecuentado por la sociedad elegante de Madrid. Las tela «leí Monte «le París. El «le Madrid cubre más especial­
el actual establecimiento. Aquel real de plata fue su princi­
limosnas y el producto «le los cepillos importaron en 1773 mente necesidades particulares, y podríamos decir domés­
pio ; hoy el capital propio del Monte sube á doce y tres
realeB vellón 18.019, y durante el mismo año fueron inver­ ticas. En el de París hay una parte importante de carácter
cuartos millones «le reales. Asi ha fructificado durante siglo
tidos en las misas y el novenario reales vellón 24.810, se- ' que casi podría llamarse comercial. La clasificación que
y medio el óbolo que como primer donativo recibió la tosca
gun consta en la cuenta de ingresos y pagos de aquel año. aparece en las operaciones del Monte de Madrid, on présta­
y humilde cajún que lu Administración del Monte religiosa­
Con tan eventuales recursos funcionaba el Monte de mos sobre alhajas.y préstamos sobre ropas, y el importe
mente conserva, como conserva también la leyenda que
Madrid, siendo de admirar que de tan modestos principios «le ca«la uno de estos grupos, no marca bien, antes pudiera
junto á la cajita se halla, y que dice nsi:
haya llegado al floreciente estado en que hoy se halla. inducir en error acerca de las clases sociales cuyas necesi­
t
I No nos proponemos, ni lo consentirían los limites «le este dades cubre, á cuyos apuros atiende este establecimien­
articulo, hacer un estudio detallado ni una historia del to. El total de partidas de empeños «litante el afio 1873 lia
« E sta peque S a c a s a es l a p r im e r a p ie d r a d e l ed ific io
» de esteSan to V r e ai . M onte de P ie d a d . P osos«- en ella Monte «le Piedad de- Madrid. Indicados su origen y sus «ido de 101.582, do las cuales 56.753 por alhajas y 44.829
»la corta limosna «le vn real «le plata el día «le San Francisco principios, vamos á ocuparnos de su estado actual, así por ropas. Las primeras han importado 27 millones y la»
»X avier, 3 «le Diciembre de 1702, solicitando que la devo- como del Monte de París, para que nuestros lectores hallen segundas 3 millones, ambas en cifras redondas. Pero hay
412 LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA. N.* X X V I

ben en 1873, hasta 5 4/s mi­


que tener en cuenta que en
llones, más del tercio del to­
el grupo fie alhajas se com­
tal, y los préstamos de 20.100
prende desde las ricas joyas
¿50.000 reales importan 4 4/5
hasta el cubierto ó medio
millones, mientras que los
cubierto de plata, y hasta el
préstamos basta 1.000 reales
modesto anillo y la arracada
sido ascienden ;i 69.520 rea­
ó pendiente fie las mujeres
les vellón.
de las clases populares.
La parte que podríamos
Para apreciar mejor aque­
llamar comerci al de los prés­
llas cifras hay que descom­
tamos del Monte de Parts
ponerlos por grupos. Asi ve­
proceden de otra clase de
nina que en el total de presta­
clientela, y podría decirse
mos, los de 10 hasta 100 rs. que aquel establecimiento es
importan 2.912.480, ó sea un el banquero de todo el pe­
9,62 % , y los préstamos de queño comercio y toda la pe­
10 hasta l.tMH) rs., importan
queña industria parisienses.
14.STO.41iO, ó sea el 47,40 'Vít- Por eso se nota, como hecho
Vernos tamhicn que en el
normal, (pie lio es cuando
grupo fie 110 á l.iH10 rs., el
aquel comercio y aquella in­
más importante, pues que é
dustria so hallan paralizados,
solo sube á 11.403.970 rs.vn.,
sino, por el contrario, cuan­
esto es, el 37,H7 0/o, ó más
do mayor movimiento tic
fie la tercera parte del total
non, el periodo en que au­
<le préstamos, cada uno de
mentan las operaciones de
los hechos sobro alhajas re.
•aquel Monte de Piedad. Los
salta con un promedio de
COMPAÑÍAS DE BAGAJEROS DEL EJÉRCITO, CERCA DE AEARZUZA.
meses ordinarios do venci-
333 rs., y cada uno de los

ACCION DEL 25 DE JUNIO: TOMA DE LAS POSICIONES DE LOS CARLISTAS EN EL MONTE KMJtMNZA.— ( ( W q t l i s fie 1>. E m ilio PícllO t, )
1. Monte y trincheras de Esquinza, tomadas ¿ los carlistas.- 2 . Pueblo de V illa tu crta .-3 . Estella.— 1. Posiciones de los carlista» del lado de.Monte-Turra.

hechos sobre ropas, miento en el año. Ene­


con un promedio de ro y .lidio, son losqne
215 rs. La diferencia más operaciones lle­
no es bastante para van al Monte y hay
autorizar la creencia otras épocas en que
de que en los présta­ los pequeños indus­
mos sobre alhajas se triales empeñan en el
acuda menos que en Montetodo lo que no
los sobre ropas á cu­ es para ellos de abso­
brir necesidades de luta necesidad, com­
clases poco acomoda­ pran con el importe
das, verdaderos apu­ del empeño materias
ros que podríamos primeras, fabrican di­
llamar domésticos, versos productos me­
tanto en un grnpo nudos, realizan, reti­
como en otro. ran lns objetos em­
peñados, esto es, de­
El Monte de Ma­
vuelven el pequeño
drid tiene también al­
c n p ita I to m a d o á
guna parte de prés­
préstamo y obtienen
tamos que podríamos
un lieneltcio. Un he­
llamar comerciales,
cho viene también en
los préstamos sobre
apoyo de esto mis­
papel del Estado, que
mo. Dospnes del si­
en 1873 importaron
tio de I’nris, envia­
16 V, mil Iones de rea­
ron fie varios puntos
les. La diferencia de
carácter de estos prés­ fie Inglaterra «»cor­
tamos se revela en el res de diferentes cla­
ses; entre otros tina
hecho de cnanto más
alto es el grupo á que cantidad de 20.000
francos destinada á
corresponden mayor
desempeñar herra­
es también su impor­
mientas de obreros.
tancia; por ejemplo,
Había en loe alma­
los préstamos de más
EL JEFE CARLISTA MEXPIBI EN LA ACCTOS DE MONTE-MURO. cenes del Monte, co-
de 50.000 reales su-
N / XXVI LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA. •114

uio antes hemos dicho, 1.708.5-17


objetos que garantizaban 11- V»
millones de reales de préstamos.
Comparados con esta suma los
20.000 francos eran mía gota de
agu í en e! Océano. V, sin embar­
go, sólo acudieron al desempeño
de 2.388 herramientas por 13.570
franco»; el resto, 6.430 francos,
quedó sin tener aplicación. Por esc
carácter comercial «le un gran nú­
mero «le préstamos «Id Monto «le
París, se explica que los almacenes
de la sucursal «le la calle Servan
más bien parezcan do les «pie depó­
sito «le un Monte de Piedad.
Toda clase «lo muebles nuevos,
carruajes, alambiques, calderas, un
número enorme «le máquinas de
coser, están depositados en aque­
llos ahnaccucs. Toda esa clientela
del pequeño comercio y de la pe­
queña industria es tan importante;
«pie cuando el comercio y la in­
dustria se paralizan, se resienten
nmed hitamente y en notables pro­
porciones las operaciones de aquel
monte.
Indicada ya, aunque á grandes
rasgos, esta otra diferencia entre
anillos establecimientos, apuntare­
PARQUE DE CAM PAÑA. TU EX DE PUENTE.
mos también la que existe en la

PUENTE M IL IT A R .

manera de cada uno de ellos cu


procurarse los recursos necesarios
para atender á los empeños. En el
fondo el procedimiento es el mis­
mo ; tomar dinero á préstamo.
El Monte de París emito bonos,
trasrnisibles por endoso, con ven­
cimiento á 12, 6 ó 3 meses, y con
Ínteres normal de 3 */, % , que al­
gunas veces so lia elevado hasta
5 0/((. Estos bonos son muy aprecia­
dos y áuu buscados por una clien­
tela numerosa que coloca «lo eso
modo temporalmente su pccpieño
capital, y áun los bonos á 3 meses
atraen también algunos de los fou-
«los que el comercio tiene por brevo
plazo sin empleo. Un año con otro
ingresan do ese modo 152 millones
«le reales en el Monte. Si éste reúno
por medio de aquel empréstito dia­
rio más recursos que los que por el
momento necesita, los deposita en
el Tesoro público, que le abona un
interés fijo de 3 % .
El Monte «le Madrid, fusionado
desdo el año 1869 con la Caja de
ahorros, recibe de ésta el importe
«le las imposiciones, lo emplea en
los einjreños ¿ 6 % de interes, y
abona 4 % á los imponentes en la
Cuja. Admite también depósitos
im e b io k de un ALMACEN DE PÓLVORA. (Sección vertical.) con interes «pie durante el uño 1873
414 LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA. N.* XXVI

tuvieron de ingresos 1.247.431,71 reales vellón contra — ¿ Es la hermosura ? bailadas en la calle y en la « asa. la locura repentina «le la
1.284.320 reales vellón de devoluciones, y depósitos sin — Ilusión. bija «le D. Lope, hechos son públicos y notorios. El extraño
Ínteres, sin ingresos en 1873 y con 27.700 reales vellón de — ¿La juventud?
cambio operado en el Comendador, y el silencio de su jus­
— Loen edad.
devoluciones. ticia en tan ruidoso asunto, dan fundamento á los rumores
— ¿Los placeres?
Dadas las diferentes condiciones de obtención de recur­ — Humo son. «pie le acusan. Es preciso, pues, descubrir'á todo costa la
sos è intere» exigido á lo» empeñantes, el Monte de París verdad de esa acusación, por que no es bien «juc rindamos
III.
debía tener, no ya en absoluto, sino aun relativamente, un vasallaje á quien nos ultraja.
Nuevas sombras, nueva «luda
capitili mucho mayor que el del Monte de Madrid. Sucede Encuentro en «nula respuesta; ¿Hay alguno entre vosotros «pie pueda esclarecernos en
precisamente todo lo contrario. B1 Monte de Paris no tiene La voz permanece muda, este asunto?
capital alguno. En virtud del decreto de 24 messidor, año xn, Mas pregunto y me contesta: — ¡S í! contestó una voz que parecía salir de una tumbo.
todos los productos á bendici© del Monte son entregados a — ¿Está en el poder? — ¿Quién «le vosotros me bn coutoutailo? preguntó el an­
los establecimientos do ImuicIí cencía pública, á los que lia — J amas.
ciano que acababa de hablar.
— ¿En la riqueza?
paga«lo desde el uño 1800 la considerable suma «le 86 i/5 — ¡Que error! Todos »«:• miraron sin responder, y una súbita palidez cu­
millones de reales; aunque aquel decreto disponía «pie los — ¿En la ciencia? brió bulos los semblante».
establecimientos de beneficencia aportarían el capital, y no — L« ic«i estás. — Alguien nos acecha, «lijo el anciano ; veamos quién
aportan ni un céntimo. — ¿ En el amor? es, y pague la curiosidad con la vida.
El Monte de Madrid, en cuya organización se nota bas­ — ¡En «juc amor!
Siete espadas lanzaron siniestros reflejos, y , tomando
tante más prudencia en ese punto, va reuniendo un capital IV*.
cada uno de los caballeros una tea, recorrieron basta el úl­
propio, que en 31 de Diciembre de 1873 subía á 12 3/i mi­ El misterio de este asunto timo rincón del estrecho recinto.
llones «le reules, de los cuales 3 l/io millones empleados en Oscuras sombras me presta;
Nuevamente yo pregunto, — Nadie, «lijo el primero que volvió al punto «le partida.
el nuevo edificio que se está construyendo. — Nadie, repitieron los demas.
De nuevo la voz contesta:
Después «le esos diferentes datos comparativos, añadire­ — No es riqueza, ni esplendor, — Algún eco de las ruinas. Sigamos, caballeros.
mos el que debia venir el último, «d de las operaciones; Ni hermosura, ni poder, ¿Hay alguno de vosotros que tenga pruebas de la culpa­
para las cuales tornamos el año 1873 para el de Madrid, y Ni ciencia, gloria, ni amor... bilidad de D. Guillen?
retrocedemos al «le 1860 para el «le Paris, por las razones Entóneos, ¿«pié puede ser?
— ¡S i! volvió á repetir la voz con acento más fuerte.
que antes liemos expuesto. — Tus pensamientos no van
Por el camino del bien : Los «leudos de Forner se estremecieron, y se miraron con
El Monte de Picdud de l’aris hizo durante dicho año Es luz que enciende tu alan más espanto «pie admiración; pero el más joven de entre
1.772.506 empeños por 131 millones «le reales, y 334.360 Y que tus ojos lio ven. ellos, mancebo «le veinte años, que asi tomi a al diablo como
renovaciones por 60 millones. En junto 2.106.956 por 101 — lluro bien, pues que, según á los hombros, alzando con ademan resuelto la cabeza,
millones «le reales. Las respuestas que me «bis, .
gritó con voz que hacia más potente el eco «le la bóveda.
Los desempeños fueron 1.572.087 por 123 millones. Huye de mi más aún,
Cuando yo lo busco más. — Pues bien, quien quiera «pie seas, si tienes esas prue­
Los objetos vencidos fueron 162.254, «le cuyo producto — Muy mal discurres asi; bas, preséntalas.
de 9 ~>/\ millones fue devuelto á los empeñantes un sobran­ Tu ceguedad es cruel: Ni el más leve rumor contesti') ¡i esta» palabras.
te «I«- 2 8/3 millones. No es él el «pie buyo de tí, — ¿Quién eres tú, impostor, exclamó el joven ya irritado,
El Monte de Piedad de Madrid ha hecho durante el año Eres tú quien huye de él. que acusas y te escondes?
1873 101.582 empeños sobre alhajas y ropas por 30 i/_, mi­ — ¿Quién lo ha visto?
— Quien lo bulló. — Yo soy Pedro Forner, asesinado por 1). Guillen de
llones y 045 préstamos sobre títulos de la Deuda pública Moneada.
— ¿Quién lo oculta?
por 16 l/i millones en junto 102.527 operaciones por 46 — Quien lo «la. Ya no era posible dudar. Aquella voz, «pie partía «le las
millones. — No existe el bien. entrañas de la tierra, tenía con ln do su deudo todo el pa-
Los «lesempeflos lian sido 02.356 sobre alhajas y ropas — Búscalo. rocido que puede haber entre la voz de los vivos y el eco
por 27 y, millones y 1.213 sobre títulos por 24 »/i millones. — Pero, ¿dónde?
de los sepulcros.
En junto, 03.560 por 51 % millones. — Donde está.
Los caballeros apretaban convulsivamente el puño «le la
Las ven ta s lian sido 7.706 por 1.4O8.590 reales Vellón. V.
espada, espc;rnndo vor surgir algún peligro desconocido, y
Teniendo en cuenta la relación en que se bulla la pobla­ Bien «pie existe y no so alcanza,
se apiñaban por instinto en el centro «1c la estancia.
ción du ambas ciudades, tenemos que la «le Madrid es Que lo busco y no lo veo,
Es dogal de mi «nperauza, — Ohimè, repitió la voz; pero no os canséis oh buscarme,
«1*3 16 8/5 % «le ln de París, al puso (pie las operaciones to­ porque mi cuerpo no existe, y sólo mi espíritu oh habla.
«Suplicio «le mi deseo.
tal«« «le empeños «leí Monte de Madrid lian sitio el 4,86 % K¡ es liieutiru, ¿cómo existe? Yo caí, herido alevosamente por el Comendador, id pié
« orno número, pelo como importe el 24,47 % . Algunos di1 Si es ventad, ¿por qué se esconde? de la ventana en que mu esperaba mi prometida. Aprove­
los datos comparativos «pie untes liemos expuesto explican Vuelvo ¡i preguntar, y triste,
chando mis últimos momentos de vida, putì« trepar por la
en parle esas proporciones; pero para hacerlo debidamente Asi la voz me responde:
— ¿ Es un sueño? «•»cuín, par» impedir ñ mi asesino que atropellase lu honra
««■riiiit precisas más ctiUsideraciones «le las que caben en de nuestro blasón, y vencido por aquel esfuerzo, cayó mi
— Es realidad.
este ligero estudio. — ¿Es el genio? cadáver cutre el « rimen y la inocencia; pero la pobre Blan­
Fáltanos sólo para concluir, recordar los progresos del — lluro dón. ca perdió la razón en fuerza del dolor y del espanto.
Monte do Madrid durante un siglo; esto <■», desde 1773 — ¿ La fortuna?
Mi valiente escudero me sacó «le la estancia, para que
á 1873, acerca de lo cual ya al principio apuntamos algún — Ceguedad.
— ¿La razón? aquel crimen no recayese sobre la doncella ó miuiebnse $1
dato. buen nombro, y demandó justicia al Maestro de Montosa;
¡Pobre razón!
Los números serán por si solos bastante expresivos. , pero ol maestro pidió la prueba del delito, y castigó ú mi
V I.
Los empeños han silbido desde 1773 á 1873, en número escudero que no pudo presentarla. Acudió á D. Pedro «le
— Por lo que mis ojos ven
desde 8.530 á 102.527, y su importe desde 1 2/3 millones Aragón, el rey justiciero, y el Bey contestó que ese era
En las razones «pie «las,
basta 46 3/j millones. Bien triste cosa es un bien asunto del Gran Maestre. No hay, pues, justicia que me
Los recursos, que en 1773 sólo consistían en algunos do­ Que no se alcanza jamas. vengue; vengadme vosotros.
nativos y limosnas de poca importancia, como que el total Bajo la sombra pesada — ¿ Y qué podemos nosotros contra el Maestre y contra
de ingresos, inclusos los procedentes de desempeños, no De esto pensamiento lijo,
el Bey? dijo con voz temblorosa el más anciano de los ca­
pasaba de 2 Vs millones, se formaban cu 1873 por 9.1)74.067 Doblé la frente cansada,
Y entonces la voz me «lijo : balleros.
de imposiciones en la Caja de ahorros, 1 I /4 millones de de­ — Vosotros solos, nada, pero teneis «liados poderosos.
— Ciega, con falso barniz
pósitos, 2 millones, cantidad redonda de intereses, 3 t/a mi­ Te pinta el bien tu inquietud. L n Union no lia muerto aunque el Bey baya rasgado el per­
llones producto de las ventas, y 51 % millones de des­ Sobre la tierra, infeliz, gamino de sus privilegios con su puñal, y el corazón «le
empeños; en suma, un total «le 69 2/- millones. No hay más bien «¡ue la virtud. sus miembroB*eon las espadas de sus hombres de armas.
Por último, el capital propio del Monte, «pie en 1773 es­ J osé S k lg as .
Mañana mismo debe estallar un movimiento en Albocúeer,
taba representado por un saldo de 2 millones redondo, as- y será secundado por las villa» «le Valencia y del Maestraz­
ccnilia ya eu 1873 á 12 s/i millones. B LA N C A FORNER. g o ; cumplid como quien sois.
Tal lia sido el fruto lentamente, pero con perseverancia — ¿ Y quién es el jefe «lo eso movimiento?— preguntó el
desarrollado, del real de plata «pie D. Francisco Piquer RECUERDOS DE TOTA FAMILIA PROSCRITA.
más joven é impaciente de los congregados.
depositó en una humilde y tosca enjita el 3 de Diciembre * LEYE N D A. — E l penitente que mora aqui cerca. Dios inspiradlos
de 1702. (C o n c lu s ió n .) buenos, y un justo debe ser su jefe.
J. M. A lonso d e B e r a z a .
Cada vez que desaparecía un hombre entre las ruinas, se — ¡Vengadme, Dios lo quiere, la sangre pide sangre!
volvía el anciano Inicia cd fondo oscuro «le su choza, y de­ Cesó el eco «le las últimas palabras, «pie habían resonado
E L BIEN. cía en voz muy baja: «* uno dos.»••• tres....» como ima explosión eléctrica en el corazón de los guerre­
I. A i llegar al número siete, le contestó una voz varoniL ros, y sin hablar, sin mirarse, sin acuerdo alguno, salieron
Siento una voz lastimera — Ya están todos. «le la atalaya con paso rápido, se dirigieron á la choza del
Que -sale no sé de dónde, — Pues entrad, y Dios os ayude. penitente, y encerrados con el pasaron algunas horas en
Soplo que de esta manera Y cerrando ln débil puerta, encendió el solitario una tea, misterioso consejo, encaminándose después con recato a
A mis preguntas responde: que iluminó la arrogante ligara de un embozado, cubierto sus respectivas moradas.
— ¿Existe el bien?
de todas armas; levantó mía trampa ocnlta por la estera Apenas habían salido de la choza, apareció en la trampa
— Puede ser.
—¿ E 11 la tierra? que le servia de lecho, y el armado personaje, descendien­ el caballero que había penetrado por ella algunas horas
— ¡ Por qué n o! do algunos peldaños, desapareció sin dejar señales de su ántes, y dirigiéndose al solitario le preguntó sin descu­
— ¿ Para alcanzarlo ? poso. brirse :
— Querer. Siete hombres «le diversas edades, pero todos fuertes y — ¿Están dispuestos?
— ¿E 11 dónde está?
de aspecto rudo, cubiertos de aceradas cotas, y echados — Sí.
— ¡ Búscalo!
atras los mantos, departían con calor en un destartalado — ¿Has «lado bien mis instrucciones para que el golpe
II. aposento «le la atalaya, y apretaban m&quinahnentc, ya la no se malogre ?
Bajo los ojos, pensando cruz de sus espadas, ya el reluciente pomo de sus puñales. — Como me lo habéis mandado.
Que estas respuestas no entiendo; — Es que no podemos perder tiempo. El ermitaño que
— No, «iecia el más anciano, nosotros, deudos del solar
Después sigo preguntando,
Ln voz signe respondiendo: de los Forner, no podemos dejar correr esos rumores sin aquí habita ha partido esta mañana al convento á hacer su
— ¿Qué es la gloria? procurar justicia. confesión y pasar el dia en prácticas piadosas - y aunque
— Vanidad. La desaparición de Pedro Forner, las manchas de sangre me ha servido basta noy de amparo, 110 «pierna tomar par-
N.* XXVI LA ILUSTRACION ESPAÑOLA Y AMERICANA. 415

te en etite asunto. Mañana volverá, y tendrás que dejar ese quedando presos en él todos los vecinos, y fuera ellos so­ los suplicios unís atroces me parecerán dulces después de
disfraz, merced ni cual le lian confundido con él. lamente emi el Comendador. haberte visto, llicre, yo unte Dios te perdono el crimen que
— ¿Estás seguro de que nada lian sospechado? Asiéronle con fuerza, y aquel hombre de corazón vale­ vas á cometer, y le pido que no tu castigue como á mí me
— Nada, señor, estoy seguro, roso, al ver con quien se ¡as había, inclinó la frente, y so lia castigado.
— Pues á la ventura de Dios, y él nos proteja. dejó llevar como un cordero, murmurando: «Falta la expia­ Pero Fomer arrastró al Comendador hasta un poyo de
En este momento, una voz purísima y sonora como un ción en la tierra: cúmplase la justicia de Dios.» piedra, le hizo arrodillar, v , en tanto que la victima incli­
timbre de plata rompió el silencio de la noche, y entonó, En medio de la plaza formaron un circulo los Fomer, naba la cabeza sobre aquel improvisado tajo, desnudó un
con doliente armonia, el canto de los muertos. en cuyo centro quedó el Comendador, con los brazos cru­ ancho montante de dos inanos qúo ceñía bajo el manto;
— Blanca, sollozó con acento desgarrador el encubierto, zados sobre el pecho y la vista lija en el suelo. pero cuando iba á herir la desnuda garganta del cruzado
ruda es la prueba á que el destino te somete, pero yo juro — Comendador D. Guillen de .Moneada— dijo el iiiiíh an­ tembló su mano, y el grito de la conciencia paralizó su mo­
por la honra de mi casa y por las cenizas de tu padre, que ciano,— estás acusado de horribles delitos, y ya que la jus­ limiento.
el recuerdo de mi venganza ha ile vivir en el mundo hasta ticia humana no lia osado á tu persona, nosotros, en nom­ La voz de la infortunada Blanca, elevándose sobre todos
el lin de los siglos. bre de Dios, vamos á juzgarte. los ruidos de la iglesia, hizo llegará los oidos de Foruer
V sepultando la cabeza entre las manos, dejó correr un ¿Es cierto que con alevosía y sin peligro asesinaste á un fervoroso « Miserere m ei» y , como si aquella voz de mi­
raudal de lágrimas amargas, mientras las últimas notas nuestro deudo Pedro Fomer? sericordia encendiese más el rencor del mancebo, echóse
del dej>rofun>li* se perdimi en el espacio en alas de la brisa — Si,— contestó con voz débil el acusado. aíras el manto, alzó los brazos, silbó en el aire la hoja de
de la noche. — ¿Escierto que con doblez penetraste en la estancia de la espada, y la cabeza del Comendador rodó por el suelo
KXl’IACION. doña Blanca y amenazaste hii recato con violencia? después de murmurar:
Tristísimo, pero solemne aspecto ofrece el hernioso tem­ — Es cierto—murmuró el Comendador. — ¡Gracias, Dios mió!
plo de Albocáeer. — ¿ Y es cierto (pie, por consecuencia de este atropello Aquella cabeza no ostentaba ya en la mejilla la marea
Las paredes y los pilares, cubiertos de terciopelo negro perdió la razón aquella noble doncella? sangrienta de la mano de Foruer.
hasta el arranque de las bóvedas, apagan con su sombrío — Si, es cierto,—■suspiró apenas D. Guillen. Había desaparecido lavada por su propia sangre.
color la brillante luz de millares de cirios, que chisporro­ — Estás, pues, confeso de asesinato, de escalamiento y La puerta de la iglesia voló hecha pedazos, y los Fomer
tean tomando parte en el concierto que forman las voces de viulcueia; decid caballeros: ¿qué [tena merece el que cerraron á estocadas con los caballeros de Montes« «pie, ú
tales crímenes comete? su vez, sostenían el empuje con aquel valor proverbial en
ile los sacerdotes, de los caballeros y de los niños de coro.
El humo del incienso se eleva en vacilantes espirales — La muerte, la muerte, gritaron todos. las órdenes militares, y haciendo prodigiosos esfuerzos,
sobre las cabezas del pueblo para perderne en el aire, como * — Pues bien, que muera ú hierro el que á hierro mató, lograron salir á la plaza.
mensajero que lleva basta el trono de Dios las oraciones dijo el anciano. Pero Fornor asió la rienda de un caballo que le presentaba
Seis espadas salieron ú luz y se dirigieron al pecho del su escudero, encajóse el yelmo, y , volviéndose luida una
de los mortales.
Un grandioso túmulo cubierto de terciopelo, en que se magnate; pero el anciano que dirigía á los Fomer, interpo­ de las calles que desembocan en la plaza, gritó:
ven bordadas lágrimas de plata, y la cruz de Montes«, como niéndose entre ellos y el Comendador, qnc no halda cam­ — A mi mis lanzas. ¡ Viva el privilegio de la Union!
blasón de la orden, ocupa el centro de la gran nave. biado de actitud, y parecía no entender lo q u e en torno Un esetiudon de lanzas apareció en la plaza á rienda
Todo se encuentra all i impregnado cu la sublime ma­ suyo pasaba, exclamó: suelta, y arremetió ú los eneomeiulados. Los villanos, ni oír
jestad de la Iglesia católica: todo se eleva sobre las mise­ — Envainad esos aceros; no es asi cómo debe morir. La el grito de guerra pusiéronse al Indo de los que acometían,
rias mortales: todo canta, todo implora, todo presta al espada de un caballero honra el pecho que hiere. Buscad repitiendo á voz en cuello : — I'ilion, Union. ¡ Viva el Vi rey
alma ese inefable consuelo y esa unción misteriosa, que la un hombre que, cobrando el precio de la sangre, la envi­ de Valencia! ¡Muera el Justicia Mayor! ¡Muera el Maestre
arranca del circulo estrecho do la tierra en que vive dester­ lezca con su cuchilla. ile Montosa! Y aquellos bravos caballeros, destrozado» por
Un espantoso tumulto interrumpió la voz del anciano, los caballos y las lanzas, sin más armas que sus espadas,
rada, y las luces, la seda, el oro, el incienso y las voces de
los líeles forman un concierto de resplandores, de aromas i Los caballeros de Montes«, encerrados en el templo, Inician | corrieron á refugiarse en la fortaleza que les servia de con­
|desesperados esfuerzos para violentar las puertas. vento, dejando 1« calle sembrada de cadáveres.
y de armonías, que se eleva sobre las bóvedas del templo,
A l cesar por un momento aquel mido, se oyó la voz de la
como si la materia, espiritualizada al contacto de las almas, IMIOSCtUTQH.
! pobre loca que cantaba el Miserere. El Comendador se estro
quisiera también lanzarse á través do lo infinito. Pocos dias después el tiran Maestre du Montosa, Fray
meció, y, levantando los ujosnl cielo, exclamó con angustia:
Los vasallos todos, hidalgos y pecheros, se agrupan en i Don Pedro de TI iohh, al frente de mi buen golpe de lanzas
— ¡Dios mió, grandes han «ido mis culpas; grande ha
las espaciosas naves, y unen sus plegarias á las del capitu­ ' embestía en Albocáeer con loa rebeldes de Valencia y los
j sido mi arrepentimiento; haced que termine esta agonía!
lo, rogando á Dios por las almas de los muertos. I hombres de urinas de Fornor.
Gomo si estas palabras tuviesen la fuerza de iiiiu evoca­
El Comendador, con su traje de ceremonia v en uu sillón El choque filé terrible. Los caballeros de Montosa utueu-
ción, apareció en la plaza una figura marcial, envuelta en
del presbiterio, parece sumido en profundísimo éxtasis, y i bau con furia ¡i los villanos para vengar la muerte de los
manto negro, que cubría su rostro, y acercándose, rápida­
sii Vostro refleja, más que el dolor que brota de aquellos I suyos, y sus espadas destilaban sangre hasta la cruz.
mente al circulo, se dirigió al más anciano de los Fornor,
cánticos, la incomprensible alegría de los mártires en el Los Foruer, soldados aguerrido», revolvían su» corceles
momento de sentirse presa de las fiera». |diciendo:
entre los escuadrone» enemigos como fieras hambrientas.
Y e s que el sentimiento que le anima es tan imposible — Yo soy el. hombre que necesita«.
Pedro á su frente, sin yelmo y sin escudo que guardoMO
El interpelado hizo un gesto de repugnancia, y sacando
do definir como la expresión de su rostro. Sentía dolor, sí su cabeza, destrozado su coselete ú fuerza de mandobles,
dolor vivísimo, pero no podía olvidar la visión do su sue­ do su escarcela algunos monedas, las arrojó á los pies del
se metía en lo unís recio de la pelea como si buscase la
ño, y oia á cada instanti" la voz»de la Virgen que lo decía: desconocido.
muerte; pero la muerte lo respetaba para que arrastrase por
— Toma, pues, tu salario, verdugo, y cumple con liidcher.
nC'ttando la misa concluya cesarán para siempre tus dolores.» el mundo hiis remordimientos. Nadie está más lejos de
Llevad un rayo do esperanza a lo más profundo del in­ La puerta del templo crujía, y amenazaba ceder al em­
morir que el que mira la tmubn como puerto de refugio.
fierno y veréis resplandecer la alegría en medio de los más puje de los encomendados. Los deudos de Fomer desenvai­
¡Cosa extraña! En medio de aquel combate de leones,
horribles tormentos. naron sus espadas y se agruparon delante de la puerta para
veíase cruzar entre los caballos una figura de mujer vestida
Esta era la situación de D. Guillen. Cerca de la puerta de defender el paso, si aquélla llegaba á ceder.
de blanco, sueltos los cabellos y coronados de llores; y en­
la iglesia forman un grupo lodos los deudos de Fornor, y, El Comendador y su verdugo quedaron solos en el centro
tre el martilleo de las espadas, las hachas y bis muzas de
por un capricho inexplicable, en vez de los sencillos trujes de la plaza, y la victima, que basta eulóuces halda permane­ armas: entre el relinchar de los caballos, los ayes de la
que las circunstancias requieren, visten sendas cotas de cido con los ojos bajos, por una especie de atracción incom­
agonía de los heridos, y la voz de los capitanes que grita­
armas, y ciñen fuertes espadas de combate. prensible fijó la vista en el embozado y se puso más pálido. ban en lo más rudo de la pelea: — n A ragón y Mantesa.. » —
Cesan todos los murmullos que forman el silencio de las Aquella palidez no revelaba miedo de uu hombre ú otro
Union, U n ion », oíase una voz vibrante y dtúee cantando
muchedumbres. Una voz robusta y armoniosa lanza al es­ hombre. Don Guillen era valiente basta la temeridad ; con­
con fervor el Oficio de Difuntos.
pacio las primeras notas del Die* iras, de ese canto terrible servaba su espada, y el verdugo le miraba con los brazos
Los villanos empezaron á cejar ante el pendón de Mon­
y amenazador que vibra siempre con eco doloroso en el cruzados: era esc terror misterioso que sentimos al desper­ tes«, y poco después se desbandaron en todas direcciones.
corazón de todos los hombres, haciéndoles pasar rápida tar de una pesadilla, cuando las sombras de la noche pa­ Una sola fuerza, las lanzas (le Fom er, sostuvieron aún el
revista á su conciencia, y, como si sólo esperase esta señal, rece que dan vida y color á un tropel de fantasmas, apenas combate con tenaz empeño, pero al verse por todas partes
otra voz más dulce y más vibrante, que parte de un ángulo borrados de nuestra dormida memoria. envueltos, hicieron un poderoso esfuerzo, y rompiendo á
del templo, responde á aquel cauto, pero con tal expresión Con movimiento rápido dió el Comendador un paso hacia cuchilladas el circulo do hierro (pie formaban sus enemigos,
de melancolía que todos inclinaron las frentes sin darse el embozado, y mirándolo como si quisiera penetrar con la se abrieron paso y escaparon, mientras el Maestre se mor­
cuenta de aquella irregularidad cu el ritual. vista el manto que le cubría, preguntó: día los puños de coraje.
El Comendador, como impulsado por un resorte, se puso — ¿Quién eres? La justicia de la orden ahorcaba, pocos dias después,
en pié al escuchar aquella voz, y con los o jos fijos en el — ¿No me conoces, D. Guillen? algunos revoltosos.
ángulo de que partía, extendiendo las manos, como si re­ — N o , no te conozco, porque desde aquella noche fatal Una numerosa cabalgata, ú cuyo frente marchaban dos
chazase ima visión ó implorase misericordia, luchaba con mi alma se pierde en la» tinieblas, mi razón no alcanza á clarines, recorrió las calles de Albocáeer, deteniéndose en
uno de aquellos accidentes que á menudo dominaban su distinguir la verdad de las quimeras de un sueño, y temo las encrucijadas para leer un pregón, por el cual Frey Don
voluntad, y pedia ú Dios «pie le permitiese resistir hasta el que al mirarte vivo te desvanezcas ante mi vista como un Pedro de Xhous declaraba rebeldes, traidores y asesinos á
fhi aquel castigo. espíritu impalpable. No, no te conozco, porque si te cono­ losForner, y los sentenciaba á ser degradados, ahorcado»
Al perderse en el aire la última nota del Dies ine cayó ciera, si fueses el que yo creo, los muertos saldrían de sus y descuartizados, en caso de ser habidos, para euvo efecto
D- Guillen pesadamente en su sillón, y asi permaneció, mudo tumbas para acusarme á la luz del dia. y ¡a y ! sólo vienen se ponían á precio sus cabezas.
éinmóvil, basta que le avisaron que había tenuti induci oficio. á acusarme entre las sombras de la noche. Como los Foruer no parecían muerto-' ni vivos, cumplió­
< precepto, ó práctica admitida, que cuando asistía un — I'ues bien, Comendador, no te engaña la voz de tu se la primera formalidad, y siempre que la comitiva pasaba
Comendador ó dignatario de la óriien, saliese el primero conciencia: yo soy el que alevosamente asesinaste; yo soy por la casa de alguno de los reos, apoyábase una escala en
JG templo, y en acatamiento á esta ley, ó á esta costura el prometido de la infortunada Blanca; yo soy Pedro For- el muro, y el ejecutor de altas obras, encaramado en ella,
7rv' apiñáronse los circunstantes, dejando una estrecha ner, conservado milagrosamente por Dios para vengar rompía el escudo de armas esculpido sobre el dintel.
calle en el centro de la nave, |»»r la cual atravesó D. tiui- tantos crímenes. Han transcurrido cinco siglos, y , »i recorréis las calles
®n seguido de cerca por su comitiva, pálido el rostro, roja — ¡Y vives? de Albocáeer veréis sobre algunas puertas la dovela rota
corno nunca la mancha de su mejilla, y dirigiendo la vista — Si, vivo. Mi escudero me sacó de la estancia en que va­ por mano del verdugo. Esos son los signos á que me refe­
con ansiedad á la puerta, como si esperase ver entrar el cia , y , oculto eu la choza del penitente pude, merced á sus ría al principio dé estas páginas; signos que baldan á la
prometido remedio á sus crueles remordimientos. cuidados, sanar de mi herida y volver al mundo para tu imaginación con ese lenguaje mudo pero elocuente que se
Apenas Labia traspuesto el umbral cuando los deudos castigo. escapa de las ruinas del pasado.
d'- l-orncr, lanzándose cutre él y los caballeros, obligaron — Y qué me importa ese castigo, exclamó D. Guillen con Preguntad al piadoso párroco de Albocáeer y os dirá que
* á retroceder algunos pasos, y salieron en tropel, alegría: lo que me importa son mis remordimientos. Tu hasta la época en que ocurrieron los sucesos que acabo de
urtando la,, puertas del templo, que aseguraron por fuera, sola presencia viene á quitar un horrible peso á mi alma, y relataros, registran»« en el archivo parroquial actas de
416 LA ILU S TR A C IO N ESPAÑOLA Y A M E R IC A N A . N.* XXVI

bautismos, matrimonios y defunciones do


A N U N C IO S -
la fam ilia de Forncr, y que, desde culón
o s, lia desaparecido di I pueblo este ape­
llido con sus últimos vastagos.
lVro ¿ y Blanca? me diréis: ¿qué se MALLE- LACIËKE 6
cuyo lu ccio es de 1 lo francos,
h iza aquella desventurada niña? y el peso «te S3 kilo,:. es sin
Preguntad al viento donde muere, al eco mn^imEi linda el unici j aparato
c iinpleu que puede piodii-
donde se apaga, ú las creaciones de vues­ rirtusUiiLiueatoenUiduiaiito
unidlos >ime. y siri limami
tra fantasía en donde inoran. I e lig í», montunos do tildo à
Blanca di sapan ció en el dia de la ludia razón de 3 céntimos ti kilo«.
«[lie ensangrentó las ( alies de Albucúccr. S O N O » B los
A Rntip
ro cojíer lo d o
R EloDsEadR hAeridBos aScl- ü ?
— ¿.Murió? Se ignora.
— ¿ V iv e aún? ¡(Jnicn sabe! C E B O S Y APARATOS A IR H ID R IC O S
pam dar tue^o uisUinCmeaiiiento A las milia» y a
Hay quien «segura que, después de tin ­
i"-, loi imito • a cu dquiei a distancia que mí Imiten,
co siglos, siempre que el huracán se re­ sin necesidad do la electricidad.
vuelve contra las agrestes cumbres del J.-B . TOSF.T.T.T, anlujuo oficial de ingenieros
maestrazgo, y la tempestad, desencade­ SU, Rue Lafayette, en Paris.
nada con toda su furia majestuosa, ate­
moriza á las doncellas de la comarca, se
ve tintar en d aire, alrededor del castillo,
una figura blanca y pálida como el rayo
IMCO \EH1)1U£R0 i \ m
de la luna, y se chciicI iu una v o z, dulce
y t< míe como d suspiro de las brisas, que
entona el cunto de los muertos,
CON JUGO de LECHUGA
ü o pido premios sino indulgencia. L. T. PIVER *
I L MEJOII H # I.OS J.lUu.NLs UE TOCADOII
FKDKH1CO ( i . CABALLERO. Unica icvislida «tel Sello del Inveiitur

Hemos recibido un ejemplar de la pro­


funda obra del eminente poeta y pensador
alemán Zimiueniiann, titulada L a Sale-
(Jad, traducida libremente al castellano,
de la última edición francesa, por el sefioi
D. Tedio Kspina y Martínez.
Consta de un lindo volumen, y se vendo
en Madrid (film ria de Hailly-llaillierc, pla­
za de Topete, 1 0 ) «1 precio do 14 re., y
1G pura remitirla á provincias.
AGUA DE TOCADOR L. T . P I V E R
CONSERVACION Y BLANCURA DE I.A PIEL
Los Síes. Dclizy, iJavii s el C.°— 1, Ce­ Delicado Perfume pora el Pañuelo
d í Street, Strand, en Londres, — están
autorizados por la Empresa ele L a I lus­ P A R IS
tración E spa Nola v A mi iiu ana y de L a 10, B o u le v a rd do S trasb ou rg, 10.
M oda E legante I l is t u a d a , para admitir l)L‘ |io*alos en ludas las C iudades did Muralo
abonos y anuncios á dichos periódicos. LON DUES.— busto de julio i lsau , existen te en k l museo u k it í KICO,

9.a# m u f t lu * Or Ion objeto# De Zp .u ní nnunaabo# à con tinu ation , it bailan br bruta rn la aO im n t# ltacio n be L A MODA E L E G A N T E , t t a m t n ft , 12, p x tn a y a l, / rin b rib ..

MANICOMIO1 NUEVA- KO MAS TWTUBAS VBOÜHMLVAa


HELEN, en Kan Ocrviwlo
dirigido porti
Doctor Climi. Catedrático de
C R E M E -O R IZ A «
Medicina de la Uulvcnidwl OíV d e L E NCI .
de Bareulona.— Pensiono*:
l.'so dm<>»; ■-•.*26; 1».—
.Jlunes SMITH.iON
I Ullngulila, con uu críalo
espedid, 11 duros sobre la
(D.PAflFUM
Coi
Is'iMIun resineti va.— Kitni- • "° ^ u r ae plusieurs - ¡* Vara volver Wnnedi»ta-
iiu-iUo is I -s »b ello « y A la
Cakreiera ÜE MOMA orlinartu, a precios conven, J^tlE ST honore birba mi nitor natural eu
San*1
- »IFBons'Nova cluuulis. todos matices.
Domicilio del Director, E*ln n ciiiipa aide pri-pantc <>u
/ ITINERARIO, h C.1 II0 do tu Libertad. núiri-
1 0 i, cuarto 3.“ , Barcelona.
es uiiluosi y -c laude mu l.icilida I:
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EHAClOHll.ltnuriMliiS-Gt/UASio Estación TKAMviAlLJostmi impide qiit su luriiifii nrrugiis cu ° 7 rite ST Í I O S ' ^ ^ L -
el. y destruye y lince desaparecer
las que se li 111 luminilo ja, y con­

Agua de Toilette. serta la lieriliusura liasU la edad


trios avanzada.
Con esta Tintura no b»?
sitiad de lavar la cabeza111 s,
ni después, su aplicación c
cilla y pronto el resultad •
toutes les parfume^ I ^ mancha la piel ni daña la 5
A LAS FLORES DE L a c a ja c o m p le ta 0 ( '•
Casa L. LEGRAN D
Van», y en la» pnneibales rur

VIOLETA DE PARMA P E R F U M E R IA
,___ rías do América.

THOHEL DE iJt EL DIPLOMA tiE MfcBITV


EN U

Q U I M I C O - P E l i F U M 1S T A . VERDAD Sijkiciod Uoivttal


do Víunu
bu sido concedido
DIPLOM A DL M ERITO EN L A EXPOSICION DE VIE N A.
por el jurad»
P A R I S , 17, R u é d e l i ue i , 17, P A R I S .
A SARAH FÉLIX,
por su maravillo*»

El
PASTA pectoral y JARABE

N AFÉ de DELANGRENIER
EAU des FÉES
(A a n a d e la s H ad as).
JA BON BEAL de « THRJÜACE» París, 2G, rué liicbeheu. R$l¡t rrrompcn*a prueba cuín impotente ser» H
50 Milicos de los Hospitales de Parts. rivmpcitncia r.mira dirlios n(dables productos. <!■*■
de VIOLET, I"in demostrado su superioridad Mibre araban de Oblenrr, por pijucl suceso, dererbu de
todos los pectoral» y »11 /‘« ir» '« e/ieacia fiauquicia cu ludas las ciudades de Europa
et el ünico que recomiendan >ontm la tos. el asma, bt gripe, c i/ue- | ACETA DE LAS HADAS.
luche [ó los/rama', bronquites irriUt-
lot médicot mus a/atnados, ritmes d' Pecho y de la tjirrtjaula, etc.
(Vcseonfar de las falsificaciones.}
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