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ANTHONY GIDDENS

La sociología es el estudio de la vida social humana, de los grupos y sociedades. Tiene como
objeto el comportamiento humano.

Guiddens plantéa 3 paradigmas.

Amor y matrimonio : En la Edad Media las personas se casaban para perpetuar la posesión de
un título o de una propiedad familiar. Tanto entre los pobres como entre los ricos, la parentela
era quien tomaba la decisión del matrimonio.
La idea de amor romántico se extendió como consecuencia de aventuras sexuales
extramaritales entre los miembros aristocáticos.

Salud y enfermedad: En Occidente consideramos la salud y la enfermedad como cuestiones


relacionadas únicamente con la condición física del cuerpo. Otras sociedades, como las
Orientales, piensan que la enfermedad, e incluso la muerte, están producidas por hechizos, no
por causas físicas susceptibles de tratamiento.
La esperanza de vida está influida por características sociales.Cuanto mayor posición
económica tengan las personas, menores son las probabilidades de que sufran enfermedades
graves.

Crimen y castigo: En la Edad Media, los castigos que se dictaban eran crueles y violentos,
además, se llevaban a cabo frente a extensas audiencias a modo de que los espectadores
tuvieran presente lo que les podría pasar en caso de que actuaran igual que aquellos a los que
se castigaba. Con la industrialización y urbanización, los antiguos métodos de reprensión
fueron cambiando progresivamente.
Actualmente, el encarcelamiento es el método de castigo que adoptamos a final del Siglo
XVIII.

EL CAMBIO EN EL MUNDO MODERNO

Cuando la gente se trasladó a las áreas urbanas y comenzó a trabajar en la producción


industrial, el matrimonio dejó de estar motivado por razones económicas. Los matrimonios
"arreglados" se hicieron cada vez menos comunes. Cada vez más individuos fueron iniciando
las relaciones matrimoniales sobre la base de la atracción emocional y con la finalidad de
buscar una satisfacción personal.
El surgimiento de la medicina moderna, los métodos de diagnóstico y tratamiento, datan
desde comienzos del Siglo XIX. Nuestras opiniones obre la salud y la enfermedad surgieron
formando parte de trasnformaciones sociales que influyeron en aspectos de las creencias
acerca de la biología y la naturaleza.
La sociología tiene sus comienzos en los intentos de ciertos pensadores de entender el impacto
inicial de las transformaciones que acompañaron a la industrialización en Occidente y sigue
siendo la disciplina básica que se ocupa del análisis de su naturaleza.

SOCIOLOGÍA Y SENTIDO COMÚN

La sociología altera y a la vez contribuye a nuevas creencis de sentido común acerca de


nosotros mismos y de otros.
EJ: El amor romántico es parte natural de la experiencia humana, y por tanto se encuentra en
todas las sociedades, en estrecha conexión con el matrimonio.

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En realidad, el amor romántico es casi desconocido en la mayoría de las sociedades.
Los hallazgos sociológicos no siempre contradicen las concepciones de sentido común. Las
ideas de sentido común muchas veces suministran intuiciones sobre el comportamiento social.

PREGUNTAS SOCIÓLOGICAS

Fácticas : Basadas en hechos y no teoría. Se ocupan de cómo suceden las cosas. Por ejemplo:
¿Qué formas de delincuencia son más comunes?

Comparativas : Relacionan un contexto social con otro. Por ejemplo: ¿En qué medida varían las
pautas de conducta delictiva y actividad policial entre Estados Unidos y Gran Bretaña?

De desarrollo : Comparan el presente y el pasado entre sí. Para comprender la naturalezza del
mundo moderno tenemosque considerar formasde sociedad preexistentes, y estudiar la
dirección principal que han tomado los procesos de cambio.

Teóricas : Responden al por qué de cada suceso. Las preguntas Teóricas ayudan a interpretar
correctamente los hechos descubriendo las causas de los mismos.

CONSECUENCIAS PREVISTAS E IMPREVISTAS DE LA ACCIÓN HUMANA

Los propósitos por los que hacemos las cosas pueden ser diferentes a las consecuencias
producidas.
La continuidad y el cambio en la vida social han de entenderse como una mezcla de
consecuencias previstas e imprevistas de las acciones de las personas. La reproducción de la
sociedad tiene lugar porque hay una continuidad en lo que las personas hacen y en las
prácticas sociales que siguen. Los cambios se producen en parte porque las personas
pretenden que ocurran, y en parte por las consecuencias imprevistas.

¿QUÉ NOS PUEDE ENSEÑAR LA SOCIOLOGÍA DE NUESTRAS PROPIAS ACCIONES?

La investigación sociológica ayuda a definir las limitaciones del conocimiento de nosotros


mismos y al mismo tempo retroalimenta el conocimiento de nosotros mismos y de nuestro
entorno social.
Otra contribución de la sociología reside en mostrarnos que aquello que realizamos a menudo,
tiene consecuencias. Las consecuencias no pretendidas y no previstas afecan a todos los
aspectos y contextos de la vida social.

ESTRUCTURA Y ACCIÓN

Los entornos sociales en los que existimos están estructurados.


Los sistemas sociales se constituyen de acciones y relaciones humanas, lo que le confiere a
éstas su pauta es su repetición a través de períodos de tiempo y distancias en el espacio.
Las acciones de todos nosotros están influidas por las características estructurales de las
sociedades en las que crecemos y vivimos, al mismo tiempo recreamos esas características
estructurales en nuestras acciones.

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DESARROLLO DE UNA PERSPECTIVA SOCIOLÓGICA

Un sociólogo es alguien capaz de liberarse de la inmediatez de las circunstancias personales.


Wright Mills: "La imaginación sociológica precisa, sobre todo, el poder pensar tomando
distancia frente a las rutinas familiares de nuestras vidas cotidianas para poder verlas como si
fueran algo nuevo".
Desarrollar la imaginación sociológica significa usar materiales de la antropología y de la
historia, además de los de la sociología.
Existe otro aspecto de la imaginación sociológica referido a nuestras posibilidades para el
futuro. La sociología nos ayuda no sólo a analizar las pautas existentes de vida social, sino a ver
algunos de los futuros posibles abiertos para nosotros.

¿ES LA SOCIOLOGÍA UNA CIENCIA?

La sociología es una disciplina científica en el sentido de que implica metodos de investigación


sistemáticos, el análisis de datos y el examen de teorías a la luz de la evidencia y de la
discusión lógica.

OBJETIVIDAD

Los sociólogos aspiran al distanciamiento en su investigación y pensamiento teórico,


intentando estudiar el mundo social sin prejuicios. La objetividad no depende de la perspectiva
de los investigadores concretos. Tiene que ver con métodos de observación y discución.
La objetividad en la sociología se alcanza sustancialmente mediante los efectos de la crítica
mutua entre los miembros de la comunidad sociológica.

LA IMPORTANCIA PRÁCTICA DE LA SOCIOLOGÍA

Comprensión de las situaciones sociales : El pensamiento y la investigación sociológicos


contribuyen en la práctica a la elaboración de políticas y a la reforma social de muchas
maneras evidentes. La más directa es haciendo comprender de forma clara o adecuada una
situación social.

Conciencia de las diferencias culturales : Ayuda a fomentar una mayor conciencia cultural. La
investigación sociológica proporciona un medio de ver el mundo social desde una diversidad
de perspectivas culturales, ayudando a acabar con los prejuicios que los grupos tienen los unos
sobre los otros.

Valoración de los efectos de las políticas : En tercer lugar, la investigación sociológica tiene
implicaciones prácticas por lo que se refiere a la evaluación de las iniciativas políticas.

El aumento del autoconocimiento : La sociología puede enseñarles a los grupos sociales cosas
sobre ellos mismos. Cuanto más sepan las personas sobre las condiciones de su propia acción,
y sobre el funcionamientod e su sociedad en general, es probable que puedan influir en las
circuntancias de su propia vida.

El papel del sociólogo en la sociedad : Nadie que tenga conocimientos sociológicos puede ser
inconsciente de las desigualdades que existen hoy en el mundo. Los sociólogos deberán tomar
posición sobre las cuestiones prácticas recurriendo a su conocimiento.

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MERTON
ESTRUCTURA SOCIAL Y ANOMIA

La conciencia de sí, las metas y las normas: Es la sociedad la que da la clave primaria para
entender el cómo y el porqué de las relaciones que se desarrollan. Sin esta entidad superior al
individuo, éste no tendría identidad: la sociedad, la comunidad o el grupo le da sentido del
mundo y a su existencia. La sociedad se hace presente a través de sus personajes (familia,
escuela, amigos, trabajo).
Naturalmente el hombre se ve en un dilema, en el cual por naturaleza instintiva actúa según su
propio beneficio, de esta manera el hombre mismo rompe las normas. Si no está contenido
tiene una conducta salvaje y antisocial.
Cuando surgen conductas anómalas faltan mecanismos de control social. Lo único que puede
contener al hombre en los ámbitos normativos es el control social.
Merton piensa que la conducta anómala no surge de la naturaleza humana. A veces la
conducta de divergente tiene como causa la propia estructura social, que ejerce presión para
que los individuos rompan el orden y tengan la conducta anómala.
Entonces la causa de la conducta anómala se encuentra en la propia estructura social

Desde esta misma, hace referencia a 2 elementos

 La estructura socioeconómica: En todo grupo social existen diferentes roles dentro de


la economía, vinculados a la producción de bienes.
 Estructura cultural: el orden social no solo se compone de roles socioeconómicos, si
no de metas y normas. Este es el que ordena la conducta humana. Esto explica por qué
los individuos se comportan de un modo “común”.
Dentro del espectro de la estructura cultural, cada sociedad depende a que darle más
importancia, si a las metas o a las normas. Se le llama sociedad ritualista a los grupos en los
cuales se valoran mucho más las normas que las metas.
Existen determinadas instituciones que son muy rígidas cuando las metas son muy altas
(sociedades estables). Pero muy poco por predispuestas a cambiar. Cualquier tipo de cambio
las destabiliza. Tiene tantas dificultades que a veces sacrifica metas.

En contraposición, existen Sociedades en las que hay una alta valoración de metas y una baja
valoración de normas. Estas son las sociedades eficientitas.

Hipotesis fundamental del texto: Las conductas que se desvían de las normas no surge de la
naturaleza humana. Son un síntoma de disociación entre las metas y los caminos estructurados
para alcanzarla. (Problema de la estructura social)
La sociedad ideal será aquella que logre un equilibro entre normas y metas. Para que una
estructura social sea estable, los individuos deberían tener algún tipo de satisfacción. Cuando
no es así, comienzan las conductas anómalas.
Hay satisfacción en las sociedades cuando consiguen las metas que es lo socialmente
buscado. Pero no tienen satisfacción cuando siguen las normas.

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Merton establece la tipología lógica frente a una estructura cultural, en que los individuos se
pueden adaptar a los diferentes sistemas:
Metas Normas Conductas
El individuo adhiere a ambas, y
+ + lleva una conducta
conformista
Adhiere a metas pero no a
normas= conducta
+ -
innovadora. Solo le importa
llegar a sus metas
No adhiere a metas, pero si a
- + las normas. Lleva a una
conducta ritualista
No adhiere a ninguna.
- -
Conducta rebelde

En el caso de que se rechacen las metas porque se proponen nuevas y se rechacen las normas
por propuesta de otras, lleva a la conducta rebelde. Debe ser una acción colectiva y no privada
como las anteriores.

Robert Merton elabora una tipología sobre como las personas hacen uso diferencial de las
normas en una misma meta social altamente valorada:

• Conformista: Internalizo las metas y los medios para alcanzarlas. Conserva la estabilidad y la
continuidad de la sociedad, no necesita renovar porque tiene la vida garantizada

• Innovador: Adhiere a la meta pero no repara en las normas que sigue para alcanzarlas.
Utiliza medios proscriptos pero eficaces. el individuo asimilo la importancia cultural de la meta
sin interiorizar igualmente las normas institucionales que gobiernan los modos y los medios
para alcanzarla.

• Ritualista: Implica el abandono o la reducción de los altos objetivos respetando


compulsivamente las normas. Quiere manejar sus aspiraciones con moderación para no
incumplir las normas y es presionado por la sociedad para que se convierta en innovador o
retraído.

• Retraído: Valora la meta pero no puede alcanzarla por un procedimiento legitimo, al


contario del innovador no prueba con otros métodos, sino que produce un abandono. Se
encuentra en un estado de indefinición, se encapsula para escapar de su situación.

• Rebelde: En algún momento internalizo las normas y metas pero al distanciarse de ellas las
pudo ver mejor y entonces busca un modelo alternativo para ofrecer a la sociedad. Revolucion,
llama a negar fidelidad a la estructura social a través de la creación de un nuevo mito.

• Resentido: Consientes de las causas que los han llevado ahí no son capaces de enfrentarse,
impotencia permanente, odio que le impide la capacidad de salir de su lugar.
Nada existe más irregular que el respeto por las normas colectivas en una sociedad signada
por la desigualdad. En esa sociedad la desigualdad crea en la personas el impulso de crearse

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una nueva reputación que no coincide con la llana de la realidad de su ser.
Pierre Bourdieu expresa que, la realidad social no se ciñe ni a lo objetivo (la posición sobre
todo fija q ocupamos en la estructura de clases sociales) ni a lo subjetivo (las representaciones
variadas y variables q podamos hacernos d nosotros y de los demás x estar situados dentro de
esa estructura); el objeto de las ciencias sociales incluye tanto la “real” realidad domo la forma
en que los individuos se la representan y actúan “realmente” sobre ella ya sea para
reproducirla, refórmala o transformarla.

CASTEL

Para que la cuestión de las desigualdades –y la de su reducción- se plantee es preciso que la


sociedad deje de estar escindida en bloques antagonistas entre los cuales la única relación
posible es la sumisión total al statu quo o el enfrentamiento radical para cambiar
completamente la situación.

La estructura de la sociedad salarial es cuando la sociedad se constituye alrededor de un


continuo de posiciones salariales que son a la vez diferentes y están estructuralmente
relacionadas entre sí, puesto que forman parte de un mismo conjunto interdependiente. A
partir de entonces ya no se trata de una lógica de oposición entre clases sino de una
competencia entre grupos profesionales.

Esta dinámica opera a través de la negociación colectiva entre los “interlocutores sociales”.
Las desigualdades pueden parecer soportables porque no están establecidas. Se pone en juego
lo que podría llamarse un principio de satisfacción diferida en función del cual cada grupo,
llegado el momento, puede programar la mejora de su condición. Debido a eso, la radicalidad
de los conflictos es desactivada. Esa es la lógica del “compromiso social” del capitalismo
industrial. Hay un compromiso entre intereses divergentes: del lado del capital, las relaciones
de producción permanecen inmutables, el salariado no fue abolido sino que, por el contrario,
se extiende y se instala y sigue siendo una relación de subordinación que el mundo de trabajo
está obligado a aceptar. Pero del lado de ese mundo del trabajo, la condición salarial se ha
consolidado y en adelante está rodeada y atravesada de protecciones. El conjunto de la
sociedad está atrapado en sistemas de regulaciones colectivas que preservan cierta
redistribución de los recursos, y sobre todo garantizan protecciones extendidas a la gran
mayoría de los ciudadanos de las democracias occidentales. Esta construcción permitió
superar las aporías de la primera “modernidad liberal restringida”.

Esta consistencia de la condición salarial dependía de la inscripción de sus miembros


en colectivos. (De trabajadores, sindicales, convenciones colectivas). El manejo del Estado
social es la instancia del colectivo por excelencia. El Estado no es un árbitro neutro entre los
interlocutores sociales. Pero tampoco es el instrumento exclusivo de la dominación de una
clase. Había una triangulación entre la organización colectiva del trabajo, la existencia de
interlocutores sociales que actuaban como actores colectivos y una presencia fuerte del
Estado social que daba un carácter legal y obligatorio a los equilibrios negociados entre los
interés del capital y los del trabajo. En esta configuración es el colectivo el que protege. A lo
largo del desarrollo del capitalismo industrial se había producido una desinduavilizacion
progresiva de las relaciones de trabajo. En adelante está inscripto en los sistemas de garantías
colectivas del estatuto del empleo y de la protección social.

El régimen del capitalismo postindustrial posee una dinámica de descolectivizacion, o de


reindividualizacion. Primero asistimos a una individualización creciente de las tareas, que exige

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la movilidad, la adaptabilidad, la asunción de responsabilidad por parte de los “operadores”. El
trabajo se organiza en pequeñas unidades que auto administran su producción, las empresas
apelan más ampliamente a los temporarios y a los contratados, y practican la tercerización en
una gran escala. Los antiguos colectivos de trabajo no funcionan y los trabajadores compiten
unos con otros, con efectos profundamente desestructurantes sobre las solidaridades obreras.
Las carreras profesionales se han vuelto discontinuas, dejan de estar inscriptas en las
regulaciones colectivas del empleo estable.

Algunos individuos salen a flote muy bien frente a estas nuevas exigencias, maximizan sus
posibilidades y se vuelven hipercompetitivos. La liberación de los encastres colectivos puede
efectivamente traducirse en una mayor eficiencia una ganancia en autonomía. Pero hay otras
categorías de individuos igualmente comprometidos en el remolino del cambio, pero que son
impotentes para dominarlo. Por lo general no fueron formados para hacerlo, ni acompañados
para llevarlo a buen puerto. Son así amenazados de invalidación social. En el primer caso, la
autosuficiencia del individuo puede llegar hasta la postulación solipsista de individuos tan
provistos de recursos y de bienes que, como nuevos Narcisos, se encierran en sí mismos en la
cultura de su subjetividad, hasta olvidar que viven en sociedad. Podría entonces hablarse de
individuos por exceso. Pero hay otros individuos que carecen de los soportes necesario para
poder afirmar un mínimo de independencia social que podrían ser calificados como individuos
por defecto, cuya presencia prueba hoy que la dinámica de la modernidad también conlleva
una posibilidad de descalificación del individuo. A menudo viven al día y dependen de la
necesidad o de la benevolencia de otro, o de la asistencia pública que sin duda les concederá
una ayuda, pero haciéndoles sentir con claridad que no pertenecen al régimen común. La
dinámica de la individualización implica así efectos contrastados.

Se asiste a una transformación del propio régimen de las protecciones que hace que los
“individuos por defecto” sean remitidos hacia formas inferiores de protección. Son así
devaluados no solo porque no están integrados en el régimen del empleo, sino también a
través de los dispositivos montados para paliar las carencias del empleo y la ausencia de
protección construidas a partir del trabajo. Estas prestaciones comparten el hecho de ser
inferiores a los seguros procedentes del trabajo.

Parece que esos “individuos por defecto” no son solo aquellos que no tienen trabajo. Con la
degradación de la categoría del empleo y la multiplicación de las formas de subempleo, cada
vez más trabajadores carecen también de las condiciones necesarias para conducirse y ser
reconocidos como individuos de pleno derecho porque se multiplican las actividades que,
hablando con propiedad, no son empleos de pleno derecho.

Una sociedad que se convierte cada vez más en una “sociedad de los individuos” es también
una sociedad en la cual la incertidumbre aumenta de una manera virtualmente exponencial
porque las regulaciones colectivas para dominar todos los avatares de la existencia están
ausentes.

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DURKHEIM
Para Durkheim el orden moral es equivalente al orden social de una sociedad. Ese orden moral
es un sistema de normas que se constituyen en las instituciones. Debe venir de afuera y la
sociedad debe poner los límites a las instituciones que lo impongan.
La sociología debe analizar la relación de los individuos con las instituciones. Para restaurar el
orden perdido se necesitaba la religión y la educación para que crearan una conciencia colectiva
que ponga fin a la anomía.
De acuerdo a Durkheim, lo que permite explicar la forma en la que se relacionan los individuos
entre sí es el análisis de los 2 tipos de solidaridad que se dan entre ellos:
- Solidaridad mecánica: Está vinculada a formas primitivas (comunidades medievales).
Surge de manera espontánea y se construye a partir de semejanzas. Debido a ello no
hay competencia entre los individuos lo cual implica pocas posibilidades que se dan
entre ellos.
- Solidaridad orgánica: Está vinculada a las sociedades modernas. Es la solidaridad
especulativa (se quiere sacar ventajas de los demás), supone una diferenciación de los
individuos, y en consecuencia la aparición de conflictos entre ellos. Se dan en las típicas
sociedades donde una fuerza externa (la autoridad) pone límites sobre ellos.

SUICIDIO
- Anómico: el individuo quiere más cosas que las que realmente pueda llegar a tener y al
no poder alcanzarlas cae en una frustración que lo lleva al suicidio. El individuo no ha
sabido aceptar los límites que la sociedad impone entonces transgrede la ley o se suicida
por no conseguir lo que desea.
- Altruista: el individuo tiene lazos muy fuertes con el grupo al que pertenece y se siente
muy presionado por él. Esto hace que al verse imposibilitado de satisfacer las
expectativas de dicho grupo se suicida.
- Egoísta: es el suicidio de los marginados. El individuo se encuentra aislado de la sociedad
y sin redes de contención, y es esto lo que lo lleva al suicidio.
Estos dos últimos tipos no son considerados por Durkheim como hechos sociales ya que se trata
de casos aislados. Durkheim sostiene que a través de la religión y la educación, en el contexto
anómico, se puede restaurar el orden moral perdido. Crea una conciencia moral en el grupo que
hace que desaparezca el contexto anómico caracterizado por la carencia de normas.

HECHO SOCIAL
Un hecho social son toda forma de obrar, pensar y sentir exteriores al hombre (EXTERIORIDAD),
dotado de un poder coercitivo e imperativo en virtud del cual se imponen a los hombres.
También debe ser general dentro de la extensión de una sociedad dada que a la vez tiene una
existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.
Es decir, son una serie de conductas humanas exteriores a los individuos presentes
independientemente de las personas que formen parte de una sociedad determinada. Estas
conductas ya están presentes antes antes de que nazca el individuo. Con la exterioridad se
diferencia los hechos sociales de los fenómenos psíquicos.
Durkheim sostiene que para comprender la forma que la sociedad se representa a si misma hay
que considerar la naturaleza de la sociedad misma y no solo de los particulares.
 COERCITIVO: Significa que se les imponen a los individuos, no por la fuerza, pero si
mediante un punto de vista cultural. Existe la posibilidad que se aplique por la fuerza,
pero a través de normas que la gente tiende a asumir como hechos sociales.
Por ejemplo: Un ejemplo de esto puedo ser la Xenofobia. A lo largo de la cultura hay
chistes que discriminan a los extranjeros, y nosotros adoptamos eso por más que
digamos que somos respetuosos con el resto, aceptamos estos chistes.

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 GENERAL: Es otra característica de los hechos sociales. Esto significa, que debe ser
compartido por un grupo de individuos determinado. Es decir, que ese hecho forme
parte de la estructura de una sociedad, que la sociedad lo identifique como hecho de
una cultura determinada.
El hecho no solo debe ser externo y coercitivo, sino que además debe ser compartido por
una cantidad de personas que asuman que es un hecho. (EXTERNALIZAR).
No necesariamente porque algo se interiorice va a ser objetivo para la realidad social. Si el
hecho social no se institucionaliza, no llega a ser un hecho social.
 INSTITUCION: Se denomina así a todas las creencias y modos de conducta instituidas
por la colectividad. De esto surge, que, según Durkheim, la sociología se define como la
ciencia de las instituciones de su origen y funcionamiento.

HECHO SOCIAL/ COMPARACIÓN CON WEBER

Para Durkheim el objeto de estudio de la sociología son los hechos sociales que son toda forma
de obrar, pensar y sentir que es anterior, exterior e impuesta al individuo. Según él, hay que
tomar los hechos sociales como si fueran cosas y estudiarlos a través de los métodos objetivos
de las ciencias naturales. Posee un poder imperativo/coercitivo que se impone al hombre que
si no se respeta tendrá una sanción tácita o explícita. Weber a diferencia de Durkheim, plantea
que el objeto de estudio de la sociología es el individuo en sí, porque son los únicos que albergan
fines e intenciones en sus actos. Diseña un tipo de método histórico comparativo que le permite
recuperar la particularidad del hecho social. Weber centra su estudio en la acción social. la
desarrollan individuos, es lo que hace posible comprender como funciona la sociedad. Nunca
está determinada solamente por el individuo sino que está orientada por las acciones pasadas,
presentes o futuras guiadas por acciones de otros. Es subjetivo. La clave para comprender como
funcionan las cosas pasa por tratar de comprender porque las personas hacen lo que hacen. No
es toda acción que se realiza, son acciones que tienen efectos sobre los demás. Toda acción
social siempre parte del individuo.
Los gremios como solución para la integridad social
Para Durkheim un síntoma patológico de la sociedad moderna era la escasa integración del
individuo con la sociedad. Para volver a la solidaridad mecánica de la época medieval sostiene
que habría que reestablecer alguna institución de aquel período y que esta institución deberían
ser los gremios, debido a que la principal unidad integradora era la profesión de los individuos.
Conciencia colectiva: conjunto de valores y creencias compartido por la mayoría de los
individuos de una sociedad y generada por la religión y la educación. El objetivo principal era
unir a la sociedad y poner un freno a la anomia para así poder restaurar el orden moral.
Anomia: implica ausencia de normas (normas morales). Se manifiesta en las sociedades
modernas, donde los individuos están cada vez más aislados y se rompe con la comunidad y la
tradición. Este modernismo genera una excesiva individualidad en los hombres y si no hay una
autoridad, estos se pueden ver arrastrados por corrientes sociales que aniquilen la autoridad de
la época. El suicidio es otra manifestación de anomia en la sociedad (implica un apartamiento
de las normas). Manifestaciones anómicas en la actualidad: tatuajes, piercings, concubinatos, ya
que se han dejado de lado las normas morales, que en su momento eran parte de la conciencia
colectiva.
Para Durkheim una sociedad segmentaria significa que existen grupos sociales que tienen cosas
en común, conforman un segmento social puede ser un recorte del sociólogo o puede que los
individuos sean conscientes que forman un grupo porque están por su propia voluntad, lo que
genera fortaleza del lazo social (capacidad de reconocerse como un conjunto colectivo). El
método de estudio de Durkheim es el hipotético deductivo.

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SUICIDIO EGOISTA (DETALLADO)

RELIGIÓN
En primer lugar observaremos como influyen sobre el suicidio las diversas confesiones
religiosas.
Si se estudian los suicidios europeos, vemos que en países católicos son menos numerosos que
en los países protestantes. Aunque hay que tener en cuenta que no en todos los países sus
habitantes no están al mismo nivel social y moral, pero las semejanzas son lo suficientemente
importantes para que tenga algún fundamento el atribuir a la diferencia de cultos el contraste
tan marcado que presentan desde el punto de vista del suicidio.
Para poder comparar esto deberemos comparar ambas religiones, catolicismo y
protestantismo desde el seno de la sociedad.
En lo que respecta a los judíos, su actitud para el suicidio es también inferior a la de los
protestantes, y generalmente también inferior aunque en menor grado a la de los católicos.

La única diferencia que existe entre católicos y protestantes es que el segundo admite el libre
examen con mayor extensión que el primero. Sin duda el catolicismo concede al pensamiento
y a la reflexión un menor espacio que el protestantismo o que el judaísmo, lo que busca es
reinar sobre las conciencias.
El protestante es el más autor de su creencia, la Biblia se deja en sus manos y ninguna
interpretación de ella se le impone, esto hace más sensible el individualismo religioso.
En conclusión, la inclinación del protestantismo por el suicidio debe estar en relación con el
espíritu de libre examen, que anima esta religión.
Si el protestantismo da una mayor eficacia al pensamiento individual es porque cuenta con
menos creencias y prácticas comunes.
Como conclusión podrá decir que la superioridad del protestantismo con respecto al suicidio,
proviene de que se trata de una iglesia integrada con menor fuerza que la Iglesia Católica.
De la misma forma puede explicarse lo que sucede con el judaísmo.

Debido a su historia de numerosas persecuciones, los judíos han creado en sus comunidades
una sociedad compacta con un alto sentido de la unidad y de la solidaridad, todo el mundo
piensa y vive en ella de la misma manera, por eso la Iglesia Judía resulta ser más fuertemente
concentrada que ninguna otra, en consecuencia y como analogía del protestantismo es a esta
misma causa a la que debe atribuirse la débil inclinación de los judíos por el suicidio.

El Judaísmo, como todas las religiones inferiores, consiste esencialmente en un cuerpo de


doctrinas que reglamenta de un modo minucioso todos los detalles de la existencia y deja poco
lugar al juicio del individuo.

De todo lo anterior se deducen dos conclusiones importantes; por un lado, vemos como el
suicidio progresa con la ciencia; y por otro lado vemos como cuanto más numerosos y fuertes
son los estados colectivos, más fuertemente integrada está la comunidad religiosa y más virtud
preservativa tiene. Lo importante no son los dogmas y los ritos, sino que sirvan por su
naturaleza para alimentar una vida colectiva de una suficiente intensidad: Porque la iglesia
protestante no tiene el mismo grado de consistencia que las otras, es por lo que no ejerce
sobre el suicidio la misma acción moderadora.

FAMILIA Y POLITICA
En un principio se pensó, que las personas casadas se suicidaban más que las solteras, pero
esta afirmación es completamente falsa y lo demostró Berlinton padre que tras un detenido
estudio concluyo que no es causa del matrimonio, sino causa de la edad, ya que si se estudia a

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todos los solteros frente a todos los casados, , por lo tanto si queremos comparar estos dos
grupos, habremos de hacerlo con personas de igual edad tanto solteros como casados, y así se
comprueba que la cifra de suicidios es mayor en los primeros que en los segundos.

Podemos decir que el estado del matrimonio disminuye aproximadamente en una mitad el
peligro del suicidio.

De otro estudio similar se deduce que las personas viudas se suicidan mucho más que
cualquier otro grupo de población de la misma edad.

De todos estos estudios se desprenden una serie de leyes:

-Los matrimonios muy precoces ejercen una influencia agravante en el suicidio, sobre todo en
lo que se refiere a los hombres.

-A partir de los veinte años los casados de ambos sexos se benefician con un coeficiente de
preservación con relación a los solteros.

-El coeficiente de preservación de los casados en relación con los solteros, varía según los
hechos.

-La viudez disminuye el coeficiente de los esposos de ambos sexos, pero frecuentemente no lo
suprime por completo.

La inmunidad de la que gozan los casados, puede deberse únicamente a dos causas:

Por un lado la influencia del medio doméstico, que entonces sería la familia o por otro lado
podría ser la selección matrimonial, no se casa el que quiere, hay pocas probabilidades de
formar una familia cuando no se reúnen ciertas cualidades de salud, de fortuna o de
moralidad.

Fuera de estas consideraciones, los numerosos hechos demuestran que la situación respectiva
a los casados y a los solteros se debe a causas muy distintas.

Si fuese un efecto de la selección matrimonial, en el momento en el que los jóvenes empiezan


a casarse debería empezarse a ver que la diferencia iría creciendo poco a poco, a medida que
los matrimonios aumentan, finalmente el culmen debería darse en el momento en el que toda
la población de una generación admisible para el matrimonio ha sido realmente admitida y
sólo quedan entre los solteros aquellos que sufren de alguna inferioridad de las antes
mencionadas, este momento debe colocarse entre los 30 y los 40 años, ya que más allá no hay
matrimonios.

Por el contrario el coeficiente de previsión evoluciona de otra forma, los casados muy jóvenes
son más proclives al suicidio que los solteros de su misma edad, en segundo lugar el máximum
se da casi en conjunto y al llegar a la edad de entre 30 y 40 años donde se supone que las
diferencias deberían ser mayores el coeficiente de preservación sufre un descenso brusco e
importante.

Aquí hemos de tener igualmente en cuenta el sexo de la persona, ya que dependiendo de qué
sociedad estemos tratando y como sean las condiciones para cada sexo los coeficientes
variaran de diferente forma dependiendo de cuál de los dos esté más protegido.

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Hemos de fijarnos igualmente si las parejas de las que estamos tratando tienen o no hijos, ya
que independientemente del estado civil de uno, la población con hijos tiende mucho menos
al suicidio.

Podemos decir que la inmunidad que presentan los casados no se debe a la sociedad conyugal,
sino a la sociedad familiar.

Si tomamos ahora como referente a las sociedades políticas, veremos que en las sociedades
jóvenes la tendencia al suicidio es menor que en otras.

Todas las crisis políticas o nacionales ejercen un efecto ralentizado para el suicidio, y este no
vuelve a sus cifras cuando termina la agitación, sino que lo hace de forma pausada.

Hasta aquí se establece que el suicidio varía en razón inversa del grado de desintegración de la
sociedad religiosa; doméstica y política. Esta proximidad demuestra que, si esas diferentes
sociedades ejercen un efecto ralentizado sobre el suicidio no es por consecuencia de
caracteres particulares de cada una de ellas, sino por una causa que es común a todas; El
suicidio varía en razón inversa a del grado de desintegración de los grupos sociales de que
forman parte los individuos.

¿De dónde se origina este suicidio?

Cuando la sociedad está completamente integrada tiene los individuos bajo su dependencia;
considera que están a su servicio y por consiguiente no les permite disponer de sí mismos a su
antojo; Se opone, pues, a que eludan, por la muerte, los deberes que con ella tienen.
CONCLUSION: dirá que el egoísmo, así es como hemos definido este tipo de suicidio, no es un
factor simplemente auxiliar; es una causa generadora. Si el lazo que liga al hombre con la vida
se afloja, es porque el nexo que le une a la sociedad, se ha relajado. Los incidentes de la
existencia privada, que parecen inspirar inmediatamente el suicidio y que pasan por sus
condiciones determinantes, en realidad no son más que causas excepcionales. Si el individuo
cede al menor choque de las circunstancias es porque el estado en que se encuentra, la
sociedad ha hecho de él una fuerza dispuesta al suicidio.

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WEBER

Economía y sociedad

Concepto de la acción social

La acción social se orienta por las acciones de otros, las cuales pueden
ser pasadas (historia), presentes o esperadas como futuras(lo que piensen generaciones
próximas). Los otros pueden ser individualizados y conocidos o una pluralidad de individuos
indeterminados y completamente desconocidos. Es decir, no habla de un “otro” físico si no
que se piensa que hay otro.

No toda clase de acción es “social”. No lo es la acción exterior cuando sólo se orienta por la
expectativa de determinadas reacciones de objetos materiales. La conducta íntima sólo es
acción social cuando está orientada por las acciones de otros.

No toda clase de contacto entre los hombres tiene carácter social; sino sólo una acción con
sentido propio dirigida a la acción de otros.

La acción social no es idéntica ni a una acción homogénea de muchos (abrir el paragua cuando
llueve), ni a la acción de alguien influido por conductas de otros (acción condicionada por la
masa. Un acontecimiento o una conducta humana pueden provocar determinados estados de
ánimo que no se darían en el individuo aislado. El desarrollo de una acción semejante,
determinada o codeterminada por el simple hecho de una situación de masa, pero sin que
exista en ella una relación significativa, no se puede considerar como social. Tampoco puede
considerarse como una “acción social” específica el hecho de la imitación de una conducta
ajena cuando es puramente reactiva y no se da una orientación con sentido de la propia acción
por la ajena. El simple hecho de que alguien acepte para sí una conducta determinada,
aprendida en otros y que parece convincente para sus fines, no es una acción social, ya que no
orientó su acción por la acción de otros, si no que por observación dirigió su conducta. Cuando
se imita una conducta ajena porque está de moda en cuanto estamental, tradicional, entonces
sí tenemos la relación de sentido, bien respecto de la persona imitada, de terceros o ambos.

No existe acción social sin sentido. Por lo tanto las acciones para ser sociales deben poseer
sentido, es decir, racionalidad. Dentro de estas, van a haber distintos ideales (lecturas de la
realidad) (más racionales/menos racionables). Puede ser:

1) Tradicional: determinada por una costumbre arraigada. Es la menos racional (pero no deja
de serlo).

2) Afectiva: especialmente emotiva, determinada por afectos y estados sentimentales


actuales. Se distingue de la racional con arreglo a valores por la elaboración consiente de esta
última de los propósitos últimos de la acción y por el planeamiento de la misma. Tienen en
común el que el sentido de la acción no se pone en el resultado, sino en la acción misma en su
peculiaridad. Actúa afectivamente quien satisface su necesidad actual de venganza, goce, o de
entrega o de dar rienda suelta a sus pasiones del momento.

3) Racional con arreglo a valores: determinada por la creencia consiente en el valor-ético,


estético, religioso o de cualquier forma como se le interprete- propio y absoluto de una

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determinada conducta, sin relación alguna con el resultado, o sea puramente en méritos de
ese valor. (Importan los mandatos, es decir, es siempre una acción según mandatos o de
acuerdo con exigencias que el actor cree dirigidos a él.). Actúa estrictamente de un modo
racional con arreglo a valores quién, sin consideración a las consecuencias previsibles, obra en
servicio de sus convicciones sobre lo que el deber, la dignidad, la belleza, la piedad o la
trascendencia de una “causa”, parece ordenarle.

4) Racional con arreglo a fines: determinada por expectativas en el comportamiento, tanto de


objetos del mundo exterior como de otros hombres, y utilizando esas expectativas como
condiciones o medios para el logro de fines propios racionalmente sopesados y perseguidos.
Importan los resultados, lo que se consigue, el objetivo final. Actúa racionalmente con arreglo
a fines quien oriente su acción por el fin, medios y consecuencias implicadas en ella y para lo
cual sopese (Examinar con atención o considerar con prudencia las ventajas y los
inconvenientes de algo, o su importancia y trascendencia) racionalmente los medios con los
fines, los fines con las consecuencias implicadas y los diferentes fines posibles entre sí. Es la
acción racional por excelencia.

Se puede observar en la acción social regularidades de hecho; es decir, el desarrollo de una


acción repetida por los mismos agentes o extendida a muchos, cuyo sentido mentado es
típicamente homogéneo. Por uso debe entenderse la probabilidad de una regularidad en la
conducta, cuando y en la medida que esa probabilidad, dentro de un círculo de hombres, esté
dada únicamente por el ejercicio del hecho. El uso debe llamarse costumbre cuando el
ejercicio de hecho descansa en un arraigo duradero. La costumbre aparece como una norma
no garantizada exteriormente y a la que de hecho se atiene el actor “voluntariamente”, ya sea
“sin reflexión alguna” o por “comodidad”. Los modos de vestir, aunque nacieron como
“costumbre”, son hoy, en gran medida, no sólo costumbre sino convención.

La acción puede orientarse en la representación de la existencia de un orden legítimo. La


probabilidad de que esto ocurra de hecho se llama “validez” del orden en cuestión.

Relación social

Por relación social debe entenderse una conducta plural que, por el sentido que encierra, se
presenta como recíprocamente referida, orientándose por esa reciprocidad. La relación social
consiste, plena y exclusivamente, en la probabilidad de que se actuará sociablemente en una
forma indicable; siendo indiferente, por ahora, aquello en que la probabilidad descansa. La
relación social consiste sola y exclusivamente en la probabilidad de que una forma
determinada de conducta social, de carácter recíproco por su sentido, haya existido, exista o
pueda existir. La relación social es unilateral pero no deja de estar referida en la medida en
que el actor presupone una determinada actitud de su contrario frente a él y en esa
expectativa orienta su conducta. Sólo es bilateral cuando el sentido de la acción se
corresponde en ambos.

Una relación social puede tener carácter enteramente transitorio o bien implicar permanencia,
es decir, que exista en este caso la probabilidad de la repetición continuada de una conducta
con el sentido de que se trate.

El “contenido de sentido” de una relación social puede variar. Le llamamos “orden” cuando la
acción se orienta por “máximas” que pueden ser señaladas y “validez” de este orden cuando la
orientación del hecho por aquellas máximas tiene lugar porque en algún grado significativo
aparecen válidas para la acción, es decir, como obligatorias o como modelos de conducta.

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El sentido de una relación social puede ser pactado por declaración recíproca. Esto significa
que los que en ella participan hacen una promesa respecto a su conducta futura.

Apuntes adicionales (Daniel y Pablo) Weber-Durkheim-Marx

Weber va a aportar a lo social desde el individuo partiendo de la acción social (es una acción
llevada a cabo por el individuo, intencional, para él o para otros). Dice que es posible estudiar
la intención del individuo orientada hacia otro. Piensa la sociedad como un conjunto de
individuos entrelazados entre sí.

Weber, Durkheim y Marx miran lo social desde distintos puntos de vista. Los 3 autores dan
aportes para el estudio de la sociología. Durkheim es el primero que va a definir el hecho social
y Weber es posterior a él. (Durkheim y Marx son contemporáneos.)

Weber encabeza todo movimiento en paralelo a los anteriores. Elaboró el pensamiento


comprensivista. Marx no va a apuntar a lo académico como los otros dos autores sino a lo
político

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