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10. POLITICA EDUCATIVA
DEL MUSEO
Jpoderpensaren oposite wtzande el subjuntve para preguntarnascqué tls?
‘25 lo que nas permite tener pata con ls dems, considerr diferentes
puntos de vista concebiy, por coniguene,poéerimplementar un cambio
‘onl forma en que trabajar.
Lust Beare [2009]
DESAFIOS Y ANHELOS
En su visionario libro From Knowledge to Narrative. Educators and
the changing museum, Lisa Roberts [1997] discute la nocién de ta
educacién en los museos con relacién a cuatro aspectos: como entre-
tenimiento, como herramienta para el enriquecimiento de las perso-
ras, como un formador de las experiencias de los visitantes y como
tuna responsabilidad étice del museo para con la sociedad. La autora
recomienda sobrepasar el rol expandido de la educacién en museos,
besado en la explicacién de los objetos, y apoyar la construccién de
las narratives de los visitantes.
Para concretar nuestros suefios y utopias en acciones, nos plan-
teamos los desafios de la educacién en museos desde diferentes pla-
taformas: la formacién, el diario del guia y la evaluacién como inves~
tigacién. A su vez, esos niveles confluyen en los procesos curatoriales
colectivos, las curadurias en conversacién, y en la elaboracién de
politicas de educacién en cada museo que orienten y den sentido a
las actividades que se realizan.LAFORMACION
Como resefia Juanola Terradellas (2009), en 1986 Elliot Eisner
afirmaba que la tarea de educador en museos no tenia credibilidad
en el ambito de los conservadores y edministradores de museos,
Algunos de los motives tenian que ver con que los conservadores
esperaban ciertas cvalidades en los educadores y no las encontra-
ban. Estas eran: formacién pedagégica, dotes comunicadoras, for-
‘macién superior en la disciptina del museo y en educacién, habilidad
para ver la obra desde varios puntos de vista y para educar en todos
los niveles educativos: habilidades organizativas y de supérvisién para
la redaccién de objetivos educacionales y de publicacién, etc.
De un modo u otro, el rol de los educadores de museos viene
valorizéndose en los tiltimos afos gracias al reconocimiento de sus
funciones. Cuando los museos son pensados en clave educativa, os
especialistas en educacién en museos son profesionales que pueden
desarrollar diversas tareas, entre las cuales se encuentran su inclu-
sién en grupos de desarralla de exhibiciones y su reconocimiento
como representantes del piblico. Desde esos espacios. es posible el
planeamiento conceptual de una muestra y la construccién de dife-
rentes niveles de interpretacién: la escritura y adicién de los textos, el
asesoramiento sobre la dimensién espacial y objetual, la edicién del
material anexo 2 una muestra, el disefio de dispositives de participa-
cin, el disefio de instrumentos de evaluacién, ete
Por su parte, Leslie Bedford (en Weil, 1999], por muchos afos
cespecialista en educacién en el Museo de Nios de Boston, propone
el establecimiento de un instituto de formacién que prepare a los
trabajadores de la educacién en-los museos como creatives gene-
ralistas, mediante la combinacién de diversos saberes y habilidades
{ue se hallan dentro y fuera del mundo de los museos: le habilidad
para trabajar con los miembros de la comunidad institucional en
tareas de asesoramiento, la capacidad para establecer colaboracio-
nes productivas con otras organizaciones, una profunda comprensién
de cémo usar, ampliar y extender las mbitiples posibilidades de cada
exposicin hacia la comunidad -conferencias, peliculas, conciertos,
naé para éscuelasy farnilias- y un uso apropiado de las inves-
oe ow?
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tigaciones acerca del publico y de las variadas formas de evaluacién
en los museos.
Retomando los aportes de Gilles Ferry [1977], podemos decir que
el concepto de formacién se relaciona con la idea de ponerse en
forma para ejercer précticas profesionales, para reflexionar y actuar.
Involuera a la persona en su totalidad, y no se reduce al aspecto
intelectual, sino que incluye lo social, emocional y corporal, en un
movimiento dialéctico de objetivacién y subjetivacién. La formacién
debe reunir, segtin este autor, tres condiciones esenciales: de tiempo,
de espacio y de relacién con la realidad. Un tiempo y espacio determi-
nnados, para reflexionar sobre lo hecho e idear maneras alternativas
de hacer. Un distanciamiento de la realidad, para trabajar sobre las
representaciones de si mismo y de los otros. La creacién de este
espacio para la toma de conciencia es fundamental, pero debe estar
acompafiada de un proceso de construccién de la mediacién y la
accién profesional que permita el desarrollo de aptitudes para actuar
de manera auténoma y responsable.
En la actualidad, asistimos a la multiplicacién de programas,
redes y politices especifices que epuntan a la formacién y profesio~
nalizacién de las précticas educativas en los museos. Le Universidad
de Leicester es pionera en este sentido, con su Departamento de
Museologia, que funciona desde hace cuarenta afios. Es en funcién
de cémo imaginamos y practicamos la educacién en museos que
aisefiaremos su formacién. La mayor parte de las propuestas estin
Girigidas a la formacién del personal que trabaja en los departa~
mentos y servicios de educacién, Se destaca, como ejemplo muy
interesante, la propuesta de formacién de educadores al interior de
la Pinacoteca de San Pablo; Brasil. Mila Milene Chiovatto, la coordi-
nadora del Nicleo de Accién Educativa, explice de este modo parte
de la formacién general:
Hemas elaborado una aposila con textos referenciales de educacién
lincluso textos de nuestra fundementacin teérical, historia incluso
hiistorial dela construccién de los edificios de la Pinacoteca, constitu
2 Universidad de Leieester: cmmute-ac.uk/ms>
* Pinacotece del Estado de San Pablo: cammpinacctecs org br,
POLITICA EDUCATIVA DEL MUSEOcién del acervo y biogratfas de artistas referenciales del acervol y arte
Idiscutiendo conceptos de arte, de las propuestas curatoriales y mu-
seol6gicas], contenidos reforzados por la indicacién de lectura de los
‘materiales educacionales publicados por nosotros. También se reali-
zan encuentros con curadores de exposiciones temporales en curso
fen el museo, con vistas a establecer didlogos con el acervo y ampliar
las éreas de actuacién de los educadores.
A continuacién, destacaremos algunas tendencias que nos pare-
cen promisorias y de ruptura con la tradicién de formacién de tos
educadores exclusivamente considerados como parte de un servicio
de atencién a los visitantes. Estas son: los niveles de interpretacién,
la elaboracién de politices educativas de museo, la habilidad trig
mensional y el lugar de la coordinacién.
Hay propuestas que conciben 2 los educadores de museo como pie-
zas clave en los niveles de interpretacién puestos en escena. En ellas,
‘se hace foco en la cuestién de la autoridad de los museos, hoy puesta
en jaque desde las posturas criticas, Se examinan los marcos interpre-
tativos de los museos como espacios de controversia en la sociedad y
le cultura, los diversos actores [curedores, conservadores, disefedores,
educadores, comunicadores! y las actividades que construyen interpre-
tacin, Por ejemplo, durante el cisefio de una muestra, la elaboracién de
los textos, fa planificacin de programas y elaboracién de guias de visita y
materiales impresos, etc. En este tipo de propuestas, suele hacerse hi
‘copié en la importancia de la narrativa personal y en cémo los museos
intentan hacer frente a la diversidad y el pluralismo de sus visitantes.*
Otros disefios incorporan un enfoque mas abarcador. que ofrece
elementos para una politica educativa de museo que potencie al
maximo el uso de sus recursos para el desarrollo de un plan estra-
tégico que tenga como centro la educacién. Para ello, se plantea la
necesidad de establecer la relacién entre la politice educativa y la
politica general de la institucién
El aporte de los educadores en el diserio y montaje de exhibiciones,
que pone en juego la llamada inteligencia espacial y las habilidades
* Museum Learing:
tridimensionales, es la dimensién menos abordada. Una formacién
centrada en estos aspectos déberia tener en cuenta interrogantes como
los siguientes: gcémo es que las formas producen contenido?, gcémo
influye la concepcién del aprendizaje en el disefio de las exposiciones y
de los espacios arquitecténicos [composicién de espacios, dimensiones,
luces, colores, etc 17, scémo se traducen en el espacio las operaciones
de transmisi6n, comunicacién, representacién, interpretacién?, zcémo
se colocan los objetos en el espacio para que se signifiquen unos por
relacién a otros?, geémo se incluye la vor del pibtico en el disefio de las
exposiciones?: icdmo se disefian espacios plblicos para “crear comu-
ridad"?, ;cudl es el papel de los educadores en los disefios y montajes
de exhibiciones, la “museificacién” de monumentos y la intervencién
sobre el paisaje?, ,cSmo se diseran dispositivos para la participacién™
Finalmente, las cuestiones vinculadas al lugar de la gestion y coordina-
cién incluyen tematicas que van desde lo vincular, la inclusién del cuer-
po, los modos de intervencién-accién y las escuchas, hasta el valor de la
coordinacién en los espacios publicos y su capacidad transformadora.?
En América Latina, el campo de la educacién en museos recién est
ciando ncorporado ea las planes de farmacifn académira: parla menos.
desde las arenas de complejidad que hemos intentado recorrer a lo
largo de este libro, Se trata de una educacién en museos que devela ~y
se desvela por- relaciones, dilemas, tensiones y contradicciones entre
las visiones institucionales, tas colecciones de los museos ylas versiones
de los vsitantes acerca de cémo funcionan los museos, cémo represen-
tan las culturas, la dversidad y negacian el conocimiento (Padé, 2001).
EL DIARIO DEL GUiA
4Cémo construir el pasaje de las visitas estandarizadas a las acti-
vidades con sentido? {Cémo ir de la repeticién lineal y mecénica al
* Centra de Estudios Multisipinvios: : del 200 a 2008
se orgonizarn all cursos presenciales yrtsles que enfatzara los aspecos vincla-
dos al espacio yal montaje de las exposiciones.
Ter propuesta de la Escuela dal Tptico de la Infancia: cwwmurosariogoxar>. y et
programa de formacién de educadores dela Pinacateca de San Pablo, 5 de septiembre
1 2010;
POLITICA EDUCATIVA DEL MUSEO