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si se acumulaban, por epreinios>.hasta entonces inconcebibles. La clase obre- el único estado eLiropeo, aparte de Ii.lailda, que sufrió un declive demográfico
ra del norte de Europa podía perniitirse unas vacaciones en el mar Negro o el absoluto en los años sesenta: entre 1955 y 1961, la población cle la RDA cayó
Mecliterrárieo. Pero al final, como en todas las eras, el gran optimisino de la de 17,s a 17 millones, debido sobre todo a la emigración. La construcción del
j~iventudse estrelló contra las rocas. lnuro de Berlín frenó prácticamente la einigración, pero no la pérdida de
La década de 1960señaló el principio de un can-ibio demográfico secular. población. El índice neto de reproducción descenclió de 1.17 en 1963 a 0,73
Los índices de natalidad disminciyeron al nivel cle reemplazo o incluso por en 1975, y ya no volvió a alcanzar el nivel de reemplazo ( ~ i índice
n de ~ i n oequi-
debajo. En ChecosIo\~aquia,Hungría y Bulgaria. el descenso se inició a finales vale al reemplazo).
de los años cincuenta; en la Unión Soviética, Polonia y Rumania, a principios de La principal razón para el descenso de la fertilidad sin duda fue una elec-
los años sesenm. En Gran Bretalia, el número de naciiriientos con vida, que a ción humana consciente. En todo el continente, las parejas decidieron limitar
principios de la década de 1960 superó el rriillón al año, el nivel más alto desde el tamaño de sus familias. Para ello, la píldora anticonceptiva, recién inventa-
finales de los arios cuarenta, desceiidió a 700.000 en 1975. A filiales de los años da, fue de gran a)~ida.A pesar de la rígida oposición de la Iglesia católica a
sesenta, los índices netos de reproducción en Bulgaria, Hungría y Rumania toda clase de control de la natalidad, salvo el llamado ~ ~ i n é t o doginon,
o la píl-
habían caído por debajo del ni\:el de reemplazo. El desceiiso no se propagó de dora fue aceptada en general como el método anticonceptivo niás seguro y
una manera regular por todas las sociedades. Algunos grupos, por ejemplo los práctico. En 1967, la sanidad pública británica empezó a recetarla, tanto a
gitanos y los rii~isulinanesen los Balcanes, aún mantenían índices de natalidad mujeres solteras como casadas. En los países católicos y comunistas, su difw
despr~~orcionaclamerite elevados, suscitaiido preocupaciones etilo-nacionalis- sión fue más lenta. En Francia, la píldora no se legalizó hasta la aprobación
tas entre sus vecirios. de la loi Neuíclirth en 1967, e incluso entonces cori restricciones: sólo se daba a
Se han aducido diversas razones para el descenso clel índice de natalidad: las niiljeres casadas, con receta médica y tras rellenar complicados formula-
el inayoi- nivel de ediicación de la mujer, la elevada pai-ticipación de la mujer rios. En Italia, iio se re\ocó la prohibición imp~iestaen la era fascista sohre
ei-i el mundo laboral. tina cultiira consiiinista de autogratificación, las limitacio- la información relativa al control de la natalidad hasta 1971. En Irlanda, la
nes de la viviericla. Niiig~ii-iade ellas acaba de ser del todo convinceiite. Otra razón iiiiportación, venta o publicidad de cualquier tipo de anticonceptivo fue ile-
fue sin cluda el efecto a largo plazo de la guerra. Salvo en países neutrales como gal hasta 1974. En Europa del Este, la preocupación por el declive en los índi-
Suecia y Suiza, la demografía de gran pai-te del continente se había visto profiin- ces de natalidad Ilevó a algunos gobiernos a iinponer restricciones a la píldo-
dari-ienteafectada por- e1 clerranian-iieiitode sangre. El impacto de la guerra en la ra. Así pues, no debe exagerarse el impacto de esle primer fármaco relaciona-
población de la URSS todavía se percibía en los grandes cleseq~iilibriosen la dis- do con el *estilo de vida>,.En 1970, sólo lo tomaba el G por ciento de las m~ije-
tribiición de las edades y la proporción enti-e los sexos registradas en el censo de res francesas. Ya en los años ochenta, aunque la gran mayoría de las parejas
1939, el primero realizado después de la guerra. La escasez de hombres Ilevó a un europeas empleaba algún tipo de método anticonceptivo, en ningún país la
proi-iiinciado declive en la proporción de mujeres casadas en edad fértil. Estas mayoría de las mujeres en edad fértil tomaba la píldora. Antes de la aparición
tendencias se dieron especialmei-iteen las regiones europeas de la URSS, las afec- de la píldora, se empleaba11 otros métodos como el diafragrna y el D I ü , que
tadas más directanierite por la ocupaci6n durante la guerra. Los esfiierzos del nunca se abandonaron, sobre todo después de vai.ios sustos por los efectos de
gobierno por invertir la tendencia, poi. ejemplo honrando a las *Madres la píldora en la salud. En cualquier caso, la disminucióri de la fertilidad en
Heroicas,, y dando <<Medallas a la Maternidad-, 110tubieron ningín efecto visible. gran parte de Europa Occidental fue anterior al consumo a gran escala de la
Unos cuaiitos países niostraron rn»delos un taiito distintos. En Francia, píldora, que por lo tanto debe considerarse aceleradora más que iniciadora
un b00nl de bodas clespiiés de la guerra Ilevó, como en los demás países, a un clel declive demográfico.
bnby boom a finales de los alios cuarenta (y a la inversa también). Pero allí cliiró El descenso de la fertilidad no viiio acompañado, como cabría esperal-, de
1115s tiempo: e11 Francia se registraron 516.000 naciinientos, un récord, y la un aumento d e personas sin hijos. Al contrario, el núniero de personas sin
cifra se mantuvo por encima de los 800.000 cada año hasta 1973. La poblaciói-i hijos disminuyó en la inayor parte de Europa Occidental (salvo en Aiemania)
alcanzó los 52,7 millones en 1975, un aumento de casi u n tercio desde el final entre el primer y tercer cuarto del siglo xx. La caída en la caiitidacl de naci-
de la guerra y el índice de crecimiento demográfico iriás elevado en la historia mientos no se dehi6 en absoluto a la abstencioi-i de tener hijos. sino más bien
moderna francesa. Sin embargo, no todos estos niños frieron buscaclos: según a la combinación de su aplazamiento y su reducción, otra señal de que fiie
un estiidio en los hospitales de maternidad franceses de 1959-1962, una terce- fnito de una decisión consciente cle las mujeres, sobre todo teniendo en cLien-
ra parte d+gios embarazos no eran deseados. ta que prohableniente una dieta más equilibrada permitía una ii-iayor capaci-
Alemania Occidental tainbién experimeritó Lin rápido crecimiento denio- dad biológica para concebii-.
grifico -de 49 a 60 millones entre 1949 y 1970-, aiinclue gran parte se debik Los nacimientos ilegítimos, que habían descendido en la primera mitad
a la inniigracicjn. Las dos Aenianias sufrieron un descenso eii la fertilidad del siglo, empezaron a aumentar otra vez desp~iésde 1945. A diferencia de
hasta rniiy por debajo del nivel de reemplazo a partir de mediados de los años : otros nacimientos, la gran mayoría de éstos no eran biiscados. Las mujeres,
sesenta. No obstante, Alemania del Este, con iina migración neta negativa, fue : sobre todo las jóveii.es y pobres, tenían hijos ilegítimos porque carecían de
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información, de medios y de un marco legal para poder elegir. Ya antes de la abruptamente: en Y~igoslaviadesde 121 por mil nacimientos con vida en 1950
Primera Guerra Mundial, al menos una tercera parte de las mujeres que se hasta 57 por mil eri 1970; en Italia e n el mismo período desde 68 hasta 2!) por
casaban en las grandes ciudades d e Alemariia se quedaban enibarazadas antes mil. La mortalidacl materna también disminuyó. Por primera vez en 13 liistoria
de contraer matrimonio. Pero si bien eiitonces se consideraba la ilegitimidad Jiuniana, el parto se vio despojado del terror d e ir acompañatlo o sucedido
irria deshonra, e n los años sesenta se aceptaba más el sexo antes del matrimo- iiiinediatamente después por la muerte.
nio y no había tanta presión para apresurar las boclas a fin legitimar la clescen- Una salud mejor significaba qile para la mayoría de los nacidos la espe-
dencia. En Suecia, en 1963, el '28 por ciento de los nacimientos eran ilegíti- ranza d e vida se prolongaba hasta la vejez. La expectativa de vida niedia
mos. En Francia. en el periodo d e 1960-1969, el 55 por ciento de las niujerrs aumentó en todas partes, en la Unión Soviética de 1 7 años en 1938-1939 a 70 en
declararon en las encuestas que habían tenido relaciones sexriales antes del 1962-1963. (Esta mejora se produjo a pesar del Iiecho de que el gasto soviético
matrimonio, e n comparacióri con el 33 por ciento en las décadas d e 1940 y e11 salud, el 2,8 por ciento del PNE en 1968, era proporcionalmente niuy infe-
1950. Al parecer, las encuestas habían reemplazado a los confesionarios, sólo rior a1 d e la mayoría d e los deinás países europeos.) Como nacían inenos niiios
q u e la mayoría d e los encuestaclos ilo buscaban la absolución por lo que ya no y la gente v i ~ í amás, se alteró el eq~iilibrioentre ciejos y jóvenes en la pobla-
consideraban pecados. ción. La medicina pediátrica se convirtió en una simple cuestión preventiva y
Uiia opción legal que tenían ahora las mujeres, al inenos e11 algunos luga- los gastos en ciiidados geriátricos se dispararon. El suministro de agrias públicas
res, era el aborto. Dicha alternativa n o se dio sin una lucha, sobre todo en los más limpias, una dieta iriás equilibrada y mejores servicios d e salud pública
países católicos. A diferencia d e Gral1 Bretaiia, doiide se legalizó el aborto en erradicaron las enfermedades que habían sido el azote d e las generaciones
1968, siguió sielido ilegal e n Irlanda hasta el nuevo milenio. en Italia hasta anteriores. Se difrindieron las nuevas vacunas: contra el sarampión en 196-1,
1978, en Portligal hasta 1984 y en España hasta 1985; incliiso despiiés, las leyes contra 13s paperas eii 1967 y contra la rubeola en 1969.
del aborto fueron muy restrictivas tanto en Poitiigal conio en España. En La última epidemia iiriportante d e polio en Eriropa, en Cork e11 el sur d e
Francia, el aborto era ilegal en los años seseiita, aunque se practicaban liasta Irlanda en 1936-1957, se produjo después d e desarrollarse la vaclina Salk en
medio millón al año y 1111gran número d e mujeres moría a causa d e operacio- E
Estados Unidos e n 1955. pero antes de difundirse ampliameiite en Europa. Ésta
nes mal hechas. En 1971, 315 mujeres francesas famosas publicaron iin era una enfermedad que aterrorizaba más que cualquier otra: quizá porque ata-
Manif~stedes 343 eii el semanario d e izquierdas Le Nouriel 00sn.7in1ez~r. cloiiclt. caba a los niños d e una manera aparentemente arbitraria y porque podía para-
todas declaraban públicamente que habían abortado. Incluían a Catlieriiie lizar cle por vida. Las autoridades locales y el C o ~ kExaminctr, pi-eocupados por
Deneuve y las escritc)ras Marguerite Duras y Francoise Sagan. Se creó un niovi- prevenir un p6nico que afectara al comercio y, carisaiido rina huida masiva, pro-
miento masivo a favor d e la legalización. Lopró sus objetivos con la aprobación pagara aún más la infección, insistió en que no había .<razónpara iina alarma
en 1975 d e la loi Ecil, seguida en 1981 por u n a nledida que permitía que la indebida)).' Posiblemente se contagiaron unas cincuenta mil personas, la
Segriridad Social financiara los abortos. mayoría sin darse cuenta, aunque sólo a 499 les fue diagi~osticadala enferine-
El contraste con gran parte d e Europa del Este era notable. En la URSS, dad y 20 murieron.
clonde se volvió a legalizar el aborto en 1955, se registraroii oficialmente ocho Así pues, la familia nuclear del final d e la era ind~istrial,caracterizada por
inilloiies d e interrupciones del embarazo anuales a mecliados de la década de un alto nivel d e doiriesticidad femenina, Lina edad inedia para contraer rriatri-
1960. La decisión d e volver a autorizai. el aborto parece guardar relación con monio baja, unos íridices d e fertilidad y matrimonio altos y unos índices d e
la relajación social general del períoclo postestaliriista. También fue eii parte divorcio P ilegitimidad bajos, empezó a deshilacharse en gran parte de Eiiropa.
una respuesta a la presión poprilar ejercida p o r el graii iiúmero d e abortos ile- La edad niedia para contraer matrimonio fue una excepción a la regla; clescen-
gales. En la Unión Soviética hubo más abortos que partos a lo largo d e las tres di6 en E~ii-opaOccidental en los años seseiita, pero empezó a subir desptiés d e
décadas a partir de 1960. En el resto d e Europa del Este, el aborto fue d e lejos 1970 y a partir de entonces alcanzó niveles sin precedeiites. La desintegración
la forma más habitual d e control d e la natalidacl hasta la caída del coinunismo. de la familia se correlacionó en gran medida con la religión: 103 paises d e
En Rumania, en 1965, se practicaban cuatro aborios por cada parto. Marniado mayoría protestan te y mriy seglares fiieron en cabeza; seguidos por los católicos.
por las consecuencias e n la poblacióii del país, el gobierno prohibió el aborto y la Europa predominanteniente ortodoxa del sudeste qiiedó a retaguardia.
salvo en uri número limitado de casos. como el incesto. El índice cle natalidad Mientras que los índices de divorcio se habían mantenido estacionarios
se dobló al 530 siguiente y luego volvió a caer cuando los abortistas ilegales rea- eii la mayoría d e los países europeos occidentales en la década d e 193U, se dis-
nudaron siis actividades. pararon e n los años sesenta. Una razón es que se bajaron las barreras legales.
Gracias en parte a la iriayor proporcióri d e partos llevados a cabo en 110s- Muchos países abandonaron el concepto d e <,infracciónc o n y ~ ~ g asustitiiyén-
l~~,
pitales, los índices d e mortalidad infantil sigilieron descendiendo, e n muchas dolo por el d e divorcio ((sincrilpas)>.EII Inglaterra y Gales, el niíniero d e divol--
regiones por clebajo de lo que, en el periodo d e entreg~ierras,se había consi- cios anuales, ya cinco veces por encima del nivel anterior a la guerra en 1960,
derado el ~ ~ i n í n i mhiológicon
o d e alrededor d e cincuenta por mil. En el siir y se elevó d e 35.000 en 1960 a 45.000 en 1968. Asimisrrio, e n Francia, a pesar d e
el este de E~iropa.donde las tasas seguían siendo las más altas, ciisrniriiljeroil - las restricciones d e 13 Iglesia católica, las cifras ascendieroii de iiianera constaii-
EUROPA EN LA D É c . \ D ~ DE 1960 52 1

te, aunque hasta 1973 sólo se concedía el divorcio e n casos d e adulterio demos- Mientras que a principios d e siglo el movimiento feminista había sido e n
trado o violencia. En Italia, el divorcio estuvo prohibido hasta 1970: e n unos gran parte político, en los años sesenta sus objetivos eran distintos. El sufragio
pocos iniles de casos al a ñ o los tribunales estatales conceclían separaciones femenino dejó de ser una reivindicación significativa. La m ~ i j e había r adclliiri-
legales; unos cuantos centeiiares d e niatrimonios coiitraíclos por la Iglesia (el d o el derecho al voto e n Francia e Italia al final cle la Seguiida Guerra hIundial.
99 por ciento del total en ese niomento) se disolvían después d e L I I ~largo y En Suiza lo consiguieron a nivel federal en 1971, aunque algunos cantones
h ~ ~ m i l l a i iproceso
te d e ~ ~ a n u l a c i ó nFiiialniente,
~>. una campana encabezada por sigiiieroii negándoselo; el último en concederlo, el pequeiio semicantón d e
el Partido Radical llevó a la aprobación de la ley del divorcio e n 1970. En una Appenzell Innerrhoden al noreste del país, cedió e n 1990 después d e una
acción d e retaguardia, los democristianos, espoleados por el Vaticano, forza- orden del Trihunal Supremo Federal. El derecho al voto sólo fue el primer
ron la convocatoria de un referéiidum sobre la cuestión en 1973, pero sólo un paso e n el largo camino hacia la igualclad sexual. En Francia, por ejemplo,
41 p o r ciento d e los votos apoyaron la i-evocación d e la ley. El divoi-cio era más hasta la década de 1960, las m~ijerescasadas eran jurídicamente aiiAlogas a los
frecuente eii los países protestantes del norte d e Europa que e n los católicos del menores, eseiicialmente siibordiiiaclas a sus niaridos. Hasta 1965, una mujer
sur. En la Cnióii Soviética, se relajaron las limitaciones impuestas al clivorcio d e casada tenía q u e pedir periiiiso a su marido para salir a trabajar o para abrir
los años de Stalin a partir de 1965, cuando se reanudó la práctica del divorcio a uiia cuenta corriente. Una nueva ley d e familia d e 1970 reconocía a los cónyu-
petición. El iiidice cle clivorcios se disparó e n las siguientes dos décadas, convir- ges como iguales, pero el marido siguió siericlo el gestor legal d e la propiedad
tiéiidose eii el m i s alto d e Eiiropa. La principal causa era el alcoholismo d e los familiar hasta 1985. Así piies, las feministas e n los aiios sesenta aspiraban a una
horiibres, acliicido e n más de la mitad d e los casos. En el resto de Europa del igualdad jurídica y social m5s amplia que, sobre todo e n Europa Occidental,
Este, sohre todo e n hleiiiaiiia Oriental, las tasns de divorcio también se elevaron seguía faltando e n niuchos ámbitos.
y e n la región en general eran iiiás altas qiie e n Eiiropa Occideiital. Como sucedió con las sufragistas, la nueva generacióii de feministas
Toclos estos cambios e n la estructura d e la familia europea reflejaron uiia encontró sólo u n poco menos d e hostilidad en la izquierda que e n la derecha.
transformación en las relaciones eiitre los sexos e n los anos sesenta. El irio~iniien- Idas exigencias d e igualdad e n las oportunidades d e enipleo y salario y d e pro-
to feminista, tan prominente e n Estados U~iiclos,al principio causó una movi- tección contra el acoso sexual e n el lugar de trabajo a m e n u d o se toparon con
lización iin taiito débil en Europa. Posibleniente uiia razón de su carácter ate- la resistencia d e los sindicatos d o ~ n i n a d o spor los hombres, temerosos de los
1ii1ad0 eii Europa Occidental fue que el estado del bienestar proporcionaba en efectos e n sus afiliados, casi toclos d e sexo masculino. Aiinque el artículo 119
general una serie d e dereclios y beneficios n o dispoiiibles e n Estados Unidos. del TI-atado d e Roma exigía la <<aplicacióndel principio d e que hombres y
Le d e z ~ x i l ~ nscxe
r (1949) d e Simone d e Beauvoir, más tarde aclamado como un mujeres debían recibir el n i i s ~ n osalario por el mismo trabajo)), en realidad
gran texto feminista, pasó desapercibido cuando se piiblicó. Las escritoras dicho artículo n o se hizo efectivo durante muchos aiios. Un informe d e la
feministas niás influyentes d e Europa en los años sesenta eran sobre todo n o Comisión Europea d e 1965 declaró q u e ni un solo país miembro d e la CEE lo
eiiropeas, como Betty Friedan, norteamericana, y Gerniaine Greei, una innii- había puesto e n prsctica. Aunqiie Francia, obligada constitucionalmeiite por
graiite australiana afincada e n Gran Bretaiia. Hasta finales d e la década de el mismo principio, apoyó su aplicación inmediata, otros países se resistieron.
1960 iio siii-gió e n Europa, sobre todo e n Alemania Occitlental, Francia, Italia Sólo en los aiios setenta, a raíz d e una decisión del Tribiinal de Jiisticia E ~ i r o p e o
y Gran Eretaiia, un moviinieiito d e liberación d e la mujer, muy influido por el (Defrenne vs. Sabena, 1976) y u n a ejecutoria d e la Comisión, por fin la cláusula
ejemplo de las feiniiiistas norteamericanas. Las reviieltas estudiantiles d e 1968 se tradujo e n uria realidad social.
clieron al feminismo un fue1 te impulso. En .4leinariia Occidental, las jóvenes Las mujeres seguían trabajando fuera d e casa menos q u e los hombres. En
radicales se rebelaron contra su posición presentándose como <(noviasd e la Siiecia, e n 1961, el 45 por ciento d e las mujeres trabajaba, pero en el sur d e
1-evolución~.y afirmaron derechos y exigencias aiitónonias. Europa la proporción e r a inucho menor. En general, el modelo tradicional
En Europa del Este, el feminismo era inucho más débil. sin duda porque cle segregación clel papel femenino prevalecía niás e n las sociedades católicas
su regusto noi-teamericano contemporáneo despertaba recelos. porque los que e n las protestantes. Conforme los campesinos se trasladaban a las ciuda-
inovimientos sociopoliticos aiitónomos apenas tenían cabida en el régimen des, las mujeres que aiites habían trabajado sin cobrar en las granjas familiares
coniunista, y también quizá porque las mujeres en los paises comunistas ya tendieron a abandonar la fuerza laboral. En Italia, las trabajadoras n o domés-
habían adquirido, al nienos sobre el papel. miiclios de los derechos por los ticas descendieron d e un tercio a una cuarta pai-te d e la población fenienina
cuales luchaba el movimiento. incluidos la igiialdad d e salarios, el divorcio fácil adulta entre 1960 y 1973. Aunque empezaron a aparecer más empleos para las
y el a b o r t d e ha siigerido otra razón. En Occidente, el feminismo fue e n gran mujeres, siguieron concentrándose e n determinados Binbitos considerados
niedida una reacción ante la explotación sexual a la qiie los hombres sonietíaii ([trabajos femeninos*: industrias ligeras, los rangos más bajos del trabajo adini-
a las 1niijei.e~en los años sesenta como parte de la valorización clel placer pri- n i s t r a t i ~ oy 13s *profesiones asistenciales)>,incluidas las relativanieiite nuevas y
vado qiie se proclujo e n esa época. En las sociedades mojigatas y entroineticlas en rápida expansión como la asistencia social.
cle la Europa cc)inunista, donde iio se abrazaba tanto el principio d e gratificacióii En el este de Europa, las mujeres estaban mucho más integradas e n la
individual, las condiciones para esta clase d e re\~ieltafeminista apenas eiistíaii. población activa. En Alemaiiia del Este, a principios d e la década de 1960, más
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aportadas por Marti11procedían d e fuera de Eiiropa. Las estadísticas i-elaciona- pelliz. Creo que es u n a forma d e prostitución*, fue la respuesta del escritor
das coii las creencias en Europa antes d e los años sesenta son demasiado frag- ' religioso popular C. S. ~ e w i s . ~
meiitarias pal-a permitir generalizacioiies segui-as sobre si los europeos d e ver- El anti-sobrenaturalismo teológico ayudó a alimentar el debate sobre la
dad estaban volviéndose, conio sostenían muchos observadores contemporá- m u e r t e d e Dios)>.El térmirio había sido empleado por Hegel v popularizado
neos, nienos temerosos d e Dios. Con todo, si la condiicta sirve como indicio de por Nietzsche en A s í h~161ÓZarat~~stru (1883-1883); se habló inucl-io de él en
sistemas d e valores s~ibyacentes,considerandu Eiiropa eii su totalidad, sobre Estaclos Unidos en la década d c 1960 y el concepto volvió a Europa, doricle fue
todo sus zonas protestantes y urbanas, la d6cada señala iin hito e n la religión adoptado por teólogos radicales y ateos como el historiador francés e infl~iveii-
del siglo XX. La creciente secularización del continente, observable desde la te teórico ciiltural hIichel Fo~icaiilt.
Illistración, adquirió ahora un poderoso inipulso. Los teólogos t i l ~ i e r o nu n profundo efecto e n las prácticas así corno e n
Cabe reconocer qiie la tendencia 110 f ~ i euniversal. En muchas zonas rura- Ias doctrinas d e las Iglesias protestantes. El Consejo Mundial d e Iglesias, crea-
les católicas como e n Irlanda, Bretafia, el sur de Italia y el País Vasco, e n 1960 d o e n Xmsterdarn e n 1945 con miembros protestantes )- ortodoxos, propug-
más del 90 por ciento tle la población aún asistía a misa con regulariclacl. Los n ó el ecuinenisnio y la reconciliación entre Iglesias. En 1960, el arzobispo de
centros de pereguinaje cristiano e n Europa, conio Loiirdes e n el sudeste d e Canterbury, Geoffrey Fisher, visitó Roma para el priinei- encuentro entre u n
Francia. h o c k e n Irlanda y el santuaiio de la Virgen Negra d e Cz~stochowaen primado inglés y el pontífice romano desde 1396. Las Iglesias luterana y calvi-
Polonia, sig~iieroriatrayendo a millones de visitantes cada aiio. La mayoría d e nista también dieron ejemplo e n sus expresiones d e arrepentimiento por sii
los santuarios eran muy antiguos, remontándose alg~inosa tienipos precristia- anterior comisión del <<pecado contra Dios y el hombre,, del antisemitisnio."
nos, pero otros se creai-on e11 el siglo XX: por ejemplo, Fátiina e n Portugal, incluso antes del movimiento d e liberación d e la mujer, los luteranos iiiaiigLi-
d o n d e se supone que tuvo lugar Lina aparicióii mariana en 1916. Las imágenes raron u n a nueva actitud hacia la mujer. Eso se dio sobre todo e n Escandiiiavia,
y la fe cristianas todavía iniindahan el calendario d e festividades e n gran parte d o n d e ?a pesar d e uiia pertenencia formal casi iiniversal d e la población a las
del c o n t i n e n ~ e las: procesiones de Semana Santa, coriio las d e Sevilla y Asís; los Iglcsias oficiales, sólo una pequena minoría asistía aún a los oficios coii i-egu-
inisterios, sobre todo el representado cada diez años e n Obermniergaii e11 laridad. En 1058, la Iglesia d e los luteranos suecos fiie La primera de Europa e n
Baviera; el tlesfile cle gigantes delante de la catedral de Burgos el clía del permitir que las mujeres se ordenaran sacerclotes.
Corpus Cliristi: la ¡<cabalgatasangrienta- de miles d e jinetes el Viernes Santo En la Iglesia católica, gran parte d e la presión para el canibio procedió cle
e n Weiiigai-teii, e n el nortc d e S~iabia,y Iri ofrenda anual d e serpientes vivas a Francia. El teólogo católico progresista Jacques Maritain aplicó la metafísica
las reliqiiias cle San Doménico Abate en Cociillo. e n los inontes Abruzos del tomista a los problemas contemporAneos, llegando a u n hiiinanismo teocéntri-
centro d e Italia. El1 los pueblos húngaros, el bzícsú anual. o fiesta del pueblo, co. Tainbién él llevaba tiempo deferidiendo el ecumenismo. el fin del autorita-
totlavía se cclebraba e n una fecha concreta; era el principal acontecimiento risriio y una clara ruptura con las doctrinas antisemíticas p r o f ~ i n d a ~ n e i iarrai-
te
social del ario, a~irique,e n deferencia a las autoridades comunistas, su conteni- gadas d e la Iglesia. Los hr~rroresd e la ocupación y la actitud d e apoyo de la
d o religioso se diluyó u11 poco. mayor parte d e la Iglesia al régimen d e Pétain condujeron a los católicos a cier-
Sin embargo, la mayoría de estos ejemplos procecleii d e zonas r~iralesy ta introspección y aiitocrítica despiiés d e la g~ieri-a.Dicha actitud encontró iina
n o modernizadas de Europa. Idas propias Iglesias evidentemente sentían que expresión en la filosofía sociorreligiosa d e pensadores católicos de izquierdas
se enfrentaban a retoi niievos e inmensos a su aiitoridad institucional y doctri- coino E m m a n ~ i e lhlounier, fundador y director d e la revista Esprit. Uno de los
nal. Sus respuestas f ~ i e r o nteológicas y evangélicas a la vez. resultados fue el inovimiento d e *sacerdotes obreros>. iniciado e n París eii
Enti-e los teólogos europeos más infl~iyentesdel período d e la posguei-ra 1944. Pero el experimento levantó polérnica entre los sectores conservadores
estuviel-on los I~itei.arios aleinanes Rudolf B ~ i l t m a n n y Paul Tillich. y reformistas d e la Iglesia v se iiiterruiupió e n 1959. Mientras tanto. el paleon-
Pretendieron desmitificar el Nuevo Testaineiilo, r e d ~ i c i rel énfasis e n el Jesús tólogo inístico jesuita Pierre Teilhard d e Chardin intentó iina cmiegasíritesisn
histórico y basar la teología e n la experiencia h~iiiiaiia.Tillich estaba miiy del darwinismo con el cristianisnio. Sin embargo, s ~propuesta i de que la tierra
influido por el peiisadorjudío Martin Buber, cuyo lo y til (1923), <<unpoema había nacido ((parzin coup de husurd.. (por casualidad)'" motivó la desaproba-
f i l o s ó f i c o * m á s que una obra teológica, se convirtió en bol-sellcr, sobre todo ción d e sus superiores. Su obra fue prohibida hasta su muerte e n 1955. A par-
d e s p ~ i é sd e su publicación e n inglés e n 1958.6 La espiritiialidacl <.dialogante* tir d e ese momento, logró u n a extraiia fania póstuma. Toda esta agitación, q u e
d e Buber atrajo tanto a cristianos coino a judíos. Bultmanii, Tillich v B ~ i b e r n o era excliisiva d e la Iglesia gala, n o fue más que ~ i i - ipreludio para u n trasceii-
irifliiyeron+a anglicanos conio J o h n Robinson, obispo d e Woolwich, ciiyo dental moineiito d e reforma d e la Iglesia en general.
Sincern para con Dios (1963) vendió más de u n niillón d e ejemplares e n dieci- La elección d e 1958 del cardenal i\ngelo Roncalli como sucesor del papa
siete idiomas. El libro p r o ~ o c óu11 escándalo e n Inglaterra c o n sus expresio- Pío XII inició iina avalancha cle cambios. Juan XXIII representó Lin contraste
nes de simpatía p o r <(quienes... instan a q u e reriunciemos a la palabra "Dios" notable con su predecesor. Daba iina imagen de sacerdote d e piieblo afect~io-
durante iina generación*.' «No entiendo c6nio 1111 hombre puede afirmar e n so más q ~ d~e diplomático
e frío, d e alma sencilla más q u e d e casuista s~itil.
letra impresa que descree de todo lo q u e presupone cuando se pone el sobre- Mientras que Pío, e n su día, parecía demasiado a menudo preoc~ipadosobre
528 BARBARIE Y C I V I L I Z A C I ~ N

la policía soviética del imperio so\-iético,... [están], d e heclio, p o r encima Los niievos europeos
d e la ley ... No es una exageración decir que del niisnio niodo q u e el KGB se
ve a sí n-iismo corno "la espada y el esciido del Partido" para salvaguardar su Hasta alrededor d e 1960 Eiiropa siguió siendo u n continente cle emigran-
posición d e doiiiiiiio, también, segúii una declaración q u e él mismo hace, el tes. Según cfilculos de la clécada d e 1950, se produjo 1111 flujo neto de salidas
cardeiial Ottaviarii [un iivportante miembro conservador del Iraticano y Pro- de tres millones. Sin embargo, en los años sesenta la balanza enipezó a alterarse:
prefecto de la Congregación d e la Docti-ina de la Fe, sucesora de la Incluisi- llegaba al continente casi la inisrna cantidad de gente qiie se marchaba. El c a n -
cióii] se considera ... "el viejo cc~rnbzniere(policía) de la Iglesia".,.'l' bio afectó sobre todo a Europa Occidental. Los países com~inistasen general
Puede versc lo rebiiscncla q u e es esia comparación eii iin b r e ~ estudio
e de dificultaban o imposibilitaban la emigración, sobre todo e n los casos de perso-
la vida religiosa e n Europa clel Este e n este periodo. Eii la Cnióii Soviética, los nas q u e consideraban útiles para la economía. Había unas pocas excepciones:
años seseiita se caractei-izaron por iiuevos esfiierzos oficiales para eliminar, o al Rumania, por ejemplo, permitió irse a los alemanes y judíos en un goteo cons-
menos sofocar, la religión. Todos los orgaiiisrnos religiosos seguían bajo coii- tante a cambio d e pagos por capitación d e Alemaiiia Occidental e Israel.
trol estatal, y se cerró un gran n ú m e r o d e iglesias, rriezquitas y siiiagoga>,así Despiiés d e la llegada del cori-iunisino, igual que antes, Europa del Este atrajo
como monasterios y seminarios. La caiitidad d e sacerdotes ortodoxos descen- a pocos inmigrantes. En cambio. Europa Occidental acogió a u11 gran núnie-
dió d e 11.123 a 6.800 entre 1959 y 1965. Esta arremetida se topó coii Lina enér- ro, incliiidos, por primera vez desde las intasiones bárbaras del siglo v, niuchos
gica resistencia. Los tres millones d e protestantes, sobre todo baptistas, incita- originarios d e otros continentes.
dos en secreto p o r las Iglesias occidentales y la CIA, persistieron e n dar a siis Sin embargo, n o todos los inmigrantes intercontinentales eran extranje-
hijos uiia eclucaciói~religiosa y e n celebrar los oficios. La Iglesia católica grie- ros étnicos. El fin d r l imperio y el antagonismo d e iiaciones recientemente
ga e n el oeste d e Ucrania también consiguió mantener cierto grado d e inde- iiidependizadas con sus aiitigiios soberanos llevaron a la exp~ilsiónd e los anti-
penclencia. Se intentó poner freno a las prácticas religiosas judias, siendo cacla g ~ i o scolonos y niiembros d e las minorías étnicas y religiosas d e Asia y África.
vr7 nias difíciles bajo Stalin y Jruscliev, y todas las instituciones judías se vieroii No sólo los tiie(ls noirs d e Argelia, sino también los italianos de Libia, los grie-
sometidas a un estricto control por parte de agentes gubernamentales. gos cle Egipto y los holandeses d e Indonesia, personas cuyos antepasados e n
En el resto d e Europa del Este, la vida religiosa se desarrolló coii nienos m ~ i c h o scasos se habían establecido en esas tierras varias generaciones antes,
interferencias externas. Las zonas iurales, e n particular, seg~iíanfieles a la f~ieroiiobligados a iriarcliarse, siendo a menudo también expropiados.
Iglesia: al aiio cíclico d e las fiestas d e la Iglesia y a los ritos d e traiisicióii ti-adi- No toda la inigración fiie iiitercontiiiental. Francia recibió a más inmi-
cionales. aiiiiqlie la observancia d e los días d e ayuno declinó. En Hungría, el grantes q u e c~ialquierotro país europeo e n este período (e11 torno a cuati-o
ambiente más relajado despues d e 1956 pei-rnitió iiiiciativas locales hacia una millones entre 1955 y 1971), pero después de la afluencia argelina e n 1962, la
orraiiiznción religiosa. En el piieblo d e Tázlái-, al sudeste d e Budapest, por mayoi-ía d e los reciéii llegados procedió de otros países europeos, e n especial
~ j e i n p l o se
. construyó una nueva iglesia católica coi1 el esf~ierzode voluntarios, la Península Ibérica e Italia. La creación del Mercado Común, con su disposi-
seguida en los anos sesenta por una capilla de la Iglesia reformada. -Todos -nos ción sobre el libre ii-iovin-iiento d e mano d e obra, llevó a un aumento de la
dice uii antropólogo q u e estudi6 la zona e n los akos setenta-, salvo Lin puñado migración entre los estados miembros. Pero también h u b o un nioviinieiito a
cle familias coin~iriistasd e administrativos, pertenecen a una confesión y desean gran escala a través d e otras fronteras. Suiza, q u e n o era miembro d e la CEE,
que siis hijos se críen e n esa misma c o n f e ~ i ó nSin ~ ~embargo,
.~~ al misnio tiem- acogió a l , 7 millones d e personas, sobre todo d e países de Europa Occiclental:
po. la asistencia a la iglesia disminuía lentamente y la participacióii e n la instruc- e n relación coii su poblacióii, fue el mayor iniportaclor cle personas cle la déca-
ciúii religiosa voliintaria en las escuelas locales descendió del 76 por cielito e n da. España, Portugal, Italia y Grecia sig~iieroiisiendo expoi-tadores netos.
1957 a poi- clebajo del 50 por ciento a mediados de la década d e 1970. Proporcionalmente, la República cle Irlanda fue el campeón d e los esportado-
Polonia ofreció un llamatix,~ejemplo de persistencia religiosa. Después res: entre 1951 y 1960, 400.000 personas abaiicloiiarori su poblacióii de sólo
de 1956 el gobierno n o se atrevió a atacar a la Iglesia católica clirectamei-ite. A tres millones, para ir sobre todo a Gran Bretaña.
principios d e los aiios sesenta, más del 70 por ciento d e la población asistía con No todos los inmigrantes, ni siquiera despiiés d e nilichos años cle residen-
regulai-icbad a la misa cle los cloiniiigos, casi toda la población observaba el rito cia, podían adoptar la nacionalidad de los países donde se establecían. En
clel baiitizo y la niayoi-ía d e las bodas se celebraban e n la iglesia. hIás q u e 1970, 3,3 millones d e extranjeros n o natiiralizados vivían e n Francia (el 6;5 por
nunca, la Iglesia d e Polonia proporcionó uiia base sinib6lica e institlicioiial ciento d e la población) y tres millones en Alemania Occidental (el 4,O por cieri-
para Liiia idegtidad colectiva nacional. to). Muchos n o eran europeos. La gran iiiayoría de los inmigrantes n o blancos
En el otro extreiiio, el país más niilitantemente antirreligioso cle la e n Europa e n los años sesenta teridieron a establecerse en ciudades, a meiili-
Europa comunista era Xlbaiiia, q u e se declaró <(elprimer estado ateo del d o concentrándose e n tina especie d e guetos étnicos. El color de SLI piel los
inundo>>e n 196'7.18Se cerraron toclos los lugares d e culto y se proscribieron las hacía vulnerables a la discriminación, tanto en los antiguos países imperiales,
prácticas religiosas. El jefe de la Iglesia oriodosa a~itocéfal'lalbanesa, el arzo- fainiliai-izados con la <<barreradel color,., como e n otros, donde a m e n u d o
bispo Dainiaiios d e Tirai-iri, fue enviado a la cárcel, d o n d e murió en 1L)'iY. eran exótico objeto d e recelos y miedo. Por primera vez e n la historia europea
03' BARBARIE Y C I V I L I Z A C I ~ N

m ~ i c h o smiembros de la clase media iio se iniciaba hasta poco después d e los 605.000 e n 1968. En Gran Bretaña, el informe Robbiiis de 1963, recomendan-
veinte años. La prestación d e pensioiies estatales p una inayor expectativa de d o el desarrollo d e las universidades. llevó a la f~indaciónde una serie d e ins-
vida permitieron a los pobres dejar cle trabajar con un mínimo d e seguridad y tituciones nuevas, algiinas de las cuales, conio la Universidad d e LVarLvick. han
esperar una largajubilación. En la sociedad del [[pleno ernpleo~> d e la década destacado especialmente. Pero las univei-sidades seguían dirigidas principal-
d e 1960, la gente trabajaba nienos horas por sernana, nienos días al a ñ o y mente a los hijos de las clases pudieiites. La Opeii University ( ~ i n i ~ e r s i d a ddis-
menos anos d e su \ida d e lo q u e j a m i s había hecho. tancia), f ~ i n d a d apor el gobierno laborista e n 1969, f ~ i e1111 iiiteiito imaginativo
Ésta era una sociedad eii la que; por prinirra vez en la historia europea, d e democratizar la educación superioi- empleando la televisión para la fornia-
casi todo el m u n d o sabía leer y escribir. A principios de los años sesenta, podían ción a distancia. La mayoría d e las universidades de Europa Occicleiital estaban
encoiitrarse focos d e aiialfabetisrno sólo e n unas pocas zonas rurales del sur d e financiadas esencialmente por el estado y, por tanto, inuy influidas p o r las polí-
Europa: en Portugal, más de u n tei-cio tle la población y e n el sur d e Italia ticas g~ibernamentales.No obstante, e n las democracias liberales la interferen-
(i~icluidasSicilia y Cerdelia) el 16 por ciento erari aiialfabetos e n 1961, aunque cia e n la eiiseñanza y la iiivestigación eran míiiinias. En Europa del Este, las
esta última cifra reflejaba u n a niejoría significativa con respecto al 25 por cien- cosas eran distiiitas. Con la única excepción d e la Universidad Católica de
to registrado uiia c1t.cada antes. La niayoría d e los analfabetos eran ya ancianos, Lublin, todas las instituciones de educación superior del b l o q ~ i ecomunista
aunque algi.inos grupos en los niárgenes rle la sociedad, sobre todo los gitanos, estabaii bajo control estatal, el marxismo-leninismo formaba parte obligatoria
sig-uieron desconectados de los sisternas educativos oficiales y, por lo tanto, des- del programa d e estudios y la mano de la ortodoxia del partido pesaba eii los
proporcionadameiite analfabetos. profesores e investigadores.
En las décadas d e 195U y 1960 se produjo una expansión masiva de las El desarrollo general d e la educación en las décadas d e 1930 y 1960 n o
prestaciones ediicati\-as e n todo el contine~ite.I-Iasta desp~iésde la Seg~inda consigiiió salvar la brecha social e n las oportunidades ed~icativas.Salvo eii
C;urrra hl~indial,la mayoría d e los niños europeos sólo asistía a la escuela pri- Linos pocos países, como Suecia y los Países Bajos, d o n d e la distancia educati-
maria. Incluso muchos de los que empezaban la educación primaria n o la aca- va entre clases ya era pequeña, las clases medias siguieron teniendo un rendi-
baban, pa que la abandonaban en la adolescencia para eiripezar a trabajar o for- miento escolar significativamente mejor y mayor acceso a la ensetianza ~iriiver-
marse. Cnri serie de reformas educativas, como las cle Graii Bretaña e n 1944, e n sitaria. Estudios realizados e n Poloriia, C:liecoslovaq~iia y Hungría ponen d e
Suecia en 1962, e n Francia e n 1963 v e n los Países Bajos e n 1968, se prop~isie- manifiesto q u e allí también las desigiialclades e n las oport~inicladeseducativas
roii ampliar el acceso a la ed~icacióny mejorar SLI calidad. Se subió la edad de se vieron poco afectadas p o r los esfúerzos g~ibernamentalesen mejorar el
educación obligatoria y un núinero mucho mayor d e niños recibió al nienos acceso a la educación d e las clases trabajadoras urbanas y rurales.'"n
algún tipo de ecl~icaciónsecundaria. La mayoría d e los países conservaron el sis- Hungría, p o r ejemplo, se abolió el pago d e cuotas escolares e n 1949 y se die-
tenia tradicioiial d e distinguir entre el colegio de secundaria/l~cée/~ceiirn/~nt- ron becas preferenciales a los niños cle origen campesino o proletario. En los
nasiz~nl,qiie seguía uii prograina d e estiidios estrictamente académico diseñado anos ciricue~itase estableció un sistema cle cupos inediaiite el c ~ i a al l menos la
para uiia élite intelectual, y las esc~ielasde formación profesio~ialo técnicas para mitad d e los estudiantes d e secundaria y los universitarios debían tener dichos
un inayor núinero d e alumnos que iio irían a la i~niversidacl.En Suecia, en carn- orígenes. Pero los resultados d e estas políticas fuero11 decepcionantes. Las
bio, la filosofía social igurilitaria p r o d ~ g oiiiia tendencia hacia colegios d e secun- políticas igualitarias se vieron socavadas por la aplicación d e la protukció
daria 110 selectivos «ornnicornprensivos~~. LAe(11ic:icióii primaria y secuiiclaria (influencia) o los claros subornos. Personas de procedencia pri~ilegiadarecons-
d e todo el cuiitiiiente era, e n general, grat~iita). estaba bajo control del estado, truyeron sus historiales familiares para ocultar su origen social. El porcentaje
aunque los colegios privados, a m e n u d o religiosos, c o n t i n ~ i a r o ~existiendo
i en d e chicos con antecedentes de profesiones n o maiiuales q u e asistían a la uni-
deter-miriaclas zoiias de Eui-opa Occidental, sobre todo en Inglaterra, d o n d e los versidad apenas cambió. A partir d e 1060, se relajaron los cupos y Iiiego se
colegios *de pago. siguieron siendo el coto prefei-ido d e los ricos. elimiiiaron. En lugar d e abrir 1111 espacio para los hij'os d e las clases hasta
El papel de la Iglesia e n la educación disminuyó, aliiiqlie lentamente. En entonces más necesitadas, el sisteina comunista fiie manipulado por la anti-
Alernaiiia, la segregación t~.adicioiiale n la escuela pública entre católicos y pro- gua clase media y por la <<iiiievaclase>>d e burócratas para permitir que sus
testantes dio l ~ i g a re n los años sesenta a colegios n o confesionales. En Gran hijos tuvieran un acceso privilegiado. En Alemania del Este se facilitó el pro-
Bi-etalia. todos los colegios públicos iniciaban el día con uii [cacto d e culto,), e n ceso definiendo a todos los hijos d e los f ~ ~ n c i o n a r i del
o s partido como miein-
general cristiano, y la educación religiosa siguió siendo asignat~iraobligatoria. bros d e la clase obrera. Los efectos eii las pautas d e niovilidad social e n el este
Los clebate.&ducativos e n Francia estaban doniiii;idos por el cisma entre la d e Europa Centi-al concordaban escasamente con los objetivos sociales pro-
Iglesia p los laicistas. La presión d e la Iglesia lleví, e n 1939 a la loi DeDrP, median- clamados p o r los regímenes. Uii estudio d e 1971 encontró aclaras p r ~ i e b a s
te la cual los colegios privados (la mayoría religiosos) recibieron una serie de e n Checoslovriquia -y es un hecho observado habitualmente en Hungría p Po-
concesiones, incluida una mayor financiacióii estatal. lonia- d e q u e son las clases administrativas prerrevol~icionariaslas que pro-
La educación siiperior se difuntlió enormemente e n la década d e 1960. porcionan la mayoría d e los ricos acti.iales. A las antiguas clases profesionales
En Francia, el núniero d e estudiantes universitarios pasó d e 150.000 e n 1956 a probablemeiite n o les ha ido tan bien. Muchos hijos de capitalistas ha11 ido a
menos, y muchos no; las familias campesinas siguen siendo pobres; los hijos sarnente poblada y alejada de los lugares d e trabajo o los servicios públicos. En
de proletarios, la clase victoriosa, tienen una relacióil aleatoria con las nuevas Europa Occidental se pusieron en marcha operaciones a gran escala de ~derrio-
posiciones de riqueza».20¿Era para esa «relación aleatoria~que los hijos de la lición de viviendas insaliibres. en muchas zonas urbanas deterioradas, pero
revolución se habían visto obligados a hacer inmensos sacrificios? con demasiada frecuencia, como en el barrio de Gorbals de Glasgow, las inhu-
Aunque la distribución, en el este y occidente, era desigual, el crecimien- manas torres que sustituyeron a los antiguos edificios pronto degeneraron
to económico se tradujo de todos modos en un rápido aumento del nivel de vi- para convertirse en una forma de miseria más modernizada.
da para la mayoría de los sectores de la sociedad en las dos mitades de Europa En 1960 la mayoría de las viviendas d e Gran Bretaña, Alemania
durante esta década. La tributación progresiva y las medidas de bienestar Occideiital y Escandinavia disponían de un váter interior con cisterna y una
social, así como el pleno empleo, condiijeron a una tendencia general hacia bañera o ducha. Pero eso no era así en todas partes. En Francia, casi uno de
una mayor igualdad de ingresos, lo qiie fue considerado por muchos gobier- cada cinco hogares carecía de agua corriente, dos de cada cinco sólo tenía
nos como un objetivo deliberado de sus políticas. En Gran Bretaña, en 1962, agua coriiente en la cocina y sólo el 28 por ciento contaba con una bañera o
un importante comentarista llegó a afirmar que, desde el punto de vista de la ducha. En Bélgica, menos de la mitad de las casas tenía un váter interior y
percepción pública, elos ricos eran una clase en vías de d e ~ a ~ a r i c i ó n ~ ~ . ~ ~ menos de una cuarta parte disponía d e bañera o ducha. En la URSS, sólo una
También lo eran los niuy pobres. Los meildigos, una presencia habitual en las tercera parte de las viviendas urbanas tenia instalaciones de agua corriente. Las
grandes ciudades europeas en el período de entreguerras, prácticamente desa- condiciones rurales en general eran mucho peores que las urbanas. En
parecieron de las calles. Hungría, el 93,5 por ciento de la población rural no disponía de las comodi-
El estado del bienestar llegó a sil punto máximo en este período de pros- dades modernas; para el otro 6,5 por ciento, según hemos sabido, el cuarto de
peridad relativa. Los países del norte de Europa, en especial Suecia y Noruega, baño, como otros objetos de prestigio, a ine~iudoera «un receptáculo inmacu-
ofrecieron las prestaciones sociales más generosas y amplias. En 1965, Portugal lado),, ya fuera porque no podía calentarse en invierno, o porque sus propie-
era el único país de Europa Occidental que no preveía el seguro de desem- tarios se aferraban a las antiguas costumbre^.^^ Sin embargo, a lo largo de los
pleo. Tampoco lo tenían la mayoría de los países comunistas, ya que oficial- años sesenta y setenta, se registraron rápidas mejoras en estos servicios eii gran
mente no existía el paro. Todos los países europeos ofrecían algún tipo de plan parte del continente.
de pensiones para la vejez, aunque la cuantía de la prestación y las condicio- En Europa Occidental, sobre todo en Gran Bretaña, la década de 1960
nes que las acompañaban variaban enormemente. trajo consigo una nueva fase en la revolución de la venta al por menor.
Muchos gobiernos consideraban que una de sus obligaciones sociales era Llegaron los supermercados con autoservicio, y sus precios agresivaniente
ampliar el número de viviendas de protección oficial y a veces tanibiéii ofrecer competitivos, sobre todo en alimentación y productos domésticos, llevaron a
incentivos para la construccióii privada. La escasez de vivienda en toda Europa
se había visto agravada por la destrucción y las privaciones de la guerra. Pero
hasta la década de 1960 no se puso en niarcha realmente la expansión y la
niejoría a gran escala de los hogares. En la URSS, donde la escasez era más
aguda, Jruschev pronosticó en 1961 que el problema desaparecería en tina 100
90
década. Bajo su mandato, se dobló la tasa de construcción de viviendas soviéti-
80
cas. Se construyeron más casas en los cinco años entre 1956 y 1960 que en todo
70
el período entre 1918 y 1946. En las décadas de 1960 y 1970, el país construyó
60
una media de 2,2 millones de unidades al año, un logro notable. Los aparta- 50
mentos comunitarios d e una habitación' por familia donde habían vivido millo- 40
nes de habitantes urbanos soviéticos desde el inicio de la revolución, empeza- 30
ron a sustituirse por pequeños pisos modernos. A mediados de los años seten- 20
ta, el espacio medio por persona aumentó a ocho metros cuadrados (diez en 1O
Moscú). Pero !os nuevos edificios de apartamentos eran grises y estaban mal O
diseñados, a q e n u d o mal construidos y, desde ciialquier piinto de vista, super- +¿* **
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poblados. En general, las condiciones de la vivienda todavía eran elas más \*8?
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pobres de cualquier nación industrializada,) y en 1974 el 30 por ciento de las 6,a'5
familias urbanas aún compartía apartamentos y otro cinco por ciento (la mayo-
ría solteros) vivía en los albergues de las fábricas.22Las condiciones urbanas no FIG. 6. Proporción de viviendas con agua corriente en los países indicados, h. 1960.
eran mucho mejores en el este de Centroeuropa y el sur de Europa. A menu- FUENTE: Comisión Económica para Europa de la ONU, A Statistical Sriniey of the Hourtn: Situation
do en esos países la vivienda de protecció~ioficial estaba mal planificada, den- in European Countries aro.und 1960 (Nueva York, 1965).
muchos comercios ~ e q u e ñ o sa la bancarrota. El pago a plazos se difundió Francia y se cuadruplicó de largo en Italia. En 1971, la mayoría de los países no
ampliamente para la compra d e bienes duraderos y automóviles. Se introduje- comunistas de Europa tenía más de veinte coches por cada cien personas. Pero
ron las tarjetas de crédito, aunque al principio su USO sólo f ~ l egeileralizado en en los países más pobres había menos: en Irlanda 14, en Port~igal4y en Grecia
Gran Bretaña. Incluso en Europa del Este 10s planificadores empezaron a sólo 2. En Europa del Este, la propiedad de automóviles privados no se difun-
emplear la investigación de mercado y la piiblicidad, los bienes de consumo dió mrís allá del rango d e la nomenklatura: Alemania del Este tenía cinco coches
pasaron a ser más accesibles, y las mltjeres comenzaron a satisfacer el gusto por por cada cien habitantes, Checoslovaquia 4 y Rumania sólo Lino. En la Unión
las modas elegantes y los peinados recargados. Soviética había inenos de cinco coches particulares por cada mil habitantes.
Se divulgó ampliamente la ropa d e confección de bajo precio. Disminu- Las carreteras rusas seguían siendo muy malas y las autopistas interurbanas,
yeron las distinciones entre la ropa d e hombre y la de in~ijer,sobre todo en 1% con unas pocas excepciones construidas de cara a la galería, como la autovía
prendas informales de la juventud. LOSvaqueros, que estaban mal vistos en de Moscú-Crimea de 44 horas, a menudo eran de una calidad inferior a las de
las mujeres e n los arios cincuenta, se conlirtieron en una prenda informal las cari-eteras secundarias d e Europa Occidental. En gran parte del campo mso
habitual para los dos sexos. La faja elástica se sustituyó por las medias con faja y de Europa Oriental, la forma niás común de transporte rodado seguía sien-
incorporada. Los hombres de clase media dejaron de llevar camisas con el cue- do la carreta tirada por caballos. En Europa Occidental, gracias a la velocidad
llo de quita y pon y empezaroii a comprar camisas que no recjuerían plancha- de las autovías y la coiiiodidad de los automóviles, la co~iducciónllegó a ser
do o, si eran jóvenes, camisetas sin cuello, de estilo norteamericano e informa- algo cercano al placer y el coche superó al tren coino forma preferida de trans-
les. Por ninguna razón clara, la niayoría de 10s horiibres de las ciudades deja- porte interurbano. Tanto en el Este como en Occidente, el aumento del ntíme-
ron d e llevar sombrero en los años sesenta. ro de vehículos produjo una epidemia de niuertes en carretera. Midiendo en
Los bienes de consumo doméstico, como las neveras, las lavadoras, las términos de accidentes por kilómetro recorrido en coche, Francia tenía el
aspiradoras y 10s lavavajillas, empezaban a formar parte del equipo habitual peor índice de Europa Occidental. En Alemania Occidental la tasa de víctimas
incluso en los hogares d e clase obrera. En Francia, por ejemplo, la proporción mortales también era alta: niás de 18.000 muertes al año se debían a acciden-
de vikiendas con nevera se elevó del 17 por ciento en 1957 a casi el 90 por cien- tes en carretera, sin contar el más de niedio millón de heridos.
to en 1974. La automatización del hogar llevó a una mayor rapidez en la reali- Conforme aumentaron los viajes por carretera y avión, el transporte de
zación de las tareas del hogar. El tiempo medio que una m~tjerno trabajadora pasajeros en ferrocarril y barco declinó en Europa Occidental. El doctor Richard
de Alemania Occidental dedicaba a las labores doinésticas y a los hijos descen- Beeching, director de la compañía ferroviaria biitánica British Railways, se con-
dió de 58 horas por semana en 1952-1954 a 42 horas en 1977. Los estilos y las virtió en objeto de vilipendio nacional cuando intentó racionalizar el sistema:
modas urbanos penetraron en las zonas rurales: 10s tresillos, los sofás cama, cerró la mitad de las estaciones, eliminó el servicio de raniales (hasta un tercio
las mesas de centro y las camas d e matrimonio d e fabi-icación industrial reein- del tendido) y redujo el personal en 70.000 empleados. En Eiiropa del Este, casi
plazaron a los antiguos muebles hechos a mano. En las viviendas de los pueblos todos los viajes entre ciudades se realizaban en ferrocarril, que s e p í a siendo
del sur y el este de Europa, las imágenes de saiitos y los santuarios del <<rincón barato. La mayor parte de las mercancías se transportaba en tren incluso para
sagi-ado,)cedieron el lugar de honor a los nuevos dioses del hogar: las radios y recorridos cortos. Debido a la falta de oleoductos, gran parte de la prod~icción
los televisores. petrolífera sibeliana también se llevaba en tren a la Rusia europea.
En Europa Occidental, el teléfono se convirtió poco a poco en un objeto 1.0s viajes en avión, un lujo de ricos en la década de 1930, se convirtieron
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habitual en la mayoría de las viviendas. En 1969, Suecia tenía 52 teléfonos por en el principal medio para recorrer distancias largas en los años sesenta. Casi
cada cien personas, Suiza 43 y Alemania Occidental 19; pero Francia todavía todos los países europeos crearon su propia compañía aérea de propiedad
disponía sólo de 15 y Portugal de 7. En Europa del Este, Checoslovaquia iba en estatal. La fabricación aeronáutica también se Fue consolidando en forma de
cabeza con 12 por cada cien personas; en la Unión Soviética sólo había 4. La <<primerascompañías nacionales*. El primer servicio de aviones de pasajeros
instalación de uii teléfono solía ser complicada, y a menudo requería el uso de comercial internacional del mundo fue inaugurado en 1951 por la British
contactos oficiales e implicaba invariablemente una solicitud, un tiempo de es- Overseas Aimays Corporation (BOAC), cuando el De Havilland Comet, de
pera, la asignación de línea y el alquiler del equipo estándar. Las llamadas a fabricación británica, voló de Londres a Johannesburgo. Con cinco escalas,
larga distancia eran caras, y las de ultramar, prohibitivas. Las centralitas auto- tardó 23 horas y 34 minutos. Pero seis accidentes, coii Lin total de 99 muertes,
máticas empezaban a extenderse, pero todavía se establecían rnuchas llamadas acabaron con la carrera comercial del avión en 1954. En 1957, el aire superó
a través de4%eradores, en gene~-almujeres. El1 los países comunistas, las con- al niar en volumen de pasajeros transatlánticos. Un año después el número de
versaciones telefónicas, como casi todas las formas de comunicación, estaban pasajeros aéreos a través del Atlántico superó el millón por primera vez. En los
potencialmente sometidas ri vigilancia y a menudo las intervenían. años sesenta, el tráfico aéreo internacional se multiplicó por seis. La fabrica-
La propiedad de vehículos se extendió rápidamente por toda la escala ción aeroiiáutica europea iba a la zaga de la estadounidense. El Boeing 707, de
social. En la década de 1950, pocas familias d e la clase obrera podían permitir- fabricación norteamericana, se convirtió en el aparato más vendido del perío-
se un coche. Entre 1961 y 1971, la propiedad se duplicó en Gran Bretaña y d o y dominó las rutas internacionales a lo largo de la siguiente década. El pri-
mer avión a chorro de la Unión Soviética, el Tupolev 104, entró en servicio en siasmo en dos continentes cuando transmitió los primeros programas televisi-
1956, pero sólo lo compraron las líneas aéreas d e la URSS y Checoslovaquia y vos entre Estados Unidos y Europa. En 1965, la Unión Soviética, con su amplio
f ~ retirado
~ e en 1960. territorio -abarcaba once h~isoshorarios- se convirtió eil el primer país del
Gran Bretaiia y Francia iniciaron planes para fabricar un avión supersó- mundo en emplear satélites para la difusión de programas nacionales. A fina-
nico por separado, pero en 1962 los dos gobiernos decidieron aunar esfuer- les de la década de 1960, el empleo de satélites para la transmisión de las señales
zos y producir el aparato juntos. El proyecto se vio plagado d e disputas y se de televisión ya casi era lo más habitual. El primer servicio de televisión en
salió una y otra vez del presupuesto. Al final, los costes de desarrollo alcanza- color de Europa se inició en Gran Bretaña en 1967 (la CBS emitía en color en
ron los mil millones de libras, financiadas por los contribuyentes franceses y Estados Unidos desde 1953, pero empleaba un sistema inferior). Alemania
británicos. El vuelo de prueba del prototipo del Concorde 001 se llevó a cabo Occidental y Francia fueron los siguientes. Cuando los estadounidenses pisa-
en 1969, pero el avión no inició iin servicio comercial hasta 1976. Aunque en ron la luna en 1969, gran parte de Europa (pero ningún país comunista salvo
un principio se encargó la compra de cien aparatos, no se produjeron más Polonia y Rumania) vio el acontecimiento en directo.
de siete. Debido al coste prohibitivo de la puesta en servicio del Concorde, Al final de la década, la gran mayoría de los hogares de Europa Occiden-
los Únicos dos compradores fueron Air France y British Airways. Las protes- tal contaba con un televisor. En Alemania Occidental, por ejemplo, el número
tas por el fuerte ruido limitaron el número de aeropuertos que permitían su aumentó de un escaso 4 por ciento de las viviendas en 1956 al 77 por ciento en
aterrizaje. El Tupolev 144 supersónico soviético enipezó a volar en 1977, pero 1970. En Europa del Este, los propietarios de televisores seguían siendo mi-
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se encontró coi1 obstáculos parecidos y al cabo de un año pasó a la reserva. noria, aunque también allí la audiencia creció a gran velocidad. Eii Che-
El Concorde siguió usándose, pero tras un accidente en 2000 en el aeropuer- coslovaquia fue donde aumentó más rápidamente, y en los años sesenta había
to Charles d e Gaulle de París donde murieron 113 personas entre pasajeros más televisores por cabeza que en Francia, aunque con la introducción d e
y tripulantes, fue retirado. Aunque volvió a entrar en servicio, se prescindió la televisión en color, la proporción de espectadores franceses dejó atrás a la
, checoslovaca.
de él definitivamente en 2003.
Mientras tanto, millones de personas del noroeste de Europa viajaban Los programas de televisión en los paises comunistas eran mortalmente
en aviones a chorro y con turbopropulsor en vuelos cliárter para irse de aburridos, circunstancia de la que se quejó incluso el Comité Central del
.vacaciones organizadas. a la Costa Brava y la Costa del Sol, el Algarve y la Partido Comunista soviético en 1960 y 1964. Los informativos omitían toda
Costa Azul y la Riviera. Yugoslavia y Eulgaria también desarrollaron impor- l mención a acontecimientos nacionales adversos, como accidentes aéreos u
tantes industrias turísticas. Los antiguos centros vacacionales de otros luga- otras catástrofes, y las noticias sobre Occidente acostumbraban a tener un des-
res, frecuentados por los habitantes d e los núcleos d e población cercanos, carado tono propagandístico. Pero los espectadores en general prescindían de
empezaron a declinar. Deauville, Blackpool, Skegness y Knokke no podían los programas políticos y veían deportes, concursos u otros entretenimientos
competir con el sol, el cachet social o el glamour de St. Tropez, lbiza o ligeros. Se emitían muchos programas de música clásica. En cambio, la música
Míkonos. En Grecia, la industria del turismo se convirtió en la mayor fuente popular presentaba problemas ideológicos. El director de música de la Te-
de divisas, convirtiendo en vulgares centros de recreo lo que en SLI día fiie- levisión Central Soviética advirtió en 1964 contra <<lasmalas influencias, la
ron' plácidas islas y contaminando los mares Egeo y Jónico con vertidos de banalidad, el talante decadente, el naturalismo, la vulgaridad y el lirismo eró-
aviones y barcos y con residuos humanos. tico)>.Añadió que el baile en televisión debía evitar «un contoneo exagerado
! de caderas, una postura antinatural coi1 las piernas separadas y.. . movimientos
La enorme expansión del turismo no fue más que un aspecto del amplio
aumento de las industrias del ocio de todos los tipos en Europa Occidental eróticos*." Reflejando la mojigatería y el conservadurismo social característi-
durante los años sesenta. Al disminuir el número de hijos, las horas de trabajo cos de todas las sociedades comunistas de los años sesenta, el presidente checos-
y las tareas domésticas y, por otro lado, aiiinentar los ingresos, hombres y muje- lovaco, Antonín Novotny, declaró: «De acuerdo, que bailen, pero n o permiti-
res podían permitirse dedicar un tiempo a pasarlo bien. Un pasatiempo en remos que estas danzas modernas degeneren hacia vulgarismos y ciiltiven así
particular superó a todos los demás y, en cuanto a tiempo dedicado, se convir- una lujuria oscura en nuestro Las poblaciones de Europa del Este
tió en la principal actividad recreativa de la mayor parte de los adultos euro- extrajeron gran parte de sus conocimientos sobre Occidente de lo qiie veían
peos, si es que *actividad. es la palabra adecuada para referirse a una clase de en el cine y la televisión. En la década de 1960 se importaron series norteame-
entretenimieho tan pasivo como es ver la televisión. ricanas como Bor~anzay D?:KiMare y la adaptación de la BBC de La saga de los
En 1960 los principales países de Europa ya habían creado sus respectivos ~ u t & t l ~de
e John Galsworthy. Pero los espectadores de televisión de los países
servicios de televisión; los Últimos fueron Finlandia y Noruega en 1960 y la comiinistas pudieron hacerse una idea inás realista de la vida al otro lado del
República de Irlanda en 1961. La carrera espacial contribuyó accidentalniente telón de acero sintonizando los canales occidentales. Por ejemplo, podía verse
a la difiisión de la televisión mediante el empleo de satélites para la transmi- la televisión finesa en Estonia. Y los canales de Austria y Alemania Occidental
sión de señales que, debido a la curvatura de la tierra, no podían de otro modo podían captarse y eran muy populares en gran parte de Alemania del Este,
recorrer largas distancias. Eil julio de 1962, el satélite Telstar causó gran entu- aunque la incompatibilidad de los sistemas reducía la calidad de la recepción.
Dresde estaba en una d e las pocas zonas de Alemania del Este que no podía de películas de realismo social representando la tlda de la clase obrera: Sábado
recibir la televisión de Alemania Occidental; por eso se le puso el apodo des- noche, domingo m a 5 a ~ ~(1960)
a d e Iíarel Reisz, El ingenuo salvaje (1963) de
l
pectivo de .Tal d m ~ h n u n g s l o s e n ) )(<<valle
de los negados.). Lindsay Anderson y Billy el embustero (1963) de John Schlesinger. Pese a sus
En Europa Occidental, como en el este, la televisión durante estos años logros artísticos, la industria cinematográfica británica, a diferencia de las de
era en la nla);oría de los casos propiedad del estado, pero éste no la adminis- muchos otros países europeos, no recibía subsidios ni gozaba de la protección
traba directamente. La forma más habitual de organización era la corporación del estado. A finales de la década, la invasión de Hollywood había hundido y
pública, a inenudo, como en Gran Bretaña, financiada mediante una cuota destruido casi todo lo que quedaba de ella. En Francia, en cambio, el ministro
abonada por los de 10s televisores. En Alemania Occidental había de Cultura de De Gaulle, André Malraux, creó el sistema de a u a ~ ~ sur c e recettes,
canales regionales independientes Y en Bélgica canales disti~itospara las pobla- mediante el cual una proporción de los ingresos de taquilla se devolvía a los
ciones flamencas y valona. Italia, Suecia y Suiza regularon públicamente corpo- productores cinematográficos. La industria francesa hizo frente a la coinpeten-
raciories pfivadas. En varios países, las propuestas para la introducción de cia transatlántica mucho mejor. Los directores o «allteurs. de la ~~o-uvelle vague
publicidad provocaron conflictos politicos. En los Países Bajos, en 1965, el Jean-Luc Godard ( A l j n a l de la escapada, 1959, y Unefanme est une fen~me, 1961) y
debate sobre la cuestión llegó a ser tan enconado que causó la caída del gobier- Fran~oisTruffaut V u b et Jim, 1962) convirtieron el cine en la forma de arte
no. En Gran Bretaña, la BBC conservó el monopolio de la televisión con su más influyente de la década. En Italia, Federico Fellini ( L a dolce vita, 1959 y 8 %,
único canal hasta la inauguración de la Independent Television ( I W ) (priva- 1963) y Michelangelo Antonioni ( L a noche, 1961, y Blowup, 1966) fueron más
1
da) en 1933. En la BBC iio se podía emitir publicidad y prevalecía un tono de allá del realismo para explorar los límites de la representación y la expresión.
respetabilidad retrógrada. El enfoque más ligero y populista de la 1TV atrajo En esta década también la industiia cinematográfica alemana vivió un estallido
inmediatamente a un gran número de espectadores. Al cabo de dos años, la de vitalidad bajo los auspicios de directores como Rainer Werner Fassbinder y
BBC sólo tenía un 28 por ciento del índice d e audiencia. Sin embargo, bajo Werner Herzog. Pero el director'más enigmático, y también el más influyente,
la gestión de sir Hugh Carleron-Greeiie, director general desde 1960 hasta de finales de los años cincuenta y la década de 1960 fue el sueco Ingmar
1969, la BBC, si bien siguió resistiéndose a la publicidad, dejó de ser la «tía>,for- Bergman. Sus relatos alegóricos, inquietantes y llenos de alusiones, como El S@-
inal de la nación para convertirse en reflejo y difusora más aventurera de las timo sello (1956), trataban sobre el problema del ((silencio de Dios* (Bergman
nilevas tendencias culturales. A finales de la década, casi todas las televisiones era hijo de pastor luterano) y penetraban hasta el mismo centro de las relacio-
eiiropeas, salvo las de Escandinavia y el Vaticailo, emitían anuncios. Curiosa- ! nes humanas dolorosas de una manera directa, rotunda y perturbadora.
inente, también lo hacían todas las televisiones de los países comunistas salvo Incluso la camisa de fuerza ideológica que constreñía el cine soviético se
Albania, aunque anunciabaii sobre todo artículos de producción estatal. relajó un poco. La encantadora película L a dama del perrito (1960) de Josef
Mientras que las emisoras de Gran Bretaña y Alemania Occidental eran Heifitz, basada en el relato de Chéjov, no se postró de rodillas ante el (crealis-
relativamente imparciales en SU cobertura política y muy rara vez sucumbían a mo socialista>.Más aventurero fue Andréz Rubleu (1965), de Andréi Tarkovski.
las presiones gubernamentales, no podía decirse lo misino d e sus equivalentes Basada en la historia de un pintor de íconos monacal del siglo xv, violó casi
en otros países de Europa Occidental. En Italia, hasta 1973, el monopolio esta- todas las reglas de la cinematografía oficial y fue prohibida. Estrenada en París
tal, la RAI, actuaba sobre todo en interés del Partido Demócrata Cristiano, el en 1969 con gran éxito, más tarde se exhibió con restricciones en la URSS.
partido en el poder. Por coiisiguiente, se acordó un reparto entre los dos par- Como muchos otros artistas creativos soviéticos, Tarkovski se sintió aplastado
tidos de la coalición: la RU-.Rr 1 se sometió al control de los democristianos, l por tanta interferencia oficial: emigró y murió en París en 1986. En Rusia, la
y la M-mr2, de los socialistas. En Francia, se criticó m ~ i c h oel control guber- mrtyoría de las películas estrenadas tendían a ser producciones nacionales o
namental del contenido político de la programación, sobre todo durante la importaciones de otros países comunistas. En los estados satélite, los controles
giierra de Argelia. En un esfiierzo por atajar las críticas, el gobierno creó la Office ideológicos eran un tanto más relajados. Directores como el polaco Andrzej
de Radi~diff~ision-Télévision Francaise (ORTF) en 1964. Debía ser una institu- Wajda (Cenizas y diamantes (1958), los checos Jiii Menzel (Trenes rigurosamente
ción pública independiente, parecida a la BBC. No obstante, continuaron las zligilados, (1966) y Mil05 Forman (jrilf~lego,bomberos!, 1967) y el húngaro Miklós
quejas y las respuestas no siempre fueron del todo tranquilizadoras. En 1965, Jancsó (Los desesperados, 1965), tuvieron más éxito en su intento de estirar los
por ejemplo, el ministro de Información, Alaiii Peyrefitte, explicó: «En cir- límites de la sumisión oficial.
cunstancias normales no es razonable qiie la oposición se exprese tan a menu- 1
Pero la década más creativa del cine europeo también f ~ i esu canto del
do corno elgobierno. El gobierno tiene algo que decir, ya que gestiona los cisne. Fueron necesarios otra generación y el desarrollo de nueva tecnología
asuntos d e la nación, La oposición sólo puede criticar».26 para iniciar una revitalización incierta.
Con el aumento del núinero de televisores en los hogares, disminuyó la En contra de muchos pronósticos, la llegada de la televisión no pe rjudi-
asistencia al cine. En Francia el níiniero de entradas vendidas se redujo casi a có en igual medida a la radio. Casi cada país produjo su propio e interminable
la mitad entre 1960 y 1970. De todos modos, la producción cinematográfica culebrón radiofónico sobre temas centrados en la familia: en Gran Bretaña,
europea floreció en los años sesenta. En Gran Bretaña se produjo toda una serie The Archers, «una historia corriente de gente del campo.; en Hungría, los
Szabó, «una serie de personas trabajadoras pero no perfectas.; en Polonia, 10s películas norteamericanas no fueron capaces de contener la demanda. En
Matysiak, «el culebrón radiofónico que se retransmitió durante más tiempo en Yugoslavia, la seiie Pqiton Place se emitió durante dos arios antes de que la reti-
el mundo), (de hecho, The Arche~sempezó antes, en 1951; los tres siguieron raran porque fomentaba milores pequeñoburgueses~.28
emitiéndose en el siguiente milenio). Aunque decayó el número de oyentes en Gracias en parte a la televisión, una nueva culturajuvenil, nacida en Gran
las horas de máxima audiencia por la noche, la radio vivió una especie de rena- Bretafia, se difundió por todo el continente. Sus exponentes más destacados
cimiento, en parte gracias a la invención del transistor. Mientras que los televi- eran en música popular los Beatles y los Rolliilg Stones, en fotografía David
sores eran objetos de gran tamaño e in~nóviles,que ocupaban un lugar prefe- Bailey, en peluquería Vida1 Sassoon y en moda los diseñadores Vivienne
rente en los salones, las pequeñas radios transistores portátiles, asequibles a Westwood y Mary Quant. Las maniquís anónimas se convirtieron en famosas
precios baratos, podían trasladarse d e un lugar al otro y escucharse en cual- supermodelos: entre las primeras estaban Jean Shrimpton, que popularizó la
quier sitio. Se convirtieron en el objeto preferido de niños y adolescentes, que minifalda, y la esquelética «Twiggy» (Lesley Hornby), de 40,2 kilos: <(unaradio-
sintonizaban, a veces bajo las sábanas cuando se apagaban las luces, las emiso- grafía, no una imagen*, como la definió el crítico cultural Marshall McLuhan.
ras privadas de música popular como Radio Luxemburgo, Radio Monte Carlo El consumo de drogas alucinógeilas ilegales, sobre todo la marihuana, que
o la emisora «pirata. a bordo de un barco en el mar del Norte, Radio Caroline. antes de la década de 1960 se limitaba a los gmpos marginales, se propagó
La moda de estas emisoras alimentó el boom de música popular de los años entre la juventud.
sesenta y forzó a cadenas como la BBC y ORTF a dedicar canales enteros a la 2Por qué Gran Bretaña llevó la delantera? Puede que una razón sea la
música popular. abolición del servicio militar obligatorio, que aún prevalecía en la mayoría d e
La URSS en la década de 1960 todavía procuraba limitar el número de los países europeos. La consiguiente falta de disciplina o deferencia en la
aparatos de radio d e *retransmisión libre.; en 1972, la mitad de las radios del juventud de Gran Bretaña fue nueva y contagiosa. Otra razón era que para
país aún eran d e *retransmisión por cable.. Por supuesto, éstas en general no entonces el inglés como segundo idioma era la lengua inás difundida en el
podía11 captar las emisoras de propaganda estadounidenses, Radio Liberty y continente.
Radio Free Europe, que emitían al Este desde transmisores en Europa Central. Las melenas a lo Beatle y las minifaldas de Carnaby Street f~ieronimita-
Estas emisoras, así como Voice of America y la BBC, a menudo eran interferi- das por todo el continente, incluso detrás del Telón de Acero. En Hungría, los
das por los rusos y otros gobiernos d e Europa del Este para evitar la recepción g a h (gamberros), vestidos con csoves (pantalones pitillo), afines a los wmods y
incluso en los aparatos de (<retransmisiónlibre». roqueros. d e los años cincuenta en Gran Bretaña, se convirtieron en objeto de
Tanto en el Este como en Occidente, la televisión y la radio atrajeron una preocupación para la policía. Se los acusó de crear bandas, cometer pequeños
audiencia masiva para los acontecimientos píiblicos, el entretenimiento de delitos y .entretenerse con plena libertad, sin restricciones, según sus propios
masas y los deportes. La retransmisión por la BBC de la coronación de la reina gustos e ideas».29Algunos se identificaban con los hippies occidentales. Eran
Isabel 11 en 1953 fue el programa de televisión rodado en exteriores más ambi- aficionados a la música del guitarrista Béla Radics, cuya banda, Sakk-Matt, cele-
cioso hasta entonces. A partir d e 1959, la BBC emitió el concurso anual d e Miss bró una misa beat en memoria del guitarrista de los Rolling Stones, Brian
Mundo, inspirado en los concursos d e belleza d e Estados Unidos. Tuvo un Jones, tras su muerte en 1969. El régimen de Alemania del Este, al que desa-
número récord de audiencia internacional, aunque a finales de la década de gradaban especialmente las influencias culturales occidentales, denunció el
1960 fue denunciado por las fe~ninistascomo explotación sexual. Incluso al- twkt como «música de la OTAN. y condenó el jazz y el rock and rol1 occidenta-
gunos estados del bloque del Este sucumbieron a su atracción. La cultura de les como cctiltura de los simio^,^.^^ Rusia también tenía a sus gamberros: los sti-
masas alcanzó una <(experienciaestática de niúsica y nacionalismo» en el Fes- liagi escandalizaban a los ideológicamente correctos debido a su interés en las
tival de la Canción de Eurovisión, iniciado en 1956.27En 1965, compitieron 18 modas occidentales y su predilección por el chicle.
países, incluida la Yugoslavia comunista, y lo vieron más de 200 millones de Vladímir Visotski, un actor, poeta y trobador muy querido, comparable a
personas. El emocionante clímax d e la final d e la Copa Mundial de fútbol George Brassens en Francia o Bob Dylan en Estados Unidos, se convirtió en la
de 1966 entre Alemania e Inglaterra (que ganó en la prórroga) atrajo el iilayor granulosa voz no oficial de su generación. Sus canciones estuvieron inéditas en
número de espectadores en la historia del deporte. la URSS mientras vivió, pero, distribuidas en magnitizdat (grabaciones clandes-
El entretenimiento popular traspasó fronteras e impregnó culturas. Las tinas), adquirieron gran popularidad. Una de las diferencias notables entre la
cadenas de televisión europeas tendieron a comprar a Estados Unidos series de URSS y Occidente era la ausencia prácticamente absoluta en Rusia, incluso en
acción y de$roducción cara en lugar de productos de otros países europeos. Moscú y Leningrado, d e la cultura del ocio nocturno que floreció en Europa
Seiies dramáticas de temasjundicos como Perry Mmon y Los dejénsores y artistas Occidental. Aparte d e los acontecimientos de alta cultura como el ballet, el tea-
musicales como Perry Como y Liberace captaron una audiencia por toda tro y los conciertos d e música clásica, existían pocos restaurantes, cafés, bares,
Europa que pocos artistas europeos podían igualar. Francia fue el país que más salas de baile o clubes nocturnos. Como casi no había sitios adonde ir, la mayo-
se resistió a lo que los guardianes d e lo galo vieron como una invasión anglo- ría de los rusos se quedaba en casa por las noches. Hasta finales de los anos
sajona. Pero las cuotas oficiales para la importación d e series de televisión y sesenta, la mayoría de ellos tampoco podía ver la televisión: en 1960 aún había
sólo 4,8 millones d e aparatos en el país. Los más ciiltos leían; los demás, en Kenneth Tynan, se burló del Lord Chambelán, el censor teatral, tiasta lograr,
cualquier caso los hombres, bebían. No se han dado cifras oficiales del consu- en 1968, sacarlo casi literalmente d e escena. La censura cinematográfica e n
m o de alcohol, pero la U M S , según cálculos bien informados, era el mayor G r a ~Bretafia,
l sobre todo en lo que se refiere al sexo y la violencia, estuvo bas-
consumidor por persona de bebidas destiladas del miindo. Así pues, Rusia se tante relajada e n los años sesenta. En Francia, por otro lado, se aplicó con
con\-irtió e n una d e las sociedades niás leídas y siguió siendo una de las más rigor, pero piincipalmente e n el ámbito político. Las películas sobre la guerra
alcohólicas d e Europa. de A-gelia, incliiidas El soldadito (1960) de Godard y L n batalla tle A ~ y (1966)
l
En los estados satélite, Polonia encabezó la clasificación e n el consumo de Gillo Pontecoivo, estuvieron prohibidas durante varios años. Hasta la déca-
de bebidas alcohólicas d e alta graduación, Checoslovaquia en el d e cerveza, y da d e 1970 n o se reformó la censura cinematográfica francesa y, salvo para la
Hungría e n el de vino. En Europa Occidental, el consumo de alcohol pareció protección de los menores, se practicó d e una manera menos restrictiva. La
disminuir. Se calcula que, e n 1968, los británicos bebían 95 litros de cerveza ceiisura cineniatográfica espaílola era aún más estricta que la francesa (Casa-
por persona, e n comparación con los 28 d e 1909. El consumo belga descen- blanca y L a dolce uita se contaban entre las películas prohibidas). Sin embargo,
dió de 222 litros e n 1903 a 136. 1.0s franceses bebían 113 litros de vino por a lo largo de los años sesenta, cuando el régimen fraiiqiiista se abrió cautamen-
cabeza frente a los 134 de 1903. Estos descensos aparentes, sin embargo, te al resto del mundo, se abolió el escrutinio cle libros antes de su publicación
enmascararon otros cambios. Los británicos ahora bebían más vino, y los fran- y se otorgó a los cineastas más espacio para respirar. En Grecia, los políticos d e
ceses más cerveza, d e modo q u e el consumo alcohólico total probablemente derechas y la Iglesia ortodoxa aplicaron la censura incluso a escritores clisicos:
seguía siendo bastante comparable al del período anterior. La diferencia más una representación d e Los p0jaros de Aristófanes se prohibió e n Atenas e n
notable n o estaba e n el nivel d e consumo sino e n las actitudes sociales. El repetidas ocasiones a lo largo d e los años sesenta porque «algunas de sus esce-
movimiento antialcohólico se había desintegrado. La oposicióri religiosa a la rias se presentaban d e tal inaiiera que ofendían las serisibilidades religiosas d e
bebida, poderosa e n muchas zonas protestantes d e Europa a principios de los e s p e ~ t a d o r e s . . ~
siglo, había disminuido considerablemente. El alcoholismo, eii su día consi- El teatro Tagarika d e hloscú, inaugurado en abril de 1964 por el directoi-
derado un defecto moral y prueba de falta d e carácter, ahora se veía habitual- Yiiri Liubimov, aspiraba, conio su equivalente ateniense, a cumplir con la fun-
mente como tina enfermedad. ción ancestral del draina transmitiendo a su público verdades incómodas y
El consumo de otra droga aceptada socialmente e n esos tiempos, el taba- trailsgresoras d e tabúes. En 1968, la obra Vivo, basada en un relato de Boris
co; alcai~zósil punto máximo e n los años sesenta. L.a demostración del vínculo Mozhayev sobrc la lucha de un campesino astuto contra el sistema agrario
entre el tabaco y el cáncer d e pulinón, un descubrimiento de Richard Doll, colecti\o, fue prohibida después d e que la ministra de Cultura, Yekaterina
inkestigador médico d e Oxford, publicado en 1960, produjo una breve caída Furtseva, interrumpiera iin ensayo gritando: (yTiene este teatro una célula del
e n las ventas d e cigarrillos. TUVOque pasar otra generación para que fumar partido o no?. 2No le daba vergüenza participar en una ..exhibicióil tan espan-
fuera socialmente inaceptable e n ciertas partes de Europa. tosan?, preguntó a u n o de los actores.33Liubimov tenía edad suficiente para
En las capitales del este d e Centroeuropa persistió un teniie resid~iode la conocer la obra d e los grandes directores rusos d e principios del siglo xx,
animada vida cult~irald e los años d e entreguerras. En Praga se proditjo Liiia como Stanislavski y Meyerhold. Aguantó hasta 1984, pero ese a ñ o fue expulsa-
especie d e renacimiento teatral, aunque las obras d e nluchos d e los dramatiir- ! d o de la u ' M S (vivió tiempo suficiente para volver a su país y ver la obra repre-
gos m5s importantes d e Checoslovaquia n o pudieron representarie allí salvo sentada e n el Tagarlka en 1989).
1 La vida cultural d e Europa Occidental se vio muy eilriquecida por la Ile-
durante un breve período d e liberalización e n 1968. La tradición d e la sátira
politica e n los cabarets n o había desaparecido del todo de Bei-líri ni siquiera ! gada de artistas creativos e intérpretes q u e huyeron del Este. Después d e su
bajo el r é g i ~ n e nd e Ulbricht. El cantante nrarxista disidente M'olf Biermann ! «salto por la libertad. de 1961, ru'ureyev bailó e n Coverit Garden con Margot
atrajo a muchos admiradores eil Alemania del Este con sus baladas subversivas. 1I Fonteyn formando uiia d e las parejas d e baile más famosas del siglo. Esta clase
Su obra fue prohibida y denunciada como .poesía d e También tuvo de deserciones fueron algo más que una sangría cult~iral.Cada una presenta-
éxito en Alemania Occidental y, cuando se le permitió visitar Colonia e n 1976, ba a la Unión Soviética como iin país que fomentaba pero despiiés asfixiaba la
se enteró d e que le habían revocado la ciudadanía d e Alemania del Este. sensibilidad y la creatividad artísticas. El fracaso del sistema sollético, taiito e n
En Europa Occidental, el crecimiento d e lo que los críticos conservadores ! el plano nacional como e n el extranjero, a la hora d e superar este conservadii-
Ilamaroii ~ ~ e r m i s i v i d a de n las actitudes sexuales y e n las artes llevó a una rela- 1 rismo cultural atrofiante contribuyó, a finales de los años sesenta, a una nueva
jación d e la censura e n varios ámbitos. Un hito significativo en la historia cul-
tural fii&l juicio celebrado e n Londres e n 1960 e n que P e n p i n Books, la edi-
, crisis nioral y política e n la Europa comunista.

torial d e El amante de Lady Chutterley d e D. H . Lawrence, reivindicó sil derecho


a publicar la obra e n su versión íntegra. E n el escenario inglés, el espíritu ico-
iioclasta y a veces absurdo representado por dramaturgos como John Osborne,
Sainuel Beckett y J o e Orton, por directores como Peter Brook y por el crítico

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