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Eliseo a Las Voces DE mis auticos: tamente alabarme, sino al inglés Walter de la Mare, uno de los amigos alos que debo tanto. En su novela Memorias de una liiputiene mejor que de una ‘enana, como tradujo Cortizar en su excelente versin al espaiol— Miss M., la protagonist, una muchacha de proporciones perfectas aunque la veamos como por el extremo opuesto de un catalejo, se acoge ala protecién de una vieja aristcrata, quien en realidad silo desea mostarla como una curiosidad asus amigas. Ciertaarde, ala hhora del té—por supuesto—, una de ls invitadas pide ala seiorita (M. que recite agin pocma —como si se dese cuerda a una cajta cde misica— y ella escoge uno de Elizabeth Barret Browning, “Por qué has escogido precisamente ése entre todos”, pregunta una de las sefioras. "No 5, responde turbada la sefiorta M. "No aciero a entender qué sean esas nubes, esas réfagas.. Pero me atrajo el. no sé cémo decitlo, el...” “El aroma?”, sugiere répida la sefiora. “[Fso!", exclama ella, "so, el arama!” De moda que debo al poeta inglés cuanto me importa saber de este enigma —o mejor, a su cria- tua, la dil sefiora viva en lo muerto de la pigina, Si bien no todo, a Dios gracias. Por qué se me concedié la posiblidad de traducir el poema dedicado por Coventry Patmore a Ja muerte de su esposa, y no el que dedica a su pequefo hijo, a quien, luego de un fuerte € injusto regio, visits en su cuarto con finimo de consolarlo y aliviarse asi su propia pesadumbre, halkin- dolo ya dormido, hiimedas ain de ligrimas las pestaas, y sobre la resita de noche, “dispuestos con cuidadoso are”, los tesoros que suclen leva los nfs en sus bolls: una caja de fichas, un peda- 2 de vidrio pulido por el mar en la playa, dos moneda francesas de cobre? ;Quign sabe! Pero, :por qué esribié Patmore su manojo de pocmas y no otros, en la infinita gama de posibilidades? ;Cémo encontrar una respuesta? Ojalé no la hallemos nunca. 10 Deg » “Andrew Marvell”, ted) (swe ta hx con ler difiets Ydeico, Bel ge ANDREW MARVELL 41621-1679) ‘Andrew Marvell fe, ser, es, sencillamente un joven. No hay més, que verlo en el retrato que le hizo Hanneman. ;Con qué insolencia nos mira desde el dleo, como diciéndonos: véyanse al diablo, uste- des, los vcjs del Futuro que vienen a mirar cémo yo era! Poco me. importa el pasado entero. Yo soy como me ven, ahora, para siem- pre. ¥ todo el tiempo, al pecho la mano esbelta, vestido con la aus- teridad de que se tevisté alo largo de toda su vida publica, nos deja entrever que detis de a irénica sonrisa, deteis de los ojos que apenas condescienden a mirarnos, esti la imagen de su amante es- quiva Quin sera esta muchacha euya juventud casi nos roza en los versos de Marvel? Sin duda habri eruditos que lo sepan —pero, por desdicha, no los euento entre mis amigos. ‘Seria quizds la hija de Lord Faitfax, Marfa, a quien mencionan con curiosa insistencia, y encomiable reserva, la mayoria de sus notas biogrficas? En casa de este aristcrata pasé dos afios como cutor de la joven. “Casa elicios’,segin la califca George Sampson en su Concisa (yexce- lente) Hisoria de la Literatura Inglesa,olvidando por w st habitual scquedad sonriente, y lugar donde Marvell “escribi6, instante algunos de sus mejores poemas”. Una de las compensaciones del ignorante es la de expecular de este modo, como jugando, en torno, ala gama de posibilidades infinitas. No es ésta, me parece, muy probable. También insisten las notas biogificas en la austeridad de su actuacin piblca en la en- tereza de sus convieciones republicanas. Siempre se mantuvo fiel a Oliverio Cromwell, hasta l punto de rehusar el regalo de mil fi bras esterlnasy el alto cargo en la corte con que pretendié sobor- n ANOREW Manvel natlo el rey Carlos I, cuando se restauré el trono en Inglaterra ba un hombre asta ser traidor de quien confara una hija a sus cuidados? No lo creo, y me arepiento de mis juegos de ignorance. Espero que Don Andrés me los perdone, En su aitil diccionario, The New Century Handbook of English Literature, afirma el compilador, Clatence L. Barnhart —con quien més de una vex he disentido a solas—, que el més impor tante poema de Marvell es su “Oda horaciana a Cromwell’, y “A su esquiva amante” el més notable “de sus poemas menores”. La Oda «s sin duda un ejemplo de virtosismo retsrico, y en ella Marvell nos deja entrever la elegancia de su alma cuando nos cuenta el ccomportamiento del rey Carlos I, su enemigo, cuando estaba ya sobre el cadals y l verdugo lo aguardaba apoyado sobre el hacha: Nada vulgar, mezquino hizo en aquel dia memorable, sino medir con ojo atento si era agudo al filo dl hacha, si con rencor pis asus dioses justificar su inerme causa, sino que la pulera cabeza como en un lecho la a incinado. Hay que tener tanto coraje como nobleza para hablar as{ de un ‘enemigo mientras las pasiones vuelan turbias alrededor de uno. Es- tas estrofas ya son poesia, Peo decir del otro pocma que es “menor” resulta absurdo, 2 menos que se use “menot” como una categoria poética y no como adjtivo. “A su esquiva aman” tiene toda la ftescura de algo escrito ayer n ANDREW MARVELL mismo en la,tarde por algin joven con quien quizis nos tropeza- ‘mos esta mafiana, Octavio Paz hizo una magnifica traduccion del ppoema que he procurado olvidar mientras trabajaba en la mia. ‘Ain ai quizés queden ecos suyos en el texto que presento, cosa ‘qe no me atrevo a comprobar ahora. De todas formas le pido ex- cusas, por si acaso. Octavio Paz y yo dsentimos en algunas cuestio- nes fundamentals, pero no, a Dios gracias, en materia de poesia Por lo pronto, tenemos un amigo comin en Andrew Marvell, y tninguno de los dos, creo, va a escatimar a otros una oportunidad nds de conocero, de escuchato B ANDREW MARVELL TO HIS COY MISTRESS Had we but world enough, and time, This cones, Lady, were no crime We would st down, and think which way To walk, and pas our lng love's day. Thou by the Indian Gang,’ side Shouldst rabies find: I by the tide (Of Humber would complain. I would Love you ten years before the Fld, And you should, ifyou please, reise Til the Conversion ofthe Jews. ‘My vegetable lve should grow Vaster than empires and more slow; An hundred years should goto praive Thine eyes. and on th forchead gaze: Two hundred 10 adore each breast, But thirty thousand tothe ress An age at east to every part, ‘And the las age should show your hear For, Lady, you deserve this tate, Nor would I love at lower rate. Bac at my back I aways hear Time's winged chariot burying near And yonder all before us lie Deserts of wast eternity Thy beauty shall no mor be foun, Nor, in thy marble vault, shal ound My echoing song then worms shal try That long-preserved virginity, ANDREW Manvett ASU ESQUIVA AMANTE, ‘Si mundo y tiempo nos sobraran, nunca fuera tu altva timider un crimen. Juntos pensiramos a gusto cémo pasar de nuestro amor el largo dia. ‘Tai alaorila del Ganges tus rubies bbuscaras, mientras frente ala resica del mar inglés te afro: te amaria diet afios antes del diluvio mismo yy, site placera, me rchusaras hasta la conversiin de ls judios. Mi amor de vegetal se alzara entonces mis vasto que un impeti, y més despacio; cien afios empleara en alabanzas de tus ojos y eogio de tu frente, doscientos adorando a cada seno, ‘an slo ereinta mil en lo que rest; tum siglo al menos para cada parte, tu corazin el iltimo me diera. Pues i, sefira, te mereces tanto xy a menos precio nunca te amaria, Pero a mi espalda escucho cerca siempre del tiempo el carro alado que se encima; y allé delante de nosotros yacen los desirtos de vasta eternidad, ‘Tu bellea jamas nadie halla, ni tu marmérea pula escuchara el eco de mi canto. Los gusanos, on cu virginidad disfrutarfan

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