Cop yrigh t © STM Ed it ores, S.A. Periodon tology 2000 (Ed Esp), Vol.
), Vol. 4, 2003, 135-145 Cop yrigh t © Bla ck w ell M u n k sga a rd
PERIOD ONTOLOGY 2 0 0 0 (Ed Es p )
ISSN 1695- 1808
Promoción de la salud y enfoques
sobre el comportamiento en la
prevención de la enfermedad periodontal
en niños y adolescentes
P EKKA J. KALLIO
Hay abu n dan tes eviden cias ep idem iológicas de qu e
la p eriodon titis del adu lto tien e su in icio en la ado-
lescen cia, tan to en las p oblacion es in du strializados
com o en las n o in du strializadas (3, 16, 19, 59). El au -
m en to de la p resen cia de p laca y gin givitis en los ado-
lescen tes se asocia a bolsas p eriodon tales p rogresivas,
com o se h a verificado en estu dios lon gitu din ales (19,
53, 65). Sin em bargo, en los adolescen tes la asociación
en tre los n iveles de gin givitis y la destru cción p erio-
don tal n o p arece ser m u y fu erte (18, 54). Esta falta de
relación en tre gin givitis y p eriodon titis h ace difícil eva-
lu ar la efectividad de las actividades de p rom oción de
la salu d, a n o ser qu e se acep te qu e sin in flam ación
gin gival n o se p rodu cirá la p eriodon titis, y qu e la p re-
ven ción de la gin givitis es el en foqu e de p reven ción
p rim aria de la p eriodon titis (51).
Cada vez h ay m ás p ru ebas y son m ás sign ificativas
de qu e diferen tes en ferm edades sistém icas, con dicio-
n es y factores del com p ortam ien to p redisp on en a las
en ferm edades p eriodon tales y tien en u n p ap el im -
p ortan te en su etiología (88). En tre ellos se in clu yen
la diabetes, el VIH/ SIDA, factores gen éticos del h u és-
p ed, el tabaco y el estrés. Si bien la p reven ción de la
gin givitis a través de la en señ an za de bu en os h ábitos
de h igien e oral está bien asu m ida, la p rofesión den -
tal sólo ah ora em p ieza a com p ren der qu e el con trol
de los factores adversos qu e in flu yen en la p eriodon -
titis, en p articu lar el tabaco, desde la in fan cia y la ado-
lescen cia tien e u n a im p ortan cia fu n dam en tal en el de-
sarrollo de las en ferm edades p eriodon tales.
Prom oción de la salud y educación
sanitaria
Prom oción de la salud
De acuerdo con el m an ifiesto de prom oción de la sa-
lud de Ottawa (73), la prom oción de la salud preten de
PERIOD ONTOLOGY 2 0 0 0
ISSN 0906- 6713
que las person as aum en ten el con trol sobre su salud y,
com o con secuen cia, la m ejoren . Para obten er un estado
de com pleto bien estar físico, m en tal y social, un in di-
viduo o grupo debe ser capaz de iden tificar y con seguir
sus aspiracion es, satisfacer sus n ecesidades y cam biar
o adaptarse a su am bien te. Por lo tan to, la salud se en -
tien de com o un recurso n ecesario para vivir día a día,
n o com o el objetivo de la vida. La salud es un con cepto
positivo que en fatiza los recursos sociales y person ales,
así com o las capacidades físicas (73). Basán dose en esta
defin ición , el cuidado de un o m ism o se puede en ten-
der com o parte in tegran te de la prom oción de la salud,
en ten dién dolo com o todas aquellas accion es que un in-
dividuo em pren de para cuidar de sí m ism o y de su m e-
dio am bien te in m ediato (50). Según otra defin ición , la
prom oción de la salud com pren de «cualquier com bi-
n ación de educación san itaria y apoyo am bien tal a los
com portam ien tos que con ducen a la salud» (96). Ewles
y Sim n et (25) con ceptualizan las actividades de pro-
m oción de la salud de m an era que se in cluyeran : ser-
vicios san itarios preven tivos, proyectos com un itarios,
desarrollo de organ izacion es, n orm ativas públicas sa-
ludables, m edidas que tien dan a la salud am bien tal,
actividades n orm ativas y econ óm icas, y program as de
educación para la salud.
La p olítica econ óm ica de los p aíses in du strializa-
dos p resta u n a aten ción crítica a los costes en con s-
tan te au m en to del sector san itario. Con cep tos eco-
n óm icos tales com o coste-efectividad y eficacia se h an
in trodu cido tam bién en la edu cación san itaria y p ro-
m oción de la salu d, debido a qu e se su p on e qu e los
servicios p reven tivos deben ah orrar recu rsos. Las in -
terven cion es de edu cación san itaria y p rom oción de
la salu d n o están diseñ adas p rin cip alm en te p ara ah o-
rrar costos en asisten cia san itaria, au n qu e la in for-
m ación sobre su coste-efectividad es im p ortan te p ara
el desarrollo fu tu ro de estos in stru m en tos. Desgracia-
dam en te, tan to la efectividad de la edu cación san i-
taria com o la de la p rom oción de la salu d h an sido di-
135
Kallio
fíciles de valorar, y n o h ay acu erdo sobre los criterios
de evalu ación de los ben eficios, de m an era qu e los
datos p roceden tes de in vestigacion es de calidad n o
son fáciles de obten er (84).
Estrategias de prevención
Hay dos estrategias prin cipales de preven ción , que
gen eralm en te n o com piten en tre sí (79). En prim er lu-
gar está la estrategia basada en el alto riesgo, que se
basa en pruebas clín icas o de laboratorio para selec-
cion ar a los in dividuos que tien en el m ayor riesgo de
desarrollar un a en ferm edad en el futuro y les ofrece de-
term in adas m edidas de protección in dividual. Las m e-
didas preven tivas están en focadas a este pequeñ o grupo
Prevalencia
A
B
C (cola de la distribución ) es m uy difícil, pues m uchos
Riesgo aum entado
Fig. 1. Estrategias preventivas en relación con el riesgo y
prevalencia a nivel poblacional. A. Estrategia de alto riesgo
en una población con distribución norm al del riesgo de de-
sarrollar una enferm edad; el área som breada es el grupo
diana. B. Estrategia poblacional en una población con dis-
tribución norm al del riesgo de desarrollar la enferm edad;
el área som breada es el resultado esperado. C. Estrategia
de alto riesgo en una población con distribución polarizada
del riesgo de enferm edad, lo que sería una situación óp-
tim a para esta estrategia.
136
de riesgo, a fin de obten er el m áxim o ben eficio de los
recursos dispon ibles. Aquellos que n o se categorizan
com o de alto riesgo pueden ser ign orados. La estrate-
gia basada en el alto riesgo se puede clasificar com o el
en foque tradicion al y m édicam en te orien tado de la pre-
ven ción de la en ferm edad. El segun do en foque es la es-
trategia poblacion al, que preten de con trolar los deter-
m in an tes de la in ciden cia en toda la población . Esta
estrategia asum e que cada person a está expuesta al
riesgo de desarrollar la en ferm edad, y por lo tan to las
m edidas preven tivas deben dirigirse a toda la pobla-
ción . Las m edidas preven tivas en la estrategia pobla-
cion al son de n aturaleza m ás radical, pues puede ser
n ecesario un cam bio del m edio am bien te, com o pue-
den ser las estructuras sociales y econ óm icas. Por ello,
la estrategia poblacion al se ha etiquetado com o el en-
foque político de la preven ción de la en ferm edad. Las
m edidas de la estrategia poblacion al pueden cubrir a
un a población com pleta, o m ás frecuen tem en te a un a
subpoblación , com o sería un a escuela o in cluso un a
fam ilia, y en ton ces se den om in a estrategia poblacion al
con un objetivo defin ido. Las figuras 1A y 1B ilustran
las diferen cias en tre estas estrategias preven tivas. Se-
gún la estrategia de alto riesgo, el grupo de riesgo se
iden tifica claram en te y un a preven ción in ten siva se di-
rige al pequeñ o grupo con alto riesgo de en ferm ar (fig.
1A); en la estrategia poblacion al, toda la población está
expuesta a las m edidas preven tivas, lo que dism in uye
el riesgo m edio de en ferm edad de la población y un
gran n úm ero de person as salen ben eficiadas (fig. 1B).
Un a distribución hipotética de la en ferm edad con dos
picos m uestra la situación favorable a adoptar la es-
trategia de alto riesgo (fig. 1C). La m ayor crítica a la es-
trategia de alto riesgo es que la curva de distribución
n orm al del riesgo de desarrollar la en ferm edad per-
m an ece bastan te con stan te in cluso si dividim os la po-
blación en subgrupos con diferen tes riesgos prom edio
(80). Por lo tan to, la elim in ación del grupo de alto riesgo
in dividuos pueden estar al borde de caer en la catego-
ría de alto riesgo si n o se elim in an los factores de riesgo
subyacen tes. Tam bién se debe en ten der que la iden ti-
ficación precisa de los in dividuos susceptibles n o m e-
jora n ecesariam en te la efectividad de los m étodos pre-
ven tivos dispon ibles. Los in dividuos tien den a
con tin uar fum an do, por ejem plo, in cluso cuan do sa-
ben que este hábito tien en con secuen cias m ucho m ás
graves para la salud que la periodon titis.
La gin givitis m edida por el san grado al son daje en
poblacion es de adolescen tes m uestra un a distribución
n orm al, com o se aprecia en los escolares de 14 añ os de
Helsin ki (fig. 2). Es im portan te apreciar que las form as
leves de gin givitis existen ya an tes de que la presen cia
de san grado al son daje las haga m ás eviden tes, y que
la presen cia o ausen cia de gin givitis es un a cuestión de
criterios de evaluación , m ás que un estado fisiopato-
lógico defin ido. Hay pruebas de que la estrategia po-
 Prom oción de la salu d y en foqu es sobre com portam ien to en la preven ción de la en ferm edad periodon tal en n iñ os y adolescen tes
blacion al, al dism in uir el riesgo m edio de la población ,
puede ser sorpren den tem en te efectiva. Rose (80) an a-
lizó 52 m uestras poblacion ales de 32 países (hom bres
y m ujeres de 20-59 añ os) y dem ostró que se podía con-
seguir un a reducción del 25 % en el problem a clín ico
de la hiperten sión y su tratam ien to sólo con reducir la
presión san guín ea m edia de la población un 3 %; un a
reducción sim ilar en la prevalen cia de obesidad se po-
día con seguir m edian te la pérdida m edia de 1 kg de
peso. Más aún , se podía con seguir un 25 % de reduc-
ción en bebedores im portan tes si el con sum o gen eral
de alcohol se reducía un 10 %. Estos cam bios pobla-
cion ales n o son in alcan zables, y sign ifican sim plem en te
que la m ayoría de la gen te n ecesitaría hacer lo que m u-
chas person as de la m ism a población ya están hacien do
(80). En odon tología, ejem plos de program as efectivos
de estrategias poblacion ales son la fluoración del agua
y el uso gen eralizado de den tífricos fluorados, que han
con seguido el declive de la caries den tal en los países
in dustrializados.
En sociedades don de dom in a la biom edicin a, los
con cep tos de salu d se h an dividido en servicios cu ra-
tivos y servicios p reven tivos. Sin em bargo, se h a ar-
gu m en tado qu e los servicios p reven tivos son sim p le-
m en te u n a form a n egativa de en focar la p rodu cción
y m an ten im ien to de la salu d, qu e h a ten ido su origen
en el en foqu e de la m edicin a orien tado h acia la en -
ferm edad, qu e con stitu ye el eje de la biom edicin a. Evi-
den tem en te, todos los m iem bros de la sociedad están
im p licados activam en te en la gen eración y m an ten i-
m ien to de la salu d, y todos estam os im p licados en el
trabajo san itario com o p acien tes, p acien tes qu e son ,
a su vez, trabajadores san itarios in form ales (67). Un
p acien te se p u ede con siderar gen erador a la vez qu e
con su m idor de la elu siva y abstracta «bu en a salu d»
(87). Se h a estim ado qu e en tre el 75 y el 85 % de los
esfu erzos en cu idados de salu d son au toadm in istra-
dos (29). Tam bién se h a su gerido qu e el cu idado p er-
son al está m ás exten dido a n ivel oral, com o p or ejem -
p lo el cep illado diario, qu e a n ivel m édico (29).
Educación sanitaria
La edu cación san itaria se p u de defin ir com o «cu al-
qu ier com bin ación de op ortu n idades de ap ren dizaje
diseñ adas p ara facilitar u n a adap tación volu n taria del
com p ortam ien to qu e con du zca a la salu d» (31). La
edu cación san itaria tien e com o objetivo ofrecer in -
form ación , asegu rar los con ocim ien tos y com p ren sión
de los asu n tos de salu d y cap acitar p ara tom ar deci-
sion es bien in form adas y actu ar en con secu en cia (25).
De acu erdo con los con cep tos actu ales de edu ca-
ción san itaria, los cam bios clín icos y ep idem iológicos
n o son los ú n icos resu ltados qu e deben esp erarse (94),
p orqu e tam bién in clu yen cam bios p ositivos en el com -
p ortam ien to, la cap acidad m ejorada de tom ar deci-
sion es, la p articip ación activa, m ejora de la au toes-
N.º de
sujetos
225
200
175
150
125
100
75
50
25
0
0-9 10- 20- 30- 40- 50- 60- 70- 80- 90-
Sangrado al sondaje (%)
Fig. 2. Distribución de escolares de 14 años por su nivel de
sangrado al sondaje en Helsinki, Finlandia (n = 1.254)
tim a y orien tación del locu s de con trol, y la satisfac-
ción del p acien te y del p rofesion al. La evalu ación de
la edu cación san itaria p u ede m edirse a través de in -
dicadores in term edios, com o con cien cia de la salu d y
aten ción a ésta, creen cias, au toestim a, locu s de con -
trol y refu erzo del yo. Los in dicadores in directos p u e-
den in clu ir el n ú m ero de folletos de edu cación san i-
taria distribu idos (94). Fin alm en te, h ay tam bién u n a
resp on sabilidad ética de h acer llegar el con ocim ien to
cien tífico al p ú blico en gen eral, qu e ju stifica los es-
fu erzos de edu cación san itaria.
Se h an defin ido tres en foqu es diferen tes de la edu -
cación san itaria, dep en dien do de qu ién debe ser edu -
cado p ara h acer qu é (58). La p ersp ectiva tradicion al
de la edu cación p ara la salu d se dirige a cam biar los
con ocim ien tos y actitu des de los in dividu os y gru p os
con el objetivo de estim u lar la adap tación a com p or-
tam ien tos favorables a la salu d, de m an era qu e el ob-
jetivo se cen tra en la tom a de decision es p or p arte del
in dividu o. La p ersp ectiva p olítica, en con trap osición
con la tradicion al, se en foca a la p rom oción de la sa-
lu d m edian te esfu erzos dirigidos a los resp on sables
de la tom a de decision es en la com u n idad y a los lí-
deres de op in ión . La p ersp ectiva radical, fin alm en te,
con sidera qu e lo im p ortan te es cam biar el m edio am -
bien te, m ás qu e el com p ortam ien to in dividu al (5, 58).
137
Kallio
Teorías del cam bio de com portam iento
La teoría m ás sim p le sobre el cam bio de com p orta-
m ien to de u n in dividu o resp ecto a la salu d p resu p on e
qu e el con ocim ien to de los com p ortam ien tos salu -
dables p u ede p rovocar directam en te cam bios en las
actitu des y a con tin u ación cam bios en el com p orta-
m ien to. Au n qu e el m odelo CAC (con ocim ien tos-acti-
tu des-com p ortam ien tos) se con sidera en gen eral de-
m asiado sim p lista com o p ara exp licar los cam bios en
el com p ortam ien to, los con ocim ien tos sigu en sien do
im p ortan tes en la edu cación san itaria (48, 94). Para ex-
p licar las com p licadas relacion es en tre los diferen tes
factores se h an desarrollado varias teorías del com -
p ortam ien to.
El m odelo de creen cias de la salu d (h ealth belief m o-
del) sostien e la h ip ótesis de qu e la decisión de tom ar
u n a determ in ada acción resp ecto a la salu d n o se re-
aliza a m en os qu e el in dividu o esté p sicológicam en te
m otivado p ara ello. La disp osición p ara actu ar dep en de
en p rim er lu gar de los sen tim ien tos in dividu ales sobre
la p rop ia su scep tibilidad a la afección en cu estión , y
h asta qu é p u n to su p osible ap arición se p ercibe com o
p ortadora de con secu en cias graves. La p ercep ción de
la am en aza se ve afectada p or factores m odificadores
p erson ales, sociales o estru ctu rales. En segu n do lu gar,
el in dividu o debe creer qu e h ay accion es qu e p u eden
ser ben eficiosas p ara redu cir su su scep tibilidad a la en -
ferm edad. Por ú ltim o, el in dividu o debe creer qu e los
ben eficios su p eran los costes p sicológicos.
La teoría social del ap ren dizaje (10), etiqu etada tam -
bién com o teoría social cogn itiva (11), sostien e qu e el
com p ortam ien to se ap ren de observan do u n m odelo,
visu alizán dolo, estu dián dose a u n o m ism o y en tre-
n an do las cap acidades. La teoría social del ap ren di-
zaje o teoría social cogn itiva cu bre diferen tes exp ec-
tativas e in cen tivos qu e in flu yen en la p osibilidad de
adop tar u n com p ortam ien to n u evo. Las exp ectativas
se dividen en tres categorías: a) claves am bien tales,
qu e son creen cias sobre la form a en qu e se con ectan
los acon tecim ien tos; b) exp ectativas sobre los resu l-
tados, qu e son op in ion es sobre la form a en qu e el
com p ortam ien to in dividu al in flu ye en los resu ltados,
y c) exp ectativas sobre la eficacia, qu e se refieren a las
exp ectativas sobre la com p eten cia in dividu al p ara con -
segu ir u n com p ortam ien to qu e cam bie los resu ltados.
La teoría de la acción razon ada (1) se diseñ ó p ara
exp licar el com p ortam ien to h u m an o qu e está bajo el
con trol de la volu n tad. Un a p resu n ción p rin cip al de la
teoría de la acción razon ada es qu e las p erson as son
h abitu alm en te racion ales y h acen u n u so p redecible
de la in form ación de qu e disp on en . De acu erdo con
esta teoría, las in ten cion es se ven in flu idas p or n or-
m as su bjetivas y actitu des. Las actitu des se refieren a
los sen tim ien tos bu en os o m alos qu e u n a p erson a tien e
resp ecto a sí m ism a cu an do se com p orta de u n a de-
term in ada form a. Las n orm as su bjetivas son las p er-
138
cep cion es p erson ales de las in flu en cias sociales sobre
el com p ortam ien to. Ajzen y Fish bein (1) fu eron m ás
allá p ara establecer la h ip ótesis de qu e las actitu des se
ven in flu idas p or las creen cias m ás p rom in en tes acerca
de lo qu e p asaría com o con secu en cia de u n com p or-
tam ien to, y qu e las n orm as su bjetivas están in flu idas
p or la gen te, es decir, p or las p erson as sign ificativas
p ara cada u n o, a las qu e se desea agradar.
La teoría de la acción razon ada fu e m ás elaborada
p or Ajzen (2) p ara llen ar el vacío en tre in ten ción y com -
p ortam ien to. El n u evo m odelo, la teoría del com p or-
tam ien to p lan ificado, in clu ye u n a variable adicion al,
es decir, el con trol p ercibido del com p ortam ien to, p ara
p redecir su resu ltado. El con trol p ercibido del com -
p ortam ien to se refiere al con cep to de eficacia y al grado
de m otivación . Hay dos variables m ás in clu idas en este
m odelo: actitu d y n orm as su bjetivas, qu e ya se h an
descrito en la teoría de la acción razon ada.
El m odelo tran steórico tien de a exp licar los com -
p ortam ien tos relacion ados con la salu d desde la p ers-
p ectiva de la in ten ción / m otivación (76). De acu erdo
con este m odelo, h ay cin co etap as p ara com p ren der
el cam bio de com p ortam ien to en los in dividu os: p re-
con tem p lación , con tem p lación , p rep aración , acción
y m an ten im ien to (p reven ción de la recaída). La etap a
de p recon tem p lación es aqu ella en qu e los in dividu os
n o p ien san en cam biar su com p ortam ien to y n o su e-
len ser con scien tes de qu e tien en u n p roblem a. Estos
in dividu os tien den a bu scar tratam ien to den tal sólo
an te u n a u rgen cia. Las p erson as en la etap a de con -
tem p lación son con scien tes del p roblem a y están p en -
san do seriam en te en el cam bio, p ero aú n n o están
p rep arados p ara actu ar en esta dirección . En la etap a
de p rep aración se dan los p rim eros p asos h acia el cam -
bio de com p ortam ien to, y en la etap a de acción el
cam bio em p ieza a h acerse realidad. Fin alm en te, en el
m an ten im ien to (p reven ción de la recaída) los in divi-
du os in tegran el n u evo com p ortam ien to en su estilo
de vida y trabajan p ara p reven ir u n a vu elta al com -
p ortam ien to an terior (60).
Blin khorn (14) ha descrito un m odelo pragm ático de
cam bio de com portam ien to para pacien tes den tales
cen trado en el pacien te, que in cluye los siguien tes pa-
sos: in con scien cia, con cien cia, in terés, actitud, creen -
cia, com prom iso y acción . Este en foque de la educa-
ción san itaria cen trado en el pacien te tien e cuatro fases
distin tas: la fase de exploración , la de com pren sión , la
de acción y la de habituación . La fase de exploración
sirve para establecer el n ivel de con ocim ien tos del pa-
cien te, sus creen cias y n ecesidades percibidas, y para
hacer sen tir al in dividuo que el problem a es suyo.
Cuan do el pacien te acepta que hay un problem a y está
dispuesto a cam biar su com portam ien to, em pieza la
fase de com pren sión , que in cluye un a iden tificación de
la n aturaleza del problem a (p. ej., ofrecer in form ación
sobre la en ferm edad y su preven ción ), evaluación y m e-
jora de las prácticas de cuidado person al del pacien te
 Prom oción de la salu d y en foqu es sobre com portam ien to en la preven ción de la en ferm edad periodon tal en n iñ os y adolescen tes
(cepillado y uso de la seda den tal) y recogida de datos
basales sobre sus prácticas de cuidados orales, En la
fase de acción se establecen n uevos patron es de com -
portam ien to, in cluyen do el establecim ien to de objeti-
vos in m ediatos y a largo plazo, la im plem en tación de
las estrategias de m otivación apropiadas (com o la au-
toevaluación del san grado) y la m on itorización y m o-
dificación de las in terven cion es. Con la fase de habi-
tuación se term in a el program a, con el establecim ien to
de pautas de seguim ien to y revision es periódicas. La
m ayoría de los esfuerzos en educación san itaria den -
tal fallan debido a que el den tista o el m aestro van di-
rectam en te a la fase de acción , y olvidan los dos pri-
m eros pasos del proceso (14, 58).
Las dim en sion es esp ecíficas de la p erson alidad re-
lacion adas con la teoría del ap ren dizaje social y la te-
oría de la acción razon ada se h an in vestigado en aso-
ciación con los com p ortam ien tos de salu d oral. La
escala del locu s de con trol se h a diseñ ado p ara an ali-
zar las creen cias de las p erson as acerca del grado de
con trol qu e tien en sobre lo qu e les su cede (23, 102).
Los grados en la escala van desde la creen cia de qu e
lo qu e su cede dep en de sólo del p rop io esfu erzo y h a-
bilidad, h asta el otro extrem o, en el qu e factores ex-
tern os com o su erte, azar o destin o gobiern an los re-
su ltados. El esqu em a del locu s de con trol en salu d h a
m ostrado p oten cial p ara p redecir los com p ortam ien -
tos p reven tivos en varios estu dios (23, 24, 26, 49, 77).
Por otra p arte, Bailey y cols. (9) y Odm an y cols. (70)
n o en con traron n in gu n a relación en tre las p u n tu a-
cion es del locu s de con trol y el com p ortam ien to en
relación a la salu d oral.
Prevención y cuidados personales
preventivos en niños y adolescentes
La p reven ción tem p ran a de las en ferm edades p e-
riodon tales en n iñ os y adolescen tes se en foca actu al-
m en te h acia la dism in u ción de los n iveles de p laca y
la p reven ción de la gin givitis a través de la edu cación
p ara la salu d oral, au n qu e h ay p ocas p ru ebas p ara sos-
ten er qu e a través de todo ello p u eda m odificarse efec-
tivam en te la h istoria n atu ral de la en ferm edad p erio-
don tal. Lissau y cols. dem ostraron qu e las p rácticas
de cu idados orales en la in fan cia estaban relacion a-
das con la en ferm edad p eriodon tal en la edad adu lta
(57). Sin em bargo, el cep illado con den tífrico flu orado
está bien docu m en tado com o m étodo de p reven ción
de la caries, y ju stifica la p rom oción de la h igien e oral
tam bién desde el p u n to de vista p eriodon tal. Otra ra-
zón p ara la p rom oción de la h igien e oral en n iñ os y
adolescen tes es qu e los bu en os h ábitos de h igien e oral
serían la base del tratam ien to de la p osible en ferm e-
dad p eriodon tal en el adu lto.
El em p leo exitoso de la estrategia de alto riesgo en
la p reven ción de las en ferm edades p eriodon tales en
n iñ os y adolescen tes requ eriría u n bu en m arcador de
en ferm edad p ara iden tificar al p acien te en riesgo. En
segu n do lu gar, h abría qu e disp on er de m étodos de p re-
ven ción de las en ferm edades p eriodon tales, p orqu e en
caso con trario in clu so u n bu en m arcador es in ú til y
éticam en te in acep table en la p ráctica clín ica. Por ejem -
p lo, la destru cción p eriodon tal se h a dem ostrado aso-
ciada con determ in adas bacterias y m arcadores de la
resp u esta del h u ésp ed (17, 52, 105), y se h an in trodu -
cido m étodos diagn ósticos p ara con firm ar la cau sa o
la actividad de la destru cción p eriodon tal (68, 86, 105).
Sin em bargo, qu e exista u n a asociación n o sign ifica
qu e existe u n a cau sa directa. Se h a su gerido qu e cam -
bios en el m edio am bien te, es decir, bolsas cada vez
m ás p rofu n das, resu ltan en el cam bio de la flora de la
bolsa p eriodon tal, en lu gar de qu e sean los cam bios
en la flora de la bolsa lo qu e exp liqu e la destru cción
p eriodon tal (35). De m om en to, los m étodos de p ro-
n óstico y diagn óstico basados en la bacteriología y los
h allazgos in m u n ológicos n o h an alcan zado u n n ivel
totalm en te satisfactorio p ara la p ráctica clín ica.
Los cu idados p erson ales, p or defin ición , in clu yen
todas las accion es qu e u n in dividu o em p ren de p ara
p reven ir, diagn osticar y tratar su s alteracion es de sa-
lu d p erson ales, así com o el com p ortam ien to in divi-
du al en cam in ado a m an ten er y m ejorar la salu d y las
decision es p ara ten er acceso tan to a los sistem as de
ap oyo in form ales com o a los servicios m édicos for-
m ales (103). De acu erdo con la taxon om ía de McQu een
(63), los cu idados p erson ales se categorizan en com -
p ortam ien tos p ara m an ten er la salu d, lo qu e im p lica
u n com p ortam ien to p reven tivo qu e gen eralm en te es
in dep en dien te del sistem a establecido de aten ción
m édica. Las otras dos dim en sion es del com p orta-
m ien to en relación con la salu d son el com p ortam ien to
qu e gen era m ás salu d y el qu e dañ a la salu d. El p ri-
m ero im p lica u n a m ejora in ten cion ada de las con di-
cion es p ara favorecer la salu d, y el otro in clu ye com -
p ortam ien tos de riesgo, com o dieta n o salu dable,
abu so del alcoh ol y falta de ejercicio físico. Los cu i-
dados p erson ales orales com p ren den u n am p lio es-
p ectro de actividades, qu e van del au todiagn óstico, el
au totratam ien to y la au top reven ción a la bú squ eda de
asisten cia p or otras p erson as o p or p rofesion ales.
Sögaard (91), qu ien revisó los estu dios escan din a-
vos sobre el com p ortam ien to de los adolescen tes en
relación con los cu idados p erson ales, en con tró cin co
factores p ositivam en te asociados con la frecu en cia de
cep illado: estatu s laboral de los resp on sables del h o-
gar, edu cación del p adre, n ivel de éxito en la escu ela,
n ivel de u rban ización y edad. Hon kala y cols. (39) ob-
servaron qu e las n iñ as se cep illan los dien tes m ás a
m en u do qu e los n iñ os, lo qu e se ve con firm ado p or
los resu ltados de Rise y cols. (78) y Sch ou y cols. (83).
En tre los adolescen tes fin lan deses, tam bién se h an
ap reciado factores sign ificativos qu e exp lican la fre-
cu en cia de cep illado en tre los n iñ os varon es, com o es
139
Kallio
la frecu en cia de cep illado de las m adres, y en tre las
n iñ as, adem ás de la frecu en cia de cep illado de las m a-
dres se añ ade el ren dim ien to en la escu ela (38). Ade-
m ás, se h a com p robado qu e la frecu en cia, el p atrón y
la du ración del cep illado son h ábitos fijos en tre los
adolescen tes (40). La costu m bre de arreglarse y ten er
u n a bu en a ap arien cia se asocia al cep illado en tre los
adolescen tes (36, 56, 83), su girien do la u tilidad de la
p ersp ectiva del estilo de vida p ara com p ren der el com -
p ortam ien to resp ecto al cep illado. Por ejem p lo, algu -
n os au tores h an observado qu e las p ercep cion es so-
bre la salu d, el h ábito de fu m ar o beber, las costu m bres
alim en tarias, la h ora de acostarse y el vision ado de ví-
deos están in terrelacion ados con la frecu en cia de ce-
p illado (83). Por lo tan to, el cep illado en los adoles-
cen tes n o p arece ser u n com p ortam ien to fu ertem en te
orien tado h acia la salu d.
Se h an p u blicado datos de diferen tes p rogram as de
edu cación p ara la salu d oral dirigidos a n iñ os y ado-
lescen tes. Mu ch os de ellos tien en sólo u n a im p ortan -
cia clín ica lim itada. El cep illado diario su p ervisado,
in clu so cu an do du ra varios añ os, n o siem p re h a de-
m ostrado qu e su p on ga u n efecto p rolon gado sobre el
com p ortam ien to de los adolescen tes en m ateria de
salu d oral o sobre su salu d gin gival (41, 55). En u n p ro-
gram a de tres sem an as sobre el cu idado in tegral de la
salu d oral su p ervisado p or m aestros se en fatizaron es-
p ecialm en te los cu idados p erson ales. Este p rogram a,
llam ado Natu ral Nash ers, fu e desarrollado p or Craft y
Crou ch er (21) y el trabajo de cam p o lo com p robaron
Craft y cols. (20). Los au tores in dicaron qu e se con se-
gu ían m ejorías sign ificativas en el com p ortam ien to,
los con ocim ien tos y la afectividad, la salu d gin gival y
la h igien e oral. Com bin ado con u n p rogram a de re-
fu erzo, la m ejoría clín ica in icial se m an tu vo du ran te
u n p eríodo de 6-9 m eses (20). Sögaard y cols. (92) des-
cu brieron otro p rogram a escolar de edu cación p ara la
salu d oral, basado en los p rin cip ios de la p articip a-
ción activa, la visu alización y la p articip ación de los
p adres, con el qu e se obtu vieron m ejorías a corto p lazo
en tre los adolescen tes qu e in icialm en te ten ían u n a sa-
lu d gin gival defectu osa (92). Alban dar y cols. (4) ob-
servaron u n a m ejoría sign ificativa en la salu d gin gival
en n iñ os brasileñ os, qu e se m an tu vo h asta 3 añ os,
com o resu ltado de u n p rogram a de edu cación p ara la
salu d oral m u y com p leto, qu e in clu ía en señ an za del
au todiagn óstico de p laca e h igien e oral. Du ran te el es-
tu dio se estableció u n segu im ien to frecu en te, con re-
fu erzo con tin u ado. El p rogram a in clu ía u n total de 3,5
h oras p or n iñ o, adem ás de u n a reu n ión de 1 h ora con
los p adres y m aestros (4).
La au toevalu ación (au todiagn óstico) de la salu d gin -
gival ap licada com o m étodo edu cativo p ara m ejorar
la salu d gin gival se h a in vestigado desde la década de
1960 en p acien tes adu ltos (8, 15, 28, 43, 82, 104) y re-
cien tem en te en adolescen tes (44-46, 69). En los p ro-
gram as de au toevalu ación se h an u tilizado cu estio-
140
n arios ilu strados de resp u esta m ú ltip le con fotogra-
fías en color y diagram as sobre la salu d gin gival (15,
104). Un m étodo m ás refin ado con siste en p edir a los
p articip an tes qu e lleven a cabo sistem as de m edición
clín ica, com o con tabilizar la can tidad de p laca u tili-
zan do p astillas reveladoras (8, 44, 69) o con tan do el
n ú m ero de sextan tes con san grado desp u és del cep i-
llado (figs. 3 y 4) (28, 43, 45, 69).
Nowjack-Raym er y cols. (69) p resen taron u n estu -
dio de n iñ os de 14 y 15 añ os en Estados Un idos a los
qu e se les en señ ó cóm o valorar su p laca o el san grado
al son daje tras el cep illado y la lim p ieza in terden tal
con p alillos. Am bos gru p os recibieron in stru cción
idén tica resp ecto al cep illado y el u so de p alillos in -
terden tales. Un h igien ista den tal discu tió con cada
p articip an te el resu ltado de los ejercicios de au toeva-
lu ación y con troló la h abilidad de los p articip an tes en
el u so de los p alillos. Du ran te el estu dio, los ch icos re-
cibieron u n a sesión adicion al de en tren am ien to in di-
vidu al p ara p oder au toevalu arse y p rofilaxis, qu e in -
clu ía rasp ado su bgin gival. Se observó u n a m ejoría
su stan cial y con tin u ada en la salu d gin gival de am bos
gru p os du ran te los dos añ os de segu im ien to del p ro-
gram a, con u n a redu cción del san grado al son daje su -
p erior al 50 %.
Kallio y cols. (45) com p araron , en ch icos fin lan de-
ses de 14 añ os, la efectividad de dos p rogram as de au -
toevalu ación del san grado gin gival y de la p resen cia
de p laca. Am bos p rogram as obtu vieron u n a m ejoría
clín ica com p arable del san grado al son daje du ran te 9
m eses; el gru p o de p laca obtu vo u n a redu cción del
23 % en el san grado al son daje, y el gru p o de san grado
u n 17 %. A los tres m eses de la au toevalu ación las re-
du ccion es fu eron del 31 y 22 %, resp ectivam en te. Ser
m ás con scien tes de la p resen cia de gin givitis se asoció
con m ejoría clín ica. Los an teceden tes socioecon óm i-
cos de los su jetos, el estado gin gival al in icio del estu -
dio y la edad estaban sign ificativam en te asociados con
la m ejora de la salu d gin gival du ran te el segu im ien to.
En este estu dio, la in terven ción de au toevalu ación se
lim itó a u n a sola sesión , y el p erson al den tal n o la vol-
vió a reforzar p ara estu diarla lo m ás in dep en dien te-
m en te p osible de otros factores de m otivación . La va-
lidez de la au toevalu ación del san grado se com p robó
tam bién en tre estos m u ch ach os y se en con tró qu e era
su ficien te p ara m on itorizar la salu d gin gival en gru -
p os, p ero n o p ara exp lorar in dividu os. La validez era
casi tan bu en a com o con el ín dice p eriodon tal de n e-
cesidades de tratam ien to de la com u n idad (Com m u -
n ity Periodon tal In dex of Tream en t Needs) (46).
En con clu sión , p arece qu e p u ede con segu irse u n a
m ejoría a corto p lazo de la salu d gin gival de n iñ os y
adolescen tes m edian te varios p rogram as de in terven -
ción , p ero los resu ltados a largo p lazo son in sign ifi-
can tes o n o h ay datos. Kay y Locker (47) revisaron la
efectividad de la edu cación p ara la salu d oral basán -
dose en 143 in terven cion es p u blicadas en tre 1982 y
 Prom oción de la salu d y en foqu es sobre com portam ien to en la preven ción de la en ferm edad periodon tal en n iñ os y adolescen tes
Tabla 1. En foqu es p rácticos p ara la p reven ción de la en ferm edad p eriodon tal en n iñ os y adolescen tes
Actividades en la clínica dental
Dejar de fum ar
Recu erde el sen cillo m étodo de p regu n tar, acon sejar, ap oyar y
organ izar p ara la cesación del h ábito
Tom e n ota en la h istoria odon tológica del h ábito de fu m ar del
p acien te y valore el n ivel de dep en den cia de la n icotin a,
u san do p or ejem p lo la p ru eba de Fageström (34)
Ten ga en cu en ta a la fam ilia y el círcu lo social y de am istades
del p acien te, ya qu e su in flu en cia en el com p ortam ien to
del p acien te resp ecto al tabaco es im p ortan te
Valore las razon es del fu m ador p ara dejar el tabaco y los
obstácu los a los qu e se en fren ta, ayu dán dole a m otivarse
p ara cam biar de actitu d
Evite victim izar a su p acien te o a su fam ilia o am igos
In ten te retrasar la edad de in icio del h ábito de fu m ar, m ás
qu e p roh ibirlo estrictam en te
Mu estre su exp erien cia en la form a de p en sar orien tada h acia
los factores de riesgo com u n es a varias en ferm edades
Ofrezca tam bién a su s p acien tes fu m adores in form ación
escrita
Educación para la salud oral
Es p referible u n en foqu e orien tado h acia los p adres y el
círcu lo social
Evite victim izar a su p acien te o a los p adres
In ten te en con trar op cion es de m an era qu e la elección m ás
sen cilla sea la m ás salu dable, com o p or ejem p lo dón de
com p rar u n a cep illo eléctrico y cu án to costaría
Man ten ga p rin cip ios sim p les: la au toevalu ación del san grado
p u ede ser ú til p ara m u ch a gen te (figs. 3 y 4)
Visitas de m antenim iento y prevención intensiva
Si h ay sign os alarm an tes de p eriodon titis de in icio p recoz,
son p referibles los ch equ eos fam iliares. Los factores
gen éticos y del com p ortam ien to dom in an : los h erm an os
p u eden n ecesitar su ayu da, y n ecesitará el ap oyo y
colaboración de la fam ilia p ara m ejorar la h igien e oral del
p acien te qu e debe llegar a ser excep cion al
1994 y con clu yeron qu e se con sigu e u n efecto p equ eñ o
y tem p oral de redu cción de p laca tras la edu cación
p ara la salu d oral. Sin em bargo, en los p aíses in du s-
trializados se h a observado u n a m ejoría ap reciable en
los cu idados p erson ales de n iñ os y adolescen tes du -
ran te la ú ltim a década (37), p robablem en te debida a
la m ejoría de las con dicion es socioecon óm icas, m ás
qu e a la edu cación san itaria p rofesion al p ara la salu d
oral. Los an u n cios com erciales de den tífricos y cep i-
llos, in ten sivos y con tin u os, h an sido p robablem en te
u n factor p ositivo p ara esta m ejora. En relación con
la caries den tal, se h a dem ostrado qu e n i la asisten -
cia odon tológica, n i la edu cación san itaria, n i las m e-
didas de p reven ción in dividu alizadas h an ten ido u n
efecto ap reciable en la dism in u ción de la caries en los
n iñ os de m u ch os p aíses in du strializados, de m an era
qu e n o deja de ser decep cion an te qu e la en orm e m e-
joría observada se deba p robablem en te a factores ex-
tern os a la odon tología (66).
Actividades sociales
Dejar de fum ar
In flu ya sobre las au toridades edu cativas locales p ara qu e se
p roh íba, de form a estricta y su p ervisada, fu m ar en las
escu elas
Colabore con su s com p añ eros y colegas locales, com p artien do
con ocim ien tos y establecien do p lan es p rácticos de acción
Colabore con otros p rofesion ales de la salu d, com p artien do la
idea deacu tar sobre los factores de riesgo com u n es a varias
en ferm edades
Con tacte con las asociacion es locales con tra el tabaco, p ara
en tablar p osibles colaboracion es
Educación para la salud oral
Con trole la disp on ibilidad y calidad de los folletos sobre salu d
oral en su m edio (escu elas, farm acias)
Organ ice reu n ion es con las p erson as resp on sables de la
edu cación san itaria en la escu ela y otras in stitu cion es, y
m ejore su s con ocim ien tos y m otivación p ara p resen tar los
m en sajes a los n iñ os
Colabore con su asociación den tal local
Colabore con las com p añ ías locales de den tífricos o cep illos
p ara obten er ap oyo m aterial
Enfoques prácticos
Las piedras an gulares de la preven ción y el trata-
m ien to de las en ferm edades m ás com un es en los paí-
ses in dustrializados son la prom oción de un a dieta m ás
saludable, en particular la dism in ución de las grasas,
dism in ución del con sum o de alcohol y tabaco, y pro-
m oción del ejercicio físico regular. Adem ás, la higien e
person al del cuerpo ha sido parte de la prom oción ge-
n eral de la salud duran te largo tiem po. Estos factores
de riesgo son com partidos por m uchas en ferm edades,
com o la diabetes, las afeccion es coron arias y el cán cer,
y un a preven ción efectiva se basa en elim in arlos, en
vez de en focarse en cada en ferm edad in dividualm en te.
La crecien te eviden cia de que las en ferm edades sisté-
m icas son im portan tes en la etiología de las en ferm e-
dades periodon tales reclam a un en foque dirigido a los
factores de riesgo com un es en la preven ción de las pe-
riodon titis. La preven ción se debe in iciar en la in fan-
141
Kallio
Fig. 3. Folleto de autoevaluación del National Institute of
Dental Research.
Fig. 4. Folleto de autoevaluación del National Institute of
Dental Research.
cia, ya que la en ferm edad periodon tal se in icia en la
adolescen cia y m uchos factores etiológicos sistém icos
de la periodon titis están relacion ados con com porta-
m ien tos y estilos de vida, que en su m ayoría se m ode-
lan en la in fan cia y la adolescen cia. La agregación fa-
m iliar de hábitos den tales, com o el cepillado de los
dien tes y la dieta, ha sido bien docum en tada en la bi-
bliografía (38, 106). El en foque del factor de riesgo co-
m ún se im plem en ta m ejor a través de un a estrategia
poblacion al gen eral, o poblacion al dian a, que con si-
deran do un a estrategia in dividualizada de alto riesgo,
ten ien do en cuen ta que los factores susceptibles de
preven ción en la en ferm edad periodon tal son am -
bien tales (tabaco y política alim en taria) e in terperso-
n ales (in fluen cia del círculo social y la fam ilia en el
com portam ien to referido a los cuidados person ales)
(tabla 1).
Las m edidas p rácticas in clu yen , en p rim er lu gar,
u n a revisión de la p olítica odon tológica a todos los n i-
veles. Ésta en globa n o sólo los p rogram as edu cativos
y servicios asisten ciales p reven tivos, sin o tam bién el
trabajo com u n itario, el desarrollo organ izativo, n or-
m as p ú blicas estim u lan tes de la salu d, m edidas am -
bien tales salu dables y actividades econ óm icas y re-
gu ladoras (25). Un bu en ejem p lo de la im p ortan cia de
com p ren der las diferen tes facetas de la p reven ción es
el trabajo p reven tivo dirigido a la dism in u ción o abo-
lición del h ábito de fu m ar. El tabaco es el factor de
142
riesgo p reven ible m ás sign ificativo qu e se con oce p ara
evitar m u ertes p rem atu ras (12) y tam bién la p erio-
don titis (95). Las estim acion es actu ales in dican qu e
fu m ar com p orta u n au m en to de la p revalen cia de p e-
riodon titis de m ás del 20 % en los sectores m ás jóve-
n es de la p oblación adu lta (33). Hasta u n 51 % del
riesgo observado de p eriodon titis está asociado al ta-
baco en las p erson as jóven es (33). El h ábito su ele in i-
ciarse en la adolescen cia, y m u ch a gen te qu e será fu -
m adora en la edad adu lta in icia el h ábito h acia los 20
añ os (61, 74, 89), p osiblem en te p orqu e la dep en den -
cia de la n icotin a se desarrolla m ás ráp idam en te en
los jóven es (62). Alterar el desarrollo de este h ábito
p u ede sign ificar en orm es ben eficios p ara la salu d p e-
riodon tal y gen eral. Los p rogram as escolares y com u -
n itarios de p reven ción del tabaco son efectivos. En el
North Karelia You th Project, el segu im ien to al cabo de
15 añ os reveló u n 22 % m en os de con su m o h abitu al
de cigarrillos en el gru p o de in terven ción en com p a-
ración con los con troles (100). Se h a recon ocido la im -
p ortan cia de los odon tólogos (64), y se em p ieza a con -
tar con ellos en los p rogram as com u n itarios de con trol
del tabaco (42, 97). En relación con el tabaco, el con -
sejo de los odon tólogos h a dem ostrado ten er éxito en -
tre los adolescen tes (27, 85), p ero en este sen tido, aú n
son m u ch as las p osibilidades de m ejorar (22, 32, 93).
En u n a m u estra en Fin lan dia, sólo u n 8 % de los fu -
m adores h abían sido advertido p or su den tista de la
con ven ien cia de dejar el tabaco (93). Den tro de la p ro-
fesión den tal se in ten ta m ejorar la im p licación de los
odon tólogos en este cam p o (6, 7). La Am erican Den -
tal Association h a p u blicado recien tem en te u n as n or-
m as p ara u tilizar cu an do el odon tólogo recom ien de
dejar el h ábito de fu m ar (código n ú m ero 01320). Otros
esfu erzos organ izativos, in clu yen do el au m en to en los
im p u estos sobre el tabaco, el refu erzo de las leyes qu e
lim itan el acceso de los m en ores al tabaco, cam p añ as
en los m edios de com u n icación orien tadas a los jó-
ven es, etc, tam bién h an dem ostrado ten er éxito (98).
La p rofesión den tal p u ede colaborar directam en te en
el desarrollo de esta p olítica, e in directam en te in flu -
yen do en la op in ión p ú blica con el objeto de favore-
cer u n a p olítica qu e ayu de a evitar el u so de tabaco
en tre los jóven es. Un ejem p lo estim u lan te de acción
p ú blica salu dable p rocede de Can adá, con la eleva-
ción de los im p u estos sobre el tabaco en la década de
1980. Se h a estim ado qu e esta sim p le m edida redu jo
el u so de tabaco en adolescen tes en u n 62 %, in clu -
yen el tabaco im p ortado de Estados Un idos (90, 98).
Otro factor de riesgo p reven ible im p ortan te en re-
lación con la p eriodon titis es la diabetes m ellitu s tip o
2, cu yo in icio se ve in flu ido en gran m edida p or los
factores com u n es de riesgo an tes m en cion ados. De
n u evo el éxito de la p reven ción de la diabetes p rodu -
ciría ben eficios su stan ciales n o sólo en el con trol de
la p eriodon titis, sin o tam bién en la salu d en gen eral.
Recíp rocam en te, se h a su gerido qu e la en ferm edad
 Prom oción de la salu d y en foqu es sobre com portam ien to en la preven ción de la en ferm edad periodon tal en n iñ os y adolescen tes

p eriodon tal p u ede favorecer la p atogen ia de la diabe-

tes m ellitu s (75). Un estu dio recien te en Fin lan dia m os-
traba qu e los adu ltos obesos qu e tam bién lo eran en
la in fan cia ten ían u n riesgo 56 veces m ayor (odds ra-
tio) de p adecer diabetes in su lin odep en dien te (99). Los
au tores señ alaron qu e la iden tificación de los n iñ os
obesos y u n p rogram a adecu ado p ara qu e p erdieran
p eso p rodrían p reven ir el sín drom e m etabólico (99).
Esto su giere qu e se p u ede con segu ir u n a m ejoría en
la salu d gen eral y p eriodon tal si los odon tólogos ex-
tien den su s con sejos dietéticos m ás allá del azú car, y
cu bren tam bién el p roblem a de la obesidad. Hay p ru e-
bas de qu e la dieta de las edades tem p ran as deter-
m in a los h ábitos p osteriores (101). Los h ábitos de la
m adre se corresp on den m arcadam en ete con los de
su s h ijos (72, 106), p or lo qu e la edu cación debe diri-
girse a ellas.
Existe u n a crecien te eviden cia de qu e la en ferm e-
dad p eriodon tal en la ju ven tu d p u ede in flu ir n o sólo
en la p atogen ia de la diabetes, sin o tam bién au m en -
tar el riesgo de en ferm edad coron aria, ataqu es de co-
razón , arteriosclerosis, em bolias, p artos p rem atu ros y
recién n acidos de bajo p eso (13, 71). A p artir de u n a
estrategia p reven tiva de las en ferm edades p eriodon -
tales, estas asociacion es con stitu yen u n a excelen te
op ortu n idad de m ejorar la im p licación de los odon tó-
logos en la trabajo p reven tivo basado en el en foqu e de
los factores de riesgo com u n es a varias en ferm edades.

Conclusión
El con trol de la p laca bacterian a con tin ú a sien do el
p rin cip al factor p ara la p reven ción de la gin givitis y
de la p eriodon titis en n iñ os y adolescen tes, p ero las
in vestigacion es de los ú ltim os añ os in dican qu e la p re-
ven ción sería m ás efectiva si adem ás se tom aran en
con sideración los factores de riesgo am bien tales y las
en ferm edades sistém icas. El en foqu e basado en los
factores de riesgo com u n es a varias en ferm edades
con stitu ye el p rin cip al m étodo de p reven ción de las
en ferm edades p eriodon tales en edades jóven es. La
p rioridad debe cen trarse siem p re en descu brir y con -
trolar las cau sas de la in ciden cia (79). La eviden cia ac-
tu al de la relación en tre el tabaco y la in ciden cia de
p eriodon titis es m ayor qu e resp ecto a cu alqu ier otro
factor su scep tible de p reven ción . Adem ás, los ben efi-
cios p ara la salu d gen eral qu e se con sigu en al dism i-
n u ir el u so de tabaco son excep cion alm en te sign ifi-
cativos, lo qu e ju stifica aú n m ás el en foqu e p reven tivo
an titabaco en la p rofesión den tal.
Periodon tology 2000, Vol. 26, 2001, 135-145

Bibliografía

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Kallio

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Prom oción de la salu d y en foqu es sobre com portam ien to en la preven ción de la en ferm edad periodon tal en n iñ os y adolescen tes

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