Dos personas conversaban despreocupados por su vida actual, tenían mucho trabajo en su

oficina, que decidieron dejar de hacer lo que ordinariamente hacen para platicar qué iban a
hacer ese Viernes por la noche. Nunca habían tenido una plática tan profunda. Después de
hablar de comida, fútbol y mujeres, uno de ellos le cuestiona al otro:

-Oye ¿crees que la vida que vivimos es un sueño?

-Yo creo que sí, pero no en el sentido de alguien que esté soñándonos o como la película de
Matrix.

-¿Y cómo entonces?

-Soñamos con querer ser alguien en la vida, con hacer algo en particular y demás cosas, pero no
recordamos algo fundamental.

-¿Qué cosa?

-Que nosotros mismos, nuestro "yo" también es un sueño.

-Claro que no, esas son estupideces ¿qué tipo de psicoanalista eres? Me refiero a que
necesitamos creer en algo para al menos entendernos y que nuestra vida tenga sentido.

-¡Por supuesto! ¡Creer, la magia de nuestra vida! Empero, sólo creemos mientras hacemos algo,
mientras nos expresamos de una forma determinada, que puede tener sentido en relación o en
común con los demás. No "soñamos" para después darle sentido a nuestra vida, o para ser
alguien en la vida y triunfar y tener éxito, sino que nuestra vida es soñar, es un "sueño", y ese es
el sentido de nuestra vida.

-¿Pero eso qué tiene que ver con que "Yo" sea un sueño, una ilusión?

-Que "yo" sólo es un pronombre, una palabra, independientemente del idioma, I (inglés), Ich
(alemán), Je (francés), Io (italiano), etc. Y sólo tiene sentido mientras la usamos, mientras
significa algo de acuerdo con el modo de vivir de la sociedad.

-Pues sí pero eso no significa que sea un "sueño". Sólo son tonterías, nadie se pregunta algo así.

-Precisamente como nadie se lo pregunta, nadie se da cuenta. No hay una razón para que sí lo
sea, pero tampoco la hay como para que no la sea. Podemos estar de acuerdo o no, pero nadie
negaría que fuera de la naturaleza social de nuestra vida, no tiene ningún sentido el "yo".
Además, el que diga que el "yo" es un sueño no significa que la asuma como una idea o principio
fundamental. Eso sí sería un error, al menos para la forma en la que hablamos de nosotros y de
nuestra vida.

-Creo que ya te agarré la onda. Estás bien loco. Nadie dudaría de quién es, y si lo hiciera, se
desconectaría de "la sociedad".

-¡Tienes toda la razón! Por eso necestiamos tener certezas indispensables, porque sino entonces
dudaríamos de quiénes somos y ¡qué desmadre, qué desorden habría!. Y por eso, el "yo" es una
ilusión necesaria...