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ISSN: 2221-0369

Año 8- número 14 Lima - enero 2019


REVISTA HAUCAYPATA 133
Investigaciones arqueológicas del Tahuantinsuyo

Simetría y configuración espacial de la ritualidad Inca: el Complejo 19


de El Shincal de Quimivil como caso de estudio. Catamarca-Argentina
Gustavo Corrado
grrado@gmail.com

Marco Giovannetti
mgiovannetti@conicet.gov.ar

Nicolás Balbi
nicolasbalbi@outlook.com.ar

Marco Lopérfido
marcoloperfido1@hotmail.com

Iván Fasciglione
ivanfasciglione1994@gmail.com

Resumen
Se presenta una nueva interpretación sobre el Complejo 19 de El Shincal de Quimivil, Catamarca,
Argentina. Este espacio fue definido previamente como una estructura con fines militares,
por lo que se le atribuyó la identificación funcional de Atalaya. Nuevos estudios y recientes
excavaciones, por el contrario, dan cuenta que otros tipos de prácticas se desarrollaron en este
espacio, identificándosele ahora como un edificio con carácter sagrado donde se realizaron ritos
y ofrendas, muy probablemente relacionados con el culto al agua y la práctica oracular. Esto se
evidencia en el tallado realizado sobre la roca madre de la lomada donde se emplaza el Complejo
19. Se han descubierto huecos y micro-canales, tallados sobre la superficie granítica, para la
adecuada conducción de líquidos. La configuración arquitectónica de los dos recintos que se ubican
en dirección norte y sur refleja la noción de dualidad y complementariedad, que recordaría el
concepto de Yanatin andino.

Palabras claves: El Shincal de Quimivil, Complejo 19, roca sagrada, dualidad, culto al agua.

Abstract
This paper presents a new interpretation of complex 19 at El Shincal de Quimivil in Catamarca,
Argentina. This space has previously been identified as a military structure, which was attributed
the designation of watchtower. Recent studies and excavations to the contrary make it clear that
other activities took place in this facility. It is now identified as a space with sacred characteristics
in which rites were carried out and offerings were made, probably as part as of a water cult with
oracular characteristics. This is evidenced by the carvings sculpted in the bedrock of the mountain
slope where complex 19 is situated. Depressions and microchannels have been found sculpted on the
granite surface, which would have served to run liquids through. The architectural configuration
of the structures which are found on the north and south sides reflect a notion of duality and
complementarity which evokes the Andean notion of Yanatin (complementary opposites).

Keywords: El Shincal de Quimivil, Complex 19, sacred stone, duality, water cult.

CORRADO, Gustavo; GIOVANNETTI, Marco; BALBI, Nicolás; LOPÉRFIDO, Marco e Iván FASCIGLIONE,
2019. Simetría y configuración espacial de la ritualidad Inca: el Complejo 19 de El Shincal de Quimivil como
caso de estudio. Catamarca-Argentina. Revista Haucaypata. Investigaciones arqueológicas del Tahuantinsu-
yo, Nro. 14: 133-143. Lima.
Gustavo Corrado, Marco Giovannetti, Nicolás Balbi, Marco Lopérfido e Iván Fasciglione 134
Simetría y configuración espacial de la ritualidad Inca: el Complejo 19 de El Shincal de
Quimivil como caso de estudio. Catamarca-Argentina

Figura 1. Mapa del Sitio El Shincal de Quimivil. El círculo marca la ubicación del Complejo 19 de El Shincal.
Elaborado por Giovannetti y Corrado 2013.

Introducción de la geografía circundante.


Este escrito expone el derrotero y los primeros En cada provincia del NOA existen decenas de
resultados de una excavación que realizamos ocupaciones incas, pero muy pocas presentan el
en 2016 y 2017 en el Complejo 19 del sitio El conjunto de rasgos arquitectónicos y la planifica-
Shincal de Quimivil, localizado en la provincia ción de El Shincal de Quimivil, que posee una pla-
de Catamarca (Argentina). Años de investiga- za (delimitada por muros de perfecta morfología
ción en el sitio han demostrado que fue uno de cuadrangular) con un ushnu (también de planta
los más importantes centros incaicos en el sur cuadrangular) ubicado casi en su centro, varios
del Tahuantinsuyo (Farrington 1999, Raffino edificios habitacionales, callancas, espacios pú-
2004 y Giovannetti 2015 y 2016). El Shincal de blicos, más de setenta almacenes del tipo colca y
Quimivil destaca por sobre otros asentamien- un centenar de otras construcciones de diversas
tos incas del noroeste argentino (NOA) y Chile formas y ubicaciones (figura 1). Además, es im-
por características como: su minuciosa plani- posible obviar la utilización del espacio natural
ficación entre las que destacan sus estructuras circundante para lograr una perfecta fusión de la
de carácter público, la constitución de espacios arquitectura del sitio con los cerros y cuerpos de
preparados para prácticas festivas y ceremo- agua, como arroyos y vertientes. Lo más destacado
niales y la construcción de un amplio paisaje son cuatro cerros bajos dispuestos cardinalmen-
que articula arquitectura con aspectos físicos te respecto de la plaza central, marcando cuatro
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Figura 2. Vista en planta del Complejo 19 de El Shincal. Elaborado por Giovannetti y Corrado 2015.
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puntos referentes, donde la simetría y el orde- (R74 y R75) enfrentados entre sí, opuestos en
namiento, de acuerdo a una geometría espa- lo que parecería ser a simple vista una relación
cial, se hace evidente (Giovannetti 2016). Es- simétrica. Además, posee dos espacios abiertos
tos cuatro cerros se convierten en puntales a y planos, una escalera de acceso a la cima y un
cada extremo cardinal, mientras que la plaza y doble muro perimetral. Toda la estructura tiene
el ushnu fueron ubicados espacialmente en re- una orientación norte-sur determinada por la
lación a los mismos. La posición del ushnu en ubicación de los dos recintos opuestos. Este tipo
la plaza principal, como punto medio central, de construcciones dobles simétricas son comu-
coincide con la intersección que se crea a partir nes en otros sitios del Tahuantinsuyo, algunos de
de dos líneas rectas imaginarias que conectan gran envergadura como Huánuco Pampa (Huá-
los cerros del norte y sur con los del este y oeste. nuco) o Pisaq (Cuzco) (figura 3). Un elemento
Los cerros, en mayor o menor medida, fueron estructurante de la ideología Inca fue la simetría
objeto de modificaciones: escaleras de acceso opuesta manifestada como rasgo arquitectónico
a la cima, recintos de piedra, rocas recortadas (Hyslop 1990) o en los diseños en la cerámica de
o con marcas visibles y construcciones en las producción estatal (González Carvajal 1998). La
laderas y base. De esta forma, a partir de un dualidad manifiesta como bipartición o cuatri-
trabajo pionero de Ian Farrington (1999), la partición de un espacio reflejaría fuertes princi-
acumulación de investigaciones capitalizaba pios lógicos del mundo andino, del pasado y del
interpretaciones tendientes a resaltar la im- presente, según estudios sobre crónicas y relatos
portancia ceremonial de este sitio, en vincula- de etnografías recientes (Platt 1978; Zuidema
ción directa con la construcción de un paisaje 1989; Wachtell 2001; Sánchez Garrafa 2014). El
sacralizado (Raffino 2004, Corrado et al. 2015 mundo estaría ordenado en categorías opuestas,
y 2016 y Giovannetti 2011-2015 y 2016). Al pero al mismo tiempo complementarias, es decir
respecto, también pudo demostrarse una ma- espacios duales: masculinos/femeninos, fríos/
quinaria a gran escala para la preparación de calientes o lunares/solares1.
grandes cantidades de comida y bebida para Sobre las características específicas de los re-
la producción de fiestas estatales en El Shincal cintos R74 y R75, es necesario destacar que los
(Giovannetti 2015). Por otra parte, para com- vanos no se oponen a manera de espejo, sino que
pletar el escenario de fusión de arquitectura y presentarían una especie de simetría especular
rasgos naturales, una pequeña vertiente, ubica- opuesta, del mismo modo que se puede observar
da a 2 km al norte, fue canalizada con maestría en la disposición de los diseños de la cerámica
de conocimientos hidráulicos para traer el agua Inca mixta en Chile (González Carvajal 1998). Por
hasta la plaza de El Shincal. otra parte, existen diferencias distinguibles entre
En el presente trabajo se exponen las inter- ambos recintos como para considerar que se res-
pretaciones realizadas sobre el Complejo 19 de peta una simetría exacta. El área de cada recinto
El Shincal (figura 2), analizado desde su confi- es de 20.52 m2 (R74: 5,40 x 3,80 m) y de 11,31
guración arquitectónica, para intentar relacio- m2 (R75: 3,90 x 2,90 m). Además, existe una pe-
narlo con aspectos de la cosmovisión andina. queña desviación de grados del recinto R75 con
A lo largo del trabajo intentaremos demostrar respecto al norte, mientras que su homólogo, el
cómo el Complejo 19 puede ser visto como un recinto R74, está perfectamente alineado con los
espacio que debe ser considerado un templo, puntos cardinales2. Otro rasgo a destacar, de ca-
una idea que ya dejara entrever Farrington rácter único en estos recintos, es que parecieran
(1999). La disposición especial de sus dos re- presentar paredes con esquinas levemente curva-
cintos, sumado a los rasgos arquitectónicos de das, elemento distintivo en relación con las demás
carácter especial y al hallazgo de un bloque ro- construcciones del sitio, ya que recurrentemente
coso tallado en el centro de la explanada, nos repiten recintos con esquinas en ángulo recto.
conducen en tal sentido.
1 Sobre los principios de ordenamiento del mundo an-
El Complejo 19 dino, donde destaca el principio de complementarie-
Se ubica en el sector suroeste de El Shincal. dad, junto a reciprocidad, relacionalidad, ciclicidad y
Está edificado sobre una lomada donde se eri- correspondencia, es necesario tener en cuenta el estu-
gieron dos recintos con plantas cuadrangulares dio de filosofía andina de Estermann (2006).
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Hay ejemplos en otros sitios del Tahuantin- se articulan con otros conductos que van por el
suyo con características similares, entre los interior de la roca a manera de túneles. El diáme-
que se puede citar el torreón de Machu Picchu tro de los orificios circulares no supera los 0,10
(Giovannetti 2016). m y en varias ocasiones se conectan con los ca-
En la explanada principal, ubicada en medio nales. Existen también dos orificios, a modo de
de los recintos R74 y R75, y a la cual se accede dos pequeñas cavernas, y otros dos espacios pla-
mediante una escalera de piedra por el lateral nos horizontales cuadrangulares. El orificio más
oriental, realizamos una excavación en una grande tiene por encima un anillo de rocas can-
área de 3,5 x 2,5 m. Esta se efectuó en dos eta- teadas que lo rodea. Esto produce que el hueco y
pas, una en diciembre de 2016 y otra en febrero el anillo de rocas quede sobre elevado unos 0,30
de 2017. Primero se realizó un sondeo donde m por encima del nivel de la roca madre.
se encontró un receptáculo circular construido Los restos recuperados en la excavación fue-
con rocas canteadas. La segunda excavación ron muy escasos en comparación con otras ex-
arrojó resultados notables, en cuanto puso al cavaciones realizadas en el sitio, en otras múlti-
descubierto el tallado de un gran bloque de la ples ocasiones (Raffino 2004, Giovannetti et al.
roca madre de naturaleza granítica (figura 4). 2012, Giovannetti 2016). En nuestra excavación
A los 20 cm de profundidad comenzó a descu- del Complejo 19 hallamos apenas una veintena
brirse un complejo a la manera de una maque- de fragmentos cerámicos de los cuales destacan
ta tallada sobre la roca madre. El trabajo sobre cuatro de ellos como pertenecientes a posibles
el gran bloque expuso un sistema de micro-ca- sahumadores, sin decoración pintada y de pasta
nalización, tallados de forma cuadrangular y del tipo tosco utilitaria. Entre los restantes frag-
huecos circulares. Los canales fueron labrados mentos se identificaron los estilos Inca provin-
como pequeños conductos con fuertes cambios cial y Belén asignado a las poblaciones locales de
de dirección, marcando formas en zig-zag, que la región. Las excavaciones realizadas en el Com-
plejo 19 arrojaron luces sobre la funcionalidad y
el propósito por el cual fue construido. Conside-
2 En este sentido, es importante tomar en cuenta la
ramos como la hipótesis más fuerte aquella que
noción de complementariedad asimétrica observa-
da etnográficamente por Cavalcanti Schiel (2015). A vincula este espacio con prácticas de culto vincu-
través de la confección de tejidos, gestos rituales o ladas al agua, como explicaremos en el próximo
percepción de los calendarios es posible ver con cla- apartado.
ridad cómo se persigue la consideración de dos po-
los que se complementan pero, no necesariamente, La piedra sagrada del Complejo 19
se exponen con similares características cada uno. El culto a las rocas parece haber estado muy

Figura 3. Recitos simétricos en Pisaq (Perú). (A) Recintos separados por un muro divisor compartido. (B)
Recintos separados por un espacio abierto. Fotografías por Giovannetti 2018.
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Quimivil como caso de estudio. Catamarca-Argentina

Figura 4. Roca tallada hallada durante las excavaciones del Complejo 19 de El Shincal. (a) hueco rodeado
por un anillo de rocas canteadas. Elaborado por Giovannetti y Corrado.

extendido en los Andes prehispánicos y en el estudios también dan cuenta de rocas que fueron
período Inca se tornó muy visible por la gran sacralizadas, cuyas expresiones materiales mues-
cantidad de vestigios de trabajo intenso sobre tran que fueron talladas, rodeadas o protegidas
bloques de gran tamaño (Hyslp 1990 y Dean por muros perimetrales o terrazas. Entre ellas
2015). Es común hallar a lo largo de Tahuan- se pueden mencionar casos en sitos como Pisaq
tinsuyo sitios con rocas y afloramientos rocosos (figura 5), Quenqo (figura 6), Ollantaytambo, Ti-
tallados. Entre los que presentan canales, de- pón, Chacán, y Qespi Wara, ubicados todos en el
presiones u orificios se encuentra Samaipata en Cuzco o cerca del mismo (Hyslop 1990 y Dean
Bolivia (Meyers y Combés 2015) y la mayoría de 2015).
los afloramientos rocosos del Parque Arqueoló- Pensamos que la roca hallada en el centro del
gico de Sacsayhuamán, como Quenqo Grande y Complejo 19 fue concebida como una entidad sa-
Quenqo Chico, Chincana Grande y Laqo (Mon- grada (huaca), objeto de adoración por quienes
teverde 2012 y 2014). Este tipo de trabajo sobre realizaban ceremonias en el lugar, posiblemen-
la roca indicaría que fueron hechos para ver- te sacerdotes y sacerdotisas especializados en el
ter libaciones especiales, tales como chicha o oficio religioso. En la misma se vertían líquidos
agua (Hyslop 2010 y Monteverde 2014). Otros para constituir una relación de comensalismo
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ritual, pero también para observar el recorrido y después de las lluvias a fin de garantizar el éxito
del agua como una forma de dialogar con la en- en la irrigación y cultivos (Arriaga 1920 [1621]).
tidad sagrada y buscar algún tipo de respues-
ta oracular. El Complejo 19 y los muros que lo Implicancias de una estructura dual
conforman fueron creados fundamentalmente Como se adelantó en la descripción arquitectó-
para rodear, resaltar y proteger a la roca sagra- nica del Complejo 19, este se encuentra diseñado
da de la lomada. Los recintos construidos, en- con rasgos de simetría. Si observamos la confi-
frentados unos a otros, habrían sido locus don- guración espacial de sus partes notamos que los
de parte de los rituales se realizaban; quizás la recintos intramuros están ubicados de forma
preparación de los elementos involucrados o la simétrica3, uno localizado al norte (con su vano
misma preparación de los oficiantes. mirando al sur) y el otro localizado al sur (con su
Otra característica importante a tener en vano mirando al norte) (ver figura 2). Existe, sin
cuenta es la cercanía del Complejo 19 a una embargo, una notable distinción: sus entradas no
fuente de agua, un arroyo y un canal artificial
que trae agua del río Quimivil (figura 1). Exis- 3 La simetría es un rasgo característico Inca. Se ilus-
ten datos etnohistóricos que demuestran que tra por la coincidencia de edificios a ambos lados de
afloramientos y rocas cercanos, o sobre cursos una entrada, como en Quispeguanca (Urubamba) (Fa-
de agua, tuvieron un carácter sagrado, ado- rrington 1995), Huánuco Pampa (Morris y Thompson
rándoseles, por lo general, antes de la siembra 1985 y Pino 2014) o en Pisaq.

Figura 5. Roca rodeada por muros en Pisaq (Perú). Fotografía Giovannetti 2018.
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Figura 6. Roca erigida sobre su eje vertical y rodeada por un muro de sillería en Quenqo Grande, Parque Ar-
queológico de Sacsayhuamán (Perú). Fotografía Giovannetti 2017.

se ubican a manera de reflexión especular, sino a las aperturas y a las entradas. Mientras que los
que mantienen una relación de inversión, una lados derechos a los cierres y a las salidas (Gio-
respecto de la otra. Un dato curioso surge de vannetti 2018). Nos es llamativo verificar que las
esta característica y, quizás, nos está brindando entradas a ambos recintos del Complejo 19 están
información sobre la gestualidad expresada en colocadas sobre extremos que implican que estas
los rituales. siempre se realicen por el lado izquierdo, mien-
La dualidad andina tiene relación con el prin- tras que las salidas por el lado derecho. Cabe re-
cipio lógico de complementariedad, donde los saltar que ambos recintos están separados por
pares de opuestos cumplen un rol conjunto una explanada central (P1) y la entrada a la mis-
para dar sentido a la “existencia”, mediante el ma se realiza por una escalinata curvada ubicada
complemento de uno con el otro (Estermann al este de la lomada sobre la que se emplaza el
2006 y Cavalcanti Schiel 2015). La izquierda Complejo 19. Es en esta explanada donde se ubi-
y la derecha conforman uno de los pares más ca la gran roca tallada.
importantes, con implicaciones directas en las La configuración espacial de este complejo
prácticas rituales. Hemos observado en cere- constituiría un diseño que refleja la noción de
monias actuales de migrantes cuzqueños cómo dualidad y complementariedad. Desde los es-
el uso de los lados izquierdos (mano, direccio- tudios etnohistóricos y etnográficos podríamos
nes de movimiento, espacios etc.) se vinculan rescatar la noción de Yanantin (Platt 1978), uno
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de los más conspicuos para explicar fenome- comienzan todas las fiestas de las huacas, en ella
nológicamente el principio de complementa- median, y en ella acaban, sus fiestas, y ella es el
riedad (García y Roca 2004, Estermann 2006, todo. Y assí tienen para este efecto muchos va-
Cavalcanti 2015). Las cosas al reflejarse en un sos, y vasijas de diferentes formas, y materias,
espejo son iguales unas a otras, están en una y es común modo de hablar, que dan de beber a
relación Yanantin, es un principio de oposición las Huacas, quando les van a mochar” (Arriaga
complementaria, jerarquizada e interdepen- 1920 [1621]: 42).
diente asociada a las nociones de masculino Quizás los huecos y canales del gran aflora-
y femenino, derecha e izquierda, alto y bajo. miento situado en la explanada del Complejo 19
Muchas veces, como vimos previamente, la fue objeto de la recepción de chicha, además de
complementariedad puede no ser simétrica agua, por parte de especialistas religiosos incas o
con exactitud, sino presentarse en una relación representantes locales, que comenzarían y/o cul-
asimétrica (Cavalcanti 2015). Pero en definiti- minarían el acto ritual en los recintos localizados
va constituirían oposiciones interdependientes a cada extremo (R74 y R75). Esto, si bien es una
vinculadas y unidas por un flujo constante de hipótesis, explicaría la manera en que fueron dis-
intercambios recíprocos de distinta naturale- puestas y logradas las estructuras arquitectóni-
za, valoración y/o simetría (Núñez del Prado cas que componen todo el Complejo 19, donde
2008: 15). Entonces, se puede deducir que para la roca se ubica en medio y los recintos en los
los andinos el universo se compone de pares de extremos.
elementos complementarios y opuestos ligados Por último, nos interesa, a la luz de lo expues-
en una relación Yanantin, comparable a la que to, revisar las interpretaciones del Complejo 19.
une un objeto a su imagen especular (Calero Nuestras investigaciones llevaron a replantear
del Mar 2002 y Webb 2012). el rol que este tuvo en El Shincal, contrario a su
Este concepto puede deducirse en la construc- interpretación como edificio destinado al control
ción arquitectónica en muchos sitios andinos militar (Raffino 2004). La noción de “Atalaya”
(Pino 2014). El Complejo 19 de El Shincal re- surgió al realizarse una revisión bibliográfica,
cuerda a una estructura homóloga en Huánuco sobre todo a partir de los trabajos de Gasparini
Pampa, Inkawasi (Pino 2014) y en Pisaq (figura y Margolies (1977) y Hyslop (1990), y una poste-
3B). Estas están formadas por dos recintos uni- rior comparación con la estructura arqueológica
dos o vinculados. En el caso de Huánuco Pam- en cuestión. En este trabajo damos cuenta de una
pa uno de ellos mira hacia el este y el otro hacia interpretación del Complejo 19 más por su carác-
el oeste, en forma simétrica. Estos recintos fue- ter sagrado vinculado a la cosmovisión incaica,
ron replicados y se encuentran unidos por un que a una mera función militar de la estructura.
mismo muro que cumple la función de eje de La reinterpretación de los elementos que hemos
estos. Pero existen también otros que presen- recolectado nos indica que se desarrollaron en
tan un corredor central que los separa, como el el Complejo 19 actividades de culto y ofrenda de
de Pisaq. Estos podrían ser análogos al caso de líquidos. Reforzamos, de esta forma, la idea que
El Shincal. existen múltiples indicios de un complejo sistema
religioso que funcionaba en El Shincal, profunda-
Palabras finales mente relacionado con la arquitectura, el paisaje,
Fuentes etnohistóricas como la de José de los astros y la práctica festiva (Giovannetti 2016).
Arriaga (1920 [1691]) dan cuenta de una larga De este modo, nos oponemos a la idea de espa-
lista de entidades que fueron objeto de culto cio de vigilancia militar del Complejo 19, y plan-
y adoración por los incas, entre ellas el sol, la teamos que varios postulados sobre la funciona-
luna, cuevas, fuentes de agua, montes, cerros, lidad de las estructuras de El Shincal deben ser
momias, entre otros. Pero las piedras y aflora- revisados. La idea original de una construcción
mientos rocosos han tenido una consideración al estilo de un fuerte militar como vigilancia del
muy especial en la percepción de los paisajes ingreso a la ciudad, a la luz de las nuevas evi-
sagrados. Como parte de las celebraciones y del dencias, debe ser descartada. Ni siquiera puede
culto se le daban de beber y de comer: “La prin- pensarse en una doble funcionalidad militar-ri-
cipal ofrenda y la mejor, y la mayor parte de tual, dado que no existen elementos para inferir
sus sacrificios, es la chicha por ella, y con ella aspectos de la primera. Por ejemplo, no hay muros
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defensivos, el Complejo es pequeño para alber- CAVALCANTI-SCHIEL, Ricardo, 2015. Relati-
gar tropas y se encuentra en un espacio que no vizando la historicidad. Memoria social, cosmo-
protege en lo absoluto al resto del sitio. Más logía y tiempo en los Andes. Quaderns-e Intitut
bien se ubica aislado de los edificios principales Catalá d’antropología, Nro. 20: 85-105.
cercanos a la plaza. Los hallazgos, como la roca
central con fuertes evidencias de haber sido ta- CORRADO, Gustavo y GIMENEZ BENITEZ, Six-
to. 2015. El Ushnu, como organizador del Espa-
llada para el culto al agua y servir como espacio cio sagrado en El Shincal (Catamarca, Argenti-
oracular, llevan las interpretaciones más hacia na). Ponencia presentada en la Tercera Jornada
el terreno de las prácticas del culto estatal in- de Astronomía Cultural y La Cuarta Escuela Inte-
caico. ramericana de Astronomía Cultural, Brasil.
Se deben seguir estudiando las estructuras de
El Shincal con métodos científicos y acumula- CORRADO, Gustavo; GIOVANNETTI, Marco;
ción de datos necesarios para interpretar co- MOREANO MONTALVÁN, Wendy y Sixto GI-
rrectamente la maquinaria ceremonial que los MENEZ BENITEZ. 2016. Las plazas Inka como
incas pusieron en funcionamiento en el NOA: escenarios de instituciones festivas calendariza-
una demostración de su poder y una exhibi- das: Una aproximación comparativa de los espa-
cios públicos ortogonales del Shincal de Quimivil
ción de sus ritos sagrados que los relacionaban (Collasuyu) y Huánuco Pampa (Chinchaysuyu).
con la diversidad que presentaban, en aquellos Actas de las III Congreso Nacional de Arqueolo-
tiempos, las culturas locales. Entonces, podre- gía 2016. Perú. (En prensa).
mos notar la clara intención de replicar en la
arquitectura el concepto de simetría y comple- DEAN, Caroline, 2015. Men Who Would Be Roc-
mentariedad por parte de estas sociedades an- ks: The Inka Wank’a. En The archaeology of
dinas. El Complejo 19 parece erigirse como un Wak’as: 213-238. (Editado por Bray, Tamara.).
buen ejemplo de estos principios lógicos que United Press of Colorado. EEUU.
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Catamarca por permitirnos realizar nuestras
investigaciones. A José Luis Pino Matos por FARRINGTON, Ian. 1999. El Shincal: un Cusco
las discusiones e intercambios de ideas sobre del Kollasuyu. Actas del XII Congreso Nacional
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tez por sus comentarios y colaboración en la
enseñanza de la astronomía cultural. Y un muy GARCÍA HURTADO, Federico y Pilar ROCA PA-
especial agradecimiento a nuestras familias y LACIO, 2004. Pachakuteq, una aproximación a
amigos por su apoyo y creer en lo que hacemos. la cosmovisión andina. Juan Gutemberg Edito-
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