E S P E C I A L F I N D E E T A

C R O
´ N I C A
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018 . Nº 1.174

UNA BANDA
‘PODRIDA’
CON 855
MUERTOS
Todas las vergüenzas de ETA en
10 historias exclusivas: se robaban
entre ellos, su oculto pecado nazi...

LOS PODRIDOS
La lista inédita de quienes
robaban a la banda: 10
ladrones entre criminales

25.000 MILLONES
El precio pagado por 60
años de ETA. Una ruina

PECADO ORIGINAL
ETA empezó matando con
una pistola ‘nazi’ que se
fabricó en Guernica. El
modelo fue encargo de Hitler

CASO REABIERTO
El hijo del juez asesinado
del Supremo que sienta en
el banquillo al jefe ‘Kubati’

DÍSCOLOS
La escisión de la banda se
llama ATA. Y son 30

PATRIA
Viaje a Hernani, la verdad
de la novela: adictos al odio

INFILTRADA
La única mujer policía que
fue ‘topo’ en un comando

EL ÚLTIMO ‘GENERAL’
El papelón del ‘moribundo’
Josu Ternera, escurridizo
como una serpiente

SIN RECONOCER
Una matanza en Madrid, los
tres gallegos desaparecidos...

EPÍLOGO
Descabezando a ETA en
Francia. El relato

LUIS PAREJO
 LOS POD
2. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

DIEZ LADRONES
«ETA, organización revolucio- acuerdo realizado con Euskadi los presos de ETA que formaba parte de
naria socialista por la liberación Ta Askatasuna. ETA utilizará su la banda y actuaba a sus órdenes. De jo-
de Euskal Herria, teniendo en fuerza armada en su contra sin ven, en 1979, ya había sido arrestado en

ENTRE cuenta la mentira y el robo que

hiciste, ha decidido acudir a ti».
ningún tipo de miramiento».

Los ladrones de ETA, un tabú siempre en-

un bar de su pueblo, Oyarzun (Guipúz-
coa), en una serie de detenciones relacio-
nadas con el atentado en San Sebastián

ASESINOS La carta no iba dirigida a un empresario

para reclamarle el impuesto revoluciona-
vuelto en silencio porque manchaba su ima-
gen de sacrificados servidores del «pueblo
contra el teniente coronel Tomás López
de Diego. Según indica ETA, su caso era

DE ETA
rio. Tampoco a un adversario político que
de la noche a la mañana debería coger
las maletas y llevarse a su familia del País
Vasco si no quería arriesgarse a morir
asesinado. Este modelo de carta, incauta-
La banda también tuvo do en 2004 a la cúpula terrorista, era otra
cosa. La prueba de que entre los etarras
ladrones. Los llamó y sus cómplices, como en cualquier em-
“podridos”. Y recopiló presa, partido o mafia, también había la-
drones, corruptos, que robaban a los su-
sus vergüenzas en un yos. Y que, según su visión, merecían ser
secuestrados por el aparato militar para
documento secreto, que se comprometieran a devolver el di-
nero. También a pedir perdón.
inédito hasta hoy:
facturas falsas, dinero «Mediante esta carta (…)
queríamos ofrecerte una última
negro, engaños a fami- oportunidad antes de conside-
rarte como enemigo de Euskal
liares de huidos… Como Herria. ETA te ofrece dos
Xabier, que robaba a la opciones: la firma del pacto que
te ofrecemos o que te vayas de
aseguradora de ETA, o Euskal Herria. Junto con esta
carta te hacemos llegar un
vasco», están recogidos con nombres y apelli-
dos en un documento interno de la banda.
ETA los agrupó en un epígrafe que denominó
Ustelak («podridos» o «corruptos» en euske-
ra). El texto fue descubierto en la localidad
francesa de Salies de Béarn en 2004, cuando
la Policía Francesa detuvo en colaboración
con la Guardia Civil a Mikel Albisu (Antza),
el dirigente de ETA que más años lideró la or-
ganización, y a su pareja, Soledad Iparragirre
(Anboto), jefa del aparato de extorsión y la
mujer que junto a Josu Ternera ha leído aho-
ra el comunicado final de la banda.
Crónica ha tenido acceso a la lista de Uste-
lak, redactada en lengua vasca con algunos
pasajes en español. A continuación, los ocho
casos recopilados por la cúpula terrorista has-
ta 2004, en los que se vieron implicados 10
«podridos». Se trata de colaboradores de
ETA, personas vinculadas a ese mundo o
miembros de sus organizaciones subordina-
das dentro del denominado Movimiento de
Liberación Nacional Vasco (MLNV) que fi-
nanció y alimentó a la banda, y a las que la
indubitado: «Ha hecho un robo de mu-
chos millones a Gestoras pro Amnistía.
Durante 12 años ha robado dinero tanto
de Gestoras como de los fondos destina-
dos a su cuñado preso».
En otro documento de ETA figura una
declaración que o bien hizo él mismo o
bien estaba preparada para que la firmara:
«Quiero manifestar que no he respeta-
do la lucha por la liberación de Euskal
Herria y que he defraudado tanto a com-
pañeros de lucha como al pueblo vasco.
Durante todos estos años, siendo militan-
te de Gestoras pro Amnistía, reconozco
haber robado. Lo hecho no tiene justifica-
ción. (…) Me hago responsable de los re-
sultados negativos que mi comportamien-
to inadmisible ha tenido en la lucha por
la defensa de Euskal Herria. Quiero pedir
perdón a esta Organización…».
Con sus ladrones ETA sí empleaba pa-
labras claras. «Comportamiento inadmi-
sible». «Lo hecho no tiene justificación».

el tesorero Iñaki, que
estafó a la red de presos.
Nueve eran de la banda
o su entorno y el décimo,
un traficante de armas
suizo. Su botín superó el
millón de euros. A la
cúpula se le intervinieron
cartas con la amenaza
de secuestrarles
POR LEYRE
IGLESIAS
contrato en el que se te especifi-
ca cómo y en qué plazo,
guardando la discreción debida,
deberás devolver los XX euros
robados. (…) Al mismo tiempo,
en este pacto se te concretará en
qué momento y en qué condicio-
nes pedirás perdón. (…) El no
cumplir con el acuerdo firmado
con nosotros, o comunicárselo a
la ‘txakurrada’ [los perros: la
Policía], daría pie a ETA a llevar
a cabo las medidas en tu contra
que decidiese».
«Le recordamos que ha sido
arrestada y que tras llegar a un
acuerdo aceptable, ha acordado
realizar el pago completo. (…)
Con este acuerdo ha evitado la
realización de una acción contra
usted. (…) No creemos que le
tengamos que recordar las
consecuencias que podría
conllevar el incumplimiento del
propia ETA considera de su propiedad (aun-
que sólo algunas de ellas, como Gestoras pro
Amnistía, fueron disueltas por orden judicial).
Los autores del documento hablan en pe-
setas unas veces y otras en euros, dado que
2002 fue el año del cambio de moneda. Y a
los 10 «ladrones» les atribuyen en conjunto
un robo mínimo de un millón de euros a pre-
cios actuales. Aunque la cifra sería superior:
en un caso no proporcionan cifras y en otro
aseguran que el acusado se llevó «muchos
millones» pero que no han podido cuantifi-
carlos. Se desconoce si fueron objeto de un
ataque por parte de ETA.
PRIMER CASO
ESTEBAN SEIN
Robo de “muchos millones”
a Gestoras pro Amnistía
Esteban era miembro de Gestoras pro
Amnistía, la organización de asistencia a
SEGUNDO CASO
XABIER CERVERA
Robo de 9,5 millones de
pesetas a la aseguradora Aski
A ETA Xabier le robó, según las anotacio-
nes, 9,5 millones de pesetas. Y en dos tan-
das; por eso se pregunta la banda: «Esto
es la hostia: qué tipo de miedo nos tenía
para volver a robarnos dos años después».
Xabier era un agente de seguros de la
Margen Izquierda de Vizcaya que, según
ETA, sustraía dinero de Aski, la corredu-
ría de seguros que —según consta en do-
cumentación intervenida a ETA y como
consideró la Audiencia Nacional— forma-
ba parte del entramado empresarial que
nutría a la organización terrorista. Pero
no sólo eso. Xabier también robaba
«clientes» a esta aseguradora y a otra que
ETA señala como propia, Bikabi. «Ha so-
lido realizar facturas falsas, utilizando y
DRIDOS
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
escondiendo dinero negro», dicen los au-
tores del documento.
«La cosa» la cuentan así. Como conse-
cuencia de unas diligencias de la Audiencia
Nacional, Xabier cambió de nombre algunas
cuentas corrientes «pero se olvidó» de hacer-
lo con una cuenta de Aski en la que él figu-
raba como titular, «y [el juez Baltasar] Gar-
zón la embargó». Cuando dos años después
fue declarado no culpable y se levantó el em-
bargo, Xabier fue al banco y «extrajo todo el
dinero» de esa cuenta «en dos partes».
«La gente sigue pensando que es de la
izquierda abertzale», protesta ETA, que
en el apartado de «decisiones» indica:
«Directo a ESA [el aparato militar]».
TERCER CASO
SANTIAGO DÍEZ, MIREN BITORE EIGUREN
Y MARÍA DOLORES EIGUREN
Robo de 18 millones de pesetas
a la red de escuelas de euskera AEK
Un caso de robo en familia en el que, esta
vez sí, actuaron los tribunales de verdad. El
escándalo lo detectaron a principios de 1997:
la vizcaína Miren Bitore era tesorera de AEK
(la denominada Coordinadora de Euskaldu-
nización y Alfabetización, históricamente
vinculada a ETA y que hoy sigue enseñando
lengua vasca en centros del País Vasco, Na-
varra y el País Vasco francés). Miren Bitore,
al mando del dinero, «desvió durante dos o
tres años» y poco a poco «18 millones de pe-
setas» a las cuentas de su hermana, María
Dolores, profesora de euskera, y de su cuña-
do Santi, militante de Herri Batasuna (HB).
La dirección de AEK lo denunció ante
un juzgado vizcaíno que, según los apun-
tes de ETA, acreditó el robo de al menos
12,5 millones. ETA anota que la izquierda
abertzale ha expulsado a Santi y que la
banda se encargará de preguntar si los
tres parientes «han pagado o no».
CUARTO CASO
IÑAKI RUIZ
Robo de 17 millones
a Gestoras pro Amnistía
«Las corruptelas de este tipo son bien co-
nocidas», dice ETA. Iñaki Ruiz, uno de los
E L F I N
responsables de Gestoras pro Amnistía en
Navarra, empezó robando pequeñas can-
tidades que cada vez se hicieron más
abultadas, por dos razones.
Por un lado, había entrado «en un mo-
do de vida disoluto: alterne nocturno, co-
peo, cenas…», y se lo gastaba todo. Y, pa-
ra empeorar las cosas, los txakurras le
chantajeaban con vídeos exigiéndole di-
nero e información si no quería que los
hicieran públicos. ETA describe con espe-
cial inquina a este «podrido». Le llama
«asqueroso» y le culpa de quedarse con
17 millones de pesetas de Gestoras, aun-
que da «por seguro que será más».
Iñaki estaba cerca de la caja. Era el te-
sorero o al menos el responsable en Nava-
rra de la recaudación de donativos de
Gestoras, según otra fuente, que indica
que en 1999 el balance económico de es-
ta entidad sacó a la luz que faltaban cerca
de 2.000 millones de pesetas. Sus compa-
ñeros le descubrieron y él, muy compro-
metido con la causa (llegó a prestarle su
pasaporte a un etarra fugado a México),
prometió que devolvería el dinero. Co-
menzó pagando 60.000 pesetas al mes,
pero dejó de hacerlo.
Después —prosigue ETA—, cuando
Gestoras vio bloqueadas sus cuentas a ra-
íz de su ilegalización en 2001, le plantea-
ron realizar dos pagos al año a través de
su hermano. Pero Iñaki no pagaba. «Hay
que apretarle para que pague». La deci-
sión de ETA: echarle encima a los miem-
bros del aparato militar.
QUINTO CASO
ELENA MARTÍNEZ
Robo de 0,5 millones de
pesetas a la familia de un etarra huído
A esta mujer la organización terrorista le
imputó un episodio muy sucio: supuesta-
mente, «robó dinero a un familiar de la
organización». Según se lee en Ustelak,
Elena engañó a la familia de un etarra na-
varro, a la que conocía del barrio, mien-
tras éste se encontraba en la clandestini-
dad tras huir a Francia. Les dijo que su
pariente necesitaba dinero y les conven-
ció de que le entregaran, en dos pagos,
«más de medio kilo». Sin embargo, cuan-
do el miembro de ETA fue detenido, se
D E E T A
descubrió el pastel: nunca había pedido ni
recibido dinero de su familia. Un enviado
de ETA pidió explicaciones a «la ladrona»
y Elena admitió su culpa y prometió de-
volverlo. Pero luego todo fueron largas:
cayó enferma y fue hospitalizada, luego
se excusó asegurando que debía cambiar
las pesetas a euros…
El tema quedó en manos de una perso-
na de confianza que le exigiría el dinero.
ETA deja el final abierto. «A la familia se
le ha dicho que estén tranquilos y que es-
peren, que estamos sobre el tema».
SEXTO CASO
VICENTE ENEKOTEGI
Robo a la red de ‘herriko tabernas’
La descripción de este caso es muy breve.
«Asunto: Es evidente que le ha robado di-
nero a la izquierda abertzale. Además, a
Gorrotxategi así se lo dijeron los txaku-
rras enseñándole las cuentas. Decisiones:
Quedar con él. Contrato».
Según ha podido saber Crónica, la his-
toria a la que se refiere ETA es la siguien-
te. Vicente Enekotegi era responsable de
Eneko, la central de compras que servía a
toda la red de herriko tabernas con las
que ETA se financiaba, según falló la Au-
diencia Nacional.
Vicente había acordado con HB que su
empresa, que ya llevaba desde 1989 sur-
tiendo de bebidas a las txosnas (casetas
festivas) de la izquierda abertzale, se en-
cargaría en exclusiva de todo el suminis-
tro de productos a estos bares. La cosa
iba bien y en 1993 HB le compró el 49%
de sus acciones. Pero algo se torció.
En la sentencia sólo se lee que, por
«discrepancias» con Vicente, el partido
ordenó disolver la empresa y la sustituyó
por otra. Del documento Ustelak puede
inferirse que la razón de esas discrepan-
cias fue precisamente que Vicente roba-
ba dinero a la red (aunque ETA no preci-
sa cuánto) y que quien entonces era teso-
rero de HB, Jon Gorrotxategi, también
imputado en la causa contra las herriko,
pudo comprobarlo de primera mano gra-
cias a las cuentas que le mostraron las
fuerzas de seguridad.
Hace tres años Enekotegi fue condena-
do en firme por colaboración con organi-
3.
zación terrorista a 15 meses de prisión.
La decisión apuntada por ETA: «Quedar
con él. Contrato».
SÉPTIMO CASO
DANI MATIS
Robo de 40 millones
de pesetas a ETA
«La Organización le proporcionó» a este
ciudadano suizo «40 kilos para hacer al-
gunas cosas y él huyó aparentemente a la
República Dominicana». El escueto rela-
to esconde otra de las microhistorias del
terrorismo que desveló el periodista Flo-
rencio Domínguez: se trataba de un trafi-
cante de armas al que ETA pagó un ade-
lanto de una compra que quería y que,
para enfado de la banda, se fugó al Cari-
be sin entregar el pedido.
OCTAVO CASO
XABIER NAFARRETE
Robo de 30 millones de
pesetas a Gestoras pro Amnistía
«Éste, a través de una Visa, ha robado a
Gestoras [pro Amnistía]. Ha devuelto
parte de lo robado pagando 40.000 pese-
tas al mes. Pero todavía debe 29.500.000
(más o menos 30 kilos)».
A este empresario vasco la banda terro-
rista le acusa de haberle robado para
abrir un restaurante en Vitoria, por lo que
fue expulsado de Gestoras. Pero, además,
en un relato un tanto confuso, le atribuye
un segundo pecado: utilizar como avalis-
tas a cuatro familiares de «represaliados»
para comprar un bar en Amurrio (Álava)
que aún no había abierto sus puertas, y
luego dejarlos tirados.
La operación bancaria (la solicitud de
créditos por valor de 17 millones) fue apo-
yada por el entorno de ETA porque el ne-
gocio iba a ser «del movimiento pro am-
nistía», afirma la banda. Sin embargo, Xa-
bier apenas devolvió tres millones. Con
los retrasos e intereses, le quedaban aún
18 por pagar y el bar no se había traspa-
sado. Así que la banda concluye: «No hay
duda de que fueron a sus propios
bolsillos». @Leyre_Iglesias Ó
4.
25.000
MILLONES
DE EUROS
EL PRECIO DE T
60 AÑOS DE ETA
60 años de ignominia en
60 cifras. En lo económico
han sido una ruina para
todos. Más datos: hubo 59
mujeres y 22 niños entre
sus asesinados. Dejaron
709 inválidos. 125.000
vascos fueron empujados
al exilio. Su botín de
extorsiones: 161,2 millones
POR LEYRE
IGLESIAS
C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
odo comenzó con una reunión en un bar,
en el barrio donostiarra de Gros, en las
navidades de 1958. Un grupo de disiden-
tes de las juventudes del Partido Nacionalis-
ta Vasco (PNV), insatisfechos con la pasividad
del partido frente al régimen de Franco, deci-
dieron crean una organización volcada en el
activismo militante. La llamaron Euskadi Ta
licía francés Jean-Serge Nèrin en un tiro-
teo. (Aquí hay un baile de cifras entre dis-
tintas instituciones y organizaciones: de
829 hasta 858 muertos, pasando por 849
personas).
808 ASESINADOS POR ETA DESDE LA REINS-
TAURACIÓN DE LA DEMOCRACIA. Sólo
Askatasuna (Euskadi y Libertad, ETA). Des- 45 durante la dictadura de Franco contra la
de entonces hasta este viernes, cuando esce-
nificaron su adiós, han pasado 60 años en los
que supuestamente nació.
que la máquina del terror sólo se vio obliga- Bús quemado por la ‘kale borroka‘. JUSTY G. KOCH
da a parar cuando las fuerzas de seguridad y
los tribunales la dejaron sin aliento y su bra-
zo político fue ilegalizado. Esta es la historia 4.500 ACCIONES DE LA ‘KALE BORROKA’.
fueron llevadas a cabo por
de los 60 años de ETA en 60 cifras. Sobre al- jóvenes afines a la banda y su mundo vio-
gunas de ellas no hay consenso entre exper- lento. Autobuses y mobiliario urbano, sus
tos; queda aún mucho por investigar. No se principales objetivos.
refleja el sufrimiento inmenso que la banda
terrorista ha generado, imposible de medir. ASESINADOS
ATENTADOS 854 ASESINADOS. Son los datos más ac-
tualizados del Ministerio del In- Atentado en la casa cuartel de Vic. 1991. LLUIS GENÉ
3.571 ACCIONES TERRORISTAS desde que
ETA comenzó a asesinar en
1968, año en que cometió su primer aten-
terior. El primer asesinato fue el del guar-
dia civil José Antonio Pardines el 7 de ju-
nio de 1968 en Guipúzcoa. El último, el 16 361 ASESINADOS CIVILES. 68 eran adver-
sarios políticos, 6 miembros de
tado con víctima mortal. de marzo de 2010, cuando ETA mató al po- la judicatura y 3 periodistas. Otros 209
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
eran guardias civiles, 150 policías nacio-
nales, 97 miembros de las Fuerzas Arma-
das, 25 policías municipales y 16 policías
autonómicos.
579 PERSONAS ASESINADAS EN EL PAÍS VASCO,
el colectivo más numeroso. 123
murieron en Madrid, 54 en Barcelona y 42
en Navarra. Además de en España, ETA ha
asesinado a diez personas en Francia. Las
ciudades con más sangre: Madrid (120),
San Sebastián (95) y Bilbao (58).
59 MUJERES ASESINADAS . Las primeras,
cinco, en el atentado de la cafetería
Rolando en Madrid, en 1974: una telefonis-
ta, una maestra, una administrativa, un
ama de casa y una estudiante. La última, la
niña Silvia Martínez Santiago, de seis
años, en 2002.
Nérin, el último asesinado por ETA. 2010. D.AGUILAR
544 MURIERON POR DISPARO y 307 por ex-
plosivos, 158 de ellos por atenta-
dos con coche bomba.
178 ERAN VASCOS. 139 habían nacido en
Castilla y León y 121 en Andalucía,
las comunidades más castigadas.
Miguel Ángel Blanco, un icono. LARRY MANGINO
86 SECUESTRADOS para recaudar fondos
o por chantaje político, entre 1970 y
1997. La mitad, empresarios. Entre todos
ellos figuró una mujer. Sólo dos lograron
escapar y diez fueron asesinados.
22 NIÑOS ASESINADOS. El primer menor
asesinado por ETA no fue la bebé
Begoña Urroz (asesinato reivindicado por
el DRIL) sino José María Piris Carballo, de
13 años, asesinado en Azcoitia (Guipúz-
coa) en 1980 al hacer explosión una bom-
ba que los terroristas habían colocado den-
tro de una bolsa de deporte. La última, Sil-
via Martínez Santiago, de seis años,
asesinada en Santa Pola (Alicante) en 2002
al hacer explosión un coche bomba contra
la casa-cuartel de la Guardia Civil.
Atentado de Hipercor. 1987. DOMENEC UMBERT
21 MUERTOS en el atentado más grave de
la banda terrorista, el de Hipercor
en Barcelona, el 19 de junio de 1987.
E L F I N
También resultaron heridas 45 personas.
358 ATENTADOS SIN ESCLARECER . Casi la
mitad ha prescrito. De 11 no hay
ni sumario: se destruyó o se ha perdido.
92 ASESINATOS EN 1980, el año más san-
griento de ETA, paradigma de los
años de plomo. Una media de un atentado
mortal cada cuatro días.
TERRORISTAS
3.800 MILITANTES ha tenido ETA a
lo largo de su historia.
El comando Daniel Alonso. 2011. IÑAKI ANDRES
3.300 PRESOS desde 196, tras un in-
tento de atentado contra un
tren de veteranos de la Guerra Civil.
297 ETARRAS quedan hoy en prisión
(243 en España, 53 en Francia y
uno en Portugal).
200 COMANDOS aproximadamente han
sido desarticulados desde que
en 1973 cayeron los dos primeros.
50 DIRIGENTES de ETA han sido al menos
detenidos en Francia en una veinte-
na de operaciones contra la cúpula de la
banda desde los años 80. Las más impor-
tantes tuvieron lugar en 1986 (Operación
Sokoa), en 1992 en Bidart. En 2004 fueron
detenidos Mikel Antza y Anboto y en 2008
en Burdeos Thierry. En 2015 la Operación
Pardines acabó con la última cúpula reco-
nocible de ETA, formada por David Pla e
Iratxe Solazabal.
‘Yoyes’ tras ser asesinada por ‘Kubati’. 1986.
7 AJUSTES DE CUENTAS. ETA mató a siete in-
tegrantes de la banda por considerar-
los traidores.
1.500 SENTENCIAS sobre ETA ha dic-
tado la Audiencia Nacional
desde su creación, de las que 713 se han
referido a atentados mortales
Arsenal incautado en un zulo. 1994. DAVID AGUILAR
6.158 ARMAS DE FUEGO incautadas a
la banda terrorista entre
1968 y 2016 entre armas cortas (1.946),
D E E T A 5.
subfusiles (1.231), fusiles (853), escopetas
(24) y granadas (2.104). 31.900 DAMNIFICADOS por daños
materiales. Sólo se dispo-
41.132 KILOS DE EXPLOSIVOS incauta-
dos por las fuerzas de seguri-
ne de información de los casos en los que
los bienes afectados estaban asegurados.
EL DINERO Y LA EXTORSIÓN
dad entre 1968 y 2016.
161’2 MILLONES DE EUROS es el botín mí-
40.000 DETENIDOS por su relación
con ETA. Unos 10.000
fueron finalmente imputados.
nimo amasado por ETA entre
rescates, atracos y extorsión desde 1973
(cuando cobró su primer rescate) hasta
2011 (cuando canceló su llamado impues-
20 CONDENAS POR TORTURA y malos tratos
han sido ratificadas por el Tribunal
to revolucionario). Son los acreditados;
probablemente, la cifra es mucho mayor.
Supremo, en favor de 31 víctimas, de las
que derivan 49 condenados de la Policía
Nacional y la Guardia Civil. 19’2 MILLONES DE EUROS, a precios ac-
tuales, consiguieron al menos en
atracos, sobre todo a bancos, entre 1977 y
125 EUROS cobraban los presos de ETA
al mes en 2012
1986.
1.595 PRESOS EXCARCELADOS por disi-
dentes o eximidos de respon-
sabilidad por acuerdos con los sucesivos
Gobiernos de España. 1.232 salieron de la
cárcel con la amnistía de 1977 (678 de ellos
reincidieron), 258 abandonaron las prisio-
nes por la disolución de los polimilis y la
vía Azkarraga en los años 80; otros 78 lo-
graron la libertad condicional como arre-
pentidos tras las gestiones del socialista
Enrique Múgica entre 1989 y 1996, y 27 se Revilla pasó 249 días secuestrado. J.CEBOLLADA
han acogido a la vía Nanclares de Pérez
Rubalcaba (quedan cinco en la cárcel, con
20’5 MILLONES DE EUROS es la cifra
una aplicación flexible). aproximada del rescate más
elevado por un secuestro. Lo abonó el en-
torno de Emiliano Revilla, ex dueño de la
empresa Chorizos Revilla, quien salvó así
su vida en 1988.
104’7 MILLONES DE EUROS recaudó ETA
en secuestros, incluidos los
secuestros exprés que perpetró a partir del
año 2000 sin que nadie lo denunciara.
De Juana Chaos. Venezuela. 2015. GERARDO CÁCERES
37’3 MILLONES DE EUROS gracias a la ex-
torsión del impuesto revolucio-
nario. Así recaudó 21 millones de euros en-
tre 1980 y 1986 y otros 9 millones en su úl-
100 ETARRAS FUGADOS . Es el número
aproximado de militantes de ETA
que aún hoy siguen huidos en otros países,
tima década, entre 2001 y 2011. Apenas
hay datos del período que va entre 1987 y
2000. Sólo se conocen cuatro catas de los
sobre todo en Sudamérica, para no enfren- años 1991, 1993, 1995 y 2000, que suman
tarse a las autoridades españolas. unos 7,3 millones de euros.
SUPERVIVIENTES
33 EMPRESARIOS Y BANQUEROS fueron ase-
2.597 HERIDOS oficialmente recono-
cidos e indemnizados, inclu-
yendo la kale borroka. Solo 27 entre 1967
sinados, además de 55 empleados
cualificados y 50 autónomos. Cuatro fue-
ron asesinados en su secuestro y ocho, por
y el final de la dictadura. Más de 60 eran no abonar el ‘impuesto revolucionario’ o lo
niños, algunos de los cuales quedaron muy
graves y con mutilaciones terribles.
exigido en su totalidad. 13 empresarios
fueron heridos con tiros en las piernas
709 HERIDOS quedaron con gran inva-
lidez o incapacidad permanente
absoluta o total como resultado de la acti-
15.000 EMPRESARIOS recibieron
cartas de extorsión desde
1993 a finales de 2010. Es una estimación
vidad terrorista y pueden ser más. Faltan datos de los pri-
meros años.
8 HUÉRFANOS dejó ETA tras asesinar al pa-
dre y a la madre de estos niños.
Fábrica donde ETA escondía armas. 2008. JUSTY
Ortega Lara tras su liberación. 1997. JETXU
670.000 EUROS recaudó el apara-
to de ETA en 2001 a
532 DÍAS duró el secuestro más largo, en-
tre 1996 y 1997, que sufrió el fun-
través de sus txosnas o casetas en las fiestas
populares. Las cuotas de simpatizantes de
cionario de prisiones José Antonio Ortega La-
ra. El zulo donde permaneció ha sido rellena-
do con hormigón por el Ayuntamiento.
Gestoras pro Amnistía supusieron 435.000
euros, 327.000 las loterías y rifas y 114.000
la venta de material. / SIGUE EN PÁGINA 6
6.
2’8 MILLONES DE EUROS gestionaba de
presupuesto la sucesora de Gesto-
ras, Herrira, en 2012, para ayudar a los
presos no disidentes, pagar abogados, dar-
les asistencia sanitaria y abonar su suscrip-
ción anual a un periódico.
COSTES ECONÓMICOS
395’6 MILLONES DE EUROS en indem-
nizaciones a 3.421 víctimas,
según datos oficiales de 2014. Los daños
psicológicos no están aquí reflejados.
25.000 MILLONES DE EUROS es el
coste directo estimado
que causó ETA, por los gastos de seguri-
dad y en prisiones, las indemnizaciones a
las víctimas y la paralización de la central
nuclear de Lemóniz, entre otros. El 90%
de la factura ha corrido a cargo de todos
los ciudadanos españoles, según afirman
los economistas Pablo Díaz Morlán y Bor-
ja Montaño Sanz en su reciente libro La
bolsa y la vida.
9.385 MILLONES DE EUROS en costes
de seguridad por la lucha
contra el terrorismo entre 1994 y 2010
(6.199 millones de los Cuerpos y Fuerzas
de Seguridad del Estado, 1.460 del Go-
bierno vasco y otros 1.725 en escoltas pri-
vados).
La T-4 tras la bomba de ETA. 2008. ANTONIO HEREDIA
5.761 MILLONES DE EUROS en daños
económicos por los atenta-
dos de la banda terrorista.
10 % es lo que ha perdido el PIB
vasco por el terrorismo de ETA
(inversiones no realizadas, salida de em-
presas, pérdida de población…). Es la ci-
fra de mayor consenso entre los expertos,
aunque hay autores que hablan incluso
del 20%.
PERSEGUIDOS
42.000
AMENAZADOS por su perte-
nencia a determinados
colectivos.
15.649 PERSONAS sobre las cuales
ETA recabó informaciones,
según un dossier de la Guardia Civil, entre
1968 y 2001. Faltan, por tanto, los datos de
la última década de actividad terrorista.
Gregorio Ordoñez fue asesinado. 1995. JULIO C. RUIZ
3.760 POLÍTICOS del PP sobre los
que ETA reunió informa-
ción como posibles objetivos. Es el grupo
más numeroso. Le siguen los empresarios
(1.843), los políticos del PSOE (1.294, in-
cluido el PSC), los jueces (899) y profesio-
nales de la universidad (213).
C R O
´ N I C A
1 SOLA PERSONA vinculada a la Iglesia cató-
lica fue objeto de indagaciones de la
banda terrorista.
125.000 EXILIADOS O DESPLAZADOS
interiores por amena-
za, coacciones, miedo… El dato preciso es
imposible de comprobar y éste es sólo
una estimación. Según la Fundación
BBVA, 157.417 personas se marcharon
del País Vasco entre 1980 y 2000.
3.300 PERSONAS vivieron escolta-
das en el País Vasco entre
1990 y 2011. No sólo fueron políticos y
empresarios. La mayoría, entre 2 y 14
años. Al menos cinco vivieron así duran-
te todo el período, más de 20 años.
UN POCO DE TODO
Manos blancas contra ETA. 2009. IÑAKI ANDRÉS
6 MILLONES DE PERSONAS se manifestaron
por toda España para protestar con-
tra el secuestro y asesinato de Miguel Án-
gel Blanco en 1997. Las manos blancas y
el «Basta ya» se convirtieron en símbolos
de la resistencia cívica a ETA.
Manifestación a favor de los presos de ETA.
123 HOMENAJES A ETARRAS entre bienve-
nidas a excarcelados, jornadas
de lucha y actos de enaltecimiento en fies-
tas populares desde enero de 2016 hasta
ahora, según Covite.
3
NEGOCIACIONES con los distintos Gobier-
nos de España: lo intentó UCD, los
socialistas en Argel y Rodríguez Zapate-
ro. Sólo tuvo éxito la primera, que supuso
la disolución de ETA pm. A ello habría
que añadir las conversaciones del Gobier-
no de Aznar en Suiza, además de otras re-
uniones.
Otegi tras las elecciones vascas. 1998. LUIS TEJIDO
224.001 VOTOS (14 escaños) fue
el máximo que consi-
guió antes de su ilegalización el brazo po-
lítico de ETA, entonces bajo las siglas de
Euskal Herritarrok, en las elecciones al
Parlamento Vasco de 1998. En 2012, tras
el cese definitivo y unidos a Eusko Alkar-
tasuna, Aralar y una escisión de Izquier-
da Unida, alcanzó los 277.923 (21 esca-
ños). Ahora la coalición se encuentra en
retroceso.
35 % ES EL PORCENTAJE DE VASCOS que
en 1999 mostraba un rechazo
total a ETA. Fue el pico más bajo. Ahora
ese rechazo frontal reúne al 61%, según la
encuesta Euskobarómetro.
7.233 MANIFESTACIONES fueron orga-
nizadas por ETA y su entor-
no en el País Vasco entre los años 1988 y
2001, según datos de la Ertzaintza. Las
calles eran suyas.
El gral. Rodríguez Galindo, de Intxaurrondo.
27 ASESINADOS por los GAL entre 1983
y 1987. El primer asesinato del
contraterrorismo alentado por el Estado
fue el de los jóvenes José Antonio Lasa y
José Ignacio Zabala, por el que fue conde-
nado el general Rodríguez Galindo. El úl-
timo, el del objetor de conciencia Juan
Carlos García Goena.
FUENTES: Ministerio del Interior;
Policía Nacional; Guardia Civil; Centro
Memorial de Víctimas del Terrorismo;
Gobierno vasco; Colectivo de Vícti-
mas del Terrorismo (Covite); Asocia-
ción de Víctimas del Terrorismo
(AVT); Gesto por la Paz; La bolsa y la
vida. La extorsión y la violencia de
ETA contra el mundo empresarial, de
Josu Ugarte (La Esfera de los Libros,
2018); Vidas rotas, de Florencio
Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos
García Rey (Espasa, 2010); Informe
Foronda. Contextos históricos del
terrorismo y consideración social de
las víctimas. 1968-2010, de Raúl
López Romo (2015), Sangre, votos y
manifestaciones, de Gaizka Fernán-
dez Soldevilla y Raúl López Romo
(Tecnos, 2012)); La pachorra
conservadora, de Mikel Buesa (La
Esfera de los Libros, 2015); Pardines.
Cuando ETA empezó a matar, de
Gaizka Fernández Soldevilla y
Florencio Domínguez (Tecnos, 2018);
Euskobarómetro (Universidad del
País Vasco); Los secuestros de ETA y
sus organizaciones afines, 1970-
1997: una base de datos, de Francis-
co José Llera y Rafael Leonisio
(2015); Informe-base de vulneracio-
nes de derechos humanos en el caso
vasco, de Manuela Carmena, Jon
Mirena Landa, Ramón Múgica y Juan
María Uriarte (2013); Las negociacio-
nes de los Gobiernos democráticos
españoles y ETA (1976-2006), de
Luis Miguel Sordo Estella (2015);
Informe sobre la injusticia padecida por
las personas amenazadas por ETA.
1990-2011, de José Ramón Intxaurbe,
Eduardo J. Ruiz y Gorka Urrutia (2016),
Sangre, sudor y paz, de Lorenzo Silva,
Gonzalo Araluce y Manuel Sánchez
Corbí (Península, 2017), Manifestacio-
nes e identidad colectiva, de Jesús
Casquete (2005).
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
LA HERIDA ABIERTA:
CARTA DE UNA VIUDA
BIEN JOVEN
TÚ QUE ERAS,
VIDA MÍA...
POR MARÍA DEL CARMEN
FERNÁNDEZ ÁLVAREZ
Desde donde puedas y contemples
nuestras vidas el tiempo nos sumerge
en tu ausencia y recordar es para mí tu
nombre: Manuel Rodríguez Taboada.
Aquella mañana puede que el reloj
enmudeciera, mas tú sin darte cuenta,
a toda prisa un beso y hasta luego.
Volviste y me dijiste, ¿Vais a venir?
Sí, hasta luego y la puerta cerraste a
toda prisa. Mañana distinta, jamás te
quedaste dormido, Morfeo quería
hacer que continuaras el sueño o San
Gabriel, San Cristóbal. Después de
presignarte, el Dodge Dart negro
matrícula 00017ET que conducías sale
del Paseo de Moret hacia Juan Bravo.
¿Qué observarías en tu trayecto? Tu
alma, tu expresión de cara, el bullicio
de la gente el comienzo de un 7 de
mayo de 1981. El aroma de algún
jazmín que perfumaba digno de una
estampa gregoriana. Cuantas rosas y
lirios te miraban margaritas y
camelias: «pero hombre, por Dios,
vuelve a casa». Tu alma, tu vida de 36
años, un mes y cinco días, recientes 37
tú tenías. Bien joven que tú eras, vida
mía. Tú llevabas el Dogde Dart y como
siempre saludos marciales y de orden,
al tiempo que marca tu Longines. Por
nada se detiene aquí en la tierra, vas
como siempre al deber de orden,
disciplina y mando. Es día de
credenciales en Palacio, el destino
empuja a llegar cuanto antes. La
motorizada que escoltaba vuestro
vehículo, sin pensar en el horror que se
iba a vivir, se abrió dando paso a la
serpiente de ETA, acercándose como un
demonio sin freno. El espejo retrovisor
plasmaba aquellos momentos. Tus ojos
observando el fin de cuanto te rodea.
«Mi general, nos ha tocado». El estallido
de metralla, fuego y desgracia caía como
el fin de los tiempos sobre vuestros
cuerpos. El general Valenzuela,
terriblemente herido y asesinados don
Guillermo Tévar Saco, don Antonio
Nogueras García y don Manuel
Rodríguez Taboada. Más huérfanos,
más viudas, familias rotas. Llevaremos
esta pesada cruz para siempre.
Soportando y llevando sus cuerpos
lacerados de dolor eternamente a vivir
este calvario. A sufrir y a llorar a
escondidas, esfuerzos inimaginables.
Te llevaron al Gómez Ulla donde
estuviste unas horas, allí, el espanto y
dolor que anidó en nosotros no se
puede explicar. Sólo alzar las manos al
cielo y perder el sentido. Estos hijos
tuyos Manuel, Mari Carmen y Nuria
Beatriz quedaban a su suerte.
En memoria de don Manuel Rodríguez
Taboada.
María del Carmen Fernández Álvarez es
viuda del conductor Manuel Rodríguez Ta-
boada, asesinado en 1981 por el comando
itinerante de ETA que lideraba el asesino
Enric Parot.
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018 E L F I N D E E T A 7.

LA PAZ DE Empezando por el Gobierno. Y

siguiendo por el lehendakari.
Leyenda. Lean a Leyre Iglesias. Era
una pistola fabricada en Guernica por
a Batasuna, otros señalaban objetivos
y otros apretaban el gatillo.

LA SERPIENTE
Están muy bien las palabras de
Mariano Rajoy y Urkullu. Pero en
esta hora que se quiere solemne, yo
esperaba un acuerdo entre ambos
encargo de la Alemania nazi. Y no Sesenta años. Porque ¡en 1990!
fue en defensa propia. Xabier Arzalluz dijo, según un
Así 60 años. Y llaman «actividad documento redactado por HB tras
política» a 855 asesinatos. De la una reunión con el líder del PNV:

Casi 60 años de vida. Casi 50, segando

PASEO Gobiernos para convertir la central
nuclear de Lemóniz, paralizada e
inservible desde los años 80 por la
Alternativa Kas que proponía una
«Euskadi independiente, socialista,
reunificada y euskaldun». A la
«No conozco ningún pueblo que haya
alcanzado su liberación sin que unos
arreen y otros discutan; unos sacudan

DOMINICAL
vidas. Medio siglo desde el primer tiro
al último comunicado. Y pensabais
que iban a pedir perdón. Ilusos. Toda
una vida se nos ha pasado
aguantando su matonismo y su
superioridad moral de vanguardia
IÑAKI GIL
armada de Euskal Herria. Soñabais
que iban a arrepentirse. Ilusos. Se
van como llegaron. Dando lecciones.
Porque además de unos malnacidos
son unos pesados.
En un comunicado previo a su final,
ETA admitía «el daño causado» y
pedía perdón «a los ciudadanos sin
responsabilidad» en el «conflicto».
Término que utiliza como sinónimo
de violencia y que blanquea su
acción. La lengua de la serpiente.
Su última declaración tiene el tono
de los armisticios. «Suspensión de
hostilidades pactada entre pueblos
o ejércitos beligerantes», según la
Real Academia.
«ETA desea cerrar un ciclo del
conflicto que enfrenta a Euskal Herria
con los estados, el caracterizado por
la utilización de la violencia política».
Dejan el hacha. Pero siguen
queriendo imponer su relato. Y ahí
quiero ver yo la firmeza del Estado.
acción de ETA, en un memorial en
recuerdo de las víctimas. O todo va
a quedar en una megapiscifactoría
tras el traspaso silencioso de su
titularidad de una administración a
la otra. «Aquí la mayor piscina de
cultivo del mundo. Sí, antes iba a ser
una central nuclear. Sí, ETA mató a
ingenieros y trabajadores. Pero ahora
es un canto a la vida y a la
convivencia pacífica entre peces y
hombres, respetuosa con el medio
ambiente»... podrán decir los folletos.
ETA en su declaración final cuenta
su relato. Y en la cuadrilla no vamos
a dejar sin contestar sus falacias.
Se jacta de que su «trabajo» y su
«lucha» dejan un «pueblo vivo» donde
«las garras del franquismo» hacían
agonizar a Euskal Herria. Esta
mistificación o el uso de la palabra
gudari para referirse a sus pistoleros
forman parte de un cuento chino que
lleva demasiados años circulando.
Como el mito de la pistola del
gudari que luchó en la Guerra Civil y
acabó en manos de Xabier
Echebarrieta, que mató en defensa
propia a José Antonio Pardines...
Primer muerto, primer mártir.
declaración final en la que seguirán
luchando por una «Euskal Herria
reunificada, independiente, socialista,
euskaldun y no patriarcal».
Un cambio nominativo, Euskadi
designa ahora a la Comunidad
Autónoma. Euskal Herria comprende
Navarra y los herrialdes
vascofranceses. Lo de «no patriarcal»
lo entenderán mejor leyendo a David
Gistau, que ha detectado este
aggiornamento en el territorio real de
Patria. ¡Gora borroka feminista!
También la identificación con el
independentismo catalán. La palabra
«proceso» se cita dos veces en el
comunicado de la banda. También
«derecho a decidir». Mismo combate.
Si Batasuna impedía que los
redactores de EL MUNDO asistieran a
sus ruedas de prensa, la CUP alienta
una campaña de amenazas contra
Javier Negre, redactor de Crónica.
Empiezas haciéndote un selfie con
Arnaldo Otegi en la Diada y acabas
poniendo periodistas en la diana.
No quiero amargarles el domingo.
Pero 60 años de infamia fueron
posibles porque muchos compartieron
fines y medios con ETA. Unos votaban
el árbol pero sin romperlo para que
caigan las nueces y otros las recojan».
Sesenta años. Porque en el clero
hubo «complicidades, ambigüedades,
omisiones» según admiten los obispos
vascos pidiendo «sinceramente
perdón». Ahora. El mismo día del
texto de ETA sobre el daño causado.
Sesenta años. Porque muchos
adoptamos el punto de vista del
testigo que «si no indiferente al
problema de la violencia, sí le dio la
espalda, eligió no querer entender
porque hacerlo resultaba complicado
y emocionalmente agotador», como
escribe con sinceridad Edurne Portela
en un revelador ensayo, El eco de
los disparos.
Sesenta años de indiferencias.
Recogiendo nueces mientras otros
arreaban. De sermones equidistantes.
Justificando 855 muertes. Y un
puñado de héroes, las víctimas.
La serpiente ha jubilado el hacha
a los 60. Derrotada. Pero quiere
vender su piel como paz. Hay que
derrotar su discurso. Por las
víctimas. Por todos nosotros, los
vascos.
@Inaki_Gil

ULISES CULEBRO

DEL NACIONALISMO AL ENCANALLAMIENTO... nacionalismo. No hay nada malo en amar la propia cultura, pero

IDEAS Proceso que se dio en ETA y en todos los

nacionalismos extremos. Juaristi contó en
JOSÉ ‘El bucle melancólico’ que los primeros
ANTONIO miembros eran jóvenes bienintencionados,
MARINA salidos muchos de ellos de las aulas de
cole-gios religiosos. «Hay que hacer algo»,
era su preocupación. ¿Cómo eso pudo conducir al «¡ETA,
mátalos!» gritado por ciudadanos que se considerarían personas
honradas? La explicación está en los «sistemas ideológicos
ocultos» de los que ya he hablado. En el mismo paquete llevan
factores amables y virus peligrosos. Eso ocurre con el
con facilidad se activan los virus de la idola-tría, que consiste en
inventar una entidad superior (Nación, Raza, Pueblo, Partido,
Religión) y poner sus derechos por encima de los derechos
individuales. Los enemigos dejan de tener la condición de
personas. La deshumanización del contrario es uno de los virus
nacionalistas. «No he matado a una persona —dijo un etarra—.
He matado a un empresario». Como el del herpes, está siempre
presente, aunque no siempre se active. Un miembro del PDeCAT,
Enric Gregori Alonso, ha escrito: «Si queremos algo tenemos que
estar dispuestos a matar o dar la vida por el país». ¿Ha
comenzado el encanallamiento?
 PISTOLA
8. C R O
´ N I C A
NAZI
ETA EMPEZÓ A S
u fotografía en blanco y negro inundó
el País Vasco y 50 años después aún
permanece como un icono. Es un joven
MATAR CON UN
con flequillo y gafas grandes, aspecto frágil
y expresión risueña. Un bilbaíno, economis-
ta y poeta, de 23 años. «El primer mártir» de
ARMA QUE EN- ETA. El primero que en un mismo día mató
y murió por lo que llaman patria.
Su nombre era Francisco Javier (Txabi)
CARGÓ HITLER Echebarrieta Ortiz y su leyenda indujo a va-
rios jóvenes como él a convertirse en terroris-
tas. A la construcción del mito ayudó mucho
lo que un adepto denominó «su última com-
Con ella asesinó por pañera»: su pistola. Según se ha contado
primera vez, en 1968. siempre, la pistola de Echebarrieta, el arma
con la que en 1968 ETA asesinó por primera
Fueron tres disparos, a vez, llegó a sus manos cargada de historia.
Tres décadas antes ya la había utilizado un
sangre fría, al joven gudari nacionalista en la Guerra Civil contra
guardia civil José el bando franquista, dicen; así que el joven de
flequillo y gafas fue un eslabón más de una
Pardines. Descubrimos la misma, vieja y legítima guerra: la que los vas-
cos oprimidos libran contra España.
mentira contada por ETA Pero no. Lo que nos habían contado —del
arma y de aquel asesinato fundacional— era
en estos 50 años: la mentira. Primero, Txabi Echebarrieta no ma-
pistola no perteneció a tó en defensa propia, sino a sangre fría, a su
desprevenida víctima, el joven guardia civil de
un ‘gudari’. Era una Astra Tráfico José Antonio Pardines Arcay, que ni si-
quiera desenfundó su arma reglamentaria
600-43 que fue fabricada cuando le dio el alto en una carretera. Y se-
en Guernica con un gundo, el arma con la que lo abatió no perte-
neció a ningún gudari. Ni siquiera existía
modelo encargado por cuando la guerra. Es más: su diseño fue un
encargo de la Alemania nazi.
Hitler. Dos ingenieros Lo revela ahora, medio siglo después de
aquel crimen y cuando la organización te-
alemanes del III Reich rrorista propaga su adiós, el libro Pardines.
ayudaron a diseñarla Cuando ETA empezó a matar (Tecnos,
2018), coordinado por el historiador Gaizka
Fernández Soldevilla y el periodista Floren-
cio Domínguez Iribarren, responsable de In-
POR LEYRE vestigación y director, respectivamente, del
IGLESIAS Centro Memorial de Víctimas del Terroris-
mo. La obra, en la que participan otros 11
autores, desmonta el relato épico del «pri-
mer mártir» y de su pistola legendaria.
EL CRIMEN. Cinco y media de la tarde del
viernes, 7 de junio de 1968, en la Nacional 1
Madrid-Irún, a la altura de Aduna (Guipúz-
coa). José Antonio Pardines, coruñés de 25
años, está regulando el tráfico en un tramo de
obras cuando ve pasar el Seat 850 robado en
el que Echebarrieta viaja junto a su compañe-
ro de filas Iñaki Sarasketa Ibáñez, de 19 años
y nacido en Oyarzun (Guipúzcoa). Los dos se
dirigen a Beasáin para recoger un cargamen-
to de explosivos. Son miembros de la enton-
ces casi desconocida Euskadi Ta Askatasuna.
La organización, mezcla de nacionalismo ra-
dical y marxismo, ha nacido 10 años antes. Ha
cometido algún atraco, propinado alguna pa-
liza y colocado alguna bomba, sin víctimas,
aunque hace sólo cinco días ha tomado una
decisión que lo cambiará todo: va a recurrir al
asesinato para lograr la independencia del
País Vasco. ETA va a matar a José María Jun-
quera y Melitón Manzanas, los jefes de la Bri-
gada de Investigación Social de Bilbao y San
Sebastián. El encargado de «planificar y diri-
gir» la operación es Txabi Echebarrieta.
Qué puede imaginar el agente Pardines
cuando, montado en su moto, les da el alto.
Los dos terroristas obedecen. En el kilómetro
446,5, Pardines les pide el permiso de circula-
ción. Cuando lo comprueba, se da cuenta de
que algo no cuadra (el coche es robado) y así
lo dice en voz alta. No tendrá margen para na-
da más. Echebarrieta —atiborrado de anfeta-
minas, según contará su
compañero— le dispara ba-
jo la clavícula. Una vez ten-
dido en el suelo, boca arriba,
y aún con el permiso de cir-
culación en su mano dere-
cha y su arma en la funda,
Pardines recibirá otros cua-
tro tiros. Dos de cada terro-
rista. Allí, sobre el asfalto, el
joven gallego murió de for-
ma instantánea.
LA LEYENDA. La pistola de
Echebarrieta se convertirá
enseguida en épica porque
su dueño fallecerá ese mis- José Antonio Pardines, guardia
mo día, apenas unas horas
después, y todavía armado
civil de Tráfico, tenía 25 años.
con ella, en un tiroteo con
otra pareja de la Guardia Civil que estaba so-
bre aviso. Ocurrió en la misma N-1, en el pun-
to conocido como Venta Aundi. Aunque ETA
lo ha contado todo de otra manera: Echeba-
rrieta disparó a Pardines porque éste lo iba a
matar, y después murió no en un cruce de ba-
las sino esposado y fusilado contra una pared.
«Murió por todo el pueblo vasco», dijeron, y
aquello generó una inesperada ola de simpa-
tía popular hacia ETA.
La propia organización y sus acólitos ador-
naron desde el principio la figura de Echeba-
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
rrieta hasta que se transformó en una especie
de Che. Porque incluso su pistola, una Astra,
simbolizaba la lucha de liberación de los vas-
cos. Era la suya un arma «que había hecho la
guerra [de independencia] en Argelia» (asegu-
ró su compañero Iñaki Sarasketa), «una de las
que habían utilizado los gudaris en el 36» (Ma-
rio Onaindia, miembro de ETA), «una pistola
con historia» que había «pertenecido a algún
oficial de gudaris de la guerra del 36» (Xabier
Barreño, parlamentario de HB).
«Es un relato inventado, fruto de una fabu-
lación», sostiene ahora Jesús Casquete, soció-
logo e historiador de la Universidad del País
Vasco y autor de uno de los capítulos del libro.
Su averiguación: la de Echebarrieta era una
pistola modelo Astra 600-43, 9 milímetros Pa-
rabellum, salida de la fábrica de armas Unce-
ta y Compañía, en Guernica. Tenía la palabra
inglesa para España borrada de la inscripción
Made in Spain y el costado derecho marcado
con las siglas de ETA. Nunca pudo estar en la
Guerra Civil porque empezó a fabricarse cua-
tro años después de que la contienda termina-
ra, en 1943. Y, además, a petición de los nazis.
LA PISTOLA. Por entonces, en plena Segunda
Guerra Mundial, la Wehrmacht necesitaba ar-
mas. Sus oficiales ya habían probado la Astra
400 de Unceta y Compañía, empleada en la
Guerra Civil española —cuenta a Crónica Gil
Gil Borrallo, autor del libro Evolución del ar-
ma corta en España— y querían una similar
pero del calibre más habitual en Alemania. Así
nació, y el nombre se lo pu-
sieron los nazis, la Astra
600-43 (por el año en que
empezó a fabricarse: 1943).
Gil Borrallo estima que los
vascos pusieron «especial
empeño» en que el arma sa-
liera bien, como así fue («es
una de las mejores fabrica-
das en España»). El cliente
no sólo sabía valorar el pro-
ducto: además, era un paga-
dor seguro.
En el diseño de la pistola
en Guernica (la localidad
vizcaína que la Legión Cón-
dor había bombardeado seis
años antes) llegaron a parti-
cipar dos ingenieros envia-
dos desde Alemania. La fá-
brica entregó al Oberkommando des Heeres
(el Alto Mando del Ejército de Hitler) un pri-
mer lote de prueba de 50 pistolas que los ale-
manes marcaron con un águila estilizada y el
código WaAD20. Los nazis, satisfechos, auto-
rizaron y pagaron un pedido de unas 30.000
pistolas. En 1944, 10.450 Astra 600 cruzaron
por Irún hasta la Francia ocupada. Pero el de-
sembarco de Normandía, en junio, frustró
nuevas entregas, de modo que 31.350 se que-
daron almacenadas en el cuartel de Artillería
de Burgos.
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
El investigador norteamericano Leonar-
do Antaris, un apasionado de las armas
históricas, es el mayor experto en aque-
llas que fueron fabricadas por Unceta y
Compañía, y en su libro Astra Firearms
and Selected Competitors hace un rela-
to pormenorizado de los lotes en los que
se dividió el total de 59.545 pistolas As-
tra 600-43 que Unceta acabaría fabrican-
do hasta 1945. Una parte, por las que
Alemania no había pagado, se vendió a
otros países como Portugal o Turquía.
Otras pocas, a particulares. Y un tercer gru-
po fue enviado en 1951 a la nueva República
Federal Alemana cuando, tras la guerra, los
aliados permitieron que el país dispusiera de
policía y ejército propios. Ahí, entre las más de
45.000 enviadas a la nueva Alemania a 70
marcos la pieza (y eso que muchas ya habían
sido pagadas por los nazis), estaba la pistola
que terminaría en manos de Echebarrieta, se-
gún su número de serie: uno de los mil últi-
mos, el 58.669.
«La pistola viajó a Alemania. Y a partir de
ahí es difícil seguirle el rastro», indica Jesús
Casquete. Aunque dos fuentes que no puede
identificar pero «bien acreditadas» le han
completado el relato. La banda se la compró a
un traficante que vendía armas retiradas por
la Policía alemana (en 1961 el Gobierno fede-
ral sustituyó su Astra 600 por un nuevo mode-
lo). Vía Francia, «a través del etarra José Ma-
ría Escubi», la pistola regresó antes de 1966 al
País Vasco. Y recaló muy posiblemente allí
donde nazis y vascos la diseñaron. «Estaba de-
fectuosa y fue reparada en la fábrica de Guer-
nica» (en su dirección trabajaba el cuñado de
un etarra y como jefe
de taller, otro terrorista).
«En otoño de 1967» le
fue entregada al falso
mártir, el chico del fle-
EL ARMA FUE
quillo y las gafas. FABRICADA DESPUÉS
«En cualquier caso,
esa pistola no pudo per- DE LA GUERRA CIVIL.
tenecer a un gudari», AL PAÍS VASCO VOLVIÓ,
concluye Casquete. «Y
no he encontrado nada DESDE ALEMANIA,
que permita afirmar
que estuvo en la guerra
ANTES DE 1966
de Argelia [1954-1962],
aunque también suena
a leyenda».
«Hasta ahora nos ha-
bían contado que el primer asesinato de ETA
fue una especie de duelo en el salvaje Oeste, y
habíamos creído al compañero de Echebarrie-
ta, que se autoexculpó y dijo que sólo Echeba-
rrieta disparó», añade Fernández Soldevilla.
«Pero la documentación judicial y los informes
balísticos, oculares y forenses dicen que no
fue así. Ni siquiera la leyenda de la pistola es
cierta».
LA VÍCTIMA. En el 50º aniversario del asesina-
to de Pardines se publica el primer libro sobre
él (el primero sobre su asesino data de 1993).
La Fundación Miguel Ángel Blanco prepara
también un documental, Nacional 1. La histo-
ria de la primera víctima de ETA, que se estre-
nará a finales de mayo en San Sebastián. Am-
bos trabajos rescatan la tragedia de este guar-
E L F I N
dia civil humilde de Malpica de Bergantiños
(La Coruña), criado por su tía tras la muerte
de su madre, que abandonó sus sueños de fut-
bolista y entró en la Guardia Civil para que sus
dos hermanos pequeños pudieran estudiar,
que eligió Tráfico por su amor a las motos,
que tenía planes de boda con una chica llama-
da Emilia a la que había conocido en el País
Vasco mientras estaba destinado en San Se-
bastián... Y que se convirtió en la primera de
las 855 víctimas mortales de ETA entre 1968 y
2010. La inmensa mayoría, en democracia.
[El libro descarta de forma «definitiva» la
consideración del bebé Begoña Urroz como
primera víctima mortal de ETA, en 1960, en-
tre otras pruebas por la reivindicación que el
Directorio Revolucionario Ibérico de Libera-
ción (DRIL) hizo del atentado en un comuni-
cado descubierto ahora].
El olvido sepultó la fi-
gura del joven gallego
al mismo tiempo que la
de su verdugo fue ele-
vada a los altares. Su
padre, también guardia
civil, quedó tocado de
por vida. Murió en oc-
tubre de 2017. El her-
mano pequeño falleció
a la misma edad que te-
nía José Antonio. El se-
gundo, Manuel, es ya el
único vivo: fue alcalde
del PP de su pueblo y,
dolido por un abando-
no persistente, no quie-
re revivir la tragedia.
¿Y qué fue de los demás testigos?
LOS VERDUGOS Y EL HÉROE. Los dos terro-
ristas que dispararon a Pardines están muer-
tos. Txabi Echebarrieta, como se ha contado
más arriba, falleció horas después por dispa-
ros de la Guardia Civil cuando pretendía huir
junto a su compañero. Éste, Iñaki Sarasketa,
salió vivo de aquel tiroteo pero fue detenido al
día siguiente. Un consejo de guerra sumarísi-
mo le condenó a muerte, pero el dictador con-
mutó esa pena por 30 años de prisión. En
1977, el Gobierno de Adolfo Suárez le excar-
celó y le expulsó a Noruega. Ese mismo año la
Ley de Amnistía le permitió regresar. Terminó
desvinculándose de ETA. A los 30 años del cri-
men, aseguró a El Mundo que lo de matar a
D E E T A 9.
LA ASTRA
Y LAS
PRUEBAS. Ésta es
la Astra 600-43 (9
mm Parabellum) de
Echebarrieta. Arriba,
las balas y los
casquillos (de dos
calibres) localizados
en la Nacional 1. Los
tres casquillos y las
dos balas en rojo
corresponden a la
pistola ‘nazi’. Falta una
bala que quedó
incrustada en el
cuerpo de la víctima.
Los pequeños
corresponderían a la
pistola de Sarasketa,
una Astra de menor
calibre.
aquel «pobre chaval» fue «un error» e insistió
en endosárselo a Echebarrieta: según sostuvo,
él quiso disuadirle, convencerle de que simple- con vida. Un navarro que desde su camión
mente debían desarmar al agente y escapar, y cargado de maíz vio caer al joven gallego, se
ninguno de los cinco tiros salió de su pistola. bajó y agarró de la pechera a uno de los eta-
Falleció el año pasado a los 68 años. rras al grito de: «¡Quietos, asesinos, quietos
Aquel 7 de junio hubo otros dos testigos. ahí!», aunque tuvo que retirarse cuando el otro
Uno fue el guardia civil burgalés Félix de Die- le apuntó con su pistola. Fue el primer héroe
go Martínez, que acompañaba a Pardines a ciudadano contra ETA. Se llama Fermín Gar-
unos dos kilómetros de su puesto en la Nacio- cés Hualde y, a sus 86 años, está jubilado.
nal 1. Once años después, en el bar de su es- Aquel día decidió que dejaría el camión
posa en Irún, cuando estaba retirado por las y se haría guardia civil. @leyre_iglesias Ó
secuelas de un accidente de tráfico y sufría un
duro cáncer de riñón, dos pistoleros de ETA le «Pardines. Cuando ETA empezó a matar»
quitaron la vida. Tenía 46 años y cinco hijos. (Tecnos), de Gaizka Fernández Soldevi-
El otro testigo es el único que continúa hoy lla y Florencio Domínguez, ya a la venta
10. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

su madre, cuando la Audiencia Nacional le
volvió a llamar como investigado por el asesi-
POR ÁNGELES nato de un chaval de 26 años, Ignacio Mateu.
ESCRIVÁ El de Ignacio Mateu es uno de los 349 ase-
sinatos perpetrados por organizaciones terro-
ristas, principalmente ETA, que la Fiscalía de
la Audiencia Nacional marcó como no resuel-
su padre, donante de la CEDA. En la plácida
playa de la Malvarrosa en Valencia. Lo reco-
noció por las alpargatas que le había llevado
unos días antes a prisión. Tiró de él, lo cargó
y lo subió a un carro para llevárselo ayudado
por un amigo. Antes de irse, los milicianos le
preguntaron con crueldad: «Pero tú no tienes
me olvida respirar...», decía, y les instruía so-
bre dónde estaban los documentos que po-
drían ayudarles a seguir adelante.
Pese a haber vivido siempre con un oscuro
presentimiento, pese a recibir amenazas de
forma frecuente, una llamada cambió el sem-
blante de este padre de siete hijos meses an-

E
n la pantalla, a José Antonio López Ruiz
Kubati se le ve envejecido, dubitativo y
nervioso. El fantasma de sus 26 años pre-
so lleva obsesionándole desde hace unos días.
Si se viera obligado a volver... «Quiero saber,
por favor, si hay algún representante de la fa-
milia en la sala», pregunta al juez en una ini-
ciativa inédita: los etarras sólo responden a las
cuestiones planteadas por sus abogados. «Por
respeto a la víctima contestaré a sus pregun-
tas. Siento mucho lo que les pasó. Siento la
desgracia que vivió su familia y que nos trae
hoy a declarar... pero yo no fui».
Cuando Kubati ingresó en prisión en 1987
se manifestó como uno de los más chulos.
«Hay que matar a militares y ministros», decía
en pleno fragor gudariano, rodeado de com-
pañeros que retroalimentaban la sensación de
estar protagonizando la gesta de la liberación
del pueblo vasco. Pero pasó el tiempo y vino la
dispersión, y empezaron a caer las condenas
hasta los 1.210 años de prisión por 13 asesina-
tos y 16 intentos, y no parecía que aquello fue-
se a acabar pronto. De modo que López Ruiz
trató de buscar un atajo y sumarse a los arre-
pentidos que salían antes. ETA y sus paisanos
abortaron su intento recordándole que él ha-
bía matado a Yoyes por lo mismo, y se escudó
en que todo había sido un malentendido.
Con el asesinato de Miguel Ángel Blanco
quiso congraciarse. «Ahora que todo el mun-
do se ha puesto enfrente, me he sentido muy
orgulloso de ser lo que soy», proclamó. Y así
hasta que el Tribunal de Estrasburgo, anulan-
do la doctrina Parot, le quitó el susto de tener
que estar recluido unos años más cuando ya
tos en 2014. Desde entonces, según los datos que pensar igual que tu padre, ¿verdad?».
del Ministerio Público, 21 han sido reabiertos, Francisco José fue reclutado para ir a la
de siete se identificó a los presuntos autores o guerra en el frente republicano, huyó, estuvo
a inductores y ha habido dos condenas, aun- encarcelado en las prisiones franquistas, se
que las cifras barajadas por las asociaciones alistó en la División Azul, se esforzó por llegar
de víctimas difieren. En cualquier caso, éste es a ser juez y tuvo una fa-
el único procedimiento en el que la familia de milia con siete hijos.
la víctima ha logrado volver a sentar ante un «Firmó sentencias para
juez a dos terroristas en libertad tras haber
cumplido la totalidad de la condena.
etarras y sindicalistas
con igual firmeza que
“HACE POCO LLAMÓ LA
Así las cosas, Kubati debió de pensar que después firmó la amnis- AVT PARA AYUDA
no tenía más remedio que intentar empatizar. tía para todos ellos por-
«Siento su desgracia, pero yo no fui... Sí, esas que su trabajo era apli- PSICOLÓGICA. LES
huellas que hay en el lanzagranadas son mías car la ley», recuerda su DIJE: TRAZ 40 AÑOS, SI
pero yo no fui», repetía. Pocos minutos des- hija María Jesús.
pués, su compinche en la muerte de Yoyes y «Y al final estaba de- ESTOY LOCO YA NO ME
en las muertes del comando Gohierri Costa,
José Miguel Latasa Fermín, dirá lo mismo.
sencantado y defendía
una causa en la que no
VAN A PODER CURAR”
Quién iba a pensar que acabaría allí, después creía. Admiraba la soli-
de ser expulsado por ETA por abjurar de la daridad que los de iz-
banda, después de delatar a todo el que pudo, quierdas tenían entre
después de intentar suicidarse... Otra vez allí. ellos, admiraba a Jose-
La familia por la que preguntaba Kubati por fina, la esposa de Marcelino Camacho, y siem-
videoconferencia, muerto de miedo pero có- pre tenía abiertas las puertas para ella. Abju-
modamente sentado en un juzgado de San raba de los generalitos mexicanos que se pa-
Sebastián, arrastra desde el 16 de noviembre voneaban por el país sin haber estado en
de 1978 el sino negro e improbable, y por ello ninguna guerra y de la canalla dorada. Se
exponencialmente doloroso, de haber perdi- preguntaba si, con su trabajo no estaba defen-
do a dos seres queridos a manos de ETA en diendo los intereses de gente con cuyos prin-
circunstancias y tiempos distintos. Primero al cipios estaba en desacuerdo».
padre y luego al hermano. «Se jugó su trabajo para que Horacio Fer-
La vida de Francisco José Mateu, el magis- nández, un líder sindical que estaba enfermo,
trado del Supremo y ex presidente del TOP muriese en casa y no en prisión. Hizo para
(Tribunal de Orden Público) fue dura y aven- que se curase en el Clínico y lo consiguió. Era
turera casi por igual. El recuerdo que marcó un verso suelto decente», reflexiona.
su adolescencia fue el montón de cadáveres El juez era un referente vital para sus hijos
tes de su asesinato. La asumió el Partido Co-
munista Internacional y procedía de Ginebra.
«Has sido condenado a muerte y serás ajusti-
ciado», escuchó. Poco después, alguien, en la
puerta de su casa, robó el coche de su escolta
y el arma que éste lleva-
ba. Pero asumió el mi-
nisterio Rodolfo Martín
Villa, cambiaron los
protocolos de seguri-
dad, y le quitaron la es-
colta. «Al hombre más
amenazado de Espa-
ña», enfatiza su hija. El
juez acabó siendo, el 16
de noviembre de 1978,
la primera víctima del
sangriento comando
francés de ETA, dirigi-
do por Henri Parot,
también arrepentido
cuando a la banda em-
pezaron a irle peor las cosas. «Iba a pie hacia
el Supremo, no había caminado ni 200 me-
tros. Lo oí. Era una moto desde la que dispa-
raron las metralletas pero pensé que era el tu-
bo de escape de un coche», relata su hijo José.
Ignacio, uno de sus siete hijos, tenía 19 años
cuando ETA le dejó huérfano. Su padre se ha-
bía opuesto a que fuese Guardia Civil y le em-
pujó hacia la carrera militar compatible con
sus estudios de Derecho. «Pero lo suyo era
una vocación que tenía desde los seis años y
cuando papá fue asesinado escribió al Rey y
al ministro de Justicia solicitando el Derecho
de Petición y se lo concedieron. Eligió los Gru-

CASO
no quedaba nada de una banda derrotada. Vi- recién fusilados por el bando republicano del aunque de vez en cuando tirase de humor ne- pos Antiterroristas Rurales (GAR), no por un
vía tranquilo en Elorrio, un gudari en casa de que tuvo que sacar, a los 14 años, el cuerpo de gro para explicarles algunas cosas. «Si a mí se sentido de venganza personal sino porque ha-

LAS HUELLAS El hijo de un juez

del Supremo
DE ‘KUBATI’ asesinado logra
volver a sentar ante
EN EL LANZA- la justicia a ‘Kubati’,

GRANADAS jefe etarra y

asesino de Yoyes.
Sus huellas aparecen en un lanzagra-
nadas con el que la banda mató también
a otro hijo del juez asesinado y hermano

REABIERTO
de José Mateu. Es uno de los 358
asesinatos que quedan sin resolver
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018 E L F I N D E E T A 11.

bía que acabar con ETA». Su destino fue el

Cuartel de Intxaurrondo. PADRE E HIJO
«A principios de julio de 1986 voló por los José con la foto
aires. Literalmente. Murió el compañero que de su padre, el
iba delante. Él nos llamó para quitarle impor- juez Mateu.
tancia a la cosa pero lo cierto es que tenía un ANTONIO HEREDIA
cargo de conciencia tremendo por no haber
ido él en la parte frontal del vehículo», cuenta
José. Un vehículo, por otra parte, con un so-
mero blindaje sólo en los laterales.
«Era un joven que vivía al límite, había sen-
tado cabeza y se iba a casar. Después de tres
años en el País Vasco, su novia no quería vivir
en Intxaurrondo y él había conseguido que le
trasladaran a Alemania», pero 15 días después
de sufrir el primer atentado, poco antes de su
partida definitiva, una explosión lo mató a él
y a su compañero Adrián González.
Estaban inspeccionando los alrededores del
cuartel de Aretxabaleta que había sido alcan-
zado esa madrugada con un lanzagranadas y
les estalló una bomba trampa. Adrián murió
de inmediato. Ignacio Mateu quedó con las
piernas seccionadas y, a pesar del torniquete
rápido que le aplicó uno de sus compañeros,
perdió la vida de camino al hospital.
«Fue un desconcierto absoluto. La muerte
de nuestro padre nos destrozó, te queda una
amargura y un vacío tremendo, pero todos
éramos personas jóvenes —yo estaba emba-
razada, por ejemplo— y teníamos un proyec-
to ilusionante al que aferrarnos. Éramos una
familia numerosa y eso ayudó. Allí siempre
había un filete más para los amigos y un col-
chón o una litera más. Uno de nuestros cono-
cidos franceses vino por dos semanas y acabó
quedándose dos años. Le dio tiempo incluso
de hacerse espía... Pero lo de Nacho fue la
puntilla. Habíamos sustituido en Nacho el hé-
roe que para nosotros había sido nuestro pa-
dre. No me cabía en la cabeza que nuestra
cuota de desgracia fuera tanta. Nuestro padre,
de algún modo nos había mentalizado para lo
que iba a ocurrirle, pero ésto... Sencillamente
nos preguntábamos ¿cómo puede seguir pa-
sando? No nos permitimos llorar ni decaer
porque eso hubiese sido darle bazas a ETA pe-
ro ese teatro, a la larga, tiene secuelas», re-
cuerda su hermana.
Después llegó el distanciamiento de los
amigos vascos que habían visto que los iden-
tificaban en el periódico como víctimas del te-
rrorismo y la «desazón que te genera lo que
ha tardado la sociedad civil en organizarse».
«Éramos bichos raros y te causa tristeza que
no hubiese ningún reconocimiento del sacri-
ficio de estar en primera fila abanderando la
libertad de los demás. Las cartas que manda-
mos, por determinados asuntos, por ejemplo,
al expresidente Aznar, no fueron respondidas.
Hace poco me llamaron desde la AVT para
procurarme ayuda psicológica y les respondí:
“Después de 40 años, si estoy loco, ya no me
van a poder curar”», se lamenta José.
A esta realidad hostil hay que sumarle el
hecho de que, hasta ahora, salvo los etarras,
nadie ha sabido quién mató a los dos agentes.
Los informes elaborados por la Guardia civil
quedaron en un cajón y las investigaciones va-
radas. En 2002, los compañeros de Adrián e
Ignacio actualizaron los datos y los presenta-
ron ante la fiscalía, probablemente en un in-
tento de evitar la prescripción, pero el Minis-
terio Público solicitó una ampliación de las di-
ligencias periciales. Y ahí quedó el asunto.
Hace unos ocho meses, la familia supo que
se habían cruzado dos sumarios y que se esta- incluidos los casos que nunca el juicio de Burgos, por difieren. Este es el único
ba discutiendo la reapertura del caso. En el
primero de los informes, relativo al atentado
358 CASOS se han juzgado y están
sobreseídos provisional o
ejemplo). De los casos que la
Fiscalía de la Audiencia
procedimiento en el que las
familias de las víctimas han
contra el cuartel de Villafranca de Ordicia, se
había identificado y condenado a Kubati y a PENDIENTES definitivamente, los que fueron
juzgados pero se cerraron con
Nacional marcó como no
resueltos en 2014 (349), 21
logrado volver a sentar en el
banquillo a dos etarras en
Latasa como autores a más de 20 años. En el sentencias absolutorias y los han sido reabiertos, de siete se libertad tras haber cumplido
segundo, el de Adrián e Ignacio, en el lanza- Según estimaciones de Covite amnistiados por la Ley de identificó a los presuntos íntegra su condena. Según
granadas que ellos fueron a inspeccionar, apa- (Colectivo de Víctimas del Amnistía de 1977 sin que se autores o a inductores y ha Covite, de los crímenes
recían las huellas de Kubati y Latasa. La tesis Terrorismo en el País vasco), hubieran juzgado previamente habido dos condenas, aunque cometidos en la última fase de
de la familia es que la tecnología utilizada por 358 asesinatos no se han (es decir, según Covite, las cifras barajadas por las la banda terrorista, desde el
los etarras les permitía, / SIGUE EN PÁGINA XX resuelto. En esa cifra están excluimos los condenados en asociaciones de víctimas año 2000, hay 12 sin resolver.
12.
VIENE DE PÁGINA XX / además, perpetrar dos
atentados en la misma noche.
Los hermanos de Ignacio se preguntan có-
mo es posible que esas huellas no hayan
transformado ya a sus propietarios en coope-
radores necesarios de aquellos asesinatos y
cómo todo esto no se hizo antes. Y, aunque
entienden que entonces la lucha contra ETA
podía estar superando las posibilidades de las
instituciones —policías y guardias civiles eran
las víctimas, no había cooperación internacio-
nal, cada día se producía un atentado—, cre-
en que «el Estado no actuó debidamente».
«Es lamentable e incomprensible. Es pro-
ducto de todos estos gobiernos que han que-
rido llevarse el gato al agua de acabar con
ETA. Aznar, Zapatero, Rajoy, todos han queri-
do que les den el Nobel de la Paz y han deja-
do muchas cosas por hacer», denuncia María
Jesús, que en la aplicación de la sentencia de
Estrasburgo vió el culmen de muchas traicio-
nes y el regreso de muchos de sus fantasmas.
Uno de los dramas de los casos sin resolver
es que muchos de ellos se cometieron hace
más de 20 años y, por lo tanto, están prescri-
tos; y que sus autores han sido condenados a
tantos años de prisión, incumplibles en Espa-
ña que, aunque fuesen encontrados culpables,
no pasarían ni un día más en prisión.
José Mateu, sin embargo, defiende que és-
te es el primer caso en el que uno de los acu-
sados sale de la cárcel antes de tiempo por la
aplicación de la sentencia del Tribunal de Es-
trasburgo y que, como la imputación se ha
producido tras su puesta en libertad, puede
ser tratado como un nuevo delito. «No está di-
cha la última palabra y ésta la va a decir el Su-
premo», sostiene. Llegados a éste punto, ¿les
daría satisfacción que Kubati y Fermín regre-
sasen a prisión? Sorprendentemente a María
Jesús le sale un «no» inmediato. «Bueno, no te
sé decir. Moralmente no te da satisfacción
que ingresen en la cárcel pero sí que se les es-
tigmatice. No pueden ir tranquilamente por la
calle como tú y yo. En cualquier caso, que que-
de claro que no se pueden sustraer a la acción
de la Justicia, haya cárcel o no», precisa.
José ni siquiera les pone cara porque cree
que eso, ante los de ETA, «por la mitología de
estos personajillos tan perversa y distorsiona-
dora», les incrementa los galones: «Que lo lle-
ven en la conciencia,
que duerman mal».
Tal como han ido las
cosas, el enfado de los
familiares de las vícti-
EL ESCÁNDALO: DECE-
mas y del resto de la NAS DE SUMARIOS
sociedad preocupado
por lo ocurrido con FUERON DESTRUIDOS
ETA, es perfectamente SIN POSIBILIDAD DE QUE
comprensible. En reali-
dad, estamos hablando LOS CRÍMENES SE
de un Estado que du-
rante muchos años y a
INVESTIGARAN SIQUIERA
pesar de ser el de la or-
ganización terrorista su
problema más impor-
tante, ni siquiera tenía
contabilizadas con precisión las víctimas. Una
circunstancia nada extraña si tenemos en
cuenta que hasta bien avanzados los años 90,
sus representantes ni siquiera eran recibidas
en el Ministerio del Interior, que contribuía así
a su estigmatización, más concentrado en
contactar y negociar con la banda. El libro Vi-
das Rotas publicado en 2010, efectuó el peno-
so recuento que debiera haber recaído en las
instituciones y dejó al descubierto la escanda-
losa realidad de que un 40% de los asesinatos
perpetrados estaban sin resolver.
En 2011, la Fundación de Víctimas y la Fis-
calía de la Audiencia Nacional, dirigida por el
fiscal Javier Zaragoza, realizaron un informe
sistematizando ese escándalo. Decenas de su-
marios —al menos 27— habían sido expurga-
dos, o dicho más directamente, habían sido
destruidos en los tribunales sin que tuvieran
C R O
´ N I C A
la oportunidad de ser investigados. Decenas
de casos habían prescrito sin que las investi-
gaciones se hubiesen prolongado más allá de
unas semanas en la mejor de las circunstan-
cias; en algunas ocasiones, nuevas pruebas
durmieron en los cajones de la administración
y jamás pudo activarse un caso que, de haber-
se detectado antes esos papeles, pudo haber
sido resuelto y el terrorista condenado.
Recientemente se ha producido una refor-
ma legislativa para modificar las fechas de la
prescripción de los asesinatos pero, hasta en-
tonces, en España, una vez pasados los 20
años, se diluía la responsabilidad penal. A
principios de 2017, asesinatos por esclarecer
que no hubieran prescrito había solamente 26.
Sólo esos y aquellos que hubieran sido activa-
dos a lo largo de los años —muy pocos— pue-
den tener hoy una respuesta judicial.
Sin embargo, las víctimas siguen intentan-
do reabrir sus casos, hayan prescrito o no.
Quienes así lo hacen consideran que merecen
una explicación y el fiscal Zaragoza, actual-
mente en el Tribunal Supremo, coincide en
aplicar este criterio amplio a la hora de abrir
investigaciones. Porque una cosa es poder ha-
cer Justicia y la otra es hacer prevalecer el
concepto de Verdad, que incluye el derecho de
la víctima a saber quién mató a su familiar.
Ese camino de insoportable aridez ha sido
iniciado por muchos allegados de los asesina-
dos entre los que se encuentra Rosario Muela
—concejal de UCD en Vitoria—, la viuda de
José Ignacio Ustarán, muerto a tiros por ETA
político militar en 1980. Tal fue el abandono
en la investigación de este tipo de casos que
Rosario, mientras detalla qué es lo que ocu-
rrió, suelta: «Te lo estoy contando a ti pero no
sé si me lo preguntaron». Y lo que ocurrió su-
pera el argumento de cualquier película de te-
rror. Llamaron a la puerta y abrió Rosario. Mo-
mentáneamente vio a una chica joven, no lle-
garía a los 20. Fueron unos segundos porque,
de repente salieron dos hombres, uno muy jo-
ven y el otro de unos 40 años, con la cara des-
cubierta, que le apuntaban con pistolas y pre-
guntaban dónde se encontraba su marido.
Estaba en el despacho de casa trabajando.
A ella la llevaron a la cocina, donde estaban
sus hijas de 10 y siete años cenando y prepa-
rando el cumpleaños de la más pequeña. «La
mayor estaba fuera y a
mí, con la tensión, se
me olvidó completa-
mente que el niño de 13
años estaba estudiando
en la otra parte de la ca-
sa. De repente se die-
ron cuenta y le trajeron
donde yo estaba a tra-
vés del despacho, don-
de tenían a su padre en
el suelo». Pidieron cuer-
das para atarles y, como
no las tenían, uno de
ellos bajó a por ellas y
volvió a subir tocando
el telefonillo, con toda
tranquilidad. Después querían esparadrapo.
«Yo les dije que se equivocaban, que la políti-
ca era yo. Pensaba que les iba a costar más
asesinar a una mujer y por eso lo dije».
Cortaron el teléfono, se llevaron a su mari-
do y le advirtieron de que no llamase a nadie
en dos horas. «A los 15 minutos bajé donde el
vecino y no tuve que darle explicaciones por-
que allí todo el mundo sabía. Llamé a mi her-
mano y le dije que no era cuestión de dinero,
que no sabía lo que iba a pasar y de la familia
de mi marido llamé a mi cuñado, director de
campaña del PNV: ‘Mira, Miguel, se han lleva-
do a José y si alguien puede hacer algo sois
vosotros’. Vino, pero a las dos horas me dije-
ron que lo habían dejado en la puerta de UCD
con dos tiros». Lo habían llevado en su propio
coche. «No hablamos mucho de eso pero la
pequeña no se acuerda nada de su padre. Le
hicieron la fiesta de cumpleaños en el colegio
mientras enterraban a su padre», recuerda.
¿Cómo sale uno adelante después de algo
así, cómo consolar a los niños? Rosario se
quedó viuda y con cuatro hijos. Recibía la pen-
sión mínima de autónomos, 16.000 pesetas
para ella y 3.000 para sus hijos. Levantó su ca-
sa en cuatro meses y en diciembre se fue a Se-
villa. Recibió una carta del obispo «como pa-
ra tirarlo de la Giralda, por falta de empatía».
Se había casado «muy enamorada» con 19
años y allí dejaba gran
parte de su mundo.
«Nadie podía ayudar-
me, yo lo tenía claro».
La familia de su marido,
“MORALMENTE NO TE
toda nacionalista, no se DA SATISFACCIÓN QUE
sintió aludida. Su padre
se gastó todos los aho- INGRESEN EN LA
rros en pagar los viajes CÁRCEL, PERO SÍ QUE
de sus hermanos para
que fueran a ayudarla. SE LES ESTIGMATICE”,
El partido le procuró
una casa en Sevilla a
DICE Mª JESÚS MATEU
cambio de la suya de
Vitoria, y Jaime García
Añoveros le consiguió
un trabajo en la Caja de
Ronda en el que tenía que presentarse todos
los días a las seis de la mañana mientras deja-
ba a sus hijos al cuidado de otra persona.
«A los terroristas yo les había visto clara-
mente. Una mujer policía nacional me enseñó
algunas fotos y yo señalé a una chica de unos
20 años. Pero después de eso, nada». Nunca le
mostraron el sumario ni se pusieron en comu-
nicación con ella por esos motivos; aunque lo
pidió. Ella vio a un concejal de Batasuna pa-
searse por su puerta extemporáneamente
unos días antes, y está convencida de que mu-
cha gente sabe lo que pasó porque se estaba
negociando la disolución de ETA pm. El ase-
sino, que no por cruel fue menos torpe, se hi-
Ignacio Mateu, asesinado por ETA, como su padre, juez.
Reaparición de ‘Kubati’, dias atrás, al frente de una protesta.
rió antes de matar a José Ignacio Ustarán y
dejó restos de sangre en un bar en el que re-
caló en plena huida. Mucha gente le vio.
En una ocasión, Charo realizó la solicitud
en la delegación de Gobierno de Sevilla y le
negaron los papeles. «Cuando me llamaron
para que firmar el sobreseimiento hace 27
años, me di cuenta de que nadie me dedicaba
cinco minutos. Gobierno tras Gobierno, nadie
se ha preocupado de nosotros», constata.
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
Y eso quedó más que evidente cuando,
años después, dos guardias civiles se presen-
taron en su casa para decirle que había salido
en las listas de un comando de ETA. Otra vez.
Los agentes no tenían ni idea de que estaban
hablando con la mujer de un asesinado, no le
informaron del nivel de peligro y desde luego
nadie le puso escolta. El Estado se limitó a in-
formarla. «Se lo venimos a comunicar», me di-
jeron. «Tuve que luchar mucho para hacerles
ver a mis hijos —que llevan la pena dentro—
que creía en la libertad
y en el Estado; y les dije
que su padre les iba a
ayudar», sostiene este
mujer que hace mu-
chos años que fue con-
quistada por el escepti-
cismo.
Rosario estaba tan
ocupada en «tirar para
adelante» que ha impul-
sado la investigación
cuando ha podido. Ha-
ce seis meses al fin tuvo
acceso al sumario gra-
cias a Covite, la asocia-
ción dirigida por Con-
suelo Ordóñez. Su pretensión es que se reabra
el caso alegando aunque sea ante el Tribunal
de Estrasburgo, que quedó prescrito a causa
del comportamiento negligente del Estado.
De nuevo es ahora cuando todo aquello le
pasa factura. Y a pesar de aquel obispo, busca
la paz en la penumbra de la Iglesia. «Llevo 37
años buscando la paz interior», dice.
Aunque para conseguirlo tenga que conse-
guir algunas respuestas. «Quiero saber por
qué. Mi marido era el único no nacionalista de
la familia. Los había del PNV y de Batasuna y
quiero saber si fue una advertencia. O si fue
por otros motivos». Y también «quiero verle
la cara (al asesino) y que me vea y que vea a
mis cuatro hijos. Llevarle una foto de
cómo eran cuando mató a su padre.
¿Tú crees que una persona que pega
un tiro en la nuca a un hombre y que
ha visto a sus hijos allí, puede dor-
mir tranquila?». Probablemente la
respuesta no calme la angustia de
Rosario sino al contrario. Los casos
sin resolver dan para mucho. Sin ir
más lejos, en la lista está uno de los
más mediáticos, el del perpetrado
contra Irene Villa y contra su madre,
María Jesús González. Y su impor-
tancia no ha aceleró nada. De los ca-
sos abiertos desde 2011, dos están
resueltos con los autores condena-
dos, según el último informe del fis-
cal Zaragoza. La AVT, con un gabi-
nete jurídico también incansable,
contabiliza nueve asesinatos con
condena. También está en ello la
Fundación Villacisneros.
Uno de esos primeros casos rea-
biertos en el que se consiguió la con-
dena fue el del asesinato del guardia
civil Antonio Ramos en 1986. Su hi-
jo tenía cinco años y su esposa Car-
men estaba embarazada de cinco
meses. El bebé nació con una enfer-
medad, el mayor no siempre tomo
las mejores decisiones y ella se sui-
cidó. Los asesinos fueron los mis-
mos que años después secuestra-
rían a Ortega Lara. En su declara-
ción ante Garzón sobre éste delito confesaron
el asesinato del agente pero nada pasó hasta
mucho más tarde. Las víctimas buscan Ver-
dad, Memoria y Justicia. Aunque nada de es-
to las conjure contra la crueldad que sufrie-
ron. En todas estas circunstancias la aplica-
ción de la Justicia llegará tarde o no llegará.
Pero nada explicaría que, aunque sea al final,
ellas no sintieran que se las trata con el
debido respeto.@angelesescriva Ó
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
DISCOLOS
´
LOS 30
ESCINDIDOS DE
LA BANDA QUE
SE HACEN
LLAMAR ATA
Y su única acción
armada por ahora:
robaron a la banda 60
pistolas de dos zulos.
Su ídolo y líder está en
la cárcel. Es el etarra
que amenazó así al juez
que le juzgaba: “Te voy
a meter siete tiros”
POR MARTÍN
MUCHA /
A. ESCRIVÁ
A
cara descubierta. Un par de días antes del
anuncio del desarme de ETA, escenifica-
do el 8 de abril de 2017, una escisión del
grupo terrorista asaltó a quienes antes fueron
sus camaradas de armas. Lo hicieron para lle-
varse 60 pistolas. Fue rápido. Fue fácil. No hu-
bo apenas oposición. Los ladrones son un en-
tramado de ATA (siglas de Amnistia eta Aska-
tasuna), que no es otra cosa que una
reivindicación del que pudo ser el nombre ori-
ginal de ETA, que se rechazó porque «ata»
(acrónimo de Aberri Ta Askatasuna: «Patria y
Libertad»), en euskera vizcaíno significa «pa-
to». Este nuevo ATA es «un grupo con una
treintena de militantes activos y un millar de
simpatizantes que acuden a sus convocato-
rias», confirman a Crónica investigadores de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Esta-
do. Una amenaza latente. La resquebrajadura
en la piedra donde se esconde la serpiente.
Las peleas internas entre ETA, la izquierda
abertzale y los disidentes de ATA ya son a pu-
ño cerrado. Lo demuestra una carta de Jon
Iurrebaso Atutxa titulada «Ya no hay ETA pe-
ro hay ATA», con fecha 27 de marzo de 2017,
días antes del robo de armas y material explo-
sivo. Iurrebaso es uno de los pocos militantes
identificados de Amnistia eta Askatasuna
(Movimiento Pro Amnistía y contra la Repre-
sión). Ya antes había dicho sin pudor que «el
conflicto no se soluciona» con el fin de ETA.
E L F I N
Ni tampoco se ha resuelto con el fin de la lu-
cha armada. Su propósito: «Apostar desde ya
por la desobediencia con todas las consecuen-
cias… Eso quiere decir que, desde ahorita
mismo, hay que ir pensando en pasar tiempos
duros». Palabra de ATA.
Iurrebaso Atutxa, alias Irene, tiene más as-
pecto de profesor de escuela que de conspi-
rador. A sus 62 años, es considerado aún un
tipo peligroso . Cumplió una condena de 11
años por pertenecer a la organización terro-
rista. En 1980 fue capturado por agentes de
la Policía holandesa. Regresaba de Yemen,
una de las cunas del yihadismo, en donde ha-
bía recibido adiestramiento para efectuar
atentados. Irene ejerció de fallido negociador
con el Gobierno de José Luis Rodríguez Za-
patero entre 2005 y 2007. Pura fachada. El 29
de marzo de 2007 fue arrestado en Francia
cuando el vehículo en el que viajaba fue de-
tenido en un control rutinario de la Gendar-
mería cerca de Périgueux. Iba acompañado
por el también etarra Pedro María Suárez
Ugarte. Llama al proceso de Paz de ETA:
«Una espectacular e inaudita rendición uni-
lateral y sin condiciones». De allí su trasvase.
El gurú máximo de ATA es Txikito, coetá-
neo de Iurrebaso, un pistolero violento, expul-
sado de ETA por oponerse a que dejen las ar-
mas. Un carnicero. Un asesino que cumple 54
años de pena. Iñaki Bilbao Goicoetxea es el
mismo que le soltó a Alfonso Guevara, juez de
la Audiencia Nacional: «Te voy arrancar la piel
a tiras, fascista, te voy a meter siete tiros, ven
aquí si tienes huevos». Amenazó también al
juez de la Audiencia Nacional Fernando An-
dreu. Lo hizo cuando le interrogaba y le espe-
tó: «Usted es el diablo del País Vasco y si le pi-
llo le voy a matar». Así es Txikito.
Antes, simuló disparar en la frente de Bal-
tazar Garzón apuntándole con el dedo, cual
revolver cargado de su rabia. Se sospecha que
él está organizando a los presos etarras en la
cárcel para migrar a ATA [buena parte de los
presos mostró su oposición o grandes reticen-
cias al modo como la banda terrorista ha ges-
tionado su final]. Está vigilada cada una de
sus comunicaciones. Así fue descubierto un
texto que da pautas para los disidentes —lla-
ma a los actuales dirigentes de ETA «traido-
res»— escrito en 2016 desde la prisión Puerto
III de Cádiz: «La guerra se gana a tiros».
UNA ESTRUCTURA QUE IMITA A ETA
«Los de ATA están intentando repetir la es-
tructura que tenía ETA», nos señalan nuestras
fuentes. Y su estrategia tiene cuatro pilares
que sostienen su armazón. Ibil (Iraultzaileen
Bilguneak, «Núcleos Revolucionarios», en
euskera) que se constituye como el aparato
militar. La propia ATA, que pretende imitar lo
que fuera Gestoras Pro Amnistía (Amnistia-
ren Aldeko Batzordeak). Y, además, tiene su
propio partido Herritar Batasuna, el que habla
en sus mensajes recientes de «reconstruir la
izquierda abertzale revolucionaria» y que, an-
te el comunicado de ETA anunciando su fin,
escriben una carta titulada: «La única lucha
que se pierde es la que se abandona», con fe-
cha 25 de abril de 2018. ATA incluso ha dado
D E E T A
LOS JEFES. Arriba, el pistolero Iñaki
Bilbao Goicoetxea, alias Txikito. Sobre
estas líneas, Jon Iurrebaso Atutxa,
Irene, ideólogo de ATA. CRÓNICA
13.
pasos raudos para crear una asociación juve-
nil. Los fines de semana hacen cursillos de
formación política para captar gente. Han
creado una página web sumamente activa que
invita a unirse a la causa. «Todos ellos, en to-
tal, son una treintena los comprometidos con
lo que se conoce como kale borroka, con la
violencia callejera», completan desde la Fuer-
zas y Cuerpos de Seguridad del Estado a este
suplemento. «Y hay unos 1.000 que acuden a
las manifestaciones como simpatizantes». El
retrato robot de esta organización.
Ha quedado confirmado que su única ac-
ción armada fue contra los que antaño eran
sus aliados. «ETA misma los considera los au-
tores del robo de armas de dos zulos. Se pre-
sentaron a cara descubierta y dijeron que que-
rían llevarse las armas: 60 pistolas y material
para elaborar explosivos». Eran del arsenal
que los terroristas robaron en Vauvert (Fran-
cia). En 2006, incautaron más de 300 pistolas
en plena tregua. De estas, el 8 de abril de 2017
sólo entregaron 120. «Sucedió dos días antes
de la entrega de armas oficial». Meses antes la
Policía ya había recuperado otras 145.
EL ARSENAL PERDIDO
«Los propios etarras les conminaron a devol-
verlas y no lo hicieron». Se llegó a decir que la
entrega de armas de los etarras había sido una
farsa. La situación ponía en riesgo la táctica fi-
nal de ETA. Tuvieron que confesar que habían
perdido parte del control de su arsenal. Tanto
así que los terroristas intentarían recuperarlas
antes del anuncio del fin de ETA del viernes 4
de mayo. Lo conseguirían con dos docenas de
ellas [de un total de 60]. Las depositaron en
dos cajas —donde también había 500 detona-
dores eléctricos, cordón detonante de 20 me-
tros, dos temporizadores y 200 matrículas de
coches— en la comisaría francesa de Bayona,
el 24 de abril de 2018.
Fermín Sánchez Agurruza, Fermintxu (54
años) es otro que se ha identificado como par-
te de ATA-Ibil. Quiso retomar la violencia
cuando la banda anunció el «cese definitivo».
Este maestro de escuela se marchó al sur de
Francia, en 2014, donde aspiraba a construir
un comando activo dispuesto a atentar. Su mi-
sión fracasó rotundamente. Fue detenido en
Francia acusado de ser jefe de comandos de
reserva. En 2017, de regreso en la Comunidad
Foral, retomó su labor como docente en las
aulas. Está en Urdax (Navarra), un pueblo de
400 habitantes. Su última detención fue el 3
de septiembre de 2016. Estaba pegando carte-
les a favor de ATA. Entonces era líder de Ibil.
Son los tres nombres propios más impor-
tantes de ATA. «La mayoría de los miembros
de ATA no están identificados», ratifican las
fuentes consultadas. «Es una rama expulsada
de ETA», confirman. «Y ya no les hacen caso».
Las Fuerzas de Seguridad del Estado no saben
dónde tienen las armas. Pero aseguran a Cró-
nica que «no las tiene nadie que las vaya a
usar». Lo sueltan convencidos de que las crías
de la serpiente sean sólo culebrillas.
@Mart1nMucha @angelesescriva Ó
Con información de Paco Rego
14.

PA-
C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

TRIA
LOS ‘YONQUIS
DEL ODIO’… Y
en el pueblo, había poco ambiente. Nadie en
el futbolín donde aparecían trinchados muñe-
cos del Athletic y la Real. Nadie en los bancos
de las largas mesas de madera. Nadie para es-
cuchar la música de resonancias ska. Apenas
había, fuera, junto a los barriles y los tabure-

SU HUELLA DE tes, un grupo de tres o cuatro muchachos que

respondían al cliché montaraz de la indumen-
taria militante. Se habría dicho que la desapa-

DOLOR ENTRE rición de ETA debía constituir una noticia for-

midable en su pequeña endogamia del odio

LAS VÍCTIMAS
pues, hace años, en ellos habría supuesto ca-
si una cuestión de destino aspirar a alcanzar
el mural de los gudaris mediante un proceso
de captación —de abducción— que bien po-
Viaje al interior de dría haber comenzado junto al futbolín. Sin
embargo, su conversación denotaba una indi-
“Patria”: adictos al odio. ferencia absoluta. Hablaban de porros y de
chicas, de sábados noche en otros garitos de
El reportero recorre el la calle Nagusia o en esa misma taberna en la
territorio que inspiró a que destacaba un cartel significativo de cierta
mutación de las consignas en las guaridas de
Aramburu su premiada la radicalidad: «No se tolerarán comporta-
mientos sexistas».
novela para ver qué Aunque en el libro apenas existan algunas
queda de la violencia. pistas concretas, como la mención a los tilos
de la plaza o a la carretera de Goizueta, Her-
La nueva cartelería es nani es el pueblo en el que Fernando Arambu-
ru se inspiró para la construcción, en Patria,
morada y feminista de ese mundo cerrado y opresivo, saturado de
odio, de espías y delatores, de códigos seme- te ambos del mismo club ciclista, con el que cunstancia, aún más alevosa, de que a Imanol
jantes al de la omertà en esa adaptación vas- forjó desde los tiempos de los noviazgos una Miner, cuando era niño y se quedó atrapado
ca de una hegemonía mafiosa, de una mafia profunda relación de afecto entre las familias. en medio de un tiroteo en el piso de Hernani
POR bien incrustada en la epidermis social, que La Hernani real ofrece en su memoria co- donde sus padres habían ofrecido refugio a un
DAVID también fue ETA a poco que se le retiren las lectiva, tan parcheada por los ejercicios de am- comando etarra, le salvaron la vida efectivos
GISTAU quebradizas coartadas políticas. En el libro de nesia terapéutica, historias de maldad y muer- del GAR de la Guardia Civil que, mientras un
Aramburu que tanto está agitando los recuer- te entre vecinos igualmente acongojantes: «En compañero herido salía como podía por una
dos de quienes vivieron aquellos espantosos esos pueblos encerrados», dice Fernando Sa- ventana después de arrastrarse por el pasillo,
años guipuzcoanos, la atmósfera está tan en- vater, «donde no conocen otra cosa, todos son se expusieron a los disparos para sacarlo de la
venenada de maldad que se vuelve posible nacionalistas, muerdan o no muerdan». Y los línea de fuego, a él y a su hermana.

E
l pasado miércoles después del almuerzo,
mientras ETA comenzaba con una carta
su liturgia de la disolución, en la Herriko
Taberna de Hernani, situada en la calle Nafar
y decorada con un friso de los presos nacidos
que un hombre que se resiste a pagar el im-
puesto revolucionario —el pizzo, lo llaman en
Sicilia con menos pomposidad— sea asesina-
do por el hijo de su amigo íntimo, con el que
salía a pedalear los domingos por formar par-
pocos que no lo son lo padecen. Como Iñaki
Totorika, ertzaina y natural de Hernani asesi-
nado en 2001, a los 25 años, mediante la colo-
cación de un coche bomba operado por otro
vecino del pueblo, Imanol Miner. Se da la cir-
En Hernani vivieron también Maite Pagaza
y su hermano Joseba. Una infancia en la que
de pronto, de un día para otro, amigas habi-
tuales de la plaza desaparecían porque el pa-
dre había recibido una amenaza o había sido
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
objeto de una pintada admonitoria y debía
empacarlo todo con premura para volver a
empezar otra vida en lugares como Valladolid
o Madrid. De cuán asfixiante y purulenta era
la red de espías vocacionales de Hernani da fe
Maite Pagaza cuando cuenta que la familia tu-
vo que interrumpir los almuerzos dominicales
en casa de la madre porque la seguridad de
Joseba Pagaza era imposible de garantizar
mientras repitiera semejante costumbre y en
cada llegada al pueblo se cruzara con varios
chivatos dispuestos a avisar. Los Pagaza tam-
bién vivieron en carne propia una verdadera
hazaña del odio patológico descrita en Patria:
la que persigue a la familia del asesinado, la
E L F I N
que la acosa socialmente y la obliga a despla-
zarse y marcharse a vivir a otro lugar, a menu-
do con la complicidad del clero parroquial tan
imbuido de las simpatías por las que ha teni-
do que pedir perdón la iglesia vasca. Después
del asesinato de Joseba en el bar Daytona de
Andoáin, sus hijos tuvieron que ser escolari-
zados en San Sebastián debido al acoso que
sufrían en el instituto de su pueblo: culpables
de descender de un hombre declarado enemi-
go de la patria vasca y purgado por ETA.
En estos días en que ETA anuncia su diso-
lución ante una indiferencia relativa que seña-
la su pérdida de peso como protagonista dra-
mático de nuestra vida pública, a Maite Paga-
D E E T A
za, como a Consuelo Ordóñez, como a
Fernando Savater —reunidos los tres, entre
otros, el pasado miércoles en el hotel Lon-
dres—, les preocupan cuestiones como la en-
gañifa del falso perdón solicitado, los críme-
nes sin resolver, y el manejo del «relato» y de
la posteridad, del que depende en gran parte
que las futuras generaciones tengan una idea
de lo que sucedió lo bastante clara como para
quedar vacunadas de tentaciones homicidas.
El autoblanqueamiento etarra, así como su
cínica socialización de la responsabilidad y el
sufrimiento, está incluyendo intentos de legi-
timización ante el porvenir con la apropiación
hasta del bombardeo de Guernica como en
15.
LA PINTADA.
«Gora borroka
feminista» se
lee sobre fondo
morado en el
callejón del
frontón de
Hernani.
REPORTAJE GRÁFICO:
CARLOS GARCÍA POZO
una lógica de la continuidad anti fascista. Es-
ta es la pelea que ha de ser librada ahora por
quienes siempre estuvieron allí, dando la cara
ante ETA. Ésta y la evitación de la impunidad.
Pero, mientras ello ocurre, Maite Pagaza se re-
fiere a una evidente descompresión del am-
biente en la calle por comparación a Patria.
Ella conserva automatismos de otros tiem-
pos, tales como sentarse en los bares sin per-
der de vista la puerta. Pero incluso en Herna-
ni, un pueblo donde aún ocurren cosas como
que un instituto como el Agustín Iturriaga or-
ganice un homenaje a 22 etarras con au-
rreskus y lo que haga falta, se observa una
cierta liberación ambiental / SIGUE EN PÁGINA XX
16. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

VIENE DE PÁGINA XX / que en parte es espontánea

y en parte estratégica, puesto que concuerda
con la táctica etarra de rebajar el peso de su
propia culpa y de su enorme capacidad de
propagar odio a través de innumerables ter-
minales. No ha habido recapacitación, obvia-
mente. No ha habido una epifanía moral.
El pus permanece latente, así como el sal-
vaje orgullo del culto al gudari y el sentido de
propiedad de los espacios en un ámbito que se
vuelve torvo para el forastero. Pero hay un re-
pliegue que se revela explícito en la dosifica-
ción de los carteles y las pintadas. En el fron-
tón de los tilos siempre hubo pintadas, y has-
ta algún gigantesco «Gora ETA». Lo único que
hoy mancha la pared es una portería de tiza
que se han pintado los chavales para jugar al
fútbol. En pueblos como Arrasate, el espacio
para las pintadas ultras está acotado por el
propio Ayuntamiento, como si hasta los re-
güeldos del odio fueran objeto de ordenanza.
Si para la militancia el odio era una adic-
ción, una droga, ahora tratan de quitarse con
una metadona mental que forma parte de los
ejercicios de memoria selectiva y de olvidos
adrede con los que una buena parte de la so-
ciedad vasca está dispuesta a cerrar en falso
el sangriento capítulo etarra con tal de dejar-
lo atrás cuanto antes. Hay una alegoría perfec-
ta para esto: en Mondragón, el Ayuntamiento
ordenó sepultar con hormigón el zulo de Or- Una de las viviendas de Hernani con la fachada cubierta con los rostros serigrafiados de miembros de ETA presos vecinos de la villa.
tega Lara para evitar que se convirtiera en una
pieza museística, en un recordatorio. Hormi-
gón sobre la memoria, recuerdos sepultados,
introspección evitada: las calles de Hernani,
las gentes y las claustrofobias podridas de las
que por siempre hablará Patria.

EL POLÍGONO Y LA IGLESIA CÓMPLICE

Hernani tiene un polígono industrial que tam-
bién recuerda al que aparece en Patria: vesti-
gios de antiguos vigores económicos que en
los años 60 atrajeron a una ola inmigrante
bautizada por los supremacistas del naciona-
lismo como los churrianos. Hernani tiene tam-
bién algunas hermosas fachadas blasonadas,
cerca del Ayuntamiento y de la parroquia de
San Juan Bautista. El pasado miércoles, mien-
tras ETA precipitaba la narración de su final,
en el interior de la iglesia, delante del inmen-
so retablo dorado, había un ensayo de comu-
niones. Se hacía inevitable recordar el perso-
naje del sacerdote en Patria, cómplice de to-
das las insanias morales —«Dios y leyes
viejas»— relacionadas con el nacionalismo
vasco y que antaño se hicieron verbo en la
parla atroz de monseñor Setién. Una iglesia
que negó auxilio y acompañamiento a sus fe-
ligreses sufrientes, que prestó comprensión al
criminal en la amplia red de simpatías y opor-
tunismos. El párroco de hoy tiene menos ga- Carteles en Hernani, el miércoles, cuando ETA anunciaba su disolución. En uno de ellos, escrito en euskera, reza: «¡Adelante Cataluña!».
nas de hablar de eso, de esa vergüenza, que
de contar la peripecia de un ilustre vecino de
Hernani: Juan de Urbieta, el soldado que gica de las militancias ya estructuradas como ínfulas de protectores de la democracia. Cuan- las calles para el familiar de alguien que haya
apresó al rey francés Francisco I en Pavía, y tales a las que el final de ETA podría abocar a do no de mandelas. sido abatido allí. Al lado del frontón hay un
cuyos restos, enterrados en San Juan Bautis- un vacío argumental. Mientras las pintadas Al pasear por Hernani, se hace inevitable bar llamado José Mari. Arturo Quintanilla, 44
ta, fueron dispersados por unos soldados na- etarras están medio descoloridas, surge, fla- imaginar dónde estaría la casa. Aquella a la años, era el propietario de un bar llamado Jo-
poleónicos «llenos de rencor». mante, avasalladora, una nueva, escrita sobre que regresaba un día una viuda expulsada sé Mari cuando fue asesinado por un pistole-
Desde San Juan Bautista al frontón se acce- fondo morado: «¡Borroka feminista!». Para por el odio, aquella que, sólo por prenderse ro de ETA, en septiembre de 1983, delante de
de por un callejón que fue siempre el princi- quienes no conocen el euskera, la palabra bo- una luz, ponía a circular por todo el pueblo la su mujer y de su hija. En la Herriko Taberna,
pal escaparate de las pintadas. Por todo el rroka, acompañada de kale —lucha urbana— noticia de que habían regresado unos maldi- esa noche, igual hasta se habló de porros y de
pueblo se aprecian banderas esteladas y ex- está indisociablemente ligada a ETA. He aquí, tos que habían sido objeto de pintadas, unos chicas, de sábados por la noche, mientras al
presiones de hermanamiento —Katalunia Au- sin embargo, un desplazamiento de su signifi- enemigos del pueblo vasco a los que ETA ha- lado del futbolín unos muchachos montaraces
rrera— que revelan que el independentismo cado hacia una bandera nueva, plena de vigor, bía tenido que purgar. atendían los susurros de un reclutador
catalán tiene ahora más tirón y vigencia. Vas- que está dotando de contenido y cohesión a Al pasear por Hernani, se hace inevitable como el que aparece en Patria. Ó
cones primigenios son retratados junto a bue- todas las militancias de extrema izquierda: la imaginar a la viuda a la que hacen vacío los
nos salvajes con barretina, representativos supuesta revolución feminista. Hasta el mun- vecinos mientras camina por ciertas calles
ambos de supuestas purezas tribales contami- do filoetarra trata ahora de apropiarse de esa empinadas hacia el mercado de la Casa Con-
nadas por la radiación española. Abundan es- causa para actualizarse al siglo XXI, para sistorial, hacia las lindes del río Urumea, ha-
tos argumentos en lugares como el parque arrogarse la defensa de una inquietud muy in- cia las carnicerías en las que hay banderines
Karobieta, un cochambroso espacio escalona- tegrada en la sociedad, para darse el gusto, es- de la Real, hacia las sociedades deportivas co-
do lleno de maleza donde los grafitis parecen, ta vez, de estar junto a la víctima y no en con- mo aquellas en las que desayunaban huevos
aún más, los de pandillas urbanas en barrios tra. La homologación filoetarra con la izquier- y vino los personajes de Patria antes de salir a
marginales. da, a través del feminismo, forma parte de la pedalear. Qué espacio tan comprimido para
En el callejón del frontón, sin embargo, se modernización de su discurso y del asalto de semejante carga de odio, de miedo, de descon-
da un hecho significativo que podría valer co- las coartadas democráticas que luego permi- fianza. Qué espanto la mirada glorificada de
mo advertencia de una reorientación ideoló- ten a personajes nefastos como Otegui darse los gudaris en los murales que aún quedan en Gistau en la Herriko Taberna de Hernani.
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
INFILTRADA
LA ÚNICA
MUJER POLICÍA
QUE FUE
‘TOPO’ EN ETA
Atractiva, con
temperamento… y
funcionaria de la escala
básica de la policía. Su
nombre de batalla era
Aranzazu y su mérito
fue formar parte del
comando Donosti de
ETA. Ella alertó de que
el anunciado parón de
atentados de la banda
en 1998 era en realidad
una tregua trampa.
Hoy vive ‘retirada’
en una embajada
POR FERNANDO
LÁZARO
S
u atractivo. Su desparpajo. Su tempe-
ramento. Su capacidad de meterse en
todos los charcos... Ninguna de estas
cualidades pasaron desapercibidas a los
ojeadores policiales, que vieron que Aran-
zazu, veinteañera entonces, podía conver-
tirse en la primera (y única) mujer policía
que lograría infiltrarse entre los coman-
dos y convivir con dos liberados, dos ase-
sinos de la organización terrorista. Su in-
formación fue clave para desmantelar el
comando, detectar objetivos, dar caza a la
cantera etarra de aquel momento y descu-
brir que la tregua de ETA en 1998 sólo era
una trampa.
Porque ETA dijo que estaba en tregua y
que era indefinida. Y muchos creyeron ver
el principio del fin de esa carrera sangrienta
del terrorismo en España. Esperaban, con-
fiaban, apostaban a que esta vez era la de
verdad. El Gobierno de entonces, el de José
María Aznar, hizo gestos, acercó etarras y
llegó a sentarse en una mesa con dirigentes
etarras para tomar el pulso a ese anuncio.
E L F I N
Una voz resonó con fuerza pero muy en
soledad. Era el titular de Interior de enton-
ces, Jaime Mayor Oreja, que habló de «tre-
gua trampa», ante la incomprensión, in-
cluso, de muchos de sus compañeros de
partido. Pero él tenía línea directa, infor-
mación de primera mano. Sabía que ETA
estaba rearmándose.
Porque, desde hacía meses, las Fuerzas
de Seguridad del Estado, en este caso la
Policía Nacional, habían logrado infiltrar
en uno de los complejos más cerrados de
ETA —el comando Donosti— a esa agente,
una policía que vio cómo se estaba aprove-
chando la tregua para reorganizar unas es-
tructuras etarras muy maltrechas tras las
continuas actuaciones de la seguridad del
Estado. La agente vivió e informó de cómo
se estaba gestando un nuevo comando Do-
nosti con etarras experimentados. Lo supo
porque fue ella la que puso el piso que se
convirtió en el escondite de un comando
que estaba llamado a ser el estilete de ETA
tras la ruptura de la tregua. Así lo había di-
señado el que en aquellas fechas era el je-
fe de todos los comandos de ETA, Javier
Arizkuren Ruiz, Kantauri.
RAZA Y TEMPERAMENTO
Aranzazu Berradre, así se conocía a la in-
filtrada en las filas de ETA, es una funcio-
naria de la Policía Nacional de la escala
básica. Una mujer de temperamento y ra-
za que logró captar la atención de los ojea-
dores antiterroristas, esos especímenes
que se las saben todas de ETA y que bus-
can perfiles entre sus funcionarios capa-
ces de infiltrarse en los tejidos sociales de
la izquierda abertzale y crecer en las es-
tructuras etarras sin desmoronarse. Uno
de ellos, un comisario de Información —ya
jubilado— estaba convencido de que había
que lograr infiltrar mujeres. Y entre sus
«aspirantes» vio a Aranzazu. No tuvo que
convencerla. Era una convencida. Una
mujer con arrojo, una mujer «de una pie-
za», como la describían los entonces res-
ponsables de la seguridad del Estado.
Y la captó. La entrenó. Y la «adoctrinó»
sobre lo que era ETA y cómo funcionaban
sus miembros y sus simpatizantes. La to-
po empezó desde abajo. Tuvo que esfor-
zarse para, cuando menos, chapurrear el
euskera. Se movió en los entornos de mo-
vimientos antisistema y antimilitaristas. Y
paso a paso se fue convirtiendo en una ha-
bitual del mundo abertzale de San Sebas-
tián y de localidades limítrofes. Su cara
pasó a ser familiar para algunos de los que
oteaban la cantera radical en San Sebas-
tián a la búsqueda de nuevos fichajes.
Joven pero ya con experiencia policial,
no tardó en coger aplomo, solidez y firme-
za a la hora de crearse un personaje, de
dar muestras de ser una convencida de la
causa etarra. Su «hoja de servicios» fue ga-
nando méritos en un corto espacio de
tiempo. La falsa Aranzazu Berradre fre-
cuentaba la sede de Herri Batasuna del
Casco Viejo donostiarra.
D E E T A
Y así le llegó el ansiado «toque». Cuan-
do finalizaba su jornada laboral, en un ne-
gocio regentado por simpatizantes de
ETA, un captador se le acercó y le dio un
corto pero intenso mensaje: lugar y hora.
Debía acudir todos los días hasta que al-
guien le contactara. Y allí fue un día, y
otro y otro. No pasaron muchos cuando el
pez picó por fin el anzuelo. Quien contac-
tó con ella fue Kepa Etxebarria, un libera-
do de ETA. Directo y al grano. Necesitaba
piso para esconderse y coche y chófer pa-
ra moverse con seguridad.
Aranzazu dijo sí a todo. Abrió la puerta
de su casa y la convirtió en el piso franco
del comando etarra. Una casa sembrada
de micros y controlada en tiempo real
desde un piso cercano que ocupaban dos
policías encargados de las
escuchas. Los servicios an-
titerroristas se mostraron
eufóricos. La infiltrada lo-
gró convertir su piso de la
calle Urbieta, en San Se-
bastián, en una fuente ina-
gotable de información so-
bre el comando Donosti.
La vivienda se preparó a
conciencia. Decenas de mi-
crófonos invisibles para re-
coger todo lo hablado, todo
lo vivido. Logró que las an-
danzas del llamado a ser el
comando líder tras la ruptu-
ra de la tregua fueran escu-
chadas en directo por la Po-
licía. Pero, además, tenía
una línea de actuación muy
directa y personal con el
comisario que la captó, un
comisario que, en cuanto su
aprendiz fue captada, mon-
tó un despliegue de seguri-
dad en el que participaron
una decena de agentes con
un único objetivo: blindar a
la infiltrada.
UNA GRAN ACTRIZ
Desde ese momento el con-
trol fue férreo. El equipo
policial vigilaba para que
nada le ocurriese. Pero
Aranzazu cumplía con cre-
ces su papel, era una gran LA INFILTRADA. La agente
artista. A veces, hasta sus y la medalla de plata de la
observadores policiales se Policía concedida por la
mostraban sorprendidos de desarticulación del coman-
su capacidad interpretativa, do Donosti.
había logrado parecer más
etarra que los propios eta-
rras. Etxebarria se desplazaba por la co-
munidad reclutando nuevos etarras, gen-
te sin antecedentes y difícilmente localiza- una importante crisis interna en la segu-
bles. Hacía de chófer. Así, la Policía
obtuvo casi íntegra la lista de la cantera de tructuras nuevas y las consideraba perfec-
ETA en Guipúzcoa. El liberado le contó
que la tregua era una «trampa» y que tenía
como finalidad la reorganización de las es-
tructuras terroristas. Y así lo trasladó
17.
Aranzazu. Y si había dudas, quedaron re-
sueltas cuando al piso franco llegó otro in-
quilino, el sanguinario Sergio Polo, otro li-
berado de ETA que ya contaba con un du-
ro historial a sus espaldas. ETA le nombró
el jefe de este comando.
CHOQUE DE MACHOS ALFA
La convivencia en el piso pasó a compli-
carse mucho. Se produjo un choque de
machos alfa, una lucha por buscar más
cercanía con la infiltrada. Un choque que
estuvo a punto de provocar una situación
de violencia entre ambos, que, finalmente,
lograron controlar pero que aumentó la
tensión de Aranzazu.
El tiempo enfrió el episodio y la infiltra-
da logró hacerse con los planes y objeti-
vos que este comando tenía
previsto llevar a cabo en el
momento en que ETA diera
el pistoletazo de salida y
rompiera la tregua. Fue la
caída de Kantauri, detenido
en Francia, lo que volteó el
tablero. Todos los que esta-
ban bajo su control trata-
ron de huir. Y entre ellos, el
comando Donosti. En su in-
tento de pasar de nuevo a
Francia fueron detenidos
los dos etarras, Polo y
Etxebarria.
Aranzazu fue puesta bajo
protección inmediatamente.
Se la sacó de País Vasco y
se la envió inicialmente a
una embajada. Pero la re-
vista Ardi Beltza, de la iz-
quierda abertzale, cercana
a ETA, desveló su existen-
cia y acosó a su familia. Tu-
vo que ser trasladada a otra
embajada. Sigue trabajando
para la Policía, sigue siendo
policía. Fue la única mujer
perteneciente a la seguri-
dad del Estado que logró
infiltrarse en ETA.
Una medalla de plata de
la Policía fue el gran reco-
nocimiento que le hizo el
Estado. Se le ofrecieron
abrir muchas puertas pero
ella aseguró que sólo que-
ría un destino de seguri-
dad, porque lo que había
hecho era su obligación.
Durante años, su fotogra-
fía, como en los carteles
del lejano oeste, estuvo en
todas las herriko tabernas... «Se busca».
La actuación de la infiltrada provocó
ridad de ETA, que había creado unas es-
tamente blindadas. Como ya decían en su
tiempo algunos presos de ETA: «Estamos
llenos de agujeros, como un queso».
@lazaroelmundo Ó
18. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

EL FUGITIVO
LA PENÚLTIMA
FUNCIÓN DEL
formal de ETA lograron encontrarlo para
encomendarle la misión suprema de leer la
capitulación. Conociendo lo escrupuloso y
hasta pejiguero del personaje, seguro que
no se conformó con la primera redacción
que le enviaron. Sin embargo, envuelto en
Le Madrigal y Le Croix des Champs eran co-
mo su oficina donde recibía a sus compañeros
y daba el visto bueno a las captaciones.
Tanto es así que cuando un grupo de mer-
cenarios, entre los que había un francés, un
austriaco y un corso, estallaron mientras pre-
do para él en este ámbito, destinó dinero para
comprar revistas que difundiesen las tesis y la
versión de los hechos de ETA y llegó a tener
en nómina a dos topos en el PNV cuya identi-
dad todavía se desconoce.
Al frente del aparato internacional se garan-

TERRORISTA el más absoluto misterio y oculto tras una

nube de rumores, nadie ha podido o ha que-
rido atraparle.
paraban una bomba destinada a los bajos de
su coche, el ministro del Interior del país veci-
no pidió explicaciones al Gobierno español. El
tizó todo tipo de simpatías. En los papeles in-
cautados en la fábrica de Sokoa constan de
forma manuscrita pagos correspondientes a

‘INTOCABLE’ Y Son incontables las ocasiones en las que

Ternera logró huir antes de ser detenido a
etarra, ya con responsabilidades en la banda,
no tenía ningún problema en solicitar un per-
Cuba, Cabo Verde, Dinamarca o Panamá y
buenas relaciones con los movimientos terro-

‘MORIBUNDO’
principios de 1989. Y muy curiosas las cir-
cunstancias en las que ha logrado escapar
—tres veces entre 2011 y 2013— después de
que el Tribunal Supremo anunciara que había
bases para procesarle por haber ordenado el
Varias veces se le dio por atentado contra el cuartel de la Guardia Civil
desahuciado debido a un de Zaragoza en el que murieron 11 personas.
Precisamente, en la más escandalosa de
supuesto cáncer. Y tantas ellas, estuvo involucrada una fundación de re-
solución de conflictos muy similar a la Henry
o más escapó ‘in extremis’ Dunant, desde cuya sede en Nairobi se marcó
cuando iban a detenerlo, el teléfono de la casa en la que Ternera estaba
visitando a su hijo, en una zona apartada de la
lo que disparó la leyenda localidad de Saint Gervais. Al día siguiente no
de que era agente doble. había ni rastro del personaje y todo el trabajo
de seguimiento extrajudicial realizado por los
Es el último ‘general’ de servicios secretos franceses y españoles no sir-
vió de nada. El registro de llamadas telefóni-
ETA, fue hace poco padre cas solicitado jamás fue remitido a los investi-
con una titiritera francesa gadores españoles, que todavía hoy están con-
vencidos de que la alerta inicial partió de uno
y el viernes fue de los despachos del Gobierno en Madrid.
convocado para echar el Josu Ternera se inició en los asuntos de
ETA con una acción de propaganda consisten-
cierre a tanto terror. te en pintarrajear las tumbas de los cemente-
rios desde Basauri hasta Llodio. No cuajó su
Así es Josu Ternera, intención de estudiar en la Escuela de Ingenie-
escurridizo como una ros de Bilbao —sólo estuvo un año— pero eso
no significa que careciese de dotes para la es-
serpiente trategia. Al contrario. Su trayectoria muestra
que toda pintada encontraba su hilo conduc-
tor antes o después. Trabajó en el Banco de
POR ÁNGELES Vizcaya, en una escuela que la institución te-
ESCRIVÁ nía en Deusto y participó en los robos perpe-
tró ETA a principios de los años 70. Estuvo en
el atraco a la empresa de Faustino Orbegozo
para conseguir los cuatro millones de pesetas
que la banda necesitaba para comprar armas
y mantener a sus miembros. Y en el asalto a
miso de armas a la administración gala y sa-
bía que si se producía algún atentado en Es-
paña demasiado llamativo su castigo iba a ser
un simple confinamiento de semanas en uno
de los departamentos franceses y poco más.
En 2008, cuando Ternera fue designado por
ETA como el interlocutor con el Gobierno es-
pañol, representado por Jesús Eguiguren, a
éste le llamó la atención la facilidad que tenía
el etarra para adaptarse a las circunstancias.
Estaban los dos concentrados en un hotelito
perdido en una zona boscosa de los alrededo-
res de Oslo donde la oscuridad dominante era
capaz de acabar con el ánimo más templado.
Se había rumoreado que Urrutikoetxea sufría
cáncer y que había estado ingresado en un
hospital universitario alemán, el mismo en el
que fue tratada Raisa, la mujer del ex presi-
dente ruso, Mijail Gorbachov. Pero Eguiguren
no vio nada de eso.
Ternera era riguroso en la administración
de sus tiempos, hacía deporte durante horas y
cuidaba en extremo la alimentación. Son ras-
gos que habían destacado durante su estancia
previa en prisión, que dicen mucho de su per-
sonalidad y que es posible que fueran si no ad-
quiridos, si desarrollados en los cursos que él,
junto a otros etarras, recibieron en la Acade-
mia de Policía de Souna, en Argelia. Hacían
gimnasia, artes marciales, recibían nociones
de topografía y plani-
metría, realizaban reco-
rridos de combate a
campo abierto y apren-
dían a manejar todo ti-
EN PRISIÓN SE DEDICÓ
po de armas. A HACER DEPORTE. Y
Estuvo como respon-
sable de los comandos TRAS DESCARTAR LOS
que actuaban en la cos- ESTUDIOS DE HISTORIA,
ristas europeos e hispanoamericanos. Urruti-
koetxea supo crear una red paralela de amis-
tades que le han procurado seguridad al mar-
gen de las estructuras de ETA.
Dos momentos resultaron especialmente
delicados en una trayectoria tan disciplinada
y pulcra. Su huida de una operación policial
en la que fue capturado Santi Potros y él se
dejó las fichas escritas sobre decenas de refu-
giados y militantes que serían detenidos en las
semanas posteriores. Y el momento en el que
fue detenido por la Policía francesa. ETA pre-
paraba una tregua de dos semanas con un co-
municado redactado por Beloki al que él dio
el visto bueno y parecía que el Gobierno socia-
lista estaba predispuesto a mantener contac-
tos. El entonces secretarios de Estado Rafael
Vera se reunió con los abogados de Batasuna
Esnaola y Fando y una grabación demostraría
años más tarde que cuando Vera preguntó si,
con el plan que había sobre la mesa, la opera-
ción contra Ternera podría continuar, ellos
aseguraron que sí.
Su detención resultó espectacular. En Villa
Thadee, una casa de dos estructuras en las
que vivía la familia de un profesor de la uni-
versidad de Bayona y otra pareja y a la que
Ternera acudía con frecuencia conduciendo
una moto roja espectacular. La detención fue
de película y cuando se produjo en el vehícu-
lo viajaban dos perso-
nas, la que conducía,
Agnes Cerlo, que a la
postre ha acabado sien-
do su tercera esposa, y
el propio Ternera.
El hecho es que a pe-
sar de la vida en la clan-
destinidad, el que fuera

E
l más ágrafo de todos ellos puso el colofón
de viva voz, como no podía ser de otro
modo. ETA no pudo elegir mejor al terro-
rista cuya presencia sirvió para echar el cierre
a más de 50 años de terror. Josu Urruti-
koetxea Bengoetxea, Josu Ternera, estuvo allí
prácticamente desde el principio y fue el vier-
nes el protagonista de una declaración en la
que la organización terrorista se aferra al por-
venir de una nueva fase para no tener que
asumir su derrota. Un terrorista que lo fue to-
do en la banda, cuyas tesis, las que mantuvo
toda la vida como irreductible, han sido ven-
cidas, pero que permanece huido de un modo
injustificable. Terrorista pero intocable. Tiene
su parte de metáfora.
La Fundación Henry Dunant y los compo-
nedores de todo este artefacto propagandís-
tico en el que se ha convertido la disolución
un furgón de la misma entidad en la que ha-
bía sido admitido para trabajar.
Después fue ascendiendo en el escalafón
organizativo y disfrutó de la hospitalidad fran-
cesa en el más amplio sentido de la palabra.
En aquellos años, los etarras alquilaban las sa-
las de los hoteles para organizar sus siglas y
celebrar sus congresos. Tenían una vida fami-
liar plácida compatible con la compra de ar-
mas y la preparación de los atentados y Josu
Ternera supo combinar estupendamente am-
bos aspectos sin que nadie le molestase. En
1977 las autoridades francesas le considera-
ban oficialmente un terrorista muy peligroso
pero, aunque los policías de base hacían su
trabajo y le seguían, el Gobierno galo no tenía
ningún interés en atraparlo. Por eso se sabe
—así lo ha publicado Florencio Domínguez en
Una vida en ETA— que en Biarritz dos bares,
ta guipuzcoana, com-
partió con Antxon la di- SE SACÓ EN LA UNED UN
rección del aparato po-
lítico durante algunos
DIPLOMA DE COCINERO
años y estuvo al frente
del aparato internacio-
nal. Mientras Antxon
era pura verborrea hue-
ca escrita, Ternera reconoció desde siempre
que a él no le iba todo eso de escribir. Mien-
tras estuvo al frente del aparato político tuvo
siempre amanuenses. Desde Txelis a Elena
Beloki, y durante la última negociación en la
que participó, los enviados del Gobierno re-
conocen que le escribieron los textos que se
hicieron públicos firmados por ETA.
Ternera hacía el seguimiento de las activi-
dades de Herri Batasuna para que el partido
no se descarriase, tenía 20 personas trabajan-
número 1 de ETA tuvo
tiempo para tener una
vida familiar relativa-
mente organizada. Su
primera esposa fue
Karmen Laskibar, ma-
dre de sus dos primeros
hijos, Egoitz e Irati. Su
segunda pareja fue Elena Beloki y la tercera,
la joven Agnes Cerlo, una titiritera que reco-
rrió los pueblos del País Vasco contando la vi-
da de Zoe, «un muñeco lleno de vida y de fan-
tasía». Ella le procuró un tercer hijo, un bebé
gracias a cuyo nacimiento Ternera fue locali-
zado por última vez.
En prisión, Urrutikoetxea se dedicó, de for-
ma marcial, a distribuir su tiempo entre el de-
porte —se levantaba a las cinco de la mañana
para entrenar dos horas— y la restauración.
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018 E L F I N D E E T A 19.

Se sacó un diploma de cocina por la UNED tras

PADRE E HIJO. descartar los estudios de Historia y sentenció a
El terrorista Carmen Tagle, fiscal de la Audiencia Nacional
Josu Ternera que le tomó declaración en París junto a Balta-
sosteniendo en sar Garzón, cuando la oyó llamarle «hijo de pu-
brazos a uno ta». Lo único que ha escrito, que se sepa, y con
de sus hijos. ayuda de una compañero, es un libro de recetas
CRÓNICA entre las que incluía el menú para después de
las huelgas de hambre (pudín de pescado y ni-
do de patata con calabacín, por ejemplo, con dos
copas de vino). Eso, y una ristra de posturas in-
transigentes.
Apenas se puso al frente del aparato político,
en los 80, desdeñó la oferta realizada por Fran-
cia para dialogar y eso le costó a la banda la
pérdida del santuario francés. Tras el atentado
de Hipercor, en el que un coche bomba mató a
21 personas, se produjo una crisis interna; HA-
SI, la correa de transmisión entre ETA y Batasu-
na, pidió a la banda que se tomase «unos meses
de vacaciones». Ternera zanjó la discusión ex-
pulsando a los disidentes. Finalmente en la tre-
gua del 98, desde prisión, ya advirtió de que és-
ta sería irreversible sólo si se conseguía la auto-
determinación y la territorialidad y, fracasado el
intento, no dudó en reprochar a sus compañe-
ros que se hubiesen «dejado llevar por un globo
ilusorio impulsado por nuestros enemigos».
Tras varios años en los centros penitenciarios
de Fresnes y Muret, Josu Ternera fue entregado
a la Policía española en la frontera. Estando en
prisión provisional fue diputado por Euskal He-
rritarrok y miembro de la comisión de Derechos
Humanos del Parlamento vasco. El Supremo le
puso en libertad porque las acusaciones coinci-
dían con los delitos por los que había cumplido
cárcel en Francia pero después abrió una causa
contra él por el atentado de Zaragoza tras reci-
bir un informe inculpatorio de 1.300 folios ela-
borado por la Guardia Civil sobre su participa-
ción.
Logró huir pero dio una rueda de prensa en
la sede de la ONU de Ginebra que provocó la
queja ante Kofi Annan del Gobierno español.
Annan participaría luego en el paripé del pala-
cio de Ayete previo al cese definitivo de 2011,
aunque se arrepentiría más tarde.
Estando huido se reunió con Eguiguren para
emprender la negociación de 2008. Sobre su ca-
rácter cuenta el socialista vasco que tras estar
discutiendo durante horas sobre los términos de
un comunicado compartieron cena en aquel
pueblo de Oslo. Hablaron de la dificultad de los
hijos para vivir en un clima de violencia y pasa-
ron un rato agradable.
Al reportar al entonces ministro Rubalcaba,
éste pidió a Eguiguren que realizase una modi-
ficación terminológica y el socialista se acercó a
la zona donde se alojaba el terrorista para plan-
teárselo. Montó en cólera, le acusó de querer co-
gerle con la guardia baja y de haberse hecho el
simpático para colar la modificación. «Atribuí la
reacción a un problema psicológico», decía
Eguiguren. «Nos enemistamos para siempre,
por decirlo de algún modo. aunque los miem-
bros de la Henry Dunant solicitaron que nos pi-
diéramos disculpas mutuas, fue una mera for-
malidad».
Cuando la cúpula de ETA decidió romper la
tregua y volver a atentar, quitó de en medio a
Ternera y, a pesar de que la condición para ne-
gociar era que estuviera él de interlocutor, Thie-
rry le sustituyó en los encuentros con Eguiguren
mientras Txeroki ordenaba los atentados. Se-
gún las Fuerzas de Seguridad, cuando Urruti-
koetxea dejó el Parlamento Vasco para vivir en
la clandestinidad, no se incorporó a ETA. Pro-
bablemente al principio intentó reconstruir el
aparato político con algunos etarras de la gene-
ración de su hijo pero no continuó intentando
dirigir nada. Eran otros tiempos. ETA ya estaba
derrotada.
No ha aparecido en los papeles en ninguna
de las operaciones contra las sucesivas cúpulas.
Sin embargo, siempre ha estado ahí. Dicen los
expertos que la suya ha sido una función
de «política representativa sin ningún pa- Ó
20. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

UNA MATANZA
JUNTO A
LA PUERTA
DEL SOL
Fue en 1973, en el
corazón de Madrid.
Hubo 13 muertos. La
pareja que vino de
Francia a colocar las
bombas nunca pagó
por ello. Viven en
Bayona. No es el único
atentado que ETA se
negó a reconocer

POR
ENRIC
GONZÁLEZ

E
l 13 de septiembre de 1974, viernes, esta-

SIN RECO
lló una bomba en una cafetería de Ma-
drid. Murieron 12 personas. Un herido, la
víctima decimotercera, falleció al año siguien-
te. Fue el atentado maldito de ETA. La organi-
zación no quiso reivindicarlo. Los dos presun-
tos asesinos, Bernat Oyarzábal Bidegorri y
María Lourdes Cristóbal Elhorga, una joven
pareja de vasco–franceses, no fueron deteni-
dos ni juzgados: se beneficiaron de la amnis-
tía de 1977. A día de hoy viven tranquilamen-
te como matrimonio cerca de Bayona, en el
sur de Francia. Oyarzábal se convirtió, con los
años, en un prestigioso lingüista que trabajó
junto Noam Chomsky y en uno de los más
respetados filólogos del euskera. El atentado
de la cafetería Rolando, junto a la Dirección
General de Seguridad de la Puerta del Sol, no
sólo destrozó un puñado de vidas. Envenenó
las relaciones entre la ETA y la izquierda anti-
franquista, dividió a la propia ETA y exhibió la
debilidad de una dictadura podrida y sin cré-
dito. Fue una matanza trascendental. Pero el
tiempo parece haberla enterrado en el olvido.
Bernat, apodado Albert, y Lourdes, apoda-
da La Pompadour, eran casi chavales. Ella te-
nía 21 años; él, 24. Llevaban ya algún tiempo
inmersos en el magma de vasquismo, clerica-
lismo y antifranquismo del que surgió la pro- en esa época, la proliferación de grupúsculos chos policías almorzaban en Rolando. La idea Unas horas más tarde, las radios hablaban
pia ETA, realizando breves huelgas de ham- de extrema izquierda enfrentados a la mode- consistía en hacer una matanza de inspecto- ya de las víctimas. Un cocinero, un camarero,
bre en iglesias francesas y organizando pro- ración del PCE, no querían reconciliación, si- res de la aborrecida Brigada Político-Social. una pareja en luna de miel, una secretaria, un
testas contra una dictadura que asqueaba a la no combate. Entre ellos se contaban el drama- Bernat y Lourdes salieron de Bayona el 9 de comercial, un ferroviario... Entre las 12 vícti-
mayoría de los españoles y al conjunto de Eu- turgo Alfonso Sastre y su compañera, la psi- septiembre de 1974 y cruzaron la frontera en mas mortales no figuraba ni un policía. Uno
ropa. Tras el atentado que el 20 de diciembre quiatra y escritora Genoveva Forest. coche. En el maletero llevaban una maleta y de los heridos, la víctima mortal número 13,
de 1973 acabó con la vida del jefe del gobier- Genoveva, conocida como Eva, pensaba que una bolsa con diez kilos de explosivos. Ya en fallecido al año siguiente, era policía jubilado.
no español, el almirante Luis Carrero Blanco, convenía golpear en el corazón de la dictadu- España, Lourdes se quedó con el equipaje y Y había un miembro de la policía política en-
además de su escolta y su chófer, ETA había ra: la sede de la siniestra Dirección General de Bernat volvió a Bayona para devolver el co- tre los muchos heridos. Si la intención era la
adquirido prestigio como instrumento arma- Seguridad, en el edificio que ahora ocupa el che. Luego viajaron en tren hasta Madrid. Eva de hacer una matanza de policías del régimen,
do del antifranquismo. Eran otros tiempos. Es- gobierno autonómico madrileño. ETA, que Forest les acogió en su casa durante dos días. aquello fue un fracaso. Fue, además de un cri-
paña vivía sometida a una dictadura anacró- aún disponía de la infraestructura clandestina El 13 de septiembre les acompañó en coche men horrendo, un monumental error político.
nica, ridícula y criminal. Bernat y Lourdes so- que permitió el atentado contra Carrero, en- hasta la Gran Vía. Bernat y Lourdes, con una Bernat y Lourdes figuraban entre los curiosos
ñaban con la liberación de la patria vasca y vió exploradores. Ni ellos ni la propia Forest bolsa de plástico en la mano, caminaron has- que se agolpaban alrededor de la zona acor-
querían participar en un ataque contra el régi- consideraron posible poner una bomba en la ta la Puerta del Sol. Entraron en la cafetería donada. Lourdes sollozaba. La pareja se refu-
men. El Partido Comunista de Santiago Carri- Dirección General de Seguridad. Había mu- Rolando a las 14.30. Se sentaron y a los pocos gió esa noche en el mismo piso franco de la
llo, consciente de su debilidad, había aposta- cha vigilancia. Forest señaló como alternativa minutos, como quejosos, según los testigos, de calle Hogar, Alcorcón, donde se ocultaron me-
do por una política de reconciliación nacional. la cafetería Rolando, en la calle del Correo, en que no se les atendiera, se marcharon, dejan- ses atrás varios de los autores del atentado
Muchos de sus simpatizantes y militantes, un lateral del edificio. La DGS disponía de do atrás la bolsa cargada de explosivos y me- contra Carrero Blanco. Unos días después,
más o menos los mismos que protagonizaron, cantina, pero la comida era lamentable. Mu- tralla. La explosión se produjo a las 14.35. Bernat y Lourdes viajaron en tren desde Cha-
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
ONOCER
martín a Barcelona y de allí a Francia. La po-
licía disponía de un infiltrado en la dirección
de ETA: Mikel Lejarza Eguía, Lobo para sus
jefes, Gorka como militante etarra. Gracias a
sus informaciones había detenido en agosto a
José María Arruabarrena, alias El Tanque, que
se encontraba en el hospital de San Sebastián
tras ser sometido a un típico interrogatorio de
la época. En una agenda incautada a Arruaba-
rrena figuraba un apunte: «Rolando, 2.15–
2.45». Fue fácil atar cabos. Para la policía no
cabían dudas sobre quién había organizado el
atentado. Por primera vez se ofreció un botín,
de un millón de pesetas, a quien facilitara la
detención de los autores. La Policía cometió
un error de bulto: atribuyó la autoría a Justo
Sansano, un vasco refugiado en Francia, y ese
fue el nombre difundido por los medios.
Ya pocos se creían la información del régi-
men. Empezaron a circular rumores sobre la
E L F I N
supuesta responsabilidad de la ultraderecha y
de los servicios secretos. Parecía increíble que
ETA, que hasta entonces no había utilizado
bombas de forma indiscriminada, hubiera co-
metido tal atrocidad. La Policía contribuyó a
la confusión: gracias a la agenda de Arruaba-
rrena y a sus confesiones detuvo a Eva Forest
y a su compañero, Alfonso Sastre, pero apro-
vechó el atentado para detener también a per-
sonas de la izquierda antifranquista que nun-
ca habían sabido de la preparación de la bom-
ba de Rolando: la dirigente feminista Lidia
Falcón y su compañero, el periodista Eliseo
Bayo; la actriz María Paz Ballesteros; el co-
mandante de Iberia Bernardo Vadell y su mu-
jer, Carmen Nadal, entre muchos otros. Ma-
drid hervía entre incredulidad y rumores.
¿Y ETA? La matanza de la calle del Correo
sembró el desconcierto en la banda, inmersa
en una discusión interna. La dirección de ETA
D E E T A
ROLANDO.
Fachada de la
cafetería poco
después de la
matanza: hubo
13 muertos.
tardó más de un mes en reaccionar. Cuando lo
hizo, negó estar vinculada. Puertas adentro se
conocía la verdad. Las disensiones entre obre-
ristas y militaristas, agudizadas por el atenta-
do contra Carrero Blanco, se convirtieron en
diferencias insalvables. La mayoría de los mi-
litantes de ETA rechazaron la matanza de la
cafetería Rolando. Aquello desembocó en la
escisión más grave de la historia de la organi-
zación: de un lado ETA político–militar, con-
traria a los atentados indiscriminados, que
aún cometió varios crímenes pero se orientó,
a través de Euskadiko Esquerra, hacia la vía
política, y de otro lado ETA militar, la que ha
permanecido hasta ahora.
Bernat Oyarzábal y María Lourdes Cristó-
bal siguieron con su vida. El sumario que los
incriminaba, el 285/74, se cerró a principios de
1978 como consecuencia de la amnistía de
1977. Nunca fueron detenidos. Quedaron pa-
21.
DE LOS 3 GALLEGOS
AL TAXISTA PRIMO
DE UN OBISPO
TRAS VER ‘EL ÚLTIMO TANGO’
Humberto Fouz, Fernando Veiga y
Jorge Juan García, tres gallegos
residentes en Irún, fueron a Francia
a ver ‘El último tango en París’. Los
asesinó ETA al confundirlos con
policías. Antes, los torturaron
salvajemente durante 24 horas.
Ocurrió en marzo de 1973. Los
terroristas nunca reinvindicaron
sus asesinatos. Les arrancaron los
ojos con un destornillador.
EL DESAPARECIDO ‘PÉRTUR’
A Eduardo Moreno Bergaretxe,
alias ‘Pertur’, se le perdió comple-
tamente el rastro el 23 de julio de
1976. Moreno era líder de ETA
político–militar. Antes de que se le
perdiera la pista, ‘Pertur’ se
encontró con los etarras ‘Pakito y
‘Apala’, quienes le trasladaron
desde San Juan de Luz con destino
Behobia en coche. La familia
siempre ha tenido la sospecha de
que fueron los etarras, críticos con
su labor, los que le habrían asesi-
nado por tratar de transformar al
grupo terrorista en partido político.
VENDEDORES DE ENCICLOPEDIAS
El 24 de junio de 1981, etarras atacaron
a Iñaki Ibargutxi y los hermanos Juan
Manuel y Conrado Martínez. Los dos
primeros fallecieron inmediatamente.
Conrado Martínez murió, por las heridas
padecidas, meses después. Los tres
vendían enciclopedias. Los etarras
creyeron que eran policias. Cometieron
un grave error. Ibargutxi además era
militante del PNV. Conrado Martínez era
militante comunista.
EL TAXISTA PRIMO DEL OBISPO
El 18 de mayo de 1985, José Uriarte
Orúe fue asesinado por ETA. «Hemos
dejado tieso a un chivato», se ufanaron
acusándole directamente de matarle
por confidente. Erraron. Este hombre,
Juan Mari Uriarte, era solo un taxista de
41 años. Y, peor aún, primo del obispo de
Bilbao. Los etarras, en un principio,
reconocieron su crimen. Después, al
descubrir su nexo con el clero, lo
negaron y borraron de sus archivos.
ra siempre como «presuntos autores». Sus
nombres y su crimen, presunto crimen, se di-
luyeron entre el impacto de la muerte de Fran-
cisco Franco y las turbulencias de la transición
a la democracia. Él adoptó ocasionalmente el
apellido Oyarzábal, se doctoró en Filología
vasca y llegó a trabajar durante en el Departa-
mento de Lingüística del Massachusetts Insti-
tute of Technology junto a Chomsky. Ingresó
en la Academia de la Lengua Vasca, con sede
en Bilbao. Fue, y es, profesor universitario.
Lourdes permanece a su lado. Tienen hijos.
Hace tres años, el periodista Manuel Cer-
dán intentó que Oyarzábal hablara del atenta-
do de la calle del Correo, la mayor matanza
cometida por ETA en Madrid. Oyarzábal se
negó. Nunca ha hablado sobre la matanza y
quizá nunca lo hará. No quiere hacerlo. Del
crimen olvidado de ETA sólo queda,
apenas, la memoria de las víctimas. Ó
22. C R O
´ N I C A EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018

EPI-
´
LOGO
LA CAÍDA DE
MIKEL EN LA
perfectamente camuflados, varias decenas
de guardias civiles vigilan al acecho de lo po-
co que queda de ETA.
Para el observador desprevenido, lo que se
ve es el ambiente normal y relajado de un
pueblo costero en un día vacacional. Lo que

TRAMPA DE LA ve quien sabe es algo muy distinto: la tram-

pa en la que va a caer, sin poder evitarlo, el
que desde hace poco más de un año gira co-

GUARDIA CIVIL mo máximo responsable de la organización

terrorista ETA. Unas siglas que antaño fue-
ron sinónimo de terror y de un poder casi
El relato, con el pulso inapelable sobre la vida de miles de perso-
nas, y que a estas alturas de 2016 encubren
del novelista creador la nada precaria y clamorosa que pronto va
a quedar al descubierto. El líder de esa nada
del subteniente se llama Mikel Irastorza, y ha hecho toda su
Bevilacqua, de cómo carrera en el entramado político de la banda;
más en concreto en Ekin, la sucesora de KAS
decenas de agentes en el comisariado político de la izquierda
abertzale. Es un jefe sin ninguna experiencia
camuflados militar, un general de pega que ha ocupado
el puesto vacante para el que ya no se postu-
desmantelan en el la uno solo de los gudaris con alguna trayec-
sur de Francia la toria como terroristas. La gran mayoría de
ellos, porque están en la cárcel; y alguno que
última cúpula. sigue aún suelto, como Josu Ternera, porque
prefiere esconderse para eludir la suerte de
Sabían que era el sus compañeros, en lugar de ocupar una si-
epílogo de los asesinos lla cuyo titular no tiene más horizonte que el
penitenciario.
Los guardias civiles que participan en la
operación lo hacen con la sensación, por lo
demás cierta, de estar asistiendo a la escri-
POR tura de un último capítulo, el epílogo de una
LORENZO mala novela de miedo y asco que alguien de-
SILVA cidió empezar a dictar hace más de medio
siglo, sin saber muy bien lo que estaba ini-
ciando, y que en décadas posteriores escri-
banos torpes o astutos, pero cada vez más
desalmados, continuaron redactando sin po-

E
s un soleado mediodía de otoño en la
hermosa localidad vascofrancesa de San
Juan de Luz, a escasos kilómetros de la
frontera española. Hay mucha actividad en
las calles: son fechas de vacaciones escolares
en Francia y el buen tiempo anima a la gen-
te a salir y pararse a tomar algo en las terra-
zas. Niños y adultos de todas las edades van
y vienen por el casco antiguo. Entre ellos,
der alegar ya —o pudiendo cada vez alegar
menos— que no tenían conciencia de su vi-
leza y su inutilidad. En cierto modo, estos
guardias civiles se sienten privilegiados por
poder asistir a lo que va a ser el último acto
de un pertinaz proyecto criminal —repleto
de crueldad, infamia y barbarie— y la última
bofetada, el último papirotazo con que el Es-
tado de derecho terminará de acreditar su
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018 E L F I N
inviabilidad, su derrota y su definitiva inexis-
EL JEFE. tencia. A la vez, están impregnados de esa
Mikel Irastorza sensación crepuscular que desata en el espí-
en el momento ritu la culminación de cualquier obra, y que
de ser detenido se agudiza ante la certidumbre de que lo que
por agentes queda, lo que van a liquidar, ya no es más
franceses. Y su que la sombra de la sombra de lo que fue.
casero, Javier Aparece entonces un terrorista buscado,
Arín, español y que a esas alturas de una ETA disminuida
también
hasta la irrisión funciona como su aparato
detenido.
de contravigilancia: un activista abertzale de
FOTOS: EFE
avanzada edad, viejo conocido de los guar-
dias, que pasea con un periódico bajo el bra-
zo afectando un aire casual con la misma
solvencia con que lo haría un extra mal pa-
gado en una película de espías de bajo pre-
supuesto. Ni siquiera les haría falta tenerlo
fichado para reconocerlo a la legua, pero co-
mo además saben quién es, la noticia salta
de inmediato a la malla de radio que conec-
ta a todos los miembros del operativo, que se
desarrolla en conjunción con agentes de la
DGSI francesa. La imagen del contravigilan-
te se difunde oportunamente, para advertir
de su presencia a los que están desplegados
por todo el casco urbano. No sólo no va a
conseguir contravigilar a nadie, sino que to-
dos sus movimientos van a ser puntualmen-
te monitorizados. Que esté allí les confirma
que hoy van a tener suerte; y el recorrido
que hace por las calles de San Juan de Luz,
mirando aquí y allá sin ver nada, una estu-
penda manera de anticipar el itinerario que
poco después va a seguir aquel a quien les
importa de veras detectar.
Cuando el contravigilante abandona ren-
queando la zona, contento de haberla en-
contrado despejada, el comandante al fren-
te de la operación, y que la dirige desde el
coche de mando en el que viaja junto al res-
ponsable de la DGSI, calcula que falta poco
para que se deje ver su objetivo. Y no yerra
en su cálculo: Irastorza, cubierto con una vi-
sera y portando al hombro una bolsa de ma-
no, llega a San Juan de Luz en un vehículo
del que en seguida se toma la matrícula pa-
ra identificar a sus titulares y a partir de
ellos empezar a elaborar, a toda velocidad,
una lista de posibles alojamientos en los que
puede tener su escondrijo. Desde el mismo
momento en que pone el pie en la acera, el
jefe de ETA está perfectamente controlado,
pero los guardias tratan de anticiparse a sus
movimientos y de prever a dónde regresará,
para estar ya allí cuando lo haga. La ingente
información que han reunido acerca del en-
torno abertzale y la colaboración con las au-
toridades francesas les permite, literalmen-
te, ir siempre por delante de los pasos que
puedan dar los militantes de una ETA resi-
dual, cuya actividad ha quedado reducida a
escribir de vez en cuando una carta que pu-
blica la prensa afín y a tratar de encontrar
una forma de escenificar como abandono
magnánimo de la violencia lo que sólo pue-
de ser ya una capitulación.
En cuestión de segundos, todos los que
forman parte de la operación disponen en
sus teléfonos móviles de una fotografía de
alta calidad en la que se ve con todo detalle
a Irastorza, con la indumentaria que lleva
hoy, de manera que puedan identificarlo al
instante en cuanto se lo crucen. Con esa
imagen grabada en la retina se concentran
en su tarea de vigilancia, sin abandonar la
cobertura que cada uno tiene para pasar
inadvertido.
Entre tanto, el que pasará a la historia —o
a la historieta— como último jefe de ETA se
aplica a realizar maniobras que lo caracteri-
zan como habitante de un pasado remoto:
como el perfecto representante de un ente
zombi que no ha entendido, aún, que su
tiempo de vida y pujanza quedó irremisible-
mente atrás. Efectúa cambios de marcha,
desplazamientos en contradirección, deten-
ciones súbitas; tales artimañas forman parte
D E E T A 23.
de un repertorio de técnicas que tendrían al- sa, como era habitual entre los que forma-
gún sentido para impedir que alguien le siga ban parte de ETA cuando aún era y podía al-
o detectarlo en caso de que lo hiciera, pero go. De los calabozos policiales pasará a una
hace mucho ya que los guardias civiles no prisión francesa, de la que saldrá en libertad
necesitan ir detrás de un terrorista para con- condicional y vigilada en agosto de 2017, a
trolarlo. Lo acechan siempre por delante, en la espera de juicio. La organización es tan
una población que está llena de ojos listos poca cosa que los jueces franceses ni siquie-
para verlo venir y para dar cuenta en cada ra aprecian la necesidad de mantener a su
momento de por dónde se mueve. máximo dirigente entre rejas en tanto se le
No tiene mayor interés para este relato dicta sentencia.
detallar lo que hace y por qué —o para El trono del imperio de podredumbre de
qué—, ni tampoco la manera en que quie- ETA, que recuerda al del Empire of dirr de
nes le están vigilando se mantienen en todo Hurt, aquella canción de Nine Inch Nails
momento al corriente de sus andanzas; por que Johnny Cash hiciera inmortal, ya no se
otra parte, esos proce- atreverá a ocuparlo
dimientos, una vez nadie más. Durante el
que desaparezca del año y medio que trans-
todo esta ETA termi-
nal, seguirán siendo
EN CUANTO PISA LA currirá antes de la es-
perpéntica escenifica-
útiles para enfrentar y ACERA DE SAN JUAN DE ción de una disolución
neutralizar otras ame- gratuita —porque mal
nazas y no deben por LUZ, EL JEFE DE ETA puede disolverse aque-
ello desvelarse. El he- ESTÁ CONTROLADO POR llo que ya ha sido des-
cho es que Irastorza, baratado por comple-
después de hacer en UNA NUBE DE GUARDIAS to— la antaño temible
San Juan de Luz la
gestión que le llevaba
CIVILES ‘INVISIBLES’ organización criminal
se mantendrá como
allí, se aplica a ejecu- un ente acéfalo, amor-
tar, de nuevo —y de fo y descompuesto,
nuevo inútilmente—, que a efectos de pro-
una complicada coreo- yectar al aire su última
grafía de retirada, que culmina con su reco- salva de trompetería recurrirá a la voz de ul-
gida para trasladarlo de vuelta a la casa de tratumba de ese Josu Ternera que prefirió
la cercana población de Ascain donde tiene esconderse para no responder de sus críme-
su guarida clandestina. Una casa hasta la nes. Una voz que, eso sí, hará sus mejores
que lleva así a los guardias civiles, que qui- esfuerzos, desde su ostensible indigencia
zá está controlada desde antes y que lo es- lectora, para dar lustre moral e intelectual a
tará hasta que, días después, la policía fran- la despedida de quienes nunca debieron
cesa irrumpa en la vivienda para detenerlo existir, y ya no existen, pero después de ha-
junto a los miembros del exiguo aparato de ber arrebatado la vida, la integridad y la li-
apoyo de la organización que le proporcio- bertad a tantos ciudadanos más dignos que
nan refugio. ellos, sin motivo ni provecho, aún se permi-
La operación de captura no se precipita. ten exégesis históricas, lecciones éticas,
Igual que le han seguido por San Juan de proclamas democráticas y, para que nada
Luz, sin apresurarse a detenerle, y eso que falte al disparate, profesión de feminismo.
podrían haberlo hecho desde el principio, Ese que no practicaron con todas las ancia-
los investigadores an-
titerroristas se toman
su tiempo para reca-
bar y completar la in-
formación sobre la in-
fraestructura que le
ofrece cobertura y po-
der así, cuando inter-
vengan, desmantelarla
por completo. Lo ha-
cen sin miedo ni impa-
ciencia: una vez con-
seguido el objetivo de
“encerrar” a Irastorza
en la casa donde vive,
están preparados para
no perder su rastro
durante el tiempo que
sea necesario. Son
muchos los años de LA CASA. Irastorza, el comandane de la banda, sin ni siquiera
entrenamiento, vigi- sospecharlo, conduce a los agentes que le vigilan hasta la localidad
lando y acechando du- de Ascain, cercana a San Juan de Luz, donde tenía su guarida
rante semanas a ele- clandestina. No encontraron armas ni documentación falsa.
mentos mucho más
peligrosos y avezados
—como los exjefes militares de la banda nas, mujeres y niñas a las que, a lo largo de
Txeroki y Ata, ambos ya en prisión—, con cinco décadas de espanto, mutilaron física
alardes tan espectaculares como seguir a al- o espiritualmente o, sin más, despacharon a
gún etarra desde el sur de Francia hasta Co- la tumba, sin haber tenido siquiera la pos-
penhague, cambiando varias veces de trans- trera decencia de pedirles perdón.
porte y sin que el interesado se percatara en Johnny Cash, que sí sabía lo que es la de-
ningún momento de la presencia de los cencia, les indica en esa canción inolvida-
guardias civiles. ble el único camino: «I wear a crown of
El 5 de noviembre de 2016, la policía fran- thorns / upon my liar’s chair, / full of bro-
cesa entra en la casa de Ascain y pone fin al ken thoughts / I cannot repair». O lo que es
frágil espejismo de quien sólo desde el fana- lo mismo: «Llevo una corona de espinas /
tismo de su militancia pudo llegar a dar el en mi silla de mentiroso, / lleno de pensa-
paso al frente para regentar y ser la cara vi- mientos rotos /que no puedo reparar». Es
sible de un cadáver. Cuando se le registra, se eso, lo irreparable, lo que queda de una
comprueba que no está en posesión de nin- aventura que felizmente fue al fin hu-
gún arma ni dispone de documentación fal- mo, polvo, sombra, nada. Ó

24.
Aquí nuestro homenaje, reproduciendo todos
sus nombres, a las casi 9.000 personas que la or-
ganización terrorista ETA ha asesinado desde
1968 hasta 2010, cuando se cobró su última víc-
tima. La lista incluye los 853 nombres que reco-
noce oficialmente el Ministerio del Interior, a los
que añadimos dos: el de Jean-Serge Néri, el po-
licía francés que ha quedado para la Historia co-
mo la última víctima mortal de la banda. Y Félix
Galindez Llano, un vendedor de pisos asesina-
do en 1981 y que la Fundación de Víctimas del
Terrorismo sí considera que lo mató ETA. En to-
tal, 855 vidas segadas y miles de víctimas más.
1968
José Pardines Arcay. Guardia Civil / Melitón
Manzanas González. Policía
1969
Fermín Monasterio Pérez. Taxista
1972
Eloy García Cambra. Policía Municipal
1973
Juan Antonio Bueno Fernández. Inspector del
Cuerpo General de Policía / Luis Carrero Blan-
co. Almirante de la Armada – Presidente del Go-
bierno / José Humberto Fouz Escobero. Civil /
Jorge Juan García Carneiro. Civil / José Luis
Pérez Mógena. Conductor del Parque Móvil /
Fernando Quiroga Veiga. Civil.
1974
Antonio Alonso Palacín. Mecánico / María Je-
sús Arcos Tirado. Telefonista / Félix Ayuso Pi-
nel. Inspector del Cuerpo General de Policía /
Francisca Baeza Alarcón. Maestra / Baldome-
ro Barral Fernández. Panadero / Martín Durán
Grande. Guardia Civil / Argimiro García Esté-
vez. Guardia Civil / Gerardo García Pérez Ca-
marero / Francisco Gómez Vaquero. Cocinero)
/ Manuel Llanos Gancedo. Camarero / Antonio
Lobo Aguado. Ferroviario / Luis Martínez Mar-
tín. Agente comercial / María Josefina Pérez
Martínez. Ama de casa / Manuel Pérez
Vázquez. Guardia Civil / Gregorio Posada Zu-
rrón. Guardia Civil - Cabo / María Ángeles Rey
Martínez. Estudiante / Luis Santos Hernández.
Guardia Civil – Subteniente / Jerónimo Vera
García. Guardia Civil – Sargento.
1975
Germán Aguirre Irasuegui. Taxista / Carlos Ar-
guimberri Elorriaga. Conductor de autobuses.
José Díaz Linares. Subinspector del Cuerpo
General de Policía / Ovidio Díaz López. Policía
Armada – Cabo / Antonio Echeverría Albisu.
Alcalde de Oiartzun / Francisco Expósito Ca-
mio. Taxista / Demetrio Lesmes Martín. Guar-
da Jurado / Fernando Llorente Roiz. Inspector
del Cuerpo General de Policía / Manuel López
Treviño. Guardia Civil / Esteban Maldonado
Llorente. Guardia Civil / José Ramón Morán
González. Inspector del Cuerpo General de Po-
licía / Juan Moreno Chamorro. Guardia Civil /
Jesús Pascual Martín. Guardia Civil / Mariano
Roman Madroñal. Guardia Civil / Domingo
Sánchez Muñoz. Guardia Civil – Teniente / An-
drés Segovia Peralta. Guardia Civil.
1976
Manuel Albizu Idiáquez. Taxista / Luis Carlos
Albo De Las Llamosas. Jefe Local del Movi-
miento) / Juan María Araluce Y Villar. Presi-
dente de la Diputación de Gipuzkoa / Ángel Be-
razadi Urbe. Industrial, trabajador de la fábrica
Sigma / José María Elicegui Díaz. Conductor
vehículo del Presidente de la Diputación / Anto-
nio De Frutos Sualdea. Guardia Civil – Cabo /
Julián Galarza Ayastuy. Mecánico / Alfredo
García González. Policía Armada - Conductor /
Jesús María González Ituero. Inspector del
Cuerpo General de Policía / Miguel Gordo Gar-
cía. Guardia Civil / Emilio Guezala Aramburu.
Inspector de autobuses / Víctor Legorburu Ibe-
rreche. Alcalde de Galdakao / José Luis Martí-
855 MU
C R O
´ N I C A
nez Martínez. Inspector del Cuerpo General de
Policía / María Norma Menchaca Gonzalo. Ci-
vil / Antonio Palomo Pérez. Inspector del Cuer-
po General de Policía / Luis Francisco Sanz Flo-
res. Inspector del Cuerpo General de Policía /
Vicente Soria Blasco. Civil / Manuel Vergara Ji-
ménez. Guardia Civil.
1977
Clemente Del Caño Ibáñez (...) / José María
Díaz Fernández. Policía Municipal / Antonio
Galán Aceituno. Guardia Civil - Sargento/ Va-
lentín Godoy Cerezo. Policía Armada / Cons-
tantino Gómez Barcia. Guardia Civil / Anto-
nio Hernández Fernández-Segura. Guardia
Civil / Joaquín Imaz Martínez. Policía Arma-
da / Julio Martínez Ezquerro. Concejal del
Ayuntamiento de Irún / Manuel Orcera De La
Cruz. Policía Armada / Ángel Rivera Nava-
rrón. Guardia Civil / Augusto Unce-
ta-Barrenechea Azpiri. Presidente de la Dipu-
tación de Vizcaya / Javier Ybarra Berge. In-
dustrial y financiero.
1978
José María Acedo Panizo. Guardia Civil – Sar-
gento retirado / Gabriel Alonso Perejil. Policía
Nacional – Subcomisario / Heliodoro Arriaga
Ciaurriz. Guardia Civil – Brigada / José María
Arrizabalaga Arcocha. Jefe Provincial de Co-
munión Tradicionalista / Joaquín María Azao-
la Martínez. Delineante / José Manuel Baena
Martín. Inspector del Cuerpo General de Poli-
cía / Esteban Beldarraín Madariaga. Controla-
dor en la autopista Bilbao-Behovia / Luis Can-
dendo Pérez. Trabajador de Altos Hornos de
Bergara / Mariano Criado Ramajo. Guardia Ci-
vil / Ángel Cruz Salcines. Policía Municipal / Jo-
sé Benito Díaz García. Policía Armada / Ansel-
mo Durán Vidal. Guardia Civil – Cabo / Elías
Elexpe Astondoa. Taxista / Alfonso Estevas-
Guilmain Muñoz. Inspector del Cuerpo Gene-
ral De Policía / Diego Fernández-Montes Rojas.
Militar – Coronel de Infantería / José Antonio
Ferreiro González. Policía Armada / Luis Car-
los Gancedo Ron. Guardia Civi / Antonio Gar-
cía Caballero. Policía Municipal / José García
Gastiain. Civil / Elías García González. Policía
Armada / Pedro Garrido Caro. Comerciante de
ultramarinos / Andrés Guerra Pereda. Trabaja-
dor de la Central Nuclear / Alejandro Hernán-
dez Cuesta. Conserje / Juan Cruz Hurtado Fer-
nández. Carpintero / Miguel Ángel Íñigo Blan-
co. Guardia Civil / José Javier Jáuregui
Bernaola. Juez de Paz / Juan Jiménez Gómez.
Guardia Civil / José Luis Legasa Ubiría. Cons-
tructor / Manuel Lemus Noya. Policía Munici-
pal / Manuel León Ortega. Guardia Civil / Fran-
cisco De Asís Liesa Morote. Militar – Capitán
de Corbeta / Manuel López González. Guardia
Civil / Juan Antonio Marcos González. Guardia
Civil / Francisco Martín González. Policía Ar-
mada – Sargento / Luciano Mata Corral. Guar-
dia Civil – Sargento / José Francisco Mateu Cá-
noves. Magistrado del Tribunal Supremo / Do-
mingo Merino Arévalo. Civil / Martín Merque-
lanz Sarriegui. Taxista / Ramón Muiño Fernán-
dez. Policía Armada / Alberto Negro Viguera.
Trabajador de la Central Nuclear / Ignacio Olaiz
Michelena. Parado / Ángel Pacheco Pata. Guar-
dia Civil / Juan Antonio Pérez Rodríguez. Mili-
tar – Teniente Coronel / José María Portell
Manso. Redactor jefe de La Hoja Del Lunes De
Bilbao / Ramiro Quintero Ávila. Guarda Fores-
tal de Icona / Joaquín Ramos Gómez. Policía
Armada / Miguel Raya Aguilar. Policía Armada
/ Rafael Recaola Landa. Albañil / Leucio Revi-
lla Alonso. Guardia Civil / José Rodríguez De
Lama. Guardia Civil – Cabo / Vicente Rubio
Ereño. Militar retirado / Aurelio Salgueiro Ló-
pez. Guardia Civil – Cabo / Lisardo Sampil Bel-
monte. Taxista / Juan Manuel Sánchez Ramos
Izquierdo. Militar - General De Brigada / José
Benito Sánchez Sánchez. Policía Nacional - Ca-
bo / Benjamín Sancho Legido. Policía Nacional.
/ José María Sarrais Llasera. Policía Nacional –
Comisario / Andrés Silverio Martín. Guardia
Civil / Saturnino Sota Argaiz. Comerciante / Lo-
renzo Soto Soto. Guardia Civil / José Vicente
Del Val Del Río. Policía Armada / José Luis Vi-
cente Cantón. Civil / Epifanio Benito Vidal
Vázquez. Civil / Alberto Villena Castillo. Guar-
dia Civil / José Zafra Régil. Guardia Civil.
1979
Jesús Ábalos Giménez. Militar - Coronel de In-
fantería / Juan Luis Aguirreurreta Arzamendi.
Administrativo / Antonio Alés Martínez. Guar-
dia Civil / Diego Alfaro Orihuela. Representan-
te de Comercio / José Manuel Amaya Pérez. Ci-
vil / Benito Arroyo Gutiérrez. Guardia Civil / Jo-
sé Fernando Artola Goicoechea. Representante
de comercio / Ángel Baños Espada. Montador
en la central nuclear de Lemoiz / Juan Batista
García. Guardia Civil / Luis Berasátegui Men-
dizábal. Propietario de un taller de maquinaria
agrícola / Francisco Berlanga Robles. Policía
Nacional – Cabo / Sergio Borrajo Palacín. Mili-
tar – Teniente Coronel / Aureliano Calvo Val.
Policía Nacional / Modesto Carriegas Pérez. Di-
rector sucursal Banco Hispano Americano / Mi-
guel Chávarri Isasi. Jefe de la Policía Municipal
/ Jesús María Colomo Rodríguez. Camarero /
Moisés Cordero López. Guardia Civil - Brigada
/ Félix De Diego Martínez. Guardia Civil / José
Díaz Pérez. Guardia Civil / Juan Antonio Díaz
Román. Guardia Civil / Julián Ezquerro Serra-
no. Militar - Comandante del Estado Mayor / Pe-
dro Fernández Serrano. Propietario de Cafete-
ría / Manuel Ferreira Simoes. Policía Municipal
/ Manuel Fuentes Fontán. Guardia Civil / Ángel
García Pérez. Guardia Civil / Miguel García Po-
yo. Guardia Civil / Pedro Goiri Rovira. Camare-
ro / Lorenzo Gomez Borrero. (...) / Francisco
Gómez Gómez-Jiménez. Guardia Civil / Luis
Gómez Hortigüela. Militar - Teniente General /
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
Hortensia González Ruiz. Estudiante / Loren-
zo González-Valles Sánchez. Gobernador Mili-
tar - General / José María Herrera Hernández.
Militar - Comandante / Sixto Holgado Agudo.
Taxista / Dionisio Imaz Gorostiza-Goiza. Pro-
pietario de un taller / José Manuel Juan Boix.
Estudiante / Agustín Laso Corral. Coronel de
Infantería / Antonio López Carrera. Guarda ju-
bilado / Emilio López De La Peña. Policía /
Juan Luna Azol. Guardia Civil retirado / José
María Maderal Oleaga. Empleado de Iberdue-
rorecio / José Miguel Maestre Rodríguez.
Guardia Civil / Adolfo Mariñas Vence. Civil /
Francisco Medina Albala. Albañil / Antonio
Mesa Portillo. Comisario / Juan Cruz Montoya
Ortueta. Conserje / Francisco Mota Calvo.
Guardia Civil / Héctor Abraham Muñoz Espi-
noza. Anticuario / Antonio Nieves Cañuelo.
Guardia Civil / Miguel Orenes Guillamon. Po-
licía Nacional - Cabo / Constantino Ortín Gil.
Gobernador Militar - General de División / An-
tonio Pastor Martín. Guardia Civil / Antonio Pe-
ña Solís. Guardia Civil / Juan Bautista Peralta
Montoya. Cabo de la Policía / Antonio Pérez
García. Propietario de un bar / Jesús Emilio Pé-
rez Palma. Estudiante / José María Pérez Ro-
dríguez. Policía / Aurelio Pérez-Zamora Cáma-
ra. Coronel Caballería / César Pinilla Sanz.
Guardia Civil / Ginés Pujante García. Sargento
de Policía / Antonio Ramírez Gallardo. Guardia
Civil / Antonio Recio Claver. Subcomisario de
Policía / Guadalupe Redondo Vian. Ama De
Casa / Dionisio Gonzalo Rey Amez. Policía Na-
cional jubilado / Fernando Rodríguez Espinola.
Guarda forestal de Icona / Pedro Ruíz Rodrí-
guez. Policía Municipal / Esteban Sáez Gómez.
Guardia Civil / Pedro Sánchez Marfil. Guardia
Civil / Carlos Sanz Biurrun. Inspector de la Po-
licía / Ciriaco Sanz García. Guardia Civil / Mi-
guel Ángel Saro Pérez. Cabo de la Policía /
Juan José Tauste Sánchez. Guardia Civil / Je-
sús Ulayar Liciaga. Comerciante / Luis María
Uriarte Alzaa. Ex alcalde de Bedia / Andrés An-
tonio Varela Rúa. Comandante / Alfonso Ma-
nuel Vilariño Doce. Jefe de La Policía Munici-
pal / Jose Antonio Vivot Undabarrena. Exalcal-
de de Olaberria.
1980
Basilio Altuna Fernández De Arroyabe. Policía
Nacional - Capitán / Enrique Aresti Urien. Sub-
director de La Unión y el Fénix / Ignacio Aroce-
na Arbeláiz. Taxista / Jaime Arrese Arizmen-
diarrieta. Militante de Unión de Centro Demo-
crático / Sebastián Arroyo González. Guardia
Civil retirado / José Artero Quiles. Marmolista
/ Ángel Astuy Rodríguez. Policía Municipal /
Ramón Baglietto Martínez. Industrial / Joaquín
Becerra Calvente. Propietario del bar Florida /
Sergio Canal Canal. Policía Nacional - Subco-
misario / Julio César Castillejo Pérez. Guardia
Civil / Mario Cendan Eimunde.(...) / Ramón
Coto Abad. Jubilado. (...) / Alfredo Díez Mar-
UERTOS
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
cos. Guardia Civil / Luis Domínguez Jiménez.
Sepulturero / Juan De Dios Doval Mateo. Mili-
tante de UCD / Jesús María Echeveste Toledo.
Agente de aduanas / José Espinosa Viscarret.
Comandante de Artillería retirado / Julio San-
tiago Expósito Pascual. Comerciante / Felipe
Alejandro Extremiana Unanue. Exconcejal de
UCD en Amorebieta / Carlos Juan José Fernán-
dez Azpiazu. Empleado de Telefónica / Antonio
Fernández Guzmán. Trabajador portuario /
Carlos Fernández Valcárcel. Policía Nacional -
Subcomisario / Antonio García Argente. Guar-
dia Civil / Juan Manuel García Cordero. Dele-
gado de Telefónica / Carlos García Fernández.
Propietario de un estanco / Jesús García García.
Propietario de bar / Juan García León. Guardia
Civil / José Pablo García Lorenzo. Empleado
del Ayuntamiento / Modesto García Lorenzo.
Guardia Civil / Miguel Garciarena Baraibar. Po-
licía Municipal / José Manuel Gémez Martiñán.
Guardia Civil / Antonio Gómez Ramos. Guar-
dia Civil / José María Gómez Trillo. Guardia Ci-
vil / Mario González Blasco. Soldador / Maria-
no González Huergo. Guardia Civil / Luis Her-
gueta Guinea. Directivo de Michelín / Miguel
Hernández Espigares. Guardia Civil / Jesús
Hernando Ortega. Policía / Jesús Holgado Sa-
bio. Policía / Miguel Lasa Arruabarrena. Pelu-
quero / Ignacio Lasa Errezola. Hostelero / Eu-
genio Lázaro Valle. Comandante / Ramón Le-
do Taboada. Chapista / José Alberto Lisalde
Ramos. Policía / Florentino Lopetegui Barjaco-
ba. Pescador / Francisco López Bescos. Guar-
dia Civil - Teniente / Elio López Camarón. Me-
cánico / Arturo López Hernández. Guardia Ci-
vil - Cabo / Antonio Marín Gamero. Guardia
Civil / Alfonso Martínez Bellas. Guardia Civil /
José Martínez Pérez. Guardia Civil / Joaquin
Martínez Simón. Industrial / Luis Martos Gar-
cía. Guardia Civil / Sotero Mazo Figueras. Pe-
luquero / José Antonio Merenciano Ruiz. Poli-
cía Nacional - Inspector / Benito Morales Fa-
bián. Taxista / José Javier Moreno Castro.
Policía Nacional - Inspector / José Antonio Mo-
reno Núñez. Policía / Lorenzo Motos Rodrí-
guez. Teniente Coronel / Francisco Moya Jimé-
nez. Guardia Civil / Rufino Muñoa Alcalde.
Guardia Civil - Sargento / Julio Muñoz Grau.
Funcionario / Aurelio Navío Navío. Guardia Ci-
vil / José Miguel Palacios Domínguez. Agente
comercial / Avelino Palma Brioa. Guardia Civil
/ Francisco Pascual Andreu. Guardia Civil / Ce-
ferino Peña Zubia. Propietario de un taller / Jo-
sé María Pérez López. Abogado criminalista /
José María Piris Carballo. Estudiante / Ángel
Postigo Mejías. Policía / Ángel Prado Mella.
Guardia Civil / Aurelio Prieto Prieto. Guardia
Civil / Francisco Puig Mestre. Guardia Civil /
Justino Quindos López. Guardia Civil retirado
/ José Luis Ramírez Villar. Soldado / Alfredo
Ramos Vázquez. Propietario del bar Estadium
/ Ángel Retamar Nogales. Guardia Civil - Cabo
/ José Manuel Rodríguez Fontana. Policía Na-
E L F I N
HOMENAJE ACON
S García. Empleado del Banco Vizcaya / Aníbal
LAS VÍCTIMA OS
TO D O S L
NOMBRES
cional / Miguel Rodríguez Fuentes. Militar - Co-
mandante de Infantería / Juan Manuel Roman
Moreno. Policía / Francisco Ramón Ruiz Fer-
nández. Guardia Civil - Cabo / Miguel Ángel
San Martín Fernández. Comerciante / Dámaso
Sánchez Soto. Propietario de la relojería Dasán
/ Eugenio Saracibar González De Durana. Co-
ronel retirado / José Torralba López. Guardia
Civil / José María Urquizu Goyogana. Tenien-
te Coronel - Farmaceútico / José Ignacio Usta-
rán Ramirez. Militante de Unión de Centro De-
mocrático / José Luis Vázquez Plata. Guardia
Civil - Cabo / Jesús Velasco Zuazola. (...) / Jesús
María Vidaurre Olleta. Civil / Dionisio Villa-
dangos Calvo. Policía Nacional - Cabo / Victori-
no Villamor González. Guardia Civil / Vicente
Zorita Alonso. Empleado de Altos Hornos / Mi-
guel Zunzunegui Arratibel. Camionero
1981
Antonio Díaz García. Dueño de una discoteca /
Antonio Murillo Chacón. Desempleado / Anto-
nio Noguera García. Militar - Sargento de la
Guardia Real / Esteban Álvarez Merayo. Policía
Nacional / Francisco Francés Garzón. Policía
Nacional / Guillermo Tevar Saco. Militar - Te-
niente Coronel / Ignacio Ibarguchi Erostarbe.
Comercial / Joaquín Gorjón González. Guar-
dia Civil Jubilado / José Olaya De La Flor. Guar-
dia Civil / José Luis Oliva Hernández. Miembro
de ETA / José Luis Prieto García. Militar - Te-
niente Coronel / José Luis De Raymundo Mo-
ya. Comisario de Policía / José María Ryan Es-
trada. Ingeniero / Juan Costas Otamendi. Civil
/ Juan Manuel Martínez Castaños. Comercial /
Leopoldo García Martín. Policía nacional reti-
rado / Luis Cadarso San Juan. Guardia Civil -
Teniente coronel retirado / Luis De La Parra Ur-
baneja. Coronel / Luis Miranda Blanco. Guar-
dia Civil / Magín Fernández Ferrero. Teniente /
Manuel Hernández Seisdedos. Comerciante /
Manuel Rodríguez Taboada. Militar - Cabo de
la Guardia Real / Manuel Sánchez Borrallo.
Guardia Civil / María José García Sánchez. Ins-
pector de Policía / Oswaldo Rodríguez Fernán-
dez. Militar - Teniente / Ovidio Ferreira Martín.
Transportista / Pedro Conrado Martínez Casta-
ños. Comercial / Ramón Romeo Rotaeche. Mi-
litar - Teniente Coronel / Santiago González De
Paz. Guardia Civil - Cabo / Valeriano Olabarria
Campillo. (...) / Vicente Sánchez Vicente. Poli-
cía Nacional - Cabo / Félix Galíndez Llano. Tra-
bajador del sector inmobiliario.
1982
Juan García Mencía. Guardia Civil / Manuel
López Fernández. Guardia Civil / Juan Ramón
Joya Lago. Guardia Civil / Carlos Manuel Pati-
ño Casanova. Industrial Propietario de drogue-
ría / Cesar Uceda Vera. Militar Teniente Músico
/ Víctor Lago Román. Militar General de Divi-
sión / Francisco González Ruiz. Policía Nacio-
nal / Domingo Javier García González. Indus-
D E E T A
trial Propietario de bar / Gregorio Hernández
Corchete. Calderero / José Giménez Mayoral.
Capitán Guardia Civil retirado / Alberto Toca
Echevarría. Director ASEPEYO / Emilio Fer-
nández Arias. Brigada de Marina / Alfonso Ló-
pez Hernández. Cabo Policía Nacional / Jesús
Ordoñez Pérez. Policía Nacional / Antonio Ce-
dillo Toscano. Policía Nacional / Juan Serrone-
ro Sacristán. Policía Nacional / Vicente Gómez
Duarte. Guardia Civil / Miguel Garrido Rome-
ro. Guardia Civil / Alberto López Jaureguizar.
Apoderado de Tabacalera / Juan García Gonzá-
lez. Guardia Civil / José Aybar Yáñez. Jefe Poli-
cía Municipal / José Fernández Perna. Guardia
Civil / Rafael Vega Gil. Industrial Propietario al-
macén mayorista / Daniel Enríquez García. Co-
ronel Infantería / Antonio Huegun Aguirre. Ta-
xista / Ángel Pascual Múgica. Ingeniero Lemo-
niz Director de programas / Antonio Pablo
Fernández Rico. Guardia Civil / Vicente Luis
Garcera López. Policía Nacional / Antonio Gó-
mez García. Policía Nacional / Ramiro Carasa
Pérez. Médico Jefe de servicio de traumatología
/ Enrique Cuesta Jiménez. Delegado Telefóni-
ca / Alfonso Maside Bouzo. Inspector de Policía
Nacional / Cristina Monica Illarramendi Ricci.
Empleada de bar / Agustín Martínez Pérez. Ins-
pector Policía Nacional / Modesto Martín Sán-
chez. Cabo Guardia Civil / Benjamín Fernández
Fernández. Guardia Civil retirado / José Frago-
so Martín. Guardia Civil / Benigno García Dí-
az. Policía Municipal / Luis Manuel Allende Po-
rrúa. Odontólogo.
1983
Eduardo Navarro Cañadas. Policía Nacional /
Francisco Arín Urcola. Industrial Directivo
Cnes. Electromecánicas IRURA / Pablo Garra-
za García. Taxista / Francisco Javier Collado
Azurmendi. Vendedor Automóviles / José An-
tonio Julián Ballano. Industrial Hostelería / An-
tonio De Vicente Comesaña. Militar Teniente
de Navio / José Ángel Martínez Trelles. Viajan-
te / Manuel Carrasco Merchán. Obrero / Loren-
zo Mendizabal Iturrarte. Carnicero / Cándido
Cuña González. Panadero / Alberto Martín Ba-
rrios. Militar Capitán de Farmacia / Alfredo Jor-
ge Suar Muro. Médico de la prisión Puerto de
Santa María / José Reyes Corchado. Guardia
Civil / Ángel Flores Jiménez. Guardia Civil /
Manuel Benito José. Policía Nacional / Pablo
Sánchez Cesar. Policía Nacional / Arturo Quin-
tanilla Salas. Hostelero Propietario de bar JO-
SE MARI / Manolo Peronie Díez. Policía Muni-
cipal / Rafael Gil Marín. Guardia Civil / Enrique
Rúa Díaz. Guardia Civil / Ramiro Salazar Sue-
ro. (...) / Manuel Francisco García San Miguel.
Policía Nacional / Jesús Blanco Cereceda. Fun-
cionario Jefe comunicaciones del aeropuerto de
Noain / Emilio José Cánovas López. Policía Na-
cional / Juan Maldonado Moreno. Guardia Ci-
vil / Eduardo Vadillo Vadillo. Empleado / Fran-
cisco Machio Martos.Trabajador / Antonio Co-
25.
nejo Jalguero. Cabo 1º Guardia Civil / Fidel
Lázaro Aparicio. Guardia Civil / Julio Segarra
Blanco. Teniente Policía / Pedro Barquero Gon-
zález. Cabo Policía Nacional / Maria Dolores
Ledo García. Ama de casa / Aniano Sutil Pela-
yo. Artificiero de la Policía Nacional Cabo / Ra-
món Ezequiel Martínez García. Cabo 1º Policía
Nacional / Patricia Llanillo Borbolla. Ama de
casa / Benicio Alonso Gómez. Empleado Orde-
nanza del Banco Vizcaya / Ramón Iturriondo
Izquierdo Emperador. Empleado del Banco
Vizcaya / Miguel Mateo Pastor. Guardia Civil.
1984
José Larrañaga Arenas. Jefe Nacional Movi-
miento / Francisco Javier Fernández Lajusticia.
Subteniente Infantería / Juan Enríquez Criado.
Teniente Infantería / Luis Alberto Asensio Pe-
reda. Cocinero Cuartel de Munguía / Mohamed
Amar Abderrahman. Policía Nacional / Joseph
Couchot. Industrial / Juan Sánchez Sierro. Ci-
vil / Vicente Gajate Martín. Policía Municipal /
José Luis Veiga Pérez. Sargento Guardia Civil /
Agustín Pascual Jove. Cabo Guardia Civil / Vic-
toriano Collado Arribas. Guardia Civil / José
María Martínez Martínez-Cubero. Comercian-
te / Juan Rodríguez Rosales. Policía Municipal
/ Antonio Torrón Santamaría. Guardia Civil /
Alberto Aznar Feix. Teniente Coronel Ejército
retirado / Manuel Vicente González Vilorio. Se-
cretario Ayuntamiento de Ispaster / Ángel Zapa-
tero Antolín. Guardia Civil / Diego Torrente Re-
verte. Policía Nacional / Luis Ollo Ochoa. Capi-
tán de la Guardia Civil / Ángel Rodriguez
Sánchez. Industrial / Antonio Velasco Benito.
Guardia Civil / José Ortiz Verdú. Policía Nacio-
nal / Jesús Alcocer Jímenez. Comandante Mili-
tar retirado / Tomás Palacín Pellejero. Cabo Po-
licía Nacional / Juan José Visiedo Calero. Poli-
cía Nacional / Bernardo Pérez Sobrino. Policía
Nacional / José Naranjo Martín. Policía Muni-
cipal / Pedro Ortíz de Urbina Garayalde. Sub-
comisario Inspector Policía retirado / Enrique
Casas Vila. Senador PSOE / Miguel Solaun An-
gulo. Ex-Terrorista de ETA / Guillermo Quinta-
na Lacaci. Teniente General / Juan Flores Vi-
llar. Cabo Mecánico / Pedro García Suárez.
1985
Alejandro Sáenz Sánchez. Guardia Civil retira-
do / Mario Leal Barquero. Guardia Civil / José
Herrero Quiles. Guardia Civil retirado / Rafael
Melchor García. Militar Cabo de Radio / Juan
Manuel Ibarzabal Duque. Militar / Isidoro Dí-
ez Ratón. Guardia Civil / Félix Gallego Salmón.
Policía Nacional / Eugene Kenneth Brown. Ci-
vil / Clement Peret. Industrial Francés / José Ex-
pósito Afán. Guardia Civil retirado / Fernando
Amor Calvo. Guardia Civil / Fausto Escrigas Es-
trada. Militar Vicealmirante / Agustín Ruiz Fer-
nandez de Retana. Subcomisario Policía Nacio-
nal / Antonio Trujillo Comino. Guardia Civil /
Juan Merino Antúñez. Guardia Civil / Estanis-
lao Galindez Llano. Cartero / Ignacio Montes
Abad. Marinero / Eugenio Recio García. Guar-
dia Civil / Vicente Romero González. Coronel
Ejército / Juan García Jiménez. Conductor civil
/ Esteban Del Amo García. Policía Nacional /
José Milarengo De Bernardo. Brigada Coman-
dancia Marina / Alfredo Aguirre Belascoain.
Estudiante / Francisco Miguel Sánchez. Policía
Nacional / José Martínez Parens. Jefe Personal
Fábrica Esperanza y Cia. / Moisés Cosme He-
rrero Luango. Inspector C.S. Policía / Francisco
Rivas López. Policía Nacional / Máximo Díaz
Barderas. Policía Nacional / Juan José Uriarte
Orue. Taxista / Luis Navarro Izquierdo. Cabo
Policía / Máximo Antonio García Kreinle. Poli-
cía Nacional / Jesús Ildefonso Garcia Padilla.
Analista / Carlos Díaz Arcocha. Teniente Coro-
nel Ertzaintza / Ángel Facal Soto. Industrial / Ri-
cardo Tejero Magro. Director Banco Central /
Agapito Sánchez Angulo. Peluquero.
1986
José Ignacio Aguirrezaba- / SIGUE EN PÁGINA 26
26.
VIENE DE PÁGINA 25 / laga De La Granja / Alberto
Amancio Alonso Gómez / José Antonio Álva-
rez Díez / Ángel Barceló Naranjo / Carmelo
Bella Alamo / Juan Caballero Porral / Juan Ig-
nacio Calvo Guerrero / José Calvo Gutieérez /
Francisco Casillas Martin / Juan Catón
Vázquez / Cristóbal Colon De Carvajal Maro-
to / Miguel Ángel Cornejo Ros / Ángel De La
Higuera López / Vicente Javier Dominguez
González / Javier Esteban Plaza / Andrés Fer-
nández Pertierra / Jesús María Freixes Montes
/ Manuel Nemesio Fuentes Pedreira / Genaro
García De Andoain Larrinaga / José Joaquin
García Ruiz / Rafael Garrido Gil / Daniel Ga-
rrido Velasco / Jesús Giménez Gimeno / Mª
Dolores (Yoyes) González Katarain / Ángel
González Pozo / Juan Carlos González Rente-
ro / Adrián González Revilla / Santiago Iglesias
Godino / Antonio Lancharro Reyes / Carlos Jo-
sé Marrero Sanabria / Juan Mateos Pulido / Ig-
nacio Luis Mateu Isturiz / Enrique Moreno Ar-
guilea / José Miguel Moros Peña / Francisco
Muriel Muñoz / José Antonio Peña Medina /
José María Picatoste Gonzáez De Echavarri /
Antonio Ramos Ramirez / Francisco Royo Gi-
ménez / Ricardo Saenz De Ynestrillas Martí-
nez / Julio Sánchez Rodríguez / María José
Teixeira Gonçalves / Manuel Trigo Muñoz /
Daniela Velasco Martínez De Vidaurreta / Car-
los Vesteiro Perez.
1987
Pedro Angel Alcaraz Martos / Milagros Amez
Franco / Manuel Avila Garcia / Maria Rosa Bal-
dellou Mestre / Jose Ignacio Ballarin Cazaña /
Silvia Ballarin Gay / Esther Barrera Alcaraz /
Miriam Barrera Alcaraz / Sonia Cabrerizo
Marmol / Susana Cabrerizo Marmol / Felipe
Caparros Ubierna / Rocio Capilla Franco / Emi-
lio Capilla Tocado / Federico Carro Jimenez /
Teresa Daza Cecilia / Maria Paz Dieguez Fer-
nandez / Emilia Eyre Dieguez / Mª Carmen
Fernandez Muñoz / Maria Dolores Franco Mu-
ñoz / Jesus Fructuoso Gomez / Juan Fructuoso
Gomez / Pedro Galnares Barreda / Jose Gomez
Solis / Antonio Gonzalez Herrera / Antonio Li-
gero Hec / Antonio Angel Lopez Martinez Col-
menero / Mercedes Manzanares Servitja / Ma-
ria Del Carmen Marmol Cubillo / Cristobal
Martin Luengo / Matilde Martinez Dominguez
/ Antonio Mateo Melero / Wenceslao Maya
Vazquez / Vicente Montoya Salazar / Rafael
Morales Ocaña / Mercedes Moreno Moreno /
Rafael Mucientes Sanz / Consuelo Ortega Pe-
rez / Carmen Pascual Carrillo / Felix Peña Ma-
zagatos / Jose Joaquin Pino Arriero / Silvia Pi-
no Fernandez / Luisa Ramirez Caranda / Jose
Angel Ramos Saavedra / Manuel Rivera San-
chez / Luis Enrique Salto Viñuales / Maria Lui-
sa Sanchez Ortega / Barbara Serret Cervantes
/ Maria Teresa Torrano Francia / Jose Valero
Sanchez / Xavier Valls Bauza / Jordi Vicente
Manzanares / Silvia Vicente Manzanares / Ma-
ria Cruz Yoldi Orradre.
1988
Sebastián Aizpiri Leyaristi / Luis Azcarraga Pé-
rez Caballero / Pedro Ballesteros Rodríguez /
Ramón Bañuelos Echevarria / José Antonio
Barrado Recio / José Luis Barrios Capetillo /
Jaime Bilbao Iglesias / Luis Delgado Villalon-
ga / Cristóbal Díaz García. / Isidro Echaniz
Aramburu / Francisco Espina Vargas / Antonio
Fernández Álvarez / José Antonio Ferri Perez /
Pedro Antonio Fonte Salido / Julio Gangoso
Otero / Antonio Gómez Osuna / Engraciano
González Macho / Francisco Herrera Jiménez
/ Martín Martínez Velasco / Jesús Nazabal Gar-
mendia / José Juan Pacheco Cano / Francisco
Javier Zabaleta Aizpitarte.
1989
José Martínez Moreno. Teniente Coronel
15/11/1989. / Ignacio Bañuelos Laso. Vendedor
ambulante. / Eladio Rodriguez García. Policía
Nacional. / Juan Pedro González Manzano. Po-
licía Nacional. / Carmen Tagle González. Fiscal.
C R O
´ N I C A
/ Luis Reina Mesonero. Pescadero. / Conrada
Muñoz Herrera. Madre de funcionario de pri-
siones. / José María Martín-Posadillo Muñíz.
Coronel. / Ignacio Julio Barangua Arbues. Co-
mandante. / Luis Hortelano García. Ertzaina. /
Gregorio Caño García. Chófer. / Manuel Jodar
Cabrera. Policía Nacional. / José María Sán-
chez García. Policía Nacional. José Montes Gi-
la. Policía Nacional. / Juan Antonio García An-
drés. Policía Nacional. / Juan Bautista Castella-
nos Martín. Teniente Farmacia. / José Calvo De
La Hoz. argento Guardia Civil. / José Antonio
Cardosa Morales. Cartero. / José Ángel Álvarez
Suárez. Policía.
1990
Luis Alfredo Achurra Cianca / José Ma-
nuel Alba Morales / Francisco Almagro
Carmona / Carlos Martín Arberas Arroyo
/ Ramón Díaz García / Juan José Escude-
ro Ruiz / Juan Gómez Salar / José Fran-
cisco Hernández Herrera / José Luis Her-
vás Mañas / Eduardo Hidalgo Carzo / Jo-
sé Lasanta Martínez / Vicente López
Jiménez / Daniel López Tizón / Miguel
Marcos Martínez / Elena María Moreno
Jiménez / Ángel Jesús Mota Iglesias / Vir-
gilio Do Nascimento Afonso / Miguel Pa-
redes García / Ignacio Pérez Alvarez /
Francisco Pérez Pérez / Benjamín Quin-
tano Carrero / Aureliano Rodríguez Are-
nas / Rafael Miguel San Sebastián Fle-
choso / Luis Alberto Sánchez García / Ig-
nacio Urrutia Bilbao.
1991
Enrique Aguilar Prieto / Francisco Alva-
rez Gómez / Luis Arago Guillen / Donato
Calzado García / Francisco Carballar Mu-
ñoz / Pedro Carbonero Fernández / José
Edmundo Casaña Pérez-Serrano / Fran-
cisco Cebrián Cabezas / Juan Chincoa
Ales / Luis Claraco López / Ricardo Cou-
so Río / José Manuel Cruz Martín / Fran-
cisco Javier Delgado González-Navarro /
Francisco Díaz De Cerio Gómez / Fran-
cisco Cipriano Díaz Sánchez / Pedro Do-
mínguez Pérez / Maudilia Duque Duran /
Manuel Echevarría Echevarría / José Luis
García Lozano / José Ángel Garrido Mar-
tínez / Francisco Gil Mendoza / José Luis
Jiménez Barrero / Isidro Jiménez Dual /
José Luis Jiménez Vargas / Valentín Mar-
tín Sánchez / Ramón Mayo García / Al-
fonso Carlos Menchaca Lejona / Fabio
Moreno Asla / Andrés Muñoz Pérez / Rai-
mundo Pérez Crespo / Carlos Pérez Da-
costa / Manuel Pérez Ortega / Ana Cristi-
na Porras López / Víctor Puertas Viera /
María del Pilar Quesada Araque / Nuria
Ribo Parera / Francisco Robles Fuentes /
Rosa María Rosa Muñoz / Vanesa Ruiz
Lara / Juan Salas Piriz / Jesús Sánchez
Lozano / Eduardo Sobrino González /
Raúl Suárez Fernández / Juan Carlos
Trujillo García / José Javier Urritegui
Aramburu / Coro Villamudria Sánchez.
1992
Miguel Miranda Puertas. Subteniente Guardia
Civil. / José Luis Luengos Martínez. Empleado
de Telefónica. / Ricardo González Colino. Poli-
cía Nacional. / Antonio Heredero Gil. Coronel
Ejército Tierra. / José Manuel Fernández Loza-
no. Guardia Civil. / Juan Manuel Martínez Gil.
Guardia Civil. / Juan Manuel Helices Patiño.
Policía Nacional. / Joaquín Vasco Alvarez. Co-
ronel del Ejército del Aire. / Juan José Carrasco
Guerrero. Economista. / Enrique Martínez Her-
nández. Cabo Guardia Civil. / Antonio José
Martos Martínez. Albañil. / José San Martín
Bretón. Guardia Civil. / Eutimio Gómez Gó-
mez. Calefactor Hospital / Julia Ríos Rioz. Pa-
nadera. / Antonio Ricondo Somoza. Químico. /
Ángel García Rabadán. Cabo Policía. / José Ra-
món García Celaya. / Juan Antonio Núñez
Sánchez. Capitán Caballería. / Ramón Carlos
Navia Refojo. Capitán Artillería. / Emilio Do-
mingo Tejedor Fuentes. Capitán Infantería. /
Francisco Carrillo Pérez. Soldado. / Antonio Ri-
cote Castilla. Funcionario Ejército. / Virgilio
Más Navarro. Brigada Banda Música. / Juan
Antonio Querol Queralt. Sargento Banda Mú-
sica. / Manuel Broseta Pons. Jurista. / José An-
seán Castro. Policía. / Arturo Anguera Vallés.
Comandante del Ejército del Aire.
1993
Joseba Goikoetxea Asla. Sargento de la Ert-
zaintza. / Dionisio Herrero Albiñana. General
Ejército del Aire / Juvenal Villafrañe García.
Guardia Civil retirado / Domingo Olivo Espar-
za. Capitán de Fragata / Fidel Dávila Garijo. Te-
niente Coronel. / Javier Baró y Díaz Figueroa.
Teniente Coronel. / José Alberto Carretero So-
gel. Teniente Coronel / Juan Romero Alvarez.
Teniente Coronel de Marina. / Manuel Calvo
Alonso. Sargento de la Armada. / Pedro Robles
López. Funcionario Civil de Defensa. / Angel
María González Sabino. Civil. / Emilio Castillo
López. Guardia Civil. / José Ramón Domínguez
Burillo. Funcionario de Prisiones. / José Anto-
nio Santamaría Vaqueriza. Empresario.
1994
Alfonso Morcillo Calero. Suboficial de la Poli-
cía Local. / José Santana Ramos. Policía Nacio-
nal. / Francisco Veguillas Elices. Teniente Ge-
neral Ejército de Tierra. / Francisco Martín Mo-
ya. Conductor. / Cesar García Contonente.
Tramollista. / José Manuel Olarte Urresti. Em-
presario. / Juan José Hernández Rovira. Gene-
ral Ejército de Tierra. / Miguel Peralta Utrera.
Teniente de Ingenieros. / José Benigno Villalo-
bos. Guardia Civil. / Vicente Beti Montesinos.
Civil / Fernando Jiménez Pascual. Guardia Ci-
vil/ Leopoldo García Campos. Coronel Ejército.
1995
Luciano Cortizo Alonso. Comandante de Arti-
llería. / Josefina Corresa Huerta. Auxiliar de clí-
nica. / Manuel Carrasco Almansa. Conductor
Civil Armada. / Santiago Esteban Junquer. Ad-
ministrativo Armada. / José Ramón Intriago Es-
teban. Chapista Armada. / Félix Ramos Bailón.
Chapista Armada. / Florentino López Del Cas-
tillo. Conductor Armada. / Martín Rosa Valero.
Conductor Armada. / Enrique Nieto Viyella.
Inspector Policía Nacional. / Jesús Rebollo Gar-
cía. Policía Local. / Eduardo López Moreno. Po-
licía Nacional. / Margarita González Mansilla.
Jubilada. / Mariano de Juan Santamaría. Briga-
da Infantería. / Gregorio Ordoñez Fenollar. Te-
niente Alcalde PP / Rafael Leiva Loro. Policía
Nacional. / Paula Nieto de Nicolás. Civil.
1996
Isidro Usabiaga Esnaola. Empresario. / Miguel
Angel Ayllon Díaz-González. Sargento de In-
genieros. / Ramón Doral Trabadelo. Ertzaina. /
Francisco Tomás y Valiente. Catedratico de De-
recho. / Fernando Mugica Herzog. Abogado.
1997
José Luis Caso Cortines. Concejal del PP. / Jo-
sé Mª Aguirre Larraona. Ertzaina. / Daniel Vi-
llar Enciso. Policía. / Miguel Ángel Blanco Ga-
rrido. Concejal del PP. / José Manuel García
Fernández. Guardia Civil. / Luis Andrés Sam-
perio Sañudo. Inspector. / Francisco Javier Gó-
mez Elósegui. Psicólogo prisiones. / Modesto
Rico Pasarín. Policía. / Francisco Arratibel
Fuentes. Empresario. / Domingo Puente Marín.
Peluquero. / Rafael Martínez Emperador. Ma-
gistrado del TS. / Eugenio Olaciregui Borda.
Vendedor. Jesús Agustín Cuesta Abril. Militar.
1998
Manuel Zamarreño Villoria. Concejal del PP en
Rentería. / Alfonso Parada Ulloa. Subteniente
Guardia Civil jubilado. / Tomás Caballero Pas-
tor. Concejal Unión Pueblo Navarro. / Alberto
Jiménez Becerril Barrio. Concejal del PP en Se-
villa. / Ascensión García Ortiz. Abogada. / José
EL MUNDO. DOMINGO 6 DE MAYO DE 2018
Ignacio Iruretagoiena Larrañaga. Concejal del
PP en Zarautz.
2000
Pedro Antonio Blanco García. Teniente Coro-
nel. / Fernando Buesa Blanco. Secretario Gene-
ral del PSE. / Francisco Cano Consuegra. Con-
cejal del PP. / Máximo Casado Carrera. Jefe de
servicio en Nanclares de Oca./ Francisco Casa-
nova Vicente. Subteniente. / José María Korta
Uranga. Empresario. / Jorge Díez Elorza. Ert-
zaina./ Jesús Escudero García. Policía ./ Irene
Fernández Perera. Guardia Civil. / Juan Miguel
Gervilla Valladolid. Policía Municipal. / Manuel
Indiano Azaustre. Concejal del PP. / Juan Ma-
ría Jaúregui Apalategui. Ex Gobernador Civil
de Guipúzcoa. / José Ángel De Jesús Encinas.
Guardia Civil. / Ernest Lluch Martín. Ex minis-
tro socialista de Sanidad. / José Luis López De
La Calle. Columnista de EL MUNDO. / José
María Martín Carpena. Concejal del PP. / Ar-
mando Medina Sánchez. Conductor del parque
móvil ministerial. / Antonio Emilio Muñoz Ca-
riñanos. Teniente Coronel Médico. / Jesús Ma-
ría Pedrosa Urquiza. Concejal del PP. / Luis
Portero García. Fiscal Jefe del TSj. / José Fran-
cisco Querol Lombardero. Magistrado de la Sa-
la Militar del TS. / José Luis Ruiz Casado. Con-
cejal del PP en Sant Adrià Del Besos. / Jesús
Sánchez Martínez. Conductor de autobús.
2001
Ramón Díaz García. Cocinero Comandancia de
Marina. / José Angel Santos Larrañaga y Josu
Leonet Azcona. Trabajadores de Elektra / Iña-
ki Totorika Vega. Ertzaintza / Santos Santama-
ría Avendaño. Mosso d’Esquadra. / Froilán
Elespe Inciarte. Concejal PSOE. / Manuel Gi-
ménez Abad. Presidente PP de Aragón / San-
tiago Oleaga Elejabarrieta. Director financiero
de El Diario Vasco. / Justo Oreja Pedraza. Ge-
neral / Luis Ortiz de la Rosa. Policía / José Ja-
vier Múgica Artibia. Concejal UPN / Mikel Uri-
be Aurkia. Subcomisario de la Ertzaintza. / Jus-
to Oreja Pedraza. General. / Mª Francisca
Eraunzetamurgil Alkorta. Jubilada. / José Mª
Lidón Corbi. Magistrado de la Audiencia de
Vizcaya. / Ana I. Arostegi Lejarreta. Ertzaina /
Javier Mijangos Martínez de Bujo. Ertzaina.
2002
Antonio Molina Martín. Guardia Civil. / Juan
Carlos Beiro Montes. Cabo de la Guardia Civil
/ Silvia Martínez Santiago. Estudiante. / Ceci-
lio Gallego Alaminos. Jubilado de Telefónica. /
Juan Priede Pérez. Concejal PSE-EE de Orio.
2003
Bonifacio Martín Hernández. Policía Nacional.
/ Julián Embid Luna. Policía Nacional. / Joseba
Pagazaurtundúa Ruíz. Jefe de la Policía Muni-
cipal de Andoain.
2006
Carlos Alonso Palate Sailema. Empleado
(Ecuatoriano) / Diego Armando Estacio Sivi-
sapa. Empleado (Ecuatoriano).
2007
Fernando Trapero Blázquez. Guardia Civil. /
Raúl Centeno Bayón. Guardia Civil. / Ambrosio
Fernández Rico. Jubilado
2008
Ignacio Uría Mendizabal. Empresario. / Luis
Conde De La Cruz. Brigada del Ejército. / Juan
Manuel Piñuel Villalón. Guardia Civil / Isaías
Carrasco Miguel. Militante Socialista.
2009
Carlos Enrique Sáenz de Tejada. Guardia Civil.
/ Diego Salvà Lezaun. Guardia Civil / Eduardo
Antonio Puelles García. Inspector Jefe Policía
Nacional
2010
Jean-Serge Nérin. Gendarme francés.
C R O
´ N I C A
E S P E C I A L F I N D E E T A

CRO
´ NICARTOON
855
Cobardes, sin mirarle a los
ojos, Javier García Gaztelu, Txapo-

TUMBAS te, Irantzu Gallastegi, Amaia, y José

Luis Geresta, asesinaron a Miguel
Ángel Blanco el 12 de julio de 1997. Mikel Antza, estra-
tega de la «socialización del sufrimiento», fue el respon-
sable político. Geresta se suicidó en 1999, los otros tres
están encarcelados. Lucha sin cuartel contra la infamia.
Con apenas medio centenar de militantes, un exiguo
2% de apoyo en la izquierda abertzale según un Eusko-
barómetro de 2007, cuatro cúpulas militares y tres po-
líticas demolidas desde 2004 y Batasuna, su correvei-
dile político, ilegalizada y necesitada del «alto el fuego»
para sobrevivir, ETA cesó la actividad armada en octu-
bre de 2011, este viernes dijo adiós, la infamia ha per-
dido el pulso. Fin. Escupimos sobre su epílogo.

EL FIN DE ETA
VISTO POR
RICARDO MARTÍNEZ
Y JULIO REY

DIRECTOR ADJUNTO: Iñaki Gil REDACTOR JEFE: Ildefonso Olmedo

@Cronica_ElMundo
Ó REDACCIÓN: Paco Rego, Martín Mucha, Leyre Iglesias, Javier Negre
DIRECTOR DE ARTE: Rodrigo Sánchez JEFE DE DISEÑO: Javier Vidal