Professional Documents
Culture Documents
Es andar en la carne
Como seres humanos andamos siempre pecando, de una manera u otra:
Satisfacemos los deseos de la carne,
Satisfacemos los deseos de su corazón
Y cuando hacemos todo esto de satisfacer los deseos de la carne y del
corazón, lo que hacemos es ir contra de la voluntad de Dios, contra su
autoridad. La desconocemos. Nos volvemos rebeldes.
Es vivir en las tinieblas.
Pablo nos enumera incluso algunos pecados en los versículos del 19 al 2: Ahora,
hemos visto en la escritura lo que significa el andar en la carne: “Y manifiestas
son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;”
El escritor empieza una lista de pecados que son muy fuertes e incluso
sorprendentes ante la vida cotidiana (aunque la gente lo vea como algo casi
normal hoy en día) son pecados sumamente fuertes e importantes ante la vista
de Dios, y cuando empezamos a leer por lo general pensamos: “oh, yo no he
cometido adulterio, ni he hecho hechicería” pero nunca vamos y nos detenemos
en las palabras siguientes: “pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones”. Estos
pecados se encuentran dentro de la lista de cosas que alguien hace cuando anda
en la carne. Pero a veces les restamos importancia ante la gravedad de los
pecados más grandes que vemos al principio, y por el hecho de que son cosas
que a veces forman parte de nuestra vida cotidiana, estamos tan acostumbrados
a pelear, a tener celos, y a pelear con la gente por cosas sin importancia, que no
las tomamos en cuenta o nos preocupamos de la misma manera que si
cometiéramos adulterio. Pero te tengo una noticia, los celos y los pleitos son
pecados igual de graves y serios que el adulterio, las herejías, y orgías, por lo
cual debemos pensar, ¿hay alguno de estos pecados en mi vida? Si lo hay, por
más insignificante que pueda parecer a nuestros ojos, es un pecado que
demuestra que andamos en la carne, y que no andamos viviendo conforme lo
que Dios nos manda.
Esta forma de vida no agrada a Dios, es contrario a su voluntad. Que
debemos entonces hacer para agradar a Dios, hacer su voluntad y como lo
hacemos. Cumpliendo sus mandamientos, lo que Él nos ha dado. Y como
lo hacemos:
Caminar en el Espíritu es un camino de restauración y bendición, es un
camino de intimidad y poder.
Andar en el Espíritu es nacer en el Espíritu para vivir en Él.
Soy un ser espiritual: fuimos hechos como Él, para que podamos
disfrutar de una relación con Él. Nuestro espíritu es la parte de nosotros
que se comunica con Él, con Dios y vivirá para siempre.
El espíritu es parte del hombre que se relaciona con Dios y con
los asuntos espirituales. Antes de conocer al Señor como
Salvador, el ser humano está muerto espiritualmente porque el
pecado nos separa de Dios, (Efesios 2:1).
1
En cuanto a vosotros, estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los
cuales anduvisteis en otro tiempo, conforme a la corriente de este mundo y al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de
desobediencia. 3 En otro tiempo todos nosotros vivimos entre ellos en las pasiones
de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y por naturaleza
éramos hijos de ira, como los demás. 4 Pero Dios, quien es rico en misericordia,
a causa de su gran amor con que nos amó, 5 aun estando nosotros muertos en
delitos, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia sois salvos! 6 Y
juntamente con Cristo Jesús, nos resucitó y nos hizo sentar en los lugares
celestiales, 7 para mostrar en las edades venideras las superabundantes riquezas
de su gracia, por su bondad hacia nosotros en Cristo Jesús.
El hombre goza de la comunión con Dios a través del espíritu.
Cuando el ser humano no está en comunión con Dios,
automáticamente está muerto espiritualmente y por ende
separado de Dios.
Una de las cosas más importantes en la vida cristiana y de las cuales
depende el vivir una vida correcta delante de Dios, y que realmente le
glorifique es vivir en el Espíritu,
Es un mandamiento
Además, que es un mandamiento que se nos da en su palabra, en especial en
el libro de Gálatas, en este versículo (5:16) se nos da incluso un mandamiento
acerca de esto, se nos exhorta a andar en el Espíritu y a NO satisfacer los deseos
de la carne.
Mandamiento que es reafirmado en el v. 25: Ahora que vivimos en el Espíritu,
andemos en el Espíritu. 26 No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y
envidiándonos unos a otros.
2. Paso a paso
Las claves para caminar en el espíritu son dependencia y obediencia.
Depender de alguien es colocar nuestra confianza en Él,
4
"Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola,
si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
creer que Él hará lo que dice y confiar que lo que nos pide hacer, es para nuestro
bien.
7
"Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y
os será hecho.
Debemos someter nuestra vida, en confianza, dependencia y obediencia
continúa a Él, decisión tras decisión… paso a paso.
10
Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
Andar en el Espíritu significa que la vida de una persona está dominada,
controlada, y guiada por el Espíritu Santo. Así como la lista de las obras de la
carne defina lo que significa andar en la carne la lista del fruto del Espíritu define
lo que significa andar en el Espíritu.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
3. Escuchando su voz
Escuchar atentamente una voz familiar en la cual confiar y seguirla. Bloqueas las
otras voces, aunque tratan de confundirte.
Juan 10: 27 Mis ovejas oyen mi voz, y Yo las conozco, y me siguen, 28 y Yo les doy vida
eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano.
IV. Conclusión
Andar en el espíritu es la única manera en que podemos vivir una vida que
realmente vaya de acuerdo a la palabra de Dios.
La única manera en que podemos obedecer y andar en los caminos de Dios es
con la ayuda Diaria del Espíritu Santo en nuestras vidas, la total dependencia de
nosotros hacia Dios, esperando y descansando en que Dios nos dé la capacidad
para obrar correctamente.
Mantener tus ojos fijos en Jesús
Mantenerte vigilante y alerta
Tener discernimiento y decisión
Ser guiado por el Espíritu en lugar de permitir ser guiado por la carne