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DE TU VIDA
Filipenses 2:12-18
PARA COMENZAR...
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El apóstol Pablo está en una cárcel domicilia-
ria, ya tiene una avanzada edad y se da cuenta
que el cristianismo no pasa sólo por la defensa
de la fe, sino por la evidencia de una vida trans-
formada por Cristo. Por eso, insiste tanto en la
alegría, en la disposición, en la humildad, en el
contentamiento, él sabe que la mejor carta de
presentación de un cristiano es su carácter.
Por eso, tomando este texto de las Sagradas
Escrituras, podemos reflexionar acerca de tener
un año soñado, un año que haga la diferencias
con otros años, un año que pueda tornarse el me-
jor año de nuestras vidas.
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C A P Í T U LO 2
SI TE OCUPAS DE TU
SALVACIÓN (V.12-13)
12Por tanto, amados míos, como siempre habéis
obedecido, no como en mi presencia solamente,
sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos
en vuestra salvación con temor y temblor.
13porque Dios es el que en vosotros produce así
el querer como el hacer, por su buena voluntad.
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da día y afectamos nuestra vida y nuestro entor-
no.
La buena noticia es que el Espíritu Santo ya
está haciendo esa obra en nosotros. Dios está
constantemente produciendo en nosotros esa in-
comodidad constante, ese deseo de ser mejor,
ese anhelo por glorificarlo, esas ganas de que es-
te año sea diferente y lo maravilloso es que si nos
acercamos a Jesús, Él nos dará la capacidad de
llegar a ser como Él, por eso, el apóstol nos dice
que “Dios es el que en vosotros produce así el
querer como el hacer, por su buena voluntad”
(v.13).
Dejemos el complejo de Peter Pan y no eterni-
cemos más nuestra etapa infantil en la vida cris-
tiana. Pablo hace una evaluación de los Filipen-
ses al decirles: “siempre habéis obedecido, pero
en mi presencia solamente”, ha llegado la hora
de hacerlo también “en mi ausencia”, porque la
obediencia madura obedece sin la necesidad que
alguien le ordene: ocupémonos de nuestra salva-
ción “con temor y temblor”.
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C A P Í T U LO 3
SI ILUMINAS CON LA
PALABRA DE VIDA
(V.14-16)
14Haced todo sin murmuraciones y
contiendas, 15para que seáis irreprensibles y
sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio
de una generación maligna y perversa, en
medio de la cual resplandecéis como
luminares en el mundo; 16asidos de la
palabra de vida, para que en el día de Cristo
yo pueda gloriarme de que no he corrido en
vano, ni en vano he trabajado.
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bles, dulces, correctas, generosas, bondadosas. Y
por eso, los que creen en Jesús pueden brillar en
medio de gente perversa, ácida, desagradable, tó-
xica y maligna.
Entonces, ¿qué estamos haciendo mal? Al pa-
recer, estamos más preocupados por la Palabra
de VERDAD que por la Palabra de VIDA, y en es-
to, nuestra tradición protestante ha influido,
pues una de las razones de la Reforma Protestan-
te fue reafirmar nuestro compromiso con la Pala-
bra de verdad. Pero, de nada sirve que estemos
preocupados en defender la verdad, si esa ver-
dad no produce vida. Si la verdad no está al servi-
cio de la vida, entonces, no sirve que sea verdad.
El apóstol Pablo nos lleva a la idea de “aferrar-
nos” a la palabra de Vida para ver como ella nos
va “encendiendo” para iluminar en medio de la
oscuridad. Una lógica muy distinta a la de la reli-
giosidad, en la que frente a las diversas situacio-
nes y áreas de mi vida, le pedimos a Dios que
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venga a dar “sus" soluciones a nuestros proble-
mas.
En la lógica de Dios, Él nos invita a “asirnos”
de la Palabra de Vida, a “abrazarla” para que ella
nos ilumine. Y es justamente esta Palabra la que
va transformando nuestra vida y nos va “cristifi-
cando” para que la luz de Cristo brille en noso-
tros y seamos luz en este mundo.
De nada sirve que demostremos cualquier
punto teológico (“Haced todo sin murmuracio-
nes y contiendas”), si no estamos “iluminando”
en la vida. Este año puede ser el mejor año de
nuestra vida, si por la palabra de Vida nos con-
vertimos en personas educadas, dignas, bellas,
dulces, amables, de buen nombre, pacientes,
agradables, en resumen, personas en las cuales
la luz de Cristo brilla para Su gloria.
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C A P Í T U LO 4
SI TE ALEGRAS EN TU
TRANSFORMACIÓN
(2:17-18)
17Y aunque sea derramado en libación
sobre el sacrificio y servicio de vuestra
fe, me gozo y regocijo con todos vosotros.
18Y asimismo gozaos y regocijaos
también vosotros conmigo.
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do cuando dice que ha sido “derramado en liba-
ción sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe”:
«23 ¿Son uds. servidores? Yo más; en traba-
jos más abundante; en azotes sin número; en
cárceles más; en peligros de muerte muchas ve-
ces. 24 De los judíos cinco veces he recibido cua-
renta azotes menos uno. 25 Tres veces he sido
azotado con varas; una vez apedreado; tres ve-
ces he padecido naufragio; una noche y un día
he estado como náufrago en alta mar; 26 en ca-
minos muchas veces; en peligros de ríos, peli-
gros de ladrones, peligros de los de mi nación,
peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, pe-
ligros en el desierto, peligros en el mar, peligros
entre falsos hermanos; 27 en trabajo y fatiga,
en muchos desvelos, en hambre y sed, en mu-
chos ayunos, en frío y en desnudez; 28 y ade-
más de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa ca-
da día, la preocupación por todas las iglesias.»
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La carta a los Filipenses es llamada la “Epísto-
la de la alegría”, pero no de “aquella” que intenta
reemplazar el verdadero gozo y satisfacción en
Dios. Aquí tenemos una carta que habla de su
transformación, de su obsesión por Cristo, de la
“cristificación” de su vida. Pablo dice que en su
vida pasó dolor, prisión, soledad, miedo, cansan-
cio, hambre, sufrimiento y desea que sus herma-
nos se “alegren con él” . El Espíritu Santo se preo-
cupa en mostrar que el apóstol, a pesar de haber
pasado todas esas circunstancias, tiene su mun-
do en orden, posee serenidad, seguridad, estabili-
dad y contentamiento.
Lo interesante es que Pablo nos desafía a ale-
grarnos con él en su sufrimiento. Lo más lógico
es que nos invite a “solidarizar con su tristeza”,
pero, aquí nos presenta una aparente contradic-
ción.
El punto es que la solidaridad con el éxito y la
alegría de un amigo es más difícil que solidarizar
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con su sufrimiento. Nos es difícil alegrarnos fren-
te a la noticia del amigo cuando nos dice que se
compró un auto nuevo, una casa en la playa, que
fue ascendido en el trabajo, que adelgazó, etc.
Nos es más fácil llorar con quien sufre, que ale-
grarnos con quien se alegra. Pero, aquí no tene-
mos ni lo uno ni lo otro: el pedido paradójico de
Pablo es “alégrense conmigo aún en medio de
mis sufrimientos”. ¿Cómo uno puede alegrarse
de esa manera? La única manera es cuando ve-
mos lo que Dios está haciendo en nosotros.
Esta es la manera de Dios, cuando entramos
en la misma dinámica espiritual que entendió el
apóstol Pablo, en la “cristificación” de nuestra vi-
da. No son las situaciones lo que nos traerán ale-
gría, sino el poder de Cristo en nuestra vida que
nos hará brillar en medio de la oscuridad, la ale-
gría de Cristo que será nuestra fuerza en nues-
tras debilidades, la paz de Cristo que sobrepasa-
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rá nuestro entendimiento, el amor de Cristo que
permanecerá fiel hasta el fin.
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HACIA NUESTRA
ESPIRITUALIDAD...
Este puede ser el mejor año de nuestra vida si
nos disponemos a experimentar una dimensión
más profunda de nuestra relación con Dios.
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Debemos avanzar hacia la madurez, percibir
nuestras fallas de carácter como factores que difi-
cultan nuestro crecimiento cristiano. Debemos
ocuparnos de nuestra salvación, no dejando las
cosas por la mitad, sino colocando aquellos as-
pectos de nuestra espiritualidad a los pies de
Cristo para ser salvados por Él.
Avancemos hacia una forma de cristianismo
en que la verdad esté al servicio de la vida. Con-
centrémonos en aferrarnos a la Palabra de Vida
para que ella nos ilumine, para que nos vaya
“cristificando” y la luz de Cristo brille en noso-
tros para ser luz en un mundo cada vez más alie-
nado y perverso.
Y aunque este año pasemos por tiempos difíci-
les, alegrémonos en los propósitos de un Dios
que ha desplegado los recursos de su providen-
cia en nuestro beneficio. Sólo Cristo en nosotros
puede traernos paz y fortaleza en medio de las
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tormentas de la vida. ¡Que el Señor nos ayude a
buscar que sea el mejor año de nuestras vidas!
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EL MEJOR AÑO DE TU VIDA
xx