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Ceso de inquietarme frente a las dificultades sabiendo que son ocasiones de crecimiento en el

amor y la sabiduría. Acepto todo lo que se me presenta en este momento. Sigo mi intuición y
paso a la accion sin esperar. Soluciones maravillosas e inesperadas se me presentan. Aportó mi
contribución al mundo de la abundancia con alegría

Abro mi intuición a lo que concierne mi vida amorosa. En mi vida aparecen ahora


oportunidades nuevas y hermosas. Ha llegado el momento para mi de vivir una relación
privilegiada, sana, creadora, libre, reconfortante y de plena inspiración. Abro mi corazón al
amor incondicional y la alegría.

Tengo confianza en la cualidad es que Dios me ha dado. Abandonó mis dudas y mis titubeos y
elijo jugar de lleno y sin reservas la partida que la vida me ofrece. Ahora el universo me
contesta y me proporciona alegria, abundancia y luz para todos los que me rodean.

Manifiesto La Paz en mi y alrededor de mi. Eliminó toda crítica negativa de mi espíritu.


Comunico y sirvo con sencillez y amor.

Comunico inmediatamente todo lo que tengo que comunicar. Libero mi espíritu y vivo en paz
conmigo mismo y con los demás. No tengo por qué preocuparme de lo que piensen los demás,
se que el Universo me ama y me soporta totalmente.

Permito al amor divino que se manifieste a través de mi en todas las situaciones de mi vida.
Cuánto más manifiesto este amor, con más abundancia se me da.

No tengo tiempo que perder. Paso a la acción ahora con energía y determinación.

Si quiero La Paz en la Tierra primero debo construirla en mi. Me libero de todos los
pensamientos negativos que tengo hacia mi mismo y hacia los demás. Redescubro El Niño
divino en mi con toda su pureza, su poder y su sencillez.

No hay crítica en mi ni contra mi. Toda negatividad desaparece de mi universo. Atraigo hacia mi
todas las personas abiertas, llenas de amor y tolerantes. Juntos jugamos y creamos un mundo
de paz, de alegría, y de amor para nosotros y toda la humanidad.

Dejo de ser el centro de mi propia vida e irradio amor, luz y comprensión a mi alrededor.

A pesar de las tinieblas y dificultades continuo mi camino con fuerza y coraje. Persevero. Todas
las dificultades desapareces unas detrás de otras y ahora realizo mis mejores objetivos.

Vivo el momento presente, aquí y ahora. Dejo que se vaya toda la preocupación frente al
futuro o el remordimiento por el pasado. En el momento presente, abro mi alma a una
creatividad maravillosa y experimento mi vida de forma nueva en cada instante. Así encuentro
La Paz, la alegria y la Libertad.

Ceso toda agitación mental y dejo que el silencio se instale dentro de mi. Escucho mi intuición
y libre de toda expectativa o temor, invoco la solución divina que se me aparece de forma clara
y natural en La Paz de mi alma.

Cada vez que una puerta se cierra otra se abre hacia horizontes más amplios y bellos. El
espacio creado naturalmente en mi vida, me aporta ahora posibilidades de plenitud todavía
mayores. Acojo lo nuevo con confianza y gozo.
He nacido para contribuir al bien y para diferenciarme. Me manifiesto total y completamente
en lo mejor de mi mismo. Abandonó mis temores y mis dudas y desde ahora brillo al servicio
desinteresado y su sencillez.

Me detengo y apaciguo toda agitación interior. Me tomo el tiempo de observar la belleza de


todo lo que me rodea y la de mi alma con paz y tranquilidad. Escucho mensajes de la
naturaleza y la música del Universo. Sumergido en esta paz, Dios me habla y me conduce
suavemente hacia la realización de mi destino.

Me atrevo ahora y me comprometo a tomar todos los riesgos necesarios para que se
manifiesten completamente mis cualidades.

Mi camino está libre de obstáculos inútiles. Recibo una ayuda poderosa procedente de los
mundos visibles e invisibles. Soy libre de jugar al gran juego de la vida y puedo aportar mi
contribución al mundo en la alegría, humor y amor.

Se que soy la fuente de todo lo que se presenta en mi vida y que tengo todo el poder necesario
dentro de mi para generar una vida totalmente satisfactoria. Ceso de criticar a los otros o a las
circunstancias. Libero mi poder creador con la ayuda vigilante de Dios y aporto alegria y luz a
mi vida y a la de los demás.

No tengo por qué apresurarme. El tiempo trabaja a mi favor. Con la ayuda De Dios, todo se
arregla de forma apropiada y perfecta para mi gran bien. Permanezco tranquilo y lleno de
confianza, y me tomo el tiempo de celebrar la perfección del momento presente en serenidad
y alegria.

Me rindo. Dejo que se vayan las ilusiones, ligaduras y agitaciones del mundo ordinario. Miro a
las personas y a las cosas con la consciencia de mi alma en calma, con desapego y amor. Una
energía potente y nueva emerge de mi. Me siento llevado a la accion justa y tengo éxito en
todo lo que emprendo con alegria, facilidad y libertad.

Me desprendo de todas mis ideas preconcebidas. Miro a la gente de una forma nueva,
equilibrada, abierta y sin prejuicios. Dios me guia en el equilibrio y en el buen sentido.

Si tengo dificultades con una persona es porque no he logrado comunicar con ella por los
medios corrientes. Entonces pido al Ser Supremo que me ilumine en esta situación. No hablo
más de este asunto. Se que la energía del Amor Infinito entra en acción y que todo se arregla
con facilidad, rapidez y éxito.

Ceso de tomarme todo tan en serio. Abandono la idea de sentirme importante. Desdramatizo
mi vida. Descubro nuevamente la alegria, la ligereza y la magia de la vida a través de la
sencillez, el buen humor, la risa y el juego.

Perdono entera y libremente. Me libero de todo re sentimiento o culpabilidad. Soy totalmente


libre y dejo a los demás libres. La Paz reina ahora dentro de mi y en mi entorno. Confío en la
sabiduría del Universo y mi situación se armoniza divinamente para el mayor bien de todos.

Me confío a mi intuición. No tengo que luchar ni debatir, ni siquiera mentalmente, para


mejorar esta situación y alcanzar mis objetivos. Dios me guia y el bien y alcanzar mis objetivos.
Dios me guia y el bien que deseo esta cercano y fácil de obtener.
No permaneceré en este estado. Las fuerzas sanadoras del Universo entran en acción ahora
para mi mayor bien. Abro mi corazón al amor divino, me confío a mi intuición y obtengo
grandes éxitos en el momento presente de una forma natural y fácil.

A fin de ser afortunado y realizar los profundos deseos de mi alma, ahora me libero de toda
hostilidad, rencor, crítica o irritación hacia mi mismo y hacia los demás. Elijo vivir cada
momento de mi vida en la alegría, el desapego, el humor y el amor. Celebro mi vida.

Abandono los viejos hábitos, elijo la oportunidad de cambiar completamente mi vida, Dios me
soporta totalmente en esta acción, y todas las puertas del éxito se me abren.

Desarrollo ahora mi fuerza de voluntad. Aúno mi voluntad a las cualidades de mi corazón y


manifiesto asi concretamente la voluntad De Dios sobre la Tierra.

El plan de mi vida se desarrolla por etapas, según la voluntad de mi alma. Acojo cada una de
esas fases con serenidad, desapego y alegria, sabiendo que soy guiado siempre con sabiduría y
amor por el camino hacia la plena realización de mi Ser.

Sigo el camino de mi intuición con toda fe. Escucho mi juicio interior sobre las cosas y me dejo
conducir para crear una vida armoniosa y de servicio.

Ahora estoy listo para llevar una vida llena de vigor y de desafío a fin de contribuir a la plena
manifestación de La Luz sobre la Tierra. Ninguna tarea me asusta, ninguna dificultad puede
detenerme. Trabajo con energía y entusiasmo, pues Dios está conmigo y me respalda en todos
mis esfuerzos.

Me libero de todo juicio, crítica o resentimiento frente a mi mismo o hacia los demás. Me
rindo. Perdono, desdramatizo y abro mi corazón a la alegria, al amor incondicional, al buen
humor y a la magia de la vida. Me reconozco como un ser libre y creador de su Universo.

Irradio felizmente el amor y la sabiduría de mi alma hacia mi mismo, hacia el mundo que me
rodea y hacia toda la humanidad. Soy uno con el Universo.

No tengo nada que temer. La inteligencia Suprema opera y produce resultados divinos.

Abandono del todo mi pasado y el de los demás. Perdono completamente. De forma definitiva,
desdramatizó mi vida y resplandezco en la ligereza, el humor, la felicidad, y la alegría de vivir
cualesquiera que sean las circunstancias. Celebro mi vida con entusiasmo.

Abandono ahora mismo toda crítica. Abro mi corazón a la tolerancia, a la simpatía, la paciencia,
la ternura y a la humildad.

Ahora voy por delante de los demás y de las situaciones. Me expreso y resuelvo los conflictos
sin perdedor. Afirmo y manifiesto el poder de mi ser en el amor, la comprensión, y el respeto
de los otros y de mi mismo.

Dedico totalmente mi vida a la manifestación del Ser Divino dentro de mi. Ningún obstáculo
puede detenerme, los atravieso todos con energía, coraje y confianza. Dios me acompaña y me
respalda en su energía y en su luz.
Decido pasar a la accion, ahora mismo. Abandono mi pasado y reconstruyo mi vida sobre
cimientos enteramente nuevos. La Luz de mi alma me guia hacia nuevos caminos y nuevos
horizontes para mi mayor bien.

Atravieso un período de realización divina. Las puertas se abren delante de mi y los éxitos no
cesan de manifestarse según las más bellas posibilidades de mi destino.

Vivo ahora en el rigor, la perfección y la conciencia plena. Esos son los retos de mi vida
presente. Los acepto y, cultivando todas esas cualidades, encuentro mi camino y mi fuerza.
Realizo mi destino.

Cuanto más tiempo tarde en obtener los resultados que deseo, más maravillosos serán esos
resultados a condición de que acepte vivir esta espera en La Paz, el desapego y la confianza
Serena de la accion benéfica e inteligente del Ser Divino que me guia.

Si mantengo mi confianza y persevero, ningún poder sobre la Tierra podrá impedir que el éxito
se manifieste. Dios me apoya totalmente en todos mis proyectos.

Acepto todos los retos de mi vida actual, sin reservas. Libero mi espíritu de toda crítica, queja,
pesar o duda. Elijo entregarme totalmente al juego que la vida me ofrece en la actualidad. De
esta forma, abro la puerta al poder de mi alma y se producen maravillosos e inesperados
éxitos.

Todo lo que no contribuye a mi felicidad desaparece ahora de mi vida, por lo que me despego
de ello totalmente. Dios realiza ahora con fuerza los deseos que había puesto en mi a fin de
manifestar su voluntad. El camino de mi vida es luminoso y libre.

Mis dificultades, mis decepciones o mis fracasos aparentes son simplemente signos que
indican que mi éxito está cercano. Me sirvo de ellos para impulsarme hacia adelante, para
desarrollar todas mis cualidades y así mi éxito final será mucho más brillante.

La ley universal de justicia y libertad trabaja favorablemente para todos, a través de cada uno
de nosotros. Nadie, ni ninguna circunstancia puede impedir realizar mis aspiraciones más
profundas en armonía con la voluntad de mi alma. Confío en la sabiduría divina. Todo se
arregla ahora.

Guardo mi espíritu orientado hacia la abundancia, la salud, felicidad, y el triunfo. Me alejo de la


gente negativa. Abandono todas las actividades y relaciones inútiles. Me rodeo de personas
cooperativas y con éxito, presencia de ánimo positivo y las que me apoyan con sus destellos.

Cultivo en mi, ahora, la humildad, sabiendo que ella es la puerta de la sabiduría, del verdadero
poder y de la Paz. Irradio el amor, La Paz, y la sencillez de mi alma, ahora.

Soy capaz de hacer mucho. Cuando permanezco abierto a las más bellas cualidades de mi
alma, realizo tareas enormes con facilidad y éxito.

Abandono mis preocupaciones personales. Mi vida se engrandece y pongo toda mi energía en


servir y dar. Esta es la verdadera fuente de mi felicidad.
En cada persona a percibo al Ser Divino. Amo, respeto y acepto a cada una como
manifestación de la voluntad divina sobre la Tierra. Así permito a todos los que me rodean
manifestar lo mejor de ellos mismos. Juntos aportamos la sanacion, la armonía y la libertad a
nuestro mundo para el mayor bien de todos.

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