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INSTITUTO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

MAESTRÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

MATERIAL DE APOYO

Problemas Económicos Políticos y Sociales


de México
Abril del 2010
I. Estructura del programa
1.1.Presentación
1.2.Justificación
1.3.Objetivos generales
1.4.Procedimientos
1.5.Actividades individuales
1.6.Actividades grupales
1.7.Contenidos
1.8.Criterios de evaluación

II. Agenda de trabajo.

Tema 1. Complejidad Social, Política y Económica de México


1.1 La Complejidad Social Mexicana
1.2 La Complejidad Política Mexicana
1.3 La Complejidad Económica Mexicana

Unidad 2. Lo Social
2.1 Sociedad Civil
2.2. Organismos no gubernamentales
2.3 Pobreza y marginación
2.4 Seguridad Pública
2.5 Migración
2.7 Exclusión social y educación
2.8 Los desafíos de la seguridad social
2.9 Desarrollo humano en México

Unidad 3 Lo Político
3.1 El concepto de lo político
3.2 La democracia y la ciudadanía
3.3 La gobernabilidad
3.4 Participación ciudadana
3.5 Reforma del Estado y transición a la democracia
3.6 Factores de Poder Político en la Educación
3.7. Delincuencia e inseguridad pública

Unidad 4. Lo económico
4.1 Ante el mundo globalizado
4.2 Balance del TLC
4.3 Desempleo
4.3 Economía Informal
4.4 Economía y Movilidad Social por la Educación
4.5 Presupuesto y Desarrollo Educativo de México

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Unidad 5. Alternativas frente al desencanto
5.1. Reforma del Estado
5.2 Reforma Social
5.3 Reforma Política
5.4 Reforma Económica
5.5 Reforma del SEM
5.4 Transparencia
5.5 Combate a la corrupción
5.6 Compromiso ciudadano
5.7 Incidencia política de la sociedad civil organizada

III. Estructura de Contenidos

IV. Bibliografía

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1.1. Presentación

El estudio de los problemas sociales, políticos y económicos de México, es una de las


asignaturas necesarias para la formación integral de todo profesional de la educación
en cualquiera de sus niveles y modalidades de enseñanza. Si recuperamos el ideal
educativo establecido en el artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, encontraremos señalado con toda claridad el objetivo de hacer de la
educación, el factor definitivo para la articulación de una sociedad civil plenamente
ciudadanizada y comprometida con el desarrollo democrático de la nación.

Para alcanzar el cumplimiento de este propósito, se requiere de un conocimiento claro


de los desafíos que configuran el perfil social, político y económico del país, a fin de
consolidar una práctica educativa que se comprometa con el contexto socio-político y
económico que la condiciona y posibilita. Los horizontes de resolución para muchos de
los retos que enfrenta México, se encuentran en la tarea consciente y responsable de
educar a las personas como ciudadanos. Una educación pertinente y relevante, es
aquella que se hace cargo del compromiso de construir entornos de aprendizaje
basados en la práctica de la democracia como forma de vida y no sólo como forma de
gobierno.

La vida democrática es ir más allá de los procesos electorales trienales o sexenales, la


democracia es una forma de convivencia humana en la que el respeto a las libertades
individuales, el compromiso con la resolución de los problemas colectivos, el
reconocimiento de la diversidad social, el respeto irrestricto a las normas jurídicas que
regulan la convivencia de todos y las condiciones para una mayor equidad en la
distribución de los beneficios económicos del crecimiento; constituyen los elementos
indispensables de la cultura cívica democrática que hará de cada mexicano un
ciudadano comprometido con las respuestas que el país necesita.

Consolidar la calidad de la democracia en México, requiere de una sociedad civil


organizada y capaz de interactuar con el Estado, incidir en las políticas públicas por él
diseñadas, además de ser parte activa de la toma de decisiones nacionales con base
en el reconocimiento mutuo de derechos y obligaciones. Otorgar carta de ciudadanía a
cada mexicano, es asumir –además de la libertad- la independencia de conciencia que
contribuye a enriquecer el diálogo democrático nacional, desde una perspectiva
incluyente en la que todos los actores sociales accedan al Estado de derecho que,
materialice jurídicamente, las respuestas acordadas en conjunto para el desarrollo de
México.

La antología Problemas Económicos, Políticos y Sociales de México abona a favor de la


concepción politológica, histórica, económica y sociológica de las condiciones que
permitirán la estabilidad democrática y la ciudadanización de la sociedad mexicana. Es
un trabajo que reúne investigaciones que seguramente abrirán el espacio para la
discusión fundamentada sobre la complejidad de los problemas que aquejan al país, a
través de su lectura, el estudiante será capaz de comprender el contexto en el que se
inscriben sus prácticas educativas en su zona de influencia. Esto permitirá que su
desempeño se potencie como práctica reflexiva que otorgue sustento a la
ciudadanización plena de la sociedad en la que desarrolla sus tareas.
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Justificación.

La antología Problemas Económicos, Políticos y Sociales de México es un esfuerzo


institucional por presentar a los estudiantes de la Maestría en Ciencias de la Educación
del Instituto de Estudios Universitarios, los ejes conceptuales que definen el perfil
social, político y económico de la compleja realidad del país. Para la integración de la
antología se parte de los siguientes supuestos básicos que la justifican a través de los
objetivos planteados.

En la antología se abordan temas tales como la constitución de la sociedad civil, la


participación política de los ciudadanos, la seguridad pública, las condiciones
económicas actuales, la opinión pública, el papel de las organizaciones no
gubernamentales, la economía informal, el desempleo, la pobreza y las alternativas
para el desarrollo de México propuestas por especialistas de los más diversos campos
de las ciencias sociales y humanas. Esta multidimensionalidad de las lecturas
propuestas, facilitará el acceso a los argumentos más representativos de un debate por
la nación que aún se está dirimiendo y que su desarrollo equilibrado dependerá mucho
de los ciudadanos que en él intervengan.

1.3 Objetivos generales

Reflexionar sobre la educación como una práctica social que se ubica en


un contexto caracterizado por factores políticos, societales, culturales y
económicos que inciden directa o indirectamente en la definición de su
viabilidad como agente transformador de la vida de las personas.
Experimentar que la educación es una tarea orientada hacia la formación
de ciudadanos responsables y conscientes de su papel como agentes
activos del cambio social para el desarrollo de México.
Ampliar el horizonte de conocimientos de la educación como un
compromiso con la complejidad de los problemas que aquejan al país,
desde los más diversos ámbitos de la vida en sociedad y cuya solución
requiere de perspectivas interdisciplinarias que trasciendan los límites del
conocimiento fragmentado y reduccionista del racionalismo moderno.
Comprender que la educación es un proyecto de vida democrático que se
fundamenta en la constitución de una ciudadanía responsable, incluyente,
dialogante e independiente.

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1.4 Metodología.

Claramente, se asume una metodología de análisis textual que propone un estudio de


la problemática social, política y económica de México que rebasa el análisis
disciplinario, por lo que el esquema de pensamiento complejo nos permite abordar el
análisis de nuestro país con instrumentos conceptuales, críticos y metodológicos que
interactúan, haciendo posible la identificación del carácter multidimensional, interactivo,
interrelacionado y recursivo, de los diversos desafíos sociales, políticos y económicos
que enfrenta nuestro país.
Nuestra propuesta de lecturas es pertinente porque sin ser exhaustiva, toca los
problemas más significativos de la realidad nacional contemporánea y le permitirán al
lector agudizar su mirada para identificar la forma en que su labor como educador
contribuye al mejoramiento de las condiciones de vida de las personas situadas en su
zona de influencia. La metodología a seguir les permite regresar a la práctica con una
nueva mirada y con un saber enriquecido, para recrearla.

1.5 Actividades individuales.

Partiendo del hecho de evitar actividades simplificadoras, es pertinente la necesidad de


contemplar la relación dialógica entre comprensión y explicación para ello requerimos
actividades tanto individuales como grupales que atañen a métodos explicativos que
garanticen la comprensión subjetividad humana, de lo concreto humano, incluso de la
dimensión afectiva humana.

Estudio de casos
Preguntas reflexivas
Ejercicios de preguntas y respuestas, donde el discente ubique la idea central del
autor con su respetiva cita APA
Lecturas reflexivas desde tres dimensiones: personal, profesional y laboral
Recorte temático de la realidad a través de un collage

1.6 Actividades grupales

Acercamiento a la realidad mediante lecturas dialogadas con la finalidad de


adentrarse en su complejidad y extraer algunos elementos para su análisis
Elección en trabajo colaborativo de la situación educativa que queremos mejorar
a partir de las lecturas propuestas
Análisis en equipos de trabajo de la situación económica, política y social con
base en nuestras experiencias e interpretaciones
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Realizar ejercicios de observación de la realidad
Construcción de nuevas explicaciones con base en nuestras experiencias
enriquecidas por la observación
Reformulación de los esquemas de conocimiento y sus representaciones gráficas
con base en el collage realizado.

1.7 Contenidos.
Tema 1.- Complejidad Social, Política y Económica de México
1.7 La Complejidad Social Mexicana
1.8 La Complejidad Política Mexicana
1.9 La Complejidad Económica Mexicana

Unidad 2. Lo Social
2.1 Sociedad Civil
2.2. Organismos no gubernamentales
2.3 Pobreza y marginación
2.4 Seguridad Pública
2.5 Migración
2.7 Exclusión social y educación
2.8 Los desafíos de la seguridad social
2.9 Desarrollo humano en México

Unidad 3 Lo Político
3.1 El concepto de lo político
3.2 La democracia y la ciudadanía
3.3 La gobernabilidad
3.4 Participación ciudadana
3.5 Reforma del Estado y transición a la democracia
3.6 Factores de Poder Político en la Educación
3.6.1. Los discursos políticos de la educación
3.6.1.1 Calidad, competencias, acreditación
3.6.2. Las prácticas políticas en la educación
3.7. Delincuencia e inseguridad pública

Unidad 4. Lo económico
4.1 Ante el mundo globalizado
4.2 Balance del TLC
4.3 Desempleo
4.4 Economía Informal
4.5 Economía y Movilidad Social por la Educación
4.6 Presupuesto y Desarrollo Educativo de México

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Unidad 5. Alternativas frente al desencanto
5.1. Reforma del Estado
5.2 Reforma Social
5.3 Reforma Política
5.4 Reforma Económica
5.5 Reforma del SEM
5.4 Transparencia
5.5 Combate a la corrupción
5.6 Compromiso ciudadano
5.7 Incidencia política de la sociedad civil organizada

1.8 Criterios de evaluación.


Las rubricas son una alternativa de evaluación útil en la revisión de desempeño de las
personas, será el docente junto con el discente quien podrá generar los indicadores
precisos, incluimos aquí algunos indicadores, así como alternativas de evaluación:

Conocimientos Destrezas Competencias


Gráficas Estadísticas Manejo de ordenadores Adaptabilidad al cambio
Economía general Escritura o manejo de textos Alta adaptabilidad
Política general Comunicación oral(buena voz Flexibilidad
y dicción)
Problemas sociales en general Resistencia al cansancio Aprendizaje continuo
Normas sociales según el Reparación de objetos Autodirección basada en el
ámbito de los negocios valor
Idiomas Resolución de problemas Autonomía
complejos
Conocimiento de situaciones Buen trato con las personas Colaboración
sociales, económicas y
políticas específicas Humildad intelectual Dirección de equipos
Del Sistema Educativo Empatía intelectual Ética
Méxicano(SEM)
SEM del nivel medio superior Autonomía intelectual Prudencia
SEM del nivel Superior Integridad intelectual Justicia
SEM nivel básico Perseverancia intelectual Temple
Fuente. Elaboración Propia con datos de Martha Alles (2007) Selección por competencias, México: Granica,pp .26-28

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Otra alternativa es señalar rubros específicos y sobre ellos incluir % de alcance al
100%.
- Estudio de caso
- Análisis FODA
- Propuesta de Mejora
Si estas no son suficientes ante la dinámica del grupo, agradecemos incluya alguna
modalidad que le permita evaluar el desempeño personal, profesional y laboral del
discente tanto en aprendizaje áulico como en el extra áulico.

II. Agenda de trabajo

A continuación se presenta una distribución de lecturas sugeridas para el estudio y


comprensión de cada uno de los objetivos. El curso está pensado para ser expuesto en
seis sesiones de cinco horas cada una, por lo cual se insiste en el trabajo previo a las
sesiones de las lecturas sugeridas para cada uno de los contenidos.

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Tema 1. Complejidad Social, Política y Económica de México
Objetivo. Reconocer desde diversas posturas la complejidad de lo social, lo político y la económico de
nuestro país, con la finalidad de buscar alternativas de solución personales y colectivas
Ejes de Reflexión Lectura Previa
1.1 La Complejidad 01) González Pedrero Enrique (2006) El destino de México en
Social La cuerda tensa. Apuntes sobre la democracia en México, 1990-
2005, México: FCE, pp. 90-96.(5)
02) Mc Cadden M. Carlos y Bravo Aduna Raúl (2008) La clase
media mexicana en Revista Este País. Tendencias y Opiniones.
México, No. 213, pp. 10-11(1)
03) Popkewitz Thomas et. al. (2005) Gobernación Educativa e
Inclusión y Exclusión Social: Dificultades conceptuales y
problemáticas en la política y en la investigación en Luengo Julián
J. Paradigmas de Gobernación y de exclusión social en la
educación. México:, Ediciones Pomares pp.116-175(53)
1.2 La Complejidad 05) Peschard Jacqueline(2006) Quince años de cambios en la
Política Política Méxicana en Este País, Tendencias y opiniones,
México, No. 181, pp.31- 34(3)
06) Monedero Juan Carlos (2009) ¿Dónde estamos? Otra gran
transformación: El callejón sin salida de la separación de la
economía y la política en El gobierno de las palabras. Política para
tiempos de confusión, México, FCE, pp.119-129(10)

1.3 La Complejidad 07) Fundación Este País (2008) ¿Hacia un nuevo orden
Económica económico mundial? en Revista Este País. Tendencias y
Opiniones. México: No 213,
pp. 75-80.(5)
08) Suárez Dávila Francisco ( 2008) La economía 1991-2006:  “ Del
milagro al Espejismo”:   ¿   Como   retomar   el   camino   hacia   2021?
Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México: No 213, 14-
19
09) Consulta Mitofsky (2010) Economía, Gobierno y Política en
Monitor Mensual de Consulta Mitofsky, pp.1-27.

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Tema 2. Lo Social
Objetivo. Identificar desde diversas posturas la complejidad de lo social de nuestro país, con la finalidad
de lograr la calidad de vida que toda persona posee
Ejes de Reflexión Lectura Previa
2.1 Sociedad Civil 10) Pavón Cuellar David y José Manuel Sabucedo
Cameselle (2010) El concepto de
“sociedad  civil”:  breve  historia  de  su  elaboración  teórica,    en  
Araucaria. Revista de Filosofía, Política y Humanidades, No.
21, Primer semestre de 2009, pp.62-92 Consultado en marzo
2.2 Organismos No 11) Salinas Amezcua Bertha y Amador Pérez Silvia Elena
gubernamentales (2007) Participación, e incidencia de la sociedad civil en Las
políticas educativas: el caso mexicano. Buenos Aires:
Fundación Laboratorio de Políticas Públicas. pp.1-69.
2.3 Pobreza y Marginación 12) Sebastián Luis de (2009) Capitalismo y pobreza en la
globalización, en Propuestas para un globalización más
humana, México: CÁTHEDRA, Eusebio Francisco Kinos S.J,
pp.25-33
13) Székely, Miguel (2006) Perspectivas sobre la pobreza y
la  desigualdad  en  México:  “Hay  que  correr  más  rápido  que  el  
tigre”  en   Revista Este País. Tendencias y Opiniones.
México: No 213. pp. 26-30
2.4 Seguridad Pública 15) Ruiz Harrell, Rafael (2006) Inseguridad: 1990-220,
México, en Revista Este País. Tendencias y Opiniones.
México: No 213,
pp. 40-44
2.5 Migración 16) Santibáñez Romellón, Jorge (2006) La migración
internacional: la asignatura pendiente de México en La
agenda internacional de México 2006-2012, México: Ariel,
pp. 135- 146.
2.6 Los desafíos de la seguridad 17) Kraus Arnoldo ( 2009) La enfermedad de la pobreza.
social. Entrevista con Jesús Kumate en Revista Letras Libres,
México, Año XI, No. 126, pp. 24-28.

2.8 Los Medios de 19) Juárez Gámiz Julio (2009) Por quién vota la televisión
Comunicación en Revista Nexos. Academia México; No. 383, pp. 80-82
2.9 Desarrollo Humano en 20) López Calva Luis F. y Roberto Vélez Grajales (2003) El
México concepto de desarrollo humano, su importancia y aplicación
en México en Estudios sobre desarrollo humano No 2003-1,
pp. 1-46 (Consultado 2010, 13 abril)

11
Tema 3. Lo político
Objetivo. Asumir desde diversas posturas la complejidad de lo polìtico de nuestro país, con la finalidad de
lograr el bien vivir de los ciudadanos.
Ejes de Reflexión Lectura Previa
3.1 El Concepto de lo 21) Zaid Gabriel (2009) Izquierda y derecha: su prehistoria en
Político Revista Letras Libres, México, Año XI, No. 126, pp.50-53.

22) Monedero Juan Carlos (2009) Crítica y reconstrucción de la


política en El gobierno de las palabras. Política para tiempos de
confusión, México: FCE, pp. 41-55
3.2 La Democracia y la 23)  Monedero  Juan  Carlos  (2009)  La  opacidad  de  la  “democracia”  
Ciudadanía transparente”  o  la  mentira    de  la  concordancia  política  en    El
gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión, México,
FCE, pp.111-117.

3.3 La Gobernabilidad 25) Monedero Juan Carlos (2009) Gobernabilidad, mundialización y


consenso de Washington en El gobierno de las palabras. Política
para tiempos de confusión, México, FCE, pp.163-183

3.4 Participación 26) Fernández Poncela, Anna M. ( 2008) América Latina: mujeres
ciudadana percepciones y modelos políticos en
Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México, pp. 49-52

3.5 Reforma del Estado y 28) Sartori Giovanni (2005) La transición de México, ¿Hacia dónde?
Transición a la (Una agenda para la reforma) en Ingeniería constitucional
Democracia comparada, México: FCE, pp. 221- 237.
3.6 Factores de Poder 29) Muñoz Izquierdo Carlos (2009) Investigaciones acerca de la
Político en la Educación etiología del déficit educativo y sus implicaciones para la orientación
de las políticas públicas en ¿Cómo puede la educación contribuir a la
movilidad social? México: Universidad Iberoamericana, pp.33-59
3.7 Delincuencia e 30) Cuadernos del Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la
Inseguridad Pública Inseguridad (2009).Sexta Encuesta Nacional Sobre Inseguridad
(ENSI-6) Incidencia delictiva, México, ICESI, pp. 41-72

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Tema 4. Lo Económico
Objetivo. Reflexionar sobre las posibilidades de cambio económico que nuestro paìs requiere, con la
finalidad de ubicar los contextos y el devenir propio de una sociedad de conocimiento.
Ejes de Reflexión Lectura Previa
4.1 Ante el mundo 31) Sebastián Luis de (2009) La globalización y sus efectos , en
globalizado Propuestas para un globalización más humana, México:
CÁTHEDRA, Eusebio Francisco Kinos S:J, pp.9-24.

32) H. Pinché Bruno (2008) El archipiélago latinoamericano en


Letras Libres, México: Año X, No. 119, pp. 68-70

33) Green   Rosario   (2006)   “La   política   exterior   de   México   en   el  


próximo   sexenio”     en   La   agenda   internacional   de   México   2006-
2012, México: Ariel, pp. 83-88
4.2. Balance del TLC 34) Schettino Macario (2009) El abismo energético en Revista
Nexos. Agenda: Los nudos de México, México; No. 383, pp. 11-12

35) De la Calle Pardo Luis Fernando (2009) El trabajo


improductivo en Revista Nexos. Agenda: Los nudos de México,
México; No. 383, pp.12-14

36) Elizondo Meyer-Serra Carlos (2009) La banca: Culpas y


disculpas en Revista Nexos. Agenda: Los nudos de México,
México; No. 383, pp. 14-16

37) Esquivel Gerardo (2009) Telecomunicaciones: Esperando el


triple play, en Revista Nexos. Agenda: Los nudos de México,
México; No. 383, pp.
16-18
4.4 Economía y Movilidad 39) Durand Ponte, Victor Manuel (2009) Las dificultades de la
Social por la Educación universidad durante el desarrollismo en Muñoz García Humberto
(Coord.) La Universidad Pública en México, México: Miguel Ángel
Porrúa, UNAM-Seminario de Educación Superior, pp. 319- 334.

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Tema 5. Alternativas frente al desencanto
Objetivo. Aplicar una metamorfosis, que acompañe a una sociedad multidiversa pero sobre todo
esperanzadora de un Sistema Económico, Político y Social para las personas y con las personas.
Ejes de Reflexión Lectura Previa
5.1 Reforma del Estado 40) Góngora Pimentel Genaro (2008) La validez de las reformas
constitucionales en Revista Este País. Tendencias y Opiniones.
México, No. 213 pp. 21-23 (2)

5.2 Reforma Social: de 41) Emmerich Gustavo Ernesto (2009) Informe sobre la Democracia
súbditos a ciudadanos en México en Revista Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía,
una nueva cultura política Política y Humanidades, México, UAM, No. 21, Primer Semestre, pp.
186-225(39)
5.3 Reforma Política 42) Cansino César et. al. (2007) Calidad de la democracia en México:
límites y perspectivas. Una reflexión a varias voces en Por una
democracia de calidad. México después de la transición. México:
Centro de Estudios de Política Comparada, pp. 219-239.(20)
5.4 Reforma Económica 43) Sebastián Luis de (2009) Capitalismo y pobreza en la globalización
¿Es posible otra globalización? en Propuestas para un globalización
más humana, México: CÁTHEDRA, Eusebio Francisco Kinos S.J,
pp.35-55(20)
5.5 Reforma del Sistema 44) Ornelas Carlos (2006) Educación Nacional: Quince años quince en
Educativo Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México: No 213,
Mexicano(SEM) pp. 56-59(3)
5.6 Derechos Humanos 45) Álvarez Icaza (2006) Derechos Humanos en México. Análisis de
Situación y perspectiva en Revista Este País. Tendencias y Opiniones.
México: No 213, pp. 45-49(4)
5.7 Transparencia y 46) Covarrubias González Israel (2004) Claves para entender la
combate a la corrupción corrupción en Este País. Tendencias y opiniones, Galaxia Gutenberg,
México, No. 165, pp. 10- 14.(4)
5.9 Compromiso 47) Monedero Juan Carlos (2009) ¿A dónde podemos ir. Elementos
ciudadano para el debate sobre nuevas formas de participación ciudadana? en
El gobierno de las palabras .Política para tiempos de confusión,
México, FCE, pp.221-275.(54)
5.10. Incidencia política 48) G. Castañeda Jorge/ Héctor Aguilar Camín (2009) Un futuro para
de la sociedad civil México, Revista Nexos. Ensayo, México; No. 383, pp.34-49.(15)
organizada

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Estructura de Contenidos

Complejidad
Social,
Política y
Económica Lo social
de México

Problemas
Económicos
Políticos y
Sociales de
México
Alternativas
frente al
Lo político
desencanto

Lo
económico

IV. Bibliografía

Álvarez Icaza (2006) Derechos Humanos en México. Análisis de Situación y perspectiva en


Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México: No 213

Cansino César et. al. (2007) Calidad de la democracia en México: límites y perspectivas. Una
reflexión a varias voces en Por una democracia de calidad. México después de la transición.
México: Centro de Estudios de Política Comparada.

Consulta Mitofsky (2010) Economía, Gobierno y Política en Monitor Mensual de Consulta


Mitofsky.

Covarrubias González Israel (2004) Claves para entender la corrupción en Este País.
Tendencias y opiniones, Galaxia Gutenberg, México, No. 165.

Cuadernos del Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad (2009).Sexta Encuesta


Nacional Sobre Inseguridad (ENSI-6) Incidencia delictiva, México, ICESI.

De la Calle Pardo Luis Fernando (2009) El trabajo improductivo en Revista Nexos. Agenda:
Los nudos de México, México; No. 383.

Durand Ponte, Victor Manuel (2009) Las dificultades de la universidad durante el desarrollismo
en Muñoz García Humberto (Coord.) La Universidad Pública en México, México: Miguel Ángel
Porrúa, UNAM-Seminario de Educación Superior.

15
Elizondo Meyer-Serra Carlos (2009) La banca: Culpas y disculpas en Revista Nexos. Agenda:
Los nudos de México, México; No. 383.

Emmerich Gustavo Ernesto (2009) Informe sobre la Democracia en México en Revista


Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, México, UAM, No. 21,
Primer Semestre.

Esquivel Gerardo (2009) Telecomunicaciones: Esperando el triple play, en Revista Nexos.


Agenda: Los nudos de México, México; No. 383.

Fernández Poncela, Anna M. ( 2008) América Latina: mujeres percepciones y modelos políticos
en Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México.

Fundación Este País (2008) ¿Hacia un nuevo orden económico mundial? en Revista Este
País. Tendencias y Opiniones. México: No 213.

G. Castañeda Jorge/ Héctor Aguilar Camín (2009) Un futuro para México, Revista Nexos.
Ensayo, México; No. 383.

Góngora Pimentel Genaro (2008) La validez de las reformas constitucionales en Revista Este
País. Tendencias y Opiniones. México, No. 213.

González Pedrero Enrique (2006) El animal político y sus instituciones en La cuerda tensa.
Apuntes sobre la democracia en México, 1990-2005, México: FCE.

González Pedrero Enrique (2006) El destino de México en La cuerda tensa. Apuntes sobre la
democracia en México, 1990-2005, México: FCE.
Green   Rosario   (2006)   “La   política   exterior   de   México   en   el   próximo   sexenio”     en   La   agenda  
internacional de México 2006-2012, México: Ariel.

H. Pinché Bruno (2008) El archipiélago latinoamericano en Letras Libres, México: Año X, No.
119.

Juárez Gámiz Julio (2009) Por quién vota la televisión en Revista Nexos. Academia México;
No. 383.

Kraus Arnoldo ( 2009) La enfermedad de la pobreza. Entrevista con Jesús Kumate en Revista
Letras Libres, México, Año XI, No. 126.
.
López Calva Luis F. y Roberto Vélez Grajales (2003) El concepto de desarrollo humano, su
importancia y aplicación en México en Estudios sobre desarrollo humano No 2003-1.

Mc Cadden M. Carlos y Bravo Aduna Raúl (2008) La clase media mexicana en Revista Este
País. Tendencias y Opiniones. México, No. 213.

Monedero Juan Carlos (2009) ¿A dónde podemos ir. Elementos para el debate sobre nuevas
formas de participación ciudadana? en El gobierno de las palabras .Política para tiempos de
confusión, México, FCE.

Monedero Juan Carlos (2009) ¿Dónde estamos? Otra gran transformación: El callejón sin
salida de la separación de la economía y la política en El gobierno de las palabras. Política
para tiempos de confusión, México, FCE.
16
Monedero Juan Carlos (2009) Crítica y reconstrucción de la política en El gobierno de las
palabras. Política para tiempos de confusión, México: FCE.

Monedero Juan Carlos (2009) Gobernabilidad, mundialización y consenso de Washington en


El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión, México, FCE.

Monedero  Juan  Carlos  (2009)  La  opacidad  de  la  “democracia”  transparente”  o  la  mentira    de  la  
concordancia política en El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión,
México, FCE.
.
Muñoz Izquierdo Carlos (2009) Investigaciones acerca de la etiología del déficit educativo y
sus implicaciones para la orientación de las políticas públicas en ¿Cómo puede la educación
contribuir a la movilidad social? México: Universidad Iberoamericana.

Ornelas Carlos (2006) Educación Nacional: Quince años quince en Revista Este País.
Tendencias y Opiniones. México: No 213.

Pavón   Cuellar   David   y   José   Manuel   Sabucedo   Cameselle   (2010)   El   concepto   de     “sociedad
civil”:   breve   historia   de   su   elaboración   teórica,     en   Araucaria.   Revista   de   Filosofía,   Política   y  
Humanidades, No. 21, Primer semestre de 2009

Peschard Jacqueline(2006) Quince años de cambios en la Política Méxicana en Este País,


Tendencias y opiniones, México, No. 181.

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05) Peschard Jacqueline(2006) Quince años de cambios en la Política Méxicana en Este País,
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06) Monedero Juan Carlos (2009) ¿Dónde estamos? Otra gran transformación: El callejón
sin salida de la separación de la economía y la política en El gobierno de las palabras.
Política para tiempos de confusión, México, FCE, pp.119-129(10)

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el camino hacia 2021? Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México: No 213, 14-19

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MONITOR MITOFSKY

ECONOMÍA,
GOBIERNO Y POLÍTICA

MONITOR MENSUAL DE CONSULTA MITOFSKY

MARZO DE 2010

D i s t r i t o F e d e r a l , M é x i c o • T e l . + 52 ( 55) 5 5. 4 3 .59 . 6 9 • S a n S a l v a d o r , E l S a l v a d o r • T e l . + 503 2 2 .8 3 .8 8 . 1 8 •


A g u a s c a l i e n t e s , M é x i c o •   T e l . + 52 ( 4 4 9 ) 9 1 2 .7 6 .1 1 • S a n A n t o n i o , U S A • T e l . + 1 ( 2 1 0) 54 1 .8 9 .2 3 •

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CONSULTA MITOFSKY La referencia en encuestas MONITOR MITOFSKY

ÍNDICE
1.- Economía ................................................................................................................... 3
1.1 Percepción de la situación económica respecto al año anterior ...................... 3
1.2 Expectativas de la situación económica hacia el próximo año ......................... 4
1.3 Expectativa de inflación ................................................................................... 5
2.- Gobierno .................................................................................................................... 6
2.1 Principal problema percibido........................................................................... 6
2.2 Percepción del rumbo del país ........................................................................ 8
2.3 Aprobación presidencial – Felipe Calderón ...................................................... 8
2.4 Confianza en instituciones ............................................................................. 11
3.1 Percepción de la situación política................................................................. 14
3.2 Identidad partidista ....................................................................................... 15
Identidad partidista por región............................................................................ 15
3.3 Rechazo a partidos ........................................................................................ 16
4.- Anexos ..................................................................................................................... 21
4.1 Inflación anualizada ....................................................................................... 22
4.2 Inflación en alimentos anualizada ................................................................. 23
4.3 Tasa de desempleo abierta ............................................................................ 24
4.4 Índice de confianza del consumidor .............................................................. 25
4.5 Remesas recibidas del exterior ...................................................................... 26
4.6 Remesas del exterior acumuladas ................................................................. 27

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1.- ECONOMÍA
1.1 PERCEPCIÓN DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA RESPECTO AL AÑO ANTERIOR
MEJOR PEOR

88.6 87.2 86.0 85.8 86.8 86.3


84.1 84.4 82.6 83.6 84.3
80.8 80.1
77.1 76.8 79.7
69.2 69.3
65.3 66.3
61.4 60.1
56.8

38.0 35.5 37.5


31.7 31.4 29.2
28.0
21.5 21.0 18.4
15.0 14.3 15.1 14.0 16.5 17.9 14.3
10.3 11.7 12.5 12.4 11.8 12.0
04

08
01

02

03

05

06

07

Abr

Oct
Ene

Jul

Nov

Ene
Jun

Ago

Dic
May
Feb

Mar

Sep

Feb

Mar
PROMEDIO ANUAL 2009 2010

PERCEPCIÓN POR REGIÓN


MARZO 2010 MEJOR PEOR DIFERENCIA

NORTE 13.6 84.0 -70.4

BAJÍO 18.0 79.4 -61.4


REGIÓN
CENTRO DE MÉXICO 9.3 89.6 -80.3

SUR- SURESTE 10.3 88.5 -78.2

NACIONAL 12.0 86.3 -74.3

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EVOLUCIÓN DE LAS PERCEPCIONES NEGATIVAS POR REGIÓN

2009 2010 VARIACIÓN


ANUAL
MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR

NORTE 80.6 86.4 79.4 79.6 72.8 78.6 80.2 87.1 80.9 77.4 81.1 86.1 84.0 -3.4

BAJÍO 78.7 82.4 82.2 83.2 78.6 80.8 81.6 85.7 84.3 83.2 79.7 82.0 79.4 -0.7

CENTRO
REGIÓN DE 86.4 85.8 84.5 83.0 81.9 82.9 89.4 91.7 92.4 92.0 91.3 89.4 89.6 -3.2
MÉXICO
SUR-
81.9 79.6 76.1 74.2 73.0 76.2 83.9 88.3 89.2 87.8 87.6 87.5 88.5 -6.6
SURESTE

NACIONAL 84.4 82.6 83.6 80.8 80.1 76.8 79.7 84.3 88.6 87.2 86.0 85.8 86.3 -1.9

1.2 EXPECTATIVAS DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA HACIA EL PRÓXIMO AÑO


MEJOR PEOR

79.7 77.6
73.9 75.0 75.9 74.1 73.9
73.2 73.3
69.2 68.5 69.6 67.7
66.3 66.7 64.4
59.7

34.0
29.3
25.8 26.6 26.3 26.3
24.0 23.5
20.4 20.0 20.5 18.1 19.5 20.0 20.5 19.7
15.5

07 08 Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar

PROMEDIO
ANUAL
2009 2010

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EXPECTATIVAS POR REGIÓN

MARZO 2010 MEJOR PEOR DIFERENCIA

NORTE 20.2 72.3 -52.1

BAJÍO 27.5 65.8 -38.3


REGIÓN
CENTRO DE MÉXICO 17.2 76.6 -59.4

SUR- SURESTE 17.3 77.2 -59.9

NACIONAL 19.7 73.9 -54.2

1.3 EXPECTATIVA DE INFLACIÓN

EXPECTATIVA DE INCREMENTO DE PRECIOS EN PRÓXIMOS 12 MESES


(% “AUMENTARÁN MUCHO”)﴿

60.1 60.2 61.0 61.9 61.8 60.1


57.5 57.5 58.0
55.6
53.3 52.3
46.1 45.9 44.7 45.3 45.6
42.1

Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar

22008 22009 2010

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2.- GOBIERNO
2.1 PRINCIPAL PROBLEMA PERCIBIDO
ANUAL
PARCIAL
2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
2010

CRISIS ECONÓMICA 22.8 28.1 24.6 22.5 18.1 17.0 24.3 28.0 37.7 31.1

INSEGURIDAD 19.7 18.5 17.7 16.6 24.7 24.7 22.4 19.9 16.9 21.8

DESEMPLEO 15.1 15.2 18.1 21.5 18.5 20.5 15.2 14.1 16.3 15.5

POBREZA 12.1 13.6 13.9 13.3 12.1 13.4 11.2 10.0 8.0 9.6

CORRUPCIÓN 5.4 6.5 7.1 10.4 10.2 7.1 6.3 5.7 4.3 5.6

NARCOTRÁFICO 1.7 1.3 1.6 1.4 2.2 1.9 5.7 7.1 4.7 4.9

BAJOS SALARIOS 1.7 3.3 2.4 2.4 3.2 3.1 3.4 4.1 3.3 3.2

INFLACIÓN 2.7 1.1 0.9 0.9 0.7 1.2 2.3 2.9 1.9 2.3

IMPUESTOS/AUMENTO IVA -- -- -- -- -- 0.6 1.2 1.1 1.8 2.1

EVOLUCIÓN MAR/09 – MAR/10

2009 2010 VARIACIÓN


ANUAL
MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR

CRISIS ECONÓMICA 40.9 41.4 40.2 39.0 35.5 35.9 36.3 39.2 38.8 35.1 34.6 37.0 34.5 -6.4

INSEGURIDAD 20.3 20.8 19.0 18.9 19.0 19.1 14.4 11.4 13.2 12.7 15.4 16.9 19.4 -0.9

DESEMPLEO 14.4 14.0 15.3 15.2 16.3 17.4 18.1 16.5 16.8 17.2 19.1 18.1 16.7 2.3

POBREZA 5.7 5.6 5.4 7.2 7.7 7.6 8.7 8.8 9.5 10.2 9.0 8.1 8.7 3.0

NARCOTRÁFICO 3.8 3.7 4.1 4.5 5.4 5.6 5.8 3.7 4.1 4.6 3.8 4.0 4.7 0.9

CORRUPCIÓN 4.3 4.8 5.0 4.8 4.4 4.4 3.9 3.7 3.8 4.4 3.7 3.4 4.3 0.0

BAJOS SALARIOS 2.8 2.7 3.0 3.1 3.4 3.1 3.1 3.4 2.8 3.8 3.6 3.0 2.9 0.1

IMPUESTOS/AUMENTO
0.9 0.7 0.8 0.6 0.8 0.7 1.5 6.4 3.9 4.3 4.3 3.5 2.6 1.7
IVA
INFLACIÓN 2.1 1.6 1.7 1.4 1.7 1.5 1.7 1.8 2.0 1.9 2.5 2.4 2.2 0.1

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EVOLUCIÓN HISTÓRICA
“TIPO DE PROBLEMAS”

PROBLEMAS "ECONÓMICOS" PROBLEMAS DE "SEGURIDAD Y JUSTICIA"

67.9 69.7 69.9 68.2 69.5 68.6


64.7 66.3 65.3 65.6 65.9 64.6 65.5 65.0
64.0
59.1
56.5

36.7 34.8
31.8 29.8 30.3 30.1 30.2
29.4 29.4 29.7
27.0 27.2 25.4
23.8 22.1 22.8 22.7
Feb

Feb
Jul

Sep
07

08

May

Ago

Dic
Jun

Nov
Ene

Ene
Mar

Abr

Oct

Mar
PROMEDIO
2009 2010
ANUAL
ECONÓMICOS: CRISIS, DESEMPLEO, INFLACIÓN, SEGURIDAD Y JUSTICIA: INSEGURIDAD,
POBREZA Y BAJOS SALARIOS NARCOTRÁFICO, CORRUPCIÓN, DROGADICCIÓN

PRINCIPALES PROBLEMAS POR REGIÓN


MARZO 2010 ECONÓMICOS SEGURIDAD Y JUSTICIA

NORTE 49.1 47.9

BAJÍO 68.1 26.5


REGIÓN
CENTRO DE MÉXICO 68.6 25.1

SUR- SURESTE 72.4 21.9

NACIONAL 65.0 29.7

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2.2 PERCEPCIÓN DEL RUMBO DEL PAÍS

Correcto Equivocado

61.0
57.1 55.8 56.9
54.9 55.6 54.9 53.8 55.0 54.5 55.0
52.5 52.8 52.7 53.2
50.4 50.9 51.5
48.7 48.7
47.1
52.1
41.4
46.1
43.9 42.9
39.1 39.4 39.6 40.0 38.9 39.2 39.6 38.9
37.8 39.0 37.1 37.5 36.7
35.7 35.5 36.1
34.7
32.6
28.0 28.2

Nov

Dic

Ene
Ene
2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

Feb

Ago

Sep

Feb
May

Oct
Jul
Abr
Mar

Mar
Jun
2009 2010

PERCEPCIÓN DEL RUMBO “CORRECTO” POR REGIÓN


2009 2010
VARIACIÓN
ANUAL
MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR

NORTE 48.5 43.3 45.7 41.3 49.2 45.9 44.8 44.0 49.1 50.1 49.9 46.9 45.0 -3.5

BAJÍO 58.0 53.8 49.7 45.5 44.3 40.6 40.5 37.4 41.3 38.3 41.9 39.2 39.3 -18.7
REGIÓN
CENTRO DE
34.8 34.4 32.2 32.9 30.5 34.5 32.7 33.7 27.0 25.2 25.5 26.1 26.3 -8.5
MÉXICO

SUR- SURESTE 50.4 49.4 49.4 39.6 36.3 39.0 39.6 34.0 29.2 33.7 39.0 39.2 38.2 -12.2

NACIONAL 46.1 43.9 42.9 38.9 39.2 39.6 38.9 37.1 35.7 35.5 37.5 36.7 36.1 -10.0

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2.3 APROBACIÓN PRESIDENCIAL – FELIPE CALDERÓN


APROBACIÓN DE GOBIERNO
NS/NC
2.3

ACUERDO
56.0
DESACUERDO
41.7

ACUERDO DESACUERDO

65 65 66 66 66 66 68 65 65
63 61 62 63 63 61 63 61 61 61 61 62 63 63 62 62
58 59 59 59 60 60 59 59 60 58 58 55 53 56
52

40 40 40 40 42 42
36 39 39 38 37 37 37 38 38 37 36
33 33 34 34 35 36 33 33 34 34 35 36
32 33 32 32 32 30 32
29 46 44
26
Ene

Jun

Jul

Nov

Ene

Jun

Jul

Nov

Ene

Jun

Jul

Nov

Ene
Dic-06

Ago

Ago

Ago
Dic

Dic

Dic
Feb

May

Sep

Feb

May

Sep

Feb

May

Sep

Feb
Mar

Mar

Mar

Mar
Abr

Oct

Abr

Oct

Abr

Oct
2007 2008 2009 2010

D i s t r i t o F e d e r a l , M é x i c o • T e l . + 52 ( 55) 5 5.4 3 .59 . 6 9 • S a n S a l v a d o r , E l S a l v a d o r • T e l . + 5 03 2 2 . 8 3 . 8 8 . 1 8 •


A g u a s c a l i e n t e s , M é x i c o •   T e l . + 52 ( 4 4 9 ) 9 1 2 .7 6 .1 1 • S a n A n t o n i o , U S A • T e l . + 1 ( 2 1 0) 5 4 1 . 8 9 . 2 3 •

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2006 2007 2008 2009


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APROBACIÓN PRESIDENCIAL POR REGIÓN

Norte Sur
86
81 80 79 80 79 79 80 80
75 77 77 75 77 77 76
74 74 71 74 72 72
69 68 70 69
67 66 66 67
62 60 60 61
67 69 69 68 68 69 67
66 64 65
61 61 61 63 60 61 60 61 61 61 62 63
59 59 57 58 58 58 60 59 60 59 57 57
Ago

Ago

Ago
Jul

Dic

Jul

Dic

Jul

Dic
Mar

Mar

Mar
Oct

Abr

Oct

Abr

Oct

Ene
Ene

Ene
Sep

Feb

Sep

Feb

Sep

Feb
Jun

Nov

Jun

Nov

Jun

Nov
May

May
2007 2008 2009 2010

Centro Bajío

69 69 68 71 72
65 68 65 65 65 67 65
59 60 60 60 63 61 59 63 62
57 56 58 56 59 56 55
52 54 54 54 53 53

59 60 57 56 59 56 57 59 56 59
53 54 55 54 51 52 53 52 52 54 55 54 55 52
50 50 48 50 50 47 46
42 42 43
Mar

Mar

Mar
Jun

Abr

Abr
Sep

Feb

Jun

Sep

Feb

Jun

Sep

Feb
Ago

May

Ago

May

Ago
Jul

Jul

Jul
Dic

Dic

Dic
Oct

Oct

Oct
Ene

Ene

Ene
Nov

Nov

Nov
2007 2008 2009 2010

D i s t r i t o F e d e r a l , M é x i c o • T e l . + 52 ( 55) 5 5.4 3 .59 . 6 9 • S a n S a l v a d o r , E l S a l v a d o r • T e l . + 5 03 2 2 . 8 3 . 8 8 . 1 8 •


A g u a s c a l i e n t e s , M é x i c o •   T e l . + 52 ( 4 4 9 ) 9 1 2 .7 6 .1 1 • S a n A n t o n i o , U S A • T e l . + 1 ( 2 1 0) 5 4 1 . 8 9 . 2 3 •

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2.4 CONFIANZA EN INSTITUCIONES


1. IGLESIA 2. EJÉRCITO
% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO % MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO
90.0 9.0

8.0 8.0 7.9 7.9 7.8 7.8 7.9 7.9


90.0 9.0

7.9 7.9 7.9 7.7 7.8 7.7 7.7 7.7 7.7


7.6 7.6 7.7 7.8 7.8 7.6 7.6 7.7 7.7
80.0
80.0 8.5
8.5

70.0
70.0
8.0
8.0

60.0
60.0
7.5
7.5

50.0
50.0

7.0
7.0

40.0
40.0

6.5
6.5
30.0

46.2 45.6 44.7 42.9


30.0

40.8 41.2 41.5 42.3 38.3 38.9 41.2 43.9 43.2 40.1 39.0 38.9 37.7 37.9 36.4 35.7 35.7 35.6 6.0

34.0 34.4 35.2 37.3


6.0
20.0
20.0

5.5
5.5 10.0
10.0

0.0 5.0
0.0 5.0

Abr

Oct
Jun
Jul

Nov

Ene
Ago
May

Dic
Sep

Feb
Mar

Mar
Oct
Abr

Jul

Nov

Ene
Jun

Ago
Mar

Dic

Mar
May

Sep

Feb
2009 2010
2009 2010 2009 2010

3. UNIVERSIDADES
2007 2008
4. INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL
% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO % MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO
90.0 9.0 60.0

80.0 7.9 7.9 7.9 7.9 7.8 7.8 7.8 7.8 7.8 7.7 7.7 7.7 7.8 8.5

50.0
7.3 7.3 7.3 7.2 7.3 7.2 7.2
8.0

70.0
8.0
6.9 6.8 6.9 6.9 7.0 6.9 7.5

60.0 40.0

7.5
7.0

50.0

7.0 30.0

40.0 6.5

6.5

30.0
20.0

6.0

23.8 24.9 24.9 23.8 24.6 23.4 22.4


6.0
20.0

36.3 36.1 34.5 34.1 33.8 32.8 32.3 33.3 32.7


10.0 30.5 31.8 31.4 32.7 5.5
10.0

18.1 18.7 17.6 19.6 19.9 19.4


5.5

0.0 5.0
0.0 5.0
Jul

Nov

Ene
Jun

Dic
Ago
May
Mar

Sep

Feb

Mar
Oct
Abr

Abr

Oct

Nov
Jul

Ene
Jun

Dic
Ago
May
Mar

Sep

Feb

Mar
2009 2010 2009 2010

5. MEDIOS DE COMUNICACIÓN 6. PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA


% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO % MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO
7.6 7.7 7.7 7.7 7.7 7.7 7.6 7.6 7.5 7.5 7.5 7.5 7.5
60.0 60.0

8.0 8.0

50.0 50.0

7.1 7.1 7.2 7.1 7.2 7.1 7.1


6.8 6.7 6.7 6.7 6.8 6.8
7.5
7.5

40.0
40.0

7.0
7.0

30.0
30.0

6.5
6.5

28.9 30.0 29.9 29.9 29.0 26.7 26.2


20.0

25.8 28.7
20.0
6.0
6.0

25.2 25.2 23.8 23.6


10.0
10.0

20.2 21.1 20.7 19.6 21.1 20.5 20.2 5.5

16.7 16.1 15.7 16.3 16.1 16.6


5.5

0.0 5.0

0.0 5.0
Jul

Nov

Ene
May

Jun

Dic
Ago
Mar

Sep

Feb

Mar
Abr

Oct
Oct
Abr

Jul

Ene
Dic
Jun

Ago

Nov
May
Mar

Sep

Feb

Mar

2009 2010 2009 2010

D i s t r i t o F e d e r a l , M é x i c o • T e l . + 52 ( 55) 5 5.4 3 .59 . 6 9 • S a n S a l v a d o r , E l S a l v a d o r • T e l . + 5 03 2 2 . 8 3 . 8 8 .


A g u a s c a l i e n t e s , M é x i c o •   T e l . + 52 ( 4 4 9 ) 9 1 2 .7 6 .1 1 • S a n A n t o n i o , U S A • T e l . + 1 ( 2 1 0) 5 4 1 . 8 9 . 2 3 •

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7. SUPREMA CORTE DE JUSTICIA 8. EMPRESARIOS


% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO % MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO
7.2 7.2 7.1 7.0 7.0 7.0 7.0
30.0 7.5

35.0

7.0 7.1 7.0 7.0 6.9 6.9 7.0 6.9 6.9 7.5

6.8 6.9 6.9 6.8 6.8 6.8 6.8 6.8 6.8


30.0
6.8 25.0

7.0

7.0

20.0
25.0

6.5

6.5

20.0
15.0

22.2 21.0 6.0

15.6 15.9 15.6 16.1 16.0 16.2 14.6 14.8


15.0

6.0

18.8 18.2 19.4 18.7 17.5 18.4 18.5 18.6 17.8 18.2
10.0

13.9 14.8 14.9 13.9 14.5


10.0

16.2 5.5
5.5

5.0

5.0

0.0 5.0 0.0 5.0

Jul

Nov

Ene
Jun

Ago

Dic
Jul

Nov
Jun

Mar
Ago

Ene

May
Dic

Sep

Feb

Mar
May
Mar

Sep

Feb

Mar

Oct
Oct

Abr
Abr

2009 2010 2009 2010

9. POLICÍA 10. SINDICATOS


% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO % MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO
20.0 7.0

20.0 7.0

6.1 6.2 6.1 6.1 6.0 6.0


18.0

6.1 6.1 6.1 6.1 6.0 6.1


18.0
6.5

5.9 5.9 5.8 5.8 5.9 5.9 5.9 5.9


5.8 5.8 5.9 5.9 5.9 5.9
16.0
6.5

16.0

14.0

14.0 6.0

6.0

12.0

12.0

10.0 5.5
10.0 5.5

8.0
8.0

9.7 9.9 10.5 8.9 9.0 8.8


5.0
5.0

6.0

9.4 9.4 9.1 8.6 8.4 7.8


6.0

8.9 8.4 8.4


8.0 7.9 7.7 7.5 7.9 7.6 6.9 6.7 6.9
6.6 7.2
4.0
4.0

4.5
4.5

2.0 2.0

0.0 4.0 0.0 4.0


Jul

Nov

Ene
Jun

Ago

Dic
May
Mar

Sep

Feb

Mar
Oct
Abr

Abr

Oct

Ene
Jul

Nov

Dic
Jun

Ago
May
Mar

Sep

Feb

Mar
2009 2010 2009 2010

11. SENADORES 12. DIPUTADOS


% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO % MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO
6.4 6.4 6.4 6.3
20.0 7.0
20 7

6.2 6.3 6.2


6.0 6.0 6.0 6.0 6.1 6.1
18.0

6.1 6.0
18

5.9 5.9 6.0 6.0


6.5

5.9
6.5
16.0

5.8 5.8
16

14.0

6.0
14
5.6 5.6 5.7 5.7 6

12.0
12

10.0 5.5
10 5.5

8.0
8

5.0

9.3 9.4 8.6


5

8.9 8.1
6.0
6

7.9 8.4 7.2 7.3 7.6 7.0 6.8 8.0 8.3 8.4 8.0
6.6 7.3 7.0 7.1 7.6 6.7 6.2 6.5 6.4
4.0

2.0
6.8 4.5
4

4.5

0.0 4.0
0 4
Jul

Nov

Ene
Jun

Dic
Ago
May
Mar

Sep

Feb

Mar
Oct
Abr

Jul

Nov

Ene
Jun

Dic
Ago
May
Mar

Sep

Feb

Mar
Abr

Oct

2009 2010 2009 2010

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13. PARTIDOS POLÍTICOS


% MUCHA CONFIANZA CALIFICACIÓN PROMEDIO

6.0 6.0 6.0 6.1 6.0 5.9


20.0

5.7 5.8 5.8 5.6 5.6 5.7 5.7 5.8 5.8


15.0 6.0

10.0

5.5

5.0

9.1
5.0

0.0

7.2 7.6 8.7 8.6 7.4 6.5 6.5 6.5


-5.0
5.1 5.3 6.0 5.6 5.8 5.9 4.5

-10.0 4.0

Ago
Jul

Dic
Oct
Mar

Mar
Abr
Ene

Jun
Feb

Sep

Nov

Ene

feb
May
2009 2010

INSTITUCIONES CON MAYOR CONFIANZA PROMEDIO


POSICIÓN % “MUCHA” CONFIANZA CALIFICACIÓN
INSTITUCIÓN PROMEDIO
MAR/ 10 FEB/10 MAR/10 VARIACIÓN MAR/10
1 IGLESIA 43.9 43.2 -0.7 7.8
1 UNIVERSIDADES 31.4 32.7 1.3 7.8
3 EJÉRCITO 35.2 37.3 2.1 7.7
4 MEDIOS DE COMUNICACIÓN 23.8 23.6 -0.2 7.5
5 INSTITUTO FEDERAL ELECTORAL 19.9 19.4 -0.5 6.9

INSTITUCIONES CON MENOR CONFIANZA PROMEDIO


POSICIÓN % “MUCHA” CONFIANZA CALIFICACIÓN
INSTITUCIÓN PROMEDIO
MAR/ 10 FEB/10 MAR/10 VARIACIÓN MAR/10
6 SUPREMA CORTE DE JUSTICIA 17.8 18.2 0.4 6.8
6 EMPRESARIOS 13.9 14.5 0.6 6.8
6 PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA 16.1 16.6 0.5 6.8
9 SENADORES 7.0 6.8 -0.2 6.1
10 SINDICATOS 6.7 6.9 0.2 5.9
10 POLICÍA 8.4 7.8 -0.6 5.9
12 PARTIDOS POLÍTICOS 5.8 5.9 0.1 5.8
12 DIPUTADOS 6.5 6.4 -0.1 5.8

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3.- Política

3.1 PERCEPCIÓN DE LA SITUACIÓN POLÍTICA


Mejor Peor

79.5 78.2 77.6


76.4 76.8 78.6 79.2
73.6 74.7 72.8 73.8
70.3 70.3 70.6 71.1 69.5 72.6
63.7

31.6
25.1 24.7 24.0 24.4 25.7 23.1
20.2
17.7 19.5 19.9 19.6
16.2 16.7 16.6 17.0 15.7 14.6

Nov

Dic

Ene
Ene
2006

2007

2008

Feb

Ago

Sep

Oct

Feb
Jul
Abr

May

Jun
Mar

Mar
2009 2010

PERCEPCIÓN NEGATIVA DE LA POLÍTICA POR REGIÓN


MAR/09 2009 2010
VARIACIÓN
ANUAL
MAR/10 MAR ABR MAY JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR

NORTE 66.2 69.6 63.5 66.3 63.7 70.0 71.6 72.9 62.0 56.6 58.5 69.3 74.2 -8.0

BAJÍO 61.0 63.3 61.7 67.7 69.7 73.4 75.9 80.4 80.7 79.5 72.2 70.1 72.4 -11.4

REGIÓN CENTRO DE
81.6 82.2 80.2 77.8 75.6 76.6 82.7 84.8 87.3 87.7 87.5 87.9 87.2 -5.6
MÉXICO
SUR-
75.1 73.6 70.3 69.6 67.3 69.5 73.3 78.8 81.5 82.3 82.1 80.4 78.2 -3.1
SURESTE

NACIONAL 72.8 73.8 70.6 71.1 69.5 72.6 76.4 79.5 78.2 77.6 76.8 78.6 79.2 -6.4

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3.2 IDENTIDAD PARTIDISTA

PAN PRI PRD

37.1 36.8
35.5
34.1 33.3
30.5 30.6 30.9
28.2 29.6
27.7 28.1
26.4 26.5 27.5
25.3 25.1
23.2
24.8 19.7 18.8
22.9 22.0 21.3 21.1 16.8 17.2 17.8 17.8 17.1 16.4 16.6
19.0 22.4 21.8 21.4

16.8
13.4 13.3 13.3 12.8
11.7 11.0 11.8 11.1 10.3 11.0 10.9 11.2 10.8
9.2 9.5 8.8
7.1
Mar

Mar
Abr

May
Feb

Jun

Ago

Sep

Feb
2006

2007

2008

Jul

Oct

Dic
Ene

Ene
Nov
PROMEDIO ANUAL 2010
2009

IDENTIDAD PARTIDISTA POR REGIÓN


MARZO 2010 OTRO NINGUNO

NORTE 18.0 42.2 3.8 1.4 29.4

BAJÍO 22.7 26.4 12.6 2.3 32.2


REGIÓN
CENTRO DE MÉXICO 13.4 33.9 14.8 3.0 32.1

SUR- SURESTE 15.6 41.8 11.0 2.2 27.5

NACIONAL 16.6 36.8 10.8 2.3 30.2

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3.3 RECHAZO A PARTIDOS

RECHAZO A 3 PARTIDOS CON MAYOR PRESENCIA


MAR/10

29.9

19.8

41.6

EVOLUCIÓN DEL RECHAZO E IDENTIDAD PARTIDISTA

IDENTIDAD RECHAZO

29.7 29.3 29.2 29.9


28.3 28.2 27.8 28.8 28.8
26.9 26.8
25.3 25.6 24.9 25.4 25.1 25.4
23.4 23.2
22.4
24.8
23.1 24.5 22.9
21.4 22.0 21.3 21.1 21.8 21.4
19.5 19.7
18.7
17.8 17.8 17.1
16.8 17.2 16.4 16.6
Oct
Abr
2008
2004

2005

2006

2007

Ene

Jul

Nov

Ene
Dic
Jun

Ago
May
Feb

Mar

Sep

Feb

Mar

PROMEDIO ANUAL 2010


2009

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CONSULTA MITOFSKY La referencia en encuestas MONITOR MITOFSKY

EVOLUCIÓN DEL RECHAZO E IDENTIDAD PARTIDISTA

IDENTIDAD RECHAZO

37.1 36.8
35.9 35.5
34.1
33.3
30.4 30.5 30.6 30.9
29.6
28.1 28.2 27.7 27.5 28.1
28.0 26.4 26.5
28.8 25.1
27.8
25.4
24.4 24.5 24.3 24.0
22.4 23.5 23.4
22.4 21.5
19.0 20.5
19.4 19.8 19.0 19.6 19.2 19.8
Abr

Oct
2008
2004

2005

2006

2007

Ene

Jul

Nov
Jun

Ago

Ene
Dic
May
Feb

Sep

Feb

Mar
Mar

PROMEDIO ANUAL 2009 2010

IDENTIDAD RECHAZO

43.9 42.7 41.6


42.0 41.6
40.4 38.9 40.6 40.3 39.8 40.0 39.4 40.5
38.2 37.1 38.8
35.3
30.0

21.1 20.7

16.8
12.5 14.0 13.4 11.7
11.0 11.8
13.3 13.3 12.8
11.1 10.3 11.0 10.9 11.2 10.8
9.2 9.5 8.8
7.1
Ene

Jul

Nov

Ene
Jun

Ago

Dic
Feb

May
Mar

Sep

Feb

Mar
Oct
Abr
2008
2004

2005

2006

2007

PROMEDIO ANUAL 2009 2010

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RECHAZO A 4 PARTIDOS CON MENOR PRESENCIA

28.9

39.0

35.2

31.5

EVOLUCIÓN DEL RECHAZO

36.5 36.6
31.0 30.1 30.7
28.9 28.3 29.4 29.4 29.3 28.9 30.2 30.1 28.9
27.0 28.4 28.1
23.0 22.4 24.3
Ene

Jul

Nov

Ene
Dic
Jun

sep
Ago
May

Mar-
Feb

Mar

Feb
Oct
Abr
2008
2004

2005

2006

2007

PROMEDIO ANUAL 2009 2010

36.7 37.9 38.0 39.4 39.0 39.0 38.6 39.0


34.7 35.5
32.8 32.0 35.8 36.4
31.8 32.7
28.7 29.6
21.9 24.7
Ene

Jun

Jul

Nov

Ene
Ago

Dic
Feb

Mar

May

Sep

Feb

Mar
Oct
Abr
2008
2004

2005

2006

2007

PROMEDIO ANUAL 2009 2010

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EVOLUCIÓN DEL RECHAZO

38.8 37.5 36.3


34.2 35.3 35.2 33.8 36.0 36.4 35.2
32.9 31.7 31.5 30.6 32.2 33.1
27.6 29.2
24.4
23.9 Ene

Nov

Ene
Jul
Jun

Dic
Ago
May
Feb

Mar

Sep

Feb

Mar
Abr

Oct
2004

2005

2006

2007

2008

PROMEDIO ANUAL 2009 2010

34.7 33.2 35.5 34.9 33.5


31.5 33.4 33.4 31.5
31.3
29.0 30.6 30.1 30.2 30.9
24.9 23.2 26.7

14.5
Abr

Oct
2005

2006

2007

2008

Ene

Jul

Nov

Ene
Dic
Jun

Ago
May
Feb

Mar

Sep

Feb

Mar
PROMEDIO ANUAL 2009 2010

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3.4 PREFERENCIA ELECTORAL HACIA LA PRESIDENCIA EN 2012


(SIN CANDIDATOS)

PAN PRI PRD

41.4% 40.5% 39.6%


37.4% 38.8% 39.2%
36.8%
33.9% 34.3%

24.0% 22.2%
19.2% 19.3% 19.4% 19.5%
16.8% 16.4% 17.2%

11.9% 11.6% 10.7% 10.8% 10.5%


8.2% 8.3% 6.7% 8.5%

jul-09 ago-09 sep-09 oct-09 nov-09 dic-09 ene-10 feb-10 mar-10

PREFERENCIA ELECTORAL
POR REGIÓN
NO
MARZO 2010 OTRO
DECLARA
TOTAL

NORTE 19.8 43.5 2.8 4.3 29.6 100.0

BAJÍO 24.3 28.2 11.9 6.5 29.1 100.0


REGÓN

CENTRO DE MÉXICO 13.0 38.4 14.9 6.1 27.6 100.0

SURESTE 15.6 43.3 10.8 2.4 27.9 100.0

NACIONAL 17.2 39.2 10.5 4.8 28.3 100.0

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4.- ANEXOS
CIFRAS OFICIALES SOBRE LA ECONOMÍA

4.1 INFLACIÓN ANUALIZADA

4.2 INFLACIÓN EN ALIMENTOS ANUALIZADA

4.3 TASA DE DESEMPLEO

4.4 CONFIANZA DEL CONSUMIDOR

4.5 REMESAS RECIBIDAS DEL EXTERIOR

4.6 REMESAS DEL EXTERIOR ACUMULADAS

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4.1 INFLACIÓN ANUALIZADA

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

ENERO 8.11 4.79 5.16 4.20 4.54 3.94 3.98 3.70 6.28 4.46

FEBRERO 7.09 4.79 5.52 4.53 4.27 3.75 4.11 3.72 6.20 4.83

MARZO 7.17 4.66 5.64 4.23 4.39 3.41 4.21 4.25 6.04

ABRIL 7.11 4.70 5.25 4.21 4.60 3.20 3.99 4.55 6.17

MAYO 6.95 4.68 4.70 4.29 4.60 3.00 3.95 4.95 5.98

JUNIO 6.57 4.94 4.27 4.37 4.33 3.18 3.98 5.26 5.74

JULIO 5.88 5.51 4.13 4.49 4.47 3.06 4.14 5.39 5.44

AGOSTO 5.93 5.29 4.04 4.82 3.95 3.47 4.03 5.57 5.08

SEPTIEMBRE 6.14 4.95 4.04 5.06 3.51 4.09 3.79 5.47 4.89

OCTUBRE 5.89 4.94 3.96 5.40 3.05 4.29 3.74 5.78 4.50

NOVIEMBRE 5.39 5.39 3.98 5.43 2.91 4.09 3.93 6.23 3.86

DICIEMBRE 4.40 5.70 3.98 5.19 3.33 4.05 3.76 6.53 3.59

*FUENTE: BANCO DE MÉXICO

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4.2 INFLACIÓN EN ALIMENTOS ANUALIZADA

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

ENERO 7.43 1.91 6.24 6.18 7.62 3.15 6.56 4.32 10.05 5.56

FEBRERO 6.66 1.81 7.64 6.56 6.59 2.94 6.56 5.05 10.06 6.51

MARZO 6.94 1.66 8.34 6.70 5.42 3.29 6.56 5.43 9.84

ABRIL 6.16 1.99 7.60 8.49 4.39 4.13 5.39 6.08 10.11

MAYO 5.50 2.98 6.16 9.59 3.40 6.07 3.33 7.29 10.18

JUNIO 4.46 3.85 5.71 9.45 2.55 7.88 2.41 7.72 10.15

JULIO 4.20 4.63 5.30 9.60 2.83 7.46 2.73 9.18 9.21

AGOSTO 4.23 4.39 5.60 9.84 2.10 8.18 3.11 8.94 9.43

SEPTIEMBRE 4.67 4.19 5.62 9.86 2.04 8.21 3.44 7.64 9.05

OCTUBRE 4.15 4.55 5.75 9.46 2.10 7.71 3.57 8.15 7.85

NOVIEMBRE 3.52 5.62 5.68 9.20 1.70 7.28 4.00 9.02 5.81

DICIEMBRE 2.61 6.29 6.24 7.97 2.46 7.12 3.69 10.24 4.24

*FUENTE: BANCO DE MÉXICO/ INEGI

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4.3 TASA DE DESEMPLEO ABIERTA

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

ENERO 2.71 3.58 3.08 4.01 4.20 3.53 3.96 4.06 5.00 5.87

FEBRERO 3.23 3.06 3.01 4.12 3.81 3.72 4.02 3.81 5.30 5.43

MARZO 2.70 3.05 3.14 3.94 3.60 3.43 4.01 3.78 4.76

ABRIL 2.63 2.97 3.01 3.88 3.71 3.31 3.60 3.61 5.25

MAYO 2.54 2.84 2.87 3.45 3.29 2.88 3.23 3.24 5.31

JUNIO 2.48 2.77 3.00 3.65 3.65 3.33 3.26 3.55 5.17

JULIO 2.97 3.08 3.83 4.11 4.12 3.98 3.95 4.15 6.20

AGOSTO 2.58 3.11 4.09 4.44 3.68 4.03 3.92 4.15 6.28

SEPTIEMBRE 2.80 3.20 4.19 4.18 3.69 3.98 3.87 4.25 6.41

OCTUBRE 2.99 2.93 3.94 4.08 3.57 4.02 3.93 4.11 5.94

NOVIEMBRE 2.81 2.81 3.77 3.61 3.01 3.58 3.46 4.47 5.26

DICIEMBRE 2.64 2.34 2.94 3.52 2.83 3.47 3.40 4.32 4.80

*FUENTE: INEGI

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4.4 ÍNDICE DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

ENERO 89.8 100.0 95.4 102.3 107.6 104.3 103.5 81.9 82.1

FEBRERO 90.8 94.3 95.0 105.7 108.0 103.6 101.0 78.9 80.6

MARZO 97.0 91.4 95.9 104.6 112.6 106.5 102.7 79.4 81.8

ABRIL 113.8 97.0 96.9 96.2 100.1 109.5 106.3 97.2 82.1

MAYO 110.0 102.1 99.0 100.1 98.6 109.9 107.3 94.2 78.3

JUNIO 108.3 102.3 100.2 100.1 100.0 107.8 105.2 90.7 81.0

JULIO 114.7 104.4 100.4 96.3 99.7 109.8 104.8 88.4 85.4

AGOSTO 117.6 106.1 99.5 95.1 98.3 110.7 108.0 89.6 81.5

SEPTIEMBRE 109.1 103.5 96.9 97.0 102.2 110.6 105.3 88.6 81.9

OCTUBRE 102.1 101.3 95.9 94.4 102.4 108.6 101.4 82.0 77.0

NOVIEMBRE 101.8 105.6 94.2 94.6 102.3 105.9 100.0 83.9 78.2

DICIEMBRE 106.5 107.6 95.6 101.7 108.2 109.7 105.6 84.1 80.1

*FUENTE: INEGI, BANXICO

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4.5 REMESAS RECIBIDAS DEL EXTERIOR

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 VAR

ENERO 655 711 939 978 1261 1637 1757 1,781 1,568 1,320 -15.8%

FEBRERO 638 719 886 1060 1314 1694 1730 1,859 1,803 1,549 -14.1%

MARZO 718 745 1005 1359 1565 2015 2021 2,116 2,104 -0.6%

ABRIL 735 806 1107 1381 1606 1907 2006 2,188 1,780 -18.6%

MAYO 798 912 1225 1610 1897 2366 2258 2,371 1,900 -19.9%

JUNIO 748 860 1228 1539 1791 2156 2087 2,264 1,923 -15.1%

JULIO 797 843 1242 1495 1726 2027 2165 2,187 1,833 -16.2%

AGOSTO 789 849 1258 1624 1980 2159 2205 2,097 1,781 -15.1%

SEPTIEMBRE 772 861 1242 1432 1765 1990 1969 2,113 1,742 -17.6%

OCTUBRE 793 848 1258 1425 1838 2160 2164 2,637 1,691 -35.9%

NOVIEMBRE 694 741 1057 1384 1750 1829 1799 1,747 1,495 -14.4%

DICIEMBRE 759 919 1202 1444 1792 1803 1808 1,776 1,560 -12.2%

TOTAL 8,895 9,814 13,650 16,730 20,284 23,742 23,970 25,136 21,184

VARIACIÓN
25.8% 9.3% 27.9% 18.3% 17.4% 14.5% 0.9% 4.9% -15.7%
ANUAL

*DATOS EN MILLONES DE DÓLARES


*FUENTE: BANCO DE MÉXICO

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4.6 REMESAS DEL EXTERIOR ACUMULADAS

2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

ENERO 655 711 939 978 1,261 1,637 1,757 1,781 1,568 1,320

FEBRERO 1,293 1,430 1,825 2,038 2,575 3,331 3,487 3,640 3,371 2,869

MARZO 2,011 2,174 2,830 3,397 4,140 5,346 5,508 5,756 5,475

ABRIL 2,746 2,980 3,937 4,778 5,746 7,253 7,514 7,944 7,255

MAYO 3,544 3,893 5,161 6,388 7,643 9,619 9,772 10,315 9,155

JUNIO 4,292 4,753 6,390 7,927 9,434 11,774 11,859 12,579 11,078

JULIO 5,088 5,596 7,632 9,422 11,160 13,801 14,024 14,766 12,911

AGOSTO 5,878 6,445 8,890 11,046 13,140 15,960 16,230 16,863 14,692

SEPTIEMBRE 6,650 7,305 10,132 12,478 14,905 17,950 18,198 18,976 16,434

OCTUBRE 7,442 8,154 11,391 13,903 16,742 20,109 20,362 21,613 18,125

NOVIEMBRE 8,136 8,895 12,448 15,286 18,492 21,939 22,161 23,360 19,620

DICIEMBRE 8,895 9,814 13,650 16,730 20,284 23,742 23,970 25,136 21,180

VARIACIÓN
25.8% 9.3% 27.9% 18.3% 17.4% 14.5% 0.9% 4.9% -15.7%
ANUAL

*DATOS EN MILLONES DE DÓLARES


*FUENTE: BANCO DE MÉXICO

www.consulta.com.mx 27
David Pavón Cuéllar1*
(Universidad de Rouen, Francia)
José Manuel Sabucedo Cameselle2*
(Universidad de Santiago de Compostela, España)

Por más que se le conjure y se le invoque en la actualidad, el concepto de


“sociedad civil” suele permanecer bastante oscuro en lo que designa, significa
e implica. Para disipar tal oscuridad, es preciso esclarecer la teoría que lo ha
impregnado en su origen y a lo largo de su desarrollo. Con este objeto, se ofrece
una breve historia de su elaboración teórica. Tras el naturalismo de Aristóteles,
se revisa el convencionalismo liberal de Hobbes, Locke y Ferguson, para ter-
minar con las teorías alternativas de Kant, Fichte, Hegel, Marx y Gramsci.
Palabras clave: sociedad civil, naturalismo, convencionalismo, libe-
ralismo

In spite of its frequent uses at the present time, the concept of civil society
suffers from a substantial obscurity in what it designates, signifies and involves.
In order to dissipate this obscurity, it is necessary to elucidate the theory that
impregnates the concept in its source and along its evolution. With this purpose
in mind, a short history of the theoretical elaboration of the concept of civil
society is introduced. A number of theories are reviewed: the naturalism of
Aristote and the conventionalism of Hobbes, Locke and Ferguson, as well as
the alternative theories of Kant, Fichte, Hegel, Marx and Gramsci.
Keywords: civil society, naturalism, conventionalism, liberalism

1*
Département de Philosophie. Faculté de Lettres et Sciences Humaines. Université de Rouen.
76130 Mont-Saint-Aignan. France. E-mail: pavoncuellardavid@yahoo.fr
2*
Departamento de Psicología Social y Básica. Facultad de Psicología. Universidad de Santi-
ago de Compostela. Campus universitario sur. 15782 Santiago de Compostela. España. E-mail:
sabucedo@usc.es
Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, N° 21. Primer semestre de 2009.
Págs. 63-92.
64 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

A excepción de los más actuales discursos periodísticos, filantrópicos o


propagandísticos, la “sociedad civil” no ha sido un término práctico del voca-
bulario corriente, sino un concepto culto destinado a la reflexión teórica en los
campos de la filosofía, la sociología, la politología, la economía y el derecho.
Aun cuando haya sido transferido en los últimos años al exterior de tal reflexión,
el concepto aparentemente no ha tenido, en su aspecto informativo, persuasivo
o reivindicativo, una evolución propia original que se muestre independiente
de la teoría que lo impregna. Por más intensas que hayan sido las eventuales
interferencias prácticas, todo indica, en efecto, que si hay un eje rector en la
evolución del concepto, este eje ha sido siempre teórico.
Para exponer a grandes rasgos la evolución del concepto de “sociedad
civil” en su generalidad, no parece necesario salir de la esfera de la reflexión
teórica. De cualquier manera, dadas las restricciones del presente artículo, no
sería nada fácil aprehender en él algo tan difuso como la intrincada y caprichosa
evolución de la “sociedad civil” en la esfera de su gestión práctica.
En un estudio que no dejará de ser el más oportuno por ser el único facti-
ble, el concepto de “sociedad civil” sólo podrá ser estudiado aquí a través de
la reflexión teórica en la que interviene. Interesándonos en esta reflexión por
cuanto precede la actual gestión práctica del concepto, la teoría tendrá que ser
abordada en su anterioridad con respecto a la práctica: en los tiempos más o
menos remotos en los que el concepto de “sociedad civil” se dejó impregnar
por ciertos discursos teóricos3. Se deberá explorar así el contexto discursivo
académico, doctrinario y especulativo, en el que dicho concepto surgió y
evolucionó, a través de los siglos, antes de ser transferido, junto con el rastro
conceptual de su elaboración teórica, a los discursos profanos en los que ac-
tualmente ocupa un lugar privilegiado.

El término castellano de sociedad civil proviene del latín societas civilis.


En esta expresión compuesta, el sustantivo societas describe cualquier sociedad
o asociación de grupos o individuos, mientras que el adjetivo civilis precisa un
tipo específico de sociedad: la sociedad civil, es decir, la sociedad de la cive o
de la ciudad. Etimológicamente, la sociedad civil no es pues ni más ni menos
que una sociedad ciudadana.
3
Los cuales, aunque fueran “teóricos”, no dejaban por ello de “ser al mismo tiempo discursos
ideológicos” de “lenguajes que articulaban” ideologías “estrechamente vinculadas a los antago-
nismos de la vida cotidiana” (Zima, 2005, pp. 22-27). Lo teórico no se refiere aquí, en efecto, a
la neutralidad en contraste con la ideología, sino a la reflexión que se concretiza en la gestión, la
concepción que desemboca en la utilización, la ciencia que se transmite a la tecnología.
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 65

El latín societas civilis es la traducción directa del griego koinona politike.


Al igual que la societas, la koinona describe cualquier sociedad. Al igual que
civilis, el adjetivo politike precisa una especie de sociedad: la sociedad políti-
ca de la polis griega, es decir, la sociedad civil de la cive latina o la sociedad
ciudadana de la ciudad actual4.
Ateniéndonos al sentido literal, podemos caracterizar la koinona politike
como la asociación de los individuos o de los grupos de los que se compone
una ciudad. Sin embargo, debe tenerse presente que lo que entendemos hoy
por ciudad no es exactamente lo que se entendía en la antigüedad. Aunque
nuestra ciudad pueda tener, en extensión y en población, iguales o mayores
dimensiones que la polis griega, ésta contaba con una independencia política
y con una autosuficiencia económica de las que suele carecer actualmente
cualquier ciudad.
Hoy en día, más que a una ciudad, la polis griega correspondería a un
Estado, aunque no a cualquier Estado, sino sólo a uno cuya esencia residiera
en la ciudadanía. Refiriéndose a tal clase de Estado, la sociedad civil antigua,
ya sea como koinona politike griega o como societas civilis latina, puede ser
definida como una sociedad ciudadana5 o de ciudadanos6.
Como sociedad ciudadana o de ciudadanos, la sociedad civil antigua
recibió su elaboración teórica por excelencia en la filosofía ética y política de
Aristóteles. En esta filosofía, la koinona politike aparece como naturalmente
humana: como “un hecho de naturaleza” para el ser humano, el cual, “por
naturaleza”, puede llegar a ser un “animal político” (Aristóteles, -330/1987,
Pol., I, §2, 1252-1253, pp. 27-28). Decir “animal político” equivale aquí
aproximadamente a decir “animal civil” o “ciudadano”. Haciendo abstracción
de la particularidad cultural de lo denotado y connotado por los términos,
cabe afirmar que el humano sólo puede realizar plenamente su naturaleza en
la polis, en la cive o en la ciudad7. La plenitud humana sólo se alcanza, de este
4
En el plano de la pura etimología, del etumos logos o del sentido verdadero, no hay, pues,
ninguna diferencia de sentido entre los términos de “sociedad política” y de “sociedad civil”. No
hay, por ende, ningún fundamento etimológico para la diferenciación teórica entre ambos términos
–tal como ésta es realizada, más tarde, por diversos autores, en particular por Gramsci.
5
Ciudadana y no citadina: de la ciudad como Estado y no como población, como entidad
política y no como espacio territorial, como cuerpo jurídico y no como núcleo urbano.
6
Siempre y cuando los ciudadanos sean considerados, no como los naturales o los vecinos
de una ciudad actual, sino como los habitantes de una ciudad antigua o de un Estado moderno:
sujetos cuya ciudadanía les da ciertos derechos políticos y les permite intervenir, ejerciendo tales
derechos, en el gobierno de la ciudad o del Estado.
7
Presuponiendo que la cive y la ciudad corresponden exactamente a la polis aristotélica, tal
afirmación ignora deliberadamente la diferencia, en Aristóteles, entre su politeia y su tiranía
materializada en la cive imperial de los romanos, en la que no solían existir condiciones para
una realización plena de la naturaleza humana. Si nos permitimos pasar por alto esta diferencia
y equiparamos la cive a la polis, esto es por tres principales razones: en primer lugar, por la equi-
valencia lexical entre ambos términos en una traducción descontextualizada; en segundo lugar,
por la repetida traducción de la polis por la cive en los autores clásicos; y en tercer lugar, porque
66 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

modo, en la constitución de la koinona politike, de la societas civilis o de la


sociedad ciudadana. Para ser todo lo que pueder ser, el humano tiene que ser
un animal político, civil o ciudadano, y no sólo un animal social –no sólo un
“amigo” o “asociado”, no sólo un animal de la koinona o de la societas en
general (-330/1984, Ét. Eud., VII, §10, 1242, p. 184).
En el discurso aristotélico, el género de lo social comprende virtualmente
la especie de lo civil. Además de la condición general de vivir en sociedad, el
animal social humano, con su vocación civil, se distingue por su capacidad
específica de vivir en sociedad civil. En este mismo nivel de especificidad, el
humano, siendo un “animal familiar”, se caracteriza también por la condición
de vivir en sociedad familiar (-330/1984, Ét. Eud., VII, §10, 1242, p. 184).
Las sociedades aristotélicas civil (S1) y familiar (S2) son especies natu-
rales de la sociedad en general (S)8. Sin embargo, la familia es una especie
natural adquirida o en bruto, mientras que la especificidad civil o política, por
más natural que sea, tan sólo se realiza mediante una elaboración o evolución
cuya naturalidad no excluye su historicidad9. Por otro lado, la sociedad civil,
en su especie, es más perfecta que la familiar. De hecho, la sociedad civil es
“la más perfecta de todas” las sociedades (Aristóteles, -330/1987, Pol., I, §1,
1252, pp. 21-22). Esta connotación positiva de la sociedad civil se justifica,
pragmáticamente, por una “autosuficiencia económica” de la que carecen la
sociedad familiar y las demás sociedades (-330/1987, Pol., I, §2, 1252-1253,
pp. 27-28).
Género Sociedad natural (S)
Sociedad natural civil (S1): Sociedad natural familiar (S2):
Especies evolucionada y perfecta (con adquirida e imperfecta (sin
autosuficiencia económica) autosuficiencia económica)

el sentido aristotélico de la polis, por una paradójica inversión etimológica, no se transmitió al


término moderno de sociedad política, sino más bien al de de sociedad civil.
8
Inspirándonos en la teoría política de Jacques Lacan (1969-1970/1991), las siglas que
introducimos ahora (S1 y S2), como las que habremos de añadir más adelante ($ y a), indican
posiciones discursivas de la sociedad (S) que pueden ser ocupadas tanto por la sociedad civil
como por los términos con los que se vincula. Superponiéndose a la posición básica, material y
elemental, extensiva y constitutiva ($) –ocupada con frecuencia por clases o por otras entidades
infraestructurales o económicas o mercantiles–, está la posición dominante formal, comprensiva y
definitoria (S1) –preferida por la superestructura política o estatal. Además de contraponerse a la
posición en relación con la cual se define (S2) –y en la que suele ubicarse lo propiamente social
o natural o cultural–, esta posición dominante se opone eventualmente a una cuarta posición que
no se confunde con las tres anteriores (a) –lugar de lo civil que no se reduce ni a lo económico-
mercantil ni a lo político-estatal ni a lo natural-cultural.
9
Si “la casa es lo natural no evolucionado”, la “polis” es “lo natural ya enteramente evolu-
cionado”, cuya evolución “transcurre en el tiempo, es decir, en la historia, sede permanente de
lo natural humano” (Hermosa Andújar, 2006). Esta “historia” puede ser definida entonces como
“el camino” por el que “el ser social por naturaleza” puede “transmutarse” en “el ser político
por naturaleza” (ibid).
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 67

Hasta los últimos siglos de la Edad Media, en los que se inicia la transición
de la sociedad feudal a la sociedad moderna, se observa un franco predominio,
en los discursos filosófico-políticos occidentales, de la concepción aristotélica
de una sociedad civil cuyos elementos definitorios son la naturaleza, la especi-
ficidad ciudadana, la evolución histórica y la perfección que le da su autosu-
ficiencia económica10. El primer cuestionamiento influyente de tal concepción
tradicional, pre-moderna y probablemente inconciliable con la modernidad, no
vamos a encontrarlo sino hasta el siglo XVII, en el discurso de Hobbes, en el
que la naturaleza deja de ser un elemento definitorio de la sociedad civil.

Aunque Cicerón hubiera ya descrito la sociedad civil como un estado


jurídico de individuos “vinculados” por “la ley” y por el “derecho común”
(-50/1954, Rep., I, §32, pp. 52-53), fue Hobbes el primero que la relató, re-
montando hasta su origen, como el hecho jurídico por el que los individuos
se vinculan a través de una ley y de un derecho común que emanan de una
convención artificial y no de una inclinación natural. Además de ya no ser
un estado natural, como lo era en el discurso aristotélico, la sociedad civil es
aquí, por fuerza, un hecho convencional: un estado hecho, artificial o anti-
natural, producto de la necesidad, la disciplina y la voluntad11. Para entrar
en tal estado, hay que salir naturalmente de la naturaleza. De hecho, hay que
“pasar del estado natural” a una “sociedad civil” cuya “dominación, instituida
(institutivum) y política”, se distingue de una “dominación natural, despótica o
paterna” (Hobbes, 1642/1998, II, V, XII, p. 74), propia de la sociedad familiar
y de las demás sociedades naturales12.

10
Retomando sin modificaciones la concepción de Aristóteles, Tomás de Aquino –por citar
el caso más conocido– se representa una entidad natural y específicamente ciudadana, la cual, a
diferencia de “la familia” y “el burgo”, constituye una “sociedad perfecta” que “se basta en todas
las cosas necesarias para la vida” (Tomás de Aquino, 1267/1997, I, §1, 140, p. 47; 1270/1999,
II, §90, 2-3, pp. 570-572).
11
Un estado que se contrae “voluntariamente” y no “naturalmente”, por “disciplina” y no por
“naturaleza”, por una “necesidad de asistencia” y no por una “disposición natural”, por “amor
propio” y no por “amor hacia los amigos”, por “el miedo que los hombres se dan los unos a los
otros” y no por “benevolencia recíproca” (Hobbes, 1642/1998, I, I, II, pp. 21-25).
12
En el discurso de Hobbes, la distinción aristotélica entre la sociedad civil natural, perfecta,
y la sociedad familiar también natural, pero imperfecta, se torna una distinción entre la sociedad
civil convencional, artificial o antinatural, y la sociedad familiar natural. El criterio distintivo de
la sociedad civil ya no es el de su perfección natural por una autosuficiencia económica, sino el
de su institución artificial por una convención política. Cediendo su lugar a la política en este
inicio de la modernidad, la economía deberá esperar la crítica marxiana de la modernidad para
ocupar nuevamente la posición que le corresponde. Será entonces el factor político, reubicado en el
Estado, el que tenga que devolver su lugar a la economía en la definición de la sociedad civil.
68 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

Si en la sociedad natural hay un “concurso de varios animales de la misma


especie” (Hobbes, 1642/1998, I, I, II, pp. 21-25) –varios animales del mismo
género social y de la misma especie política en Aristóteles–, en el estado an-
tinatural de la sociedad civil, tal como lo concibe Hobbes, lo que hay es una
“unidad real (reall unitie) realizada por una convención (covenant) de cada
uno con cada uno” (1651/1991, XVII, p. 120). En esta convención artificial
–que suplanta la categoría natural aristotélica–, “es como si cada uno dijese a
cada uno: autorizo a este hombre o a esta asamblea, y le abandono mi derecho
de gobernarme, siempre y cuando tú le abandones tus derechos y le autorices
todas sus acciones de la misma manera” (1651/1991, XVII, p. 120). Es así como
una “multitud” se vuelve una “ciudad” (civitas), una “sociedad civil” (societas
civilis) o una “persona civil” (persona civilis): un “dios mortal”, encarnación de
la “voluntad de todos los particulares”, al cual “debemos, bajo el dios inmortal”,
no sólo “nuestra paz y nuestra protección”, sino también nuestra “obediencia” y
nuestra “sumisión” (1642/1998, II, V, VII-IX, pp. 72-73; 1651/1991, XVII, pp.
117-121) –obediencia y sumisión que bastan para convertirnos en las dóciles
fibras musculares de este gran Leviatán13.

Sociedad (S)
Sociedad civil, instituida y Sociedad natural, despótica o
política (S1) paterna (S2)
Familia o multitud: concurso de
Estado: unidad realizada por
varios animales de la misma
una convención entre humanos
especie
En contraste con la sociedad civil natural aristotélica, la sociedad civil
convencional hobbesiana (S1) se caracteriza precisamente, como sociedad (S),
por su contraposición con respecto a la sociedad natural (S2). Concurriendo en
tal contraposición, concretándola y confirmándola, se concatenan los elementos
definitorios de la sociedad civil antinatural de Hobbes: la necesidad que la
justifica, la disciplina que la posibilita y la voluntad que la origina; su origen
convencional, su desarrollo institucional y su identificación con el Estado; su
obediencia y sumisión a una voluntad general y su totalización y unificación
hasta la personificación.

13
Personificada como Leviatán, la sociedad civil trasciende el carácter individual de sus ele-
mentos constitutivos y se transforma en “un cierto cuerpo, en una cierta persona” con “una sola
voluntad” (Hobbes, 1642/1998, II, XII, VIII, p. 137). Esta voluntad general, ejercida por un rey o
por cualquier otra encarnación del Estado, “tiene que ser considerada como la voluntad de todos
los particulares” (II, V, VI-IX, p. 72-73). Como tal, debe ser obedecida por todos ellos. Por esta
obediencia, los particulares no sólo se agregan en una “multitud”, o en una sociedad natural, sino
que componen una sociedad civil que obedece a quien o a quienes encarnan su propia voluntad
general: que se obedece de este modo a sí misma (II, VI, I, pp. 75-77).
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 69

Heredero de Hobbes, Locke parte de la contraposición entre la sociedad


natural y una sociedad civil antinatural. En esta última, instaurada para “evitar
los inconvenientes de la naturaleza” (Locke, 1689/1994, VII, §90, p. 326), los
individuos, “renunciando al poder ejecutivo que obtienen del derecho natural
(Law of Nature) y confiándolo al público” (VII, §89, p. 325), “renuncian a su
libertad natural y endosan los lazos (put on the bonds) de la sociedad civil”
(VIII, §95, pp. 330-331). Como en Hobbes, en Locke esto se realiza mediante
una convención (VIII, §95-122, pp. 330-349)14.
Tanto en Hobbes como en Locke, el origen de la sociedad civil es una con-
vención. Ahora bien, mientras que en Hobbes –aún próximo del absolutismo– la
convención estipula que habrán grupos o individuos –gobiernos o gobernantes
absolutos– a los que se “abandonen todos los derechos” y se “autoricen todas
las acciones” (Hobbes, 1651/1991, XVII, pp. 117-121), en Locke –distante ya
del absolutismo– los términos de la convención no contemplan a nadie con
tales prerrogativas15. En el primer caso, la cabeza del gran Leviatán (S1) está
por encima de las leyes del cuerpo social ($). En el segundo caso, “nadie en la
sociedad civil puede estar dispensado (exempted) de obedecer a las leyes que
la rigen” (Locke, 1689/1994, VII, §94, p. 330). Decretadas en la sociedad civil
“por una autoridad ni diferente de ella ni exterior a ella” (1674/19971, pp. 216-
217), estas leyes, aplicándose a la sociedad civil, se aplican a esta autoridad
(S1) y a las demás partes que integran la sociedad civil (S2): que la integran
precisamente por estar sujetas a sus leyes16.

Sociedad civil de Hobbes Sociedad civil de Locke


Cabeza (S1): Con autoridad (S1): Sin autoridad (S2):
no sometida a las leyes sometida a las leyes sometida a las leyes
Cabeza ($):
sometida a las leyes

14
A quienes “han consentido así en formar una comunidad” (Locke, 1689/1994, VIII, §95, p.
331), la convención permite constituir “un solo cuerpo, con un sistema jurídico y judicial común,
al que pueden recurrir para zanjar sus desacuerdos” (VII, §87, p. 324).
15
Por eso es que la monarquía absoluta, en la que se inspiran algunos aspectos de la socie-
dad civil hobbesiana, resulta “verdaderamente inconsistente con la sociedad civil” de Locke
(1689/1994, §90, p. 326).
16
Esta idea no es nueva. Ya en Cicerón, la sociedad civil, para existir, exigía que no fuera
“desigual” la “condición jurídica de los ciudadanos” que se “vinculaban” a ella por “la ley”
(Cicerón, República, I, XXXII, pp. 53-54).
70 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

A diferencia de la sociedad natural, que obedece unas leyes que no esta-


blece, la sociedad civil decreta las mismas leyes por las que se rige. Aunque
Locke asuma esta diferencia, esta oposición y contraposición entre lo heteró-
nomo y lo autónomo, al mismo tiempo la reduce, matiza y modera, mediante
una reconciliación religiosa consistente en la interposición y superposición
entre lo civil natural aristotélico –heteronomía original y fundamental– y lo
civil convencional hobbesiano –autonomía originada y fundamentada en la
heteronomía17. En esta reconciliación, la sociedad civil, aunque instituida por
una convención humana, se ve condicionada por dos productos naturales de
la intención divina: por un fundamento al que se superpone, al que ya no sólo
se opone, y por un origen que se interpone entre ella y la sociedad natural a la
que ya no sólo se contrapone.
Por más convencional que sea, la sociedad civil de Locke no deja de ser una
sociedad natural: naturalmente motivada en su origen y naturalmente manteni-
da en su fundamento18. En primer lugar, naturalmente motivada en su origen,
ya que “Dios, habiendo hecho del hombre una criatura tal que no era bueno
para ella estar sola, le sometió a obligaciones de necesidad, de conveniencia
y de inclinación para llevarle a entrar en sociedad (to drive him into society)”.
En segundo lugar, naturalmente mantenida en su fundamento, ya que Dios
también “proporcionó y adaptó” al hombre (fitted him with) “entendimiento y
lenguaje para permanecer en esta sociedad y sacar provecho de ella” (Locke,
1689/1994, §77, pp. 318-319).
En el discurso de Locke, el beneficio inmediato que los hombres obtienen
de la sociedad civil es la “preservación” de “su propiedad”, esto es, “la pre-
servación de sus vidas, libertades y posesiones” (Locke, 1689, 123, p. 350).
Mediado por tal beneficio inmediato, el “provecho” mediato que se puede

17
En la misma época, Bossuet (1679/1967) introduce una reconciliación análoga entre la
“sociedad general del género humano”, unida “por Dios” mediante “la ley de la naturaleza”, y
la “sociedad civil”, unida bajo leyes “fundadas” en la “ley de la naturaleza” y decretadas por la
propia sociedad civil “en presencia” de Dios, “vengador inevitable de toda contravención a la ley”
(I, I-VI, pp. 5-43). A diferencia de la reconciliación de Locke, la de Bossuet, más consistente, se
deduce, como superposición, del mismo principio legal del que se deduce la oposición de los dos
términos que se reconcilian. En lugar de recurrir a la necesidad o al entendimiento o a otras ideas
ajenas a la ley, Bossuet funda la ley humana y convencional en la ley divina y natural.
18
Esta recuperación del aspecto natural de la sociedad civil, que habrá de transmitirse hasta
nosotros a través de Ferguson (1767/1782, I, IX, pp. 95-96) y Hegel (1819/1975, §90-91, pp.
33-35), terminará oponiéndose al aspecto cultural o anti-natural del Estado, una vez que la socie-
dad civil se haya disociado del Estado. Llegaremos así, en las más actuales concepciones de la
sociedad civil, a una oposición implícita, subrayada por Trebitsch (1991), en la que “la sociedad
civil se opondría al Estado como la naturaleza a la cultura” (p. 29).
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 71

sacar de la sociedad civil, en Locke al igual que en Hobbes, corresponde a


“la paz y la prosperidad”: una paz y una prosperidad inherentes, en el caso
de Locke, a “la preservación de la sociedad y de sus miembros” en el “goce”
de “las buenas cosas de esta vida que pertenecen a cada uno” (1674/19971, p.
216; 1676/19972, p. 236).
En relación con la sociedad civil, la paz cumple dos funciones sucesivas
en el discurso de Locke: primero, con la prosperidad, una función explicativa
(1674); en seguida, sin la prosperidad, una función definitoria (1689). Cuando
la paz cumple tal función definitoria, la sociedad civil (S1) es definida, en su
calidad de sociedad (S) y en su contraposición al estado de guerra de la socie-
dad natural (S2), como “estado de paz” (1689/1994, XIX, §212, p. 407). Tal
estado es el único en el que puede gozarse, para Locke, de “una vida cómoda,
segura y apacible” (VIII, 95, pp. 330-331): de una “felicidad civil” en la que
parece residir la razón última que justifica la existencia de la sociedad civil
(1674/19971, p. 216).

Sociedad (S)
Sociedad civil (S1): Sociedad natural (S2):
estado de paz estado de guerra
Existiendo por una “felicidad civil” indisociable de “la felicidad en este
mundo”, la “sociedad civil”, tal como se la representa Locke (1674/19971),
forma parte, junto con la “sociedad religiosa”, de una “doble sociedad (twofold
society)” que permite “alcanzar una doble felicidad: la de este mundo y la del
otro” (p. 216). No existiendo en definitiva sino por la felicidad que le corres-
ponde, la de este mundo, la sociedad civil no existe a cada momento sino por
las condiciones de posibilidad de tal sociedad: por la paz y por la prosperidad
(1689/1994, §131, p. 353). Así, en su doble oposición a la sociedad natural
y a la sociedad religiosa, la tan convencional como naturalmente motivada
y mantenida sociedad civil de Locke, sociedad feliz, próspera y pacífica, no
existe, como estado de paz, sino por esta paz y por la prosperidad, es decir, en
última instancia, por la felicidad en este mundo: una felicidad condicionada
por la paz y por la prosperidad.
En el siglo XVIII, el optimismo de Locke, típicamente anglosajón, no
habrá de ser compartido por Rousseau. Aunque reconociendo que en la socie-
dad civil “las facultades se ejercen y se desarrollan, las ideas se extienden” y
“el alma se eleva”, el ilustrado francés observará simultáneamente que “esta
nueva condición degrada con frecuencia al hombre por debajo de la condición
natural de la cual salió” (Rousseau, 1762/19712, VIII, p. 524). En concreto, si
el hombre hubiera permanecido en esta condición natural, se habrían evitado,
según Rousseau, “crímenes, guerras, homicidios, miserias y horrores” que
acarreó la fundación de la sociedad civil por la propiedad privada (1754/19711,
72 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

II, p. 228). En lugar de la contraposición lockeana entre el estado civil de paz


y el estado natural de guerra, lo que se tiene aquí es una contraposición entre
el estado natural de paz y el estado civil de guerra.

Sociedad civil de Locke Sociedad natural de Locke


o sociedad natural de Rousseau o sociedad civil de Rousseau
(S1) (S2)
Paz Crímenes, guerras, homicidios
Prosperidad Miserias
Felicidad Horrores
A la sociedad civil feliz, próspera y pacífica de Locke (S1), que aparece
ahora como una sociedad natural, Rousseau contrapone otra sociedad civil (S2)
en la que denuncia: los crímenes, las guerras y los homicidios con los que se
preserva la paz; las miserias con las que se paga la prosperidad; los horrores
con los que se obtiene la felicidad. En contraste con este clarividente pesimis-
mo, quien sí compartirá el optimismo de Locke, en el siglo XVIII, será otro
filósofo anglosajón: Adam Ferguson.
Para Ferguson, al igual que para Locke, la sociedad civil existe por la
felicidad en este mundo. Si esta “felicidad” mundana “de los individuos” o
“de las partes” es “el gran objeto del todo”, un todo cuyo “bien” –la felicidad
civil de Locke– es “el principal objeto de las partes”, esto es porque “el interés”
de las partes y el del todo “se concilian naturalmente” (Ferguson, 1767/1782,
I, IX, pp. 95-96). Así conciliados, el interés individual y el colectivo pueden
constituir naturalmente una sociedad civil en la que se disipa el último rastro
de anti-naturalidad hobbesiana que aún subsistía en Locke19.
No lejos de Aristóteles, Ferguson concibe un animal social humano
cuyo interés individual, coincidiendo naturalmente con el colectivo, lo hace
“miembro por naturaleza” de una sociedad cuya constitución es entonces
natural (Ferguson, 1767/1782, I, IX, p. 95). Sin embargo, el mismo Ferguson,
que disiente del naturalismo absoluto aristotélico tanto como discrepa del
convencionalismo absoluto hobbesiano, estima que “ni la propensión a mez-
clarse con la manada (mix with the herd), ni la consideración de las ventajas

19
Después de que Locke haya identificado, en la sociedad civil anti-natural de Hobbes, las
condiciones individuales naturales que la motivan y las facultades individuales también naturales
que la mantienen, Ferguson establece una conciliación natural entre el interés individual, suscitado
por estas condiciones o perseguido por estas facultades, y el interés colectivo de la sociedad civil.
Constituida naturalmente por tal conciliación natural, la sociedad civil no puede ya ser considerada
como anti-natural, tal como podía ser todavía considerada en Locke –en el que la sociedad civil,
aunque naturalmente motivada y mantenida, no se constituía naturalmente, sino artificialmente
y en oposición al estado natural, al derecho natural y a la libertad natural.
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 73

de esta condición, comprenden todos los principios por los que los hombres
viven juntos” (I, III, p. 28)20.
En una síntesis entre naturalidad y convencionalidad aún más esencial que
la de Locke, Ferguson admite, pues, una sociedad civil tan convencional como
naturalmente constituida. Una vez constituida, esta sociedad, como el Leviatán
de Hobbes, deja tras de sí la forma natural y convencional de su constitución
y adquiere, bajo una forma cultural, una identidad colectiva que trasciende las
identidades individuales de sus elementos constitutivos21. Con esta identidad
trascendente, la sociedad civil, como cualquiera de “los individuos que la
constituyen”, puede caer “bajo la influencia” de “animosidades vehementes”
(Ferguson, 1767/1782, V, II, p. 353).
Si la sociedad civil fergusoniana contribuye siempre al desarrollo de la
cultura o de los “más bellos talentos” del hombre, suele ocurrir que actúe bajo
la influencia de ciertas animosidades vehementes, que “entre en luchas con
vehemencia” y que no contribuya entonces más que al “perfeccionamiento” de
la cultura bélica: del “arte de la guerra” y de “los recursos de las armadas” (Fer-
guson, 1767/1782, III, VI, p. 259; V, II, p. 353). No excluyendo ya las guerras,
los crímenes y los homicidios que Rousseau denunciaba, la sociedad civil de
Ferguson deja de ser así una sociedad necesariamente pacífica y pacificadora
como la de Locke22. Aunque ambas sociedades civiles existan por la felicidad,
la de Locke, ya sea en la cultura o en la incultura, encuentra su felicidad en
la paz y mediante su contribución al mantenimiento de la paz, mientras que
la de Ferguson, ya sea en la paz o en la guerra, encuentra su felicidad en la
cultura y mediante su contribución al desarrollo de la cultura. Por este medio,
contribuyendo al desarrollo de una cultura pacífica o guerrera, la sociedad
civil de Ferguson, tan convencional como naturalmente constituida, se cons-
tituye como ente colectivo trascendente con objeto de alcanzar una felicidad
colectiva indisociable de la felicidad individual.

20
En otras palabras, ni la concepción aristotélica ni la concepción hobbesiana bastan, cada
una por sí sola, para dar cuenta del origen de la sociedad civil: “la historia de nuestra especie
nos muestra que los hombres son, los unos para los otros, objetos mutuos de miedo y de amor, y
quienes quisieran probar que estaban originalmente en estado de concordia o de guerra”, como
Aristóteles y Hobbes respectivamente, “encuentran numerosas pruebas para justificar sus aser-
ciones” (Ferguson, 1767/1782, I, III, p. 26).
21
Éstos pueden ser entonces comparados a “los miembros de un cuerpo, las partes de un edificio
(fabric), las piezas de una máquina (engine)” (Ferguson, 1767/1782, I, IX, p. 95).
22
De hecho, la sociedad civil fergusoniana, como lo ha observado Hill (2001), es una sociedad
original y fundamentalmente guerrera y conflictiva. Originándola y fundamentándola, “el conflicto
y la guerra” son los “catalizadores” que desencadenan la “organización” y la “construcción de
las comunidades” en las que toma “forma” (pp. 286-289).
74 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

En la perspectiva anglosajona de Ferguson, lo mismo que en la de Locke,


la “felicidad (happiness) individual”, siendo irrealizable en el estado natural,
justifica la existencia del estado civil (Ferguson, 1767/1782, I, IX, p. 95-96).
Por el contrario, en la perspectiva continental de Kant, lo mismo que en la
de Rousseau, la misma “felicidad” (Glückseligkeit), siendo “realizable” en el
estado natural, no justifica ya la existencia del estado civil (Kant, 1790/19682,
II, §83, pp. 429-431).
En el discurso kantiano, la “sociedad civil” no existe ya por la felicidad
individual, sino por “la cultura humana”: cultura necesariamente colectiva,
entendida como “aptitud y habilidad” en la realización de “los fines para los
cuales la naturaleza puede ser utilizada por el hombre” (Kant, 1790/19682, II,
§83, pp. 430-433). Como un “fin último” (II, 83, p. 431) y no como el medio
que era para Ferguson (1767/1782, III, VI, p. 259), esta “cultura” puede ser
alcanzada y preservada en la paz, la cual, en su calidad de “condición formal”
de la cultura, vuelve a ser en Kant, como lo era ya en Locke, un medio para
llegar a un fin (Kant, 1790/19682, II, §83, p. 432). En Kant, sin embargo, este
medio no excluye la efectividad fergusoniana de “la guerra”: su efectividad
como un “móvil suplementario” para “desarrollar al máximo todos los talentos
que sirven a la cultura” (p. 433).
El razonamiento de Kant no puede ser más coherente: si la cultura sólo
se desarrolla en una “sociedad” con “libertad”, y si en esta sociedad liberal
hay forzosamente un “antagonismo constante” que pone en peligro la cultura,
entonces, con objeto de alcanzar y preservar esta cultura, se requiere de la “po-
tencia irresistible” (unwiderstehlicher Gewalt) pacificadora de una “sociedad
civil administrando el derecho” (Kant, 1784/19681, V, p. 22). Oponiéndose al
“mal que se hacen entre sí las libertades en conflicto”, esta “potencia legal”
(gesetzmäßige Gewalt) de la “sociedad civil” (1790/19682, II, §83, p. 432)
implica un “estado civil” diferente del “estado natural”: una dimensión vertical
estatal perpendicular a la dimensión horizontal “social”, un “derecho público”
superpuesto al “privado”, una “subordinación” a lo superpuesto irreductible a
la “coordinación” entre iguales contrapuestos (1796/19684, §41, pp. 305-307).
Dado que tales iguales contrapuestos no se coordinan como sociedad ($) sino
en la medida en que están subordinados al poder superpuesto de la sociedad
civil (S1), este poder, aunque “no sea” la sociedad, “hace que la sociedad sea”
(pp. 306-307). Presuponiendo por ello la “igualdad” y la “autosuficiencia”
(Selbstständigkeit) además de la “libertad” (1793/19683, pp. 290-296), lo civil
kantiano, tan socializador de los individuos como pacificador de las socieda-
des, aparece, identificado al Estado, como algo exterior a la sociedad: como la
condición misma de la sociedad y no sólo de la cultura en la sociedad23.
23
En la misma época, pero en la tradición anglosajona, E. Burke (1790/1970) postula esta
misma exterioridad: necesaria exterioridad, como “regla fundamental de la sociedad civil”, de
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 75

Subordinación a una potencia legal


Civilidad Derecho público
(S1)
Coordinación en el antagonismo
Libertad Derecho privado
constante ($)
Recapitulemos. La sociedad civil de Locke alcanza y preserva la felicidad
individual por medio de la paz. La de Ferguson alcanza y preserva la misma
felicidad individual por medio de la cultura. La de Kant alcanza y preserva
esta cultura colectiva por medio de la paz. Aunque desechando la felicidad
que Locke y Ferguson avistaban como fin último de la sociedad civil, Kant
retiene la paz y la cultura que ambos filósofos trazaban como vías para llegar
a ese fin. Es así como plantea, no ya una sociedad civil feliz, pacífica o culta,
sino un estado civil socializador, pacificador y protector de la cultura.
Locke Ferguson Kant
Agente Sociedad civil Sociedad civil Civil socializador
Medio Paz Cultura Paz
Fin Felicidad Felicidad Cultura
Lo civil socializador kantiano ya no es ni siquiera una sociedad civil. Ya no
es un sustantivo con su adjetivo, sino un adjetivo compuesto. Como tal, ya no
se refiere ni a un elemento colectivo ni a una suma de elementos individuales
en su materialidad, sino a un rasgo formal, inmaterial, por el que se relacionan
socialmente los elementos24.
En la tradición de Kant, Fichte (1793/1974) concibe una relación civil
carente de materialidad propia. Instituida por un “contrato civil”, esta “rela-
ción entre ciudadanos” es una relación puramente formal cuya materialidad,
residiendo en los elementos relacionados, no le pertenece ni a ella ni a ninguno
de los tres “dominios” relacionales en los que se incluye: el de las relaciones
contractuales, el de las relaciones con el prójimo y el de las relaciones consigo
mismo (III, pp. 143-149). Ahora bien, por más inmaterial y “estrecha” que sea,
esta relación civil fichteana puede concretarse y “transgredir sus límites” a través
de un “Estado” que “invade” los dominios contractual, social e individual en
los que se incluye (p. 149)25.

un “poder exterior” a “la voluntad y las pasiones”, tanto “individuales” como “colectivas”, que
debe “reprimir” y “someter” (pp. 303-304).
24
Lo que le quede aún de materialidad, lo civil habrá de perderlo en el idealismo de Fichte y
Hegel, debiendo esperar el materialismo de Marx para volver a ser tan material como lo era en
Ferguson, Locke y Hobbes.
25
Justificando así la “revolución”, individual o social, de “hombres” que no son tan sólo
“ciudadanos” de un Estado y que pueden constituir otro Estado mediante un nuevo contrato civil
(Fichte, 1793/1974, pp. 150-164).
76 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

En su inmaterialidad, lo civil fichteano puede concretarse como Estado.


Por el contrario, lo civil hegeliano, también inmaterial, se deduce precisa-
mente, como bien lo constató Marx (1843/1970), a partir de su “abstracción”
con respecto a la “idea concreta” del Estado (pp. 407-446). No pudiendo
concretarse así en un ente colectivo como el Leviatán de Hobbes, la sociedad
civil de Hegel tampoco adquiere la concreción de sus elementos constitutivos,
no siendo sino la relación entre éstos: “relación” (Verbindung) puramente
“formal” entre “individuos subsistentes para sí” (Hegel, 1820/1970, §157, p.
306) o entre “familias que se comportan entre sí como personas autónomas”
(1819/1975, §89, p. 33)26.
En el idealismo hegeliano, en el que toda colectividad material es abstraída
y formalizada, el único ente colectivo concreto es una pura idea: la del Estado.
La concreción de tal idea contrasta con la falta de concreción de las otras dos
entidades, intrínsecamente reales, en las que se manifiesta “la sustancia ética”:
la familia, como “sustancia ética inmediata o natural”, y la sociedad civil, como
“escisión” (Entzweiung) de la misma sustancia y como “vinculación” de los
elementos escindidos “por sus necesidades, por su constitución jurídica y por un
orden exterior para sus intereses” (Hegel, 1820/1970, §156-157, pp. 305-306).
En este orden, la “universalidad formal” civil se concreta en “la universalidad
sustancial” estatal (§157, p. 306). Superando así al fin su realidad abstracta, la
sociedad civil sólo consigue concretarse de un modo ideal, como Estado y al
dejar de ser ya sociedad civil27.
Entre la superación de la familia y la constitución del Estado, entre la
“disolución” y la “recomposición de la unidad social en un nivel superior”,
entre la escisión material y la concreción ideal de la sustancia ética, el “mo-
mento negativo” de la sociedad civil hegeliana (Bobbio, 1973/20012, p. 77)
se divide en tres “momentos” sucesivos (Hegel, 1820/1970, §188, p. 346). En
un primer momento aristotélico, se acepta “la mediación” (Vermittlung), por
el “trabajo”, entre “la necesidad y la satisfacción”. En un segundo momento
liberal, más lockeano y fergusoniano que hobbesiano, se anhela “el elemento
universal de la libertad”, que requiere de “la protección de la propiedad por la
administración del derecho” (Rechtspflege). En un tercer momento kantiano, se
impone “la previsión” (Vorsorge), gracias a “la policía”, ante “la contingencia”
de los dos momentos anteriores (1820/1970, §188, p. 346).

26
Si esta relación es puramente formal, lo es a falta de un ente colectivo material que los ele-
mentos constitutivos individuales o familiares no consiguen concretar, esto debido a su autonomía
y a su propia subsistencia para sí.
27
O al ser un Estado que ya no se “confunde” con la sociedad civil, a diferencia del “Estado
liberal” de Hobbes, Locke y Ferguson, criticado por Hegel (1820/1970, §258, pp. 399-404).
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 77

Para ser verdaderamente satisfactora, protectora y previsora, la sociedad


civil ha de trascender a los individuos y a las familias que obtienen de ella la
satisfacción de sus necesidades, la protección de sus propiedades y la previsión
de sus adversidades. En su trascendencia, la sociedad en cuestión adquiere
una existencia colectiva, supra-individual y supra-familiar, irreductible a los
individuos y a las familias que la constituyen. Ahora bien, aunque irreductible
a estos elementos constitutivos, tal existencia no deja de carecer, al igual que
ellos, de una concreción propia e independiente como la del Estado.
Si la sociedad civil hegeliana puede llegar a contraer cierta concreción
en sus “leyes” y en sus “intereses”, tal concreción, como “orden exterior”,
es “dependiente” (abhängig) de la “necesidad exterior” del Estado al que se
halla “subordinada” (untergeordnet) (Hegel, 1820/1970, §261, pp. 407-410).
Es por ello que la sociedad civil, tal como la concibe Hegel, no alcanza jamás
a consistir en un elemento, sino tan sólo en una relación entre elementos.
Capaz de asegurar libertad, satisfacción y previsión para sus elementos
constitutivos, la sociedad civil de Hegel, aunque carezca de acción propia e
independiente, no carece por ello de capacidad para ejecutar una acción ajena
y dependiente del Estado, es decir, para cumplir orgánicamente con la función
con la que debe de cumplir en el seno del Estado. Por lo tanto, la sociedad civil
en cuestión, aunque sea una simple vinculación pasiva entre sus elementos
constitutivos, no es por ello una vinculación casual ni tampoco neutra, sino de-
liberadamente orgánica y orgánicamente funcional, debiendo funcionar de cierta
manera y debiendo estar organizada, para funcionar, también de cierta manera.
En principio, la sociedad civil hegeliana, para funcionar, debe organizarse
como “un sistema de dependencia multilateral” (ein System allseitiger Abhän-
gigkeit) en el que “la subsistencia y el bienestar del individuo-singular (Einzel-
nen), así como su ser-ahí jurídico (rechtliches Dasein), están entrelazados con la
subsistencia, el bienestar y el derecho de todos y fundados sobre éstos” (Hegel,
1820/1970, §183, p. 340). A pesar de no ser un elemento, a pesar de su falta de
unidad inorgánica y natural, este sistema funcional, esta vinculación orgánica
y artificial, obtiene, como “sociedad civil”, una consistencia –por llamarla de
algún modo– comparable a la del elemento familiar. Con esta consistencia, “la
sociedad civil sustituye su propio suelo a la naturaleza inorgánica externa y al
suelo paterno en el cual el individuo singular (Einzelne) tenía su subsistencia”.
Es así como “el individuo (Individuum) se vuelve hijo de la sociedad civil”
(1820/1970, §238, p. 386).
Al adoptarlos como hijos, la sociedad civil hegeliana “eleva la naturalidad
y la singularidad de los individuos, por su necesidad natural, por un lado a la
libertad formal y a la universalidad del saber y del querer subjetivos, y por otro
78 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

lado a la universalidad objetiva del contenido” (Hegel, 1819/1975, §90-91, pp.


33-35). En esta elevación desde la singularidad y la necesidad natural hasta
la universalidad y la libertad formal, comprobamos que la sociedad civil de
Hegel, sin ser en sí misma natural, como la de Aristóteles, se origina empero
de un modo aristotélico natural, como la de Locke.
El origen de la sociedad civil hegeliana es el momento natural del animal
político: de la individualidad, la necesidad y el trabajo para la satisfacción de
la necesidad. Es tan sólo a partir de tal momento aristotélico de la satisfacción
natural que la sociedad civil puede ascender hasta el umbral del Estado, hasta
el momento sintético kantiano de la prevención policial, después de haber
pasado por el momento antitético lockeano de la convención liberal: de la
universalidad, la libertad, la propiedad y la protección de la propiedad.
Recapitulemos. Precediendo la constitución del Estado como realidad
concreta, la forma abstracta de la sociedad civil hegeliana, sucesivamente
satisfactora-natural, convencional-liberal y preventiva-policial, no consiste
sino en la vinculación entre sus elementos constitutivos: una vinculación pasiva,
pero consistente, cuya pasividad no le impide ser orgánicamente funcional y
cuya consistencia le permite sustituirse a la familia. Si la sociedad civil termina
siendo así un sustituto de la familia, esto es porque lo sustituido, la familia, no
consigue dar satisfacción a las necesidades naturales. Ahora bien, la sociedad
civil, en Hegel –que discrepa en este punto de Aristóteles–, no es capaz tampoco
de bastarse a sí misma para satisfacer tales necesidades: “pese al exceso de
fortuna, la sociedad civil no es tan afortunada como para remediar el exceso
de pobreza” (Hegel, 1820/1970, §245, pp. 390-391). Para esto es preciso que
intervenga el Estado28. Su intervención, por lo demás, era previsible desde un
principio, tanto en la familia como en la sociedad civil, que no han sido aquí
sino los dos momentos pasivos y virtuales, incompletos y abstractos, de un
proceso formal que sólo se activa y se actualiza, se completa y se concreta en
el tercer momento, el del Estado, concebido como la síntesis dialéctica de los
dos momentos anteriores.

En el discurso hegeliano, la sociedad civil es apenas un momento en el


proceso político de constitución del Estado: un momento precario, encauzado
y ordenado al resultado constituido, subordinado a él y dependiente de él29.
28
Es preciso que haya una “intervención de la administración pública en la lucha contra la
pauperisación”: una intervención “útil”, mas “temperada”, con la que se manifestaría el “libera-
lismo intervencionista” de Hegel (Noël, 2005, pp. 381-383).
29
Esta dependencia y subordinación han sido bien explicadas por Bobbio (1970/20011), el cual,
oponiéndose a ciertas interpretaciones marxistas de Hegel, nos recuerda que la sociedad civil
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 79

Semejante discurso merecerá de Marx una crítica despiadada. Si nos atenemos


a esta crítica, el error de Hegel habría consistido en concebir “la familia y la
sociedad civil” no como lo que son, como los “sujetos reales” (wirklichen
Subjekte) o las “condiciones” (Voraussetzungen) “concretas” y “materiales” del
Estado, sino como lo contrario de lo que son: como dos “momentos objetivos”
e “irreales” (unwirklichen), “abstractos” y “formales”, de la “idea real” del
Estado (Marx, 1843/1970, pp. 406 y sig.). En congruencia con esta concepción
errónea, el discurso hegeliano haría “de la idea” del Estado “el sujeto”, y “del
sujeto real, propiamente dicho” (eigentliche, wirkliche Subjekt), de la familia y
de la sociedad civil, “el predicado” (p. 410). Permaneciendo así fiel a su error
idealista, Hegel no reconocería una verdad materialista que a Marx le resulta
evidente, a saber, que “la familia y la sociedad civil” (S2), en su materialidad,
son los sujetos que “se hacen a sí mismos” un Estado ideal (S1) que sólo existe
como su predicado (pp. 407-410).

Estado (S1) Sociedad civil (S2/a)


Sujeto (concreción Predicado (abstracción
Hegel
ideal) formal)
Predicado (abstracción Sujeto (concreción
Marx
ideal) material)

En los tiempos de Marx y de la brusca y agitada liberalización política y


económica decimonónica, la sociedad civil, concebida como sujeto material y
concreto, adquiere capacidad propia de acción y movimiento. Esta capacidad no
la detectamos tan sólo en el discurso marxiano, sino también en otros discursos
de la misma época. En el tocquevilliano, por citar uno de los más conocidos,
es la sociedad civil la que desencadena “el movimiento universal que empieza
en los últimos rangos del pueblo y que gana en seguida de prójimo en prójimo
todas las clases de ciudadanos” (Tocqueville, 1840/1961, I, II, VI, p. 252). En
lugar de ser un momento parcial en el proceso político total de constitución del
Estado, como lo era en Hegel, este movimiento desencadenado por la sociedad
civil tocquevilliana es él mismo el proceso total en el que todo “movimiento
político” se inscribe como un momento parcial: como “un episodio” y como
“una suerte de prolongamiento” (p. 253). No es asombroso, pues, que “las
asociaciones civiles”, como sujeto, “faciliten las asociaciones políticas”. Lo que
sí asombra, en este discurso tocquevilliano, es que lo contrario sea igualmente
cierto: que “la asociación civil”, como predicado, sea “desarrollada” por “la

hegeliana, en contraste con la marxiana y la marxista, es una sociedad cuyo “derecho” requiere de
la “fuerza del Estado”, cuya “libertad” consiste en la “obediencia a la voluntad del Estado” y cuya
única existencia es la de un primer “momento” en la “formación del Estado” (pp. 180-181).
80 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

asociación política” (II, II, VII, p. 122). Esto se explica por la retroalimentación
que Tocqueville postula entre el movimiento civil, que facilita el movimiento
político en el que se prolonga, y este movimiento político, el cual, “introducido
en el mundo político” por el “gobierno”, puede “pasar a la sociedad civil” y
desarrollar en ella el movimiento civil (I, II, VI, pp. 253-254).
Además de ser un sujeto cuyo movimiento civil facilita el movimiento
político y se prolonga en la sociedad política, la sociedad civil tocquevilliana
es un predicado u objeto cuyo movimiento proviene de la sociedad política y
es desarrollado por el movimiento político. Siendo así objeto pasivo y no sólo
sujeto activo, la sociedad civil de Tocqueville, aunque sea tan material y tan
concreta como la de Marx, se ubica en la transición entre la sociedad civil de
Hegel, como puro objeto pasivo, y la de Marx, como puro sujeto activo.
Por más pasiva que pueda mostrarse todavía en su relación con una
entidad política tan activa como el Estado hegeliano, la sociedad civil to-
cquevilliana, además de ser tan concreta y material como la marxiana, es ya
también tan activa como lo es ella en su relación con un Estado pasivo. Tras
haberse visto abstraída, formalizada y desactivada en Hegel, la sociedad civil
puede recuperar así, en Tocqueville y en Marx, toda la concreción, materialidad
y actividad que tenía en Aristóteles, Hobbes, Locke y Ferguson. Ahora bien,
mientras que en estos cuatro filósofos la sociedad civil se confundía con el Esta-
do político, debiendo compartir con él su concreción, materialidad y actividad,
en Marx y en Tocqueville, al igual que en Hegel, hay una clara diferencia entre
ambas entidades, las cuales, por esta misma diferencia, deben repartirse, y ya
no compartir, su concreción, materialidad y actividad.
En el caso particular de Marx, la diferencia entre la sociedad civil y el
Estado político no es ya una simple distinción, como en Hegel y en Tocque-
ville, sino una oposición en la que no queda lugar ni para la retroalimentación
tocquevilliana ni para la síntesis dialéctica hegeliana (Kolakowski, 1976/1987,
p. 176). Es por ello que en Marx, la sociedad civil, materializándose, no puede
recuperar acción y concreción gratuitamente, como en Tocqueville, sino tan
sólo a expensas de un Estado que se vuelve abstracto y pasivo30: que se abstrae
en su idealidad (Axelos, 1961/1974, pp. 176-177) y se ve reducido a no ser
más que la “reacción” de una sociedad civil que adquiere correlativamente

30
Radicalizando la diferencia de Tocqueville con respecto a Hegel, Marx piensa que “el Estado
es una abstracción” (ein Abstraktum), que “sólo el pueblo es lo concreto” (das Konkretum) (Marx,
1843/1970, p. 432) y que no es sino en la materialidad de la sociedad civil que “la persona abs-
tracta ha dado una existencia verdadera a su personalidad” (p. 446). Contra la concreción ideal del
Estado y la falta de concreción material de la sociedad civil, tal como se expresan en el idealismo
hegeliano, el materialismo marxiano defiende tanto la concreción material de la sociedad civil,
ya establecida implícitamente por Tocqueville, como la falta de concreción ideal del Estado, que
no fue jamás adelantada ni explícita ni implícitamente por Tocqueville.
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 81

acción propia independiente de la del Estado, no retroalimentada por ella ni


subordinada a ella ni confundida con ella (p. 160).

Aristóteles,
Marx
Hobbes, Hegel Tocqueville
(1840-
Locke y (1820) (1840)
1850)
Ferguson

Activa, Pasiva, Activa, Activa,


Sociedad civil concreta y abstracta y concreta y concreta y
material formal material material

Acción de la
Dependiente Dependiente
sociedad civil Indepen-
Idéntica por subor- por retro-
en relación a la diente
dinación alimentación
del Estado

Entre la
Distinción Distinción
sociedad civil
Confusión y síntesis y retro- Oposición
y el Estado
dialéctica alimentación
político

Por más concreta que sea en su materialidad y por más independiente que
sea en su actividad, la sociedad civil marxiana, como pura “espiritualización
de lo económico”, no consiste sino en una vinculación entre los elementos in-
dividuales que la constituyen (Axelos, 1961/1974, pp. 176-177). Atribuyendo
esta consistencia inconsistente a su sociedad civil, Marx puede coincidir con
tres ideas que infiere a partir de su lectura de Hegel, a saber, que “el orden de
la sociedad civil es el orden privado”31, que el “principio” de tal orden es “el
goce o la capacidad de gozar” (der Genuß und die Fähigkeit zu genießen) y que
tal principio es “el principio acabado del individualismo” (Marx, 1843/1970,
pp. 458-498).
Oponiéndose al orden público, al deber y al colectivismo del Estado po-
lítico, el orden privado, el goce y el individualismo definen una sociedad civil
históricamente circunscrita y determinada. Si nos atenemos a Marx, en efecto,
es en un período histórico preciso, el inaugurado por la revolución francesa,
en el que tienen lugar: la desaparición de una sociedad civil feudal definida
31
Aunque se nos haya transmitido a través de Gramsci (1932/19785, I, p. 314) y de Habermas
(1962/1993, III, §10, p. 83), esta identificación marxiana entre lo civil y lo privado suele ser
olvidada en la actualidad, particularmente dentro del ámbito anglosajón. Por citar el ejemplo más
desconcertante, G. Marschall (1998) considera que uno de los “atributos clave” de la sociedad
civil, en sus “múltiples definiciones competidoras”, es que “se refiere a la vida pública más que
a las actividades privadas” (p. 74).
82 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

por el orden público, por el deber y por el colectivismo, la emancipación del


“espíritu” privado, gozoso e individualista de la sociedad civil moderna y la
“oposición” entre esta sociedad civil y el Estado político (Marx, 1843/19822,
III, pp. 368-371).
Tal como se comprueba en los discursos de Hobbes, Locke y Ferguson,
la sociedad civil, en los siglos XVII y XVIII, no era sólo sociedad civil, sino
también Estado político. Se debió esperar el siglo XIX para que lo civil y lo
político se disociaran y se impusieran por separado, cada uno por su lado, pero
ambos por el mismo acto. La “victoria del idealismo del Estado”, manifiesta
en Hegel, significó así también, como se aprecia en Marx, una “victoria del
materialismo de la sociedad civil” (Marx, 1843/19822, III, pp. 365-371). En
esta victoria, lo que triunfa es la desidealización, la despolitización liberal de
la civilidad: su “liberación” del “yugo político”, es decir, un “reconocimiento
de la libertad del hombre egoísta” que no es más que el “reconocimiento del
movimiento desenfrenado de los elementos que forman el contenido de la
vida” (pp. 365-373). El éxito de tal reconocimiento, por el que la actividad civil
se libera del estático estatismo político territorial, implica evidentemente un
triunfo del “capitalista” sobre el “terrateniente”, de la “propiedad mobiliaria”
sobre la “inmobiliaria”, del “movimiento” sobre la “inmovilidad” (1844/1997,
II, p. 129).
Con la disociación de la sociedad entre la sociedad civil que se libera y el
Estado político del que se libera, ocurre la división de la individualidad entre la
situación asocial de la que se puede gozar en la sociedad civil (a) y la posición
social que se debe ocupar en la llamada ya “sociedad política” (S1): división
entre lo dinámico y lo estático, entre el “actuar” del “hombre privado” y el
“afirmarse” del “ser comunitario”, pero también entre lo histórico y lo eterno,
entre la “realidad” y la “verdad”, entre la “vida material” y la “vida genérica”,
entre la “vida terrestre” o “profana” y la “vida celeste” o “religiosa” (Marx,
1843/19822, III, p. 356).

Eterno, verdadero, genérico,


Celeste, religioso
Estático, Posición en la sociedad
afirmado, Dinámico,
política (S1) actuado,
comunitario Posición en la sociedad civil (a) privado
Histórico, real, material,
Terrestre, profano

Vemos bien que además de comportar una contraposición entre lo diná-


mico y lo estático, lo actuado y lo afirmado, lo privado y lo comunitario, la
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 83

oposición marxiana entre lo civil y lo político, tanto en el nivel de la disocia-


ción social como en el de la división individual, comporta una superposición
entre lo histórico y lo eterno, lo real y lo verdadero, lo material y lo genérico,
lo terrestre y lo celeste, lo profano y lo religioso.
Desplegando aquí abajo, en el reino de este mundo, su realidad histórica
material, terrestre y profana, la sociedad civil, “crisol y teatro de toda histo-
ria”, pudo ser definida como “forma de comercio determinada por las fuerzas
productivas disponibles y determinándolas a su vez” (Marx, 1846/19824, p.
1068). Tomando en serio esta definición, la sociedad civil no habría mostrado
su acción independiente y su concreción material sino por haber sido una
sociedad civil históricamente determinante y determinada: una forma de co-
mercio que se determinó a mostrarle a Marx, provocando así una avalancha de
consecuencias históricas, aquello mismo que las fuerzas productivas del siglo
XIX la determinaban a mostrar32.
En su aspecto históricamente determinado, la sociedad civil no sólo se
transforma en el curso de la historia, sino que puede llegar a desaparecer
en ciertas circunstancias. Al desaparecer, esta sociedad civil, en su aspecto
históricamente determinante, debería suscitar el fin de una historia que ha
perdido el crisol en el que se fundía y el teatro en el que se interpretaba. Marx
concibe aquí dos situaciones diferentes. En la primera, propia de los regímenes
capitalistas democráticos actuales, la sociedad civil, adquiriendo “existencia
política” mediante el “sufragio ilimitado”, vuelve “no-esencial (unwesentlich)
su existencia civil como distinta de su existencia política, y la caída de una de
las existencias arrastra la caída de la otra” (Marx, 1843/19821, p. 544). En la
segunda situación, propia de los regímenes comunistas, “la clase trabajadora
sustituye a la antigua sociedad civil una asociación que excluye las clases y
su antagonismo”: una asociación “en la que ya no hay un poder político pro-
piamente dicho, puesto que éste es el resumen oficial del antagonismo en la
sociedad civil” (Marx, 1847/19632, p. 136)33. En ambos casos, la desaparición
de la sociedad civil históricamente determinante debería desembocar en el
fin de la historia socialmente determinada. Sin embargo, Marx no reconoce
32
No habiendo ninguna sociedad civil que sea eterna como el Estado pretende ser, la socie-
dad civil no existe, sino que sólo existen las sociedades civiles: una, otra, y otra más, cada una
caracterizada por “ciertos grados de desarrollo de la producción, del comercio y del consumo”,
los cuales implican “tal forma de constitución social, tal organización de la familia, los órdenes
y las clases, en una palabra tal sociedad civil” (1846/19631, p. 1439).
33
Ninguno de los dos grandes sistemas sociales y políticos del siglo XX permitiría la existen-
cia de la sociedad civil. Por un lado, en el capitalismo democrático, lo civil, siendo también lo
político a lo que se opone, se neutralizaría y no sería ya ni lo civil ni lo político. Por otro lado,
en el comunismo, la sociedad civil, sin clases y sin sociedad política, perdería las relaciones de
antagonismo interior y de oposición exterior por las que es una “sociedad civil” y se tornaría una
simple “sociedad humana” (Marx, 1845/19823, §10), en la cual, según Kolakowki (1976/1987),
habría también una “coincidencia” entre lo civil y lo político (pp. 202-203).
84 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

tal fin más que en el segundo caso. Puede llegar así a predecir, como única
posibilidad, el advenimiento final y definitivo del comunismo. En cuanto a la
posibilidad alternativa, la del advenimiento final y definitivo del capitalismo,
este deplorable fin de la historia debe aún esperar a Fukuyama para poder ser
contemplado.

Real, terrestre y profana, la sociedad civil de Marx, como inconsistente


vinculación hegeliana entre ámbitos privados, gozosos e individualistas, se
caracteriza, empero, por su concreción material, por su acción independiente,
por su determinación histórica, por su antagonismo interior entre clases y por
su oposición exterior a la sociedad política. En el siglo XX, esta caracterización
marxiana fue retomada por diversas caracterizaciones marxistas explícitas e
implícitas. Abordando aquí la más influyente de las explícitas, la gramsciana,
la contrastaremos con la implícita del más influyente de los marxismos, el
leninista.
Como “espiritualización del proceso económico” y “explicación material”
del “Estado político” (Axelos, 1961/1974, p. 176), la sociedad civil marxiana
presenta, respectivamente, una cara espiritual ante la economía y otra cara
material ante la política. Si el marxismo gramsciano sólo ve la primera cara, el
leninista, que sólo ve la segunda, la reduce además a su aspecto económico. En
un “deslizamiento” que “traduce” lo material por lo económico y lo ideal por
lo político, la sociedad civil se ve así reducida, en este marxismo “reductor”,
a una infraestructura económica bajo una superestructura política (Gallardo,
1998, p. 92).
Antes de la revolución rusa, Lenin (1913/1967) observa ya que la “su-
perestructura política” ofrece un “reflejo” del “régimen económico de la so-
ciedad” sobre el que se “levanta” (p. 15). De la compleja oposición marxiana
que superpone y contrapone lo civil y lo político, subsiste ciertamente aquí
una cierta superposición de lo ideal sobre lo material. Sin embargo, se hace
abstracción de la correlativa contraposición entre lo estático y lo dinámico y
entre lo público y lo privado. Abstrayéndose tal contraposición horizontal, se
puede negar una oposición diametral o diagonal que cede su lugar entonces a
la pura superposición vertical.
Después de la revolución rusa, el marxismo leninismo soviético sigue
negando la oposición entre lo civil y lo político. Presuponiendo además la
superación del antagonismo entre clases, así como la desaparición de la socie-
dad civil que Marx pronosticaba para el comunismo, este marxismo lo reduce
todo a la superposición vertical entre “la vida material de la sociedad”, o su
“realidad objetiva” infraestructural, y su “reflejo” superestructural en la “vida
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 85

espiritual” (Stalin, 1938/1977, p. 212). Además de dejar atrás las dimensiones


diagonales del antagonismo interior entre clases y de la oposición exterior a
la sociedad política, esta concepción deja de lado la complejidad marxiana de
la determinación histórica. Es así como puede retomar la observación inicial
de Lenin, conferirle un valor absoluto, y declarar, con toda simplicidad, que
en cada período histórico, “las condiciones de la vida material de la sociedad
determinan sus ideas” e “instituciones políticas” (pp. 211-212).
En contraste con la superestructura política determinada (S1) por la concre-
ción material de la infraestructura económica ($), infraestructura que perpetúa
implícitamente la sociedad civil en el marxismo leninismo, lo que tenemos en
el marxismo gramsciano es una superestructura civil determinante (S2), su-
perestructura que perpetúa explícitamente una sociedad civil cuya concreción
ideal “desborda el hecho económico” y opera como “hecho intelectual” que
“organiza” la “realidad social” (Buzzi, 1967, pp. 274-275). Si en Tocqueville
y en Marx la sociedad civil recuperó la concreción material que había perdido
con Kant y con Hegel, en Gramsci la misma sociedad civil puede recuperar
así la concreción ideal que había perdido con Marx y con Hegel: con Marx,
cuya sociedad civil es concreta, pero material, pues la idealidad está reservada
para el Estado; y con Hegel, cuya sociedad civil es ideal, pero abstracta, pues
la concreción está reservada para el Estado.

Superestructura política (S1): Superestructura civil (S2):


abstracción ideal de la sociedad concreción ideal de la sociedad
política en el marxismo civil en el marxismo gramsciano

Infraestructura económica ($):


concreción material de la sociedad
civil en el marxismo leninismo

Cuando la sociedad civil gramsciana recupera la concreción del Estado


hegeliano y la idealidad del Estado marxiano, esta concreción y esta idealidad no
pueden ya seguir siendo aquello por lo que el Estado se distingue de la sociedad
civil. Compartiendo estos dos únicos rasgos distintivos con la sociedad civil, el
Estado se confunde con ella y no es ya más que el “grupo” que la “constituye”
(Gramsci, 1932/19784, §142, p. 340). Así es como lo estatal y lo civil terminan
siendo para Gramsci (1934/19786), al igual que para Ferguson, Locke, Hobbes
y Aristóteles, “una sola cosa en la realidad efectiva” (§18, p. 386).
Como una sola cosa, lo civil y lo estatal se confunden, para Gramsci
(1930/19781), en el mismo y único “sentido” unitario que “les dan” unos “ca-
tólicos”, aristotélico-tomistas, cuya “sociedad civil, como sociedad perfecta, es
86 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

el Estado” (§24, p. 28). Ahora bien, mientras que tal confusión es total para los
aristotélico-tomistas, para Gramsci es parcial, estando limitada estrictamente
a lo que él llama la realidad efectiva34. En esta realidad, correspondiente a la
vertiente aristotélico-tomista del discurso gramsciano, el Estado se confunde
ciertamente con las sociedades política y civil (S1). Sin embargo, en la es-
tructura latente, correspondiente a la vertiente hegeliano-marxista del mismo
discurso, el Estado, asimilado a la sociedad política (S1), se contrapone a la
sociedad civil (S2)35. Además de conjurar definitivamente la confusión total
aristotélico-tomista, esta contraposición horizontal marxista gramsciana (S1-
S2) difiere claramente de la superposición vertical marxista leninista (S1/$).
En efecto, mientras que Lenin superpone lo político a lo económico, Gramsci
contrapone lo político a lo civil; mientras que Lenin pone un término super-
estructural sobre uno infraestructural, Gramsci pone un término superestruc-
tural contra otro superestructural; mientras que Lenin hace abstracción de
la dimensión horizontal en la oposición diagonal marxiana, Gramsci hace
abstracción de la dimensión vertical en la misma oposición.

Vertiente aristotélico-tomista Vertiente hegeliano-marxista


Realidad efectiva: confusión (S1) Estructura latente: contraposición
entre el Estado y las dos formas, entre la sociedad política o el
civil y política, bajo las cuales se Estado (S1) y la sociedad civil
presenta (S2)

En la estructura latente de la sociedad gramsciana, distinguimos, pues,


dos entidades colectivas contrapuestas: “la sociedad civil” y “la sociedad
política” (Gramsci, 1932/19785, §1, p. 314). Según el aspecto considerado,
educativo, ético, jurídico o político, estas dos entidades pueden expresar las
más diversas realidades superestructurales. En la educación, la sociedad civil
es el “educador”, o el “medio social”, mientras que la sociedad política es una
“voluntad centralizada” para “educar al educador” (1931/19782, §18, p. 185).
En la eticidad, la sociedad civil es el “contenido ético” de la sociedad política
(1930/19781, §24, p. 28), mientras que la sociedad política, regida por su conte-

34
En esta realidad, por otro lado, las sociedades política y civil, aunque asimiladas ambas al
Estado, no se confunden entre ellas. El Estado, en efecto, se presenta bajo “dos formas diferen-
tes”: la “civil” y la “política”, el “autogobierno” y el “gobierno de funcionarios” (1932/19784,
§130, p. 332).
35
Pese a la separación entre la Iglesia y un Estado confundido real y efectivamente con las
sociedades civil y política, la contraposición estructural y latente entre la sociedad civil y la
sociedad política o el Estado permite a Gramsci concebir una fusión del Estado y de la Iglesia
en contra de la sociedad civil. En esta fusión, habría un “conflicto entre la sociedad civil laica y
el Estado-Iglesia” (Gramsci, 1930/19781, §81, pp. 71-72).
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 87

nido, no pierde por ello su “monopolio” sobre él (1930/19781, §81, pp. 71-72).
En el derecho, la sociedad civil, mediante “organismos llamados privados”,
cumple una “función de hegemonía”, mientras que la sociedad política desem-
peña una “función de ‘dominación directa’ manifestada en el gobierno jurídico
del Estado” (1932/19785, §1, p. 314). Por último, en la política, la sociedad civil
consigue la “hegemonía cultural” (1930/19781, §24, p. 28) o “ético-política”
(1934/19786, §18, p. 387) de “un grupo social” que influye “sobre la sociedad
entera” (1931/1971, §210, p. 333), mientras que la sociedad política ejerce la
“dominación de un Estado” (1934/19786, §18, p. 387) que se “identifica con un
grupo social, como elemento de cultura activa”, para “determinar la voluntad
de construcción” de “la sociedad civil” (1932/19784, §130, p. 332).
Dando cuenta de la recién desplegada correlación entre los términos
contrapuestos, hay en Gramsci (1931/19782) una relación inversamente pro-
porcional entre la hegemonía civil y la dominación estatal. Siendo “primitiva
y sin forma” cuando el Estado “lo es todo”, la sociedad civil, respondiendo a
esa relación, consolida su hegemonía, y con ello recupera su concreción ideal,
cuando la dominación estatal se “debilita” (§15, p. 183)36. Precisamente así,
consolidando una hegemonía ética, política y cultural cuya influencia resulta
inversamente proporcional a la importancia de la dominación estatal, la socie-
dad civil gramsciana, contrapuesta en la estructura latente al mismo Estado
con el que se confunde en la realidad efectiva, recupera como superestructura,
en el siglo XX, la concreción ideal que había perdido, en el siglo XIX, con el
auge del Estado celebrado por Hegel y cuestionado por Marx.

Tras la sociedad civil natural de Aristóteles, históricamente alcanzada


por un impulso espontáneo de animales instintivamente políticos, hemos
abordado la sociedad civil anti-natural de Hobbes, contratada mediante una
convención deliberada entre humanos instintivamente apolíticos. Para superar
esta divergencia entre naturalismo y anti-naturalismo, hemos pasado luego a
dos colectividades liberales en las que se reconcilian la disposición espontá-
nea y la convención deliberada: la sociedad civil pacífica de Locke, de origen
convencional, aunque naturalmente motivada y mantenida, y la sociedad civil
culta de Ferguson, tan convencional como naturalmente constituida.

36
En tal caso, el Estado puede ser tan sólo “una trinchera avanzada tras la cual se encuentra
una sólida serie de fortificaciones” (Gramsci, 1931/19782, §15, p. 183). Ésta es la situación en
la que se encontrarían “los Estados más avanzados”. En ellos, la sociedad civil, habiéndose con-
vertido “en una estructura muy compleja y muy resistente ante los desbordamientos del elemento
económico inmediato (crisis, depresiones, etc.)”, aparecería como un “equivalente del sistema
de trincheras en la guerra moderna” (1934/19786, §24, pp. 411-412).
88 David Pavón Cuéllar y José Manuel Sabucedo Cameselle

Como transposiciones de las perspectivas anglosajonas de Locke y de Fer-


guson, en las que una sociedad liberal asegura la paz y la cultura para preservar
la propiedad y la libertad y contribuir así a la prosperidad y a la felicidad, hemos
visto abrirse ante nosotros dos perspectivas continentales alternativas: la de
Rousseau, en la que una sociedad civil guerrera contribuye a la miseria y a la
infelicidad; y la de Kant, en la que una civilidad socializadora policial defiende
la paz a fin de proteger la cultura. Esta segunda perspectiva nos ha permitido
atravesar la civilidad relacional de Fichte y llegar hasta Hegel, en cuya sociedad
civil hemos hallado una síntesis de tres civilidades que la preceden: la natural
aristotélica, la convencional y liberal anglosajona y la policial kantiana.
Tras la sociedad civil ideal y abstracta de Hegel, que aparece como un
objeto pasivo del Estado, hemos incursionado en las de Marx y Tocqueville:
sujetos caracterizados por su concreción material y por su capacidad propia
de acción y movimiento. De estas dos sociedades civiles, hemos prestado
particular atención a la marxiana y a su oposición al Estado. Tal oposición, la
hemos descompuesto en sus dos vectores constitutivos: el vertical, retomado
por la superposición leninista entre infraestructura económica y superestructura
política, y el horizontal, retomado por la contraposición gramsciana, exclu-
sivamente superestructural, entre la dominación de un Estado asimilado a la
sociedad política y la hegemonía de una sociedad civil que se distingue por
su concreción ideal.
Sociedad civil
natural aristotélica convencional hobbesiana Vs. sociedad natural

libe ral, pacífica y feliz de Locke Vs. estado de guerra


liberal, culta y feliz de Ferguson
Vs. sociedad natural pacífica guerrera e infeliz
y feliz de Rousseau policia l kantiana de Rousseau
relac ional fichteana
ideal y abstracta
Vs. Estado hegeliana
Vs. superestructura superestructural
política gramsciana
S1 S2
$ a
infraestructural concreta y materia l
económica leninista ma rxiana o tocquevilliana

Para llegar hasta Gramsci, debimos atravesar la intrincada historia de la


elaboración teórica de la sociedad civil. En esta historia que aquí esbozamos,
habremos retenido al menos dos transmutaciones decisivas en lo elaborado: en
primer lugar, su desnaturalización o diferenciación con respecto a la sociedad
natural, en Hobbes, Locke, Ferguson, Rousseau, Kant y Fichte; en segundo
lugar, su despolitización o distinción en relación a la sociedad política, en
Hegel, Tocqueville, Marx, Lenin y Gramsci. Con estas dos transmutaciones,
la sociedad civil se libera, sucesivamente, de los obstáculos naturales y de las
El concepto de “sociedad civil”: breve historia de su elaboración... 89

trabas artificiales que estorban su emancipación y su progreso, así como de las


razones teológico-naturalistas y político-institucionales con las que se justifica
su dominación y su opresión.
Liberándose de la Naturaleza invocada por la Iglesia y de la Política
encarnada por el Estado, la sociedad civil se libera sucesivamente del poder
eclesiástico y del control estatal. Si la desnaturalización comporta una cierta
secularización, la despolitización es así una especie de privatización. A pri-
mera vista, lo que parece triunfar en ambos casos, pese al diagnóstico estatista
hegeliano y al pronóstico socialista marxiano, es un proceso modernizador
y liberalizador de la sociedad civil. En el caso de la desnaturalización, este
proceso es bastante claro, correspondiendo a una evolución decisiva, entre
los siglos XVII y XVIII, por la que poco a poco se transforma la sociedad
civil tradicional y comunitarista en una entidad moderna y liberal. En el caso
de la despolitización, por el contrario, el mismo proceso deja de ser claro,
describiendo una indecisa revolución, entre los siglos XIX y XX, por la que
abruptamente se conforma una sociedad civil actual que no deja de oscilar entre
la continuidad y la ruptura, entre la hiper-modernidad y la post-modernidad,
entre el neoliberalismo y el anti-liberalismo.

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Estrategias de acción en política educativa según tipo de incidencia


pública y enfoque de la participación en México
Incidencia Participación por enfoques de las ciencias sociales
pública (Corvalán y Fernández, 1998)
OSC Liberal Acción (fase intermedia) Movilización
integradora colectiva
Ampliación 12.
Democracia

Denuncia y 11. Convención Nacional


movilización Democrática, del
Movimiento de resistencia
popular civil poselectoral,
reivindicativa campaña contra la
privatización de la
educación y la reducción
del gasto público.

10. Huelga y toma de


calles de maestros
disidentes del sindicato
oficial. El caso de
Oaxaca demandando
homologación salarial
y recursos para sus
escuelas.
#FSUIB4BMJOBT"NFTDVBZ4JMWJB&MFOB"NBEPS1nSF[ 

Incidencia Participación por enfoques de las ciencias sociales


pública (Corvalán y Fernández, 1998)
OSC Liberal Acción (fase intermedia) Movilización
integradora colectiva
Construcción 8. Incidencia Civil 9. Escuelas “zapatistas”
de alternativas en Educación. que funcionan en zonas
e identidades Espacio nacional de autogobierno, a cargo
colectivas de articulación de del movimiento zapatista
iniciativas civiles de liberación nacional en
e interlocución Chiapas.
con autoridades
educativas.
7. Observatorio
Ciudadano de
la Educación.
Difusión de crítica
fundamentada para
formar opinión
pública y orientar
decisiones de
gobierno.
6. En todos los
niveles desde
preescolar hasta
superior se
desarrollan modelos
alternativos. Tienen
registro oficial,
aunque sus modelos
son iniciativas
civiles locales no
reconocidas. El
directorio de ICE
incluye más de 60
experiencias.
 1BSUJDJQBDJwOFJODJEFODJBEFMBTPDJFEBEDJWJMFMDBTPNFYJDBOP

Incidencia Participación por enfoques de las ciencias sociales


pública (Corvalán y Fernández, 1998)
OSC Liberal Acción (fase intermedia) Movilización
integradora colectiva
Colaboración 4. El “Consejo de 5. El CEAAL convocó
técnica para Especialistas”, fue seminarios con
mejorar propuesto por el ONG, universi-dades
políticas gobierno 2001- y gobierno, para
2006 al reconocer dar seguimiento
la importancia de a compromisos
la investigación en en Educación de
la formulación de Adultos firmados en
políticas. Su meta CONFINTEA.
fue crearlo en 2002,
la misma que no se La Ronda de Reflexión
cumplió sino hasta logró la aprobación
2005. de una iniciativa
3. ONG y de ley para otorgar
universidades fondos públicos
desarrollan a la investigación
innovaciones e innovación para
o consultorías las OSC. (Hasta
mediante concursos el momento el
de dependencias presupuesto
oficiales. autorizado por el
2. Profesores, Congreso no se
académicos y público ha ejercido con
en general asisten transparencia).
a magnos eventos
informativos y de
discusión. Son
presentados por
el gobierno como
eventos de consulta.
Por ej. la Cumbre del
Tajín del gobierno de
Veracruz.

Eficiencia 1. Grupos 1A – Consejos de


funcional espontáneos participación social
de padres en educación,
exigen cuentas CONAPASE creados
a las escuelas, por el Estado.
o remueven Comunidad y padres
maestros o colaboran con
autoridades. aportes materiales
y apoyando el
aprendizaje de sus
hijos.
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12) Sebastián Luis de (2009) Capitalismo y pobreza en la globalización, en Propuestas para
un globalización más humana, México: CÁTHEDRA, Eusebio Francisco Kinos S.J, pp.25-33

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13) Székely, Miguel (2006) Perspectivas sobre la pobreza y la desigualdad en México: “Hay que correr
más rápido que el tigre” en Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México: No 213. pp. 26-30

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15) Ruiz Harrell, Rafael (2006) Inseguridad: 1990-220, México, en Revista Este País. Tendencias y
Opiniones. México: No 213. pp. 40-44

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16) Santibáñez Romellón, Jorge (2006) La migración internacional: la asignatura pendiente de
México en La agenda internacional de México 2006-2012, México: Ariel, pp. 135- 146.

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17) Kraus Arnoldo ( 2009) La enfermedad de la pobreza. Entrevista con Jesús Kumate en
Revista Letras Libres, México, Año XI, No. 126, pp. 24-28.

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19) Juárez Gámiz Julio (2009) Por quién vota la televisión en Revista Nexos. Academia
México; No. 383, pp. 80-82

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ESTUDIOS SOBRE DESARROLLO
HUMANO
PNUD México
No. 2003-1

El concepto de desarrollo humano, su importancia y aplicación en México*

Luis F. López-Calva

Roberto Vélez Grajales**

Octubre, 2003

Resumen

La utilización del índice de desarrollo humano como indicador del nivel de desarrollo de una
población se basa en la idea, generalmente aceptada hoy en los medios políticos y académicos, de
que si bien el crecimiento económico es una condición necesaria para explicar el grado de avance
de un país, no constituye una condición suficiente. Sin embargo, el índice de desarrollo humano
tiene críticas conceptuales y de implementación. Desde la perspectiva conceptual, el índice presenta
una sustitución perfecta entre las dimensiones utilizadas para su medición, es decir, no castiga por
la existencia de un desarrollo desbalanceado. Por el lado de su implementación y cálculo, se deben
considerar la disponibilidad de datos adecuados y la aplicación de una metodología homogénea. En
este artículo se presenta un análisis de la discusión conceptual y metodológica sobre el índice de
desarrollo humano (IDH). Se analiza específicamente el cálculo del IDH en los diferentes trabajos
realizados para el caso de México, examinando a detalle el cambio en las posiciones relativas de las
entidades federativas según las variables y la metodología utilizadas en cada uno de ellos.

Palabras clave: Human Development , Well-Being, Mexico.


Códigos JEL: I30, I32, O10.

*
Los autores agradecen la colaboración del equipo del Informe de Desarrollo Humano para México,
especialmente de Cristina Rodríguez García y Lourdes Rodríguez Chamussy, para la elaboración de este
artículo. Este artículo forma parte de los documentos de apoyo del Informe Sobre Desarrollo Humano,
México 2002 y será publicado también en la serie de documentos de investigación de la SEDESOL y en
Székely y López-Calva (coord.), La Medición del Desarrollo Humano en México, Fondo de Cultura
Económica, México.
**
Luis Felipe López-Calva es Director del Instituto de Políticas Públicas y Estudios del Desarrollo y profesor
asociado de economía en la Universidad de las Américas, Puebla. Al momento de escribir este documento,
Roberto Vélez formaba parte del equipo técnico del Informe sobre Desarrollo Humano México 2002.
1. Introducción y objetivos.

El concepto de desarrollo humano: historia y estado de la discusión

La utilización del índice de desarrollo humano como indicador del nivel de

desarrollo de una población se basa en la idea, generalmente aceptada hoy en los medios

políticos y académicos, de que si bien el crecimiento económico es una condición necesaria

para explicar el grado de avance de un país, no constituye una condición suficiente. En

otras palabras, se acepta la idea de que crecimiento y desarrollo son conceptos

relacionados, pero distintos.

La implicación empírica de dicha posición no es trivial: los indicadores del producto

per capita, utilizados por muchos años como medidas del desarrollo de los países, son

incompletos y no proporcionan toda la información deseada. Es común ver en la literatura

correspondiente ejemplos de países que tienen una posición relativamente aceptable si las

comparaciones internacionales se realizan con base en su ingreso per capita, mientras que

resultan en posiciones inferiores cuando se incorporan otros indicadores. Existen también

los casos opuestos, países cuya política social ha sido exitosa y brinda a la población acceso

a servicios sociales que están por encima de lo que su nivel de ingreso podría permitirles.

Conceptualmente, la discusión sobre el desarrollo económico fue redefinida a partir

de las conferencias del profesor Amartya Sen tituladas “Equality of What?”. Sen retomó la

discusión sobre la importancia de la igualdad económica planteando una pregunta central:

¿cuál es la dimensión relevante para medir la desigualdad?. Los conceptos introducidos en

dicho debate serían desarrollados posteriormente en los trabajos del profesor Sen y de otros

filósofos y economistas del desarrollo, de entre los cuales destaca “Bienes y capacidades”

 PNUD México 4
(1985). El argumento central de estos trabajos se basa en la idea de que la medición del

bienestar no debe derivarse de indicadores “ex-post”, como lo planteaban los filósofos

utilitaristas clásicos al otorgar una importancia central al acceso a bienes y servicios. De

acuerdo con el profesor Sen, esta visión utilitarista carece de relevancia normativa. La

nueva propuesta hace énfasis en el carácter instrumental del acceso a bienes y servicios,

concibiéndolos únicamente como un medio para poder alcanzar un plan de vida o una

realización individual plena. Así, la medición del bienestar debería verse como un proceso

con varios componentes: el acceso a bienes y servicios, una función de “conversión” de

estos bienes y servicios en opciones reales de planes de vida y, por último, una función de

“evaluación” que transforma la elección hecha en un nivel de satisfacción individual (Ver

diagrama 1).

La función de conversión, por ejemplo, introduce una gran heterogeneidad entre

individuos, heterogeneidad que se consideraba inexistente en los enfoques utilitaristas o

bien derivaba en implicaciones inaceptables. Un ejemplo clásico de implicación inaceptable

de la regla utilitarista de bienestar social sería la de dar menos bienes a un individuo con

alguna discapacidad debido a su imposibilidad de “convertir” dichos bienes en niveles

altos de bienestar.

 PNUD México 5
Diagrama 1

Bienes, Funcionamientos y Capacidades

Funcionamiento 1

Bienes
y Servicios Funcionamiento 2
Capacidades

Funcionamiento 3

Funcionamiento 4

Bienes y Función de conversión Función de


servicios evaluación

 PNUD México 6
El conjunto de los “funcionamientos”, entendidos como las opciones reales

disponibles para un individuo, se define como “capacidades”. Pensemos en un individuo

que tiene acceso a un automóvil. De acuerdo con la visión propuesta, dicho automóvil no

proporciona bienestar per se, sino que abre un conjunto de “funcionamientos” disponibles

para dicho individuo. El acceso a ese bien le dota de un conjunto más amplio de

capacidades: socializar, trabajar, disfrutar de momentos de recreación familiar, quizás

participar en eventos políticos que, de otra manera, no le serían asequibles, mejorar su

reputación social y, en consecuencia, su autoestima y su relación con la comunidad. El

individuo asignará un valor a cada uno de esos funcionamientos disponibles y evaluará la

importancia de dicho conjunto de capacidades para su bienestar. La relación utilitarista que

va directamente de mayor acceso a bienes a mayor nivel de utilidad se ve sustituida por una

relación en la que el acceso a bienes abre un conjunto de capacidades, y son éstas las que

impactan sobre el bienestar. Ampliar dicho conjunto de opciones reales a disposición de los

individuos, visualizando el acceso a bienes y servicios sólo como una parte del proceso,

debería ser, según este enfoque, el objetivo último del desarrollo.

Es importante hacer notar que cuando se alude a la ampliación del conjunto de

opciones reales, se hace referencia no solamente a las opciones disponibles sino también a

las condiciones económicas, institucionales, cognitivas y sociales con las que cuenta el

individuo para ejercer su elección. Es en este sentido que se puede definir el desarrollo

como una ampliación de la capacidad de elección de los individuos o, en términos

filosóficos, como una ampliación de la libertad en el sentido positivo.1

1
Sobre esta discusión, ver Berlin (1969). Para Berlin, cuando no existe un impedimento legal para ejercer
cierta acción el individuo es “libre” en el sentido negativo (es decir, no le es negada la opción desde el punto

 PNUD México 7
En el desarrollo de las nociones de funcionamiento y capacidad es referente

obligado el trabajo del filósofo John Rawls. Según él, entre los funcionamientos básicos,

que deben proveerse en igualdad a los individuos, se encuentran ciertos “bienes primarios”

que incluyen no solamente aspectos materiales, sino aspectos institucionales, de

participación política y de realización social.2

Aunque la implementación empírica del enfoque de las capacidades no es una tarea

fácil, el índice utilizado internacionalmente incorpora tres funcionamientos básicos:

educación, salud y acceso a bienes y servicios mediante el ingreso. Existen variaciones de

dicho índice, por ejemplo, las derivadas de corregir por equidad y por potenciación de

género. De esta manera se incorporan a su cálculo otras dimensiones no incluidas en la

medida convencional.

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha promovido el

concepto de desarrollo humano definido como el proceso de ampliación de las

posibilidades de elegir de los individuos que tiene como objetivo expandir la gama de

oportunidades abiertas a las personas para vivir una vida saludable, creativa y con los

medios adecuados para desenvolverse en su entorno social. En México, El Consejo

Nacional de Población (Conapo, 2001) retoma este concepto definiendo al desarrollo

humano como un proceso continuo de ampliación de las capacidades y de las opciones de

las personas para que puedan llevar a cabo el proyecto de vida que, por distintas razones,

valoran. Este concepto enfatiza la noción de que el desarrollo no se explica únicamente con

de vista legal o normativo). Sin embargo, el individuo solamente es libre en el sentido positivo cuando es,
además, plenamente capaz de ejercer su elección. La visión de libertad en el sentido negativo es común en los
liberales clásicos y en la visión de algunos economistas contemporáneos (ver, por ejemplo, Friedman, M. and
R. Friedman, Free to Choose, Harcourt, 1990).
2
Una revisión detallada del enfoque de las capacidades, su origen filosófico y las críticas a enfoques
alternativos puede encontrarse en Basu y López-Calva (2003).

 PNUD México 8
Cuadro 1
Índice de desarrollo humano para México ( Informes 1990-2002)
Posición Relativa Países tomados en
Informe IDH Mundial cuenta
1990 0.876 40 130
1991 0.838 45 160
1992 0.804 46 160
1993 0.805 53 173
1994 0.804 52 173
1995 0.842 53 174
1996 0.845 48 174
1997 0.853 50 175
1998 0.855 49 174
1999 0.786 50 174
2000 0.784 55 174
2001 0.79 51 162
2002 0.796 54 173
Fuente: PNUD 1990-2002
el ingreso de la población y que esta dimensión no representa la suma total de una vida

humana (PNUD, 1990).

El PNUD desde 1990 ha publicado un informe anual sobre desarrollo humano que

presenta la clasificación mundial de los países de acuerdo a la medición del índice de

desarrollo humano (IDH). El cuadro 1 muestra la evolución de México de acuerdo a su

posición relativa en estas clasificaciones. Si bien el número de países considerados cambia,

México varía entre la posición 40 y 55 durante el periodo. Es importante aclarar que la

metodología de cálculo del IDH ha sufrido diversos cambios a lo largo del tiempo, y por lo

tanto, sus valores no son estrictamente comparables. Además países que no formaban parte

de la clasificación se han insertado en posiciones por arriba de México, lo cual explica en

gran medida la pérdida de posiciones.3

3
En el Informe mundial sobre Desarrollo Humano 2002 se publica el cálculo del IDH con metodología
comparable y se observa que México permanece en la misma posición relativa durante el periodo de 1990 a
2000.

 PNUD México 9
En las clasificaciones mundiales que se presentan en los Informes sobre Desarrollo

Humano se observa que las posiciones de los países según el IDH no siempre corresponden

con las posiciones que ocuparían según el PIB per capita, es decir que utilizar sólo el

indicador de ingreso como reflejo del desarrollo posiciona de manera diferente a los países

en relación a la incorporación de las otras dimensiones.

A reserva de discutir con detalle los indicadores regionales en México, podemos

adelantar que lo anterior también es válido para la clasificación de las entidades federativas

del país.

El estado de Tlaxcala, por ejemplo, pasa del lugar 29 al 23 cuando se incorporan

otras dimensiones distintas al ingreso per capita. En cambio, otros estados como Puebla y

Campeche tienen un desempeño pobre en términos de indicadores sociales dado su nivel

relativamente alto de ingreso per capita. En el cuadro 2 se observa que Puebla cae del lugar

19 al 25 y Campeche del 3 al 10 cuando pasamos de una evaluación con base en el ingreso

a una con base en el IDH. .

 PNUD México 10
Cuadro 2
Diferencia en las posiciones relativas de los estados entre IDH y PIB per capita.
Año 2000

Posición PIB per capita Posición


IDH Relativa (dólares PPC) Relativa Diferencia
Aguascalientes 0.821 5 10933 9 -4
Baja California 0.823 4 12434 6 -2
Baja California Sur 0.818 9 11040 8 1
Campeche 0.815 10 14780 3 7
Chiapas 0.693 32 3549 32 0
Chihuahua 0.819 7 12966 5 2
Coahuila 0.828 3 11262 7 -4
Colima 0.806 11 8758 13 -2
Distrito Federal 0.873 1 22817 1 0
Durango 0.790 16 7149 17 -1
Estado de México 0.790 15 6724 18 -3
Guanajuato 0.760 24 5815 22 2
Guerrero 0.718 30 4793 28 2
Hidalgo 0.747 28 5050 24 4
Jalisco 0.802 14 8721 14 0
Michoacán 0.748 27 4845 27 0
Morelos 0.790 17 7527 15 2
Nayarit 0.767 20 4933 26 -6
Nuevo León 0.842 2 15837 2 0
Oaxaca 0.704 31 3712 31 0
Puebla 0.756 25 6573 19 6
Querétaro 0.802 13 10628 10 3
Quintana Roo 0.820 6 13742 4 2
San Luis Potosí 0.766 22 6433 21 1
Sinaloa 0.783 18 6450 20 -2
Sonora 0.818 8 10377 11 -3
Tabasco 0.766 21 5494 23 -2
Tamaulipas 0.803 12 9695 12 0
Tlaxcala 0.763 23 4743 29 -6
Veracruz 0.742 29 4941 25 4
Yucatán 0.770 19 7227 16 3
Zacatecas 0.753 26 4636 30 -4
Fuente: Columna 1: Conapo (2001); Columna 2: Cálculos con base en Columna 1; Columnas 3 y 4: Cálculo propio;
Columna 5: Con base en Columnas 2 y 4

 PNUD México 11
Antes de analizar los aspectos específicos de los indicadores regionales en México,

es importante discutir la construcción de los índices, sus fortalezas y sus debilidades para

entender así, qué información proporcionan y por qué son relevantes en la evaluación del

desarrollo.

2. La medición del desarrollo humano a través del IDH y sus críticas.

Para medir el desarrollo humano se construyen índices que corresponden a la idea

de que el subdesarrollo es una carencia de capacidades básicas más que una carencia de

ingreso per se (Anand y Ravallion, 1993). La introducción del enfoque de las capacidades

para sustituir el enfoque del ingreso se ha tratado de reflejar no sólo a nivel conceptual sino

en la implementación de medidas multidimensionales del desarrollo.

Aunque la evidencia empírica muestra en general una relación fuerte entre ingresos

bajos y carencia de capacidades, existen casos en que esta relación no se cumple a nivel

poblacional, como se ha mostrado en el caso de los países y las entidades mexicanas, o

incluso a nivel familiar e individual.

Ravallion (1997) concuerda con el PNUD en cuanto a que no hay garantía de que el

crecimiento económico beneficie a personas que no tienen acceso a los mercados. En

realidad, la falta de conexión con mercados, o la exclusión de los mismos, es una de las

razones que impiden que los beneficios del crecimiento se reflejen en ampliación de

capacidades.

Varias preguntas relevantes surgen cuando se intenta establecer una medición

multidimensional del desarrollo. Entre las más importantes desde el punto de vista

conceptual se encuentran las siguientes:

1. ¿Cuáles son los funcionamientos básicos a considerar?

 PNUD México 12
2. ¿Cuáles deben ser las ponderaciones adecuadas para agregar las distintas

dimensiones?

Estas preguntas han sido centrales en las discusiones académicas y todas las

propuestas de indicadores multidimensionales se enfrentan a ellas. El PNUD ha utilizado

para el cálculo del IDH tres dimensiones básicas: ingreso, educación y salud. Cada

dimensión es medida a través de un índice que considera las desviaciones o “rezagos” con

respecto a algún valor de referencia, que en general es el logro deseable. Una vez

obtenidos los índices en cada dimensión, éstos se agregan con ponderaciones iguales4.

En la literatura correspondiente se pueden encontrar observaciones críticas al índice

de desarrollo humano en dos niveles: el conceptual y el de implementación. Las críticas

conceptuales tienen que ver, en general, con las preguntas señaladas anteriormente y se

basan en la discusión sobre las dimensiones relevantes a considerar y su forma de

agregación.

En este sentido, Ravallion (1997) y Kelley (1991) señalan que la forma de

agregación del IDH por medio de un promedio simple hace posible un nivel perfecto de

sustitución entre sus tres componentes. Ravallion (1997) hace énfasis en que los juicios

detrás de la valoración de las distintas dimensiones del IDH no son explícitos y, por lo

tanto, son cuestionables. Kelley (1991), por su parte, observa que el PNUD no presenta un

análisis detallado que justifique el uso de la fórmula de agregación del IDH; él sugiere que

se dé un peso mayor al PIB per capita, ya que el ingreso refleja la capacidad de los

individuos de escoger entre muchas otras dimensiones del desarrollo humano. Sin embargo,

aceptar esta propuesta es acercarse de nuevo al enfoque del ingreso y alejarse del enfoque

de las capacidades.

4
Para una explicación detallada de la metodología de cálculo del IDH ver el Apéndice.

 PNUD México 13
Este último autor somete a discusión algunos otros problemas teóricos de la

medición del IDH. En primer término, critica la definición de las cotas basadas en valores

“ideales” de las variables consideradas, que se utilizan para construir los índices de cada

componente. Para ilustrar el punto cambia el valor superior o “cota deseada” de la

esperanza de vida de 78 a 73 años y encuentra que 22 países pasarían de la categoría de

“desarrollo humano bajo” a la de “desarrollo humano medio” y que otros 10 países pasarían

de “desarrollo humano medio” a “desarrollo humano alto”.5

Por último, Kelley (1991) hace notar que la metodología de medición del IDH no

permite reflejar el mejoramiento de los países catalogados como desarrollados porque su

índice presenta valores que van de 0.96 a 1.

Srinivasan (1994) alude a dos cuestiones en lo que al marco conceptual se refiere.

La primera tiene que ver con el origen del concepto. En su opinión, el uso del enfoque

“alternativo” data desde 1938, año en el que el Indian National Planning Commitee

enfatizó la necesidad de lograr mejores niveles de vida para la población a través de la

reducción de la pobreza y de la búsqueda de una distribución más equitativa de la riqueza.

Así, Srinivasan (1994) defiende la idea de que el rol instrumental del ingreso ha estado

presente desde hace tiempo en el pensamiento de los economistas y sobre todo de los

planeadores de política pública.

Por otra parte, este autor afirma que no hay correspondencia entre el concepto de las

capacidades y su implementación a través del IDH debido a que las capacidades no tienen

una métrica homogénea, a diferencia del enfoque del ingreso que sí tiene esa característica.

Srinivasan señala en este sentido que, dado que el valor relativo de las capacidades varía

5
El PNUD clasifica a los países con índices mayores a 0.8 como de “desarrollo humano alto”, a los países
con un índice entre 0.5 y 0.799 como de “desarrollo humano medio”, y a los países con índices menores a 0.5
como de “desarrollo humano bajo”.

 PNUD México 14
entre individuos, grupos sociales y países y, tomando en cuenta que los componentes del

IDH son funcionamientos en el sentido de Sen, el valor intrínseco de cada funcionamiento

no se captura en la medición lineal del IDH.

Respecto a la implementación del cálculo del IDH, el autor en cuestión observa que

pueden surgir ciertos problemas derivados de la misma construcción de las bases de datos

que se utilizan para hacer los cálculos del índice.6 Además de los posibles sesgos que lo

anterior puede generar, señala que el IDH tiene serios problemas para ser comparable en el

tiempo y en el espacio principalmente debido a las variaciones que ha sufrido su

metodología de cálculo, lo que dificulta las inferencias acerca de los procesos de desarrollo.

Si bien las críticas anteriores tienen su grado de validez, es cierto también que la

importancia y la utilidad del IDH han sido validadas empíricamente. Hoy en día, los

sectores académicos y de política pública aceptan que el IDH provee información relevante

sobre el estado del desarrollo desde una perspectiva amplia y los índices complementarios,

que se discuten en el anexo de este documento, muestran que es posible hacer

modificaciones para evaluar aspectos de interés específico.

3. Mediciones del índice de desarrollo humano en México

En México existen trabajos importantes sobre la medición de índices de desarrollo

humano que alcanzan un nivel de desagregación a nivel estatal y, en el caso del estudio de

Conapo (2001), a nivel municipal. En esta sección se hace una breve revisión de estos

6
Entre las debilidades que encuentra en las bases de datos están los procedimientos de extrapolación de datos
de pocos países a todos los demás para poder construir una medida del PIB homogénea a través del poder de
paridad de compra (PPC). Otro problema es que para algunos países menos desarrollados no existe el
indicador de esperanza de vida y se tiene que estimar a partir de modelos matemáticos. También resalta la
dificultad que representa el que la alfabetización se defina de distinta forma entre los países, así como la
imposibilidad de catalogar la matrícula escolar por calidad de las escuelas.

 PNUD México 15
trabajos. En el cuadro 3 se presentan el IDH y los distintos índices utilizados por el PNUD

para reflejar el estado del desarrollo de un país o región. En la última columna del cuadro

se presenta el nivel de desagregación para el que existe algún cálculo en el caso de México.

En el cuadro 4 se presenta un resumen de los estudios que para el caso de México han

calculado el IDH.

El trabajo de Jarque y Medina (1998) presenta la evolución del índice de desarrollo

humano en México entre 1960 y 1990. Los autores construyen en su estudio una variación

del índice a la que llaman índice de desarrollo humano ampliado (IDHA). Dicho índice se

calcula con base en la metodología estándar utilizada por el PNUD, con la diferencia de que

el acceso al servicio de agua potable en los hogares se incluye como un indicador adicional

de salud, debido a la correlación positiva de esta variable con la salud de la población

infantil y su repercusión en el promedio de vida de la población. Para el análisis utilizaron

datos de los Censos de Población y Vivienda del INEGI. Los resultados obtenidos a nivel

estatal se presentan en el cuadro 5.

Al encontrar diferencias que no son intuitivas respecto a los ordenamientos que

derivarían de las variables de ingreso, propusieron una variación del IDHA a la que

denominaron índice de desarrollo humano ampliado reescalado (IDHAR).7

7
Los autores toman las 33 mediciones de cada año en que se calcula el índice (1960, 1970, 1980, 1990) – el
promedio nacional y las mediciones de las 32 entidades-. A partir de la agrupación del total de 132
observaciones aplican un algoritmo de conglomeración llamado el de las k-medias que permite obtener
estratos homogéneos.

 PNUD México 16
Cuadro 3
Índices utilizados por el PNUD (2001)
ÍNDICE ¿Qué mide? COMPONENTE INDICADOR DESAGREGACIÓN

Mide los adelantos medios Vida larga y saludable Esperanza de vida


de un país en tres aspectos Tasa de alfabetización de adultos* estatal
IDH Conocimientos
básicos del desarrollo Tasa de inscripción* estatal
humano Nivel de vida decoroso PIB per capita (PPC US$) estatal

Vida larga y saludable % de personas que no sobrevivirán hasta la edad de 40 años


Mide las privaciones en los Conocimientos % de adultos analfabetas estatal
HPI-1 tres aspectos básicos del % de personas sin acceso a agua potable Urbano y Rural
desarrollo humano Nivel de vida decoroso % de niños menores de 5 años de edad con peso insuficiente
% de personas sin acceso a servicios de salud estatal

Mide las privaciones en los


Vida larga y saludable % de personas que se estima no sobrevivirán hasta los 60 años
tres aspectos básicos del
Conocimientos % de adultos funcionalmente analfabetas
HPI-2 desarrollo humano y
además refleja la exclusión Nivel de vida decoroso % de personas debajo del límite de la pobreza de ingreso** Urbano y Rural
social
Exclusión social Tasa de desempleo de largo plazo de la fuerza laboral Urbano

Esperanza de vida al nacer femenina


Vida larga y saludable
Esperanza de vida al nacer masculina
Tasa de alfabetización de mujeres adultas estatal
Tasa de alfabetización de hombres adultos estatal
Conocimientos
Tasa bruta de matriculación femenina estatal
Tasa bruta de matriculación maculina estatal
Refleja las desigualdades
entre hombres y mujeres en
IDG Ingreso estimado proveniente del trabajo femenino y maculino:
los aspectos que lo
Salarios no agrícolas de las mujeres
componen
Salarios no agrícolas de los hombres
Nivel de vida decoroso % de la participación de mujeres en la PEA estatal
% de la participación de hombres en la PEA estatal
Población femenina total estatal
Poblacion masculina total estatal
PIB total estatal
Participación política y
Mide las oportunidades de poder de decisión % de hombres y mujeres que ocupan escaños parlamentarios
la mujer más que su
Participación económica y % de mujeres y hombres en cargos de legisladores, altos funcionarios y
capacidad y refleja las
IPG poder para adoptar ejecutivos
desigualdades de género en
decisiones % de mujeres y hombres en puestos profesionales y técnicos
los aspectos que componen
este índice Poder sobre los recursos
económicos Ingreso estimado proveniente del trabajo femenino y masculino

Número de patentes otorgadas a los residentes, per capita


Creación de tecnología Ingresos recibidos del exterior per cápita por concepto de derechos de
patente y honorarios de licencias
Número de sitios de internet per capita
Refleja el desempeño de los
Difusión de innovaciones Proporción de exportaciones de alta tecnología y tecnología mediana
países en cuanto a crear y
recientes respecto al total de exportaciones.
IAT difundir tecnología y crear
una base de aptitudes Difusión de innovaciones Número de teléfonos celulares y estacionarios per capita
humanas anteriores Consumo de electricidad per cápita
Promedio de años de escolaridad de la población de 5 y más años de
edad
Aptitudes humanas
Tasa bruta de matriculación en asignaturas científicas a nivel terciario
*Se calcula un índice mediante esta formula IEV= V.act-V. min/V.max-V.min
** Este limite se estableció por el UNDP en el 50% de la mediana del ingreso familiar disponible

 PNUD México 17
Cuadro 4
Índices de desarrollo humano calculados para México
Nivel de
Autor desagregación Variables Fuente Periodo

Rodolfo de la
Torre Estatal Tasa de alfabetismo en personas de mas de 15 años XI censo de población y vivienda 1990
Años de escolaridad XI censo de población y vivienda
PIB percapita estatal Cuentas Nacionales
Esperanza de vida Estimación del autor

Conapo Estatal Esperanza de vida Estimación del autor 2000


Porcentaje de las personas de 15 años o mas alfabetas XII Censo General de Población y vivienda, 2000
Porcentaje de las personas de 6 a 24 años que van a la escuela XII Censo General de Población y vivienda, 2000
PIB per cápita en dolares ajustados XII Censo General de Población y vivienda, 2000
Municipal Tasa de mortalidad infantil Estimación del autor
PIB Municipal Estimación del autor
Porcentaje de las personas de 15 años o mas alfabetas XII Censo General de Población y vivienda, 2000
Porcentaje de las personas de 6 a 24 años que van a la escuela XII Censo General de Población y vivienda, 2000

Jarque -
Medina Estatal Esperanza de vida Censos de Población y Vivienda. 1960-1990
Tasa de alfabetismo adulto(personas de 15 años o mas alfabetas)
Años promedio de escolaridad
% de viviendas con agua entubada
PIB per cápita

Gob. de
Guanajuato Estatal Porcentaje de población de 5 a 14 años que asiste ala escuela Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares 1996
Porcentaje de población de 15 a 24 años que asiste ala escuela
Porcentaje de población de 12 años y mas con algun grado de estudio formal
Porcentaje de población de 12 años y mas con algun grado de estudio técnico
Porcentaje de población de 15 años y mas que sabe leer y escribir un recado
Porcentaje de población de 12 años y mas que tiene secundaria y mas
Población de 12 años y mas ocupada que recibe capacitación en el trabajo
Porcentaje de población ocupada con ingresos arriba de dos salarios mínimos

Rodrigo
García Verdú Estatal PIB per cápita Censo General de Población y vivienda 2000 2000
Esperanza de vida al nacer Conapo
Porcentaje de personas entre 15 y 19 años que asisten a la escuela
Porcentaje de personas alfabetas

Estatal y
Ramírez- municipios de
Magaña Guanajuato Tasa de mortalidad infantil XI Censo General de Población y Vivienda 1990
Tasa de alfabetismo
Porcentaje de viviendas que cuentan con electricidad, drenaje y agua potable

 PNUD México 18
Cuadro 5
Jarque -Medina
IDHA 1960-1990
Estados 1960 1970 1980 1990
Aguascalientes 0.5387 0.5765 0.5789 0.6239
Baja California 0.7152 0.6863 0.6046 0.6007
Baja California Sur 0.5717 0.6423 0.5653 0.6338
Campeche 0.4417 0.422 0.4109 0.3954
Coahuila 0.5996 0.6096 0.5938 0.6443
Colima 0.4104 0.5309 0.5708 0.5505
Chihuahua 0.5509 0.5014 0.4062 0.5566
Chiapas 0.1215 0.2058 0.2803 0.0974
Distrito Federal 0.9341 0.9353 0.8624 0.9664
Durango 0.4231 0.4686 0.4948 0.517
Guanajuato 0.2883 0.2256 0.2407 0.401
Guerrero 0.1475 0.2714 0.3266 0.1612
Hidalgo 0.1464 0.1686 0.1834 0.2552
Jalisco 0.4524 0.5623 0.5601 0.5658
México 0.2279 0.4191 0.5126 0.5349
Michoacán 0.2908 0.3081 0.3371 0.3564
Morelos 0.3986 0.3979 0.47 0.5522
Nacional 0.4113 0.4682 0.4688 0.4769
Nayarit 0.3555 0.4058 0.4637 0.5076
Nuevo León 0.8084 0.8771 0.7809 0.8278
Oaxaca 0.0214 0.0049 0.0262 0.0245
Puebla 0.1455 0.2291 0.2554 0.2693
Querétaro 0.1868 0.2759 0.3961 0.4498
Quintana Roo 0.3091 0.4021 0.4199 0.5667
San Luis Potosí 0.2368 0.2593 0.3854 0.3579
Sinaloa 0.4487 0.4553 0.4158 0.5276
Sonora 0.5838 0.6725 0.5576 0.642
Tabasco 0.2875 0.2516 0.5009 0.2706
Tamaulipas 0.5451 0.6159 0.5206 0.5589
Tlaxcala 0.2092 0.263 0.3537 0.4836
Veracruz 0.3297 0.3495 0.2613 0.2608
Yucatán 0.3747 0.4129 0.3938 0.3766
Zacatecas 0.2743 0.2843 0.3977 0.3939

Los autores proponen seis niveles de bienestar: alta marginación, marginación,

desarrollo bajo, desarrollo medio, desarrollo alto y desarrollo muy alto. El indicador

propuesto no hace referencia alguna a los distintos niveles de vida entre las personas, ya

que se construye a partir de promedios. Los resultados obtenidos se muestran en el cuadro

19
6. En 1960, casi todos los estados se encontraban en los rangos de alta marginación y

marginación y ninguno en los niveles medios y altos de desarrollo. Para 1990, la mayor

parte de los estados se encuentra en el rango de desarrollo medio. Resulta interesante

observar que el Distrito Federal y Nuevo León pasaron de un desarrollo bajo en 1960 a un

desarrollo muy alto en 1990. Estados como Chiapas, Oaxaca, Puebla y Veracruz lograron

salir de la marginación hasta la década de los noventa.

Por último, los autores hacen una comparación internacional. Para esto, ajustan el

ingreso a precios de paridad de poder de compra y ajustan el IDH utilizado por el valor de

la línea de pobreza. Así, obtienen una estratificación de los países y los estados mexicanos

con los siguientes niveles de desarrollo humano: muy alto, alto, medio, bajo y crítico.8

Finalmente, corrigen por desigualdad relativa de los estados respecto a niveles

internacionales. Para hacerlo, calculan los índices de Gini en ingreso para cada estado y les

aplican un logaritmo de conglomeración para estratificarlos. Los resultados muestran un

nivel alto de desigualdad en la mayoría de las entidades de la República, lo que provoca su

clasificación en niveles relativamente más bajos de desarrollo. Este tipo de corrección por

desigualdad ejemplifica una de las debilidades del índice comúnmente utilizado: su

insensibilidad a la desigualdad entre dimensiones y entre individuos.

8
Los rangos de IDH son:
1. 0.89 ≤ IDH ≤ 0.99 Desarrollo Humano muy alto
2. 0.75 ≤ IDH ≤ 0.88 Desarrollo Humano alto
3. 0.58 ≤ IDH ≤ 0.74 Desarrollo Humano medio
4. 0.33 ≤ IDH ≤ 0.54 Desarrollo Humano bajo
5. 0.00 ≤ IDH ≤ 0.32 Desarrollo Humano crítico

20
Cuadro 6
IDHA Reescalado 1960-1990 Jarque-Medina
Nivel 1960 1970 1980 1990
Distrito Federal 0.9841
Desarrollo muy alto
Nuevo León 0.8700
Distrito Federal 0.7457 Sonora 0.7580
Coahuila 0.7530
Desarrollo alto Baja California Sur 0.7464
Baja California 0.7424
Aguascalientes 0.7311
Nuevo León 0.6888 Jalisco 0.7134
Distrito Federal 0.5711 Baja California 0.5842 Tamaulipas 0.7092
Nuevo León 0.5532 Coahuila 0.5768 Querétaro 0.7079
Aguascalientes 0.5639 Chihuahua 0.7044
Colima 0.5621 Colima 0.6959
Baja California Sur 0.5583 Morelos 0.6936
Jalisco 0.5567 San Luis Potosí 0.6868
Tabasco 0.5537 México 0.6860
Sonora 0.5535 Durango 0.6740
México 0.5272 Nayarit 0.6659
Tamaulipas 0.5269 Quintana Roo 0.6493
Desarrollo medio Durango 0.5087 Tlaxcala 0.6475
Nacional 0.6284
Campeche 0.6149
Guanajuato 0.6142
Zacatecas 0.6090
Yucatán 0.6065
Sinaloa 0.6018
Michoacán 0.5849
Tabasco 0.5705
Veracruz 0.5543
Puebla 0.5522
Hidalgo 0.5469
Baja California 0.4646 Morelos 0.4948 Guerrero 0.4996
Baja California Sur 0.4504 Nayarit 0.4885 Chiapas 0.4627
Sonora 0.4576 San Luis Potosí 0.4711
Tamaulipas 0.4365 Querétaro 0.4595
Distrito Federal 0.4870 Quintana Roo 0.4591
Desarrollo bajo Nuevo León 0.4360 Chihuahua 0.4584
Campeche 0.4565
Yucatán 0.4483
Zacatecas 0.4453
Sinaloa 0.4418

21
Continuación Cuadro 6
nivel 1960 1970 1980 1990
Coahuila 0.4295 Tlaxcala 0.4239 Oaxaca 0.4287
Baja California 0.3888 Aguascalientes 0.4186 Michoacán 0.4186
Coahuila 0.3263 Jalisco 0.4085 Guanajuato 0.4152
Baja California Sur 0.3245 Colima 0.3900 Chiapas 0.3979
Sonora 0.3186 Chihuahua 0.3754 Puebla 0.3758
Tamaulipas 0.3040 Durango 0.3739 Veracruz 0.3739
Aguascalientes 0.3027 San Luis Potosí 0.3670 Guerrero 0.3610
Marginación Chihuahua 0.3010 Campeche 0.3474 Hidalgo 0.3390
Yucatán 0.3424 Oaxaca 0.2409
Querétaro 0.3406
Nayarit 0.3373
México 0.3317
Morelos 0.3296
Veracruz 0.3008

Jalisco 0.2565 Michoacán 0.2991


San Luis Potosí 0.2548 Zacatecas 0.2867
Campeche 0.2510 Guanajuato 0.2726
Durango 0.2435 Quintana Roo 0.2709
Nacional 0.2250 Sinaloa 0.2641
Colima 0.2233 Tabasco 0.2633
Morelos 0.2189 Tlaxcala 0.2610
Yucatán 0.2107 Guerrero 0.2519
Nayarit 0.2033 Puebla 0.2341
Querétaro 0.1841 Chiapas 0.2241
Veracruz 0.1792 Hidalgo 0.2120
Michoacán 0.1784 Oaxaca 0.1255
Alta marginación
Guerrero 0.1688
Zacatecas 0.1657
Tabasco 0.1655
Sinaloa 0.1384
México 0.1239
Tlaxcala 0.1182
Quintana Roo 0.1121
Guanajuato 0.0942
Hidalgo 0.0818
Puebla 0.0757
Chiapas 0.0722
Oaxaca 0.0101

En otro trabajo aplicado a México, De la Torre (1997) calcula dos índices de

desarrollo humano para 1990 con una desagregación a nivel estatal. El primer IDH,

denominado versión simple está calculado con base en la metodología oficial del PNUD en

1991. El segundo IDH, denominado versión elaborada está construido con base en la

22
fórmula utilizada por el PNUD en 1993.9 Los datos de alfabetización y años de escolaridad

estatales provienen del XI Censo de Población y Vivienda, y el PIB per capita estatal del

Sistema de Cuentas Nacionales. El autor utiliza una metodología de imputación para el

cálculo de la esperanza de vida.10 Los cálculos de De la Torre se presentan en el cuadro 7.

De acuerdo con sus resultados, Chiapas y Oaxaca tienen el menor desarrollo humano,

mientras que Nuevo León y el Distrito Federal presentan los mejores indicadores.

9
La diferencia básica entre los dos cálculos es que en el primero la tasa de alfabetización en mayores de 15
años es la única variable que se utiliza para medir el índice de educación y el PIB per capita está ajustado por
PPC. En cambio, para el cálculo del índice elaborado se incluyen la tasa de escolaridad junto con la tasa de
alfabetización en la estimación del componente de educación y el PIB per capita también se ajusta por línea
de pobreza mundial.
10
Para calcularla se propone una regresión que incluye datos de los países para los que el PNUD calculó el
IDH en 1993. La estimación que hace es la siguiente:
LEVi = c + α * LALFi + β * LPIBi + ε
donde LEV es el logaritmo de la esperanza de vida, LALF es el logaritmo de la tasa de alfabetización y LPIB
es el logaritmo del PIB per capita ajustado por PPC. Una vez que obtiene el valor de los coeficientes α y β
los sustituye en la fórmula con los datos para México y obtiene una esperanza de vida para cada estado.

23
Cuadro 7
Rodolfo de la Torre (1997)
IDH 1990
Estados Índices Nacionales Índices Internacionales
Simple Elaborado Simple Elaborado
Aguascalientes 0.5465 0.8187 0.6481 0.8897
Baja California 0.6634 0.9296 0.7059 0.9295
Baja California Sur 0.5950 0.8768 0.6693 0.9103
Campeche 0.3449 0.5985 0.5649 0.7923
Chiapas 0.0096 0.0515 0.4319 0.5644
Chihuahua 0.6077 0.8741 0.6791 0.9097
Coahuila 0.6373 0.8808 0.6939 0.9124
Colima 0.5202 0.8028 0.6411 0.8824
Distrito Federal 1.0000 1.0000 0.9065 0.9574
Durango 0.5148 0.7940 0.6301 0.8775
Guanajuato 0.3124 0.4933 0.5508 0.7489
Guerrero 0.0690 0.1428 0.4534 0.5979
Hidalgo 0.2042 0.3103 0.5858 0.6679
Jalisco 0.5551 0.8514 0.6594 0.9017
México 0.4814 0.8152 0.6184 0.8842
Michoacán 0.2564 0.3311 0.5235 0.6745
Morelos 0.4094 0.6972 0.5885 0.8303
Nayarit 0.4100 0.6223 0.5869 0.8013
Nuevo León 0.7482 0.9371 0.7552 0.9331
Oaxaca 0.0321 0.0496 0.4364 0.5578
Puebla 0.2568 0.4717 0.5295 0.7362
Querétaro 0.4008 0.7088 0.5953 0.8513
Quintana Roo 0.4600 0.7773 0.6179 0.8753
San Luis Potosí 0.3434 0.5669 0.5625 0.7768
Sinaloa 0.4750 0.7900 0.6176 0.8787
Sonora 0.6145 0.8778 0.6811 0.9110
Tabasco 0.5364 0.7844 0.6626 0.8791
Tamaulipas 0.5759 0.8657 0.6639 0.9065
Tlaxcala 0.4055 0.5995 0.5839 0.7884
Veracruz 0.2830 0.5157 0.5404 0.7559
Yucatán 0.3660 0.6997 0.5778 0.8414
Zacatecas 0.3673 0.3602 0.5599 0.6815

Otro trabajo relevante es el del Consejo Estatal de Población del Estado de

Guanajuato (2000) que calcula un índice de capital humano. La fuente de datos para la

elaboración de este índice es la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares de 1996 y se

calcula mediante análisis multivariado. Para determinar el nivel de capital humano se

incluyen tres componentes: inversión en educación, logro educacional e inversión en

formación en el trabajo. En el cuadro 8 se presentan las variables que se utilizan para cada

componente y los indicadores que se construyen para cada uno.

24
Cuadro 8
Variables utilizadas por el Coespo de Guanajuato (2000)
Dimensiones Formas de Inclusión Indicador para medir Intensidad (población)
Asistencia Escolar de 5 a 14 años que asiste a la escuela
Inversión en Educación Asistencia a Escuela Formal de 15 a 24 años que asiste a la escuela
Asistencia a Escuela Técnica de 12 años y más con algún grado de estudio forma
de 12 años y más con algún grado de estudio técnico

Logro Educacional Alfabetización de 15 años y más que sabe leer y escribir un recado
Población con Secundaria y más de 12 años y más que tiene secundaria y más

Inversión en Formación en el Trabajo Capacitación para el Trabajo de 12 años y más que recibe capacitación en el trabajo
Pobl. que percibe más de dos salarios mínimos ocupada con ingresos arriba de dos salarios mínimos

Todos los indicadores se calculan con el porcentaje de la población que cumple con

determinada característica. El índice de capital humano se construye a partir de una

combinación lineal de los indicadores presentados en el cuadro 8. Para construir el índice

por estado las variables se estandarizan y se multiplican por un coeficiente que se obtiene a

partir de las correlaciones entre las variables y los vectores característicos. Con base en

estos valores, se estima el indicador de capital humano y se clasifican los estados.11 Los

resultados se presentan en el cuadro 9.

11
El índice de capital humano por estado se calcula según la siguiente expresión:

Índice = 0.1786 * POBALFA + 0.14701 * P5 _ 14 SI + ......... + 0.1481 * P 2 SYM


Una vez obtenidos los índices se aplica la técnica de estratificación de Dalenius y Hodges para obtener cinco
estratos de grado de capital humano: muy alto, alto, medio, bajo, muy bajo.

25
Cuadro 9
Consejo Estatal de Población de Guanajuato
Índice de desarrollo de capital humano 1996
Entidad Índice Grado de capital humano
Aguascalientes 0.0487 medio
Baja California 1.2601 alto
Baja California Sur 0.4472 medio
Campeche -0.0935 medio
Chiapas -2.1401 muy bajo
Chihuahua -0.3787 bajo
Coahuila 0.8815 alto
Colima 1.1838 alto
Durango 0.6215 alto
Distrito Federal 2.3379 muy alto
Guanajuato -0.9938 bajo
Guerrero -1.5273 muy bajo
Hidalgo -0.6926 bajo
Jalisco -0.1053 medio
México 1.0498 alto
Michoacán -1.2549 muy bajo
Morelos 0.1491 medio
Nayarit -0.0335 medio
Nuevo León 0.678 alto
Oaxaca -1.4876 muy bajo
Puebla -1.1 bajo
Querétaro -0.3041 medio
Quintana Roo 0.5383 medio
San Luis Potosí -0.9036 bajo
Sinaloa 1.2119 alto
Sonora 0.9665 alto
Tabasco 0.4175 medio
Tamaulipas 0.6128 alto
Tlaxcala 0.4406 medio
Veracruz -0.0006 medio
Yucatán -0.7859 bajo
Zacatecas -1.0427 bajo

Por otro lado, García Verdú (2002) crítica el IDH como medida de desarrollo y, en

el contexto de la discusión, construye los índices para los estados de la República

mexicana. El cálculo se lleva a cabo para el año 2000 con metodología consistente con la

del PNUD. Los resultados se muestran en el siguiente cuadro.

26
Cuadro 10
García Verdú
IDH 2000
Estado IDH
Aguascalientes 0.76
Baja California 0.78
Baja California Sur 0.78
Campeche 0.79
Chiapas 0.51
Chihuahua 0.8
Coahuila 0.8
Colima 0.74
Durango 0.71
Distrito Federal 0.93
Guanajuato 0.64
Guerrero 0.56
Hidalgo 0.62
Jalisco 0.73
México 0.69
Michoacán 0.61
Morelos 0.7
Nayarit 0.63
Nuevo León 0.85
Oaxaca 0.52
Puebla 0.62
Querétaro 0.75
Quintana Roo 0.81
San Luis Potosí 0.65
Sinaloa 0.68
Sonora 0.78
Tabasco 0.63
Tamaulipas 0.75
Tlaxcala 0.61
Veracruz 0.61
Yucatán 0.67
Zacatecas 0.61

Por su parte, Conapo (2001) construye índices de desarrollo humano por entidad

federativa (Ver cuadro 11) y a nivel municipal para el año 2000. Los cálculos utilizan datos

del XII Censo General de Población y Vivienda. A nivel estatal, el IDH se calcula con la

misma metodología que utiliza el PNUD en el Informe sobre Desarrollo Humano 2001. Los

resultados muestran que el Distrito Federal tiene un IDH similar al de Portugal, que ocupa

el lugar 28 en la clasificación mundial. Por otro lado, Chiapas tiene un índice semejante al

de Argelia, que ocupa el lugar 100.

27
21) Zaid Gabriel (2009) Izquierda y derecha: su prehistoria en Revista Letras Libres, México,
Año XI, No. 126, pp.50-53.

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22) Monedero Juan Carlos (2009) Crítica y reconstrucción de la política en El gobierno de
las palabras. Política para tiempos de confusión, México: FCE, pp. 41-55

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23) Monedero Juan Carlos (2009) La opacidad  de  la  “democracia”  transparente”  o  la  mentira    
de la concordancia política en El gobierno de las palabras. Política para tiempos de
confusión, México, FCE, pp.111-117.

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25) Monedero Juan Carlos (2009) Gobernabilidad, mundialización y consenso de Washington
en El gobierno de las palabras. Política para tiempos de confusión, México, FCE, pp.163-183

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26) Fernández Poncela, Anna M. ( 2008) América Latina: mujeres percepciones y modelos
políticos en Revista Este País. Tendencias y Opiniones. México, pp. 49-52.

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28) Sartori Giovanni (2005) La transición de México, ¿Hacia dónde? (Una agenda para la
reforma) en Ingeniería constitucional comparada, México: FCE, pp. 221- 237.

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Muñoz Izquierdo, Carlos (2009) “Investigaciones acerca de la etiología del déficit educativo y sus
implicaciones para la orientación de las políticas públicas” en ¿Cómo puede la educación
contribuir a la movilidad social?. Mexico: Universidad Iberoamericana, pp. 33 -­‐  59

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CUADERNOS DEL ICESI 8
VICTIMIZACIÓN,
INCIDENCIA Y
CIFRA NEGRA
EN MÉXICO
ANÁLISIS DE LA
ENSI-6
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 2. Victimización
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 41

3. Incidencia delictiva
3.1 Tasa general de incidencia delictiva ral de delitos por 100 mil habitantes entre 2007 y 2008. Pe-
ro con un nivel de confianza de 90% las tasas difieren siendo
El número de delitos se puede expresar en tasas por 100,000 mayores las de 2008. Ante esta situación, resulta importan-
habitantes. La expresión general de incidencia que usual- te analizar varios indicadores antes de emitir conclusiones.
mente ha presentado el ICESI, estima aquellos delitos ocu- Por ello las secciones sobre tasas diferenciadas pueden ser
rridos a la población de 18 y más años, (que es la población de gran utilidad al analizar la incidencia en el país.
bajo estudio), con respecto a la población total del país, es-
tado o ciudad, según el caso que se esté analizando. La ta- Al examinar las cifras por entidad federativa, se aprecia un
bla 5.1 muestra estas tasas por entidad y a nivel nacional en incremento estadísticamente significativo (con 90% de con-
2007 (ENSI-5) y 2008 (ENSI-6), en la tabla 5.2 se aprecian es- fianza) de la incidencia de 2007 a 2008 en varios estados:
tas estimaciones en cada ciudad y en la generalidad de zo- Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Hidal-
nas metropolitanas consideradas en la ENSI-6. Es importante go, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Sinaloa Sonora y Zacate-
añadir que la composición de esta tasa tiene como numera- cas. En la tabla 3.1 se indican los cambios significativos de la
dor una expansión de delitos con base en el factor de indi- prevalencia, es decir el porcentaje de víctimas. Es claro que
viduos, sin importar el tipo de delito sufrido, bajo el supues- hay coincidencia en los estados que subieron tanto en pre-
to de que un delito al hogar es sufrido o experimentado por valencia como en incidencia, a excepción de Sinaloa, que re-
todos sus integrantes26. En la siguiente sección, se ofrecerán gistra una alza en incidencia, pero no en prevalencia. El hecho
por primera vez tasas diferenciadas para delitos al hogar o de que ambos indicadores hayan subido en 10 estados con-
a las personas, lo cual aporta otras interpretaciones intere- firma el incremento de la victimización e incidencia delicti-
santes. Este documento no pretende entrar en detalles me- va en estas entidades. El caso de Sinaloa, hay que analizarlo
todológicos pero se comentan los aspectos necesarios para con cuidado, ya que se puede interpretar como el inicio de
que el lector tenga claro lo que mide cada una. una posible tendencia, que se haya incrementado el núme-
ro de delitos por víctima - lo cual no es el caso en esta enti-
A nivel nacional, normalmente se utilizan comparaciones dad-, o un efecto de la estructura de su población en la ta-
con un nivel de confianza de 95%, sin embargo, no se puede sa respectiva. Una visión más precisa se puede tener al exa-
concluir con este nivel que exista diferencia en la tasa gene- minar las tasas diferenciadas que se discuten en la siguiente
26 La tasa se basa en un denominador que se refiere a población total, mientras que el numerador no incluye delitos en personas menores
de 18 años. Es decir la tasa da delitos en población adulta por población total, y la estructura de población en un lugar puede arrojar cam-
bios en el ordenamiento esperado entre entidades, siendo un poco diferente al ordenamiento de otros indicadores, como por ejemplo, la
prevalencia expresada como porcentaje de víctimas.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 2. Victimización
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 42

Tabla 5.1. Tasa general de incidencia delictiva en la República Mexicana, 2007 y 2008
ENSI-5/ 2007 ENSI-6 / 2008
ENTIDAD Tasa Intervalo conf. 90% Tasa Intervalo conf. 90%
Inferior Superior Inferior Superior
Aguascalientes 6,721 4,616 8,825 15,922 13,567 18,277
Baja California 13,619 10,378 16,859 15,856 14,028 17,684
Baja California Sur 6,749 4,975 8,524 15,090 12,428 17,752
Campeche 7,526 3,409 11,644 6,308 5,253 7,362
Coahuila 4,864 3,791 5,938 15,940 13,105 18,776
Colima 4,313 3,019 5,607 12,280 10,823 13,738
Chiapas 3,082 2,377 3,788 3,715 2,679 4,751
Chihuahua 12,580 9,312 15,847 15,336 13,323 17,349
Distrito Federal 25,672 20,439 30,906 22,846 20,562 25,130
Durango 4,642 3,823 5,461 7,987 5,150 10,824
Guanajuato 11,426 8,433 14,419 10,958 9,201 12,715
Guerrero 6,109 4,322 7,897 6,374 5,175 7,573
Hidalgo 3,134 2,133 4,135 9,568 6,832 12,305
Jalisco 10,754 6,995 14,512 14,125 12,013 16,238
México 15,060 12,147 17,974 15,639 14,020 17,258
Michoacán 6,408 4,497 8,319 12,705 10,800 14,609
Morelos 8,240 6,108 10,372 8,919 7,796 10,042
Nayarit 5,650 4,235 7,064 10,799 9,201 12,397
Nuevo León 12,498 9,952 15,043 12,580 11,191 13,968
Oaxaca 3,871 3,263 4,479 5,372 3,410 7,334
Puebla 10,904 7,756 14,051 7,749 5,951 9,548
Querétaro 4,417 3,160 5,675 11,123 9,349 12,897
Quintana Roo 12,097 9,128 15,066 12,024 10,416 13,632
San Luis Potosí 6,723 4,463 8,983 9,367 7,408 11,325
Sinaloa 4,352 3,033 5,671 7,460 6,063 8,858
Sonora 9,925 8,197 11,654 20,375 16,131 24,618
Tlaxcala 5,628 4,141 7,115 6,118 5,021 7,216
Veracruz 6,880 5,344 8,416 4,378 3,315 5,442
Yucatán 4,360 2,950 5,771 5,135 4,149 6,121 * Las estimaciones de error e intervalo de confian-
Zacatecas 2,107 1,727 2,488 6,292 5,143 7,441 za son aproximaciones basadas en el supuesto de un
muestreo con reemplazo y que el denominador fue-
Nacional 10,482 9,616 11,348 11,973 11,534 12,412 se constante.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 43

Tabla 5.2. Tasa general de incidencia delictiva en las zonas metropolitanas de estudio, México, 2008
CIUDADES 2008 Tasa Intervalo de confianza al 95%
Inferior Superior
Distrito Federal 22,846 20,929 24,763
Cd. de México 21,201 19,816 22,586
Chihuahua 21,054 19,035 23,073
Mexicali 20,973 18,934 23,012
ZCMex 19,709 17,727 21,691
Guadalajara 18,296 16,584 20,008
Tijuana 16,787 15,228 18,346
Cd. Juárez 16,560 13,779 19,341
Toluca 16,165 14,207 18,123
Cancún 15,982 14,104 17,860
Acapulco 14,384 13,042 15,726
Monterrey 14,217 12,842 15,592
Oaxaca 13,948 12,701 15,195
Culiacán 12,341 10,911 13,771
* Las estimaciones de error e intervalo de confian-
Cuernavaca 11,707 10,609 12,805 za son aproximaciones basadas en el supuesto de un
Global en ciudades 18,923 17,975 19,871 muestreo con reemplazo y que el denominador fue-
se constante.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 44

sección en las que no se detectan cambios estadísticamen- habitantes, sugiere un posible aumento. De manera natural
te significativos en el estado de Sinaloa. surge la pregunta de cómo puede ocurrir una mayor tasa de
incidencia de delitos con un mismo porcentaje de víctimas.
Debe advertirse que en varios estados con niveles de delin- En encuestas internacionales esto es analizado con frecuen-
cuencia tradicionalmente bajos o moderados es donde se cia y se encuentra que en ocasiones sube el número de deli-
han detectado incrementos significativos, indicando que las tos por víctima, trayendo como consecuencia mayor núme-
zonas comúnmente más afectadas se han mantenido altas ro de delitos. Sin embargo, en México de 2007 a 2008 no se
pero estables, como el caso del Distrito Federal y el Estado ha incrementado el número de delitos de las víctimas. La ex-
de México, pero en otras partes de la República es donde la plicación al caso de México es diferente. La victimización
delincuencia está creciendo. Si se tratara de un estudio de en la región central, en particular el Distrito Federal y el Es-
“mercado” seguramente se argumentaría que ante una zona tado de México se ha mantenido constante. Estas entidades
“saturada” se abren otras regiones donde operar. concentran la mayor proporción de la población del país, e
influyen en los indicadores nacionales de porcentaje de víc-
Observando las tasas de 2008 entre las entidades (con sus timas. La victimización fuera de estas zonas se ha incremen-
intervalos de confianza), sólo Sonora se asemeja el Distrito tado, como indican los cambios detectados en muchos es-
Federal. En 2007 la tasa de incidencia del Distrito Federal tados. Así, la explicación al caso mexicano, es que aunque
no era comparable a la de ningún otro estado. Por otra par- en la expresión de porcentaje de víctimas el alza en esos es-
te, al examinar las ciudades de estudio en 2008 se encon- tados no implica un incremento en la victimización prome-
tró que Chihuahua, Mexicali y la zona del Estado de México dio a nivel nacional, sí puede ser el factor que posiblemen-
conurbada con el D.F. se encuentran en los mismos niveles te provoca una mayor incidencia, esto es más delitos por ca-
que el Distrito Federal. Entre las ciudades, las de menor in- da 100 mil habitantes.
cidencia delictiva fueron Cuernavaca y Culiacán con 11,707
y 12,341 delitos por 100 mil habitantes, respectivamente, va- 3.2 Tasas diferenciadas de Incidencia delictiva
lores que se ubican dentro del rango promedio nacional. La
incidencia del resto de las ciudades en 2008 se encuentra La tasa general de incidencia delictiva descrita en el inci-
por arriba del promedio, ninguna por debajo. so anterior ha sido motivo de constructivas discusiones. El
conteo de delitos y la expresión de las tasas son aspectos
Como se discutió con anterioridad, el promedio nacional de en los que se ha trabajado para llegar a nuevos estimado-
personas víctimas de algún delito se ha mantenido en el mis- res con mejores características. Vale la pena recordar que
mo nivel desde 2004. La revisión de incidencia por 100 mil en los resultados de ENSI-4 se presentaron dos tipos de ta-

27 Mencionamos la iniciativa del criminólogo Dr. Rafael Ruiz Harrell , como un reconocimiento a su espíritu crítico y autocrítico, a su com-
promiso con las ENSI y con el ICESI, pues en cierta medida el llegar a nuevos indicadores, es también una demostración de que sus enseñan-
zas y su ímpetu por siempre mejorar lo anteriormente hecho perdura en el ICESI y en el estudio de la criminología en México.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 45

sas, las primeras se llamaron “netas” y las segundas “ajusta- dor se considera valiosa. También se avanzó en el desarrollo
das”. Dichas tasas ajustadas fueron un primer intento lidera- de nuevos indicadores, con el propósito de sacar el mayor
do por Rafael Ruiz Harrell27, en hacer un conteo de delitos beneficio de la encuesta. En los resultados de la ENSI-5 no
acorde al tipo. En dicha ocasión la información que se des- se generaron este tipo de tasas, pero finalmente hoy se está
prendía del cuestionario no era clara en cuanto a los deli- en condiciones de generar nuevos indicadores para la ENSI-6.
tos de vehículos del hogar; sin embargo se hicieron las me-
jores aproximaciones a un conteo más apegado a los pesos
justos. Las tasas netas, en realidad son las tasas generales de
las que hablamos en el inciso anterior, y las ajustadas inten-
taron conseguir una medición basada en un conteo por ho-
gar o por persona, según el tipo de delito.

Ese primer intento de conseguir una medición más real de los


delitos, se expresó de manera conjunta en una sola tasa. Sin
embargo, la revisión de la metodología28 y de las experien-
cias de otros países apuntan a la construcción de tasas dife-
renciadas. Esto es, tasas de delitos a las personas y tasas de
delitos al hogar. En esta sección se discutirán tasas de deli-
tos al hogar por 1,000 hogares y tasas de delitos a las perso-
nas por cien mil habitantes de 18 o más años29. Es importan-
te comentar que posterior a la ENSI-4, se trabajó para mejo-
rar el cuestionario, de manera que fueran identificables los
delitos de vehículos propiedad del hogar, y en consecuencia,
desde la ENSI-5 el cuestionario del hogar tiene una sección
titulada “vehículos del hogar”. Por otra parte, se mantuvo el
registro de delitos declarados por la persona seleccionada
de forma similar a encuestas anteriores, de manera que se
pudieran calcular tasas generales comparables a años ante-
riores, ya que la información global que aporta este estima-

28 El problema metodológico radica en que en el denominador se tiene un total que viene a ser la suma de cosas distintas: hogares y perso-
nas. Es natural que lo que se cuenta por hogar, se exprese sobre hogares y lo respectivo a personas. En ese sentido, la tasa general de inci-
dencia es coherente y válida, pues todo va en términos de personas.
29 La población de 18 años o más es precisamente la población de estudio, por lo que resulta ser el denominador natural.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 46

Tabla 6.1. Tasas de delitos a las personas 100 mil hbs. de 18 años o más, 2007 (ENSI-5) y 2008 (ENSI-6), por
entidades y nivel nacional
ENSI-5/ 2007 ENSI-6 / 2008
ENTIDAD Tasa Intervalo conf. 90% Tasa Intervalo conf. 90%
Inferior Superior Inferior Superior
Aguascalientes 2,670 1,496 3,843 4,228 2,871 5,586
Baja California 6,812 4,343 9,280 7,586 5,970 9,202
Baja California Sur 2,418 1,117 3,719 5,624 3,735 7,513
Campeche 1,846 346 3,347 4,076 2,542 5,609
Coahuila 2,027 615 3,440 8,201 5,320 11,082
Colima 1,413 644 2,182 6,379 4,546 8,212
Chiapas 2,467 1,478 3,455 2,571 1,515 3,627
Chihuahua 4,702 2,184 7,221 5,901 4,322 7,481
Distrito Federal 21,405 15,872 26,938 16,840 14,295 19,384
Durango 2,394 1,094 3,693 2,454 1,444 3,464
Guanajuato 6,778 3,622 9,933 5,637 3,745 7,529
Guerrero 7,005 3,810 10,201 5,144 4,011 6,277
Hidalgo 1,149 456 1,842 5,018 3,187 6,850
Jalisco 4,177 2,836 5,519 7,104 5,888 8,320
México 12,530 9,465 15,596 12,545 10,721 14,368
Michoacán 4,815 2,426 7,205 6,408 4,653 8,162
Morelos 5,832 3,728 7,936 6,231 4,883 7,579
Nayarit 3,920 1,514 6,327 7,210 5,176 9,244
Nuevo León 3,641 2,169 5,112 4,725 3,533 5,918
Oaxaca 3,294 2,399 4,190 4,127 2,410 5,844
Puebla 6,455 3,278 9,632 5,070 3,607 6,534
Querétaro 2,065 977 3,153 6,907 4,862 8,952
Quintana Roo 3,856 1,974 5,737 5,163 4,221 6,105
San Luis Potosí 4,451 3,021 5,881 6,761 4,411 9,111
Sinaloa 1,790 103 3,477 3,357 2,223 4,491
Sonora 3,754 2,180 5,328 8,479 5,362 11,596
Tabasco 4,823 2,760 6,886 - El valor nacional considera todos los delitos sin im-
portar el estado donde ocurrieron; las tasas estatales
Tamaulipas 4,926 2,612 7,240 se refieren a delitos ocurridos en el estado de residen-
Tlaxcala 3,395 1,328 5,463 3,587 2,216 4,958 cia de la víctima. Se incluyen exclusivamente delitos
hacia la persona: robo a transeúnte, robo relaciona-
Veracruz 5,254 2,711 7,798 3,433 2,028 4,838 do a cajero, otros robos, secuestro, lesiones, sexuales,
otros delitos, fraude y extorsión. En la composición de
Yucatán 2,168 1,135 3,200 2,633 1,264 4,002 estas tasas se trunca el número de veces que ocurre
Zacatecas 1,952 1,216 2,688 1,153 524 1,783 un mismo tipo de delito a una persona en 5.
Nacional (IC a 95%) 8,795 7,494 10,096 8,353 7,767 8,939
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 47

Tabla 6.2: Tasas de delitos a las personas por 100 mil habitantes de 18 años o más, 2005 (ENSI-4) y 2008 (ENSI-6),
por zonas metropolitanas de estudio
ENSI-4 / 2005 ENSI-6 / 2008
CIUDADES Tasa Intervalo conf. al 90% Tasa Intervalo conf. al 90%
Inferior Superior Inferior Superior
Distrito Federal 29,196 24,539 33,853 16,840 14,295 19,384
ZCMex 16,389 13,169 19,609 15,106 12,614 17,599
Guadalajara 6,883 5,013 8,753 9,658 7,769 11,547
Monterrey 4,846 3,343 6,349 4,950 3,592 6,308
Chihuahua 4,041 2,489 5,592 5,714 4,325 7,102
Acapulco 15,459 12,672 18,245 13,109 10,934 15,283
Toluca 9,657 7,381 11,933 11,823 9,256 14,389
Cd. Juárez 4,808 3,487 6,129 5,690 4,148 7,231
Tijuana 11,273 8,339 14,207 8,588 7,008 10,169
Culiacán 6,724 4,895 8,553 6,702 5,227 8,177
Cuernavaca 5,617 4,107 7,128 6,963 5,471 8,455
Oaxaca 11,577 8,936 14,218 10,005 7,984 12,026
Cancún 8,363 6,316 10,409 8,660 6,998 10,322
Mexicali 7,316 4,729 9,904 8,809 6,908 10,710
- El global de ciudades, así como las tasas por ciu-
Cd. de México 22,641 19,772 25,511 15,941 14,158 17,724 dad se refieren a delitos ocurridos en el estado de
Villahermosa 6,596 4,295 8,897 NA NA NA residencia de la víctima. Se incluyen exclusivamen-
te delitos hacia la persona: robo a transeúnte, robo
Nuevo Laredo 3,776 2,460 5,093 NA NA NA relacionado a cajero, otros robos, secuestro, lesio-
nes, sexuales, otros delitos, fraude y extorsión. En la
Global en ciudades / composición de estas tasas se trunca el número de
veces que ocurre un mismo tipo de delitos a una per-
IC 95% 15,555 13,954 17,157 12,328 11,308 13,348 sona en 5.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 48

3.2.1. Tasas de delitos a las personas por 100 mil te incremento. Las entidades con tasa de delitos a la perso-
habitantes de 18 años o más. na mayor al promedio nacional son: Distrito Federal y Esta-
do de México, registrando 16,840 y 12,545 delitos por 100 mil
La tasa diferenciada de delitos a la persona, resume la inciden- personas de 18 o más años durante 2008. Le siguen, con ran-
cia del conjunto de los siguientes delitos: robo a transeúnte, gos similares31 al promedio nacional: Sonora (8,479), Coahui-
robo relacionado a cajero, otros robos, secuestro, lesiones, la (8,201) Baja California (7,586) Nayarit (7,210), Jalisco (7,104),
sexuales, otros delitos, fraude y extorsión. Indica el núme- Querétaro (6,907), San Luis Potosí (6,761), Michoacán (6,408)
ro de delitos que ocurren por cada cien mil habitantes de 18 y Colima (6,379). En los estados con menores tasas de deli-
o más años. Como indican las notas bajo las tablas 6.1-6.2, tos contra las personas, (menos de 3,000 delitos por 100 mil
estas tasas diferenciadas a nivel nacional, se basan en todos habitantes adultos) son: Yucatán (2,633), Chiapas (2,571), Du-
los delitos sin importar el lugar de ocurrencia, sin embargo, rango (2,454) y Zacatecas (1,153).
al construir la tasa por entidad o ciudad, se consideran de-
litos ocurridos en el estado de residencia de la víctima, de En el caso de las ciudades, además del dato de ENSI-6, se
manera que el conteo sea específico sobre lo que ocurre a agregó el indicador correspondiente a 2005 que se deriva de
los habitantes de cada estado. la ENSI-4, por lo que es factible comparar 2005 con 2008. Se
debe considerar que para el caso del DF se presentan y ana-
A nivel nacional, la incidencia de delitos a la persona vistos lizan en el conjunto de zonas urbanas de estudio, así como
como conjunto, no muestra cambio; en 2008 se estiman 8,353 entre entidades. Por ello vemos al analizar entidades, que de
delitos a la persona por 100 mil hbs. de la edad de estudio. 2007 a 2008 no muestra cambio, pero en la tabla de ciuda-
No obstante, hay estados en los que hubo un incremento en des, resulta ser el único lugar donde los delitos a la perso-
este tipo de delitos de 2007 a 200830: Baja California Sur su- na disminuyeron de 2005 a 2008. El peso de esta gran zo-
bió de 2,418 a 5,624 delitos de este tipo por 100 mil perso- na urbana es tal que al calcular el promedio en la Ciudad de
nas adultas, en Coahuila la tasa subió de 2,027 a 8,201, Coli- México (DF y Zona conurbada del Estado de México) o el
ma registró un cambio de 1,413 a 6,379, Hidalgo subió de 1,149 total de ciudades, también se detecta una baja significativa.
a 5,018, Jalisco de 4,177 a 7,104, Querétaro de 2,065 a 6,907 En otras ciudades no hubo cambio en el comportamiento
y en Sonora la tasa subió de 3,754 a 8,479. Ningún estado de su tasa de 2005 a 2008. Cuando se discutió la prevalen-
de los 30 de los que tenemos evaluación de 2008 sufrió un cia, se advirtió la misma condición en el DF. Así, el pico en la
cambio a la baja de estos delitos, en comparación con 2007. victimización mencionado en la sección 2.3 evidentemente
En todos los estados mencionados, a excepción de Jalisco, se concentró en delitos contra las personas durante 2005.
la prevalencia o porcentaje de víctimas tuvo un importan-

30 Se listan cambios estadísticamente significativos con 90% de confianza.


31 La mención de estados con rangos similares al promedio nacional, se basa en la comparación estadística con 90% de confianza. A nivel na-
cional, el intervalo de confianza de 90% de confianza va de 7,861 a 8,844, siendo la media de 8,353 delitos por 100 mil hbs. de 18 años o más.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 49

Entre zonas urbanas, el D.F., la zona conurbada del Estado de a lo que en la ENSI-5 se denominó “otros delitos”.
México y la conjunción de ambas zonas tienen las tasas más
altas, con más de 15,000 delitos por cada 100 mil habitantes Tanto en 2007 como en 2008 el delito de mayor incidencia
adultos. Las tasas de Acapulco (13,109) y Toluca (11,823) apa- fue el robo a transeúnte. Sin embargo hubo una disminución
rentemente menores, son similares a las de las zonas men- significativa de este delito a nivel nacional. En 2007 ocurrie-
cionadas, al considerar el error muestral; por otra parte la in- ron 5,932 robos a transeúnte por cada 100 mil habitantes de
cidencia delictiva en Acapulco y Toluca es mayor que el pro- 18 años o más32, mientras en 2008 la tasa fue de 4,09233. La
medio nacional. Otras ciudades como Oaxaca, Guadalajara, incidencia de los demás delitos siguió patrones similares con
Mexicali, Cancún, Tijuana, Cuernavaca y Culiacán están den- excepción de los “otros delitos”, es decir el conjunto de frau-
tro de los rangos del promedio nacional; finalmente, Chihu- de, extorsión y resto de otros delitos, que tuvo un incremen-
ahua, Ciudad Juárez y Monterrey aún siendo zonas urbanas to significativo. Captar de manera específica las extorsiones
de gran importancia, tienen una tasa de delitos a la persona resultó clave para tener una mejor explicación al respecto.
en 2008, menor al promedio nacional, con menos de 6,000 Después del robo a transeúnte, las extorsiones y los otros ro-
delitos por 100 mil habitantes adultos. Ya que anteriormen- bos son los delitos de mayor incidencia. Sin duda, las extor-
te se ha apreciado un incremento de la victimización en la siones con una razón de 1,291 por 100 mil hbs. es la explica-
ciudad de Chihuahua así como en su entidad, será de interés ción al aumento del conjunto de “otros delitos”. Es importan-
encontrar a cuáles delitos se puede atribuir dicho cambio. te señalar que en la encuesta también se encontró que más
del 80% de las extorsiones son telefónicas. Ello sugiere, que
Tasa diferenciada por tipo la delincuencia pudo haber cambiado patrones, reduciendo
de delito a la persona la exposición personal (robo a transeúnte) pero incremen-
tando la presencia virtual (mediante extorsiones o intentos
En la tabla 7.1 se pueden observar las tasas de delitos contra de extorsión, principalmente vía telefónica).
las personas por tipo, a nivel nacional, lo cual brinda una vi-
sión más detallada de su ocurrencia. Es importante recor-
dar que en la ENSI-5 no se captó el robo relacionado a cajero
automático como tal. Estos eventos pudieron haberse regis-
trado como “robos a transeúnte” u “otros robos”. Tampoco se
registraron extorsiones o fraudes de manera específica, pe-
ro sí se registraron en el rubro de “otros delitos”. En este ca-
so al estimar el fraude, la extorsión y el resto de otros deli-
tos de manera conjunta, se llegó a un indicador comparable

32 De 4,878 a 6,986 con un 95% de confianza.


33 De 3,682 a 4,503 con un 95% de confianza
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 50

Tabla 7.1. Tasa diferenciada por cada tipo de delito a la persona, a nivel nacional, 2007 y 2008. Tasas por 100 mil
habitantes de 18 años o más34
ENSI-5 / 2007 ENSI-6 / 2008
DELITO Tasa Intervalo conf. al 95% Tasa Intervalo conf. al 95%
Inferior Superior Inferior Superior
Robo a transeúnte 5,932 4,878 6,986 4,092 3,682 4,503
Robo relacionado
a cajero automático 393 240 547
Otros robos 1,117 753 1,481 1,113 944 1,282
Secuestro o
secuestro exprés 89 34 145 76 37 115
Lesiones 697 451 943 407 314 500
Sexuales 124 22 226 115 66 165
Fraude 534 434 634
Extorsión 1,291 1,085 1,496
Resto de otros
delitos 331 234 428
Otros delitos
incluyendo fraude y
extorsión (lo cual
hace comparable
ENSI 5 y ENSI 6) 835 563 1,107 2,156 1,907 2,405
Tasa total de delitos
a personas
( nacional, IC 95%) 8,795 7,494 10,096 8,353 7,767 8,939

34 Las tasas de delitos a la persona que se muestran por entidad o ciudad se refieren a delitos cometidos en la entidad de residencia de la
víctima. Las veces que ocurre cada tipo de delito a cada persona que lo reporta en la encuesta son truncadas a un máximo de cinco veces,
de tal suerte se evita la posible inflación de la estimación de un estado por lo que pudiera ser una victimización serial.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 51

Incidencia de delitos a la persona los que la víctima sobrevive al evento –aclaración un tanto
en las zonas metropolitanas de estudio obvia tratándose de una encuesta en la que las víctimas dan
parte de los delitos sufridos al encuestador.
La tabla 7.2 ofrece información similar por tipo de delito, pe-
ro en el global de las ciudades de estudio, mostrándose tam- Para esta encuesta, hay posibilidades de dar una estimación
bién el dato correspondiente a 2005 (ENSI-4). Cabe señalar de cuántos secuestros y secuestros exprés ocurren en el país
que en ENSI-4 las zonas metropolitanas de las que se tuvie- en un año. Por cada 100 mil personas de 18 o más años, ocu-
ron resultados fueron 16, mientras las estimaciones de 2008 rrieron en 2008 entre 37 y 115 delitos de este tipo, o en pro-
se refieren a 14 ciudades. Contrario de lo que se indicó a ni- medio, 76 secuestros de cualquier tipo. En 2007 la inciden-
vel nacional, no se tiene evidencia para hablar de una dife- cia fue similar (ver tabla 7.1). Por otra parte, los datos no nos
rencia significativa en el robo a transeúnte de 2005 a 2008 proporcionan evidencia para decir que estos delitos ocurran
en las ciudades de estudio. Sin embargo, en las zonas urba- con mayor probabilidad en zonas metropolitanas, que lo que
nas, bajaron los índices de lesiones y de otros robos. En 2008 se da en el promedio nacional.
se estima que se cometieron 1,066 otros robos y 451 lesio-
nes por 100 mil habitantes adultos. Es importante ver que al
igual que a nivel nacional, el conjunto de otros delitos que
incluye fraude y extorsión tuvo un sensible incremento de
una tasa de 634 a 2,050 delitos por 100 mil habitantes de 18
o más años. Nuevamente la posible explicación se encuen-
tra en el elevado incremento de las extorsiones.

Incidencia de secuestro y secuestro exprés

De especial interés es conocer indicadores sobre delitos de


baja incidencia pero de gran impacto para las personas y fa-
milias, como es el secuestro. El ICESI ha reiterado en diver-
sas ocasiones que el simple hecho que aparezca este deli-
to en las encuestas es un dato preocupante, ya que en otros
países, en encuestas similares, no llegan a ser detectados por
ser eventos esporádicos. Es importante mencionar que la
ENSI capta tanto el secuestro exprés como el secuestro en
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 52

Tabla 7.2. Tasa diferenciada por cada tipo de delito a la persona, en zonas metropolitanas35, 2005 y 2008. Tasas
por 100 mil habitantes de 18 o más años36
ENSI 4 / 2005 en ciudades ENSI 6 / 2008 en ciudades
DELITOS Tasa Intervalo conf. al 95% Tasa Intervalo conf. al 95%
A LA PERSONA Inferior Superior Inferior Superior
Robo a transeúnte 10,023 8,496 11,549 7,715 6,789 8,642
Robo relacionado a
cajero automático 796 395 1,197
Otros robos 3,113 2,040 4,186 1,066 840 1,293
Secuestro o
secuestro exprés 324 142 506 111 26 196
Lesiones 935 260 1,611 451 37 240
Sexuales 288 93 483 139 87 248
Otros delitos
de agresión 240 136 343
Fraude 557 393 722
Extorsión 1,325 965 1,685
Otros delitos 168 87 248
Otros delitos
incluyendo fraude
y extorsión 634 369 898 2,050 1,644 2,456
Global de ciudades 15,555 13,954 17,157 12,328 11,308 13,348

35 En ENSI-4, es decir la medición de 2005, fueron 16 zonas metropolitanas bajo estudio, y en ENSI-6, 14. No se tienen en la medición de
2008 a Nuevo Laredo ni Villahermosa.
36 Las tasas de delitos a la persona que se muestran por entidad o ciudad se refieren a delitos cometidos en la entidad de residencia de la
víctima. Las veces que ocurre cada tipo de delito a cada persona que lo reporta en la encuesta son truncadas a un máximo de cinco veces,
de tal suerte se evita la posible inflación de la estimación de un estado por lo que pudiera ser una victimización serial.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 53

3.2.2. Tasa diferenciada de delitos al hogar Aguascalientes, Michoacán y Zacatecas los datos sugieren
que el incremento de la victimización se debió a los delitos
Las tasa de delitos al hogar indica el número de delitos al pa- relacionados con vehículos y/o de robo a casa habitación.
trimonio del hogar por cada 1,000 hogares, y considera tres
tipos de delitos: robo total de vehículo, robo parcial de ve-
hículo (autopartes, herramienta, etc), y robo a casa habita-
ción. Es importante observar, que mientras a nivel nacional
no hubo cambio en lo que respecta a delitos a las personas,
sí se dio un incremento significativo de 2007 a 2008 en los
delitos que afectan el patrimonio del hogar.

A nivel nacional hubo 137 delitos al hogar por cada mil ho-
gares en 2008, mientras que en 2007 fueron 119 (Ver tabla
8.1). La incidencia de delitos al hogar subió de manera im-
portante de un año a otro en diez estados:37 Aguascalientes
(de 154.1 a 301.7), Baja California Sur (de 93.5 a 189.1) , Coahuila
(76.0 a 189.3), Guanajuato (101.8 a 173.7), Hidalgo (40.1 a 77.3),
Michoacán (74.4 a 137.1), Querétaro (70.9 a 120.5), Sonora (160.5
a 264.9) y Zacatecas (18.1 a 113.4). En dichos estados, con ex-
cepción de Guanajuato, se registró un cambio a la alza en la
prevalencia o porcentaje de víctimas. Por otra parte, en Na-
yarit subió la victimización pero no se detectó un cambio
significativo en la incidencia de delitos al hogar, como tam-
poco se observó ningún cambio en la tasa de delitos a las
personas. En seis de los diez estados en los que la incidencia
de delitos al hogar fue superior en 2008 que en 2007 se de-
tectó también un incremento en los delitos contra las per-
sonas, estos fueron: Baja California Sur, Coahuila, Colima, Hi-
dalgo, Querétaro y Sonora. Así, en estas entidades la delin-
cuencia común creció en todas sus formas, mientras que en

37 Se listan estados con diferencias estadísticamente significativas con 90% de confianza.


ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 54

Tabla 8.1. Tasa diferenciada de delitos al hogar por mil hogares en 2007 y 200838
ENSI-5 / 2007 ENSI-6 / 2008
ENTIDAD Tasa Intervalo conf. al 90% Tasa Intervalo conf. al 90%
Inferior Superior Inferior Superior
Aguascalientes 154.1 56.4 251.7 301.7 258.9 344.4
Baja California 176.3 136.0 216.7 226.7 204.6 248.7
Baja California Sur 93.5 63.5 123.4 189.1 150.1 228.1
Campeche 68.7 33.5 104.0 84.9 59.8 110.0
Coahuila 76.0 59.9 92.2 189.3 154.6 223.9
Colima 47.7 23.4 71.9 99.5 78.0 121.0
Chiapas 30.7 20.0 41.3 30.4 21.7 39.1
Chihuahua 197.2 135.1 259.3 215.7 191.4 240.1
Distrito Federal 208.1 157.6 258.6 172.0 151.8 192.2
Durango 76.3 47.0 105.6 120.3 93.1 147.6
Guanajuato 101.8 68.7 134.9 173.7 141.2 206.2
Guerrero 35.9 16.8 55.1 61.2 46.0 76.4
Hidalgo 40.1 22.7 57.6 77.3 60.5 94.1
Jalisco 164.1 129.7 198.6 218.1 197.7 238.5
México 121.8 100.8 142.8 98.5 85.4 111.5
Michoacán 74.4 45.3 103.5 137.1 115.3 159.0
Morelos 78.4 51.8 105.0 90.8 73.4 108.3
Nayarit 69.6 41.2 98.0 118.5 93.6 143.3
Nuevo León 229.3 176.0 282.5 196.3 173.2 219.3
Oaxaca 32.4 22.4 42.4 80.6 39.2 122.1
Puebla 94.0 57.2 130.7 78.9 58.5 99.3
Querétaro 70.9 49.2 92.7 120.5 96.0 145.0
Quintana Roo 142.2 102.4 182.0 133.7 109.5 158
San Luis Potosí 93.3 63.1 123.5 128.9 104.6 153.1
Sinaloa 54.5 30.9 78.1 87.2 61.6 112.8 38 Los delitos relacionados con vehículos
Sonora 160.5 123.2 197.7 264.9 223.5 306.3 se estiman de la sección de vehículos del
Tabasco 78.3 49.4 107.3 44.1 31.1 57.2 hogar del cuestionario. Como en principio
Tamaulipas 174.7 138.5 210.9 93.8 73.9 113.6 las tasas se refieren a delitos en el estado
Tlaxcala 36.1 21.2 51.1 64.4 24.5 104.3 de residencia de la víctima, se estimó la
Veracruz 42.6 26.2 59.0 56.1 38.3 74.0 proporción de delitos ocurridos en su esta-
do mediante el módulo de delitos. Al igual
Yucatán 41.7 18.6 64.8 47.5 31.0 63.9
que con los delitos a la persona, se limitó a
Zacatecas 18.1 10.4 25.8 113.4 92.1 134.8 un máximo de 5 veces la ocurrencia de ca-
Nacional (IC a 95%)* 118.6 108 129.2 137.3 131.2 143.3 da tipo de delito.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 55

Tabla 8.2. Tasa diferenciada de delitos al hogar por mil deral la incidencia de estos delitos fue mayor que el prome-
hogares, en las zonas metropolitanas de estudio, 2008 dio nacional. Por su parte, en Oaxaca, Cancún, Toluca, la zona
del Estado de México conurbada al D.F. y la Ciudad de Méxi-
ENSI6 / 2008
co tuvieron en 2008 una incidencia de delitos al hogar simi-
CIUDAD Tasa Intervalo conf. al 90%
Inferior Superior lar al promedio nacional, esto es, dentro de los rangos de un
Distrito Federal 172.0 151.8 192.2 90% de confianza del promedio nacional. En Cuernavaca, Cu-
ZCMex 115.4 98.0 132.9 liacán y Acapulco esa tasa fue menor al promedio nacional.
Guadalajara 306.6 277.5 335.6
Monterrey 229.5 202.8 256.3 Tasa diferenciada por cada tipo
Chihuahua 306.9 273.6 340.2 de delito al hogar
Acapulco 98.8 78.9 118.7
Toluca 142.7 120.6 164.7 En la tabla 9.1 se pueden ver las tasas a nivel nacional de ca-
Cd. Juárez 242.5 199.1 285.9
da uno de los tres tipos de delitos al hogar, por mil hoga-
Tijuana 248.3 219.3 277.4
Culiacán 102.3 84.3 120.2 res durante 2007 y 2008. Los niveles del robo total de ve-
Cuernavaca 112.0 94.0 130.0 hículo, en el promedio nacional, se han mantenido estables,
Oaxaca 166.6 139.9 193.3 pues las estimaciones de 2007 y 2008 no distan, aun consi-
Cancún 163.7 137.8 189.6 derando el error muestral. Sin embargo, mientras que el robo
Mexicali 280.8 248.6 312.9 a casa habitación registró un cambio a la baja, el robo parcial
Ciudad de México 143.3 129.9 156.6 de vehículo tuvo un importante incremento. Cabe puntua-
Global en ciudades lizar que siendo que las tasas de delitos al hogar, miden la
(IC a 95%) 183.1 174.6 191.6
incidencia del conjunto de los tres delitos mencionados, no
discrimina, en su cálculo si hubo en el hogar algún vehículo
Como se mencionó, en la ENSI-4 no se tuvieron elementos particular. Sin embargo, en la sección 2.4 se analizó la preva-
para contabilizar los delitos en contra del hogar, en especial lencia de hogares que sufrieron el robo parcial de vehículo,
de vehículos, por lo que se prefirió no hacer ningún cálcu- en aquéllos hogares donde algún miembro fue propietario.
lo correspondiente a esta tasa para el año 2005. Sin embar- El lector puede volver a consultar dichos indicadores y ad-
go la comparación de lo que ocurre a nivel nacional y en el vertir que también el porcentaje de hogares víctimas de es-
contexto de zonas urbanas en 2008 es interesante. Los deli- te robo parcial de vehículo, considerando los hogares con
tos de este tipo muestran una mayor incidencia en las ciuda- propietarios, mostró una alza significativa.
des que en el promedio nacional. En las ciudades estudiadas
se dieron 183 delitos al hogar por cada mil hogares, mientras Finalmente, la tasa nacional de delitos al hogar subió de ma-
en el promedio nacional ocurrieron 137.3. Al examinar las ta- nera importante (Tabla 9.1). Siendo el incremento de robo
sas por ciudad se encontró que en Chihuahua, Guadalajara, parcial de vehículo de mayor impacto que la disminución de
Mexicali, Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey y el Distrito Fe- robo a casa habitación.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 56

Tabla 9.1. Tasa diferenciada por tipo de delito al hogar, por mil hogares, a nivel nacional, 2007 y 2008
ENSI-5 / 2007 ENSI-6 / 2008
DELITO Tasa Intervalo conf. al 95% Tasa Intervalo conf. al 95%
Inferior Superior Inferior Superior
Robo a casa habitación 33.2 29.3 37.0 22.7 21.0 24.4
Robo total de vehículo 16.7 13.8 19.7 19.6 18.0 21.1
Robo parcial de vehículo 68.7 60.6 76.8 95.0 90.8 99.1
Total Nacional 95% 118.6 103.4 120.3 137.3 131.2 143.3

Tabla 9.2. Tasa diferenciada por tipo de delito al 3.2.3 Comparación de incidencia de delitos en
hogar, por mil hogares, en 14 zonas metropolitanas ciudades y promedio nacional
de estudio, 2008
Es importante comparar la incidencia de delitos (expresada
ENSI6/ 2008
en tasas) con el global de zonas metropolitanas y la que se
DELITO Tasa Intervalo conf. al 95%
obtiene a nivel nacional. Los diferentes delitos contra las per-
Inferior Superior
sonas, tuvieron incidencias similares, con excepción del ro-
Robo a casa habitación 24.6 21.5 27.7 bo a transeúnte. Ni las extorsiones, lesiones o el secuestro
Robo total de vehículo 31.6 28.3 35.0 definen la delincuencia de las zonas metropolitanas.
Robo parcial de vehículo 127.6 118.7 136.4
Global en ciudades Por otra parte, los delitos contra el hogar también tuvieron
de estudio 95% 183.9 173.5 194.3 mayor incidencia en el contexto general de las zonas urba-
nas que en el promedio nacional. El robo a casa habitación
de acuerdo a lo estimado en 2008, tuvo igual incidencia en
el conjunto de las zonas urbanas de estudio como a nivel
nacional. Los robos de vehículos, tanto el total como parcial,
fueron significativamente mayores en las ciudades. Mientras
el promedio nacional de robos totales de vehículos fue de
19.6 por cada 1,000 hogares, en las ciudades fue de 31.6. Fi-
nalmente, mientras que a nivel nacional hubo 95 robos par-
ciales de vehículo por cada mil hogares, en las ciudades ocu-
rrieron 127.6 durante 2008.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 57

Los datos confirman que la densidad poblacional, el tránsi- Baja California y Chihuahua. Las zonas metropolitanas de es-
to, la actividad comercial y en general el estilo de vida que tos estados también tuvieron una incidencia por encima del
caracteriza a las zonas urbanas, proporciona mayores opor- promedio: Ciudad Juárez, Chihuahua, Mexicali, Tijuana, ade-
tunidades de delinquir, siendo el robo a transeúnte y los ro- más de la zona del Estado de México conurbada al D.F., Gua-
bos totales o parciales de vehículos los que caracterizan la dalajara y la Ciudad de México. Por otro lado, aunque en el
delincuencia en las ciudades. estado de Jalisco no se registra el robo total de vehículo co-
mo un delito con incidencia mayor al promedio, en la ciudad
3.2.4. Tipificación de la delincuencia por de Guadalajara la ocurrencia de este delito es importante.
entidades y ciudades.
El robo parcial de vehículo aparece con gran peso en otros
Las tasas de los delitos más frecuentes se obtuvieron por en- estados: Aguascalientes, Distrito Federal, Guanajuato, Jalis-
tidad y ciudad.39 Los esquemas que se presentan en las ta- co, Nuevo León y Sonora, además de Chihuahua donde ya
blas 10.1 y 10.2 resumen los hallazgos, sin entrar en detalles, se mencionó que el robo total de vehículo es de gran inci-
sólo se identifican los lugares en un comparativo nacional dencia. Entre las zonas metropolitanas, Ciudad Juárez y Chi-
donde cada tipo de delito es más o menos frecuente. Lec- huahua junto con el Distrito Federal, Guadalajara, Mexicali,
tores interesados en más detalles pueden consultar el apén- Monterrey y Oaxaca son las que se distinguen por este delito.
dice. Es importante señalar que las comparaciones son con
base en tasas y no por totales de delitos para evitar que los El robo a transeúnte caracteriza sobre todo al Distrito Fede-
estados con mayor población aparezcan en los primeros si- ral y al Estado de México (como consecuencia al examinar
tios. En términos generales, los robos y en particular el robo zonas urbanas, se aprecia lo mismo en en la zona conurbada
a transeúnte, fueron los más comunes. al DF y en la propia Ciudad de México). La tasa de inciden-
cia de robo a transeúnte en estos lugares sobrepasa amplia-
Los robos a casa habitación fueron más frecuentes en la zo- mente a la que se registra en otros lugares (Por ello, se esta-
na Norte del país: Baja California, Baja California Sur, Chihu- bleció otro rango de las tasas en este delito, lo cual se marca
ahua, Coahuila y Sonora. Quintana Roo fue el único esta- en naranja en las tablas 10.1-10.2). Es importante señalar que
do fuera de esta zona con una alta incidencia de este delito. el robo a transeúnte es el delito que más capta la encuesta.
En lo que respecta a las ciudades, las que se distinguen por Otros estados donde el robo a transeúnte fue importante
este tipo de delito son: Tijuana, Mexicali, Chihuahua, Ciu- en el comparativo nacional fueron: Baja California, Guerre-
dad Juárez y Cancún,. ro, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Pue-
bla Quintana Roo y Sonora. En las ciudades el robo a tran-
En cuanto al robo total de vehículo, fueron también los esta- seúnte es sumamente típico tal y como se vio al revisar las
dos del Norte donde la incidencia fue mayor, sobre todo en tasas por delito a nivel nacional y por ciudades. El esque-

39 Las tasas con sus respectivas estimaciones de error, pueden encontrarse en el apéndice del documento.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 58

ma de la tablas 10.1 y 10.2 muestra también donde se tienen Por otra parte, Guadalajara se distingue en el país por su al-
los más altos niveles de extorsiones ( expresados como ta- to nivel de fraudes, y Mexicali por lesiones. Los otros robos
sas por 100 mil habitantes de 18 años o más), destacando los fueron de alta incidencia en Acapulco, Cuernavaca y Tolu-
estados de Coahuila y Nayarit; entre las ciudades, Toluca es ca, mientras que los otros delitos, tuvieron alta incidencia en
la que tiene la mayor incidencia de este delito, sobrepasan- Querétaro, Cancún, Chihuahua, Mexicali, Monterrey, Tijuana
do el promedio nacional. y Toluca. Los delitos más representados en la categoría de
“otros delitos” fueron amenazas y daño en propiedad ajena.

Tabla 10.1. Esquema de tipificación delincuencial de 2008, por entidad, en un comparativo nacional de los
delitos más frecuentes, según lo captado por la ENSI-640
Tasas Altas Tasas Bajas
ENTIDAD Delitos a la persona Delitos Delitos a la persona Delitos
patrimoniales patrimoniales
RT OR LE FR EX OD RCH RTV RPV RT OR LE FR EX OD RCH RTV RPV
Aguascalientes › ›
Baja California › › ›
Baja California Sur › ›
Campeche › › ›
Coahuila › › ›
Colima › ›
Chiapas › › › › › ›
Chihuahua › › › › ›
Distrito Federal › › - ›
Durango › › ›
Guanajuato › ›
Guerrero › › › › ›
Hidalgo - › ›
Jalisco › ›
México › › › › › ›
Michoacán ›

40 Los delitos son indicados mediante las siguientes abreviaturas: RT =Robo a transeúnte, OR= Otro robo, LE =Lesiones, FR= Fraude,
EX= Extorsión, OD= Otros delitos, RCH= Robo a casa habitación, RTV= Robo total de vehículo, RPV= Robo parcial de vehículo.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 59

Tabla 10.1. Continuación


Tasas Altas Tasas Bajas
ENTIDAD Delitos a la persona Delitos Delitos a la persona Delitos
patrimoniales patrimoniales
RT OR LE FR EX OD RCH RTV RPV RT OR LE FR EX OD RCH RTV RPV
Morelos › › › ›
Nayarit › › › ›
Nuevo León › › ›
Oaxaca › › › › ›
Puebla › › › › ›
Querétaro › ›
Quintana Roo › › › ›
San Luis Potosí
Sinaloa › › › ›
Sonora › › ›
Tlaxcala › ›
Veracruz › › › ›
Yucatán › - ›
Zacatecas › › › › › ›
* Se marcan a la izquierda los delitos con tasas más altas del promedio nacional, y a la derecha los delitos que tuvieron menor incidencia que el nivel nacional. En el caso de robo a
transeúnte, se indican dos nivele como altos, el primero y más marcado, se señala en rojo y el segundo, en naranja, no es mayor al promedio nacional pero sí mayor a una buena por-
ción de los estados. Los estados donde no se marca nada como “alto” estaría indicando que en ningún delito su comportamiento es mayor a lo que ocurre en el promedio nacional.
* Se indica con “-” que se encontró un cero muestral en el delito de la columna correspondiente.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 60

Tabla 10.2. Esquema de tipificación delincuencial de 2008, por ciudades, en un comparativo nacional de los
delitos más frecuentes, según lo captado por ENSI-641
Tasas Altas Tasas Bajas
CIUDAD Delitos a la persona Delitos Delitos a la persona Delitos
patrimoniales patrimoniales
RT OR LE FR EX OD RCH RTV RPV RT OR LE FR EX OD RCH RTV RPV
Acapulco › › › ›
Cancún › › › ›
Cd. Juárez › › › › ›
Chihuahua › › › › ›
Ciudad de México › › ›
Cuernavaca › › ›
Culiacán › › ›
Distrito Federal › › -
Guadalajara › › › ›
Mexicali › › › › › ›
Monterrey › › › ›
Oaxaca › › ›
Tijuana › › › › ›
Toluca › › › ›
ZCMex › › › › ›
* Se marcan a la izquierda los delitos con tasas más altas del promedio nacional, y a la derecha los delitos con incidencia menor a la estimación nacional. En el caso de robo a tran-
seúnte, se hicieron dos niveles altos, el primero se señala en rojo y el segundo, en naranja, no es mayor al promedio nacional pero sí mayor a una buena porción de los estados.
* Se indica con “-” que se encontró un cero muestral en el delito de la columna correspondiente.

41 Los delitos son indicados mediante las siguientes abreviaturas: RT =Robo a transeúnte, OR= Otro robo, LE =Lesiones, FR= Fraude,
EX= Extorsión, OD= Otros delitos, RCH= Robo a casa habitación, RTV= Robo total de vehículo, RPV= Robo parcial de vehículo.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 61

3.3 Distribución de hechos delictivos puesta (tablas B.8.1-B.8.2. del apéndice). Es importante seña-
lar que la determinación de un total u otro no afecta la esti-
De acuerdo con la ENSI-6 del total de delitos registrados y mación de la cifra negra en ambos años, pues ésta se basa en
reportados por la población encuestada el 79% fueron robos. el porcentaje de delitos que no llegan a averiguación previa.
El porcentaje más alto correspondió a robos a transeúntes
(29.8%), seguido de robo parcial de un vehículo (27%), robo Se debe recordar que para 2008 se obtuvieron resultados
a casa habitación (6.4%), robo total de vehículo (4.4%), robo para 30 entidades, por lo que los totales de delitos no son
en cajero automático (2.8%) y otro tipo de robos (8.4%) (Ver estimaciones nacionales. Para ello, habría que estimar tota-
figura 15.1). Es importante señalar también que las extorsio- les para las dos entidades faltantes mediante métodos vá-
nes representan el 10% de los delitos captados, y el fraude lidos. Por el momento se ofrecen las estimaciones dispo-
cerca del 4%, mientras el secuestro o secuestro exprés, co- nibles, bajo la advertencia anterior (ver tablas B.8.1-B.8.2 del
mo en otros años no rebasan el 1%, en situación similar se apéndice). Por otra parte, la distribución en sí de los delitos
encuentran los delitos sexuales. a nivel nacional, no difiere de la basada en 30 entidades, ya
que se considera que por el tamaño de población y el nú-
En las ciudades la proporción de robo a transeúnte entre to- mero de delitos en las dos entidades faltantes no ejercen
dos los delitos que ocurren en estas zonas es mayor a la pro- gran peso en la distribución general.
porción observada en la distribución nacional. La propor-
ción de extorsiones y de secuestros es similar en las ciuda-
des a lo observado en la generalidad del país.42

Para 2007 la ENSI-5 reportó un total de 11.1 millones de de-


litos, entendiendo que son aquéllos incidentes sufridos por
víctimas, y en 2008, en 30 entidades, de acuerdo a la misma
metodología, se estiman 12.2 millones de delitos. Estos to-
tales se relacionan con la tasa general de incidencia descri-
ta en la sección 3.1.

Sin embargo, al realizar un conteo por hogar y otro por deli-


tos a la persona se llega a un total de 8.5 millones de delitos
en 2007 y 9.4 millones en 2008 en las 30 entidades con res-

42 La proporción en la que ocurre cada delito se basa en el conteo que se deriva de una expansión por hogar o persona, según el tipo de
delito. En el apéndice se ofrece esta información, tanto del porcentaje de esta distribución, como del total en el cual se basa. Si fuera de in-
terés conocer una estimación de total de cada tipo de delito, éstos son las estimaciones más adecuadas.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 3. Incidencia delictiva
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 62

Figura 15.1. Distribución de los hechos delictivos a nivel nacional, por tipo. México, 2007 (ENSI-5) y 2008 (ENSI-6)

% ENSI-6 2008
42.1 Resto de los
% ENSI-5 2007 otros delitos 2.5%
29.8 Extorsión 10.0%
27.0 Fraude 3.9%
20.1
16.4
10.5 8.2 8.4
5.0 4.4 6.4 5.7 3.1 6.7
2.8 0.7 0.5 1.0 1.3
Robo total Robo parcial Robo a casa Robo a Robo en Otros Secuestros Lesiones Sexuales Otros
de vehículo de vehículo habitación transeúnte cajero robos delitos
automático

Figura 15.2. Distribución de los hechos delictivos en el contexto de 14 zonas metropolitanas, comparada con la
distribución nacional, México, 2008 (ENSI-6)

Global Ciudades
42%
Nacional
30%
25% 27%

5% 4% 5% 6% 4% 3% 6% 8%

Robo total Robo parcial Robo a casa Robo a Robo en Otros


de vehículo de vehículo habitación transeúnte cajero robos
automático

7% 10%
2% 3% 1% 1% 1% 2% 3% 4%
1% 1%
Secuestro Lesiones Sexuales Otros Extorsión Fraude
delitos
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 63

4. Características de la delincuencia
Una vez que se conoce el número y la frecuencia de los de- lugares frecuentes en la vía pública fueron el transporte pú-
litos reales, es necesario conocer los sitios de victimización. blico y la categoría de “otros lugares públicos”. En 2007 en el
Este capítulo proporciona datos sobre el sitio donde ocu- transporte público ocurrieron el 9% de los delitos, mientras
rrió el delito, la hora de ocurrencia y características demo- que en 2008 fue el 5% a nivel nacional y 7% en las ciudades
gráficas básicas de los presuntos delincuentes y el número estudiadas. En “otros lugares públicos”, durante 2007 ocurrió
de participantes en el hecho delictivo. el 5% de los eventos, en 2008 aumentó a 7%, tanto a nivel
nacional como en las ciudades. En ambos años, el segundo
4.1. Distribución espacial de los delitos lugar con mayor incidencia victimal fue el hogar con el 30%
de los casos en 2007 y el 28% en 2008 (23% en las zonas ur-
Durante 2007 el 51% de los delitos ocurrieron en la calle, y banas). Las zonas urbanas destacan por una mayor propor-
en 2008 el 52%. En el ámbito de las zonas metropolitanas ción de delitos en la calle y en el transporte público.
en 2008, un 58% de los delitos ocurrieron en la calle. Otros

Figura 16. Lugar de ocurrencia del delito a nivel nacional y en zonas metropolitanas de estudio, México, 2008
Ciudades Nacional
58
52

28
23

4 7 7 7 5
3 2 3
En la calle En su casa En su trabajo En un lugar En el transporte Otro
público público
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 64

4.2. Distribución temporal de los delitos La distribución general de los delitos ocurrido en el país, in-
dica que el 26.4% ocurrió en la noche (18:00 -24hrs), el 28.4%
La distribución por horario de los delitos durante 2008 a ni- en la tarde (12:00-18:00 hrs.), el 22.4% en la madrugada (0:01
vel nacional y en las zonas urbanas de estudio, fueron muy – 6:00 hrs), 17 % en la mañana (6:01-12:00 hrs)y en el 5.9% de
similares, excepto en el horario de las 18:00 a las 21:00 hrs. los casos la víctima no pudo especificar la hora. Cada uno
que coincide con la salida de lugares de trabajo. En este lap- de los delitos tuvo horarios particulares, aquí se muestra la
so en las zonas metropolitanas se dio el 17% de los delitos, distribución temporal de los delitos, que como se recorda-
mientras que el promedio nacional fue del 15%. rá en su mayoría fueron robos de distinto tipo (Figura 17).

Figura 17. Distribución por hora de comisión del delito, México 2008, a nivel nacional y en zonas
metropolitanas de estudio43

Ciudades
Nacional
00:00
11.6
10.6 10.5 11.1
21:00 3:00
14.8
17.0
11.8
11.3

18:00 6:00
5.7
4.8
14.4
14.9

15:00 9:00
11.4
12.2
13.9 13.7
12:00

43 Con base en el último delito de su tipo, sufrido por informantes seleccionados víctimas de algún delito. En el texto los porcentajes son
la suma de cada uno de las dos categorías respectivas que aparecen en la gráfica.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 65

4.3. Modalidades y características de los delitos de éstos una tercera parte (34%) fue amenazado o agredido
(violencia) con algún objeto o arma (Figura 18.1). Por lo tanto, en el 8.5%
de todos los delitos hubo alguna agresión con arma. Las ar-
Es común distinguir entre dos grandes tipos de delitos: los mas u objetos utilizados por los delincuentes fueron: armas
violentos y los cometidos sin violencia. La noción de “vio- de fuego en el 54% de los casos, objetos punzocortantes en
lencia” es en extremo ambigua, incluso en su sentido jurídi- el 40% y en 3 % objetos contundentes (Figura 20.1).
co. La legislación mexicana distingue entre “violencia física”
y “violencia moral”. En 2007 la ENSI-5 estimó que en el 32% de los delitos la vícti-
ma se percató de que el delincuente llevaba arma y en el 34%
En cierto sentido, y al margen de los casos evidentes, puede de ellos, ésta fue agredida. El indicador de 2008 para delitos
asegurarse que calificar un delito como violento es tarea del con arma fue menor, incluso considerando el error estadís-
juez de la causa, pero difícilmente podría exigirse que quie- tico. El hecho de que el indicador sea menor hay que inter-
nes padecen un delito y lo registran en las estadísticas ofi- pretarlo con cautela y en conjunto con otros indicadores. El
ciales pudieran hacer lo mismo. En la práctica se ha asumido porcentaje de casos en los que la víctima está segura de que
por una convención que, si bien no es del todo semejante no hubo arma fue constante en 2007 (16%) y 2008 (17%), así
al significado de violencia, sí proporciona una idea aproxi- como los porcentajes de casos en los que no estuvo presente
mada del problema. La convención consiste en admitir que la víctima. Los casos en que la víctima no sabe indicar si hubo
pueden calificarse de violentos los delitos en los que la víc- arma aún cuando se dio cuenta del delito fue mayor en 2008
tima está presente. La misma convención obliga a conceder que en 2007. Si la disminución en la afirmación de existencia
que en ausencia de la víctima los delitos no son violentos. El de armas hubiera estado acompañada del incremento en los
ejemplo más explícito lo ofrece el robo de automóviles: el casos donde la víctima declaró con seguridad que no hubo
automóvil robado en la calle, sin la presencia de la víctima, ningún arma, entonces estaríamos en posibilidades de decir
es “no violento”, mientras que sí lo es el robo de un vehículo que en 2008 existió una menor proporción de delitos con ar-
cuando su dueño lo conduce o se halla en él.44 ma. Sin embargo, este no es el caso, ya que la agresión en los
casos en que el arma fue notoria para la víctima se mantu-
Presencia y uso de arma vo en el 34%. Más aún, del total de delitos donde hubo agre-
sión en 2008, el porcentaje se estima45 entre 7.3% y 9.7% de
De acuerdo con la ENSI-6 en el 53% de los casos, las víctimas los casos (con un promedio de 8.5% para todos los delitos),
estuvieron presentes y la mitad de ellos (49%) la víctima esta- por lo que no se puede hablar de un cambio con respecto a
ba acompañada. Del total de delitos en el 25% de los casos 2007, cuyos valores se estimaron entre el 7.9% y 13.8% de los
la víctima se percató de que el delincuente traía algún arma; casos (con un promedio de 10.8%).

44 ICESI, op. cit. p. 37.


45 Estimaciones en 2007 y 2008 con 95% de confianza.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 66

En las ciudades en 32% de los casos las víctimas declararon país.46 En 2008 se estima que entre el 7.9% y 11.5% de los de-
que el victimario portaba una arma, en el 14% manifestaron litos ocurridos en las 14 zonas metropolitanas estudiadas, la
estar seguras de que no hubo armas. Aún cuando es mayor el víctima fue agredida (en promedio, 9.7%) . Se puede derivar
número de casos en que la víctima afirma que el delincuen- la hipótesis de que en las ciudades, en los delitos comunes,
te porta arma, en el 30% de los casos fue agredida, mien- es más frecuente la portación de arma por el delincuente,
tras que en la generalidad del país fue del 34%. Finalmente, el pero hacen menor uso de ella, dando como resultado final
porcentaje de delitos en los que una víctima fue agredida en porcentajes de agresión similares a los que ocurren en el país.
las ciudades, fue similar a lo que ocurrió en el promedio del

Figura 18.1. Uso de armas durante la comisión del delito en la República Mexicana, 200847

¿El (los) delincuente(s) traía(n) arma(s)?

No sabe No 17%
12% Sí 25%
¿Lo agredieron con el arma?
No 65%

*No aplica Sí 34%


46%

46 El dato correspondiente a las zonas metropolitanas de estudio que aquí se señala se refiere a los delitos ocurridos en el estado de resi-
dencia de la víctima, y el rango proporcionado corresponde al intervalo de 95% de confianza.
47 No aplica: se refiere a aquellos delitos en los que la víctima no estaba presente (no se dio cuenta) en el momento del delito, por lo que la
pregunta no se le hizo.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 67

Figura 18.2. Uso de armas durante la comisión del delito en las zonas metropolitanas, México, 200848

¿El (los) delincuente(s) traía(n) arma(s)?

No sabe No 14%
11% Sí 32%
¿Lo agredieron con el arma?
No 69%

*No aplica Sí 30%


43%

Figura 19. Agresión con arma en la República Mexicana cuando el o los delincuentes portan alguna,
México 2008

Sí lo agredieron
34.1%
Sí 34.1% 31% 33.5%

No sabe 0.5%
ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6
2004 2007 2008

No 65.4%

48 No aplica: se refiere a aquellos delitos en los que la víctima no estaba presente (no se dio cuenta) en el momento del delito, por lo que
la pregunta no se le hizo.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 68

Tipo de armas blancas fueron utilizadas en el 40% de los casos en 2008,


mientras que en 2007 lo fueron en el el 33%. Por su parte,
En cuanto al tipo de arma que usan los delincuentes, se ad- el comportamiento en las zonas metropolitanas en cuanto
vierte que mientras en 2007 el 64% fueron armas de fuego, al tipo de armas que fueron utilizadas en 2008, fue similar
en 2008 estas representaron el 54% de los casos. Las armas al resto del país como se muestra en las figuras 20.1 y 20.2.

Figura 20.1. Tipo de arma utilizada en el delito, a nivel nacional, México 2008

Arma de fuego
Sí lo agredieron (pistola u otra)
64%
34.1% 58%
Arma blanca Objetos ENTIDAD
31% 33.5% 54% Estado de Méx
(punzocortantes)
40%
contundentes Distrito Federa
36% (palos, varillas, tubos, etc.) Guerrero
33%
Chiapas
Morelos
Hidalgo
4% 2% 3%
Veracruz
ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6 San Luis Potos
2004 2007 2008 2004 2007 2008 2004 2007 2008 2004 2007 2008 Sinaloa
Baja California
Quintana Roo
Otro Ns / Nc Chihuahua
Guanajuato
1% 1% 1% 1% 1% 2%
Querétaro
ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-3 ENSI-5 ENSI-6 Tlaxcala
2004 2007 2008 2004 2007 2008

CIU

Figura 20.2. Tipo de arma utilizada durante el delito, en 14 zonas metropolitanas de México 2008 Ac
ZC

Arma de
Ciu
DF
Cu

fuego 56% Cu
Ca
Tiju
Pistola u otra
Cd
Tol
Oa
Na / Nr 2% Me
Gu
Otro 1%
Arma blanca 40% Mo
Objetos Punzocortantes
Ch
Glo
contundentes 2% Na
Palos, varillas, tubos, etc.

49 Víctimas que se dieron cuenta del momento en que se cometió el delito y que los delincuentes traían armas.
denunciados Delitos con AP

21% 22%
6%
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 69

Presencia de arma por entidades y ciudades Estado de México, como también el conjunto de las dos úl-
timas que denominamos Ciudad de México, el porcentaje
En la República Mexicana en 1 de cada 4 delitos ocurridos en de delitos con presencia de arma es mayor que el promedio
2008, la víctima afirmó que los delincuentes iban armados. del país. Pero en Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, Oaxa-
En 2007 el indicador a nivel nacional fue que en 1 de cada ca y Mexicali el índice es menor. Es importante recordar que
3 delitos el o los delincuentes llevaban arma, pero como se este porcentaje se refiere a delitos del orden común. Puede
explicó antes, resulta aventurado hablar de un cambio de la haber casos donde nos extrañe ver un nivel bajo de este ín-
violencia de delitos con base sólo en un indicador (ver sec- dice en ciertas ciudades donde otras fuentes indican que el
ción: Presencia y uso de armas). homicidio doloso y otras formas de violencia que no cap-
ta la encuesta son muy elevados. Resulta necesario también
Sin embargo, la proporción estimada en 2008 de 25% fue evaluar el tipo de delito común que predomina en cada ciu-
ampliamente superada en tres entidades:50 Distrito Fede- dad o entidad para entender el por qué se da un mayor o
ral (37%) Guerrero (33%) y Estado de México (44%). Al com- menor porcentaje con arma.
parar los índices de delitos con presencia de arma, conside-
rando los delitos ocurridos en el estado de residencia de la
víctima, sólo en Guerrero se encuentra una disminución es-
tadísticamente significativa51 de 2007 a 2008. En dicho es-
tado se estimó en 2007 que 56% de los delitos ocurridos allí
a sus habitantes fueron con arma. Por otra parte, en 2007,
el Distrito Federal y Guerrero fueron las entidades donde se
tiene evidencia estadística de que este indicador fue mayor
que el promedio nacional.

En el contexto global de zonas urbanas se identificó que en


el 32% de los delitos hubo presencia de arma, lo cual en este
caso, difiere de la generalidad del país. Esto es, es más proba-
ble que los delincuentes que cometen un delito en una zo-
na urbana lleven algún tipo de arma. Examinando cada ciu-
dad se observan contrastes (ver tabla 11.2): En Culiacán, Aca-
pulco, Cuernavaca, Distrito Federal, la Zona conurbada del

50 Al hablar de datos por estado nos restringimos a delitos ocurridos en el estado de residencia de la víctima.
51 Con 90% de confianza. Vale la pena señalar que al comparar el porcentaje de delitos con arma, pero de todos los delitos ocurridos a los
habitantes, en Oaxaca, en 2007, con el indicador que se muestra de 2008 también se aprecia diferencia significativa a la baja.
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 4. Características de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 70

Tabla 11.1. Porcentaje por entidad de delitos donde los delincuentes utilizan arma, considerando delitos
ocurridos a sus habitantes en su estado52
ENSI-5 ENSI-6 ENSI-5 ENSI-6
ENTIDAD % Intervalo conf. al 90% % Intervalo conf. al 90% ENTIDAD % Intervalo conf. al 90% % Intervalo conf. al 90%
Inferior Superior Inferior Superior Inferior Superior Inferior Superior
Estado de México 41.3% 32.1% 50.6% 44.2% 39.3% 49.1% Nuevo León 13.5% 7.3% 19.7% 13.8% 9.8% 17.9%
Distrito Federal 46.4% 37.7% 55.0% 37.2% 32.7% 41.8% Michoacán 9.9% 4.7% 15.1% 13.1% 8.7% 17.5%
Guerrero 55.9% 43.6% 68.3% 32.9% 28.2% 37.6% Puebla 32.8% 15.1% 50.5% 12.5% 5.8% 19.1%
Chiapas 26.3% 15.5% 37.2% 26.0% 15.8% 36.2% Durango 16.9% 0.2% 33.5% 12.0% 4.0% 20.1%
Morelos 41.8% 29.7% 54.0% 25.2% 19.9% 30.6% Jalisco 12.6% 8.1% 17.0% 11.9% 9.1% 14.6%
Hidalgo 20.1% 8.5% 31.6% 23.1% 9.9% 36.3% Campeche 10.0% 2.4% 17.7% 11.8% 5.6% 18.0%
Veracruz 23.5% 11.3% 35.7% 21.2% 8.1% 34.3% Zacatecas 11.3% 3.8% 18.7% 10.3% 3.3% 17.3%
San Luis Potosí 12.2% 4.8% 19.5% 19.9% 13.4% 26.5% Coahuila 4.8% 0% 9.8% 9.4% 4.8% 14.0%
Sinaloa 15.7% 4.8% 26.6% 18.6% 11.2% 25.9% Sonora 10.0% 3.3% 16.7% 8.9% 4.6% 13.2%
Baja California 22.4% 13.7% 31.1% 17.6% 14.9% 20.2% Baja California Sur 3.1% 0% 7.1% 7.0% 2.9% 11.1%
Quintana Roo 19.0% 10.8% 27.3% 17.5% 13.4% 21.6% Yucatán 9.9% 2.1% 17.7% 5.9% 0.7% 11.0%
Chihuahua 19.5% 12.0% 27.0% 16.9% 13.5% 20.4% Nayarit 17.8% 0.5% 35.1% 5.7% 2.4% 9.0%
Guanajuato 13.4% 5.6% 21.2% 15.5% 9.8% 21.1% Colima 6.2% 0% 13.9% 5.0% 1.3% 8.7%
Querétaro 5.8% 1.7% 9.9% 14.9% 7.8% 22.0% Aguascalientes 10.2% 3.3% 17.2% 4.0% 1.1% 6.8%
Tlaxcala 10.9% 1.3% 20.4% 14.7% 3.7% 25.7% Tabasco 28.3% 18.1% 38.5% ND ND ND
Oaxaca 27.7% 19.4% 36.0% 14.0% 8.1% 20.0% Tamaulipas 11.2% 5.8% 16.6% ND ND ND
Nacional * 32.4% 28.5% 36.3% 25.0% 23.3% 26.7%

* El valor nacional se refiere a todos los delitos, sin


importar el estado en que ocurrió. Los valores por
entidad se refieren a delitos ocurridos en el estado en
cuestión, es decir, el estado de residencia de la vícti-
ma, tanto en los datos 2007 como 2008.
- Los límites inferiores que resultaron menores a cero
aparecen truncados en cero

52 Se incluyen todos los delitos, haya estado presente o no la víctima, y se haya dado cuenta o no del delito.
7% 6% 5% 4% 4% 4% 2% 1% 1%
SI-5 ENSI-6 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-5 ENSI-6 ENSI-5 ENSI-6
07 2008 2007 2008 2007 2008 2007 2008 2007 2008 2007 2008

ENSI-5 ENSI-6
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009 2007
4. Características de la delincuencia 2008
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO 71

Tabla 11.2. Porcentaje por ciudad de delitos donde en las zonas metropolitanas son más comunes los delitos en
los delincuentes utilizan arma, considerando delitos los que intervienen de dos a cuatro delincuentes (Figura 21).
ocurridos en el estado de residencia de la víctima
(entidad de la ciudad). Figura 21. Número de delincuentes que participaron
en el delito a nivel nacional y en zonas metropolitanas
CIUDAD % Intervalo conf. al 90%
Inferior Superior
de estudio, México, 2008
Acapulco 49.3% 42.7% 55.8%
ENSI-5 ENSI-6 Ciudades Nacional
2007 2008 ZCMex 45.3% 39.8% 50.7%
Cd de México 41.0% 37.5% 44.6% 38
Obrero o empleado 56.4% 64.8%
Distrito Federal 37.2% 32.7% 41.8% 35
su cuenta (no contrata trabajadores) 27.3% 27.1% Cuernavaca 33.2% 27.2% 39.2%
29
jador sin pago en un negocio familiar 4.0% 3.0% Culiacán 31.4% 25.9% 36.9%
26
Cancún 26.4% 20.8% 32.0%
Patrón (contrata trabajadores) 3.0% 2.6%
Tijuana 25.5% 20.9% 30.1%
Jornalero o peón 3.2% 1.6% 18
Cd. Juárez 24.1% 17.9% 30.3% 16
or sin pago en un negocio no familiar 0.6% Toluca 24.1% 18.4% 29.7%
Cooperativista 0.1%
Oaxaca 17.6% 13.4% 21.9%
Mexicali 14.0% 10.3% 17.7% 7 7 7
6 6 6
Ns/Nc 4.7% 0.9% Guadalajara 13.6% 10.2% 17.1%
Otro 0.7% Monterrey 13.4% 9.2% 17.7%
Uno Dos Tres Cuatro 5 o más Ns/Nr
Chihuahua 9.4% 6.5% 12.4%
Global ciudades 32.2% 29.5% 34.9%
Sexo de los delincuentes
4.4. Características de los delincuentes. Al igual que en otros ámbitos que registran estadísticas delic-
tivas, como las de procuración de justicia o judiciales, la EN-
Número de delincuentes SI reporta que la mayoría de los delincuentes fueron del sexo
masculino: en el 2007 según la ENSI-5 éstos representaron el
En 2007 en la República Mexicana de acuerdo con la ENSI-5 93%, mientras que en 2008 este promedio fue de 89% en el
el 71% de los delitos fueron cometidos por dos o más de- país y de 91% en las zonas metropolitanas. Según la encues-
lincuentes. En 2008, el 64% de los delitos fueron cometidos ta más reciente, las mujeres participaron más en colaboración
por más de un delincuente. En las zonas metropolitanas el con hombres, ya que en 2008 el 8% de las víctimas identificó
26% de los delitos fueron cometidos por un solo delincuen- entre los delincuentes tanto hombres como mujeres, mien-
te. Lo más común en el país, así como en las ciudades es que tras que en el 2007 la participación conjunta fue identifica-
los delitos fueron cometidos por dos delincuentes (35% a ni- da en el 5% de los casos. Estos porcentajes fueron muy simi-
vel nacional y el 38% en ciudades). Los datos sugieren que lares en las zonas metropolitanas (Figura 22).

Ciudades Nacional Ciudades Nacional


Sexo del Sólo hombre Sólo mujer Hombre y mujer Ns/Nc Sexo Sólo hombre Sólo mujer Hombre y mujer Ns/Nc
Ciudades Nacional
Número Uno Dos Tres Cuatro 5 o más Ns/Nc
de delincuentes % % % % % %
Robo total de vehículo, 7 50 15 14 6 6
camioneta o camión 9 46 15 14 9 7
ANÁLISIS DE LA ENSI-6/2009
Robo de accesorios, refacciones 27 33 13 3 6
4. Características
17
de la delincuencia
VICTIMIZACIÓN, INCIDENCIA Y CIFRA NEGRA EN MÉXICO o herramientas del vehículo 28 33 12 3 4 21 72
Robo en casa 18 24 18 12 3 25
habitación 31 24 13 10 3 20
Figura 22. Sexo de los delincuentes, de los delitos en México 2008, en ciudades y a nivel nacional
Robo a transeúnte 25 41 23 5 5 1
25 39 23 6 6 1
Robo relacionado 18 59 15 5 3
iudades Nacional CIUDADES
a cajero automático 20 NACIONAL
52 18 3 1 5
Número Uno Dos Tres Cuatro 5 o más Ns/Nc
de delincuentes
7 % 7 % % % % % Otros robos 19 35 20 7 17 1 Ciudades
7 6 6Secuestro o 6
18 7 17 55 2 1 21 44 14 7 12 2
secuestro exprés 24 9 11 41 15 1 Hombres Hombres d
Lesiones 20 29 11 18 18 5 Robo total d

Delitos sexuales
26
87
24
11
10 13
3
23 4 91% 89% camione
uatro 5 o más Ns/Nr Robo de accesorios,
72 13 3 1 10
Otros delitos 33 29 4 22 6 5
Hombres y Hombres y o herramientas
Ro
36 19 13 11 20 2 mujeres 7% mujeres 8%
Fraude 59 16 5 5 6 9
50 21 5 4 7 12 Mujeres Mujeres Robo a

Extorsión 45 28 4 3 5 14 Robo
48 27 6 2 4 13 2% 3% a cajero

Edad de los delincuentes to a nivel nacional como en las zonas metropolitanas (Figura
23). Estos datos también coinciden con el tipo de presuntos
Al preguntar a las víctimas sobre la probable edad de los de- delincuentes que registran las autoridades de procuración y
lincuentes, la mayoría los ubicó como jóvenes en un grupo administración de justicia. Los casos en donde participan de-
de edad de entre 18 y 25 años. En los delitos de 2007 esto lincuentes de varias edades se ha mantenido en el 4%, el ru-
ocurrió en el 39% de los casos y en el 2008 en el 32% en el bro de personas que no pudieron especificar una edad de los
país y 37% en las ciudades. Seguidos por el grupo de 26 a 35 delincuentes fue de 13% en 2007 y de 17% en 2008.
años en el 25% de los delitos en 2007 y 27 % en el 2008 tan-

Figura 23. Edad aproximada del (o los) delincuentes, México. 2008 en ciudades y a nivel nacional

Sólo mujer Hombre y mujer Ns/Nc Ciudades Nacional


% % %
2.1
37
11.9
32
13.8 11.6 0.4
27 27
6.3 10.8 0.2
1.3
16 17
3.0 10.3 10 12
0.9 2.4 4 4 3 3 3 4
10.4 20.8 1.5 0.2 0.2
21.5 20.6 Menores Entre 18 De 26 De 36 De 46 Más de De varias Ns/Nc
15.4 16.9 de 18 años y 25 años a 35 años a 45 años a 60 años 60 años edades
3.4 10.4 2.1
3.8 10.4 0.7
31) Sebastián Luis de (2009) La globalización y sus efectos , en Propuestas para un
globalización más humana, México: CÁTHEDRA, Eusebio Francisco Kinos S:J, pp.9-24.

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32) H. Pinché Bruno (2008) El archipiélago latinoamericano en Letras Libres, México: Año X,
No. 119, pp. 68-70.

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33) Green  Rosario  (2006)  “La  política  exterior  de  México  en  el  próximo  sexenio”    en  La  
agenda internacional de México 2006-2012, México: Ariel, pp. 83-88.

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34) Schettino Macario (2009) El abismo energético en Revista Nexos. Agenda: Los nudos de
México, México; No. 383, pp. 11-12

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35) De la Calle Pardo Luis Fernando (2009) El trabajo improductivo en Revista Nexos. Agenda: Los
nudos de México, México; No. 383, pp.12-14

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36) Elizondo Meyer-Serra Carlos (2009) La banca: Culpas y disculpas en Revista Nexos. Agenda:
Los nudos de México, México; No. 383, pp. 14-16

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37) Esquivel Gerardo (2009) Telecomunicaciones: Esperando el triple play, en Revista
Nexos. Agenda: Los nudos de México, México; No. 383, pp. 16-18

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39) Durand Ponte, Victor Manuel (2009) Las dificultades de la universidad durante el
desarrollismo en Muñoz García Humberto (Coord.) La Universidad Pública en México,
México: Miguel Ángel Porrúa, UNAM-Seminario de Educación Superior, pp. 319- 334.

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40) Góngora Pimentel Genaro (2008) La validez de las reformas constitucionales en Revista
Este País. Tendencias y Opiniones. México, No. 213 pp. 21-23 (2)

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42) Cansino César et. al. (2007) Calidad de la democracia en México: límites y perspectivas.
Una reflexión a varias voces en Por una democracia de calidad. México después de la
transición. México: Centro de Estudios de Política Comparada, pp. 219-239.(20)

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43) Sebastián Luis de (2009) Capitalismo y pobreza en la globalización ¿Es posible otra
globalización? en Propuestas para un globalización más humana, México: CÁTHEDRA,
Eusebio Francisco Kinos S.J, pp.35-53(20).

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44) Ornelas Carlos (2006) Educación Nacional: Quince años quince en Revista Este País. Tendencias y
Opiniones. México: No 21. pp. 56-59

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45) Álvarez Icaza (2006) Derechos Humanos en México. Análisis de Situación y perspectiva en Revista Este
País. Tendencias y Opiniones. México: No 213, pp. 45-49(4)

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46) Covarrubias González Israel (2004) Claves para entender la corrupción en Este País.
Tendencias y opiniones, Galaxia Gutenberg, México, No. 165, pp. 10- 14.(4)

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47) Monedero Juan Carlos (2009) ¿A dónde podemos ir. Elementos para el debate sobre
nuevas formas de participación ciudadana? en El gobierno de las palabras .Política para
tiempos de confusión, México, FCE, pp.221-275.(54)

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48) G. Castañeda Jorge/ Héctor Aguilar Camín (2009) Un futuro para México, Revista Nexos.
Ensayo, México; No. 383, pp.34-49.(15)

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