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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y POLITICAS

Derecho notarial ii y registral


Profesor Titular: Esc. Raúl Pereyra

TEMA: “cesión de derechos y de herencia”

Grupo Nº 5:
MELISA BELÉN ALARCÓN
BARRIONUEVO MALVINA MARIEL
NOELIA Elizabeth RIOS

Año: 2015

INTRODUCCIÓN
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El tratamiento del contrato de cesión de derechos en líneas generales, sigue los


lineamientos establecidos por doctrina y jurisprudencia general del presente contrato tal
cual lo conocemos. Sin embargo, es prudente adelantar que se introducen ciertas
innovaciones interesantes –cesión en garantía, cesión de deudas, cesión de posición
contractual-, que ya estaban reconocidas y relativamente tratadas por la doctrina civilista y
notarialista argentina, pero que no encontraban reposo directo en algún artículo especifico
del Código Civil -más aun, se deducían de artículos propios de otras instituciones-.
Además se altera el orden del articulado presentado en el proyecto de 1998, en cuanto a
que este último también, entre otras cuestiones, consideraba en el presente capítulo una
sección especial dedicada a la transmisión de herencia, que el presente código ha diferido
para tratarla definitivamente en el libro quinto dedicado al tratamiento de la transmisión de
derechos por causa de muerte.

CESION DE DERECHOS
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DISPOSICIONES GENERALES
El Código Civil y Comercial de la Nación trata a la cesión de derechos en el Libro III:
“Derechos personales”, Título IV: “Contratos en particular”, Capítulo 26: “Cesión de
derechos”.

CONCEPTO:
Art. 1614: “Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un
derecho. Se aplican a la cesión de derechos las reglas de la compraventa, de la permuta o
de la donación, según que se haya realizado con la contraprestación de un precio en dinero,
de la transmisión de la propiedad de un bien, o sin contraprestación, respectivamente, en
tanto no estén modificadas por las de este Capítulo.

■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, arts. 1434 a 1437.


Análisis de la normativa anterior. De la definición legal del contrato de cesión de créditos,
mejor llamado de cesión de derechos, se podía destacar quiénes eran las partes: por un
lado, el enajenante del crédito, también llamado cedente; y, por el otro, el cesionario o
adquirente del mismo. El artículo se refería también al deudor cedido, el que, si bien no es
considerado parte, es tercero interesado en la celebración y ejecución de la convención.
Si el derecho creditorio fue cedido por un precio en dinero, o rematado, o dado en pago, o
adjudicado en virtud de ejecución de una sentencia, la cesión será juzgada por las
disposiciones sobre el contrato de compraventa.
Si el crédito fue cedido por otra cosa con valor en sí, o por otro derecho creditorio, la
cesión era juzgada por las disposiciones sobre el contrato de permutación.
Si el crédito fue cedido gratuitamente, la cesión era juzgada por las disposiciones del
contrato de donación.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1614 reúne en una sola norma lo previsto en
los arts. 1434 a 1437 del Código Civil.

La cesión de créditos constituye una subespecie de la cesión de derechos. Esta distinción


cobra importancia a la hora de analizar las normas diseñadas para la cesión de créditos,
cuya aplicación respecto de las otras especies de derecho no resulta fácil.

El Código remite a las normas sobre compraventa, sobre permuta y sobre donación, según
que la cesión se efectúe por un precio en dinero, a cambio de una cosa o de otro derecho o
a título gratuito respectivamente. Esto hace que sólo puedan señalarse como caracteres
uniformes del contrato: el de consensual y el de formal, ya que puede ser gratuito u
oneroso y según ello unilateral o bilateral.

OBJETO
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Art. 1616. — «Derechos que pueden ser cedidos». Todo derecho puede ser cedido,
excepto que lo contrario resulte de la ley, de la convención que lo origina, o de la
naturaleza del derecho.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1444.
Análisis de la normativa anterior. Establecía que todo objeto incorporal, todo derecho y
toda acción sobre una cosa que se encontrara en el comercio, podían ser cedidos, a menos
que la causa no fuera contraria a alguna prohibición expresa o implícita de la ley, o al título
mismo del crédito.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1616 sigue los mismos lineamientos del Código
Civil.

Art. 1617. — «Prohibición».


No pueden cederse los derechos inherentes a la persona humana.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1445.
Análisis de la normativa anterior. Abarca los derechos personalísimos, como los atributos
de la persona y las potestades de la familia. La incesibilidad deriva de su esencia, que los
coloca en situación de relativa disponibilidad y completa intransmisibilidad por ser
inseparables de la persona.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1445 sigue los mismos lineamientos del
Código Civil.

FORMA
Art. 1618. — «Forma». La cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los casos en
que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual.
Deben otorgarse por escritura pública:
a) la cesión de derechos hereditarios;
b) la cesión de derechos litigiosos. Si no involucran derechos reales sobre inmuebles,
también puede hacerse por acta judicial siempre que el sistema informático asegure la
inalterabilidad del instrumento;
c) la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por escritura pública,
■Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, arts. 1454,1455 y 1184, inc. 6°.
Análisis de la normativa anterior. Toda cesión debía ser hecha por escrito, bajo pena de
nulidad, cualquiera que fuera el valor del derecho cedido, y aunque él no constara de
instrumento público o privado; se exceptuaban las cesiones de acciones litigiosas que no
podían hacerse bajo pena de nulidad, sino por escritura pública, o por acta judicial hecha
en el respectivo expediente; y los títulos al portador que podían ser cedidos por la tradición
de ellos. También se exceptuaba la cesión de derechos hereditarios.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1618: sigue los lineamientos del Código Civil,
pero eliminó la pena de nulidad.
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Cuando se trate de derechos litigiosos se requiere escritura pública o acta judicial. Ésta
última se configura cuando las partes manifiestan su consentimiento en presencia del
oficial público en sede judicial, habitualmente el secretario del juzgado. Esta forma no
puede ser reemplazada por un mero escrito judicial presentado por ambas partes al
expediente, aún cuando en él se hubieran certificado las firmas con intervención notarial.
Un crédito es litigioso cuando con anterioridad a la cesión ha sido objeto de un juicio en el
cual se discute su legitimidad, monto, etcétera.
La calificación de litigioso cesaría cuando en el proceso ha recaído sentencia firme, según
ha entendido alguna jurisprudencia.

EFECTOS
Por tratarse de un contrato consensual, los efectos entre las partes se producirán por el
mero consentimiento.
El efecto sustancial es, que como consecuencia del contrato y sin ningún otro recaudo, la
titularidad del derecho cedido pasará al cesionario, quien podrá ejercerlo por sí. Debe
señalarse la diferencia que esto implica con el régimen de transmisión de derechos reales,
en los cuales el contrato constituye sólo el título para la transmisión pero esta se opera
únicamente con la tradición.
Esto debe ser tenido en cuenta al instrumentar un contrato de cesión en el cual se difiere el
pago del precio. Si no se toma ningún recaudo al respecto, en el mismo acto en que se
celebre por escrito el contrato de cesión, el cedente se habrá desprendido de la titularidad
del derecho, aún cuando no haya percibido la respectiva contraprestación.
Si se quiere evitar este efecto, deberá estipularse expresamente que el traspaso de la
propiedad sobre el derecho se sujeta a la condición suspensiva de que sea abonado el
precio o de que el cesionario cumpla cualquier otra prestación a su cargo.

EVICCIÓN
Art. 1628. — «Garantía por evicción».
Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza la existencia y legitimidad del derecho al
tiempo de la cesión, excepto que se trate de un derecho litigioso o que se lo ceda como
dudoso; pero no garantiza la solvencia del deudor cedido ni de sus fiadores, excepto pacto
en contrario o mala fe.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1476.
Análisis de la normativa anterior. El cedente de buena fe respondía de la existencia y
legitimidad del crédito al tiempo de la cesión, a no ser que lo hubiera cedido como dudoso;
pero no respondía de la solvencia del deudor o de sus fiadores, a no ser que la insolvencia
fuera anterior y pública
Análisis de la normativa del CCCN. El art.1628 al aplicarse las normas de la compraventa,
por lo tanto, se aplica la garantía de evicción.
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Art. 1629. — «Cesión de derecho inexistente».


Si el derecho no existe al tiempo de la cesión, el cedente debe restituir al cesionario el
precio recibido, con sus intereses. Si es de mala fe, debe además la diferencia entre el valor
real del derecho cedido y el precio de la cesión.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1477.
Análisis de la normativa anterior. Si el crédito no existía al tiempo de la cesión, el
cesionario tenía derecho a la restitución del precio pagado, con indemnización de pérdidas
e intereses, mas no tenía derecho para exigir la diferencia entre el valor nominal del crédito
cedido, y el precio de la cesión.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1629 sigue los mismos lineamientos del Código
Civil.

Art. 1630. — «Garantía de la solvencia del deudor».


Si el cedente garantiza la solvencia del deudor cedido, se aplican las reglas de la fianza,
con sujeción a lo que las partes hayan convenido.
El cesionario sólo puede recurrir contra el cedente después de haber excutido los bienes del
deudor, excepto que éste se halle concursado o quebrado.
■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.
Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1630 incorpora la fianza como elemento de
garantía.

Art. 1631. — «Reglas subsidiarias».


En lo no previsto expresamente en este Capítulo, la garantía por evicción se rige por las
normas establecidas en los arts. 1033 y siguientes.
■Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1435.
Análisis de la normativa anterior. Si el crédito es cedido onerosamente se aplican las
normas de la compraventa, por lo tanto, también se aplican todos los institutos inclusive el
de garantía de evicción.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1631remite a las normas de la garantía de
evicción.

En el caso de que la cesión sea onerosa y, por ende, bilateral, el contrato engendrará la
obligación del cesionario de cumplir con la contraprestación a su cargo: pago del precio,
transmisión de la cosa dada a cambio, etcétera.
La cesión onerosa impone al cedente la garantía de la existencia y legitimidad del crédito
cedido. Esto constituye una aplicación de la garantía de evicción, efecto natural de los
contratos onerosos.
Esta garantía no es imperativa, por lo que las partes pueden excluirlas mediante una
estipulación expresa, en cuyo caso el crédito puede ser cedido como dudoso.
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Las partes también pueden ampliar la garantía, garantizando el cedente la solvencia del
deudor cedido. En este caso responderá como un fiador simple, es decir que gozará de los
beneficios de excusión y división.

Hasta aquí nos referimos a los efectos entre las partes del contrato: cedente y cesionario.
Para que éstos se extiendan a todos los terceros, entre quienes se encuentra el deudor
cedido se debe producir la notificación a aquel.
Esto reviste especial importancia no sólo para que el deudor sepa quién es su nuevo
acreedor y, en consecuencia, cumpla su obligación respecto de él, sino para que la cesión
surta efectos erga omnes, en especial, respecto de los acreedores del cedente. En relación
con ellos, el derecho objeto de la cesión se encontrará en el patrimonio del cedente hasta el
momento de la notificación, por lo tanto, hasta entonces podrán embargar el crédito.

Art. 1620. — «Efectos respecto de terceros».


La cesión tiene efectos respecto de terceros desde su notificación al cedido por instrumento
público o privado de fecha cierta, sin perjuicio de las reglas especiales relativas a los
bienes registrables.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, arts. 1459 y 1460.
Análisis de la normativa anterior. La notificación de la cesión era válida, aunque no sea del
instrumento de la cesión, si se le hacía saber al deudor la convención misma de la cesión, o
la sustancia de ella.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1620 establece la fecha cierta y la validez
respecto de los terceros.

Art. 1621. — «Actos anteriores a la notificación de la cesión».


Los pagos hechos por el cedido al cedente antes de serle notificada la cesión, así como las
demás causas de extinción de la obligación, tienen efecto liberatorio para él.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1468.
Análisis de la normativa anterior. El deudor cedido quedaba libre de la obligación por el
pago hecho al cedente antes de la notificación o aceptación del traspaso.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1621 establece que los pagos realizados antes
de la notificación al cedente tienen efecto liberatorio para él.

Art. 1624. — «Actos conservatorios».


Antes de la notificación de la cesión, tanto el cedente como el cesionario pueden realizar
actos conservatorios del derecho.
■Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1473.
Análisis de la normativa anterior. El cedente conservaba hasta la notificación, o aceptación
de la cesión, el derecho de hacer, tanto respecto de terceros, como respecto del mismo
deudor, todos los actos conservatorios del crédito.
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Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1624 establece la obligatoriedad de realizar los
actos de conservación antes de la notificación, incluyendo al cesionario.

CESIÓN DE DERECHOS HEREDITARIOS

El contrato de cesión de derechos hereditarios carecía de una regulación específica en el


Código Civil derogado. Se lo mencionaba en la nota del artículo 1484, en el cual se decía
que el tema será tratado en el Libro 4° (lo que nunca se hizo) y se lo incluía entre otros, en
el artículo 1184, inc. 6° entre los actos que debían ser instrumentados por escritura
pública.
El nuevo CCCN se refiere a la cesión de herencia en el Libro V: “Transmisión de los
derechos por causa de muerte”, Título III: “Cesión de herencia”, en los artículos 2303 al
2309.
La cesión de derechos hereditarios puede ser definida según Zannoni como: “el contrato
mediante el cual el titular de toda o una parte de la herencia transmite total o
parcialmente a otro el contenido patrimonial de esta”.
Para Gattari es aquel contrato documentado mediante el cual un sujeto transfiere su título a
otro sujeto, quien asume la posición jurídica de aquél, dentro de la relación preexistente y,
si cupiere, frente a los terceros por medio de la notificación.
La mayoría de la doctrina lo considera una especie del contrato de cesión de derechos,
mientras algunos entienden que, dadas sus particularidades, es un contrato atípico.
El OBJETO encuadra en la disposición del artículo 1.616 del CCCN, según el cual: “todo
derecho puede ser cedido, excepto que lo contrario resulte de la ley, de la convención que
lo origina, o de la naturaleza del derecho”.
El elemento definitorio de la figura es que versa sobre una universalidad compuesta por el
conjunto de derechos y obligaciones que el heredero adquiere por fallecimiento del
causante.

Art. 2309. — «Cesión de bienes determinados».


La cesión de derechos sobre bienes determinados que forman parte de una herencia no se
rige por las reglas de este Título, sino por las del contrato que corresponde, y su eficacia
está sujeta a que el bien sea atribuido al cedente en la partición.

En el caso que se hiciera una cesión sobre un bien determinado de la herencia ya no se


aplican las disposiciones referidas en este capítulo sino las que correspondan a los
contratos de compraventa, permuta o donación, pero su eficacia queda supeditada a que el
bien sea atribuido al cedente en la partición, pues, de lo contrario, no ha tenido el derecho a
realizar la cesión sobre ese bien determinado.
No integran el objeto de la cesión de derechos hereditarios porque no han sido transferidos
al heredero: a) los derechos y obligaciones extrapatrimoniales del causante (como sus
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derechos y obligaciones civiles y políticos y los que forman su estado de familia); b) los
derechos y obligaciones patrimoniales inherentes a la persona del causante (como los
derivados del contrato de trabajo o locación de obra, etcétera); c) los derechos y
obligaciones patrimoniales del causante intransferibles por una disposición legal (como el
derecho de usufructo o el derecho de revocar la donación por ingratitud del donatario) o
una estipulación contractual.
Tampoco están comprendidos en el objeto de la cesión de derechos hereditarios los que
corresponden al cónyuge supérstite sobre la masa de gananciales ya que respecto de éstos
el cónyuge no es heredero. Por lo tanto, cuando se desee que estos derechos integren la
cesión habrá que estipularlo en forma expresa.
La cesión de derechos hereditarios no incluye sólo acciones y derechos sino también, las
obligaciones de las que el causante fuera deudor e incluso aquellas nacidas después de
abierta la sucesión, tales como gastos y honorarios del trámite sucesorio.
El contrato de cesión de derechos hereditarios debe otorgarse por escritura pública.

LEGITIMACIÓN
¿Quién está legitimado para celebrar, en el carácter de cedente, el contrato de cesión de
herencia?
Legitimado está el heredero forzoso o testamentario, esto es, el sucesor universal del
causante.
En cambio, el legatario no está legitimado para celebrar, en el carácter de cedente, el
contrato de cesión de herencia, porque es propietario de la cosa legada desde la muerte del
testador y entonces debe transferirla a título de compraventa, permuta, donación, etc., o
porque tiene el derecho personal a exigir del heredero el cumplimiento del legado, en cuyo
caso se debe transferir su derecho a título de cesión de créditos.

Art. 2302. — «MOMENTO A PARTIR DEL CUAL PRODUCE EFECTOS».


La cesión del derecho a una herencia ya deferida o a una parte indivisa de ella tiene
efectos:
a) entre los contratantes, desde su celebración;
b) respecto de otros herederos, legatarios y acreedores del cedente, desde que la escritura
pública se incorpora al expediente sucesorio;
c) respecto al deudor de un crédito de la herencia, desde que se le notifica la cesión.

Se contempla en forma expresa la posibilidad de realizar una cesión de una herencia ya


deferida o de una parte indivisa de ella, que no había sido legislada en las normas
derogadas. Los efectos de la cesión de herencia se producirán entre los contratantes desde
su celebración. Respecto de otros herederos, legatarios y acreedores del cedente, la cesión
producirá efectos desde que la escritura pública sea incorporada al expediente sucesorio y
finalmente con relación al deudor de un crédito de la herencia desde que se le notifica la
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cesión. A raíz de la falta de regulación en la legislación anterior existían discrepancias


doctrinarias y jurisprudenciales acerca del momento en que producía efectos la cesión de
derechos hereditarios por lo que el CCCN termina con esas dudas.

Art. 2303. — «EXTENSIÓN Y EXCLUSIONES».


La cesión de herencia comprende las ventajas que pueden resultar ulteriormente por
colación, por la renuncia a disposiciones particulares del testamento, o por la caducidad de
éstas.
No comprende, excepto pacto en contrario:
a) lo acrecido con posterioridad en razón de una causa diversa de las expresadas, como la
renuncia o la exclusión de un coheredero;
b) lo acrecido anteriormente por una causa desconocida al tiempo de la cesión;
c) los derechos sobre los sepulcros, los documentos privados del causante, distinciones
honoríficas, retratos y recuerdos de familia.

Se regulan expresamente los alcances que tendrá la cesión de herencias y en tal sentido se
aclara que comprende las ventajas posteriores a la cesión como consecuencia de la
colación, de la renuncia a disposiciones particulares del testamento o por la caducidad de
éstas, ya que son todas situaciones que recomponen el haber hereditario, en su valor en
caso de colación o al no cumplirse con disposiciones del testamento en los otros supuestos.
Se determinan también las cuestiones que quedan excluidas de la cesión de herencia, pero
en este supuesto se admite el pacto en contrario. Si nada se ha acordado en la cesión, no
queda comprendida en ella, lo acrecido con posterioridad por otra causa como la renuncia
o la exclusión de un coheredero; tampoco se comprende en la cesión lo acrecido
anteriormente por una causa desconocida el tiempo de otorgar ese contrato y por último los
derechos sobre los sepulcros y los documentos privados del causante, las distinciones
honoríficas y los retratos y recuerdos de familia por la naturaleza propia de las sepulturas y
por el carácter íntimo y, por lo general, sin valor pecuniario que tienen los restantes bienes
mencionados.

Art. 2304. — «DERECHOS DEL CESIONARIO».


El cesionario adquiere los mismos derechos que le correspondían al cedente en la
herencia. Asimismo, tiene derecho de participar en el valor íntegro de los bienes que se
gravaron después de la apertura de la sucesión y antes de la cesión, y en el de los que en
el mismo período se consumieron o enajenaron, con excepción de los frutos percibidos.

El cesionario pasa a tener los mismos derechos que le correspondían al cedente en la


herencia, puesto que ése es el contenido de la cesión. Pero además tiene derecho al valor
íntegro de los bienes que se gravaron después de la apertura de la sucesión y antes de la
cesión, ya que no puede resultar perjudicado por esa disminución de su valor y lo mismo
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sucede respecto de los que se consumieron o enajenaron salvo los frutos percibidos. En
suma, el cesionario tiene derecho a los bienes como se encontraban al momento de la
apertura de la sucesión con excepción de los frutos percibidos que quedarán en poder del
cedente.

Art. 2307. — «OBLIGACIONES DEL CESIONARIO».


El cesionario debe reembolsar al cedente lo que éste pague por su parte en las deudas y
cargas de la sucesión hasta la concurrencia del valor de la porción de la herencia
recibida.
Las cargas particulares del cedente y los tributos que gravan la transmisión hereditaria
están a cargo del cesionario si están impagos al tiempo de la cesión.

Como la cesión de herencia no se refiere a bienes en particular sino a la totalidad de la


herencia o a una porción indivisa de ella, se transmiten tanto bienes como deudas. En el
caso que el cedente hubiera pagado su parte en las deudas y cargas, el cesionario debe
reembolsarle esos importes hasta el valor de la porción de la herencia recibida.
Asimismo pesan sobre el cesionario el pago de las cargas particulares del cedente y los
tributos que gravan la transmisión hereditaria si no habían sido canceladas antes de la
cesión.

Art. 2305. — «GARANTÍA POR EVICCIÓN».


-Si la cesión es onerosa, el cedente garantiza al cesionario su calidad de heredero y la parte
indivisa que le corresponde en la herencia, excepto que sus derechos hayan sido cedidos
como litigiosos o dudosos, sin dolo de su parte. No responde por la evicción ni por los
vicios de los bienes de la herencia, excepto pacto en contrario. En lo demás, su
responsabilidad se rige por las normas relativas a la cesión de derechos.
-Si la cesión es gratuita, el cedente sólo responde en los casos en que el donante es
responsable. Su responsabilidad se limita al daño causado de mala fe.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, arts. 2161 a 2163.
Análisis de la normativa anterior. Las únicas normas que dentro de la cesión de créditos
aludí¬an a la cesión de herencia son las mencionadas y se referían a la garantía que el
cedente debía al cesionario. Cuando los derechos hereditarios eran legítimos o hubieran
sido cedidos como dudosos, el cedente no respondía por la evicción. En el caso que el
cedente sabía que la herencia no le pertenecía aunque hubiera cedido su derecho como
litigioso o dudoso, debía restituir al cesionario lo que hubiera percibido e indemnizarlo de
todos los gastos y perjuicios que se le hubieran ocasionado al cesionario. Por último,
cuando había cedido los derechos sin garantizar el cesionario por la evicción, éste tenía
derecho a repetir lo entregado, pero el cedente no debía los daños y perjuicios.
Análisis de la normativa del CCCN. El cedente garantiza al cesionario la calidad de
heredero y la parte indivisa que le corresponde, cuando la cesión de la herencia ha sido
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onerosa. Se exceptúa de esta regla el caso en que la cesión se hubiera hecho como litigiosa
o dudosa en la medida en que no haya obrado el cedente con dolo. En cuanto a los bienes
en sí mismos o por los vicios que ellos puedan sufrir, el cedente no es garante por la
evicción, salvo que así se hubiera pactado. Se aplican supletoriamente a las restantes
cuestiones las normas de la cesión de derechos previstas a partir del art. 1614. En el caso
de que la cesión haya sido gratuita, el cedente responde por evicción en los casos previstos
en el art. 1556 y con el alcance determinado en el art. 1557, pero su responsabilidad se
limita al daño causado de mala fe.

Art. 2306. — «EFECTOS SOBRE LA CONFUSIÓN».


La cesión no produce efecto alguno sobre la extinción de las obligaciones causada por
confusión.
Las obligaciones que existían entre el causante y el heredero se extinguen por confusión en
el momento de la muerte y la posterior cesión de la herencia no producirá efecto alguno
sobre esa confusión.
Art. 2308. — «INDIVISIÓN POSTCOMUNITARIA».
Las disposiciones de este título se aplican a la cesión de los derechos que corresponden a
un cónyuge en la indivisión postcomunitaria que acaece por muerte del otro cónyuge.
Cuando se ha producido el fallecimiento de uno de los cónyuges y el régimen patrimonial
era de comunidad, se produce el estado de indivisión postcomunitaria. En tal supuesto es
posible que esos derechos sean cedidos aplicándose las normas que regulan la cesión de
herencia.

CESION DE CREDITO
Definición
El artículo 1434 del Código Civil definía a la cesión de crédito estableciendo que:
“Habrá cesión de crédito cuando una de las partes se obligue a transferir a la otra
parte el derecho que le compete contra su deudor, entregándole el título del crédito, si
existiese”.
Al respecto cabe señalar que el contrato de cesión es un contrato consensual (lo cual
implica que no es necesaria la entrega de algo para su perfeccionamiento), celebrado entre
cedente y cesionario, por el cual el primero transmite al segundo el crédito que le compete
contra su deudor. La transmisión se opera por el solo consentimiento, sujeto a la forma
debida, pero sólo será oponible a terceros en virtud de la notificación. No funciona aquí a
teoría del título y el modo, como en la compraventa por ejemplo, ya que no genera la
obligación de transmitir, sino que lo transmite.
Caracteres
 Consensual: se perfecciona por el simple acuerdo de voluntades.
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 Formal: ya que requiere la forma “escrita” bajo pena de nulidad, incluso a veces es
necesario la escritura pública, la excepción está dada en la “cesión de títulos al portador”,
donde la forma escrita se sustituye “por la entrega del título”.
 Oneroso (cesión venta o permuta) o Gratuito (cesión donación): en el primer caso será
bilateral y conmutativo porque las prestaciones son recíprocas y se presumen equivalentes
(cesión venta o permuta), y en el segundo caso, es unilateralmente atribuido (cesión
donación).

Efectos respecto de terceros:


El contrato de cesión traspasa interpartes el derecho, pero respecto de terceros la
transmisión no es oponible sino con un trámite más que consiste en la notificación en
algunos casos, o la aceptación, en otros.
Terceros, si bien son aquellos que nos son partes, en el caso de la cesión son terceros
interesados, o sea, que les interesa contestar la cesión para conservar derechos
comprometidos en la misma.
LOPEZ ZAVALIA menciona como tercero:
 Al propio deudor cedido
 Los acreedores del cedente, que ven alterado el patrimonio de su deudor;
 Otros cesionarios del mismo crédito;
 El titular del derecho de prenda sobre el crédito cedido
 En la cesión de derechos hereditarios: Los coherederos, los acreedores del bien del
causante etc.
Para que la cesión quede concluida correctamente y, de acuerdo a la legislación que
entiende el tema, es necesario la previa notificación o aceptación del deudor cedido para
que dicha cesión comience a tener efectos y sea oponible a terceros.

LA NOTIFICACIÓN: “Es un acto jurídico unilateral, idóneo para volver oponible el


traspaso del crédito”
Se puede hacer en cualquier forma (instrumento público, privado, y aun verbalmente) ya
que la ley nada dice al respecto, aunque para su oposición frente a terceros es necesaria que
se haga por instrumento público. Cualquiera de las partes puede hacer la notificación si
bien lo frecuente es que la haga un escribano; pero inclusive estaría facultado para hacerla
el acreedor del cesionario en ejercicio de la acción subrogatoria.
Dicha notificación, en principio, debe ser dirigida al deudor (o al representante legal si el
deudor fuera incapaz), y si son varios los deudores cedidos, a todos ellos, inclusive si
existiera solidaridad entre los mismos.
Contenido y oportunidad: Se debe hacer conocer el negocio realizado, con todos los
datos que individualicen el crédito cedido.
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Con respecto a la oportunidad aclara López De Zavalía, que está en el interés del
cesionario notificar inmediatamente de producida la cesión, porque puede ocurrir que
exista otro cesionario sobre el mismo crédito, en cuyo caso no podrá oponer a dicho
cesionario la existencia de la cesión; otro tanto ocurriría si hay un embargo sobre el crédito
cedido, porque no sería oponible la cesión al acreedor embargante. En caso de quiebra del
deudor cedido, seria de ningún efecto para los acreedores de la masa fallida.

El conocimiento indirecto que tenga el deudor de la cesión no equivale a la notificación o


aceptación de ella, “y no le impide excepcionar el defecto del cumplimiento de las
formalidades prescriptas”.

El artículo 1623 del Código Civil y Comercial, establece que en caso de quiebra del
cedente, la notificación de la cesión, o la aceptación de ella, pueden hacerse después de la
cesación de pagos. Sin embargo, dicha notificación o aceptación de la cesión será sin
efecto:
 Respecto a los acreedores de la masa fallida, si se hiciese después del juicio de la
declaración de quiebra.
 Cuando haya un embargo hecho sobre el crédito cedido (pero la notificación tendrá
efecto respecto de otros acreedores del cedente, o de otros cesionarios que no
hubiesen pedido el embargo).

Si se hubiesen hecho muchas notificaciones de una cesión en el mismo día, los diferentes
cesionarios quedan en igual línea, aunque las cesiones se hubiesen hecho en diversas horas.
El deudor cedido queda libre de la obligación, por el pago hecho al cedente antes de la
notificación y aceptación del traspaso (artículo 1621 del Código Civil y Comercial). Él
puede igualmente oponer al cesionario cualquiera otra causa de extinción de la obligación,
y toda presunción de liberación contra el cedente antes del cumplimiento de una u otra
formalidad, como también las mismas excepciones y defensas que podría oponer al
cedente. Aunque no estuviere hecha la notificación o aceptación del traspaso del crédito, el
cesionario puede ejecutar todos los actos conservatorios, respecto de terceros, del crédito
cedido. El cedente conserva hasta la notificación, o aceptación de la cesión, el derecho de
hacer, tanto respecto de terceros, como respecto del mismo deudor, todos los actos
conservatorios del crédito.

ACTA DE NOTIFICACION
Las notificaciones son actos jurídicos que constituyen una actividad ritual mediante la cual
se pone en conocimiento de las partes intervinientes en un proceso o bien de terceros
interesados.
“Acta de notificación” es el instrumento, el continente. El acta es el documento que narra
las diligencias realizadas para la notificación “acto de notificación”. Es el hecho narrado, el
14

contenido, la diligencia es el procedimiento cumplido, la acción, es la diligencia misma, es


el hecho ejecutado, tiene lugar en el domicilio indicado por el requirente.

Las actas están sujetas a los requisitos de las escrituras públicas con las siguientes
modalidades:
Se documentan en forma protocolar o Extraprotocolar, ello depende de la legislación local.
La forma protocolar beneficia la expedición de copias.

El principio de rogación es esencial, como en toda actuación notarial, la cual no puede ser
realizada de oficio por el escribano. El requerimiento debe acreditar a juicio del notario un
interés legítimo; se debe evaluar un mínimo de relación entre el requirente y el requerido.
En las actas al contrario de las escrituras no hay unidad de acto ni de contexto, pudiendo
clasificarse la misma en dos tipos: el acta es interna se solo recoge lo manifestado por las
partes en la escribanía, o externa cuando el notario salió de la escribanía cumpliendo la
diligencia encomendada.

Actas en Código Civil y Comercial:


Art. 310. — ≪Actas≫. Se denominan actas los documentos notariales que tienen por objeto la comprobación de hechos.
■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.
Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 310 del CCCN define las actas notariales, cuyos requisitos contempla en el
artículo siguiente.
Art. 311. — ≪Requisitos de las actas notariales≫. Las actas están sujetas a los requisitos de las escrituras públicas,
con las siguientes modificaciones:
a) se debe hacer constar el requerimiento que motiva la intervención del notario y, en su caso, la manifestación del
requirente respecto al interés propio o de terceros con que actúa;
b) no es necesaria la acreditación de personería ni la del interés de terceros que alega el requirente;
c) no es necesario que el notario conozca o identifique a las personas con quienes trata a los efectos de realizar las
notificacione.s, requerimientos y otras diligencias;
d) las personas requeridas o notificadas, en la medida en que el objeto de la comprobación así lo permita, deben ser
previamente informadas del carácter en que interviene el notario y, en su caso, del derecho a no responder o de contestar;
en este último supuesto se deben hacer constar en el documento las manifestaciones que se hagan;
e) el notario puede practicar las diligencias sin la concurrencia del requirente cuando por su objeto no sea necesario;
f) no requieren unidad de acto ni de redacción; pueden extenderse simultáneamente o con posterioridad a los hechos que
se narran, pero en el mismo día, y pueden separarse en dos o más partes o diligencias, siguiendo el orden cronológico;
g) pueden autorizarse aun cuando alguno de los interesados rehúse firmar, de lo cual debe dejarse constancia.
Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.
Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 311 del CCCN incorpora las actas notariales y establece cuáles son los
requisitos de las mismas.
Art. 312. — ≪Valor probatorio≫. El valor probatorio de las actas se circunscribe a los hechos que el notario tiene a la
vista, a la verificación de su existencia y su estado. En cuanto a las personas, se circunscribe a su identificación si existe,
y debe dejarse constancia de las declaraciones y juicios que emiten. Las declaraciones deben referirse como mero hecho y
no como contenido negocial.
■ Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1010.
Análisis de la normativa anterior. Por razones prácticas preferimos efectuar el desarrollo de este apartado junto al del
"Análisis de la normativa del CCCN".
Análisis de la normativa del CCCN. El antecedente de la norma es el art. 1010 del Cód. Civil que establecía que la copia
debía gozar de plena fe, siendo expedida cumpliendo los requisitos de fondo y forma previstos, especialmente su
exactitud e integridad con relación a la matriz.
El valor probatorio de las actas solo se circunscribe a los hechos que el notario tiene a la vista, a la verificación de su
existencia y su estado.

Aceptación: Es un acto unilateral que proviene del deudor cedido o de su representante.


Existen diferencias entre la notificación y aceptación, se interpreta que para el deudor
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cedido tiene la misma significación, ya que, la cesión sobreviene, lo quiera o no lo quiera


el deudor cedido.
CESION DE DEUDA
Sería la transmisión de créditos pasivos, o sea el otro segmento del crédito, el que atañe a
deudor. En la cesión de crédito, la transferencia se realiza sobre la parte activa del crédito,
es decir que el contrato recae sobre el derecho del acreedor. La transferencia se realiza con
total prescindencia de la voluntad del deudor, y, por ende, no la perjudica de manera
alguna.
La transmisión de deuda, en cambio, requiere el asentimiento del acreedor, porque a este
no le es indiferente la persona del obligado, y menos aún su estado patrimonial, que es
garantía de cumplimiento de la prestación debida.
El código Civil no legislaba esta figura por lo cual se recurría a figuras similares. Así, la
NOVACION era lo que permitía resolver los problemas que acarreaba esta materia.

Código Civil y Comercial:


Art. 1632. Cesión de deuda: Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero,
acuerdan que este debe pagar la deuda, sin que haya novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, el tercero queda como
codeudor subsidiario.

■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.


Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1632 es una novedad del CCCN.

Art. 1633. Asunción de deuda.


Hay asunción de deuda si un tercero acuerda con el acreedor pagar la deuda de su deudor,
sin que haya novación. Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor,
la asunción se tiene por rechazada.
■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.
Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1633 es una novedad del CCCN. La asunción
de deuda es la traslación de la deuda que resultaba de un contrato celebrado entre el deudor
y un tercero, por el cual este se compromete a satisfacer la obligación en reemplazo del
deudor primitivo.
Tal convenio quedaba subordinado en su plena eficacia a la aprobación del acreedor,
pudiendo las partes mientras tanto revocar o alterar lo convenido.

Art. 1634 Conformidad para la liberación del deudor.


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En los casos de los dos artículos anteriores el deudor solo queda liberado si el acreedor lo
admite expresamente. Esta conformidad puede ser anterior, simultánea, o posterior a la
cesión; pero es ineficaz si ha sido prestada en un contrato celebrado por adhesión.
■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.
Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1634 es una novedad del CCCN. Para que el
contrato tenga efectos es necesaria la aprobación del acreedor.

Art. 1635 Promesa de liberación.


Hay promesa de liberación si el tercero se obliga frente al deudor a cumplir la deuda en su
lugar. Esta promesa solo vincula al tercero con el deudor, excepto que haya sido pactada
como estipulación a favor de tercero.
■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.
Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1635 es una novedad del CCCN. Hay promesa
de liberación en virtud de un convenio paralelo a una obligación existente por el cual el
tercero se compromete a liberar al deudor oportunamente, sin quedar obligado a hacerlo
frente al acreedor; esta figura también se llama asunción de cumplimiento.

CESION DE CREDITO EN GARANTIA


Art. 1615: “Si la cesión es en garantía, las normas de la prenda de créditos se aplicarán a
las relaciones entre cedente y cesionario”.
Prenda de crédito: Libro IV título XII Capitulo IV sección 3º Artículos 2232 al 2237.

La naturaleza jurídica ha sido objeto de numerosas discusiones:


 Primera tesis decía que era un negocio inválido: ya que la cesión solo puede tener
por objeto la transmisión de la propiedad.
 Segunda tesis, era un negocio válido: cuyo efecto es la constitución de un derecho
real de prenda.
 Tercera tesis, un negocio fiduciario. Que transmite la propiedad del crédito al
cesionario.

La utilización de la cesión con fines de garantía es conocida en nuestro derecho por estar
reconocido jurisprudencial y doctrinariamente el instituto de la prenda de créditos en el art.
3209 del Cód. Civil. De este artículo tan particular, se desprende una nota que difiere la
polémica desatada por la doctrina, al afirmar que el privilegio del acreedor prendario sólo
existe en la posesión del crédito. En materia de cesión de créditos; afirmaba el codificador
en la nota en referencia la notificación al deudor del crédito cedido es la que hace tomar al
cesionario posesión de la deuda respecto de terceros, como así también el acreedor
prendario sólo toma posesión del crédito por la notificación al deudor del derecho de
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prenda constituido, confiriéndole un privilegio que puede oponerse a terceros. Según la


opinión de Rivera puede perseguirse a través de la cesión de créditos una finalidad de
garantía, que se rige por la prenda de créditos, y no solamente una finalidad de transmisión
del crédito (o derecho).
La doctrina nacional viene tratando este supuesto como una clase especial de cesión de
derechos. Así, explica Lorenzetti que debe poder reconocerse que las partes pueden
celebrar un contrato en garantía del cumplimiento de otra obligación causada en un
contrato base. Sobre ella entonces, el acreedor tiene dos deudores: el deudor cedente y el
tercero deudor del crédito cedido. De esta manera, el acreedor puede cobrar tanto a uno
como al otro. Así, se entiende que si el deudor cedente cumple, se debe devolver el crédito
en su totalidad, mientras que si no cumpliera, puede entonces cobrarse del tercero.
Finalmente, afirmemos que esta clase de cesión ha sido ubicada en la doctrina ya sea a
través de una consideración desde la prenda de créditos, ya a través de su establecimiento
como negocio fiduciario. La diferencia es relevante, por cuanto desde la prenda de créditos
puede afirmarse que nos encontramos frente a un contrato que contiene un negocio
indirecto de garantía autoliquidable, mientras que en el segundo supuesto opera la
transmisión real de la titularidad del crédito, convirtiéndose el acreedor cesionario en
dueño del mismo, con animus domini, lo que otorga al mismo facultades de propietario.

 La recepción legislativa que hace del instituto el Códigos Civil y Comercial de la


Nación, resulta admisible por un lado, la recepción normativa expresa del instituto,
por otro, la sistematización utilizada por el nuevo código y por último, que cierra
una disyuntiva de larga data, echando por tierra cualquier tipo de discusión que se
quiera plantear en relación a la naturaleza jurídica de la cesión de créditos en
garantía, sus características y efectos jurídicos.

Concluyendo En el caso de la cesión de créditos en garantía, es menester distinguir la


cesión fiduciaria y la prenda de créditos.
Cesión en fiducia: se produce una cesión pro solvendo del crédito y en propiedad, aunque
en garantía.
Prenda de créditos: si bien hay una operación de garantía, el crédito no fue cedido en
“propiedad” al acreedor prendario, sino que subsiste en tal calidad en el peculio del deudor
prendario endosante.
En particular la cesión de créditos con fines de garantía produce la transferencia del
crédito del cedente al cesionario; esta transferencia cumple la función de garantía, que se
une a una obligación que puede ser preexistente, contemporánea o futura; hay coexistencia
entre el vínculo obligatorio garantizado y el vínculo de garantía; en los casos de
cumplimiento del deudor cedente de su deuda, corresponde que el cesionario le restituya el
crédito.
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En la cesión en garantía, si la obligación principal garantizada se cumple, la cesión queda


sin efecto. En supuesto contrario, el cesionario tiene el derecho de gestionar el cobro del
crédito, y si tiene éxito en ello, debe aplicar su producido al pago de la obligación
garantizada.

Aclaración: En la cesión pro soluto se produce la transmisión de la titularidad del crédito al cesionario y la extinción de
la deuda que el cedente tiene con dicho cesionario con independencia de si posteriormente paga, o no, el deudor cedido.
Por el contrario, la cesión pro solvendo implica también la transmisión de la titularidad del crédito al cesionario pero no
la extinción de la deuda, dado que el cedente responde de la solvencia del deudor y no queda liberado hasta que éste paga
el crédito al cesionario. Si el crédito no se cobra, el cesionario puede reclamar el pago al cedente que se comprometió a
garantizar el buen fin de la cesión.

CESIÓN DE LA POSICIÓN CONTRACTUAL


El Código Civil y Comercial de la Nación se refiere a este tema en el Libro III: “Derechos
personales”, Título IV: “Contratos en particular”, Capítulo 27: “Cesión de la posición
contractual”.
Art. 1636. — «Transmisión».
En los contratos con prestaciones pendientes cualquiera de las partes puede transmitir a un
tercero su posición contractual, si las demás partes lo consienten antes, simultáneamente o
después de la cesión.
Si la conformidad es previa a la cesión, ésta sólo tiene efectos una vez notificada a las otras
partes, en la forma establecida para la notificación al deudor cedido.

■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.


Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1636 es una novedad del CCCN.
La teoría de los contratos permite un alto vuelo a la autonomía de la voluntad, muy a pesar
de los avatares cotidianos que dirigen a considerar que la misma se viene debilitando frente
a la proliferación de los contratos en masa, predispuestos, por adhesión, o similares de la
misma naturaleza. Precisamente también teniendo en cuenta que en última instancia los
contratos se celebran para ser cumplidos -pacta sunt servanta es que la doctrina mayoritaria
ayuda a que se cumpla con los efectos previstos por las partes, estén o no positivizados,
respondan a soluciones de contratos nominados o innominados, etc. Este imperio de la
autonomía de la voluntad permite que las partes de los contratos en ejecución o con
prestaciones pendientes, puedan transmitirla a cualquier título, y bajo las circunstancias
que dentro de la ley, encuentren justas y adecuadas a sus pretensiones. Sin embargo, para
que se consolide el supuesto previsto y también en protección al principio de la autonomía
de voluntad -esta vez, la tenida en cuenta originariamente al momento de celebrar el
contrato resultará necesario que las demás partes presten la conformidad o consientan
antes, durante o después de realizada la cesión. Es que ya advierte la doctrina especializada
que el acuerdo de voluntades que constituye la esencia del contrato no puede cederse, lo
que transmite en cambio son los derechos y obligaciones que nacen de ese mismo acuerdo.
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La fantástica tesis doctoral de Carrer puede dar cuenta de lo importante de esta figura en la
contratación contemporánea. De ahí surge que la cesión de contrato es un fenómeno de
modificación de la relación obligatoria, pudiendo estar referida ya sea al contenido de la
obligación, a la prestación que constituye su objeto, como así también a la sustitución de
los sujetos que quedan vinculados a través de esta relación jurídica. Las modernas
orientaciones ubican a la cesión de contrato como una institución o forma contractual
autónoma y unitaria, y como bien aclara Carrer lo que realiza el instituto es la sustitución
de un tercero (cesionario) de la posición jurídica de uno de los contratantes (cedente). En
razón que la figura trata básicamente a la sustitución de las personas en la relación
contractual, es que la doctrina se inclina por la denominación de sustitución de la posición
contractual.
El proyecto hecho ley en estudio adopta la denominación cesión de la posición contractual,
Diferenciándose del proyecto de 1998 que se refería a la transmisión de la posición
contractual. Digamos también que el instituto solamente justifica su utilidad en los
contratos bilaterales y que no se encuentren ejecutados, razón suficiente esta última para
que sea una cesión de créditos o de deudas y no una cesión de posición contractual.
Explica Lorenzetti que siempre deben existir obligaciones recíprocas, pendientes para
ambas partes. Finalmente, digamos que el presente capitulo da el mismo valor a la
notificación analizada en la cesión de créditos: Así, las partes cedente-cesionario deben
notificar al otro contratante a los fines de la oponibilidad de la cesión frente a los terceros.

Art. 1637. — «Efectos».


Desde la cesión o, en su caso, desde la notificación a las otras partes, el cedente se aparta
de sus derechos y obligaciones, los que son asumidos por el cesionario.
Sin embargo, los cocontratantes cedidos conservan sus acciones contra el cedente si han
pactado con éste el mantenimiento de sus derechos para el caso de incumplimiento del
cesionario. En tal caso, el cedido o los cedidos deben notificar el incumplimiento al
cedente dentro de los treinta días de producido; de no hacerlo, el cedente queda libre de
responsabilidad.

■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.


Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1637 es una novedad del CCCN.

El presente artículo resume todo un sistema encadenado de efectos y responsabilidades de


las partes una vez operada la cesión, que el proyecto de 1998 trataba mucho más
pormenorizada mente. Sin embargo, la regla de la síntesis permite establecer las premisas
concretas con las que nos encontramos a la hora de analizar los efectos de esta novedosa
figura: a) el cedente se aparta de los derechos y obligaciones que le corresponden una vez
operada la cesión, o en su caso, la notificación a las demás partes; b) los cedidos, como
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regla natural del derecho, conservan acciones contra el cedente si así hubiera sido pactado
entre ellos, con el fin de que se mantengan los derechos del cedente para el caso de
incumplimiento de su cesionario; c) se aplica una regla lógica de prudencia, asimilable a
las reglas procesales que imponen un determinado plazo de tiempo para que los derechos
que se creen vulnerados puedan ejercerse, y en razón de ello es que se otorgan treinta días
de producido el incumplimiento para que los cedidos notifiquen al cedente de tal
circunstancia. Si no lo hicieran en el plazo previsto, el cedente se libera de responsabilidad.
Art. 1638. — «Defensas».
Los contratantes pueden oponer al cesionario todas las excepciones derivadas del contrato,
pero no las fundadas en otras relaciones con el cedente, excepto que hayan hecho expresa
reserva al consentir la cesión.

■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.


Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1638 es una novedad del CCCN.

No hay dudas que los cedidos pueden oponer a quien recién "se integra" al contrato todas
las defensas que emerjan de la naturaleza del contrato que han realizado oportunamente.
Estas son reglas generales del derecho de los contratos, y más precisamente del tratamiento
de los efectos en la parte general de su estudio. Aclara el artículo sin embargo, que no
pueden oponerse defensas fundadas en otras relaciones con el cedente, salvo expresa
reserva al momento de consentir la cesión. Esto significa desviar cuestiones que pueden
afectar el normal desenvolvimiento del contrato y apostar a que efectivamente se cumplan
sus efectos. En definitiva, es una regla lógica que intenta dirigir al contrato hacia su efecto
normal: el cumplimiento.

Art. 1639. — «Garantía».


El cedente garantiza al cesionario la existencia y validez del contrato. El pacto por el cual
el cedente no garantiza la existencia y validez se tiene por no escrito si la nulidad o la
inexistencia se debe a un hecho imputable al cedente.
Si el cedente garantiza el cumplimiento de las obligaciones de los otros contratantes,
responde como fiador.
Se aplican las normas sobre evicción en la cesión de derechos en general.

■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.


Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1639 es una novedad del CCCN. Se establecen
pautas para garantizar el crédito.
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La cesión de posición contractual lleva consigo la garantía implícita de la existencia,


validez y vigencia del contrato básico. Sin embargo de la redacción del artículo puede
inferirse que efectivamente puede pactarse lo contrario: que el cedente no responda por la
garantía mencionada. Esto tendrá efectos lógicamente si se enmarcara dentro de los
principios emergentes de la buena fe contractual. Así, si el cedente cometiere hecho
imputable que dejara al descubierto la nulidad o inexistencia del contrato, deberá responder
por su actuar independientemente de los pactos que haya suscripto con anterioridad. Esta
responsabilidad del cedente se amplía si el mismo además hubiere garantizado el
cumplimiento de las obligaciones de los otros contratantes: en este caso, su responsabilidad
se asemeja a la del fiador. Resta determinar entonces el alcance de su responsabilidad
como fiador -el proyecto de 1998 habla de la fianza simple, por ejemplo, para los casos
donde el cedente responda frente al cedido por incumplimiento del cesionario-. Finalmente
las reglas generales de la evicción se presentan en este artículo como disposiciones
generales que pueden ayudar a determinar los alcances de la garantía que ofrece el cedente.

Art. 1640. — «Garantías de terceros».


Las garantías constituidas por terceras personas no pasan al cesionario sin autorización
expresa de aquéllas.

■ Concordancias con la normativa anterior: No existen concordancias.


Análisis de la normativa anterior. No existe norma similar.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1640 es una novedad del CCCN. Las garantías
de terceros no pasan al cesionario sin la debida autorización.

Ya hemos advertido que la cesión de la posición contractual coloca al cesionario en la


situación jurídica que detentaba el cedente en el contrato básico. Aun así, el mismo no
puede prevalerse de las garantías -personales o reales constituidas por terceras personas sin
que las mismas lo autoricen de manera expresa.

CESIN PARCIAL

Art. 1627. — «Cesión parcial». El cesionario parcial de un crédito no goza de ninguna


preferencia sobre el cedente, a no ser que éste se la haya otorgado expresamente, a
Concordancias con la normativa anterior: Cód. Civil, art. 1475.
Análisis de la normativa anterior. Si el título existía el cedente estaba obligado a su entrega
al cesionario, quien se lo podía exigir. Si la cesión fuera parcial el cedente no estaba
obligado a la entrega del título, pues seguía siendo acreedor, pero debía facilitarlo al
cesionario cada vez que le fuera necesario.
Análisis de la normativa del CCCN. El art. 1627 sigue los mismos lineamientos del Código
Civil.
Jurisprudencia.
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En el caso de cesión parcial de un crédito la parte acreedora está integrada por dos o más
personas que invisten las mismas prerrogativas, sin que el cesionario parcial pueda alejar
alguna prelación sobre el cedente y viceversa (CNFCiv.y Com., 25/4/1968, La Ley, 132-
466).

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