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PROLOGO
Este libro no es, bajo ningún concepto, meramente otro texto en el campo
de la apologética. Es una introducción genuina a la filosofía desde el
punto de vista cristiano. Partiendo de bases sólidas de su epistemología
bíblica, el Dr. Young construye sobre el fundamento de la revelación la
filosofía bíblica y cristiana de la vida. En su presentación trata un asunto
y luego otro, abarcando la gama entera de disciplinas filosóficas. Para
cada problema bosqueja con claridad y concisión las alternativas vigentes
que cautivan las mentes de hoy en día. Trata de representar justamente
los argumentos de los pensadores no cristianos más capaces. Luego de
poner de manifiesto las suficiencias e insuficiencias de cada punto de
vista de importancia, presenta la posición bíblica y ateísta demostrando
su pertinencia a los problemas contemporáneos y su coherencia interior
como una interpretación de todos los hechos del universo en que vivimos.
He aquí, pues, un texto largo tiempo esperado por nosotros los que
enseñamos filosofía. Que sea el objeto de merecida utilidad.
Kenneth S. Kantzer. Wheaton College
5
PREFACIO
DEFINICIÓN DE LA FILOSOFÍA
Este mundo está todavía lleno de Dooleys que encuentran muy poco valor
práctico en la filosofía. Es posible que en este asunto los mismos filósofos
no tengan toda la culpa, pero tampoco están del 'todo exentos de
responsabilidad. Muchos filósofos y muchas filosofías han permanecido
demasiado alejados de los palpitantes movimientos de la cultura y de la
civilización. Muchos filósofos han estado poco dispuestos a descender de
su torre de marfil; pero conste que no solamente ellos han incurrido en
tal fracaso. Muchos dirigentes religiosos, incluyendo los de la tradición
cristiana, se han separado con frecuencia del mundo al que se decían
servir, y han encontrado buen puerto en lugares muy alejados de la línea
de combate de la experiencia cotidiana. Se ha confundido la consagración
con el aislamiento en muchos órdenes de la vida.
Parte de la culpa debe recaer sobre los mismos laicos. Con harta
frecuencia éstos, como Sr. Dooley, han estado demasiado interesados en
el "lucro". El hombre se siente inclinado a medir los valores en términos
de dólares y centavos, olvidando que las cosas más valiosas de la vida no
se encuentran en los mercados. A pesar de las objeciones que puedan
hacerse en contra del filósofo, si a éste se le escucha compasivamente,
generalmente se descubre que es un sincero investigador que anda en
busca de lo verdadero, lo bueno y lo bello o de las cosas que más valen en
la vida.
una deuda con Herbert Martin, The Inquiring Mind (Barnes & Noble, 1947), 3, por el uso
de esta cita.
8
Un caso muy ilustrativo al respecto puede ser el desprecio que hoy en día
se tiene en los Estados Unidos por la corrección en materia de integridad
personal y de la lealtad en el cumplimiento del deber. Los periódicos han
abundado en noticias sobre el soborno entre los funcionarios públicos,
fraudes al fisco, prevaricato en la administración de justicia, etc. El error
principal de nuestra era parece ser el error de habernos quedado atrás.
La más imperiosa necesidad de la vida contemporánea es un nuevo
sistema de valores e ideales o, mejor aún, un entendimiento adecuado y
una adecuada utilización de los ideales de nuestros antepasados.
Mientras el ideal supremo de nuestra cultura sea hacer dinero, no nos
importará mucho cómo alcancemos ese ideal Por otro lado, si nuestro
ideal es la honestidad, la lealtad en el cumplimiento del deber público,
entonces los manejos turbios, el soborno, la venta de privilegios, etc.,
desaparecerán pronto de nuestro escenario. Sólo puede lograrse la
estructuración de un ideal tal sustituyendo el desprecio que ahora se
tiene por la honestidad y la decencia con universales principios de
moralidad. Más que nunca toca al filósofo sincero impresionar a sus
oyentes con la necesidad de una visión normativa del mundo.
2 Consúltese el Índice de Nombres para una breve introducción a los distintos filósofos
mencionados en el texto.
3 Platón, The Republic, 479; traducción de Jowett.
9
Co., 1951), 5.
6 Hunter Mead, Types and Problems of Philosophy (Nueva York: Henry Holt & CO.,
1946), 15. Alfredo Weber en su History o/ Philosophy (Tr. Francisco Thilly, Nue¬va York:
Charles Scribner's Sons, 1896) escribe: "La filosofía es la búsqueda de una
contemplación comprensiva de la naturaleza, un esfuerzo por dar una explicación
universal de las cosas. Es tanto el resumen de las ciencias como su cumplimiento; tanto
la ciencia en general como una especialidad distinguida de la ciencia propiamente
hablando ... Las distintas ciencias tienen grupos especiales de hechos para su respectivo
material temático y buscan descubrir las causas de estos fenómenos, o formular las
leyes según las cuales fueron producidos. En la filosofía, por otra parte, la mente
humana trata de elevarse por encima de tales grupos y sus leyes particulares, y explicar
el mundo como un todo, o el hecho universal o fenómeno, por la causa de las causas, o
la primera causa." (1) Itálica es del autor.
10
EL ÁRBOL FILOSÓFICO
Al mismo tiempo, el renovado interés por los clásicos del mundo antiguo,
juntamente con el aparecimiento de un nuevo interés en las ciencias
naturales, fue alejando el pensamiento humano del razonamiento
abstracto de los escolásticos hacia nuevos canales, y puso los
fundamentos del movimiento empirista y del racionalista de los tiempos
modernos. El empirista inglés, Francisco Bacon, fue el fundador de la
investigación científica moderna, así como del movimiento empirista de la
moderna filosofía británica. Un poco más tarde los pensadores
racionalistas franceses hicieron lo mismo en relación con el
aparecimiento del énfasis racionalista moderno en la filosofía continental.
Estas dos corrientes del pensamiento moderno siguieron un curso más o
menos separado el uno del otro hasta que fueron sintetizadas por el gran
pensador" critico, Manuel Kant. Las modernas escuelas idealistas tienen
sus raíces firmemente enterradas en la obra de Kant y de su sucesor
Hegel. Las modernas escuelas naturalistas han recibido su influencia
principalmente de Francisco Bacon, Tomás Hobbes, Juan Locke, David
Hume, así como de los materialistas griegos, especialmente de Demócrito.
Un nuevo ímpetu recibió el naturalismo con el desarrollo del pensamiento
evolucionista representado por la obra de Carlos Darwin y de otros.
14
Las relaciones de la filosofía con las diversas ciencias merecen una breve
consideración. Las ciencias, tales como la física, la química, la psicología,
la sociología y demás, se ocupan de áreas especiales de estudio. La
filosofía se esfuerza por relacionar e integrar la información que las
distintas ciencias pueden dar. Las ciencias, especialmente las físicas, son
de carácter analítico, en tanto que la filosofía es sinóptica. Las ciencias se
ocupan de descubrir e investigar datos reales, en tanto que a la filosofía
le interesa el significado y sentido de esos datos. En general, el científico
es un descubridor, mientras que el filósofo es un interpreta.
LA METODOLOGÍA
vida que sus predecesores. Se afirma que pudo pronosticar el eclipse del
28 de mayo del ario 585 a. de J. C. Es evidente que Tales había
aprendido mucho más que los que lo precedieron en lo que al arte de
razonar concierne, y que pudo hacer algunas cuidadosas y correctas
observaciones sobre el movimiento de los cuerpos celestes. La
observación y el razonamiento, combinados, constituyeron el primero y
más importante método para descubrir la verdad en relación con la
naturaleza, pero se necesitaron muchos y largos siglos para que el
hombre aprendiera a usarla con acierto.
MÉTODO ROMÁNTICO.
MÉTODO DIALÉCTICO
20
MÉTODO SINÓPTICO
FE Y RAZÓN.
Es generalmente aceptado hoy día que Manuel Kant no les hizo ningún
favor a la filosofía y a la teología al divorciar la fe de la razón. El
22
Parece, sin embargo, que Kant no tenía menos fe que otros pensadores.
En primer lugar, su conclusión de que el conocimiento debe limitarse al
mundo fenomenal está más allá del reino de la demostración lógica. Más
aún, tuvo que dar por supuesta la misma posibilidad del conocimiento o
quedar para siempre encerrado en el escepticismo. Su obvia aceptación
del orden de la naturaleza fue necesaria al proceso del razonamiento, no
obstante que está más allá de toda demostración científica. El aceptó e
hizo uso de hallazgos de otros pensadores sin tener ninguna certeza
lógica de su veracidad. Tal parece también que en infinidad de formas
Manuel Kant, a pesar de su intento de separación, anduvo y vivió por fe,
confiando en muchas cosas que de ninguna manera eran demostrables
con su lógica.
Las citas anteriores son evidencia de cómo nos hemos alejado de Kant.
Todos los hombres son hombres de fe. Pero éstos difieren radicalmente en
cuanto a lo que creen ser de importancia. La razón funciona siempre
dentro del marco de la fe, es decir, en relación con lo que el individuo
véase también 43. Consúltese su libro Christianity and Liberalism (Grand Rapids: W. B.
Eerdmans, [19231, 1946), 141 sig. para una consideración más extensa so-bre la fe y el
conocimiento. El estudiante también hallará una interesante dis-cusión del problema en
L. H. DeWolf: The Religious Revolt Against Reason (Nueva York: Harper & Brothers,
1949). Este libro presenta una evaluación crítica del neosobrenaturalismo.
24
FE Y SUPUESTOS
Se hace más evidente, pues, la razón por la cual los hombres de todos los
niveles de la vida se resquebrajan. Cuando alguien pierde la fe en sus
presuposiciones, cuando éstas ya no satisfacen sus exigencias
intelectuales, sea cual fuere su sistema, no le quedan más que dos
caminos. O revisa sus convicciones básicas, o arrostra un probable
colapso nervioso o mental. La historia del pensamiento puede
considerarse como el eterno proceso de hurgar y revisar los elementos de
una visión del mundo, pues los hombres buscan la manera de adaptarse
a los constantes cambios del mundo de los descubrimientos.
Recordemos, entonces, que la verdad básica de la existencia es que todos
los hombres viven por fe, sea cual fuere su sistema filosófico o visión del
mundo. Los supuestos de los hombres pueden cambiar, no así el hecho
de que todos viven con la convicción de que su propio sistema de
pensamiento es coherente y satisfactorio. Nadie podría sobrevivir por
mucho tiempo en un mundo que creyese incoherente o irreal. Teniendo
esto presente dedicaremos algunas líneas a las básicas y fundamentales
convicciones, prejuicios o supuestos, o como se les quiera llamar, de los
principales tipos filosóficos de la cultura occidental. Quizás no reparemos
en estas consideraciones en los puntos de discrepancia entre los filósofos
de una misma escuela. Nos ocuparemos de los supuestos del
16 Pablo Tillich, Systematic Theology (Chicago: University of Chicago Press, 1951), I, 34.
17 Eduardo Ramsdall, op., cit, 31.
26
NATURALISMO.
18En Y. H. Krikorian (ed.), Naturalism and the Human Spirit (Nueva York: Co-lumbia
University Press, 1944), 45.
27
Más aún, será de interés observar que los naturalistas están lejos de ser
consistentes en su apego al método científico tomado en su sentido más
estricto. Juan Dewey, decano de los naturalistas modernos, es objeto de
críticas por su doble postura metodológica. El habla de la ciencia en un
sentido "limitado", dando a entender, al mismo tiempo, que también
existe la misma en un sentido "más amplio." 19 Esta conclusión se
desprende de su observación en Una Fe Común, de que no hay más que
un método para confirmar la verdad, a saber: "el que se expresa con la
palabra 'científico' en su acepción más general y amplia." 20 José Ratner,
uno de los intérpretes de Dewey, expresa el punto de vista de éste de la
siguiente manera: "Que el método experimental es la esencia misma del
método científico moderno, la carne y sangre (no el hueso) de toda la
filosofía sostenida por Dewey." 21 A pesar de esta declaración, Juan
Herman Randall, Jr. parece estar mucho más cerca de la verdad en este
asunto cuando afirma acerca de Dewey: "No obstante todo su análisis del
procedimiento de las ciencias naturales, el experimentalismo de Dewey
no se basa principalmente en el método de laboratorio. Se trata del
experimentalismo del sentido común y del conocimiento por sí mismo de
19 Juan Dewey, Logic (Nueva York: Henry Holt & Co., 1938), 439. Véase también su The
1939), 58.
28
IDEALISMO
22Juan Herman Randall, Jr., en Pablo Schilpp (ed.), The Philosophy of John Dewey
(Nueva York: Tudor Publishing Co., 1939), 82; el uso de la itálica es nuestra.
29
Que el uso que Brightman hace del método empírico está en oposición al
de la escuela naturalista contemporánea. Es bastante evidente por su
declaración de que "hay un movimiento popular, positivista y semántico
hacia la afirmación de que lo que no puede señalarse con el dedo y
medirse aquí y ahora mismo como objeto percibido por los sentidos ni
siquiera puede mencionarse. Es obvio que esto dispone fácilmente de las
personas y de los valores pero a los positivistas de hoy día hay que
recordarles (si es que se inclinan por el conductismo y naturalismo) que
las cosas materiales, los procesos atómicos y las funciones psicológicas
están más allá de toda verificación posible a menos que sea mediante la
observación consciente y la experiencia de personas conscientes y en
personas conscientes, personas que no sólo observan sino que también
razonan y sienten, tienen propósitos y seleccionan. 24
REALISMO CRISTIANOS.
INTRODUCCIÓN
LÓGICA.
Hay otro tipo de lógica muy en boga hoy en día. Es la lógica simbólica o
matemática. Se usan símbolos para las proposiciones y todas las
operaciones se realizan de manera abstracta. Es valiosa porque ciertas
relaciones, ecuaciones, etc., seria difícil, o aun imposible, realizarlas de
otro modo. El uso de símbolos para representar proposiciones y sus
respectivas relaciones ha alcanzado bastante popularidad en el estudio de
la lógica deductiva tradicional en años recientes.
SEMÁNTICA.
NATURALEZA DE LA VERDAD
CRITERIOS INMEDIATOS
INSTINTO
SENTIMIENTO
Pero como los hombres difieren mucho en su vida emotiva, tal apelación
se considera generalmente como la menos segura de todas. Las
emociones sin control llevaron a los nazis al Dachau y al Buchenwald y a
los soldados japoneses al hari kari Muchos norteamericanos, también,
han realizado actos de los cuales se han lamentado toda su vida tan sólo
porque permitieron que la pasión se impusiera a la razón.
EXPERIENCIA SENSORIA.
Una cosa es decir, sin embargo, que los sentidos son fuente de gran parte
de nuestro conocimiento; y otra muy distinta afirmar que los sentidos son
la -horma final a la cual debemos atenernos para determinar la verdad y
el error. Aristóteles vio con bastante claridad, aun en aquellos lejanos
días, que la información recogida por los sentidos debe estar relacionada
por medio del "sentido común" (intelecto) antes de que sea realmente
conocida. Aunque nuestros sentidos son muy valiosos en la colección de
datos, debe haber algo más fundamental para que se pueda llegar a la
verdad.
INTUICIÓN
26 W. P. Montague, The Ways of Knowing (Londres: Allen & Unwin, 1925), 189.
38
Que puede haber intuiciones es algo que no puede negarse. Parece que el
hombre capta ciertas verdades de una manera directa. La falacia del
intuicionista radica en el hecho de suponer que toda la verdad deriva de
las intuiciones. Parece no darse cuenta de que la misma proposición:
"toda la verdad es intuitiva," es en sí un producto de la razón.
27 Ibid. 55.
39
Lo más que puede decirse del intuicionismo es que, si bien puede ser una
fuente de la verdad, constituye una prueba muy deficiente. La evidencia
contradictoria de las intuiciones debe ser juzgada por un criterio más
elevado antes de que pueda admitirse su validez. En último análisis, la
naturaleza racional del hombre debe escoger entre las diversas
intuiciones a la luz de la experiencia total. Y si hay intuiciones que
parecen no admitir la prueba, debe dejárseles en suspenso antes que
aceptarlas como verdad sin suficiente evidencia.
CRITERIOS SOCIALES
LA COSTUMBRE
LA TRADICIÓN.
Sería insensato, sin embargo, negarle validez a alguna cosa tan sólo
porque es vieja. La tradición puede contener verdad, pero tal verdad se
40
EL CONSENSO UNIVERSAL
CRITERIOS FILOSÓFICOS
LA CORRESPONDENCIA.
Los que critican esta teoría han estado prestos a señalar que es insensato
hablar de comparar nuestras ideas con la realidad a fin de descubrir la
verdad. En la práctica lo que realmente comparamos son unas ideas o
41
Aún más, mucho del conocimiento tiene que ver con objetos interiores, u
objetos de pensamiento, tales como conceptos matemáticos, valores, etc.
Siendo que tales objetos no tienen existencia fuera del reino nouménico,
el criterio de la correspondencia no tiene aplicación. Mientras que una
situación de la verdad puede muy bien describirse como aquella en que
existe la adecuada relación entre la idea y la realidad, la correspondencia
misma no nos ayuda a determinar cuándo es que tal relación existe.
EL PRAGMATISMO
28Carlos S. Peirce, "How to Make our Ideas Olear," Popular Science Monthly, Enero,
1878. El artículo ha sido reimpreso repetidas veces desde esa fecha; véase W. G.
Muelder & Laurence Sears, The Development of American Philosophy (Boston: Houghton
Co., 1940), 341-346. El nuevo término de Peirce, pragmatismo, término que él
conceptúa de "lo suficientemente feo para estar asegurado contra secuestradores", es
considerado en las páginas 347 y 348 de este libro.
42
29 Guillermo James, The Meaning of Truth (Nueva York: Longmans, Green and Co.,
1909), vi; el uso de la itálica aparece en el original. Se encontrarán varias excelentes
selecciones de los escritos de James en Muelder & Sears, op cit.
30 Guillermo James, The Will to Relieve (Nueva York: Longmans, Green & Co., 1897),
201.
31 Juan Dewey, Reconstruction in Philosophy, edición aumentada (Boston: The Beacon
LA COHERENCIA
Sin embargo, debe subrayarse que ya sea que lo usen los naturalistas o
los idealistas, el método científico sigue siendo el método empírico del
descubrimiento. No cabe duda de que ocupa un lugar muy importante en
la búsqueda de nuevos hechos y en la verificación de los datos científicos.
La verdad así descubierta debe considerarse siempre como ver-dad
probable. Es así porque el científico no puede estar seguro de nada que
esté más allá de sus experimentos. Puede, sobre la base de muchos
experimentos generalizar, formulando una ley científica, pero la misma
no puede considerarse como la última palabra porque futuros
experimentos pueden cambiar el cuadro. Por supuesto que las leyes
científicas, tal como la que se refiere a la caída de los cuerpos, por
ejemplo, se han sostenido durante un período de tiempo tan largo que se
les puede considerar como ciertas sin ninguna vacilación. Pero la
búsqueda de la certeza sigue siendo una ilusión tanto para el idealista
como para el naturalista en este respecto. Sigue en pie la interrogante
sobre cuál de los usos del método científico es el que agota el mundo de
la verdad. Es claro que las presuposiciones de cada tipo de pensador lo
dirigen a las conclusiones por él alcanzadas. Y resulta por demás
interesante que tanto el naturalista el idealista se consideran a sí mismos
perfectamente coherentes en la interpretación de los datos suministrados
por la experiencia. Intentaremos ahora hacer la evaluación del criterio de
coherencia tal como lo usan los idealistas.
33 Hornero Dubs, Rational Induction (Chicago: University of Chicago Press, 1930), 27; la
itálica es nuestra.
34 Ibid., 29; véase también W. S. Gamertsfelder & D. L. Evans, Fundamentals of
Philosophy (Nueva York: Prentice-Hall 1934), 219 sig. para una evaluación crítica de la
coherencia.
47
REVELACIÓN
De esto sigue que esta visión o perspectiva del mundo tiene una base
sobrenatural. Es Dios mismo quien por medio del Espíritu hace real su
revelación especial al hombre. Otros filósofos pueden descartar esta
convicción considerándola como una forma de intuición mística, pero
para el filósofo cristiano es la más real de las experiencias.
"No cabe la menor duda de que todo nuestro conocimiento principia con
la experiencia. ¿De qué otra manera se puede estimular la actividad de la
facultad de conocer sino mediante los objetos que, actuando sobre los
sentidos, de un lado producen por sí mismos ideas en nosotros y de otro
hacen funcionar nuestro entendimiento para que comparemos estas
ideas entre sí y para que, combinándolas o separándolas, convirtamos la
materia prima de nuestras impresiones sensibles en ese conocimiento de
los objetos que se llama experiencia?" (Manuel Kant).
INTRODUCCIÓN
REPUDIOS AL CONOCIMIENTO
AGNOSTICISMO
EL ESCEPTICISMO
estar seguro de que no está siendo engañado en asuntos en que cree que
los sentidos no le fallan? El escéptico contesta que tal seguridad no es
posible de modo que no se puede alcanzar ninguna verdad objetiva por
este medio tampoco. Es imposible conocer, según el escéptico.
POSITIVISMO
FENOMENALISMO
MONISMO EPISTEMOLÓGICO
PANSUBJETIVISMO
PANOBJETIVISMO
¿Son consecuentes los panobjetivistas? Ellos reconocen que algo más que
una relación accidental existe cuando los grupos de entidades se
relacionan en una situación de conocimiento. El conocimiento se da
solamente cuando hay atención o selección de parte de un cierto grupo de
entidades (la mente conocedora). Existe un elemento de conciencia en
relación con el "grupo de entidades" elemento que no puede ser negado ni
pasado por alto. Este funcionar selectivo de ciertas "entidades" no pueden
explicarlo de una manera adecuada los panobjetivistas. Más objeciones a
esta postura saldrán a luz cuando hagamos una evaluación de la
psicología conductista sobre la cual descansa.
DUALISMO EPISTEMOLÓGICO
Juan Locke, por ejemplo, era dualista. El decía que el conocimiento viene
de sensaciones procedentes de objetos externos, juntamente con
reflexiones que son las percepciones de la actividad interna de la mente.
El conocimiento consiste en el reconocimiento del acuerdo o desacuerdo
entre nuestras ideas (sensaciones y reflexiones). Existe la idea y existe
también la realidad conocida. Los objetos tienen cualidades que existen
en ambas y que la mente está en la capacidad de captar.
MONISMO Y DUALISMO.
43Consúltese Brightman, op. cit., 85-92, para una consideración más detallada de los
problemas comprendidos. Debe tenerse presente que el Dr. Brightman es un dualista y
que los monistas no siempre estarán dispuestos a concederle la razón a sus
argumentos. La defensa del monismo está bien presentada por D. C. Macintosh.
58
44Herbert L. Searles, Logic and Scientific Methods (Nueva York: Ronald Press, 1948),
164, 165. La cita de la Logic de Johnson está tomada de Searles, 165.
59
INSTRUMENTALISMO
CONCLUSIÓN
46 Juan Dewey, The Quest for Certainty (Nueva York: G. P. Putnam's Sons, 1929), 106,
107; Dewey declara su posición en su Logic (Nueva York: Henry Holt & Co., 1938) y en
otras obras.
47 Consúltese Durant Drake (ed.), Essays in Critical Realism (Nueva York: The
Macmillan Co., 1920), para el ensayo del profesor Lovejoy intitulado: "Pragmatism
versus the Pragmatist", el cual ensayo critica la posición de Dewey.
61
verdad. Si esto es así, será necesario limitarlo a casos muy raros, por
cierto. El dualismo de idea y objeto parece ser la explicación más lógica y
satisfactoria de este problema. El hecho de que la mente es capaz de
conocer sin necesidad de ponerse en real contacto con el objeto, es algo
que debe admitirse como una presuposición fundamental del acto
congnoscitivo. No hay duda de que los dualistas parecen presentar la
concepción más sencilla y clara del proceso del conocimiento. Sin
embargo, la forma exacta en que la mente capta el objeto que está fuera
de ella, sin duda permanecerá para siempre más allá del alcance del
entendimiento humano.
INTRODUCCIÓN
¿PERSPECTIVA HISTÓRICA?
con la Idea del Bien que es supremo. Las formas son reales exista o no
otra cosa. Para Platón el mundo de las cosas materiales es copia o
imagen del mundo real de las esencias eternas.
Según Leibniz, las mónadas no tienen ventanas. Con lo que quiere decir
que no puede haber relaciones causales directas entre ellas. El rechaza
toda la causa s secundarias en aras de la teoría de la armonía
preestablecida. Todas las aparentes conexiones causales del universo,
hasta la más infinitesimal de las relaciones, existe porque todo obedece a
un orden establecido desde la eternidad por la Mónada de Mónadas. El
sistema de Leibniz es de un determinismo ab-soluto que no deja lugar
para el libre albedrío ni para las causas secundarias. Obsérvese que el
sistema de este filósofo es sinóptico, como el de Berkeley, y como los de
Platón y Aristóteles, del mundo helénico.
PANORAMA CONTEMPORÁNEO
CIENCIA
No obstante el respeto que merece todo lo que los físicos han podido
descubrir relativo a que las cosas físicas están hechas de unidades de
FILOSOFÍA
COSMOS
La parte del universo que más nos interesa es aquella en que nosotros
vivimos: nuestro propio sistema solar. Este consta del sol, nueve
planetas, muchos asteroides, cometas y satélites. En tamaño, la tierra
ocupa el cuarto lugar entre los planetas. Nuestro sistema solar es parte
de una galaxia que contiene muchos millones de soles, la mayoría de los
cuales son más grandes que el nuestro. El cuadro no termina aquí,
empero, porque los astrónomos nos informan que existen cientos de
millones de otras galaxias semejantes a la galaxia en que nosotros
estarnos situados. La inmensidad del espacio es incomprensible para la
mente humana.
ORIGEN
51F. R. Moulton, The Nature of the World and of Man (Chicago: University of Chicago
Press, 1927), 30.
72
"En el principio crió Dios los cielos y la tierra. Y crió Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió" (Gén. 1:1, 27).
INTRODUCCIÓN
EVOLUCIÓN EMERGENTE
53 C. Lloyd Morgan, Emergent Evolution (Chicago: Henry Holt & Co., 1923).
54 Samuel Alexander, Space, Time, and Deity (Nueva York: The Macmillan Co. 1920).
55 Roy Wood Sellars, Evolutionary Naturalism (Chicago: Open Court Pub. Co., 1922).
77
EVOLUCIÓN ORGÁNICA
56 Enrique Bergson, Creative Evolution (Nueva York: Henry Holt & Co., 1913; tr. Arturo
Mitchell).
57 Alfredo North Whitehead, Process and Reality (Nueva York: The Macmillan Co., 1929).
58 J. A. Thomson, Concerning Evolution (New Haven: Yale University Press, 1925), 95,
96.
78
pasarse por alto que existe cierta ambigüedad tocante a lo que realmente
es la evolución orgánica. Se sabe que ocurren variaciones dentro de cada
especie, pero no es eso precisamente lo que se entiende por evolución. (Se
entiende por especies aquellas formas que son interfecundables y, por lo
tanto, capaces de autopropagarse, pero que, al mismo tiempo, no son
capaces de producir descendientes vivos o fecundos mediante el cruce
con otras formas vivientes.) Algunos definen la evolución como el
desarrollo que ha tenido lugar dentro de las grandes familias de los reinos
animal y vegetal. De esa manera se considera que las moscas, los felinos,
los caninos, etc. han tenido un origen común. Finalmente, hay una
creencia muy esparcida entre los científicos, de que todas las formas de
vida, tanto animal como vegetal, tuvieron su origen en una, o a lo sumo,
en muy pocas fuentes de vida. De esta manera se puede señalar a los
filósofos y científicos que defienden la no evolución, la evolución parcial o
la evolución total de las formas vivas.
Esta teoría fue sugerida por Jean Lamarck y por Erasmo Darwin, aunque
el nombre del primero va generalmente más asociado con ella. Según esta
teoría los cambios de ambiente han producido las variaciones que pasan
de una especie a otra. Un cambio en el medio produce cambios en los
hábitos de los animales, determinando el mayor uso de ciertos miembros
y el desuso de otros. Estos cambios producen por fin el cambio de forma
del animal. Los nuevos caracteres adquiridos se transmiten por herencia
a los descendientes.
DE LA SELECCIÓN NATURAL
59Juan Dewey, The Influence of Darwin on Philosophy (Nueva York, Henry Holt & Co.,
1910), 1, 2.
80
DE LA MUTACIÓN
EVOLUCION TEISTA
esto, piensa, explicaría todos los pasos intermedios así como la teoría de
la evolución. 62 Douglas Dewar escribe: "Permítaseme exponer mis puntos
de vista sobre las unidades de la creación. Yo no digo que cada especie, o
que cada género, o aun que cada familia haya sido creado
específicamente." 63 El profesor Dewar agrega también que "la flora y la
fauna de las islas oceánicas parecen indicar que las nuevas especies y los
nuevos géneros y, posiblemente, las subfamilias, han aparecido por
evolución." 64 El señor Dewar parece concordar con el profesor Mixter,
quien sostiene que la evolución tuvo lugar "dentro del orden." 65 El
profesor Mixter termina diciendo que "mientras las lagunas permanezcan
insalvables, sin establecer entre ellas series escalonadas de fósiles entre
grupo y grupo, se puede sacar la conclusión de que los tipos ancestrales
de los distintos grupos fueron creados específicamente y que no
descienden de otros tipos vivientes. Dentro de los órdenes y de las
familias se ve que ha habido modificaciones en la descendencia, como en
las series de caballos." 66
Quiere decir que estos señores sostienen que las primeras formas de vida
aparecidas sobre el planeta fueron por creación divina, desechando así la
generación espontánea como explicación del origen de la vida y
pronunciándose por la creación. Al mismo tiempo, están de acuerdo con
que la evolución de las formas vivientes se ha operado dentro de los
órdenes y familias, pero niegan que haya habido ninguna transformación
entre los distintos órdenes. En otras palabras, los órdenes fueron creados
de modo inmediato, en tanto que las incontables variaciones que han
surgido dentro de los órdenes han aparecido de modo mediato.
EVALUACIÓN DE LA EVOLUCIÓN
62 Floyd E. Hamilton, The Basis of Evolutionary Faith (Londres: James Clarke & Co.,
1931), 92.
63 Douglas Dewar, More Difficulties of the Evolution Theory (Londres: Thynne & Co.,
1937), 10.
64 Douglas Dewar, More Dif ficulties of the Evolution Theory (Londres: Edward Arnold &
EL ORIGEN DE LA VIDA
67 Jorge B. O'Toole, The Case Against Evolution (Nueva York: The Macmillan Co., 1926),
181, 182; varias de las sugestiones criticas de este capítulo han sido adoptadas de esta
obra.
68 A. F. Shull, op. cit., 79; la itálica es nuestra.
69 Loc. cit., la itálica es nuestra.
85
existían las siguientes clases de animales." 70 Pero hay que decir que las
conclusiones del profesor Raymond se basan, no sobre evidencias
empíricas, sino sobre los supuestos de la hipótesis evolucionista. El alega
que debido a la gran existencia de fósiles en la era cambriana, tienen que
haber existido formas más primitivas anteriores a este período. Para tal
conclusión no da él ninguna evidencia científica tangible. El Dr. Gregory
sigue hablando de las conclusiones de Raymond, de la manera siguiente:
"Raymond (1935), después de examinar las seis teorías principales que
han dado para explicar el relativamente repentino aparecimiento de
restos fósiles en las formaciones cambrianas inferiores, expone el criterio
de que los animales precambrianos no tenían esqueletos y, por lo tanto,
eran excesivamente raros como fósiles " 71 no que fueran primitivos, sino
miembros altamente especializados de su grupo.
70 Guillermo K. Gregory, Evolution Emerging (Nueva York: The Macmillan Co., 1951), I,
24, 25.
71 Ibid., I, 25; la itálica es nuestra.
86
Los mismos evolucionistas no han podido reducir todas las formas vivas
a un sistema que muestre que todas ellas proceden de una forma
primitiva. Hablan de los filos en que pueden dividirse todas las formas
vivientes, pero las diferencias existentes entre los varios filos impiden que
todos estén relacionados con un solo "filo" original. Es así como los
evolucionistas no han podido afirmar que todas las formas vivas
surgiesen originalmente de una misma fuente de vida aparecida por
generación espontánea. La evolución no proporciona un sistema
completamente integral y unificado.
LA HOMOLOGÍA
73 Ibid., 64.
74 Loc. cit.
88
LA PALEONTOLOGÍA
75Citado en Arnoldo Lunn, The Revolt Against Reason (Londres: Eyre & Spottis-woode,
1950), 134, 135.
90
76 Carlos Darwin, The Descent oí Man (Nueva York: A. L. Burt Pub., Segunda edición,
1871), 188. En relación con este asunto, Darwin escribe: "Pero no debemos caer en el
error de suponer que el progenitor temprano de la raza simia, Incluyendo al hombre, era
idéntico a o aun parecido a cualquier mono existente" (0p. cit., 176).
77 Consúltese Nature, octubre 16, 1913, para las dos reconstrucciones presentadas una
Augsburgh Pub. House, 1927), 150, 151. Mas recientemente el hombre Piltdown ha sido
expuesto como fraude.
78 En el New York American, 1918; Op. cit., 344.
79 Citado en G. B. O'Toole, op. cit., 345. Tengo una deuda para con el profesor O'Toole
"La primera obra de arte realizada por la mente humana —más antigua
que cualquier documento y anterior aún a los primeros cuchicheos de la
tradición— es el lenguaje, y forma una cadena no interrumpida desde los
primeros albores de la historia hasta nuestros días. Nosotros todavía
hablamos la lengua de los primeros antepasados de nuestra raza; y esta
lengua, con su maravillosa estructura, da testimonio contra esas teorías
gratuitas. La formación del lenguaje, la composición de las raíces, la
gradual distinción de significados, la elaboración sistemática de las
formas gramaticales y todo lo que podemos ver bajo la, superficie de
nuestro propio lenguaje da fe de la existencia de una mente racional o de
la presencia de un artista que por lo menos es tan grande como su
obra." 83 La incertidumbre de muchos científicos relativa a cómo se
originaron varias formas vivientes, queda demostrada con lo susodicho.
Ello no obstante, y aunque permanezcan en completa ignorancia en
cuanto al verdadero proceso, como dice Thomson, la mayoría de los
científicos creen firmemente en la realidad de la evolución.
Chicago Sun-Times, Mayo 25, 1951, 14. Todas las citas han sido tomadas de este
artículo.
93
"Hay algo dentro de nosotros que puede existir sin nosotros y que será.
después de nosotros: aunque en realidad de verdad no se sabe dónde
estaba antes de nosotros ni se puede decir cómo entró en nosotros" (Sir
Thomas Browne).
INTRODUCCIÓN
85 Edna Heldbreder, Seven Psychologies (Nueva York: Century Co., 1933), 14, 15.
96
RESEÑA HISTÓRICA
Los primeros esfuerzos efectivos por formular una doctrina del alma o de
la conciencia corresponden a los filósofos griegos. Demócrito, el griego
materialista, concebía la mente como hecha de los átomos materiales,
concebía la mente como hecha de los átomos materiales mas finos y
pulidos de que costaba la realidad.
Aristóteles decía que el alma del hombre era dual: el alma activa y el alma
pasiva, siendo esta última la substancia en la cual reside el alma activa.
El alma activa viene del mundo de las Formas y es eterna, pero todas las
funciones y actividades del cuerpo perecen juntamente con éste. De modo
que para Aristóteles, también, el elemento inmortal del hombre está
limitado a aquello que procede del mundo eterno de las Formas o Ideas.
La psicología católica romana sigue el patrón aristotélico. Los teólogos
medievales enseñaban de modo vehemente la existencia del alma pasiva o
alma substancia en la cual se aloja el alma creada mientras está en el
cuerpo. La psicología tomista no difiere materialmente hoy día.
Jorge Berkeley hizo esfuerzos por demostrar que la distinción hecha por
Locke de cualidades primarias y secundarias de los objetos era artificial.
No hay substancia material en la cual residan las cualidades, decía
Berkeley, sino que todas las cualidades están en la mente del que
percibe. Esse percipi: ser es ser percibido, afirmaba, insistiendo de esa
manera en que los objetos materiales existen solamente en forma de
sensaciones o como son percibidos por la persona. La mente o conciencia
y las ideas de la mente son las únicas realidades existentes. Así negaba
Berkeley la existencia de la substancia material, ya que creía que el
Espíritu es la única realidad metafísica.
LA INTROSPECCIÓN
LA OBSERVACIÓN OBJETIVA
LA PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA
EL MÉTODO EXPERIMENTAL
Si bien es cierto que todos estos métodos nos dan valiosa información
sobre lo que hace la conciencia, debe también tenerse presente que muy
poco han hecho por explicar qué es la conciencia en sí. Los psicólogos
han mostrado una tendencia creciente a ignorar el problema metafísico
de la conciencia, y a dedicarse al estudio de las relaciones entre los
estados de conciencia y los estados físicos o actividades, así como a otros
estados de conciencia. Nos ocuparemos en seguida de algunas teorías
sobre la naturaleza de la conciencia.
EL ASOCIANISMO
101
Uno se pregunta por qué Hume vería tan grande el problema al leer
declaraciones como ésta: "Yo nunca puedo captarme a mí mismo sin una
percepción, y jamás puedo observar nada sino percepciones " 88 Si Hume
hubiera puesto más atención en el yo que estaba realizando la
observación, que dudaba, etc., muy bien habría dado con la respuesta.
86 David Hume escribe: "Me atrevo a afirmar tocante al resto de la humanidad que no es
más que un bulto o colección de diferentes percepciones que siguen unas a otras con
una rapidez inconcebible y que están en perpetuo movimiento." A Treatise on Human
Nature (Chicago: Open Court Pub. Co., 1912), 247.
87 David Hume, A Treatise on Human Nature (Everyman's Library Edition) II, 317.
88 David Hume, A Treatise on Human Nature (Open Court edition), 246.
102
EL CONDUCTISMO
Antes que nada, los conductistas rechazan términos como alma, mente y
conciencia en psicología, por considerarlos demasiado subjetivos como
para permitir que la psicología sea científica. A cambio de ello, el profesor
Watson dice que el verdadero objeto de la psicología humana es la
conducta o actividades de los seres humanos. La conciencia, dice, es una
noción demasiado indefinible para que pueda ocuparse de ella la ciencia.
Al hablar de conducta, Watson quiere decir la respuesta de un organismo
a los estímulos, sin hacer ninguna distinción entre las respuestas de la
vida animal y las de los seres humanos.
90 Juan Watson, Behaviorism .(Nueva York: W. W. Norton & Co., 1924), 191.
91 Ibid., 220; su itálica.
104
EL EPIFENOMENALISMO
92 Para una consideración de este problema consúltese Norman Munn, Psychology: The
Fundamentals of Human Adjustment (Boston: Houghton Mifflin Co.) 39 sig. F. R.
Tennant, Philosophical Theology (Cambridge: University Press, 1935), 64, parece
depender del mismo principio.
93 Para un análisis tanto cuidadoso como convincente del conductismo, consúltese
Brand Blanshard, The Nature of Thought (Londres: Allen & Unwin Co., 1939), capítulo
9.
94 L. H. DeWolf, "Toward a Conciliation of Personalism and Beahviorism", The
96 C. D. Broad, Mind and lis Place in Nature (Londres: Routledge & Kecan Paul Ltd.,
1949). Los estudiantes interesados en hacer más estudios de este punto de vista
debieran leer el análisis y la defensa que hace el profesor Broad de la posibilidad del
epifenornenalismo, 462-477.
97 C. D. Broad, op. cit., 473.
106
mismos insisten en que las partes por separado nunca dan el cuadro
completo. Que sólo cuando las partes de la experiencia se ven como
pertenecientes a un todo es que se aprecia al yo como realmente es.
LA MENTE Y EL CUERPO
CONDUCTISMO
PARALELISMO PSICO-FÍSICO
INTERACCIONISMO
"Y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos
años; repósate, come, bebe, huélgate. Y díjole Dios: Necio, esta noche
vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será? Así es el
que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios" (Jesucristo).
INTRODUCCION
Merece alguna consideración ese gran interés que actualmente existe por
el tema de los valores. Quizás haya sido Nietzche el iniciador de todo esto
cuando abogó por la transvaluación de todos los valores existentes.
Nietzsche vio lo que muchos otros parecían no querer ver, que si el
darwinismo estuviese en lo cierto, los códigos tradicionales de valores
tendrían que desaparecer. La principal discusión en este campo durante
los últimos años parece estar dirigida a salvaguardar los valores frente a
un sistema filosófico que amenaza destruirlos. Es decir, que si el
naturalismo evolucionista es verdadero, ¿por qué no proceder
lógicamente aplicando también la doctrina de la supervivencia del más
apto en esta área de la experiencia? Muchos filósofos han estado
haciendo esfuerzos desesperados por salvar la civilización del
aniquilamiento, pero, al mismo tiempo, afirman su creencia en una visión
del mundo que es fundamentalmente indiferente a la cuestión de si
existen o no valores humanos. Se afirma la indiferencia del universo a los
valores, sin embargo, parece que estos pensadores no quieren llevar esta
convicción hasta sus lógicas conclusiones.
¿Por qué valora el hombre ciertas cosas? Varias teorías se han formulado
tendientes a explicar el factor psicológico de los valores. De ellas nos
ocuparemos someramente.
HEDONISMO
VOLUNTARISMO
FORMALISMO
Según los formalistas, desde los estoicos de la pretérita Grecia hasta Kant
y Royce de los tiempos modernos, los verdaderos valores se encuentran
en la voluntad racional. Como dij era Kant, no hay nada bueno excepto la
buena voluntad. No deben buscarse los valores en las con-secuencias de
la acción sino solamente en los rectos principios que la inspiran. Los
valores resultan de la cualidad formal de la voluntad misma. El
hedonismo sustenta una tesis totalmente opuesta al formalismo al
afirmar que el valor de un acto debe juzgarse por los resultados del
mismo.
COHERENCIA
Los idealistas dicen que en todos estos enfoques del problema existen
méritos, pero que cualquiera de ellos por sí solo resulta unilateral. La
coherencia u opinión sinóptica se esfuerza por relacionar el valor a toda
la personalidad y no a sólo un aspecto de la misma. Decir que los valores
son producidos por una fase de la personalidad es dejar el cuadro
incompleto. Los idealistas hacen hincapié en que la personalidad humana
está de tal manera constituida como un todo, que es imposible no evaluar
objetos que entran en la experiencia.
Varios son los intentos que se han hecho para clasificar los valores. Uno
de los mejores que se conocen es el del difunto profesor Walter G. Everett,
en su obra, Valores Morales 105. Más reciente y más completa es la
105 W, G. Everett, Moral Values (Nueva York: Henry Holt & Co., 1918), 182.
116
100.
117
NATURALISMO
Según los naturalistas, los valores corresponden tan sólo a las relaciones
humanas. La idea de que la naturaleza es teleológica ha quedado
eliminada del naturalismo moderno. La naturaleza se concibe como
indiferente al hombre y sus necesidades y no tiene nada que ver con
propósito alguno. Los valores corresponden únicamente al campo de las
relaciones humanas. Juan Dewey declara, por ejemplo, que el debate
sobre la objetividad de los valores es cosa muerta porque la naturaleza es
la matriz "dentro de la cual se engendran y nacen nuestras ideas y
aspiraciones." 107 Los valores pertenecen a este mundo de la existencia
huma-na, ya que para el naturalista no existe otro mundo.
Todos los valores deben ser determinados por el método científico, dice ei
naturalista. Lo que está perfectamente de acuerdo con la básica
presuposición sobre la cual se levanta el sistema. En el pasado se
determinaban los valores según las tradiciones, supersticiones, tabús,
etc., y se veía a la ciencia con sospecha. Los naturalistas insisten en que
todos los aspectos de la existencia humana deben caer bajo el escrutinio
del método de las ciencias físicas; otros, como los idealistas y muchos
realistas, opinan que el mundo de los valores es completamente ajeno al
mundo que se investiga con el método de las ciencias físicas. El método
científico es empleado por los idealistas en su forma más amplia de
coherencia para determinar la naturaleza de los valores. A pesar de la
113 Juan Dewey, Human Nature and Conduct (Nueva York: Henry Holt & Co., 1922),
232, 233.
114 Juan Dewey, A Conimon Faith (New Haven: Yale University Press, 1934), 87.
120
Dice Reichenbach en otra conexión: "No existe tal cosa como `lo bueno' en
el sentido de un objeto de conocimiento La distinción entre bueno y malo
es volitiva y para seguir nuestras decisiones necesitamos tener confianza
en nuestro conjunto de valores, pero ello no presupone adhesión alguna a
verdades cognoscitivas." 118 Luego dice que no todas las controversias
pueden resolverse por medios cognoscitivos. Por medios cognoscitivos no
se les puede demostrar a los defensores de una raza superior que están
equivocados. Está haciendo alusión a la guerra que se libraba a la sazón;
lo que él quiere decir es que, no habiendo una norma absoluta, una
postura es tan buena como cualquiera otra; si la raza superior lucha por
metas diferentes de las nuestras, ¿cómo podemos probar que las
nuestras son mejores? Al parecer, él no le encuentra salida al asunto. Y
sigue diciendo: "Los distintos grupos sociales representan metas
diferentes; qué grupo saldrá vencedor es cosa de potencia social." 119 No
podría encontrarse rechazamiento más rotundo a la idea del derecho
universal.
116 Para una presentación extensa a favor del monoteísmo primitivo, consulte Wilhelm
Schmidt, Primitive Revelation (tr. J. J. Balerd, St. Louis: B. Herder Book Co., 1939),
especialmente 124 sig.; consúltese también su The Origin and Growth o/ Religion
(Nueva York: The Dial Press 1935), para una consideración de la evidencia apoyando la
conclusión del primitivo "Alto Dios".
117 G. T. W. Patrick, Introduction to Philosophy, 406.
118 Hans Reichenbach, The Nation CLXIV (1947), 21.
119 Loc. cit.
122
IDEALISMO
Desde Platón hasta nuestros días, los idea-listas han insistido en que los
valores tienen una existencia objetiva. Quizás una mejor forma de
expresarlo sería diciendo que los idealistas sostienen que los valores, que
son subjetivos, están orientados o deben estar orientados por ideales o
normas, que son objetivos. En otras palabras, los idea-listas hacen
hincapié en que hay otras normas eternas para los valores, sea cual fuere
lo que los hombres practiquen en la experiencia. Un ideal o norma es un
modelo de valor. Valor es la experiencia que existe cuando el ideal ha sido
llevado a la práctica. El ideal es el plan; el valor debe for-jarse de
conformidad con ese plan.
Platón decía que los valores no son más que copias de las esencias
eternas o normas que existen en el mundo de las ideas. Para él todos los
ideales están relacionados con la suprema idea del Bien, alrededor del
cual se unifican y sistematizan todas las cosas. El ideal del Bien era para
Platón el principio supremo de toda explicación. Concebía la realidad en
términos teológicos, relacionando todas las cosas con el Bien. Aristóteles
tuvo también una concepción teológica de la realidad. La realización de
las cosas materiales, el hombre inclusive, corrió a cargo de la Forma
Pura, que es la que guía todas las cosas hacia su destino.
Los idealistas sostienen, dice él, que los ideales y los va-lores no son
meras normas y experiencias humanas sino que revelan la estructura
objetiva o propósito cósmico del uni-verso, de la misma manera que la
experiencia sensoria y las normas humanas del método científico revelan
las leyes de la naturaleza. Debe hacerse mención aquí de que práctica-
mente todos los teístas, tanto de la escuela idealista como de la realista,
están por esta básica opinión general, aunque con frecuencia difieren en
detalles. Hablando en términos generales, todos los pensadores pueden
agruparse en dos grandes clases: subjetivistas y objetivistas, naturalistas
y supernaturalistas, ateos y teístas, no importa el nombre con que se les
quiera designar. Los naturalistas sostienen que la naturaleza es
omnicomprensiva, por lo que no hay otro reino fuera de ella en el cual
puedan existir los valores. Los idealistas hacen énfasis en que la
naturaleza es solamente el mundo de la experiencia sensoria, el mundo
descrito por las ciencias físicas, que por sí solo no nos da más que una
parte de la historia de la realidad, y muy poco o nada nos dice del
verdadero origen de la experiencia humana. De suerte que las ciencias
naturales no nos informan absolutamente nada acerca del mundo de los
valores o ideales, que ocupan un lugar respetable en la totalidad de la
vida humana.
1. La ciencia y
2. El origen genético de los valores.
Sobre estas bases apoya su conclusión de que no hay razón para suponer
que el universo sea amigable con el hombre. Ya hemos hecho
disquisiciones sobre el segundo de estos argumentos. Demos ahora una
mirada a la manera en que el idealista responde al primero.
31.
125
REALISMO CRISTIANO
Por otro lado, los idealistas sostienen que en su ser esencial el hombre es
divino; que su naturaleza racional es afín a la naturaleza divina, porque
es consubstancial con lo divino; que el hombre es absolutamente
123 W. M. Urban, "Axiology", in D. D. Runes (ed.), Twentieth-Century Philosophy (Nueva
York: Philosophical Library, 1943), 63.
124 José Leighton, Man and the Cosmos (Nueva York: D. Appleton & Co., 1922), 412.
126
cristiano debe recordar que Dios, y no él, es quien tiene potestad sobre la
vida y sobre la muerte. Sean cuales fueren las circunstancias, sea cual
fuere la tentación de querer dejar esta vida de dolor para pasar a una
vida de felicidad, el cristiano no debe nunca poner fin a su vida. Es en ese
sentido que debe afirmar la vida y no negarla o anularla. La realización de
sí propio culmina con la meta del hombre perfecto, por alcanzar la cual
todo cristiano debe esforzarse.
CONCLUSIÓN
Vivimos en una época en que los ideales y los valores originados por la
visión cristiana del mundo son puestos en duda, negados y rechazados.
Tan seria es la situación, que aun personas que se han ocupado poco del
realismo cristiano se sienten verdaderamente preocupadas. El gran
énfasis que actualmente se pone en la relatividad aunado a la manifiesta
inhumanidad del hombre hacia el hombre, ha hecho que muchos
pensadores reexaminen sus básicos supuestos. Los fundamentos sobre
los cuales se levantan los actuales sistemas de valores se han vuelto tan
precarios que los hombres se sienten obligados a buscar nuevas bases.
Nada menos que un pensar tan relevante como W. M. Urban es el que
dice que "no es extraño que muchos se vean forzados a volver sus ojos
hacia nociones del valor de viejo estilo como los que subsisten en la
mente de Dios."125 El realista cristiano sostiene que esa es la única base
segura posible. El profesor Urban ve nuestra presente cultura como
debatiéndose en una lucha de vida o muerte. El hincapié que
actualmente se hace sobre el realismo de los valores, que es puramente
humanístico, no puede salvar esta era que agoniza. El profesor Urban se
muestra tan pesimista que no vacila en emitir esta nota lúgubre, cuando
dice que "tampoco soy insensible a la posibilidad de que la historia de
nuestra cultura haya real- mente alcanzado ya su última página. " 126 A
menos que los filósofos resuelvan de una manera adecuada el problema
de los valores —concluye-- nuestra cultura está perdida. El realista
cristiano está ciento por ciento de acuerdo con el profesor Urban. El
argumento cristiano es que el problema de los valores sólo podrá
INTRODUCCIÓN
como el único principio que explica la operación de las cosas físicas, casi
como hoy día. Pero, filosóficamente hablando, muchos de ellos eran
teleólogos, como, por ejemplo, Kepler y Newton.
128 Ernesto Haeckel, The Riddle Of The Universe (Nueva York: Harper & Brothers, 1901),
259
129 Ibid., 261
133
Nos esforzaremos ahora por presentar el caso desde el punto de vista del
teleólogo, después de lo cual ensayaremos una evaluación de ambas
posturas. El argumento, desde el punto de vista teleológico, no se limita
ya al designio como sucedió en el caso de los apologistas empíricos del
pasado inmediato, tal como se encuentra en la Teología Natural de
Guillermo Paley y en la Analogía de la Religión de José Butler. En vez de
eso debemos fijar nuestra atención "en la interconexión de la naturaleza
física, la vida y la experiencia humana 138," para usar las palabras de un
idealista contemporáneo. Y siendo que el profesor Bertocci es un
representante excelente de este punto de vista, su argumento, expuesto
en siete grandes eslabones, nos servirá a manera de bosquejo general en
esta sección." 139 Esta línea de pensamiento es la misma seguida por F. R.
Tennant en su Teología Filosófica, a la cual nos hemos referido ya varias
veces en esta obra.
PRIMER ESLABÓN.
138 Pedro A. Bertocci, Introduction to the Philosophy of Religion (Nueva York: Prentice-
Otros también han dicho que las formas vivas son con-juntos
organizados y que como tales tienen características en sí mismos que el
mecanicismo y la emergencia no pueden explicar. Los organismos se
comportan como nunca lo hacen los objetos sin vida. Pueden adaptarse
al medio ambiente u obrar con un propósito determinado. J. S. Haldane,
dice: "Desde el punto de vista de las ciencias físicas, el mantenimiento y
la reproducción de un organismo vivo es nada menos que un milagro, y
para la razón resulta inconsistente ese coordinado mantenimiento de la
estructura y la actividad con el concepto físico de la existencia propia de
la materia y la energía." 145
146 J. A. Thomson, The Bible of Nature (Nueva York: Charles Scribner's Sons, 1908),
100.
147 C. E. M. Joad, Guide to Modern Thought (Londres: Faber & Faber, 1933), 108, 109.
140
cooperan en el ojo del vertebrado para realizar una función. Que tal
estructura haya llegado a ser por accidente es inadmisible. Pero según los
mecanicistas "debemos creer que las variaciones que componen los
distintos elementos del ojo encajan entre sí aunque ninguna de ellas tuvo
nada que ver con las demás." 148
A fin de resolver este problema, Bergson postula el elan vital como fuerza
creadora dotada de finalidad. El mecanicismo no puede en lo absoluto
explicar el aparecimiento de formas nuevas y menos de las vivas. O como
dijera Sir Arthur Eddington, que desde el punto de vista del mecanicismo
debe haber por ahí un timador en acción. Aunque idealistas como
SEGUNDO ESLABÓN.
150 Bertocci, op. cit., 337; la itálica es suya. El uso constante de la doctrina de la
evolución es necesaria por la manera en que el idealista encara el asunto puesto que lo
acepta sin reservaciones. No quiere decir que el escritor acepte la evolución en ninguna
de sus manifestaciones. El profesor Bertocci está tratando de demostrar que aun si la
evolución fuese un hecho, un mundo teísta todavía estaría entrañado. Los creacionistas
obviamente no tienen tal problema puesto que una vez que se admite la creación, un
Creador debe ser declarado al mismo tiempo.
151 Ibid., 338.
152 Este ensayo está reimpreso en W. G. Muelder & Lawrence Sears, The Develop-ment
TERCER ESLABÓN.
que las leyes naturales son tan regulares y seguras que cualquier acción
milagrosa de parte de Dios queda descartada.
CUARTO ESLABÓN.
QUINTO ESLABÓN.
Este Mundo Es Bueno para el Hambre. Cree Bertocci que este mundo es
el mejor mundo posible para el hombre porque en él puede crear su valor
supremo: el carácter. El hombre no es un títere sino un creador de
valores juntamente con la Persona cósmica. Si bien es un mundo de
dolor, tanto como de placer, la verdad es que el hombre posee una vida
en que la amistad, la música, el arte y el esfuerzo intelectual ponen en
ella un contenido que supera con mucho a una posible existencia carente
de dolor en la cual esos elementos no estarían presentes. La gran tarea
del hombre sobre la tierra es hacer actual la potencialidad del valor. "En
las actitudes desarrolladas por el ser humano, en la determinación de su
voluntad para realizar algún plan, en su resolución para cocrear valores,
es donde encontramos, no sólo la clave del crecimiento de la experiencia
humana sino también el valor de los valores: el factor sin el cual todos los
valores de la vida humana serían menos valiosos." 155
Resulta evidente, entonces, que existe una dirección moral básica para el
universo, dirección que se aplica por igual a todos los hombres. La
ciencia misma debe sus progresos a los elevados ideales de los científicos.
La esencia de esta ley es el respeto a la personalidad. "Cuando los
hombres prostituyen sus propias capacidades y energías, cuando abusan
y de manera egoísta se aprovechan del bien disponible en la vida de los
demás, no hacen más que acelerar y acumular males. Pero una vez que
desarrollen la voluntad de compartir los fracasos y éxitos los unos con los
otros, una vez que tomen la determinación de no permitir que nada se
interponga en su camino hacia el desarrollo de las relaciones humanas
inspiradas en la tolerancia, en la cooperación y en la búsqueda de una
visión más amplia de la verdad y de experiencias más hondas de la
belleza, podrán marchar juntos, en colaboración con la Mente cósmica,
en el crecimiento de almas humanas creadoras y responsables." 158
SEXTO ESLABÓN.
SÉPTIMO ESLABÓN.
MECANICISMO Y TELEOLOGIA
F. H. Bradley dijo una vez que la metafísica no es más que una serie de
razones mediocres dadas para explicar lo que uno cree por instinto. Se
hace evidente la verdad de esta observación cuando se pasa revista al
caso mecanicismo versus. teleología. Y, en último análisis, la evidencia
que surge de ambos lados viene en apoyo de una hipótesis de convicción.
Por ejemplo, el teleólogo puede argüir en el sentido de que son tan fuertes
las evidencias en favor del designio y del propósito, que es imposible
negar la existencia de un Creador de ese propósito y de ese designio. Y
puede presentar un número casi infinito de ejemplos que ilustran la
existencia del designio. Pero el mecanicista no se convence. Dice que el
161Consúltese, Y. H. Krikorian, op. cit., 242 sig; algunas referencias a este artículo han
sido hechas con anterioridad en este capítulo.
149
Hechos como éstos son los que han obligado a muchos mecanicistas a
ceder un poco. Pero en vez de admitir la existencia de un Creador de
designios o Mente Cósmica trascendental, han buscado la explicación de
los mismos en alguna fuerza interna de la naturaleza. Muchos científicos
y filósofos contemporáneos resuelven el problema recurriendo a un
Principio vital que suponen existente dentro del proceso natural. El élan
vital de Bergson, la emergencia de Morgan y la creatividad de Whitehead
son ejemplos de esta forma de encontrarle solución al problema. Es así
como el mecanicista puede perforar la armadura del teleólogo, y éste, a
su vez, puede obligar a muchos mecanicistas a recurrir a un semidios en
la forma de una fuerza impersonal, luchadora, inmanente para poder
explicar los hechos.
INTRODUCCIÓN
Los problemas planteados por los valores religiosos son tan grandes, que
hemos creído conveniente dedicarles un capítulo por separado. No será
posible que nos ocupemos de todos los valores en esta obra, pero el
dedicar unas páginas a la religión está ciertamente en su lugar, En
cualquier parte del mundo a que vayamos se descubre que la gente tiene
un interés profundo en los problemas generalmente catalogados como
religiosos. Y hay una razón muy clara para ello. No importa cómo se le
163 W. R. Matthews, The Purpose of God (Nueva York: Charles Seribner's Sons, 1938).
83.
152
ESTUDIO DE LA RELIGIÓN
DEFINICIÓN DE LA RELIGIÓN
164 E. A. Burtt, Types of Religious Philosophy (Nueva York: Harper and Brothers, 1951).
154
Que los naturalistas y otros más tienen el derecho de ser religiosos está
claramente implícito en las palabras de E. S. Brightman cuando dice que
“la religión depende de la fe en Dios, y que la clase de religión que uno
tenga depende de la clase de Dios en que uno crea”.167 Tal parece que
Brightman da a entender que debe tomar a “Dios” aquí en un sentido
muy amplio, pues más adelante da su propia definición normativa de la
religión. Si se entiende por “Dios” un “objeto de adoración”, como en la
sección precedente, entonces todos los hombres pueden considerarse
religiosos.
165 Santiago Leuba, A Psychological Study of Religion (Nueva York: The Macmillan Co.,
1912); Edgar S. Brightman, A Philosophy of Religion (Nueva York: Prentice Hall Inc.,
19.40).
166 Estoy en deuda con E. D. Soper, The Religions of Mankind, 3ra. ed. (Nueva York:
Abingdon Cokesbury Press, 1951) por las dos citas que siguen; véase página 14.
167 E. S. Brightman, An Introduction to Philosophy, rev., 172.
168 Ibid., 169.
155
PROBLEMAS DE LA RELIGIÓN
Nadie pone en tela de juicio la existencia real y efectiva del mal natural.
Está prácticamente por dondequiera que dirijamos la mirada en el mundo
que nos rodea. La naturaleza se muestra con frecuencia bastante dura y
cruel con sus criaturas. Los terremotos, volcanes, tornados y huracanes
están constantemente cobrándose alguna deuda con la vida y la
propiedad humanas. El cáncer, la polio y mil enfermedades acosan al
hombre desde su interior. Y éste parece estar en eterna lucha por su
existencia. ¿Cómo es posible creer en la existencia de un Rector benévolo
en presencia del mal natural? Muchos filósofos llevan la interrogante un
poco más allá y preguntan, ¿cómo es posible siquiera creer en la
existencia de Dios? ¿Cómo puede uno atreverse a afirmar que este mundo
está siendo guiado por un perfecto Creador de designios hacia un fin
determinado?
169 Consúltese por ejemplo F. J. E. Woodbridge: Nature and Mind (Nueva York: Columbia
172Bertrand Russell en su famoso ensayo "A Free Man's Worship", el cual puede
encontrarse en su Mysticism and Logic (Nueva York: W. W. Norton and Co., 1919).
159
Dios omnipotente en comparación con la Deidad Infinita (no omnipotente) abogada por
Bertocci y Brightman.
176 Bertocci, op. cit., 411.
177 Su conclusión de que la coordinación es mala está basada en su propia teoría que
cosas hacen fracasar algunos de los mismos fines para los cuales fue
hecho?"' 178 Uno se pregunta, sin embargo, ¿cómo sabe Bertocci que los
propósitos de Dios están siendo frustrados? Tal vez sea posible que Dios
tenga en su mente algún propósito que para Bertocci sea totalmente
desconocido. Hay que cuidarse de no llegar a la conclusión de que la
interpretación que uno hace de los hechos es la última palabra. Los
hombres se han equivocado de tarde en tarde en el pasado.
Las bases en que se funda, para acogerse al finitismo las resume Bertocci
así:
La conclusión a que llega Bertocci es que Dios debe estar luchando por
realizar sus propósitos en presencia de algún obstáculo que frustra
constantemente sus deseos. La naturaleza de este obstáculo merece un
estudio más detenido porque, ¿de qué manera puede explicarse el exceso
de mal? Muchos intentos de explicación se han hecho de cuando en
cuando, de los cuales toma-remos solamente tres, o sean los de Platón,
Montague y Brightman.
El teísmo de Platón. Según Platón, existe una substancia eterna que Dios
(el Demiurgo) no puede dominar en su totalidad. A esta materia caótica le
llama Receptáculo. Dios —dice— desea que todas las cosas sean buenas
y no malas, y por eso se esfuerza por poner orden en la materia caótica.
Dios ha podido realizar su deseo, hasta cierto punto, porque tenemos un
universo bastante ordenado, pero no ha podido alcanzar un éxito
completo. El mal es consecuencia del receptáculo que Dios no puede
poner totalmente bajo su dominio. De modo que Dios está limitado por
un elemento recalcitrante que existe en la materia eterna. Pero ni es
responsable por este mal ni tampoco está en la capacidad de vencerlo en
todo sentido. Veremos después que Platón tiene un concepto dualista de
la realidad.
Será mejor que en este punto Brightman hable por sí mismo. "Dios —
escribe— es conciencia personal de duración eterna; su estado consciente
es una voluntad eternamente activa, la que eternamente halla y sujeta Lo
Dado en cada momento de su experiencia eterna. Lo Dado consiste en las
leyes increadas y eternas de la razón, y de los igualmente eternos e
increados procesos de una conciencia no racional que exhibe todas las
cualidades importantes de los objetos percibidos por los sentidos (qualia),
impulsos y deseos des-ordenados, experiencias como el dolor y el
sufrimiento, las formas de espacio y tiempo y todo cuanto en Dios sea
fuente de sordo mal. La característica común de todo lo 'dado' (en sentido
técnico) es, en primer lugar, que es eterno dentro de la experiencia de
Dios y, por lo tanto, no tuvo más origen que la existencia eterna de Dios;
y, en segundo lugar, que no es fruto de la voluntad ni de la actividad
creadora. Para que Lo Dado sea consciente tiene que ser proceso; pero la
conciencia indeseada e involuntaria no puede distinguirse de la
DeWolf hace ver que tal conclusión es contraria al punto de vista bíblico y
a las exigencias fundamentales de la fe hebreo-cristiana. A la luz de esa
teoría, el salmista que clamó a Dios pidiendo socorro queda en el papel de
un ignorante. Pero aquel cantor de Israel no creía ni por pienso que la
divinidad sufriera de alguna limitación o incapacidad.
En una reseña 192 que hace del libro de DeWolf, Brightman reconoce que
se equivocó al hacer tal declaración. Ahora dice que el mal irracional no
es en sentido alguno un bien intrínseco. Todo cuanto esta declaración
puede significar es que el mal irracional es, sencillamente, mal irracional,
que "no ser bien intrínseco" es ostensiblemente sinónimo del "mal
irracional."
Si una de las dos es verdad, eso quiere decir que Dios está cambiando y
creciendo, y uno no puede por menos que preguntarse por qué no se han
logrado mayores progresos. Knudson parece formular la importante
interrogación de que si Dios no ha tenido éxito en ejercer todo dominio en
la eternidad pasada, ¿qué seguridad podemos tener de que lo logrará en
la eternidad futura?
La misma teoría no da luz sobre por qué esa resistencia conduce a males
específicos. No es más que un símbolo de la idea abstracta de una
limitación necesaria; cómoda manera de encogerse de hombros y atribuir
todos los males a un Dado inexplicable. No aporta explicación alguna, y
es tan sólo la forma en que Brightman afirma que hay hechos en la
experiencia que están fuera del alcance del entendimiento humano, los
que él "explica" inventando Lo Dado.
Juan Dewey, por ejemplo, define a Dios como la relación activa entre la
experiencia real y la experiencia ideal, como aquello que nos impulsa a la
realización de ideales que creemos realizables. 196 La religión se encuentra
en la actitud de lucha por lograr la materialización de un ideal. Nuestra
devoción no es para Dios en un sentido sobrenatural sino hacia "la
unidad de la lealtad y el esfuerzo evocado por el hecho de que muchos
fines se vuelven uno por el poder del ideal." 197 Sin embargo, parece que
por momentos la naturaleza como un todo se convierte en el objeto
religioso en el pensamiento de Dewey. 198 Y como que muchos naturalistas
no ven la necesidad de ser muy congruentes en este punto.
195, 35 et al.
199 Dewey, Reconstruction in Philosophy, 115, 116; Human Nature and Conduct, 295.
169
200 Dewey, "Meaning and Existente," Journal of Philosophy, XXV (1928), 345-353.
201 Dewey, A Common Faith, 46.
202 Dewey, Reconstruction in Philosophy, 196.
170
and Religion", 38, 39. Este artículo en su totalidad brinda lectura provechosa para una
comprensión de la actitud naturalista hacía la religión.
171
204Wieman & Meland, op. cit., 142-145; esta sección es una cita bastante extensa de un
artículo por E. S. Brightman, artículo que apareció primero en The Crozier Quarterly,
Octubre, 1928.
172
Es difícil ver cómo saca Brightman todas sus ideas sobre la religión del
entendimiento de la naturaleza de Dios y de la experiencia. Aunque se
pronuncia él afirmativamente por los valores religiosos tradicionales,
queda por resolver si tal afirmación puede hacerse sobre una base
empírica. Los naturalistas, que también presumen de empiristas,
consideran necesario rechazar tal sistema de valores.
205 Ibid., 144; las citas que siguen son del mismo artículo, 145.
173
De otro lado, los idealistas que insisten en que Dios es ilimitado en poder
y bondad esquivan este problema. Sostienen que los males de la vida
deben atribuirse a nuestra falta de entendimiento y no a ninguna
limitación divina. Dios es infinitamente capaz, aunque nosotros no
siempre podamos entenderlo. Pero otro problema se hace evidente.
Empíricamente hablando, tales idealistas no tienen base para afirmar que
Dios es infinito en poder. Tal infinitud tiene que afirmarse sobre una base
no racional o emotiva; la misma tiene que postularse frente a una
evidencia en contrario.
INTRODUCCIÓN
También debe señalarse que existe muy poco acuerdo en cuanto a cuál es
la mejor terminología que debe adoptarse en relación con los diversos
conceptos del mundo. Es frecuente que distintos escritores usen términos
bastante diferentes al referirse al mismo objeto. Veamos, por ejemplo, la
adopción que hemos hecho del término naturalismo. En el pasado, el
nombre más aceptado para designar las filosofías antiteístas fue el de
materialismo. Hoy en día se usa también el término realismo como
sinónimo de naturalismo. 206 Pero sucede que no todos los pensadores
que pueden ser clasificados como realistas son antiteístas, como lo hace
ver Brightman, de suerte que el uso del término realismo viene a
aumentar la confusión.
NATURALISMOS
Krikorian dice que más allá de la naturaleza hay más naturaleza. 207 Si
bien hay aspectos trascendentales de la naturaleza, pues se admite que
una ciencia completa es imposible, ninguna insinuación de lo
sobrenatural es necesaria. En último análisis Costello tiene razón cuando
puntualiza que, para los naturalistas, el término naturaleza sirve para
cubrir "una gran miscelánea de cosas." 208 La naturaleza es una especie
de canasto de sastre, un metafísico bote de basura, al cual el naturalista
puede arrojar todo lo que no sea de su agrado. De esa suerte el mismo
Dios, en caso de ser descubierto por el naturalista, seria inmediatamente
relegado a algún lugar en la "naturaleza ", ya que éste ha ya decidido que
la naturaleza es todo cuanto existe. Veremos, entonces, que el naturalista
define la naturaleza de modo tan lato que el término pierde significado. S.
R. Lamprecht, otro naturalista, da su respaldo definiendo el naturalismo
como una posición filosófica, "empírica en método, que considera todo lo
que existe u ocurre como condicionado en su existencia o realización por
factores causales dentro de un sistema de la naturaleza que lo abarca
todo, no importa cuán 'espirituales', racionales, o dominados por una
finalidad resulten en sus funciones y valores algunas de tales cosas o
eventos." 209
EL MATERIALISMO.
EL NATURALISMO EVOLUTIVO
Usamos este término porque es el mismo que usa Roy Wood Sellars para
describir su propia postura. Pero debe tenerse presente que los otros
naturalistas son también evolucionistas. Los términos que se emplean
para describir los diversos tipos de naturalismo sólo sirven para destacar
el aporte que a la teoría ha hecho cada uno de ellos.
Los valores, en los cuales también se apoyan los idealistas, no son sino
aspectos intrínsecos de la vida. Estos son reales pero no trascendentes
porque sólo existen en la tierra de los humanos y no en el orden cósmico.
La religión no precisa de fundamento sobrenatural. Es más bien lealtad a
los valores de la vida.
EL VITALISMO
217 Ibid., 7.
181
Es así como Dewey insiste en que los seres humanos piensan solamente
cuando están frente a un problema (situación incómoda), en un esfuerzo
por adaptarse al medio ambiente. De lo anterior se sigue que la verdad
está siempre determinada por la situación específica en cuestión. Si
cierta forma de actuar resulta en una perfecta adaptación, entonces esa
forma de actuar es verdadera o correcta.
218 Juan Dewey, Experience and Nature (Chicago: Open Court Pub. Co., 1925), 161.
182
EL NEORREALISMO
EL POSITIVISMO
219Consúltese su The Rise of Scientific Philosophy, 67; el libro entero es una evaluación
altamente crítica de la metafísica.
185
EL MATERIALISMO DIALÉCTICO
220 Carlos Marx & Federico Engels, Communist Manifiesto (Chicago: Charles Kerr & Co.,
1940), 7, 8; todos debieran leer esta declaración concisa sobre la esencia del
comunismo.
187
2. De la propiedad privada
3. De la vida familiar actual
4. Del estado y
5. De la religión.
Su teoría nos da razón del por qué hombres con el mismo fondo cultural
han sustentado ideologías totalmente distintas, ni por qué socialistas
como él mismo y como Engels surgieron dentro de una sociedad
burguesa. El marxismo restringe la libertad económica, intelectual,
política y religiosa; la verdad es que la restringe en todo sentido.
LOS IDEALISMOS
Nos ocuparemos ahora en los principales tipos de idealismo que han sido
defendidos por el pensamiento occidental. Tal como lo hicimos al tratar
los naturalismos, pondremos el mayor énfasis en aquellos tipos que están
en boga en la actualidad, aunque mencionaremos uno o dos más con el
propósito de mostrar su continuidad histórica.
EL PLATONISMO.
EL ABSOLUTISMO.
221 Para una consideración del pensamiento platónico consúltese cualquiera de las
historias de filosofía sugeridas o cualquiera de los numerosos libros disponibles que
versan sobre Pistón.
189
EL SUBJETIVISMO
EL PANPSIQUISMO
Hay que hacer notar que no todos los panpsiquistas modernos son teístas
en el verdadero sentido de la palabra. Whitehead pensaba en la realidad
en una forma bastante panpsiquista, pero concebía a Dios como existente
dentro de la misma naturaleza. Aunque a veces pueden ser
panpsiquistas, los vitalistas son esencialmente naturalistas, no teístas.
EL PERSONALISMO
EL REALISMO PERSONAL.
CONCLUSIÓN
224 Ibid., 294-309; el estudiante debiera leer esta sección por su cuenta.
225 Ibid., 294; la Itálica es nuestra.
194
TABLA DE CONTENIDO
PROLOGO ......................................................................................................................................3
PREFACIO ......................................................................................................................................5
ACERCA DEL AUTOR.................................................................................................................5
CAPITULO I. ¿QUE ES LA FILOSOFÍA? ...............................................................................6
DEFINICIÓN DE LA FILOSOFÍA .........................................................................................6
EL ÁRBOL FILOSÓFICO......................................................................................................10
LA FILOSOFÍA Y LAS CIENCIAS .......................................................................................14
EL PLAN DEL LIBRO ............................................................................................................14
CAPITULO II: LAS BASES DE LOS SISTEMAS FILOSÓFICOS...................................15
LA METODOLOGÍA ...............................................................................................................15
MÉTODO RACIONALISTA O DEDUCTIVO. ...............................................................16
MÉTODO EXPERIMENTAL O INDUCTIVO. ..............................................................18
MÉTODO ROMÁNTICO. ..................................................................................................19
MÉTODO DIALÉCTICO ....................................................................................................19
MÉTODO SINÓPTICO.......................................................................................................21
EL PROBLEMA DE LOS SUPUESTOS ............................................................................21
FE Y RAZÓN. .......................................................................................................................21
FE Y SUPUESTOS .............................................................................................................24
LOS SUPUESTOS Y LAS PERSPECTIVAS DEL MUNDO ..........................................26
NATURALISMO...................................................................................................................26
IDEALISMO..........................................................................................................................28
REALISMO CRISTIANOS.................................................................................................30
CAPITULO III: EL PROBLEMA DE LA VERDAD ..............................................................31
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................31
LÓGICA. ................................................................................................................................32
SEMÁNTICA. ...........................................................................................................................33
NATURALEZA DE LA VERDAD .........................................................................................34
CRITERIOS INMEDIATOS ...................................................................................................35
INSTINTO..............................................................................................................................35
SENTIMIENTO ....................................................................................................................35
EXPERIENCIA SENSORIA. .............................................................................................36
INTUICIÓN ...........................................................................................................................37
CRITERIOS SOCIALES ........................................................................................................39
LA COSTUMBRE ................................................................................................................39
195
LA TRADICIÓN. ..................................................................................................................39
EL CONSENSO UNIVERSAL ..........................................................................................40
CRITERIOS FILOSÓFICOS .................................................................................................40
LA CORRESPONDENCIA. ...............................................................................................40
EL PRAGMATISMO ...........................................................................................................41
LA COHERENCIA ...............................................................................................................44
REVELACIÓN ..........................................................................................................................47
CAPITULO IV: MI EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO ............................................48
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................48
REPUDIOS AL CONOCIMIENTO.......................................................................................49
AGNOSTICISMO .................................................................................................................49
EL ESCEPTICISMO ...........................................................................................................49
POSITIVISMO ......................................................................................................................51
FENOMENALISMO ............................................................................................................53
TEORÍAS SOBRE EL CONOCIMIENTO ..........................................................................53
MONISMO EPISTEMOLÓGICO .....................................................................................53
DUALISMO EPISTEMOLÓGICO....................................................................................56
INSTRUMENTALISMO......................................................................................................59
CONCLUSIÓN .........................................................................................................................60
CAPITULO 5: EL MUNDO EN QUE VIVIMOS ...................................................................61
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................61
¿PERSPECTIVA HISTÓRICA? ............................................................................................62
PANORAMA CONTEMPORÁNEO ......................................................................................66
REALISMO DE SENTIDO COMÚN..............................................................................66
CIENCIA ................................................................................................................................67
FILOSOFÍA ...........................................................................................................................69
COSMOS...................................................................................................................................69
ORIGEN.................................................................................................................................71
¿ES EL MUNDO UNA SOLA UNIDAD? .......................................................................72
CAPITULO 6: EL ORIGEN DE LAS FORMAS VIVIENTES ............................................73
INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................73
EVOLUCIÓN EMERGENTE ................................................................................................75
EVOLUCIÓN ORGÁNICA .....................................................................................................77
DE LAS CARACTERÍSTICAS ADQUIRIDAS. .............................................................78
DE LA SELECCIÓN NATURAL.......................................................................................78
DE LA MUTACIÓN .............................................................................................................80
196
IDEALISMO........................................................................................................................122
REALISMO CRISTIANO..................................................................................................125
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................129
CAPITULO 9: ¿VIVIMOS EN UN MUNDO DE DESIGNIO?........................................130
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................130
ARGUMENTO PARA EL MECANICISMO ......................................................................134
ARGUMENTO PARA LA TELEOLOGÍA..........................................................................136
PRIMER ESLABÓN..........................................................................................................136
SEGUNDO ESLABÓN.....................................................................................................141
TERCER ESLABÓN. ........................................................................................................142
CUARTO ESLABÓN. .......................................................................................................143
QUINTO ESLABÓN. ........................................................................................................144
SEXTO ESLABÓN............................................................................................................146
SÉPTIMO ESLABÓN. ......................................................................................................146
MECANICISMO Y TELEOLOGIA .....................................................................................147
REALISMO CRISTIANO Y TELEOLOGIA ......................................................................150
CAPITULO 10: ENFOQUE EMPÍRICO A LA RELIGIÓN ...............................................151
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................151
ESTUDIO DE LA RELIGIÓN .............................................................................................152
DEFINICIÓN DE LA RELIGIÓN .......................................................................................153
PROBLEMAS DE LA RELIGIÓN ......................................................................................155
OBJECIONES AL FINITISMO TEISTA...........................................................................162
EL NATURALISMO Y LA EXPERIENCIA RELIGIOSA ...............................................167
EL IDEALISMO Y LA EXPERIENCIA RELIGIOSA......................................................170
CAPITULO 11: FILOSOFÍAS EMPÍRICAS DE LA VIDA ................................................173
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................173
NATURALISMOS ..................................................................................................................175
EL MATERIALISMO. .......................................................................................................178
EL NATURALISMO EVOLUTIVO .................................................................................178
EL VITALISMO ..................................................................................................................180
EL NEORREALISMO .......................................................................................................182
EL POSITIVISMO .............................................................................................................183
EL MATERIALISMO DIALÉCTICO ..............................................................................185
LOS IDEALISMOS ...............................................................................................................188
EL PLATONISMO. ............................................................................................................188
EL ABSOLUTISMO. .........................................................................................................188
198
EL SUBJETIVISMO .........................................................................................................190
EL PANPSIQUISMO .........................................................................................................191
EL PERSONALISMO .......................................................................................................191
EL REALISMO PERSONAL. ..........................................................................................192
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................192
Edición digital
26-01-15
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