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N° : 7337 - 2017
ESPEC. DR. : QUEZADA MURGA
INTERPONE RECURSO IMPUGNATORIO
DE APELACIÓN.
I. PETITORIO
Que, al amparo del Artículo 414º inciso 1) literal b) concordante con el Artículo 416º
inciso 1 literal a) Código Procesal Penal, recurro por vuestro despacho con la finalidad de
DEDUCIR RECURSO IMPUGNATORIO DE APELACIÓN CONTRA LA
SENTENCIA CONTENIDA EN LA RESOLUCIÓN N° 10 DE FECHA 31.01.19,
QUE CONDENA A HERVIN PEREIRA ZAMATA COMO AUTOR DEL DELITO
DE FEMINICIDIO EN GRAVADO DE TENTATIVA, MOTIVO POR LO CUAL,
SOLICITO SE SIRVA CONCEDER LA MISMA Y ELEVAR LOS ACTUADOS
AL SUPERIOR JERÁRQUICO, DONDE ESPERO OBTENER LA
REVOCATORIA DE LA SENTENCIA RECURRIDA Y EN CONSECUENCIA SE
ABSUELVA DE LA ACUSACIÓN FISCAL, en mérito a los siguientes fundamentos
de hecho y derecho que paso a exponer:
“Artículo 189.- La pena será no menor de diez ni mayor de veinte años si el robo es cometido:
(…) 2. Durante la noche o en lugar desolado, 3. A mano armada, 4. Con el concurso de dos o
más personas.”
De ese modo, la conducta del robo se configura cuando el sujeto activo con la finalidad
de obtener un provecho patrimonial, sustrae para sí un bien total o parcialmente ajeno de
modo ilegítimo, haciendo uso de la violencia contra la persona o la amenaza de un peligro
inminente, para su vida o integridad física.
1
R.N. N° 3932-2004, Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema, jurisprudencia vinculante del 7
de febrero del 2005.
2
Expediente N° 2221-99-Lima en Revista Peruana de Jurisprudencia, N° 2, año I, 1999, p. 342.
3
Rey Freyre, 1983, p. 76.
4
Peña Cabrera, 1993, p. 70.
precisaba que existe violencia o “vis absoluta” cuando se aplica una energía física
destinada a vencer la resistencia de la víctima.
Mientras que por su parte, la amenaza como medio facilitador del apoderamiento
ilegitimo consiste en el anuncio de un mal o perjuicio inminente para la vida o integridad
física de la víctima, cuya finalidad es intimidarlo y de ese modo, no oponga resistencia a
la sustracción de bienes objeto del robo. Para determinar si la amenaza ha sido suficiente
para intimidar a la víctima, en un caso concreto, será indispensable verificar si la
capacidad psicológica de resistencia del sujeto pasivo ha quedado suprimida o
sustancialmente enervada.
Por último, respecto a la tipicidad subjetiva del supuesto hecho del robo comporta el dolo
directo, pero posee un ingrediente cognitivo-volitivo mayor: el conocimiento por parte
del sujeto activo que está haciendo uso de la violencia o amenaza grave sobre la persona
y la voluntad de actuar bajo esta acción5. No obstante, se requiere un elemento subjetivo
adicional, particular o específico como es el ánimo de lucro, esto es, el agente actúa
guiado por la intención de sacar provecho económico del bien mueble sustraído.
5
Expediente N° 3337-2001-ICA, en Rojas Vargas, 2005, p. 259.
SEGUNDO: Sin embargo, rechazamos totalmente dicho fundamento toda vez que el A
Quo ha otorga mayor consideración a las actas que han sido actuadas en la presente causa,
sin primero haber realizado el análisis respectivo de los elementos objetivos del tipo penal
a fin de poder determinar fehacientemente la existencia de responsabilidad penal para
Cristian Rivas Rivero, esto en razón, que el elemento objetivo para la configuración del
delito de robo es la violencia (vis absoluta o vis compulsiva) al momento de la
sustracción.
TERCERO: Asimismo, se tiene de la acusación fiscal que para la realización del robo
en agravio de Miguel Lázaro Rojas se habría utilizado un arma de fuego, sin embargo, no
se ha tomado en cuenta que en el Acta de Intervención Policial N° 635-2011-
DEP.PAT.MOT.NORTE, no se ha precisado respecto se haber encontrado el arma
de fuego, mucho menos existe un Acta de Recojo que pueda acreditar dicho acto, así
también en el Acta de Registro Personal, tampoco se ha indicado que se haya
encontrado dicha arma en poder de alguno de los intervenidos, máxime si tampoco
se ha practicado Dictamen de Restos de Disparo por Arma de Fuego, suficiente para
lograr verificar la existencia de arma de fuego presuntamente utilizada el día de los hechos
con finalidad de anular la voluntad de resistir por parte del agraviado al momento del
evento delictivo.
En este sentido, no ha existido medio de prueba que haya podido acreditar que Miguel
Lázaro Rojas haya sido víctima de robo de su equipo celular, en razón que no se ha podido
determinar la existencia de violencia o amenaza en su agravio.
TERCERO: Por otro lado, dentro de los fundamentos antes expuestos, se señala que la
vinculación del acusado Cristian Rivas Rivero se encuentra sustentada con el Acta de
Declaración del Agraviado Miguel Lázaro Rojas, en razón que el mismo logró
reconocerlo, asimismo, se suma a ello, el Acta de Declaración de Juan Carlos Narcizo
Risco y el Acta de Declaración de José Ignacio Marín Bueno, sin embargo, en la presente
causa se ha dado actuado la lectura de dichas actas de declaraciones de testigos no
han comparecido a nivel de juicio, originado que se transgredan los principios que
rigen el juicio oral, esto es, el principio de contradicción, el principio de oralidad y
el principio de publicidad entre otros, situaciones de vital importancia, pues
únicamente así la defensa puede examinar a los testigos y a los órganos de prueba que la
fiscalía presenta.
CUARTO: De lo anterior, se debe indicar que no resulta ser válido lo antes manifestado
en razón que no se ha cumplido con los requisitos exigidos por el artículo 383° del
Código Procesal Penal, para la procedencia de lectura de la prueba documental de
manera excepcional en determinadas circunstancias, la misma que refiere únicamente
podrán ser incorporados a nivel de juicio para su lectura y en consecuencia sólo de esa
manera pueden ser insertadas las actas: “(…) d) las actas conteniendo la declaración de
testigos actuadas mediante exhorto”, entre otros. Hecho que no ha ocurrido en el
presente proceso, pues no concurren los presupuestos requeridos, máxime si se sabe
que la prueba únicamente es aquella que se materializa a nivel de juicio conforme a
los principios que lo rigen, lo que permite como ya se explicó anteriormente, examinar
a los testigos y en consecuencia se emitirá sentencia en razón a las pruebas que se hayan
actuado en dicho estadía procesal, por consiguiente, no existe medio probatorio que
acredite fehacientemente que el tipo penal, máxime si el agraviado no ha comparecido a
juicio para acreditar el hecho.
SEGUNDO: Sin embargo, rechazamos totalmente dicho fundamento toda vez que si bien
se señala que al acusado se le encontró un bien que le pertenecía al agraviado, durante
el proceso nunca se ha logrado acreditar que el equipo celular que le fue sustraído a
Miguel Lázaro Rojas sea de su propiedad, esto en razón que nunca se han actuado
documentales tales como factura o boleta que pueda acreditar la compre del bien o incluso
la visualización del equipo celular a fin de determinar su pertenencia, en razón que para
la configuración del tipo penal, se requiere incluso de un apoderamiento ilegítimo de un
bien mueble total o parcialmente ajeno para proceder a su sustracción mediando violencia
o amenaza, hecho que no se ha logrado acreditar en el presente.
Finalmente, cabe indicar que una de las garantías que ofrece la Constitución Política del
Perú, es el derecho de la presunción de inocencia, la misma que para ser destruida, no
solo basta la acreditación del hecho punible, sino que es necesario acreditar la vinculación
del hecho con el sujeto de imputación, de modo que se pueda determinar su
responsabilidad penal. Siendo éste el sentido en que se pronuncia el Tribunal
Constitucional; así el derecho a la presunción de inocencia está contenido en la STC N°
0618-2005-PHC/TC fund. 22 que comprende “(…) el principio de libre valoración de
la prueba en el proceso penal, que corresponde a los jueces y tribunales; que la sentencia
condenatoria se fundamente en auténticos hechos de prueba y que la actividad probatoria
sea suficiente para generar en el Tribunal la evidencia de la existencia no sólo del hecho
punible, sino también la responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y así desvirtuar
la presunción”. En atención a esto, si es que en el desarrollo del proceso no aparece
evidencia concreta respecto a la comisión del delito, lo que cabe por mandato
constitucional es absolverse al sentenciado.
POR TANTO:
Solicito a Ud. señor Juez, sírvase a proveer
conforme a ley.