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ENSAYO USO DE FÁRMACOS EN PEDIATRÍA

La farmacología pediátrica es una ciencia que estudia los fármacos usados en

pediatría y abarca aspectos relacionados con su acción, forma de administración,

indicaciones terapéuticas y acciones tóxicas (Flórez, Armijo, & Mediavilla, 2013). A pesar

de los avances en farmacología pediátrica ocurridos en los últimos años los niños siguen

siendo “huérfanos terapéuticos”, expresión utilizada en los años 60’ por el Dr. Harry

Shirkey para referirse a la falta de recursos terapéuticos en esta población(Sutcliffe,

1999). El objetivo de este artículo es introducir a nuestros lectores en la farmacología

pediátrica, enfatizando la problemática desde una perspectiva práctica(González, 2016).

Los profesionales sanitarios están obligados a tratar a los niños de la mejor manera

posible, lo cual invariablemente implica el uso no autorizado de fármacos, o el uso de

medicamentos en condiciones distintas a las autorizadas. Hasta ahora, se definía el uso

compasivo como la utilización de medicamentos en indicaciones o condiciones de uso

no autorizadas en pediatría. En el ámbito pediátrico, este uso era muy amplio, y el uso

compasivo era la única “vía legal” para emplear ciertos fármacos, incluyéndose tres

aspectos diferentes: el uso de fármacos en indicaciones no autorizadas, es decir, el

empleo de ciertos fármacos cuya indicación no estaba autorizada, ni siquiera para la

población adulta (uso compasivo por indicación); el uso de ciertos fármacos en

condiciones diferentes a las indicadas en su ficha técnica, es decir, el uso en niños de

un fármaco para una indicación sí autorizada para población adulta (uso compasivo por

grupo de edad) (Fernández-Llamazaresa, Manrique-Rodrígueza, & Sanjurjo-Sáezb,

2011).
La farmacodinamia, definida como lo que el fármaco le hace al organismo, debe

ser considerada en el escenario cambiante del paciente pediátrico. Sin embargo, a pesar

de la importancia del comportamiento farmacodinámico de los fármacos en niños, los

datos son escasos. En la edad pediátrica algunos medicamentos tienen un

comportamiento farmacodinámico distinto a los adultos, lo que determina

particularidades en sus efectos terapéuticos, como por ejemplo los sedantes (Johnson,

Miller, & Hagemann, 2012) y los anticoagulantes(Yee, O’Brien, & Young, 2013). Además,

las reacciones adversas sobre el crecimiento ocurren en esta edad, como por ejemplo

los efectos deletéreos de los corticoides sobre el crecimiento, las alteraciones en el

crecimiento óseo por las tetraciclinas(Mushtaq & Ahmed, 2002) o sobre el cartílago por

fluoroquinolonas (González, 2016).

La administración por piel provee de mayor absorción en las primeras edades de

la infancia, en comparación a los adultos, lo que puede ser explicado por la presencia de

un estrato corneo más delgado y por el mayor grado de difusión cutánea e hidratación

de la epidermis. Por ejemplo, la exposición sistémica de corticoides o antisépticos

tópicos en niños podría ser más alta que los adultos. En el caso de la absorción por vía

intramuscular se considera variable y, en general pobre, debido a un flujo sanguíneo

relativamente bajo y por la poca masa muscular que presentan los niños pequeños.

Debido a la falta de una supervisión adecuada, ocurre con frecuencia que se

administren a los niños medicamentos no autorizados para uso pediátrico. Esta práctica

puede resultar dañina y causar efectos secundarios potencialmente peligrosos. Aunque

los jarabes y las formas farmacéuticas líquidas de administración oral son ideales y en

algunos casos están disponibles para los niños, su costo puede ser entre dos y tres
veces superior al de los medicamentos en forma de comprimido destinados a los adultos.

Ante la carencia de formulaciones pediátricas, los trabajadores de atención sanitaria y

los padres a menudo recurren a la peligrosa práctica de utilizar fracciones de formas

farmacéuticas destinadas a los adultos o a otras soluciones improvisadas, como la de

triturar comprimidos o disolver en agua parte del contenido de una cápsula (OMS, 2013).

La ignorancia o desconocimiento de estas diferencias en la farmacoterapia

pediátrica ha llevado en el pasado a distintas tragedias relacionadas con los

medicamentos. La mayoría de ellas ocurrieron al comienzo de la vida, en el periodo

neonatal: ej. Sulfonamidas como causa de kernicterus (daño cerebral grave asociado a

la hiperbilirrubinemia neonatal) y cloranfenicol dando lugar al síndrome de Gray (colapso

cardiovascular) en el recién nacido. Otro ejemplo bien conocido es la exposición en el

útero a la talidomida, que provoca el nacimiento de bebés con malformaciones

congénitas (focomelia).

Como consecuencia de estas tragedias, las agencias de medicamentos solicitaron

de los fabricantes de medicamentos la realización de investigaciones más amplias y

rigurosas antes de la comercialización. Se requirió la investigación de la eficacia y

seguridad de los medicamentos en la población para la que estaban dirigidos y

comercializados. Por tanto, son necesarias estrategias especiales de desarrollo de

medicamentos para niños.

Los niños no son solo pequeños adultos. Es muy importante recordar esto al darles

medicamentos. Darle a un niño la dosis incorrecta o un medicamento que no es para

ellos puede tener efectos secundarios graves. Las etiquetas (o prospecto adjunto) de los

medicamentos recetados tienen una sección sobre "uso pediátrico" que indica si los
efectos de esa medicina se han estudiado en niños. También señala las edades de los

niños en el estudio. Algunos medicamentos de venta libre, como los que tratan la fiebre

y el dolor, se han estudiado para determinar su efectividad, seguridad o cantidad

adecuada en los niños. Pero muchos otros no han sido estudiados.

BIBLIOGRAFÍA

Fernández-Llamazaresa, M., Manrique-Rodrígueza, S., & Sanjurjo-Sáezb, M. (2011).

Seguridad en el uso de medicamentos en pediatría.

https://doi.org/10.5546/aap.2011.510

Flórez, J., Armijo, J. A., & Mediavilla, A. (2013). Farmacologia humana.

González, C. Q. F. (2016). FARMACOLOGÍA DEL PACIENTE PEDIÁTRICO. Revista

Médica Clínica Las Condes, 27(5), 652–659.

https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2016.09.010

Johnson, P. N., Miller, J. L., & Hagemann, T. M. (2012). Sedation and analgesia in

critically ill children. AACN Advanced Critical Care, 23(4), 415-34; quiz 435-6.

https://doi.org/10.1097/NCI.0b013e31826b4dea

Mushtaq, T., & Ahmed, S. F. (2002). The impact of corticosteroids on growth and bone

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OMS. (2013). OMS | Algunos datos sobre los niños y los medicamentos de uso

pediátrico. WHO. Retrieved from http://www.who.int/childmedicines/media/facts/es/

Sutcliffe, A. G. (1999). Prescribing medicines for children. BMJ (Clinical Research Ed.),

319(7202), 70–71. Retrieved from http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10398609

Yee, D. L., O’Brien, S. H., & Young, G. (2013). Pharmacokinetics and


pharmacodynamics of anticoagulants in paediatric patients. Clinical

Pharmacokinetics, 52(11), 967–980. https://doi.org/10.1007/s40262-013-0094-1

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