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GALERÍA ZARA

GOZA GRÁFIC
A noviembre -
diciembre ‘04

enero - febrero ‘05


CIÓN DE HUESCA
SALA SAURA, DIPUTA

Porches de Galicia, 4 Pº. Constitución, 33 pral. izda.


Huesca | Tfno. 974 294 100 Zaragoza | Tfno. 976 221 076
Fue con motivo de la exposición Después de Goya. Una mirada subjetiva, cele-
brada en Zaragoza en 1996, cuando Antonio Saura, comisario de la muestra, se
encontró con Víctor Mira. Habían pasado cinco años desde que Mira escribiera
una carta dirigida a Saura solicitándole ser admitido en el círculo de aragoneses
tan ilustres como Gracián, Goya, Buñuel y el propio Saura –a quienes éste deno-
minaba como los cuatro perros de Goya–. Mira se quiso quinto perro y Saura aco-
gió su sonámbulo errar; no por querencias de origen, sino por la fascinación que
en él suscitaba la rotundidad desoladora de la obra de Mira.

Ocurrió que cuando Saura estaba inmerso en el proceso final de la exposición cita-
da, supo de la serie de los Antihéroes de Mira que como perros amarrados per-
manecen hundidos en su derrota, habitantes de un vacío difícil de colmar. Saura
reconoció en ellos la permanencia de la mirada cruel, la que tiene que ver con el
ojo que piensa, y supo que a ambos les unía ese impulso furioso que invita a pene-
trar en el dominio de lo convulso.

Ahora, cuando ambos artistas no están, sólo resta dar luz a la penumbra impal-
pable de las estancias de los Antihéroes de Mira proporcionándoles el mejor cobi-
jo posible: la celeste cosmogonía de la Elegía de Saura. Hemos de agradecer a
José Navarro, director de la Galería Zaragoza Gráfica, haber hecho posible este
encuentro de tanta intensidad sentimental y pictórica.

DIPUTACIÓN DE HUESCA
Voz última Webster estaba muy poseído por la muerte pareció ver, a una distancia infinita, su
y veía la calavera bajo la piel; rostro reflejado en el fondo. Acaso fuera
y criaturas sin pechos bajo la tierra
sólo un destello: el destello suficiente
se echaban atrás con sonrisa sin labios
(T. S. Eliot, Susurros de inmortalidad)
para desatar el fuego demoledor de la
esperanza. Entonces le pareció oír una
voz, o tal vez era un mandato, que se
Nada puede ser más triste y más preca- reproducía, a través de los oráculos, por
rio que esta posición en el mundo: una toda la tierra. Ya no únicamente le pare-
única chispa de vida en el imperio de la cía verse, sino también escucharse. Y las
muerte, el solitario punto medio del círcu- palabras que llegaban a sus oídos eran
lo solo, sintió Heinrich von Kleist1 ante la las que apremiantemente necesitaba
pintura Monje junto al mar de Caspar escuchar: conócete a ti mismo.
David Friedrich sobre la que versan las
Así, paradójicamente, empezaba la
meditaciones últimas de Víctor Mira. “El
larga marcha hacia lo ‘otro’, pues para
hombre, vida apenas, sólo existe para
el hombre lo ‘otro’, el territorio ignorado
ser testigo”, dejó escrito Rafael Guillén y
del peligro y del deseo –el dios desco-
en esa situación, Mira pudo sentir como
nocido, por excelencia– sólo encontraba
Leopardi2 que el desamparado contem-
fundamento desde su ilusión de conocerse.
plador del cuadro de Friedrich era cons-
ciente, ante el Dolor cósmico y la Belleza
Sin embargo, cuentan de alguno que
esencial, de la voluptuosidad de un nau-
acabó repudiando la sabiduría oracular.
fragar dulcísimo y del horror de una Cansado de asomarse una y otra vez al
inmensidad que desborda su mente. Y pozo, en busca del destello, y no viendo
así, dejarse vencer por la atracción otra cosa que oscuridad, se acercó, en
hacia el abismo, al ser consciente de que una última tentativa, a interrogar al orá-
éste no se encuentra en otro lugar sino en culo. Explicó que ya había hecho mucho
sí mismo. Lo mejor quizás hubiera sido, para conocerse a sí mismo, tanteando
como advierte Rafael Argullol, que el todos los saberes y experiencias posi-
hombre jamás se hubiera asomado a su bles, y que, por tanto, dado que seguía
propio pozo, “pero cuando lo hizo –y en desconociéndose completamente, ansia-
este gesto se grababa su destino– le ba escuchar del oráculo otro tipo de
sugerencia. Como la respuesta se retra-
saba, el hombre, furioso y desesperado,
tomó la determinación de no asomarse
1. Javier Arnaldo, Fragmentos para una teoría románti-
ca del arte, Tecnos, Madrid, 1994, p. 134. más al maldito pozo, sino que, anhelan-
2. Rafael Argullol, La atracción del abismo, Destino,
do ‘otro’ camino, se arrojaría a él. Y sin
Barcelona, 1994, p. 20. esperar más corrió hacia un acantilado
cercano y se tiró al vacío. Se dice que fernalia que les acompaña durante su
mientras caía el oráculo se estaba pro- tiempo de espera: literas construidas con
nunciando: Ignórate a ti mismo.”3 mallas metálicas y maderas viejas, escul-
turas water y lámparas de luz tan morte-
La atracción hacia al abismo es indiso- cina como hiriente, son los enseres bási-
ciable del desafío creador, así lo enten- cos que ocupan la atmósfera agobiante
dió Víctor Mira y así se explica su deci- de unos espacios lúgubres, que semejan
sión de no ser testigo sino actor principal pudrideros, lugares de desafección, mez-
de un ritual en el que la escritura, la pin- cla de mazmorra y tumba. En estos esce-
tura, la escultura, el dibujo y el grabado narios se alinean las “camas” sobre las
remitieran a la dramatización de un viaje que yacen despatarradas figuras que
cuyo final sería al borde de la orilla. Víc- tanto recuerdan a los hombres huecos de
tor Mira hizo suya la imagen desolada T. S. Eliot 5, figuras sin formas, sombras
del monje junto al mar, y desde ese lugar sin color, fuerzas paralizadas, gestos sin
imaginario ansió permanecer en silencio movimiento, sumidos entre el deseo y el
y moverse en dirección al cielo azul. espasmo, entre la potencia y la existen-
Para llegar a la quietud y al silencio de cia, entre la esencia y el descenso cae la
sus meditaciones en torno al cuadro de Sombra. Todo es oscuro, grotesco, desor-
Friedrich, Mira hubo de escenificar antes denado, caótico y oculto, como corres-
su propia danza de la muerte que, al ponde a un lugar en coma, donde lo irra-
igual que el Buto, la danza macabra de cional se impone al escaso repertorio de
Kazuo Ono4, no pretendía conjurarla gestos, gritos y murmullos absurdos con
sino recrearla y hacer sentir las emocio- los que Lendrera y Patacoja, personajes
nes que su contemplación provoca. Una de la obra teatral, retan a la muerte.
amarga burla que desarrolló en la obra Ambos duermen, vestidos, apenas
de teatro Antihéroes, un evocativo y sin cubiertos por andrajosas sábanas. Del
embargo no fatal encuentro con la muer- fondo del escenario emerge una figura
te, cuyo escenario coincide con el desti- que se acerca a la cama donde yace
nado a la exposición. Desde 1995, imá- Patacoja y zarandeándole, le grita ¡Que
genes de antihéroes se incorporaron al te mueras! ¡Que te mueras pronto!, que
singular repertorio iconográfico de la con la tardanza insultas a la muerte. Un
plástica de Mira, junto a la extraña para- año hace que te espera. Un año que ve
cómo no dejas de peinarte, de arreglar-
te la ropa. Y eso la insulta. Cuando se
apagan las luces, la noche se acompaña
3. Rafael Argullol, El fin del mundo como obra de arte,
Destino, Barcelona, 1991, pp. 146-147.

4. Leonardo de Arrizabalaga, “Buto: la danza maca-


bra de Kazuo Ono”, en El Paseante, Núm. 6, Madrid, 5. T. S. Eliot, Poesías reunidas, 1909-1962, Alianza,
1987, pp. 70-77. Madrid, 2003.
de la sombra de la muerte y el estallido Por ese motivo, para limpiar de sangre la
de fuertes y nerviosas carcajadas rompen tierra de Zaragoza, fue por lo que mi
el silencio; el silencio de la muerte que padre se presentó un día en el ayunta-
sólo existe para los vivos. En la obra tea- miento de la ciudad y solicitó un puesto
tral Mira hace que los personajes se qui- de barrendero .7
ten sus zapatos y se coloquen uno enci-
ma de la cabeza. Si la tierra simboliza al Mira convirtió todas sus experiencias,
antihéroe, puesto que es la tierra quien lo enredadas en sus escritos entre la reali-
ha creado, según apunta Ulrike Keller- dad y la ficción, en una representación
Tritschler 6 en el epílogo que acompaña la donde la muerte siempre imponía su
edición de Antihéroes, el simbolismo del ritual agresivo y trágico; que la melanco-
zapato remite a la toma de posesión de lía llegó más tarde. Con su vida escenifi-
la tierra, al viaje y a la muerte; y si la có la impotencia de quien se sabe som-
danza de la muerte que Mira nos propo- bra errante. Así se quiso. Y con su obra
ne tiene como principal objetivo reflexio- vigiló a la muerte, consagrándola en
nar sobre la condición humana, el senti- cada acto creador Del arte de la pintura,
do telúrico del zapato quizás remita tam- del que se decía insistentemente que
bién a una experiencia de la vida del estaba muerto, de sus huesos y pellejos
artista, aquella en la que un día yendo surgía yo como artista y adquiría forma y
con su familia al cine, vio a su padre, color. Escarbando, picoteando en el
que como siempre iba por delante, cadáver magnífico, terminé por hacerle
pararse de improviso y ponerse a escar- la autopsia: muerte por aburrimiento.
bar en el suelo con la punta del zapato. ¡Qué descubrimiento tan trágico! Pero al
Como si quisiera desenterrar algo que remover el amasijo de tendones y nervios
asomaba. Llegamos a su altura y le vimos con mis pinceles, surgió una verdad, una
con los ojos clavados en la tierra. gusanera espantosa de texturas radian-
–¿No pensáis que esta tierra huele dema- tes, una pintura libre de aspavientos y de
siado a sangre?– escuchamos que decía las asfixias de las trincheras de la abs-
su voz apagada y seca. tracción. Era una pintura de gramática
No podía vivir, eso era todo. La sangre figurativa, alejada de las sutilezas evan-
de la guerra le carcomía y él, entonces, gélicas, y a la espera de proxenetas, sin
tomó la decisión de enfrentarse a aquella los que el arte no puede afirmarse.8 Ence-
noche que le perseguía. rrado en la soledad de su taller, en el
absoluto falso silencio de las voces, casi

7. Víctor Mira, “Zaragoza, a la vanguardia del dolor”


6. Ulrike Keller-Tritschler en el epílogo que acompaña a
en España no se puede dormir (sin datos de edición).
la edición de Antihéroes, Der Kunstraum Ruedi Tobler
Basel, Basel, 2002. 8. Víctor Mira, “Apología del delirio” op. cit.
gritos, de las aterrorizadas pinceladas, comentarios dedicados a los valores
machaconas pinceladas que alcanzan el esenciales de la pintura que, si dejan
vituperio, que desencadenan el compor- bien clara su actitud radical, también le
tamiento asombroso de los materiales. ponen en relación con la poética de
Forcejeo en la soledad cuya resaca otros artistas, por ejemplo con la mirada
inmediata no se hace esperar. El murmu- cruel de Antonio Saura, admirador de los
llo de los colores fomenta, con su ansía antihéroes de Mira que en definitiva son
de vida, la anarquía. Brochazos, golpes todos los protagonistas de sus obras, y
de conciencia redentora que se expan- aquí incluyo también los retratos que hizo
den. En momentos como esos, de humi- de Goya. Mira, Saura y antes Goya pro-
llación física y psicológica, la locura piciaron en sus obras el triunfo de la mira-
amenaza con golpear, violenta como un da subjetiva, el poder de la imaginación,
puñetazo. Ira, confusión, ridículos inten- de la crueldad, del instinto y de la expre-
tos sentimentales que terminan en torturas sividad más radical. La mirada inquisitiva
y carcajadas. Y todo tan serio y, a la de Goya y de Saura es en Mira desola-
vez, tan beneficioso para la pintura final, ción, rotunda y hasta conmovedora en
que se convierte así, bruscamente, de ocasiones y en otras despiadada, si eso
una superficie absolutamente idiota en puede ser la desolación, pero en todos
una imagen punzante que emerge con ellos extremadamente cruel. La mirada
una violencia y un estremecimiento cruel, escribió Antonio Saura, tiene que
admonitorios.9 El destino del hombre es ver con el ojo que piensa. El mismo ojo
trabajo incesante, cantó el poeta Eliot. que Luis Buñuel decidió rasgar de un solo
A Víctor Mira, al menos le permitió espe- tajo para penetrar en el lado más oscu-
rar. Una y mil veces repitió la misma obra, ro, en el abismo destemplado de la
tanto dan sus actores, estilitas, calaveras, pasión y del deseo. Mira, como Saura y
cristos, naturalezas muertas, perros ama- antes Goya, se atrevió a dar luz a las
rrados... o antihéroes, porque todos son tinieblas de la pintura, a escudriñar en la
el mismo en el papel de la conciencia naturaleza convulsa de la imagen desnu-
trágica de quien no soporta vivir. Otra da con gestos violentos, a romper el
cosa bien distinta es la gramática, argu- silencio con los estertores de la muerte
mento principal que en definitiva será el que violenta a la carne. Porque una pin-
que fortalezca el discurso plástico por tura no sólo está hecha de colores, sino
encima incluso de las escenificaciones también de violencia, de desesperada
vitales que no hay duda están en el ori- voluntad creativa y de eficacia fecunda.
gen de todo. Mira no tuvo dudas al res- Pintura como densidad puramente abs-
pecto, como lo confirman sus numerosos tracta con la que alcanzar la conciencia,
más allá de la imagen enturbiada, para,
inmediatamente, borrar todo de un solo
9. Víctor Mira, Ibidem. brochazo. Del borrón impreciso surgiría,
como si yaciese allí sepultada, una mag- bra los sueños y pesadillas de los anti-
nitud de presencia irrevocable.10 Susurros héroes dormidos. Las notas musicales de
de inmortalidad11 quedan suspendidos en la Quinta Sinfonía de Beethoven que el
las estancias pintadas de los antihéroes; padre de Víctor Mira escuchaba ince-
son las voces últimas de un relato que ya santemente, hundido en el sofá, en la
ha sido y del que sólo queda sombras. oscuridad de una habitación con las
Jung nos dice que la función esencial del luces apagadas porque Aquella era la
mito del héroe es desarrollar la concien- música más indicada para acallar el
cia del ego individual que dé cuenta de ruido de las explosiones y el tableteo de
su fuerza y debilidad. Antes que el ego las ametralladoras de la guerra que aún
triunfe, el héroe tiene que dominar y asi- tenía enquistados en el cerebro y que no
milar su sombra. La sombra que atrapa al le dejaba vivir 12, el delirio tan goyesco
antihéroe, nunca preparado para morir. de las imágenes obscenas del rapto y
En la tragedia épica de los antihéroes, la desvarío de un cuerpo violentado que
figuras se desfiguran en un proceso impa- Mira rescata para la narración ilustrada
rable determinado por el estremecimiento de Caperucita Roja. Viaje de una gene-
que en ellos provoca el estupor ante la ración, o simplemente la visión del desti-
muerte. Abrazados a sus sombras, su no con los cuerpos transparentemente
destino final no es otro que el de abra- carbonizados, son algunos de los paisa-
sarse en los camastros sobre los que jes oscuros que ocupan las mentes de los
yacen, que más que camas son artilugios antihéroes dormidos. Cuando abran los
de tortura con formas de surreal cotidia- ojos, sus cuencas estarán vacías, sus ros-
neidad como parrillas, tablas de plan- tros convertidos en calaveras y sus cuer-
char, corralitos infantiles, tendedores, jau- pos como hilaturas de fantasmas aullarán
las de animales, peldaños de escalera, definitivamente poseídos por la muerte.
ataúdes y féretros, cruces..., en fin todo Nada, ni siquiera la brutalidad de sus
muestrario eficazmente articulado y ape- pesadillas podrá mantenerles vivos. Poco
nas iluminado con las bombillas de los a poco, ya ausente el deseo, las criatu-
pequeños flexos individuales que dirigen ras sin pechos bajo la tierra se echan
su luz a la cabeza de los personajes, atrás con sonrisa sin labios.
solos o agrupados en nidos. La luz alum-
CHUS TUDELILLA

10. Víctor Mira, Ibidem.

11. En el poema Susurros de inmortalidad de T. S. Eliot,


opus. cit., leemos:
Y aún las Entidades Abstractas
circumambulan su encanto:
pero nuestro destino repta entre costillas secas 12. Víctor Mira, “Zaragoza, a la vanguardia del dolor”
para mantener caliente nuestra metafísica op. cit.
Fantasías nocturnas Antihéroes es el título con el que Víctor todavía con vida, esperanzado e ilusio-
Mira ha bautizado esta colección com- nado, dispuesto a luchar. Es un ente des-
puesta por dibujos, pinturas, cerámicas y engañado, al límite de la tolerancia, un
una pieza teatral. El artista nos abre aquí antihéroe frío, gélido: un muerto.
las puertas del oscuro y tétrico imaginario
de visiones, temores, miedos y pesadillas Cuánta fascinación por el Apocalipsis
del interior de un ser destrozado y des- del ser debieron reflejar los ojos de Mira
garrado. y cuántas creaciones han surgido de
esos ojos. En el ciclo La 5ª Sinfonía de
En este universo artístico, que no concibe Beethoven (1996-1999) encontramos
auténticas distinciones entre el sujeto una mirada alegre, el predominio de la
hombre/mujer, la diversidad y la riqueza fuerza del color rojo y de la luz del ama-
nacen de la disposición, de la decora- rillo. El negro aparecerá en los pequeños
ción: un cuerpo humano muerto que yace puntos de las notas, pero que no simbo-
sobre una ancha tira de tela colocada lizarán la depresión.
sobre un somier; en el abdomen, una
cavidad a modo de herida cubierta con En la colección Antihéroe, creada entre
una reja o repleta de objetos cotidianos, los años 1991 y 2000, Mira introduce
desechos de nuestra sociedad civilizada: ciertas similitudes con La 5ª Sinfonía de
cajas de madera, latas vacías, horquillas Beethoven; sin embargo, nos encontra-
para el pelo... Mezcla de arcilla y cola, mos ahora ante la caída anunciada de
estos objetos suelen formar estructuras, la negatividad y el desencanto sobre la
construcciones arquitectónicas a modo esperanza, la tolerancia, el humor de
de torre alrededor de la cual las camas trasfondo de Mira.
se distribuyen al azar en distintos ángulos
La obra de teatro Antihéroes arranca con
y órdenes, o servir de irregular decora-
la pregunta que lanza Figura, encarna-
ción sobre vastas paredes. Mira hace
ción de la muerte, y que se convertirá en
reposar cuerpos de arcilla sobre extraor-
leit-motif de la pieza: “¿Estás ya muerto?”
dinarias bañeras de madera de Sudamé-
rica o coloca sobre tablones de madera Según Mira, todo intento por resistirse a
una superficie plana de tierra con piezas este personaje es en vano; ante ella no
de barro redondas, complementarias, en sirven las preguntas ni sirve la filosofía.
diagonal, y con trozos de huesos entre Patacoja y Lendrera, sus mensajeros, se
ellas. enzarzarán en una orgía de muerte que
se convertirá en una mutua declaración
De este modo, en este ciclo de la obra de amor, en un símil poético entre el
de Mira, el antihéroe destruido por la paraíso y el crepúsculo, la carne y la
sociedad ya no representa a un enfermo nieve o incluso la carne y la luna, que se
cierra con la frase: "La luna fría de la Mira, energético y enérgico, consagrado
noche oscura / reposa tan honda en el a su profesión hasta la extenuación, sen-
cielo como los muertos en sus tumbas". sible e hipersensible a todo lo que le
Un soldado herido de muerte, el antihé- rodea, reacciona. Y no sólo se ve rodea-
roe, se arrastra junto a ellos; su muerte do y envuelto en miedos negros, sino que
cercana les infunde nuevas energías - al su relación con las cosas, como nos
irse apagando la luz, Patacoja y Lendre- demuestra en el ciclo Beethoven, se
ra recibirán la noche entre carcajadas de impregna de un excelente humor y de
felicidad. Los mensajeros han encontrado una visión pícara y mordaz.
a su próxima víctima, el soldado les pide
Los cuadros de Antihéroes que se pre-
un aplazamiento, no quiere morir. ¿Un
sentan en esta exposición (1997-1998)
aplazamiento? ¿Hasta cuándo? La obra
pertenecen a la época más tardía de la
nos dejará sin respuesta. La escenografía
colección. De la idea central de Beetho-
que Mira introduce en la obra se corres-
ven surge también el ciclo Moods (desde
ponde, en uno de los actos, con las imá-
1998): en la mayoría de las pinturas de
genes del antihéroe creadas para un
esta serie vemos a su familia sobre somie-
espacio arquitectónico. res de madera, cubiertos con lacas, los
ojos cerrados, y sus sueños dibujados
Víctor Mira nos decía en el prólogo de
sobre sus cabezas, como si Víctor Mira
un catálogo para la galería berlinesa
se mostrase a sí mismo. Los sueños como
Zellermayer en 1990: “No intenten
reveladores de la vida privada. La colec-
entenderme ni explicar nada de lo que ción de imágenes Moods se irá amplian-
guardo en mi interior porque las explica- do hasta el año 2003 y se convertirá en
ciones matan al artista”… A pesar de un homenaje a la vida en estampa de
todo, Mira ha luchado con su especial colores puros y brillantes. Las cabezas
encanto para hacerse inteligible, para muertas y los estados depresivos desapa-
ser aceptado como artista. El miedo a recidos por completo, asistimos a la plas-
que se cuestionara su faceta de artista ha mación de la naturaleza en todo su
sido una de sus pesadillas más recurren- esplendor donde el ser humano, las plan-
tes; un miedo que se sienta junto a él y tas, el paisaje, aparecen en el lienzo
que durante unos instantes hace tambalear como por arte de magia.
por completo su ya de por sí inestable
equilibrio moral. El ciclo Imágenes Binoculares, de 1997
hasta casi el 2000, podría considerarse
..."Quería ser radical y extremada- como un punto intermedio entre Antihéroes
mente frío, mis pinceladas tenían que y Moods. El negro de la noche se mez-
ser de hielo ardiente, revelaciones cla con lo placentero y comienza a vis-
divinas"… lumbrarse un cambio de color.
El antihéroe yace en esta colección en un a la obra en una vía de compensación?
particular estado de descanso: su vientre Quién sabe. El abdomen abierto como
sellado con rejas de metal, rodeado de un capullo nos trae la imagen de una olla
lámparas que iluminan cada parte de su hirviendo, el contenido que rebosa ¿el
cuerpo, como sometido a una explora- de un volcán?
ción médica. Una de las camas muestra
un borde de madera que recuerda a un La colección Antihéroes es el enfrenta-
seto y se sostiene mediante estribos de miento directo con la muerte en sus múlti-
hierro atornillados al suelo. Otros cuer- ples facetas, sin compasión, como un
pos yacen sin iluminación, sus cabezas Mira, radical y gélido, reivindicó en su
sobre el somier como capullos marchitos; prólogo: “Todo aquel que vive como yo
juntos a ellos, tras una lámpara de pan- en el exceso, puede reír a gusto. Es el
talla roja, brilla la red de metal como exceso, la necesidad, la libertad, el equi-
parte de la cabeza. Tableros en dos, sin librio o incluso la indiferencia con la que
lámpara, partidos por una red situada en trato a la muerte, lo que la hace bella,
ángulo recto que separa la cabeza del esté yo aquí vivo o muerto. Cuando haya
resto, hace las veces de capilla ardiente, terminado mi tarea estaré, como siem-
especialmente dura y fría. Si nos coloca- pre, listo para el viaje”.
mos frente a las dos camas situadas a
distintas alturas, atornilladas a la pared, ULRIKE KELLER TRITSCHLER
vemos que en la parte inferior queda
representada la destrucción y que una
tela nos conduce hacia la parte superior,
donde un paraguas abierto da sombra a
una calavera. En otro de los cuadros se
ha construido sobre el omnipresente
somier un soporte a modo de mesa ple-
gable donde las patas se atornillan con
un sistema no demasiado fiable. La idea
de la red vuelve a aparecer en la parte
donde reposan la cabeza y los pies. De
otro vientre abierto surgen columnas de
vapor que desembocan en una lata de
tomate vacía, un tenedor, una cuchara,
una taza de leche, un tazón pequeño,
dos pelotas... ¿Se trata de una ocurren-
cia un tanto cínica o de una pesadilla
concebida a partir de la escasez de ali-
mentos de la propia casa que convierte

15
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
65 x 45 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
45 x 65 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
45 x 65 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
45 x 65 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
45 x 65 cm
Antihéroe, 1998 Gouache s/papel
45 x 65 cm
Antihéroes, 1998 Gouache s/papel
45 x 65 cm
Antihéroes, 1997 Óleo s/cartón
80 x 100 cm
Antihéroes, 1997 Óleo s/cartón
100 x 80 cm
Antihéroe, 1998 Óleo s/cartón
100 x 80 cm
Antihéroe, 1998 Óleo s/cartón
100 x 80 cm
Antihéroe, 1998 Óleo s/cartón
100 x 80 cm
Final voice Webster was much possessed by death seemed to hear a voice, or perhaps an
And saw the skull beneath the skin; order, resounding, through the oracles,
And breastless creatures under ground around the whole world. No longer did
Leaned backward with a lipless grin.
he only seem to see himself, but also hear
(T. S. Eliot, Whispers of Immortality)
himself. And the words he heard were
those he desperately needed to hear: find
Nothing is as sad and more precarious
yourself.
as this position in the world: a single
spark of life in the empire of death, the
So, paradoxically, the long journey
single solitary point in the centre of a cir-
towards the ‘other’ started, as for man the
cle, was what Heinrich von Kleist1 felt
‘other’, the obscure territory of danger
standing in front of the painting Monk by
and desire –the unknown god, par exce-
the sea by Caspar David Friedrich, which
llence– only made sense from his desire
is what Víctor Mira’s last reflections are
to find himself.
about. “Man, hardly a life, only exists to
be a witness”, as Rafael Guillén wrote, However, there is talk of some who
and in that situation, Mira could feel like ended up condemning the oracular wis-
Leopardi2 that the helpless contemplator dom. Tired of endlessly peering down
of Friedrich’s painting was conscious, into the well in search of the flash, and
before cosmic Pain and essential Beauty, seeing nothing but darkness, he approa-
of the voluptuousness of a sweet ship- ched it in a final attempt to interrogate the
wreck and the horror of an immenseness oracle. He explained that he had already
engulfing his mind. And so, surrendering gone to great lengths to find himself,
to the attraction of the abyss, being weighing up all possible wisdom and
aware that it exists in no other place but experiences, and that, therefore, given
within himself. Perhaps it would have that he still did not know himself, he year-
been better, as Rafael Argullol warns, that ned to hear further advice from the ora-
man had never peered down his own cle. For lack of response, the man, furious
well, “but when he did so –and so sea- and desperate, vowed never again to
ling his fate– he seemed to see, at an infi- peer into the wretched well, but rather,
nite distance, his image reflected at the longing for an ‘other’ path, would not
bottom. Perhaps a mere flash: enough to hesitate to follow into it. And, without fur-
unleash the raging fire of hope. Then he ther delay, he ran towards a nearby cliff
and jumped over the edge. It is said that
while he was falling, the oracle spoke
out: do not find yourself.”3
1. Javier Arnaldo, Fragmentos para una teoría románti-
ca del arte (Fragments for a Romantic Theory of Art),
Tecnos, Madrid, 1994, p. 134.
3. Rafael Argullol, El fin del mundo como obra de arte
2. Rafael Argullol, La atracción del abismo (The Attrac- (The End of the World as a Work of Art), Destino, Bar-
tion of the Abyss), Destino, Barcelona, 1994, p. 20. celona, 1991, pp. 146-147.
The attraction towards the abyss is inse- of disaffection, a cross between a dun-
parable from the creative challenge, geon and a tomb. In these settings, the
which is how Víctor Mira understood it ‘beds’ on which sprawled out figures lie
and which explains his decision to not be are lined up, figures which remind one of
a witness but rather the protagonist of a The hollow men by T. S. Eliot5, shapeless
ritual in which literature, painting, sculptu- figures, pale shadows, paralysed forces,
re, drawing and engraving bring about motionless gestures, between desire and
the dramatisation of a journey that would spasm, between power and existence,
end at the edge of the shore. Víctor Mira between essence and descent falls the
made the desolate image of the monk by Shadow. All is dark, grotesque, disor-
the sea his own, and from that imaginary derly, chaotic and hidden, as befits a
place he yearned to remain in silence place in coma, where the irrational impo-
and to move up towards the blue sky. To ses itself on the meagre repertoire of
reach the peace and quiet of his medita- absurd gestures, screams and murmurs
tions on Friedrich’s painting, Mira first with which Lendrera and Patacoja, cha-
had to stage his own dance of death racters of the play, defy death. Both
that, as with the Buto, the macabre dance sleep, clothed, barely covered by tattered
of Kazuo Ono4, did not aim to conspire sheets. From the back of the stage, a figu-
against it but recreate it and bring out the re emerges and approaches the bed on
emotions that come into play while con- which Patacoja lies and, shaking him,
templating it. A bitter mocking that in the shouts Die! Die soon!, by waiting you
theatrical play Antiheroes leads to an insult death. It has been awaiting you for
evocative, yet not fatal, encounter with a year. A year watching you endlessly
death, whose stage is that of the exhibit grooming yourself. An insult! When the
itself. Since 1995, images of antiheroes lights go out, night is accompanied by
have been worked into the singular ico- the shadow of death and a burst of loud
nographic repertoire of Mira’s art, toge- nervous laughter breaks the silence; the
ther with the unusual paraphernalia that silence of death which only exists for the
accompanies them during their time in living. In the play, Mira makes the cha-
waiting: bunk beds made of metal mesh racters take their shoes off and place one
and old pieces of wood, toilet sculptures on their heads. If the earth symbolises the
and lamps as dim as they are hurtful, antihero, seeing as it is the earth who cre-
make up the basic furniture that fill the ated him, as Ulrike Keller-Tritschler6 points
oppressive atmosphere of the gloomy
spaces, resembling a rotting-room, places
5. T. S. Eliot, Poesías reunidas (Collected Poems),
1909-1962, Alianza, Madrid, 2003.

4. Leonardo de Arrizabalaga, “Buto: The Macabre 6. Ulrike Keller-Tritschler in the epilogue that accompa-
Dance of Kazuo Ono”, in El Paseante, No. 6, Madrid, nies the edition of Antiheroes, Der Kunstraum Ruedi
1987, pp. 70-77. Tobler Basel, Basel, 2002.
out in the epilogue that accompanies the With his life he staged the importance of
edition of Antiheroes, the symbolism of one who knows of the roaming shadow.
the shoe refers to the taking possession of That’s how he wanted it. And with his
the earth, to the journey and to death; work he watched over death, consecra-
and if the main purpose of the dance of ting it in every creative act Of the art of
death proposed by Mira is to reflect on painting, which was constantly said to be
the human condition, the earthly meaning dead, from his bones and skin I arose as
of the shoe perhaps also refers to a life an artist and took on shape and colour.
experience of the artist, in which, one Scratching around, picking over the mag-
day, when going to the cinema with his nificent corpse, I ended up performing an
family, he saw his father, who as usual autopsy on it: death by boredom. What
was walking ahead, suddenly stop and a tragic discovery! But, by stirring around
start digging in the ground with the tip of the tangle of tendons and nerves with my
his shoe. As if he were trying to uncover paintbrushes, a truth was revealed, a
something sticking out. When we caught horrific tangle of radiant textures, a pain-
up to him, he was staring down at the ting free of frantic waving and of the suf-
ground. focation of the trenches of abstraction. It
–Don’t you think the ground smells too was a painting of figurative grammar, far
much of blood?– we heard him say in a from evangelic subtleties, awaiting
dull and dry voice. pimps, without which art cannot reaffirm
He could not live, that was all. The blood itself .8 Holed up in the solitude of his
of the war had consumed him and he workshop, in the absolute false silence of
then took the decision to face the night the voices, almost screams, of the terrori-
that was pursuing him. sed brushstrokes, insistent brushstrokes
For this reason, to clean the blood off the resembling criticism, which unleash the
ground of Zaragoza, was why my father astounding behaviour of the materials. A
one day turned up at the city hall and solitary struggle whose immediate back-
applied for a job as a street sweeper. 7 lash soon appears. The murmur of the
colours, with their desire for life, encoura-
Mira converted all his experiences, tan- ges anarchy. Wild brushstrokes, strokes
gled up in his writings between reality of expanding redeeming conscience. In
and fiction, into a representation where moments like these, of physical and
death always performed its aggressive psychological humiliation, madness threa-
and tragic ritual; melancholy came later. tens to strike, with punching violence.
Rage, confusion, ridiculous sentimental
attempts that end up in torture and laugh-

7. Víctor Mira, “Zaragoza, in the vanguard of pain” en


España no se puede dormir (in One cannot sleep in
Spain) (no details of edition). 8. Víctor Mira, “Apologia of Delirium” op. cit.
ter. And all so serious and, at the same desolation, emphatic and even moving at
time, so beneficial to the final painting, times and ruthless at others, if this could
which so abruptly changes from an abso- be grief, but extremely cruel in all of them.
lutely idiotic surface into a striking image The cruel look, wrote Antonio Saura, has
that emerges with violence and a shudder to do with the eye that thinks. The same
of admonishment .9 Man’s fate is endless eye that Luis Buñuel decided to slash with
work, sang the poet Eliot. Víctor Mira a single stroke in order to penetrate the
was at least allowed to wait. A thousand darkest side, into the cold abyss of pas-
and one times he repeated the same sion and desire. Mira, like Saura and
work of art, such is the endurance of his before that Goya, dared to light up the
actors, Estilitas, skulls, Christs, lifeless darkness of painting, to scrutinise the con-
natures, leashed dogs… or antiheroes, vulsive nature of the naked image with
because they are all the same in the role violent gestures, to break the silence with
of the tragic conscience of those who the death throes that rip flesh apart.
cannot bear to live. Something very diffe- Because painting does not consist only of
rent is the grammar, the main plot which colours, but also of violence, desperate
will eventually be what strengthens the creative will and prolific efficiency. Pain-
artistic discourse even more than the vital ting as purely abstract density with which
settings that are undoubtedly the origin of to reach consciousness, beyond the blur-
everything. Mira had no doubts about it, red image, to immediately erase every-
as confirmed by his numerous comments thing with a single brushstroke. From the
on the essential values of painting that, imprecise smudge arose, as if hidden
besides clearly confirming his radical atti- there, a magnitude of irrevocable presen-
tude, also place him on a par with the ce.10 Whispers of immortality11 are sus-
poetic art of other artists, for example, pended in the painted rooms of the anti-
with the cruel glare of Antonio Saura, an heroes; they are the last voices of a bygo-
admirer of Mira’s Antiheroes, which are ne tale, of which only shadows remain.
essentially all the protagonists of his Jung tells us that the essential role of the
works of art, including, in my opinion, the myth of the hero is to develop the cons-
portraits he painted of Goya. Mira, cience of the individual ego which gives
Saura and, before them, Goya, in their account of its power and weakness. Befo-
works of art, brought out the triumph of
the subjective look, the power of imagi-
nation, of cruelty, of instinct and of the
10. Víctor Mira, Ibidem.
most radical expressiveness. The inquisiti-
ve look of Goya and Saura in Mira is 11. In the poem Susurros de inmortalidad (Whispers of
Immortality) by T. S. Eliot, opus. cit., we read:
And even the Abstract Entities
Circumambulate her charm;
But our lot crawls between dry ribs
9. Víctor Mira, Ibidem. To keep our metaphysics warm.
re ego can triumph, the hero must prevail Red Riding Hood. The journey of a gene-
and assimilate his shadow. The shadow ration, or simply the vision of destiny with
that traps the antihero, never ready to transparently charred bodies, are some of
die. In the epic tragedy of the antiheroes, the dark landscapes that occupy the
the figures are disfigured in an unstoppa- minds of the sleeping antiheroes. When
ble process determined by a shudder pro- they open their eyes, their sockets are
voked in them by stupor when faced by empty, their faces turned into skulls and
death. Clinging to their shadows, their their bodies like threads of howling
final destiny is no other than that of bur- ghosts finally possessed by death.
ning on the old hard beds on which they Nothing, not even the brutality of their
lie, which more than beds are torturing nightmares, can keep them alive. Little by
devices with shapes of surreal familiarity, little, with desire long gone, the breastless
such as grilles, ironing boards, playpens, creatures under ground leaned backward
washing lines, animal cages, staircase with a lipless grin.
steps, coffins, crosses..., all in all, every-
thing efficiently itemised and dimly lit with CHUS TUDELILLA
the bulbs of the small individual lamps
that shine their light on the characters’
heads, alone or grouped together. The
light lights up the dreams and nightmares
of the sleeping antiheroes. The musical
notes of Beethoven’s 5th Symphony that
Víctor Mira’s father listened to incessantly,
sprawled out on the couch, in the dark-
ness of a room with the lights turned off
because That was the most appropriate
music to drown out the noise of the explo-
sions and the rattling of the machine guns
of the war that was still deeply engraved
in his mind and that did not allow him
live12, the grotesque delirium of the obs-
cene images of the abduction and
ravings of an outraged body that Mira
rescues for the illustrated narration of Little

12. Víctor Mira, “Zaragoza, in the vanguard of pain”


op. cit.
Night fantasies Antihéroes is the name chosen by Víctor What fascination for a state of apocalyp-
Mira to describe this collection of dra- tic feelings must have been reflected in
wings, paintings, ceramics and a theatri- Mira’s eyes! May we recall the great
cal play. The artist lures us into the dark number of works of art brought to life from
and obscure imagery of visions, fears his vision… This is where the cycle on the
and nightmares that lurk deep inside him, 5ª Sinfonía de Beethoven (1996-1999)
that of a destroyed and broken man. begins, filled with the most joyful ideas, in
which the power of red and the light of
In this artistic world, which makes no yellow prevail, together with the little
clear distinction between the subject black dots of the musical notes, also
man/woman, diversity and richness are black surfaces, but which in this case
born from will, from decoration: a dead were not conceived as a symbol of
human body which lies on a wide strip of depression.
cloth over a bed board; in its abdomen,
In the Antihéroes collection, created bet-
a gaping wound with a railing filled with
ween 1991 and 2000, Mira introduces
everyday objects, the waste of our civili-
certain similarities with the 5ª Sinfonía de
zed society: wooden boxes, empty tins,
Beethoven - the vision of the promised
hairpins… A mix of clay and glue, these
downfall of hope, tolerance and humour
objects form structures, architectural cons-
on a terrain of negativism and brazen-
tructions resembling towers around which
ness.
beds are strewn around randomly at dif-
ferent angles and directions, or serve as The theatrical play Antihéroes starts with
irregular decoration on spacious walls. a question posed by Figura, the embodi-
Mira rests clay bodies on extraordinary ment of death, which is the leit-motif thread
wooden bathtubs from South America or of the whole play: “Are you dead yet?”
lays a flat mud surface with complimen- According to Mira, all resistance to this
tary round balls of mud diagonally across Figure is in vain, all questions and philo-
wooden planks with fragments of bone in sophy futile. Patacoja and Lendrera, his
between. messengers, start an orgy of death which
turns into a mutual declaration of love, a
In this way, at least in this part of Mira’s poetic comparison between paradise
work of art, the antihero, destroyed by and twilight, flesh and snow, and even
society, is no longer the image of a sick flesh and the moon, to end with the phra-
man, still alive, hopeful and expectant, se: “The cold moon of the dark night /
ready to fight. A man completely depri- lies so deep in the sky as the dead in their
ved of tolerance, a cold, icy antihero: a graves”. A mortally wounded soldier, the
lifeless being. antihero drags himself towards them,
filling them with new energy - the light The paintings of Antihéroes displayed in
goes out and Patacoja and Lendrera this exhibition (1997-1998) already
receive the night with roars of laughter. belong to the later stage of the theme:
The messengers have found his next vic- from the Beethoven idea, springs the new
tim in the soldier, who begs both charac- Moods series (since 1998): in most of the
ters for more time. Until when? The play paintings in this series, his family appears
does not answer this question. The set on wooden bed boards, covered in lac-
design that Mira introduces in the play is, quer with their eyes shut and their dreams
in one of the acts, the images of the anti- painted on their heads, as if Víctor Mira
hero created for an architectural space. was introducing himself. The dreams as
revealers of his private life. The collection
Víctor Mira explains in 1990 in the pro- of Moods images grew up to the year
logue of a catalogue for the Zellermayer 2003 in homage to life, painted in pure
Gallery of Berlin: “Don’t try to understand bright colours. The lifeless heads and the
me or explain my inner feelings, as all depressive states completely disappear -
explanations kill the artist”… In spite of it is nature in all its splendour. The human
everything, Mira has fought hard, with his being, the plants, the landscape appear
special charm, to make himself under- on the canvas as if by magic.
stood, to be accepted as an artist. The
fear that there may be doubts concerning The Imágenes Binoculares cycle (from
his artistic facet was another of the night- 1997 to almost 2000) could be consi-
mares that haunted him; it accompanied dered a vision somewhere between Anti-
him and, for a moment, shook his tenuous héroes and Moods. It shows the black of
moral equilibrium. the night together with pleasure, gra-
dually revealing a change in colour.
…“I wanted to be radical and extre-
mely cold, my brushstrokes had to be The antihero lies in a peculiar state of
like burning ice, like divine revela- rest: its belly covered by metal bars and
tions”… surrounded by lamps that light up its entire
body as if subjected to a medical exami-
Mira, a man full of energy and zest, nation. One of the beds shows a wooden
totally devoted to his work, sensitive and edge resembling a hedge, suspended
hypersensitive to everything that surroun- from iron beams bolted to the floor. Other
ded him, reacted. And he was not only unlit figures sleep like cocoons with their
surrounded and enveloped by dark fears lifeless heads on the bed board, and next
but, as shown by the Beethoven cycle, his to them, the metal grid shines as part of
relationship with things was impregnated the head, behind a lamp with a red
with excellent humour and cunning and shade. An image of bars with two parts,
amusing vision. without lamps, split by a grid arranged at
a right angle, which separates the head The Antihéroes collection is a direct con-
from rest of the body, acting as a funeral frontation with death in its multiple facets,
chapel, especially hard and cold. Stan- without compassion - as a radical and
ding right in front of the image of the two gelid Mira referred to it in his prologue:
beds bolted to the wall at different “All living humans, like myself, who indul-
heights, one can see destruction repre- ge, may laugh at their hearts’ content. It’s
sented at the bottom, and a piece of cloth the excesses, the needs, the freedom, the
draws one’s gaze towards the top, where balance and even the indifference with
there is an open umbrella shading a skull. which I treat death which makes it beau-
In another of the paintings, on the omni- tiful, whether I be here dead or alive.
present bed board, a support resembling When all my work is done, I will as
a foldaway table is constructed, on always be ready for it”.
which the legs are bolted using a rather
unreliable system. The idea of the grid
reappears only in the part that supports ULRIKE KELLER TRITSCHLER
the head and feet. From another gaping
belly rise columns of steam which flow
into an empty tin of tomato, a fork, a
spoon, a cup of milk, a small mug, two
balls... Is that a rather cynical occurrence
or a nightmare born from the lack of food
in the house itself which converts the work
of art into a means of compensation?
Who knows? The abdomen gaping like
a cocoon reminds one of a boiling pot
and its broth overflowing of a volcano?
víctormira 1949 Nace en Zaragoza. 1980 Primera exposición individual, Galería
George Staempfli, New York.
1968 Realiza su primera exposición que es, tam- Primera exposición individual, Galería
bién, la primera exposición de escultura al Artema, Barcelona, donde se muestra una
aire libre que se celebra en la ciudad de selección de trabajos del ciclo Interiores
Zaragoza. catalanes con tomate.
Primera exposición individual, Galería Inicia los trabajos preparatorios para el
N’Art, Zaragoza. libro de grabados, Cien imágenes de Afri-
ca, que se publicará finalmente en 1996
1969 Primer viaje a Madrid. con un texto de Barry Walker, curator del
Museum of Fine Arts, Houston, USA.
1971 Estancia en Madrid frecuentando asidua-
mente Alea donde conoce a Luis de Pablo. 1981 Fred Jahn Gallery, Munich, publica In
Buchstaben liegt das Feuer, su primer libro
en alemán.
1972 Asiste a los Encuentros de Pamplona donde
Participa en Prespktive’81 a invitación de la
conoce a John Cage.
Feria de Arte de Basel, Suiza.
Galería Dobloug, Oslo, Noruega.
1973 Primera exposición individual, Galería Pol
Realiza 51 pinturas basadas en la Máqui-
Verdié, Madrid.
na del Gorjeo de Paul Klee, ciclo que se
expone en la Thomas Gallery de Munich.
1974 Ana María Canales publica su libro Víctor
Mira, eres mi pintor preferido, Madrid.
1982 Galerie Tanit, Munich, Alemania.
Publica Situación en Barcelona, su segundo
1975 Viaja a Heidelberg donde reside durante
libro de poemas.
cinco meses.
Realiza sus primeros grabados en los talle-
Regresa a Madrid efectuando frecuentes
res de Xavier Corberó, Barcelona.
viajes a Alemania.
Galerie Stähli, Zurich, Suiza.
Publica El libro de las dos hojas. Realiza la portada para el libro de Fran-
cisco Domingo Moreno, El hombre ante la
1976 Comienza en Alemania a trabajar en sus muerte, Universidad Central de Bayamón,
series Spanische Haltung y Manos. Puerto Rico, Ed. Cruz Ansata.

1977-78 Deja Madrid para irse a vivir a Barcelona, 1983 Primer viaje a USA invitado por el Mea-
donde comienza su ciclo de pinturas Inte- dows Museum de Dallas.
riores catalanes con tomate. Meadows Museum, Dallas, USA.
Publica su libro Estética Kebrada Aragonesa. Trabaja en los talleres de grabado de la
Southern Methodist University, Dallas, USA.
1979 Publica su primer libro de poemas El bienes- Viaja a New York donde permanece
tar de los demonios. durante cinco meses. Comienza a escribir
Primera exposición individual, Galería una serie de historias cortas, reunidas
Tanit, Munich, Alemania. bajo el título Desde fuera del universo emo-
Empieza a trabajar en su libro Tierra. cional paterno. Realiza en Barcelona sus
George Staempfli le visita en su taller de primeras series de esculturas en hierro, Cul-
Barcelona. tura del arco y Mediodías.
Primera exposición en la Galerie Lang, Galerie Eric Frank, Ginebra, Feria ARCO,
Viena, Austria. Madrid.
Galerie Thomas, Munich, Alemania. Dorsky Gallery, New York.
Primera exposición de obra gráfica, graba- Galería Joan Prats, Barcelona.
dos y xilografías, editados por Fred Jahn, Galería Miguel Marcos, Madrid.
Galerie Fred Jahn, Munich, Alemania. Comienza a trabajar en el libro de graba-
Comienzan los preparativos del libro El ase- dos Estilitas, el silencio de los labios.
sino entra en la ciudad. A finales de año se traslada a vivir a
Munich, sin abandonar su taller de Barce-
1984 Realiza en Barcelona sus primeras escultu- lona.
ras en bronce.
Staempfli Gallery, New York. 1989 Vera List hace donación de la pintura San
Hastings Gallery, The Spanish Institute, Sebastián a la Christ Church, Greenwich,
New York. Connecticut, USA.
Printshop Gallery, en cuyos talleres realiza Realiza la cubierta para la primera edición
la Suite de grabados El tiempo es una fle- americana de los poemas de Salvador
cha parada en el aire, Amsterdam, Holanda. Espriu.
Galería Eude, Barcelona. Galerie Dobloug, Oslo, Noruega.
Sala Campzar, Zaragoza. Art Frankfurt, Galería Carles Taché-Barcelo-
na, Frankfurt, Alemania.
Comienza a trabajar en su serie Bachkan-
1985 Comienza su serie Estilitas.
taten.
La revista Extrema Presión le invita a partici-
You can’t sleep in Spain, Dorsky Gallery,
par en una edición objeto, donde se publi-
New York.
ca su libro de poemas Madre Zaragoza.
Galerie Hans Mayer, Düsseldorf, Alemania.
Galería Joan Prats, Barcelona.
Galerie Eric Frank, Ginebra, Suiza.
Participa en Art Cologne 24 con la Galería Galería Carles Taché, Barcelona.
Joan Prats, Köln, Alemania.
Realiza el libro de xilografías Baselitzbeuys.
1990 Viaja a Colombia para su primera exposi-
ción en Bogotá, Galería Fernando Quintana.
1986-87 Se traslada a Zurich, Suiza.
Publica su segundo póster, Arte o prostitu-
Galerie Thomas, Munich, Alemania.
ción, en revistas internacionales.
Publica el poster Así soy - Así me quiere Es entrevistado en TV con motivo de la pri-
España en revistas internacionales. mera exposición oficial en España, Madre
Galerie Thomas, Munich, Alemania. Zaragoza, Palacio de Sástago, Zarago-
Galerie Thomas, Munich, Feria de ARCO, za; Lonja de Alcañiz y Castillo de Valde-
Madrid. rrobles, Teruel; Diputación de Huesca.
Se publica el libro de bibliofilia Tierra. Galería Miguel Marcos, Zaragoza.
Galerie Eric Frank, Ginebra, Suiza. Galerie Zellermayer, Berlín, Alemania.
Publica el libro de grabados El asesino Dorsky Gallery, New York.
entra en la ciudad.
Se traslada de nuevo a Barcelona. 1991 Publica su tercer póster Like Van Gogh en
revistas internacionales.
1988 Samuel Dorsky le visita en su estudio de Bar- Primera exposición en México, organiza-
celona. da por Montserrat Galí Boadella, Museo
Galerie Bel’Art, Estocolmo, Suecia. del Chopo, México D.F.
Realiza sus primeros trabajos fotográficos. The silence of the lips, Lirik Kabinett, Munich.
Galería Miguel Marcos, Feria de ARCO, Styliten un Bachkantaten, Hospitalhof, Sttut-
Madrid. gart; Galerie Angelika Harthan, Stuttgart,
Viaja a New York para su exposición en la Alemania.
Dorsky Gallery. El European Ceramic Center de Holanda le
El hedor de la virtud, Galería Miguel Mar- invita a trabajar en sus talleres. Permanece-
cos, Madrid. rá allí durante cuatro meses,realizando sus
Retrospectiva y libros, Galerie Zimmermann primeras esculturas de Antihéroes.
& Franken, Mönchengladbach, Alemania. Publica su libro de xilografías dedicado a
Publica sus tres libros de grabados Imáge- la sardana La Nina Encantada de E. Morera.
nes para enamorados, Bachkantaten y Esti-
Realiza la portada para el libro de Josep
litas, el silencio de los labios.
M. Reguant, Radiografía d’una ruptura, Ed.
Escribe el texto para el catálogo de la pri-
Llibres del Segle.
mera exposición del artista austríaco Arnulf
Rainer en España.
1995 Ediciones Libertarias, Madrid, publica su
1992 A petición de Elias Canetti, realiza la libro de poemas Poeta Muerto.
cubierta para la primera edición de su libro Antihéroes, esculturas, Künstler Haus, Bre-
Die Fliegenpein, Hanser Verlag, Alemania. genz, Austria.
Galerie Zellermayer, Berlín, Alemania. La editorial de arte Beck & Eggeling, Leip-
Bachkantaten, Musée d’Art Moderne de zig, publica el libro de grabados Beetho-
Colliure, Francia. ven Fünfte Symphonie, acompañado por
Bachkantaten, Festival Van Vlaanderen, textos del director de la Filarmónica de San
Stadt Aalst de Bélgica Francisco, Herbert Bloomstedt.
Invitado por P.K. Fischer, realiza sus prime-
Pinturas y esculturas, Galerie Michael Beck,
ras cerámicas en Valencia.
Leipzig, Alemania
El silencio de los labios, Verein für Original
1993 Publica su cuarto póster, A Mere Crisis is
Radierung, Munich, Alemania.
Not Enough, en revistas internacionales.
Es invitado a participar con una seleción de Esculturas y objetos, Galería Carles Poy,
Bachcantatas en la Bachwoche de Ans- Barcelona.
bach, Alemania. Bachkantaten, Centre d’Estudis Contempo-
La Galeria Miguel Marcos conmemora su ranis La Caixa, Lleida.
10 aniversario con la exposición, Suite Ara-
gón, Zaragoza. 1996 El artista Antonio Saura le invita a participar
Bachkantaten, Galerie Hans Mayer, Düssel- en la exposición conmemorativa del 250
dorf, Alemania. aniversario del nacimiento de Goya, La Lonja,
Realiza el cartel para la Ökomesse de Zaragoza.
Zurich, Suiza. Publica el libro 100 imágenes de África,
con una introducción de Barry Walker.
1994 Publica en Barcelona el libro de ensayos,
Galerie Denise van de Velde, Aalst, Bélgica.
Trepitjans les flors, Ed. Llibres del Segle.
Antihéroes, Kunstraum Ruedi Tobler, Basilea,
Galerie Zellermayer, Berlín, Alemania.
Suiza.
Bachkantaten, Galerie Peter Bäumler,
Regensburg, Alemania. Galerie Lang Wien, Viena, Austria.
Es invitado a trabajar en los talleres de gra- Galerie Michael Beck, Leipzig, Alemania.
bado de la Fundación Joan Miró, Palma El quinto perro, Galería Miguel Marcos,
de Mallorca. Allí realiza los grabados de Zaragoza; Sala Ignacio Zuloaga, Fuende-
su libro Beethoven Fünfte Symphonie. todos, Zaragoza.
1997 Es invitado a participar en la Art Biennale Escribe en Munich, Antihéroes, su segunda
de Nueva York por la curator Amy Chaiklin. obra de teatro.
Dorsky Gallery, New York. Publica en alemán el primer volumen de su
Kunstmarkt Desden, Munich, Alemania. autobiografía El insomnio de la adolescencia.
Presentación de su autobiografía en la
1998 Publica su libro y cartel The Two Most Cle- Kunst Köln 2000, Köln, Alemania.
ver Sons of Salvador Dalí. El monje junto al mar bien temperado,
The Two Most Clever Sons of Salvador Leonhardi Museum, Dresden, Alemania.
Dalí, Kulturkonzept Sprengel, Munich, Ale- Su escultura en bronce, Estilita, expuesta en
mania. la muestra Figur 2000, Regensburg, es
Beethoven Fünfte Symphonie, Gewand-
adquirida y queda instalada en el Gewer-
haus, Lepzig, Alemania.
bepark, Regensburg, Alemania.
Beethoven Fünfte Symphonie und Peteneras,
Publica Axiomas, libro con nueve grabados
Galerie Michael Schultz, Berlín, Alemania.
a color de gran formato y textos de dife-
The mistery of sexuality, Kunstraum Ruedi
rentes autores.
Tobler, Basel.
Víctor Mira. Años 80, Galería Arsnova XIX,
Las huellas del caminante, Galería Zaragoza
Gráfica, Zaragoza. Madrid.
Kunstmarkt Desden, Munich, Alemania. El Kunstraum Ruedi Tobler, Basel, publica el
Materia. Espíritu, Galería Miguel Marcos, libro Good-bye Series, una colección de
Barcelona. 62 dibujos. Primer volumen de la trilogía
Galerie Mirko Mayer & Kunsthandel, Colo- Éxtasis de un solista.
nia, Alemania. Mira completa su serie de 47 monotipos
Kultur Kozepte Sprengel, Munich, Alema- Good and Evil Coexist in a Delicate Balan-
nia. ce Easly Upset.
Cave Canis publica Un cop un altre cop, su Retrospektive, Galerie Baumgartl, Munich,
primera obra de treatro, otoño-invierno 98, Alemania.
Barcelona.
2001 La Editorial Electa/Mondadori publica su
1999 Primera exposición individual de fotografías libro Caperucita Roja. Viaje de una Gene-
en The Photography Show 99, Mayer & ración.
Mayer, New York. El libro Axiomas se presenta en la Galería
La revista Blind Spot de New York publica Druck & Buch, Tübingen, Alemania.
una selección de sus fotografías. El Kunstraum Ruedi Tobler, Basel, publica
Exposición de sus trabajos fotográficos, Good and Evil Coexist in a Delicate Balan-
Robert Mann Gallery, New York. ce Easily Upset, segundo volumen de la tri-
El Parlamento de Aragón edita un grabado logía.
de Mira como homenaje al pintor Antonio Su libro de ensayos y artículos, En España
Saura, recientemente fallecido. no se puede dormir, es publicado por la
Bachkantaten, Kapelle der Katholische Galería Miguel Marcos, Barcelona.
Hochschul-gemeinde, Regensburg, Alemania. El primer volumen de su autobiografía, Die
El coleccionista P.K. Fischer publica un catá- Schlaflosigkeit der Adoleszenz, se presenta
logo completo de sus cerámicas. en la Literatur Haus, Basel, en colaboración
con Der Kunstraum Ruedi Tobler.
2000 La Diputación de Zaragoza inaugura la La galería La Caja Negra, Madrid, expone
colección Baltasar Gracián publicando su la serie de grabados Axiomas y una retros-
libro Humus. pectiva de su obra gráfica 1983-2000.
Realiza el cartel para la plaza de Toros de La galería gráfica La Caja Negra, presenta
Zaragoza en la Feria del Pilar, Zaragoza. la serie de grabados El Monje junto al mar,
El periódico Der Tagespiegel, Berlín, Ale- ARCO, Madrid.
mania, publica el proyecto de Mira Short Recibe el premio al mejor artista español
Cuts. vivo ARCO 2003.
Monje junto al mar, Galerie Peter Bäumler,
2002 El Kuntraum Ruedi Tobler, Basel, publica su
Regensburg, Alemania.
segunda obra de teatro Antihéroes junto
El Kunstraum Ruedi Tobler, Basel, publica el
con un epílogo de la Dra. Ulrike Keller T.
libro Geniuses Out, colección de 51 dibu-
Se realiza la primera performance de Anti-
jos y último volumen que completa la trilo-
héroes en Stuttgart, bajo la dirección de
gía Éxtasis de un solista.
Ulrike Tritschler, y en colaboración con la
Antihéroes, Teatro, dirigida por Félix Mar-
Sociedad Hispano-Alemana.
tín, Museo Pablo Serrano, Zaragoza.
Antihéroes, pinturas, objetos y esculturas,
Antihéroes, Teatro, dirigida por Félix Mar-
Centro Zapata, Stuttgart.
tín, Festival de Teatro de Huesca, Huesca.
Axiomas, Galería Zaragoza Gráfica, Zara-
El Kuntsraum Ruedi Tobler, Basel, publica la
goza.
obra de teatro El cielo de las mujeres con
Apología del éxtasis, retrospectiva, comisa-
epílogo de la Dra. Ulrike Keller T.
riada por el Prof. Dr. Fernando Castro Fló-
El Monje junto al mar, Galería Zaragoza
rez, Museo Pablo Serrano, Zaragoza.
Gráfica, Zaragoza.
Apología del éxtasis, retrospectiva, Galería
Se publica el libro de grabados, Oratorio
Miguel Marcos, Barcelona y Zaragoza.
Taurino, con textos de J.A. Ruiz-Espartaco.
Antihéroes se representa bajo la dirección
de Ulrike Tritschler, en el Rheinterrassen
2004 Himmel der Frauen, obra de teatro en un
Museum, Düsseldorf, Alemania.
acto, Deutsche-Guggenheim Museum, die
La galería gráfica La Caja Negra, Madrid
lange Nacht der Berliner Museen, Berlín,
edita la serie de 12 grabados El monje
Alemania, dirigida por Ulrike Tritschler.
junto al mar.
Obra sobre papel, Deutsche-Guggenheim
El monje junto al mar bien temperado, Beck
Museum, Berlín, Alemania.
& Eggeling, Düsseldorf, Alemania.
Antihéroes, Galería Zaragoza Gráfica,
Realiza en Barcelona 14 grabados para el
Zaragoza.
libro de Tauromaquia, Oratorio Taurino.
Antihéroes, Sala Antonio Saura, Diputación
Escribe su tercera obra de teatro El cielo de
de Huesca, Huesca.
las mujeres.
Se publica el libro de bibliofilia, El camino
que recorrió el chino Mira, Barcelona.

2003 El Gobierno de Aragón en colaboración


con la Galería Miguel Marcos presenta en
la feria de ARCO, Madrid, un proyecto
escultórico en homenaje al agua, Medita-
ción acerca del agua dulce, junto con la
publicación de un libro del mismo título.
Así como el estreno por primera vez en
España de Antihéroes, bajo la dirección de
Félix Martín y el grupo de teatro aragonés
Luna de Arena.
Museos y colecciones públicas Biblioteca Nacional, Madrid • Museo el Sedo, Santander • Neue Gale-
rie der Stadt, Linz, Austria • Kunstmuseum, Basel, Suiza • Museum am
Ostwall, Dormund, Alemania • Museum of Modern Art, New York, USA
• Toledo Museum of Art, Toledo, USA • Museo de Bellas Artes, Vitoria •
Graphotek, Stuttgart, Alemania • Bayerische Staatsbibliothek, Munich,
Alemania • Christ Church, Greenwich, Connecticut, USA • Diputación
Provincial de Zaragoza, Zaragoza • Staatliche Graphische Sammlung,
Munich, Alemania • Herzog August Bibliothek, Wolfenbüttel, Alemania •
Städtlisches Kunstmuseum, Reutlingen, Alemania • Collection Dobermann,
Chef du Pont, Francia • Colección Instituto de Crédito Oficial, Madrid •
Colección Argentaria, Madrid • Gobierno de Aragón, Zaragoza • Dipu-
tación de Huesca, Huesca • Albertina Museum, Viena, Austria • Col.lec-
ció Testimoni, la Caixa, Barcelona • Cortes de Aragón, Zaragoza • Kup-
fertich-Kabinett, Dresden, Alemania • Kunstsammlung Deutsche Bank,
Munich, Alemania • Graphische Sammlung in der Staatsgalerie, Stuttgart,
Alemania • Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid • Kuns-
treferat der Diözese, Würzburg, Alemania • The University of Iowa Libra-
ries, Special Collections, Iowa, USA • Colección de esculturas, RENFE.
• Museo El Patio Herreriano, Valladolid.

Libros El bienestar de los demonios, Poemas, 1979 • Situación en Barcelona,


Poemas, 1982 • Madre Zaragoza, Poemas, 1985 • Trepitjan les flors,
Antología de textos, 1994 • Poeta muerto, Poemas, 1995 • Un cop un
altre cop, Teatro, 1998 • Humus, Antología de textos, 1999 • Die Schla-
flosigkeit der Adoleszenz, Autobiografía, 2000 • Good-Bye Series,
2000 • Caperucita Roja. Viaje de una generación, 2001 • Good and
Evil Coexist in a Delicate Balance Easily Upset, 2001 • En España no se
puede dormir, Antología de textos, 2002. • Antihéroes, Teatro, 2002 •
Geniuses Out, 2003 • El cielo de las mujeres, Teatro, 2003.

Libros de bibliofilia El libro de las dos hojas, 1974-1975 • Estática Kebrada Aragonesa,
1977 • Im Buchstaben liegt das Feuer, 1979 • Baselitzbeuys, 1985 •
Tierra, 1979-1986 • El asesino entra en la ciudad, 1983-1987 • 16
Sonetti lussuriossi di Pietro Aretino, 1989 • Estilitas, el silencio de los
labios, 1988-1991 • Imágenes para enamorados, 1984-1991 • Bach-
kantaten, 1991 • La Nina Encantada, 1994 • Beethoven Fünfte Sympho-
nie, con textos de Herbert Bloomstedt, 1995 • 100 Imágenes de Africa,
con una introducción de Barry Walker, 1979-1996 • The two most cle-
ver Sons of Salvador Dalí, 1979-1998 • Axiomas, 1994-2000 • El
camino que recorrió el chino Mira, 1978-2002 • Oratorio Taurino, con
textos de J.A. Ruiz-Espartaco, 2003.
exposición catálogo

Título Editan
Víctor Mira. Antihéroes Diputación de Huesca
Espacios Galería Zaragoza Gráfica

Galería Zaragoza Gráfica Textos


Noviembre-diciembre, 2004 Chus Tudelilla
Sala Saura, Diputación de Huesca Ulrike Keller Tritschler
Enero-febrero, 2005
Diseño
Organizan David Navarro. Semprini
Diputación de Huesca
Fotografías
Presidente: Antonio Cosculluela
Presidenta de la Comisión de Cultura: María Antonia Brusau Gonzalo Bullón
Galería Zaragoza Gráfica Jal
Director: José Navarro Traducción
Coordinación Cillero & de Motta
Teresa Luesma Impresión
José Navarro Calidad Gráfica
Montaje Depósito Legal Z-2948/04
Servicios Técnicos de Diputación de Huesca
ISBN 84-95005-53-0
Seguros
Gil y Carvajal, Corredores
vídeo

Obra de teatro
Antihéroes de Víctor Mira
agradecimientos
Realización
La Galería Zaragoza Gráfica agradece Compañía Teatral Luna de Arena
Dirección: Félix Martín
la colaboración de los coleccionistas que
Intérpretes: Lendrera - Ricardo Joven • Patacoja -
han hecho posible esta exposición
José Carlos Álvarez • Figura - Cristina de Inza
Producción
Departamento de Educación, Cultura y Deporte
Gobierno de Aragón
DIPUTACION

DE HUESCA GALERÍA ZARAGOZA GRÁFICA

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