ENSAYO

EL TIO PETROS Y LA CONJETURA

DE GOLDBACH
Sharon Dayana Osorio Montaña
Fundamentos de Matemáticas
Fundación Universitaria los Libertadores

En algún momento de nuestras vidas hemos amado, pero ¿Cómo relacionar esto con el tío
petros y la conjetura de Goldbach?, dos temas muy distintos, pero que haciendo una gran
observación, pueden darse la mano.
El tío Petros encontró el amor, ese amor que te hace feliz, que no reemplazarías por nada
ni por nadie. Aunque el amor de Petros e Isolda duró poco tiempo, hizo que Petros
desencadenara una gran obsesión a las matemáticas, especialmente por la conjetura de
Goldbach. Esto provoco una serie de acontecimientos en la historia de Petros, porque él
quería al amor de su vida y nunca aceptó que Isolda estuviera con otra persona, por esto
quiso volverse el mejor matemático y encontrar la conjetura de Goldbach para llamar la
atención de Isolda por segunda vez, ya que una de las razones por las cuales Isolda estuvo
con él fue porque sentía una gran atracción por su inteligencia y entrega al estudio. Él lo
sabía, y resolviendo la conjetura ella iba a volver a sus brazos.
¿Pero que paso? Pues Petros nunca se dio cuenta de que se estaba fijando en una sola meta,
la cual lo estaba llevando a una vida de soledad, que por muchos años, si no es que por toda
su vida, se entregó a la conjetura de Goldbach y al amor de Isolda. Se encontró con una
meta inalcanzable. Su error fue nunca proponerse metas alcanzables, nunca vio las
pequeñas cosas y por eso perdió la oportunidad de publicar su teorema de particiones de
Papachistos. A esto Petros le restó importancia: “Al fin y al cabo solo eran unos teoremas”,
ya que estaba buscando algo más, algo inalcanzable. Después de enterarse de que la
conjetura puede no tener solución, las noches de Petros se vuelven difíciles, se frustra,
había entregado su vida a las matemáticas y había perdido algo que parecía tener ya en sus
manos.
Esto pudo ser diferente si Petros, en vez de asumir una posición de derrotado, hubiera
aceptado el resultado y hubiera avanzado; sin amargar su existencia por el fracaso y así
mismo transmitirlo a los demás. Petros cuenta que Isolda muere junto con sus dos hijas y
que solo se había vuelto un fantasma para él, el amor de su vida muere, no tiene opción de
volver a verlo o estar junto a él. Petros nunca tuvo otra mujer, ni mucho menos hijos, tal
vez por guardarle luto a Isolda, a de que lo negara, es lo que se puede suponer.
Cuando se habla de amor no solo se trata del amor a Isolda, sino también de las otras
expresiones de amor, como hacía la familiar. El libro cuenta como ninguno de los
matemáticos más famosos tenía una familia feliz, cada uno tenía su propio infierno en vida,
ellos estaban solos con las matemáticas y estas los consumían por completo, no tenían amor
de nadie, apartaban a los seres más queridos por resolver problemas, por tener un título:
El mejor matemático; pero acosta de su felicidad, y la de su familia. Ellos nunca tuvieron
una persona para contarle sus frustraciones, nada más allá de amoríos pasajeros, cosa
realmente diferente a tener a una sola persona a la que contar sus experiencias, felicidades
y decepciones. El tío Petros no era querido por nadie, ni por su familia, a excepción de su
sobrino, quien fue una gran fortaleza, esta relación ayudó a ambos, haciendo el estar juntos
una necesidad.
La principal enseñanza del libro, entonces, tiene que ver con el amor. La importancia de
este sentimiento y lo que se es capaz de hacer por él. El amor por Isolda, la pareja, por la
familia o por una vocación, es la fuerza que nos permite a los seres humanos continuar con
nuestras vidas. Perder este, como Petros lo hizo, es una tragedia, pero a la vez es una
advertencia de lo que puede ocurrir una vez que lo descuidamos en busca de una meta
inalcanzable o por un gran sacrificio, así como lo hace un matemático, como él, puede
hacerlo un militar, en defensa de su país. El libro es una obra recomendada por este gran
mensaje, y debería ser leído tanto por grandes como por pequeños.