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DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Sea este un lugar para recordarlo y para renovar el compromiso con la defensa de los
Derechos Humanos con su proclama: “Acá estamos y estaremos siempre, en el fragor de
la lucha o en la quietud de la muerte”.
Esta placa metálica de 80 x 100 cm, con aspecto fúnebre que contrasta con la
jovialidad que caracterizó a Jesús María Valle, está allí para no permitir que la memoria
del abogado y defensor de derechos humanos desaparezca para siempre, como parece
ser la voluntad de aquellos que, no solo lo mataron físicamente, sino que, además,
quieren impedir que se hable de sus ideas y acciones en defensa de los más
respuesta del entonces gobernador de Antioquia Álvaro Uribe Vélez, fue acusar
del profesor, y la reciente declaración del delito de Jesús María Valle como crimen de
lesa humanidad por parte de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, son los
hechos más destacados logrados por quienes luchan para que se haga justicia y por
pequeña parcela en ese municipio del norte antioqueño, se trasladó con su esposa
Blanca y sus once hijos a Medellín a finales de los años 50, para buscar mejores
oportunidades para todos. Jesús María, desde pequeño, trabajó en el campo, al cual
de A., donde se destacó como líder estudiantil. El trabajo duro en el campo y su paso
carácter rebelde y un gran amor por el servicio a los hombres, en particular, a los más
pobres.
A mediados de los años 60, retornó a Medellín y, con el apoyo de sus hermanos,
Mauricio Alberto Herrera Valle, su sobrino, que, en 1997 ─un año antes de su
asesinato─, una vez enterró a su padre después de padecer un cáncer dijo “ya puedo
diputado por el partido Conservador y presidió el Concejo Municipal de Ituango por dos
periodos consecutivos (1993 – 1997). Miembro fundador del Comité Permanente para
la Defensa de los Derechos Humanos desde 1979, el cual presidió después del
asesinato del también humanista, médico y profesor Héctor Abad Gómez, ocurrido el 25
conmemoración del aniversario del asesinato del profesor, organizó las primeras
Jornadas por la Vida y la Libertad Jesús María Valle Jaramillo, tarea que retomaron los
Políticas años más tarde, como un compromiso por mantener vivo el espíritu íntegro y
de muerte por los paramilitares, pero no consideró dar un paso al costado, animado por
el ejemplo que le había dado su amigo y compañero de lucha por la defensa de los
Antioquia Leyder Perdomo (abogado egresado de la U. de A.), que “hay quienes dicen
que cuando matan a Jesús María, el legado que recoge Gustavo es: si el profe no dio
en el contexto de las amenazas de los paramilitares el que tenga miedo que se compre
Para el año 1996, el accionar de los grupos paramilitares ya dejaba más de 150
participación del Ejército y la Policía Nacional en estos hechos, y la desidia que mostró
el gobernador Álvaro Uribe ante los incesantes llamados del defensor para que
María, pues sobre el terreno, él mismo recogió testimonios de los campesinos que
crímenes, hechos que puso en conocimiento de las autoridades y que siempre negaron
Antioquia, estas fueron las palabras de Jesús María, cuando se le pidió que presentara
las Convivir se confunden en los uniformes, en las sedes, en los vehículos que utilizan.
Es decir, ya la Fiscalía tiene que pedir permiso a esos personajes que aparecen
los inspectores que hacen esos levantamientos de cadáveres son asesinados para
destruir las pruebas, para impedir los sistemas de investigación judicial. Esa es la
situación hoy. Lo han visto mis ojos, lo he presenciado con gente de mi pueblo, de mis
veredas, de mis corregimientos. A esas personas que yo vi nacer, con esas personas
con quienes escuché silbidos de miseria en las montañas, han sido asesinadas. Y yo he
pleno centro de Medellín, Jesús María Valle Jaramillo también caía liquidado por los
“Era una persona muy noble ─dice Mauricio Herrera, su sobrino, también
abogado especialista en altas cortes─, entonces, claro, había que acabar una persona
con esa contundencia, porque lo noble lo hacía fuerte. Entonces, claro, había que
matarlo. En Colombia, las personas que dicen la verdad, que quieren ayudar al
2000 llevó el caso del asesinato del defensor ante la Corte Interamericana de Derechos
reparación de las víctimas de este crimen. En el acto de entrega por parte del gobierno
a 16 años del crimen, una de las medidas tomadas por la CIDH, María Victoria señaló:
“Hoy, el mundo entero sabe con grado de certeza, que lo que denunció Jesús María
Valle en 1997 era cierto y que los señalamientos que le pusieron una diana en el
corazón, eran cobardes y mentirosos, igual que sus autores. A pesar de ello, su crimen
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para encontrar la verdad, fueron frenados con amenazas que costaron el exilio a varios
de ellos. Los autores intelectuales del asesinato de Jesús María Valle siguen en libertad
Sebastián Quintero Marín, hoy egresado de la misma facultad que acogió a Jesús
María, y quien dijo aquel día que “aún no se conocen los autores intelectuales y
materiales, no se sabe cuáles fueron los poderes reales y fácticos que jugaron en el
diferentes ámbitos, gracias a muchas personas. Dos de sus sobrinos, Luis Fernando
cuanto a la labor que realizan a través de la corporación, esto opina Mauricio: “Nosotros
hemos tratado. No es fácil llevar el nombre de Jesús, porque Jesús primero que todo
era un hombre muy digno. Ser digno en esta sociedad es muy difícil, por la injusticia
social que se comete, por todas las necesidades y las injusticias que se cometen. De lo
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que uno se da cuenta en este ejercicio es que las instituciones no son moralmente
legítimas y las políticas públicas no están enfocadas en la protección del ser humano.
esa complicidad por una actitud pasiva, omisiva, de no solidarizarse con los problemas
impresionante”.
Ciencias Políticas y hoy profesor de la misma, cree que la memoria de Jesús María
pervive en la Facultad gracias a los estudiantes: “[…] aquí hubo un intento que tuvimos
nosotros en la oficina [de asuntos estudiantiles de la Facultad] por fundar una cátedra
de derechos humanos que se llamaría Jesús María Valle Jaramillo, aquí hubo un
intento porque éste edificio se llamara Jesús María Valle Jaramillo, hubo intentos. Yo no
Valle Jaramillo ─insisto en que puedo ser injusto─ yo creo que se debe en muy buena
[…]”.
Otro punto de vista del legado del jurista es el que expresa Sebastián Quintero
Marín, también egresado de la Facultad de Derecho y quien dice que: “Jesús María no
solo era un activista por los derechos humanos […]; Jesús María Valle Jaramillo hace el
discurso después de que matan a Héctor Abad Gómez. Después de que ve matar al
Argentina. Ahí estamos hablando del calibre de la persona que era Jesús María Valle
Jaramillo. Mientras uno se exilia, el hombre asume […], lo que ya está hablando de la
coherencia y la consecuencia. Pero, no solo era un activista, sino que además era un
gran académico […]. Tenía posiciones académicas muy bien fundamentadas […]. Para
nosotros, Jesús María recogía esas dos cosas: un activista tremendo por los derechos
humanos con denuncias fundamentadas y claras, pero también era muy buen
académico. Entonces, si uno recoge ese legado, es una persona que, una oficina de
estudiantes como ésta, de su facultad, que además nosotros por mucho tiempo
trabajamos el tema de los derechos humanos, no vistos como los derechos humanos
de la legitimación liberal del capital, sino como los derechos humanos construidos en el
los derechos humanos son una herramienta también en disputa. Hay quienes los usan
para legitimar ciertas acciones, nosotros entendimos en esta oficina que era, entendido
como movimiento social y desde el legado de Jesús María como resistencia y como
comunidades por parte del Estado […]. Esta oficina se construyó también como la
opina respecto al rescate del legado de Jesús María lo siguiente: “[…] hace diez años
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exactamente pedimos el busto y todavía no hay un busto del profesor Jesús María Valle
en la Facultad; también me parecería muy triste nombrar un salón con el nombre del
principalmente estimulado y activo. Y si aquí van a apropiarse del discurso del nombre
o a lucrarse del nombre del profesor Jesús María, pues yo también estoy con
Sebastián, yo si prefiero que siga siendo una memoria rebelde, una memoria que en la
pequeños colectivos por mantenerla viva, me parece que también tiene un valor muy
Pues bien, Mauricio, Leyder, Sebastián y Santiago, piensan que aun hoy el tema
del asesinato de Jesús María provoca miedo. Detrás del crimen hay personas muy
miedo, porque han logrado de múltiples maneras burlar la justicia por todos estos años.
Parece que pocos quieren involucrarse en una causa que creen ajena, la de luchar por
algo tuvo Jesús María fue valor para enfrentar a todos los enemigos de su pueblo; tuvo
rectitud para levantar su voz de protesta sin mancha alguna en su vida; y tuvo
desprendimiento para abrazar como propias las consignas que levantaban los más
junio de 2018.
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Placa en memoria de Jesús María Valle Jaramillo fijada en el bloque 14, Facultad de
Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia.
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