Jairo Rodríguez Teología Sistemática

29/03/19 Prof.: Dr. Rafael Zaracho

Resumen Introducción y Parte II La Doctrina de Dios. Milne Bruce.

4. El ser de Dios

Respecto a la existencia de Dios, la Biblia no se enfoca en dar un argumento racional

para demostrarlo, sino que parte de la idea incuestionable de que ya hay un Dios. Además,

hay pruebas racionales de diferentes tipos que, en resumidas cuentas, apoyan la idea de que

existe un ser superior, ya sea creador u organizador de todo, quien está por encima de todas

las cosas, y cuya naturaleza es inigualable. Pese a la relación del hombre con Dios, llega a

mostrarse una enemistad que, pone en tela de juicio tal existencia. (Milne, 2008, págs. 79-

87)

5. Dios la Santísima Trinidad

Dios es Espíritu, es viviente y es personal. El lenguaje en plural y otros indicios en el

A.T. apoyan la idea bíblica de la trinidad, esto está relacionado con la unidad de Dios en el

pensamiento hebreo, y la constante plenitud de su presencia. A pesar de que la idea de

Trinidad fue presentada ya hace cientos de años en la iglesia, no existe un símil con el cual

se pueda comparar la forma en que están organizadas las tres personas de Dios.

6. Atributos o perfecciones de Dios

Existen ciertas cualidades o características que, se le atribuyen a Dios, y que, pueden

ser categorizadas de distintas formas. Especialmente hay dos grupos, los atributos

comunicables y los incomunicables. Además, Calvino advierte la prudencia que se ha detener

ante descripciones detalladas.

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La gloria de Dios se manifiesta en su magnificencia, infinitud, auto – existencia e

inmutabilidad. El señorío de Dios es atribuido en la Biblia a todas las personas de la trinidad

y se manifiesta en la omnipotencia, omnipresencia y omnisciencia divinas. La santidad de

Dios está relacionada con su pureza y perfección, se relaciona con la justicia, la ira y la

bondad de Dios. También la escritura declara que Dios es amor y esta característica, al igual

que las anteriores se le atribuye a todas las personas de la trinidad; el amor de Dios se expresa

en forma incondicional, en su misericordia para la intervención en la historia humana y

también en la realización del pacto con la humanidad.

7. La obra de la creación

Detrás de esta idea principalmente se encuentra el concepto de ex nihilo que significa

“creación de la nada”. Aunque esto no se dice explícitamente en el relato, es una idea más

que clara en la lectura. Es de tener en cuenta que Dios no hizo al mundo de materiales

preexistentes, ni de la nada (entendiéndose como algo negativo), ni de sí mismo.

La creación está constituida de una forma en la que tiene una sustentación

ininterrumpida. Conjuntamente Dios dotó al hombre de la capacidad de la ciencia, es decir

de la capacidad de descubrir y entender la creación. Entre la aparente contraposición del

relato bíblico y la ciencia en cuanto al origen de todo, es clave aclarar que la Biblia no está

escrita de forma científica ni pretende serlo, por lo cual no trata de competir con los hallazgos

de la ciencia, ni esta última invalida los relatos.

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8. La obra de la providencia

La providencia de Dios puede traducirse básicamente en la constante intervención

divina que, procura cumplir sus propósitos en la historia. Dios obra en todo pero la creación

también tiene autonomía. En este orden de ideas, el pecado es ajeno a la voluntad de Dios, y

ante eso, Él mismo presenta su plan de redención.

Aplicación

Como resultado de los planteamientos anteriores se puede concluir que Dios debe ser

adorado. Ha de ser servido como agradecimiento por su obra, y por supuesto, ha de ser

proclamado.

En cuanto a la creación, el cristiano no debe ni amoldarse, ni autoexcluirse del mundo,

sino más bien usarlo como escenario para la gloria de Dios. La providencia de Dios implica

humillación y la aceptación de que realmente Dios es quien tiene la potestad y última palabra

sobre todas las cosas, lo cual es también un consuelo ante situaciones difíciles o tristezas.

Entre otras cosas, en definitiva, la providencia de Dios implica su triunfo sobre todas las

circunstancias de la vida, incluyendo la muerte.