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A principios de 2002, luego de una década de reformas económicas, Suecia se había recuperado de
la profunda crisis económica de principios de la década de 1990, en la que la tasa de desempleo se
disparó hasta alcanzar el 10% y el producto bruto interno (PBI) disminuyó notablemente. Durante los
50 años anteriores, Suecia había buscado la igualdad y un nivel bajo de desempleo a través del
“Modelo Sueco”, que encarnaba tanto el capitalismo como un esquema de amplia redistribución.
Hasta principios de la década de 1990, muchos políticos y economistas habían considerado que este
modelo era un gran éxito. Los niveles de desempleo se habían mantenido por debajo del 2% y un
estado de bienestar generoso se había ocupado de los ciudadanos “desde la cuna hasta la tumba”. Sin
embargo, el éxito del modelo parecía haberse logrado a expensas del crecimiento económico, que no
había alcanzado el promedio de los demás países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE). En 2001, Suecia enfrentaba una decisión importante: ¿debía
continuar achicando su estado de bienestar o debía restaurar el vasto alcance del sector público
previo a la crisis?
Las políticas públicas de Suecia tenían un impacto creciente en el sector privado. Suecia había
visto nacer a algunas de las compañías de ingeniería y farmacéutica más reconocidas del mundo,
como Volvo, Saab, Scania, ABB, Electrolux, AstraZeneca y Pharmacia. No obstante, a partir de 1992,
más del 20% de las 50 corporaciones suecas multinacionales se había mudado a otros países. Se
esgrimían varias razones para esta tendencia, que incluían el alto nivel de impuestos al capital y a las
ganancias y la consiguiente dificultad que tenía Suecia para atraer al talento gerencial extranjero. En
2001, la prensa sueca especulaba acerca de la posibilidad de que Ericsson, uno de los líderes
mundiales en la fabricación de equipos de telecomunicaciones y el símbolo del éxito de Suecia en el
campo de la alta tecnología, fuera la próxima compañía que abandonaría el país. Con una creciente
∗ A fines de 2001, la familia Wallenberg, una de las dinastías más poderosas de Europa, controlaba más de un tercio del
mercado de capitalización de la Bolsa de Valores de Estocolmo a través de una red de fundaciones familiares, participaciones
en compañías y grupos empresarios. Los miembros de la familia Wallenberg eran los principales accionistas de varias
compañías suecas de primera línea, tales como Ericsson, SEB, AstraZeneca, ABB y Scania. Investor AB era el principal holding
de la familia.
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El caso de LACC número 9-708-S30 es la versión en español del caso de HBS número 9-703-019. Los casos de HBS se desarrollan únicamente para
su discusión en clase y no como para servir de avales, fuentes de datos primarios, o ilustración de una gestión, adecuada o inadecuada, de una
situación determinada.
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708-S30 El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta?
Antecedentes
Suecia se encuentra ubicada en la región oriental de la península escandinava (ver el Anexo 1). Por
su tamaño, se trata del cuarto país de Europa, con una superficie equivalente a una décima parte del
estado de California, en Estados Unidos. Su paisaje incluye 100.000 lagos y grandes bosques, aunque
sólo cuenta con unos pocos ríos navegables. La capital sueca, Estocolmo, se encuentra en la misma
latitud que el extremo sur de Groenlandia, pero su clima resulta mucho más templado gracias a la
Corriente del Golfo. Suecia cuenta con una red de transporte desarrollada y es rica en mineral de
hierro y energía hidroeléctrica.
Aunque sólo el 4% de los suecos afirmaban tener una práctica religiosa activa, los valores
evangélicos luteranos se encontraban arraigados en la sociedad. Suecia contaba con el nivel de
educación más amplio del mundo desarrollado en términos de formación primaria y secundaria,
aunque la cantidad de habitantes con título universitario era relativamente baja.3
Desarrollo Económico
Suecia dejó de ser uno de los países más pobres de Europa Occidental a principios del siglo XX
para convertirse en el cuarto país más rico del mundo, en términos de PBI per cápita, en 1970. Al
principio, los commodities, tales como el mineral de hierro, los productos forestales y el acero,
representaban el grueso de sus exportaciones. Con el tiempo, los productos de ingeniería llegaron a
destacarse mientras Suecia se convertía en una nación industrial avanzada. Las innovaciones suecas
que sirvieron de base para esta revolución industrial incluyeron las máquinas centrífugas, los
rulemanes, los fósforos de seguridad y los equipos telefónicos. El acceso a los mercados extranjeros y
una serie de mejoras en el transporte y la tecnología de comunicaciones resultaron esenciales para la
promoción del crecimiento económico sueco, dado el reducido tamaño de su mercado interno (ver los
datos macroeconómicos básicos que se presentan en los Anexos 2, 3, 4 y 5).
Sistema Político
Suecia contó con un sistema político estable durante todo el siglo XX. Se trataba de una monarquía
constitucional, lo que implicaba que su monarca sólo desempeñaba tareas representativas y
protocolares. El Riksdag (el Parlamento sueco) constituía el poder legislativo, formado por una sola
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cámara, cuyos integrantes se elegían por períodos de cuatro años. El Parlamento elegía al primer
ministro, quién, a su vez, designaba a todos los demás funcionarios del gobierno. El sistema electoral
era proporcional, aunque existía una tasa mínima del 4% de los votos totales para que un partido
pudiera obtener un escaño en el Parlamento. Desde la década de 1950, el sistema de partidos políticos
de Suecia se dividió, en general, en dos bloques políticos: los socialistas y los no socialistas. En 2002,
siete partidos políticos tenían representación dentro del Parlamento. Suecia ingresó en la Unión
Europea (UE) en 1995, pero optó por no adoptar el euro, la moneda única de Europa, en 1999.
Excepto durante dos breves períodos (1976-1982 y 1991-1994), el Partido Social Demócrata (PSD)
había conservado el poder parlamentario desde la década de 1930, cuando comenzó a construir las
bases del estado benefactor sueco. A pesar de su predominio, el PSD sólo contó con una mayoría
absoluta en el Parlamento en raras ocasiones. En cambio, el partido solía gobernar con la ayuda del
apoyo (a menudo silencioso) del centro o la izquierda del espectro político local.
El estado de bienestar que se desarrolló en Suecia durante las décadas de 1930 y 1940 constituyó el
eje principal del Modelo Sueco. Para alcanzar las metas de ese modelo, pleno empleo e igualdad,
Suecia combinó un sistema de producción impulsado por el mercado y orientado a las exportaciones
con una política de redistribución basada en la solidaridad social.
Pleno Empleo
El Modelo Sueco buscaba lograr un nivel pleno de empleo para su población a través de la
aplicación de dos submodelos, que resultaron bastante exitosos, ya que, entre 1950 y 1980, la tasa de
desempleo rara vez superó el 2%.
El primer submodelo, desarrollado por los economistas gremiales Gösta Rehn y Rudolf Meidner,
apuntaba al conflicto de corto y mediano plazo entre el pleno empleo y la estabilidad de precios.
Proponía que el gobierno utilizara políticas fiscales y monetarias de carácter restrictivo para evitar la
excesiva demanda laboral en las regiones y los sectores más fuertes de la economía. La reducción de
la demanda general generaba “islas de desempleo” en los sectores y las regiones más débiles de
Suecia, que el gobierno intentaba remediar con ciertas políticas laborales, tales como programas de
recapacitación y asistencia para la reubicación geográfica.
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Igualdad
El segundo pilar del Modelo Sueco consistía en la igualdad de ingresos y oportunidades, que se
lograba a través de la combinación de una política salarial solidaria y un sistema de bienestar
completo y universal.
En el contexto de una política salarial solidaria, los trabajadores que realizaban tareas similares
debían percibir los mismos salarios, independientemente de la rentabilidad, tamaño o ubicación de
sus empleadores (“la misma paga por el mismo trabajo”). Las políticas salariales solidarias apuntaban
también a fomentar que los salarios de los trabajadores de menores ingresos y nivel de calificación
aumentaran con mayor rapidez que los salarios de los trabajadores promedio (ver los Anexos 7a y
7b).
Dentro del sistema de bienestar sueco, los ciudadanos tenían acceso a una amplia variedad de
servicios públicos y sociales, que incluían generosos pagos de transferencias y un sistema de seguro
social que financiaba los servicios de salud y asistencia social para todos los habitantes suecos. Las
prestaciones adicionales (que recibían todos los habitantes) incluían subsidios en caso de desempleo y
enfermedad, pensiones, beneficios para padres y asignaciones familiares. Los beneficios con análisis
de ingresos previo (que dependían del nivel de ingresos de los beneficiarios) incluían asistencia
social, subsidios para la vivienda, cuidado infantil, ayuda de mantenimiento y préstamos
estudiantiles. El sistema de bienestar en Suecia era el más amplio del mundo.
La limitación de los aumentos salariales a la productividad ajustada por inflación requería una
fuerte confederación nacional de sindicatos y la negociación centralizada de salarios. Treinta
sindicatos afiliados conformaban la Landsorganisationen (LO), la Confederación Sueca de Sindicatos.
La LO se ocupaba de las negociaciones salariales centralizadas con la Confederación Empresaria
Sueca, Svenskt Näringsliv.6 En conjunto, estos grupos establecían los aumentos salariales mínimos para
sectores enteros. Los paquetes compensatorios se terminaban de negociar a nivel local.
Dentro de Suecia, las metas del Modelo Sueco gozaban de amplia aceptación.7 Históricamente, los
ciudadanos en mejor situación económica habían sentido una fuerte solidaridad para con los grupos
más débiles y deseaban que el estado desempeñara un rol de redistribución en la sociedad.8 La tasa
de afiliación sindical de los trabajadores suecos, que alcanzaba el 80%, era la más alta entre los países
integrantes de la OCDE. En tal sentido, los intereses de la sociedad y de los sindicatos eran similares,
lo que contribuía al éxito del modelo.9
Ventajas Económicas
El mérito del Modelo Sueco fue objeto de gran debate. Sus defensores creían que el modelo
contribuía a la salud de la economía sueca. Al asegurar la cohesión social a través de la reducción de
las tasas de pobreza y el acceso igualitario a la educación y la salud, promovía la estabilidad social –y,
por lo tanto, económica. Muchos economistas consideraban que la estabilidad constituía un
importante requisito previo para el crecimiento económico.
Un informe del Fondo Monetario Internacional describió diversas formas en las que el Modelo
Sueco beneficiaba a la economía:
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Además, los defensores del estado de bienestar sueco señalaban que la igualdad salarial dentro de
la política solidaria de salarios constituía un instrumento efectivo para presionar a las firmas con
desempeño insuficiente. Junto con los programas destinados a la recapacitación de trabajadores, las
políticas de igualdad salarial obligaban a las empresas menos eficientes a racionalizar sus operaciones
y mejorar en forma continua el valor agregado de sus productos y servicios. De esta manera, se
lograba una mejoría en el posicionamiento general comparativo de la industria sueca.
Desventajas Económicas
Por otro lado, quienes criticaban el Modelo Sueco consideraban que impedía el crecimiento
económico de largo plazo al coartar la flexibilidad y la adaptabilidad. El economista Per-Martin
Meyerson sostenía que el elevado nivel de impuestos que requería el modelo atentaba contra la
voluntad de personas y empresas de tomar riesgos. Asimismo, aseveraba que la política solidaria de
salarios, sumada a una escala impositiva progresiva, reducía los incentivos para que los empleados
trabajaran más o cambiaran de empleo. Más aún, señalaba que los subsidios gubernamentales en las
industrias amenazadas por la competencia internacional habían impedido una reestructuración
necesaria y, en última instancia, inevitable.
Se creía que el Modelo Sueco perjudicaba especialmente a las empresas más pequeñas. Los altos
impuestos corporativos dificultaban la tarea de las compañías, tanto grandes como pequeñas, de
financiar las inversiones necesarias. Sin embargo, los esquemas de depreciación acelerada permitían a
las empresas más consolidadas y rentables evitar las altas tasas de impuestos corporativos mientras
que ofrecían escasas oportunidades para que lo hicieran las empresas nuevas y de baja rentabilidad.
Además, las directivas gubernamentales alentaban a los bancos a asignar fondos a las grandes
compañías.11 Entre 1920 y 1946, las empresas de reciente formación representaban alrededor del 4%
de la cantidad total de compañías. Este ratio descendió a menos del 2% en las décadas de 1960 y 1970,
hasta llegar a aproximadamente un 1% en la década de 1980.12
En resumen, Meyerson explicó que el estado de bienestar debilitaba en forma continua los
incentivos para una distribución de recursos orientada a las ganancias y, por lo tanto, eficiente en la
economía sueca. Sostuvo que, en el largo plazo, la asignación capitalista de recursos no podía encajar
con la redistribución de riqueza de inspiración socialista.13
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En una muestra del creciente poder de los sindicatos, la LO comenzó a ejercer su influencia en las
políticas económicas del gobierno. Una gran parte de los miembros de la LO pertenecían al PSD a
través de sus gremios locales y representaban la mayoría de los afiliados a dicho partido. Los
políticos en el poder tenían dificultades para oponerse a las demandas laborales, en especial dada la
fragilidad del poder parlamentario y la corta duración de los cargos públicos.
A mediados de la década de 1970, la dirigencia sindical presionó hasta lograr aumentos salariales
que superaran los aumentos de productividad (ver el Anexo 9). El modelo EFO, que había
funcionado tan bien en las décadas de 1950 y 1960 para mantener los aumentos salariales alineados
con las mejoras de productividad, se vio amenazado. Entre 1974 y 1976, los costos industriales se
incrementaron casi un 30% más en Suecia que en otros países europeos como consecuencia de una
virulenta seguidilla de aumentos de precios y salarios.17 La participación de suecia en las
exportaciones mundiales disminuyó de manera impresionante mientras se derrumbaba el nivel de
empleo industrial.
Aún así, el desempleo oficial se mantuvo estable. En apoyo al modelo solidario, el sector público
sueco, que crecía con rapidez, y un programa de obras públicas del gobierno acogieron a quienes
habían perdido sus trabajos en el sector industrial privado. La productividad nacional disminuyó
cuando los empleados pasaron del sector industrial orientado a la exportación y más productivo a los
sectores menos productivos de servicios y gobierno. Göran Jonson, líder sindical, sostuvo: “El
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movimiento laboral se comportó mal; los empleadores no se contuvieron de manera adecuada, y los
políticos expandieron en exceso el rol del estado y trataron de devaluar a Suecia para sacar al país de
la crisis.”18
Desde mediados de la década de 1960 hasta principios de la década de 1980, el gasto público
aumento del 35% al 60% del PBI. Los precios del mercado interno aumentaron notablemente y los
políticos se vieron obligados a incrementar los impuestos para financiar las operaciones del sector
público. A su vez, esta situación tuvo un efecto inflacionario en los niveles salariales futuros.
Luego de la segunda crisis causada por el precio del petróleo en 1979, el desempeño económico
sueco se deterioró aún más. Ante un crecimiento más lento, el gobierno tomó una serie de medidas
para tratar de estimular la economía. La liberación de los controles al crédito y al capital siguieron a
varias devaluaciones monetarias de gran alcance.
En 1982, el PSD regresó al poder luego de un período de seis años de gobierno de la minoría no
socialista sueca. Presentó un paquete de “medidas de libre mercado”,21 que involucraba la
desregulación de los mercados de crédito y capital. Al mismo tiempo, se le otorgó mayor autonomía
al Riksbanken, el banco central de Suecia, para desarrollar una política monetaria activa sin la
influencia directa del gobierno.
Debido a la falta de experiencia de los bancos y los deudores para manejar el crédito en un
mercado libre, la desregulación de los mercados de crédito y capital condujo a un desarrollo
especulativo del mercado inmobiliario y de la construcción en la segunda mitad de la década de
1980.22 Se alentó a los consumidores a tomar crédito, ya que las tasas de interés reales después de
impuestos solían ser negativas y los intereses de los pagos hipotecarios se podían deducir de los
impuestos. Los recortes impositivos estimularon aún más el consumo. El nivel de ahorro en los
hogares descendió a -4% de los ingresos disponibles.23 El sector de las exportaciones creció
desmesuradamente, lo que generó un aumento en la utilización de capacidad y la escasez de mano de
obra. En 1990, el desempleó ya había bajado al 1,5%.
El gasto público se incrementó a medida que los trabajadores del sector público exigieron una
participación de la nueva prosperidad sueca. El PSD reconoció los peligros del recalentamiento de la
economía, pero, sin la capacidad para restringir los flujos de crédito y capital, el gobierno tuvo
dificultades para estabilizar la economía. El banco central aumentó las tasas de interés, pero no logró
remediar la situación.
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La recesión A partir de 1991, Europa y los Estados Unidos enfrentaron una severa recesión
económica. Sueca, con su economía pequeña y abierta, quedó muy expuesta a este cambio económico
repentino y negativo. Entre 1991 y 1993, Suecia sufrió una caída del PBI del 6% y una disminución del
17% en la producción industrial. La inflación bajó del 8% en 1990 a menos del 2% en 1991 y las tasas
de interés reales aumentaron. Este incremento, sumado a un aumento en los impuestos inmobiliarios,
causaron el colapso del mercado inmobiliario financiado con deuda. Los bancos comerciales
enfrentaron un aumento de los créditos incobrables al tiempo que se dispararon las tasas de quiebra.
En última instancia, el gobierno debió intervenir para proteger los balances de los bancos.
Al caer la confianza en el mercado laboral, los ciudadanos comenzaron a ahorrar mas para
protegerse ante las posibles reducciones en los beneficios sociales. En 1992, las tasas de ahorro en los
hogares aumentaron ocho puntos porcentuales. Al mismo tiempo, cayeron las tasas de inversión de
las empresas. Con menor inversión y ahorro en la economía, disminuyó la demanda interna;25 la
brecha entre el PBI potencial y el PBI real aumento a un nivel que no se registraba desde la Gran
Depresión.26
Las finanzas del gobierno se deterioraron con rapidez y pasaron de un superávit fiscal del 1% del
PBI en 1990 a un déficit del 13% en 1993. Seguidamente, la deuda del estado aumentó del 43% del PBI
en 1990 al 78% en 1994. Al mismo tiempo, el tamaño del sector público se incrementó a casi el 70% del
PBI.27 En 1993, ya no se podía intentar alcanzar la meta de pleno empleo y el desempleó llegó al 10%
(ver el Anexo 10).
Durante el verano de 1992, varias monedas europeas que dependían del ECU sufrieron reveses. La
economía sueca continuaba experimentando dificultades y los especuladores internacionales de
divisas comenzaron a especular con que el banco central no podría defender la corona, la moneda
sueca. Como el gobierno ya no podía proteger la moneda a través del control de cambio extranjero, el
banco central se vio obligado a aumentar la tasa de interés. En septiembre de 1992, la tasa de interés
se fijó en un nivel sin precedentes del 500%.
La extrema volatilidad de las tasas de interés representó un punto de inflexión para los políticos y
el público en general. El 19 de noviembre de 1992, el banco central recapituló y abandonó la paridad
de la corona. Con el tipo de cambio libre, la moneda se devaluó rápidamente más de un 20% en
relación con el ECU.
Urban Bäckström, director del Riksbank, sostuvo que la política de tasa fija de cambio había sido
una de las principales causas de la crisis económica sueca. Declaró: “Si se hubiera adoptado antes una
moneda flotante, la crisis hubiera resultado menos grave. En ese momento, sin embargo, los expertos
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se empecinaban en creer que las economías pequeñas y abiertas necesitaban tipos de cambio fijos.”29
La depreciación de la corona terminó con la crisis monetaria inmediata, pero generó una “economía
dual”, que consistía de un sector exportador floreciente y un nivel decreciente de demanda interna
general. Suecia cayó al decimocuarto lugar en los ranking globales de PBI per cápita.30
Explicaciones de la crisis ¿Cuáles fueron las causas de la crisis y qué había pasado con la
economía sueca? La mayoría de la gente culpaba a una combinación de fallas de sistemas,
condiciones económicas cambiantes e incentivos distorsionados. Los políticos le echaban la culpa a
un estado de bienestar demasiado generoso, mientras que los economistas señalaban a las políticas
económicas inconsistentes y a ciertos problemas estructurales de la economía.
“El problema de Suecia es el Modelo Sueco,”31 dijo Ian Wachtmeister, líder de Nueva Democracia,
un pequeño partido político de orientación de libre mercado que ingresó en el Parlamento sueco en
1991. Carl Bildt, el primer ministro conservador elegido en 1991, atribuyó gran parte de la culpa a los
desincentivos generados a través de los beneficios excesivos que habían instaurado los anteriores
gobiernos del PSD. En especial, destacó las tasas de ausentismo cercanas al 25% en la fuerza de
trabajo: “Por ejemplo, cuando el mundial de jockey sobre hielo se transmitía por televisión, la gente
tendía a enfermarse mucho.”32
Suecia se había convertido en la sociedad “más enferma” del mundo, en parte debido a que los
trabajadores recibían el 90% de su sueldo a través de beneficios de salud cuando tenían licencia por
enfermedad. Muchas compañías tenían que aumentar su dotación en forma significativa para
desarrollar sus operaciones normales. Además, la Ministro de Finanzas, Anne Wibble, sostuvo que
los beneficios estatales habían eliminado los incentivos para que la gente ahorrara, de tal manera que
los ciudadanos dependían cada vez más de los subsidios. Los beneficios se financiaban con uno de los
niveles más altos del mundo de impuestos al capital y la renta, que desalentaban a muchas empresas
y emprendedores a quedarse en Suecia.
Meidner, uno de los creadores del Modelo Rehn/Meidner, le echaba la culpa de la crisis a las
políticas inconsistentes del gobierno y a la internacionalización.33 Aseveraba que el gobierno había
cometido una serie de errores: había cedido a las presiones de ciertos grupos de interés, había
desregulado los mercados financieros muy rápido y no había hecho lo suficiente a fines de la década
de 1980 para detener el estallido especulativo. Además, sostenía que el Modelo Sueco funcionaba
mejor en una economía relativamente cerrada, en la que el país enfrentaba escasas presiones externas
y el gobierno podía tomar decisiones unilaterales respecto de las políticas de distribución y
estabilización. A medida que Suecia se integraba al resto del mundo, resultó cada vez más difícil para
el gobierno controlar la economía.
En diciembre de 1992, el gobierno sueco designó a una comisión académica independiente para
que analizara la crisis económica e identificara posibles soluciones para los problemas de Suecia.34 La
comisión identificó cuatro dimensiones de la crisis:
• Problemas de estabilidad causados, por un lado, por el intento de Suecia de conservar un tipo de
cambio fijo y, por el otro, por un sistema inflacionario de formación de salarios y políticas
fiscales expansivas durante los períodos de crecimiento económico.
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• El impacto de la política, las instituciones y ciertos grupos de interés, que le impedían a Suecia
recortar sus beneficios. En parte, esta situación se debía a los cortos períodos electorales y al
fuerte apoyo del electorado al mantenimiento de un estado de bienestar de gran tamaño.35
Asimismo, el banco central contaba con un nivel de independencia limitado en comparación
con los de otros países. Otras instituciones no se habían modernizado para acompañar las
nuevas condiciones económicas.
Antes de dejar el poder, el gobierno del PSD había simplificado el código impositivo. El nivel
máximo de impuesto a las ganancias personales se redujo al 50%, mientras que el impuesto a los
beneficios de inversiones se fijó en 30%.36 Las reformas impositivas ampliaron la base imponible y
eliminaron varias oportunidades de evasión en el código impositivo. Sin embargo, a pesar de estos
cambios, no se modificó demasiado la distribución de los ingresos. El gobierno de Bildt avanzó con
su plan de medidas de reforma impositiva a través de la reducción del impuesto al patrimonio y la
simplificación de las normas para las pequeñas y medianas empresas. Se eliminó el sistema de doble
gravamen sobre los dividendos corporativos, que había castigado especialmente a las pequeñas y
medianas empresas que reunían su capital propio fundamentalmente en Suecia. Las grandes
compañías con acceso a los mercados internacionales de capitales habían logrado evitar el doble
gravamen. El gobierno comenzó a reducir las asignaciones de subsidios para la vivienda, cuidado
infantil, pensiones y servicios de salud y odontología. Se le otorgó mayor independencia al banco
central, que recibió también una nueva acta de constitución por parte del gobierno. En la nueva acta
de constitución, se modificaba la meta de la política monetaria, que dejaba de apuntar al pleno
empleo para concentrarse en lograr un bajo nivel de inflación, con una tasa objetivo de 2%.
El gobierno quería implementar una reforma más amplia, pero encontró resistencia por parte del
PSD. En términos específicos, el gobierno debió reducir los recortes de bienestar social que tenía
planeados y su programa de privatizaciones para lograr un acuerdo en el Parlamento. En 1994, la
economía comenzó a mostrar señales de recuperación.
En septiembre de 1994, el PSD regresó al poder. Muchas de las reformas iniciadas por los
conservadores continuaron implementándose bajo la conducción del Primer Ministro Carlsson, del
PSD, quién, con el apoyo de los sindicatos, tuvo menos dificultades para lograr la aceptación de la
reforma.37 Se realizaron recortes adicionales en el nivel de empleo público y se le otorgó aún más
independencia al banco central, de acuerdo con las pautas que seguían sus pares del resto de Europa.
No obstante, se revirtieron otras reformas, como, por ejemplo, las disminuciones de los niveles de
impuestos al patrimonio y las ganancias que había establecido Bildt.38
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Durante la década de 1990, Suecia se convirtió en uno de los países líderes en tecnología
informática, con una de las tasas de penetración de Internet y telefonía celular más altas del mundo.
La desregulación temprana de la industria de las telecomunicaciones produjo una competencia
intensa. La presencia de compañías nacionales de equipos de telecomunicaciones, como Ericsson,
impulsaron a Suecia a la vanguardia de los inventos y las aplicaciones de alta tecnología.
En 1999, las finanzas públicas suecas ya habían dejado de arrojar déficit y el país contaba con un
superávit de presupuesto del 3% del PBI. No obstante, a medida que mejoraron las finanzas públicas
y aumentó la confianza, los grupos de interés comenzaron a ejercer una mayor presión sobre el
gobierno para lograr, una vez más, la expansión del estado de bienestar.
De Cara al Futuro
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Europea∗ y adoptar el euro, tendría que dejar otras herramientas de formulación de políticas para
controlar la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio en manos del Banco Central Europeo.
La nueva política económica sueca apuntaba a lograr un superávit público del orden del 2%-3%
del PBI durante el ciclo económico, con una tasa de inflación del 2% y un índice de desempleo
inferior al 4% (con una tasa de participación de la población adulta del 80%). No obstante, se temía
que las diversas presiones que aún sufría el estado de bienestar sueco amenazaran la ejecución de
este plan.
Suecia es un país demasiado pequeño para decir que, de ahora en más, desarrollará una
política económica expansionista y dejar de lado los problemas de presupuesto e, incluso,
aceptar aumentar de precios. Ya conocemos las consecuencias. Bajará la bolsa y caerá el valor
de la moneda. Al ser un país pequeño, Suecia no puede ignorar las reacciones internacionales a
las políticas económicas internas… Al ser un país pequeño, no podemos desarrollar una
política económica independiente.43
En segundo lugar, los cambios demográficos habían incrementado las presiones de gasto. El
aumento de edad de la población agregaba una presión mayor al gasto público en concepto de
pensiones, servicios de salud y otros beneficios sociales.
En tercer lugar, seguía existiendo un fuerte apoyo político a los beneficios sociales elevados en función
del arraigo del valor de la solidaridad en la sociedad sueca. Muchos grupos de interés proponían un
incremento del gasto público para mantener la igualdad de ingresos y recuperar los niveles anteriores
de servicios públicos.
En cuarto lugar, la descentralización del proceso de negociación había atentado contra el proceso
medido de formación de salarios. Las negociaciones centralizadas entre la LO y la Svenskt Näringsliv
se habían diseñado para alinear los aumentos de salarios con los incrementos de productividad. En el
último tiempo, cada sindicato había comenzado a negociar en forma independiente con las
compañías. Se corría el riesgo de que esta situación llevara a la economía a un círculo vicioso de
aumentos de precios y salarios, como había ocurrido en la década de 1970.
Por último, existían presiones para aumentar la tasa de crecimiento de la economía a través de la
desregulación.44 Había señales que indicaban que la alta carga impositiva y la reducida dispersión
salarial desmotivaba a la gente para trabajar más o invertir en educación. De la misma manera, los
subsidios para la vivienda y un amplio control de los alquileres desalentaban la inversión en capital
social nuevo para el mercado de alquileres. Asimismo, era probable que el gran tamaño del sector
público sueco hubiera obstaculizado el desarrollo de la competencia y la innovación en varios
sectores claves.
∗ El gobierno sueco había expresado su deseo de adoptar, “en principio”, la moneda única, siempre y cuando se cumplieran
ciertas pautas auto-impuestas. Sin embargo, aún no se había comprometido con un cronograma para su incorporación.
Finalmente, de los 15 estados miembros de la UE, sólo el Reino Unido, Dinamarca y Suecia decidieron no adoptar el euro.
12
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El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta? 708-S30
Cuarenta y siete corporaciones multinacionales suecas mudaron sus sedes centrales fuera de
Suecia entre 1997 y 2000. Algunas de estas mudanzas se debieron a las fusiones de estas empresas con
compañías extranjeras, pero muchas de ellas se produjeron sin que mediara un cambio en la
estructura de propiedad de las mismas. Desde 1991 hasta 2000, la participación extranjera en la Bolsa
de Valores de Estocolmo había aumentado de 8% a 39% de la capitalización total de mercado. En el
mismo período, Suecia había tenido dificultades para atraer a la inversión extranjera directa.
Göran Tunhammar, presidente de la Svenskt Näringsliv, señaló tres razones claves para el
alejamiento de las empresas suecas: la asimetría del impuesto al capital (impuestos más bajos para los
capitales extranjeros invertidos en compañías suecas que para los capitales suecos invertidos en
compañías suecas), la eliminación por parte del gobierno de restricciones previas a las ventas de
corporaciones a entidades extranjeras,49 y la escasez en Suecia de mano de obra calificada,
particularmente de especialistas en ciencias naturales.50
En concordancia con las opiniones de Tunhammar, una encuesta realizada a ejecutivos de primera
línea de compañías multinacionales suecas reveló dos factores de influencia fundamental en la
decisión de las empresas de mudar sus sedes centrales, a saber: los impuestos y el acceso a las
comunicaciones y el transporte (ver el Anexo 12).51 Los impuestos a las ganancias afectaban tanto la
decisión de ubicación geográfica de los ejecutivos suecos como la capacidad de las empresas suecas
para atraer al talento gerencial extranjero (ver el Anexo 13). El nivel de remuneraciones ejecutivas en
Suecia era relativamente inferior a la media internacional (ver el Anexo 14). Además, las opciones de
acciones (stock options) estaban sujetas a un mayor gravamen en Suecia que en otros países tales como
Estados Unidos. Si bien los impuestos corporativos suecos eran competitivos, los impuestos a los
dividendos, beneficios de capital y patrimonio se encontraban entre los más altos del mundo (ver el
Anexo 15). La cercanía a los medios de transporte para acceder a los clientes, proveedores e
inversores constituía el segundo factor en importancia.
Otras corporaciones, al reconocer los beneficios de Suecia, decidieron mantener sus sedes
centrales en el país. Muchos académicos señalaron la importancia que la cercanía a los clusters
industriales tenía para las decisiones de ubicación geográfica de las compañías.52 Suecia contaba con
clusters industriales destacados en las áreas de telecomunicaciones, farmacéutica, acero, camiones
pesados, pulpa y papel. Otro beneficio radicaba en que Suecia ofrecía una fuerza de trabajo
mayormente educada.
13
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708-S30 El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta?
Durante un período de 10 años, sin embargo, más del 20% de las 50 mayores compañías
multinacionales suecas habían trasladado sus sedes centrales a otros países. Aparentemente, los
factores negativos de Suecia superaban a sus ventajas.
La Decisión de Ericsson
El gobierno sueco no ha comprendido que, hoy en día, la política está expuesta a la competencia
internacional. Si los impuestos y el clima de negocios no son favorables en Suecia, las compañías se irán a otra
parte.53
— Lars Ramqvist, ex CEO y presidente de Ericsson
A fines de la década de 1990, Ericsson analizaba la posibilidad de trasladar su sede central fuera
de Suecia. En 1998, la compañía anunció que había adquirido oficinas en Londres.55 Ericsson declaró:
“La razón para la compra de esta propiedad radica en que Ericsson observa una creciente necesidad
de tener una representación en Londres, en parte a fin de estar cerca de ciertos clientes importantes,
socios, centros de servicios financieros y mercados.”56 Al mismo tiempo, la compañía anunció la
creación de una nueva organización con oficinas corporativas en Londres que “desempeñará un rol
creciente en la gestión corporativa en general.”57 A fines de 2001, Kurt Hellström, presidente y CEO
de Ericsson, ya solía manejar las operaciones cotidianas de Ericsson desde la sede de Londres.
Además, Sony Ericsson Mobile∗ tenía sus oficinas centrales en Londres. Sin embargo, los funcionarios
de la compañía insistían en que la sede central de Ericsson no se había trasladado formalmente.
∗ Sony Ericsson Mobile era un emprendimiento conjunto de Ericsson y Sony en el área de aparatos móviles, cuya misión
consistía en quitarle el liderazgo en aparatos móviles a Nokia.
14
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El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta? 708-S30
NORUEGA
Suecia
VESTERÁLEN
RUSIA
Límite internacional
LOFOTEN
Capital nacional
Ferrocarril
Camino
0 50 100 Millas
Lambert Conformal Conic Projection, SP 47N/62N
Mar de Noruega
FINLANDIA
Golfo de
NORUEGA
Botnia
Helsinki
a
ndi
inla
Oslo ISLAS ALAND deF
fo
Gol
Estocolmo
rn ESTONIA
ne
Va
k
e rra
ag
Sk
Riga LATVIA
Mar Kattegat
Mar
del Norte
Báltico
DINAMARCA
Copenague LITUANIA
Fuente: Cortesía de la University of Texas at Austin, Colección de Mapas de la Biblioteca Perry Castañeda.
15
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% variación respecto del año anterior 1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2001
Crecimiento de PBI Real 6,6% 2,0% 2,2% 1,4% -1,4% 3,3% 1,1% 3,6% 3,6% 1,2%
Crecimiento de PBI per Cápita Real 5,7% 1,7% 2,0% 0,5% -2,0% 2,7% 1,0% 3,6% 3,5% 1,7%
Precios al Consumidor 7,0% 13,7% 7,4% 10,5% 2,3% 2,2% 0,5% -0,1% 1,0% 2,4%
Como porcentaje del PBI
Inversión/PBI 22,1% 20,1% 19,3% 21,5% 17,0% 15,1% 15,7% 16,0% 17,3% 17,5%
Cuenta Corriente/PBI -0,8% -3,6% -0,9% -2,7% -4,3% 0,3% 2,3% 2,0% 3,0% 3,3%
Déficit l (-) o Superávit Fiscal/PBI -1,8% -8,1% -7,1% 1,0% -5,1% -8,4% -3,3% 0,4% 6,0% n.d.
En las unidades indicadas
Población (en millones de habitantes) 8,04 8,31 8,36 8,56 8,67 8,78 8,84 8,85 8,87 8,83
Desempleo (%) 1,5 2,0 2,8 1,8 5,6 9,6 9,9 8,4 5,8 5,0
Tasa de cambio (coronas por US$ al cierre del período) 5,17 4,37 7,62 5,70 7,04 7,46 6,87 8,06 9,54 10,67
Tasa de cambio (coronas por euro al cierre del período) n.d. 5,97 6,37 7,41 7,45 9,30 8,70 8,73 8,56 8,83
Rendimiento de los bonos del gobierno a largo plazo (%) 7,4 11,7 13,1 13,1 10,0 9,4 8,0 5,0 5,4 5,1
Fuente: Adaptado de FMI, International Financial Statistics CD-ROM, septiembre de 2002, y Datos por País de EIU, Suecia, octubre de 2002.
1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2001
Producto Bruto Interno 172.200 528.300 866.600 1.359.900 1.441.700 1.596.400 1.756.400 1.905.400 2.098.500 2.167.200
Consumo privado 92.000 273.300 443.700 692.700 777.300 830.900 884.100 956.900 1.060.400 1.079.700
Consumo estatal 36.500 153.800 239.200 372.100 402.500 436.900 476.100 509.400 549.000 577.700
Inversión Fija Bruta 38.100 106.400 167.000 292.500 244.600 240.500 276.300 304.900 363.300 379.100
Cambios en inventarios 5.300 5.900 -500 -2.500 -6.700 13.400 2.700 15.000 13.700 3.000
PBI a Precios de 1995 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 1.652.300 1.731.800 1.831.000 1.982.600 2.006.500
Nota: Como se refleja en la fuente, en 1970, 1980, 1985 y 1994, la suma de los componentes del PBI difiere del PBI entre un décimo de 1% y un 1%.
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% de cambio respecto del año anterior 1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2001
Cuenta Corriente -253,2 -4.331,1 -1.010,3 -6.338,9 -8.827,5 742,6 5.892,3 4.639,4 6.616,5 6.696,0
Balanza comercial 303,5 -2.198,3 2.384,8 3.402,4 6.720,5 9.557,8 18.636,2 17.631,7 15.215,3 13.831,7
Exportaciones 6.750,2 30.661,5 30.172,9 56.835,0 55.362,8 60.199,0 84.689,6 85.179,0 87.431,0 76.200,0
Importaciones 6.446,7 32.859,8 27.788,1 53.432,6 48.642,3 50.641,2 66.053,4 67.547,3 72.215,7 62.368,4
Servicios netos -423,3 471,3 -560,4 -3.332,2 -2.894,9 -1.015,7 -1.824,9 -3.769,3 -3.188,0 -1.022,7
Ingreso neto 7,7 -1.379,8 -1.977,0 -4.473,2 -10.038,6 -5.919,1 -8.303,0 -5.785,3 -2.063,2 -2.851,6
Transferencias netas -141,1 -1.224,4 -857,6 -1.935,7 -2.614,4 -1.880,3 -2.616,1 -3.437,7 -3.347,6 -3.261,3
Cuenta de Capital -11,6 -73,3 -221,4 -353,0 6,0 23,1 8,9 868,2 384,5 509,4
Cuenta Financiera 143,0 453,5 -2.892,5 19.277,5 10.214,3 6.077,9 -10.046,2 5.960,7 -3.296,6 1.824,2
Inversión Directa Neta -104,4 -373,6 -1.412,3 -12.646,6 -424,2 -416,7 380,0 -3.258,4 -17.837,3 6.125,9
Inversión de Corto Plazo Neta 48,3 -266,3 561,9 2.467,5 985,2 -1.738,0 -9.917,8 -16.894,1 -4.068,1 -17.919,4
Gobierno Neto -42,5 -276,8 -5.093,8 -2.775,0 28.230,6 4.784,7 1.514,0 421,5 -577,0 -807,2
Otros Netos 241,6 1.370,3 3.051,6 32.231,5 -18.577,3 3.447,8 -2.022,3 25.691,8 19.185,8 14.424,9
Errores y Omisiones, Neto 151,1 -1.446,8 -526,4 -5.034,0 5.559,7 -4.462,2 -2.240,6 -8.214,5 -3.533,9 -10.077,8
Reservas y conceptos relacionados -29,3 5.397,7 4.650,6 -7.551,7 -6.952,5 -2.381,4 6.385,6 -3.253,8 -170,5 1.048,2
Financiación 3.100 43.000 61.500 -13.600 74.100 133.600 58.000 -6.800 -125.800
Nacional 3.200 25.800 25.400 -9.700 50.300 129.900 27.100 -20.300 8.800
Extranjera -100 17.200 36.100 -3.900 23.800 3.800 31.000 13.400 -135.300
Deuda Total 27.900 159.600 480.500 504.100 606.300 1.098.900 1.189.500 1.217.600 1.008.300
Nacional 27.900 127.500 341.400 404.300 461.900 586.000 627.900 614.500 598.900
Extranjera 0 32.100 139.100 99.700 144.400 513.000 561.700 603.100 409.400
0
50
100
150
200
250
300
Anexo 6
Comunicaciones
Combustible y energía
Muebles, revestimientos p/pisos y rep.
Servicios de transporte
P roductos medicinales, drogas
Electrodomésticos y rep.
Alimentos
Otros bienes y servicios
Bebidas
Equipos eléctricos
Equipos no eléctricos
Equipos de transporte
Edificios de vivienda
Edificios comerciales
Precios en Suecia Comparados con los Precios en la Comunidad Europea, 1990
19
P RODUCTO BRUTO INTERNO
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Coeficientes de Gini
1974/75 1978/79 1980/81 1983 1984/85 1986/87 1988/89 1990/91 1992 1994 1995
Alemania 0,264 0,244 0,26 0,249 0,247 0,261
Australia 0,281 0,292 0,304 0,311
Bélgica 0,227 0,232 0,224
Canadá 0,289 0,284 0,283 0,281 0,285
Dinamarca 0,254 0,236 0,263
España 0,318 0,303
Estados Unidos 0,318 0,301 0,335 0,336 0,355
Finlandia 0,209 0,21 0,226
Francia 0,293 0,288 0,292 0,287 0,288
Holanda 0,26 0,256 0,266 0,253
Italia 0,306 0,289 0,342
México 0,448 0,467 0,485 0,496
Noruega 0,223 0,233 0,231 0,238
Reino Unido 0,268 0,27 0,303 0,336 0,339 0,344
Suecia 0,215 0,197 0,218 0,229 0,221
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250
150
100
50
0
1950
1992
1998
2001
1956
1962
1965
1968
1971
1974
1977
1980
1983
1986
1989
1995
1953
1959
Fuente: Adaptado del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, Departamento de Estadísticas Laborales,
<ftp://ftp.bls.gov/pub/time.series/in/>, consultado en septiembre de 2002, y FMI, International Financial Statistics
Yearbook CD-ROM, septiembre de 2002.
Productividad
20%
Salarios No minales
15%
% de aumento
10%
5%
0%
-5%
1992
1998
1959
1974
1986
1995
2001
1953
1956
1962
1968
1971
1977
1980
1983
1989
1965
Fuente: Adaptado del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, Departamento de Estadísticas Laborales,
<ftp://ftp.bls.gov/pub/time.series/in/>, consultado en septiembre de 2002.
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6
%
-
1959
1971
2001
1961
1965
1967
1969
1973
1975
1977
1983
1985
1987
1989
1991
1997
1963
1979
1981
1993
1995
1999
Fuente: Fuente: Adaptado del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, Departamento de Estadísticas Laborales,
<ftp://ftp.bls.gov/pub/special.requests/ForeignLabor/flslorc.txt>, consultado en septiembre de 2002, y FMI,
International Financial Statistics Yearbook CD-ROM, septiembre de 2002.
Anexo 11 Gasto Estatal Calculado como Porcentaje del PBI en Ciertos Países
Notas: Gasto estatal = gastos corrientes en bienes y servicios + beneficios corrientes y pagos de ingresos de propiedades.
(a) Los datos de Estados Unidos correspondientes a 1994 y 1998 se toman de los datos correspondientes a 1993 y 1996,
respectivamente.
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Anexo 12 Factores que Afectan la Decisión Gerencial Relacionada con la Ubicación de la Sede
Central, 1999
Sede Central
6
Subsidiarias
5
Respuesta promedio
Co municaciones
regulatorio
ctros. de oper.
competidores
corporativos
personales
Impuestos
proveedores
Cercan ía de
Cercan ía de
Cercan ía de
los clientes
Cercan ía de
Impuestos
Marco
/transporte
Fuente: Adaptado de Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren Flyttar Ut (Estocolmo: SNS Forlag, 2001), p. 35.
Notas: La escala representa un promedio de las respuestas de las compañías, donde el 0 indica poca importancia y el 7 indica
mucha importancia.
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Anexo 13 Discrepancia Impositiva de Personas con Ingresos Altos en Ciertos Países, 1998
Bélg ica
Suecia
Dinamarca
Finlandia
Italia
Noruega
Holanda
Irlanda
Francia
Alemania
Canadá
España
Australia
Reino Unido
Austria
Estados Unidos
Nueva Zelanda
Suiza
Japón
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
%
Fuente: Adaptado de Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren Flyttar Ut (Estocolmo: SNS Forlag, 2001), p. 19.
Notas: El indicador de discrepancia impositiva intenta incorporar una base amplia de impuestos personales, que incluyen
impuestos a las ganancias, beneficios de inversiones, consumo y patrimonio.
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Anexo 14 Salario de un CEO como Múltiplo del Salario de un Operario de Manufactura, 1999
70
475
60
50
Múltiplo
40
30
20
10
0
Nueva Zelanda
Suiza
Suecia
Holanda
Australia
Venezuela
Hong Kong
Singapur
España
Bélg ica
Canadá
Sudáfrica
Malasia
Argentina
Japón
Corea del Sur
Alemania
Brasil
Reino Unido
Estados Unidos
Tailandia
Francia
México
Italia
Notas: El salario de un CEO en Estados Unidos es 475 veces más que el salario promedio de un operario de manufactura.
Anexo 15 Total de Impuestos a la Propiedad en Países de la OCDE Comparados con los de Suecia,
1999
100
Impuesto al Patrimonio
80
Impuesto al Beneficio de Inv.
Impuesto a los Dividendos
60 Impuesto a la Renta Corp.
40
20
0
Luxemburgo
Portugal
Dinamarca
Finlandia
Irlanda
Australia
Holanda
N. Zelanda
Promedio OCDE
Noruega
Islandia
Francia
Polonia
Alemania
Rep. Checa
Suiza
Grecia
Corea del Sur
México
Canadá
España
Bélgica
T urquía
Promedio UE
Japón
Reino Unido
Estados Unidos
Hungría
Italia
Austria
Suecia
Fuente: Adaptado de Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren Flyttar Ut (Estocolmo: SNS Forlag, 2001), p. 19.
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708-S30 El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta?
Anexo 16b Compensación del CEO de Ericsson y de Otras Compañías Comparables, 2001
(en US$ millones, excepto la cifra correspondiente a dotación)
Compensación
Compañía Ubicación Dotación Ingresos Total del CEO Observaciones
Ericsson Suecia 85.200 21.733 1,6 Valor adicional de opción menor.
Lucent Technologies EE.UU. 77.000 25.132 21,6
Motorola EE.UU. 111.000 30.004 4,0
Nokia Finlandia 54.000 28.150 1,4 Compensación no incluye opciones.
Nortel Networks Canadá 94.500 17.510 45,2 Compensación en 2000.
Vodafone R. Unido 100.000 24.800 19,0 Compensación no incluye opciones.
Fuente: Adaptado de Executive Pay Watch, Estados Financieros, Fortune, Informe de R.O.B. en Revista Business, y Yahoo
Finance.
Nota: Las compañías definen sus esquemas de compensaciones de distintas maneras, lo que implica que los datos no se
prestan para una comparación directa. Por lo tanto, esta tabla se presenta sólo con fines ilustrativos.
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El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta? 708-S30
Referencias
1 Marcus Wallenberg, presidente y CEO de Investor AB, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
2 “Sweden, Country Profile 2001,” The Economist Intelligence Unit, 2001.
3 Assar Lindbeck, Turning Sweden Around (Cambridge, MA: The MIT Press, 1994).
4 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986-1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
5 Este modelo obtiene su nombre de las iniciales de tres principales economistas del sindicato de personal ejecutivo, la
Confederación Sueca de Empresas y de la Confederación Sueca de Sindicatos a principios de la década de 1960. Edgren, Faxen
y Odhner tuvieron un rol fundamental en delinear la perspectiva consensuada en las negociaciones salariales entre los
empleadores y los trabajadores suecos.
6 Anteriormente conocida con el nombre de Svenska Arbetsgivareföreningen (SAF).
7 Rudolf Meidner, “The Swedish Model in an Era of Mass Unemployment,” Economic and Industrial Democracy, 1997.
8 Bertram Silverman, “The rise and fall of the Swedish model: Interview with Rudolf Meidner,” Challenge, 1998.
10 “Sweden: Selected Issues – The Role of Government,” Fondo Monetario Internacional, septiembre de 2001.
13 Per-Martin Meyerson, The Welfare State in Crisis – The Case of Sweden: A Critical Examination of Some Central Problems in the
Swedish Economy and Political System (Estocolmo: Federación de Industrias Suecas, 1982).
14 William Shepherd, In Praise of the Swedish Model, 1999, <http://hem.passagen.se/aibpeter/swedishmodel/inpraise.html>,
17 Per-Martin Meyerson, The Welfare State in Crisis – The Case of Sweden: A Critical Examination of Some Central Problems in the
Swedish Economy and Political System (Estocolmo: Federación de Industrias Suecas, 1982).
18 Göran Johnsson, presidente del Sindicato Sueco de Trabajadores Siderúrgicos, entrevista con los autores, 25 de marzo de
2002.
19 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986–1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
20 Bo Lundgren, presidente del Partido Conservador, entrevista con los autores, 12 de abril de 2002.
22 Por ejemplo, se eliminó el tope para los préstamos para la vivienda de bancos e instituciones financieras.
23 Assar Lindbeck, “Options for economic and political reform in Sweden,” Economic Policy, octubre de 1993.
24 Urban Bäckström, director del banco central sueco, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.
25 Assar Lindbeck, “Options for economic and political reform in Sweden,” Economic Policy, octubre de 1993.
26 Thorvaldur Gylfason, “The Swedish Model under Stress,” SNS Economic Policy Group Report, 1997.
28 Nils Lundgren y Hans Tson Söderström, “Kronförsvaret Hösten 1992 – Var det Värt Sitt Pris?” Ekonomisk Politik – En Vänbok
30 Assar Lindbeck, “Options for economic and political reform in Sweden,” Economic Policy, octubre de 1993.
33 Bertram Silverman, “The rise and fall of the Swedish model: Interview with Rudolf Meidner,” Challenge, enero/febrero de
1998.
34 Dirigido por Assar Lindbeck, Profesor Emérito del Instituto de Estudios Económicos Internacionales de la Universidad de
Estocolmo.
35 A principios de la década de 1990, el período electoral para el Parlamento sueco se incrementó de tres a cuatro años.
37 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986–1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
39 Joakim Stymne, economista en jefe de Alfred Berg, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.
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708-S30 El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta?
41 Joakim Stymne, economista en jefe de Alfred Berg, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.
42 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986–1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
43 Bertram Silverman, “The rise and the fall of the Swedish model: Interview with Rudolf Meidner,” Challenge, enero/febrero de
1998.
44 “Sweden—Assessment and Recommendations,” OECD Economic Survey, 1 de marzo de 2001.
45 “Sweden: Selected Issues—The Role of Government,” Fondo Monetario Internacional, septiembre de 2001.
46 Bo Lundgren, presidente del Partido Conservador, entrevista con los autores, 12 de abril de 2002.
47 Una importante cantidad de la información que se detalla en esta sección se basa en la investigación presentada en Pontus
50 Göran Tunhammar, presidente de la Svenskt Näringsliv, entrevista con los autores, 26 de marzo de 2002.
52 Por ejemplo, EF, la gran compañía de formación profesional sueca, trasladó su sede central a Boston para estar más cerca del
cluster “educativo” del área de Boston y a fin de atraer a los mejores talentos del management.
53 Björn Carlsson, ”Jakten på den låga skatten,” Göteborgs-Posten, 5 de abril de 2002.
55 Luego, Ericsson vendió esta propiedad para trasladarse a una oficina de menor tamaño como parte de sus esfuerzos de
reestructuración.
56 “Ericsson acquires office property in London,” gacetilla de prensa de Ericsson, 21 de agosto de 1998.
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