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708-S30

REV: 12 DE NOVIEMBRE, 2002

El Estado de Bienestar y Su Impacto en la


Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta?
En teoría, no hay ninguna contradicción entre el estado de bienestar sueco y el crecimiento
económico. Actualmente, sin embargo, los políticos se alejan de la realidad, lo cual no es bueno, dado el
entorno empresario cada vez más competitivo del presente. La tarea más importante de los políticos
consiste en generar un buen clima para las personas y las empresas.1

- Marcus Wallenberg, presidente y CEO de Investor AB.∗

A principios de 2002, luego de una década de reformas económicas, Suecia se había recuperado de
la profunda crisis económica de principios de la década de 1990, en la que la tasa de desempleo se
disparó hasta alcanzar el 10% y el producto bruto interno (PBI) disminuyó notablemente. Durante los
50 años anteriores, Suecia había buscado la igualdad y un nivel bajo de desempleo a través del
“Modelo Sueco”, que encarnaba tanto el capitalismo como un esquema de amplia redistribución.
Hasta principios de la década de 1990, muchos políticos y economistas habían considerado que este
modelo era un gran éxito. Los niveles de desempleo se habían mantenido por debajo del 2% y un
estado de bienestar generoso se había ocupado de los ciudadanos “desde la cuna hasta la tumba”. Sin
embargo, el éxito del modelo parecía haberse logrado a expensas del crecimiento económico, que no
había alcanzado el promedio de los demás países de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE). En 2001, Suecia enfrentaba una decisión importante: ¿debía
continuar achicando su estado de bienestar o debía restaurar el vasto alcance del sector público
previo a la crisis?

Las políticas públicas de Suecia tenían un impacto creciente en el sector privado. Suecia había
visto nacer a algunas de las compañías de ingeniería y farmacéutica más reconocidas del mundo,
como Volvo, Saab, Scania, ABB, Electrolux, AstraZeneca y Pharmacia. No obstante, a partir de 1992,
más del 20% de las 50 corporaciones suecas multinacionales se había mudado a otros países. Se
esgrimían varias razones para esta tendencia, que incluían el alto nivel de impuestos al capital y a las
ganancias y la consiguiente dificultad que tenía Suecia para atraer al talento gerencial extranjero. En
2001, la prensa sueca especulaba acerca de la posibilidad de que Ericsson, uno de los líderes
mundiales en la fabricación de equipos de telecomunicaciones y el símbolo del éxito de Suecia en el
campo de la alta tecnología, fuera la próxima compañía que abandonaría el país. Con una creciente

∗ A fines de 2001, la familia Wallenberg, una de las dinastías más poderosas de Europa, controlaba más de un tercio del
mercado de capitalización de la Bolsa de Valores de Estocolmo a través de una red de fundaciones familiares, participaciones
en compañías y grupos empresarios. Los miembros de la familia Wallenberg eran los principales accionistas de varias
compañías suecas de primera línea, tales como Ericsson, SEB, AstraZeneca, ABB y Scania. Investor AB era el principal holding
de la familia.
________________________________________________________________________________________________________________

El caso de LACC número 9-708-S30 es la versión en español del caso de HBS número 9-703-019. Los casos de HBS se desarrollan únicamente para
su discusión en clase y no como para servir de avales, fuentes de datos primarios, o ilustración de una gestión, adecuada o inadecuada, de una
situación determinada.

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cantidad de operaciones radicadas en Londres, la compañía parecía dispuesta a considerar una


posible mudanza de su sede central fuera de Suecia, donde se generaba sólo el 3% de sus ventas.

Antecedentes
Suecia se encuentra ubicada en la región oriental de la península escandinava (ver el Anexo 1). Por
su tamaño, se trata del cuarto país de Europa, con una superficie equivalente a una décima parte del
estado de California, en Estados Unidos. Su paisaje incluye 100.000 lagos y grandes bosques, aunque
sólo cuenta con unos pocos ríos navegables. La capital sueca, Estocolmo, se encuentra en la misma
latitud que el extremo sur de Groenlandia, pero su clima resulta mucho más templado gracias a la
Corriente del Golfo. Suecia cuenta con una red de transporte desarrollada y es rica en mineral de
hierro y energía hidroeléctrica.

Características Demográficas y Sociales


En 2002, la población de Suecia alcanzaba un total de 8,9 millones de habitantes. Más del 80% de
ellos vivían en un tercio de la superficie del país ubicado en la región sur.2 Suecia contaba con uno de
los niveles más altos de expectativa de vida del mundo y una de las tasas de natalidad más bajas. Si
bien, históricamente, la población había sido homogénea, Suecia recibió una gran cantidad de
inmigrantes durante la segunda mitad del siglo XX. Al principio, los inmigrantes llegaron atraídos
por la escasez de mano de obra local, pero, durante las últimas décadas, su arribo respondió,
fundamentalmente, a razones políticas. En 1999, el 11% de los habitantes de Suecia eran de origen
extranjero y aproximadamente la mitad de los inmigrantes ya se habían convertido en ciudadanos
suecos.

Aunque sólo el 4% de los suecos afirmaban tener una práctica religiosa activa, los valores
evangélicos luteranos se encontraban arraigados en la sociedad. Suecia contaba con el nivel de
educación más amplio del mundo desarrollado en términos de formación primaria y secundaria,
aunque la cantidad de habitantes con título universitario era relativamente baja.3

Desarrollo Económico
Suecia dejó de ser uno de los países más pobres de Europa Occidental a principios del siglo XX
para convertirse en el cuarto país más rico del mundo, en términos de PBI per cápita, en 1970. Al
principio, los commodities, tales como el mineral de hierro, los productos forestales y el acero,
representaban el grueso de sus exportaciones. Con el tiempo, los productos de ingeniería llegaron a
destacarse mientras Suecia se convertía en una nación industrial avanzada. Las innovaciones suecas
que sirvieron de base para esta revolución industrial incluyeron las máquinas centrífugas, los
rulemanes, los fósforos de seguridad y los equipos telefónicos. El acceso a los mercados extranjeros y
una serie de mejoras en el transporte y la tecnología de comunicaciones resultaron esenciales para la
promoción del crecimiento económico sueco, dado el reducido tamaño de su mercado interno (ver los
datos macroeconómicos básicos que se presentan en los Anexos 2, 3, 4 y 5).

Sistema Político
Suecia contó con un sistema político estable durante todo el siglo XX. Se trataba de una monarquía
constitucional, lo que implicaba que su monarca sólo desempeñaba tareas representativas y
protocolares. El Riksdag (el Parlamento sueco) constituía el poder legislativo, formado por una sola

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cámara, cuyos integrantes se elegían por períodos de cuatro años. El Parlamento elegía al primer
ministro, quién, a su vez, designaba a todos los demás funcionarios del gobierno. El sistema electoral
era proporcional, aunque existía una tasa mínima del 4% de los votos totales para que un partido
pudiera obtener un escaño en el Parlamento. Desde la década de 1950, el sistema de partidos políticos
de Suecia se dividió, en general, en dos bloques políticos: los socialistas y los no socialistas. En 2002,
siete partidos políticos tenían representación dentro del Parlamento. Suecia ingresó en la Unión
Europea (UE) en 1995, pero optó por no adoptar el euro, la moneda única de Europa, en 1999.

Excepto durante dos breves períodos (1976-1982 y 1991-1994), el Partido Social Demócrata (PSD)
había conservado el poder parlamentario desde la década de 1930, cuando comenzó a construir las
bases del estado benefactor sueco. A pesar de su predominio, el PSD sólo contó con una mayoría
absoluta en el Parlamento en raras ocasiones. En cambio, el partido solía gobernar con la ayuda del
apoyo (a menudo silencioso) del centro o la izquierda del espectro político local.

La Teoría detrás del Modelo Sueco


El estado de bienestar sueco crea una red de seguridad para todos y motiva a la gente a aceptar los cambios.
Nuestros ciudadanos valoran el hecho de vivir en un país con oportunidades equitativas y solidaridad. Sin
embargo, nos convertimos en víctimas de nuestro propio éxito y nos volvimos demasiado ambiciosos en la
década de 1970, cuando politizamos demasiados aspectos de la vida de los ciudadanos.4
— Ingvar Carlsson, primer ministro sueco en 1986-1991 y 1994-1996

El estado de bienestar que se desarrolló en Suecia durante las décadas de 1930 y 1940 constituyó el
eje principal del Modelo Sueco. Para alcanzar las metas de ese modelo, pleno empleo e igualdad,
Suecia combinó un sistema de producción impulsado por el mercado y orientado a las exportaciones
con una política de redistribución basada en la solidaridad social.

Pleno Empleo
El Modelo Sueco buscaba lograr un nivel pleno de empleo para su población a través de la
aplicación de dos submodelos, que resultaron bastante exitosos, ya que, entre 1950 y 1980, la tasa de
desempleo rara vez superó el 2%.

El primer submodelo, desarrollado por los economistas gremiales Gösta Rehn y Rudolf Meidner,
apuntaba al conflicto de corto y mediano plazo entre el pleno empleo y la estabilidad de precios.
Proponía que el gobierno utilizara políticas fiscales y monetarias de carácter restrictivo para evitar la
excesiva demanda laboral en las regiones y los sectores más fuertes de la economía. La reducción de
la demanda general generaba “islas de desempleo” en los sectores y las regiones más débiles de
Suecia, que el gobierno intentaba remediar con ciertas políticas laborales, tales como programas de
recapacitación y asistencia para la reubicación geográfica.

El segundo submodelo, conocido como el Modelo EFO (o el modelo escandinavo de inflación),5


buscaba preservar la competitividad a largo plazo de la industria sueca y, por lo tanto, el nivel de
empleo nacional. Sostenía que, en las industrias orientadas a la exportación, los aumentos de salarios
nominales debían restringirse a mejoras de productividad ajustadas por inflación. De esta manera, se
aseguraría la contención de las presiones de costos de forma tal de mantener la competitividad
internacional de Suecia con una tasa de cambio fija. Los aumentos salariales en los demás sectores de
la economía debían alinearse con los aumentos de salarios en el sector competitivo orientado a la
exportación. Esta política tendía a ejercer una presión ascendente en los precios de los bienes y
servicios no comercializados (ver el Anexo 6).

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Igualdad
El segundo pilar del Modelo Sueco consistía en la igualdad de ingresos y oportunidades, que se
lograba a través de la combinación de una política salarial solidaria y un sistema de bienestar
completo y universal.

En el contexto de una política salarial solidaria, los trabajadores que realizaban tareas similares
debían percibir los mismos salarios, independientemente de la rentabilidad, tamaño o ubicación de
sus empleadores (“la misma paga por el mismo trabajo”). Las políticas salariales solidarias apuntaban
también a fomentar que los salarios de los trabajadores de menores ingresos y nivel de calificación
aumentaran con mayor rapidez que los salarios de los trabajadores promedio (ver los Anexos 7a y
7b).

Dentro del sistema de bienestar sueco, los ciudadanos tenían acceso a una amplia variedad de
servicios públicos y sociales, que incluían generosos pagos de transferencias y un sistema de seguro
social que financiaba los servicios de salud y asistencia social para todos los habitantes suecos. Las
prestaciones adicionales (que recibían todos los habitantes) incluían subsidios en caso de desempleo y
enfermedad, pensiones, beneficios para padres y asignaciones familiares. Los beneficios con análisis
de ingresos previo (que dependían del nivel de ingresos de los beneficiarios) incluían asistencia
social, subsidios para la vivienda, cuidado infantil, ayuda de mantenimiento y préstamos
estudiantiles. El sistema de bienestar en Suecia era el más amplio del mundo.

Ejes Principales del Modelo


El Modelo Sueco dependía de un alto nivel de impuestos, sumado a la negociación centralizada de
salarios y la solidaridad entre los grupos más fuertes y más débiles de la sociedad.

La limitación de los aumentos salariales a la productividad ajustada por inflación requería una
fuerte confederación nacional de sindicatos y la negociación centralizada de salarios. Treinta
sindicatos afiliados conformaban la Landsorganisationen (LO), la Confederación Sueca de Sindicatos.
La LO se ocupaba de las negociaciones salariales centralizadas con la Confederación Empresaria
Sueca, Svenskt Näringsliv.6 En conjunto, estos grupos establecían los aumentos salariales mínimos para
sectores enteros. Los paquetes compensatorios se terminaban de negociar a nivel local.

Dentro de Suecia, las metas del Modelo Sueco gozaban de amplia aceptación.7 Históricamente, los
ciudadanos en mejor situación económica habían sentido una fuerte solidaridad para con los grupos
más débiles y deseaban que el estado desempeñara un rol de redistribución en la sociedad.8 La tasa
de afiliación sindical de los trabajadores suecos, que alcanzaba el 80%, era la más alta entre los países
integrantes de la OCDE. En tal sentido, los intereses de la sociedad y de los sindicatos eran similares,
lo que contribuía al éxito del modelo.9

Ventajas Económicas
El mérito del Modelo Sueco fue objeto de gran debate. Sus defensores creían que el modelo
contribuía a la salud de la economía sueca. Al asegurar la cohesión social a través de la reducción de
las tasas de pobreza y el acceso igualitario a la educación y la salud, promovía la estabilidad social –y,
por lo tanto, económica. Muchos economistas consideraban que la estabilidad constituía un
importante requisito previo para el crecimiento económico.

Un informe del Fondo Monetario Internacional describió diversas formas en las que el Modelo
Sueco beneficiaba a la economía:

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Surgen efectos dinámicos de la cobertura de protección contra una amplia variedad de


riesgos no asegurables en los mercados privados (por ejemplo, el riesgo de nacer en una
familia pobre o de menor nivel educativo), una mayor capacidad para tomar riesgos gracias a
la presencia de una red de seguridad social fuerte, una mayor movilidad intergeneracional, y
un mayor uso del talento debido a una mayor tasa de participación femenina y a la efectiva
incorporación de las minorías e inmigrantes en el mercado laboral.10

Además, los defensores del estado de bienestar sueco señalaban que la igualdad salarial dentro de
la política solidaria de salarios constituía un instrumento efectivo para presionar a las firmas con
desempeño insuficiente. Junto con los programas destinados a la recapacitación de trabajadores, las
políticas de igualdad salarial obligaban a las empresas menos eficientes a racionalizar sus operaciones
y mejorar en forma continua el valor agregado de sus productos y servicios. De esta manera, se
lograba una mejoría en el posicionamiento general comparativo de la industria sueca.

Desventajas Económicas
Por otro lado, quienes criticaban el Modelo Sueco consideraban que impedía el crecimiento
económico de largo plazo al coartar la flexibilidad y la adaptabilidad. El economista Per-Martin
Meyerson sostenía que el elevado nivel de impuestos que requería el modelo atentaba contra la
voluntad de personas y empresas de tomar riesgos. Asimismo, aseveraba que la política solidaria de
salarios, sumada a una escala impositiva progresiva, reducía los incentivos para que los empleados
trabajaran más o cambiaran de empleo. Más aún, señalaba que los subsidios gubernamentales en las
industrias amenazadas por la competencia internacional habían impedido una reestructuración
necesaria y, en última instancia, inevitable.

Se creía que el Modelo Sueco perjudicaba especialmente a las empresas más pequeñas. Los altos
impuestos corporativos dificultaban la tarea de las compañías, tanto grandes como pequeñas, de
financiar las inversiones necesarias. Sin embargo, los esquemas de depreciación acelerada permitían a
las empresas más consolidadas y rentables evitar las altas tasas de impuestos corporativos mientras
que ofrecían escasas oportunidades para que lo hicieran las empresas nuevas y de baja rentabilidad.
Además, las directivas gubernamentales alentaban a los bancos a asignar fondos a las grandes
compañías.11 Entre 1920 y 1946, las empresas de reciente formación representaban alrededor del 4%
de la cantidad total de compañías. Este ratio descendió a menos del 2% en las décadas de 1960 y 1970,
hasta llegar a aproximadamente un 1% en la década de 1980.12

En resumen, Meyerson explicó que el estado de bienestar debilitaba en forma continua los
incentivos para una distribución de recursos orientada a las ganancias y, por lo tanto, eficiente en la
economía sueca. Sostuvo que, en el largo plazo, la asignación capitalista de recursos no podía encajar
con la redistribución de riqueza de inspiración socialista.13

El Modelo Sueco en la Práctica


A principios de la década de 1970, el mundo entero se dirigió a Estocolmo para descubrir los secretos del
Modelo Sueco. Los extranjeros veían en Suecia un país con libertad, sin desempleo, con calles limpias, gente
limpia, trenes que funcionaban con puntualidad y un estado de bienestar que incorporaba las actitudes y
políticas sociales más actualizadas. Los extranjeros invadieron la Venecia del Norte [Estocolmo] en busca del
cáliz sagrado del desarrollo económico y el elíxir del crecimiento perdurable.14
— William Shepherd, autor de In Praise of the Swedish Model

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Luego de la Segunda Guerra Mundial, Suecia experimentó un fuerte crecimiento económico. La


demanda de los países que reconstruían su economía después de la guerra generó enormes
oportunidades para las exportaciones. Como Suecia se había mantenido neutral, sus empresas se
encontraban en buena posición para satisfacer las necesidades de los países que encaraban la
reconstrucción de la posguerra. Suecia creció con rapidez y logró un alto nivel de empleo, mientras
alcanzaba la igualdad de ingresos dentro del Modelo Sueco ya establecido. Muchos economistas y
políticos de todo el mundo alababan al país nórdico como un ejemplo de éxito.

Surgen las Deficiencias del Modelo


En la segunda mitad de la década de 1970, sin embargo, la producción industrial comenzó a
estancarse (ver el Anexo 8). En el contexto de la recesión económica global que se produjo luego del
estallido de los precios del petróleo de 1973-74, los problemas de Suecia se atribuyeron, en parte, a
dos factores.

En primer lugar, durante la bonanza económica de Suecia en la posguerra, las compañías


establecidas tendieron a apoderarse del robusto mercado exportador en detrimento de las empresas
medianas en desarrollo. De hecho, la creación de empresas nuevas disminuyó a partir de 1965. Los
observadores plantearon la posibilidad de que esta situación hubiera frenado la innovación y
aminorado la capacidad de Suecia para adaptarse a los cambios producidos en los mercados globales
de exportación.

En segundo lugar, la lentitud de la economía se atribuyó al surgimiento de grupos influyentes de


intereses especiales y su rol en la expansión del estado de bienestar. A partir de la década de 1970, los
grupos de intereses especiales se convirtieron en un participante activo del Modelo Sueco. Si bien,
originalmente, el mercado laboral se había regulado a través de contratos voluntarios entre la LO y la
Svenkst Näringsliv, en la década de 1970, el gobierno liderado por el PSD había implementado
protecciones legales formales para los empleados y los sindicatos.15 Se generó así giro del eje de poder
de los empleadores hacia los sindicatos.16 En consecuencia, se alteró el delicado equilibrio entre estos
dos grupos, lo cual resultó en un deterioro de su relación simbiótica previa.

En una muestra del creciente poder de los sindicatos, la LO comenzó a ejercer su influencia en las
políticas económicas del gobierno. Una gran parte de los miembros de la LO pertenecían al PSD a
través de sus gremios locales y representaban la mayoría de los afiliados a dicho partido. Los
políticos en el poder tenían dificultades para oponerse a las demandas laborales, en especial dada la
fragilidad del poder parlamentario y la corta duración de los cargos públicos.

A mediados de la década de 1970, la dirigencia sindical presionó hasta lograr aumentos salariales
que superaran los aumentos de productividad (ver el Anexo 9). El modelo EFO, que había
funcionado tan bien en las décadas de 1950 y 1960 para mantener los aumentos salariales alineados
con las mejoras de productividad, se vio amenazado. Entre 1974 y 1976, los costos industriales se
incrementaron casi un 30% más en Suecia que en otros países europeos como consecuencia de una
virulenta seguidilla de aumentos de precios y salarios.17 La participación de suecia en las
exportaciones mundiales disminuyó de manera impresionante mientras se derrumbaba el nivel de
empleo industrial.

Aún así, el desempleo oficial se mantuvo estable. En apoyo al modelo solidario, el sector público
sueco, que crecía con rapidez, y un programa de obras públicas del gobierno acogieron a quienes
habían perdido sus trabajos en el sector industrial privado. La productividad nacional disminuyó
cuando los empleados pasaron del sector industrial orientado a la exportación y más productivo a los
sectores menos productivos de servicios y gobierno. Göran Jonson, líder sindical, sostuvo: “El

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movimiento laboral se comportó mal; los empleadores no se contuvieron de manera adecuada, y los
políticos expandieron en exceso el rol del estado y trataron de devaluar a Suecia para sacar al país de
la crisis.”18

Desde mediados de la década de 1960 hasta principios de la década de 1980, el gasto público
aumento del 35% al 60% del PBI. Los precios del mercado interno aumentaron notablemente y los
políticos se vieron obligados a incrementar los impuestos para financiar las operaciones del sector
público. A su vez, esta situación tuvo un efecto inflacionario en los niveles salariales futuros.

La Burbuja de la Década de 1980


La desregulación de los mercados de crédito se asemejó a la apertura de un dique. Los bancos le ofrecían
dinero a la gente para el consumo y la especulación inmobiliaria. Fue imposible para el gobierno contrarrestar el
flujo de cientos de miles de millones de coronas.”19
— Ingvar Carlsson, primer ministro sueco de 1986 a 1991 y de 1994 a 1996.

Luego de la segunda crisis causada por el precio del petróleo en 1979, el desempeño económico
sueco se deterioró aún más. Ante un crecimiento más lento, el gobierno tomó una serie de medidas
para tratar de estimular la economía. La liberación de los controles al crédito y al capital siguieron a
varias devaluaciones monetarias de gran alcance.

El gobierno implementó varias devaluaciones monetarias (del orden de aproximadamente un 26%


acumulado entre 1981 y 1982) en un intento por estimular la economía. En consecuencia, el sector
exportador sueco prosperó mucho. Sin embargo, las devaluaciones generaron una presión adicional
para los salarios nominales suecos. Como los salarios continuaron aumentando con mayor velocidad
que el crecimiento de la productividad, se incrementó la inflación. Según el Presidente del Partido
Conservador, Bo Lundgren, las devaluaciones también impidieron la reestructuración necesaria del
sector privado.20 Por lo tanto, las devaluaciones se interpretaron como un paliativo temporario y no
como una solución real para los trastornos económicos subyacentes de Suecia.

En 1982, el PSD regresó al poder luego de un período de seis años de gobierno de la minoría no
socialista sueca. Presentó un paquete de “medidas de libre mercado”,21 que involucraba la
desregulación de los mercados de crédito y capital. Al mismo tiempo, se le otorgó mayor autonomía
al Riksbanken, el banco central de Suecia, para desarrollar una política monetaria activa sin la
influencia directa del gobierno.

Debido a la falta de experiencia de los bancos y los deudores para manejar el crédito en un
mercado libre, la desregulación de los mercados de crédito y capital condujo a un desarrollo
especulativo del mercado inmobiliario y de la construcción en la segunda mitad de la década de
1980.22 Se alentó a los consumidores a tomar crédito, ya que las tasas de interés reales después de
impuestos solían ser negativas y los intereses de los pagos hipotecarios se podían deducir de los
impuestos. Los recortes impositivos estimularon aún más el consumo. El nivel de ahorro en los
hogares descendió a -4% de los ingresos disponibles.23 El sector de las exportaciones creció
desmesuradamente, lo que generó un aumento en la utilización de capacidad y la escasez de mano de
obra. En 1990, el desempleó ya había bajado al 1,5%.

El gasto público se incrementó a medida que los trabajadores del sector público exigieron una
participación de la nueva prosperidad sueca. El PSD reconoció los peligros del recalentamiento de la
economía, pero, sin la capacidad para restringir los flujos de crédito y capital, el gobierno tuvo
dificultades para estabilizar la economía. El banco central aumentó las tasas de interés, pero no logró
remediar la situación.

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La Crisis Económica de 1991-1993


Hoy resulta evidente que deberíamos haber abandonado la tasa fija de cambio mucho antes.24
— Urban Bäckström, director del banco central sueco.

A principios de la década de 1990, explotó finalmente la burbuja económica sueca. Aunque la


crisis no sorprendió a muchos observadores, varios factores contribuyeron a agudizar la caída
económica sueca de una manera impredecible.

La recesión A partir de 1991, Europa y los Estados Unidos enfrentaron una severa recesión
económica. Sueca, con su economía pequeña y abierta, quedó muy expuesta a este cambio económico
repentino y negativo. Entre 1991 y 1993, Suecia sufrió una caída del PBI del 6% y una disminución del
17% en la producción industrial. La inflación bajó del 8% en 1990 a menos del 2% en 1991 y las tasas
de interés reales aumentaron. Este incremento, sumado a un aumento en los impuestos inmobiliarios,
causaron el colapso del mercado inmobiliario financiado con deuda. Los bancos comerciales
enfrentaron un aumento de los créditos incobrables al tiempo que se dispararon las tasas de quiebra.
En última instancia, el gobierno debió intervenir para proteger los balances de los bancos.

Al caer la confianza en el mercado laboral, los ciudadanos comenzaron a ahorrar mas para
protegerse ante las posibles reducciones en los beneficios sociales. En 1992, las tasas de ahorro en los
hogares aumentaron ocho puntos porcentuales. Al mismo tiempo, cayeron las tasas de inversión de
las empresas. Con menor inversión y ahorro en la economía, disminuyó la demanda interna;25 la
brecha entre el PBI potencial y el PBI real aumento a un nivel que no se registraba desde la Gran
Depresión.26

Las finanzas del gobierno se deterioraron con rapidez y pasaron de un superávit fiscal del 1% del
PBI en 1990 a un déficit del 13% en 1993. Seguidamente, la deuda del estado aumentó del 43% del PBI
en 1990 al 78% en 1994. Al mismo tiempo, el tamaño del sector público se incrementó a casi el 70% del
PBI.27 En 1993, ya no se podía intentar alcanzar la meta de pleno empleo y el desempleó llegó al 10%
(ver el Anexo 10).

Vínculo de la moneda El 17 de mayo de 1991, Suecia decidió unilateralmente vincular, dentro de


una banda, su moneda a la Unidad Monetaria Europea (ECU, por sus siglas en inglés), una canasta de
de monedas de los países miembros de la Unión Europea.28 Esta medida se percibió como el paso
siguiente a la aprobación de la solicitud formal de incorporación a la Unión Europea por parte del
Parlamento sueco. El banco central ya no podía recurrir a la devaluación para estimular a la industria
exportadora.

Durante el verano de 1992, varias monedas europeas que dependían del ECU sufrieron reveses. La
economía sueca continuaba experimentando dificultades y los especuladores internacionales de
divisas comenzaron a especular con que el banco central no podría defender la corona, la moneda
sueca. Como el gobierno ya no podía proteger la moneda a través del control de cambio extranjero, el
banco central se vio obligado a aumentar la tasa de interés. En septiembre de 1992, la tasa de interés
se fijó en un nivel sin precedentes del 500%.

La extrema volatilidad de las tasas de interés representó un punto de inflexión para los políticos y
el público en general. El 19 de noviembre de 1992, el banco central recapituló y abandonó la paridad
de la corona. Con el tipo de cambio libre, la moneda se devaluó rápidamente más de un 20% en
relación con el ECU.

Urban Bäckström, director del Riksbank, sostuvo que la política de tasa fija de cambio había sido
una de las principales causas de la crisis económica sueca. Declaró: “Si se hubiera adoptado antes una
moneda flotante, la crisis hubiera resultado menos grave. En ese momento, sin embargo, los expertos

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se empecinaban en creer que las economías pequeñas y abiertas necesitaban tipos de cambio fijos.”29
La depreciación de la corona terminó con la crisis monetaria inmediata, pero generó una “economía
dual”, que consistía de un sector exportador floreciente y un nivel decreciente de demanda interna
general. Suecia cayó al decimocuarto lugar en los ranking globales de PBI per cápita.30

Explicaciones de la crisis ¿Cuáles fueron las causas de la crisis y qué había pasado con la
economía sueca? La mayoría de la gente culpaba a una combinación de fallas de sistemas,
condiciones económicas cambiantes e incentivos distorsionados. Los políticos le echaban la culpa a
un estado de bienestar demasiado generoso, mientras que los economistas señalaban a las políticas
económicas inconsistentes y a ciertos problemas estructurales de la economía.

“El problema de Suecia es el Modelo Sueco,”31 dijo Ian Wachtmeister, líder de Nueva Democracia,
un pequeño partido político de orientación de libre mercado que ingresó en el Parlamento sueco en
1991. Carl Bildt, el primer ministro conservador elegido en 1991, atribuyó gran parte de la culpa a los
desincentivos generados a través de los beneficios excesivos que habían instaurado los anteriores
gobiernos del PSD. En especial, destacó las tasas de ausentismo cercanas al 25% en la fuerza de
trabajo: “Por ejemplo, cuando el mundial de jockey sobre hielo se transmitía por televisión, la gente
tendía a enfermarse mucho.”32

Suecia se había convertido en la sociedad “más enferma” del mundo, en parte debido a que los
trabajadores recibían el 90% de su sueldo a través de beneficios de salud cuando tenían licencia por
enfermedad. Muchas compañías tenían que aumentar su dotación en forma significativa para
desarrollar sus operaciones normales. Además, la Ministro de Finanzas, Anne Wibble, sostuvo que
los beneficios estatales habían eliminado los incentivos para que la gente ahorrara, de tal manera que
los ciudadanos dependían cada vez más de los subsidios. Los beneficios se financiaban con uno de los
niveles más altos del mundo de impuestos al capital y la renta, que desalentaban a muchas empresas
y emprendedores a quedarse en Suecia.

Meidner, uno de los creadores del Modelo Rehn/Meidner, le echaba la culpa de la crisis a las
políticas inconsistentes del gobierno y a la internacionalización.33 Aseveraba que el gobierno había
cometido una serie de errores: había cedido a las presiones de ciertos grupos de interés, había
desregulado los mercados financieros muy rápido y no había hecho lo suficiente a fines de la década
de 1980 para detener el estallido especulativo. Además, sostenía que el Modelo Sueco funcionaba
mejor en una economía relativamente cerrada, en la que el país enfrentaba escasas presiones externas
y el gobierno podía tomar decisiones unilaterales respecto de las políticas de distribución y
estabilización. A medida que Suecia se integraba al resto del mundo, resultó cada vez más difícil para
el gobierno controlar la economía.

En diciembre de 1992, el gobierno sueco designó a una comisión académica independiente para
que analizara la crisis económica e identificara posibles soluciones para los problemas de Suecia.34 La
comisión identificó cuatro dimensiones de la crisis:

• Problemas de estabilidad causados, por un lado, por el intento de Suecia de conservar un tipo de
cambio fijo y, por el otro, por un sistema inflacionario de formación de salarios y políticas
fiscales expansivas durante los períodos de crecimiento económico.

• Problemas de eficiencia generados a través de las restricciones impuestas a la competencia,


moldeada, fundamentalmente, por un sector estatal grande y una excesiva regulación.

• Problemas de crecimiento de la economía, en la que la inversión en capital físico y humano no


producían los resultados deseados. Los impuestos altos limitaban los incentivos al trabajo y
tenían un impacto negativo en la asignación de capital.

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• El impacto de la política, las instituciones y ciertos grupos de interés, que le impedían a Suecia
recortar sus beneficios. En parte, esta situación se debía a los cortos períodos electorales y al
fuerte apoyo del electorado al mantenimiento de un estado de bienestar de gran tamaño.35
Asimismo, el banco central contaba con un nivel de independencia limitado en comparación
con los de otros países. Otras instituciones no se habían modernizado para acompañar las
nuevas condiciones económicas.

La Reforma del Estado de Bienestar


En septiembre de 1991, en medio de la crisis, Bildt, líder de un gobierno perteneciente a una
minoría de centro-derecha, fue elegido para desempeñarse como primer ministro. El nuevo gobierno
estaba decidido a corregir el desempeño económico de Suecia. Bajo la conducción de Bildt, se
implementó un programa de austeridad económica con el propósito de recuperar el control de las
finanzas públicas. Además, se tomaron medidas para reformar el estado de bienestar con miras a
ingresar en la UE en 1995.

Antes de dejar el poder, el gobierno del PSD había simplificado el código impositivo. El nivel
máximo de impuesto a las ganancias personales se redujo al 50%, mientras que el impuesto a los
beneficios de inversiones se fijó en 30%.36 Las reformas impositivas ampliaron la base imponible y
eliminaron varias oportunidades de evasión en el código impositivo. Sin embargo, a pesar de estos
cambios, no se modificó demasiado la distribución de los ingresos. El gobierno de Bildt avanzó con
su plan de medidas de reforma impositiva a través de la reducción del impuesto al patrimonio y la
simplificación de las normas para las pequeñas y medianas empresas. Se eliminó el sistema de doble
gravamen sobre los dividendos corporativos, que había castigado especialmente a las pequeñas y
medianas empresas que reunían su capital propio fundamentalmente en Suecia. Las grandes
compañías con acceso a los mercados internacionales de capitales habían logrado evitar el doble
gravamen. El gobierno comenzó a reducir las asignaciones de subsidios para la vivienda, cuidado
infantil, pensiones y servicios de salud y odontología. Se le otorgó mayor independencia al banco
central, que recibió también una nueva acta de constitución por parte del gobierno. En la nueva acta
de constitución, se modificaba la meta de la política monetaria, que dejaba de apuntar al pleno
empleo para concentrarse en lograr un bajo nivel de inflación, con una tasa objetivo de 2%.

El gobierno quería implementar una reforma más amplia, pero encontró resistencia por parte del
PSD. En términos específicos, el gobierno debió reducir los recortes de bienestar social que tenía
planeados y su programa de privatizaciones para lograr un acuerdo en el Parlamento. En 1994, la
economía comenzó a mostrar señales de recuperación.

En septiembre de 1994, el PSD regresó al poder. Muchas de las reformas iniciadas por los
conservadores continuaron implementándose bajo la conducción del Primer Ministro Carlsson, del
PSD, quién, con el apoyo de los sindicatos, tuvo menos dificultades para lograr la aceptación de la
reforma.37 Se realizaron recortes adicionales en el nivel de empleo público y se le otorgó aún más
independencia al banco central, de acuerdo con las pautas que seguían sus pares del resto de Europa.
No obstante, se revirtieron otras reformas, como, por ejemplo, las disminuciones de los niveles de
impuestos al patrimonio y las ganancias que había establecido Bildt.38

La Recuperación de Mediados de la Década de 1990 al Año 2000


A mediados de la década de 1990, la economía remontó luego de cuatro años consecutivos de
recesión. La recuperación general de la economía ayudó al PSD a lograr su meta de ordenar las

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finanzas públicas a través de mayores reducciones en el gasto público. La desregulación de ciertos


mercados claves, como el de las telecomunicaciones, la energía y los servicios bancarios, también
contribuyeron a reducir el déficit. A fin de prepararse para su ingreso a la UE el 1 de enero de 1995,
Suecia planeaba alinear gran parte de su marco regulatorio y sus políticas de mercado con los
parámetros vigentes en la UE. Según el economista Joakim Stymne, las reformas llevaron a los suecos
a acostumbrarse y aceptar las exigencias de las empresas, ya que muchas organizaciones del sector
público se privatizaron o debieron enfrentar la competencia de entidades privadas.39

Las reformas implementadas aumentaron la confianza internacional y local en la política


económica sueca y disminuyeron las expectativas inflacionarias. El PBI real se incrementó un 3,3% y
3,7%, respectivamente, en 1994 y 1995, con un promedio anual de crecimiento de 2,9% entre 1996 y
2000.40 Impulsada por un nivel creciente de consumo personal e inversiones en activos fijos (que
incluyó un marcado repunte en la construcción de viviendas), aumentó la demanda interna de Suecia.
Sin embargo, el desempeño se mantuvo alto debido a que el sector privado no creció lo
suficientemente rápido para absorber al personal afectado por los recortes en el nivel de empleo
público. El desempleo comenzó a descender recién en 1998, cuando bajó de 8%-9% a 4%-5%. Si bien la
recuperación macroeconómica de Suecia fue notable, el crecimiento de su PBI per cápita se mantuvo
por debajo del promedio de la OCDE (pero por encima del promedio de la UE). El nivel de gasto total
de Suecia en beneficios sociales financiados con fondos públicos continuó siendo el más alto del
mundo (ver el Anexo 11).

Durante la década de 1990, Suecia se convirtió en uno de los países líderes en tecnología
informática, con una de las tasas de penetración de Internet y telefonía celular más altas del mundo.
La desregulación temprana de la industria de las telecomunicaciones produjo una competencia
intensa. La presencia de compañías nacionales de equipos de telecomunicaciones, como Ericsson,
impulsaron a Suecia a la vanguardia de los inventos y las aplicaciones de alta tecnología.

El espíritu emprendedor se difundió con rapidez en Suecia y Estocolmo se convirtió en un polo de


desarrollo de tecnología informática. Stymne declaró: “El clima emprendedor mejoró muchísimo en
la década de 1990, impulsado por un mayor acceso al capital de riesgo y un cambio de actitud
respecto de la toma de riesgos.”41 El ex Primer Ministro Carlsson comentó que el estado de bienestar
fomentaba la toma de riesgos en la población porque su elaborada red de seguridad atenuaba las
consecuencias negativas de los posibles fracasos.42

En 1999, las finanzas públicas suecas ya habían dejado de arrojar déficit y el país contaba con un
superávit de presupuesto del 3% del PBI. No obstante, a medida que mejoraron las finanzas públicas
y aumentó la confianza, los grupos de interés comenzaron a ejercer una mayor presión sobre el
gobierno para lograr, una vez más, la expansión del estado de bienestar.

De Cara al Futuro

Las Presiones al Estado de Bienestar


El crecimiento económico se desaceleró considerablemente durante 2001, en gran parte como
consecuencia del revés económico que sufrieron Estados Unidos y Europa. Por un lado, los analistas
internacionales comentaron que Suecia se recuperaría, ya que estaba mejor preparada que antes para
enfrentar las dificultades económicas debido a los cambios estructurales realizados y al ordenamiento
de las finanzas públicas. Por otro lado, como miembro de la UE, Suecia había cedido parte de su
independencia política y económica a Bruselas. Si Suecia decidía integrar la Unión Monetaria

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Europea∗ y adoptar el euro, tendría que dejar otras herramientas de formulación de políticas para
controlar la inflación, las tasas de interés y el tipo de cambio en manos del Banco Central Europeo.

La nueva política económica sueca apuntaba a lograr un superávit público del orden del 2%-3%
del PBI durante el ciclo económico, con una tasa de inflación del 2% y un índice de desempleo
inferior al 4% (con una tasa de participación de la población adulta del 80%). No obstante, se temía
que las diversas presiones que aún sufría el estado de bienestar sueco amenazaran la ejecución de
este plan.

En primer lugar, la internacionalización había aumentado la movilidad de la base impositiva.


Como, dentro de la UE, se habían eliminado los controles formales de capital, bienes y mano de obra,
era posible que las personas, las empresas y los mercados financieros fueran sensibles a niveles
impositivos diferenciales. Suecia -con sus impuestos a las ganancias extremadamente altos, su doble
gravamen de los dividendos, su alto impuesto al valor agregado (impuesto a las ventas) y sus
elevadas tasas de impuestos al capital- tenía un alto nivel de exposición al “arbitraje tributario”.
Según el economista laboralista Meidner:

Suecia es un país demasiado pequeño para decir que, de ahora en más, desarrollará una
política económica expansionista y dejar de lado los problemas de presupuesto e, incluso,
aceptar aumentar de precios. Ya conocemos las consecuencias. Bajará la bolsa y caerá el valor
de la moneda. Al ser un país pequeño, Suecia no puede ignorar las reacciones internacionales a
las políticas económicas internas… Al ser un país pequeño, no podemos desarrollar una
política económica independiente.43

En segundo lugar, los cambios demográficos habían incrementado las presiones de gasto. El
aumento de edad de la población agregaba una presión mayor al gasto público en concepto de
pensiones, servicios de salud y otros beneficios sociales.

En tercer lugar, seguía existiendo un fuerte apoyo político a los beneficios sociales elevados en función
del arraigo del valor de la solidaridad en la sociedad sueca. Muchos grupos de interés proponían un
incremento del gasto público para mantener la igualdad de ingresos y recuperar los niveles anteriores
de servicios públicos.

En cuarto lugar, la descentralización del proceso de negociación había atentado contra el proceso
medido de formación de salarios. Las negociaciones centralizadas entre la LO y la Svenskt Näringsliv
se habían diseñado para alinear los aumentos de salarios con los incrementos de productividad. En el
último tiempo, cada sindicato había comenzado a negociar en forma independiente con las
compañías. Se corría el riesgo de que esta situación llevara a la economía a un círculo vicioso de
aumentos de precios y salarios, como había ocurrido en la década de 1970.

Por último, existían presiones para aumentar la tasa de crecimiento de la economía a través de la
desregulación.44 Había señales que indicaban que la alta carga impositiva y la reducida dispersión
salarial desmotivaba a la gente para trabajar más o invertir en educación. De la misma manera, los
subsidios para la vivienda y un amplio control de los alquileres desalentaban la inversión en capital
social nuevo para el mercado de alquileres. Asimismo, era probable que el gran tamaño del sector
público sueco hubiera obstaculizado el desarrollo de la competencia y la innovación en varios
sectores claves.

∗ El gobierno sueco había expresado su deseo de adoptar, “en principio”, la moneda única, siempre y cuando se cumplieran
ciertas pautas auto-impuestas. Sin embargo, aún no se había comprometido con un cronograma para su incorporación.
Finalmente, de los 15 estados miembros de la UE, sólo el Reino Unido, Dinamarca y Suecia decidieron no adoptar el euro.

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El estado del bienestar se encontraba frente a una encrucijada importante. Luego de su


recuperación de la profunda crisis sufrida a principios de la década de 1990, Suecia podía avanzar en
dos direcciones: podía aumentar o mantener su nivel de gasto público para compensar los recortes
recientes, o podía continuar reduciendo el estado de bienestar y el nivel de intervención estatal.45
Resultaba cuestionable que se pudieran realizar mayores reformas, dado el gran porcentaje del
electorado que dependía del empleo y los beneficios del estado. El Presidente del Partido
Conservador, Lundgren, señaló: “La superación de la dependencia económica del electorado
constituye mi mayor dilema político.”46

Las Presiones para las Empresas47


Las corporaciones deben manejarse con una perspectiva global, pero es malo que se marchen de Suecia por
las razones incorrectas. Tenemos que llegar a un entendimiento común a nivel nacional de los problemas del
estado de bienestar. En la actualidad, pareciera que el verdadero entendimiento de la situación se encuentra sólo
en el sector privado.48
— Marcus Wallenberg, presidente y CEO de Investor AB

Cuarenta y siete corporaciones multinacionales suecas mudaron sus sedes centrales fuera de
Suecia entre 1997 y 2000. Algunas de estas mudanzas se debieron a las fusiones de estas empresas con
compañías extranjeras, pero muchas de ellas se produjeron sin que mediara un cambio en la
estructura de propiedad de las mismas. Desde 1991 hasta 2000, la participación extranjera en la Bolsa
de Valores de Estocolmo había aumentado de 8% a 39% de la capitalización total de mercado. En el
mismo período, Suecia había tenido dificultades para atraer a la inversión extranjera directa.

Göran Tunhammar, presidente de la Svenskt Näringsliv, señaló tres razones claves para el
alejamiento de las empresas suecas: la asimetría del impuesto al capital (impuestos más bajos para los
capitales extranjeros invertidos en compañías suecas que para los capitales suecos invertidos en
compañías suecas), la eliminación por parte del gobierno de restricciones previas a las ventas de
corporaciones a entidades extranjeras,49 y la escasez en Suecia de mano de obra calificada,
particularmente de especialistas en ciencias naturales.50

En concordancia con las opiniones de Tunhammar, una encuesta realizada a ejecutivos de primera
línea de compañías multinacionales suecas reveló dos factores de influencia fundamental en la
decisión de las empresas de mudar sus sedes centrales, a saber: los impuestos y el acceso a las
comunicaciones y el transporte (ver el Anexo 12).51 Los impuestos a las ganancias afectaban tanto la
decisión de ubicación geográfica de los ejecutivos suecos como la capacidad de las empresas suecas
para atraer al talento gerencial extranjero (ver el Anexo 13). El nivel de remuneraciones ejecutivas en
Suecia era relativamente inferior a la media internacional (ver el Anexo 14). Además, las opciones de
acciones (stock options) estaban sujetas a un mayor gravamen en Suecia que en otros países tales como
Estados Unidos. Si bien los impuestos corporativos suecos eran competitivos, los impuestos a los
dividendos, beneficios de capital y patrimonio se encontraban entre los más altos del mundo (ver el
Anexo 15). La cercanía a los medios de transporte para acceder a los clientes, proveedores e
inversores constituía el segundo factor en importancia.

Otras corporaciones, al reconocer los beneficios de Suecia, decidieron mantener sus sedes
centrales en el país. Muchos académicos señalaron la importancia que la cercanía a los clusters
industriales tenía para las decisiones de ubicación geográfica de las compañías.52 Suecia contaba con
clusters industriales destacados en las áreas de telecomunicaciones, farmacéutica, acero, camiones
pesados, pulpa y papel. Otro beneficio radicaba en que Suecia ofrecía una fuerza de trabajo
mayormente educada.

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Durante un período de 10 años, sin embargo, más del 20% de las 50 mayores compañías
multinacionales suecas habían trasladado sus sedes centrales a otros países. Aparentemente, los
factores negativos de Suecia superaban a sus ventajas.

La Decisión de Ericsson
El gobierno sueco no ha comprendido que, hoy en día, la política está expuesta a la competencia
internacional. Si los impuestos y el clima de negocios no son favorables en Suecia, las compañías se irán a otra
parte.53
— Lars Ramqvist, ex CEO y presidente de Ericsson

Ericsson era líder mundial en la fabricación de sistemas y productos de comunicaciones


alámbricas y celulares en redes de telecomunicaciones públicas y privadas. La compañía era también
un importante fabricante de aparatos de telefonía móvil. La mayor empresa sueca en términos de
capitalización de mercado, Ericsson operaba en 140 países. Los capitales extranjeros representaban el
28% del paquete accionario de Ericsson, pero contaban sólo con el 1,5% de los votos. Menos de la
mitad de la dotación total de 85.000 empleados de Ericsson trabajaban en Suecia.54 En 2001, Ericsson
contaba con una facturación global de US$ 22.000 millones y una participación del mercado global de
más del 30% en sistemas inalámbricos móviles y de un 10% en aparatos inalámbricos. Sólo el 3% de
sus ingresos se generaban en Suecia (ver el Anexo 16a).

A fines de la década de 1990, Ericsson analizaba la posibilidad de trasladar su sede central fuera
de Suecia. En 1998, la compañía anunció que había adquirido oficinas en Londres.55 Ericsson declaró:
“La razón para la compra de esta propiedad radica en que Ericsson observa una creciente necesidad
de tener una representación en Londres, en parte a fin de estar cerca de ciertos clientes importantes,
socios, centros de servicios financieros y mercados.”56 Al mismo tiempo, la compañía anunció la
creación de una nueva organización con oficinas corporativas en Londres que “desempeñará un rol
creciente en la gestión corporativa en general.”57 A fines de 2001, Kurt Hellström, presidente y CEO
de Ericsson, ya solía manejar las operaciones cotidianas de Ericsson desde la sede de Londres.
Además, Sony Ericsson Mobile∗ tenía sus oficinas centrales en Londres. Sin embargo, los funcionarios
de la compañía insistían en que la sede central de Ericsson no se había trasladado formalmente.

La importancia de Estocolmo como uno de los principales centros mundiales de desarrollo


industrial en telecomunicaciones fomentaba la decisión de mantener la sede central de Ericsson en
Suecia. Sin embargo, el alto nivel de impuestos en Suecia y las potenciales dificultades para atraer al
talento gerencial europeo parecían inclinar la balanza a favor de la decisión de trasladar la sede
central fuera de Suecia (ver el Anexo 16b).

∗ Sony Ericsson Mobile era un emprendimiento conjunto de Ericsson y Sony en el área de aparatos móviles, cuya misión
consistía en quitarle el liderazgo en aparatos móviles a Nokia.

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Anexo 1 Mapa de Suecia

NORUEGA

Suecia
VESTERÁLEN
RUSIA

Límite internacional
LOFOTEN
Capital nacional
Ferrocarril
Camino

0 50 100 kilóm etros

0 50 100 Millas
Lambert Conformal Conic Projection, SP 47N/62N

Mar de Noruega

FINLANDIA

Golfo de
NORUEGA
Botnia

Helsinki
a
ndi
inla
Oslo ISLAS ALAND deF
fo
Gol
Estocolmo

rn ESTONIA
ne
Va

k
e rra
ag
Sk

Riga LATVIA
Mar Kattegat
Mar
del Norte
Báltico
DINAMARCA
Copenague LITUANIA

Fuente: Cortesía de la University of Texas at Austin, Colección de Mapas de la Biblioteca Perry Castañeda.

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Anexo 2 Indicadores Económicos de Suecia

% variación respecto del año anterior 1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2001

Crecimiento de PBI Real 6,6% 2,0% 2,2% 1,4% -1,4% 3,3% 1,1% 3,6% 3,6% 1,2%
Crecimiento de PBI per Cápita Real 5,7% 1,7% 2,0% 0,5% -2,0% 2,7% 1,0% 3,6% 3,5% 1,7%
Precios al Consumidor 7,0% 13,7% 7,4% 10,5% 2,3% 2,2% 0,5% -0,1% 1,0% 2,4%
Como porcentaje del PBI
Inversión/PBI 22,1% 20,1% 19,3% 21,5% 17,0% 15,1% 15,7% 16,0% 17,3% 17,5%
Cuenta Corriente/PBI -0,8% -3,6% -0,9% -2,7% -4,3% 0,3% 2,3% 2,0% 3,0% 3,3%
Déficit l (-) o Superávit Fiscal/PBI -1,8% -8,1% -7,1% 1,0% -5,1% -8,4% -3,3% 0,4% 6,0% n.d.
En las unidades indicadas
Población (en millones de habitantes) 8,04 8,31 8,36 8,56 8,67 8,78 8,84 8,85 8,87 8,83
Desempleo (%) 1,5 2,0 2,8 1,8 5,6 9,6 9,9 8,4 5,8 5,0
Tasa de cambio (coronas por US$ al cierre del período) 5,17 4,37 7,62 5,70 7,04 7,46 6,87 8,06 9,54 10,67
Tasa de cambio (coronas por euro al cierre del período) n.d. 5,97 6,37 7,41 7,45 9,30 8,70 8,73 8,56 8,83
Rendimiento de los bonos del gobierno a largo plazo (%) 7,4 11,7 13,1 13,1 10,0 9,4 8,0 5,0 5,4 5,1

Fuente: Adaptado de FMI, International Financial Statistics CD-ROM, septiembre de 2002, y Datos por País de EIU, Suecia, octubre de 2002.

Anexo 3 Cuentas de Ingresos Nacionales de Suecia (en millones de coronas corrientes)

1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2001
Producto Bruto Interno 172.200 528.300 866.600 1.359.900 1.441.700 1.596.400 1.756.400 1.905.400 2.098.500 2.167.200
Consumo privado 92.000 273.300 443.700 692.700 777.300 830.900 884.100 956.900 1.060.400 1.079.700
Consumo estatal 36.500 153.800 239.200 372.100 402.500 436.900 476.100 509.400 549.000 577.700
Inversión Fija Bruta 38.100 106.400 167.000 292.500 244.600 240.500 276.300 304.900 363.300 379.100
Cambios en inventarios 5.300 5.900 -500 -2.500 -6.700 13.400 2.700 15.000 13.700 3.000

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Exportaciones de bienes y servicios 41.500 156.500 305.900 406.800 401.600 583.000 685.900 832.600 990.100 1.006.700
Importaciones de bienes y servicios 42.500 166.500 291.200 401.800 377.600 493.700 568.700 713.500 878.000 879.100

PBI a Precios de 1995 n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. 1.652.300 1.731.800 1.831.000 1.982.600 2.006.500

Fuente: Adaptado de FMI, International Financial Statistics CD-ROM, septiembre de 2002.

Nota: Como se refleja en la fuente, en 1970, 1980, 1985 y 1994, la suma de los componentes del PBI difiere del PBI entre un décimo de 1% y un 1%.

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Anexo 4 Balanza de Pagos de Suecia (en millones de US$ corrientes)

% de cambio respecto del año anterior 1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2001

Cuenta Corriente -253,2 -4.331,1 -1.010,3 -6.338,9 -8.827,5 742,6 5.892,3 4.639,4 6.616,5 6.696,0
Balanza comercial 303,5 -2.198,3 2.384,8 3.402,4 6.720,5 9.557,8 18.636,2 17.631,7 15.215,3 13.831,7
Exportaciones 6.750,2 30.661,5 30.172,9 56.835,0 55.362,8 60.199,0 84.689,6 85.179,0 87.431,0 76.200,0
Importaciones 6.446,7 32.859,8 27.788,1 53.432,6 48.642,3 50.641,2 66.053,4 67.547,3 72.215,7 62.368,4
Servicios netos -423,3 471,3 -560,4 -3.332,2 -2.894,9 -1.015,7 -1.824,9 -3.769,3 -3.188,0 -1.022,7
Ingreso neto 7,7 -1.379,8 -1.977,0 -4.473,2 -10.038,6 -5.919,1 -8.303,0 -5.785,3 -2.063,2 -2.851,6
Transferencias netas -141,1 -1.224,4 -857,6 -1.935,7 -2.614,4 -1.880,3 -2.616,1 -3.437,7 -3.347,6 -3.261,3

Cuenta de Capital -11,6 -73,3 -221,4 -353,0 6,0 23,1 8,9 868,2 384,5 509,4

Cuenta Financiera 143,0 453,5 -2.892,5 19.277,5 10.214,3 6.077,9 -10.046,2 5.960,7 -3.296,6 1.824,2
Inversión Directa Neta -104,4 -373,6 -1.412,3 -12.646,6 -424,2 -416,7 380,0 -3.258,4 -17.837,3 6.125,9
Inversión de Corto Plazo Neta 48,3 -266,3 561,9 2.467,5 985,2 -1.738,0 -9.917,8 -16.894,1 -4.068,1 -17.919,4
Gobierno Neto -42,5 -276,8 -5.093,8 -2.775,0 28.230,6 4.784,7 1.514,0 421,5 -577,0 -807,2
Otros Netos 241,6 1.370,3 3.051,6 32.231,5 -18.577,3 3.447,8 -2.022,3 25.691,8 19.185,8 14.424,9

Errores y Omisiones, Neto 151,1 -1.446,8 -526,4 -5.034,0 5.559,7 -4.462,2 -2.240,6 -8.214,5 -3.533,9 -10.077,8

Reservas y conceptos relacionados -29,3 5.397,7 4.650,6 -7.551,7 -6.952,5 -2.381,4 6.385,6 -3.253,8 -170,5 1.048,2

Fuente: Adaptado de FMI, International Financial Statistics CD-ROM, septiembre de 2002.

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708-S30 -18-

Anexo 5 Cuentas Fiscales de Suecia (en millones de coronas corrientes)

1970 1980 1985 1990 1992 1994 1996 1998 2000


Déficit (-) o Superávit -3.100 -43.000 -61.500 13.600 -74.100 -133.600 -58.000 6.800 125.800
Ingresos 51.100 185.800 351.800 601.700 610.900 419.100 590.100 696.500 791.000
Subsidios recibidos 200 1.000 0 0 0 0 10.400 9.900 9.000
Gastos 43.900 208.800 388.300 554.800 666.000 552.700 658.500 699.500 674.200
Préstamos menos Repago 10.500 21.000 25.000 33.200 19.100 n.d. n.d. n.d. n.d.

Financiación 3.100 43.000 61.500 -13.600 74.100 133.600 58.000 -6.800 -125.800
Nacional 3.200 25.800 25.400 -9.700 50.300 129.900 27.100 -20.300 8.800
Extranjera -100 17.200 36.100 -3.900 23.800 3.800 31.000 13.400 -135.300

Deuda Total 27.900 159.600 480.500 504.100 606.300 1.098.900 1.189.500 1.217.600 1.008.300
Nacional 27.900 127.500 341.400 404.300 461.900 586.000 627.900 614.500 598.900
Extranjera 0 32.100 139.100 99.700 144.400 513.000 561.700 603.100 409.400

Fuente: Adaptado de FMI, International Financial Statistics CD-ROM, septiembre de 2002.

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% de los precios promedio de la CE

0
50
100
150
200
250
300
Anexo 6
Comunicaciones

Textiles p/el hogar y reparaciones


Indumentaria y calzado

Combustible y energía
Muebles, revestimientos p/pisos y rep.

Equipos de transporte personal

Servicios de transporte
P roductos medicinales, drogas
Electrodomésticos y rep.

Educación, recreación y cultura

CONSUMO FINAL P ARTICULAR


Operación de equipos de transporte
Tabaco

Servicios médicos y de salud


Otros bienes y servicios para el hogar

Alimentos
Otros bienes y servicios

Cargos brutos de alquiler y agua


Restaurantes, confiterías y hoteles

Bebidas

Equipos eléctricos
Equipos no eléctricos

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Equipos de transporte

FORMACIÓN DE CAP ITAL FIJO BRU TO


Obras de ingeniería civil
Fuente: Adaptado de Assar Lindbeck, Turning Sweden Around (Cambridge, MA: The MIT Press, 1994), p. 80.

Edificios de vivienda
Edificios comerciales
Precios en Suecia Comparados con los Precios en la Comunidad Europea, 1990

CONSUMO FINAL ESTATAL


708-S30

19
P RODUCTO BRUTO INTERNO

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Anexo 7a Comparación Internacional de Distribución de Ingresos

Coeficientes de Gini

1974/75 1978/79 1980/81 1983 1984/85 1986/87 1988/89 1990/91 1992 1994 1995
Alemania 0,264 0,244 0,26 0,249 0,247 0,261
Australia 0,281 0,292 0,304 0,311
Bélgica 0,227 0,232 0,224
Canadá 0,289 0,284 0,283 0,281 0,285
Dinamarca 0,254 0,236 0,263
España 0,318 0,303
Estados Unidos 0,318 0,301 0,335 0,336 0,355
Finlandia 0,209 0,21 0,226
Francia 0,293 0,288 0,292 0,287 0,288
Holanda 0,26 0,256 0,266 0,253
Italia 0,306 0,289 0,342
México 0,448 0,467 0,485 0,496
Noruega 0,223 0,233 0,231 0,238
Reino Unido 0,268 0,27 0,303 0,336 0,339 0,344
Suecia 0,215 0,197 0,218 0,229 0,221

Fuente: Adaptado del Sitio en Internet de Luxembourg Income Study, http://www.lisproject.org/keyfigures/ineqtable.htm>,


consultado en octubre de 2002.
Nota: Los cuadros en blanco indican datos faltantes.

Anexo 7b Distribución de los Ingresos en Suecia

Relación entre el 10%


superior de los ingresos y
el 10% inferior
1975 215,3%
1980 195,5%
1985 197,8%
1990 199,1%
1991 211,2%
1992 210,5%
1993 213,5%
1994 218,6%
1995 220,3%
1996 226,7%
1997 221,6%
1998 223,7%
1999 223,7%
2000 234,6%

Fuente: Adaptado del Sitio en Internet de Statistics Sweden, <www.scb.se/statistik/if0103/if0103tab1eng.asp>, consultado en


octubre de 2002.

20

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Anexo 8 Producción de Manufactura en Ciertos Países, 1950-2001 (índice 1977 = 100)

250

Promedio de Países Industrializados*


Promedio de Europa**
200
Suecia

150

100

50

0
1950

1992

1998

2001
1956

1962

1965

1968

1971

1974

1977

1980

1983

1986

1989

1995
1953

1959

Fuente: Adaptado del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, Departamento de Estadísticas Laborales,
<ftp://ftp.bls.gov/pub/time.series/in/>, consultado en septiembre de 2002, y FMI, International Financial Statistics
Yearbook CD-ROM, septiembre de 2002.

Notas: Promedio ponderado por PBI.


* Los Países Industrializados incluyen a los Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur, Bélgica, Dinamarca, Francia,
Alemania, Italia, Holanda, Noruega, Suecia y el Reino Unido.
** Europa incluye a Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Noruega, Suecia y el Reino Unido.

Anexo 9 Evolución de los Salarios Nominales y la Productividad en Suecia, 1953-2001


25%

Productividad
20%
Salarios No minales

15%
% de aumento

10%

5%

0%

-5%
1992

1998
1959

1974

1986

1995

2001
1953

1956

1962

1968

1971

1977

1980

1983

1989
1965

Fuente: Adaptado del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, Departamento de Estadísticas Laborales,
<ftp://ftp.bls.gov/pub/time.series/in/>, consultado en septiembre de 2002.

21

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Anexo 10 El Desempleo en Ciertos Países, 1959-2001

Desempleo Civil (definiciones estadounidenses)


12

Pro medio de Países Industrializados*


10
Pro medio de Europa**
Suecia
8

6
%

-
1959

1971

2001
1961

1965

1967

1969

1973

1975

1977

1983

1985

1987

1989

1991

1997
1963

1979

1981

1993

1995

1999
Fuente: Fuente: Adaptado del Ministerio de Trabajo de los Estados Unidos, Departamento de Estadísticas Laborales,
<ftp://ftp.bls.gov/pub/special.requests/ForeignLabor/flslorc.txt>, consultado en septiembre de 2002, y FMI,
International Financial Statistics Yearbook CD-ROM, septiembre de 2002.

Notas: Promedio ponderado por PBI.


* Los Países Industrializados incluyen a los Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia, Francia, Alemania, Italia,
Holanda, Suecia y el Reino Unido.
** Europa incluye a Francia, Alemania, Italia, Holanda, Suecia y el Reino Unido.

Anexo 11 Gasto Estatal Calculado como Porcentaje del PBI en Ciertos Países

1960 1968 1980 1994 1998


Austria 28,6 33,8 42,8 47,8 47,8
Alemania 28,1 34,0 42,9 46,1 44,8
Bélgica 28,4 32,9 47,3 54,1 48,4
a
Estados Unidos 24,6 28,3 32,4 35,8 33,9
Holanda 28,6 37,8 52,0 52,8 43,7
Italia 26,2 31,0 37,9 51,0 45,7
Japón 13,0 13,9 25,0 27,0 30,0
Reino Unido 29,7 33,3 41,6 42,3 45,8
Suecia 26,8 35,9 56,8 66,4 56,7

Fuente: Adaptado de OECD Economic Outlook Historical Statistics, 1960–1999.

Notas: Gasto estatal = gastos corrientes en bienes y servicios + beneficios corrientes y pagos de ingresos de propiedades.
(a) Los datos de Estados Unidos correspondientes a 1994 y 1998 se toman de los datos correspondientes a 1993 y 1996,
respectivamente.

22

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Anexo 12 Factores que Afectan la Decisión Gerencial Relacionada con la Ubicación de la Sede
Central, 1999

Sede Central
6
Subsidiarias
5
Respuesta promedio

Co municaciones
regulatorio
ctros. de oper.
competidores

corporativos

personales
Impuestos
proveedores
Cercan ía de

Cercan ía de

Cercan ía de
los clientes

Cercan ía de

Impuestos

Marco

/transporte
Fuente: Adaptado de Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren Flyttar Ut (Estocolmo: SNS Forlag, 2001), p. 35.

Notas: La escala representa un promedio de las respuestas de las compañías, donde el 0 indica poca importancia y el 7 indica
mucha importancia.

23

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Anexo 13 Discrepancia Impositiva de Personas con Ingresos Altos en Ciertos Países, 1998

Bélg ica

Suecia

Dinamarca

Finlandia

Italia

Noruega

Holanda

Irlanda

Francia

Alemania
Canadá

España

Australia

Reino Unido

Austria

Estados Unidos

Nueva Zelanda

Suiza

Japón

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90
%

Fuente: Adaptado de Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren Flyttar Ut (Estocolmo: SNS Forlag, 2001), p. 19.

Notas: El indicador de discrepancia impositiva intenta incorporar una base amplia de impuestos personales, que incluyen
impuestos a las ganancias, beneficios de inversiones, consumo y patrimonio.

24

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Anexo 14 Salario de un CEO como Múltiplo del Salario de un Operario de Manufactura, 1999

70
475
60

50
Múltiplo

40

30

20

10

0
Nueva Zelanda
Suiza

Suecia

Holanda

Australia

Venezuela
Hong Kong

Singapur
España
Bélg ica
Canadá

Sudáfrica

Malasia
Argentina
Japón
Corea del Sur

Alemania

Brasil
Reino Unido

Estados Unidos
Tailandia
Francia

México
Italia

Fuente: Adaptado de “Executive Pay”, The Economist, 30 de septiembre de 2000.

Notas: El salario de un CEO en Estados Unidos es 475 veces más que el salario promedio de un operario de manufactura.

Anexo 15 Total de Impuestos a la Propiedad en Países de la OCDE Comparados con los de Suecia,
1999

100

Impuesto al Patrimonio
80
Impuesto al Beneficio de Inv.
Impuesto a los Dividendos
60 Impuesto a la Renta Corp.

40

20

0
Luxemburgo

Portugal
Dinamarca

Finlandia

Irlanda

Australia

Holanda

N. Zelanda
Promedio OCDE
Noruega

Islandia

Francia

Polonia
Alemania

Rep. Checa

Suiza
Grecia
Corea del Sur

México
Canadá

España

Bélgica

T urquía
Promedio UE

Japón

Reino Unido
Estados Unidos

Hungría

Italia

Austria
Suecia

Fuente: Adaptado de Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren Flyttar Ut (Estocolmo: SNS Forlag, 2001), p. 19.

25

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Anexo 16a Ingresos de Ericsson por Región Geográfica, 1999-2001

1999 2000 2001


Suecia 4% 3% 3%
Otros países de Europa Occidental 36% 33% 28%
Europa Central y Oriental, Medio Oriente y África 14% 14% 15%
Norteamérica 12% 13% 14%
Latinoamérica 14% 16% 15%
Sudeste Asiático 21% 21% 25%

Total 100% 100% 100%

Total (en millones de coronas suecas) 215.403.000 273.569.000 231.839.000


Tasa de cambio (coronas por US$) 8,5 9,5 10,7
Total (en US$ millones) 25.342.000 28.691.000 21.733.000

Fuente: Adaptado de la Memoria Anual 2001 de Ericsson, Estados Financieros, p. 22.

Nota: Debido al redondeo, las cifras de 1999 no suman 100%.

Anexo 16b Compensación del CEO de Ericsson y de Otras Compañías Comparables, 2001
(en US$ millones, excepto la cifra correspondiente a dotación)

Compensación
Compañía Ubicación Dotación Ingresos Total del CEO Observaciones
Ericsson Suecia 85.200 21.733 1,6 Valor adicional de opción menor.
Lucent Technologies EE.UU. 77.000 25.132 21,6
Motorola EE.UU. 111.000 30.004 4,0
Nokia Finlandia 54.000 28.150 1,4 Compensación no incluye opciones.
Nortel Networks Canadá 94.500 17.510 45,2 Compensación en 2000.
Vodafone R. Unido 100.000 24.800 19,0 Compensación no incluye opciones.

Fuente: Adaptado de Executive Pay Watch, Estados Financieros, Fortune, Informe de R.O.B. en Revista Business, y Yahoo
Finance.

Nota: Las compañías definen sus esquemas de compensaciones de distintas maneras, lo que implica que los datos no se
prestan para una comparación directa. Por lo tanto, esta tabla se presenta sólo con fines ilustrativos.

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Referencias

1 Marcus Wallenberg, presidente y CEO de Investor AB, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
2 “Sweden, Country Profile 2001,” The Economist Intelligence Unit, 2001.
3 Assar Lindbeck, Turning Sweden Around (Cambridge, MA: The MIT Press, 1994).

4 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986-1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.

5 Este modelo obtiene su nombre de las iniciales de tres principales economistas del sindicato de personal ejecutivo, la

Confederación Sueca de Empresas y de la Confederación Sueca de Sindicatos a principios de la década de 1960. Edgren, Faxen
y Odhner tuvieron un rol fundamental en delinear la perspectiva consensuada en las negociaciones salariales entre los
empleadores y los trabajadores suecos.
6 Anteriormente conocida con el nombre de Svenska Arbetsgivareföreningen (SAF).

7 Rudolf Meidner, “The Swedish Model in an Era of Mass Unemployment,” Economic and Industrial Democracy, 1997.

8 Bertram Silverman, “The rise and fall of the Swedish model: Interview with Rudolf Meidner,” Challenge, 1998.

9 “Sweden, Country Profile 2001,” The Economist Intelligence Unit, 2001.

10 “Sweden: Selected Issues – The Role of Government,” Fondo Monetario Internacional, septiembre de 2001.

11 Gunilla Bornmalm-Jardelöw, Profesora de Economía en la Escuela de Economía y Derecho Comercial de Gotemburgo,

entrevista con los autores, 12 de abril de 2002.


12 Assar Lindbeck, Det Svenska Experimentet (Estocolmo: SNS Förlag, 1998).

13 Per-Martin Meyerson, The Welfare State in Crisis – The Case of Sweden: A Critical Examination of Some Central Problems in the

Swedish Economy and Political System (Estocolmo: Federación de Industrias Suecas, 1982).
14 William Shepherd, In Praise of the Swedish Model, 1999, <http://hem.passagen.se/aibpeter/swedishmodel/inpraise.html>,

consultado en octubre de 2002.


15 El Acuerdo Saltsjöbaden de 1938 fue un pacto entre la fuerza de trabajo y el capital para evitar la participación de terceros –

incluso el gobierno- en las cuestiones laborales.


16 Göran Tunhammar, Presidente de la Svenskt Näringsliv, entrevista con los autores, 26 de marzo de 2002.

17 Per-Martin Meyerson, The Welfare State in Crisis – The Case of Sweden: A Critical Examination of Some Central Problems in the

Swedish Economy and Political System (Estocolmo: Federación de Industrias Suecas, 1982).
18 Göran Johnsson, presidente del Sindicato Sueco de Trabajadores Siderúrgicos, entrevista con los autores, 25 de marzo de

2002.
19 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986–1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.

20 Bo Lundgren, presidente del Partido Conservador, entrevista con los autores, 12 de abril de 2002.

21 Timothy Canova, “The Swedish Model Betrayed,” Challenge, mayo/junio de 1994.

22 Por ejemplo, se eliminó el tope para los préstamos para la vivienda de bancos e instituciones financieras.

23 Assar Lindbeck, “Options for economic and political reform in Sweden,” Economic Policy, octubre de 1993.

24 Urban Bäckström, director del banco central sueco, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.

25 Assar Lindbeck, “Options for economic and political reform in Sweden,” Economic Policy, octubre de 1993.

26 Thorvaldur Gylfason, “The Swedish Model under Stress,” SNS Economic Policy Group Report, 1997.

27 “Sweden Country Profile 2001,” The Economist Intelligence Unit, 2001.

28 Nils Lundgren y Hans Tson Söderström, “Kronförsvaret Hösten 1992 – Var det Värt Sitt Pris?” Ekonomisk Politik – En Vänbok

till Assar Linbeck, 1995.


29 Urban Bäckström, director del banco central sueco, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.

30 Assar Lindbeck, “Options for economic and political reform in Sweden,” Economic Policy, octubre de 1993.

31 Paul Klebnikov, “The Swedish Disease,” Forbes, 24 de mayo de 1993.

32 Paul Klebnikov, “The Swedish Disease,” Forbes, 24 de mayo de 1993.

33 Bertram Silverman, “The rise and fall of the Swedish model: Interview with Rudolf Meidner,” Challenge, enero/febrero de

1998.
34 Dirigido por Assar Lindbeck, Profesor Emérito del Instituto de Estudios Económicos Internacionales de la Universidad de

Estocolmo.
35 A principios de la década de 1990, el período electoral para el Parlamento sueco se incrementó de tres a cuatro años.

36 Conocido como la Reforma Impositiva de 1991.

37 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986–1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.

38 Assar Lindbeck, “Det Svenska Experimentet,” SNS Förlag, 1998.

39 Joakim Stymne, economista en jefe de Alfred Berg, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.

40 “Sweden Country Profile 2001,” The Economist Intelligence Unit, 2001.

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708-S30 El Estado de Bienestar y Su Impacto en la Competitividad Empresaria: ¿Suecia S.A. en Venta?

41 Joakim Stymne, economista en jefe de Alfred Berg, entrevista con los autores, 11 de abril de 2002.
42 Ingvar Carlsson, primer ministro de Suecia en 1986–1991 y 1994–1996, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.
43 Bertram Silverman, “The rise and the fall of the Swedish model: Interview with Rudolf Meidner,” Challenge, enero/febrero de

1998.
44 “Sweden—Assessment and Recommendations,” OECD Economic Survey, 1 de marzo de 2001.

45 “Sweden: Selected Issues—The Role of Government,” Fondo Monetario Internacional, septiembre de 2001.

46 Bo Lundgren, presidente del Partido Conservador, entrevista con los autores, 12 de abril de 2002.

47 Una importante cantidad de la información que se detalla en esta sección se basa en la investigación presentada en Pontus

Braunerhjelm, Huvudkontoren flyttar ut (Estocolmo: SNS Förlag, 2001).


48 Marcus Wallenberg, presidente y CEO de Investor AB, entrevista con los autores, 15 de abril de 2002.

49 Antes de 1992, se requería la aprobación del gobierno.

50 Göran Tunhammar, presidente de la Svenskt Näringsliv, entrevista con los autores, 26 de marzo de 2002.

51 Pontus Braunerhjelm, Huvudkontoren flyttar ut (Estocolmo: SNS Förlag, 2001).

52 Por ejemplo, EF, la gran compañía de formación profesional sueca, trasladó su sede central a Boston para estar más cerca del

cluster “educativo” del área de Boston y a fin de atraer a los mejores talentos del management.
53 Björn Carlsson, ”Jakten på den låga skatten,” Göteborgs-Posten, 5 de abril de 2002.

54 “Ericsson 4Q report 2001,” 25 de enero de 2002.

55 Luego, Ericsson vendió esta propiedad para trasladarse a una oficina de menor tamaño como parte de sus esfuerzos de

reestructuración.
56 “Ericsson acquires office property in London,” gacetilla de prensa de Ericsson, 21 de agosto de 1998.

57 “Ericsson’s new organization,” gacetilla de prensa de Ericsson, 30 de septiembre de1998.

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