Professional Documents
Culture Documents
En Sevilla parecían caminar más relajadamente (pensé que tal vez a causa del
calor), y se me antojaron menos horribles o peligrosos por ello mismo. Por el contrario,
los grupos se hacían más numerosos y provocaban mucho alboroto, aullando y
rompiéndolo todo a su paso.
En Zaragoza encontré los tipos más obstinados. No importa por donde cruzases
o te metieses para huir, que no cejaban la persecución por ningún motivo. Ni siquiera
saltando por los travesaños de las vías, por donde son incapaces de coordinar su paso en
otros casos, y finalmente desisten. Salí rápido de aquella ciudad por si acaso.
Podría describir otros tipos peculiares de zombi patrio, pues atravesé entre la
algarabía de Gijón, y las ordenadas hordas valencianas… pero había de parar un día.
Fueron demasiadas veces las que estuve a punto de ser merendado.
***